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EL RESURGIMIENTO DEL
INCONSCIENTE: SU HISTORIA
DESDE LA PSICOLOGÍA
CIENTÍFICA Y EL ESTUDIO DEL
APRENDIZAJE IMPLÍCITO
JAIRO A. ROZO CASTILLO *
GABRIEL RUIZ
UNIVERSIDAD DE SEVILLA, ESPAÑA
Recibido: octubre 15 de 2003 Revisado: noviembre 12 de 2003 Aceptado: diciembre 15 de 2003

ABSTRACT
This article presents a historic review of the study of the unconscious in scientific psychology, its trajectory
as an object of study- accepted or not- among academics and its development parallel to the subject of
awareness. After a brief look at the latest contributions explaining conscious processing of information,
we will deal with the origins of the study of the unconscious; starting with the first studies in the 18th
century, then its fall in the beginning of the 20th century and its later return in the middle of the same
century- already as the study of the cognitive unconscious. Afterwards we will discuss its current state as
an object of high interest now rather called “the implicit” and still maintaining itself as a fruitful field of
investigation and debate. We will finish the article by presenting the example of implicit learning and its
main models: the artificial grammars, serial learning and dynamic systems.

Key words: Implicit learning, cognitive unconscious, awareness, artificial grammar learning, sequential
learning and dynamic systems.

RESUMEN
El presente artículo desarrolla la revisión histórica del estudio de inconsciente en la psicología científica,
sus idas y venidas como objeto de estudio -aceptado o no- dentro del círculo de los académicos, y su
desarrollo paralelo al tema de la conciencia. Después de una sintética mirada a los más recientes aportes
para entender el procesamiento consciente de la información, recorreremos el nacimiento del inconsciente,
desde los primeros estudios en el siglo XVIII, su caída a principios del siglo XX, y su posterior
resurgimiento a mediados del pasado siglo -ya como inconsciente cognitivo-, para llegar a la cresta de la
ola en la actualidad, bajo la nueva denominación de implícito, manteniéndose como una área fructífera de
investigación y debate. Finalizamos el trabajo, presentando el ejemplo del aprendizaje implícito y sus
principales modelos de trabajo: las gramáticas artificiales, el aprendizaje serial y los sistemas dinámicos.

Palabras clave: Aprendizaje implícito, inconsciente cognitivo, conciencia, gramáticas artificiales, aprendizaje
serial y sistemas dinámicos.
*
Correspondencia: Jairo A. Rozo. Calle Antonio Maura, 1, CP: 41013, Sevilla, España. E mail: psicojairo@hotmail.com. Gabriel Ruiz.
E mail: gruiz@us.es.

Univ. Psychol. Bogotá (Colombia) 3 (2): 147-164, julio-diciembre de 2004 ISSN 1657-9267

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“No es soluble científicamente porque el alma o la mente, Pero hablar de este concepto nos remite
al ser inmateriales por definición, escapan la observación inmediatamente a su contrario, la conciencia. Son
directa, condición que pide a sus objetos la ciencia experi- temas absolutamente robustos y vigorosos no sólo
mental.” dentro de la psicología sino dentro de la ciencia
Antonio Caparrós en general, pero quizás por lo mismo, usualmente
evadidos, o a veces, enfrentados sin el rigor
necesario como para producir conocimiento
científico fiable.
Introducción
Como nos lo señala Antonio Caparrós (1993) el
El problema de la conciencia
problema de la inmaterialidad en conceptos como
Como ya dijimos antes, hablar de inconsciente está
alma, mente, y el que aquí nos preocupa como
absolutamente ligado a la otra cara de la moneda,
inconsciente, plantea para la psicología experimen- es decir a la conciencia. La conciencia y sobre todo
tal grandes retos. Intentar medir el inconsciente, la “autoconciencia” empieza a influir en la visión
por ejemplo, parece tan esquivo como tratar de que se tiene del hombre a partir del siglo XVII,
pesar el humo de un cigarrillo; sin embargo, la con pensadores tan influyentes como Descartes,
psicología no se ha negado a la posibilidad de Kepler o Pascal (Froufe, 1997).
abordarlo desde diferentes ángulos a lo largo de Durante un siglo dominó absolutamente la
su historia como ciencia. idea del hombre como un ser conciente y racional
En las últimas décadas hemos visto un rena- superior en todo sentido a los demás seres del
cer en la psicología básica y aplicada por el tema planeta, pero aún hasta nuestros tiempos la
del inconsciente cognitivo, en donde hechos y es- influencia de este par de ideas -conciencia y
tímulos ante los cuales el sujeto no es consciente, racionalidad- no ha desaparecido de nuestra cultura
influyen sobre su comportamiento -ya sea desde científica y tampoco de nuestra cultura en general.
el aspecto de percepción implícita, aprendizaje Sin embargo, la conciencia no siempre jugó un
implícito y/o memoria implícita- y los efectos que papel tan importante en la psicología. Aunque
prácticamente la definió como ciencia cuando
tiene sobre la educación, la terapia, las emociones
nació a finales del siglo XIX, fue negada y
y el comportamiento humano en general. Como
rechazada como objeto de estudio una vez que
veremos, ese resurgimiento del interés del “incons-
en el siglo XX dominó la concepción conductista
ciente” se denomina ahora más comúnmente dentro de la psicología.
como “implícito”, surgiendo una serie de justifi-
Por el año 1879, Wundt consideraba que el
caciones que explican ese cambio de nombre y su
objeto de la psicología era la conciencia, o mejor,
aceptación dentro de la psicología científica. los elementos componentes de nuestra experiencia
consciente: los procesos mentales (Caparrós, 1993).
Historia del inconsciente cognitivo Pero la conciencia fue a la psicología como el éter
El inconsciente cognitivo es el nuevo término con lo fue a la física, en su época. La conciencia no se
el que algunos autores como Froufe (1997) han ve, no se toca, se intuye posiblemente, pero no se
decidido rebautizar a esta área de conocimiento. reconocen claramente sus propiedades y
Como tal, el inconsciente cognitivo abordaría esen- características. Sobre las bases del positivismo se
cialmente el desarrollo conceptual basado en di- decidió olvidar cualquier posibilidad de abordar
ferentes arreglos experimentales sobre la aquel tema vigoroso pero que por las circunstancias
percepción inconsciente, la memoria implícita y el del momento no se podía enfrentar con suficiente
aprendizaje implícito. Como vemos, el término rigor. A partir de la revolución conductista se
implícito empieza a ser utilizado en reemplazo del impuso la observación directa de la conducta
término inconsciente. Más adelante observaremos manifiesta como únicos método y objeto,
qué llevó a este rebautismo del fenómeno. respectivamente, legítimos de la psicología (ver

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Froufe, 1985); y ante el fenómeno de la conciencia clínica, la filosofía, la neurociencia, la


