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La división en los distintos

conjuntos numéricos: el caso de D y Q

División en D
Llamaremos D al conjunto formado por los números decimales, es
decir, aquellos números cuya expresión decimal es finita.
Con frecuencia se llama decimales a los números que se pueden escribir con una coma, aludiendo
a una representación de los números y no a la naturaleza de dichos números. Si se analiza a los
números desde su representación: todo número real posee una representación decimal, si bien su
expresión decimal puede ser finita, infinita, periódica o no -incluso formada por ceros- como en el
caso de los números enteros.
Los números decimales -como quedan definidos en esta Clase- se reconocen en algunos textos
como “expresión decimal exacta” o “expresión decimal que termina”. Con frecuencia, se enfatiza la
relación entre fracciones y decimales a partir de obtener el número decimal correspondiente a una
fracción realizando la división. Pero no se reconoce, en general, la equivalencia entre números
decimales y fracciones decimales, por ejemplo 3,46 = 346/100. Entonces, si un número es
decimal, seguro que se puede escribir como una fracción decimal que podemos definir como aquella
cuyo denominador es una potencia de 10 o que es equivalente a una fracción decimal, por ejemplo
1/8 = 125/1000.

Una definición equivalente de fracción decimal es afirmar que es aquella en la que su denominador
sea solo una potencia de 2 y de 5. Claro que, para poder afirmarlo, es necesario lograr que la
fracción sea irreducible. Por ejemplo, la fracción 21/15 no es en principio una fracción decimal ya
que su denominador posee el divisor primo 3. Pero la fracción irreducible correspondiente es 7/5
que sí es decimal.
Los números que no sean equivalentes a una fracción decimal son números periódicos. O sea que la
definición anterior permite también caracterizar a los números periódicos a partir de la misma
propiedad. En este caso, si se trata de una fracción irreducible y el denominador posee un divisor
primo distinto de 2 y 5, el número será periódico.
Para armar el marco de referencia de la división en el conjunto D de números decimales podemos
considerar distintas cuestiones, siguiendo la línea de análisis de las clases anteriores en relación con
otros conjuntos.

Nuevas divisiones exactas


Así como al pasar de N a Z aparecen divisiones que pueden resolverse en el nuevo conjunto y que
no se podían resolver en el anterior, también al pasar de Z a D, ciertas divisiones pueden ser
resueltas obteniéndose como cociente exacto un número decimal.
Para explorar esta afirmación puede encontrar el cociente de la división 3:5 en cada uno de los tres
conjuntos numéricos: N, Z y D.
En D también aparecen divisiones entre números decimales no enteros cuyo cociente exacto
pertenece a D, por ejemplo: 4,7:12,5 = 0,37
Vale aclarar que, si bien los números son “originalmente” naturales, para poder realizar, por
ejemplo, la división 3:5 en Z, es necesario considerar a dichos números como números decimales,
lo que permite escribir y usar que 3 = 3,0 = 3,00 = … indispensable para poder “bajar cada cero”,
es decir, ir considerando distintas cifras decimales.
En relación a la afirmación anterior, podemos retomar una técnica muy presente en la escuela
primaria: “División de naturales con cociente decimal”, en la que no se explicita cuál es el conjunto
de referencia en el que se desarrolla la división, ya que necesariamente debe ser D.

No todas las divisiones son exactas


Para analizarlo se puede realizar, por ejemplo, la división 21,7:1,5. Con la presentación de este
contraejemplo, donde el cociente que se obtiene no es un número decimal ya que tiene infinitas
cifras periódicas, se puede afirmar que no siempre existe un cociente exacto en D.
Una división en D, ¿al estilo de la de Z?
Ya que no siempre se puede encontrar un cociente exacto en D, ¿no podría definirse en ese conjunto
una división al estilo de la división entera de N y Z y, de esa manera, asegurar que para dos números
decimales a y b con b≠0 siempre existan un cociente y un resto también decimales que sean únicos,
y que cumplan las condiciones D = dxc + r y 0 ≤r <d?
Para explorar esa situación se puede resolver el cociente 1:3, pero “bajando”, en una primera
resolución, solo una cifra decimal. Anotar cociente y resto de la división.
Realizar la división 1:3 “bajando” esta vez dos cifras decimales. Anotar cociente y resto de la
división. Continuar realizando la división, bajando cada vez una cifra decimal más. ¿Se obtienen los
mismos cocientes y restos en todos los casos?
El cociente y el resto de cada división, ¿verifican las dos propiedades de la división? Extraer
conclusiones sobre la posibilidad de definir una división en D, donde se pueda encontrar un cociente
y un resto únicos. Se pueden analizar otros cocientes en D como 1,15 : 0,24.

