Está en la página 1de 12

CÁLCULO EN VARIAS VARIABLES

MA2001-4 OTOÑO 2022

ANGEL PARDO
aapardo@dim.uchile.cl

CAPÍTULO 4: TEOREMA DE LA FUNCIÓN INVERSA E IMPLÍCITA

1. Teorema de la función inversa 1


2. Teorema de la función implícita 7
Índice alfabético 12

1. TEOREMA DE LA FUNCIÓN INVERSA


Supongamos que dada una función continua 𝑓 : Ω ⊂ R𝑁 → R𝑁 e
𝑦0 ∈ R𝑁 , queremos resolver la ecuación

(1) 𝑓 (𝑥) = 𝑦0 , 𝑥∈Ω

de modo que esta solución sea estable bajo pequeñas perturbaciones. En


® para todo k 𝛿k
otras palabras, queremos resolver 𝑓 (𝑥) = 𝑦0 + 𝛿, ® < 𝛿0 ,
para cierto 𝛿0 > 0.
Más precisamente, dado 𝑥0 ∈ Ω tal que 𝑓 (𝑥0 ) = 𝑦0 , nos interesa
encontrar 𝛿0 > 0 y una función 𝑔𝑥0 : 𝐵 = 𝐵(𝑦0 , 𝛿0 ) → R𝑁 tal que
𝑥 = 𝑔𝑥0 (𝑦) si y solo si 𝑓 (𝑥) = 𝑦 en una vecindad de 𝑥0 . Es decir,
𝑓 ◦ 𝑔𝑥0 = Id𝐵 . Decimos que 𝑔𝑥0 es una inversa local de 𝑓 en 𝑥0 y que
𝑓 es localmente invertible en 𝑥0 .

Caso lineal afin. Si 𝑓 : R𝑁 → R𝑁 es una función lineal afín, es decir,


𝑓 (𝑥) = 𝐴𝑥 + 𝑏, con 𝐴 ∈ R𝑁×𝑁 y 𝑏 ∈ R𝑁 , entonces la ecuación (1)
posee solución y esta es única si y solo si 𝐴 es invertible. En tal caso
𝑓 −1 (𝑦) = 𝐴−1 (𝑦 − 𝑏) es la inversa global de 𝑓 .
En particular, si perturbamos la ecuación (1) de modo que queremos
® se obtiene que 𝑥 = 𝐴−1 (𝑦 + 𝛿® − 𝑏) = 𝑓 −1 (𝑦 + 𝛿).
resolver 𝑓 (𝑥) = 𝑦 + 𝛿, ®
1
2

En otras palabras, si 𝑥0 = 𝐴−1 (𝑦0 − 𝑏) es la solución de la ecuación (1),


entonces para 𝑦 = 𝑦0 + 𝛿,® se tiene que 𝑓 (𝑥) = 𝑦 para 𝑥 = 𝑥0 + 𝐴−1 𝛿.®

Caso diferenciable. En el caso en que 𝑓 es diferenciable, sabemos que 𝑓


se puede aproximar localmente por funciones lineales afines en una
vecindad de 𝑥0 :
𝑓 (𝑥) ≈ 𝑓 (𝑥 0 ) + 𝐷 𝑓 (𝑥0 )(𝑥 − 𝑥0 ).
De la discusión anterior, parece razonable pensar que 𝑓 puede inver-
tirse localmente si 𝐷 𝑓 (𝑥 0 ) es invertible.
Informalmente, si consideramos una perturbación 𝑓 (𝑥) = 𝑦 + 𝛿, ® si
® se obtiene
𝐷 𝑓 (𝑥0 ) es invertible, entonces tomando 𝑥 ≈ 𝑥0 +𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 𝛿,

𝑓 (𝑥) ≈ 𝑓 (𝑥0 + 𝐷 𝑓 (𝑥 0 )−1 𝛿® ) ≈ 𝑓 (𝑥0 ) + 𝐷 𝑓 (𝑥 0 )(𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 𝛿)


® = 𝑦0 + 𝛿.
®

Sin embargo, para que lo anterior sea correcto, las aproximacio-


nes (≈) en la discusión anterior deben ser lo suficientemente buenas.
En efecto, en el Ejemplo 1.1 a continuación, vemos que la discusión
informal anterior no siempre es válida.

Ejemplo 1.1. La función


( 
𝑥
+ 𝑥 2 cos 1
𝑥 si 𝑥 ≠ 0
𝑓 (𝑥) = 2
0 si 𝑥 = 0
es diferenciable en 𝑥 0 = 0 y
  
0 𝑓 (ℎ) − 𝑓 (0) 1 1
𝑓 (0) = lim = lim + ℎ cos = 1.
ℎ→0 ℎ ℎ→0 2 ℎ
En particular, la función lineal afín 𝑥 ↦→ 𝑓 (0) + 𝐷 𝑓 (0)(𝑥 − 0) = 𝑥 es
invertible. Sin embargo, la función 𝑓 no es localmente invertible en 0.
En efecto, para 𝑥 ≠ 0, 𝑓 0(𝑥) = 21 + 2𝑥 cos(1/𝑥) − sen(1/𝑥) y si con-
sideramos 𝑥 𝑛 = 𝑛𝜋+𝜋/2 1
→ 0, se tiene que 𝑓 0(𝑥 𝑛 ) = 1/2 + (−1)𝑛 . En
particular, 𝑓 0 no es continua en 0. Además, en cualquier vecindad de
0, 𝑓 0 cambia de signo (infinitas veces), de modo que 𝑓 no puede ser lo-
calmente invertible en el origen, puesto que ni siquiera es localmente
monótona.

