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DERECHO BANCARIO Y

SEGUROS.
SEGUNDO PARCIAL
Ortiz, Benjamin

UNIDAD 7: PRÉSTAMO Y DESCUENTO BANCARIO

PRÉSTAMO BANCARIO

CONCEPTO: el art. 1408 del Código Civil y Comercial lo define como el contrato por el
cual el banco se compromete a entregar una suma de dinero, obligándose el
prestatario a su devolución y al pago de los intereses en la moneda de la misma
especie, conforme con lo pactado.

CARACTERES: el contrato de préstamo bancario se caracteriza por ser:

 REAL: pues requiere la entrega efectiva de la suma de dinero por el banco;


 CONMUTATIVO;
 ONEROSO: se presume oneroso aunque no se hayan pactado intereses. Será
gratuito en caso de que tal calidad se pacte expresamente.

OBLIGACIONES DEL MUTUARIO: el mutuario o prestatario tiene la obligación de


entregar o devolver la suma recibida en el tiempo establecido y en el lugar fijado en el
contrato, así como pagar los intereses compensatorios que se hayan estipulado.

LOS INTERESES. CLASES DE INTERESES: los intereses han sido definidos como los frutos
civiles de un capital, consistentes en aumentos paulatinos que experimentan las
deudas de dinero en razón de su importe y del tiempo transcurrido. Los mismos
pueden clasificarse de las siguientes maneras:

SEGÚN SU ORIGEN:

 Voluntarios: pues surgen del consenso de las partes.


 Legales: reconocen su origen de la propia ley.
 Judiciales: en ausencia de las anteriores, pueden fijarlos los jueces. Los tribunales
procuran que la imposición de la tasa sea razonable, en función de diversas
circunstancias. Así, se debe considerar que la tasa se compone de dos elementos
principales: por un lado, el “costo del dinero” o ganancia que se espera obtener
(interés puro), y por otro lado las llamadas “escorias”, que comprenden elementos
que encarecen el crédito y tienen en cuenta especialmente gastos de recupero,
riesgo de recupero y, especialmente, la inflación.

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SEGÚN LA POSICIÓN ASUMIDA POR LA ENTIDAD FINANCIERA:

 De tasa activa: aquella que la entidad cobra a sus clientes por los préstamos
realizados.
 De tasa pasiva: la que abona el banco por los depósitos que se realizan en él.

SEGÚN LA MANERA DE CÁLCULO:

 Lineal o directo: en este caso, se toma en cuenta siempre el mismo monto de


capital para el cálculo, y su devengamiento no se irá capitalizando.
 Con capital actualizado: en este caso, los intereses devengados se van sumando
al capital y generan nuevos intereses (anatocismo), o bien los intereses a calcular
lo son sobre el saldo restante de lo adeudado y no sobre el capital original.
 Tasa fija o tasa variable: es fija cuando es posible prever que la tasa para el cálculo
de los intereses se mantenga constante. Es variable cuando la misma varía según
parámetros preestablecidos.

SEGÚN SU FUNCIÓN ECONÓMICA:

 Compensatorios: son aquellos que se adeudan como contraprestación o precio por


la utilización de un capital ajeno.
 Moratorios: se deben en caso de mora del deudor en el cumplimiento de su
obligación, por la cual estaría privando ilegítimamente al acreedor de su derecho a
percibir un capital, en caso de que no exista pacto sobre ellos. Si mediare un pacto,
nos encontraríamos ante el supuesto de intereses punitorios.
 Punitorios: los intereses punitorios requieren la configuración de la mora para su
procedencia, siendo cuantitativamente mayores que los intereses moratorios. Son
una especie de pena privada que se utiliza con el fin de compeler al deudor a
cumplir con su obligación, y escarmentarlo en caso de que no ajuste su conducta a
lo debido.

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FÓRMULA: la fórmula matemática para el cálculo de la deuda de intereses se


encuentra compuesta por tres factores: tiempo, tasa (o razón) y capital, todo ello
sobre 100. Así, se puede esquematizar de la siguiente manera:

TxRxC

100

LAS OPERACIONES DE MESA. PRÉSTAMOS, CONTRATOS Y OTROS: las mesas de dinero


son un conjunto de operaciones que realizan entidades autorizadas excediendo los
límites de tal autorización. Es que nuestro sistema opta por una postura intermedia
entre la banca integrada y la banca especializada, al haberse previsto la existencia de
bancos comerciales que cuentan con la capacidad de llevar a cabo todos los actos de
intermediación financiera que no les están expresamente prohibidos, mientras que por
otro lado tenemos entidades con la posibilidad de realizar un conjunto de operaciones
enumeradas. No obstante ello, a todas las entidades se le brinda la posibilidad de
conceder préstamos, aunque las entidades que no se constituyen como bancos
comerciales tienen regulada la finalidad para la cual destinarán sus préstamos, y en
caso de violar la teleología de la inversión, estaríamos ante un supuesto de mesas de
dinero.

EL CONTRATO DE APERTURA DE CRÉDITO

Es el contrato eminentemente bancario cuyo objeto es el crédito, por el cual


una entidad financiera se compromete a mantener a disposición de un sujeto una
suma de dinero determinada durante cierto período de tiempo, satisfaciendo las
órdenes de pago que el cliente libre ya sea a su favor o a favor de terceros. Por su
parte, este último se compromete a abonar una comisión por la posibilidad de
disponer de ese dinero y al pago de intereses en el caso de librar órdenes de pago y
desde que estas se efectivizan. Así, el objeto principal de la operación es conseguir un
crédito.

CONCEPTO: el Código Civil y Comercial lo define en su art. 1410 como el contrato por
el cual el banco se obliga, a cambio de una remuneración en la moneda de la misma
especie de la obligación principal, conforme con lo pactado, a mantener a disposición

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de otra persona un crédito de dinero, dentro del límite de lo acordado y por un tiempo
fijo o indeterminado; si no se expresa la duración de la disponibilidad, se considera de
plazo indeterminado.

CARACTERES: este contrato se caracteriza por ser:

 CONSENSUAL: el banco se obliga a pagar las sumas que el cliente opte por
ordenarle pagar. Esta obligación nace desde la misma celebración del contrato,
cuyo perfeccionamiento no necesita del acreditamiento, ya que antes de ese
momento las partes cumplían con prestaciones esenciales como son el pago de las
comisiones por parte del cliente, y la disposición a cargo del banco. Este carácter
de consensualidad permite que el cliente pueda exigir coactivamente la entrega del
dinero.
 BILATERAL: ambas partes del contrato tiene obligaciones que se encuentran unidas
entre sí. Las obligaciones a cargo del banco son el mantenimiento y puesta
disposición del dinero, por el tiempo y en las condiciones pactadas (ej.: rotativo), y
en su caso (obligación eventual) cumplir con las órdenes de pago que emita el
cliente. Por su parte, el cliente se obliga a cumplir con las comisiones previstas, y
en caso de hacer uso del dinero a su disposición, devolverlo en el plazo estipulado
con más sus intereses pactados.
 DEFINITIVO: este carácter hace a la discusión sobre la naturaleza de esta
institución. Al respecto, se plantean tres teorías principales. Una primera postura
sostiene que se trata de un contrato de mutuo sin más, poniendo el acento en una
obligación eventual del banco como es la entrega del dinero, con el nacimiento de
la correlativa obligación del cliente de devolverlo junto a sus intereses. Otra
corriente doctrinaria habla de que estaríamos en presencia de un contrato
preparatorio de mutuo, el cual se perfeccionaría con la entrega de la suma
prometida. Finalmente, están quienes sostienen que estamos ante un contrato
definitivo, de crédito, complejo, que se perfecciona con la mera firma del mismo,
surgiendo obligaciones esenciales y eventuales dependientes de la voluntad del
cliente.

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 DE TRACTO SUCESIVO: las obligaciones de las partes se van desarrollando a lo


largo del tiempo, siendo constante el deber del banco de mantener la
disponibilidad pactada por el período suscripto.
 DE ADHESIÓN: será la entidad la que ofrecerá las cláusulas en el marco de la
contratación; en todo caso lo que el cliente podrá hacer será optar por las opciones
coyunturales que permiten integrar el contrato para el caso particular (ej.: el
monto a acreditar que puede optarse entre $15.000 y $25.000).
 CONMUTATIVO: las partes conocen de antemano cuáles son las ventajas y
desventajas de la operación.
 ONEROSO: por cuanto la disponibilidad y el derecho a hacer uso de ella por parte
del cliente existirá en tanto éste abone las comisiones y gastos acordados, con
independencia de que finalmente utilice o no la posibilidad de acceder a los fondos
disponibles.
 DE CONTENIDO SUBJETIVO PERSONAL: se trata de un contrato intuitu personae,
en el sentido de que la entidad tendrá muy en cuenta la capacidad creditoria del
cliente a la hora de celebrar el contrato.

DISPONIBILIDAD: el art. 1411 del CCyC establece que la utilización del crédito hasta el
límite acordado extingue la obligación del banco, excepto que se pacte que los
reembolsos efectuados por el acreditado sean disponibles durante la vigencia del
contrato o hasta el preaviso del vencimiento.

CARÁCTER DE LA DISPONIBILIDAD: el art. 1412 dispone que la disponibilidad no puede


ser invocada por terceros, no es embargable, ni puede ser utilizada para compensar
cualquier otra obligación del acreditado.

MODALIDADES: el contrato de apertura de crédito puede plantearse desde distintos


puntos de vista:

1. POR SU INSTRUMENTACIÓN:

 Entrega de fondos al cliente: ya sea en mano o en depósito de cuenta corriente


bancaria. En este caso, se hace una mera entrega de los fondos contra recibo o se
los deposita en una cuenta corriente del cliente, corriendo los intereses desde el

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mismo momento en que se realiza el depósito, ya que desde allí se considera que
están en poder del cliente.
 Atención de libranza de cheques: contra una cuenta corriente abierta
previamente. En este caso el banco se obliga a abonar los cheques librados por el
cliente, corriendo los intereses desde el momento de su pago.
 Atención de letras de cambio: este supuesto implica que el banco es el girado,
siendo el cliente el librador; los intereses compensatorios y la obligación de
devolución surgirán cuando el banco cumpla efectivamente con el pago de lo
prometido en la letra girada.

2. POR SU FORMA DE CONCRECIÓN: aunque el objeto del contrato es el crédito, este


se puede dar de dos formas diferentes:

 Otorgamiento de dinero: es la forma más clásica de apertura de crédito. El banco


está obligado a entregar dinero en efectivo ante el pedido del cliente.
 Otorgamiento de firma: en este caso el banco se compromete a garantizar
obligaciones del cliente hasta una suma determinada.

3. POR EL PLAZO:

 Determinado: este es el supuesto más común. En este caso, el banco no podrá


resolver el contrato sin causa justificada antes del cumplimiento del plazo, sin que
se genere responsabilidad a su cargo.
 Indeterminado: este supuesto –menos frecuente- permitiría al banco, dando un
plazo prudente, decidir la finalización del contrato, sin que por esa situación se
genere necesariamente responsabilidad a su cargo.

4. SEGÚN LA POSIBILIDAD DE SU DISPOSICIÓN:

 Simple: se pacta un monto máximo por el cual se otorga crédito, y una vez agotado
este finaliza la obligación del banco de mantener acreditada una suma de dinero.
La devolución del cliente del dinero utilizado no hará renacer la obligación del
banco de acreditar los fondos.
 Rotativo: en este caso también se pacta un máximo, pero el cliente tiene la
posibilidad de ir devolviendo la suma retirada, en cuyo caso vuelve a existir la suma

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de dinero para su utilización. La obligación del banco de crédito finaliza


definitivamente con el cumplimiento del plazo fijado en el contrato, hasta tanto
pueda renacer.

DESCUENTO BANCARIO

CONCEPTO: el descuento bancario ha sido definido por la doctrina como el contrato en


virtud del cual una de las partes, el banco descontante, se obliga con la otra parte, el
cliente descontado, a pagarle el importe de un crédito no vencido que esta posee
contra un tercero, descontándose los intereses que aún se restan por devengar más de
una comisión y gastos administrativos, a cambio de la cesión del título valor donde
consta aquel crédito, pactándose que la liberación del descontado respecto del
descontante queda supeditada al pago por parte del tercero obligado del crédito
cedido.

CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL: nuestro código de fondo regula esta figura en su art.
1409, estableciendo que el contrato de descuento bancario obliga al titular de un
crédito contra terceros a cederlo a un banco, y a éste a anticiparle el importe del
crédito, en la moneda de la misma especie, conforme con lo pactado. El banco tiene
derecho a la restitución de las sumas anticipadas, aunque el descuento tenga lugar
mediante endoso de letras de cambio, pagarés o cheques y haya ejercido contra el
tercero los derechos y acciones derivados del título.

CARACTERES: este contrato se caracteriza por ser consensual, bilateral, oneroso,


nominado, conmutativo, de crédito, que recae sobre un título valor. De este título valor
deberá surgir una deuda dineraria contra terceros, líquida y no vencida; como, por
ejemplo, pagarés, cheques, letras de cambio, facturas de crédito, etc.

NATURALEZA: en cuanto a su naturaleza jurídica, se han esbozado varias teorías:

(1) TEORÍAS NEGATORIAS DE SU CARACTERIZACIÓN COMO CONTRATO: esta teoría


estaba influenciada por la característica de que muchas veces el contrato en sí mismo
no se instrumentaba, bastando la contraentrega del título para que el descontante
entregase la suma prometida. Sin embargo, esto lo asimilaba a un traspaso,

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perdiéndose la obligación del banco o entidad financiera de llevar a cabo las gestiones
necesarias para cobrar al tercero antes de dirigirse contra el propio cliente.

(2) TEORÍA DE LA COMPRA-VENTA: esta postura procura explicar la operatoria


mediante su asimilación a la compraventa. Sin embargo, es necesario remarcar que de
ser así, el descontado no respondería por la imposibilidad de cobro, sino tan solo por
su existencia y legitimidad.

(3) TEORÍA DE LA CESIÓN DE CRÉDITO: como una postura superadora de la anterior, se


encuentra esta teoría que sostiene que se trataría de una cesión de créditos.

(4) TEORÍA DEL MUTUO: esta teoría parte del supuesto de considerar que nos
encontramos ante una operación compleja o gemela que finaliza con un contrato. Se
considera que existió un mutuo por parte del descontado para con un tercero, y que
luego lo que el banco hace es conceder un mutuo de segundo grado. Castellanos
entiende que esta postura es la más acertada de las desarrolladas anteriormente, en el
sentido de que nos encontramos ante una verdadera operación de crédito que plantea
el diferimiento de la prestación principal por una de las partes. Sin embargo, fracasa
esta tesis al encontrarnos ante un contrato consensual y bilateral, que crea una serie
de obligaciones colindantes que no son explicadas por la simple operación del mutuo.

(5) TEORÍA DE LA APERTURA DE CRÉDITO: esta doctrina se adecúa al carácter


consensual y bilateral del descuento, pero choca con otros problemas, ya que la
apertura de crédito supone una puesta a disposición del dinero por parte de la
entidad, el cual recién pasará a ser propiedad del acreditado cuando ésta se pronuncie
en tal sentido. En el caso del descuento bancario, la entrega del dinero es
concomitante, y en caso de no serlo, el banco se encontraría en mora desde el
momento en que la contraria cumpla con la contraprestación a su cargo (el traspaso
del crédito).

(6) TEORÍA DEL CONTRATO DE CRÉDITO: Castellanos se enrola en esta corriente,


entendiendo que el contrato de descuento tiene una existencia propia. Por un lado, es
una operación financiera donde hay un cálculo de intereses para determinar el monto
que corresponde descontar de lo nominalmente expresado en el título. Además, se

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tiene en cuenta no solo la capacidad de pago del descontado, sino también la del
emisor del título y de todos los obligados cambiarios al cliente, por lo que la
documentación hace las veces de garantía del crédito otorgado, donde los intereses
compensatorios son pagados por adelantado. En definitiva, lo que busca el cliente es
hacerse de un capital líquido, mientras que la entidad busca obtener una ganancia por
el diferimiento en su conversión líquida.

FUNCIÓN: se trata de un instrumento de financiación bancaria a corto plazo, que


permite que sujetos que no califican para conseguir un préstamo, pero que cuentan
con deudores que sí lo hacen, puedan acceder al mercado financiero. Es por ello que el
banco indagará especialmente sobre los caracteres de aquellos a la hora del
descuento. Así, le permite al comerciante a convertir en dinero líquido un crédito a
plazo y emplear este dinero para saldar sus nuevas compras, sin tener que esperar al
vencimiento previsto para percibir el importe de su crédito.

