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PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

LOGO

SIGLAS
PRI son las siglas correspondientes al nombre del Partido Revolucionario
Institucional.
SIGNIFICADO
El logotipo de representa la continuidad de un proyecto que surgió hace más de
setenta años. La evolución de nuestro Partido, pero también las profundas raíces
que nos unen con el pueblo de México. Se retomaron los elementos existentes de
tipografía debido a la fuerza que proyectan y se le adhirió un fondo blanco para
resaltar los espacios existentes entre los elementos para dotarlos de mayor claridad
y potenciar la sensación de unión y fortaleza.
LEMA
“Transformando a México”
FUNDADORES
 Fundado por Plutarco Elías Calles como Partido Nacional Revolucionario
(PNR). 4 de marzo de 1929.
 Refundado por Lázaro Cárdenas como Partido de la Revolución Mexicana
(PRM). 30 de marzo de 1938.
 Refundado por Manuel Ávila Camacho como Partido Revolucionario
Institucional (PRI). 18 de enero de 1946.

PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS
Partido que se sustenta en los principios ideológicos de la Revolución Mexicana,
que plantea como postulados fundamentales el nacionalismo, las libertades, la
democracia y la justicia social. Con base en ellos el partido promueve el ejercicio
del poder hacia el desarrollo económico, político, social y cultural de México, y
sostiene una tendencia ideológica que lo vincula a la corriente social demócrata de
los partidos políticos contemporáneos.
IDEOLOGIA
 Centralismo
 Corporativismo
 Tecnocracia
 Neoliberalismo

HISTORIA
Partido Nacional Revolucionario (1928-1938)
En 1928 el presidente Plutarco Elías Calles propuso la creación del Partido Nacional
Revolucionario (PNR), mismo que se fundó en marzo del año siguiente. El 22 de
noviembre un pequeño grupo de políticos afines a Plutarco Elías Calles se reunieron
en la casa de Luis L. León, en Londres 156 de la Ciudad de México, para iniciar los
trabajos de organización del PNR. Algunos políticos del grupo fueron: Gonzalo N.
Santos, Emilio Portes Gil, José Manuel Puig Casauranc, Manuel Pérez Treviño,
Manlio Fabio Altamirano, David Orozco y Aarón Sáenz
Fungiendo como primer presidente del comité directivo Plutarco Elias Calles, Luis
L. León como secretario general y el general Manuel Pérez Treviño como tesorero.
El 5 de enero de 1929 se convocó a una convención, que se llevaría a cabo el 4 de
marzo de ese mismo año en la ciudad de Querétaro, para formalizar los estatutos
de la nueva organización y presentar al candidato presidencial del Partido Nacional
Revolucionario.
El Partido Nacional Revolucionario (PNR) surgió en 1929 como un partido de
corrientes, de fuerzas políticas distintas pero afines, provenientes del movimiento
de 1910. El PNR sería, en consecuencia, la institución más poderosa para la
competencia política, y el lugar adecuado para diseñar los primeros acuerdos y
prácticas en la lucha por el poder público. Así pudo auspiciar relevos de gobierno
por medio de elecciones y en condiciones de estabilidad social.
Concebido como un partido de masas y con la intención autodeclarada de tutelar en
los derechos de los trabajadores, promovió un creciente ascenso en la participación
política por medio de movilizaciones populares reclamaba una mayor participación
en los asuntos del Estado y la más equitativa distribución de la riqueza, de inicio un
carácter netamente socialista al partido en contra de los elementos de centro
derecha y extrema derecha que estaban proliferando en el país a raíz de los
movimientos fascistas en Europa, en 1936 se creó como aglutinante del movimiento
obrero la Confederación de Trabajadores de México(CTM) y, dos años después,
para el ala ejidal, la Confederación Nacional Campesina (CNC). Más adelante, en
1943, se constituiría la Confederación Nacional de Organizaciones Populares
(CNOP) que incluiría a los demás grupos que no era posible encuadrar en los otros
organismos, como era el caso de los burócratas de los gobiernos, los cuales desde
un inicio participaron con un descuento de 10 centavos a su sueldo, con lo que el
partido configuraría una estructura general representante de los sectores obrero,
campesino y popular, además de un grupo que integraría el ala militar del partido,
la que sería parte del mismo hasta el año de 1946.
