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Ruinas re-habitadas.

En este proyecto tomé como motivo principal de mis composiciones, las ruinas.
El objeto por el que las tomé como motivo es el de desarrollar una serie de
pinturas en las que estas ruinas vendrían acompañadas con elementos
fantásticos y misteriosos, siendo influenciado principalmente por la pintura del
surrealismo y la pintura metafísica.

Durante el proceso de estas piezas,


reflexioné acerca de estos lugares y el
misterioso encanto que me provocaban.
Por un lado, me motivaban a imaginar
historias, pero también di cuenta de que
incluso me llevaban a pensar en el futuro
de la humanidad, en cuanto
desaparezcamos ¿qué habitará los
edificios, casas y demás construcciones
de nuestra especie? La propia naturaleza
fue la respuesta y añadí a mis pinturas
elementos orgánicos que simulan
plantas, árboles y musgo. Así mismo
encontré en la lectura del libro Habitar de
Juhani Pallasma interesantes reflexiones en torno al hogar, el acto de habitar y
del concepto de la casa. Para el autor, la casa es el escenario de la vida íntima
del ser humano, su hábitat es personal y único, se convierte la casa en una
extensión de la persona, como un órgano más; una huella dactilar:
"El acto de habitar es el medio fundamental en que uno se relaciona con el mundo. Es
fundamentalmente un intercambio de y una extensión; por un lado, el habitante se sitúa
en el espacio y el espacio se sitúa en la conciencia del habitante, y por otro, ese lugar
se convierte en una exteriorización y una extensión de su ser tanto desde el punto de
vista mental, como físico"

En cuanto llegó esta información a mí, configuré imágenes en las que las
construcciones se mezclaran con partes humanas, como criaturas en las que se
sintetizan dos naturalezas de distinto tipo: la orgánica y la inorgánica.
Arquitecturas móviles que habitan en mi inconsciente y que se presentan en
ensoñaciones.

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