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. Debemos reconocer y aceptar la contribución de diferentes culturas en la adoración a Dios.

Las formas y los


instrumentos musicales varían en gran manera dentro de la familia adventista mundial, y la música pr Muoveniente de una
cultura puede sonar extraña para alguien de una cultura diferente.  MU 62-3

La música es uno de los dones más grandes dados por Dios y, por eso mismo, es un elemento indispensable en el
proceso de crecimiento cristiano. La música es uno de los grandes dones que Dios concedió al hombre, y uno de los
elementos más importantes en un programa espiritual. Es una avenida de comunicación con Dios, y “es uno de los medios
más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual”.—La Educación, 168. Mu 65.1
Ejerce influencia sobre asuntos de consecuencias eternas. Puede elevar o degradar, y ser empleada tanto para el bien
como para el mal. “Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar
simpatía, para promover la armonía en la acción, y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor
y debilitan el esfuerzo”.

1. Glorifica a Dios y ayuda a los oyentes a adorarlo de manera aceptable.


2. Debe ser compatible con el mensaje, manteniendo el equilibrio entre el ritmo, la melodía y la armonía. 1 Crónicas
25:1, 6, 7.
3. Debe armonizar la letra con la melodía, sin mezclar lo sagrado con lo profano.
4. No sigue tendencias que abren la mente hacia pensamientos impuros, que llevan a comportamientos pecaminosos o
que destruyen el aprecio por lo que es santo y puro. “La música secular o aquella que sea de naturaleza dudosa o
cuestionable nunca debiera introducirse en nuestros cultos”.—Manual de la iglesia, 74.
5. No se deja guiar solo por el gusto y la experiencia personales. Los hábitos y la cultura no son guías suficientes en la
elección de la música. “En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran inapropiados para el servicio de culto
en la casa de Dios. Las notas prolongadas y los sonidos peculiares, tan comunes en el canto de ópera, no agradan a los
ángeles. Estos se complacen en oír los sencillos cantos de alabanza expresados en un tono natural”.—El Evangelismo,
372.
6. No debe rebajarse con el fin de obtener conversos, sino que debe elevar al pecador hacia Dios. El Evangelismo,
105. Elena de White dice que se volverá a escuchar, justo antes de la terminación del tiempo de gracia, “[...] vocerío
acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera, que no
podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a eso consideran como la actuación del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Eso constituye una invención de
Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y
santificadora verdad para este tiempo”.—Mensajes Selectos 2:41.
7. Provoca una reacción positiva y saludable en quienes la oyen.

. Los instrumentistas de la iglesia siempre deben ser estimulados a participar de los cultos de adoración, con instrumentos
en vivo. Hablando del canto, Elena de White recomienda: “[...] Acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales
tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra”.—El Evangelismo,
370.

Vivimos en un momento difícil, en el que cada vez más las personas y las sociedades expresan sus sentimientos
religiosos sin una clara orientación cristiana y bíblica. La música ha llegado a ser un asunto fundamental, que requiere
discernimiento y decisión espirituales. Mu 75.1
En consecuencia, debemos formularnos las siguientes preguntas importantes mientras tratamos de hacer buenas
elecciones musicales: Mu 75.2
1. La música que estamos escuchando o presentando ¿tiene consistencia moral y teológica tanto en la letra como en la
melodía?
2. ¿Cuál es la intención que está detrás de esta música? ¿Transmite un mensaje positivo o negativo? ¿Glorifica a Dios
(1 Corintios 10:31) y ofrece lo que es más noble y mejor? Filipenses 4:8.
3. ¿Está la música comunicando su intención eficazmente? ¿Está el músico promoviendo una atmósfera de
reverencia? La letra y la música ¿dicen la misma cosa?
4. ¿Estamos buscando la orientación del Espíritu Santo en la elección de la música religiosa y la secular?
El consejo de Pablo es claro: “[...] Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento”. 1 Corintios
14:15. No hay duda de que la música es una expresión artística que toca los sentimientos. Esto nos lleva a evaluar, escoger
y producir música de manera racional, teniendo en cuenta su poder, y tratando de cumplir el propósito de Dios para la
edificación de la iglesia y la salvación del mundo. Mu 75.3
No podemos olvidar que “la música es de origen divino. Hay gran poder en ella. Fue la música de la hueste angelical
la que emocionó el corazón de los pastores en las llanuras de Belén y alcanzó el mundo entero. Es mediante la
música como nuestras alabanzas se elevan hacia quien es la personificación de la pureza y la armonía. Es con música y
con cantos de victoria como los redimidos entrarán finalmente en la recompensa eterna”. Mensajes Selectos 3:382. *  

1corintios 14-15

En muchas iglesias cristianas se ha incorporado la danza al culto de adoración. Para


justificar tal acción apelan a la danza de los tiempos del Antiguo Testamento.

