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ENFASIS II

Preámbulo

Por: Diana Carolina Bolaños

21/09/2022

Universidad del cauca

Popayán
Declaración de artista:

El arte, se me ha mostrado como un concepto difícil de definir. Mi lío con el significado de esta
palabra solo parece crecer a medida que conozco y aprendo más sobre esto. Sin embargo,
después de ocho semestres de haberlo estudiado, se me ha hecho posible construir una definición
personal de este concepto tan amplio y subjetivo. Para mí, el arte es una acción creativa,
realizada para atender los impulsos sensibles de uno más artistas, con la intención de expresarlos
y comunicarlos de al resto del mundo. Aunque esta sea una definición muy abierta, siento que
contenerla aún más, limitaría la amplia gama de posibilidades que tiene un artista para para crear.
De lo visual a lo sonoro, de lo concreto a lo abstracto, de lo estático a lo cinético, y de lo
apreciable a lo interactivo, el arte puede venir de innumerables formas, construyendo y
deconstruyendo su significado múltiples veces, mientras el artista explora sus sensibilidades,
física y/o conceptualmente, casi sin límite alguno. Pero, hay algo más en el arte que lo hace
indudablemente arte, para mí, es su capacidad para conmover e inquietar los corazones de las
personas, tanto de aquel que lo crea, como de aquel que lo percibe.

Mi razón inicial para estudiar artes se basaba en un gusto algo superficial por dibujar. Pero,
aunque fuera solo subconscientemente, sabía que había algo detrás del arte más que solo la
belleza de una imagen bien pintada. Sabía que había algo que me podía impactar de una forma
mucho más profunda, que había cosas que el arte me podía hacer sentir, cosas que de ninguna
otra manera podría percibir. Recuerdo muy bien, por ejemplo, la primera vez que vi una obra de
William Turner. Sus pinceladas apenas y me comunicaban el paisaje que representaba, y aunque
solo la podía presenciar a través de la pequeña pantalla de un teléfono móvil, la atmósfera que
Turner había pintado me consumía por completo. Sentí, la intensidad de una tormenta, la
sublimidad de la naturaleza, y la nostálgica soledad de una brisa fría en invierno. La pintura
logró despertar en mí, no solo sensaciones que seguramente el artista tenía la intención de pintar,
sino también, emociones personales que me permitieron recordar algunas cosas importantes que
había estado ignorando. Mediante una pintura, me pude reconectar con una parte olvidada de mí
misma, y a la vez, puede empatizar con una persona de una cultura y un tiempo totalmente
distinto al mío. Creo que experiencias como esta y muchas otras, tanto con el arte que
experimentaba, como con el arte que hacía, son lo que me inspiró a continuar dibujando, y lo que
posteriormente me llevó a tomar la decisión de estudiar artes.
Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del Oeste, William Turner, 1844

El arte, me intriga por ser un reflejo de nuestra problemática humanidad, mostrándonos lo que
nos preocupa, conmueve, y enfurece. El arte es una cosa poderosa, porque nos permite vernos,
ver al otro, y al mundo desde una perspectiva más honesta y consiente. Es por esto, que para mí
la emoción más importante que nos puede obsequiar es la de la empatía, aquella que hace que el
mundo, con todo y nosotros incluidos, nos importe. En una sociedad que parece volverse más y
más nihilista, por el miedo mismo a sentir, se debe resaltar la inmensa importancia que tiene una
obra de arte que se atreve a enfrentar la realidad a pesar de su caótica y cruda naturaleza, solo
para demostrar la importancia que algo tan pequeño como un alfiler puede tener. Yo, aquí con
mis defectos, imperfecciones, y limitaciones, quiero crear arte, no solamente para satisfacer mis
impulsos estéticos, sino para demostrar que el mundo y nosotros quienes lo habitamos,
importamos.
Marco Conceptual:

Desde un principio, los conceptos que he abordado a partir del arte se concentraban en mi interés
y preocupación por el medio ambiente, y por nuestra relación frente a lo no-humano. Sin
embargo, analizando cómo se iban desarrollando mis trabajos a lo largo del tiempo, me fui dando
cuenta de una profundidad un poco más personal, sobre los temas que trataba en mis diferentes
proyectos.

¿Por qué estoy tan obsesionada con el medio ambiente, con los animales, y los fósiles? Una
pregunta que, aunque simple, no había podido responder hasta el momento que decidí ser
honesta conmigo misma. Lo que encontré fue un trasfondo que siempre había estado ahí, pero
que había estado ignorando. Mis afectos hacia la naturaleza y los animales, venían desde
experiencias de infancia, impactadas por las historias que me contaba mi madre sobre los seres
mágicos que se escondían entre las sombras de los bosques; por mis juegos solitarios e
imaginativos en el jardín, y los patios de las escuelas; y por las impresionantes revelaciones que
se me daban entre los montes y pastizales de lotes desatendidos: por ejemplo, descubrir por
primera vez, el significado de la vida y la muerte al ver la transformación de un cuerpo muerto y
en descomposición, a una tierra fértil donadora de vida.