Sea Ω ⊂ R𝑁 y 𝑥0 ∈ Ω. Decimos que 𝑓 : Ω → R𝑁 es un difeomor-


fismo local en 𝑥0 si existe un abierto 𝑈 ⊂ Ω con 𝑥 ∈ 𝑈 y un abierto
3

𝑉 ⊂ 𝑓 (Ω) tales que 𝑓˜ = 𝑓 |𝑈 : 𝑈 → 𝑉 es un difeomorfismo. Equiva-


lentemente, si 𝑓 es diferenciable y localmente invertible en 𝑥0 y posee
una inversa local diferenciable en 𝑓 (𝑥0 ).
Para Ω, Θ ⊂ R𝑁 , decimos que 𝑓 : Ω → Θ es un difeomorfismo
local si 𝑓 es un difeomorfismo local en todo 𝑥 0 ∈ Ω. En ocaciones, un
difeomorfismo es llamado difeomorfismo global para evitar confu-
siones y diferenciarlos de los difeomorfismos locales.

Ejemplo 1.2. Todo difeomorfismo global es un difeomorfismo local.

Ejercicio 1.3. Muestre que un difeomorfismo local es global si y solo


si es biyectivo.

Ejemplo 1.4. La función 𝔢 : R2 → R2 definida por

𝔢(𝑢, 𝜃) = (𝑒 𝑢 cos(𝜃), 𝑒 𝑢 sen(𝜃))

es un difeomorfismo local (ver Ejemplo 1.8 más abajo). Sin embargo,


𝔢 no es un difeomorfismo global, puesto que 𝔢(𝑢, 𝜃) = 𝔢(𝑢, 𝜃 + 2𝜋)
para todo (𝑢, 𝜃) ∈ R2 , es decir, 𝔢 no es inyectiva y por lo tanto, no es
invertible. Es más, 𝔢 ni siquiera es sobreyectiva, puesto que 𝔢(𝑥, 𝑦) ≠
(0, 0) para cualquier (𝑥, 𝑦) ∈ R2 , es decir, (0, 0) ∉ Im( 𝑓 ).

Teorema de la función inversa. Sea Ω ⊂ R𝑁 abierto, 𝑓 ∈ 𝐶 1 (Ω, R𝑁 )


y 𝑥0 ∈ Ω tal que 𝐷 𝑓 (𝑥 0 ) es invertible. Entonces 𝑓 es un difeomorfismo
local en 𝑥 0 . Además, si 𝑓˜ es una inversa local de 𝑓 en 𝑥0 , se tiene que 𝑓˜ es
continuamente diferenciable y 𝐷( 𝑓˜−1 )( 𝑓 (𝑥0 )) = 𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 .

Demostración. Comenzaremos la demostración reduciendo el proble-


ma a uno más sencillo, donde 𝑥 0 = 0, 𝑦0 = 𝑓 (𝑥0 ) = 0 y 𝐷 𝑓 (𝑥 0 ) = Id𝑁 .
Para esto, consideramos tres cambios de coordenadas.
( a ) En primer lugar, consideramos la translación que envía 𝑥0 ↦→ 0,
es decir, 𝜙 : 𝑥 ↦→ 𝑥 − 𝑥 0 .
( b ) Luego, la translación que envía 𝑦0 ↦→ 0, es decir, 𝜑 : 𝑦 ↦→ 𝑦 − 𝑦0 .
( c ) Y finalmente, la transformación lineal que transforma 𝐷 𝑓 (𝑥 0 ) en
la identidad, es decir, 𝜓 : 𝑦 ↦→ 𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 𝑦.
Así, la función 𝐹 = 𝜓 ◦ 𝜑 ◦ 𝑓 ◦ 𝜙 −1 : Ω̂ → R𝑁 corresponde a

𝐹(ℎ) = 𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 ( 𝑓 (𝑥 0 + ℎ) − 𝑓 (𝑥0 ))


4

definida en el conjunto Ω̂ = 𝜙(Ω) = Ω − 𝑥0 . Claramente 0 ∈ Ω̂ y


𝐹(0) = 0. Además 𝐹 ∈ 𝐶 1 (Ω̂, R𝑁 ) y 𝐷𝐹(ℎ) = 𝐷 𝑓 (𝑥0 )−1 𝐷 𝑓 (𝑥0 + ℎ), de
modo que 𝐷𝐹(0) = Id𝑁 .