¿Es posible caracterizar los números decimales cuyo


cociente es exacto?
Al trabajar en los conjuntos N y Z, analizamos cuáles serían las divisiones exactas,por lo tanto es
interesante también en D plantear si se puede anticipar cuáles serán las divisiones exactas en D, es
decir, poder determinar bajo qué condiciones el cociente será decimal y el resto 0

En resumen
En D se puede dividir, por supuesto, un número menor por otro mayor, tal como es posible en Z,
pero, si se pretende que el cociente sea exacto -en este caso que sea un número decimal y el resto
sea 0- el dominio de los números decimales se restringe, ya que no siempre esto es posible.
Por lo tanto, podemos ver que en D las propiedades ya enunciadas para Z que se conservan son las
siguientes:
 El cociente puede ser mayor, igual o menor que el dividendo.
 No existe un cociente exacto en D para cualquier par a y b de números
decimales con b≠0
 La división será exacta solamente en el caso en que el denominador de la
fracción irreducible, considerado como entero (o multiplicado por la potencia
de 10 que lo convierta), tenga como únicos divisores a 2 o a 5

¿Cómo dividir números con más cifras?


En este video se puede ver a un docente enseñando a dividir
decimales y, como curiosidad, se pueden observar dos maneras
diferentes de hacer la división: la que usamos habitualmente y
también la usada en México y Estados Unidos

.
DIVISIÓN DE NÚMEROS DECIMALES - Video 1 - YouTube

https://youtu.be/wCTG8ILpkcA

Al realizar la división 0,1112 : 0,016, el docente va haciendo afirmaciones cuyo análisis


(preguntarse por qué o si la división, que finalmente se resuelve, permite
resolver el cálculo original) les puede aportar más información sobre la división en D.
Por ejemplo:
 Tenemos que equilibrar la cantidad de cifras decimales
 Para realizar la división 1.112: 160 el docente arma una tabla y calcula todos
los productos de 160 desde 0 hasta 9. ¿Será necesario? ¿No se podría reducir
la cantidad de productos a calcular y escribir?
 Como no tenemos más cifras en el dividendo para bajar, podemos agregar
una coma decimal en el cociente y un cero en el residuo (resto) Explicar por
qué esto es posible preservando el cociente y el resto.
 Finalmente, el docente realiza la división de los números 1112 y 160 y
encuentra un cociente decimal: 6,95. ¿Cómo podemos estar seguros de que
el cociente y resto de esta división serán los mismos que los de la división
original?
Realizar una división con la segunda configuración permite poner en evidencia cómo razonamientos
que se van utilizando están muy condicionados al tipo de organización espacial que utilizamos
habitualmente.
Quehacer matemático personal
 Ubicar la coma del dividendo donde corresponda sin realizar la división:
3125 : 1,25 = 2,5
864 : 3,6 = 2,4
35 : 2,5 = 1,4

¿Tienen los tres ejercicios la misma dificultad?


 ¿Por qué el procedimiento de contar el número de cifras decimales de los
factores para colocarla en el producto no es apropiado para resolver el
último ejercicio?
 Sabiendo que 1,21 : 0,5 = 2,42, determinar si es posible -sin realizar
nuevamente la división- el cociente de las siguientes divisiones:
12,1 : 0,5 = 1,21 : 0,05 =
12,1 : 0,05 = 0,121 : 0,5 =

Explicar por qué se puede anticipar cuál será el cociente.


