Está en la página 1de 2

ANTOLOGÍA DE LA POESÍA DE POSGUERRA (II)

1. EL TEMA DE ESPAÑA EN LA POESÍA SOCIAL Y EN EL REALISMO SOCIAL

PIDO LA PAZ Y LA PALABRA, BLAS DE OTERO


(Fragmentos)

Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.
Me llamarán, nos llamarán a todos.
Tú, y tú, y yo, nos turnaremos,
en tornos de cristal, ante la muerte.
Y te expondrán, nos expondremos todos
a ser trizados ¡zas! por una bala.
Bien lo sabéis. Vendrán
por ti, por ti, por mí, por todos.
Y también
por ti.
(Aquí
no se salva ni dios. Lo asesinaron.)
escrito está. Tu nombre está ya listo,
temblando en un papel. Aquel que dice:
abel, abel, abel… o yo, tú, él…
pero tú, Sancho Pueblo,
pronuncias anchas sílabas,
permanentes palabras que no lleva el viento…

HOMBRE LUCHANDO CUERPO A CUERPO CON LA MUERTE, BLAS DE OTERO.


LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, CELAYA.

VIDA, JOSÉ HIERRO

Después de todo, todo ha sido nada,

a pesar de que un día lo fue todo.

Después de nada, o después de todo

supe que todo no era más que nada.


Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».

Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».

Ahora sé que la nada lo era todo,

y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.

(Era ilusión lo que creía todo

y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada

si más nada será, después de todo,

después de tanto todo para nada.

También podría gustarte