𝐹 es localmente invertible en 0. Consideremos 𝐺(ℎ) = 𝐹(ℎ) − ℎ. Luego


𝐺 ∈ 𝐶 1 (Ω̂, R𝑁 ) y 𝐷𝐺(ℎ) = 𝐷𝐹(ℎ) − Id𝑁 , de modo que 𝐷𝐺(0) = 0𝑁×𝑁 .
Escribiendo 𝐺 = (𝐺1 , . . . , 𝐺 𝑁 ), se tiene que 𝐷𝐺 = (∇𝐺1 , . . . , ∇𝐺 𝑁 )𝑇 ,
de modo que ∇𝐺 𝑖 (0) = 0 ∈ R𝑁 . Además, 𝐺 𝑖 ∈ 𝐶 1 (Ω̂), de modo que
∇𝐺 𝑖 : Ω̂ → R𝑁 es continua y por lo tanto, para todo 𝜖 > 0, existe
𝛿 𝑖 > 0 tal que si ℎ ∈ 𝐵(0, 𝛿 𝑖 ) entonces ∇𝐺 𝑖 (ℎ) ∈ 𝐵(0, 𝜖).
Sea 𝛿 > 0, 𝛿 < min{𝛿 𝑖 } 𝑁
𝑖=1
. Por el Teorema del Valor Medio en R𝑁
y la desigualdad de Cauchy–Schwarz (ver Capítulo 1, Sección 1.1) se
tiene que, para todo ℎ, 𝑘 ∈ 𝐵(0, ¯ 𝛿),

k𝐺 𝑖 (ℎ) − 𝐺 𝑖 (𝑘)k = | h∇𝐺 𝑖 (𝜉), ℎ − 𝑘i | (TVM: 𝜉 ∈ [ℎ, 𝑘] ⊂ 𝐵(0, 𝛿))


≤ k∇𝐺 𝑖 (𝜉)k k ℎ − 𝑘 k (Cauchy–Schwartz)
≤ 𝜖k ℎ − 𝑘 k.
Por lo tanto k𝐺(ℎ) − 𝐺(𝑘)k ≤ 𝑐𝜖k ℎ − 𝑘 k, para cierto 𝑐 > 0 que de-
pende solo de la elección de las normas, para todo ℎ, 𝑘 ∈ 𝐵(0,¯ 𝛿). To-
mando 𝜖 > 0 tal que 𝑐𝜖 < 1/2, se obtiene que 𝐺(𝐵(0, ¯ 𝛿)) ⊂ 𝐵(0, 𝛿/2).
Veamos que 𝐹 es invertible en una vecindad del 0 ∈ R𝑁 . Para esto,
veamos que para todo 𝑢 ∈ 𝐵(0, 𝛿/2) existe un único ℎ ∈ 𝐵(0, 𝛿) tal
que 𝑢 = 𝐹(ℎ). Esto nos daría la invertibilidad de 𝐹 en el conjunto
𝑈 = 𝐹 −1 (𝐵(0, 𝛿/2)) ∩ 𝐵(0, 𝛿), que es abierto, puesto que 𝐹 es continua.
Para 𝑢 ∈ 𝐵(0, 𝛿/2) definimos 𝑔𝑢 : 𝐵(0,¯ 𝛿) → R𝑁 por

𝑔𝑢 (ℎ) = 𝑢 − 𝐺(ℎ).
Claramente k 𝑔𝑢 (ℎ) − 𝑔𝑢 (𝑘)k = k𝐺(ℎ) − 𝐺(𝑘)k ≤ 21 k ℎ − 𝑘 k, de modo
¯ 𝛿), k 𝑔𝑢 (ℎ)k ≤ k𝐺(ℎ)k + k𝑢k ≤ 𝛿,
que 𝑔𝑢 es contractante y si ℎ ∈ 𝐵(0,
de modo que 𝑔𝑢 satisface las hipotesis del Teorema del punto fijo de
Banach y existe un único ℎ ∈ 𝐵(0, 𝛿) tal que ℎ = 𝑔𝑢 (ℎ). Pero
𝑔𝑢 (ℎ) = 𝑢 − 𝐺(ℎ) = 𝑢 − 𝐹(ℎ) + ℎ.
Es decir, para todo 𝑢 ∈ 𝐵(0, 𝛿/2) existe un único ℎ ∈ 𝐵(0, 𝛿) tal que
𝐹(ℎ) = 𝑢, de modo que 𝐹 es invertible en 𝑈 ˆ = 𝐹 −1 (𝐵(0, 𝛿/2)) ∩ 𝐵(0, 𝛿).
Así, 𝐹˜ = 𝐹|𝑈ˆ : 𝑈ˆ → 𝑓 (𝑈)
ˆ es invertible, con 𝑈 ˆ abierto y 0 ∈ 𝑈. ˆ En
particular, 𝐹 es localmente invertible en 0.
5

