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Presuntas experiencias dentro de los ovnis: un análisis de los

informes de abducción

VICENTE JUAN BALLESTER OLMOS

Guardia Civil 9, 46020 Valencia, España

Resumen:

Se revisan seis abducciones de OVNIs bien documentadas reportadas en España. La


investigación revela que son el resultado de un engaño, una ilusión o una psicosis. A escala
global, la distribución anual de secuestros trazada según el año del informe muestra grupos
asociados con desencadenantes relacionados con los medios. Las narrativas de abducción
parecen proceder de fuentes internas, representando experiencias no físicas de origen
psicológico inspiradas en material publicitado, más un número significativo de bulos. Existe el
peligro de que el síndrome de abducción se salga de control.

Introducción

Se ha propuesto una definición pragmática para el caso de abducción: es uno "en el que un
testigo afirma haber sido llevado a la fuerza a bordo de un OVNI y examinado de cerca o
examinado médicamente por criaturas extraterrestres" (Eberhart 1986a). Cualitativamente debe
diferenciarse del caso del contactado, término que "originalmente se refería a un pequeño grupo
de individuos que en la década de 1950 afirmaron tener contacto directo con la gente del
espacio que pilotaba los platillos voladores. Estos contactos generalmente contenían muchos
elementos psíquicos, así como un mensaje religioso o ético" (Eberhart 1986b).

El trasfondo empírico existente para el fenómeno de la abducción es, de hecho, amplio. Esta
nueva categoría de eventos -o informes- ha inundado recientemente las páginas de revistas
especializadas y su magnitud se cuenta por cientos (Bullard 1987). Cuando el autor fue invitado
a presentar una ponencia en el Simposio Internacional OVNI MUFON de junio de 1987
celebrado en Washington, D.C. (Ballester Olmos y Fernández 1987b), la percepción de que los
ufólogos estadounidenses estaban especialmente cautivados por este tipo de eventos era más
que suficiente obvio.

Después del simposio, el autor se sintió obligado a emprender un estudio personal de este tema
contemporáneo dentro del problema OVNI. ¿Hubo informes similares en España? ¿Hubo
tendencias discernibles en la masa de casos extranjeros? Esas fueron las dos preguntas
principales que planteamos.
Metodología

Nuestra metodología siguió un triple esquema: (i) revisamos los archivos generales de
experiencias de aterrizaje de ovnis reportadas en España para aislar aquellos casos que
contuvieran motivos de abducción (Brunvand 1983), en su caso, en un intento discernir su
naturaleza; (ii) revisamos la casuística acumulada a nivel mundial sobre esta anomalía,
estudiando su reporte y características fenomenológicas en una forma global de buscar cualquier
patrón perceptible en los datos; y (iii) revisamos la literatura publicada sobre el misterio de la
abducción OVNI para obtener una mayor comprensión del debate en curso, para proporcionar
una base más sólida para la discusión del material de caso disponible.

Este artículo discute nuestros resultados. Se revisan las abducciones españolas, se examinan las
tendencias mundiales, se presentan algunas reflexiones sobre este tipo de experiencia y se
proponen algunas conclusiones.

La experiencia de abducción en España

En primer lugar, el autor repasó la literatura OVNI española y los archivos de informes de
encuentros cercanos, con el fin de separar los casos documentados de los rumores y casos
anecdóticos no respaldados por datos específicos, que no fueron tomados en consideración.
Como resultado, la Tabla 1 enumera seis casos de sustracción en España. A título informativo,
algunos casos de "tiempo perdido", considerados como posibles Se han agregado secuestros
según el estereotipo, aunque no se usó hipnosis en el proceso de investigación y nunca surgió un
informe de secuestro.

En los datos se observan dos rasgos distintivos. En primer lugar, las típicas denuncias de
secuestro no aparecieron en España hasta finales de los años setenta. En segundo lugar, aunque
los archivos de los investigadores registran unos 3.500 casos de ovnis, incluidos 230 encuentros
cercanos filtrados (Ballester Olmos y Fernández 1987a, 1987b) y varios casos de contactados, la
experiencia de abducción es extremadamente rara en España, con solo seis episodios conocidos.

Por el contrario, hubo contactados notorios en España en las décadas de 1950 y 1960 que
atrajeron un considerable interés de la prensa. Sin embargo, los secuestros en España han tenido
poco o moderado impacto social. De hecho, el término "abducción" no se introdujo en los
medios de comunicación hasta 1979. Anteriormente, los casos extranjeros de este tipo no habían
llegado al público en general y los especialistas los consideraban excepciones exóticas al
fenómeno OVNI.