Relacionar este ejercicio con la cuestión 4, anteriormente analizada

La división en Q
Al estructurar algebraicamente un conjunto –es decir, al querer definir operaciones entre sus
elementos, propiedades de esas operaciones y relaciones entre ellas- la comunidad matemática
siempre persiguió poder definir en cada uno de esos conjuntos numéricos dos operaciones: suma y
multiplicación, y que, tanto la resta como la división, se definieran respectivamente como sus
operaciones inversas.
En particular, en relación con la división que nos ocupa en este documento, se trató de definir una
operación división cerrada en el conjunto de definición e inversa de la operación
multiplicación, es decir que, dados dos números a y b de un cierto conjunto numérico, con b ≠0
se pueda encontrar siempre, en el mismo conjunto, un número que, multiplicado por b, dé por
resultado a. En este sentido, en las distintas clases hemos ido analizando dos características
fundamentales de la división en diferentes conjuntos numéricos:
 la existencia o no de un cociente en el conjunto estudiado y bajo cuáles
condiciones existe y
 la exactitud, es decir si la división es exacta y, por lo tanto, se obtiene un
resto igual a cero, pues eso aseguraría que funcione como la operación
inversa a la multiplicación. En todos los casos nos referimos a que el divisor
sea distinto de 0.
Construcción de Q
Para llegar a analizar la división en Q -objeto de esta parte de la Clase- es conveniente retomar
algunas ideas de la construcción de Q, ampliamente ligada a la operación división. Courant y
Robbins afirman que “Los números enteros son abstracciones del proceso de contar colecciones
finitas de objetos. Pero en la vida diaria no es suficiente poder contar objetos individuales, es preciso
también medir cantidades tales como longitudes, áreas, pesos y tiempo. Si se quiere operar sin
obstáculos con las medidas de estas cantidades, que son susceptibles de subdivisiones
arbitrariamente pequeñas, es necesario extender el campo de la aritmética más allá de los números
enteros”.
La necesidad de medir distintas magnitudes con la unidad que se elija, llevó a los matemáticos a
introducir subdivisiones de la unidad.
“El primer paso será el de reducir el problema de la medida al de contar.
Comenzaremos por elegir, de modo completamente arbitrario, una unidad
de medida – metro, pie, gramo, libra, segundo, etc. – a la que asignaremos
la medida 1. Luego, contaremos el número de esas unidades contenidas en la
cantidad que deseamos medir, por ejemplo, un cierta masa de plomo pesa
exactamente 54 Kg” (Courant, Robbins, (1979), p. 60)
A partir de una unidad elegida, podrán obtenerse nuevas subunidades, obtenidas por subdivisión de
la unidad inicial. Más allá de los nombres específicos que se le asignan a las distintas subunidades
y del número de subdivisiones que se realicen -como el pie se divide en 12 pulgadas, el metro en
100 cm, etc.- en el simbolismo matemático
“… una subunidad obtenida dividiendo la unidad inicial en n partes iguales se
designa con el símbolo 1/n; y si una cantidad contiene exactamente m de
estas subunidades, su medida se denota con el símbolo m/n. Este símbolo
se llama fracción o razón (a veces se escribe m:n) (Courant, Robbins,
(1979), p. 61)
Tal como lo indican los autores, a lo largo de los siglos el símbolo m/n fue perdiendo su relación con
contextos de medición y pasó a considerarse, simplemente, como un número en el mismo plano que
los números naturales.
Los números racionales Q aparecen así para permitir que, para cualquier par de números
naturales a y b con b ≠ 0, se pueda determinar su cociente en ese conjunto: a/b es el cociente de
esa división. Por ejemplo, así como la división 4:2 tiene un cociente exacto, en Q la división 3:7
también lo tendrá y es el número 3/7
Pero al estructurar el nuevo conjunto Q formado por N y los cocientes de naturales, es necesario
definir los opuestos tanto aditivos como multiplicativos y las operaciones, entre ellas la división de
fracciones
¿Cómo determinar el cociente de dos números
racionales en Q?
Antes de responder a este problema, les planteamos las siguientes preguntas que permiten
reflexionar sobre algunas cuestiones relativas a la división en Q.
Quehacer matemático personal II
 ¿Cuál de estas tres fracciones es la mitad de 6/4: 3/4; 6/2 o 3/2?
 ¿Por qué las otras dos fracciones no pueden ser la mitad de 6/4?
En la consigna no se incluyó el cálculo 6/4 : 2 sino la expresión: calcular la mitad
de 6/4. Además, no solo se preguntó cuál de las tres fracciones será la mitad de
6/4 sino que también se pide la justificación de por qué las otras dos fracciones
no pueden ser la mitad de 6/4.

