Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
UNIDAD TEMÁTICA 1
La educación ambiental
Introducción
La Educación Ambiental (EA) se propone reflexionar acerca de la satisfacción de las necesida-
des básicas de toda la población y del mejoramiento de la calidad de vida.
En una primera aproximación, se concibe como EA al proceso sostenido en el tiempo durante el
cual cada uno de los/las integrantes de la comunidad toma conciencia del ambiente del cual
forma parte, para obtener conocimientos, principios y habilidades que contribuyen al mejora-
miento de su calidad de vida. Como sugiere la Agenda 21, en el Capítulo 36, “…la educación
ambiental es una invitación a participar desde una perspectiva individual y social en la resolu-
ción de problemas actuales y futuros en relación al ambiente. Para ello se debe tener en cuenta
las diversas realidades sociales, culturales, económicas y ecológicas de los diferentes destina-
tarios”1. (p.92)
En una segunda aproximación, la educación ambiental se erige como un proceso permanente
de carácter interdisciplinario, destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valo-
res, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una conviven-
cia armónica entre seres humanos, su cultura, política, economía, historia y el medio biofísico,
de modo armónico e integrado. En este sentido resulta interesante citar el Principio 2 del Mani-
fiesto por la Vida, en el cual se asume que:
“la crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo […] no es una crisis ecológica, sino social […] es el resul-
tado de una visión mecanicista del mundo que, ignorando los límites biofísicos de la naturaleza y los
estilos de vida de las diferentes culturas, está acelerando el calentamiento global del planeta […] este es
un hecho antrópico y no natural […] la crisis ambiental es una crisis moral de instituciones políticas, de
aparatos jurídicos de dominación, de relaciones sociales injustas y de una racionalidad instrumental en
conflicto con la trama de la vida”2.(p.15)
El campo de construcción de la educación ambiental se debe basar entonces en una concep-
ción de educación acorde con la propuesta del Manifiesto Por la Vida:
[…] “una educación entendida como una pedagogía basada en el diálogo de saberes, y orientada hacia la
construcción de una racionalidad ambiental. Esta visión incorpora una visión holística del mundo y un
pensamiento de la complejidad. Es una educación para la participación, la autodeterminación y la trans-
formación; una educación que permita recuperar el valor de lo sencillo en la complejidad; de lo local ante
lo global, de lo diverso ante lo único; de lo singular ante lo universal”.
| página 1
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
3
Benítez Azuaga (1995), p. 36.
4
Rocque (1994), p. 5.
| página 2
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
5
Trellez y Quirós (2005), p. 37.
6
Sauvé (1987), p. 122.
| página 3
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
En un sentido general, el uso del término medio, con sus elementos antropológicos y sociológi-
cos trascendía al de ambiente, ligado principalmente a su valor ecológico.
En general, si bien todas las personas tienen una idea aproximada de lo que se desea expresar
al hablar de medio ambiente al tener en cuenta esta definición, existen no obstante dos signifi-
cados ligeramente distintos:
• Conjunto de circunstancias exteriores a un ser vivo o conjunto de condiciones que influ-
yen en el desarrollo y actividad de un organismo.
Estas circunstancias o factores pueden ser de tipo físico, químico o biológico. Por tanto,
se usa este tipo de significado cuando se hace referencia al “medio ambiente de un orga-
nismo o ser vivo, incluido el ser humano”. Es la idea que en parte también está subyacen-
te en los términos “medio” y “entorno”.
• Conjunto de factores externos que influyen sobre una entidad o sistema. Esa entidad no
tiene necesariamente que ser un organismo: puede ser una ciudad, un territorio, un país
o la Tierra en su conjunto. En este caso, el medio ambiente se entiende como el conjunto
de factores, componentes y elementos que engloban y afectan a esa entidad, y que inclu-
yen aspectos sociales y culturales. El medio ambiente es aquí un sistema en sí mismo
que engloba otros subsistemas dependientes. Por tanto, este tipo de concepto moderno
de medio ambiente, sistémico y complejo, tiene que ser abordado desde el enfoque de la
Teoría de sistemas.
Sobre los pilares señalados, comenzaba a resultar imprescindible la incorporación de las inte-
racciones entre las sociedades humanas y los ámbitos naturales (¡que ya no son tan natura-
les!)7 Para enfatizar el carácter doble e interactivo de los estudios ambientales, se hizo de esta
manera común el uso del término cognado “medio ambiente”. El medio ambiente quedaba defi-
nido entonces como la suma de las interacciones sociedad humananaturaleza, que si bien
resulta tan antigua como la vida humana en este planeta, alcanzaba especial significado frente
al deterioro ambiental creciente, lo que requería aspectos tan variados como los ecológicos,
culturales, políticos y económicos.
Al pivotar sobre estos cambios de significado, la noción de medio ambiente quedó establecida
entonces como la totalidad de todos los seres vivos, incluyendo a los seres humanos, junto con
el medio físicoquímico y sus elementos integrantes (en una palabra, “todo lo que rodea a cada
individuo, de cada especie”). Por lo tanto, corresponde de este modo al conjunto sistémico de
los elementos biofísicos del medio, imprescindibles para todos los seres vivos (incluido el
hombre) y que mantienen su calidad de vida. Estos elementos pueden ser naturales (como el
agua, el aire, el suelo, la flora, la fauna, etc.) o construidos por los humanos (como obras arqui-
tectónicas y tecnológicas). Así, se observa una estrecha relación con los elementos sociocultu-
rales del medio (sistemas políticos, sociales, económicos, modos de producción, modos de
vida, sistemas económicos, y un largo etcétera).
