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El poder del Tango

En el abrazo me encuentro con él y conmigo misma.

Puedo sentir su respiración con conjunto con mi propia respiración.

Podemos imaginar que un cordón invisible conecta mi corazón al suyo.

Puedo percibir las intenciones de su cuerpo y responder escuchando mis propios deseos.

Podemos ser en la danza dos cuerpos que se transforman en un solo cuerpo.

Podemos experimentar la presencia del compañero sin usar las palabras, en el silencio de la
mente que oye al cuerpo.

Podemos cerrar los ojos y aprender a dejarnos llevar, practicando la entrega total y completa.

Podemos confiar en sus pasos y decisiones porque solo así podremos construir juntes la
partitura.

Podemos bailar la vida y permitir que la vida nos baile.

Podemos darle espacio a la interpretación, a la improvisación, al placer y la gracia del juego que
son la danza y la música.

Jugar es poderoso, Abrazar es poderoso, el Movimiento es poderoso, y estos poderes son reales
y persiguen una única misión: hacer de los vínculos algo mágico, misterioso, profundo y feliz.

Poder poner el cuerpo en el abrazo es convertirnos en testigos del poder del Amor.

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