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Presentado por:
Yajaira Cruz Abreu
Matricula:
100066955
Tema:
Trabajo Final
Asignatura:
Español l
Facilitador:
Carlos Pérez
La Mañosa
2- El autor
Juan Bosch
La novela inicia con una narración del viejo Dimas en la cocina de la casa
mientras la mamá hacia el café. El viejo expresaba que se había levantado
temprano para buscar caoba cuando de repente apareció una culebra. Aquella
era una noche en que el cielo estaba dorado, unas nubes horrendas salían por
detrás de las lomas y se tragaban la tierra. Dimas al ver el animal tan negro le
cayó a machetazos pero no la mató, esta según él fue a morir a otro lado. Ya
era casi de noche y esos aceleraron el paso, poco después encontraron el
rancho del viejo Matías, y decidieron pasar la noche ahí. Matías el viejo que se
dedicó a cazar al ver que ya no había aves y que en el Cibao le iba mejor
desapareció pero el rancho que construyó a lo alto de la montaña permaneció.
La obra se desarrolla en Ojo De Agua, Salcedo, entre los años de 1938 hasta
1960.
La vieja Carmita: Era alta, delgada, con la cara fina, salida de huesos, nunca
alzó la voz. Sus ojos no dejaron de ser dos luces tranquilas en medio de aquel
rostro oscuro y afilado.
La novela inicia con una narración del viejo Dimas en la cocina de la casa
mientras la mamá hacia el café. El viejo expresaba que se había levantado
temprano para buscar caoba cuando de repente apareció una culebra. Aquella
era una noche en que el cielo estaba dorado, unas nubes horrendas salían por
detrás de las lomas y se tragaban la tierra. Dimas al ver el animal tan negro le
cayó a machetazos pero no la mató, esta según él fue a morir a otro lado. Ya
era casi de noche y esos aceleraron el paso, poco después encontraron el
rancho del viejo Matías, y decidieron pasar la noche ahí. Matías el viejo que se
dedicó a cazar al ver que ya no había aves y que en el Cibao le iba mejor
desapareció pero el rancho que construyó a lo alto de la montaña permaneció.
A media noche Dimas despertó porque escuchó fuertes golpes, justo en ese
momento llego Simeón quien tomó asiento en un banco frente al fogón, el viejo
Dimas y su hijo lo miraban con odio este llegó en el mejor momento de la
historia. Dimas impaciente prendió un cigarro apenas se podía ver su barba
entre el humo. De inmediato la historia continuó. En el transcurso de la historia
se volvió, vio la boca de sus hijos torcida y se refirió a estos como muchachos
pendejos, y continuó la historia, hasta finalizarla. Mas tarde Pedro contó una
historia similar. La historia decía que cuando Pepe y Simeón estaban listos
para salir, Pepe sintió algo en su interior, era una culebra que había hallado en
una propiedad que fue comprada al alcalde; esta culebra era larga, negra y
gruesa como un tronco. Lograron matarla, a diferencia de Dimas, y al otro día
decidieron quemar los alrededores para evitar que se sigan expandiendo las
serpientes por la zona.
Pepe era sujeto de pasiones más que de pensamientos, entretenía a los demás
contando cuentos y haciendo malos dibujos pero su padre era más cariñoso y
se sabía miles de juegos y les cantaba canciones de su tierra.
La casa estaba en el camino, peor antes de llegar había que cruzar el río
Jigüey, el cual era muy raro porque cuando llovía era río y cuando no era solo
patio, estaba encerrado en una empalizada. A finales de octubre la lluvia era
cosa eterna sobre la tierra. Todos los horizontes se gastaban en el gris de los
aguaceros. Una gallina había sacado, pero los pollos se fueron muriendo a
causa del frío.
Cuando Pepe no estaba con su esposa los estaba protegiendo, y estos ponían
a su madre muy tiernas y cariñosa. En la noche fueron nuevamente a casa de
Dimas este confesó que estos aguaceros no tenían fin, y hubo un silencio total.
