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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Liceo Bolivariano “Raimundo Martínez Centeno”
Cariaco, Estado Sucre

Salud Mental y
Emocional

Profesor(a): Estudiantes:
Yasirit Brito Cristina Bastardo Andrade #11
Asignatura: Jemmarys Bellorin #20
Orientación Sección: “A”
Año: 5to

Cariaco, 28 de Noviembre de 2022


Introducción:
En la antigüedad se creía erróneamente que el concepto de salud se sostenía únicamente
al ámbito fisiológico del humano, pero gracias a los variados avances tecnológicos del
último siglo y la modernización de diferentes estigmas sociales, la sociedad ha
aprendido a valorar y a preocuparse en igual medida por la psiquis e inteligencia
emocional del humano, llegando a considerarlos tan importantes como las dolencias
físicas que puede presentar. Los seres humanos en sí somos máquinas complejas dueños
de una capa interna – nuestra mente, o emociones - que a los especialistas del campo les
ha tomado años de estudio comprender. Para los tiempos a los que nos suscitamos, es de
conocimiento casi generalizado la importancia y relevancia en nuestra vida que toma la
salud mental, aunque en la mayoría de casos la información termina terriblemente
administrada y es casi nada aplicada.
Es primordial entender que la salud mental incluye temas como el bienestar emocional,
psicológico e interpersonal, y como abarca estos, determina la forma en que nos auto-
percibimos y percibimos a los demás, así como el patrón de respuesta que tomaremos
ante diversas situaciones, en incluso como podemos llegar a sentirnos en momentos
determinados. Básicamente, toma como campo absolutamente todo lo que tiene que ver
con los procesos psicológicos que atravesamos durante toda nuestra vida.
Lo cierto es que aunque se muestra como un asunto meramente personal y privado, a lo
largo de todo el desarrollo humano – y sobre todo en la etapa de la adolescencia - es
muy importante recibir asistencia emocional y mental cuando algunas cuestiones
pueden llegar a sentirse fuera de su lugar, sustentadas siempre en la base de una crianza
óptima que colabore a la correcta formación del carácter y personalidad del individuo.
Es impresionante como aún con el gran alcance que el tópico ha alcanzado en los
últimos años, nosotros mismos y quienes pertenecen a nuestro entorno nos hemos
encontramos constantemente en situaciones donde no priorizamos el manejo de las
emociones, o la llamada inteligencia emocional, en el día a día, e incluso llegamos a
normalizar la obstrucción de emocional. Pese a todo lo anterior, la mayoría todavía no
ha reconocido las señales de alerta o los momentos en los que precisa del desahogo
emocional, o de la ayuda profesional. Nadie está excepto de necesitarla, pero en
particular, debido a la maleabilidad de pensamiento y carácter del adolescente y de los
cambios brusco que experimenta, este llega a necesitarla con mucha más frecuencia,
utilizándola para pavimentar la personalidad que le permitirá desenvolverse sanamente
en un futuro ambiente sociedad, laboral, familiar y personal.
Desarrollo:
 ¿Qué es la salud mental?: La Organización Mundial de la Salud reconoce que no
existe una única definición de Salud Mental, sino que podemos atribuirle varias. En
términos populares, concretamos que es un ámbito vasto incluye principalmente
nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos,
sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar
cómo manejamos el estrés, como nos relacionamos con los demás e incluso como
tomamos decisiones. Los expertos concuerdan que la salud mental es importante en
todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y
la vejez. Está comprobado que existen muchos factores diferentes que pueden
afectar su salud mental de la persona, resaltando los más comunes:

1. Factores biológicos, como los genes o la química del cerebro


2. Experiencias de vida, como trauma o abuso
3. Antecedentes familiares de problemas de salud mental
4. Su estilo de vida, como la dieta, actividad física y consumo de sustancia.

Considerando todo lo anterior, concretamos que la salud mental es un término amplio


que incluye la salud emocional, no siendo sinónimos ni dos conceptos aislados, sino que
encontramos el ámbito emocional dentro del ámbito mental.

 Importancia de la Salud Mental: De acuerdo con estadísticas de la OMS, los


problemas de salud mental representan más del 15% de la carga mundial de la
enfermedad y esta cifra solo va en aumento. El déficit en la salud mental
contribuiría a la aparición de muchas enfermedades somática, y también afectivas
como la depresión o la ansiedad.

