Museos, historia e identidad

Los museos son lugares que nos muestran la historia de un país o

del mundo, la evolución de determinada ciencia, los recursos
naturales de un lugar o la obra de uno o más artistas locales o
extranjeros.
Celinda Barreto -Periodista

Hay museos de diversa temática, y sea lo que fuere que muestre en sus salas, son
lugares dignos de ser visitados una y otra vez, pues nos dejan enseñanzas.

En muchas ciudades del mundo es común ver grupos de estudiantes, de diversa

edad, visitando museos, acompañados de sus maestros que los guían por sus
salas dándoles lecciones, sobre todo de historia, porque ver, por ejemplo, una
muestra retrospectiva de la obra de artistas como el célebre Pablo Picasso no es
solo apreciar la evolución de su arte, sino también el cambio en el tratamiento de
los temas reflejados en sus telas, personajes de épocas pasadas, paisajes que
quizá ya no existen. Es decir, historia.

En el Perú eso no ocurre y es una situación lamentable, pues la mayoría de los

estudiantes llega a la universidad sin haber visitado nunca un museo. Esta
carencia de los conocimientos que pueden adquirirse visitando un museo limita sus
puntos de vista acerca de diversos temas porque, para poner otro ejemplo, no es
lo mismo haber visto la imagen de un huaco o de una pieza tejida de una de
nuestras milenarias culturas en un libro de texto que en una exposición.

La expresión de los personajes ahí retratados, los trazos que definen sus rostros o
una pieza tejida hace cientos de años que conserva sus colores y formas tienen en
un museo rasgos de la vida que les dieron quienes los esculpieron o los tejieron.

El Ministerio de Educación es la entidad que debería considerar como parte del

plan de estudios escolar, en todos sus niveles, la obligatoriedad de visitar los
museos, en especial aquellos que narran nuestra historia.

Las dificultades logísticas que pudieran presentarse para cumplir esta tarea serían
fácilmente superadas con la planificación debida, teniendo en cuenta el beneficio
que representa para los estudiantes.

Ahora que el Estado está dando a la educación la importancia que merece como
factor de desarrollo de la sociedad, acciones como esta cobran mucha relevancia
porque, efectivamente, no se ama lo que no se conoce. Y ver un huaco retrato de
la cultura Chimú con su colorido, la forma obtenida con el modelado de la arcilla o
admirar los colores brillantes e invencibles en los mantos funerarios de la cultura
Paracas no son solo una lección de historia, sino también de identidad.

Solo conociendo y admirando la herencia de nuestros antepasados, podremos

sentir lo nuestro como algo propio.