Nueve años después, en 1938, luego de la ruptura entre el general Plutarco Elias
Calles y el entonces presidente Lázaro Cárdenas, en la cual participaron varios
miembros distinguidos del partido, como el ex presidente Emilio Portes Gil, se
realizó un cambio en las directivas del partido a nivel nacional, y en sus filas se
incluyó a varias centrales obreras del país que hasta entonces estaban oficialmente
fuera del partido y se cambió el nombre de la institución por el de Partido de la
Revolución Mexicana (PRM).
Surge el sistema de partidos en México, ya que la presencia absoluta que mantenía
en el escenario político nacional se ve cortada a partir de 1939, con la entrada de
partidos políticos, que en su mayoría se formaban temporalmente bajo el auspicio y
con la finalidad de lanzar la candidatura de alguna persona a la presidencia de la
República, como fue el caso de la Unión Nacional Sinarquista, aunque también
surgieron partidos cuya presencia ha durado muchos años, como el caso del Partido
Acción Nacional, la mayoría de estos clasificados por el mismo PRI como partidos
con ideologías y principios opuestos a los postulados de la Revolución.
Conforme iba quedando atrás la época de guerras constantes, y con la construcción
de una amplia red de carreteras, se facilitó el abaratamiento de los alimentos y el
suministro de productos diversos; la organización sindical, el reconocimiento de los
derechos obreros, el estatus jurídico para los empleados y la institución de
pensiones civiles de retiro, dio una seguridad laboral que hasta entonces no se
conocía. Por otro lado, el auge de la educación permitió aumentar la base de
posibilidades de la que podía contar la población.
La estabilidad lograda hasta entonces iba de la mano con el predominio del PRI
(que sustituyó al PRM en 1946), sometido a fuertes presiones y exigencias para la
preservación y conquista de los espacios de poder público. Además, el PRI
enfrentaba el cambio generacional obligado por el envejecimiento de los militantes
formados en la lucha revolucionaria, para abrir el paso al poder a civiles con
educación universitaria.
Por un tiempo (desde 1946 hasta 1968), el PRI gobernante superó las tentaciones
hacia los autoritarismos de izquierda y de derecha que aparecieron en el contexto
de la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, de la Guerra Fría. En 1947, el
gobierno del PRI reconoció el voto de la mujer en las elecciones municipales, y en
1953, el derecho de las mujeres de votar y ser votadas en cualquier elección.
Sin embargo, estas medidas no impidieron el surgimiento de movimientos de
inconformes que fueron tornándose más violentas, que eran notables ya en los años
cincuenta y más aún durante la década de los sesenta. En las elecciones federales
de 1952 Miguel Henríquez Guzmán denunció falta de limpieza en las elecciones
que le enfrentaban a Adolfo Ruiz Cortines del PRI. Eso produjo una oleada de
protestas que en varias entidades de la República fueron reprimidas con violencia
por el gobierno de Miguel Alemán. En un intento de dar salida legítima a la oposición,
finalmente el PRI permitió la pluralidad de partidos en 1963, cuando el Presidente
de México Adolfo López Mateos apoyó la introducción de los Diputados de minoría,
por lo que los nuevos Diputados integrados al congreso pudieron aportar en la
legislación electoral, de inversión extranjera y laboral. Esto permitió al panista Adolfo
Christlieb Ibarrola ser elegido diputado.
Sin embargo, esa medida no contentó a todos los sectores de oposición, y el
gobierno continuó con la represión violenta durante la década de los 60, así llegado
el año de 1960 se había producido la masacre de Chilpancingo donde resultaron
muertas 20 personas. Finalmente, el clima de represión y violencia rebasaría la
civilidad del PRI de antaño, desembocando a finales de 1968 en la matanza de
estudiantes del 2 de octubre en Tlatelolco, cuya orden de ejecución y
responsabilidad directa se atribuye al presidente Gustavo Díaz Ordaz. En esta
matanza fueron masacrados oficialmente entre 200 y 300 personas, sin embargo,
la mayoría de las fuentes actuales hablan de 1000 a 2000 muertos tan solo en ese
hecho y otros 200 en hechos posteriores. Este hecho es ampliamente recordado
aún en la actualidad y todavía fue mencionado en las elecciones de 2012. En 1971
se produjo otra matanza grave, la matanza del Jueves de Corpus, aunque la cifra
de víctimas fue sensiblemente menor.