Frente a la imposibilidad de arribar a una única noción global sobre ambiente, o medio ambien-
te, Lucié Sauvé plantea que resulta preferible explorar sus representaciones simbólicas8.
7
Goldstein (2003), p. 75.
8
Sauvé (2001), p. 24.
| página 4
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
MATERIAL ONLINE
Las concepciones de ambiente como “Naturaleza”, “Recurso” y “Problema” son las que suelen
prevalecer en gran parte de las propuestas de educación ambiental. El desafío está en permitir
el ingreso de otros significados que complementen y den mayor sentido a los anteriores.
¿Cómo surge?
La cuestión ambiental es tomada en consideración fuertemente a partir de la década de los 70
frente a la crisis ambiental. Que se manifiesta ante el deterioro del ambiente por las acciones
que lleva a cabo el hombre
Frente a la crisis como respuesta surge la educación ambiental.
¿Qué es la educación ambiental?
Es una compleja dimensión de la educación global, que se caracteriza por incluir una diversidad
de teorías y de prácticas.
En la EA la concepción de ambiente no es un tema sino la realidad cotidiana y vital.
Es una invitación a atreverse, a cuestionar lo que somos nosotros mismos y a la sociedad, nues-
tros valores, lo cotidiano y la relación con los otros.
Es una invitación a construir el territorio donde queremos vivir, ser y estar, donde estamos y
somos, es una invitación a repensarnos a proyectarnos a futuros múltiples y posibles La EA se
sitúa en el centro del proyecto del desarrollo humano, ya que constituye la esfera más externa.
La interna de relación consigo mismo, la media de relación con los otros, y la del medio ambien-
te, relación con el medio de vida. (Sauve 2000)
¿Cuál es su objeto de estudio?
La red de relaciones entre las personas, su grupo social y el medio ambiente. No es el medio
ambiente. (Natural, Objeto de estudio de la ecología)
¿Cuáles son sus finalidades?
Finalidad de la Ed. Ambiental:
Promover valores, comportamientos y actitudes que sean acordes con un ambiente equilibrado
| página 5
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
9
Von Bertalanffy (2007), p. 161.
| página 6
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
Entonces, desde la Teoría de los sistemas, el ambiente en general (y cada ambiente en particu-
lar) o el medio ambiente desde las definiciones previas, constituye un sistema abierto que
requiere un constante aporte de materia, energía e información.
La organización del sistema es necesaria para controlar su propio desarrollo, asegurando la
continuidad de su composición y estructura (homeostasis) y la del conjunto de flujos y transfor-
maciones con que funciona (homeorresis), y mientras las perturbaciones producidas desde su
entorno no superen cierto grado, se denomina sistema autopoyético. Como señala Von Berta-
lanffy, el ambiente no se caracteriza por pautas estáticas y estructuras como máquinas, consis-
tentes en materiales de construcción más o menos permanentes, sino que en su interior actúan
procesos continuos de degradación y regeneración10.
Debe destacarse que de acuerdo con la teoría general de la relatividad, un sistema aislado debe
cumplir condiciones técnicas bastante restrictivas, conocidas como planitud asintótica. En la
Teoría de la relatividad especial, sea la clásica o en termodinámica, en general, las condiciones
son menos estrictas y simplemente requieren que, en el sistema, el movimiento de las partícu-
las que conforman el sistema esté restringido a una región compacta del espaciotiempo. La
expresión sistemas cibernéticos se aplica también a ellos por su capacidad de control autóno-
mo, dependiente de la existencia de mecanismos de retroalimentación negativa. Los mismos
son llamados sistemas disipativos porque la conservación del orden (información) en su seno,
y más su ampliación, requieren la disipación permanente de energía.
Los sistemas complejos, cibernéticos, autoorganizados y disipativos son a la vez sistemas
teleológicos (sistemas adaptativos), que requieren para ser descritos un lenguaje finalístico,
que se refiere a sus procesos como funciones y recurre constantemente a explicaciones que
empiezan por “para”.
10
Von Bertalanffy (2007), p. 163.
| página 7
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
Los flujos son transferencias unidireccionales de un sistema a otro; los intercambios, transfe-
rencias bidireccionales entre dos sistemas, y las transformaciones, cambios o variaciones en el
estado de un sistema. Desde el punto de vista sistémico, entonces, el medio ambiente se carac-
teriza por ser autosustentable, autopoyético, que experimenta flujos y transformaciones conti-
nuas.
La representación del sistema se basa en la construcción de modelos. Un modelo es una repre-
sentación simplificada de la realidad, conceptual o física. Un ejemplo de modelo conceptual es
una fórmula matemática; uno de modelo físicamente construido, una maqueta. De forma más
precisa: el modelo es la representación formal del sistema. Tal formalización puede ser literaria
(una descripción lingüística del sistema), matemática (mediante expresiones y fórmulas mate-
máticas) o incluso física, mecánica o plástica (una maqueta o similar). La formalización es
necesaria para definir y describir el sistema, y también para interactuar con él, dado que, por lo
general, el modelo tiene por objeto ser accionado y obtener así conclusiones sobre su compor-
tamiento (que trata de reproducir el de la realidad que representa).