se utilizó un decoroso mutismo en la mayoría de neurocomputación y la psicología cognitiva.
los casos o se le asumió como un epifenómeno Sus diferentes propuestas partían de marcos
sin mayor relevancia, y en el mejor de los casos, se teóricos distintos y posiblemente ontológicamente
la consideró como una propiedad particular de la contradictorios, pero se podrían resumir en cuatro
conducta verbal -denominada por Skinner posturas básicas:
autoclítica-, producto de la historia de interacción Los mistéricos tipo I, quienes fundamentalmente
con el ambiente social del sujeto (Skinner, 1981; están representados por Roger Penrose (1991,
Pérez-Acosta, Benjumea y Navarro-Guzmán, 1996 y 1999) y los físicos cuánticos. Estos
2001). investigadores proponen que los misterios de la
Su resurgir sobrevino posteriormente a finales conciencia están emparentados con los arcanos de
de la década de los 50 y principios de la década la mecánica cuántica, la cual genera procesos
de los 60, la psicología cognitiva retomó el imposibles de abordar por medio de las teorías
problema de la conciencia pero sólo de una manera clásicas de la neurobiología.
inespecífica ya que se tendió a identificar conciencia Los mistéricos tipo II, cuyo manera de abordar
con mente. El fenómeno en sí mismo no fue el tema proviene principalmente de la filosofía,
abordado como objeto de estudio per se, pero el ponen en duda que ninguna teoría basada en
mundo psicológico empezó a asumir su existencia efectos estrictamente materialistas (sean cuánticos
y sus posibilidades nuevamente. o neurobiológicos) pueda explicar verdaderamente
No fue realmente sino hasta finales del siglo cómo y por qué los seres humanos podemos tener
pasado, cuando empezó a verse un total una experiencia subjetiva del mundo. Estos
renacimiento de la conciencia como tema de filósofos –como Fodor- aunque no son dualistas
estudio y no sólo dentro de la psicología sino sustanciales, consideran que existen propiedades
dentro de las ciencias en general (Rozo, 2002). En de la sustancia que rebasan el fisicalismo.
la llamada década del cerebro (años 90) un premio Los reduccionistas radicales de la neurobiología
Nóbel biólogo molecular llamado Francis Crick, agrupados alrededor de Crick (de quien ya hemos
desde su ventajosa posición, proclamó que el alma hablado en el anterior capítulo). Esta tercera
(la conciencia) exigía ya, ser abordada desde una posición considera en palabras de Crick que:
perspectiva científica. Obviamente para él, tal “nuestros gozos y nuestras penas, nuestros
perspectiva debía ser liderada por las neurociencias. recuerdos y nuestras ambiciones, nuestro sentido
A partir de ese grito de batalla, se hizo evidente lo de identidad personal y de libre albedrío, no son
que ya muchos sectores científicos venían en realidad sino la conducta de vastos ensamblajes
trabajando, per mitió fortalecer líneas de de neuronas y de sus moléculas asociadas” (Crick,
investigación, y que a su vez se apoyará el desarrollo 1994).
de nuevas investigaciones alrededor de la Una cuarta y última posición la puede
conciencia, con lo que para el mundo científico y representar el filósofo Flanagan (1992) y Chalmers
neófito, empezó a ser cada vez más notable la (1999) de la Universidad de Duke, y su posición
necesidad de abordar el conocimiento de la conciliadora, defiende una filosofía denominada
conciencia. naturalismo constructivo, que sostiene que la conciencia
En el año de 1994 (ver Horgan, 1994) se es un fenómeno biológico común que no sólo se
realizó un Congreso sobre conciencia en la da en los humanos sino en muchos otros animales,
Universidad de Arizona, en donde se pretendía y que su conocimiento se puede lograr a través de
presentar de manera interdisciplinar los diferentes la combinación de datos neuronales y psicológicos
aportes al estudio de la conciencia. Allí se reunieron -obtenidos de la experimentación con animales y
los más avezados investigadores que provenían seres humanos- junto con la información subjetiva
de la física (cuántica, teoría del caos), la neurología que pueden proporcionar las personas.

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Y así rescatada del ostracismo, la conciencia conscientes, del tipo de lo que ahora se conoce
se pone de moda (Pérez-Acosta, Benjumea y como memoria explícita.
Navarro-Guzmán, 2001), se funda en 1994 la re- El filósofo Maine de Biran (Schacter, 1987 y
vista Journal of Consciousness Studies y se recopilan Mueller, 1966), publicó en 1804 un interesante tra-
los resultados de las famosas conferencias de Tuc- tado titulado “La influencia del hábito en la facul-
son, Arizona (Ver Hameroff, Kaszniak y Scott, tad del pensamiento”. Como otros antes de él,
1996 y 1998) que se desarrollan en los años 1994, Maine de Biran cree que el análisis del hábito es
1996, 1998, 2000 y 2001, la última realizada no ya central para comprender el pensamiento y la con-
en Arizona sino en Suecia. La conciencia vuelve a ducta humana pero a diferencia de otros, este
ser tema de laboratorio no sólo para neurocientí- pensador elucida una característica del hábito que
ficos, físicos y filósofos sino también para psicó- no ha sido discutida previamente en análisis filo-
logos experimentales de diversas tendencias sóficos o científicos: después de suficiente repeti-
(Richelle, 2000 y Tudela 1997). Su gran pregunta ción, un hábito puede eventualmente ser ejecutado
está centrada en saber si fenómenos como la per- automáticamente sin conciencia del acto mismo o
cepción, el aprendizaje y la memoria implican de episodios previos donde el hábito fue apren-
mecanismos de conciencia en todo momento y dido. Así, él percibió que las acciones repetidas
cuáles son esos mecanismos y sus características; son eventualmente ejecutadas con tal prontitud y
o si por el contrario pueden realizarse tales fun- facilidad que no se percibe la acción voluntaria
ciones sin conciencia de las mismas o de una parte que la dirige y se es absolutamente inconsciente de
de ellas y cuáles serían sus características y los me- la fuente que posee.
canismos subyacentes. Infortunadamente los aportes de Maine de
Biran no fueron conocidos fuera de Francia y por
lo tanto los filósofos del siglo XIX no discutieron
El origen del estudio sobre el inconsciente
sistemáticamente sus pioneras e interesantes ideas1.
El inconsciente ha vivido igualmente una historia No obstante, fue Johann Friedrich Herbart quien
paralela a su antónimo. Las primeras referencias en 1816 introduce la noción de “ideas suprimi-
al inconsciente de la historia reciente provienen das”, las cuales no pueden exceder el umbral de la
nuevamente de Descartes, quien en su obra “Las conciencia pero influyen en el pensamiento cons-
pasiones del alma” (Schacter, 1987) observaba que ciente.
el miedo o las experiencias aversivas del niño que-
A mediados del siglo XIX, algunos fisiólo-
daban grabadas en su cerebro hasta el final de su gos y biólogos se interesan por el tema; por ejem-
vida. Sin embargo, no se elaboraron consecuen- plo el fisiólogo británico William Carpenter
cias filosóficas de tal fenómeno. (Schater, 1987), desarrolla el término de cerebración
Posteriormente, en 1704, Leibniz desarrolló inconsciente (Unconscious Cerebration) para referirse a
el concepto de las percepciones “insensibles” o la actividad mental que ocurre por debajo de la
“inconscientes”, ideas que no conocemos cons- conciencia. Sus conceptos derivaron de diversas
cientemente pero que influyen en nuestra conduc- observaciones anecdóticas y clínicas como la es-
ta. Leibniz asegura explícitamente que en la gente critura automática de sujetos hipnotizados, e in-
puede haber efectos residuales al formar impre- fluyeron para que científicos como el fisiólogo
siones sin recuerdo de ellas. Pero ésta es una vi- vienes Edward Hering (Schater, 1987) en 1870,
sión minoritaria en el siglo XVIII ya que los intentará relacionar psicología y fisiología, y pro-
asociacionistas británicos (Locke, Hume, Mill, pusiera términos como el de memoria orgánica o
Brown, Hartley) dominaban el panorama filosó- inconsciente. En su obra critica a quienes limitan
fico que se centraba en la discusión de fenómenos sus análisis a la memoria consciente y argumenta

1
Como dato relevante, este filósofo fue el primero en esbozar un modelo de almacenamiento similar a
lo que ahora se conoce como un “sistema múltiple de memoria” y dentro de él la memoria implícita.