Las reflexiones que puedan realizarse de la actividad anterior deberían permitir concluir que la
mitad de una fracción no se obtiene dividiendo por dos tanto el numerador como el denominador ya
que, en ese caso, se obtiene una fracción equivalente; es necesario dividir del numerador por 2 y
mantener el mismo denominador.

A manera de síntesis de lo trabajado sobre la división en los diferentes


conjuntos numéricos: de relación a operación
En N pudimos ver que la división solo está definida si el dividendo es mayor o igual que el divisor y,
en esos casos, existe un cociente y un resto que pertenecen a N y que cumplen ciertas condiciones.
Por su parte, el cociente exacto solo existe en el caso en que el dividendo sea múltiplo del divisor.
La división no es aún una operación, ya que para cualquier par de naturales no siempre existe un
cociente en N (que funcionaría como el resultado de la operación o la imagen de la función, si se
piensa la operación como una función) que, multiplicado por el divisor, dé el dividendo y, por lo
tanto, no puede definirse como la inversa de la multiplicación. Sin embargo, es la idea que comanda
el algoritmo de la división en el que, para encontrar el cociente, se busca un número que,
multiplicado por el divisor, permita obtener -o al menos acercarse- al dividendo lo más posible.
En Z, el rango de existencia se amplía ya que se puede definir una división aun si el dividendo es
menor que el divisor, aunque se mantiene la condición de que el cociente será exacto solo si el
dividendo es múltiplo del divisor, es decir, análogamente a lo que sucedía en N, que no siempre para
cada par de enteros se encuentra ese cociente exacto, por lo tanto, no es todavía una operación: es
una relación particular entre cuatro números enteros. En el caso de cualquier par de números a y b,
con b≠0, existen y son únicos un cociente y un resto, que cumplen las condiciones de la división
entera
En D, se amplía nuevamente el rango de divisiones exactas, aparecen otras debido a que el cociente
puede también ser decimal, pero en este conjunto no todas las divisiones de números decimales
tienen un cociente decimal. En D analizamos si no sería posible definir una división al “estilo” de la
división entera de N o Z; sin embargo, mostramos que no lo es, ya que ni el cociente ni el resto
serían únicos. También caracterizamos las divisiones en D, que son exactas.
Es Q quien permite -como conjunto numérico- que la división sea finalmente una operación con un
único cociente (resultado) que pertenece al conjunto y que, por lo tanto, la división puede definirse
como la inversa de la multiplicación. Dado cualquier par de fracciones, existe y es único el cociente
de ambas, sin restricciones más allá del divisor ≠0. Por lo tanto, toda división es exacta

Posibles criterios de comparación de fracciones


1) Si dos fracciones tienen igual numerador, es mayor la que tiene menor denominador. Por
ejemplo, 2/3 > 2/5
2) Si dos fracciones tienen igual denominador, es mayor la que tiene mayor numerador. Por
ejemplo, 4/5 > 2/5
3) Se pueden buscar fracciones equivalentes a las que se trata de comparar, que tengan el
mismo denominador, y aplicar el criterio anterior. Por ejemplo, si necesito comparar 7/12 y
5/8, puedo considerar las fracciones 14/24 y 15/24. Será mayor 15/24 = 5/8
4) Si una fracción tiene su numerador mayor que su denominador, será mayor que otra que
tenga su numerador menor que el denominador. Por ejemplo, 7/3 > 2/9. La primera es
mayor que el entero y la segunda no llega a un entero.
5) Si las dos son menores que el entero, se puede observar si alguna es mayor que ½ y la otra
menor; también si alguna de las dos es equivalente a ½. Por ejemplo, 2/5 es menor que 2/4.
Considero la fracción equivalente a ½ y tengo en cuenta el criterio 1.
6) Se puede considerar lo que le falta a cada fracción para llegar al entero. Por ejemplo, 4/5 >
2/3. A la primera le falta 1/5 para llegar al entero y a la segunda 1/3; y considerando el
criterio 1, 1/5 < 1/3, lo que significa que a 4/5 le falta menos para llegar al entero que a 2/3.
7) Se puede considerar la escritura decimal equivalente a la escritura fraccionaria del número
racional. Por ejemplo, 2/5 = 0,4 y ¼ = 0,25, y como 0,25 < 0,4, entonces ¼ < 2/5
8) Otra posibilidad es el uso de la recta numérica.

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