A partir de lo expresado por Benjamin Reif puede definirse un modelo de una situación (objeto,
acontecimiento, proceso o sistema) como: “Una representación de nuestro nivel de conocimien-
to de dicha situación concreta real correspondiente”. Los modelos son ideales en la medida que
incorporan menos complejidad que en las situaciones reales y, en consecuencia, simplifican las
operaciones de investigación. Ahora bien, los modelos sólo representan las propiedades más
relevantes de la realidad que tratan de modelar, y los modelos constituyen parte o la totalidad
de una teoría.
A raíz de la vinculación teoríamodelo, Antoine S. Bailly define un modelo como: “una copia, a
escala reducida, del mundo; una aplicación experimental basada en una teoría”. Es un filtro a
través del cual se ve el mundo. Si aquel es bueno, nos permitirá captar una realidad estructurada
en lo que antes aparecía como caótico. Para Bailley, el método experimental en Ciencias socia-
les involucra la verificación de la teoría a través de los modelos que derivan de la misma.
Una definición más concisa es la apuntada por Collin Lee quien se manifiesta en los siguientes
términos:
“… un modelo es una representación de la realidad, una expresión simplificada y generalizada de las
características principales de una situación del mundo real. Es decir, es una abstracción de la realidad,
que se utiliza para obtener una imagen conceptual a fin de reducir la variedad y complejidad del mundo
real a un nivel que es posible entender y especificar”.
Al contar con modelos y elementos, se requiere además establecer relaciones causales. Una
relación causal es una relación direccional de tipo causaefecto entre una variable “causa” y otra
“efecto”. Al variar, la primera determina los cambios que experimentará la otra. En ocasiones, las
relaciones causales se pueden cuantificar (cuánto cambia la segunda variable ante un cambio
concreto de la primera). A veces, la cuantificación tampoco es necesaria, y vale simplemente
con conocer el signo (o la cualidad) del efecto. Por lo tanto existen dos tipos de relaciones cau-
sales.
• Relaciones causales positivas (+) Significa que la variableefecto cambia en el mismo
sentido o signo que lo hace la variablecausa. Si la primera aumenta, la segunda también
(pero si la primera disminuye su valor, la segunda también).
| página 8
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
Estas relaciones causales explican todos los impactos que se relacionan con el ambiente y que
constituyen la base de los abordajes de las problemáticas ambientales.
Definidos los elementos o variables y las relaciones causales entre ellos, se obtiene un diagra-
ma de relaciones que se denomina diagrama causal, por ejemplo el que corresponde a una
situación de vulnerabilidad de una población.
A partir de los diagramas causales convertidos en diagramas de Forrester, se definen las rela-
ciones precisas entre las variables y se elabora un programa informático con ellas. Entonces, se
puede pasar a la fase de simulación, que consiste en someter el modelo formal a diferentes
estados y circunstancias mediante el uso de valores de partida y de desarrollo. Los estados o
condiciones a que se somete el sistema se denominan escenarios, y desembocan en la obten-
ción de “imágenes” o estados finales a los que llega dicho sistema en tales circunstancias.
Diferentes escenarios conducirán a distintas imágenes. Así que cada situación ambiental en
estudio se representa en un escenario o se obtiene de ella una imagen que será discutida por
los investigadores.
La concepción sistémica de las sociedades humanas permite interpretarlas como subsistemas
inmersos y dependientes de los sistemas naturales. La relación de los sistemas humanos con
su entorno (el resto de los sistemas terrestres) se produce a través de tres mecanismos:
• La ocupación, gestión o transformación del espacio. Puede ir desde la ocupación, gestión y
alteración prácticamente total del territorio, como en una ciudad, hasta la transformación o la
gestión parcial de un sistema seminatural, como ocurre en un pastizal para la ganadería exten-
siva. Siempre habrá cierta mezcla entre los aspectos naturales y los humanos, aunque varíe el
grado de importancia que presenta cada uno de ellos.
• El intercambio de flujos de materia y energía, que puede ser:
- Flujos de entrada, del sistema natural al humano, en cuyo caso se denominan recursos.
- Flujos de salida, del sistema humano al natural, conocidos como residuos.
| página 9
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
Se sugiere consultar el texto acerca de las principales medidas que se pueden tomar en
relación con el ambiente a nivel colectivo (Tyler Miller, 2002) en la sección citas textuales de la
unidad temática 1 del Seminario 1.
A su turno, los recursos naturales, se pueden dividir en recursos materiales, como los recursos
geológicos minerales (rocas, piedras preciosas) y los recursos biológicos (seres vivos y sus
productos) y en recursos inmateriales, como los recursos geológicos energéticos (como el
petróleo, carbón, gas natural, como así también corrientes de agua, el viento y otras fuentes de
energía renovables).
En ocasiones, se califica como recursos a elementos o factores del medio natural que sirven
para propósitos humanos, aunque no se ajusten del todo a la idea de materia o energía que fluye
hacia el sistema económico. Es el caso de los recursos paisajísticos, que se utilizan para el
| página 10
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
disfrute escénico o estético; los recursos espaciales, o territoriales, usados para ubicar infraes-
tructuras. La definición de territorio o paisaje se analiza en un apartado más adelante en esta
unidad.
