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ESCUELA N° 4-247 “ALFREDO VICENTE”.

PSICOLOGÍA SOCIAL DEL TURISMO.

Psicología y turismo: ¿por qué viajamos?


Llegan julio, agosto y septiembre; llega un puente; o llega la
navidad. Y en las semanas o meses previos ya estamos mirando
vuelos en Internet, preguntando en agencias de viajes o hablando
de tentadores sitios y lugares con nuestros amigos o familiares.

MOTIVACIÓN Y TURISMO.
¿Por qué las personas quieren viajar además de porque tienen la oportunidad o posibilidad,
en otras palabras, qué nos incita a viajar?

Para intentar responder a esta pregunta vamos a echar mano de la psicología y, en concreto,
de algunas de las teorías de la motivación que se han aplicado al comportamiento turístico.

Desde la psicología el elemento principal para que se propicie la actividad turística es la


motivación. Curiosamente, el término MOTIVACIÓN deriva del latín motus o motivus, que
alude al movimiento de un objeto, aunque no necesariamente de una persona hacia un
destino. Podemos definir motivación como el proceso que impulsa a una persona a realizar
una serie de comportamientos que buscan satisfacer unas necesidades, expectativas y/o
intereses interna o externamente generados (González y Bretones, 2009). Tradicionalmente,
las motivaciones se han agrupado en dos categorías generales: primarias (hambre, sed, sueño,
sexo, etc.) y secundarias (curiosidad, afecto, superación, etc.).

Pearce (1982) intentó adaptar esta teoría al turismo postulando que, a medida que las
personas tenemos más experiencia y edad, tendemos a sentir más necesidades de orden
superior que de orden inferior. Entre las de orden superior se encontrarían la necesidad de
saber más (cultura, historia, etc.), de conocer (gente, ciudades, naturaleza, etc.), de ser felices
y de crecer personalmente. Entre las de orden inferior, las seguridad-riesgo (viajes
organizados-exploración) y las de relajación-excitación (sol y playa-escalada).

Dann (1977) también partió de la clásica diferenciación entre motivaciones primarias y


secundarias al exponer su modelo sobre la conducta turística, en el que distingue entre
motivos de empuje y motivos de arrastre. Los primeros, motivos de empuje hacen referencia
principalmente a la necesidad de escapar del estrés o del aburrimiento de nuestra rutina diaria
(trabajo, obligaciones diarias, etc.). Los motivos de arrastre, también denominados culturales
se refieren a la necesidad de búsqueda de nuevas experiencias (lugares históricos, actividades
culturales o de riesgo, etc.).

Crompton (1979), plantea que la actividad turística depende de tres factores: la homeostasis,
los motivos de empuje y arrastre y otros factores socio-políticos. La homeostasis es un término
adoptado de la biología que indica que un organismo está en equilibrio con el medio que le
rodea (temperatura exterior-temperatura interior). El primer paso que nos impulsa a viajar es
un desequilibrio de nuestra homeostasis que, en este contexto, hace referencia al malestar
que sentimos cuando, por alguna razón, creemos que necesitamos viajar (y no lo estamos
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haciendo). Las razones que nos crean este desequilibrio están relacionadas con los
motivos de empuje y pueden ser diversas: escapar de las responsabilidades cotidianas,
profundizar en nuestras aficiones, aumentar nuestro prestigio social, afianzar nuestra
pertenencia a un grupo social, etc. De esta forma, el desequilibrio homeostático y los motivos
de empuje nos impulsan a viajar, pero no nos indican a dónde. La elección del destino viene
dada por una combinación entre los motivos de arrastre y las características socio-políticas
del mismo. Por ejemplo, es posible que sintamos curiosidad por conocer las culturas indígenas
de Latinoamérica, pero antes de nuestra decisión final valoramos la situación política y la
inseguridad de aquellos países.

Por lo tanto, de acuerdo con las teorías anteriores, y resumiendo, parece que lo que nos lleva a
viajar tiene que ver tanto con el surgimiento de necesidades personales (que pueden ser más
psicosociales o más culturales) como con las características de los destinos turísticos, junto
con las tendencias culturales de los países de origen (promociones comerciales, modas, etc.).
ACTIVIDADES:

1- Leer comprensivamente el texto, y luego completar el siguiente cuadro comparativo.

Autores Principales Postulados Ejemplos

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