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Argulló Tomás, Estebán. La Centralidad Del Trabajo en El Proceso de Construcción de La Identidad de Los Jóvenes
Argulló Tomás, Estebán. La Centralidad Del Trabajo en El Proceso de Construcción de La Identidad de Los Jóvenes
153-165
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
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LA CENTRALIDAD DEL TRABAJO EN EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DE LOS JÓVENES: UNA APROXIMACIÓN PSICOSOCIAL
a aquellas personas que cuentan con un em- pasado de considerar el trabajo como maldi-
pleo (más o menos estable, más o menos se- ción bíblica a conseguir ser el centro sobre
guro). En este sentido, las críticas condicio- el cual gira la vida, las organizaciones polí-
nes socioeconómicas a las que estamos asis- ticas y sociales más importantes.
tiendo en la actualidad, están situando a la No obstante, han existido y existen voces
juventud en una posición social, de ahí nues- que claman que la concepción del trabajo
tra delimitación conceptual, de marginación actual como trabajo asalariado (como “em-
y precariedad crecientes, de resultados cada pleo”) es un modelo de organización social
vez más preocupantes e insospechados. del trabajo que se resquebraja y que, por
Esta ha sido la principal razón de consi- ello, el trabajo, actividad específicamente
derar, en principio, el binomio de la juven- humana, está perdiendo (o ha perdido) la
tud y el trabajo, o sea, los jóvenes como centralidad (Bell, 1977; Offe, 1985; Gorz,
agentes sociales en transición al trabajo (o 1991, entre otros). Este modelo, afirman, ha
en palabras de Prieto et al., 1994: “serán jó- tocado techo y presenta síntomas evidentes
venes todos aquellos miembros de la socie- de caducidad. La ética en la cual se susten-
dad en fase de transición hacia el trabajo”) taba y se regulaba ha perdido toda legitima-
como uno de los temas más significativos ción social.
de nuestro estudio. El proceso de la juven- Esta ha sido precisamente una de las ide-
tud durará mientras dure, valga la redundan- as esenciales que hemos intentado aclarar y
cia, el joven en lograr insertarse en el mer- comprender en esta investigación. Hemos
cado de trabajo de forma plena. Se entiende, comprobado que no existe evidencia empí-
con todo ello, que hablar de juventud de for- rica para mantener tales afirmaciones. El
ma genérica y homogénea no tiene gran trabajo, por contra, sigue ocupando una po-
sentido en nuestros días, ya que la transición sición central para la mayor parte de com-
laboral por parte de los jóvenes muestra una ponentes de las sociedades modernas. Así
realidad totalmente diversa, totalmente plu- mismo, podemos afirmar que continúa ejer-
ral. ciendo de eje vertebrador de creencias, acti-
El abordaje de la evolución, el significa- tudes, identidades y otro tipo de opciones
do y la naturaleza última del trabajo nos ha fundamentales.
ofrecido una situación ideal para entender la En concreto, los datos que disponemos
dimensión y la importancia del trabajo en de la sociedad española confirman esta ten-
las sociedades occidentales. Como indica dencia; el trabajo sigue representando un
J.L. Alvaro (1992), “el trabajo sigue consti- valor de central importancia, incluso posee
tuyendo uno de los nexos principales entre uno de los niveles más altos de centralidad
las metas individuales y los objetivos colec- del valor del trabajo cuando lo comparamos
tivos, de ahí su importancia para la com- con los países de su entorno (véase Alvaro,
prensión de las sociedades contemporáne- Bergere, Crespo, Torregrosa, Garrido, 1995,
as”. El trabajo, así mismo, posee un carácter en una reciente publicación sobre “los sig-
histórico y cultural, o sea, que el significado nificados del trabajo en España”). Esta cen-
del trabajo está estrechamente vinculado a tralidad del trabajo es asimilada, en contra
la situación sociohistórica. De esta forma, de lo se venía afirmando, por las genera-
se ha pasado de la tradicional concepción ciones más jóvenes. Fundamentalmente, vía
sociocultural del trabajo como valor perifé- proceso socializador.
