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Cultivo de Camarones en Honduras
Cultivo de Camarones en Honduras
Análisis de Sostenibilidad
CEN 742
Julio, 1997
Documento en Proceso. Escrito por Lawrence Pratt, director adjunto del Centro
Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible -CLACDS-, y Gabriel
Quijandría, Investigador-Consultor de CLACDS. Este trabajo busca estimular la
reflexión sobre marcos conceptuales novedosos, posibles alternativas de abordaje de
problemas y sugerencias para la eventual puesta en marcha de políticas públicas,
proyectos de inversión regionales, nacionales o sectoriales y de estrategias
empresariales. No pretende prescribir modelos o políticas, ni se hacen responsables el
o los autores ni el Centro Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible del
INCAE de una incorrecta interpretación de su contenido, ni de buenas o malas prácticas
administrativas, gerenciales o de gestión pública. El objetivo ulterior es elevar el nivel
de discusión y análisis sobre la competitividad y el desarrollo sostenibles en la región
centroamericana. El contenido es responsabilidad, bajo los términos de lo anterior, de
CLACDS y no necesariamente de los socios contribuyentes del proyecto. Julio, 1997.
TABLA DE CONTENIDO
La República Popular China, Japón, India y Bangladesh son los principales países
productores de camarón a nivel mundial y en todos los casos los registros de captura
más recientes demuestran un progresivo deterioro en la cantidad de recursos
aprovechable a disposición de la industria. En América Latina, México lidera la
producción junto con Brasil, Panamá y Colombia. A excepción del caso de Brasil el
grueso de la extracción de camarón en América Latina se destina a exportaciones y en
países como Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica la pesca de camarón es la
actividad pesquera individual más importante.
1
CUADRO 1
Hemisferio
Occidental 25% 172,300 185,900 923 392 1,672
2
2. LA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DE CAMARÓN EN
HONDURAS1
CUADRO 2
Exportación
Año (US$)
1988 49,400,000
1989 35,100,000
1990 36,100,000
1991 54,224,000
1992 68,958,000
1993 112,400,000
1994 133,600,000
1995 124,500,000
Fuente: Banco Central de Honduras. 1990, 1991
1993, 1994,1995
La pesca de camarón natural es una actividad que ha sufrido una sensible declinación
en los últimos años, habiendo sido sobrepasada en volumen de producción por la
actividad de cultivo, la cual con su crecimiento a venido a mantener e incluso aumentar
los niveles de exportación a pesar de la reducción de los bancos naturales de camarón
en la costa del Caribe hondureño. La principal causa de la declinación de este sector de
la industria es la sobrepesca que se dio durante la década del ochenta, en que se los
niveles de extracción fueron muy elevados.
1
Debido a serios problemas con las estadísticas disponibles en Honduras, las cifras provenientes de
distintas fuentes muchas veces no coinciden entre sí. Para cada caso específico se intentó escoger la cifra
más aproximada a la situación real, en función de la confiabilidad de la información proveniente de cada
fuente con respecto a la variable analizada.
3
La producción de camarón cultivado ha crecido a un ritmo muy acelerado desde la
segunda mitad de la década del 80, debido a la existencia de numerosos incentivos
gubernamentales que buscaban aumentar los niveles de exportación del país,
especialmente de productos no tradicionales orientados a mercados fuera de la región
centroamericana, lo cual produjo un rápido aumento tanto en el otorgamiento de
concesiones de tierra en la zona sur del país para el establecimiento de fincas en el
Golfo de Fonseca.
A la generación de divisas para el país por parte de este sector de la industria se unen
otros beneficios tales como la generación de un número considerable de empleos
directos e indirectos y una elevación del nivel de ingresos de los habitantes de la zona
sur. A pesar de lo anterior, existe un serio cuestionamiento a las actividades de cultivo
de camarón debido a los efectos ambientales negativos que acarrea y a la problemática
social producida debido a la pérdida de acceso de los pescadores artesanales a
algunas de sus zonas de extracción tradicional.
CUADRO 3
Producción Valor
Año (TM) (US$)
1980 3 181,82 15 778 645
1981 2 727,27 13 524 532
1982 2 818,18 13 975 355
1983 2 954,55 14 651 613
1984 2 020,00 13 143 228
1985 1 954,46 9 692 167
1986 1 238,82 6 825 898
1987 1 786,36 9 842 844
1988 1 803,27 9 936 018
1989 1 056,36 5 820 544
1990 1 089,40 6 002 594
1991 4 119,00 36 696 000
1992 3 101,00 22 835 400
1993 4 080,00 32 844 000
1994 2 603,00 11 465 539
1995 2 205,00 17 743 170
Fuente: USAID-ROCAP-CRC, 1992 y González, 1996.