EL REDESCUENTO: es la operación por la cual un tercer banco (redescontante) celebra


con el banco que primeramente fue descontante (redescontatario) un nuevo contrato,
mediante el cual éste le transfiere en propiedad y sujeta a cláusula de buen fin los
créditos que recibiere del cliente descontatario, y este nuevo banco redescontante le
anticipa una suma de dinero determinada que corresponde al monto de los créditos
objeto de la operación, deducidos los intereses convenidos por el término que falta
para el vencimiento de los créditos retransmitidos, más gastos y una comisión. Villegas
sostiene que como la operación conlleva la responsabilidad subsidiaria del banco
redescontatario de restituir la suma de dinero que recibe del banco redescontante, la
tasa de interés del redescuento es siempre inferior a la tasa común de descuento, ya
que presupone la garantía del banco redescontatario.

RECEPCIÓN NORMATIVA: el art. 17, inc. b) de la Carta Orgánica del BCRA contempla
esta operación, estableciendo que “(los bancos) están facultados para otorgar
redescuentos a las entidades financieras por razones de iliquidez transitoria, hasta un
máximo por entidad equivalente al patrimonio de ésta. Las operaciones de redescuento
implicarán la transferencia en propiedad de los instrumentos de crédito de la entidad

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financiera a favor del Banco. La entidad financiera asistida permanecerá obligada


respecto del pago de los deudores de la cartera redescontada.”

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UNIDAD 8: CUENTA CORRIENTE BANCARIA

CONCEPTO: según Romero, la cuenta corriente bancaria es el contrato por el cual el


banco recibe de un cliente una cantidad de dinero, obligándose a tenerla disponible a
la vista para que pueda ser retirado mediante la utilización de los cheques, que son
una modalidad especial de disposición de dinero del depositado.

El Código Civil y Comercial, por su parte, la define en su art. 1393 como el


contrato por el cual el banco se compromete a inscribir diariamente, y por su orden,
los créditos y débitos, de modo de mantener un saldo actualizado y en disponibilidad
del cuentacorrentista y, en su caso, a prestar un servicio de caja.

CARACTERIZACIÓN: la utilización del cheque se consideró en algún momento esencial


de la cuenta corriente bancaria, situación que a la fecha ha variado por la aparición de
otros medios que hacen posible el manejo de los fondos, como las tarjetas de débito.
Así, el cheque es un instrumento con el cual el cliente puede movilizar los importes
depositados disponiendo de ellos. Es que hoy en día, en la práctica, la cuenta corriente
bancaria incluye distintas operaciones que puede realizarse a través de la misma.

NATURALEZA: la cuenta corriente es un contrato nominado en el cual se hallan


elementos de otros contratos, especialmente del mandato, como son la obligación de
remitir extractos, la aprobación tácita del cliente de los resúmenes, los cierres
periódicos y los ajustes de cuentas. A su vez, se dice que es un contrato autónomo en
virtud del cual se establece una relación jurídica entre el banco y el cliente, donde el
banco se compromete a la prestación de un servicio de conservación de la suma
depositada, la gestión de cobros y, en general, de la totalidad de la cuenta atendiendo
al movimiento del dinero del cliente. Comprende así obligaciones propias del mandato
para que el banco realice los pagos y cobros, efectuando los débitos y créditos
correspondientes. Así, reúne todos los actos y prestaciones generalmente
consideradas como servicios de caja, sin perjuicio de otras prestaciones que se pueden
contratar.

FORMA. PARTES. CAPACIDAD: las partes dentro de este contrato son el cliente
(persona humana o jurídica) y el banco. Es que las únicas entidades financieras

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habilitadas para recibir depósitos a la vista son los bancos comerciales, descartándose,
de este modo, los otros tipos de entidades (bancos de inversión, bancos hipotecarios,
compañías financieras, sociedades de ahorro y cajas de crédito), salvo autorización
expresa por parte del BCRA. El contrato analizado se instrumenta en un documento al
que se denomina “solicitud de apertura de cuenta corriente”. Este debe contener los
datos personales de las partes y las estipulaciones que regirán el funcionamiento y
desarrollo de la cuenta. Dicho documento es trascendente porque de él se infieren los
derechos y obligaciones de las partes. En cuanto a la capacidad para celebrar el
contrato, rigen las normas generales sobre capacidad, pudiendo hacerlo toda persona
plenamente capaz, esto es, toda persona mayor de 18 años o emancipada que no se
encuentre inhabilitada por circunstancias especiales. En cuanto a las personas
jurídicas, el contrato debe ser celebrado por sus representantes legales, en los límites
de su función y respetando el objeto social del ente.

CARACTERES: la cuenta corriente se caracteriza por ser un contrato:

 NOMINADO: pues se encuentra regulado en el Código Civil y Comercial.


 BILATERAL: porque genera obligaciones para ambas partes.
 NO FORMAL: porque la ley no ha establecido formalidad alguna al margen de la
firma del contrato y formularios establecidos por el BCRA.
 DE CUMPLIMIENTO SUCESIVO: la contratación se hace como forma de establecer
las condiciones bajo las cuales se deberán comportar las partes en el futuro.
 CONSENSUAL: ya que se perfecciona con el mero acuerdo de voluntad de las
partes.
 INTUITU PERSONAE: por cuanto las condiciones personales del contratante no son
indiferentes a los fines de la apertura.

DISPOSICIONES GENERALES

INSTRUMENTACIÓN: los créditos y débitos pueden efectuarse y las cuentas pueden


ser llevadas por medios mecánicos, electrónicos, de computación u otros en las
condiciones que establezca la reglamentación, la que debe determinar también la
posibilidad de conexiones de redes en tiempo real y otras que sean pertinentes de

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acuerdo con los medios técnicos disponibles, en orden a la celeridad y seguridad de las
transacciones.

SERVICIO DE CHEQUES: si el contrato incluye el servicio de cheques, el banco debe


entregar al cuentacorrentista, a su solicitud, los formularios correspondientes.

INTERESES: el saldo deudor de la cuenta corriente genera intereses, que se capitalizan


trimestralmente, excepto que lo contrario resulte de la reglamentación, de la
convención o de los usos. Las partes pueden convenir que el saldo acreedor de la
cuenta corriente genere intereses capitalizables en los períodos y a la tasa que
libremente pacten.

PROPIEDAD DE LOS FONDOS: excepto prueba en contrario, se presume que la


propiedad de los fondos existentes en la cuenta abierta, conjunta o indistintamente, a
nombre de más de una persona, pertenece indistintamente a los titulares por partes
iguales.

REGLAS SUBSIDIARIAS: las reglas del mandato son aplicables a los encargos
encomendados por el cuentacorrentista al banco. Si la operación debe realizarse en
todo o en parte en una plaza en la que no existe casa del banco, él puede
encomendarla a otro banco o a su corresponsal. El banco se exime del daño causado si
la entidad a la que encomienda la tarea que lo causa es elegida por el
cuentacorrentista. Esto constituye la excepción al principio de responsabilidad
profesional de las entidades financieras.

OTROS SERVICIOS: el banco debe prestar los demás servicios relacionados con la
cuenta que resulten de la convención, de las reglamentaciones, o de los usos y
prácticas.

CRÉDITOS Y DÉBITOS: con sujeción a los pactos, los usos y la reglamentación:

 Se mantiene el sistema de la partida doble (débitos y créditos).


 Se acreditan en la cuenta los depósitos y remesas de dinero, el producto de la
cobranza de títulos valores y los créditos otorgados por el banco para que el
cuentacorrentista disponga de ellos;

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 Se debitan de la cuenta los retiros que haga el cuentacorrentista, los pagos o


remesas que haga el banco por instrucciones de aquél, las comisiones, gastos e
impuestos relativos a la cuenta y los cargos contra el cuentacorrentista que
resulten de otros negocios que pueda tener con el banco. Los débitos pueden
realizarse en descubierto.

MODALIDADES

La cuenta corriente bancaria puede asumir distintas modalidades que no


siempre han sido adecuadamente diferenciadas.

PLURALIDAD DE CUENTAS: una misma persona puede ser titular de una o varias
cuentas que funcionen en forma independiente, asignando a cada una de ellas los
importes que le parezcan más convenientes. Las cuentas llevarán distintos números y
una denominación también distinta.

DOS PERSONAS EN UNA SOLA CUENTA: en una sola cuenta corriente pueden
encontrarse dos o más personas, pero con distinta implicancia, según se trate del
nombre o de la orden. Podrá haber más de un titular de la cuenta y también el
régimen de disposición de fondos admite una variante más amplia.

NOMBRE DE LA CUENTA: el nombre de la cuenta identifica al titular de la cuenta y, por


tanto, propietario de los fondos. Al igual que cualquier comerciante, la cuenta puede
girar bajo el nombre propio o bien bajo un nombre de fantasía, de acuerdo con los
preceptos que rigen el nombre comercial. Esta cuenta, abierta a nombre de una
persona, puede girar a la orden de la misma persona a cuyo nombre está abierta o a la
orden suya o de una o más personas, sin que ello importe variar su condición de
titularidad, ya que la orden solamente identifica la posibilidad de disposición. Así, la
cuenta de una persona cualquiera puede ser girada y operada por las personas que el
cuentacorrentista designa en el mismo contrato de apertura o con posterioridad, sin
que la ley contenga recaudo alguno de apoderamiento.

ORDEN DE LA CUENTA: la orden de la cuenta se refiere a la identificación de la o las


personas que pueden disponer de los fondos que existan depositados. Así como el
nombre de la cuenta identifica a quién es el propietario de los fondos y responsable de

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todos los movimientos de la cuenta, la orden de la cuenta identifica a las personas que
están habilitados para disponer de los fondos de la cuenta y la forma en que deben
hacerlo. La orden puede ser conjunta o indistinta. Es conjunta en aquellos casos en
que para poder disponer de los fondos en cuenta corriente bancaria es menester el
concurso de por lo menos dos personas simultáneamente; de acuerdo con lo
estipulado contractualmente, dos personas que están identificadas ante el banco y
habilitadas para disponer de los fondos. La cuenta corriente es indistinta cuando
teniendo dos o más personas a cuya orden deben hacerse los pagos de fondo, cada
una de ellas está habilitada para actuar individualmente sin necesidad del concurso de
los demás.

DESCUBIERTO O CON PROVISIÓN DE FONDOS: se prevén dos formas de operar la


cuenta corriente bancaria. Una forma es con provisión de fondos, esto es, mediante el
previo depósito de fondos por parte del cliente, sobre los cuales girará luego sus
mandamientos. Otra, en descubierto, es decir, sin previo depósito de fondos, lo que
implica por parte del banco la apertura de crédito a su cliente, habilitándolo para que
gire cheques o disponga de dinero sin tener provisión de fondos. El banco postergará
las libranzas de su cliente, generando un saldo deudor resultante del préstamo de
dinero.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES

DEL CLIENTE CUENTA CORRENTISTA: el cliente tiene que ajustar el ejercicio de su


derecho a lo pactado y a las reglamentaciones que ha asumido como parte del
contrato; en general, puede decirse que:

 Debe mantener fondos suficientes para atender sus órdenes de pago y no


hacer libranzas si no se ajustan a lo convenido; en su caso, deberá obtener la
autorización para girar en descubierto o la apertura de crédito necesaria para
contar con fondos en cuenta.
 Debe mantener actualizada la firma registrada y todos los datos necesarios
para identificar adecuadamente cómo gira la cuenta; informar los cambios
que sean atinentes al contrato, como domicilio, estatutos sociales en el caso
de sociedades o entes colectivos, modificación o revocación de mandatos y, en

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general, todo acto que pueda tener relevancia para el desenvolvimiento del
contrato.
 Dar aviso de la pérdida, extravío, adulteración o sustracción de cheques, sea
que estuvieran en blanco o librados a favor de terceros y no entregados.
 Debe asimismo recibir los llamados extractos de la cuenta, que constituye la
forma de rendición de cuentas periódica de parte del banco, y hacer llegar sus
observaciones dentro de los términos establecidos en la reglamentación.

DEL BANCO: el banco tiene una importante responsabilidad en el manejo de la cuenta


corriente, que ha dado lugar a responsabilidades. Dada su particular posición en el
manejo de la cuenta, tiene que ejercer su función con responsabilidad, controlando el
correcto desenvolvimiento de la misma. La jurisprudencia ha destacado
insistentemente la posición débil del cliente que en la relación con el banco actúa
basado en la confianza de la institución controlada por el BCRA, la que debe obrar con
una responsabilidad que es menester juzgar con rigor.

 Tiene la obligación al contratar de identificar perfectamente al


cuentacorrentista, su situación estatutaria, si fuere un ente pluripersonal, y
mantener al día la información de la cuenta.
 Debe tener las cuentas al día, para poder fijar la situación del cliente, debiendo
remitir información periódica de movimientos y saldos para la consideración
por parte del cliente (resumen). La reglamentación del BCRA ha determinado
que los resúmenes sean mensuales.
 Debe atender todas las libranzas del cliente cuando tenga fondos disponibles o
autorización para girar en descubierto, controlando la autenticidad de la firma,
para lo cual debe llevar el correspondiente registro.
 Si la cuenta corriente funciona con servicio de cheques, el banco debe
entregar los formularios correspondientes al cliente, que los recibirá del banco
para librar sus mandamientos y débitos, asentando en ella los movimientos que
hubiere.
 Tiene la obligación de gestionar la cuenta con la profesionalidad y el celo
necesarios y exigibles por su posición, cumpliendo con todas las normas. Así,
debe proceder, de conformidad con la Ley de Cheques, a identificar el endoso

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de quien cobra y su individualidad, controlar la regularidad de los endosos,


registrar los rechazos, etc.

RESUMEN DE CUENTA: el art. 1403 del CCyC dispone: “Resúmenes. Excepto que
resulten plazos distintos de las reglamentaciones, de la convención o de los usos:

a. el banco debe remitir al cuentacorrentista dentro de los 8 días de finalizado cada


mes, un extracto de los movimientos de cuenta y los saldos que resultan de cada
crédito y débito;
b. el resumen se presume aceptado si el cuentacorrentista no lo observa dentro de
los 10 días de su recepción o alega no haberlo recibido, pero deja transcurrir 30
días desde el vencimiento del plazo en que el banco debe enviarlo, sin reclamarlo.

Las comunicaciones previstas en este artículo deben efectuarse en la forma que


disponga la reglamentación, que puede considerar la utilización de medios mecánicos,
electrónicos, de computación u otros.”

Sin embargo, la jurisprudencia de la Cámara Nacional Comercial, en el caso


“Avan S.A. v. Banco Tornquist S.A.”, adoptó la postura según la cual la aprobación
tácita del resumen de cuenta no precluye el ejercicio de la facultad del
cuentacorrentista de obtener una rectificación de los errores, irregularidades u otros
vicios de la cuenta, análogamente a lo que ocurre con la aprobación de cuentas
rendidas; siendo los saldos de la cuenta corriente bancaria revisables judicialmente
accionando dentro del plazo de prescripción.

CIERRE DE LA CUENTA CORRIENTE

La cuenta corriente es un contrato que se celebra para durar en el tiempo. En su


desenvolvimiento pueden distinguirse dos momentos: los cierres parciales periódicos
con las remisiones de los saldos y movimientos, y el cierre de cuenta propiamente
dicho. Atendiendo a este último supuesto, la cuenta corriente bancaria puede concluir
por distintos motivos. El cierre de la cuenta no implica la conclusión de todas las
cuestiones que le son relativas, sino tan solo la conclusión del contrato en su forma
operativa según se contratara, pudiendo quedar pendientes cuestiones derivadas de
los movimientos habidos. Los motivos para el cierre de la cuenta se encuentran

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Ortiz, Benjamin

establecidos en el art. 1404 del CCyC, el que dispone: “Cierre de cuenta. La cuenta
corriente se cierra:

a. por decisión unilateral de cualquiera de las partes, previo aviso con una
anticipación de 10 días, excepto pacto en contrario;
b. por quiebra, muerte o incapacidad del cuentacorrentista;
c. por revocación de la autorización para funcionar, quiebra o liquidación del banco;
d. por las demás causales que surjan de la reglamentación o de la convención.”

NORMAS DEL BCRA: las normas emitidas por el BCRA para la regulación reglamentaria
de la cuenta corriente bancaria (Comunicación “B” 9620) prevén la suspensión del
servicio de cheques como medida previa al cierre de la cuenta. También se prevé allí
que el cuentacorrentista debe devolver a la entidad todos los cheques en blanco que
conserve al momento de solicitar el cierre de la cuenta o dentro de los 5 días hábiles
de la fecha de haber recibido la comunicación de la suspensión del servicio de pago de
cheques como medida previa al cierre de la cuenta o del cierre de la cuenta (punto
1.5.1.7).

OTRAS CAUSALES: existen a su vez otras causales que surgen de la reglamentación o


de la convención, como la inclusión de alguno de los titulares en la “central de
cuentacorrentistas inhabilitados” por el BCRA o la falta de pago de las multas
establecidas por la Ley Nº 25.730 (apartados 9.1.2. y 9.1.3. de la Comunicación “B”
9620 BCRA).

