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Los automóviles se han desarrollado en las últimas décadas, estos dan lugar a tecnologías que promueven una
conducción segura, la principal protagonista de esta tecnología es el sistema de asistencia que se le hace al
conductor, la cual reduce los posibles errores humanos y es un paso previo a la automatización total del futuro
(que llega con la llegada de los coches autónomos).
Así como al mismo tiempo, estos sistemas de asistencia al conductor, o abreviatura del idioma inglés
“Advanced Driver Assistance Systems”, o también conocido como los sistemas ADAS, son cada vez más
populares y debemos considerarlos como equipo estándar incluso en modelos de clase inferior, la calibración
de ADAS o sistemas de seguridad y asistencia al conductor requiere de un taller y mano de obra especializada,
esto es necesario después de dar servicio al automóvil para que estos sistemas funcionen correctamente, te
explicamos cuándo y cómo se hace.
En los turismos, a partir del 6 de julio de 2022, los vehículos europeos recién homologados deberán estar
equipados con detección de marcha atrás, asistente inteligente de velocidad, detectores de fatiga y atención,
control de la presión de los neumáticos, luces de freno de emergencia y sistemas de recopilación de datos
previos al accidente, a estos sistemas se pueden añadir otros que, aunque opcionales, ayudan a mejorar la
seguridad en la conducción: por ejemplo, detectores de ángulo muerto y control de crucero adaptativo.
Todos estos sistemas funcionan con la ayuda de varios elementos que podemos ver distribuidos por toda la
carrocería del coche, una de ellas es la cámara del parabrisas, que monitorea constantemente en tiempo real
todo lo que ocurre frente al vehículo, la cámara frontal monitoriza los desvíos de carril, lee las señales de
tráfico, actúa como asistente activando las luces altas y bajas, etc.
La calibración adecuada de estos sistemas es necesaria para garantizar su correcto funcionamiento, que
muchos usuarios desconocen que forma parte del mantenimiento del vehículo, esto es imprescindible cuando
se realizan reparaciones importantes de carrocería, después de modificar o reparar el chasis (por ejemplo,
personalizar el vehículo), después de procesar la ECU (Engine Control Unit) con sensores DAS (Distributed
Acoustic Sensing) y, por supuesto, si se reemplaza el parabrisas, el frente donde se encuentra la cámara, debe
ser quitado, antes de que el vidrio pueda ser reemplazado.