4
Las actividades de pesca se desarrollan principalmente entre julio y febrero y las
especies que se extraen incluyen cuatro tipos de camarones peneidos: el Rosado
(Penaeus dourarum), el Café Norteño (Penaeus aztecus), el Blanco Sureño (Penaeus
schmitti) y el Blanco Norteño (Penaeus setiferus) y numerosas especies de camarones
pequeños de reducido valor comercial (Metapenaeus, Xiphopenaeus). Antes del
establecimiento de las fincas camaroneras en el Golfo de Fonseca la producción incluía
una participación importante del camarón Blanco del Pacífico (Penaeus Vannamei),
pero en la actualidad casi la totalidad de esta especie se recolecta en estado de post
larva para su posterior engorde en fincas.
Al igual que todo el sector pesquero en Honduras este sector posee dos segmentos
claramente definidos, por un lado el de los pescadores artesanales y por el otro, el de
las empresas pesqueras de nivel industrial. La pesca artesanal se desarrolla tanto en el
litoral caribeño del país, como en el Golfo de Fonseca al sur, este tipo de pesca
aprovecha principalmente las desembocaduras de los ríos, estuarios y lagunas costeras
hasta un promedio de 3 km. sobre la plataforma continental. La pesca de tipo industrial
se desarrolla en costas y bancos coralinos ubicados en la costa noreste del país,
teniendo una cobertura de los primeros 5 km. del zócalo continental (SECPLAN, 1990).
Para 1990, el Censo realizado por la Organización Latinoamericana para del Desarrollo
de la Pesca mostraba que existían 2875 pescadores trabajando en el Golfo de Fonseca
y que el total de personas relacionadas a la actividad en el sur era de alrededor de
15000 personas, de los cuales por lo menos 5000 combinan sus actividades de pesca
con la agricultura en pequeña escala. (USAID/CRC, 1992) (SECPLAN, 1990).
Según dos estudios llevados a cabo durante la década de los 80, en la zona del Caribe
no existen bancos con recursos pesqueros de verdadera importancia económica para la
pesca artesanal a excepción de los de camarones y de langostas, los cuales se han
visto seriamente reducidos en los últimos años debido a una intensiva explotación por
parte de la flota de pesca industrial.
En el área del Golfo de Fonseca se pueden encontrar bosques de mangle, los que
debido a su alta tasa de productividad biológica, han servido como área de cría para
importantes poblaciones de decápodos, moluscos y camarones, incluso en la reducida
área del Golfo bajo soberanía hondureña.
5
estadísticas referentes a producción y tamaño del stock no son muy confiables (Cuadro
No. 4).
CUADRO 4
Con sus bases principales ubicadas en las Islas de la Bahía, la Barra de Catarasca,
Cauquira y Puerto Lempira, su actividad es casi exclusivamente el aprovechamiento de
camarones y langosta en aguas del Caribe, al noreste de Honduras.
El desarrollo de este segmento data de la década del 60, en la cual se establecieron las
primeras empresas pesqueras, con fuerte participación de capital extranjero, las cuales
reemplazaron a los barcos de bandera norteamericana que aprovechaban el recurso
durante los 50 (USAID/CRC, 1992).
2
Etnia de origen afro-caribeño asentada en la Costa Noreste de Honduras.
6
En 1990 el segmento de pesca industrial estaba conformado por 6 empresas que
conformaban una flota de 355 embarcaciones y daban trabajo a 4263 pescadores
industriales. Por otro lado, habían otras 982 personas involucradas en actividades de
procesamiento y empaque para exportación. Por otro lado, existían en 1992
aproximadamente unos 1500 buzos dedicados a la extracción de langosta y caracol
(USAID/CRC, 1992).
La flota pesquera utiliza embarcaciones de madera con casco de hierro u fibra de vidrio,
de aproximadamente 20 a 25 metros de eslora y motores de entre 210 y 390 h.p. Las
redes de arrastre son las más utilizadas por los barcos camaroneros, para la captura de
langostas se usan nasas de madera y equipos de 20 a 40 buzos (SECPLAN, 1990).
La actividad se realiza durante ocho meses consecutivos, período durante el cual los
barcos regresan a la costa sólo a descargar el producto y a aprovisionarse nuevamente.
En algunos casos se transfiere toda la carga de un grupo de barcos a uno solo, el cual
regresa a su base en la costa. El producto extraído por esta industria se distribuye en
una proporción de 80% para exportación y 20% para consumo en el mercado interno
(SECPLAN, 1990).
Una vez concluido el período de aprovechamiento se decreta una veda de cuatro meses
(Del 1 de Febrero al 30 de Junio), que supone que los barcos permanezcan en sus
bases para permitir la regeneración natural de los bancos afectados por la actividad
extractiva y para ser sujetos a inspecciones por parte de DIGEPESCA, con la finalidad
de renovar sus licencias anuales de pesca. En cuanto a la veda de langosta, esta cubre
tres meses y medio (Del 16 de marzo al 31 de Julio) y más que nada restringe el
tamaño de las especies a pescar y establece la prohibición de pesca de hembras
grávidas (SECPLAN, 1990 y González, comunicación personal, 1996).
