La constitución de 1920 fue dictada tras la primera posguerra y recogió algunas de las

preocupaciones del constitucionalismo social, entonces en pleno proceso de ebullición

(Basadre,2005). Entre ellas esta haber previsto un modelo promotor de estado, al fijar que se
encontraba en sus deberes entender el progreso moral e intelectual, material y económico del
país. También amplio la lista de los derechos individuales e incorporo, una serie de derechos
sociales, como la protección de la vida y la salud en el marco de las relaciones de trabajo y
produjo cobertura constitucional a la propiedad indígena o campesina a la que declaro
imprescriptible, innegable e inembargable.

La constitución de 1933 del Perú fue aprobada en un ambiente político tenso y accidentado,
especialmente en sus primeros meses. En febrero de 1932, 27 representantes de la oposición
fueron desaforados y mandados al exilio, y más tarde se aprobó la existencia de todo partido
movimiento de organización internacional sin la presencia de los constituyentes que se
retiraron en rechazo al desafuero arbitrario.