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EL DECLIVE DE

LA IZQUIERDA:
LA TEORÍA DE MOUFFE DESDE LA
NOSTALGIA

DEL CIVIL RIGHTS MOVEMENT, REPRESENTACIÓN EN EL CINE, EL


JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO Y JUDAS Y EL MESÍAS NEGRO

Marta María Castellanos Mata, 100452378, Bases Filosóficas de la Teoría Política


Profesor, Miguel Ángel Gil Escribano
El pertinente ensayo está basado en la idea principal presentada en la introducción que la filósofa
política belga le hace a su libro El retorno de lo político: Comunidad, ciudadanía, pluralismo,
democracia radical en la cual presenta la problemática de una izquierda actual (o al menos del año
1999 en el que se publicó dicho libro) desorientada y perdida, tras un triunfo del modelo democrático
liberal en el que confían en demasía, y la pérdida, por tanto, de un objetivo claro al alcanzar la idea del
Estado de bienestar. Se trata, como dice Mouffe, de una izquierda que ha perdido sus objetivos y cuyas
miras ahora enfoca en la crítica voraz y la búsqueda desesperada de unos antagonismos para poder
retornar a una unidad entre sus filas, ahora perdida.
Además, la izquierda que la belga presenta se encuentra también confundida, pues el modelo
alcanzado democrático-liberal no parece haber paliado los conflictos religiosos, étnicos y culturales
como era esperado, encontrándose incluso un aumento de estas demandas sociales y culturales. Ante
esto, la izquierda decide ignorar dichos gritos de lucha y enfocar sus objetivos en lo presentado
anteriormente.
Mouffe explica este declive de la izquierda política en la pérdida del marxismo en las décadas
anteriores a la publicación de su libro. La salida en victoria en esta “batalla” política entre capitalismo
y marxismo de las tendencias más liberales que pretendían mezclar lo mejor y más compatible del
socialismo moderado con el capitalismo más exacerbado de esta nueva era es la razón por la que la
izquierda ahora se encuentra perdida y sin perspectiva, al menos en la esfera mundial.
De las décadas anteriores a las que nos referimos destacan los años 60, una década próspera en
lucha revolucionaria, de la que la propia Mouffe formó parte. En este ensayo hablaremos
concretamente de esta lucha en el país norteamericano Estados Unidos, donde se desarrolló el
movimiento por los derechos civiles o Civil Rights Movement. Hablaremos de su historia, de su
impacto y de su influencia y lo compararemos con la izquierda actual que la filósofa belga describe.
También, si es posible, intentaremos encontrar cómo, por el camino, se ha perdido lo que había en esta
década de expansión revolucionaria. Para analizar dicho movimiento, además, se pondrá en
perspectiva con dos filmes que se sitúan en esta época, pero desde distintas perspectivas, los cuales
nos ayudarán más tarde a reflexionar sobre la comparativa entre ambas épocas y su representación en
un mundo actual muy diferente.
El movimiento por los derechos civiles es un movimiento de acción política revolucionaria
desarrollado entre fechas confusas pero cuya mayor incidencia coincidió en la década de los 60, cuando
tuvo más voz y seguimiento mediático gracias por su parte a figuras importantes como Martin Luther
King Jr., Malcom X, o los protagonistas de las películas que analizaremos más adelante: los siete de
Chicago y Fred Hampton. En este movimiento de corrientes marcadamente socialistas se luchaba
famosamente por la libertad del pueblo negro o de las mujeres, aunque también se mezclaron luchas
como contra la propia Guerra de Vietnam o un movimiento conjunto racial contra el sistema pertinente
de Estados Unidos y el conservadurismo opresor a las minorías étnicas, no únicamente la negra, sino
también de muchos otros orígenes.
El movimiento, de magnitudes extraordinarias, fue fomentado por una situación que llevaba
tiempo anticipándose en el país, no solo en el contexto de la Guerra Fría, sino en el desarrollo de un
Gobierno sistemáticamente supremacista blanco y clasista, conservador y opresor de las masas
haciendo uso sin problemas de las herramientas de poder del Estado y control de masas, incluyendo
un amplio control mediático. Todos estos factores y muchos otros ayudaron para la formación del
movimiento, claramente desarrollado en torno a objetivos claros, demostrando así uno de los puntos
de la desestabilización de la izquierda actual que propone Mouffe: la pérdida de un objetivo único y
claro.
El movimiento dejó una marca importante en la historia aunque no tanto un cambio real en el
