hace Jesús, puede decir es mío. “Hija mía, quien está en mi Voluntad, todo lo que Yo hago, el alma puede decir es mío, porque la voluntad del alma está tan fundida con la mía, que lo que hace mi Voluntad hace ella, así que viviendo y muriendo en mi Querer no hay bien que con ella no se lleve, porque no hay bien que mi Voluntad no contenga, y de todos los bienes que hacen las criaturas mi Voluntad es la vida; entonces, muriendo el alma en mi Voluntad se lleva consigo todas las misas que se celebran, las oraciones y las obras buenas que se hacen, porque todas son frutos de mi Voluntad, y además, todo esto es mucho menos en comparación del obrar mismo de mi Voluntad que el alma se lleva consigo como suyo, basta un instante del obrar de mi Voluntad para sobrepasar todo el obrar de todas las criaturas pasadas, presentes y futuras. Así que el alma muriendo en mi Voluntad, no hay belleza que la iguale, ni altura, ni riqueza, ni santidad, ni sabiduría, ni amor, nada, nada la puede igualar, así que el alma que muere en mi Voluntad, al ingreso que hará en la patria celestial no sólo se abrirán las puertas del Cielo, sino que todo el Cielo se abajará para hacerla entrar en la celestial morada, para hacer honor al obrar de mi Voluntad. Qué decirte además de la fiesta, la sorpresa de todos los bienaventurados al ver esta alma toda sellada por el obrar de la Voluntad Divina; al ver en esta alma que todo lo ha hecho en mi Querer, que todo lo que ha hecho en vida, cada palabra, cada pensamiento, obra, acción, etc., son tantos soles que la adornan y uno diverso del otro en la luz y en la belleza; al ver en esta alma los tantos ríos divinos que inundarán a todos los bienaventurados, y que no pudiéndolos contener el Cielo correrán también en la tierra para bien de los viadores. ¡Ah!, hija mía, mi Voluntad es el portento de los portentos, es el secreto para encontrar la luz, la santidad, las riquezas; es el secreto de todos los bienes, y no es conocido, y por lo tanto ni apreciado ni amado. Al menos tú aprécialo y ámalo, y hazlo conocer a cuantos veas dispuestos.” Libro del Cielo. Marzo 8, 1914 Volumen 11 “Hágase Tu Voluntad En la Tierra Como En El Cielo”
“Hija de mi Santo Querer, quien es hija debe
conocer lo que hace el padre, debe saber lo que posee y debe poder decir al padre: ‘Lo que es tuyo es mío.’ Y si esto no fuera, significa que no hay sumo acuerdo entre padre e hija, o que tal vez no es hija legítima de este padre. Así es, quien es verdadera hija de mi Voluntad debe conocer lo que hace y los inmensos bienes que posee, es propiamente esto el vivir en mi Querer, hacer compañía a todos los actos que hace mi Voluntad.” Noviembre 19, 1925 Volumen 18
“Hija mía, piérdete en Mí, tu oración piérdela en la
mía, de modo que la tuya y la mía sean una sola oración y no se conozca cuál sea la tuya y cuál la mía; tus penas, tus obras, tu querer, tu amor, piérdelos todos con mis penas, con mis obras, etc., de manera que se mezclen las unas con las otras para formar una sola cosa, tanto que tú podrás decir: ‘Lo que es de Jesús es mío.’ Y Yo diré: ‘Lo que es tuyo es mío.’ “ Enero 31, 1918 Vol. 12
“Por eso sé atenta, de mi Querer no salgas jamás, a
fin de que recibas todos lo perfumes de mi Divinidad, y haciendo salir todo lo tuyo, confirme todo lo que es mío, y mi Voluntad quede como centro de vida en ti.” Octubre 21, 1921 Vol. 13
“Enséñame a hacer Tu Voluntad, por que Tu eres
mi Dios. ! Que tu buen espíritu lleve por un camino recto “ Salmo 143, 10