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Tu madre presenta el siguiente increíble trabajo, la

nojoda aprovecha mango bajito

Increíble investigación parte 4

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Tu madre bien abierta en 4 se despierta
Se denominan metales a los elementos químicos caracterizados
por ser buenos conductores del calor y la electricidad. Poseen
alta densidad y son sólidos a temperatura ambiente (excepto
el mercurio y galio)(elemento); sus sales
forman iones electropositivos (cationes) en disolución.1
La ciencia de materiales define un metal como un material en el
que existe un solapamiento entre la banda de valencia y la banda
de conducción en su estructura electrónica (enlace metálico).2
Esto le da la capacidad de conducir
fácilmente calor y electricidad (tal como el cobre) y generalmente
la capacidad de reflejar la luz, lo que le da su peculiar brillo. En
ausencia de una estructura electrónica conocida, se usa el
término para describir el comportamiento de aquellos materiales
en los que, en ciertos rangos de presión y temperatura,
la conductividad eléctrica disminuye al elevar la temperatura, en
contraste con los semiconductores. Reaccionan químicamente
con no metales, no son reactivos entre sí la gran mayoría de las
veces, aunque algunos formen aleaciones entre sí.
Dentro de los metales se encuentran los alcalinos (como el sodio)
y los alcalinotérreos (como el magnesio) los cuales presentan
baja densidad, son buenos conductores del calor y la electricidad,
además de ser muy reactivos.3 También se incluyen los metales
de transición (los cuales conforman la mayoría de los metales),
los que se encuentran en diversos grupos y
los lantánidos, actínidos y transactínidos.4 Teóricamente, el resto
de elementos que queda por descubrir y sintetizar serían metales.
El concepto de metal se refiere tanto a elementos puros, así
como aleaciones con características metálicas, como el acero y
el bronce. Los metales comprenden la mayor parte de la tabla
periódica de los elementos y se separan de los no metales por
una línea diagonal entre el boro y el polonio.5 En comparación con
los no metales tienen baja electronegatividad y baja energía
de ionización, por lo que es más fácil que los metales cedan
electrones y más difícil que los ganen.
En astrofísica, el término "metal" se utiliza de forma más amplia
para referirse a todos los elementos químicos de una estrella que
son más pesados que el helio, y no solo a los metales
tradicionales. En este sentido, los primeros cuatro "metales" que
se acumulan en los núcleos estelares a través de la
nucleosíntesis son el carbono, el nitrógeno , el oxígeno y el neón ,
todos los cuales son estrictamente no metales en química. Una
estrella fusiona átomos más ligeros, principalmente hidrógeno y
helio, en átomos más pesados durante su vida. Usado en ese
sentido, la metalicidad de un objeto astronómico es la proporción
de su materia compuesta por los elementos químicos más
pesados.678
Se obtienen a partir de los minerales que los contienen, llamados
menas metálicas.
Historia[editar]

Herramientas de cobre datadas hacia 3000 a. C. en el Antiguo Egipto.


Prehistoria[editar]
El cobre, que se presenta en forma nativa, puede haber sido el
primer metal descubierto, dado su aspecto distintivo, su pesadez
y su maleabilidad en comparación con otras piedras o guijarros. El
oro, la plata, el hierro (en forma de hierro meteórico) y el plomo
también se descubrieron en la prehistoria. De esta época
proceden las formas de latón, una aleación de cobre y zinc
fabricada mediante la fundición simultánea de los minerales de
estos metales (aunque el zinc puro no se aisló hasta el siglo XIII).
La maleabilidad de los metales sólidos dio lugar a los primeros
intentos de fabricar adornos, herramientas y armas de metal. De
vez en cuando se descubría hierro meteórico que contenía níquel
y que, en algunos aspectos, era superior a cualquier acero
industrial fabricado hasta la década de 1880, cuando los aceros
aleados cobraron protagonismo.
Metales como el oro, la plata, el hierro y el cobre, fueron utilizados
desde la prehistoria. Al principio, solo se usaron los que se
encontraban fácilmente en estado puro (en forma de elementos
nativos), pero paulatinamente se fue desarrollando la tecnología
necesaria para obtener nuevos metales a partir de sus menas,
calentándolos en un horno mediante carbón de madera.
Antigüedad[editar]