𝐹˜ −1 es Lipschitz. Sean 𝑢, 𝑣 ∈ 𝑓 (𝑈)


ˆ y sean ℎ = 𝐹˜ −1 (𝑢), 𝑘 = 𝐹˜ −1 (𝑣).
Notemos que 𝐹 − 𝐺 = IdΩ̂ . Luego

k ℎ − 𝑘 k = k(𝐹 − 𝐺)(ℎ) − (𝐹 − 𝐺)(𝑘)k


≤ k𝐹(ℎ) − 𝐹(𝑘)k + k𝐺(ℎ) − 𝐺(𝑘)k
1
≤ k𝐹(ℎ) − 𝐹(𝑘)k + k ℎ − 𝑘 k.
2
Es decir, k ℎ − 𝑘 k ≤ 2k𝐹(ℎ) − 𝐹(𝑘)k o, lo que es lo mismo,

k 𝐹˜ −1 (𝑢) − 𝐹˜ −1 (𝑣)k ≤ 2k𝑢 − 𝑣k,

y 𝐹˜ −1 es 2-Lipschitz.

𝐹˜ −1 es diferenciable. Si 𝐹˜ −1 es diferenciable, entonces para ℎ = 𝐹˜ −1 (𝑢)


se debe tener 𝐷 𝐹˜ −1 (𝑢) = [𝐷𝐹(ℎ)]−1 . Veamos que en efecto así es.
Sea 𝑟 ∈ R𝑁 y 𝑠 = 𝐹˜ −1 (𝑢 + 𝑟) − 𝐹˜ −1 (𝑢). Como 𝐹˜ −1 es 2-Lipschitz, se
tiene que k𝑠 k ≤ 2k𝑟 k. Sigue que
  −1
˜ −1 ˜ −1 ˜ −1
𝐹 (𝑢 + 𝑟) − 𝐹 (𝑢) − 𝐷𝐹(𝐹 (𝑢)) (𝑟)
k𝑟 k

−1
𝑠 − [𝐷𝐹(ℎ)] (𝐹(ℎ + 𝑠) − 𝐹(ℎ))
≤2
k𝑠 k

−1
[𝐷𝐹(ℎ)] (𝐷𝐹(ℎ)𝑠 − (𝐹(ℎ + 𝑠) − 𝐹(ℎ)))
=2
k𝑠 k
 
𝐹(ℎ + 𝑠) − 𝐹(ℎ) − 𝐷𝐹(ℎ)𝑠
≤ 2 [𝐷𝐹(ℎ)]−1 .

k𝑠 k
Luego, como 𝐹 es diferenciable y 𝑠 → 0 cuando 𝑟 → 0 (k𝑠 k ≤ 2k𝑟 k),
se concluye que 𝐹˜ −1 es diferenciable y 𝐷 𝐹˜ −1 (𝑢) = [𝐷𝐹(ℎ)]−1 .
 −1
𝐹˜ −1 es 𝐶 1 . Sabemos que 𝐹 es 𝐶 1 y que 𝐷 𝐹˜ −1 (𝑢) = 𝐷𝐹(𝐹˜ −1 (𝑢)) .
Luego, las componentes de 𝐹˜ −1 pueden escribirse como sumas, pro-
ductos y cuocientes de las componentes de 𝐷𝐹(𝐹˜ −1 (𝑢)), que por hi-
pótesis son continuas, de modo que las coordenadas de 𝐷 𝐹˜ −1 (𝑢) son
continuas, es decir, las derivadas parciales de 𝐹˜ −1 son continuas y por
lo tanto 𝐹˜ −1 es 𝐶 1 .
6

Conclusión para 𝑓 . Recordemos que 𝐹 = 𝜓 ◦ 𝜑 ◦ 𝑓 ◦ 𝜙−1 con 𝜓, 𝜑, 𝜙 −1


difeomorfismos 𝐶 1 . Es decir, localmente en 𝑥0 , 𝑓 es la composición de
difeomorfismos 𝐶 1 , de modo que 𝑓 es un difeomorfismo local en 𝑥0 .
Más precisamente, tomando 𝑈 = 𝜙 −1 (𝑈) ˆ y 𝑉 = 𝑓 (𝑈) = 𝜑−1 (𝜓−1 (𝐹(𝑈))),
ˆ
ambos conjuntos son abiertos, 𝑥0 ∈ 𝑈 y 𝑓˜ = 𝑓 |𝑈 = 𝜑−1 ◦ 𝜓−1 ◦ 𝐹˜ ◦ 𝜙.
Como 𝜑, 𝜓, 𝜙 y 𝐹˜ son difeomorfismos 𝐶 1 , se concluye que 𝑓˜ es un
difeomorfismo 𝐶 1 .
Así, 𝑓 es un difeomorfismo local en 𝑥0 con inversa local 𝐶 1 . ■
Observación 1.5. El Ejemplo 1.1 muestra que la continuidad de las
derivadas parciales es una hipótesis necesaria para la validez del Teo-
rema de la función inversa.