rico, servil e instrumental hasta la actual Pero, ¿cómo hemos abordado el concep-
concepción del trabajo, en tanto que valor to de centralidad del trabajo? La centralidad
central, integrador y expresivo. O sea, se ha del trabajo fue un concepto desarrollado por
Dubin (1976) y operacionalizado por los in- sino identificación desde los otros”. En este
vestigadores del MOW (The Meaning Of sentido, este autor afirma que “nuestra iden-
Working, 1987). En nuestro caso, nos he- tidad es, con anterioridad a una identidad
mos basado (tan sólo como referente heurís- nuestra, personal, una identidad para otros.
tico) en los postulados derivados del marco Sólo desde los otros podemos tener noticia
conceptual de esta investigación transcultu- inicial de quiénes somos”.
ral, en el que se ha tratado de analizar el La conclusión a la que llega Torregrosa
“significado del trabajar” (es decir, no sobre (1983) sobre la identidad personal como
la idea abstracta de “trabajo” -work-, sino identidad social, resulta significativa, escla-
todo lo que son significados, creencias, va- recedora y adecuada para nuestro propio
loraciones y definiciones personales sobre trasfondo teórico-conceptual. “La estructu-
“la acción de trabajar” -working- en el mo- ra, génesis, desarrollo, mantenimiento,
mento presente). transformaciones y disolución de la identi-
La centralidad y la importancia del traba- dad personal son constitutivamente socia-
jo viene determinada, así mismo, por las les, esto es, se producen o construyen a tra-
funciones que desempeña para los indivi- vés de procesos sociales de interacción”. De
duos, grupos y sociedades. Por ello, hemos ahí que entendamos la identidad como cons-
abordado el debate de la centralidad/acen- trucción social, como proceso interactivo, y
tralidad de la actividad laboral en nuestros no como una estructura psicológica o cons-
días haciendo referencia a las funciones psi- tructo hipotético (véase el desarrollo de este
cosociales que cumple el trabajo y, por con- aspecto en Blumer, 1981).
tra, las disfunciones que genera cuando re- La identidad, pues, sólo puede existir en
sulta imposible acceder al mismo o cuando y a través de las relaciones sociales, sólo a
éste se desempeña de forma precaria. través de “procesos sociales de interac-
El trabajo, pues, a parte de permitir una ción”. Pero, no cuesta mucho percatarse de
supervivencia, otorgar un significado a la que, estas “relaciones sociales” son, además
vida y ser una de las dimensiones centrales de relaciones de comunicación (discursi-
que posibilitan la integración y partici- vas), relaciones de producción y, por ende,
pación en la sociedad, posee la función de relaciones de poder. En este sentido, la iden-
proporcionar una identidad personal y so- tidad se logrará a través del discurso (inte-
cial a los individuos. En este sentido, la racción simbólica) que tiene lugar en el gru-
identidad se construye, en gran medida, en/a po social (o sea, una red compleja de inte-
través del desempeño de un trabajo. Se nos rrelaciones), pero la naturaleza de este dis-
prepara y se nos forma para el trabajo, se curso dependerá del lugar que uno ocupa en
nos identifica con la actividad laboral reali- dicho grupo social, y, a su vez, esta ubica-
zada; merced al trabajo, pues, logramos un ción grupal (social) estará determinada
estatus, jugamos unos roles y nos construi- (aquí y ahora) en gran parte por la naturale-
mos una identidad. za del vínculo laboral de dicha persona.
Pero, ¿qué entendemos por identidad? En
nuestro estudio abogamos por la perspecti- Objetivo de la investigación
va teórica que defiende “la identidad perso-
nal como identidad social”. En palabras de El objetivo central de esta investigación
Torregrosa (1983), “la identidad, antes que ha consistido en analizar la articulación de
experiencia de la propia continuidad, de re- tres importantes y específicas dimensiones
flexión o conciencia de sí, es identifica- que componen la realidad social: los jóve-
ción... Pero, no identificación con los otros, nes, el trabajo y la identidad. En concreto,
nuestro caso, la vertebración de los tres con- Se realizaron 12 entrevistas abiertas a in-
ceptos/fenómenos aludidos). formantes cualificados, pero un objetivo
Los criterios de selección de los actuan- esencial era que estos perteneciesen a dis-
tes en los grupos de discusión son criterios tintos ámbitos de la realidad social. En este
de comprensión, de pertinencia (no de ex- sentido, distinguimos 3 niveles: el político e
tensión). La selección de los actuantes per- institucional, el académico y el profesional
tinentes es un problema de enfoque: cuanto liberal.
