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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

centro universitario del norte


carrera de psicología
Psicología Educativa
Lcda. Claudia Odilly Catalán Reyes

TEMA

El castigo como una herramienta de corrección y sus efectos secundarios

Jackeline Stefany Olivares Rosales

201943165

Terapia del Lenguaje


INTRODUCCIÓN

El comportamiento humano suele tener una función adaptativa. Muchas


conductas las aprendemos por observación o imitación de otros, otras las
aprendemos en función de las consecuencias: si genera consecuencias
positivas tiende a repetirse, mientras que si la conducta produce consecuencias
desagradables ésta tiende a evitarse en el futuro. Muchos padres emplean
castigos para corregir la conducta de sus hijos, pero lo mejor es educar desde
una disciplina positiva. Es conveniente no usarlo como la única estrategia de
enseñanza.
OBJETIVOS

Especifico

 Describir las características del castigo y sus efectos secundarios que ha


tenido en la educación de los niños.

General

 Analizar los efectos secundarios del castigo que se observan en una


población
"El castigo como una herramienta de corrección y sus efectos
secundarios"
Cuando se presenta un estímulo negativo o se retira uno positivo disminuye la probabilidad
de una respuesta. Se suele emplear por su eficacia inicial mucho más que otras conductas,
pero se aconseja usarlo sólo en conductas muy desadaptativas, como último recurso y con
moderación. Que sea inmediato a la conducta que queremos corregir y de corta duración,
aunque con la máxima intensidad y con tranquilidad, recordando que se castiga la conducta,
no la persona. El castigo no enseña alternativas y genera efectos emocionales: interfiere en
el aprendizaje, produce sensaciones de venganza, miedo, rechazo… enseña un modelo de
comportamiento agresivo. Si usa mucho suele ser ineficaz y hace que haya una
desensibilización al mismo (indefensión aprendida). Conviene que vaya acompañado
después del refuerzo positivo por la conducta adecuada.

Aunque los padres tengan criterios distintos sobre cómo se debe educar a los hijos, discutir
esos criterios a solas. Es perjudicial la costumbre de que el padre desapruebe lo que la
madre ha hecho o viceversa. Ser consecuentes es una regla de oro para la educación de los
hijos. Es mejor mantener un castigo injusto y garantizar que se cumpla que saltarse el
castigo del otro progenitor.

El castigo se podría definir como aquella acción realizada por una persona que provoca
aversión o desagrado en otra y que tiene como finalidad eliminar o corregir una conducta o
comportamiento molesto o inadecuado.

Es posible que la causa por la que el castigo permanece como herramienta educativa sea su
aparente eficacia e inmediatez para controlar o detener el comportamiento inadecuado o
quizás simplemente sigue vigente porque fuimos educados así y por lógica natural
tendemos a actuar tal y como actuaron con nosotros.

Los efectos del castigo son momentáneos. El castigo no provoca el desaprendizaje del
comportamiento que se desea modificar ni ofrece una alternativa más adecuada y ello hace
que la conducta tienda a repetirse.
El castigo no cambia la conducta a largo plazo, no educa en los valores que deseamos, sino
que los niños dejan de actuar por miedo a las represalias, deteriora el vínculo que tenemos
entre niños y adultos, genera sentimientos negativos de resentimiento, rabia o soledad,
estilos de resolución de conflictos conformistas, evitativos o violentos.

La balanza argumentativa se inclina hacia el uso moderado del castigo como método
psicopedagógico de corrección conductual, prefiriéndose, si es posible, el empleo de otras
técnicas menos intrusivas; Sin embargo, puntualmente, su utilización es positiva e incluso
necesaria, siempre que se ponga especial cuidado en el cómo y sin olvidarse de explicar las
causas hasta tener la seguridad de que son comprendidas.

Efectos secundarios del castigo:

 Emplear castigos como medida habitual de corrección provoca pérdida de confianza


del niño hacia los padres o educadores, daña la autoestima del niño, que llega a
desvalorizarse (sobre todo si piensa que no merece el castigo), se produce estrés,
tensión y agresividad e incluso provoca el uso de la mentira o el engaño para evitar
el castigo.
 El castigo físico afecta negativamente el desarrollo.
 Los estudios científicos muestran de manera concluyente que el castigo físico se
asocia con consecuencias negativas de corto y largo plazo en el desarrollo de niñas,
niños y adolescentes. En particular, la ciencia ha encontrado que el castigo físico se
asocia con los siguientes riesgos:
 Desarrollo cerebral atípico, en particular en áreas de la corteza prefrontal, que es
una estructura cerebral que se encarga del manejo cognitivo y de emociones y que,
por lo tanto, es esencial para el comportamiento y éxito académico y social.
 Menor desarrollo cognitivo, lo que puede generar problemas académicos a largo
plazo, dificultando el aprendizaje de las niñas y los niños.
 Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad en la adolescencia y la
adultez.
 Menor autocontrol, es decir, los niños y niñas castigados físicamente tienden a
experimentar más dificultades para manejar sus emociones y tener un buen
comportamiento.
 Mayor agresividad, que puede ser causada por las afectaciones cerebrales o,
sencillamente, porque los niños y niñas son como esponjas que absorben todo lo que
ven en su entorno. Por lo tanto, si ven violencia, materializada en el castigo físico,
aprenderán a utilizar la violencia como medio para resolver los conflictos desde
temprana edad.
CONCLUSIÓN

El castigo es una medida de control que se utiliza desde el nacimiento de la


raza humana, pero es en estos últimos años cuando el estudio de sus
consecuencias a corto y largo plazo han generado un enriquecedor debate que
está sorprendiendo a la sociedad en general y a los padres/madres en
particular.

Es fundamental recordar que el ejemplo que les damos a nuestras niñas, niños
y adolescentes se transforma en una de las mayores influencias para su
comportamiento. Así, si el ejemplo que damos en el hogar es el uso de la
violencia, por ejemplo, propinando una palmada o un pellizco cuando algo no
nos gusta, nuestros hijos aprenderán y replicarán dicha violencia en el hogar,
en el colegio y en otros entornos.
RECOMENDACIONES

 Enseña al menor que determinadas conductas no son aceptadas y tienen


consecuencias dentro del hogar.
 Ayudar a socializar al infante a desenvolverse en una sociedad que
sanciona aplicando castigos que pueden desestabilizar el equilibrio
social, Por Ejemplo; Si llega tarde al trabajo de forma continuada, será
despedido.

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