COMPENSACIÓN DE SALDOS: el art. 1405 establece que cuando el banco cierre más
de una cuenta de un mismo titular, debe compensar sus saldos hasta su concurrencia,
aunque sean expresados en distintas monedas.

EJECUCIÓN DEL SALDO DEUDOR

El art. 1406 dispone que, producido el cierre de una cuenta, e informado el


cuentacorrentista, si el banco está autorizado a operar en la República puede emitir un
título con eficacia ejecutiva. El documento debe ser firmado por dos personas,
apoderadas del banco mediante escritura pública, en el que se debe indicar:

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Ortiz, Benjamin

 el día de cierre de la cuenta;


 el saldo a dicha fecha;
 el medio por el que ambas circunstancias fueron comunicadas al
cuentacorrentista.

El banco es responsable por el perjuicio causado por la emisión o utilización


indebida de dicho título.

Sin embargo, no en todos los casos el certificado será título ejecutivo, ya que
cuando una cuenta corriente hubiera sido abierta con el objeto de debitar en ella los
saldos de los consumos de tarjetas de crédito, no podrá iniciarse acción ejecutiva, sino
que será necesaria la preparación de la vía.

SOLIDARIDAD: en las cuentas a nombre de dos o más personas los titulares son
solidariamente responsables frente al banco por los saldos que arrojen.

GARANTÍAS: el saldo deudor de la cuenta corriente puede ser garantizado con


hipoteca, prenda, fianza o cualquier otra clase de garantía.

GARANTÍAS AUTOLIQUIDABLES: pueden ser un procedimiento que facilita la


realización inmediata de la cosa, o fijan un valor objetivo de la cosa y su adjudicación
automática al acreedor o a un tercero.

FIDEICOMISO EN GARANTÍA: es el contrato por el cual el fiduciante se obliga a


transferir la propiedad fiduciaria de un bien al fiduciario, con el encargo de que en el
supuesto de incumplimiento de la obligación del constituyente que se pretende
garantizar, el fiduciario proceda a la venta del bien y entregue el producto obtenido
hasta la concurrencia del crédito al acreedor en cuyo favor se ha constituido,
cancelando así total o parcialmente la deuda impaga.

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Ortiz, Benjamin

UNIDAD 9: SERVICIO DE CAJA DE SEGURIDAD. CRÉDITO DOCUMENTARIO

SERVICIO DE CAJA DE SEGURIDAD

CONCEPTO: es el pacto de adhesión por el cual una entidad especializada coloca a


disposición de un sujeto, por un tiempo determinado, un espacio cerrado y vigilado, en
el cual se cuentan con medidas especiales de seguridad, para que éste opte por
colocar allí diversos elementos, a cambio del pago de una suma determinada de
dinero.

NATURALEZA: este servicio era denominado como “contrato de locación de cajas de


seguridad”, por lo que se le intentaba aplicar el régimen de la locación de cosas. Pero
el prestador no ofrece la caja de seguridad como una mera cosa, sino el servicio de la
misma, porque la obligación para con el cliente o usuario excede el marco del uso de
un espacio determinado y concreto que nos retrotrae a las características del contrato
de locación de cosas.

OBLIGACIONES DE LAS PARTES: de acuerdo a lo establecido por el art. 1413 del CCyC,
el prestador de una caja de seguridad responde frente al usuario por la idoneidad de
la custodia de los locales, la integridad de las cajas y el contenido de ellas, conforme
con lo pactado y las expectativas creadas en el usuario. No responde por caso fortuito
externo a su actividad, ni por vicio propio de las cosas guardadas.

El prestador debe a su vez efectuar la entrega de las llaves, conservando un


duplicado de la misma que fuera entregada al cliente o disponiendo de otro medio de
acceder al contenido de la caja. Debe asimismo facilitar el acceso al lugar donde se
encuentra la caja, permitiendo el libre acceso a la caja de seguridad en las horas
previstas en el contrato y permitiéndole asimismo introducir o retirar de la caja los
objetos que tenga por convenientes. Esta obligación incluye garantizar un espacio de
reserva al cliente para que actúe sobre la caja de seguridad, y llevar un registro puntual
de las personas que ingresen al recinto de las cajas de seguridad verificando la
identidad de cada sujeto. Por otro lado, tiene la obligación de custodiar la integridad
de la caja. La tendencia jurisprudencial en este último aspecto se inclina a calificarla
como una obligación de resultado, por lo que ante el incumplimiento el prestador sólo

20
Ortiz, Benjamin

se eximirá probando la causa ajena, concepto que no incluiría el robo, pues la finalidad
del contrato es precisamente sustraer los efectos de la posibilidad del robo. Debería la
entidad probar la ruptura del nexo causal para encontrarse liberado del deber de
responder, no pudiendo eximirse mediante la acreditación de la mera diligencia en su
accionar.

LÍMITES: la cláusula que exime de responsabilidad al prestador se tiene por no escrita.


Es válida la cláusula de limitación de la responsabilidad del prestador hasta un monto
máximo sólo si el usuario es debidamente informado y el límite no importa una
desnaturalización de las obligaciones del prestador.

PRUEBA DEL CONTENIDO: la prueba del contenido de la caja de seguridad puede


hacerse por cualquier medio.

PLURALIDAD DE USUARIOS: si los usuarios son dos o más personas, cualquiera de


ellas, indistintamente, tiene derecho a acceder a la caja.

RETIRO DE LOS EFECTOS: vencido el plazo o resuelto el contrato por falta de pago o
por cualquier otra causa convencionalmente prevista, el prestador debe dar a la otra
parte aviso fehaciente del vencimiento operado, con el apercibimiento de proceder,
pasados 30 días del aviso, a la apertura forzada de la caja ante escribano público. En
su caso, el prestador debe notificar al usuario la realización de la apertura forzada de la
caja poniendo a su disposición su contenido, previo pago de lo adeudado, por el plazo
de 3 meses; vencido dicho plazo y no habiéndose presentado el usuario, puede cobrar
el precio impago de los fondos hallados en la caja. En su defecto puede proceder a la
venta de los efectos necesarios para cubrir lo adeudado en la forma prevista por el art.
2229, dando aviso al usuario. El producido de la venta se aplica al pago de lo
adeudado. Los bienes remanentes deben ser consignados judicialmente por alguna de
las vías previstas en este Código.

CRÉDITO DOCUMENTARIO

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES: se trata de una modalidad operativa de pago como


medio para facilitar el intercambio comercial en las compraventas en las que
intervienen partes de diferentes países, aunque no se puede negar la posibilidad de su

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Ortiz, Benjamin

utilización en el medio local para casos especiales. El crédito documentario surgió


como un medio para solucionar los problemas que se suscitaban en el comercio
internacional y que se vinculaban a la disyuntiva que tenía el vendedor de entregar la
mercadería sin el pago del precio, así como la que se le planteaba al comprador de
pagar el precio antes de que se le hiciera entrega de la mercadería. Para solucionar
este dilema se requería que tanto vendedor y comprador recurrieran a un tercero, que
a su vez confiase en ellos o al menos en el adquirente. Quienes cumplían este requisito
fueron los grandes comerciantes londinenses (generalmente extranjeros). Más tarde
los bancos se incorporan a esta actividad y los grandes comerciantes decidieron
descontar y negociar por sí mismos las letras emitidas con motivo de estas
compraventas, para lo cual crearon una sección de banca como una más de sus
actividades. Ello llevó a la consolidación del crédito documentario como operación
típica bancaria y la de una nueva banca: los merchant banks o merchant bankers.

NORMATIVA APLICABLE: en operaciones de este tipo, de tanta especialidad,


constituye un problema la determinación de la ley aplicable. En general, se aplican las
reglas del derecho internacional privado. Normalmente, el problema viene
solucionado por vía contractual, conviniendo la aplicación de reglamentos generales y
de las Reglas y Usos Uniformes. Es que el crédito documentario, al ser una operación
tan compleja, requiere de cierta uniformidad. La Cámara de Comercio Internacional
(CCI) ha procurado lograr esa uniformidad por medio de la recopilación de las reglas y
usos corrientemente utilizados en materia de crédito documentario. Así, en defecto de
convención expresa de las partes, la costumbre es la aplicación de estos reglamentos, y
los instrumentos que se utilizan son considerados normalmente obligatorios.
Asimismo, en la jurisprudencia se planteó la discusión de la aplicabilidad de los
principios generales del derecho, que derivó en una postura que entendía que debían
aplicarse los principios generales del derecho privado.

CONCEPTO: se puede definir como el contrato en virtud del cual el ordenante,


haciendo o no, provisión de fondos, obtiene del banco, a cambio de una retribución,
que asuma el compromiso autónomo de realizar uno o más pagos, en otra plaza, al
beneficiario o sus endosatarios por sí, o por intermedio de otro banco, por cuenta del
ordenante y contra entrega de la documentación indicados.

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Ortiz, Benjamin

Las Reglas y Usos Uniformes sobre créditos documentarios establecen que se


trata de todo convenio, cualquiera sea su denominación o designación, por medio del
cual el banco (banco emisor), obrando por solicitud y de conformidad con las
instrucciones de un cliente (el ordenante del crédito):

1) Debe hacer un pago a un tercero (el beneficiario) o a su orden, o pagar, o aceptar


letras de cambio giradas por el beneficiario;

2) Autorizar a otro banco para que efectúe el pago o aceptar y pagar dicha letra de
cambio; o

3) Autorizar a otro banco a negociar, contra la entrega de documentos exigidos,


siempre y cuando se cumplan los términos y condiciones del crédito.

CARACTERIZACIÓN: así, se trata de un crédito que un banco abre en favor de una


persona y del cual sólo se puede hacer uso una vez presentados los documentos
comerciales que se indiquen en la carta de crédito respectiva. Constituye una
operación compleja nacida de la necesidad de asegurar a los exportadores el pago de
las mercaderías vendidas en el extranjero y en general la seriedad de las operaciones
internacionales.

NATURALEZA JURÍDICA: en torno a la naturaleza jurídica, se han suscitado discusiones


y diferencias a partir de la complejidad de la operación. No se trata de un contrato
único, sino una serie de contratos unidos con la finalidad de asegurar la operación, en
especial el cobro del precio a través de la asunción de la obligación de pago por parte
de un banco, pero independientes entre sí. Si centramos la atención sobre la figura o la
participación del banco, se advierten dos relaciones: una con su cliente, originada en la
apertura de crédito o el pedido de apertura de la carta de crédito, y otra que lo vincula
con el vendedor, basada en la carta de crédito. Si se pone atención en la relación entre
las partes, nos hallamos frente a una compraventa, a la cual es ajeno el banco. De este
modo, hay tres partes que se relacionan entre sí, pero siempre de a dos, excluyendo a
la tercera, lo que implica tres fases sucesivas de la operación, que si bien se advierte
como una, está compuesta por operaciones independientes entre sí.

23
Ortiz, Benjamin

A su vez, las distintas teorías han centrado su atención solamente en algunas de


las relaciones, lo que condiciona sus respuestas. Aquellas que entienden que estamos
frente a un caso de mandato, de mandato sin representación o estipulación a favor de
un tercero, lo hacen atendiendo a la relación del cliente con el banco, olvidando las
otras relaciones. Del mismo modo, atendiendo solamente a la relación entre el banco y
el beneficiario del crédito, se ha entendido que se trata de una sesión de crédito o de
una asunción de deuda.

Si se toma en cuenta que la intervención del banco se funda en la relación con


su cliente, pero que tiene por objeto la relación con el vendedor, se deja ver que su
participación consiste en el pago de una deuda ajena, cuya naturaleza es necesario
identificar. Dado un deudor cliente del banco, un acreedor y un pagador en nombre
propio, pero por cuenta del deudor, la figura que mejor se adapta para el caso es la
delegación imperfecta de deuda, ya que si bien el banco asume el pago a través de la
carta de crédito, no hay liberación del deudor ni queda este sustituido. Hay tan solo
una superposición. De ese modo, el comprador delega su deuda en el banco que la
asume, sin liberarlo, obteniéndose el refuerzo de la garantía de pago. A raíz de esta
situación es que las relaciones que se suscitan entre las partes son abstractas con
relación a las demás que las provocaron y que constituyen su causa, de las que son
absolutamente independientes.

INSTRUMENTOS: el instrumento fundamental en la operatoria es la carta de crédito.


Es este documento el que constituye la forma fundamental para que la estructura del
negocio pueda constituirse. Este contrato usualmente se materializa en un
instrumento emitido por el banco emisor y conformado por el cliente importador, el
cual se denomina carta de crédito. La operatoria de la carta de crédito documentaria
es la siguiente: una vez que las partes han llegado a un acuerdo sobre las
características fundamentales de la operación, el comprador se dirige a su banquero y
procede a completar la solicitud de apertura de carta de crédito que éste le entrega,
donde se perfeccionarán los datos completos de toda la operación. Si el banco acepta,
abre el crédito documentado en favor del beneficiario.

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Ortiz, Benjamin

CLASES O MODALIDADES: el crédito documentario puede ser clasificado de distintas


formas. Estas modalidades consisten en el método por el cual se saldará la deuda
entre comprador y vendedor, la manera en que actuará el banco o entidad financiera
intermediando o en ocasiones mediando en esta relación.

 Revocable o irrevocable: según pueda ser anulado en cualquier momento por


cualquiera de las partes o que, por el contrario, tenga garantizada su vigencia
por un plazo determinado. En caso de silencio, el crédito debe ser interpretado
como irrevocable.
 Divisible o indivisible: atendiendo a su divisibilidad, la hipótesis más corriente
es que el crédito pueda realizarse parcialmente. En este sentido, las RUU
establecen que son admisibles salvo estipulación en contrario. Cuando así
fuera, estamos en presencia de un caso de indivisibilidad. El caso típico de
crédito divisible son los créditos rotativos o revolving credit, por el cual un
adquirente puede gozar de renovaciones automáticas para mantener sus
adquisiciones dentro de un límite crediticio, sin necesidad de nuevos contratos.
 Transferible o intransferible: atendiendo a su negociabilidad, puede ser
transferible o intransferible. Las RUU establecen que el crédito será
intransferible, excepto pacto expreso. En realidad, no es transferible el crédito
otorgado, instrumentado en la carta de crédito, que solamente puede aplicarse
a una operación, y no a otra. Esto no quiere decir que una vez que el vendedor
haya cumplido, no pueda ceder o transferir el crédito libremente.
 Stand by: tanto el standy by como la emisión a primera demanda constituyen
más bien formas de garantía o modalidades de la fianza antes que formas de
instrumentación del crédito documentario.

FORMA: no existen formalidades tasadas para el crédito documentario, que es no


formal. Usualmente se concreta mediante instrumentos que en otros ámbitos están
discutidos, como el télex. Las RUU admiten la concreción de créditos mediante
telecomunicación y preaviso, y la presentación de documentos con firmas electrónicas,
selladas, e inclusive el uso de copias. Rigen las reglas del Código Civil y Comercial que
regulan el consentimiento entre ausentes.

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Ortiz, Benjamin

PRESCRIPCIÓN: no existe un término especial para la prescripción de las obligaciones


emergentes del crédito documentario, por lo que el término es el común de 5 años.

PLAZOS: al margen de los que corresponden a las otras operaciones que integran la
negociación, la apertura de la carta de crédito debe hacerse por el plazo que se
hubiera convenido entre las partes, que será objeto de fijación cuando fuere
irrevocable. La comunicación de la apertura de la carta de crédito no tiene un plazo
establecido, pero naturalmente debe realizarse dentro del término de su vigencia. En
todos los casos debe indicarse la fecha y lugar para la presentación de los documentos,
que debe ser dentro del plazo de la vigencia de la carta de crédito. El embarque debe
hacerse en término. Fuera del término estipulado, aun cuando se hiciera, el vendedor
carece de derecho a cobrar. Del mismo modo, los documentos deben ser entregados
antes de la expiración del crédito y no más de 21 días después de la fecha de
embarque, en el domicilio del banco que tiene que hacer el pago.

NATURALEZA DE LAS RELACIONES:

ENTRE EL COMPRADOR, ORDENADOR DEL CRÉDITO Y EL BANCO ACREDITANTE: el


banco tiene la obligación de examinar los documentos sobre la base de los cuales
efectuará el pago. Su actuación está dominada por la idea del mandato no
representativo. Su apertura de crédito a favor del tercero importa siempre una
actuación por cuenta de su mandante, pero no en su nombre, sino en nombre propio.
Así, deberá controlar que el vendedor haya cumplido sus obligaciones y revisar los
documentos propios de la operatoria, para luego hacer el pago correspondiente. El
banco actúa sobre documentos, de modo que no controla la mercadería ni tiene
obligación de verificar los aspectos que sean ajenos a los meramente documentales.

