González Nava Diego Alonso

Historia de estados unidos 2

Reseña del capítulo “Why could that one not have been worked out? Trump
y el legado de la guerra civil” de Erika Pani, en Descifrando a Trump desde la
Historia De Ana Rosa Suarez Arguello.

Este aparatado en el texto de la historiadora del Colegio de México, pone en tela

de juicio las argumentaciones que realizó el presidente Donald Trump en mayo de
2017 y el jefe del gabinete del presidente, el general John Kelly en octubre del
mismo año. Ambos personajes abogaban por la justificación de los monumentos
que rinden homenaje a los generales y soldados muertos en la Guerra Civil
estadounidense, del bando confederado. Con los argumentos de que era
imposible pretender eliminar esa parte de la historia de su país y que estas
personas habían muerto por luchar por su causa -el defender el sistema
esclavista-, con honor, valentía y con buenas intenciones.
La explicación que ofrece la historia según nuestra autora, nos permite -y es
nuestro deber- tomar o hacer conciencia acerca de como nosotros como
historiadores en la sociedad, explicamos la existencia de monumentos o
esculturas que hacen reverencia acciones o personajes que atentan o agreden a
un sector en particular. Y es que, una de las interrogantes que mas cuestiona la
historiadora, es como personajes como el presidente de los Estados Unidos o
alguien que pertenece a su gabinete, habían llegado a conclusiones de esta índole
y las que, nosotros como historiadores, parecemos tener las manos atadas.
El hincapié que realiza a la historiografía estadounidense, resalta los vacíos
que existen con respecto a los eventos posteriores a la Guerra Civil. Si bien, uno
de los acontecimientos y logros obtenidos en este conflicto fue evitar la escisión de
la federación norteamericana y la abolición de la esclavitud, ha existido una actitud
reacia en mostrar la segregación racial institucional posterior a la guerra y en la
que, muchos de los beneficios prometidos, como la igualdad social y ante la ley,
para la población de color, fueron suprimidos por la supremacía blanca sureña
restablecida en el Congreso en 1876. La forma en la que se imparte historia en las

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escuelas o través de lo eventos conmemorativos en los Estados Unidos, solo
destacan la primera parte de la historia.
Entonces, argumentos utilizados como los del ex presidente, tienen cabida
en un horizonte histórico y político que ha relegado esta parte aberrante en la
historia del país. Esta historia pretende romantizar el pasado de los estados
sureños, relegando la parte cruel de la esclavitud y reivindicando la paz y la
fraternidad que vivían estos estados previos a la Guerra Civil. En este sentido, las
causas que originaron este evento tan desastroso, son manipuladas a través de la
política, con el fin de olvidar las acciones injustas que defendían -en este caso en
particular, el sostenimiento de la esclavitud-.
La importancia de los monumentos históricos, en este sentido, radica en el
grado en el que representan para la sociedad, valores, costumbres o símbolos
referentes en el presente. Que la historia oficial estadounidense relegue de esa
forma un capitulo de su historia tan deleznable, nos orilla a pensar en los idearios
políticos e históricos que aún permean en la academia, en un primer momento, y
la sociedad norteamericana, en un segundo.