Los valores asociados a los recursos se pueden agrupar en: económicos, científicoecológicos
y éticos.
a) Valor económico. Todo recurso es fuente de una gran variedad de materias primas y servi-
cios, como medicinas, materiales y productos industriales y fuentes de turismo.
b) Valores científicoecológico. Todos los recursos tienen una función en el planeta y exhiben
una perfecta interconexión y estado de equilibrio. Entre los servicios ecológicos de los recursos
se encuentra la fijación de la energía solar, su conversión en nutrientes y su reciclado mediante
los ciclos biogeoquímicos, la regulación del clima mundial, la formación del suelo y su protec-
ción frente a la erosión, el funcionamiento del ciclo del agua, el control de inundaciones y de
otros tipos de riesgos o catástrofes.
c) Valor ético. La moral o la ética tradicional, sobre todo la de la civilización occidental, apenas
ha prestado atención al ambiente, considerándolo como algo cuyo único interés es la utilidad
que puede tener para las personas, sin pensar siquiera que un uso abusivo de esta pudiera traer
consecuencias no deseadas para la estabilidad de los sistemas que la forman. Sin embargo, los
recursos no se deben valorar únicamente en términos económicos. Desde un punto de vista
ético, cualquier recurso se debe preservar para las generaciones futuras constituyéndose en
parte del legado natural.
Para conservar los recursos se debería prestar mucha atención al manejo de los recursos reno-
vables, ya que proveen la base para la producción sostenible. La explotación excesiva de los
mismos y la obtención de elevados beneficios en corto plazo puede significar la pérdida definiti-
va de muchos de ellos.
Al igual que en el caso de los recursos, los residuos constituyen un concepto ligado a los usos
del sistema económico. De hecho, lo que son residuos para una parte de una sociedad pueden
resultar recursos para otros de sus miembros. Por tanto, desde este enfoque sistémico ambien-
tal, no deben ser considerados aún residuos aquellos restos de los procesos de producción y
consumo que son reutilizados o se reciclan dentro del sistema industrial o doméstico. De esta
manera, se puede reducir la cantidad de residuos vertidos al medio ambiente si se fomentan los
procesos que mantienen a los desechos o subproductos de las actividades económicas
mediante recirculación dentro de los sistemas.
Al igual que los recursos, los residuos pueden ser clasificados como materiales o energéticos.
En este caso, sin embargo, la clasificación material o energética del residuo se refiere a su cuali-
dad como materia o como forma de energía no ligada a la materia.
Los residuos materiales pueden adoptar la forma de gases, líquidos o sólidos, aunque a
menudo aparezcan mezclados residuos en los tres estados. Técnicamente, se suele hacer
distinción según el estado material, y reciben distintas denominaciones que se relacionan con
el proceso de liberación, y que en definitiva constituyen la contaminación o polución química (o
biológica o bioquímica, según los casos).
| página 11
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
MATERIAL ONLINE
• El espacio natural sólo presenta componentes abióticos y bióticos aunque puede exhi-
bir un grado variable de alteración.
• El espacio humanizado contiene componentes socioculturales además de los abióticos
y bióticos.
• El espacio artificial contiene componentes sociotecnológicos además de los abióticos
y bióticos.
En cuanto al espacio humanizado, en general se divide en espacio rural y espacio urbano; cada
uno de los cuales presenta en su origen una morfología y unas funciones diferentes y hasta
opuestas, aunque esta distinción con el tiempo ha tendido a diluirse o directamente a desapare-
cer. A su turno, el espacio natural representa los ambientes y ecosistemas prístinos, sin cam-
bios, que no han sido alterados por el hombre, aunque en esencia, prácticamente ya no quedan
sitios de la Tierra que no tengan algún grado de modificación.
La definición de espacio urbano (o, también, medio urbano, área urbana o centro urbano) resul-
ta tan difícil como la de espacio rural (o la del espacio periurbano, que comprende la zona exten-
dida entre los espacios urbano y rural), en especial tras los últimos modelos de crecimiento
urbano, por lo que se hace necesario concretarlo de acuerdo con sus funciones, su alta densi-
dad de población y su extensión, así como por constituir un emisor de servicios y estar perfecta-
mente dotado de infraestructuras. Se dirá, concretamente, en lo que se refiere a los espacios
| página 12
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
urbanos que el precio del suelo es alto, el empleo en el sector primario es insignificante, y que
suele haber mucho espacio físico y recursos para la supervivencia de las personas.
Una cuestión central es la transición entre el mundo urbano y rural en lo que se define la zona
conocida como continuo rural urbano, caracterizada por la combinación de las características
de ambos espacios. A pesar de lo operativa que resulta la clasificación censal o administrativa
para separar el espacio urbano y rural, un análisis más detallado muestra que, a menudo, resulta
sumamente difícil caracterizar inequívocamente un área como urbana o rural, especialmente si
en dicha área predomina la población rural –a partir de un criterio censal, pero se encuentra
rodeando a una gran metrópoli, con una clara influencia de ésta. En este contexto, el concepto
de "espacio rururbano", matiza la dureza de la oposición conceptual urbano-rural.
Una de las formulaciones más recientes y útiles para distinguir las clases de espacios es la de
autores españoles como García Ramón, quienes reconocen hasta siete u ocho categorías:
El espacio urbano propiamente dicho;
El espacio periurbano o áreas urbanas discontinuas;
El espacio semiurbano (con alternancia de usos);
El espacio semirrural urbanizado;
El espacio rural dominado por la actividad agraria o espacio agropecuario, pero con algu-
nas influencias urbanas como por ejemplo las derivadas de la descentralización indus-
trial y, por último;
El espacio rural dominado por otros usos, como los industriales o de sumideros;
El espacio rural "marginal";
El espacio natural (sin huella ecológica).