ENTRE EL VENDEDOR, BENEFICIARIO DEL CRÉDITO Y EL BANCO ACREDITANTE: el


banco acreditante abre la carta de crédito que notifica al vendedor, y asume ante éste
el compromiso firme e irrevocable de pagarle el precio de la compraventa, sea
aceptando la letra que gire, o negociándola, o pagándola la contado, en el momento
en que entregue los documentos necesarios para la realización de la operación y para
que pueda reputarse que la mercadería fue transferida, facturada, despachada y
asegurada, de acuerdo con lo que se contrató. Se trata de una obligación autónoma. El

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Ortiz, Benjamin

vendedor tiene que entregar los documentos según se hubiera pactado o lo que es de
uso, para poder cobrar el crédito que se abrió a su favor.

BANCO CONFRIMANTE: si existiera un banco que confirmó la carta de crédito, se


encontrará ante el vendedor en la misma condición del banco acreditante, y deberá
reclamar lo pagado del banco que le pidió la apertura de la carta de crédito, cuando la
ha satisfecho de acuerdo con lo que se había contratado.

OBLIGACIONES DE LAS PARTES:

DEBERES DEL BANCO: la principal obligación del banco es hacer el pago contra la
presentación de los documentos convenidos, o los que fueran de uso, y luego
transferirlos a su cliente, previo control de su parte. La revisión a cargo del banco es
meramente documental, de modo que en las ventas el control de los materiales lo
hace el comprador al recibirlos, con independencia de la verificación documental que
hace el banco. Los documentos deben estar todos. El banco debe recibirlos y hacer un
control formal externo aplicando para eso un cuidado razonable sin que sea admisible
exigirle calidades o condiciones periciales. Los documentos deben ser completos.

 Brochure: la brochure libera a los bancos de todo tipo de responsabilidad por el


análisis de los documentos. Esta, como otras cláusulas de exoneración, es de
dudosa validez, ya que es difícil aceptar la existencia de un contrato en el cual
las obligaciones de una de las partes no sean exigibles o no asuman la calidad
que deben tener.
 Documentos: los documentos normalmente exigidos son la factura y
certificado de origen y calidad, el conocimiento de embarque y la póliza de
seguro.
 Conocimiento de embarque: acredita el despacho de la mercadería y hace
posible su disposición. Debe ser emitido limpio, a la orden, negociable y
transferible, en los términos que resultan de la Convención de Bruselas (Ley Nº
15.867). Son inadmisibles para obtener el pago los documentos que refieren
“recibido para embarque” y los llamados “delivery order” u orden de remisión,
que no son en sí mismos documentos de transporte.

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Ortiz, Benjamin

 Seguro: el seguro se acredita con la póliza, que debe consignar los riesgos
asegurados y el monto de la indemnización, además de agregarse el pago de la
prima, de modo de asegurar su vigencia.

DEBERES DEL ORDENADOR: el cliente, por su parte, en calidad de ordenador, tiene


obligación de pagar las comisiones que correspondan al banco. Además, tiene que
reembolsar el precio y gastos de la operación y retirar los documentos, cerrando de
ese modo la operación.

RELACIONES ENTRE LAS PARTES:

ENTRE COMPRADOR Y VENDEDOR: las partes tienen una relación que es


independiente del crédito documentario. La emisión de la carta de crédito se
constituye en una relación abstracta respecto a la operación que hayan realizado las
partes o independiente de ella. La jurisprudencia norteamericana llevó al extremo esta
situación de abstracción en el caso “American Steel v. Irving National Bank”, donde
tras la presentación de los documentos de exportación, el banco se negó a pagar
porque había sido prohibida la exportación de los productos vendidos. El tribunal
condenó a pagar con independencia de la posibilidad de cumplimiento del contrato.

ENTRE EL CLIENTE ORDENANTE Y EL BANCO EMISOR: existe una doble relación: una
delegación imperfecta de deuda instrumentada en la carta de crédito, y un crédito
otorgado por el banco a su cliente para la operación.

ENTRE USUARIO (COMPRADOR) Y BANCO EMISOR: entre ellos existe una apertura de
crédito impropio, a favor de un tercero; esto es, una delegación imperfecta de deuda.

ENTRE BANCO EMISOR Y BENEFICIARIO: se constituye una relación creditoria


independiente, abstracta, por la cual el banco se obliga a pagar contra la entrega de
documentos.

REEMBOSLSOS: cada una de las relaciones determinará las condiciones de


contratación. Como regla general, concluida la función del banco por el pago de los
documentos, corresponden los reembolsos. En algunas relaciones especiales, la
intervención de los bancos centrales los convierte en garantes de las operaciones

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Ortiz, Benjamin

porque todos los pagos se hacen a través de ellos. El incumplimiento plantea algunos
problemas, y es que dada la independencia de las relaciones entre las partes, no existe
posibilidad de subrogación contra el beneficiario de la carta de crédito, aunque sí
contra el ordenante que solicitó la apertura de la misma, para lo cual el banco debe
actuar por la vía ordinaria (generalmente los saldos son títulos ejecutivos). El banco
acreditante no es propietario, pero sí acreedor, reconociéndosele a través de la
doctrina un privilegio derivado de la prenda sobre los bienes, y derecho de retención.

RESPONSABILIDADES: las responsabilidades derivadas de cada uno de los contratos o


relaciones son independientes. Atendiendo a la operación documentaria concreta, el
banco tiene en el cumplimiento de su tarea la responsabilidad propia de su posición y
de las obligaciones contraídas. Son frecuentes las cláusulas liberatorias de
responsabilidad, las cuales son admisibles en medida que no impliquen una
exoneración del cumplimiento de las obligaciones que les son propias.

BANCO ACREDITANTE: el banco acreditante tiene la obligación de controlar los


documentos, poniendo en su tarea la diligencia y capacidad profesional propia de las
entidades financieras. Es también quien elige el banco notificador o confirmante, al
que habilita dándole mandato para la operación, respondiendo por su actuación.

BANCO NOTIFICADOR: la responsabilidad del banco notificador varía según las


obligaciones asumidas. Si su tarea se limitó a la notificación, cumple con solo hacerla,
pero si confirmó la carta de crédito, debe cumplir, aunque no tenga relación de otro
tipo con el comprador; es el caso del banco corresponsal, que si solo notifica al
vendedor, no garantiza el pago, en tanto que si lo confirmó, está obligado a hacer el
pago como obligado principal.

ORDENANTE DEL CRÉDITO: el ordenante del crédito, al solicitar la apertura de la carta


de crédito, confiere un mandato al banco; en principio, sin que tenga relación directa
con el corresponsal. Derivado de ese mandato y de la realización de la tarea, está
obligado al pago de los documentos cuando le sean presentados.

CONCLUSIÓN DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO: la conclusión es distinta según el


complejo de relaciones convergentes.

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Ortiz, Benjamin

BANCO Y CLIENTE: su relación concluye con el cumplimiento según hubieran


contratado, con el pago y entrega de los documentos. Quedará luego la posibilidad de
otras relaciones entre las partes.

BANCO Y BENEFICIARIOS: el modo normal es el pago contra la entrega de


documentos. Pero si venciera el plazo sin que los documentos sean presentados, la
relación concluye al tornarse inexigible la carta de crédito. Por último, también
concluye la relación en el caso de ser revocada la carta de crédito.

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Ortiz, Benjamin

UNIDAD 10: CONTRATO DE FACTORAJE Y UNDERWRITTING

FACTORING

ANTECEDENTES: históricamente, en el marco del derecho romano, el factor apareció


con la instalación de asentamientos comerciales pertenecientes a un propietario que
no podía estar frente a este, ya sea por causa de la distancia o por la multiplicidad de
establecimientos que debía atender. Así, factor es una expresión latina que alude a
aquel que estaba frente a una factoría. Era el que se ocupaba de atender todos los
aspectos comerciales relativos al establecimiento de propiedad de un principal, para el
que trabajaba contra una remuneración.

Así, el factoraje tiene su origen en el derecho romano y a partir de su origen se


encuentra íntimamente vinculado con la noción de gerencia y administración de un
establecimiento en el cual alguien tiene a su cargo realizar esta actividad de
administración y explotación. En el mundo del siglo XV los factores encargados de los
establecimientos coloniales realizaron la misma operación de recolección de frutos del
país, almacenamiento y organización de su venta, distribución y transporte hacia la
metrópoli colonizadora. Con el correr de los siglos, la profesión del factor fue variando,
orientándose al sector del comercio textil, para luego seguir evolucionando hacia el
sector financiero, lo que se dio en llamar old line factor, para identificar a un
comerciante que se ocupaba por su cuenta y riesgo de la gestión de cobranza de
facturas del comerciante, facturación que en muchos casos había financiado
previamente.

En el ámbito bancario, siempre estuvo presente la operación de venta de una


cartera de crédito contra el adelanto de los fondos y la toma a cargo de la gestión. Así
ocurrió con los impuestos y con la facturación de comerciantes particulares. En el
mundo anglosajón, se dio en llamar factoring al negocio que se realizaba y a las
operaciones de gestión de cartera.

NOCIONES GENERALES: el factoring o factoraje apareció con gran vigor en el mundo


de la posguerra, inspirado en las distintas modalidades operativas de las compañías
que habían participado en el mercado de la financiación y gestión de carteras, en lugar

31
Ortiz, Benjamin

de los bancos. Así fue como los bancos, ante la crítica situación de la época, encararon
el negocio de las carteras de crédito. En nuestro derecho, se introdujo una mención en
la primera Ley de Entidades Financieras (18.061), aunque solamente como parte de la
enumeración de contratos que podían realizar determinadas entidades.

CONCEPTO: puede conceptualizarse como la operación típicamente financiera y


compleja de ejecución continuada por la cual el factor, mediante una cesión, adquiere
los créditos que nazcan de la actividad empresaria del factorado, siempre que cumplan
con los requisitos objetivos descriptos en el contrato, a cambio de una suma
determinable en dinero, con carácter de exclusividad en relación con el factor y por un
tiempo predeterminado, pudiendo prestarse una serie de servicios complementarios
orientados a la gerencia de ventas. Se erige como requisito sine qua non para estar en
presencia de esta operación la existencia de financiación y la extensión en el tiempo,
poniendo de resalto que el contrato es uno solo y que sus efectos son los que se
extienden.

Nuestro CCyC, por su parte, lo define en su art. 1421, estableciendo que hay
contrato de factoraje cuando una de las partes, denominada factor, se obliga a
adquirir por un precio en dinero determinado o determinable los créditos originados
en el giro comercial de la otra, denominada factoreado, pudiendo otorgar anticipo
sobre tales créditos asumiendo o no los riesgos.

CLASES: el factoring no tiene un concepto claramente definido. Normalmente se le ha


dado esa denominación a toda forma de negociación que importe asumir por parte de
una persona el manejo financiero e inclusive administrativo del negocio de otro
comerciante, con mayor o menor amplitud. Dentro de la idea del factoring, caben un
sinnúmero de modalidades operativas. Como corolario de lo señalado, las clases de
factoring que se mencionarán a continuación no constituyen categorías cerradas, sino
que admiten formas variadas.

MODELO NORTEAMERICANO Y ALEMÁN: algunos hablan de un modelo


norteamericano de factoring y otros de un modelo alemán. El norteamericano se trata
simplemente de asesoramiento crediticio y eventual asunción de la cartera (obligatoria
o no); mientras que en el alemán el factoring sería mucho más amplio, donde además

32
Ortiz, Benjamin

de la financiación de la cartera, se trataría de un contrato comprensivo de tareas de


asesoría administrativa y técnico-contable sobre la administración, manejo
documental y otros aspectos de la administración del cliente.

OLD TIME FACTORING Y NEW STYLE FACTORING: en el old time factoring, el objeto
del contrato se limitaría a la asunción por el factor de la financiación y gestión de
cobranzas. En el new style factoring, la obligación asumida por el factor sería
comprensiva de una gama de servicios mucho más amplia, como el que ofrecen las
instituciones financieras.

MATURITY FACTORING Y CREDIT CRASH FACTORING: el maturity factoring identifica


aquellos contratos en los que el cliente cobra periódicamente según los vencimientos
de sus propias facturas. El credit crash factoring, en cambio, es aquel en que el cliente
percibe un adelanto de ellos.

MECÁNICA DE LA OPERACIÓN: el factoring tiene como idea básica liberar a las


empresas productivas de la obligación de generar una organización administrativa o
aliviarla en su gestión, o de la cobranza o de la obtención de recursos financieros.
Según sea la extensión del contrato y las prestaciones contratadas, las liberará de
tener un departamento contencioso, o de asumir todo el tema de cobranzas, o bien de
llevar la contabilidad, un supuesto poco frecuente.

1) El proceso se inicia con la propuesta o pedido del interesado, que naturalmente


debe proveer a quien ejercerá el factoraje todos los elementos necesarios para la
evaluación de su operación. Si se trata solamente de la negociación de créditos de
terceros, será menester la evaluación de su mercado, situación económica, y
especialmente la característica de su clientela, y la forma de instrumentación de los
créditos cuya gestión será asumida por la institución financiera. Con todos estos
elementos, el banco resolverá sobre la operación, que normalmente funciona como
una apertura de crédito, aunque también puede celebrarse con la forma de un mutuo
o compra de cartera.

2) Si hubiere acuerdo entre las partes, se producirá la firma del contrato, cuyo
contenido variará conforme las condiciones económicas de la operación y las

33
Ortiz, Benjamin

prestaciones que en particular se contrate en cada caso, ya que el aspecto


fundamental está dado por la evaluación anterior. Aquí aparecerá la negociación de
cada factura, o la contratación de la negociación global de todas las facturas, o bien el
establecimiento de las condiciones en que el banco efectuará la cobranza de los
créditos que se le remitan y qué créditos aceptará o en qué casos está o no obligado a
aceptarlos, o si adelantará fondos, etc.

OPERACIONES EN NUESTRO MEDIO: entre nosotros, el factoring se encuentra entre


los llamados negocios de cartera. Existen distintas modalidades operativas que de
hecho configuran acuerdos que encuadran en lo que se conoce como factoring,
aunque el contrato tiene contornos sumamente indefinidos que conspiran contra su
identificación precisa. De cualquier modo, en los contratos se hallan algunos datos
significativos, que permiten calificar la operación de tal:

a) Cesión por un comerciante o industria a una entidad financiera, de todos o parte


de sus créditos presentes o futuros, habitualmente originados en una obra pública o
privada o provisión de algún tipo. La cesión se hace normalmente con la obligación de
parte del banco de acreditar de inmediato y contra la presentación de cada factura o
certificado, el importe del descuento de ella. La cesión se hace habitualmente de todos
los créditos emergentes del contrato, o de todas las certificaciones, apoderando a la
entidad financiera, o con el descuento de cada una de las facturaciones o
certificaciones.

b) En el mismo marco anterior, el pacto de descontar todas las facturas o certificados


que se presenten, pero sin ceder la obra en su totalidad o el contrato celebrado. En
este caso existe una apertura de crédito de parte del banco, que se obliga a atender el
descuento de la totalidad de las facturas o certificados correspondientes a un negocio,
siempre que estén en las condiciones pactadas.

c) Convenio normalmente verbal y concretado de hecho con distintos comerciantes,


para financiarles las ventas de sus productos, siempre que presenten determinadas
condiciones. Por ejemplo, en las operaciones de venta de automotores es frecuente el
pacto del concesionario con el banco que financia la operación de venta contra la

34
Ortiz, Benjamin

prestación de la prenda inscripta, cuyo importe se acredita en cuenta del vendedor del
automóvil de contado, asumiendo el banco la financiación.

d) Años atrás se utilizó en la construcción de obras públicas el sistema de pago por


contribución de mejoras a cargo de terceros propietarios frentistas. Las empresas
constructoras debían presentar a la municipalidad, además de la constancia de
realización de la obra, los certificados correspondientes a cada frentista para que la
municipalidad los emitiera y fueran notificados al propietario que tenía la obligación de
pago de la contribución de mejoras, que se había cedido al contratista como forma de
pago de la obra. En esta mecánica, normalmente la entidad financiera adelantaba
parcialmente los fondos de la cobranza y tomaba a su cargo la realización de todos los
actos tendientes a su cobro.

e) En la venta de propiedad horizontal se hizo práctica la asunción por parte de un


banco de la obligación de financiar en determinadas condiciones todas las
operaciones de venta que haga el vendedor, abriendo de tal modo un crédito que
sería satisfecho ante la presentación de la documentación en las condiciones pactadas.

