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Literatura Infantil

Reseña del texto ilustrado


Enercida Alcántara Contreras
Matricula : 100415613
Titulo: sueño azul
Autor: Elicura Chihuaila

Otros colaboradores: María de los


Ángeles Vargas y Alberto Montt

Editorial: Pehuén

El poeta nos cuenta de su infancia en Kechurewe, en


la región de la Araucanía. Allí, en una casa azul, en
un ambiente de ternura y libertad, rodeado de
bosques, correteando ovejas, oyendo cantos y
cuentos de sus abuelos en atardeceres al calor del
fogón, va creciendo y transformándose en poeta.
Hermoso libro, con ilustraciones y fotografías.
Título: La vaca que se subió a un árbol
Autora: Gemma Merino
Publicación: Picarona, septiembre de 2015
Páginas: 32
Tamaño: 27 x 21,6 cm
Edad: 3-6 años

Tina no es como otras vacas. A ella le encanta


explorar, descubrir y soñar. ¿Podrá enseñar a
sus hermanas que en la vida hay más cosas
que comer hierba?

Reflexivo y divertido, es el perfecto libro para


cualquiera a quien le guste experimentar cosas
nuevas.
Esta es la historia de Tina, una vaca
única. A diferencia de sus tres
hermanas, a las que solo les interesa la
hierba fresca y jugosa, ella es muy
curiosa, le encanta explorar, descubrir
y siempre tiene alguna nueva y
extravagante ocurrencia.

Un día, cuando se encontraba


indagando el bosque decidió que tenía
que intentar algo nuevo. Ni corta ni
perezosa comenzó a subirse a un
árbol. Subió, subió y subió hasta que al
llegar a lo más alto encontró…
La vaca que subió a un árbol es un
relato destinado a los más pequeños
original, cargado de simpatía y buen
rollo que además contiene valiosos
mensajes para los niños de la casa. Por
un lado les invita e experimentar, a
imaginar y dar alas a sus ideas tal y
como hace la vaca Tina.

Y por otro lado les incita a que


aprendan que no hay que escuchar a
los demás cuando te ponen trabas o te
dicen que no podrás hacer algo. Si uno
tiene fe en sus ideas debe llevarlas a
cabo. También encierra otro mensaje y
es que hay que abrirse al mundo y
mirar más allá de lo que uno tiene
delante. Si nos fijamos solo en lo que
tenemos cerca podemos estar cegados
ante un mundo lleno de sensaciones y
belleza.
La autora de esta historia es la arquitecta catalana Gemma
Merino que en 2011 fue galardonada con el Premio
Macmillan a la Ilustración Infantil.

Tanto el texto como las ilustraciones son obra suya y si el


primer aspecto está lleno de magia a las imágenes
tampoco se les puede pedir nada más.

Las ilustraciones, que representan las vacas y los escenarios


por donde estas se mueven, resultan muy simpáticas,
divertidas, desenfadas y muy coloridas.

Además me encanta el recurso que emplea la autora (ya lo


hizo en El cocodrilo al que no le gustaba el agua) de
dividir algunas páginas en varias viñetas que nos
enseñan la progresión de la historia.
Alfabeto Ilustrado con Animales
Autor : Hans Kruppa
En una ciudad cualquiera, ni más grande
ni más pequeña que otras, vivía junto con
su familia, una niña llamada Cleta
Pizpireta. Cleta Pizpireta era una niña con
mucha imaginación, era una niña a la que
le encantaba leer, podía tirarse horas
enteras leyendo y mientras lo hacía en su
cabeza los personajes cobraban vida y
todo parecía real.

Cleta Pizpireta, estaba muy preocupada


por una cosa. En su casa justo encima del
armario guardaba un libro, era el libro que
más le gustaba, pero también era un libro
que le preocupaba, era su libro preferido,
pero era también el libro que a veces
menos le gustaba leer. Esto que puede
parecer muy extraño, no era tan extraño,
ya que se trataba de un libro mágico. Cleta
tenía un libro mágico guardado encima
del armario.
Ocurría que este curioso libro mágico de Cleta
Pizpireta tenía una página con letras y la siguiente
página en blanco. Así Cleta leía las letras que ponía
en la primera página y cuando llegaba a la página en
blanco era su cabeza la que ponía letras, la que
contaba la historia. Y aunque las páginas escritas
fuesen siempre las mismas sucedía algo muy curioso
con las páginas en blanco, las letras y palabras que
con su cabeza decidía poner Cleta variaban cada vez,
nunca eran iguales.