Sorpresivamente, no hacen un análisis serio de los pasajes donde la danza era


utilizada por los israelitas. Ignoran que la danza nunca fue permitida en los servicios
religiosos del santuario, del templo, de la sinagoga y ni siquiera fue parte del culto
de la iglesia primitiva. Solamente al realizar un análisis de los versículos donde la
danza aparece en la Biblia, se podrá entender el papel que esta jugaba en Israel en
los tiempos del Antiguo Testamento.

La primera ocasión en que se menciona la danza en la Biblia fue cuando los


israelitas cruzaron el Mar Rojo. Éxodo 15:20, 21 dice: “Y María la profetisa, hermana
de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella
con panderos y danzas. Y María les respondía: Cantad á Jehová; porque en extremo
se ha engrandecido, Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.” Es
interesante notar que esta actividad ocurrió al aire libre, como una celebración por
el aniquilamiento del ejército egipcio en el Mar Rojo. Solamente las mujeres
danzaron. Los hombres junto a Moisés cantaron un cántico a Jehová (Éxodo 15:1-
19). No se registra que ellos danzasen. Los Rabinos judíos Abraham Ben Isaiah y
Benjamín Sharfman en su obra “The Pentateuch and Rashi's Commentary”,
comentan que los panderos que María y las mujeres tocaron en aquella ocasión,
fueron traídos de Egipto. La música y el baile formaban parte de los servicios
sagrados de los egipcios (“A Commentary” de Jamieson, Fausset y Brown).

La tercera ocasión en que se menciona la danza en Israel se registra en Jueces


11:29-35, donde la hija de Jefté salió a recibir al ejército victorioso con panderos y
danzas. En Jueces 21:16-24 se menciona una solemne fiesta de Jehová en Silo
donde las hijas de Silo salían a danzar en corros por las viñas. En 1 Samuel 18:6-8,
dice que las mujeres de todas las ciudades de Israel salieron cantando y danzando
para recibir al rey Saúl con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de
música: “Y cantaban las mujeres que danzaban y decían: Saúl hirió a sus miles y
David a sus diez miles” (vers. 8). Al igual que en Israel, era costumbre de los pueblos
orientales de entonces celebrar las victorias en batalla con cantos y danzas. Por tal
razón, mientras David endechaba a Saúl y a Jonatán dijo: “No lo anunciéis en Gat, ni
deis las nuevas en las plazas de Ascalón; para que no se alegren las hijas de los
filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos” (2 Samuel 1:20).
El comentario bíblico “The Interpreter's Bible”, dice que las hijas de los filisteos, al
igual que lo hacían las hijas de Israel, saldrían cantando y danzando para darle la
bienvenida a los guerreros del ejército que regresaban a casa luego de su victoria en
batalla. Esta celebración era parte de su cultura.

En 2 Samuel capítulo 6. David juntó hombres escogidos de Israel con el objetivo de


trasladar el arca del pacto desde la casa de Abinadab, donde permaneció por cerca
de cincuenta años, a Jerusalén. El versículo cinco dice: “Y David y toda la casa de
Israel se regocijaron delante de Jehová con toda suerte de instrumentos de madera
de haya; con arpas, salterios, adufes, flautas y címbalos.” Mientras marchaban, Uzá
extendió su mano al arca del pacto para evitar que cayera al suelo “y cayó allí
muerto junto al arca de Dios.” Temiendo David correr la misma suerte que Uzá, hizo
llevar el arca a la casa de Obed-edom geteo (vers. 10). El arca permaneció tres
meses en la casa de Obed-edom y bendijo Dios toda su casa (vers. 11). David
entonces llevó con alegría el arca de Jehová a Jerusalén. “Y David danzaba con toda
su fuerza delante de Jehová, vestido sólo con un efod de lino” (vers. 14). Cuando
Mical, su esposa salió a recibirle, le dijo: “...¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de
Israel, descubriéndose (desnudándose) hoy delante de las criadas de sus siervos,
como se descubre sin decoro un cualquiera!” (vers. 20). David tuvo un intercambio
de palabras con Mical y luego le dijo: “Y aun me haré más vil que esta vez, y seré
bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado”
(vers. 22). A partir de ese momento Mical no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte.

