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La rana de oro y la espada de esmeralda

Era se una vez un Rey, una Reina y un príncipe, llamado Erwin que gobernaban un reino prospero y
lleno de felicidad, la Reina acababa de dar a luz a una hermosa princesa, que nombraron Charlotte.

La pequeña Charlotte y su hermano Erwin perdieron a su madre debido a una enfermedad mortal,
antes de fallecer su madre les dio regalos a cada uno de sus hijos, a la pequeña Charlotte le dejo
una rana de oro.

-Esta rana de oro es muy valiosa, puede concederte cualquier tipo de deseo mi pequeña Chralotte,
si tu corazón lo desea, la rana de oro te lo cumplirá- Y a su hermano, le regaló una espada de
esmeralda -Esta espada, es la mas afilada que pueda existir úsala para hacer justicia Erwin- La
madre entrego los dos objetos en las manos de sus hijos -Tengo toda mi confianza y esperanza que
ustedes protegerán nuestro reino a capa y espada- Esas fueron las últimas palabras dirigidas a sus
hijos ante de perecer.

Años después, el Rey se caso con una mujer muy hermosa, pero de corazón arrogante, era
vanidosa, egoísta y muy mala, trataba con desprecio a los hermanos, sobre todo a Charlotte,
envidiaba su belleza y su juventud. Al cabo de unos años el Rey falleció, dejando a cargo a la
malvada madrasta al reinado y al cuidado de los jóvenes hermanos.

Pasados ya muchos años la joven Charlotte ya era una señorita muy bonita y amable, hermosa y
con muchos pretendientes tanto dentro con fuera del pueblo, uno de esos tantos pretendientes
llamo la atención de Charlotte. Era un príncipe de un reino cercano, el menor de los hijos del Rey
de ese reino, era guapo, amable y valiente, ella estaba decidida a casarse con él.

Pero la madrasta no podía permitir que la joven se casara con aquel príncipe, pues su hermano al
rechazar el papel de Rey y el puesto al trono, ella era la próxima heredera al reinado, si se casaba
con aquel príncipe, pasaría al trono inmediatamente, de tan solo pensarlo la envidia y el odio hacia
la princesa Charlotte, consumía a la por ahora reina del reino.

Ideo un plan para deshacerse de Charlotte y de su hermano, así ella podría casarse con otro
hombre, y tener un hijo al cual heredarle el trono. Su plan era capturar a Charlotte y a Erwin en su
propia habitación, y así lo hizo, espero a que el sol se ocultara, cuando los dos jóvenes fueron a
cenar, sin que ellos se dieran cuenta enveneno su comida con una pócima mágica, que les provoco
un sueño incontrolable, ambos entraron a sus habitaciones y se quedaron profundamente
dormidos.

La madrasta rápidamente llamo a unos carpinteron y les ordeno que taparan las ventanas y las
puertas de las habitaciones de Charlotte y Erwin -Quiero que cada puerta y cada ventana quede
completamente selladas, no quiero que esos niños escapen por ninguna circunstancia.

Los carpinteros obedecieron las ordenes de la Reina, taparon con tablones de madera la ventanas
y puertas de las dos habitaciones, lo que la madrasta desconocía era aquellos preciados regalos
que la madre de Charlotte y Erwin les había dejado.
Dos días pasaron, y los jóvenes hermanos aun no despertaban de su profundo sueño, la Reina los
declaro muertos, por una extraña enfermedad desconocida, todo el reino estaba de luto por la
pérdida de ambos príncipes, pero pronto la Reina realizo un gran banquete, donde decidiría quien
de todos los hombres ricos y poderosos de la región seria su esposo. Conoció a un conde, joven y
guapo, que accedió a casarse con ella, los preparativos de la boda habían empezado.

Una semana antes de la boda, el efecto de la pócima se termino, ambos hermanos despertaron de
aquel sueño profundo, estaban confundidos ¿Por qué estaban encerrados en sus habitaciones?
¿Quién los había encerrado ahí? Eran las preguntas que se hacían ambos.

Charlotte estaba a punto de darse por vencida, hasta que recordó que su madre tenia esperanzas
en ella, también recordó aquella rana de oro que tenia guardada en su armario, nunca se atrevió a
usarla, pero esta era su oportunidad. Tomo la rana entre sus manos, cerro los ojos y dijo -Querida
rana de oro, mi corazón anhela estar junto a mi hermano, por favor cumple mi deseo.

Cuando abrió sus ojos estaba en la habitación de su hermano, volteo a verlo, Erwin estaba
perplejo - ¿Cómo has llegado aquí? - Pregunto muy confundido Erwin.

-La rana que me regalo nuestra madre ¿Los recuerdas? A ti te dio una espada de esmeralda, dijo
que era la espada más afilada que podría existir- Su hermano apresuradamente saco aquella
espada de su vaina, esta brillaba como las estrellas en la noche -Intenta romper la puerta con la
espada- Le dijo su hermana

Erwin tomo la espada y rompió las tablas de madera sin esfuerzo alguno, era como si hubiera
cortado sabanas de seda. Ambos hermanos corrieron a la sala del trono, donde estaba su
madrasta, quien exaltada se levanto de golpe del trono.

- ¿Cómo habéis escapado de su habitación? – Pregunto desconcertada la Reina

-Asi que tu nos has encerrado, pagaras por ello

-No lo creo- Dijo la madrastra para que salieran unos soldados detrás de ella -Intentadlo.

Charlotte tomo la rana de oro, cerro sus ojos y pidió otro deseo -Querida rana de oro, mi corazón
anhela tener un ejercito de soldados muy habilidosos y valientes, por favor cumple mi deseo.

Instantáneamente apareció un ejercito de soldados con armadura detrás de Charlotte y Erwin,


eran mas numerosos que los soldados que tenía la madrasta. Charlotte dio unos pasos hacia
adelante, levanto la rana y hablo.

-Querida rana de oro, mi corazón anhela tomar el papel que me corresponde como heredera al
trono, por favor cumple mi deseo- La corona que tenía la reina desapareció de su cabeza, y en
cambio, se posicionó en la cabeza de Charlotte, ahora la gobernante del reino.

Charlotte, ordeno desterrar a aquella mujer malvada. Se caso con el príncipe del reino cercano,
gobernando así juntos, su hermano era soldado del ejercito del reino, ganaron incontables guerras
con ayuda de la espada de esmeralda, y así, vivieron felices para siempre. Fin.

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