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Cuando se realiza la constitución de una empresa, es necesario que tenga una figura
legal. En este sentido debe constituirse legalmente como persona natural o como
persona jurídica. Una persona natural toma cuenta propia o responsabilidad total de
las obligaciones de la empresa, mientras que en el caso de la persona jurídica limita su
responsabilidad a los bienes de la empresa, sin tomar partido personal.
Persona Natural
También llamada persona física, es el ser humano con nacionalidad y domicilio que de
manera personal o autónoma ejerce sus derechos y cumple obligaciones. Esto quiere
decir que si constituye una empresa, esta persona debe asumir a título personal todas
las obligaciones, la responsabilidad y da como garantía a la empresa todos sus bienes.
Para constituir una empresa como persona natural, el proceso es mucho más
sencillo. No se requiere de gran cantidad de documentación;
El control de la empresa recae en una sola persona;
El capital para invertir no necesariamente debe ser muy grande, además que el
costo de los trámites legales es reducido;
Se puede vender fácilmente;
No hay restricciones para ampliar o reducir el patrimonio de la empresa;
Si los resultados no son los estipulados, puede cambiar la idea original y/o
dirección de la inversión;
El plan de declaración de impuesto puede ser más sencillo e incluso favorable.
Contras
Persona Jurídica
También llamada persona moral, es una figura ficticia (o empresa) que ejerce y cumple
los derechos sobre esa misma empresa. Esto quiere decir que, al constituir legalmente
una empresa a título de persona jurídica, es la empresa quien debe asumir toda la
responsabilidad y no el dueño. Además, la garantía está limitada únicamente a los
bienes que tenga la empresa bajo su nombre.
Si tenemos en cuenta que las personas jurídicas en realidad no son personas sino
empresas o entidades, se puede considerar persona jurídica a todas las empresas o
sociedades que ejerzan algún tipo de actividad comercial. Por ejemplo:
Pros
Contras
La inversión para poder constituirse debe ser mayor a la de una persona natural;
Es necesario presentar una gran cantidad de documentación, por lo que
representa una mayor dificultad al momento de constituirse debido a los trámites
y requisitos;
La gestión total recae en varias personas, por lo que es más complicado
mantener el control;
Para cerrar, liquidar o disolverse es mucho más difícil y complicado, incluso
para cambiar la idea original o la dirección de la inversión.