A veces estás páginas en blanco eran bonitas


historias que completaban las palabras de la página
anterior. Pero otras veces la página en blanco se
llenaba de problemas, preocupaciones y cosas
desagradables. Cleta Pizpireta no entendía muy bien
como ocurría esto y cuando en la página en blanco
aparecían bonitas historias el libro mágico se
convertía en su libro favorito, pero cuando las
historias eran desagradables Cleta subía el libro de
nuevo encima del armario, pero muchas veces
tardaba días en dejar de pensar en esas cosas
desagradables.
Un día en una de las páginas en blanco del libro
mágico de Cleta Pizpireta apareció la clave que
escondía los cambios del libro, en esa página aquella
vez ponía lo siguiente: “Lo que sucede es siempre lo
mismo y no puedes controlarlo, eso son las páginas
escritas, pero si puedes controlar tu reacción lo que
pone en la página en blanco. Tú eres la única que
llena las páginas en blanco, tú eres quién decide
llenarlo con pensamientos y palabras desagradables
o agradables.”

Y entonces Cleta Pizpireta entendió muchas cosas y


desde entonces intentó llenar las páginas en blanco
con palabras agradables, algunos días no lo
conseguía, pero al menos ya no se preocupaba tanto
porque sabía que al día siguiente solo tenía que
cambiar sus palabras.
Autor: Irene Hernández
Edades: A partir de 6 años
Valores: respeto, amor por la
lectura
Alba era una niña con gafas a la que le encantaba leer. Alba
tenía un montón de libros, aunque entre todos ellos había
uno que era muy especial. Cada vez que lo abría, salían de un
salto un montón de animales, princesas, magos, dragones y
muchos más seres fantásticos. Cada día había un cuento
diferente y Alba podía hablar con los personajes y reír con sus
historias.

-¡Hola princesa! ¿Estás triste? -preguntaba Alba.


-He perdido a mi unicornio volador. ¿Me ayudas a buscarlo? -
decía la princesa del cuento. Y, como si de la vida real se
tratara, Alba iba con la princesa a buscar a su unicornio.

Cuando Alba tenía que cerrar el libro, todos los personajes


daban un salto para caer en las páginas y, de una manera
mágica, todos quedaban de nuevo atrapados en el libro hasta
que Alba lo volviera a abrir
Un día, en el colegio, Alba estaba leyendo uno de sus
libros, como era de costumbre. No era su libro
mágico, pero Alba disfrutaba mucho de todas
formas, porque con la lectura era capaz de imaginar
un montón de cosas bonitas.

-¿Qué estás leyendo? – le preguntaron los niños.

-Un cuento fantástico -contestó Alba.

-¿Y por qué siempre estás leyendo? -volvieron a


preguntar los niños.

-Porque leer es maravilloso y hay libros que son


mágicos -contestó Alba.

Pero todos los niños se rieron de ella, de sus gafas y


de sus historias fantásticas.

-¡Menudo rollo eso de leer! ¡Es mucho mejor jugar a


otras cosas! ¡Pero tú eres una gafotas muy rara! -se
burlaban.

Alba se puso muy triste, pero tuvo una idea. Al día


siguiente, Alba cogió su libro mágico y lo llevó al
colegio.

-¿Otra vez con tus libros tontos? -le dijeron los niños,

-¡No es ninguna tontería! ¡Este es un libro mágico! -


les dijo Alba.
¡Estás loca! ¡No existen los libros mágicos y
todos son un rollo! -se burlaron.

En ese momento, Alba abrió su libro mágico


y empezaron a salir de él las princesas, los
dragones, los magos, los unicornios y todos
los personajes con los que ella se divertía
tanto.

-¿Veis como los libros molan un montón?


¡Los hay mágicos y los hay normales, pero
con todos lo podéis pasar requetebién! -les
dijo Alba.

Los niños se quedaron alucinados y


estuvieron mucho rato jugando con los
personajes del cuento. Se lo pasaron tan
bien que, al día siguiente, todos fueron al
colegio con un libro para leer en el recreo

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