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que es necesario considerar la memoria incons- además eludía la experiencia subjetiva. Eran are-
ciente que involucra al recuerdo involuntario, el nas movedizas que arriesgaban demasiado el pro-
desarrollo de acciones automáticas y procesos del pósito de la novel ciencia. Ante un fenómeno
desarrollo ontogénico o heredado. demasiado complejo y una metodología dema-
También por esta misma época surge la in- siado débil para el momento, era más pertinente
fluyente obra de Eduard Von Hartmann, que en dejar ese fenómeno a un lado. Y eso fue lo que
1868 publica su “Filosofía del inconsciente” (Frou- evidentemente se hizo en el campo de la psicolo-
fe, 1997), quien hace por primera vez una revisión gía experimental.
completa de la filosofía alemana a la luz del prin- Pero esto no implicó que el fenómeno de la
cipio de los procesos inconscientes. Tal obra tuvo inconsciencia desapareciera totalmente de escena,
una enorme influencia –fue publicada varias ve- más bien permitió que otra manera de abordarlo
ces y en varios idiomas- dentro de los círculos que no se basaba en un método científico y estaba
intelectuales de la época. al margen de la psicología académica, le diera la
Es así como a finales del siglo antepasado se relevancia que se merecía. Fue la perspectiva clíni-
inician junto con el nacimiento de la incipiente cien- ca desarrollada por el psicoanálisis y su creador
cia de la psicología, los primeros escarceos expe- Freud, quien convirtió al inconsciente en uno de
rimentales para estudiar el inconsciente. Según los más populares términos de la psicología pro-
Froufe (1997), Pierce y Jastrow en la Universidad funda para explicar el comportamiento normal y
de Johns Hopkins en 1884, realizan el primer ex- patológico.
perimento psicológico sobre el tema en América. Freud -como también lo hicieron Janet y
El estudio versaba sobre la capacidad para discri- Breuer (Schacter, 1987)- observó que un fenó-
minar diferencias de presión muy pequeñas en la meno crítico que presentaban los pacientes que
yema de los dedos. Como resultado observaron sufrían amnesia emocional, era que no podían re-
que aunque la discriminación parecía puramente cordar explícitamente el evento traumático y sus
aleatoria, estaba por encima del azar. A partir de recuerdos eran expresados inconscientemente por
allí, se iniciaba lo que parecía un prometedor cam- otras vías que finalmente desembocaban en la
po de estudio para la psicología experimental, sin patología. Desde allí, Freud nunca abandonó la
embargo vendrían etapas bastante oscuras para el idea de que el inconsciente ejercía una poderosa
estudio del inconsciente. influencia en la conducta del sujeto.
Esta situación, desafortunada para algunos,
El inconsciente nace moribundo afortunada para otros -depende desde que lado
Como dice Froufe (1997), el inconsciente nace de la barrera se mire-, basada en la influencia que
moribundo para la psicología experimental debi- el psicoanálisis tuvo como movimiento clínico y
do a que autores de tanta relevancia e influencia cultural, introdujo dentro del lenguaje de la socie-
como James, Brentano o Ebbinghaus, creían que dad moderna la palabra inconsciente y su oscura
no era apropiado considerar al inconsciente como predeterminación de la conducta humana. Sin
un fenómeno psicológico a estudiar. La actitud embargo, esto también causó que en los sectores
defensiva de estos autores es explicable y entendi- académicos, el inconsciente empezara a tomar un
ble si se observa el contexto de lo que estaba su- carácter eminentemente pseudocientífico, de for-
cediendo en aquella época. La psicología estaba ma que su temática fue alejada sistemáticamente
naciendo como ciencia y otorgar a la conciencia el de los laboratorios generando el llamado “naci-
papel de objeto de estudio estaba implicando para miento moribundo del inconsciente”.
ella grandes dificultades, debido a que era un fe- Tal vez por lo anterior fue que dentro de la
nómeno arraigado en las experiencias subjetivas, comunidad científica, y de forma “tácita e implí-
elusivo a la observación pública y difícil de afron- cita”, era desaprobado implicarse en investigacio-
tar con medidas objetivas. Si esto era así para la nes que tuvieran que girar alrededor del término
conciencia, qué no se diría del inconsciente, que inconsciente. Esto hizo que sólo hasta mediados del

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siglo pasado fueran surgiendo algunas investiga- Es curioso ver cómo para los primeros cog-
ciones novedosas, pero bajo el término de per- nitivistas referirse al inconsciente vendría a ser una
cepción subliminal, y que sólo cuando empezó a afrenta conductista y cómo anteriormente para
dominar el paradigma cognitivo en la década de los conductistas referirse a conciencia venía a ser
los sesenta, el inconsciente, junto con la conciencia una afrenta introspeccionista no válida. Pero lo
como ya vimos, fuera rescatado tímidamente bajo más curioso es observar que dentro del modelo
diferentes términos y acepciones que sólo preten- conductista nunca se habló de fenómenos incons-
dían darle un carácter serio y científico al mismo cientes sino automáticos, ya fueran innatos (res-
fenómeno. puestas incondicionadas) o aprendidos (respuestas
reforzadas). De tal forma que era innecesario
El resurgimiento del inconsciente postular un fenómeno como la conciencia para
explicar la conducta, ya que ésta se originaba de
El resurgimiento del inconsciente debe leerse a
forma automática ante las variables de un am-
través de diferentes denominaciones que empe-
biente, que en últimas era el responsable de que
zaron a dominar el panorama científico y experi-
surgieran los fenómenos que estudiaba el psicólo-
mental: percepción subliminal, procesamiento
go de la época.
inconsciente de la información, codificación prea-
tencional o preconsciente, procesos automáticos, Desde la formulación en 1980 de Shevrin y
conocimiento procedimental, memoria y apren- Dickman (ver Ferrer, 1994) sobre la necesidad de
dizaje implícitos, entre otros. Uno de estos térmi- asumir el funcionamiento inconsciente para el de-
nos que se ha posicionado es el de implícito en sarrollo de los modelos cognitivos, el estudio en
contraposición a lo explícito o consciente- que se el área no ha disminuido; de hecho, hay teóricos
ha convertido en el adjetivo preferido para califi- que consideran que el reconocimiento y estudio
car ciertos fenómenos, tales como la percepción, de los procesos inconscientes constituye la segun-
el aprendizaje o la memoria –o parte de ellos- da revolución cognitiva de la psicología, siendo la
como inconscientes. primera la que supuso la rehabilitación del estudio
de la conciencia (Shevrin y Dickman, 1980; Kihl-
Este nuevo aliento del inconsciente, surgió
trom y cols. 1992; y Lewicki, 1986, citados por
paralelo pero tardíamente al estudio y aceptación
Ferrer-Gil, 1994).
del fenómeno de la conciencia y permitió que se
desarrollara un área de investigación que agrupa a Después de los 80 la investigación del incons-
diferentes científicos psicólogos clínicos, psicólo- ciente llegó a su pico más alto y para muchos, la
gos experimentales, neurocientíficos, neuropsicó- conciencia dejó de ser la regla y se convirtió en la
logos, etc.- bajo el campo hoy conocido como excepción (como ya dijimos, para los primeros
inconsciente cognitivo. De esta manera, el proce- cognitivistas la conciencia estaba atravesada en
samiento inconsciente de la información empezó todos los fenómenos de estudio), es decir, el pro-
a ser relevante en el estudio de fenómenos per- cesamiento consciente de la información era sólo
ceptuales, de adquisición de información y de re- la punta del iceberg –como dice Froufe- y debajo
cuperación de la misma. de él la gran mayoría de actividad mental era in-
consciente.
Decimos que de forma tardía, ya que en
medio del nuevo paradigma cognitivo y en su fase Bajo este panorama surge el área de investi-
inicial y por tanto más radical, aceptar el estudio gación reconocida en la actualidad como apren-
del inconsciente (negar la influencia de la concien- dizaje implícito, área sobre la cual vamos a
cia) en los diferentes fenómenos psicológicos so- concentrarnos en lo que resta de este trabajo y a
naba al lastre epistemológico propio del observar cómo fue su evolución hasta la actuali-
conductismo, contra el cual precisamente se esta- dad.
ba combatiendo. Es por ello, que en la primera
fase de la revolución cognitiva (años 60 y 70) ha- El descubrimiento del aprendizaje implícito
blar de inconsciente no era muy aceptable, así se Los antecedentes más importantes en el aprendi-
utilizarán eufemismos para referirse a él. zaje implícito lo aportan los estudios de Thorn-

