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Balanceó Redox

Se denomina reacción de reducción-oxidación a toda reacción química en la que uno


o más electrones se transfieren entre los reactivos, provocando un cambio en sus
estados de oxidación. Para que exista una reacción de reducción-oxidación, en el
sistema debe haber un elemento que ceda electrones, y otro que los acepte:

1. Identificar la reacción redox: Determina los


elementos que sufren cambios en su estado de
oxidación en la reacción química.
2. Escribir las semirreacciones: Separa la
reacción en sus dos semirreacciones (oxidación y
reducción) y balancea los átomos que no sean
oxígeno ni hidrógeno.

3. Balancear oxígeno e hidrógeno: Añade


moléculas de agua (H2O) y iones de hidrógeno
(H+) o hidróxido (OH-) según sea necesario para
balancear oxígeno e hidrógeno.

4. Balancear cargas: Ajusta las cargas


eléctricas en ambas semirreacciones
añadiendo electrones (e-) allado apropiado
de la ecuación.

5. Igualar electrones transferidos: Multiplica


las semirreacciones por números enteros
apropiados para que el número de electrones
transferidos sea igual en ambas.

6. Sumar las semirreacciones: Combina


las semirreacciones balanceadas para
obtener la ecuación química global
balanceada.

7. Verificar el balance: Asegúrate de que


los átomos y cargas estén balanceados
en la ecuación química final.

Existen dos tipos conocidos de oxidación:


Oxidación lenta. Se produce por causa del oxígeno
contenido en el aire o en el agua, esa que hace que los
metales pierdan su brillo y sufran corrosión al estar
expuestos demasiado tiempo al ambiente.
Oxidación rápida. Ocurre en reacciones químicas
violentas como la combustión, generalmente
exotérmicas (liberan energía en forma de calor), y se
produce fundamentalmente en elementos orgánicos
(con contenido de carbono e hidrógeno).

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