Según DIGEPESCA las vedas tienen sólo una importancia relativa en la protección de
las especies pesqueras y su nivel de cumplimiento es aun muy reducido, debido
principalmente a la falta de recursos económicos de la institución responsable del
monitoreo. Actualmente se cuenta con el apoyo de la fuerza naval de Honduras, pero
aun así los bancos de langosta, caracol, moluscos, cangrejos y jaibas están bajo serias
presiones de explotación, que pueden tener consecuencias negativas a mediano plazo.
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2.2 Cultivo de Camarón
Ubicado en el tercer lugar a nivel de América Latina, sólo superado por la producción de
Ecuador y de México, el sector de producción de camarón cultivado de Honduras ha
experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años, tanto en términos del nivel
de inversiones, de la cantidad de empleos generados, como de expansión del área de
cultivo. El Cuadro No. 5 muestra la evolución de la producción de este sector de la
industria camaronera.
CUADRO 5
Producción Valor
Año (TM) (US$)
1980 N/D N/D
1981 90.91 400,731
1982 90.91 400,731
1983 181.82 801,463
1984 454.96 2,005,466
1985 363.64 1,602,925
1986 818.18 4,508,172
1987 1,363.64 7,513,656
1988 2,272.73 12,522,742
1989 2,363.64 13,023,656
1990 3,014.99 16,612,595
1991 1,663.00 17,528,000
1992 4,462.20 46,122,600
1993 6,095.00 62,356,000
1994 8,192.38 54,168,017
1995 7,029.40 46,478,393
1996 9,966.36 77,000,000
Fuente: USAID-ROCAP-CRC, 1992; Banco Central de Honduras.
1988, 1989, 1990, 1991, 1993, 1994, 1995 y ANDAH, 1996b.
8
En este momento los rendimientos de la industria oscilan entre los 1500 kg. por
hectárea al año de una finca de producción semi-intensiva y los 150 kg. por hectárea de
un pequeño productor independiente utilizando métodos extensivos de cultivo
(USAID/CRC, 1992 y Perdomo y Pino, 1992).
CUADRO 6
9
A pesar de que no existe un dato unánimemente aceptado acerca de los costos de
producción, algunos estimados los colocan para 1990 en el nivel de US$ 3.10 de costos
operativos y US$ 4.40 de costos totales (fully loaded cost) por kilogramo de cola
producido. Estas estimaciones son hechas con base en la utilización de post larva
silvestre y no al uso de post larva de laboratorio, cada vez más difundido, lo cual eleva
los costos finales.
CUADRO 7
10
Al igual que la mayoría de los países productores de camarón cultivado en el Hemisferio
Occidental, la especie de camarón preferido es el camarón blanco del Pacífico
(Penaeus vannamei), el cual constituye aproximadamente 80% del total, el otro 20%
corresponde al camarón azul (Penaeus stylirostris). Si bien en la década de los 70 se
hicieron intentos de producción con especies de agua dulce (Macrobrachium
rosenbergii) y con otras especies de mar (Penaeus occidentalis y Penaeus schmitti), los
reducidos rendimientos hicieron desestimar las inversiones.
A estos problemas se debe agregar el hecho de que la post larva producida a partir de
nauplios importados en laboratorios es extremadamente sensible a los cambios en la
calidad del agua, lo cual limita mucho su utilización efectiva en la cuenca hidrográfica
del río Choluteca, caracterizada por un nivel de contaminación importante.
Al principio, la post larva de laboratorio se utilizaba para cubrir la demanda durante los
meses de escasez de post larva silvestre, especialmente la época seca del año. En la
actualidad la post larva de laboratorio se usa durante todo el año, para suplir el faltante
de larva que se ha generado por el explosivo crecimiento de la demanda. La proporción
de larva de laboratorio utilizada en la actualidad alcanza alrededor del 20% en verano y
del 50% en promedio anual. (Avalos, comunicación personal, 1996).
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CUADRO 8
12
CUADRO 9
13
CUADRO 10
Rubro
Según una analista extranjera (Stanley, 1996), sólo un 30% de los empleos generados
por el sector son permanentes y un 50% es por contrato directo. Aparentemente el nivel
de generación de empleos sería de menos de un puesto de trabajo por cada hectárea
de producción. Las fincas acuerdan con los trabajadores contratos verbales, renovables
cada tres meses, por lo que estos se convierten en “trabajadores temporales
permanentes”, no pudiendo acogerse a los diferentes beneficios que adquieren los
empleados permanentes. Adicionalmente se habla de persecución contra aquellos
trabajadores que han intentado establecer sindicatos en la industria, los cuales no
existen y son reemplazados por el esquema de asociaciones solidaristas.