Ejemplo 1.6. Sea 𝑓 : R2 → R2 , 𝑓 (𝑥, 𝑦) = (𝑥 2 + 3𝑦, sen(𝑥 + 𝑦) + 𝑦 2 ).


Esta función es de clase 𝐶 1 (R2 , R2 ) y su derivada es
 
2𝑥 3
𝐷 𝑓 (𝑥, 𝑦) = .
cos(𝑥 + 𝑦) cos(𝑥 + 𝑦) + 2𝑦
En el origen se tiene que 𝑓 (0, 0) = (0, 0),
   
0 3 −1 1 −1 3
𝐷 𝑓 (0, 0) = y (𝐷 𝑓 (0, 0)) = .
1 1 3 1 0
Gracias al Teorema de la función inversa podemos concluir que existe
un abierto 𝑈 ⊂ R2 tal que (0, 0) ∈ 𝑈, 𝑉 = 𝑓 (𝑈) ⊂ R2 es abierto,
𝑓 |𝑈 : 𝑈 → 𝑉 es biyectiva y
 
−1 1 −1 3
𝐷( 𝑓 |𝑈 )(0, 0) = .
3 1 0

Ejemplo 1.7. Sea 𝑓 : R2 → R2 , 𝑓 (𝑥, 𝑦) = (𝑥 + 𝑒 𝑦 , 𝑦 + 𝑒 𝑥 ). Se tiene que


 
1 𝑒𝑦
𝐽 𝑓 (𝑥, 𝑦) = 𝑥
𝑒 1
y det 𝐽 𝑓 (𝑥, 𝑦) = 1 − 𝑒 𝑥+𝑦 , de modo que 𝑓 ∈ 𝐶 1 (R2 , R2 ) y 𝐷 𝑓 (𝑥, 𝑦) es
invertible en {𝑥 + 𝑦 ≠ 0}. Luego, por el Teorema de la función inversa,
se tiene que 𝑓 es un difeomorfismo local en 𝐴 = {(𝑥, 𝑦) ∈ R2 : 𝑥 + 𝑦 ≠
0} y si 𝑓˜ es una inversa local en (𝑥, 𝑦) ∈ 𝐴, entonces
 
˜−1 1 1 −𝑒 𝑥
𝐽𝑓 ( 𝑓 (𝑥, 𝑦)) = .
1 − 𝑒 𝑥+𝑦 −𝑒 𝑦 1
7

Ejemplo 1.8. Sea 𝔢 : R2 → R2 , 𝔢(𝑢, 𝜃) = (𝑒 𝑢 cos 𝜃, 𝑒 𝑢 sen 𝜃). Se tiene


que
 
𝑢 cos 𝜃 − sen 𝜃
𝐽𝔢(𝑢, 𝜃) = 𝑒
sen 𝜃 cos 𝜃
y det 𝐽𝔢(𝑥, 𝑦) = 𝑒 2𝑢 > 0, de modo que 𝔢 ∈ 𝐶 1 (R2 , R2 ) y 𝐷 𝑓 (𝑥, 𝑦) es
invertible en todo R2 . Luego, por el Teorema de la función inversa,
se tiene que 𝔢 es un difeomorfismo local (en todo R2 ) y si 𝔢˜ es una
inversa local en (𝑢, 𝜃) ∈ R2 y (𝑥, 𝑦) = 𝔢(𝑢, 𝜃), entonces
 
−1 −𝑢 cos 𝜃 sen 𝜃
𝐽 𝔢˜ (𝑥, 𝑦) = 𝑒 .
− sen 𝜃 cos 𝜃
En el Ejemplo 1.8 vimos que 𝔢 no es un difeomorfismo global.

Ejercicio 1.9. Muestre que 𝔭 : (0, ∞)×R → R2 , 𝔭(𝑟, 𝜃) = (𝑟 cos 𝜃, 𝑟 sen 𝜃)


es un difeomorfismo local.

2. TEOREMA DE LA FUNCIÓN IMPLÍCITA


El Teorema de la función inversa nos permite “despejar 𝑦” local-
mente en en función de 𝑥 en la ecuación (1). En la práctica, muchas
veces nos enfrentamos a problemas donde la relación entre 𝑥 e 𝑦 no
es explícita como en la ecuación (1). Así, es frecuente encontrarnos
con problemas donde se debe resolver una ecuación de la forma
(2) 𝑔(𝑥, 𝑦) = 0, 𝑥 ∈ Ω ⊂ R𝑛 , 𝑦 ∈ Γ ∈ R𝑚 ,
donde 𝑔 : Ω × Γ ⊂ R𝑛+𝑚 → R𝑚 .
Es decir, nos interesa encontrar una solución 𝜙 : Ω → Γ de la ecua-
ción (2), tal que 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) = 0, para todo 𝑥 ∈ Ω. Tal solución sería
una solución global de la ecuación (2). En general, no es posible en-
contrar tal solución global, pero, como consecuencia del Teorema de
la función inversa, en ocasiones es posible encontrar soluciones locales
para la ecuación (2).
Para 𝑔 ∈ 𝐶 1 (Ω × Γ, R𝑚 ), definimos
 