más enfocada esté la selección, más defini-
da será la información que obtengamos. El discurso de los jóvenes
El grupo (microsituación) produce un
discurso que se refiere al mundo (macrosi- El discurso del grupo es, en palabras de
tuación). Por todo ello, en palabras de Ibá- Ibáñez (1986), “un producto de la situación
ñez (1994), “hay que sustituir el presupues- grupal: lo que nos lleva a interpretarlo y
to de objetividad por el presupuesto de re- analizarlo a partir de la dinámica del grupo
flexividad”. -en su génesis- y a partir de su estructura”.
El análisis del discurso ha sido el otro en- Por tal motivo, hemos creído oportuno, en
foque/herramienta utilizado en nuestro tra- los análisis e interpretaciones, incluir la di-
bajo. En este sentido, concebimos el discur- námica y la estructura social de la cual sur-
so como “un proceso de (inter)acción co- gen y en la cual se nutren los participantes e
municativa”. A diferencia de la visión tradi- integrantes de los distintos grupos (para po-
cional del análisis lingüístico, podemos afir- der profundizar en la investigación consúl-
mar en palabras de Crespo (1991) que el tese la versión original del estudio en Agu-
significado de la acción discursiva es siem- lló, 1997). En nuestro caso, ello ha sido ma-
pre social, ya que “viene dado por un proce- terializado en dos apartados que se repiten
so de interpretación en base a claves social- en todos y cada uno de los análisis discursi-
mente compartidas,... y a las manifestacio- vos grupales; los hemos denominado el
nes (valores) que los interactuantes hacen “contexto del discurso” (o sea, el contexto
sobre su propia acción”. situacional o existencial, es decir, el plano
Aquí abogamos por este enfoque psico- de la enunciación), y el “discurso del con-
social del discurso, perspectiva que trata, texto” (el contexto convencional o lingüísti-
por tanto, el discurso en su naturaleza cons- co, es decir, el plano del enunciado).
tructiva y el discurso como proceso y prác- A pesar de que el análisis e interpretación
tica sociales. de los discursos producidos por los diferen-
tes grupos, no posee un guión previo y deli-
El discurso sobre los jóvenes mitado, por razones de extensión y sistema-
ticidad, hemos dividido cada proceso analí-
Con el ánimo de lograr una visión más tico-interpretativo en categorías o bloques
completa del asunto que aquí nos ha traí- temáticos, a saber:
do, decidimos preparar una serie de entre-
vistas para conocer (y poder comparar • Definición y concepto juventud.
posteriormente) el discurso sobre los jóve- • Definición, valoración y centralidad
nes. Las entrevistas fueron llevadas a cabo del trabajo.
a un conjunto de especialistas que, directa • Actitudes y opinión ante el trabajo y el
o indirectamente, trabajan o han trabajado mercado laboral.
en el ámbito de los jóvenes y/o el mundo • Experiencia laboral y condiciones de
laboral. trabajo.