De acuerdo a otro estudio (Perdomo y Pino, 1992), la sostenibilidad a largo plazo de los
niveles de empleo de este sector no está plenamente asegurada debido a que ”...las
posibilidades de generación masiva de empleo está fuertemente asociada con la
evolución de los equilibrios ecosistémicos. Todo parece indicar que proseguirá el ritmo
de deterioro del manglar con la consecuente disminución de la materia biológica básica
para emprender actividades acuícolas.”.
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3. IMPACTOS AMBIENTALES DE LA INDUSTRIA DE
PRODUCCIÓN DE CAMARÓN EN HONDURAS
! Bajas capturas promedio por cayuco o lancha por viaje: Los rendimientos
oscilan entre las 15 y las 100 libras y están en función del tipo de embarcación,
del uso de motores y/o de la especie objetivo.
! Infraestructura y servicios asociados deficitarios: Sobre todo en lo referente a
facilidades de desembarque, manejo y conservación de la producción,
reparación y mantenimiento de motores, fabricación de artes de pesca,
suministro de hielo y otros insumos.
! Inexistencia de un mercado de subastas: Lo cual dificulta que los pescadores
obtengan mejores precios por sus productos.
! Dependencia financiera con respecto a intermediarios: Lo que unido a la
situación anterior lleva a que los intermediarios fijen precios por debajo de los
niveles de mercado, aprovechándose de la necesidad del productor y de la
perecibilidad del producto.
! Proceso de comercialización con escaso control: Especialmente sobre la
calidad del producto vendido para evitar problemas de intoxicación que podrían
ser ocasionados por mal estado del producto.
! Restricción en el acceso a zonas tradicionales de explotación: Específicamente
en las zonas del sur, donde el proceso de concesión de tierras para el cultivo de
camarones a resultado en una suerte de “privatización” de los accesos a las
lagunas de invierno y a los estuarios. (CODDEFFAGOLF, 1996).
! Competencia por el aprovechamiento de recursos comunes: Tanto con la pesca
industrial (camarón adulto), como con los productores de camarón cultivado
(post larva). Esta segunda situación parece ser la más seria actualmente ya que
en la zona del Golfo de Fonseca se reportan casos de pescadores artesanales
muertos por los guardias privados de las fincas camaroneras. (Stanley, 1996 y
Varela, comunicación personal, 1996).
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! Sobrecapitalización de la flota pesquera: Existe un exceso de capacidad de
pesca para la capacidad de carga de la zona en que están concentrados. Esto
ha motivado que se hayan reducido los rendimientos promedio de producto
capturado por unidad de esfuerzo de 35 TM en 1987 a 18.8 TM en 1995,
produciéndose una reducción del nivel general de rentabilidad de la industria e
incluso que ciertos productores estén teniendo fuertes pérdidas operativas.
! Problemas de mortalidad de fauna acompañante del camarón: La cual es
atrapada en las redes de arrastre que utilizan los pescadores. Se calcula que
por cada libra de camarón pescado se extraen entre 5 y 20 libras de fauna de
acompañamiento (Earth Island Institute, 1996). Actualmente los Estados Unidos
han aprobado un embargo unilateral al camarón pescado con redes de arrastre
(para proteger especialmente a las tortugas marinas), lo cual ya está afectando
al camarón proveniente de México. Las redes de arrastre son las artes de pesca
más utilizadas y por tanto el daño al stock de otras especies acompañantes del
camarón es importante.
! Problemas asociados con accidentes entre buzos dedicados a la extracción de
langosta y caracol: La falta de equipo adecuado, de capacitación y de mínimas
medidas de seguridad han llevado a repetidos casos de muerte o incapacidad
permanente por accidentes de descompresión y ahogamiento. Entre 1976 y
1990 un total de 56 buzos murieron por accidentes de trabajo y unos 140
sufrieron daños físicos que les produjeron parálisis y diversas enfermedades
respiratorias (USAID/CRC, 1992).
! Dependencia de un número limitado de recursos pesqueros: Ocasionado por
altos rendimientos económicos del camarón, langosta y caracol y por
desconocimiento de la biomasa de otros recursos alternativos con buen
potencial. Esto ha tenido como resultado la sobrexplotación de los recursos
rentables, cuyos bancos se han reducido sensiblemente. En la actualidad,
solamente un 20% de la pesca de acompañamiento capturada en las redes de
arrastre es aprovechada de alguna forma por el sector (USAID/CRC, 1992).
! Bajo nivel de utilización de la capacidad de procesamiento-empaque:
Ocasionado por la reducción en el nivel de captura del camarón. En la
actualidad se calcula que el nivel de utilización de capacidad instalada está
alrededor de un 46.67%. El establecimiento progresivo de plantas de
procesamiento-empaque en la zona sur, más cercana a las fincas de cultivo,
puede agravar aun más el problema en el mediano plazo.
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cual hace la actividad poco rentable, debido a que la tasa de conversión de los
desechos en harina es de 7 a 10% solamente (González, comunicación personal,
1996).