SERVICIOS QUE PRESTA EL FACTOR: de lo expuesto, se pueden indicar que los


servicios normalmente prestados por quien actúa como factor son:

a) servicio de control de títulos;


b) servicio de control de créditos en el análisis de las condiciones del adquirente y de
la comercialización y viabilidad del crédito cuando fuere convenido;
c) servicio de contabilidad o administrativo, en la administración de la cartera, con
información puntual si así se justificare;
d) servicio de cobranza judicial y extrajudicial;
e) otros servicios bancarios adicionales, como los servicios de cuenta corriente,
adelantos, descuentos, mandatos, manejo de inversiones, etc.

SITUACIÓN JURÍDICA: el contrato de factoraje se encuentra regulado en los arts. 1421


y subsiguientes del Código Civil y Comercial de la Nación.

CRÉDITOS QUE PUEDE CEDER EL FACTOREADO: el art. 1423 establece que son válidas
las cesiones globales de parte o todos los créditos del factoreado, tanto los existentes

35
Ortiz, Benjamin

como los futuros, siempre que estos últimos sean determinables. Es que es de la
esencia del contrato que la cesión que ella incluya la totalidad de créditos
correspondientes a determinadas líneas de actividad del factoreado o a todas sus
operaciones, a los fines de garantizar la dispersión del riesgo asumido por el mismo.

ELEMENTOS QUE DEBE INCLUIR EL CONTRATO: el art. 1424 dispone que el contrato
debe incluir la relación de los derechos de crédito que se transmiten, la identificación
del factor y factoreado y los datos necesarios para identificar los documentos
representativos de los derechos de crédito, sus importes y sus fechas de emisión y
vencimiento o los elementos que permitan su identificación cuando el factoraje es
determinable.

Asimismo, la doctrina es coincidente en que lo contratos de factoring deben incluir


los siguientes elementos:

a) Duración del contrato: el pacto que se celebra debe determinar el límite temporal
por el cual se ha de realizar la operación
b) Fijación de las operaciones comprendidas: el comerciante puede tener diversidad
de operaciones, algunas comprendidas en el contrato y otras excluidas de éste.
c) Condiciones establecidas para el otorgamiento de créditos.
d) Remuneración del factor.
e) Condiciones de punición previstas para el caso de incumplimiento de cualquier
índole.

EFECTO DEL CONTRATO: el art. 1425 establece que el documento contractual es título
suficiente de transmisión de los derechos cedidos.

GARANTÍAS Y OPONIBILIDAD: el art. 1426 prescribe que las garantías reales y


personales y la retención anticipada de un porcentaje del crédito cedido para
garantizar su incobrabilidad o aforo son válidos y subsisten hasta la extinción de las
obligaciones del factoreado. Lo establecido por esta norma sirve para protegerse de su
incobrabilidad.

36
Ortiz, Benjamin

NOTIFICACIÓN AL DEUDOR CEDIDO: el art. 1427 establece que la transmisión de los


derechos del crédito cedido debe ser notificada al deudor cedido por cualquier medio
que evidencie razonablemente la recepción por parte de éste.

CONCLUSIÓN DEL CONTRATO: el contrato concluye por acuerdo de partes, por


consecución del objeto para el que fue contratado, o por concurso o quiebra de las
partes.

UNDERWRITTING

Otra forma de intervención de las entidades financieras en el mercado de


capitales es el underwritting, locución inglesa que se utiliza normalmente para
identificar la presuscripción de emisiones accionarias, aunque el nombre se utiliza para
identificar una gama de acciones no siempre similares.

CONCEPTO: se ha dado en llamar underwritting a una operación financiera por la cual


un banco o una entidad se comprometen ante una sociedad a suscribir sus emisiones
de capital y colocarlas en el mercado en determinadas condiciones y contra un
determinado importe, normalmente comisionario.

CARACTERIZACIÓN: cuando una sociedad por acciones necesita de capitales para sus
emprendimientos, puede optar por distintas soluciones: o bien solicita en el mercado
financiero como aporte crediticio a restituir oportunamente, tomándolos en préstamo;
o bien se los procura en el mercado de capitales, invitando a terceros a suscribir
aumentos de capital, como forma de hacerse de una importante posición de
patrimonio para afrontar la actividad. Esta última forma de hacerse de fondos es la
más conveniente, desde que a diferencia de los préstamos que llevan tasa fija y
obligación de restitución, los capitales se asocian al riesgo de la operación, no deben
ser restituidos y solamente perciben como renta la resultante del negocio.

NATURALEZA: precisar la naturaleza del contrato de underwritting se hace


extremadamente difícil. Puede decirse que se trata de un contrato de crédito por el
cual una entidad financiera compromete un préstamo en determinadas condiciones;
en ese sentido, es un contrato en el cual juega preponderantemente la valoración que
se haga de la sociedad, y se aproxima notoriamente a la apertura de crédito. Pero

37
Ortiz, Benjamin

también es un contrato que comprende de algún modo el contrato estimatorio, ya que


la sociedad ha de aumentar su capital social, para que sea suscripto por la entidad
financiera, que pasará a integrarse como socio hasta el momento en que pueda hacer
la colocación en el mercado en la forma y condiciones que se hayan pactado, y
recuperar de ese modo los fondos invertidos. Así, puede decirse que es un contrato
complejo en el que concurren elementos de distintos contratos para llevar adelante
una operatoria en la que el interés primordial es dotar a una sociedad de un
patrimonio que le permitirá optimizar su explotación.

MODALIDADES: existen diversas modalidades para este contrato, que pueden


agruparse en tres grandes categorías:

 LIBRE: el underwritting es libre cuando la entidad financiera no asume el


compromiso de la prefinanciación, sino a su solo y libre criterio, pudiendo suscribir
o no el aumento de capital que haga la sociedad que tiene por cliente.
 STAND BY: se ha dado en llamar a aquellos contratos de underwritting en los que
la entidad financiera asume el compromiso de la suscripción y prefinanciación,
siempre y cuando la sociedad contraparte, interesada en el contrato, cumpla con
determinadas condiciones que, cumplidas que fueren, determinarán
automáticamente la procedencia de la operación; pero mientras no se hayan
concretado, obstan a su procedencia. Es un compromiso sometido a una condición
suspensiva, de la que dependerá la erogación de fondos, la suscripción y la
colocación.
 EN FIRME: se ha denominado underwritting cuando la entidad financiera asume el
compromiso en firme de prefinanciación de la emisión de capital y su colocación en
el mercado, sin condiciones a cumplir por el cliente, actuando en la forma y
condiciones en que se hubieren convenido originariamente en la contratación que
oportunamente celebraron las partes.

PARTES: las partes en esta operatoria son normalmente dos: una entidad financiera y
una sociedad interesada en la colocación de sus acciones en el mercado. A partir de
este concepto básico global, las variables de la operatoria son muy grandes y de una
amplitud enorme. Se ha llegado a denominar underwritting a la oferta de acciones ya

38
Ortiz, Benjamin

emitidas que se pretenden vender en el mercado (por ejemplo, en los procesos de


privatización).

CONTENIDO: el contenido del contrato es de difícil determinación porque las


contrataciones se suelen hacer con muy variadas formas, y el objeto no siempre es
idéntico. En general, puede decirse que el contrato se celebra entre una entidad
financiera que se obliga a suscribir un determinado aumento de capital de una
sociedad, cuyas acciones se cotizan en bolsa, y a colocarlas en el mercado en un
determinado tiempo, asegurando a la sociedad el ingreso de sus capitales. Pero no es
esta la única forma del underwritting, sino un esquema básico general. En sus formas
variadas, el underwritting oscila entre aquellas entidades que se comprometen al
aporte de capital en forma inicial para recolocar luego los títulos en el mercado, las
cuales concretan una operación de crédito típica; y algunas otras modalidades en las
cuales la entidad financiera se compromete a la prestación de un servicio, a promover
y realizar la colocación de las acciones de su cliente, pero sin que por ello se
comprometa a hacer el desembolso que asegura la colocación, sino que se ofrece a
poner sus mejores esfuerzos para obtener una colocación adecuada y conveniente,
pero sin asumir las obligaciones en forma directa e inmediata. En el marco de este tipo
de operaciones, es frecuente la aparición de algunas figuras de garantía, establecidas
para asegurar el logro del contrato cuya operatoria concluye con la colocación de las
acciones, como es, por ejemplo, la designación de uno o más directores para que
integren el directorio de la sociedad, controlando los intereses del banco y la seriedad
de la gestión, de modo de poder comprometerse en la colocación.

OBLIGACIONES DE LAS PARTES:

DEL BANCO: celebrada la carta de intención, deberá realizar los trámites necesarios
ante las autoridades para lograr las autorizaciones pertinentes. Conseguidas éstas, y
cumplidas las obligaciones a cargo del cliente, se verá compelida por el primer pacto, a
celebrar el contrato de underwriting, adquirir los valores negociables a emitirse y luego
ofrecer dichos valores al público en el caso del underwriting “en firme”; adelantar los
fondos e intentar la colocación de los valores en el “mejor esfuerzo”. Cuando los

39
Ortiz, Benjamin

underwriters son varios, la obligación que contraen de adquirir los valores negociables
es simplemente mancomunada, como ya dijimos.

DEL EMISOR: deberá realizar los actos necesarios para que desde el punto de vista
interno de la sociedad sea posible la emisión de valores (ya sean acciones u otros
títulos, ej.: aprobación en asamblea). Emitir valores negociables (acciones u
obligaciones) y venderlos al underwriter. Además, debe pagar la comisión convenida al
underwriters (generalmente en orden al 3% o 4% de los importes efectivos de la
operación). Realizar el registro y el pedido de autorización de oferta pública sea
aprobado; comunicar al underwriter cualquier orden de suspensión o calificación de la
presentación, no vender nuevas emisiones de esos valores negociables en el mercado
en un período de tiempo determinado a fin de no afectar los precios de éstos.

RESPONSABILIDAD DEL BANCO:

ANTE EL EMISOR: ante el emisor, el underwriter tendrá las obligaciones de todo


contratante, rigiéndose por la normativa común y debiendo poner especial énfasis en
la prolijidad de su tarea a tratarse de un profesional en la materia. En especial no
podrá eximirse de su responsabilidad en los casos de actuación ante autoridades
administrativas relativas a la documentación a presentar o plazos a cumplir para llevar
a buen puerto la emisión (contando siempre con la colaboración del emisor, el cual
previamente debe estar avisado de sus deberes y en todo caso ser intimado a su
cumplimiento si no lo hace en un plazo prudencial). En estos casos su obligación sería
de resultado; no así en lo que hace a la colocación de la emisión la cual conserva su
carácter de “mejor esfuerzo”.

ANTE EL SUSCRIPTOR: para con el suscriptor, el banco tendrá una responsabilidad, ya


que si bien lo que hace, por ejemplo, en el “mejor esfuerzo”, es mediar en la
colocación, en el propio asesoramiento ya existe el germen de un contrato, y le son
plenamente aplicables los principios emanados de la Ley de Defensa del Consumidor.

40
Ortiz, Benjamin

UNIDAD 11: LEASING

CONCEPTO: el art. 1227 establece que el contrato de leasing es aquel por el cual “el
dador conviene transferir al tomador la tenencia de un bien cierto y determinado para
su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una opción de compra por un
precio.” El artículo define el contrato de leasing como un convenio en función del cual
el dador, con la finalidad de otorgar financiamiento, entrega la tenencia de un bien
cierto y determinado para su uso y goce contra el pago de un canon, y le confiere al
tomador una opción de compra. Así, el leasing es un verdadero método de
financiación sumamente ventajoso para las empresas, que permite adquirir activos
fijos (bienes que la empresa necesita) sin compromiso de capital inicial (por falta de
liquidez o uso alternativo del capital con mayor beneficio).

CARACTERES: es un contrato nominado, consensual, bilateral, oneroso, conmutativo,


formal, de duración, de empresa o de consumo que puede ser celebrado por
adhesión. Es un contrato de naturaleza propia y autónoma que no puede asimilarse a
ningún contrato tradicional.

OBJETO: el art. 1228 establece: “Pueden ser objeto del contrato cosas muebles e
inmuebles, marcas, patentes o modelos industriales y software, de propiedad del dador
o sobre los que el dador tenga la facultad de dar en leasing.” El objeto es amplio.
Comprende las cosas muebles, registrables o no, los inmuebles, los bienes inmateriales
(marcas, patentes o modelos industriales) y los bienes tecnológicos (software con
licencia) de propiedad del dador o sobre aquellos que tenga la facultad de dar en
leasing. Deben ser siempre cosas individualizadas que permitan su posterior
registración.

CANON: el art. 1229 dispone: “El monto y la periodicidad de cada canon se determina
convencionalmente.” El canon es el importe periódico que el tomador debe abonar al
dador como contraprestación por el uso y goce de la cosa, durante el plazo de
utilización del bien. Es una suma de dinero pactada por las partes. Constituye un
elemento tipificante del contrato, ya que al ser oneroso necesariamente tiene un
precio. Las partes tienen completa libertad para convenir el monto del canon,

41
Ortiz, Benjamin

admitiéndose diversos métodos. En general, el canon se integra con diversos rubros,


tales como:

a) valor locativo;

b) valor de amortización;

c) costo financiero;

d) los riesgos inherentes a la conservación del bien; y

e) gastos administrativos y servicios.

Debe ser cierto y determinado en dinero y se distingue —por la pluralidad de


rubros— de un mero alquiler, propio del contrato de locación. Respecto de la
periodicidad, también el criterio legal es flexible, está librado a la autonomía de la
voluntad de las partes y se pueden pactar cuotas iguales o escalonadas en forma
creciente, decreciente o alternada, mensual, bimestral o trimestral y todas aquellas
opciones que no desnaturalicen el contrato.

PRECIO DE EJERCICIO DE LA OPCIÓN: el art. 1230 prescribe: “El precio de ejercicio de


la opción de compra debe estar fijado en el contrato o ser determinable según
procedimientos o pautas pactadas.” Hace referencia al valor residual, que es el
importe que debe pagar el tomador para el caso de ejercer la opción de compra, otro
elemento tipificante del contrato. Esta norma indica que el precio de la opción de
compra, o bien debe estar fijado en el contrato, o bien debe ser determinable según
procedimientos o pautas pactadas en el mismo. Constituye un verdadero contrato de
opción, del cual nace para el tomador un derecho de opción que obliga al dador no
solo a cumplir el contrato de compraventa, sino de abstenerse de celebrar con
terceros otros negocios que puedan afectar ese derecho durante el plazo del ejercicio
de dicha prerrogativa. Se otorga a las partes una gran libertad y autonomía para fijar
esta opción de compra. Sin embargo, además de ser cierto y determinado, el precio
debe ser razonable, existiendo una relación entre el precio por el uso del bien y el
precio por la compra. La falta de determinación de la opción de compra hace nulo el
contrato, al igual que si se lo deja al arbitrio exclusivo de una de las partes.

42
Ortiz, Benjamin

MODALIDADES EN LA ELECCIÓN DEL BIEN: el art. 1231 establece: “El bien objeto del
contrato puede:

a) comprarse por el dador a persona indicada por el tomador;

b) comprarse por el dador según especificaciones del tomador o según catálogos,


folletos o descripciones identificadas por éste;

c) comprarse por el dador, quien sustituye al tomador, al efecto, en un contrato de


compraventa que éste haya celebrado;

d) ser de propiedad del dador con anterioridad a su vinculación contractual con el


tomador;

e) adquirirse por el dador al tomador por el mismo contrato o habérselo adquirido


con anterioridad;

f) estar a disposición jurídica del dador por título que le permita constituir leasing
sobre él.”

En este artículo se regulan las distintas modalidades del contrato de leasing. Sin
embargo, la doctrina no es pacífica respecto de esta denominación. Para algunos
(Fresneda, Saieg, Frustagli y Hernández), el Código sigue el criterio de la Ley Nº 24.441,
que establece un tipo contractual y diferentes subtipos de leasing. En cambio, para
otra parte de la doctrina (Lorenzetti), se trata de modalidades, de modo que el leasing
resulta un contrato autónomo y típico, sin subtipos. Rivera y Medina comparten esta
posición, pero hablan de especies de leasing.

MODALIDADES: según el criterio de Lorenzetti, que se refiere a modalidades de


leasing:

• LEASING FINANCIERO: en esta modalidad una sociedad financiera o una sociedad


cuyo objeto societario sea el leasing, adquiere bienes de un fabricante o proveedor,
previamente elegidos por el tomador, con la finalidad de celebrar un contrato de
leasing. Existe una intermediación financiera entre fabricante y tomador que permite
adquirir un bien que, o bien el tomador no puede adquirir por carecer de capital, o

43
Ortiz, Benjamin

bien porque no tiene interés en hacerlo, prefiriendo la amortización del mismo (incs.
a), b) y c) del art. 1231 CCyC).