Pocos días fueron a visitar a doña Carmita, esta vivía en el centro de Jigüey, la
vieja lo saludó en voz baja pero no quiso seguir hablando. Un rato después,
cuando nadie esperaba nada dijo que los muchachos se habían ido para el
monte, cuanto días depuse al anochecer un viento cruel comenzó a quemarles
la espalda, al otro día en la mañana Simeón fue a verlos la madre estaba en
silencio con una mirada muy profunda.
Cuando su padre llegó. Se sentían los mulos por los pasos, este fue al cuarto
de Juan y le dijo que estaba cansado, luego su padre fue a ayudar a ordenar la
mula, luego se dio cuenta al volver al cuarto de Juan, que este estaba enfermo,
para este era incomprensible que su hijo tuviese fiebre, luego este se sentó y
pepito fue a sus piernas y le pregunto que le había traído, después pepe llamó
a su esposa y le dijo que en el pellón habían algunas cosas para ella y para los
niños, pero esta no fue de inmediato, sino que se sentó en un catre, al rato
llego Dimas para saber cómo le había ido a Pepe, éste le dijo a su esposa que
le trajera un bulto negro que había traído, al traerlo Pepe sacó un nuevo
revólver y comenzó a contar su viaje.
Cuando pepe llego a su casa. Por suerte este llego antes de que iniciara la
revolución. Las personas siguieron visitándolos toda la noche para saber cómo
le había ido a pepe. Pepe fue al pueblo a vender telas y otras cosas, e hizo una
buena venta. A pesar del miedo de la revolución, las personas seguían
haciendo sus fiestas los sábados. En un tiroteo muy cerca de su casa, vieron a
José Veras, quien corrió gran peligro pero no le paso nada. Cuando
comenzaron los disparos de la revolución Juan estaba enfermo. El general
Fello Macario fue a casa de don Pepe, al ver a Juan enfermo le dio ron seguro
de que esto le ayudaría. Mero quien se mantuvo al pendiente de lo que pasaba
en la revolución se advirtió de que había ya gran cantidad de muertos. Mientras
la revolución terminaba la familia de Juan recogieron y ayudaron a un señor
que había sido herido llamado Momón.
Don Mero hizo cuanto estuvo en sus manos para hacer entender que él no era
el ladrón de la mañosa. Un domingo llegaron unos visitantes a la casa, estos se
acomodaron y preguntaron a doña Ángela si podían quedarse allí, esta sin más
preámbulo aceptó. Entre los viajeros había una niña y un bebito que resaltaban
entre todos. Un tiempo más tarde llego a la casa un joven con la noticia de que
Momón agonizaba. Los extraños le acompañaron al lecho de muerte de
Momón. Mucho tiempo tenían allí y nadie lloraba, hasta que a una mujer entre
la gran multitud que había ya en el lugar le brillaban en los ojos aquellas
lágrimas.
En los barrios se corría la voz de que venía otra revolución por lo que todos
estaban asustados, Mero muy triste se quejaba de que la pobre mula no estaba
sana. En la noche ya la revolución había alcanzado el lugar, todos se
arrinconaban huyendo de aquel sangriento fantasma que venía desde Bonao.
Después de una horas ya los tiros sonaban cada vez más lejos, al terminar la
revolución ganaron los del pedregal, lo que alegro a los habitantes del pueblo.
Pero el alcalde mando a matar a un grupo de 50 personas lo que incomodo a
Don pepe y este asistió al lugar donde se encontraba el alcalde a reclamarle, le
decía que no es necesario matar, mientras que el alcalde respondía que era
necesario para dar ejemplos, mientras que don Pepe reclamaba se le llenaban
los ojos de lágrimas a causa de aquel crimen que había ordenado Fello, no
pudo hacer nada al respecto, solo regresar a su casa, ya en su casa Don Pepe
decía que a su mula logro quitarle las mañas, pero que a los hombres nadie se
las quita, mientras que Dimas y Simeón aprobaban en silencio.
El relato "La mañosa" de Juan Bosch es una mirada personal del autor sobre la
historia de su país, República Dominicana. Esta es una obra en la que se
retrata las duras condiciones de vida en el país caribeño durante las últimas
décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Se nota que hay una
profunda conexión de Bosch con la realidad de su pueblo y de la manera en
que se han enfrentado a las adversidades. De esta manera puede considerarse
un relato influenciado por la historia.