El Síndrome de Taura es una afección viral que debe su nombre a haber sido registrada
por primera vez en la desembocadura del río Taura, en plena zona de producción
camaronera de Ecuador. Inicialmente asociado al uso intensivo de pesticidas por las
bananeras aguas arriba del río Taura (Colburn, 1994), en la actualidad se le ha
empezado a relacionar con fenómenos de eutroficación de aguas (Avalos,
comunicación personal, 1996), debido a grandes cantidades de alimento con alto
contenido de proteína que no es consumido por los camarones y termina favoreciendo
el crecimiento de algas.
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3.2.1 La problemática del Manglar en el Golfo de Fonseca
Los manglares son formaciones vegetales altamente complejas que se ubican en las
zonas de intercambio de aguas entre deltas y esteros de ríos y el mar en áreas
tropicales y subtropicales. Los manglares están conformados por varias especies
diferentes de árboles que tienen como característica propia estar plenamente adaptados
a vivir en agua salobre, poseyendo raíces especiales que facilitan su avance
colonizador sobre áreas nuevas. Debido a su alta diversidad de flora y fauna, los
manglares proveen toda una serie de bienes y servicios útiles para los habitantes de las
zonas costeras. En economías de subsistencia la utilización del manglar tiene un
impacto relativamente reducido, sin embargo la tendencia mundiales hacia su
transformación definitiva en fincas acuícolas, salineras y tierras de cultivo.
A pesar de que todos los manglares del país fueron declarados protegidos en 1958
mediante la Ley de Pesca aprobada en ese año, su destrucción progresiva por la acción
directa o indirecta de actividades productivas y extractivas es una realidad difícil de
negar. De acuerdo a cálculos hechos por la COHDEFOR, alrededor del 83% del área
cubierta por manglares a mediados de los 60’s ha sido destruida tanto por la utilización
de la madera como material de construcción o combustible, como por la progresiva
transformación de los bosques originales para otros usos, los cuales resultan ser
insostenibles a mediano y largo plazo. El Cuadro No. 11 muestra la evolución en el uso
del manglar en Honduras durante un período de 7 años.
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CUADRO 11
1987 1994
Superficie Superficie
Categoría de Uso (Has.) % del Total (Has.) % del Total
En el caso del bosque de mangle, suponiendo que todo el desarrollo de las salineras se
llevó a cabo desmontado bosque de manglar, aun la ampliación del área de fincas fue
responsable de alrededor del 81% de la pérdida de bosques de mangle. Esta situación
demuestra que las acusaciones de los camaroneros acerca de que los principales
responsables por la pérdida de manglar siguen siendo los salineros o los que
aprovechan la madera de mangle no tienen fundamento. El Cuadro No. 12 muestra la
pérdida de diferentes tipos de manglar debido a la construcción de fincas camaroneras.
19
CUADRO 12
De acuerdo a un estudio llevado a cabo por el World Wide Fund for Nature (Dinerstein,
1995) en 1995, la zona del Golfo de Fonseca es una de las de mayor prioridad con
respecto a un programa de manejo sostenible de los recursos del manglar. Debido a su
tasa de utilización anterior y actual y a los riesgos que el mismo enfrenta a futuro, por la
presión de diferentes industrias, se clasificó a esta unidad con un estatus de área en
peligro3.
3
Vale la pena destacar el hecho de que otras zonas de manglar bajo presión de la industria camaricultora
también fueron definidas como en peligro (Golfo de Guayaquil/Tumbes) y en situación crítica (Manabí).
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CUADRO 13
TOTAL 22 400
Fuente: SECPLAN, 1990.
Uno de los principales factores responsables del abandono del algodón por parte de los
productores de la zona sur de Honduras, cuando el precio bajó en la década de los 80,
fue la enorme de dependencia que se generó con respecto a los agroquímicos, los
cuales siendo importados aumentaron los costos de producción a niveles no rentables.
A pesar de que la Food and Drugs Administration de los Estados Unidos no reporta
casos de embarques de camarón rechazados por contenido de pesticidas y/o metales
pesados, algunos observadores (Perdomo y Pino, 1992) afirman que “...la alta
residualidad de los productos químicos utilizados...” en el cultivo de algodón durante los
60 y los 70, “...han llegado incluso a afectar las fincas acuícolas donde se han detectado
restos de DDT entre las especies en crecimiento.”.
21
los segundos han producido en el medio al adoptar prácticas de producción
absolutamente insostenibles. Las acusaciones incluso involucran a las Secretarías del
Ambiente, Recursos Naturales y la Fiscalía Ambiente, quienes según los algodoneros,
no aplicaron a los meloneros y cañeros las restricciones que ahora les aplican a ellos.
Más de la mitad de los productos aplicados son altamente tóxicos y expertos como
David Kaimowitz consideran que la forma en que se está manejando el melón lo está
convirtiendo rápidamente en un segundo “algodón”. Un punto a destacar en todo este
problema es que entre 10 y 20% de los insecticidas usados sirven para evitar plagas
que afectan únicamente el aspecto de la fruta.