En ese momento, murió el viejo PRI conciliador y de dictablanda y nació un PRI
represivo y desconectado con la población. La muerte misteriosa de Carlos Madrazo
ex-presidente en pugna con Gustavo Diaz Ordaz el 4 de junio de 1969 año electoral
en un accidente aéreo sobre la ciudad de Monterrey, desató dudas de un posible
asesinato. Inicia en ese momento, un período de declive.
Etapa final del PRI en el gobierno (1977-2000)
La polémica más grande entre estas épocas fue el Movimiento de 1968 en México
o la "Matanza de Tlatelolco", un movimiento social en el que además de estudiantes
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico
Nacional (IPN), la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), El Colegio de México,
la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la
Universidad La Salle y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla participaron
profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionales en la Ciudad de
México y otros estados del país como Puebla, constituidos en el órgano directriz del
movimiento denominado Consejo Nacional de Huelga (CNH). El movimiento contó
con un pliego petitorio del CNH al Gobierno de México de acciones específicas
como la libertad a presos políticos y la reducción o eliminación del autoritarismo. De
fondo, el movimiento buscaba un cambio democrático en el país, mayores libertades
políticas y civiles, menor desigualdad y la renuncia del gobierno del PRI que
consideraban autoritario.
El Movimiento de 1968 en México fue reprimido contínuamente durante el
transcurso del mismo por el gobierno de México, y con el fin de terminarlo, el 2 de
octubre de 1968 perpetró la «matanza en la Plaza de las Tres Culturas de
Tlatelolco», logrando disolver el movimiento en diciembre de ese año. El hecho fue
cometido de manera conjunta como parte de la Operación Galeana por el grupo
paramilitar denominado Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad (DFS),
la llamada entonces Policía Secreta y el Ejército Mexicano, en contra de una
manifestación convocada por el CNH. De acuerdo con lo dicho por sí mismo en
1969 y por Luis Echeverría Álvarez, el responsable de la matanza fue Gustavo Díaz
Ordaz.Meses después del acontecimiento la CIA (Agencia Central de Inteligencia
de los Estados Unidos) descubrieron que fueron engañados por el gobierno de
Gustavo Díaz Ordaz, al no ver relación entre "la revuelta estudiantil y el comunismo
internacional" que habían declarado.
El sistema de partidos y la afirmación de la pluralidad política no se asentaron
definitivamente hasta la reforma electoral de 1977. A partir de entonces se trata de
encauzar la resistencia política por una pseudo legalidad, y los partidos son
reconocidos en la Constitución como entidades de interés público. La medida tuvo
lugar cuando la oposición extrañamente entró en conflicto presentando candidato
alguno contrario al candidato postulado para la elección presidencial por el PRI en
1976, presentando un riesgo serio para la legitimidad del mismo. Esta reforma
electoral fue aprobada precisamente cuando el viraje hacia las dictaduras de
derecha se encontraban en pleno auge en el sur del continente, con sus dramáticos
saldos de represión y violación de los derechos humanos, similares a los
acontecidos en México en la década anterior. En un marco que llamaba al
autoritarismo en Latinoamérica. México simulaba una tímida apertura a una posible
pluralidad democrática que sin embargo, en la práctica, nunca se dio, marcada por
el fraude electoral y el descontento social que no apagaba producto de un
inmigración masiva a la Ciudad de México.
El discurso político del PRI hablaba de avanzar hacia una democracia plural y
competitiva, a través de reformas en el sistema electoral; fundamentalmente, en
torno a las normas para la organización de las votaciones, las características de la
institución encargada de ello, el sistema para la calificación de los comicios y la
regulación de los partidos como entidades de interés público, con una vida
institucional fortalecida legalmente.