El tema de la salud mental no es un asunto que concierne sólo a los aspectos de atención
posterior al surgimiento de desórdenes mentales evidentes o graves, sino que se debe
atener también al ámbito de la prevención de dichos padecimientos, y en consiguiente
a la promoción de un ambiente sociocultural determinado por temas como
la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir ya desde
las primeras etapas de la vida. Esta preocupación latente no solo es problema de los
expertos tales como psicopedagogos y psicólogos, sino que forma parte importante de
las responsabilidades - en ese orden específico - del gobierno de una nación, de la
organización en el núcleo familiar, de un ambiente de convivencia sana en el
vecindario, de la responsabilidad asumida por los medios de comunicación y de la
consciente guía hacia una salud mental en el área de trabajo o institución educativa.

 Señales de una salud mental deficiente: Cuando trabaja con las emociones puede
resultar complejo para cualquiera determinar que es típico y que es atípico. Gracias
a los estudios realizados por profesionales del área se han encontrado ciertos pun tos
en común que puede representar una advertencia de ser notados en el
comportamiento del individuo, siendo estos adaptables de cualquier etapa de la vida
que esté atravesando, tales como:

- Cambios repentinos en sus hábitos alimenticios u horario de sueño


- Aislarse brusca o paulatinamente de las personas y actividades que antes solía
disfrutar.
- Tener escasa, poca o ninguna energía
- Sentirse vacío o irrelevante; el constante sentimiento de que nada importa.
- Tener dolores físicos y molestias en su mayoría inexplicables
- Sentirse impotente o sin esperanza a corto o largo plazo.
- Fumar, beber o consumir sustancias nocivas cuando antes no se tenía el hábito, o
aún más de lo habitual.
- Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o
asustado.
- Tener cambios de humor severos que causen problemas en sus relaciones.
- Tener pensamientos y recuerdos repetitivos y obsesivos.
- Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
- Pensar en lastimarse a sí mismo o a otros, llegando incluso a considerar el
suicidio.
- No poder realizar tareas diarias que antes desempeñaba con normalidad, como
incapacidad para asistir al trabajo o a la escuela.

 ¿Cómo podemos cuidar nuestra salud mental?: Los datos del Ministerio de Salud
revelan que la calidad de vida es un concepto amplio que abarca tanto el bienestar
personal como el social, pasando por el bienestar de nuestro entorno físico, mental y
también emocional. Por tanto, el concepto de bienestar emocional recoge la
importancia de cuidarnos como seres humanos desde la visión más holística, es
decir, cuán primordial es prestar atención al cuidado de nuestro cuerpo como a los
sentimientos, a una dificultad emocional o la tolerancia de una experiencia negativa
que pueda acontecer en cualquier momento de la vida.
 ¿Qué es la salud emocional?: La salud emocional es fundamentalmente el estado
de equilibrio emocional, en el que la emocionalidad positiva y negativa ejercen una
influencia similar. Este fenómeno nos permite experimentar la vida con todos sus
matices, y nos lleva a mantenernos en movimiento para alcanzar metas que son
significativas para nosotros. La emoción es una compleja combinación entre lo que
percibes, cómo reacciona tu cuerpo y lo que te motiva a actuar. Todo ello produce
en las personas un estado psicológico global que puede ser de poca o mucha
intensidad y de corta o larga duración y que produce una expresión gestual que
puede ser identificada por las demás personas. Por otro lado, cabe destacar que la
salud emocional no equivale a sentirse bien literalmente siempre; de hecho, en casos
extremos esto último podría ser considerado un síntoma de trastorno psicológico. Lo
normal es que de vez en cuando la vida nos exponga a situaciones que generan en
nosotros emociones negativas, por lo que tampoco hay que pretender aspirar a un
estado de continuo éxtasis o felicidad. Existen varios componentes o factores que
pueden influir en la salud emocional de manera positiva, lo importante es fomentar
la capacidad para desarrollar dichos factores:

- Buen manejo de la ansiedad: los problemas de ansiedad son muy frecuentes y


conforman una de las causas de malestar emocional con mayor capacidad de
aparecer una y otra vez si no se aprende a mantener estas emociones bajo
control. Este fenómeno se expresa a través de síntomas físicos y psicológicos.

- Buen manejo de las situaciones de bajo estado de ánimo: dentro de este concepto
quedan englobadas emociones y sentimientos como la tristeza, la culpa y la
apatía. Se trata de fenómenos psicológicos que, nos desactivan, haciendo que
nos centremos en nuestros pensamientos, que fluyen lentamente.