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3.2.2.3 Otras Actividades Tradicionales
Las industrias dedicadas a la curtiembre utilizan la corteza del mangle debido a su alto
contenido en taninos. En 1994, un total de 6 empresas aprovecharon unos 98 m3 de
corteza de mangle rojo (Rhizophora mangle), lo cual supuso el derribo de
aproximadamente 70 árboles de un volumen promedio de 7.5 m3 cada uno (Oyuela,
1995).
El río es utilizado como fuente de agua de riego para los cultivos que se desarrollan en
los departamentos de El Paraiso y Choluteca. Luego de su recorrido hacia el sur, el río
desemboca, a través de los diferentes esteros que forma, en el Golfo de Fonseca en la
costa del Pacífico.
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! Alto grado de contaminación de las aguas por disposición de desechos líquidos
y sólidos de origen industrial y doméstico. A pesar de esto, los pobladores
ribereños siguen consumiendo el agua, especialmente durante la época seca
del año.
! Alteración del cauce normal del río como consecuencia de la extracción de
material (arena, grava) y de la disposición no controlada de basura y material de
construcción por parte de personas e incluso de empresas.
! Reducción del caudal por tala y quema indiscriminada de bosques en la parte
alta de la cuenca del río.
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Mangrove Action Project, impulsado por el Earth Island Institute, una red que nuclea a
unas 300 ONG´s en 40 países del mundo. (Earth Island Institute, 1996).
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aprobó en julio de 1996 el Acuerdo Ejecutivo No. 05-96, el cual establece una moratoria
completa al desarrollo de nuevas fincas de producción de camarón cultivado en la zona
del Golfo durante un período de un año a partir de la publicación del referido Acuerdo 4.
Durante el período que dure la moratoria las Secretarías del Ambiente, la de Recursos
Naturales, el Instituto Nacional Agrario, la Corporación Hondureña de Desarrollo
Forestal, la industria y las ONG´s deberán determinar la carga máxima que el área del
golfo puede soportar. Para definir la carga se llevará a cabo un estudio de evaluación
del impacto ambiental de la actividad camaronera hasta la fecha. El estudio sería
costeado por el gobierno y se haría contratando a una empresa consultora
independiente para asegurar la objetividad de la información. Dependiendo de los
resultados del estudio el gobierno decidirá si es recomendable o no una ampliación de
la superficie de tierras dedicada a la actividad camaricultora.
A pesar de que la moratoria los afecta directamente, los representantes del sector
camaricultor han apoyado frente a la opinión pública la medida del gobierno, a la cual
consideran una forma eficiente de diseñar una estrategia de acción que permita un
crecimiento más ordenado de la industria (Diario La Prensa, 10/10/96). Según algunos
indicios, la moratoria podría renovarse una vez que termine su período de vigencia, de
manera que se amplié el tiempo disponible para llevar a cabo el estudio, evaluar sus
resultados y poner en práctica nuevas medidas de control.
4
El Acuerdo No. 05-96 fue publicado el día 20 de agosto de 1996.
26
4. IMPACTOS ECONÓMICOS NEGATIVOS DEL CULTIVO DE
CAMARÓN
De acuerdo al estudio de Stanley que se analiza más arriba, una programación lineal
para una finca camaronera que se puede expandir sólo hasta 253 hectáreas, con 2.3
siembras al año y con limitaciones para tener acceso a post larva de calidad, arrojó
como resultado que el precio sombra, es decir el precio máximo que la empresa está
dispuesta pagar por un recurso escaso, de la tierra llega a los US$ 650 por hectárea por
año.
Otro potencial efecto negativo de los subsidios es el de que envían una señal errada, de
abundancia del recurso tierra, al productor ya que a precios menores la eficiencia en la
utilización de este recurso disminuye y existe un incentivo grande a hacer un uso
intensivo sin consideraciones de largo plazo. Esto se expresa en la afirmación de
algunos productores que afirman que “...nosotros sabemos que esta actividad va a
declinar en cinco u siete años, pero necesitamos obtener los máximos beneficios ahora.
Después buscaremos fuentes alternativas de ingreso.”. (Greenpeace, 1994).
De acuerdo al estudio de Stanley, la post larva alcanzó un precio sombra de US$ 16 por
cada 1000, lo cual superaba el precio tanto de la post larva de laboratorios hondureños
27
(US$ 6 por 1000), como el de la importada (US$ 9.00 por 1000). Una consecuencia
directa de esta situación es que el costo de mantener los estanques vacíos y/o de
realizar siembras tardías es muy elevado.
Como el precio sombra reportado es mayor que el precio que los productores pagan
actualmente por el recurso y debido a la reducción del acceso a post larva silvestre,
aumentos del precio del producto de laboratorio no van a llevar a una reducción en el
uso de post larva de dicho origen. Por otro lado, debido a los buenos ingresos que
reciben los laboratorios de producción de post larva lleva a preguntarse si es que siguen
siendo justificables los privilegios fiscales de los cuales gozan estos laboratorios
actualmente, debido a que ello fomenta el sobreuso de insumos importados (nauplios,
equipos, etc.) y por tanto reduce el valor agregado generado en el país.