Curiosamente, la aparición de los secuestros en nuestro país corre paralela a la publicidad


transitoria que se da a los secuestros locales y extranjeros en los medios de comunicación
españoles.
La tabla 1 muestra que los dos primeros casos jamás informados surgieron en 1978.

Eran muy similares entre sí en contenido y ambos informes se referían a un hecho reciente. Se
publicaron en la prensa diaria, en revistas populares y recibieron cobertura televisiva nacional.

Es de destacar que el mismo año de 1978 vio el estreno de la famosa película Encuentros
Cercanos del Tercer Tipo de Spielberg y el año anterior Star Wars había estado en todos los
cines españoles. En 1978 y 1979 los programas nacionales de radio y televisión españolas
trataron el fenómeno de la abducción. La serie de televisión Blue Book Project se emitió
durante 1979. Esto significa que en ese momento se combinaban fuertes influencias que
explotaban el tema del contacto extraterrestre, los ovnis y las abducciones. Crearon un clima
propicio para la contaminación y para la formación de creencias e ideas. No es de extrañar que
se denunciaran otros dos casos de secuestro, aunque supuestamente habían ocurrido varios años
antes. Estos fueron seguidos por un informe de 1982 de un evento que data de 1946 y,
finalmente, por un caso en el que tanto el secuestro como el informe eran recientes.
Resúmenes de casos e interpretación

A continuación se presentan resúmenes de historias, diagnósticos de eventos y principales


fuentes de información relevantes para los casos. Los informes se incluyen en la secuencia
cronológica de su divulgación a la prensa o a la comunidad ufológica.

Caso No. 1. Tendilla (Guadalajara), 18 de diciembre de 1977.

Miguel Herrero Sierra, un hombre de 34 años, iba a pescar antes del amanecer cuando fallaron
las luces del automóvil. Detuvo el vehículo. Cerca había un objeto aterrizado de unos 18 metros
de largo. Dos seres de aspecto normal lo llevaron a la nave. Estuvo dentro del OVNI durante
unas tres horas, pero solo recordaba 15 minutos del incidente. La hipnosis ligera corroboró los
detalles dados en el estado de vigilia (ver Figs. 1 y 2).

Explicación: engaño. El sujeto es un individuo en busca de notoriedad que es propenso a la


fabricación. (Fuentes: Mundo Desconocido, No. 21 de marzo de 1978. Stendek No.38,
Diciembre de 1979. J. Parra).

Fig. 2: Caso Tendilla, Diciembre 18, 1977 Presunto abducido Miguel Herrero acostado en la cama en proceso de ser hipnotizado.
De pie, el Dr. Javier Parra, psicólogo clínico, que clasificó el evento como fraude.
Fig. 1 Caso Tendilla, 18 de diciembre de 1977. El OVNI y el panel de control, según el testigo.

Caso No.2. Medinaceli (Soria), 5 de febrero de 1978.

Julio Fernández, de 31 años, iba de cacería con su perro cuando recibió una "orden mental" de
desviarse de su ruta y conducir hacia Medinaceli, cerca de la cual su automóvil se detuvo sin
explicación, justo antes del amanecer. Luego, él y el perro fueron llevados a un extraño objeto
circular, de 50 metros de diámetro por dos seres altos con cabezas prominentes y barbillas
alargadas. Bajo hipnosis recordó que él y su perro sufrieron exámenes médicos desagradables.
Estuvo dentro del OVNI durante más de tres horas (ver Fig. 3).

Explicación: Probable engaño. Existe un paralelismo sospechoso con el publicitado caso


Tendilla. La sesión de hipnosis resultó estar llena de preguntas capciosas. (Fuentes: A. Ribera,
Secuestrados por Extraterrestres, Barcelona: Planeta 1981, 198 1. . Contactos Extraterrestres,
No. 1, 1979. Flying Saucer Review Vol 30 Nº 3,4 y 5, 1985. V. J. Ballester Olmos y J. A.
Fernandez).
Fig. 3 Caso Medinacelli, Febrero 5, 1978. El OVNI y uno de los abductores, de acuerdo al testigo
Caso No 3: Vich (Barcelona), Marzo 28, 1970

Julio García Moratinos, un joven sordo de 17 años, estaba acampando por la noche, cuando fue
llevado a un objeto hemisférico de 48 metros de largo por dos criaturas altas y peludas que
tenían ventosas en lugar de manos. También apareció un pequeño robot humanoide. El joven
fue transportado a un planeta situado en el lado opuesto del sol respecto a la Tierra, donde
permaneció durante ocho años. Mientras tanto, su lugar fue ocupado por un "doble" (ver Fig. 4)

Explicación: Fantasía inspirada en las abducciones publicadas y la película Star Wars. (Fuente:
Primera mano, CEI. V. J. Ballester Olmos y J. A. Fernandez)

Fig4: Caso Vich, Marzo 28, 1970. El OVNI aterrizó y sobrevoló, escenas previas al secuestro, según testigo
Caso nº 4: Almogía (málaga), 1976

Francisco Suárez Bravo, un pastor de 48 años, fue secuestrado por "extraterrestres" parecidos a
humanos. Fue llevado en una gran nave de "dos pisos" al planeta "Galaxy 38" donde se casó con
una mujer llamada María, una de sus habitantes. Regresó a la Tierra cuatro años después del
secuestro, cuando logró escapar en una de las naves alienígenas.