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dike, Poetzl y Hull. Thorndike (ver Schacter, 1987) Infortunadamente la mayor parte de estas
por ejemplo, condujo un largo número de expe- investigaciones tenían que luchar con problemas
rimentos que demuestran que los sujetos pueden de metodología, que propiciaban disputas sobre
aprender varias reglas de aprendizaje sin concien- el grado en que el aprendizaje incidental era real-
cia o memoria explícita para ellas. En 1917, Poetzl mente incidental y qué grado de conciencia había
reportó que había características de las imágenes en los experimentos de supuesto aprendizaje sin
expuestas subliminalmente que aparecían en la ca- conciencia. Así pues, desde entonces el punto que
pacidad imaginativa subsiguiente de los sujetos y constantemente compromete el trabajo de inves-
en sus sueños, aunque éstos decían no recordar tigación tiene que ver con lo adecuado o no de la
estas características y ser aparentemente incons- metodología en cuestión.
cientes a ellas cuando se exponían ante los estímu- Pero quien bautizó a este tipo de fenómenos
los. Sin embargo, sus experimentos se que aparecían con regularidad en el laboratorio
caracterizaron por serias deficiencias metodoló- como “aprendizaje implícito” fue Arthur Reber
gicas, que como veremos serán, en esta área, el (1967, 1993), quien se sentía renuente a distinguir
talón de Aquiles de los arreglos experimentales. tal campo de estudio con el uso del término in-
Clark Hull en 1920 (ver Reber, 1993) se topa consciente. El problema era la extendida y conside-
con el aprendizaje implícito cuando realiza sus es- rable “propagación” semántica del uso del término
tudios sobre el aprendizaje de la estructura de ideo- debido a la comunidad psicoanalítica. Siendo un
gramas como el chino, identificando el proceso joven investigador aún dentro de la naciente re-
de formación de conceptos por abstracción de volución cognitiva, tal familiaridad conceptual le
elementos comunes. Hull caracterizó la adquisi- podría comprometer seriamente. Por otro lado,
ción de conceptos con algunas interesantes simili- la psicología experimental había tenido embara-
tudes con el aprendizaje perceptual, un proceso zosos episodios relacionados con los problemas
que se da al margen de la conciencia de las reglas de la percepción subliminal, la vigilancia percep-
que gobiernan la estimulación perceptual (ver Gib- tual y la defensa perceptual, como para abordar
son, 1969, en Reber, 1993). Sin embargo, este tra- el tema sin muchas precauciones. Por ello, Reber
bajo tan importante para el presente, en su consideró que lo más adecuado era rebautizar el
momento produjo muy poco impacto, y como fenómeno con un término neutral como aprendi-
sabemos Hull dejó tal tipo de temáticas “cogniti- zaje implícito (pues ya existían términos como apren-
vas” para dedicarse por completo a la motiva- dizaje incidental o aprendizaje sin conciencia), para
ción y al aprendizaje, desarrollando uno de los diferenciarlo además de las investigaciones que se
más influyentes marcos teóricos dentro del con- estaban desarrollando por la misma época en
ductismo para las décadas de 1940 y 1950. aprendizaje explícito sobre formación y categori-
Posteriormente a mediados de los años 50 zación de conceptos bajo la línea de Bruner, Go-
surgieron temas como el aprendizaje sin concien- odnow y Austin (1956, en Reber, 1993).
cia o el aprendizaje incidental, que irónicamente Los primeros experimentos que Reber y sus
fueron adelantados por investigadores conductis- colaboradores realizaron estaban centrados espe-
tas aunque tenían de hecho un alto contenido cog- cíficamente en la adquisición inconsciente del co-
nitivo. El grueso de la investigación sometía a los nocimiento complejo, de las reglas que gobiernan
sujetos a repetidas series de estímulos que eran los estímulos generados por una gramática mar-
reforzados diferencialmente para respuestas par- koviana, semánticamente libre y sintética. En el
ticulares. Lo esencial de estos experimentos era estudio típico, los sujetos memorizan cadenas de
que los sujetos mostraban evidencia conductual letras en un lenguaje sintético y más tarde se prue-
de haber aprendido la asociación entre estímulos ba su conocimiento acerca de las reglas de esta
(usualmente lingüísticos) y respuestas, aunque re- gramática interrogándoles sobre cómo decidie-
portaban que no eran conscientes de tales enlaces ron las agrupaciones correctas de nuevas series de
(Reber, 1993). letras (Reber, 1967 y 1993). A diferencia del ma-

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terial de los primeros trabajos de aprendizaje inci- un proceso mediante el que la información com-
dental, en el cual se trabajaba típicamente con una pleja acerca de los estímulos ambientales podía
lista de palabras y palabras asociadas, los estímu- ser adquirida, independientemente de la concien-
los aquí estaban compuestos por una serie de se- cia del sujeto sobre los mismos procesos de ad-
cuencias impronunciables de letras cuyo orden quisición, o sobre los conocimientos últimamente
estaba determinado por una serie de reglas total- adquiridos (Reber, 1993). Muchos de los trabajos
mente arbitrarias. iniciados en aquella época giraban alrededor del
El uso de estímulos arbitrarios y semántica- modelo de Gramática Artificial (GA) aprendida,
mente libres asegura que su estructura no sea co- un paradigma muy usado por diferentes autores
nocida por los sujetos antes de entrar en el y que fue el que escogió Reber para desarrollar
laboratorio. De manera óptima el aprendizaje sus interesantes propuestas. Otra metodología uti-
implícito se examina en un marco en el cual, es lizada por la época era una variación del procedi-
improbable que el proceso de adquisición esté sien- miento de Aprendizaje Probabilístico, en el cual
do contaminado por un aprendizaje previo o co- los sujetos tienen que predecir cuál de los eventos
nocimiento preexistente. Así, estos experimentos ocurrirá, cuando son seguidos por una variedad
estaban específicamente diseñados para explorar de secuencias probabilísticas; éste es el modelo que
el fenómeno del aprendizaje implícito, es decir, el actualmente se conoce como Aprendizaje Serial.
proceso por medio del cual la gente adquiere co- Estos dos modelos de laboratorio han sido
nocimiento complejo acerca del mundo, indepen- muy utilizados dentro del estudio del aprendizaje
dientemente del intento consciente de hacerlo. implícito y como veremos más adelante han arro-
La motivación detrás de los trabajos iniciales jado interesantes, aunque no menos controverti-
de Reber era el deseo de examinar empíricamen- dos resultados. Sin embargo, para la época en que
te algunas de las preguntas filosóficas clásicas de surgían estos modelos, el interés dentro de la psi-
la epistemología, por ejemplo ¿qué sucede duran- cología cognitiva por tal fenómeno era aún muy
te la adquisición y representación del conocimien- incipiente, y fue necesario que coincidieran otras
to complejo? Pensadores y filósofos sociales como influencias para que el panorama cambiara.
Michael Polanyi (1958, en Reber, 1993), argumen- Durante los inicios de la psicología cognitiva
taban sobre la importancia del conocimiento táci- era notable la influencia de la filosofía que veía al
to, cuyo origen y contenido epistémico esencial ser humano completamente racional, basado en
no es parte de la conciencia ordinaria. Otro ejem- la lógica y en la deducción para su toma de deci-
plo son las polémicas tesis del economista Fiedri- siones, sin embargo en la década de los 70 nume-
ch von Hayek (1962, en Reber, 1993), quien rosas experiencias y descubrimientos fueron cada
postuló algunas atrevidas explicaciones concernien- vez demostrando de manera más notable que tal
tes a la necesidad de reglas profundas y otras típi- supuesto estaba lejos de la realidad. La gente no
cas representaciones mentales contenidas en una soluciona de forma típica, racional y lógica sus
clase de “supraconciencia” que no estaba dispo- problemas, es más, muchas veces toma y asume
nible a la inspección ordinaria de la conciencia. decisiones sin apenas enterarse de ellas. Cuando se
Reber observaba que muchos científicos so- observa a la gente en procesos de elección de in-
ciales se sentían con la libertad para explorar as- teresante complejidad vemos que ellos suelen ele-
pectos de la mente que incomodaban a muchos gir basándose en procesos simples, no irracionales
psicólogos –incluso aquellos que pertenecían a la sino más bien mecánicos y sin considerar los ele-
corriente cognitiva- lo suficiente como para no mentos racionales que tanto defiende la cultura
abordar tales cuestiones. Poco a poco la investiga- moderna. Pero lo más interesante es que la gente
ción empezó a evolucionar y el aprendizaje implí- a menudo no sabe en qué información se ha ba-
cito vino a ser considerado como un proceso de sado para tomar la decisión. Este tema fue desa-
adquisición general de información. Para media- rrollado por un número de aproximaciones al
dos de los 70 empezó a ser caracterizado como estudio del juicio humano, con trabajos impor-

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tantes de autores como Kahnemann y Tversky mental y el aprendizaje implícito y es que, en el