El Bronce de Artemision que muestra a Poseidón o Zeus , c. 460 a. C.,


Museo Arqueológico Nacional, Atenas. La figura tiene más de 2 m de
altura.
El primer gran avance se produjo con el descubrimiento
del bronce, fruto de la utilización de mineral de cobre con
incursiones de estaño, entre 3500 a. C. y 2000 a. C., en diferentes
regiones del planeta, surgiendo la denominada Edad del Bronce,
que sucede a la Edad de Piedra. El descubrimiento
del bronce (una aleación de cobre con arsénico o estaño) permitió
al hombre crear objetos metálicos más duros y duraderos que los
anteriores. Las herramientas de bronce, las armas, las armaduras
y los materiales de construcción, como las baldosas decorativas,
eran más duros y duraderos que sus predecesores de piedra y
cobre ("Calcolítico"). Inicialmente, el bronce se fabricaba con
cobre y arsénico (formando el bronce arsenical) mediante la
fundición de minerales de cobre y arsénico mezclados natural o
artificialmente.9
Otro hecho importante en la historia fue la utilización del hierro,
hacia 1400 a. C. Los hititas fueron uno de los primeros pueblos en
utilizarlo para elaborar armas, tales como espadas, y las
civilizaciones que todavía estaban en la Edad del Bronce, como
los egipcios.
No obstante, en la antigüedad no se sabía alcanzar la
temperatura necesaria para fundir el hierro, por lo que se obtenía
un metal impuro que había de ser moldeado a martillazos. Hacia
el año 1400 se empezaron a utilizar los hornos provistos
de fuelle,10 que permiten alcanzar la temperatura de fusión del
hierro, unos 1535 °C.
Edad media[editar]
Los alquimistas árabes y medievales creían que todos los metales
y la materia estaban compuestos por el principio del azufre, el
padre de todos los metales y portador de la propiedad de
combustible, y el principio del mercurio, la madre de todos los
metales —en la antigüedad, el plomo se consideraba el padre de
todos los metales— y portador de las propiedades de liquidez,
fusibilidad y volatilidad. Estos principios no eran necesariamente
las sustancias comunes azufre y mercurio que se encuentran en
la mayoría de los laboratorios. Esta teoría reforzaba la creencia
de que todos los metales estaban destinados a convertirse en oro
en las entrañas de la tierra mediante las combinaciones
adecuadas de calor, digestión, tiempo y eliminación de
contaminantes, todo lo cual podía desarrollarse y acelerarse
mediante los conocimientos y métodos de la alquimia. Paracelso,
un escritor posterior del Renacimiento alemán, añadió el tercer
principio de la sal, que conlleva las propiedades no volátiles e
incombustibles, en su doctrina tria prima. Estas teorías
mantuvieron los cuatro elementos clásicos como base de la
composición del azufre, el mercurio y la sal.
Se conocieron el arsénico, el zinc, el antimonio y el bismuto,
aunque al principio se les llamó semimetales o metales bastardos
por su carácter inmóvil. Es posible que los cuatro se utilizaran
incidentalmente en épocas anteriores sin reconocer su naturaleza.
Se cree que Albertus Magnus fue el primero en aislar el arsénico
de un compuesto en 1250, calentando jabón junto con trisulfuro
de arsénico. El zinc metálico, que es frágil si es impuro, se aisló
en la India hacia el año 1300. La primera descripción de un
procedimiento para aislar el antimonio se encuentra en el libro de
1540 De la pirotecnia de Vannoccio Biringuccio. El bismuto fue
descrito por Agricola en De natura fossilium (c. 1546); se había
confundido en los primeros tiempos con el estaño y el plomo por
su parecido con estos elementos.

Arsénico, sellado en un recipiente para evitar que se empañe


 

Fragmentos de zinc y un cubo de 1 cm3


 

Antimonio, mostrando su brillo brillante


 

Bismuto en forma cristalina, con una capa de oxidación muy fina, y un


cubo de bismuto de 1 cm3
Renacimiento[editar]

De re metallica, 1555

Cristales de platino
Un disco de uranio altamente enriquecido que se recuperó de la chatarra
procesada en el Complejo de Seguridad Nacional Y-12 , en Oak Ridge,
Tennessee., en Oak Ridge, Tennessee