Explicación: Estafa fraguada para encubrir un caso de abandono de domicilio. Imaginería


rústica ligada a la escasa cultura del sujeto. (Fuente: El Caso, 21 de junio de 1980. V. J.
Ballester Olmos y J. A. Fernandez).

Caso nº 5: Jumilla (Murcia), julio de 1947.

Próspera Muñoz, una telefonista de 42 años, muy versada en ciencia ficción y ovnis, leyó su
primer libro de ovnis con material de abducción y comenzó a recordar una abducción que sufrió
cuando tenía 7 u 8 años. Fue secuestrada por dos seres de su misma estatura y recibió un
extenso examen médico. Ella cree que le implantaron un dispositivo metálico en el cerebro.
Tuvo más encuentros con criaturas alienígenas en 1954, 1960 y 1971. Bajo hipnosis, solo
confirmó sus recuerdos.

Explicación: Depresión en una mujer bajo estrés psicológico dramático. (Fuentes: A. Ribera, En
el Tune1 del Tiempo. Barcelona: Planeta 1984. Cuadernos de Ufologia No. 4, Diciembre 1988.
Flying Saucer Review Vol. 29, No.4, 1984. De primera mano, J. Ruesga. De primera mano, C.
Berche).

Caso N° 6: Vallgorguina (Barcelona), 21 de julio de 1985.

Xavier C., de 23 años, había salido de su casa para fotografiar un dolmen situado a 25 km.
Regresó a casa más de 24 horas después, un día completo que no recordaba en absoluto. Cuando
se procesó su película, aparecieron algunas diapositivas que mostraban siluetas borrosas de
manos con garras y una serie de rostros verdes y monstruosos de seres aparentemente con
cascos. Bajo hipnosis, relató un episodio de abducción que incluyó un examen médico asistido
por instrumentos, realizado por extrañas criaturas que fabricaron un "doble" exacto de él. Meses
después, el testigo vio a su doble subirse a un autobús en la ciudad de Barcelona.

Explicación: Engaño/psicosis. Testimonio poco fiable de sujeto perteneciente a círculos


esotéricos, testigo previo de apariciones en alcoba. Procedimientos descuidados de hipnosis.
(Fuentes: Flying Saucer Review Vo1.31, No. 4, 1986, y Vo1.32 No.2, 1987. Cuadernos de
Ufologia No. 1 julio 1987. V. J. Ballester Olmos y J. A. Fernandez).
Resumen de Informes Españoles

Esta revisión sistemática de los informes de sustracción en España ha revelado que todos los
casos pueden explicarse razonablemente en términos que no desafían el conocimiento actual. Se
han encontrado escenarios convencionales, profundamente arraigados en antecedentes
psicológicos y fraudulentos. En ninguno de los casos se presentó evidencia extraordinaria para
apoyar un evento anómalo o un fenómeno novedoso.

Debe enfatizarse que la resolución de estos casos en términos de engaño, delirio o psicosis ha
sido propuesta por investigadores OVNI dedicados, no por desacreditadores o escépticos
dogmáticos; en consecuencia, no es realista sugerir que las interpretaciones están sesgadas.

Los casos también parecen estar influidos por el impacto de los reportajes publicados y por el
posterior seguimiento mediático, en una especie de efecto de retroalimentación.

Tendencias mundiales

El primer caso típico de abducción jamás reportado fue el del joven brasileño Antonio Villas
Boas en 1957, generalmente desconocido en el medio ufológico antes de 1965 (Creighton 1965;
Bowen 1966). Sin embargo, no fue hasta que el ahora famoso incidente de Barney y Betty Hill
de 1961 se publicó en forma de libro cinco años después (Fuller 1966) que el tema de la
abducción comenzó a extenderse a un nivel popular.