𝜕𝑔 𝜕𝑔
𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) = (𝑥 0 , 𝑦0 ) · · · (𝑥 0 , 𝑦0 ) ∈ R𝑚×𝑛 ,
𝜕𝑥1 𝜕𝑥 𝑛
 
𝜕𝑔 𝜕𝑔
𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) = (𝑥0 , 𝑦0 ) · · · (𝑥0 , 𝑦0 ) ∈ R𝑚×𝑚 .
𝜕𝑦1 𝜕𝑦𝑚
8
 
Se tiene que 𝐽 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) = 𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) 𝐽𝑦 𝑔(𝑥 0 , 𝑦0 ) . Como consecuen-
cia del Teorema de la función inversa se obtiene el Teorema de la
función implícita, que nos dice que si (𝑥 0 , 𝑦0 ) es solución de la ecua-
ción (2) y 𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) es invertible, entonces podemos despejar 𝑦 lo-
calmente en torno a 𝑥0 (y de manera 𝐶 1 ) en función de 𝑥. Más preci-
samente, se tiene lo siguiente.

Teorema de la función implícita. Sean Ω ⊂ R𝑛 y Γ ⊂ R𝑚 abiertos y


𝑔 : Ω × Γ → R𝑚 de clase 𝐶 1 . Si (𝑥0 , 𝑦0 ) ∈ Ω × Γ es tal que 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) = 0
y 𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) ∈ R𝑚×𝑚 es invertible, entonces existe un abierto 𝑈 ⊂ Ω con
𝑥0 ∈ 𝑈 y una única función 𝜙 : 𝑈 → Γ de clase 𝐶 1 tal que, para todo
𝑥 ∈ 𝑈, 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) = 0. Adicionalmente,

(3) 𝐽𝜙(𝑥0 ) = −𝐽𝑦 𝑔(𝑥 0 , 𝑦0 )−1 𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ).

Demostración. Sea 𝐹 : Ω × Γ → R𝑚+𝑛 definida por


 
𝑥
𝐹(𝑥, 𝑦) = .
𝑔(𝑥, 𝑦)

Claramente 𝐹 es de clase 𝐶 1 y su Jacobiano está dado por


 
Id𝑛 0𝑛×𝑚
𝐽𝐹(𝑥, 𝑦) = .
𝐽𝑥 𝑔(𝑥, 𝑦) 𝐽𝑦 𝑔(𝑥, 𝑦)

Además, 𝐽𝐹(𝑥0 , 𝑦0 ) es invertible. En efecto, si (𝑢, 𝑣) ∈ R𝑛+𝑚 ,


 
𝑢
𝐽𝐹(𝑥 0 , 𝑦0 )(𝑢, 𝑣) = = 0𝑛+𝑚
𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 )𝑢 + 𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 )𝑣

si y solo si 𝑢 = 0𝑛 y 𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 )𝑢 + 𝐽𝑦 𝑔(𝑥 0 , 𝑦0 )𝑣 = 0𝑚 . Sigue que


𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 )𝑣 = 0𝑚 y, como 𝐽𝑦 𝑔(𝑥 0 , 𝑦0 ) es invertible, 𝑣 = 0𝑚 . De mo-
do que, (𝑢, 𝑣) = 0𝑛+𝑚 es la única solución de 𝐽𝐹(𝑥0 , 𝑦0 )(𝑢, 𝑣) = 0𝑛+𝑚
y por lo tanto 𝐽𝐹(𝑥0 , 𝑦0 ) es invertible.
Por el Teorema de la función inversa, se obtiene que existe una ve-
cindad del punto (𝑥0 , 𝑦0 ) donde F es inyectiva con inversa de clase 𝐶 1 .
Tomando una vecindad más pequeña de (𝑥 0 , 𝑦0 ) si es necesario, po-
demos suponer que tiene la forma 𝑈 ˜ ×𝑉 con 𝑈 ˜ ⊂ Ω y 𝑉 ⊂ Γ abiertos,
𝑥0 ∈ 𝑈 e 𝑦0 ∈ 𝑉. Así, si 𝐹˜ = 𝐹|𝑈×𝑉
˜ , 𝐹˜ es invertible con inversa 𝐶 1 . De-
notemos 𝐹˜ −1 = (𝜑, Φ), donde 𝜑 : R𝑛+𝑚 → R𝑛 y Φ : R𝑛+𝑚 → R𝑚 son
9

