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El libre albedrío y Alicia a través del espejo: ¿de quién era el sueño?

Texto Argumentativo
Maria Victoria Ramos

Si algo es claro sobre Alicia a través del espejo es que está estructurado como un juego de
ajedrez, que funciona como una alegoría de la vida humana. Lo evidenciamos cuando Carroll
(1871) escribe “¿La vida acaso no es más que un sueño?” (p.155). Los personajes viven en una
existencia determinista en la que su cada movimiento está controlado por alguien más; esto se
demuestra porque dependiendo en la ficha cada personaje se puede mover de una forma
determinada; peón verticalmente, caballo en L, etc. Aquí se puede cuestionar porque es que
Alicia nunca piensa en desviarse por su camino recto ¿porque quiere ser reina en primer
lugar?¿Porque no se distrae fácilmente en la historia? ¿Tiene ella libre albedrío? Es con la
voluntad del creador que todos en el juego se mueven y los habitantes del mundo entonces están
obligados a seguir las reglas del juego de ajedrez en todas sus acciones. Lo anterior nos hace
cuestionar quién es el creador del juego, del sueño, y pues… de Alicia.

En el cuarto capítulo, Tweedledee y Tweedledum introducen la idea de que Alicia es un figmento


de la imaginación del rey rojo, quien yace durmiendo plácidamente durante toda la aventura, y
afirman que si él se despertara ella desaparecería.
Si yo no fuera real continuó Alicia, medio riendose a través de sus lágrimas, pues a todo le
parecía tan ridículo – no podría llorar como lo estoy haciendo. – ¡Anda! Pues, ¡no supondrás que
esas lágrimas son de verdad! – interrumpió Tweedledum con el mayor desprecio (Carrol, 1871,
p.60).
Pues en en esta ocasión las lágrimas, una emoción “real”, puede ser producto del sueño del Rey.

Como ya había establecido, el juego de ajedrez es una alegoría para la vida humana, entonces la
única pregunta sería ¿quién está controlando la partida? El sueño del Rey Rojo presenta mayores
implicaciones sobre la realidad y la naturaleza de Dios. Si por un lado el Rey Rojo es el que
sueña con todo entonces la única forma de saberlo sería despertando, pero entonces ni Alicia ni
los gemelos lo presenciarían puesto que ellos cesarían de existir.

Carrol nos da una pista más para descifrar este acertijo: “Pues claro que él fue parte de mi sueño
pero también es verdad que yo fui parte del suyo”(Carrol, 1871, p.60). Como Alicia al final se
despierta se introduce la idea de que Alicia era parte del sueño del Rey Rojo mientras que él
–soñando sobre ella– era parte del sueño de Alicia. Esto suena bastante complicado pero creo
que hay una forma alterna de internalizar este concepto complejo.

Si tomamos al juego como una alegoría de la vida humana, y que el creador (o jugador del
ajedrez) tiene que estar controlando todo lo hacen los jugadores, y que Alicia es de hecho una
jugadora, podemos hacer la inferencia de que Carroll es el “Dios” del libro. Todo lo que hace
Alicia es manipulado por las reglas del juego, pero fuera de su sueño, en la vida real todo lo rige
un Dios, y en su caso (siendo una persona ficticia en un libro) Carroll es el Dios. La respuesta
simple sería decir que Alicia soñó todo, pero como se sabe fue Carrol quien imaginó todo este
mundo ficticio en donde nadie tiene libre albedrío él es Dios. El Rey Rojo es el dios del juego de
ajedrez, Alicia es la diosa del sueño que contiene el juego de ajedrez, Lewis carroll es el Dios de
Alicia, y pues Dios es el dios de Carroll.

De esta manera se puede concluir que Carroll, a través de su libro, insinúa que Alicia actúa bajo
la manipulación de una fuerza divina y se introduce el concepto que la vida humana existe como
una abstracción de la imaginación de una fuerza mayor. Así Carroll comenta que la vida no es
más que un sueño, un momento parpadeante en la mente de Dios, y lo simboliza de una forma
intrincada dentro de su obra, como un juego de ajedrez.

Referencias:

Borges, J.L. (1986) El sueño de Lewis Carroll. Madrid, España: El País.


Carrol, L. (1871). A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Londres, Inglaterra:
Macmillan & Co

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