Los casos de secuestro de ovnis florecieron a finales de los años sesenta y setenta. Parecía que
un enfoque prometedor para este problema era explorar si la distribución temporal de los
eventos informados estaba relacionada o no con algún desencadenante significativo. Para ello
recurrimos al catálogo más extenso de supuestas abducciones de ovnis (Bullard 1987). Este es
un estudio asistido por computadora de 309 informes, ciertamente un esfuerzo que vale la pena.
En la situación actual, sin embargo, el trabajo de Bullard tiene un valor limitado porque la falta
de selección es una deficiencia grave cuando se trata de informes de eventos cuya naturaleza
está lejos de definirse.
La figura 5 muestra los casos por año de reporte desde 1957 hasta 1985 (se consideran 266
casos donde se conoce la fecha de reporte). Para resaltar los ítems más relevantes, aparece un
asterisco en relación con las referencias o conjunto de referencias más influyentes, y flechas se
refieren a ellas en el gráfico de la fig. 5.

Surgen varios pensamientos cuando se considera este gráfico. La primera observación es que las
abducciones representan un fenómeno contemporáneo. También se pueden distinguir cuatro
fases diferentes en la distribución anual de informes. En otras palabras, se detectan cuatro
períodos significativos y coherentes en el cuerpo de ocurrencias, que comprenden tres ondas y
un declive final, como sigue:

(1) 1967-1969: Inicios. Se ve un pico inicial de corta duración. Está precedida y claramente
asociada con la publicación de un artículo en dos partes sobre el caso Hill en Look, una revista
quiosca que vendió millones de ejemplares, seguida de un libro del mismo autor (Fuller 1966)*
y con la lanzamiento de otro libro que contiene el informe completo de Fontes sobre Villas Boas
(Lorenzen y Lorenzen 1967).

(2) 1974- 1978: Ampliación. Un período de tiempo en el que la información sobre abducciones
de ovnis fluye libremente. Artículos influyentes y de amplia cobertura incluyen el caso
Pascagoula de 1973*, una película para televisión* de 1975 sobre el incidente de Hill, el caso
del maderero Walton de 1975 y un nuevo libro enteramente dedicado a las abducciones (Loren-
Zen y Lorenzen 1977).

(3) 1979- 1982: Explosión. El mercado es fuertemente invadido durante 1978, 1979 y 1980 por
muchos libros sobre abducciones de ovnis en los Estados Unidos y Canadá, penetrando
profundamente en la opinión pública (Barry 1978; De Herrera 1978; Gatti

1978; Haisell 1978; Walton 1978; Bondarchuck 1979; Fowler 1979; Druffel y Rogo 1980;
Gansberg y Gansberg 1980; Rogó 1980). ¡Una abducción llega a parecer algo bastante natural
de experimentar! La publicación de un libro sobre casos de "tiempo perdido" (Hopkins 1981)
refuerza la tendencia.

(4) 1983-1985: Saturación. Sin ningún aporte nuevo espectacular, el mercado se satura, el furor
popular se apaga, los secuestros "ordinarios" dejan de ser noticia y el interés de los medios de
comunicación decae. Este es el final del primer ciclo.

El fenómeno de las abducciones es, en particular, un acontecimiento estadounidense. El 50,5%


de todos los casos registrados por los compiladores (Bullard 1987) proceden de América del
Norte. La selección de la literatura en inglés como la principal variable desencadenante está
respaldada por el hecho de que el 63,7% de todos los secuestros en el mundo provienen de
países de habla inglesa.

¿Hay alguna indicación de la dirección que pueden tomar las tendencias futuras? Eso creo. 1987
vio el efecto de dos "bombas" de abducción: Comunión (Strieber 1987a) e Intrusos (Hopkins
1987), libros que gozaron de considerable publicidad, incluidos artículos en el New York Times
y el Washington Post. Nuestra proyección en ese momento era que el número de informes de
secuestros de ovnis aumentaría considerablemente en consecuencia, y que este tema mantendría
ocupados a la mayoría de los ufólogos en detrimento de una investigación más fructífera. Este
tipo de experiencia se convertiría, más que nunca, en el paradigma del evento OVNI que suscita
simpatía: ¿quién no puede sentir simpatía por las víctimas de la tortura?

Dichos pronósticos sobre el aumento de informes y la "abducción" que se convirtió en el foco


principal de los ufólogos, que se realizaron en 1987, han demostrado ser predicciones
confiables. Todavía no existen estadísticas de narraciones de secuestros posteriores a 1985, pero
todos los indicios apuntan a una alta tasa de informes en los últimos años. Por otro lado, a pesar
del combustible pesado inyectado en temas "novedosos" como Majestic 12, el accidente de
Roswell y Gulf Breeze, las abducciones representan un tema central de estudio para muchos
investigadores de ovnis. Al menos en los Estados Unidos.

