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Principales componentes de una

instalación fotovoltaica
Índice [No mostrar]
 1 Estructura para paneles solares
 2 Módulo solar fotovoltaico (paneles solares)
 3 Regulador de carga
 4 Batería o acumulador
 5 Inversor

Un sistema solar fotovoltaico es capaz de producir electricidad


renovable a través de la radiación solar. En su instalación intervienen
algunos componentes que son muy importantes en una instalación
fotovoltaica, pues ponen en marcha su sistema de funcionamiento. Uno
de estos elementos son los llamados paneles solares, aunque hay
mucho más por descubrir que aclararemos a continuación.
Cada una de las partes que lo componen resulta imprescindible para
captar la energía del sol y llevar a cabo su oportuna transformación. Se
trata de un recurso eficaz cuya demanda ha ido en aumento al ser
responsable de suministrar agua caliente y calefacción, entre otras
comodidades, y abastecer a viviendas aisladas que no cuentan con red
eléctrica. A continuación te mostramos cada uno de los componentes de
una instalación fotovoltaica y te explicamos su función.
Estructura para paneles solares
Dentro de los componentes que conforman un sistema fotovoltaico,
las estructuras de las placas fotovoltaicas son componentes pasivos
que facilitan la instalación de los módulos fotovoltaicos, que han de
soportar constantemente las condiciones climatológicas del exterior.
Estos elementos fijan su posición y la mantienen estable durante años.
Son de extrema importancia, dado que la inclinación de la estructura
será la responsable de que la placa solar reciba la radiación solar
adecuada.
Módulo solar fotovoltaico (paneles solares)
Hablamos del elemento más destacado de cualquier instalación solar
fotovoltaica. Es el encargado de convertir la energía solar en energía
eléctrica y suministrar la potencia que hace falta en cada momento.

Los paneles están dotados de células de silicio, un material


semiconductor que se encuentra encapsulado y conectado
eléctricamente, y que va montado en una estructura que hace de
soporte.
Los módulos presentan diferentes variaciones en cuanto a precio y
eficacia, siendo posible elegir entre policristalinos o monocristalinos,
aunque estos últimos ofrecen un rendimiento superior.
Regulador de carga
Su función es administrar la energía de las baterías de manera óptima.
De esa forma, impide que el sistema fotovoltaico se sobrecargue o
sobre-descargue, al mismo tiempo que alarga la vida útil de los
acumuladores.
Cuenta con una capacidad de corriente máxima en amperios que
garantiza una carga adecuada, al tiempo que asegura un óptimo
suministro eléctrico.
Batería o acumulador
Se encarga de regular la energía eléctrica que le llega. Lo que hace
es almacenar la electricidad para poder emplearla más adelante,
siempre que sea necesario. La batería es un componente elemental
al dotar a la instalación de energía durante las jornadas de escasa
luminosidad o luz solar.
De esa manera, el objetivo del acumulador se puede resumir en tres
funciones claramente destacadas y diferenciadas:

o Almacena energía durante un tiempo determinado.
o Proporciona una potencia de energía inmediata lo suficientemente
elevada como para dar lugar a un abastecimiento efectivo.
o Limita y fija la tensión de trabajo del sistema para evitar caídas de
tensión en toda la instalación.
Inversor
El inversor convierte la corriente continua que procede de las
baterías en corriente alterna o convencional. Dicha corriente tiene que
ser la misma que emplea la red eléctrica (220 V con una frecuencia de 50
Hz). Eso sí, una vez en funcionamiento debe amoldarse a la demanda de
potencia máxima dispuesta en los equipos acoplados a él. Se trata de un
elemento de alta eficiencia y seguridad, clave en las instalaciones
fotovoltaicas conectadas a la red y en aquellas autónomas cuya misión
es proveer de electricidad a una vivienda.

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