(1982), Richard Nisbett y sus colaboradores (1977 último, la fase inicial de adquisición está marcada
y 1980) y Ellen Langer y sus colegas (1978) (Re- también por la ausencia de conciencia. Pero aun
ber, 1993). con esta importante diferencia, los dos procesos
Después que decayera el poderío de la ra- se pueden ver de forma complementaria en la
zón, viene a resurgir el interés en los procesos que el dominio de aplicabilidad de los dos mode-
mecánicos, que dio origen a los estudios de cono- los es diferente. El aprendizaje implícito dice poco
cimiento procedimental y automático. El interés o nada del aprendizaje de destrezas, mientras que
por lo automático, creció gracias a los trabajos de para el procedimental son ellas precisamente el
Hasher y Zacks (1984, en Reber, 1993) y sus cole- meollo del asunto.
gas, que mostraron que tales operaciones funda- Estos diferentes caminos de investigación
mentales estaban codificando la frecuencia y contribuyeron de manera significativa al interés
localización de los objetos y eventos en el am- general sobre la cognición no consciente. Es im-
biente, de manera automática, amplia y sin con- portante ver cómo la investigación en conocimien-
ciencia del proceso codificado. Hasher y Zacks to automático y el trabajo sobre conocimiento
argumentaban que esta codificación de procesos procedimental y declarativo, aportaron un fuerte
era primitiva y fundamental en los procesos cog- soporte empírico para algunos de los problemas
nitivos, relativamente poco afectada por variables epistemológicos clásicos en el pasado de la filo-
como el nivel de desarrollo, la edad, el CI y los
sofía. El concepto de automaticidad se relaciona
estados afectivos, los cuales normalmente tienen
con el concepto de conocimiento tácito de Polan-
un considerable impacto en los proceso cognitivos.
yi, mientras que el conocimiento declarativo vs
Para Reber era obvio que los procesos auto- procedimental tiene que ver con la distinción de
máticos eran clásicas acciones de sistemas implíci- Ryle (1967) entre “conocer qué” y “conocer
tos que estaban fuera de la conciencia y su control, cómo”.
fuertemente eficientes cuando requieren pocos
Este ir y venir de la base empírica a los pro-
recursos atencionales e independientes de aque-
llos factores que tienen un fuerte impacto en los blemas epistemológicos fue muy importante en
procesos concientes. el desarrollo de una verdadera ciencia cognosciti-
va interdisciplinaria que se desarrolló por la déca-
Por otro lado, el interés por lo procedimental,
da de los 80. Para Reber esto forzó a los
provino del trabajo de Richard Anderson (1983,
psicólogos cognitivos a prestar atención a ciertas
en Reber, 1993). La clave está en la distinción que
características de la mente que los filósofos ha-
establece Anderson entre el conocimiento decla-
bían considerado críticas para la teoría de la cog-
rativo –conocimiento del cual somos concientes
nición. Esta mezcla de experimentalistas y
y que podemos articular- y el conocimiento pro-
epistemólogos ha generado una excitante produc-
cedimental –conocimiento que guía nuestras ac-
ciones y toma de decisiones, pero que típicamente tividad y ampliado los horizontes de investigación
está por fuera del ámbito de la conciencia-. La de la psicología cognitiva.
visión de Anderson es que virtualmente todas las Ahora bien, basándose en el marco que crea-
interesantes y complejas destrezas humanas son ron Reber y otros colegas para construir el área de
adquiridas de forma característica. Ellas empie- investigación conocida como aprendizaje implícito,
zan con la labor consciente y fuertemente contro- se empieza a desarrollar en los 80 y 90 una amplia
lada (declarativa) de los procesos novedosos que gama de modelos o paradigmas de investigación
gradualmente van convirtiéndose al sigiloso, in- del mismo fenómeno, por lo que a continuación
consciente y cubierto control (procedimental) de vamos a desarrollar una breve mirada a los más desta-
los procesos del experto. cados y sus aportes al conocimiento cada vez más
Aquí es importante aclarar que hay una dife- complejo, pero también más polémico, sobre el tema
rencia importante entre el conocimiento procedi- del conocimiento inconsciente.

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Modelos dentro del aprendizaje implícito símbolos en apariencia arbitrarias pero que, sin
Después de la anterior y breve introducción his- embargo, responden a las restricciones de la gra-
tórica, vamos a revisar -de forma superficial- los mática subyacente (Froufe, 1997; Reber, 1993). De
modelos más importantes en los cuales se ha tra- manera que las letras que se obtienen en la serie
bajado bajo el concepto de aprendizaje implícito. gramatical, surgen a partir de una serie de reglas
Hemos seleccionado tres modelos que conside- que define el mismo investigador. Toda serie que
ramos los más representativos de los diversos tra- no corresponda a la regla es considerada agrama-
bajos que abordan el aprendizaje implícito fuera tical. La estructura gramatical la puede definir el
del condicionamiento humano como tal. investigador con el nivel de complejidad que desee.
Estos tres paradigmas son: el propuesto por Para inducir el aprendizaje implícito de las
Reber, el pionero en el campo y que se denomina gramáticas artificiales, se le pide a los sujetos que
aprendizaje de gramáticas artificiales; el modelo memoricen cadenas de letras (el tipo XXVT, XX-
de aprendizaje serial o adquisición de patrones VXJJ o VTV) que, sin que ellos lo sepan, respon-
secuenciales y el control de sistemas dinámicos. den al lenguaje sintético de una de estas gramáticas
Estos tres paradigmas presentan algunas intere- artificiales. Una vez terminada la etapa de adquisi-
santes semejanzas como también una serie de im- ción, se inicia la fase de prueba, en donde se les
portantes diferencias (Jiménez, Méndez y Lorda, somete a dos tipos de pruebas. La primera tiene
1994). El aspecto común a los tres es que todos que ver con la capacidad de aplicar el conocimiento
pretenden establecer un patrón complejo de co- adquirido (fase de clasificación) y la segunda con
variación espacio-temporal cuya estructura puede la capacidad de conocimiento explícito de tal
ser explotada por los sujetos para mejorar su eje- aprendizaje. Para ello se advierte a los sujetos que
cución de una tarea, aun cuando esa mejora no las series de letras han sido generadas siguiendo
redunde en otra medida de aprendizaje que se un sistema de reglas, sin especificar cuáles, y se les
considera como índice de conciencia. Sus dife- pide que, primero, se pronuncien sobre la grama-
rencias, en cambio, se plantean en función del tipo ticalidad o no de nuevas series, y segundo, que
de regularidad establecida, de la situación en la informen de las reglas que conozcan (Froufe,
que se adquiere, de la naturaleza de las respuestas 1997).
para evaluar el aprendizaje, y del modo concreto En cuanto a la fase de adquisición, se ha ob-
como se aborda el análisis del grado de conoci-
servado que los sujetos suelen aprender a pesar
miento consciente alcanzado.
de que las instrucciones de memorización no les
Vamos a comenzar obviamente por el mo- dirijan a la búsqueda de regularidades, o incluso,
delo propuesto por el impulsor del término, Ar- cuando la tarea se plantea como un aprendizaje
thur Reber. de pares asociados o cuando se les pide simple-
mente que observen los estímulos (Reber y Allen,
Gramáticas artificiales 1978; citados por Jiménez, Méndez y Lorda, 1994).
Partiendo del principio de que el aprendizaje del Y aunque existen estudios de Reber, que infor-
lenguaje se desarrolla aparentemente de forma man de un posible efecto de interferencia provo-
natural al margen de la conciencia, sobre todo en cado por la presentación de instrucciones de
lo que tiene que ver con el desarrollo de la lengua búsqueda de reglas (Reber, 1993), existen muchos
materna (Chomsky, 1985, citado por Froufe, estudios que contradicen estas conclusiones (Pe-
1997) y también en alguna medida con el apren- rruchet y Pacteau, 1990; Dienes, Broadbent y Be-
dizaje de segundas lenguas; el modelo de gramá- rry, 1991; Mathews et al. 1989; citados por Jiménez,
ticas artificiales tiene por finalidad el desarrollo de Méndez y Lorda, 1994), y por lo tanto se consi-
arreglos gramaticales sintéticos y reglados, que dera de manera general, que existe una indepen-
permitan comprobar un aprendizaje inconsciente dencia entre este aprendizaje y la orientación que
o implícito de esas reglas. se dé a los sujetos en la fase de adquisición.
Las gramáticas artificiales son sistemas de Por otro lado, dentro de la fase de prueba,
estado finito, que permiten generar cadenas de en la fase de clasificación se observa también in-