Discusión del material del caso

Otros casos representan variaciones con respecto a la experiencia de los Hill, uno para el cual se
ha propuesto una hipótesis alternativa, sólida y no extraterrestre: el Dr. Benjamin Simon, el
psiquiatra que trató a la pareja interracial, cree que fue una fantasía creada por Betty y
transmitido a Barney (Fuller 1966); así lo piensa la investigadora británica Hilary Evans quien,
después de un cuidadoso estudio, lo interpreta en términos de material onírico más que como un
hecho real (Evans y Spencer 1987; Evans 1987b). Para complicar más las cosas, se ha
demostrado que las técnicas de regresión hipnótica utilizadas en la investigación del caso de
Hills están contraindicadas en el estudio de tales incidentes (Baker 1986; Ballester Olmos 1987;
Evans y Spencer 1987).

Además, los trabajos profesionales sobre psicología han propuesto el concepto de "personalidad
propensa a la fantasía" (Wilson y Barber 1981, 1983; Lynn y Rhue 1986). Dichos estudios han
correlacionado la hipnosis con la participación imaginativa, lo que indica que la hipnosis, como
herramienta para obtener acceso a la memoria, deja mucho que desear en términos de
objetividad, ya que este estado mental mejora la fantasía vívida y las habilidades alucinatorias
entre los sujetos evaluados, un hecho subrayado. por Vallee en varias de sus observaciones de
campo de casos de abducidos (Vallee 1990,1992).

Los análisis críticos han descubierto un fuerte sesgo psicológico en los participantes de
experiencias de abducción destacadas. El "Proyecto Omega" de Kenneth Ring ha demostrado
que los perceptores de ovnis no son, como se afirmó anteriormente, miembros típicos de la
población (Ring 1992). El psiquiatra Ernest Taves evalúa el caso Andreasson (Fowler 1979)
como una fantasía personal (Taves 1981). Scott Rogo, co-investigador del caso Tujunga, no está
de acuerdo con su coautor y ofrece una conclusión totalmente psicológica a las afirmaciones,
basada en las ansiedades sexuales y la dinámica de la interrelación emocional de la pareja
femenina involucrada (Druffel y Rogo 1980). Evans (1987a), escribiendo sobre esos dos
grandes episodios de abducción, piensa en los testigos como "proyectando sus crisis internas
como escenarios de contacto OVNI externo, evadiendo la responsabilidad por la forma en que
resolvieron sus crisis". Incluso las abducciones compartidas no impresionan a los ojos del
crítico. Por lo tanto, el juego de roles dominantes-subordinados y la transferencia de fantasía
subjetiva se han propuesto para explicar los casos de abducción por múltiples testigos.
(Moravec 1985).

Como era de esperar, el fenómeno de la abducción ha sido criticado por la escuela escéptica.
Klass (1981, 1983, 1984, 1988) ha presentado numerosos argumentos para refutar las
principales historias de abducciones, como los casos de los Hill, Hickson y Parker, Walton,
Andreasson, "Kathie Davies", etc. Otros escépticos también han producido valiosas alimento
para la reflexión, descartando los hechos como sucesos explicables de naturaleza psicosocial o
fraudulenta (Oberg 1978, 1987; Sheaffer 1981, 1984a, 1984b).

Incluso se ha propuesto una teoría formal, refutable de acuerdo con los requisitos metodológicos
(Popper 1981), como modelo para la experiencia de abducción: Lawson (1977, 1980) ha
descubierto que las detalladas historias imaginarias de abducción desarrolladas por hipnotizados
pero no abducidos las personas eran indistinguibles de los hechos supuestamente reales. Los
sujetos pueden haber estado reviviendo los traumas físicos y psicológicos de su nacimiento
(Lawson 1982, Lawson 1985; Rimmer 1984) dicho de manera concisa: "Mientras que los
experimentos no prueban que los 'verdaderos' abducidos están inventando sus historias, ellos
sugiero que cualquiera que inconscientemente desee hacerlo puede encontrar dentro de sí
mismo los recursos necesarios”.

Curiosamente, el conocido novelista de ficción Whitley Strieber, autor de Comunión, un libro


que cuenta una historia de abducción compleja, elaborada y continua, ahora explica que "la
experiencia de abducción es principalmente una experiencia mística" (Strieber 1987b). ¡Esta es
una forma extraña de describir la experiencia de ser forzado a entrar en un vehículo desconocido
y ser examinado de cerca contra tu voluntad por extrañas criaturas! Si uno fuera objeto de
violación, asalto, robo, secuestro, o si acaba de sufrir un grave accidente automovilístico, de tren
o de avión, ¿lo clasificaría uno simplemente como un "evento de tipo religioso" en la vida de
uno? Probablemente no, porque uno estaría convencido de haber vivido un hecho muy real,
doloroso e intenso. Este hecho constituye la principal diferencia con el informe Strieber.