Cerio ultrapuro bajo argón, 1.5 gm

El primer texto sistemático sobre las artes de la minería y la


metalurgia fue De la pirotechnia (1540) (1540) de Vannoccio
Biringuccio, que trata del examen, la fusión y el trabajo de los
metales.
Dieciséis años más tarde, Georgius Agricola publicó en 1556 De
re metallica, un relato claro y completo de la profesión de la
minería, la metalurgia y las artes y ciencias accesorias, además
de calificarse como el mayor tratado sobre la industria química a
lo largo del siglo XVI.
En su De natura fossilium dio la siguiente descripción de un metal
(1546):
El metal es un cuerpo mineral, por naturaleza líquido o algo duro. Este
último puede ser fundido por el calor del fuego, pero cuando se ha
enfriado de nuevo y ha perdido todo el calor, vuelve a ser duro y retoma
su forma propia. En este aspecto se diferencia de la piedra que se funde
en el fuego, pues aunque ésta recupere su dureza, pierde su forma y
propiedades prístinas.
Tradicionalmente existen seis tipos de metales diferentes, a saber, el oro,
la plata, el cobre, el hierro, el estaño y el plomo. En realidad hay otros,
pues el azogue es un metal, aunque los alquimistas no están de acuerdo
con nosotros en este tema, y el bismuto también lo es. Los antiguos
escritores griegos parecen haber ignorado el bismuto, por lo que Amonio
afirma con razón que hay muchas especies de metales, animales y
plantas que nos son desconocidas. El estibio, cuando se funde en el
crisol y se refina, tiene tanto derecho a ser considerado como un metal
propio como el que los escritores conceden al plomo. Si cuando se
funde, se añade una cierta porción al estaño, se produce una aleación
para libreros con la que se hace el tipo que utilizan los que imprimen
libros en papel.
Cada metal tiene su propia forma que conserva cuando se separa de los
metales que se mezclaron con él. Por lo tanto, ni el electrum ni el
stannum [no se refiere a nuestro estaño] son en sí mismos un verdadero
metal, sino una aleación de dos metales. El electrum es una aleación de
oro y plata, el Stannum de plomo y plata. Sin embargo, si se separa la
plata del electrum, queda el oro y no el electrum; si se quita la plata del
Stannum, queda el plomo y no el Stannum.
Sin embargo, no se puede determinar con certeza si el latón es un metal
nativo o no. Sólo conocemos el latón artificial, que consiste en cobre
teñido con el color del mineral calamina. Y sin embargo, si se
desenterrara alguno, sería un metal propiamente dicho. El cobre blanco y
el negro parecen ser diferentes del rojo.
El metal, por tanto, es por naturaleza o bien sólido, como he dicho, o bien
fluido, como en el caso único del azogue.
Pero basta ya de hablar de los tipos simples.11

El platino, tercer metal precioso después del oro y la plata, fue


descubierto en Ecuador entre 1736 y 1744 por el astrónomo
español Antonio de Ulloa y su colega el matemático Jorge Juan y
Santacilia. Ulloa fue el primero en escribir una descripción
científica del metal, en 1748.
En 1789, el químico alemán Martin Heinrich Klaproth consiguió
aislar un óxido de uranio, que pensó que era el propio metal.
Posteriormente, Klaproth fue reconocido como el descubridor del
uranio. No fue hasta 1841 cuando el químico francés Eugène-
Melchior Péligot pudo preparar la primera muestra de uranio
metálico. Posteriormente, Henri Becquerel descubrió la
radiactividad en 1896 utilizando el uranio.
En la década de 1790, Joseph Priestley y el químico
holandés Martinus van Marum observaron la acción
transformadora de las superficies metálicas en la
deshidrogenación del alcohol, un desarrollo que posteriormente
condujo, en 1831, a la síntesis a escala industrial del ácido
sulfúrico utilizando un catalizador de platino.
En 1803, el cerio fue el primero de los metales lantánidos en ser
descubierto, en Bastnäs (Suecia) por Jöns Jakob Berzelius y
Wilhelm Hisinger, e independientemente por Martin Heinrich
Klaproth en Alemania. Los metales lantánidos se consideraron en
gran medida como rarezas hasta la década de 1960, cuando se
desarrollaron métodos para separarlos de forma más eficaz.
Posteriormente se han utilizado en teléfonos móviles, imanes,
láseres, iluminación, baterías, convertidores catalíticos y otras
aplicaciones que permiten las tecnologías modernas.
Otros metales descubiertos y preparados durante esta época
fueron el cobalto, el níquel, el manganeso, el molibdeno,
el tungsteno y el cromo; y algunos de los metales del grupo del
platino, el paladio, el osmio, el iridio y el rodio.
Época contemporánea[editar]
Henry Bessemer descubrió un modo de producir acero en
grandes cantidades con un coste razonable. Tras numerosos
intentos fallidos, dio con un nuevo diseño de horno (el convertidor
Thomas-Bessemer) y, a partir de entonces, mejoró la
construcción de estructuras en edificios y puentes, pasando el
hierro a un segundo plano.
Poco después se utilizó el aluminio y el magnesio, que
permitieron desarrollar aleaciones mucho más ligeras y
resistentes, muy utilizadas en aviación, transporte terrestre y
herramientas portátiles.
El titanio, es el último de los metales abundantes y estables con
los que se está trabajando y se espera que, en poco tiempo, el
uso de la tecnología del titanio se generalice.
Los elementos metálicos, así como el resto de elementos, se
encuentran ordenados en un sistema denominado tabla periódica.
La mayoría de los elementos de esta tabla son metales.
Los metales se diferencian del resto de elementos,
fundamentalmente en el tipo de enlace que constituyen
sus átomos. Se trata de un enlace metálico y en él los electrones
forman una «nube» que se mueve, rodeando todos los núcleos.
Este tipo de enlace es el que les confiere las propiedades
de conducción eléctrica, brillo, etc.
Hay todo tipo de metales: metales pesados, metales preciosos,
metales ferrosos, metales no ferrosos, etc., y el mercado de
metales es muy importante en la economía mundial.
Propiedades de los metales[editar]