En Salmo 68:24-27 se presenta la imagen de un cortejo que se encaminaba al


santuario. "Los cantores iban delante, los músicos detrás; en medio las doncellas
con panderos." En Salmo 42:4 se presenta una imagen similar: "...De cómo yo iba
con la multitud, y la conducía hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y
alabanza del pueblo en fiesta." Estos dos pasajes son cónsonos con el hecho de que
estas procesiones festivas donde el pueblo danzaba y cantaba, ocurrían al aire libre
y no en el templo. En el templo, sólo los levitas cantaban las alabanzas y tocaban
instrumentos musicales (1 Crónicas 15:16, 19-24; 16:4; 25:6,7; 2 Crónicas 7:6; 29:25;
Esdras 3:10,11). En ninguno de esos casos la danza se utilizó en el santuario, o en el
templo. La danza siempre fue al aire libre y estaba asociada con la victoria de Israel
sobre sus enemigos y con las celebraciones religioso/festivas de Israel. Al parecer, al
analizar la mención de la danza en Éxodo y en Jueces, se puede deducir que en
estos corros de danzas festivas los hombres danzaban con los hombres y las
mujeres con las mujeres ("Smith's Dictionary of the Bible", Pág. 538). En la Mishna,
bajo el tópico "Succah" (v.3,4), se implica que en el judaísmo posterior, la danza fue
incluida en algunas celebraciones religiosas (ejemplo: La fiesta de los
Tabernáculos). En estas celebraciones solo los hombres eran los actores. En "El
Deseado de todas las gentes", se menciona el hecho que en los tiempos de Jesús, al
celebrarse la Fiesta de las Cabañas: "Los hombres canosos, los sacerdotes del
templo y los dirigentes del pueblo, se unían en danzas festivas al sonido de la
música instrumental y el canto de los levitas" (Pág. 428). Este hecho confirma lo que
Smith afirma en su diccionario de la Biblia.

En Salmo 149:3 dice: “Alaben su nombre con danzas; con pandero y arpa le canten.”
y en Salmo 150:4 dice: “Alabadle con pandero y danza...” Algunos apelan a estos dos
versículos para apoyar el uso de la danza en el culto en la iglesia. Lo cierto es que la
palabra hebrea que se traduce por danza en estos dos versículos es “MACHOWL”
(Strong 4234), a diferencia de la palabra que se traduce por danza en Éxodo 15:20,
“MECHOWLAH” (Strong 4246). Según muchos eruditos, la palabra hebrea
“MACHOWL” se deriva de “CHUWL”, que además de traducirse como "torcer, o girar
en una forma espiral, o circular, también se traduce como “pipa” (instrumento
musical de viento) ("Smith's Dictionary of the Bible", vol. I, Pág. 538). En la obra
erudita "The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament", la palabra Hebrea
"MECHOWLAH" significa "también un instrumento musical", además de "bailar en
un anillo", o en círculos. Los Targumistas traducían la palabra ‫( מָ חֹול‬machol) como
un instrumento musical. Por ejemplo, en Éxodo 15:20, Onkelos vierte esta palabra
con la palabra aramea que significa "arpa”.