Incluso la conexión extraterrestre aparentemente obvia fue discutida por el mismo Strieber en
una entrevista: "No diré que la fuente es definitivamente extraterrestre. Todo es un salón de
espejos" (Callahan 1987). Considerando el testimonio de Strieber como una temible historia de
interacción con supuestos extraterrestres que dura toda su vida, su propia evaluación de la
experiencia parece impactante. Si esta serie de abducciones es más mística que materialista, y si
el propio perceptor pone en duda su origen extraterrestre, ¿qué nos queda?

La respuesta parece estar en un compuesto de creaciones mentales (aparentemente creídas por el


sujeto) o alucinaciones en fértiles imaginaciones. Nuestra impresión es que Strieber ha
comenzado a admitir la ambigüedad de su historia: "no es tan simple como si sucedió o no... El
origen de estas percepciones está en duda. Pero mi sensación es que esta experiencia se inicia
fuera de la mente del individuo. Para mí, la variedad de detalles realistas hace que la experiencia
sea indistinguible de un evento real ´7 (Strieber 1987b).

La evaluación del autor de los casos reales, tanto españoles como extranjeros, más el análisis del
panorama global del problema, lleva a la conclusión de que los informes siguen
desencadenantes específicos relacionados con los medios, lo que sugiere fuertemente que el
síndrome de abducción es de naturaleza psicológica. . Nuestro argumento es que el aumento y la
prevalencia de las abducciones de ovnis se basa en gran medida en tres factores: (1) métodos
inadecuados y mal utilizados para la liberación de recuerdos (es decir, hipnosis); (2)
interpretación sesgada del contenido de salida (es decir, las ideas preconcebidas del ufólogo); y
(3) intereses comerciales puros. Tales intereses incluso han interferido con la experiencia
misma: por ejemplo, parece que las entidades le pidieron a Strieber que cambiara el título de su
próximo libro de Body Terror a Comunión (Druffel 1987).

Sin embargo, otros honestamente no están de acuerdo. Nueve presuntos secuestrados cuyos
casos aparecieron en un libro de Hopkins (1981), fueron sometidos a pruebas psicológicas
contrarias Son ambiguas y contienen tanto argumentos a favor como en contra que
supuestamente favorecen la salud mental y la normalidad psicológica de los testigos (Bloecher,
Clamar y Hopkins, 1 985). Sin embargo, estos resultados están abiertos a una interpretación
contraria, ya que no parecen claros ni definitivos: sobre la composición psicológica de los
perceptores. Uno puede ver un equilibrio sobrio en los testigos o reconocer varios rasgos de
inestabilidad en ellos (paranoia leve, hipersensibilidad, cautela, identidad débil, vulnerabilidad
social, gran ansiedad, etc.), lo que maximizaría su exposición a los trucos mentales (Keul y
Phillips 1987).

El hecho de no detectar ninguna psicopatología estándar en los abducidos por ovnis no significa
que estas fantásticas historias se conviertan automáticamente en realidad y que quienes las
cuentan sean confiables. Una autoridad en estados alterados de conciencia, R. Siegel, explica las
abducciones de ovnis sobre la base de alucinaciones que provienen del estrés, la oscuridad y el
aislamiento: "Tales situaciones pueden crear imágenes que son sorprendentemente vívidas y
hacen que quienes las ven respondan a ellas". como si fueran reales". Siegel explica que si los
informes de abducción son similares, es porque surgen de "un estado subjetivo común de
conciencia en el que emergen imágenes arquetípicas" (Weintraub 1987). Por el contrario, el
folclorista Bullard ha llegado a la conclusión de que los secuestros son reales y no folclóricos,
una conclusión que ha sorprendido a muchos, especialmente en Europa. El hecho indiscutible es
que cuando profundizamos en las historias de vida de los abducidos frecuentemente
encontramos indicios de experiencias anómalas previas. En algunos casos, una sucesión de
extrañas experiencias ha marcado sus vidas desde la infancia hasta la edad adulta (Fowler 1979,
1982; Ribera 1984; Strieber 1987a). Si esto es una indicación de una personalidad psicótica es
una pregunta abierta, pero existen fuertes indicios de que tiene sentido hablar de una
"personalidad propensa a la abducción".

Últimamente, la investigación sobre este tema se ha multiplicado. Su revisión supera con creces
el alcance de este documento, pero debe señalarse que es más a favor que en contra. Uno de los
análisis más radicales del problema simplemente lo reduce a ser "el primer mito que se
desarrolla en el mundo de la comunicación global instantánea, moderna y de alta tecnología"
(Spencer 1989).

