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El ensayo de Bombeo y sus distintas formas de valoración: Preparación del ensayo

SECCIÓN 1: PREPARACIÓN DEL ENSAYO DE BOMBEO

ENSAYO DE BOMBEO Y SUS OBJETIVOS

En hidrogeología se entiende por ensayo de bombeo aquellas operaciones encaminadas a la


extracción de un caudal constante por medio de una bomba.

Los fines que persigue son:

- Conocimiento óptimo del caudal a explotar.

- Averiguar la transmisividad, coeficiente de almacenamiento, descensos, coeficiente de


goteo (en su caso) que permitan conocer las características puntuales del acuífero y
determinar las constructivas del pozo en cuanto a su eficiencia.

- Régimen de explotación. El conocimiento de los parámetros anteriores nos podrá


marcar la pauta para establecer los criterios sobre la programación de nuestros bombeos
y su régimen de funcionamiento.

CLASIFICACIÓN DE LOS ENSAYOS

Las distintas pruebas que pueden realizarse en un ensayo de bombeo han conducido a una
nomenclatura técnica dentro del léxico hidrogeológico. Las más corrientes son:

Ensayo continuado, es un ensayo de bombeo que suele durar como mínimo varias horas,
sin interrupción de ningún tipo, permaneciendo prácticamente constante la extracción de
caudal. Es frecuente bombear 48 horas para obtener un buen aforo, el tiempo de bombeo
depende de la importancia del punto, su destino u objetivo y de la garantía que quiera
obtenerse en su explotación.

Ensayo escalonado, es un bombeo con diferentes caudales y tiempos iguales para cada uno
de ellos. Los caudales extraídos pueden ir aumentando o disminuyendo. Por ejemplo,
bombear con 15, 20 y 25 litros/segundo durante 2 horas para cada caudal. Los bombeos

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escalonados pueden servir para determinar la curva característica del pozo y especialmente
determinar su eficiencia.

La curva característica de un pozo, se determina bombeando con caudales diferentes en


orden creciente, consiguiendo la estabilización en los descensos para cada caudal bombeado,
de esta forma se obtiene una curva, en abscisas se representan caudales y en ordenadas
descensos. La curva consta de dos partes, un tramo al comienzo con curvatura muy suave,
casi asimilable a una recta y una parábola, cualquier aumento de caudal a partir de aquí
produce un aumento desproporcionado en los descensos. La transición en el cambio de recta a
curva pronunciada lo define el punto crítico o caudal crítico, caudal por encima del cual no
debe bombearse.

Ensayo de interferencia, consiste en crear una superposición de efectos con otro punto
bombeado, de la interferencia pueden deducirse datos de interés respecto de las
características hidrológicas e hidráulicas del acuífero en estudio. No es frecuente su
realización, podría realizarse con fines meramente científicos o despejar anomalías en el
comportamiento normal de explotación de un pozo.

IMPLANTACIÓN DEL ENSAYO DE BOMBEO

El lugar viene condicionado por la construcción del pozo y éste a su vez, por los sondeos
de reconocimiento que previamente se hayan realizado.

Cuando se pretende realizar un ensayo de bombeo para conocer las características del
acuífero, al no conocer exactamente lo que la geología nos pueda deparar, debemos procurar
las condiciones más ideales con objeto de que nuestra valoración del ensayo, se ajuste a las
hipótesis para las cuales fueron deducidas.

El conocimiento y la observación de la geología en el entorno es importante, además del


aspecto geográfico y geomorfológico, tales como ríos, diapiros, fallas, etc. Un ensayo de
bombeo puede presentar después de unas horas, una barrera que conviene interpretar
geológicamente y comprobar su acorde con la realidad.

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Estación de bombeo

Una estación de bombeo es el lugar donde se encuentra el pozo objeto de estudio y los
puntos de observación (piezómetros) a su alrededor, que pueden ser sondeos anteriores de
reconocimiento o realizados ex profeso para este objetivo. Pueden utilizarse también pozos
construidos que se encuentren dentro de nuestra área.