Espacios como jardines, lotes, y bosques, me enseñaron mucho sobre el valor de la vida, sobre
la sencillez del hombre frente la inmensidad de la naturaleza, sobre los asombrosos aspectos
biológicos de sus seres vivos, sobre sus misteriosos fenómenos que ni la ciencia podría explicar,
y sobre lo que mi relación personal con naturaleza me revelaba de mi relación con mi familia, y
mis traumas de la infancia. Y todo esto, dado en un contexto de semi ruralidad, alejada de la
“verdadera naturaleza”, pero igualmente, teniendo contacto significativo entre la ciudad y el
monte.

Estas reflexiones, me llevaron a centrar mi atención sobre el espacio del jardín familiar. Este
lugar, no sólo revela, un historial de mi relación y la de mi familia con la naturaleza, sino
también la misma historia de mi familia. Mediante el jardín, he podido presenciar la armonía y
desarmonía en la que el humano puede vivir frente a la naturaleza, y frente a miembros de su
propia especie. El jardín también ha sido un lugar de seguridad, donde pasaba mi infancia
soñando con hadas, y donde mucha de mi inspiración ha surgido. Este se me ha mostrado como
un lugar de soledad placentera, uno que puedo percibir como ser vivo, como un
macroorganismo, que respira y canta.

Hasta ahora, había estado explorando el concepto del jardín familiar, en el sentido de memorias
personales: ante el ciclo de la vida y la muerte, experiencias sobre el cuidar y mantener un jardín
y sus animales (tanto domésticos como silvestres), y las historias sobrenaturales de mi mamá; y
usando como medio, la escultura en papel, y el dibujo en acuarela. Sin embargo, surge durante el
semestre pasado, la idea de un proyecto colectivo entre tres compañeras (Ana Isabel Peña, Laura
Natalia Lugo, y mi persona) pensando en la creación de un taller colectivo, donde cada una, a
partir de sus intereses propios, desarrolle un tipo de mundo imaginario, en el que se puedan
cubrir historias y sucesos personales a partir de la metáfora, sustrayendo distintos elementos de
lo real y del imaginario de la infancia, para crear nuevas experiencias sensibles que revelaran
mucho mas de nuestro ser, al recurrir a la imaginación, que ha sido una parte muy importante, no
solo de nuestro desarrollo como artistas, sino como personas. En mi caso, seguiré trabajando
sobre el jardín, y sobre las reflexiones ecológicas y familiares que me permite hacer, solo que
esta vez lo pensaré más desde la metáfora, recurriendo a mis memorias imaginativas de la
infancia, y a las historias sobrenaturales de mi mamá. Mis medios principales, continuarán
siendo la escultura en papel, y los dibujos en acuarela, pensando en la creación de un libro de
artista expandido.

Referentes:

Sandra Meesh

El trabajo de esta artista canadiense se basa principalmente en temáticas del paisaje y el medio
ambiente. Meesh logra establecer una relación profunda con los ecosistemas que habita, y es
gracias a esto, que puede capturar sus esencias mediante la pintura, el dibujo, y el tejido, entre
otros medios. Principalmente, me interesa la manera en que captura los ambientes, sus formas de
unir texto e imagen, además del modo en que usa las bitácoras. Es una referente importante para
pensar en la forma que habitó el jardín; y también, para consolidar las distintas maneras en que
podemos abordar un ecosistema imaginario.
Somerset Levels, Sandra Meech, fotografía sobre tejido, 2019

Somerset Levels, Sandra Meech, trabajo en bitácora


Mark Dion

Artista Estadounidense, más conocido por sus instalaciones científicas tipo gabinete de
curiosidades. Dion busca exponer una nueva manera de ver el mundo natural mediante sus
montajes, poniendo en cuestión las perspectivas científicas convencionales. Me interesa la
manera en que cubre el concepto de la naturaleza, mediante la taxonomía, uniendo de cierta
manera el arte y la biología. También resaltó su uso de gabinetes, y talleres como montaje
interactivo, pues el artista busca crear la sensación de descubrimiento, al permitir que el
espectador explore el contenido del taller por sí mismo. Además de esto, resaltó su manera de
manejar el espacio.
Travels of William Bartram Reconsidered, Mark Dion, 2008

Referentes Literarios

Mushishi (Yuki Urushibara)

En esta serie de novelas gráficas, la autora relata múltiples historias cortas sobre seres invisibles
e imperceptibles que habitan y componen las bases más misteriosas y primordiales de la
naturaleza. El conflicto central de la serie está en la manera en que estos seres supernaturales
afectan las vidas de los humanos, muchas veces volviéndose un vehículo metafórico para
explorar los problemas psicológicos de los personajes, además de poner en cuestión nuestra
relación física y metafísica con la naturaleza. Tomo como referente la creación y uso narrativo de
las criaturas que Urushibara protagoniza en su obra, además de la composición narrativa y
gráfica que usa para contar las historias, muchas veces no solo permitiendo una lectura fluida
entre viñeta y viñeta, sino también envolviendo al lector entre las ilustraciones fantásticas que
componen su trabajo. Además de esto, la gráfica narrativa de la autora presenta y construye el
ambiente de la historia a la perfección, dejando claro que la manera ideal para contar estas
historias es mediante el formato manga. Por otro lado, denoto las fuentes de inspiración que la
autora usa para sus narraciones, pues de acuerdo a ella, estas nacen de sus experiencias de
infancia y de las historias que su abuela y vecinos le contaban sobre los seres misteriosos que
habitaban en la naturaleza.

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