Vallee (1990) también ha tocado este tema. Para él, el concepto de lla abducción de ovnis
pertenece al mismo "tapiz de contacto extraterrestre" descrito por los seres humanos en todo el
mundo durante siglos: en las tradiciones antiguas en forma de demonios y elfos, y en la
actualidad como navegantes interestelares. Esto es probablemente cierto, aunque otros, incluido
yo mismo, sentimos que el terreno común en tales imágenes está ligado natural y
espontáneamente a la imaginación y el poder creativo de las personas, no a la presencia física
real de entidades de otros mundos. O, como lo expresó Bartholomew (1989): "¿Existen las
hadas, los fantasmas y los extraterrestres como seres vivos, o son algún producto de la mente
humana? La respuesta obvia a la que apunta la evidencia de manera abrumadora, no emocional
y lógica es ¡No rotundo! Son construcciones mentales”.

Conclusiones

Si volvemos a los comentarios introductorios de este artículo, parece que la historia o el


desarrollo de la "ufología" marca una transposición de un mito a otro: con el paso del tiempo,
respetadas abducciones han venido a reemplazar contactos desacreditados, en una especie de
transmutación de historias antiguas, ingenuas y tempranas de la era espacial a historias
contemporáneas, sofisticadas y de la era tecnológica, aunque las abducciones de ovnis todavía
contienen elementos típicos de contactados. Parece que la novedad OVNI se había agotado y
que se necesitaba un tipo de incidente aún más dramático para reemplazar la experiencia
obsoleta del contactado. De hecho, algunos investigadores ven esencialmente el mismo
fenómeno que los encuentros de contacto, en una forma actualizada y más sofisticada (Evans
1987b).

El estudio de informes reales en España, el examen cuidadoso de la literatura y el análisis del


impresionante catálogo Bullard de cuentos de abducción en todo el mundo lleva al autor a las
siguientes conclusiones: (1) Los estratos psicológicos distorsionados o estresantes parecen
generar la experiencia de abducción. o síndrome en la mente de los supuestos abducidos. El
engaño puro también está presente en una proporción más alta de lo que se sospechaba
anteriormente. (2) Evidentemente, los efectos de los medios desencadenan el informe de los
secuestros. Se propone que también desencadenen los propios eventos. (3) Hay pocas
posibilidades de que los expertos académicos estudien científicamente las abducciones, siempre
que el insumo principal se origine en el mercado de libros comerciales.

Reconocimiento

El autor desea agradecer a J. A. Fernandez por la colaboración ya J. Vallee por la crítica


constructiva.

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Respuesta a Ballester Olmos

DAVID M. JACOBS

Departamento de Historia, Universidad de Temple, Filadelfia, PA 19122

Ballester Olmos es un conocido investigador ovni español que cuenta con muchos años de
experiencia en este campo. Su sinceridad es incuestionable, al igual que su valentía para
emprender el estudio de este extraordinario fenómeno. Sus contribuciones al campo de la
investigación OVNI son bien conocidas, pero prácticamente toda su experiencia ha sido en el
estudio del fenómeno del avistamiento. Este campo de investigación es muy diferente al del
fenómeno de la abducción aunque ambos tienen el mismo origen. Hasta donde yo sé, esta es su
primera incursión en la investigación de abducciones.

Hay problemas fundamentales con este artículo, uno de los cuales es que el autor no tiene un
conocimiento serio de los principios del fenómeno de la abducción. La ignorancia del tema
sobre el que está escribiendo le permite cometer el error de asumir un estándar arbitrario para lo
que constituye una abducción. Por lo tanto, agrupa varios relatos, algunos de los cuales son
indicativos de secuestros legítimos y otros que no lo son. Esto conduce a un problema serio:
dado que no tiene un estándar de lo que es un secuestro o cómo investigarlo, no puede decir
cuándo un secuestro es un engaño o la verdad. Esto es evidente cuando examina ocho casos de
supuestos secuestros. Varios de estos casos no se ajustan a los perfiles de abducción conocidos
y Ballester Olmos percibe correctamente que se generan internamente y por tanto no son casos
de abducción. Tiene varios otros casos, sin embargo, en los que la evidencia de un engaño o de
una generación psicológica no es tan clara como él nos quiere hacer creer. De hecho, algunos de
estos casos podrían encajar en el perfil de una abducción legítima y, como mínimo, requieren
una investigación más sofisticada que la que él ha realizado. Sin embargo, agrupa todos los
casos como si fueran de origen psicológico. Este es un caso de sesgo de selección negativa
arbitraria. Sin un conocimiento profundo de cómo separar la "señal" del "ruido", la tendencia de
Ballester Olmos es encontrar sólo ruido. Este fue un problema que acosó a los investigadores en
Estados Unidos durante muchos años, pero que en la última década se ha aliviado gracias a los
avances en el conocimiento del fenómeno y en la metodología para descubrir sus principios.