˜ × 𝑉)
de clase 𝐶 1 . Por definición de 𝐹, se tiene que para (𝑤, 𝑧) ∈ 𝐹(𝑈
   
𝑤 𝜑(𝑤, 𝑧)
= 𝐹(𝐹˜ −1 (𝑤, 𝑧)) = 𝐹(𝜑(𝑤, 𝑧), Φ(𝑤, 𝑧)) = .
𝑧 𝑔(𝜑(𝑤, 𝑧), Φ(𝑤, 𝑧))
Es decir, 𝜑(𝑤, 𝑧) = 𝑤 y 𝑔(𝜑(𝑤, 𝑧), Φ(𝑤, 𝑧)) = 𝑧 para (𝑤, 𝑧) ∈ 𝐹(𝑈 ˜ ×𝑉).
˜ × 𝑉) y como
Ahora, como 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) = 0𝑚 , se tiene que (𝑥0 , 0𝑚 ) ∈ 𝐹(𝑈
𝐹(𝑈˜ × 𝑉) es abierto (𝐹˜ −1 es continua y 𝑈
˜ × 𝑉 es abierto), se tiene que
existe 𝑈 × 𝑊 ⊂ 𝐹(𝑈 ˜ × 𝑉) con 𝑈 ⊂ R𝑛 y 𝑊 ⊂ R𝑚 abiertos, 𝑥 0 ∈ 𝑈 y
0𝑚 ∈ 𝑊.
En particular, para todo (𝑤, 𝑧) ∈ 𝑈 × 𝑊 existe un único par (𝑥, 𝑦) ∈
˜
𝑈 × 𝑉 tal que 𝐹(𝑥, 𝑦) = (𝑤, 𝑧). Es más, se tiene que 𝑥 = 𝜑(𝑤, 𝑧) = 𝑤,
𝑦 = Φ(𝑤, 𝑧) y 𝑔(𝑥, 𝑦) = 𝑧.
Fijando 𝑧 = 0𝑚 ∈ 𝑊, se obtiene entonces que para todo 𝑥 ∈ 𝑈,
existe un único 𝑦 = Φ(𝑥, 0𝑚 ) ∈ 𝑉 tal que 𝑔(𝑥, 𝑦) = 0. Notando que
𝜙 : 𝑈 → R𝑚 definida por 𝜙(𝑥) = Φ(𝑥, 0𝑚 ) es de clase 𝐶 1 , se obtiene
lo deseado.
Como 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) = 0 para 𝑥 ∈ 𝑈, aplicando la regla de la cadena
(Capítulo 3, Teorema 4.1) se obtiene que
𝐽𝑥 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) + 𝐽𝑦 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥))𝐽𝜙(𝑥) = 0.
En particular, para 𝑥0 ∈ 𝑈, 𝜙(𝑥0 ) = 𝑦0 y, como 𝐽𝑦 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ) es invertible,
se obtiene que
𝐽𝜙(𝑥0 ) = −𝐽𝑦 𝑔(𝑥 0 , 𝑦0 )−1 𝐽𝑥 𝑔(𝑥0 , 𝑦0 ).

Ejemplo 2.1. Consideremos el sistema de ecuaciones dado por
𝑧𝑦 + 3𝑥𝑦 + 𝑥𝑧 2 − 𝑦 + 1 = 0
(4)
4 + 8𝑥 + 3𝑥𝑧 2 − 4𝑦 = 0
descrito por 𝑔(𝑥, 𝑦, 𝑧) = (0, 0), con 𝑔 : R3 → R2 definida por el la-
do izquierdo del Sistema (4). Notemos que (𝑥0 , 𝑦0 , 𝑧 0 ) = (0, 1, 0) es
solución al Sistema (4). Veamos que localmente entorno a (0, 1, 0) es
posible parametrizar (implícitamente) soluciones del Sistema (4) en
función de la variable 𝑥. El Jacobiano de 𝑔 es
 
3𝑦 + 𝑧 2 𝑧 + 3𝑥 − 1 𝑦 + 2𝑥𝑧
𝐽 𝑔(𝑥, 𝑦, 𝑧) = .
8 + 3𝑧 2 −4 6𝑥𝑧
10

Y, en particular,
 
−1 1
𝐽(𝑦,𝑧) 𝑔(0, 1, 0) = ,
−4 0
que es claramente invertible (columnas l.i., det = 4, etc.). Así, existe
una función 𝜙 : (−𝜔, 𝜔) → R2 tal que 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) = 0. Si escribimos
𝜙(𝑥) = (𝑦(𝑥), 𝑧(𝑥)), obtenemos que 𝑔(𝑥, 𝑦(𝑥), 𝑧(𝑥)) = 0 y por lo tanto
obtenemos una familia de soluciones del sistema parametrizado por
𝑥 ∈ (−𝜔, 𝜔), con 𝑦(0) = 1 y 𝑧(0) = 0.
Notemos además que podemos calcular las derivadas de 𝑦(𝑥) y
𝑧(𝑥) en 𝑥 0 = 0. En efecto, usando la Fórmula (3) del Teorema de la
función implícita, se obtiene que
 
𝑦 0(0)
𝐷𝜙(0) = 0 = −𝐽(𝑦,𝑧) 𝑔(0, 1, 0)−1 𝐽𝑥 𝑔(0, 1, 0)
𝑧 (0)
  −1         
−1 1 3 1 0 1 3 1 8 2
=− = = = .
−4 0 8 4 −4 1 8 4 −4 −1
Es decir, 𝑦 0(0) = 2 y 𝑧 0(0) = −1.