El espacio semirrural urbanizado y el espacio rural dominado por la actividad agraria se vinculan
también con las áreas rururbanas o secundariamente ruralizadas, es decir, el espacio semiurba-
no (donde se alternan una estructura anterior de hábitat rural con una nueva de residencias
urbanas o de establecimiento de industrias) y del espacio semirrural urbanizado (donde apare-
cen áreas urbanas fuera del área metropolitana pero donde también aún continúan siendo muy
importantes las actividades agrícolas).
Al aproximarse al concepto de urbano resulta útil trazar una
distinción entre la cuestión del lugar urbano y de lo que real-
mente significa urbano. Es más que un ejercicio de semántica.
La distinción entre lo urbano y lo rural como entidad física y lo
urbano y lo rural como calidad ayuda a comprender la comple-
jidad de la vida urbana e ilumina diferentes aproximaciones al
estudio de las ciudades y también de los espacios rurales.
| página 13
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
es el territorio. Es una unidad de gestión, ya que organiza el espacio según normativas y un tipo
de gobierno (administración política e instituciones), y por lo tanto resulta central en la delimita-
ción de políticas relacionadas con la resolución de las problemáticas ambientales y los estu-
dios de la EA.
La territorialidad se puede ejercer a diferentes escalas: global, estatal o nacional, regional y
local. Dado que el concepto de espacialidad es el hilo que recorre y estructura la noción general
de ambiente, conviene detenerse en este primer recorte del territorio.
Las formas en que las sociedades se organizan con arreglo a su reproducción generan una
disputa de intereses que repercuten en la fisonomía del espacio. Por lo que se tendría decir, que
una primera mediación en la articulación de la espacialidad la constituye la relación que existe
entre los modos de división social del trabajo y las formas de trabajo, dado que toda relación
productiva implica una valoración del espacio en función de la cual se estructura la reproduc-
ción social.
Una segunda instancia de mediación en el proceso constitutivo de la espacialidad se sitúa en el
plano simbólico, en el que arraigan las representaciones que acompañan y sostiene a las prácti-
cas sociales. Estas representaciones son las que cada sector social hace tanto de sí en el espa-
cio como de los demás sectores, y de su relación. En esta instancia se encuentra el proceso de
elaboración de los “mapas mentales”. A lo largo de todo proceso histórico, los territorios no solo
pueden ser vaciados o colmados físicamente, sino y fundamentalmente, también lo son simbó-
licamente. Estas construcciones simbólicas, que determinan en buena medida la percepción y
la reproducción de la “cotidianidad” de los sujetos, se estructuran a partir de valorizaciones
hechas sobre la base de una visión del mundo, la cual a su vez se enmarca dentro de una lógica
social de poder.
Sobre esta base resulta ineludible un análisis de las transformaciones que se han operado
sobre las relaciones sociales en las últimas décadas, en tanto fuerzas que movilizan esta doble
configuración de la espacialidad. Se conciben las relaciones sociales a través de las manera
en que se estructuran las clases11 (y con ellas sus formas institucionales de poder, así como
también sus modos de disputa) entonces se puede postular que se trata de la conflictividad la
que determina el modo y el grado en que los cambios concretos son operados. No obstante,
articular una reflexión acerca de la espacialidad como forma de consistencia social resulta
poco fructífera si se la abstrae de la temporalidad, su contraparte dialéctica en tanto componen-
tes de una relación que permite la constitución de los sujetos. De esta capacidad de definición-
administración cristalizarán formas espaciotemporales que se objetivarán en toda una serie de
concepciones y prácticas, cuya esencia radica en la reproducción de un modo de vida que posi-
bilite el sostenimiento de este bloque histórico. Es dentro de esta lógica más amplia en la que
se inscriben la (re)producción de los “mapas mentales”.
Un segundo recorte del espacio geográfico compete al paisaje. Milton Santos establece que
paisaje y espacio no son sinónimos. El paisaje es el conjunto de formas que expresan las heren-
cias que representan las sucesivas relaciones localizadas entre hombres y naturaleza. Desde
este enfoque, por el contrario, el espacio es la reunión de esas formas más la vida que las
anima, que resulta en la intrusión de la sociedad en esas formasobjetos, en un conjunto de
11
El proceso de constitución de una clase implica pero excede los contornos que determinan la posesión o no de los medios de
producción.
| página 14
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
bienes, servicios y mercancías. Igualmente el paisaje se puede definir como percepción polisen-
sorial de una trama de relaciones ecológicas y como recurso natural.
El estudio del paisaje forma de por sí una ciencia (paisajismo), muy relacionada con la ecología,
que constituye una visión antropocéntrica (cada persona puede percibir un paisaje de forma
distinta). Cada paisaje posee impreso las estrategias legales e ilegales que son influidas por las
relaciones sociales para lograr que los hombres satisfagan sus necesidades. Esto permite rela-
cionar el paisaje con un conjunto de ecosistemas y distinguir entre:
De hecho, la Geografía de la percepción utiliza como herramienta para su trabajo los mapas
mentales, mapas que cada individuo hace en su mente con elementos que él considera relevan-
tes de su realidad, y con los que la construye. Los elementos en común que poseen los mapas
mentales dentro de una sociedad son lo que constituye el paisaje que la sociedad forma de ese
espacio. Por lo tanto, el paisaje debe ser interpretado como construcción social, en un doble
sentido: por un lado, como la construcción de los mapas o imágenes mentales que la sociedad
elabora; por otro lado, como el espacio que el hombre construye, organiza y modifica con el fin
de satisfacer sus necesidades. Dentro de esas necesidades se encuentran las actividades que
la sociedad desarrolla, económicas, educativas, etc., de manera tal que el paisaje sirve tanto
como lugar donde se vive como lugar donde se obtiene lo necesario para vivir.