La distancia a la que se deben situar los piezómetros con respecto al pozo es importante, en
el supuesto de tener que realizar alguno, el mejor criterio a seguir, es aquel que teniendo un
conocimiento aproximado de la T y S, bien porque al construir el pozo se hayan determinado
estos parámetros mediante valvuleo, o en los sondeos de reconocimiento próximos, al realizar
pruebas de descarga o recarga, aplicar inicialmente, como tanteo, la ecuación:

T⋅t
R = 1,5
S

Se prueba con distintas transmisividades y coeficientes de almacenamiento normales a la


naturaleza del acuífero, sobre los valores obtenidos, se elige lo más conveniente. Como norma
general, en acuíferos confinados esta distancia puede oscilar entre 5 y 15 metros, y en
acuíferos libres de 10 a 30 metros.

Elección de la bomba

La bomba queda definida por el caudal a extraer y altura manométrica que en este caso
suele ser la profundidad a la que se va a instalar la bomba sumergible más las pérdidas de
carga hasta la salida, que suele ser de unos metros desde el brocal del pozo. ¿Cuál es el caudal
a extraer?, si precisamente esta es una de las cuestiones que tratamos de averiguar. Las
pruebas de valvuleo durante la construcción del pozo, que debieron realizarse, nos habrán
dado un orden de magnitud sobre el caudal probable de bombeo.

Lo ideal es conseguir una bomba cuyo caudal en función de la altura manométrica sea un
máximo en su curva característica. No obstante, lo importante es originar descensos
importantes respecto a la profundidad del pozo, sin llegar al agotamiento, caudal explotado y
descenso son parámetros inseparables.

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El nivel inicial del agua en el pozo es de considerable importancia en la elección de la


bomba. Si el nivel estático, está por debajo de los cinco metros, se suele emplear bomba
sumergible. En el caso de niveles superiores a los cinco metros, se puede utilizar una bomba
en superficie, siempre pensando que los descensos estarán limitados por la altitud sobre el
mar, a esta cota el máximo bombeable es hasta 7,5 metros, por consiguiente los descensos en
el pozo durante el bombeo no deberán superar ésta profundidad.

El diámetro del pozo puede ser muchas veces un problema, especialmente en el caso de
disponer de un diámetro muy pequeño por la posibilidad de extraer un caudal grande. Este
detalle, es importante preverse en el momento de la ejecución del pozo.

En general, lo que se suele hacer es instalar una bomba con un caudal por encima de lo
estimado, posteriormente regularlo con la llave de paso o válvula de compuerta a la salida de
la tubería.

Medida del caudal

Es importante conocer lo más exactamente posible el caudal que extraemos del pozo.

Cuando los caudales son pequeños se suele emplear el método volumétrico, que consiste
en llenar un recipiente de volumen conocido en un tiempo determinado. Si los caudales son
mayores se suele utilizar el tubo de Pitot y los vertederos, también depósitos metálicos
desmontables de gran capacidad.

Tabla de medida (tiempos)

Las mediciones de tiempos descensos que se vayan a realizar para el caudal bombeado,
van a ser representadas en papel logarítmico, por lo que conviene elegir una tabla de tiempos
lo más acorde posible con el papel logarítmico que vayamos a emplear. Suele utilizarse 0, 1,
2, 3, 4, 5, 6, 8, 10, 15, 20, 30, 40, 45, 60 (1h), 90 (1h 30min), 120 (2h), 180 (3h), 240 (4h),
300 (5h), a partir de aquí se aumenta de dos en dos horas hasta alcanzar los 1.440 min (1 día),
si nuestro ensayo ha de tener esta duración. A partir de 1.440, si el ensayo es continuado, las
mediciones pueden ampliarse cada 4 ó 6 horas, llagando a ampliar los intervalos tanto como
se prolongue el bombeo y su representación sea suficientemente clara.

