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PALACIO PAZ

Legajo mínimo:
El Palacio Paz se encuentra ubicado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, y está
edificado sobre un lote de terreno en forma de trapezoide situado sobre la Avenida
Santa Fe y las calles Marcelo Torcuato de Alvear y Maipú, en el céntrico barrio
porteño de Retiro.
La obra fue encomendada por José C. Paz al arquitecto francés Louis-Marie Henri
Sortais y comenzó a realizarse en el año 1902, finalizando en el año 1914, con el fin
de utilizar esta residencia como una mansión de fin de semana a la cual la familia
concurría una vez al año.
Esta residencia fue una de las más grandes y una de las más lujosas de la ciudad de
Buenos Aires. El edificio presenta tres frentes de fachada con distintas escalas. La
entrada sobre Santa Fe tiene cortes en el frente urbano que permiten la
permeabilidad hacia el interior del jardín. La fachada está organizada con una base
de sistema de simetría ordenada por sectores. A su vez en su interior nos
encontramos con una planta baja que posee salones grandes y nobles y una planta
alta donde se encuentran las habitaciones íntimas con sus respectivas antecámaras.
Las áreas de trabajo se ubicaban en los pisos de las mansardas o buhardillas y el
subsuelo estaba destinado a
los depósitos.

Forma:
Esta obra es uno de los más
grandes Palacios construidos
en el mundo del siglo XX,
contando con 12000 m2
cubiertos. Cuenta con una
fachada sencilla oculta en el
interior del mismo Palacio, y el
Gran Hall de Honor, es una
planta en forma circular de
aproximadamente 16 metros
de diámetro y 21 metros de
altura, con pisos de mármol y
mosaicos italianos.
Con respecto a su cúpula,
está ubicada en el Gran Hall,
siendo un vitral que contiene
la imagen de Luis XIV, con
detalles que dejan evidencia
de lo minucioso del trabajo
realizado.
La fachada principal mira hacia la Plaza San Martín, y es la de mayor jerarquía. Es
también artísticamente la más importante, con un imponente portón de acceso de
hierro y bronce, y representa al lenguaje clásico francés, y se trata de una versión
libre de una de las fachadas del Palacio del Louvre. No es una copia exacta, pero al
hacer la comparación se nota que los volúmenes son similares, con un cuerpo
central saliente, enmarcado y jerarquizado a través de altas mansardas, y dos
cuerpos laterales. En el extremo izquierdo de la fachada, se puede observar una
torre cilíndrica la cual permite que la fachada de un giro completo sobre la calle
Maipú.
Aparte de los volúmenes, tomaron como modelo los ornamentos con frontón partido,
que enmarcan un ojo de buey central. También toma como modelo el frontón central
del Louvre, como también los diseños de los balcones.
Los ventanales de la planta noble también están inspirados en el Louvre, tal cual
como el altorrelieve emplazado en el frontón central.
Este palacio es una típica estructura francesa vertical, con un nivel semienterrado,
una planta baja constituida por diversos salones y áreas de estar, construidas con
mármoles que rodean las puertas de ingreso hacia las áreas privadas, mientras que
en el primer piso se observan las vetas naturales.
Esta gran obra
cuenta con una
segunda planta,
compuesta por
dormitorios,
mientras que las
habitaciones de
servicio se ubican
tras la mansarda.

Extraforma:
El Palacio Paz surge a partir de una confusión en una charla política: Ezequiel Paz,
el hijo de José Paz, los cuales tenían una vocación presidencial, se reúne con Julio
Argentino Roca, y le hace notar que quisiera ser el presidente del Centenario, es por
ello que busca postularse en el año 1904, para estar en la presidencia en el
centenario. Desde allí, se pone en marcha la construcción del Palacio.
La riqueza generada, por la demanda de materias primas de la revolución industrial
en Europa, creó un excedente fabuloso, que la oligarquía nativa derramaría en la
construcción de palacios, cascos de estancias, edificios y monumentos públicos y
privados. El modelo fue la élite europea y particularmente francesa. Fascinados por
el París de la Belle Epoque y sus suntuosos palacios privados, buscaron trasladar a
Buenos Aires la estética, el glamour y el bon-vivant de los boulevards de la vida
parisina, dando un nuevo significado a la vida urbana porteña.
El Palacio fue construido a principios de 1900, por encargo de José Camilo Paz,
fundador del diario La Prensa, embajador argentino en Francia e integrante de la
llamada generación del 80.
En 1900 José C Paz le encargó al arquitecto francés Louis-Marie Henri Sortais,
realizador de varias obras semejantes en la capital francesa, el diseño de una
mansión de dimensiones inusitadas y no solo para la escala de Buenos Aires.
Sobre un terreno de 6500 m², el palacio tiene 12.000 m² cubiertos en los que se
encuentran 140 habitaciones y ambientes varios, un gran jardín de invierno y las
caballerizas, demolidas luego en 1940. Paz no logró ver concretado su versallesco
sueño, tampoco pudo verlo terminado el arquitecto Sortais, quien nunca estuvo en
Buenos Aires. La dirección de la obra estuvo a cargo del arquitecto e ingeniero
argentino Carlos Agote. La construcción de la mansión tardó doce años: desde 1902
a 1914 y fue habitada por sus
herederos durante 24 años.
Al palacio que tiene su frente
sobre la avenida Santa Fe, se
accede a través de un
imponente portón de hierro y
bronce, obra del italiano Luis
Tiberti, un segundo acceso, a
las antiguas cocheras, da a la
calle Esmeralda. El edificio que
es un típico ejemplo de la
arquitectura de las Beaux Arts,
consta de tres alas y un jardín
posterior, se destacan en el
boato interior, el comedor
principal y el secundario, hay
cinco de ellos, la galería y el hall
de honor, la sala de estar, la sala
de música y el salón de baile
que remeda la Galería de los Espejos de Versalles. El frente se asemeja al palacio
de Chantilly, reconstruido por el maestro de Sortais, Honore Daumet, y toma
elementos de la fachada del Palacio del Louvre que mira al río Sena.
El Palacio Paz si bien es la mayor, no es la única mansión en la zona, es parte de un
cambio en el espacio urbano impulsado por la aristocracia terrateniente. Por eso se
dedica a construir mansiones y palacios al estilo francés, en un nuevo escenario de
la ciudad, ese desplazamiento coincide con la creación de espacios urbanos, como
la plaza San Martín y la apertura de la Avenida Alvear, donde se implantaron los
palacios, para así lograr una mayor perspectiva. La plaza San Martín era el lugar de
paseo preferido de la aristocracia porteña para pasear y exhibirse.

