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ESC. SEC. TEC NO.

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Rosario Castellanos

Autor: Horacio Quiroga

Recreación: Aldo Yair Nicolas


López
1D N.L.36
Su luna de miel fue un largo escalofrió. Rubia, angelical y tímida, el carácter
amable y comprensible de Jordán helo sus soñadas niñerías de novia. Ella lo
quería mucho, cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una mirada
furtiva a la alta estatura de jordán, mudo desde hace mucho tiempo. El cada que
podía le demostraba que la amaba, durante 3 meses vivieron una dicha sin duda
ella era feliz en su gran cielo de amor. El hotel donde hospedaban influía un poco
en sus estremecimientos. El silencio en los pasillos, el aspecto antiguo y
deteriorado producía una vibra de terror al cruzar de pasillos en pasillos, los pasos
hallaban un eco tenebroso, como si alguien llenara de vacío el tenebroso hotel.
Dormida en su departamento, no es raro que adelgazara tuvo un ataque de
influencia. Alicia no se reponía nunca, al fin una tarde pudo salir al parque del
hotel apoyada en el brazo de jordán. De pronto Jordán con gran ternura le paso la
mano por la cabeza, sin saber que ese sería el ultimo día que Alicia estuviera de
pie; Al día siguiente Alicia amaneció desvanecida, el médico de Jordán lo examino
ordenando calma y descansos absolutos.
-No ce- le dijo el medico a Jordán en la recepción del hotel tiene una gran
debilidad que no me explico, sin vomito si mañana se despierta igual, llámeme en
seguida, al otro día Alicia seguía igual. Hubo consulta constándose en una anemia
de marcha agudísima inexplicable, Alicia no tuvo mas desmayos, pero se iba
visiblemente hacia la muerte todo el día en el departamento con las luces
prendidas y en silencio pasaban horas sin oír algún ruido jordán vivía casi en el
vestíbulo oscuro y silencioso, paseándose sin cesar de un extremo a otro, la
alfombra ahogaba sus pasos a ratos entraba al departamento de Alicia, pronto
Alicia comenzó a tener alucinaciones confusas y flotantes que luego descendían al
ras del suelo, la joven con los ojos desmesuradamente abiertos no hacia mas que
mirar fijamente la alfombra y el respaldo de la cama al otro lado, una noche se
quedó mirando la alfombra fijamente pasado un rato abrió la boca para soltar un
gran grito y sus labios y narices se perlaron de sudor -JORDAN! JORDAN! -
Clamo rígida de espanto sin dejar de ver la alfombra Jordán corrió al
departamento y al verlo Alicia soltó un alarido de horror – soy yo – Alicia lo miro
con extravió y volteo a mirar la alfombra volvió a mirarlo y después de un rato de
estupefacta confusión se sereno y tomo entre las suyas las manos de su marido.
Entre sus alucinaciones mas porfiadas ubo un antropoide apoyado en el respaldo
de la cama mirándola fijamente. Los médicos volvieron inútilmente avía ahí una
vida que se desangraba día con día hora con hora sin saber absolutamente como.
En la ultima consulta Alicia yacía en es tenor mientras ellos la pulsaban
pasándose la muñeca inerte, la observaron largo rato en silencio siguieron al
comedor del hotel el cual se encontraba completamente solo, Alicia fue
extinguiéndose en su delirio de anemia. Durante el día no avanzaba su
enfermedad pero cada mañana amanecía lapida perecía que de noche se iba la
vida en nubes de alas negras tenia siempre al despertar tenia la sensación de
estar deprimida con millones de kilos encima. Desde el tercer día este andamiento
no la dejo mas no quería que le tocaran la cama, ni aun que le acomodaran el
almohadón sus terrores crepusculares avanzaron en forma de mostros que
trepaban asta la colcha para luego perder el conocimiento, los días finales delirio
sin cesar a media voz las luces continuaban fúnebres en el departamento y el
tenor y silencio del hotel no daba mas ue una vibra de terror al paso de los días
Alicia muere al fin. Las empleadas del hotel que entraron a deshacer la cama miro
un rato extrañada el almohadón
- Seño Jordán!¡ - llamo una de ellas a Jordán – Hay manchas que paren de sangre
- parecen picaduras - murmuraron entre ellas después de un rato de inmóvil
observación – levántelo a contra luz – les dijo Jordán
Unas de las empleadas presentes lo levanto pero en seguida lo dejo caer
temblando Jordán sin saber porque sintió que los cabellos se le erizaron
-¿Qué hay? - Murmuro con voz ronca
- pesa mucho – articulo una de las empleadas sin dejar de temblar Jordán lo
levanto y llevándolo al comedor del hotel corto la funda de un tajo, las plumas
superiores volaron las empleadas dieron un grito de horror con toda la boca, sobre
las plumas avía un animal un monstro velludo y viscoso, estaba tan hinchado que
apenas se le pronunciaba la boca, noche a noche desde que Alicia avía caído en
cama había aplicado sigilosamente su boca en la cabeza de Alicia chupándole la
sangre asta llevarla a la muerte, la picadura era casi inperseptible en cinco días y
cinco noches avías secado a Alicia estos bichos se encuentran en los
almohadones de plumas y parece ser que tiene un gusto imparable por la sangre
humana

FIN

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