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Virgen De Lourdes 6057

La Resistencia de la
Sierra
Profeso José Concepción
r:
Curso Ciencias Sociales
Grado 4to
Integrant
: : sec
Romy Acosta
es: Karen Cruz
Sheyla Herbas
Erick Flores
Erick Mayanchi
Kenyi Montes

2022
Durante la guerra del Pacífico, la Resistencia fue el término utilizado para referirse a
las milicias y guerrillas peruanas comandadas por caudillos locales, civiles o
militares, que se enfrentaron a la escuadra o al ejército de Chile durante el periodo de
ocupación, tanto en las zonas libres como en los territorios ocupados. Oficialmente la
resistencia peruana no tiene fecha de fundación pero comenzó a funcionar tras las
batallas de Arica y Miraflores y fue la fuerza beligerante principal después de la
ocupación de Lima y durante la Campaña de la Breña. La resistencia fue la formación
conjunta de fuerzas montoneras peruanas y tropas del ejército peruano al servicio de
Andrés Avelino Cáceres y Justiniano Borgoño Castañeda, las tropas títeres de Miguel
Iglesias, las de ocupación de Patricio Lynch y las del ejército enemigo en general
fueron los principales rivales bélicos de la resistencia.
La Campaña de la Breña o Campaña de la Sierra es la última fase de la Guerra del
Pacífico que comprende desde la ocupación de Lima en enero de 1881, hasta la
retirada de las tropas chilenas de ocupación al sur del río Sama en junio de 1884.
Tras la caída de Lima, ninguna de las fuerzas políticas peruanas aceptó la cesión de
Tarapacá como condición para el retiro del ejército expedicionario chileno; por el
contrario, comenzaron a reorganizarse remanentes del ejército peruano en las
regiones no ocupadas. Alrededor de los núcleos de regulares se agruparon numerosos
campesinos e indígenas mal armados y sin instrucción militar, pero que defendían sus
tierras, su sustento y a sus familias contra los abusos por parte de las tropas de
ocupación. El caudillo456 Andrés Avelino Cáceres era su principal organizador y jefe
militar.
El gobierno de ocupación envió varias expediciones desde Lima hacia la sierra peruana
para combatir contra los remanentes del ejército de Lima y las guerrillas. Estas fuerzas
exigían y requisaban de la población civil «contribuciones de guerra», las que la
enfurecían cada vez más y aumentaban las filas de la resistencia.
Finalmente, los desastres de campaña generaron un tercer bando: los civiles y
militares peruanos que querían poner fin a la guerra, aún al precio de la cesión
territorial; el primero de estos fue Miguel Iglesias, quien fue proclamado presidente
del Perú reconocido por Chile en 1882.
La derrota y posterior repase de las tropas caceristas en la batalla de Huamachuco, el
10 de julio de 1883, conllevó la casi aniquilación de los seguidores de Andrés Avelino
Cáceres y afianzó el gobierno de Iglesias; no obstante la última campaña militar
chilena fue la de Arequipa, al sur, que condujo al desbande de un ejército improvisado
de 4000 hombres que la defendía, la fuga de su líder Lizardo Montero a Bolivia y la
ocupación de dicha ciudad.
Aunque Cáceres logró rearmar un nuevo ejército y sitiar Lima, solo alcanzó a enfrentar
a las fuerzas de Miguel Iglesias después de que las tropas chilenas se retiraron al
haberse firmado el Tratado de Ancón, que finalizó el conflicto con la inevitable entrega
del territorio peruano en disputa y marcó el comienzo de la Guerra civil peruana de
1884-1885 que enfrentó a Iglesias contra Cáceres