En 1982, ocurre una masiva devaluación de la divisa mexicana, provocando una
crisis severa y un riesgo de impago de la enorme deuda nacional. El desempleo, la
inflación y la corrupción detectada tras este hecho, socavo no solo los esfuerzos del
PRI por mostrarse democrático, sino también su prestigio a nivel internacional. El
candidato ganador en las elecciones Miguel de la Madrid tuvo la intensa tarea de
subsanar los errores y desaciertos de su antecesor, el tristemente recordado
Presidente de México José López Portillo que incluso llegó a afirmar que defendería
la divisa nacional "como un perro". Ante su eventual depreciación, la gente lo llamó
simplemente el perro y dejó la presidencia en medio de un escándalo de
proporciones épicas.
El terremoto de 1985, conmocionó al país y se crearon redes de solidaridad
interpersonal mientras que el gobierno apareció como inoperante. En ese clima se
celebraron las elecciones federales de 1988, plagadas de irregularidades y donde
hubo una amplia inconformidad tanto en la izquierda como la derecha democráticas
ajenas al PRI.
Frente a la crisis electoral de 1988, el PRI inició una agenda de cambios que
tendrían un impacto en la estructura económica y política del país. En 1989 se inició
un ciclo positivo de reformas electorales hacia la competencia política que
culminaron en 1996; este ciclo implicó la creación de instituciones y procedimientos
que profesionalizaron y otorgaron autonomía a la organización de los comicios, con
un cuerpo jurisdiccional para la calificación electoral, y lograron construir bases de
equidad entre los partidos políticos en la competencia por el poder público. En estos
no se registraron episodios de represión masiva, y las matanzas violentas
estuvieron circunscritas al ámbito rural, entre ellas cabe citar la Masacre de Aguas
Blancas (1995) y la matanza de Acteal (1997) que afectaron especialmente a
indígenas inconformes. Durante este período tras las polémicas elecciones de 1988,
el PRI se mantuvo en el gobierno y no aparecieron evidencias serias de que su
hegemonía estuviera amenazada en ninguna región del país. En ese tiempo si bien
hubo estabilidad política, también hubo represión puntual, inestabilidad y fracturas,
cercana todavía a los enfrentamientos propios del caudillismode la etapa
revolucionaria y con gran influencia o dependiente de quienes tenían mando de
fuerzas armadas.
Es cierto que el régimen autoritario y represivo de los años 50, 60 y 70 dio paso a
un régimen que toleraba la diversidad partidista y la situación mejoró
progresivamente desde 1988 a la alternancia en el gobierno de 2000. Si bien los
desaciertos y equívocos de quienes ejercieron responsabilidades públicas han
estado sujetos a revisión en los términos de las leyes, y algunas personas han
respondido por ello, ningún político de alto nivel fue juzgado o responsabilizado por
los diversos crímenes de estados testimoniados en la segunda mitad del siglo XX.
El PRI (junto con sus antecesores directos PNR y PRM) logró retener para sí el
gobierno de México desde el sexenio de Plutarco Elías Calles, controlando el
Congreso de la Unión, la Presidencia de la República e incluso el Poder Judicial.
Este sistema en que no existía una separación de poderes efectivas, se mantuvo
en el poder a base del corporativismo que aglutinó movimientos obreros,
organizados por Fidel Velázquez Sánchez, Vicente Lombardo Toledano, Luis N.
Morones, entre otros líderes sindicales, además de organizaciones campesinas y
populares, cuyos líderes pertenecían al propio PRI.
En sus primeras etapas el PRI (más exactamente el PNR y el PRM) mostró una
ideología nacionalista, reflejada en la expropiación petrolera, la formación una
industria eléctrica nacional y la expansión de las empresas del Estado. La creación
de sistemas de Salud y de Alimentación.
En los estados de la unión el PRI logró retener el poder de la misma manera que lo
había hecho a nivel federal. Pero debido a su estancia larga en el poder, los medios
estaban estrictamente controlados como en otros países-- solamente una minúscula
fracción de los medios nacionales eran del dominio público, el Partido ejercía el
poder mediante una policía secreta denominada Dirección Federal de Seguridad
(DFS) y que existió hasta 1989, cuando se refunda bajo el nombre de Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
La alternancia del 2000 ocurrió con la necesidad de acuerdos especiales para
vencer resistencias y para habilitar el traslado del poder de un partido a otro;
también perdió simpatías debido al escándalo denominado Pemexgate, en el que
quedó evidente el desvío de fondos, por conducto del sindicato petrolero, hacia la
campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, candidato por el Partido
Revolucionario Institucional en el año 2000.

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