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dependencia entre el aprendizaje y el tipo de ins- contexto de recuperación que facilitaría el recuer-
trucciones de respuesta, no importa que éstas no do de los ítem memorizados, afectaba su ejecu-
hagan referencia alguna a la existencia de una gra- ción, cosa que no se esperaría si fuera cierta la
mática, igual el sujeto responde acertadamente en hipótesis de la inducción de reglas abstractas, por
la clasificación demostrando el aprendizaje, de lo cual los resultados defienden la hipótesis del
manera que el aprendizaje actúa de forma pasiva, recuerdo de ítem concretos en la ejecución de la
produciendo sus efectos independientemente de tarea.
las instrucciones presentadas, y lo más interesante La hipótesis de la inducción de reglas abs-
aún, dicen no conocer regla alguna que haya do- tractas se refiere a la asimilación de reglas acerca
minado su ejecución (Jiménez, Méndez y Lorda, de las localizaciones permitidas de repeticiones y
1994). alternancias de letras, acerca de las dependencias
Pero esto lleva a la hipótesis más controverti- entre partes diferentes de las series de elementos,
da del modelo de Reber: el carácter abstracto del por ejemplo, los dobletes no pueden ir seguidos
aprendizaje implícito. Para Reber (1993) el apren- por otros dobletes, o la alternancia de letras ocu-
dizaje implícito es el producto natural de la inter- rre con frecuencia al principio de la cadena, etc.
vención de un “sistema inconsciente de Las reglas son abstractas en el sentido de que no
abstracción”. Dicho sistema permite inferir de están ligadas a la identidad de letras específicas ni
manera tácita las reglas cruciales de la situación a un conjunto particular de ellas (Froufe, 1997).
mientras observan el material estructurado en los La otra hipótesis controvertida, y puesta en
experimentos de aprendizaje de gramáticas artifi- duda por diferentes autores, tiene que ver con un
ciales. Reber y Lewis (1977, en Jiménez, Méndez y elemento más esencial en la definición del apren-
Lorda, 1994) realizan un experimento en el que, dizaje implícito, y es su carácter no consciente. Los
tras una fase normal de memorización, se instruía factores determinantes de la controversia tienen
a sujetos para reorganizar conjuntos de letras des- que ver con el criterio de conciencia utilizado por
ordenadas de manera que formaran ejemplares cada autor en su investigación, y el procedimiento
gramaticales. Los autores encontraron que su eje- concreto como se lleva a cabo la comparación
cución correlacionaba altamente con la frecuencia entre los resultados de aprendizaje y el grado de
teórica global de la gramática más que con un conciencia demostrado en ese criterio. Es indis-
conjunto específico de ítem memorizados. Pare- pensable en este campo, como en otros del apren-
cía, por lo tanto, que los sujetos estaban inducien- dizaje implícito, el desarrollo de índices de
do la estructura de la gramática a partir del conciencia adecuados, y sobre todo similares, para
conjunto de elementos observados, y no única- producir adecuadas comparaciones entre las di-
mente memorizando fragmentos de ejemplares. ferentes investigaciones, y no resultados contra-
No obstante, las implicaciones de éste y otros dictorios. Sin embargo, a pesar del complejo
estudios similares (Reber, 1967, 1976 y Reber y conflicto metodológico, lo que sí se puede con-
cols., 1980, en Jiménez, Méndez y Lorda, 1994) cluir es que la habilidad de un sujeto para llevar a
con respecto al carácter abstracto del resultado cabo juicios de gramaticalidad respecto a distin-
del aprendizaje, han sido cuestionadas por diver- tos ejemplares tiene más en común con su capaci-
sos autores (Dulany, Carlson y Dewey, 1984; Pe- dad para evaluar la gramaticalidad de un fragmento
rruchet y Pacteau, 1990; Perruchet, Gallego y del mismo que con su elocuencia a la hora de ver-
Pacteau, 1992; Vokey y Brooks, 1992; en Froufe, balizar las reglas subyacentes a ambos juicios (Ji-
1997), que han señalado la posibilidad de que un ménez, Méndez y Lorda, 1994).
mecanismo basado en el almacenamiento de ejem- Por otro lado, hay una serie de estudios que
plares y en la computación de la similaridad pu- defienden el hecho de que exista una serie de co-
diera, igualmente dar cuenta de los resultados. dificación implícita ajena a la conciencia. Los estu-
Vokey y Brooks (1992, en Jiménez, Méndez y dios hechos con pacientes amnésicos muestran una
Lorda, 1994) encontraron que la manipulación del capacidad prácticamente intacta de aprendizaje de

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gramáticas artificiales (Knowlton, Ramus y Squi- dizaje incidental, proviene de los estudios de Has-
re, 1992; Knowlton y Squire, 1994 y 1996, en Re- her y Zacks (1979, en Jiménez, Méndez y Lorda,
ber, 1997), capacidad que se ve afectada cuando 1993) y sugiere la posibilidad de que la codifica-
se les pide que traten de tomar decisiones de gra- ción de ciertas características fundamentales de los
maticalidad recordando las cadenas específicas estímulos, tales como su frecuencia de aparición
usadas en la fase de aprendizaje. Estos resultados o sus características espacio-temporales, se lleven
sugieren que el aprendizaje de gramáticas artificia- a cabo de una manera totalmente automática in-
les puede proceder en ausencia de conocimiento dependientemente de las estrategias intencionales
aparente, pero esto no significa, según Froufe de los sujetos.
(1997), que la representación explícita de ejempla- Por otra parte, y paralelo al concepto de
res no contribuya en muchas ocasiones a la reali- aprendizaje incidental, está la etiqueta de aprendi-
zación de la tarea de clasificación. Para Froufe, lo zaje implícito que se referiría a contingencias mu-
más seguro es que en este modelo, como en otros, cho más complejas y abstractas del tipo de las que
colabore la mezcla de más de un tipo de aprendi- plantea Reber, como vimos en la anterior sección,
zaje, y uno de ellos sería el que tiene que ver con la o del tipo de las que plantea Lewicki en el apren-
retención tácita (implícita) de patrones de cova- dizaje serial.
riaciones o, al menos, de secuencias de elementos Precisamente Lewicki se distingue, entre otras
concretos. cosas, por haber desarrollado uno de los arreglos
más destacados dentro del aprendizaje serial, por
Aprendizaje serial su originalidad y lo extremadamente complejo de
En términos generales el aprendizaje serial, tam- sus contingencias que han producido espectacula-
bién denominado aprendizaje secuencial o adqui- res resultados de disociación. La estructura básica
sición de patrones secuenciales, consiste en pedir del arreglo es como sigue (Lewicki, Czyzewska y
a los sujetos que lleven a cabo una tarea serial de Hoffman, 1987, en Froufe, 1997). Se pide a los
tiempo de reacción ante estímulos que siguen al- sujetos que señalen, presionando la tecla corres-
guna secuencia estructurada encubierta, de natu- pondiente, el cuadrante de un monitor donde
raleza y complejidad distintas. Con la práctica la aparecerá el objetivo, por ejemplo el número 9.
ejecución de la prueba mejora ostensiblemente, es La tarea está estructurada en bloques de 7 ensa-
decir, disminuye notablemente el tiempo de reac- yos. Los seis primeros eran simples: el objetivo
ción. Además, como demuestra el hecho que los aparecía solo en la pantalla. El séptimo, es un en-
sujetos se beneficien más de la práctica con series sayo complejo que dificulta la búsqueda, el objeti-
estructuradas que con series similares pero aleato- vo aparece camuflado en una matriz de 35 dígitos
riamente dispuestas, buena parte de la mejoría distractores.
progresiva es producto de la regularidad de las La aparición del objetivo en los dos tipos de
secuencias (Froufe, 1997). ensayos, simples -sin distractores- y complejos -
Lo interesante del aprendizaje serial entre otros con distractores-, estaba dispuesta de tal manera
elementos es que se desarrolla aparentemente al que dentro de cada bloque de siete ensayos era
margen de la conciencia de los sujetos experimen- posible predecir la ubicación del objetivo en el
tales, y es que es mucho más difícil, en este tipo de ensayo complejo, después de los 6 ensayos sim-
arreglos, mantener la existencia de participación ples. Para ello, cuatro de los ensayos simples pre-
consciente debido a que es una tarea de naturaleza decían exactamente la ubicación del objetivo en el
incidental (no volitiva) que se produce, además, ensayo complejo, mientras los dos ensayos sim-
en el curso de una tarea donde aparentemente no ples restantes servían como distractores que solo
hay nada que aprender, donde los ensayos son se introducían para producir ruido y camuflar la
muy rápidos y la rapidez exigida en la respuesta estructura subyacente. De este modo pueden exis-
dificulta la acción intencional o consciente (Jimé- tir 24 reglas distintas, producto de las combina-
nez, Méndez y Lorda, 1994). La etiqueta de apren- ciones del orden de los 4 cuadrantes donde podría