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Las mediciones suelen anotarse en papeles, que tienen un tamaño de un folio DIN-A4, en
cuyo encabezamiento se disponen los datos del pozo bombeado y del punto observado,
indicándose el número del punto inventariado, nombre del propietario, tipo de ensayo, cota
del punto, tipo de aparato utilizado, quién midió, distancias del piezómetro al pozo. La parte
inferior queda reservada a una serie de columnas como fecha, hora, tiempo (en minutos),
profundidad del agua, descenso, y se suelen dejar varias columnas libres para el cálculo de ∆,
t+τ
, etc., y observaciones para anotar, la temperatura del agua, cuándo se tomaron las
b
muestras de agua para su análisis químico, y en general, todos aquellos detalles que pueden
ser indicativos, en un estudio posterior de la prueba por un técnico que no haya intervenido en
el bombeo.

Medida de los niveles

La medida del nivel de agua se consigue por medio de aparatos en su mayoría eléctricos
(fig. 4.1), consistentes en circuitos que se cierran cuando tocan el agua, encendiéndose un
punto luminoso o emitiendo una señal acústica.

Los hay mecánicos, que aprovechan el aire atrapado en un tubo terminado en flauta, que al
penetrar en el agua emiten un silbido. Otros aprovechan el empuje que experimentan en el
momento de tocar el agua para detenerse.
El cable de estos aparatos suele venir impreso de centímetro en centímetro, otros de metro
en metro o de cinco en cinco metros, teniéndose que realizar en este último caso el
complemento de la medida con una cinta métrica normal.

Desagüe de las aguas

A veces se bombean caudales importantes en zonas que por sus características pueden
implicar inundaciones. Es aconsejable desde un punto de vista preventivo, conseguir bien
mediante zanjas, tuberías o con cualquier sistema, alejar lo más posible el agua extraída por
bombeo. Esta medida es especialmente aconsejable en acuíferos libres con gran capacidad de
infiltración, ya que puede llegar a establecerse un reciclaje de forma tal que la propia agua
extraída vuelva a penetrar nuevamente en el acuífero, falseando completamente las medidas y
lo que es más, el caudal.

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Duración del ensayo

En líneas generales podemos decir que normalmente un ensayo de bombeo suele durar de
24 a 72 horas, tanto para acuíferos confinados como para acuíferos libres. Particularizando
para los tipos mas frecuentes de acuíferos, diremos que en los confinados con 24 horas es
más que suficiente para obtener una prueba correcta. En acuíferos libres se suele bombear de
24 a 48 horas.

Los criterios anteriores, no eliminan en muchos casos la necesidad de prolongar un ensayo


de bombeo más de tres días, buscando peculiaridades especiales como el problema de la
intrusión

fig. 4.1
Aparato eléctrico para medir niveles

marina, o vaciado de un acuífero limitado que no disponga de recarga, hecho observable por
no establecerse los niveles de descenso adecuados durante la realización del ensayo, o en
drenajes diferidos. La estabilización de niveles en un pozo y sus piezómetros es la que debe
marcarnos la duración del ensayo, normalmente 24 horas es un tiempo suficiente para
alcanzarla, otras veces se consigue en días.

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Los aforos de un pozo una vez finalizada su construcción, para entrega al propietario
inferiores a ocho horas de duración, no deben ser aceptados.

Los ensayos de bombeo de corta duración, 2 ó 3 horas, suelen emplearse en la realización


de inventarios de puntos de agua, donde se aprovechan las instalaciones de los propietarios,
obteniéndose datos de la zona en estudio.

Para la determinación de la eficiencia de pozos, como estudiaremos más adelante, se suelen


realizar ensayos de dos horas de duración, tres o cuatro escalones con objeto de resolver el
sistema de ecuaciones resultante.

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