Interpretación de forma:
A nuestra interpretación, el Palacio Paz se encuentra ubicado estratégicamente a
pocos metros del histórico edificio conocido como Kavanagh y el edificio de la
Cancillería, y, más allá de eso, el Palacio no pierde su gran imponencia. A su vez, se
posiciona en una esquina, en pleno centro de la capital, tomando provecho de poder
dar el giro completo sobre la calle Maipú y Alvear, y teniendo frente sobre las cuatro
calles.
Notamos también que en el interior del edificio, en la galería de los cardenales, se
destacan los tapizados púrpuras y los grandes sillones, por lo que lo lleva a
parecerse a un estilo de palacio medieval. En los frentes del palacio, en las
esculturas y los ornatos vemos que hay copias o inspiraciones de diversos palacios
franceses, lo cual no es casual que su arquitecto Louis Sortais fuese francés.
Este palacio, como ya mencionamos, cuenta con un inocultable estilo francés, pero
la moda de aquella época era la combinación de estilos en una misma residencia, lo
cual dicen, y se observa, que en él hay diez siglos de arquitectura francesa en su
interior. Así como el vestíbulo después de la escalera de entrada es de estilo
renacentista, y está decorado con mármoles, el comedor está ocupado con una
enorme araña, y tiene reminiscencias góticas, pero, contrasta completamente el
salón de baile, con laminados dorados que tienen reminiscencias de la galería de
espejos del palacio de Versalles. Más allá de todo, notamos que el propietario de la
residencia, José Paz, no buscó solamente llevar el estilo francés a él, sino que
buscó que el Palacio sea un homenaje al arte, la historia y la arquitectura de aquel
país.
Este Palacio hubiese sido una extraordinaria residencia presidencial, sobre todo
para recibir embajadores, o para proyectar hacia el mundo una idea de grandeza, lo
cual no pudo ser.

Interpretación de extraforma:
A partir del año 1880, llega al poder la denominada Generación del 80, gran
admiradora de Francia como modelo de república, gustos culturales y estéticos;
desde entonces la arquitectura academicista fue impuesta por las clases altas de
Buenos Aires que dirigían el país, despojando la historia colonial española.
Comienza reemplazándola tanto en la arquitectura privada y comercial como en la
oficial construida por el Estado.
Esto también se dió gracias a la riqueza abundante por la demanda de materias
primas de la revolución industrial en Europa.
Al observar el modelo del palacio, y en base al diseño de su arquitecto que era de
origen francés, se puede notar que buscaron trasladar a la ciudad de Buenos Aires
la estética, estilo y diseños de Francia, notándose en las ornamentaciones y
decoraciones de la obra, en comparación a algunas obras de Francia, tal como el
museo de Louvre, con el fin de generar un entorno de estilo francés para ocasionar
una viveza en la capital.

Interpretación final:
Logramos observar y notar que el Palacio Paz es una fuerte representación de la
arquitectura francesa, notoria en sus espacios, estructuras y distribuciones
características de las edificaciones del país, tales como el Palacio Chantilly, el
museo de Louvre, y su salón de baile que se asemeja con el Palacio de Versalles.
Al seguir los módulos de la obra, podemos notar que la cúpula central marca la
importancia del área: bajo ella están las áreas de recepción; en los subsuelos
depósitos y cocheras; en las mansardas las áreas de trabajo y alojamiento del
servicio.
Este Palacio es una de las mayores residencias privadas del país, y es una de las
pocas en Buenos Aires que realmente llevan el título de palacio, dado al diseño y
disposición de los salones internos.

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