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Relatoría Nº 6

Tema: La rebelión de las masas


Relatores: Valentina Lugo y Manuela Intriago
Fecha: miércoles 8 de agosto de 2021

La Evolución de la Masa

José Ortega y Gasset nació el 9 de mayo de 1883 en Madrid, España. En 1898 inició sus
estudios en la Universidad de Deusto, que continuaría, poco después, en la Facultad de
Filosofía; y completó sus estudios entre 1905 y 1908 en Leipzig, Berlín y Marburgo. Ortega
es conocido como el pensador más importante del pensamiento contemporáneo en español y
uno de los filósofos más lúcidos y penetrantes del siglo XX. Se caracteriza en su escritura por
un estilo accesible y claro, su corriente es una mezcla entre el realismo clásico y el
subjetivismo moderno. Finalmente, en 1955 le diagnosticaron cáncer gástrico y muere en
Madrid el 18 de octubre de ese mismo año.
Este autor es conocido por tratar temas sociales acontecidos en su época. Un claro ejemplo es
su escrito España invertebrada, publicado en 1921, en el que incide en problemáticas de su
país como la falta de un proyecto en común, el regionalismo y el separatismo.

La rebelión de las masas (1930) se sitúa en el constante conflicto entre democracia y


fascismo de la época entreguerras, en el que las democracias se debilitan negando la
diversidad, ya que la masa, en esos momentos, “No desea la convivencia con lo que no es
ella” (Ortega, 1937, 45); además, refleja la preocupación de las élites ante los cambios
sociales que se dieron por la nueva participación de la población en la política y advierte el
posible uso de la violencia de burgueses y obreros en las revoluciones.

“La masa a que Ortega se refiere abraza transversalmente a hombres y mujeres de distintas
clases sociales, igualándolos en un ser colectivo en el que se han fundido” (Vargas, 2005).

Al introducir la obra, Ortega se basa en el rápido crecimiento de la población que conlleva a


la muchedumbre en Europa, traducida como masa social, la cual se divide entre un grupo
especialmente cualificado conocido como minorías y otro compuesto por la aglomeración de
factores no cualificados, la masa; esta diferenciación se puede evidenciar dentro de cualquier

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clase social. “La formación normal de una muchedumbre implica la coincidencia de deseos,
de ideas, de modo de ser, en los individuos que la integran” (Ortega, 1937, 18).

“La época de las masas es la época de lo colosal” (Ortega, 1937, 21), se aumenta la
producción y el consumismo dentro del surgimiento del capitalismo. Además, se presencian
avances en la ciencia, el periodismo, la cinematografía, entre otros; este crecimiento del
mundo conlleva al surgimiento de más actividades vitales, entre ellas: hacer, intentar, desear,
gozar, etc.

En esta época, dentro de la organización de las masas desmeritaban a las minorías; en vez de
respetarlas y seguirlas, eran suplantadas y dejadas de lado.

Para calificar el desarrollo de las masas se utiliza la altura de los tiempos, en la cual se
analizan todos los aspectos históricos de una época para definir su superioridad o inferioridad
frente a las otras.

La vida está llena de posibilidades, las cuales determinan las circunstancias en que se
desarrolla el hombre, y sobre las cuales se debe decidir para determinar el rumbo de nuestra
vida haciendo uso del carácter, pues realmente es éste quien elige qué decisión tomar y no
nosotros; al fin y al cabo, en ningún instante se deja descansar a nuestra actividad de decisión,
siempre se debe tomar una, pues aún así no se quiera, sobre esta negativa estamos decidiendo
no hacerlo. Es así como la circunstancia y la decisión se convierten en los elementos radicales
de que se compone la vida. “Las circunstancias son el dilema, siempre nuevo, ante el cual
tenemos que decidirnos” (Ortega, 1937, 33).
En nuestras sociedades actuales, una minoría de la población es quien toma las decisiones,
más no la muchedumbre; hay un hombre-masa que es quien decide sobre las masas, impuesto
o como representante de la población, el cual suele centrarse en el presente y no en el futuro.

Las comodidades del hombre medio se van ampliando con el paso del tiempo, es decir que lo
que para unos en una época pasada era un lujo ahora sería un derecho; lo cual hace que en la
actualidad él nazca sin limitaciones, y que aprenda que todas las personas son legalmente
iguales. Así mismo, el nuevo vulgo se muestra como mimado y con sentido de superioridad;
lo cual lo convierte en un hombre mediocre al creerse completo aplicando el hermetismo
intelectual, donde rechaza las ideas exteriores a él, ya que las que él expresa son las únicas

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que considera como verdaderas sin tener en cuenta que para que así sea se deben cumplir
ciertos requisitos. Lo que distingue a este hombre actual de sus antecesores es la habilidad de
generar ideas y hacer afirmaciones sobre lo que ocurre u ocurrirá, cuando antes solo se tenían
creencias.
El hombre-masa es vanidoso al creerse perfecto y necesita de otros que le reafirman dicha
creencia, lo cual hace que su vida carezca de proyectos y vaya a la deriva; por esta razón, no
construye nada, aunque sus posibilidades y sus poderes sean enormes. Por lo tanto, es
correcto afirmar que el hombre masa es un ser primitivo en un mundo civilizado.

“Para definir al hombre-masa actual [...] hay que contraponer a las dos formas puras que en él
se mezclan: la masa normal y el auténtico noble o esforzado” (Ortega, 1937, 40). Se entiende
vida noble como aquella en la que se sirve a otros. El mundo organizado del siglo XIX
produce un hombre nuevo incapaz de atender a nada ni a nadie, dejando a un lado al noble. h
El hombre excelente es quien se exige mucho, y el vulgar el que no se exige nada y se
conforma.

Cuando no hay normas ni cultura la convivencia se vuelve barbará, lo cual desencadena el


conflicto. “Es muy lamentable que la condición humana lleve una y otra vez a esta forma de
violencia, pero es innegable que ella significa el mayor homenaje a la razón y la justicia”
(Ortega, 1937, 44).

Los aspectos fundamentales del siglo XIX son la democracia liberal y la técnica. En cuanto a
la primera, esta forma política ha representado la más alta voluntad de convivencia por su
forma de asociación con el otro en la designación y el compartir de poder y su aceptación de
oposiciones. Y sobre la segunda, se crea una discusión entre Ortega y Spengler sobre la
vigencia de la técnica aun cuando ha muerto el interés por los principios de la cultura; dentro
de lo cual el autor hace la crítica acerca de la mayor importancia que se le da a la ciencia. h

“La rebelión de las masas puede, en efecto, ser tránsito a una nueva y sin par organización de
la humanidad, pero también puede ser una catástrofe en el destino humano. [...] Más
congruente con los hechos es pensar que no hay ningún progreso seguro, ninguna evolución
sin la amenaza de involución y retroceso” (Ortega, 1937, 46).

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Referencias y bibliografía de consulta

1. LLosa, M. V. (2005). El País. Obtenido de


https://elpais.com/diario/2005/12/04/opinion/1133650807_850215.html
2. Martín, J. (2020). Obtenido de https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-
contemporanea/20201128/6062007/ortega-gasset-rebelion-masas-fascismo-
comunismo.html
3. naufrago, P. y. (2018). Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=V6Y_Cot-
aPU&t=312s

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4. Ortega, G (1937). La rebelión de las masas. París

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