• LEASING OPERATIVO: constituye una modalidad del contrato cuya finalidad no es


eminentemente financiera. Es, generalmente, utilizada sobre bienes de capital para las
industrias, en la construcción inmobiliaria y en los bienes de consumo (Roullion). La
diferencia sustancial con el leasing financiero es la ausencia de intermediación
financiera (inc. d) del art. 1231 CCyC).

• RETROLEASING O LEASEBACK: esta modalidad permite al dador adquirir el bien


directamente al tomador, con el objeto de satisfacer las necesidades financieras de
este último (dificultades económicas, inmovilización de activos). Mediante esta
modalidad el tomador transforma un bien de capital en activo líquido, pero sigue
usando y gozando del bien como si fuera el dueño, teniendo incluso siempre la
posibilidad de ejercer la opción de compra y readquirir la cosa (inc. e) del art. 1231
CCyC).

• SUBLEASING: en este supuesto el dador no es el propietario o poseedor del bien


objeto del leasing. Se define como el contrato en el cual el tomador originario se
convierte, a su vez, en dador (Lavalle Cobo). Esta modalidad aparece en el inc. f) del
art. 1231 CCyC, aunque debe ser armonizada con los arts. 1238 y 1242 CCyC.

RESPONSABILIDADES, ACCIONES Y GARANTÍAS EN LA ADQUISICIÓN DEL BIEN: en los


casos de los incisos a), b) y c) del art. 1231, el dador cumple el contrato adquiriendo
los bienes indicados por el tomador. El tomador puede reclamar del vendedor, sin
necesidad de cesión, todos los derechos que emergen del contrato de compraventa. El
dador puede liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de la
obligación de saneamiento.

En los casos del inciso d) del art. 1231, así como en aquellos casos en que el
dador es fabricante, importador, vendedor o constructor del bien dado en leasing, el
dador no puede liberarse de la obligación de entrega y de la obligación de
saneamiento.

44
Ortiz, Benjamin

En los casos del inciso e) del mismo artículo, el dador no responde por la
obligación de entrega ni por garantía de saneamiento, excepto pacto en contrario.

En los casos del inciso f) se deben aplicar las reglas de los párrafos anteriores
de este artículo, según corresponda a la situación concreta.

LEASING FINANCIERO

El primer párrafo de la norma está referido al leasing financiero (art. 1231, incs.
a), b) y c) del CCyC). De este modo, siguiendo a Lorenzetti, hay un contrato de
compraventa o suministro, celebrado por el fabricante o comerciante con el dador
(que es quien financia el negocio), sobre el bien indicado por el tomador, y luego un
leasing entre la entidad financiera y el tomador. En este supuesto la norma parecería
señalar que el dador cumple el contrato adquiriendo los bienes previamente elegidos
por el tomador, pero esta obligación, en el contexto general del contrato de leasing,
debe completarse con la puesta a disposición de los bienes al tomador. Una vez que
ello ocurre, el tomador puede reclamar todos los derechos que emergen del contrato
de compraventa, teniendo para ello una verdadera acción directa (art. 736 CCyC), no
una mera acción subrogatoria. El dador puede liberarse convencionalmente de las
responsabilidades de entrega y de la obligación de saneamiento (evicción y vicios
redhibitorios). Estas cláusulas de eximición de la responsabilidad deben interpretarse
con criterio restrictivo y serán difícilmente compatibles, si el tomador fuera un
consumidor.

LEASING OPERATIVO

En el párr. 2º, la norma regula la modalidad de leasing operativo (art. 1231, inc.
d) del CCyC), sin intermediación financiera, y generalmente para la adquisición de
bienes con un alto valor económico destinados al equipamiento de la empresa. En este
caso, el dador es fabricante, importador, vendedor o constructor del bien dado en
leasing, por lo cual resulta razonable que se le impida liberarse de las obligaciones de
entrega y saneamiento, resultando nula toda cláusula de exoneración en contrario.

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Ortiz, Benjamin

RETROLEASING

En el párr. 3º se refiere a la modalidad de retro o retroleasing o leaseback (art.


1231, inc. e) del CCyC). Es un contrato por el cual el empresario vende un bien mueble
o inmueble de su propiedad al dador del leasing, que paga el precio correspondiente y,
a su vez, en forma simultánea, cede el uso y goce del bien adquirido al vendedor, quien
se obliga a pagar los cánones durante un período de tiempo, con la posibilidad de
readquirir el bien al vencimiento del contrato, mediante el pago de un precio
establecido. En esta modalidad el dador no responde por las obligaciones de entrega y
saneamiento, salvo pacto expreso en contrario.

SUBLEASING

El último párrafo regula la responsabilidad en la modalidad de subleasing (art.


1231, inc. f) del CCyC), señalando que deben aplicarse las reglas de los párrafos
anteriores, según corresponda a un caso de leasing financiero, operativo o
retroleasing. El subleasing es un contrato, según Lavalle Cobo, en el cual el tomador
originario se convierte, a su vez, en dador.

DISPOSICIONES GENERALES

SERVICIOS Y ACCESORIOS: el art. 1233 dispone: “Pueden incluirse en el contrato los


servicios y accesorios necesarios para el diseño, la instalación, puesta en marcha y
puesta a disposición de los bienes dados en leasing, y su precio integrar el cálculo del
canon.” Este caso surge, básicamente, cuando el dador es el fabricante o vendedor de
los bienes objeto del contrato, contando en su estructura empresaria con estos
servicios y suministro de accesorios. Debe aclararse que son prestaciones accesorias al
objeto principal del contrato, que es la transmisión del uso y goce de la cosa. Estos
servicios y accesorios pueden ser incluidos como parte del precio del cálculo del canon
fijado. Si se tratara de un leasing de consumo, en la modalidad operativa, se debe
aplicar el art. 12 LDC, que establece que los fabricantes deben asegurar un servicio
técnico adecuado, suministrando partes y repuestos.

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Ortiz, Benjamin

FORMA E INSCRIPCIÓN: el art. 1234 establece: “El leasing debe instrumentarse en


escritura pública si tiene como objeto inmuebles, buques o aeronaves. En los demás
casos puede celebrarse por instrumento público o privado.

A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el contrato debe inscribirse


en el registro que corresponda según la naturaleza de la cosa que constituye su objeto.
La inscripción en el registro puede efectuarse a partir de la celebración del contrato de
leasing, y con prescindencia de la fecha en que corresponda hacer entrega de la cosa
objeto de la prestación comprometida. Para que produzca efectos contra terceros
desde la entrega del bien objeto del leasing, la inscripción debe solicitarse dentro de los
5 días hábiles posteriores. Pasado ese término, produce ese efecto desde que el
contrato se presente para su registración.

Si se trata de cosas muebles no registrables o de un software, deben inscribirse


en el Registro de Créditos Prendarios del lugar donde la cosa se encuentre o, en su
caso, donde ésta o el software se deba poner a disposición del tomador. En el caso de
inmuebles, la inscripción se mantiene por el plazo de 20 años; en los demás bienes se
mantiene por 10 años. En ambos casos puede renovarse antes de su vencimiento, por
rogación del dador u orden judicial.” Así, para que el contrato de leasing pueda ser
oponible a terceros debe inscribirse en el Registro que corresponda, según la
naturaleza de la cosa que constituya su objeto. Respecto de su forma, en materia de
inmuebles, buques y aeronaves se requiere escritura pública, mientras que —en los
otros casos— basta que el contrato se celebre por instrumento privado (se aclara que
el contrato de leasing siempre es escrito). La norma, con la finalidad de la protección
de los derechos de terceros, establece la inscripción registral del contrato de leasing,
en el caso de los inmuebles, buques y aeronaves cada uno de ellos tiene su propio
registro. Los bienes que no tuvieran previsto un registro particular (cosas muebles no
registrables, marcas, patentes, modelos industriales y software) se inscribirán en el
Registro de Créditos Prendarios del lugar donde la cosa se encuentre o, en su caso,
donde ella o el software se deba poner a disposición del tomador. Sin embargo,
debemos aclarar que el contrato de leasing no inscripto será perfectamente válido
entre las partes, aunque no así respecto de terceros, que tendrán la posibilidad de

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Ortiz, Benjamin

agredir la cosa objeto del contrato de leasing. El deber de registración es común a


ambos contratantes.

MODALIDADES DE LOS BIENES: el art. 1235 establece: “A los efectos de la registración


del contrato de leasing son aplicables las normas legales y reglamentarias que
correspondan según la naturaleza de los bienes. En el caso de cosas muebles no
registrables o software, se aplican las normas registrales de la Ley de Prenda con
Registro y las demás que rigen el funcionamiento del Registro de Créditos Prendarios.
Cuando el leasing comprenda a cosas muebles situadas en distintas jurisdicciones, se
aplica lo dispuesto en la Ley de Prenda con Registro para iguales circunstancias.” El
registro debe expedir certificados e informes. El certificado que indique que sobre
determinados bienes no aparece inscrito ningún contrato de leasing tiene eficacia legal
hasta veinticuatro horas de expedido.

TRASLADO DE LOS BIENES: el art. 1236 dispone: “El tomador no puede sustraer los
bienes muebles del lugar en que deben encontrarse de acuerdo a lo estipulado en el
contrato inscrito. Sólo puede trasladarlos con la conformidad expresa del dador,
otorgada en el contrato o por acto escrito posterior, y después de haberse inscrito el
traslado y la conformidad del dador en los registros correspondientes. Se aplican las
normas pertinentes de la Ley de Prenda con Registro al respecto.” La norma establece
como regla la prohibición de traslado de los bienes muebles que han sido objeto del
leasing del lugar en que se encuentren, conforme lo estipulado en el contrato
inscripto. El tomador posee el uso y goce del bien objeto del leasing dentro de los
límites fijados en el contrato, siendo el lugar de radicación o su ubicación fundamental
para el dador, en virtud del carácter de garantía de su crédito que tienen los bienes.
Esta prohibición de traslado de los bienes muebles tiene como excepción la
conformidad expresa del dador, otorgada en el contrato o en escrito posterior. Deberá
ser inscripta previamente en el Registro correspondiente, que deberá tomar razón del
traslado. Siguiendo a Lorenzetti, frente al incumplimiento del tomador de lo
establecido en este artículo, se faculta al dador a inspeccionar el bien y a solicitar
incluso su secuestro.

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Ortiz, Benjamin

OPONIBILIDAD. SUBROGACIÓN: el art. 1237 prescribe: “El contrato debidamente


inscripto es oponible a los acreedores de las partes. Los acreedores del tomador pueden
subrogarse en los derechos de éste para ejercer la opción de compra.” El contrato de
leasing debe inscribirse por ante el Registro correspondiente para resultar oponible a
los acreedores de las partes (a terceros). La inscripción registral genera la publicidad
necesaria y suficiente para resultar el contrato oponible a terceros, pudiendo incluso,
ser invocado por las propias partes ante los acreedores de la otra.

USO Y GOCE DEL BIEN: el art. 1238 establece: “El tomador puede usar y gozar del bien
objeto del leasing conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni disponer
de él. Los gastos ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo
seguros, impuestos y tasas, que recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas
por su uso, son a cargo del tomador, excepto convención en contrario. El tomador
puede arrendar el bien objeto del leasing, excepto pacto en contrario. En ningún caso el
locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o limiten
en modo alguno los derechos del dador.” Este derecho personal (el uso y goce)
constituye la causa fin del contrato. Además de las obligaciones propias del contrato,
el tomador tiene ciertas prohibiciones en materia de disposición del bien. Así, se le
impide vender, gravar o disponer del bien. Si lo hiciera, debe responder por los daños y
perjuicios. De acuerdo con Lorenzetti, el dador podrá iniciar acción reivindicatoria
contra el tercero, solicitando el secuestro de la cosa. El tomador debe mantener el
bien en buen estado de uso y conservación. Por ello debe abonar los gastos ordinarios
y extraordinarios de conservación, incluyendo seguros, impuestos y tasas que pesen
sobre el bien, así como las sanciones ocasionadas por su uso, excepto convención en
contrario de las partes. Como consecuencia de este deber, el tomador tiene la
obligación de facilitar al dador la inspección del bien, ya que él mantiene la propiedad
y, en función de ella, tiene derecho a controlar si el tomador está usando el bien
conforme su destino. El tomador tiene legitimación para arrendar el bien objeto del
contrato, excepto pacto en contrario. Este precepto resulta razonable en virtud del
derecho personal de uso y goce, pudiendo percibir los frutos del arrendamiento,
industriales, naturales o civiles. Sin embargo, el locatario o arrendatario no puede

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Ortiz, Benjamin

pretender derechos sobre el bien que impidan o limiten en modo alguno los derechos
del dador.

ACCIÓN REIVINDICATORIA: el art. 1239 dispone que “La venta o gravamen consentido
por el tomador es inoponible al dador. El dador tiene acción reivindicatoria sobre la
cosa mueble que se encuentre en poder de cualquier tercero, pudiendo hacer aplicación
directa de lo dispuesto en el artículo 1249 inciso a), sin perjuicio de la responsabilidad
del tomador.” En el contrato de leasing existe un interés en proteger los derechos del
dador, que es el propietario y poseedor de la cosa objeto del contrato, no solo contra
el tomador, sino incluso, contra eventuales terceros, especialmente, contra los
acreedores de este último, teniendo en cuenta que el leasing solo otorga al tenedor la
tenencia de la cosa. Como en el art. 1238 CC yC se estableció la prohibición al tenedor
de efectuar actos de disposición sobre el bien objeto del contrato (no lo puede vender
ni gravar), en este artículo, frente a la perspectiva de que el tomador incumpla su
obligación básica de reconocer la titularidad del bien al dador, se le otorga la acción
reivindicatoria sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de cualquier tercero.
Esta acción es una facultad que tiene el dador para recuperar la cosa objeto del
leasing, incluso frente a terceros de buena fe y a título oneroso. Esta norma otorga al
dador la vía especial (sumarísima) del secuestro del bien, con la sola presentación del
contrato inscripto y la constancia de haber interpelado al tercero por un plazo no
menor de cinco días a la devolución del bien, sin perjuicio de la responsabilidad del
tomador por los daños y perjuicios que pudiera haber ocasionado al dador.

OPCIÓN DE COMPRA: el art. 1240 establece: “La opción de compra puede ejercerse
por el tomador una vez que haya pagado 3/4 partes del canon total estipulado, o antes
si así lo convinieron las partes.” La opción de compra es un elemento esencial del
contrato de leasing. Consiste en la facultad unilateral del tomador de adquirir la cosa o
bien. El dador no puede oponerse a su ejercicio ya que prestó su consentimiento al
celebrar el contrato. A falta de acuerdo respecto del plazo, la norma establece que la
opción se podrá ejercer a partir del pago de las tres cuartas partes (el 75%) del canon
total estipulado, pero también podrá hacer uso hasta antes del vencimiento
contractual.

50
Ortiz, Benjamin

PRÓRROGA DEL CONTRATO: el art. 1241 dispone: “El contrato puede prever su
prórroga a opción del tomador y las condiciones de su ejercicio.” El Código permite, a
opción del tomador, una vez vencido el plazo de vigencia del contrato, hacer uso de las
siguientes facultades: a) ejercer la opción de compra; b) devolver el bien al dador; y c)
prorrogar el contrato o renovar los bienes que constituyen su objeto. El artículo en
análisis se refiere a esta última posibilidad, la prórroga del contrato de leasing. Es un
cláusula accidental del contrato (puede estar o no) e implica una modificación del
contrato, por lo cual debe ser inscripta.

TRANSMISIÓN DEL DOMINIO: el art. 1242 prescribe que “El derecho del tomador a la
transmisión del dominio nace con el ejercicio de la opción de compra y el pago del
precio del ejercicio de la opción conforme a lo determinado en el contrato. El dominio
se adquiere cumplidos esos requisitos, excepto que la ley exija otros de acuerdo con la
naturaleza del bien de que se trate, a cuyo efecto las partes deben otorgar la
documentación y efectuar los demás actos necesarios.” El perfeccionamiento del
contrato de compraventa del bien objeto del contrato de leasing se produce con el
ejercicio de la opción de compra, requiriéndose una acción personal del tomador,
quien debe pagar el precio, que sumado a la tradición produce la transmisión de
dominio. La obligación de otorgar la documentación y efectuar los demás actos
necesarios por las partes a los fines de perfeccionar la transmisión de domino, en
especial por parte del dador titular del bien, es una obligación de hacer susceptible de
ejecución forzada, pudiendo el juez suplir la voluntad de la parte extendiendo la
documentación por el deudor (ej.: demanda de escrituración si se tratara de bienes
inmuebles).

RESPONSABILIDAD OBJETIVA: el art. 1243 prescribe: “La responsabilidad objetiva


emergente del artículo 1757 recae exclusivamente sobre el tomador o guardián de las
cosas dadas en leasing.”