La gran resistencia del metal junto a la facilidad de su trabajo lo hacen un


material excelente para cualquier construcción, en la imagen el Puente
de La Vicaria construido en acero corten.

Los metales poseen propiedades físicas características, entre


ellas son conductores de la electricidad. La mayoría de ellos son
de color grisáceo, pero algunos presentan colores distintos;
el bismuto (Bi) es rosáceo, el cobre (Cu) rojizo y el oro (Au)
amarillo. En otros metales aparece más de un color; este
fenómeno se denomina policromismo.
Otras propiedades serían:

 Maleabilidad: capacidad de los metales de hacerse láminas al


ser sometidos a esfuerzos de compresión.
 Ductilidad: propiedad de los metales a moldearse en alambre e
hilos al ser sometidos a esfuerzos de tracción.
 Tenacidad: resistencia que presentan los metales al romperse
o al recibir fuerzas bruscas (golpes, etc.)
 Resistencia mecánica: capacidad para resistir esfuerzo de
tracción, compresión, torsión y flexión sin deformarse ni
romperse.
Suelen ser opacos o de brillo metálico, tienen alta densidad, son
dúctiles y maleables, tienen un punto de fusión alto, son duros, y
son buenos conductores (calor y electricidad).
La ciencia de materiales define un metal como un material en el
que existe un traslape entre la banda de valencia y la banda de
conducción en su estructura electrónica (enlace metálico). Esto le
da la capacidad de conducir fácilmente calor y electricidad, y
generalmente la capacidad de reflejar la luz, lo cual le da su
peculiar brillo.
Teoría del gas electrónico[editar]
Los metales tienen ciertas propiedades físicas características:(a
excepción del mercurio) son sólidos en condiciones ambientales
normales, suelen ser opacos y brillantes, tener alta densidad, ser
dúctiles y maleables, tener un punto de fusión alto, ser duros, y
ser buenos conductores del calor y la electricidad.
Estas propiedades se deben al hecho de que
los electrones exteriores están ligados solo «ligeramente» a
los átomos, formando una especie de gas (también llamado «gas
electrónico», «nube electrónica» o «mar de electrones»), que se
conoce como enlace metálico. Drude y Lorentz propusieron este
modelo hacia 1900.12
Mediante la teoría del «gas electrónico» podemos explicar por
qué los metales son tan buenos conductores del calor y la
electricidad, pero es necesario comprender la naturaleza del
enlace entre sus átomos.
Un primer intento para explicar el enlace metálico consistió en
considerar un modelo en el cual los electrones de valencia de
cada metal se podían mover libremente en la red cristalina. De
esta forma, el retículo metálico se considera constituido por un
conjunto de iones positivos (los núcleos rodeados por su capa de
electrones) y electrones (los de valencia), en lugar de estar
formados por átomos neutros.
En definitiva, un elemento metálico se considera que está
constituido por cationes metálicos distribuidos regularmente e
inmersos en un «gas electrónico» de valencia deslocalizados,
actuando como un aglutinante electrostático que mantiene unidos
a los cationes metálicos.
El modelo del «gas electrónico» permite una explicación
cualitativa sencilla de la conductividad eléctrica y térmica de los
metales. Dado que los electrones son móviles, se pueden
trasladar desde el electrodo negativo al positivo cuando el metal
se somete al efecto de una diferencia de potencial eléctrico. Los
electrones móviles también pueden conducir el calor
transportando la energía cinética de una parte a otra del cristal. El
carácter dúctil y maleable de los metales está permitido por el
hecho de que el enlace deslocalizado se extiende en todas las
direcciones; es decir, no está limitado a una orientación
determinada, como sucede en el caso de los sólidos de redes
covalentes.
Cuando un cristal metálico se deforma, no se rompen enlaces
localizados; en su lugar, el mar de electrones simplemente se
adapta a la nueva distribución de los cationes, siendo la energía
de la estructura deformada similar a la original. La energía
necesaria para deformar un metal como el litio es relativamente
baja, siendo, como es lógico, mucho mayor la que se necesita
para deformar un metal de transición, porque este último posee
muchos más electrones de valencia que son el aglutinante
electrostático de los cationes.
Mediante la teoría del «gas electrónico» se pueden justificar de
forma satisfactoria muchas propiedades de los metales, pero no
es adecuada para explicar otros aspectos, como la descripción
detallada de la variación de la conductividad entre los elementos
metálicos.
Obtención[editar]