Según Jamieson, Fausset y Brown en su comentario sobre estos versículos, el


idioma hebreo permite esta traducción. Por tal razón, algunos eruditos, tales como
Samuele Bacchiocchi, afirman que los Salmos 149:3 y 150:4 hacen alusión a un
instrumento musical y no a la danza. Según Bacchiocchi, el Salmo 150 menciona
una lista de ocho instrumentos musicales que se utilizan en la alabanza a Dios. Por
lo tanto es razonable concluir que ‫( חֹול‬chol) se refiera a otro instrumento musical
que forma parte de esa lista de instrumentos y no a la danza (Adventists Affirm, Vol.
14, Num. 2, Summer 2000). La versión inglesa “King James” tiene una referencia
marginal donde traduce la palabra hebrea ‫( מָ חֹול‬machowl) de Salmo 149:3 y 150:4
como “pipe” (pipa - instrumento musical). Joel Brill, en su segundo prefacio a los
"Salmos de Mendelssohn" dice: "Es evidente en el pasaje que la expresión: Alabadle
con ‫( ֹּתף‬tof) y ‫( מָ חֹול‬machol), que machol debe significar aquí algún instrumento
musical y esta es la opinión de la mayoría de los eruditos" ("Smith's Dictionary of
the Bible", Pág. 539). Según Bacchiocchi, otra importante consideración que se
debe tener en cuenta es el hecho del uso del lenguaje figurativo en Salmo 149,
donde se nos invita a cantar sobre nuestras camas (vers. 5), lo que implica
claramente que no se refiere directamente al culto en el templo. Además, se nos
invita a alabar a Dios con espadas de dos filos en las manos en un contexto de
guerra (vers. 6-8).

El Salmo 150 también es altamente figurativo ya que nos invita a alabar a Dios en el
firmamento, un lugar donde no podemos ir. Estos dos salmos no son una invitación
a danzar en los cultos de adoración, sino que son un llamado a alabar a Dios donde
quiera que nos encontremos. Con razón el apóstol Pablo dijo: “hablando entre
vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y salmodiando al
Señor en vuestros corazones.” Y “...cantando con gracia en vuestros corazones al
Señor con salmos, himnos y cánticos espirituales” (Colosenses3:16). Además, en
Santiago 5:13 dice: “... ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.” Ese es el mensaje de
los salmos antes mencionados.

La música en el culto del santuario fue institucionalizada por David y solamente los
levitas tocaban los instrumentos y cantaban durante el culto (1 Crónicas 15:16). El
pueblo escuchaba la alabanza y una vez que el coro y la orquesta de levitas
terminaba de alabar, exclamaban: “Amén” (1 Crónicas 16:36). Ese también fue el
responso en los tiempos del Nuevo Testamento (1 Corintios 14:16). Los himnos que
el coro de levitas cantaba fueron compuestos por David y los instrumentos
musicales que se utilizaron entonces, fueron construidos por David (2 Crónicas 7:6).
El hecho de que el rey David no incluyera la danza en el culto dentro del santuario
implica que él distinguía entre la música secular tocada en sus celebraciones
festivas (como el cántico y la danza cuando Saúl y David regresaron luego de
derrotar a Goliat) y la música del templo.

Israel era una teocracia, un gobierno establecido por Dios. Toda su vivencia giraba
en torno a Dios. Sus cánticos y sus celebraciones culturales se centralizaban en
Jehová. Por tal razón, cuando las mujeres salían a danzar, glorificaban a Dios por
darle la victoria a su pueblo sobre el enemigo. Además, las mujeres de Israel
danzaban en ocasión de los festivales anuales en las afueras del templo.

Algunas veces los hombres y los niños también se unían a ellas. Lo cierto es que las
mujeres eran las que más danzaban. Estas danzarinas eran excluidas de los servicios
del templo porque su estilo de música estaba asociado con el baile y el
entretenimiento (Bacchiocchi). Por cierto, los instrumentos de percusión que eran
utilizados en las danzas, no fueron considerados por David cuando institucionalizó
la música para el culto (1 Crón. 16:42; 2 Crón. 5:13; Nehemías 12:27). Se menciona en
la Biblia que los levitas utilizaron el címbalo (instrumento de percusión) (1 Crónicas
15:19; 25:1; Esdras3:10; Nehemías 12:27). Según "The International Standard Bible
Encyclopaedia", estos se utilizaban sólo para marcar el tiempo (Vol. III, Pág. 2101).
Los instrumentos de percusión, tales como los panderos y los tambores que eran
utilizados en las danzas, fueron claramente excluidos del culto. Los címbalos se
utilizaron para marcar la transición entre las estrofas de los himnos y no para
acompañar al coro (Bacchiocchi). La lira, o cítara, fue el instrumento que David y los
levitas consideraron el instrumento más noble de todos (The Interpreter's
Dictionary of the Bible (vol.3, Pág. 474). Es interesante notar que en el libro de
Apocalipsis, cuando se hace mención de la alabanza en el cielo, se mencionan arpas
(5:8; 14:2; 15:2).