Desde el punto de vista de la Teoría de los sistemas, es mejor considerar este tipo de recursos
territoriales y paisajísticos como espacio ambiental ocupado. En el caso del paisaje natural,
solo es empleado para el recreo y la contemplación, mientras que en el caso del territorio que
se va a urbanizar, sí es transformado e ingresado
en el sistema humano.
| página 15
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
titulado Más allá de los límites del crecimiento. A partir de los trabajos de Forrester y Meadows,
se han detallado los modelos de dinámica de sistemas para representar aspectos de la realidad
ambiental, utilizándose este tipo de técnicas en numerosos campos científicos y sociales. Sin
embargo los modelos World siguen constituyendo una de las aplicaciones más globales en lo
que se refiere a su concepción y análisis.
El modelo World considera cinco subsistemas que interactúan: población, recursos naturales,
producción industrial, producción de alimentos y contaminación. La idea básica es que el creci-
miento de la población induce un incremento en la producción industrial y en el cultivo de tierras
para la producción de alimentos, los cuales tienen efectos positivos a su vez sobre el crecimien-
to de población. Por otra parte, esos crecimientos determinan aumentos en la contaminación y
reducciones en los recursos naturales que están disponibles. Ambos efectos terminan ejercien-
do un papel limitante sobre la capacidad de seguir creciendo la población y la economía huma-
nas.
| página 16
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
• Esta disminución no es inevitable, pero para solucionarla se precisa una revisión global
de las políticas y las prácticas que se basan en el crecimiento del consumo y de la pobla-
ción, así como un incremento increíblemente veloz de la eficiencia con la que se utilizan
la energía y los materiales.
• Una sociedad mundial basada en la sostenibilidad es aún técnica y económicamente
posible.
8. Antecedentes de la EA
El permanente desarrollo de la civilización occidental ligada a la idea de “progreso ilimitado”,
trajo consigo una gradual transformación de los ecosistemas, originándose problemas ambien-
tales como la desertificación, la erosión, la contaminación y sobre todo, la afectación de las
poblaciones que habitan los territorios impactados. Pero estos procesos comenzaron a agra-
varse al comienzo de la Revolución Industrial, con la explotación de fuentes de energía como el
petróleo, el carbón y el gas, dando comienzo así al deterioro de la calidad del agua y del aire.
Más tarde, con el crecimiento de las ciudades, el desarrollo de las centrales nucleares y las
nuevas tecnologías aplicadas a todas las actividades humanas, se comenzó una etapa en la
que el hombre sometió completamente a la naturaleza, llegando a hacer peligrar su existencia.
12
Leff (1992), p. 39.
| página 17
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
13
Trellez Solís (2000), p. 77.
14
Trellez Solís (2000), p. 48.
| página 18
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
MATERIAL ONLINE
9. Estrategias de la EA
La EA se encuentra desde hace algunas décadas en permanente evolución. Desde las primeras
conferencias internacionales (Seminario Internacional de Educación Ambiental Belgrado, 1975;
Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental Tbilisi, 1977) hasta nuestros días, han
surgido a lo largo de diferentes territorios numerosas corrientes educativas con distintas mira-
das respecto de la conceptualización de ambiente, los fines que persiguen, sus metodologías y
sus principales estrategias.
Estas posturas muchas veces han sido presentadas como contra-
puestas, en ocasiones incluso fueron criticadas con el fin de desa-
creditarlas. Sin embargo es posible afirmar que, con excepción de
aquellas que marcadamente responden a intereses poco genuinos,
muchas aproximaciones han sido llevadas a cabo con buenas inten-
ciones y son fuente de aprendizaje para las propias prácticas. Intere-
sa en este punto analizar aquellos factores que han repercutido en
los cambios ambientales, como fuente de la discusión de estrate-
gias en la EA.
Entre otras estrategias, se requiere estimular el desarrollo de una
tecnología que propicie la protección, restauración y utilización de
los recursos naturales, así como del manejo sostenible, durable y Jhoana Mejía
responsable de los sistemas naturales que se encuentran en inte-
racción con la sociedad humana. En este marco, la metodología de la educación ambiental
debería partir de la obtención y registro de la realidad inmediata de cada sector involucrado,
cada porción de la realidad, así como de sus propias percepciones, e incorporarlas a la práctica
educativa, con el objetivo de convertirla en un instrumento de transformación.
El medio natural, y por extensión el medio rural, es decir, todo aquello que constituye el Hinter-
land de la Geografía regional decimonónica, ha experimentado cambios muy importantes en los
últimos cuarenta años, en los distintos continentes y con efectos muy diversos por región y por
país, por efecto de la urbanización. Estas modificaciones se conocen como la huella ecológica.
Pero puede hablarse en términos generales de tres grandes cambios:
• Demográficos: como resultado del éxodo masivo en los años sesenta y setenta, tanto en
Europa como en América, y el fenómeno de la “contraurbanización”.
• Económicos: que se originan por el declive de la agricultura y, en algunos países, por la nueva
visión que el mundo urbano tiene del medio rural, que ha dado lugar a una mayor diversificación.
| página 19
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
• Institucionales: debido a la descentralización política que pretende dar mayor poder a lo local
y lo regional, obviamente con desarrollos desiguales en los distintos países y continentes, y a la
supranacionalización de la política agraria.