28
5. LEGISLACIÓN AMBIENTAL QUE REGULA LA INDUSTRIA5
Este régimen especial de administración fue creado a través del Decreto No. 37 de
1984 y modificado por medio del Decreto No. 190-86 de 1986. La finalidad principal de
este sistema es la atracción de inversiones nacionales y extranjeras en el sector
industrial dedicado a la producción de bienes para exportación a mercados extra-
regionales.
5
Para concluir esta sección se está en espera de comentarios acerca de la leyes ambientales que regulan
la actividad por parte de Carlos Chacón.
6
Falta incluir información sobre posibles subsidios a la industria en servicios de electricidad, agua, etc.
29
Los beneficios que otorga este esquema incluyen la excención del pago de los
impuestos aduaneros, consulares, de ventas y cualquier otro recargo a la importación
sobre bienes de cualquiera de estos tres tipos (Moncada, 1995):
Este esquema de atracción de inversiones fue creado en 1987 mediante el Decreto No.
37-87, teniendo como finalidades principales la generación masiva de nuevas fuentes
de empleo, así como la transferencia de tecnología por medio de ofrecer facilidades
fiscales a actores privados para el establecimiento de parques industriales que
arrienden espacios dedicados a producir bienes de exportación. Las facilidades
ofrecidas por este régimen de inversión incluyen la libre importación y exportación de
bienes sin necesidad de pagar derechos de exportación o de internamiento y la
exoneración del pago del impuesto sobre la renta, de 20 años para el operador de los
parques industriales y sin límite de tiempo para sus usuarios.
En el artículo No. 20 del decreto, se establece que los usuarios de las instalaciones de
una ZIP tienen la posibilidad de otorgar contratos de manufactura a otras personas o
empresas localizadas en otra zona del territorio nacional. Para cumplir con estos
contratos, las personas o empresas contratadas tendrán la posibilidad de internar
30
temporalmente en el territorio nacional bienes provenientes de la ZIP, para su utilización
en el proceso de manufactura requerido.
Al igual que la ley que crea el RIT, el Decreto No. 37-87 carece completamente de
referencias expresas a la temática ambiental involucrada en el desarrollo, operación o
administración de las empresas establecidas en las ZIP. Las obligaciones de las
sociedades operadoras de ZIPs, incluyen la construcción de instalaciones, la provisión
de los servicios básicos y/o de exportación, sin embargo no hay mención a la
administración de los desechos líquidos y/o sólidos que se produzcan dentro del área
de la ZIP. Adicionalmente, las sanciones sólo contemplan el incumplimiento a la ley de
ZIP, a las disposiciones del Acuerdo de Autorización de la ZIPs y a los instructivos
emanados de la Secretaría de Economía y Comercio.
31
6. POLÍTICAS FINANCIERAS Y CREDITICIAS CON RESPECTO
A LA INDUSTRIA
Los criterios de otorgamiento de crédito para a este sector no toman nunca en cuenta el
hecho de que la flota pesquera hondureña se encuentra sobrecapitalizada y que la
entrada de nuevos actores en la industria lo único que puede producir es una reducción
aun mayor de los ya mermados niveles de utilidad de los pescadores actuales.
Entre los bancos comerciales que fueron beneficiarios de esta primera modalidad
estaban el Banco del Ahorro Hondureño, el Banco de las Fuerzas Armadas, el Banco
Hondureño del Café, el Banco Mercantil, el Banco Continental y el Banco de los
Trabajadores.
32
CUADRO 14
TOTAL 7,321,000
Fuente: BCIE. Gerencia del Sector Privado. Departamento de Proyectos, 1997
A diferencia del caso del sector de pesca, los pequeños productores de este sector
tienen un buen nivel de acceso a las fuentes de financiamiento a través de programas
de apoyo al desarrollo de cultivos de exportación. Sin embargo, el crédito no es
distribuido muy equitativamente entre los productores, un ejemplo de ello es el hecho de
que de un total de US$ 591,652 otorgados a 50 camaroneros en el período 1990-1991,
US$ 377,358 fueron entregados a un solo productor (Perdomo y Pino, 1992).
33
sin embargo, un análisis de los impactos que la industria puede generar sobre su propia
sostenibilidad no está presente.
34
7. INSTITUCIONES INVOLUCRADAS EN LA REGULACIÓN DE
LAS ACTIVIDADES DE LA INDUSTRIA
7
La DIGEPESCA reemplazó al Departamento de Pesca de la Dirección de Recursos Naturales
Renovables, el cual desarrollaba las funciones de regulación de las actividades pesqueras y piscícolas
hasta ese momento.