BATALLA DE MARCAVALLE Y PUCARA


A eso de las 07:15 de la mañana, del Canto ordena a su artillería situarse en posición y
romper fuego mientras 5 jinetes del Carabineros de Yungay reconocen el terreno,
volviendo con la noticia que los peruanos se encontraban en Pucará.
El cañoneo causa destrozos en el poblado. Cáceres dispone a sus fuerzas en parapetos.
Se inicia un tiroteo entre la vanguardia chilena y la infantería peruana. La tropa de
avanzada chilena es reforzada con 3 compañías del 2º de Línea al mando del Sargento
Mayor Enrique del Canto. Mientras, la otra mitad del 2º de Línea, comandada por el
Teniente Coronel Eleuterio Danín, inicia
una maniobra de flanqueo por el ala
izquierda enemiga.13
Los peruanos se enfrentan por media hora
cuando los chilenos inician un ataque
combinado de artillería e infantería. De
acuerdo al parte de Cáceres, este ordena
ocupar el cuello de Marcavalle que ofrecía
una posición más ventajosa, retirando sus
tropas ordenadamente.3 El parte de Del
Canto señala que el empuje de la infantería sumada a una carga de caballería desaloja
las tropas peruanas del pueblo.1 Así, las tropas peruanas se retiran del pueblo y
ocupan las alturas.
En la retaguardia peruana se encuentran a la derecha el Batallón Tarapacá al mando
del mismo Cáceres y a la izquierda el Batallón Zepita al mando de José Cáceres.
El Lautaro estaba llegando al frente, por lo que del Canto ordena avanzar 2 baterías
para atacar desde una posición conveniente a las tropas peruanas. Medio 2º de Línea
junto con tropas del Lautaro traban combate con el Zepita y el Tarapacá. Cáceres
ordena retroceder alternadamente al Zepita y al Tarapacá, con el fin de proteger el
avance del resto de la tropa hacia Marcavalle.
Del Canto ordena una carga de caballería que no prospera, el terreno era accidentado.
Se vuelven a posicionar los cañones chilenos, que reanudan el fuego contra las
defensas peruanas mientras la infantería avanza bajo su cobertura. Detrás de la
infantería chilena avanzaba una mitad del Carabineros de Yungay.
La historiografía chilena relata que estas fuerzas rompen la resistencia peruana,
ocupando el campo de batalla. El parte del coronel del Canto indica que un prisionero
le contó que las tropas peruanas se atacaron entre ellas.1 Del Canto desiste de la
persecución debido a lo accidentado del terreno y la fatiga de sus tropas, que venían
marchando desde Concepción. Del Canto informa la captura de 38 prisioneros y
estima entre 80 y 100 los muertos peruanos. En las fuerzas chilenas hubo 13 muertos
y 17 heridos.1 Además menciona recoger 100 fusiles, aparte de otros tantos
inutilizados.
BATALLA DE LA CONCEPCIÓN
Tras la batalla la bandera chilena flamea
estoica, es la unica sobreviviente de
aquella epopeya.
Antes de la medianoche ya la mitad de la
compañía del Chacabuco había perecido en
el combate. Pero los sobrevivientes no
desisten batiéndose a balazos, culatazos o
cargando a la bayoneta, pero jamás
dispuestos a ceder su posición. Fue
entonces que los peruanos llegaron al
cuartel chileno y abriendo forados en las
paredes de adobe, treparon sobre el techo de paja para incendiarlo y forzar su
evacuación.
Carrera Pinto decidió entonces efectuar otra salida con objeto de limpiar nuevamente
el perímetro. Al frente de su grupo se abrió paso con los corvos, avanzando por el
frente y los costados del cuartel.
Fallece el capitán Ignacio Carrera Pinto de un balazo que le atraviesa el pecho. El
mando recayó en el jóven Pérez Canto.
Al amanecer, Pérez Canto se vio obligado a efectuar una nueva y suicida incursión
fuera del cuartel. Peleó hasta agotar sus fuerzas y sucumbió finalmente con los
hombres que lo acompañaron, todos víctimas de su valentía.

BATALLA DE HUAMACHUCO
En junio de 1883, Cáceres decidió atacar a las fuerzas chilenas separadamente, para
impedir que se unan con sus refuerzos, ya que 700 efectivos comandados por el
coronel Herminio González, se aprestaban a sumarse a las fuerzas de Gorostiaga, que
ocupaba Huamachuco.
La idea era atacar a González en Mollebamba, donde pernoctaría, impidiéndole llegar
a Huamanchuco.
Pero las tropas peruanas no pudieron evitar el encuentro entre Gorostiaga y sus
refuerzos, que no tomaron el esperado descanso, y tomaron posición en el cerro
Sazón, contando con los batallones Concepción, Talca y Victoria (de infantería), dos
escuadrones del regimiento Cazadores a Caballo (caballería), dos compañías de
zapadores, y nueve piezas de artillería.
Cáceres reunió una Junta de Guerra y decidió atacar a los chilenos en Huamachuco.
La estrategia peruana consistió en dividir sus fuerzas, que habían quedado reducidas a
1.400 hombres, víctimas de los chilenos, o del hambre, en tres frentes.

A la izquierda, se ubicó Isaac Recabarren.