CANCELACIÓN DE LA INSCRIPCIÓN. SUPUESTOS: el art. 1244 dispone: “La inscripción


del leasing sobre cosas muebles no registrables y software se cancela:

 por orden judicial, dictada en un proceso en el que el dador tuvo oportunidad


de tomar la debida participación;

51
Ortiz, Benjamin

 a petición del dador o su cesionario.”

ACCIÓN JUDICIAL: en el primer caso, el tomador deberá iniciar una acción judicial
tendiente a obtener la cancelación de la inscripción registral. En este proceso judicial
deberá intervenir el dador en función del derecho de defensa en juicio y el debido
proceso (art. 18 CN).

CANCELACIÓN A INSTANCIA DEL DADOR O SU CESIONARIO: en el segundo caso, la


cancelación de la inscripción se produce a instancias del dador o su cesionario. De esta
forma, se establece un régimen idéntico a la cancelación de prenda (art. 25 de la Ley
de Prenda), adaptado a los contratos de leasing. Esto otorga certidumbre a este tipo
de contratación cuando las cosas son bienes muebles o software.

CANCELACIÓN A PEDIDO DEL TOMADOR: el art. 1245 establece: “El tomador puede
solicitar la cancelación de la inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables
y software si acredita:

 el cumplimiento de los recaudos previstos en el contrato inscrito para ejercer


la opción de compra;

 el depósito del monto total de los cánones que restaban pagar y del precio de
ejercicio de la opción, con sus accesorios, en su caso;

 la interpelación fehaciente al dador, por un plazo no inferior a 15 días hábiles,


ofreciéndole los pagos y solicitándole la cancelación de la inscripción;

 el cumplimiento de las demás obligaciones contractuales exigibles a su cargo.”

Así, para solicitar la cancelación, el tomador debe cumplir los siguientes requisitos:

a) haber abonado tres cuartas partes del canon total, salvo estipulación menor en
contrario (art. 1240 CCyC) y haber exteriorizado su voluntad de adquirir el bien (no
debe estar en mora);
b) depositar el monto total de los cánones que restan pagar y el precio de ejercicio
de la opción, con sus accesorios (art. 1230 CCyC);

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Ortiz, Benjamin

c) acreditar que ha interpelado al dador ofreciendo el pago de los rubros señalados


en el inc. a), por el plazo legal (15 días hábiles); y
d) cumplir con cualquier otra obligación que hubiera sido pactada en el contrato.

PROCEDIMIENTO DE CANCELACIÓN: el art. 1246 establece: “Solicitada la cancelación,


el encargado del registro debe notificar al dador, en el domicilio constituido en el
contrato, por carta certificada:

 si el notificado manifiesta conformidad, se cancela la inscripción;

 si el dador no formula observaciones dentro de los 15 días hábiles desde la


notificación, y el encargado estima que el depósito se ajusta a lo previsto en el
contrato, procede a la cancelación y notifica al dador y al tomador;

 si el dador formula observaciones o el encargado estima insuficiente el


depósito, lo comunica al tomador, quien tiene expeditas las acciones
pertinentes.”

CESIÓN DE CONTRATOS O DE DÉBITOS DEL DADOR: el art. 1247 dispone que “El
dador siempre puede ceder los créditos actuales o futuros por canon o precio de
ejercicio de la opción de compra. A los fines de su titulización puede hacerlo en los
términos de los artículos 1614 y siguientes de este Código o en la forma prevista por la
ley especial. Esta cesión no perjudica los derechos del tomador respecto del ejercicio o
no ejercicio de la opción de compra o, en su caso, a la cancelación anticipada de los
cánones, todo ello según lo pactado en el contrato.” La norma establece la facultad
irrestricta por parte del dador de la cesión de contratos o créditos. La cesión debe
realizarse con las formalidades propias del contrato principal. Debe instrumentarse por
escrito, con notificación al deudor cedido. En el caso de inmuebles, buques o
aeronaves deberá instrumentarse por escritura pública y registrarse en el Registro que
corresponda para ser oponible a terceros. Finalmente, la norma señala que esta cesión
no perjudica los derechos del tomador respecto del ejercicio o no de la opción de
compra o, en su caso, la cancelación anticipada de los cánones. Todo ello según lo
pactado en el contrato, lo que resulta redundante toda vez que el cesionario deba

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Ortiz, Benjamin

respetar los términos del contrato de leasing y los derechos del tomador que emergen
de él.

INCUMPLIMIENTO Y EJECUCIÓN EN EL CASO DE INMUEBLES: el art. 1248 prescribe:


“Cuando el objeto del leasing es una cosa inmueble, el incumplimiento de la obligación
del tomador de pagar el canon produce los siguientes efectos:

a) Si el tomador ha pagado menos de 1/4 del monto del canon total convenido, la
mora es automática y el dador puede demandar judicialmente el desalojo. Se
debe dar vista por 5 días al tomador, quien puede probar documentalmente el
pago de los períodos que se le reclaman o paralizar el trámite, por única vez,
mediante el pago de lo adeudado, con más sus intereses y costas. Caso contrario, el
juez debe disponer el lanzamiento sin más trámite;

b) Si el tomador ha pagado 1/4 o más pero menos de 3/4 partes del canon
convenido, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago del o de los
períodos adeudados con más sus intereses y el tomador dispone por única vez de
un plazo no menor de 60 días, contados a partir de la recepción de la notificación,
para el pago del o de los períodos adeudados con más sus intereses. Pasado ese
plazo sin que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo, de lo que
se debe dar vista por 5 días al tomador. Dentro de ese plazo, el tomador puede
demostrar el pago de lo reclamado, o paralizar el procedimiento mediante el pago
de lo adeudado con más sus intereses y costas, si antes no hubiese recurrido a este
procedimiento. Si, según el contrato, el tomador puede hacer ejercicio de la opción
de compra, en el mismo plazo puede pagar, además, el precio de ejercicio de esa
opción, con sus accesorios contractuales y legales. En caso contrario, el juez debe
disponer el lanzamiento sin más trámite;

c) Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las 3/4 partes del


canon, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago y el tomador tiene
la opción de pagar lo adeudado más sus intereses dentro de los 90 días, contados
a partir de la recepción de la notificación si antes no hubiera recurrido a ese
procedimiento, o el precio de ejercicio de la opción de compra que resulte de la
aplicación del contrato, a la fecha de la mora, con sus intereses. Pasado ese plazo

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Ortiz, Benjamin

sin que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo, de lo que debe
darse vista al tomador por 5 días, quien sólo puede paralizarlo ejerciendo alguna de
las opciones previstas en este inciso, agregándole las costas del proceso;

d) Producido el desalojo, el dador puede reclamar el pago de los períodos de canon


adeudados hasta el momento del lanzamiento, con más sus intereses y costas, por
la vía ejecutiva. El dador puede también reclamar los daños y perjuicios que
resulten del deterioro anormal de la cosa imputable al tomador por dolo, culpa o
negligencia por la vía procesal pertinente.”

SECUESTRO Y EJECUCIÓN EN CASO DE MUEBLES: el art. 1249 establece que “Cuando


el objeto de leasing es una cosa mueble, ante la mora del tomador en el pago del
canon, el dador puede:

 Obtener el inmediato secuestro del bien, con la sola presentación del contrato
inscrito, y la prueba de haber interpelado al tomador por un plazo no menor de
5 días para la regularización. Producido el secuestro, queda resuelto el contrato.
El dador puede promover ejecución por el cobro del canon que se haya
devengado ordinariamente hasta el período íntegro en que se produjo el
secuestro, la cláusula penal pactada en el contrato y sus intereses; todo ello sin
perjuicio de la acción del dador por los daños y perjuicios, y la acción del
tomador si correspondieran; o

 Accionar por vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado, incluyendo la
totalidad del canon pendiente; si así se hubiera convenido, con la sola
presentación del contrato inscripto y sus accesorios. En este caso, sólo procede
el secuestro cuando ha vencido el plazo ordinario del leasing sin haberse
pagado el canon íntegro y el precio de la opción de compra, o cuando se
demuestre sumariamente el peligro en la conservación del bien, debiendo el
dador otorgar caución suficiente.

 En el juicio ejecutivo previsto en ambos incisos, puede incluirse la ejecución


contra los fiadores o garantes del tomador. El domicilio constituido es el fijado
en el contrato.”

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Ortiz, Benjamin

NORMAS SUPLETORIAS: finalmente, el art. 1250 prescribe: “En todo lo no previsto por
el presente Capítulo, al contrato de leasing se le aplican subsidiariamente las reglas del
contrato de locación, en cuanto sean compatibles, mientras el tomador no ha pagado
la totalidad del canon y ejercido la opción, con pago de su precio. No son aplicables al
leasing las disposiciones relativas a plazos mínimos y máximos de la locación de cosas
ni las excluidas convencionalmente. Se le aplican subsidiariamente las normas del
contrato de compraventa para la determinación del precio de ejercicio de la opción de
compra y para los actos posteriores a su ejercicio y pago.”

PACTO COMISORIO

La finalización del contrato puede ocurrir por diversas causas. Además de la


terminación por vencimiento del plazo estipulado y por el ejercicio de la opción de
compra por parte del tomador, hay otros supuestos que se pueden dar y que pueden
dar lugar a ciertos inconvenientes. Una situación particular es la caída en cesación de
pagos, ya sea que se trate de dador o del tomador. Cuando se entra en esta situación
donde el pasivo corriente supera al activo normalmente realizable, quien se encuentra
en esta situación puede, en un primer momento optar por iniciar el proceso de
concurso preventivo o el de quiebra.

QUIEBRA DEL DADOR: el contrato de leasing no tiene por finalidad, en principio,


transmitir la propiedad del bien objeto del mismo, por lo tanto ante la declaración de
quiebra del dador, el bien que integraba su patrimonio pasaría a ser administrado por
el síndico, ante el desapoderamiento que sufre quien entra en situación declarada de
quebranto. La Ley de Leasing establece que, hasta tanto no se ataque la operación por
fraudulenta, el tomador sigue en la tenencia, uso y goce del bien transferido, sin que lo
afecte el concurso del dador y sin que el síndico concursal pueda tener injerencia en la
contratación habida, continuando el contrato hasta la finalización del plazo y
subsistiendo la opción de compra, conservando el tomador la posibilidad de dar por
resuelto el contrato, en los términos y según el procedimiento enunciado en el art. 144
de la Ley de Concursos y Quiebras.

QUIEBRA DEL TOMADOR: en el supuesto de que el sujeto falencial, y mediando


declaración de quiebra, sea el tomador del contrato bajo análisis, la ley de leasing da la

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Ortiz, Benjamin

posibilidad al síndico de merituar, durante el plazo de 60 días, la conveniencia o no de


continuar con el contrato en curso de ejecución, para optar entre continuar el
contrato en las condiciones pactadas o resolverlo. Pasado dicho plazo sin haber
ejercido la opción, el contrato se considera resuelto de pleno derecho, debiendo
restituirse el bien. El dador puede reclamar en la quiebra el canon devengado hasta la
sentencia de quiebra y los demás créditos que resulten del contrato. Este sistema,
aunque similar al regulado por la ley de concursos y quiebras para el caso de los
contratos con prestaciones recíprocas pendientes, no deja de presentar algunas
diferencias, la más importante de ellas es la que resulta de los legitimados para
pronunciarse sobre la utilidad de la continuación del contrato y el plazo de ley. Es que
en la ley de concursos el contratante, un acreedor o un tercero tienen un plazo de 20
días para manifestar su opinión sobre la conveniencia o la resolución del contrato. En
cambio, en la ley de leasing el plazo es de 60 días y no se contempla que terceros u
otros acreedores puedan hacerlo.

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Ortiz, Benjamin

UNIDAD 12: TARJETAS DE CRÉDITO Y DÉBITO. CONTRATO DE


FIDEICOMISO

LAS TARJETAS DE CRÉDITO

La evolución de los medios de pago a lo largo de la historia, en búsqueda de


elementos alternativos que posibiliten prescindir del dinero, ha sido permanente. Así,
en la Baja Edad Media, las órdenes de pago aparecen como forma de otorgar
seguridad a las operaciones en la medida en que se intensifica el tráfico mercantil. Con
posterioridad aparecieron los cheques, formidable instrumento de pago, y luego se
multiplicaron los medios utilziados como las órdenes, transferencias, etc., entre los
cuales se encuentran las tarjetas de crédito.

DENOMINACIÓN: la tarjeta de crédito es el instrumento material de identificación del


usuario, que puede ser magnético o de cualquier otra tecnología, emergente de una
relación contractual previa, entre el titular y el emisor.

CONCEPTO: es un medio asegurardor de intermediación en el crédito, por el cual el


comerciante adherido al sistema recibe como medio de pago la firma en comprobante
propio del sistema, puesta por una persona que acredita su pertenencia mediante la
exhibición de una tarjeta de crédito en la que está identificado con su nombre y donde
obra su firma, para que quien recibe el cupón tenga la posibilidad de controlar la
autenticidad de la firma, asegurándose la operación.

CARACTERIZACIÓN: el uso de tarjetas de identificación, previamente emitidas por


entidades especializadas, ha dado lugar a distintos tipos de tarjetas a las que se refiere
nuestra ley. Además de las tarjetas de crédito, existen las tarjetas de débito, asociadas
al uso de las cuentas bancarias, en sustitución de otros medios documentales o para
hacer operaciones que se debitan de las cuentas a las que pertenecen. Constituyen así
un medio de pago vinculado a cuentas en las que el titular tiene fondos depositados de
los que dispone mediante el uso de la tarjeta, sin que acceda a ninguna forma de
crédito.

FUNCIÓN ECONÓMICA: la tarjeta de crédito cumple una importantísima función


económica en la intermediación en el crédito. Es un instrumento de pago, mediante

58
Ortiz, Benjamin

cuya presentación los deudores del sistema pueden pagar a los acreedores adheridos
con la sola firma de los cupones correspondientes. En este sentido, sustituye los
billetes de banco. Por otro lado, constituye un instrumento de garantía porque
garantiza el pago por parte de la entidad emisora, que queda obligada a pagar la
factura firmada por el titular de la tarjeta, cuando le sea presentada por el
comerciante. A este último le bastará con asegurarse de que la firma es auténtica y de
que la identidad del titular es la correcta. Es asimismo un importante instrumento de
crédito, ya que mediante su uso el titular obtiene un tramo de crédito de parte de
establecimientos comerciales en los cuales, de no contar con este elemento, sería
considerado como un desconocido y no gozaría de un tratamiento de confianza de esta
naturaleza.

Adicionalmente, algunos sistemas administradores de tarjetas de crédito han


instaurado el procedimiento del llamado revolving credit, o crédito rotativo, que
consiste en que el emisor concede una apertura de crédito a su cliente fijando el
máximo de gastos admisible proporcionado a sus ingresos. El titular efectúa compras y
a fin de mes tiene la posibilidad de hacer un pago mínimo dividiendo la satisfacción de
su deuda en una determinada cantidad de cuotas mensuales, o efectuando un pago
cancelatorio. En la misma medida que va pagando el crédito, va recuperando la
capacidad de gastar sobre ese monto, de manera de mantener siempre un límite
máximo de erogaciones y endeudamiento.

Como instrumento comercial, la tarjeta posibilita numerosas opciones: pago en


cuotas, división de cupones, diferimientos de pago, etc.

ORIGEN: la tarjeta de crédito nació en EE.UU., donde a finales del s. XIX y principios del
s. XX, algunos hoteles entregaban a sus clientes una tarjeta para atender sus gastos
dentro del hospedaje. Luego, en la década de 1920, algunas tiendas importantes
siguieron el modelo atendiendo la conveniencia de la utilización de la tarjeta. Pero no
fue hasta 1949 que se constituyó el Diner’s Club y apareció su famosa tarjeta, que en
un principio solamente servía para los restaurantes, aunque luego se extendió a gastos
de viaje, diversiones, compras en tiendas de lujo, etc. Poco después le siguió American
Express, a lo que le siguieron los bancos a partir de 1951; quienes entre 1960 y 1963 se

59
Ortiz, Benjamin

retiraron del negocio por no ser rentable. El sistema comenzó a consolidarse a partir
de 1968.

FUNCIONAMIENTO: el régimen de las tarjetas constituye un sistema que requiere que


se den los datos del art. 1º de la ley, que habla de finalidades: posibilitar al usuario la
realización de operaciones en instituciones y comercios adheridos, difiriendo el pago
o las restituciones conforme lo que hubieren pactado con el emisor, que tomará a su
cargo el pago a los proveedores de los contratos celebrados por medio de la tarjeta. Se
conjugan una serie de relaciones: por un lado, la que vincula a los comercios adheridos
al sistema con el emisor; por el otro, la que vincula al usuario, titular de la tarjeta, con
el comercio adherido; y por último, la relación entre el emisor y el cliente en virtud de
la cual se emite la tarjeta de crédito.

