Cuatro principios para el matrimonio (Gen 2:20-25)
Líder: El objetivo de la lección es que las parejas pongan por obra estos sencillos principios que les ayudarán a disfrutar con plenitud su relación matrimonial. Introducción: El matrimonio no debería ser como una carrera cuesta arriba que es difícil todo el tiempo, tampoco debe ser un lugar de competencia en donde alguien gana o pierde. El diseño original de Dios tanto para el matrimonio, como para la familia, es el de una alianza continua y permanente que permita el desarrollo de relaciones benéficas para cada uno de sus integrantes, así como el potenciar todos los dones y las virtudes de cada uno de sus elementos. Del mismo modo que la naturaleza se rige por principios que permiten el equilibrio y supervivencia del planeta, el matrimonio debe fundarse en principios para su pleno sustento y crecimiento. Veamos los 4 principios: 1. El respeto. (Rut 3:1-15). El ejemplo del trato entre Rut y Booz es magnífico, porque Booz podría haber abusado de su posición de patrón y dueño para humillar o excederse con esa extranjera pobre. Rut por su parte demostró respeto por sí misma. Dentro del matrimonio es común vivir situaciones que traen tensión y que nos obligan a exponer nuestras debilidades o deficiencias, pero, ¿en qué otro lugar podrá mostrarse una persona tal como es, si no es en su casa? Nuestros defectos en la calle nos podrían costar el descrédito, desconfianza o vergüenza, pero con nuestra pareja no debiera ser así. Recordemos que la Biblia dice que en el principio estaban Eva y Adán desnudos y no sentían vergüenza. El respeto, más allá de palabras corteses, tiene que ver con reconocer a las personas por sus virtudes y aciertos, no por sus fallas o defectos. Ninguno de nosotros es perfecto, por lo tanto, es necesario aprender a valorar a la pareja por todo lo bueno que es, y no por lo malo que puede ser. 2. El amor (Génesis 29:16-21) En el ejemplo de Jacob, es importante resaltar que por causa del amor que sentía por Raquel, todo el esfuerzo que realizó se le hizo poco. La Biblia nos dice que el amor cubre multitud de faltas (1Pedro 4:8), y que con amor se puede soportar y esperar todo (1 Corintios 13:4-6). La base de una relación sana se fundamental en el amor, pero no en lo que comúnmente la sociedad y la cultura nos han hecho creer que es, un tipo de amor sentimental y egoísta que se otorga como intercambio, sino el amor de Dios que se sustenta en la decisión de amar a pesar de los defectos de nosotros. Este amor es como el que tenemos por nuestros hijos a quienes amamos por encima de sus faltas, y a quienes siempre estamos dispuestos a perdonar y por quienes mantenemos viva la esperanza de que cambiarán su conducta algún día. ¿Puede usted imaginar su matrimonio viviendo con este tipo de amor? 3. La comunicación. (Rut 2:8-14). Pedro había hecho referencia a “Honrad a todos, honrad al rey” y la idea es que, así como se le rinde admiración y respeto a quienes están en eminencia, de igual manera lo hagamos hacia nuestra esposa. Tratarla como a “vaso más frágil” no la coloca como al “sexo débil”, sino que nos indica que debe ser protegida física, social, emocional y económicamente. La Biblia compara la actuación del marido hacia su esposa como lo que hizo Cristo por la iglesia (su esposa). Su amor por ella fue de entrega y de sacrificio. 4. La vida espiritual. (1 Samuel 1:3-28). La esposa alcanza en Cristo la misma bendición espiritual que el marido. En el plan divino no existen privilegios, por esta razón los esposos debemos relacionarnos con nuestra esposa con amor, cortesía y bondad. Pedro da un punto de vista extraordinario del matrimonio, pues coloca a ambos como copartícipes de la gracia divina, de modo que cuando un esposo ve lo que Dios manda en relación con su esposa en este plano de igualdad, libera su propio potencial de oración. Pedro señala finalmente que, haciendo esto, “nuestras oraciones no tendrán estorbo”. Líder: Anima a las parejas para que adopten este estilo de vida que Dios propone para que puedan disfrutar de todas las bendiciones del matrimonio a la manera de Dios. Ministra si ves que es necesario que se libere perdón