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EL RESURGIMIENTO DEL INCONSCIENTE 159

aparecer el objetivo en los ensayos simples para te su potencia aun en el caso de resultar desadap-
poderlo predecir en el complejo. tativos, de manera que el algoritmo inconsciente,
Por lo tanto los sujetos deberían ser capaces podría potencialmente explicar reacciones neuró-
de descubrir y asimilar las reglas que rigen las con- ticas en el campo clínico (Ferrer, 1993).
tingencias ente los ensayos simples y complejos, y Sin embargo, no todos los investigadores
lo que demuestran los resultados es que lo pue- concuerdan con Lewicki y sus colegas. La polé-
den hacer, ya que disminuyen ampliamente su tiem- mica podría resumirse de la siguiente forma: por
po de reacción (después de 168 presentaciones un lado están los que, como Lewicki, defienden la
de cada regla), pero al parecer no son conscientes tesis de que en el fondo del aprendizaje implícito
de saber cómo lo hacen, ni siquiera de ser cons- existe un algoritmo general de las asociaciones (re-
cientes de la existencia de regla alguna. cordemos la similitud con las polémicas tesis de
Lo más interesante es que éste y otros arre- Reber en su modelo de gramáticas artificiales), es
glos de aprendizaje serial de diversa complejidad decir reglas de aprendizaje de alto nivel, aunque
han podido demostrarse en niños de edad prees- seguramente subsimbólico, pero que demostra-
colar (cuya capacidad de pensamiento consciente rían una potencia tal -en palabras de Ferrer (1993)-
controlado es muy baja y sin embargo adquieren , en el procesamiento inconsciente, que sería capaz
logaritmos que implican interacciones condicio- de generar y almacenar aprendizajes complejos
nales entre variables) (Hill y Lewicki, 1991), en con capacidad formal y omnipresencia tan altas,
pacientes con síndrome de Korsakoff y de Al- que la “conciencia” volvería a ser algo así como
zheimer, que por su déficit de memoria no po- una especie de epifenómeno y además un poco
drían captar la organización subyacente, y inútil como sistema de procesamiento, ya que se-
finalmente con personas normales pero con am- ría innecesario dado el carácter ubicuo del proce-
nesia transitoria producida farmacológicamente samiento inconsciente.
(Froufe, 1997). Por el otro lado estarían una serie de autores
Gracias a estas observaciones Lewicki y sus (Ferrer, 1993; Perruchet, Gallego y Savy, 1990;
colegas consideran que los seres humanos somos Shanks, Green y Colodny, 1994; en Froufe, 1997)
capaces de desarrollar en distintos ámbitos de la que consideran que los mismos resultados pue-
realidad complejos “algoritmos de procesamien- den explicarse de forma mucho más parsimo-
to” de los que no somos conscientes, pero que niosa, y que las conclusiones erradas de los otros
nos permiten beneficiarnos de los patrones de autores se pueden deber a artefactos metodoló-
covariaciones multidimensionales, regularidades y gicos. La explicación propuesta es la siguiente: que
reglas que gobiernan los eventos del entorno, ac- la naturaleza del aprendizaje se debe a una asocia-
tuando de forma no sólo más rápida sino estruc- ción discreta de asociaciones; lo que el sujeto apren-
turalmente más sofisticada que los procesos de es un tipo de conocimiento sobre conjuntos
conscientes (Froufe, 1997). discretos de localizaciones sucesivas, es decir,
De hecho, Lewicki, apoyándose en sus for- series de localizaciones y no aprendizaje de alto
mulaciones teóricas, ha extrapolado sus conclu- nivel.
siones al funcionamiento del individuo, llegando a Ante la supuesta capacidad compleja y for-
la conclusión de que el ser humano funciona apren- mal del aprendizaje inconsciente, sobre todo por
diendo inconcientemente determinados “algorit- ejemplo en el manejo de leyes sintácticas que ma-
mos” que afectan su manera de percibir y nejamos implícitamente, lo que no se duda es que
reaccionar ante los eventos del ambiente (Lewic- se haga de manera automática, lo que se pone en
ki, Hill y Czyzewska, 1992) y de hecho plantea la duda es que se haya aprendido de forma incons-
existencia de mecanismos de autoperpetuación, ciente, por lo tanto se estaría llamando como im-
que hacen que estos algoritmos, enfrentados a una plícito lo que sólo podríamos llamar como
estimulación ambigua, generen evidencia de auto- aprendizaje procedimental (recordemos la diferen-
refuerzo que tienden a aumentar progresivamen- cia ya expuesta entre los dos tipos de aprendizaje).

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Como vemos, la polémica sigue abierta y mente expresable, sin alterar (al menos en una
vuelve a centrarse en planteamientos similares a medida comparable) la eficacia de la ejecución.
los ya vistos en el modelo de gramáticas artificia- Broadbent y sus colegas encontraron que las ins-
les. Veamos por último en qué consiste el modelo trucciones de cómo manejar los sistemas, mejo-
de sistemas dinámicos. raba la capacidad de los sujetos para contestar a
preguntas sobre el tema, pero apenas afectaba en
Sistemas dinámicos manera alguna la ejecución de control; lo que su-
El modelo de sistemas dinámicos ha sido desa- giere que la instrucción teórica, por una parte, y la
rrollado básicamente por Donald Broadbent y su práctica, por otra, en ocasiones pueden afectar a
equipo de la Universidad de Oxford. En las dife- procesos específicos en uno u otro criterio de
rentes versiones del control de sistemas dinámi- aprendizaje, más que a una base de datos común
cos (sistemas informatizados que simulan el a ambos.
comportamiento de un extraño individuo, la pro- Los diferentes estudios del grupo de Oxford,
ducción de azúcar de una azucarera, o la carga de concluyen que el factor fundamental para marcar
un autobús) la tarea consiste en alcanzar y mante- la disociación está en la cantidad y la notoriedad
ner un estado particular de rendimiento óptimo de la información comprometida. Si la cantidad
del sistema (salida) mediante interacciones sucesi- es poca y la notoriedad de la información es alta,
vas con él (entradas). Tanto el sistema como el es muy probable que sea procesada mediante lo
sujeto que interactúa con él pueden mostrar 12 que ellos llaman “aprendizaje selectivo”, que para
niveles de interacción posibles. En el caso de la nuestro propósito viene a ser lo que aquí hemos
persona computarizada, las posibles entradas y denominado aprendizaje explícito, por lo tanto el
salidas del sistema son 12 comportamientos or- sujeto tiene una alta probabilidad de verbalizar las
denados desde “muy grosero” hasta “muy ami- reglas que manejan el aprendizaje. Si por el con-
gable”. El objetivo del sujeto es mantener el sistema trario, la notoriedad es mínima y la cantidad de
en el estado “amigable”, mediante las diversas estimulación es muy alta, lo más probable es que
entradas permisibles. Finalmente, la relación entra el sistema “no selectivo” (para nosotros aprendi-
las entradas y las salidas viene determinada de an- zaje implícito) se encargue de procesarla y por ello
temano por una ecuación, que evidentemente es el sujeto, aunque presente una buena ejecución, es
desconocida por el sujeto experimental (Tubau y difícil que pueda verbalizar algo sobre la calidad
Herrrera, 1994). de su actuación.
Como recalca Froufe (1997), existirían dos Así, el sistema que desarrolla la capacidad de
procesos de disociación entre sistemas de apren- generar explicaciones es relativamente limitado y
dizaje distintos. Por un lado, la existencia de una serial, mientras que el responsable de la computa-
disociación entre procesos de aprendizaje, de ción de las contingencias y regularidades ambien-
manera que sistemas de nivel relativamente bajo o tales, sería un sistema menos limitado y paralelo
automático (que mantienen el buen nivel de ejecu- (Froufe, 1997). Sin embargo, como hemos veni-
ción), poca o ninguna comunicación tienen con do observando en cada uno de los modelos, nin-
sistemas cognitivos de nivel superior, lo que ex- guna de estas afirmaciones deja de ser polémica,
plicaría que el sujeto sea incapaz de verbalizar so- puesto que existe a la vez un cuerpo de investiga-
bre sus capacidades ejecutivas. Digamos que este dores que no están de acuerdo, de experimentos
tipo de disociación es la que han resaltado los au- y réplicas que no arrojan los mismos resultados y
tores de los dos anteriores modelos. Por otro lado, de críticas mutuas sobre artefactos metodológi-
una nueva y contraria disociación entre procesos cos. Y los sistemas dinámicos no son la excep-
es la que resalta Broadbent y sus colaboradores ción. Por ejemplo Green y Shanks (1993),
(Broadbent, Fitzgeral y Broadbent, 1986 y Berry encontraron resultados diferentes al replicar el
y Broadbent, 1984, citados por Froufe, 1997), experimento de Hayes y Broadbent (1988), o Tu-
quienes consideran que podrían existir variables bau y Herrera (1994) que no sólo encuentran re-
capaces de incrementar el conocimiento verbal- sultados distintos sino que también ofrecen