Durante la inauguración del templo de Salomón no se utilizó la percusión en las


alabanzas (2 Cron. 29:25), ni durante la inauguración del templo en los días de
Esdras y Nehemías (Esdras 3:10; Nehemías 12:27, 36). Definitivamente, hay que
establecer una clara diferencia entre la música que se tocaba en ocasión de estas
celebraciones que ocurrían fuera del templo y la música que se tocaba en el culto en
el templo.

En Éxodo 32 se relata un episodio donde la danza formó parte de un falso culto de


adoración. Un becerro de oro fue construido por Aarón a petición del pueblo. Los
israelitas pensaron que Moisés no regresaría del monte Sinaí y le pidieron a Aarón
que construyese dioses que fuesen delante de ellos (vers. 1). Aarón construyó un
becerro de oro con los zarcillos que los israelitas trajeron de Egipto y edificó un altar
delante del becerro. Entonces Aarón pregonó fiesta a Jehová (vers. 5). Al otro día,
los israelitas madrugaron y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. El pueblo se
levantó a comer, a beber y a regocijarse (vers. 6). Jehová no aceptó tal adoración y
Moisés tuvo que descender del monte Sinaí. Moisés y Josué observaron que el
pueblo gritaba, cantaba y danzaba (vers. 17-19). Este sistema de danza pagana fue
aprendido por los israelitas en Egipto. Ellos incorporaron el becerro de oro y sus
danzas al culto a Jehová al frente del altar. Este culto de adoración fue rechazado
por Dios, quién dijo que los israelitas se habían corrompido al apartarse del camino
que él les mandó (vers. 7, 8).

Los adoradores de Baal danzaban en sus cultos. En 1 Reyes 18:26 dice: “Y ellos
tomaron el buey que les fue dado, y aprestáronlo, é invocaron en el nombre de Baal
desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había
voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que
habían hecho.” La expresión “andaban saltando” implica un tipo de baile
ceremonial (Spiros Zodhiates, “Key Study Bible). La palabra hebrea ‫( ָּפ סַ ח‬pasach),
según Strong, significa literalmente; “cojear”, “danzar”. Los adoradores de Baal
danzaban en sus cultos, a diferencia de Elías, cuyo culto se centralizaba en el
sacrificio ofrecido a Dios (1 Reyes 18:31-37). En el Antiguo Testamento no dice que la
danza formase parte del culto a Dios en el Santuario, o en el templo.
Plinio el Joven, quien escribió una Carta al Emperador Trajano en el año 112 de la
era cristiana, dijo que los cristianos se reunían en un día fijo antes del amanecer y
cantaban himnos a Cristo como Dios ("Jewish New Testament Commentary", Pág.
153).

El culto de la iglesia primitiva se centralizaba en la persona de Cristo y no en el


adorador. El culto en los tiempos del Nuevo Testamento encontraba su foco en el
bautismo, la predicación, la cena del Señor y en el Cristo resucitado. El culto
consistía en la oración pública y al concluir sus oraciones la congregación recitaba
vigorosamente el "Amén". Ellos cantaban salmos, leían las Escrituras, dedicaban
tiempo a la instrucción y a las devociones privadas (The Interpreter's Dictionary of
the Bible", Pág. 883). En la iglesia del Nuevo Testamento no se danzaba en los cultos
y se cantaba a cappella. Los instrumentos musicales en el culto fueron introducidos
muchos siglos después, pues se asociaba a estos con la música popular (IBID, pp.
468,469).

Hoy en día se ha introducido una danza mundana al culto de Jehová. No sólo la


música que se incorpora al culto de adoración y alabanza deja mucho que desear,
sino también los movimientos sensuales y en algunas ocasiones, la inapropiada
vestimenta de las danzarinas. Tal culto de alabanza es abominación a Jehová. A
Jehová se adora en sus términos, no en los nuestros. No existe autoridad bíblica
para justificar la danza en nuestro culto a Dios en la iglesia y mucho menos, la danza
mundana, que en mucho difiere de la danza de Israel.

El mensaje de la Biblia es muy claro al respecto.

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