La Lotería de la vida y la muerte

En este se aborda el caso de un carismático líder, que con una fuerte

convicción de que es menester implantar reformas severas en la sociedad,
consigue ser electo en una nación que probablemente, lo vio como única
salida a sus muchos problemas sociales y económicos.

Durante la época de campaña electoral, el Líder mostró a la comunidad cuál

sería su plan a seguir en el caso de ser electo presidente, prometió una
sociedad más cercana a Dios, en la que El, jugaría un papel preponderante en
la vida de cada individuo, quienes, deberían asegurarse de cumplir con cada
norma y ley promulgada por el líder, quien buscaría siempre el bienestar de
todos.
Para ello, el líder realizó las reformas prometidas durante su época de
candidato: disolvió el congreso, concentró en su persona los tres poderes del
estado (legislativo, judicial y ejecutivo) y lo que quizás fue el punto más
controversial e importante dentro de sus reformas, dictó una nueva carta
fundamental, con leyes absolutamente distintas en una nueva constitución,
que le permitiría a este singular sujeto, realizar su plan de gobierno a la
perfección.
Una vez que tuvo todas las armas de la “legalidad” a su favor, el líder,
comenzó a trabajar en lo que sería el acercamiento de los integrantes de la
sociedad a Dios, con la firme convicción de que ese era el problema central
que debían atacar, el líder, instauro un sistema de lotería, el que decidiría,
según él azar, a cierto número de la población que debía ser fusilado.
Evidentemente, lo que quiso conseguir nuestro líder, fue que cada individuo
tuviera la certeza de que en algún momento podría morir, con el fin de que
aprovechara cada minuto de vida y no desperdiciaran su tiempo en
banalidades. Además, creó un plan en el que las personas más pobres,
tuvieran acceso a los recursos de los más ricos con el fin de que ellos también
pudieran centrarse en acercarse a Dios y no tuvieran que preocuparse por
problemas de menor importancia.