MATERIAL ONLINE
Es indudable que en vastas regiones del mundo rural se ha presentado una disminución drásti-
ca tanto en la población empleada como en la participación en el PIB nacional. Todo ello debido
al modelo de industrialización que condujo a acelerar los procesos de urbanización y el desarro-
llo tecnológico, “ahorrador” de mano de obra mediante capital mecánico y de tierra mediante el
uso de capital químico y biológico.
Las aglomeraciones económicas que caracterizan al modelo de industrialización de los países
comunitarios europeos en las primeras décadas del desarrollo generan una intensa urbaniza-
ción y un despoblamiento masivo de grandes áreas rurales. Dicho modelo fue seguido en
países latinoamericanos, aunque en muchos de ellos la población rural sigue siendo un porcen-
taje importante de la población total.
No todas las zonas rurales son periféricas aunque la mayoría de los problemas rurales se asien-
tan en dichas zonas, como es el caso de las zonas mediterráneas en Europa, y de los países
latinoamericanos. El mundo rural se encuentra ante una difícil conjunción de problemas que se
manifiesta en la perplejidad con que afrontan el futuro los agentes sociales que intervienen en
su gestión. Por otra parte, el mundo natural está siendo sometido a una intensa presión, como
la tala y deforestación, que afecta su desarrollo original, tal como se puede ver en la actualidad
en la Amazonia.
Algunas manifestaciones consecuentes de la alteración de los espacios son:
• Crisis de la producción y orientación: debates entre la necesidad de asegurar la manutención
familiar, la competitividad comercial y la diversidad de orientaciones comerciales o industriales
que afectan la toma de decisiones tanto de tipo productivo como de articulación al mercado.
• Crisis de población y poblamiento: la decadencia de lo rural y también de lo natural frente a lo
urbano ha propiciado un desprestigio social de las actividades agrícolas y un retroceso de los
pueblos originarios que vivían en estadio prístino.
• Crisis de las formas de gestión tradicionales: la propiedad comunal ha sido reemplazada
mayormente por la propiedad privada de la tierra, mientras que las decisiones individuales han
sido reemplazadas por las políticas nacionales e internacionales, de las señales del mercado y
de la competitividad empresarial.
• Crisis en el manejo de los recursos ambientales: la deforestación, la contaminación del suelo,
| página 20
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
• Equilibrio territorial, para contrarrestar los efectos del despoblamiento, que han sido
inducidos por las políticas orientadas a la concentración urbana y por fenómenos como
la violencia en varios países.
• Equilibrio ecológico, en cuanto conservador de ecosistemas naturales y a la producción
de paisaje de calidad, abierto y natural.
• Producción de agua limpia y conservación de sus fuentes.
• Espacio para actividades de esparcimiento y recreo al aire libre que, cada vez más,
están ampliamente demandadas por los habitantes urbanos, de la mano de un desarrollo
mayor de espacios verdes en los cascos urbanos.
• Usos agropecuarios no alimentarios como, por ejemplo, la producción de fibras textiles,
la obtención de productos energéticos y de recursos minerales en general.
• Sumidero de contaminantes del aire, del agua y del suelo.
Algunas de estas demandas sociales entran sin duda en contradicción, y ponen en las decisio-
nes nacionales la posibilidad de conducir su futuro por una senda inédita pero posible. Por lo
tanto, la misión fundamental de la EA es la construcción de nueva visión de la relación ambien-
te, sociedad, naturaleza, lo que implica la desnaturalización de la crisis ambiental como algo
dado y el replanteo de los orígenes y formas de expresión de la misma, así como la necesidad
de postular metodologías y herramientas para su resolución.
En este sentido, y como corolario, técnicamente se puede definir impacto ambiental como el
efecto sobre el medio ambiente de una actuación humana concreta, como una industria o un
vertido de petróleo. Sin embargo, coloquialmente, el término se usa también para expresar cual-
quier disfunción ambiental generada por actividades humanas, incluyendo las que resultan de
diversos impactos. En realidad, en este caso es más correcto utilizar la expresión problemática
| página 21
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
ambiental, que se refiere a los efectos negativos en la estructura o funcionamiento de los siste-
mas ambientales debidos a causas humanas, de forma que suele ser el resultado de diversos
impactos. Así, en rigor, el calentamiento global es un problema ambiental derivado de los nume-
rosos impactos generados por los millones de tubos de escape, incendios y chimeneas de emi-
sión de dióxido de carbono. Los impactos puntuales suelen presentar entonces un carácter
inicialmente local o regional, pero los problemas ambientales alcanzan ya una dimensión plane-
taria.
En cuanto a los tipos de problemáticas ambientales principales se distinguen:
• Problemas creados por el incremento excesivo de los flujos de entrada (explotación de recur-
sos naturales). Tienen que ver con la aceleración de los ritmos de extracción, la sobreexplota-
ción y el mal uso de los recursos potencialmente renovables o utilizables de forma no consunti-
va, que acaba agotándolos. Las consecuencias finales son la pérdida y degradación de los
recursos naturales.
• Problemas de la excesiva ocupación y alteración de los espacios ambientales de los siste-
mas naturales. Determinan la pérdida de viabilidad de los ecosistemas, la creación de tenden-
cias regresivas, y la degradación de su estructura y funcionamiento ecológico, así como la posi-
ble activación de riesgos inducidos. En conjunto, desembocan en problemas de degradación,
fragmentación y pérdida de ecosistemas y de sus servicios, incluyendo la pérdida global de
biodiversidad.