35
7.1.3 Camaricultura
Para cumplir con sus labores de extensión de permisos de utilización de las “zonas
turísticas” a nivel nacional, SECTUR contaba en 1992 con grupo de entre 5 y 10
profesionales. A pesar de su enorme responsabilidad en el desarrollo de la
camaricultura, SECTUR no contaba en ese momento con ningún biólogo u ecólogo que
pudieran apoyar en aspectos técnicos los dictámenes de la Secretaría con respecto a
las solicitudes de concesión de tierras costeras. Para subsanar este problema SECTUR
suele consultar con DIGEPESCA, COHDEFOR y el Instituto Nacional Agrario, quien sin
36
embargo últimamente se ha declarado como técnicamente incompetente para otorgar
terrenos costeros en arrendamiento (SECTUR, 1990).
Debido a que está formada por las empresas más grandes y más avanzadas, es una
gran difusora del paquete tecnológico actualmente en uso y como tal brinda apoyo a
investigaciones tendientes a mejorar los rendimientos productivos. Desde 1992 la
preocupación ambiental es parte de su agenda y esta se expresa en el hecho de que
maneja por lo menos tres proyectos:
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! Liberación de Reproductores en el Golfo: Que consiste en la liberación de
camarones adultos en la zona del Golfo de Fonseca para asegurar tanto el
suministro futuro de pos-larva para la industria como la disponibilidad de
camarón para los pescadores artesanales.
! Protección de la Tortuga Golfina: Mediante la recolección de los huevos y su
anidamiento artificial para evitar su destrucción por obra de recolectores
comerciales y depredadores.
38
ANEXOS
39
ANEXO 1
DECLARACIÓN DE CHOLUTECA
DECLARAMOS: Nuestro interés porque se haga una moratoria mundial que impida el
establecimiento o expansión de más fincas camaroneras, mientras se estudia la mejor
forma de transformar la camaronicultura en una actividad equitativa y ecológicamente
compatible con los principios del desarrollo sostenible.
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DEMANDAMOS
DEMANDA 10: Aplicar el principio precautorio en cada uno de los pasos para el
desarrollo de la camaronicultura.
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DEMANDA 11: Prohibir la contaminación de áreas circundantes como resultado de la
descarga excesiva de desechos orgánicos e inorgánicos.
DEMANDA 15: Prohibir el uso de alimentos para camarones a base de peces que
puedan usarse para alimentación humana.
DEMANDA 16: Asegurar que la captura de larvas de camarón y cualquier otro tipo de
actividades no tenga efectos adversos sobre la diversidad y sobrevivencia de las
especies acompañantes.
Las ONG´s presentes han aprobado un plan de acción para iniciar un proceso de
investigación, denuncia, educación y presión ciudadana a fin de confrontar las
actividades de la camaronicultura nos sostenible.
42
DOCUMENTOS CONSULTADOS
Banco Central de Honduras. Memorias. 1988, 1989, 1990, 1991, 1993, 1994 y 1995.
Tegucigalpa.
Costanza, Robert; Kemp, Michael W. and Boynton, Walter R. Predictability, Scale and
Biodiversity in Coastal and Estuarine Ecosystems: Implications for Management. AMBIO
Vol. 22 No. 2-3. May, 1993.
Chan, George L. Aquaculture, Ecological Engineering: Lessons from China. AMBIO Vol.
22 No. 2-3. May, 1993
Chauvin, William D. Shrimp Market Update. Seafood Business. Volume 14, No. 5.
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Chauvin, William D. What Embargo?. Seafood Business. Volume 15, No. 6. Rockland,
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Dewalt, Billie; Vergne, Philippe and Hardin, Mark. Shrimp Aquaculture and the
Environment: People, Mangrove and Fisheries on the Gulf of Fonseca, Honduras. World
Development. Volume 24, No. 7. London, 1996.
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Diario La Prensa. 10/10/1996; 22/10/1996.
Dinerstein, Eric et. al. A Conservation Assessment of the Terrestrial Ecoregions of Latin
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Fiorillo, John. Bad News Bear: The Enemy Within. Seafood Business. Volume 16, No. 1.
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Gutting, Richard. The Magnuson Act takes the Hot Seat. Seafood Business. Volume 15,
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Development. Amsterdam, October, 1996.
Matsen, Brad. Sitting Duck: Ready, Aim.... Seafood Business. Volume 15, No. 1.
Rockland, January/February, 1996.
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Moncada Valladares, Efraín. Las Dos Caras de la Maquila en Honduras. Postgrado
Centroamericano en Economía y Planificación del Desarrollo. Documento de Trabajo
No. 10. Organización Internacional del Trabajo - Universidad Nacional Autónoma de
Honduras. Tegucigalpa, julio de 1995.
Ngoile, Magnus A.K. and Horrill, Chris J. Coastal Ecosystems, Productivity and
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Weber, Peter. Abandoned Seas: Reversing the Decline of Oceans. Worldwatch Paper
No. 116. Worldwatch Institute. Washington, 1993.
45
PERSONAS CONSULTADAS
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