sistema como se pretendía. A pesar de que sí se aceptaron algunas medidas que favorecían en cierta
manera a las minorías que luchaban en el movimiento, el sistema que conformaba la raíz y origen de
todas estas luchas no se modificó ni se desestabilizó, incluso podríamos decir que venció en esta batalla
política pues consiguió “callar” a las voces más importantes del movimiento y, con ellas, la lucha fue
desapareciendo. Sin embargo, aunque el sistema ganó e incluso pudo salir reforzado pues con los
cambios enmascarados con progreso se legitimó e hizo más fuerte, el movimiento por los derechos
civiles o Civil Rights Movement es una gran prueba del poder de las masas y hasta dónde pueden llegar
las pasiones por un movimiento y la lucha de izquierdas.
Nancy Fraser, otra importante filósofa política estadounidense, describió por su parte en 2008 en
su ensayo La justicia social en la era de la política de identidad: redistribución, reconocimiento y
participación, el deterioro de la izquierda como una divergencia de opiniones entre la lucha por la
redistribución, más relacionada con la lucha de clases, y la lucha por el reconocimiento, ligada al
feminismo y los movimientos por las minorías étnicas. Podríamos afirmar, tal vez romantizando el
movimiento demasiado por el factor nostálgico, que el Civil Rights Movement fue una convergencia
de ambas luchas, el primer momento en el que se luchó por la diversidad étnica y las libertades de
estas minorías, pero desde una perspectiva de clase muy relacionada con las teorías de Marx, entre
otros.
La mirada de Nancy Fraser apoya también esa de Mouffe, pues como la segunda afirma, hay una
pérdida de objetivos, y como lo hace la primera, hay una divergencia de estos que separa demasiado a
la izquierda.
Entre 2020 y 2021 dos películas situadas en este movimiento han sido estrenadas y han obtenido
merecido reconocimiento. Cada una de ellas, otorga una mirada al movimiento la cual vamos a usar
para demostrar cómo es un movimiento antisistema de estas características representado en una época
y un medio para siempre alineado por este mismo sistema. Estas son El juicio de los siete de Chicago
y Judas y el Mesías negro. La primera narra el caso real de un proceso judicial presentado por el
Gobierno federal contra este grupo de revolucionarios los cuales fueron acusados de conspiración,
incitación a disturbios y otros casos similares. La segunda, cuenta la historia de Fred Hampton desde
los ojos de William O’Neal, un infiltrado del FBI en el grupo de los Panteras Negras de Chicago, del
cual Fred era el presidente.
El juicio de los siete de Chicago es una película de protagonista colectivo en la que se cuenta la
historia de este grupo de acusados, el origen del evento, y el propio juicio entre ellos y el Gobierno de
los Estados Unidos. Aunque el guionista y director Aaron Sorkin muestra en la producción un gran
aprecio y fascinación por la causa original, podemos vislumbrar licencias de guion en ciertos puntos
de la historia los cuales hacen leves cambios que se adaptan a un público general, el cual no tiene por
qué estar enterado ni ligado a la lucha política que retrata el filme.
Por un lado, la película no narra de gran forma la realidad de la población negra y su lucha. Sin
embargo, este hecho no se le puede recriminar a la película sino a la historia, pues el único protagonista
negro del juicio fue Bobby Seale, el cofundador del Partido de las Panteras Negras, cuya presencia en
el juicio, como se dice en la peli, no estaba muy relacionada con los hechos que se presentaban sino
que era otra forma del Gobierno de tratar como delincuentes y fichar a los activistas negros. Incluso
uno de los puntos más importantes del juicio que hace al espectador entender la rivalidad presente en
este escenario entre acusados y abogados defensores y el juez al cargo del caso Julius Hoffman; Seale
carecía de representación legal pues se le fue negada repetidamente a lo largo del juicio.
La película falla en tratar al activista por la liberación negra como protagonista activo del filme y
de los hechos ya que le enmarca continuamente como víctima. Mientras el resto de acusados, dentro
del mismo trato pobre que sufren por parte del juez y de las falacias en las que se basa la acusación,
aún son dados la oportunidad de exponer su voz y tomar decisiones en la estrategia del juicio, el
cofundador de las Panteras Negras es sometido a todo tipo de actos de violencia tanto quitándole el