En el centro, en el cerro Santa Bárbara, el
Coronel Francisco de Paula Secada.
Fuentes, a cargo de la caballería, se
posicionó en el cerro Cuyulga, para
reforzar el ataque por la izquierda. El
coronel Silva tomó posición por la
derecha.
El problema era que si bien poseían rifles,
carecían de municiones y bayonetas. Igual decidieron combatir para vencer o morir
por su patria. batalla de huamanchucoEl combate de Huamachuco tuvo lugar el 10 de
julio de 1883, en esa zona de los Andes peruanos, cuando a la madrugada, el centro
del ejército peruano sufrió la embestida de los chilenos, que descendieron del cerro
Sazón, que fue rechazada.
La batalla comenzó a perderse para Perú, cuando Recabarren resultó herido y sus
hombres perdieron todo control y orden. Pero aún los peruanos estaban mejor
posicionados que los chilenos, lo que le dio confianza a Cáceres para asestarles el
golpe final, con su artillería, pero ésta no pudo resistir los embates del escuadrón
chileno de “Cazadores a Caballo”.
Cuando Cáceres vio el avance chileno hacia su derecha, la hizo reforzar, con la misión
de perseguir a los fugitivos. En la llanura de Purubamba se libera una violenta batalla
cuerpo a cuerpo cediendo terreno los chilenos. Después de dos horas los peruanos
eran dueños de Sazón. Las fuerzas Chilenas se retiraron, era el momento para sestar el
golpe final. Pero la falta de armamentos, municiones y bayonetas convirtió la victoria
en desastre.
Los peruanos fueron aniquilados por los sables y las bayonetas chilenas, y los
prisioneros fueron fusilados.
La orden de esa masacre partió de Gorostiaga que consideró a los prisioneros como
guerrilleros, y no como soldados. Cáceres, “El Brujo de los Andes” herido, logró huir.
Como resultado de esta derrota, los peruanos heridos en batalla fueron rematados
por los chilenos, Cáceres, Recavarren y secada se retiran dirigiendose a Ancash,
mientras en el campo quedaban el Coronel Tafúr, Jefe del Estado Mayor, el General
Silva, el Coronel Luna y la mayor parte de los comandantes de División.
El Coronel Leoncio Prado, capturado herido a los dos días fue fusilado.
El saldo fue la pérdida de más de la mitad del ejército peruano (alrededor de mil
hombres) formado en su mayoría por civiles campesinos, e incluso, adolescentes y
ancianos, mientras que los chilenos lamentaron las vidas de 60 personas, entrenadas
para la guerra.
El 20 de octubre de 1883, la guerra del Pacífico llegaría a su fin, con la firma del
Tratado de Ancón, favorable a las pretensiones chilenas.

Andrés Avelino Cáceres


(Andrés Avelino Cáceres
Dorregaray; Ayacucho, Perú, 1833 -
Lima, 1923) Militar y político
peruano, héroe de la Campaña de La
Breña contra la ocupación chilena de
Perú durante la Guerra del Pacífico
(1879-1883) y dos veces presidente
de la República peruana (1886-1890
y 1894-1895) durante el Segundo
Militarismo. Ingresó muy joven en el
ejército y tomó parte en varios de los
enfrentamientos civiles de la época al
servicio de Ramón Castilla.
Ascendido a capitán, acudió a la frontera cuando estalló la guerra con el
Ecuador. Durante el gobierno del general Pezet fue desterrado a Chile por su
oposición al presidente; cuando le fue permitido regresar al país, apoyó el
golpe de Estado de Mariano Ignacio Prado y participó en el Combate del
Callao o del 2 de mayo de 1866, en el que Perú derrotó a la flota española.
Al estallar la Guerra del Pacífico, Cáceres se encontraba en el Cuzco, y
participó en los principales episodios del conflicto. En 1881 tuvo una actitud
sobresaliente en la defensa de la capital de Perú, Lima, que terminó cayendo
en manos de los chilenos. Herido, se refugió en el hospital jesuita y
consiguió fugarse a la sierra central, desde donde comandó una heroica
resistencia frente al ejército chileno, conocida como Campaña de La Breña,
con el apoyo de los campesinos de la zona. Fue entonces cuando los chilenos
empezaron a llamar El Brujo de los Andes a Andrés Avelino Cáceres por sus
cualidades de estratega, que lo hacían parecer omnipresente. Después de una
muy valerosa actuación, fue derrotado en Huamachuco en 1883.
Obligado el Perú a firmar el tratado de Ancón con Chile, Cáceres se opuso y
se sublevó contra Miguel Iglesias. En 1886 fue elegido presidente; gobernó
hasta 1890 y fue reelegido en 1894. Pero una coalición encabezada por
Nicolás de Piérola lo obligó a entregar el mando. De 1905 a 1914
desempeñó cargos diplomáticos en Europa. En 1919, en reconocimiento a su
brillante actuación en la Campaña de La Breña, fue honrado con el grado de
Mariscal del Perú.

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