- Capacidad de identificación de emociones y sentimientos: una capacidad


psicológica asociada a las anteriores tiene que ver con identificar las emociones
y sentimientos como lo que son, sin confundir estos contenidos mentales entre
sí. De este modo tendremos más facilidades a la hora de gestionarlas del modo
adecuado, sin adoptar estrategias disfuncionales.

 Estrecha Relación entre la Salud Física y Mental: Aunque son conceptos


claramente distintos, resulta ineficiente separarlos, pero también es igual de
improductivo continuar minimizando la salud mental ante la física, cuando
estudios arrojan que el crecimiento exponencial de las enfermedades tanto
psicológicas como fisiológicas es directamente dependiente el uno del otro.
Cierto es que la salud física pierde relevancia cuando no hay una salud mental
que la acompañe, y es en este punto donde interviene la importancia del
bienestar emocional, ya que muchos de los problemas de la actualidad están en
gran medida relacionados con deficiencias en la salud mental. El ritmo de vida
laboral, la rutina, los horarios estrictos, el cúmulo de quehaceres o el avance
tecnológico con la correspondiente cultura de la inmediatez, han cambiado
completamente los ritmos físicos y cognitivos del ser humano. Esto se traduce
en un empeoramiento del descanso y del sueño; sedentarismo y, por tanto,
menor actividad física; y evidente agotamiento mental.

 El Problema Original; la inteligencia emocional como la base para la


Educación Adecuada: Todos estos datos están indicando que hay un problema
de base evidente, la falta de conciencia en lo que a educación emocional se
refiere. Por un lado, la sociedad debe tomar conciencia del peso significativo que
tiene el aprendizaje del conocimiento de las emociones, la autogestión y las
habilidades sociales. Por otro, es necesario llevarlo a la práctica desde edades
tempranas con el fin de prevenir problemas como los anteriores mencionados en
un futuro. Si bien es cierto que las cifras están para tenerlas en cuenta, el dato
positivo es que la educación emocional puede desarrollarse durante todas las
etapas de la vida, por lo que la solución la tenemos en nuestras manos. Basta con
comenzar a escuchar a nuestro cuerpo, entender qué y cómo nos afectan las
situaciones que ocurren a nuestro alrededor y poner en marcha un mecanismo de
respuesta respetuoso tanto para nuestro interior como para el contexto en el que
nos movemos.
Conclusión
La salud mental y emocional son una gran parte importante de la salud general. Las
personas que son mentalmente estables tienen el control de sus pensamientos,
sentimientos y comportamientos. Ya que estas personas son capaces de hacer frente a
los desafíos de la vida, aquellos obstáculos los cuales para una persona con poca
preocupación por su salud y estabilidad mental puede llegar a considerar como algo
imposible. Ser emocionalmente saludable no significa que una persona sea feliz todo el
tiempo. Significa que es consciente de sus emociones. Puede lidiar con ellas, ya sean
positivas o negativas. Las personas sanas emocionalmente también sienten estrés, enojo
y tristeza. Pero saben cómo manejar sus sentimientos negativos. Pueden saber cuándo
un problema es más de lo que pueden manejar solos. También saben cuándo buscar
ayuda profesional.
Sin estabilidad emocional no es posible que haya una buena salud mental, estos dos
conceptos se relacionan unos con otros, siendo un conjunto muy importante para el
desarrollo de la personalidad humana. También afecta la salud física, entre un estado
mental optimista y signos físicos de buena salud, estos incluyen una presión arterial más
baja, un menor riesgo de enfermedad cardíaca y un peso más saludable, mejorando la
calidad de vida de la persona. En una sociedad laboral altamente competitiva, solo una
correcta salud mental te permite mantener el nivel de productividad requerido en tu
trabajo. Una mente relajada y libre de estrés es capaz de tomar decisiones más
oportunas y concretas. Sin olvidar que las personas constantemente buscan aprobación y
aceptación en la sociedad, integrarse con un grupo en el cual se sientan identificados y
desarrollar sus capacidades para socializar, lo cual puede ser mejorado con un correcto
cuidado de bienestar mental y emocional.
La importancia de la salud mental radica en que solo con ella se puede desarrollar por
completo todo el potencial que posee una persona, tanto en el campo social como en el
laboral. Por ello, es primordial que ante la sospecha que la salud mental no sea la
adecuada, se debe acudir a una consulta con un psicólogo de confianza.

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