• Problemas derivados del excesivo crecimiento de los flujos de salida (vertido y emisión de
residuos y contaminación). Originan la alteración de los ciclos biogeoquímicos de materiales y
la superación de las capacidades de asimilación y reciclado de residuos por parte de los siste-
mas naturales.
| página 22
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
SINTESIS
AUTOEVALUACIÓN
En las siguientes selecciones múltiples podrán revisar el conocimiento adquirido en las lecturas
de la unidad temática:
| página 23
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
1. El conjunto sistémico de los elementos biofísicos o construidos por los humanos en rela-
ción con el mantenimiento de la calidad de vida es la base de la definición de:
a. Ambiente.
b. Ecología.
c. Medio.
d. Medio ambiente.
e. Todas las anteriores.
2. El cambio del enfoque biológico al interdisciplinario y el desarrollo de la noción de EA tuvo
lugar en:
a. Década de 1950.
b. Década de 1960.
c. Década de 1970.
d. Década de 1980.
e. Década de 1990.
3. La siguiente definición corresponde al territorio como recorte del espacio:
a. Es la percepción que se tiene de un ecosistema.
b. Es la base explicativa del establecimiento y estado de los ecosistemas.
c. Es la unidad de gestión que organiza el espacio según normativas y un tipo de gobierno.
d. Es la percepción polisensorial de la trama de relaciones ecológicas.
e. Es la construcción de los mapas e imágenes y de la identidad.
4. La siguiente definición corresponde al paisaje:
a. Lugar de pertenencia e identidad cultural.
b. Organización del espacio según normativas y gobierno.
c. Es el proceso constitutivo de la espacialidad que se sitúa en el plano simbólico, en el que
arraigan las representaciones que acompañan y sostienen a las prácticas sociales.
d. Recorte espacial que puede ser colmado o vaciado tanto físicamente como simbólicamente.
e. Recorte espacial de diferentes escalas, de la global a la local.
5. La descripción del espacio con componentes socioculturales además de los naturales:
a. Espacio natural.
b. Espacio humanizado.
c. Espacio artificial.
d. Todos los mencionados.
e. Ninguno de los mencionados.
6. La crisis de las formas tradicionales de articulación social se refieren a:
a. Debates entre la manutención familiar, la competitividad comercial y la articulación del mer-
cado.
b. Decadencia paralela de los espacios rural y natural.
c. El reemplazo de la propiedad comunal y el policultivo por la propiedad privada y el monoculti-
vo.
d. El desarrollo de la huella ecológica.
e. El papel jugado en la búsqueda de las nuevas funciones de los espacios que generan conflic-
| página 24
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
CITAS TEXTUALES
| página 25
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
| página 26
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA
ANGEL MAYA, A. (1997) “Alcances y límites de la educación ambiental", en: Dossier: II Congreso
Iberoamericano de Educación Ambiental. Ed. Revista Universidad de Guadalajara nº 10. Guada-
lajara.
BIFANI, P. (1995) Problemática Ambiental Contemporánea a nivel global: relaciones nortesur. Fun-
dación Universidad Empresa, Madrid.
GARCÍA, E. Fundamentación teórica de la educación ambiental: Una reflexión desde las perspecti-
vas del constructivismo y de la complejidad. Presentado originalmente en el II Congreso Anda-
luz. Sevilla del 23 al 25 de marzo de 1994.
GONZÁLEZ, C. y OTROS (1996) Educación Ambiental: Teoría y Práctica. Madrid: Ed. Organización
de Estados Iberoamericanos.
GONZÁLEZ GAUDIANO, E. (2003) “Y dale con los residuos”. En revista ‘Agua y Desarrollo Sustenta-
ble’, México, Gobierno del Estado de México. Noviembre, 2003. Vol. 1, Núm. 9.
http://www.aguaydesarrollosustentable.com/
GORGE, Pierre. (1972) El medio ambiente. Madrid: Editorial Oikos Tau.
LEFF, E. (1992) "Cultura democrática, gestión ambiental y desarrollo sustentable en América
Latina". En: Ecología Política, Nº 4. ICARIA/FUHEM. Barcelona.
LEFF, E. (1996) Ciencias Sociales y Formación Ambiental. Gedisa, España.
PORRIT, Jonathon (1991) Salvemos la Tierra. Madrid: Ed. Aguilar.
SAUVÉ, L. (2004) “Una cartografía de corrientes en educación ambiental”. En: Sato, Michèle;
Carvalho, Isabel (Orgs.) A pesquisa em educacao ambiental: cartografias de uma identidade
narrativa em formacao. Porto Alegre; Artmed.
TEITELBAUM, A.O. (1978) Papel de la Educación Ambiental en América Latina. París: UNESCO.
TRELLEZ, E. (2000) La educación ambiental y las utopías del Siglo XXI. Lima. Programa PIRAMIDE.
TRELLEZ, E. y WILCHES, G. (1998) Educación para un futuro sostenible en América Latina y el
Caribe. Documento preparatorio de la Reunión de Expertos. Nueva York: Ed. OEA.
| página 27
AZUL
FORMACIÓN
SUPERIOR
Introducción a la Educación ambiental | Seminario 1
TYLER MILLER, G. Jr. (2002) Ciencia ambiental. Preservemos la Tierra. 5ta. Edición. Bogotá: Thom-
son Learning.
VON BERTALANFFY, Ludwig (2007) Teoría general de los Sistemas. Fundamentos, desarrollo,
aplicaciones. México: Fondo de Cultura Económica.
| página 28