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EL RESURGIMIENTO DEL INCONSCIENTE 161

explicaciones alternativas a la disociación explíci- un conjunto de ejemplares o patrones de interac-


to/implícito. ción, pero ninguna regla abstracta o ecuación que
Tubau y Herrera tuvieron por objetivo pro- afecte las decisiones conscientes, entonces ¿cómo
fundizar en el debate sobre qué tipo de represen- aceptar que existe el aprendizaje implícito si su
tación definía mejor el producto del aprendizaje característica principal no se presenta?
implícito: conocimiento abstracto (reglas) o co- Al final los autores concluyen que, en reali-
nocimiento específico (ejemplares). Como es ca- dad, los sujetos aprenden es un arreglo de contin-
racterístico de los experimentos de sistemas gencias, tipo aprendizaje asociativo, muy lejano de
dinámicos, existe un sistema simple o fácil y uno reglas abstractas de alto nivel. Y como vemos,
complejo o difícil, que manejan las variables de nuevamente la polémica está abierta y la oferta de
cantidad y notoriedad de forma distinta, y que conclusiones resulta ser contradictoria.
usualmente arrojan resultados que se interpretan
como que el sujeto que interactúa con el sistema Conclusión
complejo acaba aprendiendo la ecuación que le
Con este trabajo hemos querido situarnos his-
rige, aunque a diferencia de los sujetos que apren-
tóricamente para poder conocer un poco más de
den el sistema simple, no es capaz de expresar
dónde proviene el término de aprendizaje implí-
verbalmente tal conocimiento.
cito, heredero del inconsciente, de sus ascensos y
Tubau y Herrera (1994), encontraron que pro- caídas a través de los diferentes momentos de la
cedimentalmente, los resultados de los sujetos del historia de la psicología científica, y unido incues-
sistema simple y complejo son equiparables, pero tionablemente a su hermana de nacimiento: la
difieren en el conocimiento declarativo, tal y como conciencia.
el grupo de Oxford ya lo había demostrado. Sin
Después de una sintética mirada a los más
embargo, mediante pruebas de reconocimiento
recientes aportes para entender el procesamiento
encontraron que en el sistema complejo, lo que
consciente de la información, recorrimos el naci-
aprende el sujeto, más que basarse en el aprendi-
miento del inconsciente, desde los primeros estu-
zaje de reglas o logaritmos de alto nivel, está ba-
dios en el siglo XVIII, su caída a principios del
sado en la creciente semejanza entre los estímulos,
siglo XX, y su posterior resurgimiento a media-
es decir, el almacenamiento en la memoria de pa-
dos del siglo pasado -ya como inconsciente cog-
trones específicos o conjuntos de ejemplares indi-
nitivo-, para llegar a la cresta de la ola en la
viduales y la comparación con los mismos. Lo
actualidad, manteniéndose como una área fructí-
cual contradice buena parte de las conclusiones
fera de investigación y debate.
de autores como Reber, Lewicki o el mismo
Broadbent, pero además los autores, concluyen Diferentes e importantes autores a través de
que la supuesta dicotomía de aprendizajes puede la historia, han visto como fundamental el estudio
no ser tan clara, puesto que la base del aprendizaje del inconsciente, desde Leibniz y Maine de Biran,
por almacenamiento de ejemplares individuales no pasando por Thorndike y Hull, hasta llegar a Re-
sólo se cumpliría en la situación de aprendizaje ber, Lewicki o Broadbent, quienes han postulado
implícito (sistema complejo) sino también el de interesantes modelos para entender un proceso
aprendizaje explícito (sistema simple) ya que el específico dentro del inconsciente cognitivo: el
conocimiento verbalizable surgiría con posterio- aprendizaje implícito.
ridad a una fase inicial de aprendizaje implícito Finalmente hemos analizado tres de los mo-
basado nuevamente en la memoria de ejemplares. delos más sobresalientes en el estudio del apren-
Sin embargo, lo más interesante del artículo dizaje implícito. El modelo de gramáticas
es la “vuelta de tuerca” final, donde los autores artificiales, el de aprendizaje serial y el de sistemas
concluyen que ni siquiera es necesario hablar de dinámicos. Estos tres modelos nos han permiti-
un proceso de aprendizaje implícito para explicar do observar en perspectiva el nivel de las investi-
los resultados, ya que si en los sistemas simples o gaciones recientes y la calidad de la polémica sobre
complejos lo que realmente aprende el sujeto es los procesos inconscientes o automáticos.

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De forma general podríamos decir que que operan al margen de la conciencia, sin que
estos modelos investigativos plantean una serie de medie ningún proceso de abstracción compleja
posibilidades explicativas del fenómeno del apren- (Brooks, 1978, citado por Tubau y Herrera, 1994).
dizaje implícito. Como veíamos en el capítulo an- Finalmente, una cuarta explicación del fenó-
terior, la meta -al fin y al cabo- de la investigación meno no apelaría a la existencia de un procedi-
científica es encontrar modelos explicativos que miento especial para el aprendizaje implícito, más
den cuenta de lo que sucede en los diferentes fe- bien consideraría que el conocimiento incomple-
nómenos. Estas posibilidades explicativas se pue- to que adquieren los sujetos en los experimentos
den presentar siguiendo a Tubau y Herrera (1994), es suficiente para explicar su desempeño y que la
de la siguiente forma: necesidad de postular un aprendizaje implícito sólo
La primera posibilidad explicativa proviene proviene de los artefactos experimentales de los
de Reber, según la cual existen dos procesos bien modelos (Dulany y cols., 1984; Perruchet y cols.,
diferenciados: uno consciente, explícito y con lí- 1990; en Tubau y Herrera, 1994).
mites para su procesamiento, y un segundo, basa- ¿Cuál de estas explicaciones es más adecua-
do en un mecanismo inconsciente, capaz de extraer da? Eso es algo que todavía no podemos saber.
y almacenar en forma altamente abstracta los pa- La investigación en esta área tan apasionante debe
trones regulares de un entorno complejo. De esta continuar, aún se necesita aunar muchos esfuerzos
forma, se procesa la información y se desarrollan para obtener nuevas y claras respuestas que expli-
modelos mentales que extraen reglas abstractas sin
quen cómo funciona el inconsciente en general, y
que el sujeto sea consciente de tal conocimiento,
el aprendizaje implícito en particular.
ni del beneficio que tiene sobre su ejecución.
La segunda explicación estaría basada en la
noción de co-ocurrencia o covariación. Sus ex- Referencias
ponentes principales serían Lewicki y Broadbent Berry, D. C. y Broadbent, D. E. (1984). On the
con sus respectivos equipos y modelos. Esta po- relationship between task performance and
sibilidad propone la existencia disociada de dos associated verbalizable knowledge. Quarterly
formas de adquirir conocimientos acerca de las Journal of Experimental Psychology, 36, 209-231.
relaciones entre variables. Por un lado estaría el Broadbent, D. E.; Fitzgerald, P. y Broadbent, H.
aprendizaje implícito, que surgiría a partir de la P. (1986). Implicit and explicit knowledge in
observación indiscriminada de todas las variables the control of complex systems. British Jour-
y el almacenamiento de todas las contingencias nal of Psychology, 77, 35-50.
entre ellas sin que medien procesos intencionales Caparrós, A. (1993). Historia de la psicología. Barce-
o conscientes. Lewicki lo llama “Algoritmos de lona: CEAC.
Procesamiento Interno” y Broadbent, “Procesa-
Crick, F. (1994). La búsqueda científica del alma. Ma-
miento No Selectivo”. Por el otro lado, existiría el
drid: Debate.
aprendizaje explícito, que implicaría la elección de
unas pocas variables relevantes y el registro cons- Chalmers, D. J. (1999). La Mente Consciente: En bus-
ciente sólo de las contingencias observadas entre ca de una teoría fundamental. Barcelona, Gedisa.
ellas. Dienes, Z.; Broadbent, D. y Berry, D. (1991). Im-
La tercera, se basa en el almacenamiento de plicit and explicit Knowledge bases in artifi-
ejemplares específicos, relacionados a través de cial grammar learning. Journal of Experimental
estructuras de contenido familiar. De tal forma Psychology: Learning, Memory and Cognition, 17,
que lo que sucede en los procedimientos experi- 875-887.
mentales, es que se establecen comparaciones glo- Dulany, D. E.; Carlson, R. A. y Dewey, G. I.
bales entre el nuevo ejemplar y los representados (1984). A case of syntactical learning and jud-
en la memoria, gracias a mecanismos analógicos gement.

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