Un fragmento de oro nativo.

Algunos metales se encuentran en forma de elementos nativos,


como el oro, la plata y el cobre, aunque no es el estado más
usual.
Muchos metales se encuentran en forma de óxidos. El oxígeno, al
estar presente en grandes cantidades en la atmósfera, se
combina muy fácilmente con los metales, que son elementos
reductores, formando compuestos como el corindón (Al2O3) y
la hematita (Fe2O3).
Los sulfuros constituyen el tipo de mena metálica más frecuente.
En este grupo destacan el sulfuro de cobre (I), Cu2S, el sulfuro de
mercurio (II), HgS, el sulfuro de plomo, PbS y el sulfuro de
bismuto (III), Bi2S3.
Los metales alcalinos, además del berilio y el magnesio, se
suelen extraer a partir de los cloruros depositados debido a
la evaporación de mares y lagos, aunque también se extrae
del agua del mar. El ejemplo más característico es el cloruro
sódico o sal común, NaCl.
Algunos metales alcalinotérreos, el calcio, el estroncio y el bario,
se obtienen a partir de los carbonatos insolubles en los que están
insertos.
Por último, los lantánidos y actínidos se suelen obtener a partir de
los fosfatos, que son unas sales en las que pueden estar
incluidos.
Usos en la industria[editar]

Metales que están destinados a un uso especial, son


el antimonio, el cadmio o el litio.
Los pigmentos amarillos y anaranjados del cadmio son muy
buscados por su gran estabilidad, como protección contra
la corrosión, para las soldaduras y
las aleaciones correspondientes y en la fabricación
de baterías de níquel y cadmio, consideradas excelentes por la
seguridad de su funcionamiento. También se le utiliza como
estabilizador en los materiales plásticos (PVCsad) y como
aleación para mejorar las características mecánicas del alambre
de cobre.13 Su producción se lleva a cabo en el momento de
la refinación de zinc, con el que está ligado, se trata de un
contaminante peligroso.
El litio, metal ligero, se emplea principalmente en la cerámica y en
los cristales, como catalizador de polimerización y
como lubricante, así como para la obtención
del aluminio mediante electrólisis. También se emplea para
soldar, en las pilas y en las baterías para relojes,
en medicina (tratamiento para los maníaco-depresivos) y
en química.
El níquel, a causa de su elevada resistencia a la corrosión, sirve
para niquelar los objetos metálicos, con el fin de protegerlos de
la oxidación14 y de darles un brillo inalterable en la intemperie.
El denominado «hierro blanco» es, en realidad, una lámina
de acero dulce que recibe un baño de cloruro de zinc fundido, y a
la que se da después un revestimiento especial de estaño.
Dilatación de los metales[editar]

Los metales son materiales que tienen una elevada dilatación, en


parte debido a su conductividad. Las dilataciones son perceptibles
a veces aun con los cambios de temperatura ambiental. Se miden
linealmente y se fija la unidad de longitud para la variación de
1 °C de temperatura.
Maleabilidad es la propiedad de los metales de poder ser
modificados en su forma y aun ser reducidos a láminas de poco
espesor a temperatura ambiente, por presión continua, martillado
o estirado. Produciendo las modificaciones en el metal, se llega a
un momento en que el límite de elasticidad es excedido,
tornándose el metal duro y quebradizo; es decir, sufre
deformaciones cristalinas que lo hacen frágil. La maleabilidad
puede ser recuperada mediante el recocido, que consiste en
calentar el metal a una alta temperatura luego de laminado o
estirado, y dejarlo enfriar lentamente. La maleabilidad se aprecia
por la sutileza del laminado. Tomando el oro como base, se suele
hacer la siguiente clasificación:

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