éste deje de ser considerado como central y al.). En ese sentido, podemos afirmar que
como eje estructurante y estructurador de los jóvenes perciben el trabajo como valor
sus vidas. Los jóvenes analizados no rehú- instrumental, pero entre sus deseos y expec-
yen del trabajo y todo lo referente al mundo tativas, entre sus exigencias y demandas, lo
laboral; todo lo contrario, con diferente in- que se deduce, finalmente, de sus búsquedas
tensidad todos afirman un deseo expreso y de los propios itinerarios laborales es la
por lograr un trabajo (y en el caso de los que esperanza de logar un trabajo en condicio-
trabajan, seguir en privilegiado estatus). nes, un trabajo con sentido. O sea, que las
Tras la confirmación de la primera, pode- funciones expresivas de la actividad laboral
mos referirnos a la segunda hipótesis que no se aparcan de momento, dado la escasez de
es sino una especie de correlato argumenta- puestos de trabajo que reúnan tales condi-
tivo de la primera. Se observa una visión ciones, pero están en el punto de mira de to-
más realista y pragmática de la mayor parte dos ellos, en diferentes grados y por diver-
de los jóvenes en todo lo que se refiere, no sos motivos, pero en todos ellos. La prepa-
sólo al ámbito laboral, sino a la realidad so- ración y formación continuas, para unos, las
cial en general (que obviamente incluye y influencias o ayudas para otros, y la suerte,
determina la anterior, la realidad laboral). para los menos, serán los senderos (de glo-
De los discursos analizados se desprende ria o fracaso) que materializarán y/o conso-
una genérica (re)valorización del trabajo, lidarán los destinos de una concepción u
una actitud positiva hacia la actividad labo- otra. De estos senderos o trayectos trata la
ral; no obstante, no podemos afirmar con ro- siguiente hipótesis (tercera), que también se
tundidad si la concepción que mantienen los hilvana con las anteriores.
jóvenes respecto al trabajo deviene instru- La dualización y segmentación del mer-
mental o expresiva: en unos momentos abo- cado de trabajo ha penetrado la vida social,
gan por una y, en otros, defienden la otra. generando una sociedad esencialmente dua-
Esta falta de claridad viene siendo una tóni- lizada, segmentada y precarizada. Este pa-
ca generaliza en las últimas investigaciones norama socioeconómico, poco halagüeño y
llevadas a cabo. A este respecto Sanchís esperanzador, es el que les ha quedado, por
(1991) corrobora lo que venimos conside- el momento, a los jóvenes. La sensación ge-
rando: “...no parece tarea fácil delimitar con neral que poseen de esta situación, extraída
nitidez dónde acaban las concepciones ins- de sus propios discursos, es de bloqueo, de-
trumentales y dónde comienzan las que al- sencanto y marginación. No en vano, la cri-
gunos autores han denominado expresivas sis y la estructura social consecuente de la
(el trabajo como búsqueda de libertad, auto- misma, les ha colocado en una situación de
nomía, creatividad, etc.), pues probable- dependencia prolongada, de precariedad
mente todos -jóvenes o no- nos movemos de sistemática y de marginalidad respecto del
manera ambigua entre unas y otras”. mundo laboral. Ambito, que como ya he-
De todas formas, cabe señalar que la ins- mos advertido y corroborado en los discur-
trumental es la concepción del trabajo que sos grupales, deviene crucial para su exis-
con más frecuencia emerge en los discursos tencia y para el desarrollo positivo de sus
de los diferentes grupos juveniles. Y es que identidades.
la cultura (ideología) transmitida a través de Todo ello, pues, ha ocasionado una alte-
todos los medios está impregnada y/o fo- ración considerable del proceso normal de
menta esta concepción (recuérdese los re- socialización, generando un número sustan-
sultados de la investigación aludida ante- tivo de procesos socializadores diferentes y
riormente de Alvaro, Crespo, Torregrosa et diferenciados. Como ya señalaba Zárraga
(1985), hemos constatado cómo ciertos co- ción de las nuevas formas de contratación
lectivos de jóvenes van avanzando a costa y laboral y el uso abusivo e improcedente de
a condición de ocupar posiciones margina- las mismas. En ambos fenómenos (el de-
les del sistema. Y es que las tendencias po- sempleo y la precariedad laboral), cada vez
co deseables y nada exitosas de los años más extendidos y, por tanto, más necesita-
ochenta se consolidan en las postrimerías de dos de estudio y comprensión, la población
este siglo; los jóvenes están siendo integra- juvenil está especialmente representada, y
dos, no en las estructuras del sistema social, por tanto, especialmente castigada.
sino en sus intersticios. En este sentido, se constata una tipología
Se está bloqueando el acceso de los jóve- de construcciones identitarias totalmente di-
nes al mundo laboral y ello se traduce en la versa en perfecta concordancia con las dis-
dilatación, indefinida para muchos, de la in- tintas situaciones y trayectorias sociolabora-
serción plena de los jóvenes en la sociedad; les: es lo que hemos denominado “trayectos
generando, a la par, toda una serie de fenó- hacia el deterioro de la identidad juvenil”.