Además, es obvio que Ballester Olmos no está familiarizado con la investigación y la literatura
actual sobre abducciones. En lugar de utilizar el conocimiento de aquellos que han mejorado
nuestra comprensión del fenómeno de la abducción al desarrollar sus parámetros e identificar
los procedimientos y eventos que lo caracterizan, ha recurrido a detractores y escépticos
conocidos para su investigación con poca formación sobre abducciones, como Hillary Evans,
Robert Rimmer, Alvin Lawson, Robert Bartholomew, Marc Moravec, Philip Klass, James
Oberg, Robert Schaeffer, o aquellos que están profundamente confundidos sobre el significado
de los datos como, D. Scott Rogo, Whitley Streiber, Jacques Vallée y otros. Ninguno de estos
hombres son investigadores de abducciones. A los investigadores de abducciones se les da poca
atención o no se les menciona en absoluto. Sin conocimientos actuales sobre el fenómeno,
muchos de los cuales abordan directamente muchos de los problemas que encuentra con su
población y con el propio fenómeno, Ballester Olmos muestra un desconocimiento sobre el
debate sobre sus orígenes. Por ejemplo, afirma que la personalidad propensa a la fantasía es una
condición psicológica que está "firmemente establecida". De hecho, no es una condición
psicológica establecida y la Asociación Estadounidense de Psiquiatría no la acepta como un
trastorno. Además, Ballester Olmos no tiene conocimiento del trabajo realizado sobre
personalidades propensas a la fantasía por parte de Rodeghier, Goodpaster y Blatterbauer, que
efectivamente refuta esta hipótesis. Tampoco está al tanto del trabajo realizado por June Parnell
o Kenneth Ring que también demuestra que los abducidos no sufren esta "condición".

Ballester Olmos trata de argumentar que la publicidad causa casos de secuestro. No sabe que
ningún estudio ha relacionado la publicidad con la generación de avistamientos o experiencias y
que en 1952 la Fuerza Aérea demostró de manera convincente que los artículos de periódicos y
revistas no provocan avistamientos. No analiza el papel de la publicidad en la presentación de
casos de secuestro más antiguos que las personas a menudo han ocultado incluso a sus familias
durante años. No se da cuenta de que este mismo fenómeno ha ocurrido en casos de violación,
informes de avistamientos de ovnis, abuso infantil, etc. No hay ni una pizca de evidencia de que
el fenómeno de la abducción legítima tenga algo que ver con la publicidad. Si esto fuera cierto,
habríamos visto un aumento dramático en los informes de secuestros como resultado de las
recientes películas y programas de televisión, Intruders y Fire in the Sky. Estas películas
hicieron perder algunos informes de abducciones anteriores, ya que alentaron a las personas a
presentarse, pero no generaron eventos de abducción por cientos o miles como se hubiera
esperado.

Otros son secuestrados al mismo tiempo y luego pueden identificarse como víctimas. La
confianza de Ballester-Olmos en personas como Klass y otros miembros del CSICOP para
explicar los casos de secuestro sugiere que no comprende la metodología empleada por estos
notorios desacreditadores. Su discusión del "estudio" de las abducciones profundamente
defectuoso de Lawson y su relación con el trauma del nacimiento muestra una singular falta de
conciencia de la casi completa demolición de este estudio a lo largo de los años por
investigadores de abducciones y ovnis.

Sus conclusiones de que los secuestros son psicológicos no están respaldadas por su propia
evidencia. Puede que tenga razón, pero la evidencia de esta conclusión simplemente no está
contenida en su artículo. Además, las razones de su conclusión (hipnosis deficiente, sesgo y
ganancia monetaria) no solo no tienen respaldo, sino que apenas se discuten.

Básicamente, este artículo es una polémica contra las abducciones con poca evidencia de
respaldo aparte de su examen de algunas afirmaciones bastante dudosas. Concluye de esto y de
los escritos de los desacreditadores que todo el fenómeno de la abducción es psicológico y que
el fenómeno de la abducción no existe en España. Probar un resultado negativo es, en el mejor
de los casos, un negocio arriesgado, pero Ballester Olmos parece estar tratando de hacerlo sin la
evidencia masiva, sólida y circunstancial que uno necesitaría para hacer tal intento.

Lo que podemos aprender de este artículo es que si el estado de la investigación de abducciones


en España es indicativo del conocimiento de este investigador, entonces los investigadores
españoles tienen un largo camino por recorrer antes de tener una comprensión sofisticada de
cómo reconocer e investigar estos casos, independientemente de su punto de vista. Mi libro
Secret Life: Firsthand Documented Accounts of UFO Abductions, se publicará en España en
1994. Ya he recibido cientos de cartas de posibles abducidos en América y Europa. Será
interesante ver qué respuesta, si la hay, vendrá de España. Si es como en otros lugares, entonces
será aún más difícil defender el caso del excepcionalismo español.

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