La adhesión del comercio al sistema lo habilita para recibir pagos mediante la


suscripción del cupón con la garantía de pago del emisor contra la presentación de los
cupones, siempre que haya cubierto los extremos de seguridad que el sistema exige.
En la relación entre el sistema organizado y el titular de la tarjeta, subsiste una relación
final, en virtud de la cual, mensualmente, a la presentación de la liquidación, deberá
pagar los importes correspondientes.

NATURALEZA JURÍDICA: resulta difícil encuadrar la naturaleza jurídica de la tarjeta de


crédito, que no es sino un trozo de plástico identificatorio para utilizar dentro de un
determinado sistema en que se han convenido un cúmulo de derechos y obligaciones.
Se ha dicho que se trata de un corretaje, o de un contrato de apertura de crédito,
postura predominante en México. También que es un contrato de crédito, aunque no
encaja con exactitud en ninguno de esos contratos, a pesar de que participa de
muchos de sus caracteres. En realidad, en cuanto se refiere a la relación contractual, se
trata de una operatoria orgánica en la cual concurren distintos contratos que se
combinan según se presente el negocio o el producto, a fin de posibilitar mediante
estos instrumentos la finalidad económica perseguida. En lo concerniente a la tarjeta
de crédito, puede decirse que es un instrumento plástico que lleva impresos símbolos
y una serie de datos tendientes a identificar al portador, al emisor y a su cuenta, a fin
de posibilitar la identificación y el goce del crédito con ella acreditado.

60
Ortiz, Benjamin

EL SISTEMA: la ley ha regulado un sistema integrado de relaciones entre las partes de


los distintos contratos y la autoridad de aplicación.

FUNCIONAMIENTO GENERAL: el art. 2 de la Ley de Tarjetas de Crédito establece la


terminología a emplear para identificar a las partes que se relacionan en el sistema:

 Emisor: es quien emite la tarjeta y hace efectivo el pago.


 Titular de la tarjeta: es el habilitado para su uso, responsable del pago.
 Usuario, titular adicional o beneficiario de extensiones: es quien, sin ser obligado
al pago, recibe un instrumento similar al del titular.
 Tarjeta de compra: es la que entregan algunos establecimientos para hacer
compras en sus propios negocios.
 Tarjeta de débito: son las emitidas por entidades financieras para hacer disponer
de fondos acreditados en cuenta.
 Proveedor o comercio adherido: es el que se obliga a recibir pagos con el sistema
de tarjetas.

AUTORIDAD DE APLICACIÓN: el sistema está sometido un doble control: del BCRA en


los aspectos financieros, y de la Secretaría de Comercio de la Nación en los aspectos
comerciales, sin perjuicio de las competencias propias de la justicia. El BCRA ejercerá la
policía del sistema y puede aplicar sanciones en caso de faltas, que pueden llegar a la
revocación de la autorización para operar. La ley no establece infracciones ni
sanciones, configurando un sistema abierto.

RELACIÓN EMISOR-USUARIO: la ley se ha ocupado preferentemente de la relación


entre el emisor y el usuario, estableciendo una serie de preceptos relativos al contrato
y su cumplimiento, tomando en cuenta que es el emisor quien tiene a su cargo la
administración del sistema y constituye el sujeto central de éste.

EL CONTRATO: el contrato resulta de un proceso de formación que se inicia con una


solicitud, a la cual la ley le quita toda la eficiencia como generadora de responsabilidad
para el solicitante. La solicitud constituye un modo de oferta particular para este tipo
de contratos. El contrato normalmente es preparado por el emisor, que tiene la

61
Ortiz, Benjamin

obligación de entregar las copias, y quien impone sus cláusulas. El art. 6 establece que
el contrato debe contener:

 Los plazos de vigencia del contrato –vigencia de la tarjeta- (inc. a) y de pago de los
consumos (inc. b);
 Máximo autorizado de compra (inc. d) y montos mínimos de pago (inc. c).
 Reglas sobre la mora y sus consecuencias (inc. m);
 Los intereses pactados: compensatorios (inc. e) y punitorios (inc. f);
 Fecha de cierre de las operaciones (inc. g);
 Cargos admisibles discriminados por tipo de montos y motivos (inc. h), y en
especial los seguros (inc. j) y comisiones (inc. l);
 Normas de procedimiento para el caso de sustracción o pérdida y las
responsabilidades derivadas (inc. i); y
 Las causales de suspensión, resolución y anulación del contrato (inc. ñ).

PLAZO: si bien el plazo de vigencia del contrato tiene que ser pactado, la ley prevé la
posibilidad del pacto de tácita reconducción, y el modo de dejarlo sin efecto es
mediante la comunicación fehaciente efectuada con 30 días de anticipación. Tres
meses antes del vencimiento del plazo contractual, el emisor tiene la obligación de
notificar al titular en cada uno de los resúmenes que le remita.

PERFECCIONAMIENTO: el art. 8 somete el perfeccionamiento del contrato a la firma


de los ejemplares, la emisión de la tarjeta de crédito y la remisión de conformidad, con
lo que parecería haber sido concebido como un contrato real, lo que a opinión de
Romero se trata de un error. Es que el perfeccionamiento del contrato se da con el
mero acuerdo de voluntades, y la entrega de la tarjeta constituye el primer acto de
ejecución del contrato.

NULIDADES: la ley ha establecido la nulidad de los contratos que se celebren sin


ajustarse a sus preceptos. El art. 14 establece que son nulas las cláusulas:

a) Las que importen la renuncia por parte del titular a cualquiera de los derechos
que otorga la presente ley.

62
Ortiz, Benjamin

b) Las que faculten al emisor a modificar unilateralmente las condiciones del


contrato.
c) Las que impongan un monto fijo por atrasos en el pago del resumen.
d) Las que impongan costos por informar la no validez de la tarjeta, sea por pérdida,
sustracción, caducidad o rescisión contractual.
e) Las adicionales no autorizadas por la autoridad de aplicación.
f) Las que autoricen al emisor la rescisión unilateral incausada.
g) Las que impongan compulsivamente al titular un representante.
h) Las que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva por cobro de deudas
que tengan origen en el sistema de tarjetas de crédito.
i) Las que importen prórroga a la jurisdicción establecida en esta ley.
j) Las adhesiones tácitas a sistemas anexos al sistema de Tarjeta de Crédito.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL EMISOR: la ley ha establecido los derechos y


obligaciones del emisor en distintas normas que hacen al contrato, y que aluden a su
posición central como administrador del sistema y su responsabilidad particular
derivada de esa misma posición. Su principal obligación consiste en el cumplimiento de
esta tarea, en virtud de la cual debe supervisar el funcionamiento e intervenir en la
previsión y resguardo de las relaciones que se originan en el uso de la tarjeta. La ley ha
introducido disposiciones particulares, tomando en cuenta que los contratos son
habitualmente redactados e impuestos por el emisor:

Comisiones: el art. 15 prevé la posibilidad de la aplicación de aranceles o comisiones,


pero prohíbe que se apliquen diferenciados a comercios del mismo rubro. Además, le
fija un monto porcentual del 3% como máximo a percibir sobre las liquidaciones
presentadas por el proveedor, el que se reduce a la mitad (1,5%) cuando se trate de
tarjetas de débito.

Intereses: la ley contiene una limitación a los intereses compensatorios a percibir, que
es diferente para los operadores bancarios y los que no pertenecen al sistema. Los
compensatorios no podrán superar en un 25% a la tasa que apliquen a las operaciones
de préstamos personales, en tanto que cuando no sea bancario, el mismo porcentaje
aplicará sobre el promedio de tasas del sistema para préstamos publicada por el BCRA.

63
Ortiz, Benjamin

Cuando el emisor fuere una entidad del sistema, deberá exhibir al público la tasa
percibida. Los intereses compensatorios no son susceptibles de capitalización, y se
computarán sobre:

a) Los saldos financiados entre el resumen mensual actual y el anterior del que
resulte el saldo;
b) Entre la fecha de extracción de dinero y la fecha de vencimiento de pago del
resumen;
c) Desde la fecha de pago hasta el efectivo pago;

Cuando los intereses fueren punitorios, se aplicarán en caso de mora en el pago


del resumen y no podrán superar el 50% de la tasa efectivamente aplicada en
concepto de interés punitorio, además de ser improcedentes si se hubiera efectuado el
pago mínimo indicado en el resumen.

Resumen: el emisor debe confeccionar y enviar mensualmente el resumen de las


operaciones al domicilio o dirección de correo que corresponda, de modo que la tenga
en su poder con 5 días de anticipación a su vencimiento.

Información: el emisor tiene la obligación de dar aviso a todos los proveedores de las
cancelaciones de las tarjetas, sin importar la causa; obligación que en caso de no ser
cumplida no puede derivar en perjuicios para los proveedores.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL CLIENTE:

 El cliente tiene la obligación de utilizar la tarjeta en los límites y condiciones


pactados con el emisor, y hacer todos los pagos de los resúmenes mensuales.
 Tiene derecho a la rendición de cuentas que se efectúa con la presentación de
los resúmenes que le debe remitir el emisor y a hacer el cuestionamiento de
las partidas incorrectamente introducidas.
 En cuanto a los pagos, debe hacerlos en tiempo y forma en moneda nacional,
inclusive cuando se trate de contratos celebrados en el extranjero, que serán
abonados en moneda nacional al tiempo del efectivo pago del resumen.

EL RESUMEN DE CUENTA: debe contener obligatoriamente:

64
Ortiz, Benjamin

 la identificación del emisor;


 la identificación del titular y los adicionales;
 fecha de cierre contable del resumen y del posterior, y fecha de vencimiento para
el pago actual, anterior y posterior;
 fecha de realización de cada operación, con el número de identificación de la
constancia en que se instrumentó, el monto y el proveedor;
 el límite de compra;
 el monto hasta el cual tiene crédito;
 tasa de interés pactada, fecha desde la cual se aplica, tasa de punitorio y cómo se
aplica, aclarando el monto de pago mínimo que excluye la aplicación de punitorios;
 deuda de períodos anteriores, discriminando intereses;
 gastos a cargo del titular;
 plazo para cuestionar el resumen.

CUESTIONAMIENTO DEL RESUMEN: la presentación del resumen constituye un modo


de rendición de cuentas, que el cliente puede observar indicando el error y aportando
todo lo necesario para su esclarecimiento. El plazo para hacer el cuestionamiento es de
30 días contados desde la recepción del resumen, que en ausencia de otra disposición
deben contarse corridos y las observaciones pueden hacerse mediante una simple
nota.

RECEPCIÓN DE IMPUGNACIONES: el emisor tiene obligación de acusar recibo de las


impugnaciones dentro de los 7 días de recibidas, y dentro de los 15 días inmediatos
siguientes deberá corregir el error. El último plazo se extenderá a 60 días en caso de
operaciones realizadas en el exterior. Dadas las explicaciones, el cliente tiene el plazo
de 7 días para aceptarlas o no, y en caso de silencio, se entienden tácitamente
aceptadas; pero si cuestionara las explicaciones, el emisor debe resolver
fundadamente la cuestión en 10 días hábiles. Vencido el plazo, quedará expedita la vía
judicial para ambas partes.

CONSECUENCIAS DE LAS IMPUGNACIONES: la ley contiene preceptos para el caso de


impugnación: a) el emisor puede exigir el pago mínimo de los rubros no
cuestionados, y el pago que se haga de estos importes no implica la aceptación del

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Ortiz, Benjamin

resumen cuestionado; b) mientras no se supere el límite de comprar, el emisor no


podrá impedir ni dificultar el uso de la tarjeta.

RELACIÓN EMISOR-PROVEEDOR: el segundo gran grupo es el de las relaciones del


emisor con el proveedor adherido al sistema, regidas por un contrato que debe estar
aprobado por la autoridad de aplicación. El contrato debe contener como mínimo: a) el
plazo de vigencia; b) topes máximos por operación de la tarjeta; c) tipo y monto de
comisiones, intereses y cargos; d) plazo y requisitos para la presentación de
liquidaciones; e) tipo de comprobantes a presentar; f) obligación de consulta previa
sobre la vigencia de la tarjeta; y g) las obligaciones que surgen de la ley. El contrato se
debe hacer por escrito, con tantos ejemplares como partes concurran al acto.

DEBERES Y OBLIGACIONES DEL PROVEEDOR: el proveedor debe cumplir con las


prestaciones pactadas en los términos del sistema para poder percibir el valor de sus
liquidaciones. Para eso está obligado a:

a) aceptar las tarjetas de crédito habilitadas;


b) verificar la identidad del portador;
c) no hacer diferencia entre compras con tarjeta y dinero de contado;
d) en todos los casos solicitar autorización.

Sin embargo, aun cuando hubieran incurrido en transgresiones al sistema vigente,


tiene derecho a cobrar si el emisor hubiera percibido del titular los importes
correspondientes.

ACCIONES JUDICIALES: la ley ha introducido una serie de normas de carácter procesal


para asegurar la percepción de los importes resultantes de los resúmenes mensuales

LA VÍA EJECUTIVA: para el cobro de sus acreencias, las partes tienen un título cuya
ejecutividad debe prepararse con atención a las leyes procesales.

Acción del emisor: el importe de los resúmenes adeudados por el cliente al emisor
puede cobrarse mediante acción ejecutiva, para lo cual la ley impone la necesidad de
preparar la vía, haciendo reconocer el contrato de emisión de la tarjeta y el resumen
de cuenta. Exige además que el emisor acompañe una declaración jurada sobre la
existencia de denuncia previa a la mora y de cuestionamientos fundados y válidos.
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Ortiz, Benjamin

Cuando los saldos se instrumentan en cuentas corrientes no operativas, abiertas con


ese solo objeto, el certificado emitido no tendrá fuerza ejecutiva.

Acción del proveedor: el proveedor también puede preparar la vía ejecutiva para el
cobro de sus acreencias, pidiendo el reconocimiento del contrato suscripto y la
constancia de la presentación de las operaciones que dan origen al saldo, además de la
constancia de presentación de la liquidación al emisor. En caso de no cumplirse con los
requisitos para la procedencia de la preparación de la vía ejecutiva, esta se perderá,
conservándose la acción ordinaria para el cobro de sus acreencias.

COMPETENCIA: son competentes los jueces del domicilio del titular en las contiendas
de este con el emisor.

PRESCRIPCIÓN: las acciones emergentes de los actos regulados en la ley prescriben: en


caso de la acción ejecutiva, en el plazo de 1 año; y en el caso de la acción ordinaria, a
los 3 años.

FIDEICOMISO

CONCEPTO: es el negocio a través del cual un sujeto transmite la propiedad de ciertos


bienes, determinados o determinables, a otro sujeto, con el objeto de que sean
destinados a cumplir un fin determinado, con obligación de transmitirlos al finalizar el
pacto. En esta conceptualización genérica se destacan dos aspectos claramente
definidos. Uno, la transferencia de la propiedad del bien; otro, un mandato en
confianza.

El CCyC establece que hay fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante,
transmite o se compromete a transmitir la propiedad de bienes a otra persona
denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en beneficio de otra llamada
beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un
plazo o condición al fideicomisario.

FIDEICOMISO FINANCIERO: es aquel contrato de fideicomiso en el cual el fiduciario es


una entidad financiera o una sociedad especialmente autorizada por la Comisión
Nacional de Valores para actuar como fiduciario financiero, y beneficiario son los
titulares de certificados de participación en el dominio fiduciario o de títulos
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Ortiz, Benjamin

representativos de deuda garantizados con los bienes así transmitidos. De esta


definición legal se derivan los dos caracteres de esta figura: la actuación de un sujeto
profesional asumiendo la calidad de fiduciario, y la presencia de inversionistas
catalogados como beneficiarios.

CARACTERIZACIÓN: se trata de un mecanismo adecuado para la securitización de


créditos, proceso en el cual suele intervenir un originador (transmite la cartera de
créditos); un estructurador (realiza las proyecciones financieras del negocio, diseño de
títulos y estudio de mercado); un emisor (es el fiduciario, quien en general realiza
todos los trámites tendientes a obtener la aprobación de la emisión y el due diligence
sobre la calidad jurídica de la cartera), un administrador (que se encarga del manejo y
cobranza de la cartera) y un colocador (que se encarga de la colocación de los títulos
en el mercado). Visto esto desde el punto del fideicomiso financiero, el originante de
las deudas (o el estructurador en su caso) es quien siendo titular de una cartera
homogénea de créditos y haciendo las veces del fiduciante, los transmite en propiedad
fiduciaria al emisor/administrador (que sería el fiduciario) que los aísla del patrimonio
de todo otro sujeto, recibiendo títulos representativos de sus derechos emergentes,
los cuales luego podrán ser transmitidos a inversionistas particulares (que aparecerán
como beneficiarios del fideicomiso).

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