Observación 2.2 (Caso 𝑛 = 𝑚 = 1). En el caso más simple, cuando


𝑥, 𝑦 ∈ R, 𝑔 : R2 → R y queremos analizar 𝑔(𝑥, 𝑦) = 0, el Teorema de
𝜕𝑔
la función implícita nos dice que si 𝜕𝑦 (𝑥0 , 𝑦0 ) ≠ 0, entonces en una
vencidad 𝑈 de 𝑥0 hay un difeomorfismo 𝜙 : 𝑈 → R, con 𝜙(𝑥0 ) = 𝑦0
tal que 𝑔(𝑥, 𝜙(𝑥)) = 0 para todo 𝑥 ∈ 𝑈. Además,
𝜕𝑔
(𝑥0 , 𝑦0 )
0
𝜙 (𝑥0 ) = − 𝜕𝑥 .
𝜕𝑔
(𝑥 ,
𝜕𝑦 0
𝑦0 )

Ejemplo 2.3. Considere la ecuación


(5) 𝑦𝑒 𝑥 − 𝑥𝑒 −𝑦 = 𝑥.
Claramente, la ecuación (5) tiene como solución a (𝑥0 , 𝑦0 ) = (0, 0). Sea
𝑔(𝑥, 𝑦) = 𝑦𝑒 𝑥 − 𝑥𝑒 −𝑦 − 𝑥. Luego
𝜕𝑔 𝜕𝑔
(𝑥, 𝑦) = 𝑦𝑒 𝑥 − 𝑒 −𝑦 − 1 y (𝑥, 𝑦) = 𝑒 𝑥 + 𝑥𝑒 −𝑦
𝜕𝑥 𝜕𝑦
𝜕𝑔
Sigue que 𝐽𝑦 𝑔(0, 0) = 𝜕𝑦 (0, 0) = 1 es invertible y por lo tanto, por el
Teorema de la función implícita, podemos escribir la variable 𝑦 en
11

función de 𝑥, entorno a 𝑥0 = 0. Más precisamente, existe 𝛿 > 0 y una


función
𝑦 : (−𝛿, 𝛿) → R
de clase 𝐶 1 tal que 𝑦(0) = 0 y
𝑦(𝑥)𝑒 𝑥 − 𝑥𝑒 −𝑦(𝑥) = 𝑥, 𝑥 ∈ (−𝛿, 𝛿).
Además, podemos calcular la derivada 𝑦 0(0), ya sea por derivación
implícita de la ecuación (5):
𝑦 0 𝑒 𝑥 + 𝑦𝑒 𝑥 − 𝑒 −𝑦 + 𝑥𝑦 0 𝑒 −𝑦 = 1,
de donde se obtiene que, para (𝑥0 , 𝑦0 ) = (0, 0), 𝑦 0 − 1 = 1, es decir,
𝑦 0(0) = 2. Similarmente, usando la Fórmula (3) dada por el Teorema
de la función implícita, se tiene
𝜕𝑔
(0, 0) −2
0
𝑦 (0) = − 𝜕𝑥 =− = 2.
𝜕𝑔 1
𝜕𝑦
(0, 0)

Ejemplo 2.4. En el Ejemplo 2.3, también es posible despejar 𝑥 en fun-


𝜕𝑔
ción de 𝑦 puesto que 𝐽𝑥 𝑔(0, 0) = 𝜕𝑥 (0, 0) = −2 ≠ 0, de donde se
obtiene 𝑥 : (−𝜂, 𝜂) → R de clase 𝐶 1 con 𝑥(0) = 0 y
𝑦𝑒 𝑥(𝑦) − 𝑥(𝑦)𝑒 −𝑦 = 𝑥(𝑦), 𝑦 ∈ (−𝛿, 𝛿).
Similarmente, podemos calcular la derivada 𝑥 0(0) por derivación im-
plícita de la ecuación (5) con respecto a la variable 𝑦:
𝑒 𝑥 + 𝑦𝑥 0 𝑒 𝑥 − 𝑥 0 𝑒 −𝑦 + 𝑥𝑒 −𝑦 = 𝑥 0 ,
obteniendo, para (𝑥0 , 𝑦0 ) = (0, 0), 1 − 𝑥 0 = 𝑥 0, es decir, 𝑥 0(0) = 1/2. O,
usando la Fórmula (3), obteniendo el mismo resultado
𝜕𝑔
𝜕𝑦
(0, 0) 1 1
𝑥 0(0) = − =− = .
𝜕𝑔
(0, 0) −2 2
𝜕𝑥
ÍNDICE ALFABÉTICO
difeomorfismo global, 3
difeomorfismo local, 2, 3

inversa local, 1

localmente invertible, 1

12

También podría gustarte