derecho a representación, negándole una posición justa en el juicio y más tarde castigándole por su
supuesta impertinencia al juez.
Otra característica a destacar de dicha película es la forma en la que se presenta en general el
movimiento por los derechos civiles. Por un lado nos presentan al grupo de los siete de Chicago como
los héroes del relato, mostrando sus argumentos y líneas de pensamiento principales así como sus
luchas (sobre todo por la finalización de la Guerra de Vietnam). Sin embargo, su tratamiento no es
muy profundo y la vía por la que se busca la empatía del espectador es la de las injusticias que los
acusados sufren durante el proceso judicial más que por una concordancia de ideas. No olvidemos que
lo primero por lo que se tiene que actuar al realizar cualquier producción es por la recepción del público
y por el buen rendimiento del filme en taquilla (no existe nada cuyo objetivo no sea conseguir más
ganancias dentro del capitalismo). Por otro lado, debemos hablar brevemente del tratamiento que el
“enemigo” recibe. El enemigo es claramente el Estado, representado en todas las figuras del Gobierno
que han movido el caso y el juez el cual está de su lado. Aun así, la búsqueda de estos enemigos está
más bien justificada en estas figuras que en el propio aparato del Estado, encontrando incluso
personajes dentro del sistema con los cuales el espectador empatiza como el fiscal del caso y el fiscal
general Ramsay Clark.
Por su parte, Judas y el Mesías Negro es una historia mucho más individualista cuyo enfoque, en
lugar de estar achacado al movimiento, es llevado a las figuras de los dos protagonistas: el líder de los
Panteras Negras de Illinois, Chicago, Fred Hampton y el infiltrado en el grupo por el FBI William
O’Neal. La película habla de la relación entre ambos personajes, cómo el segundo se acaba ganando
la confianza del primero, y los actos que este realiza dentro del Partido. En esta película vemos
enteramente la perspectiva negra que faltaba en el filme anterior, sin embargo, no existe ese tratamiento
de enemigo y lucha colectiva que la otra tenía. Aunque volvemos a empatizar con el protagonista
debido a los obstáculos que el sistema le pone delante, haciendo lo posible para callar su figura hasta
llegando a su asesinato en un asalto a su casa por parte de la policía, mientras dormía; este enemigo
no está enmarcado ni en el Estado ni en el sistema, sino en las figuras particulares que a lo largo del
largometraje dan las órdenes para someter al protagonista a dichos sufrimientos.
Este modo de representación que no acaba de centrar las razones del movimiento y usa otros
recursos para seguir apelando al público general es consecuencia directa de los tiempos actuales, en
los que las herramientas del capitalismo consiguen romantizar todas estas luchas como modo de
prevenir su formación de nuevo, pues se olvidan de las acciones reales y los objetivos reales de estas,
enfocándolos y justificándolos en otras épocas pasadas, aunque el sistema imperante sea el mismo y
existan los mismos conflictos, ahora escondidos por el Estado.
En esta representación encontramos también el difuminado de la lucha de la izquierda que cuenta
Mouffe como veíamos al principio del ensayo. Ahora podemos además, apoyar su tesis con estas
pruebas de representación, y con eso afirmar que este declive aún se puede apreciar veinte años más
tarde de la filósofa publicar su libro. Si es posible volver al contexto que el movimiento por los
derechos civiles presentaba es una pregunta a libre interpretación, aunque sí podemos señalar
acontecimientos que muestran lo cíclico de esta lucha como el movimiento Black Lives Matter, nacido
en los últimos años como respuesta a la violencia racial sistemática por parte de la policía y del Estado
hacia la población negra en el contexto de la época Trump.

BIBLIOGRAFÍA
Fernández, S. A. (2007). Contexto político y protesta: El movimiento por los derechos civiles en
estados unidos (1933-68). Revista De Estudios Políticos, (136), 11-49.

Fraser, N. (2008). La justicia social en la era de la política de identidad: Redistribución, reconocimiento


y participación. Revista De Trabajo, 4(6)

Geisinger, P. G. (2020). 'El juicio de los 7 de chicago' en netflix, así es la historia real. Retrieved from
https://www.fotogramas.es/noticias-cine/a34402303/el-juicio-de-los-7-de-chicago-netflix-historia-
real/

Mouffe, C. (1999). El retorno de lo político: Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radica


Paidós Ibérica.

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