menos de negativas consecuencias para la El anterior modelo de inserción a la socie-
integración social de los mismos. dad adulta, decíamos, se ha vuelto caduco, y
La heterogeneidad y la diversidad del co- el modelo vigente en la actualidad está ge-
lectivo juvenil está generada, principalmen- nerando una diversidad de transiciones en
te, por la posición socioeconómica familiar gran medida dilatadas, precarias, inciertas y
de la que parten y en la que se hallan los dis- desestructurantes.
tintos jóvenes. Esta, a su vez, va a confor- En definitiva, por lo manifestado, consi-
mar posiciones perceptivas, concepciones y deramos que ha quedado clara y patente la
actitudes sobre el trabajo totalmente diver- centralidad del trabajo en la mayoría de los
sas; de igual forma, las experiencias labora- jóvenes analizados; así mismo, hemos podi-
les posibles de los mismos van a estar con- do constatar que la actividad laboral es nu-
dicionadas por dicho origen social y el pro- clear en el proceso de construcción de la
ceso socializador recibido. En ese mismo identidad. En consecuencia, las situaciones
sentido, el proceso de configuración, cons- de desempleo y precariedad laborales expe-
trucción y consolidación de la identidad de rimentadas por estos jóvenes les crea toda
estos jóvenes va a poseer y sufrir, como se una serie de fenómenos negativos para la
ha constatado, diferentes consecuencias. cristalización efectiva de sus identidades.
A lo largo de nuestras pesquisas nos he- Además de la confirmación de las hipó-
mos percatado de que la imposibilidad de tesis anteriores, se han constatado, princi-
desempeñar una actividad laboral o llevarla palmente, las siguientes tendencias sobre
a cabo en condiciones precarias, en cuales- los aspectos laborales que acabamos de
quiera de sus múltiples modalidades, produ- mencionar:
ce el desarrollo de una serie de trayectos o
itinerarios que en la actualidad conducen a 1) conforme se alarga el período de de-
la desestructuración y al deterioro de la sempleo de los jóvenes analizados,
identidad de determinados colectivos juve- se incrementa la dificultad de conso-
niles. Esta ha sido la razón principal por la lidar su identidad;
cual nos hemos adentrado en el problema 2) a medida que asciende la edad de los
del desempleo juvenil y, en definitiva, en el jóvenes parados la identidad se dete-
fenómeno de la precariedad laboral, fomen- riora de forma progresiva;
tada ésta última no sólo por el auge de la 3) cuando el nivel de educación es ma-
economía informal, sino por la generaliza- yor por parte de los jóvenes en paro,
con los colectivos juveniles marginales es- inferioridad, indefensión, impotencia, inse-
tudiados), las conductas delictivas, desvia- guridad e inutilidad. Así mismo, experimen-
das y marginales. tan una situación de desorientación existen-
Para concluir, podemos afirmar que los cial, de desencanto, de vulnerabilidad per-
resultados extraídos de nuestro estudio sonal y social, todo ello les lleva muchas ve-
coinciden en gran parte con algunos de los ces a aislarse y a desvincularse socialmente,
trabajos revisados en la primera fase de a la no participación, o por el contrario, les
nuestro análisis teórico. Como ya mostraron conduce a desplegar comportamientos ne-
Blanch (1990), Alvaro (1992), Vala (1989), gativos y/o desviados (Agulló, 1994; 1997).
Banks y Ullah (1988), entre otros, hemos En resumen, la intermitencia y la discon-
constatado también que los jóvenes en si- tinuidad de la mayor parte de trabajos que
tuación de desempleo o con trabajos preca- llevan a cabo los jóvenes, y la incertidumbre
rios presentan un mayor malestar psicológi- y la vulnerabilidad psicosocial que ello ge-
co e insatisfacción con la vida presente; de- nera, posee un efecto totalmente negativo y
sarrollan, en mayor medida que los jóvenes desestructurador de la percepción de sí mis-
que poseen un empleo, pensamientos nega- mos y de todo lo que se refiere al proceso
tivos y sentimientos de fracaso, frustración, cristalizador de sus identidades.
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