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Revista Argentina de Psicopatología - Vol.

1 - Ng2 - 1990

La pareja perversa*
Janine Puget

Miembro Titular de Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (A.P.deB.A.).


Miembro Fundador de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo (A.A.P.P. de G.).
Paraguay 2475. (1121) Buenos Aires.

El tema de la perversión puede ser encarado desde muy creta lleve al concepto de intimidad compartida ni promue-
diferentes perspectivas, si bien en este artículo lo haré va en el tercero un deseo de conocer: promueve un deseo
desde el de la pareja perversa. Sólo esbozaré algunas de mirar, un mirar intrusivo, erotizado, que no refleja ni con-
líneas que permitan ubicar este tema en un campo tan firma la identidad.
complejo. Considero que un cierto grado de perversidad es Lo secreto no' ocupa el lugar de escena primaria porque
inherente a todo vínculo de pareja. A esta afirmación será ésta es una representación faltante en la estructura perver-
conveniente que la fundamente después de haber recorri- sa, y por faltante entiendo evitada, desmentida. El tercero
do algún camino en la comprensión del vínculo perverso. es un yo que debe mirar y de alguna manera estar pendien-
¿Qué se entiende por perversión? ¿Cómo y desde te de lo que sucede entre los dos Yoes dedicados a la orgía
dónde puede pensarse una estructura perversa para que de la transgresión. Sobre él se ejerce poder para mantener-
dé lugar a la constitución de un vínculo perverso? Recorde- lo en un lugar fijo de curioso deseoso de saber, como si el
mos a Freud en Tres Ensayos donde al describir la fase po- saber lo tuviera la pareja. Pero el saber de la pareja es un
limorfa perversa se refiere a una particular modalidad de saber fetichizado que conserva su cualidad de tal siempre
los instintos parciales en la que todo vale y durante la cual y cuando otro Yo esté ubicado en el lugar del no-saber
hay un incremento de los pares sadismo-masoquismo, vo- deseoso de saber.
yeurismo-exhibicionismo, etc. que organizan un vínculo. En el vínculo analítico el analista, cuando ocupa ese lu-
Este es un buen punto de partida pero no alcanza. gar, puede llegar a transformarse en preguntón; quiere sa-
Sin embargo pareciera que en una pareja perversa todo ber lo que cree que la pareja sabe y se encuentra que aun-
vale, menos algo que es lo que hay que evitar. Ya no es un que contestan a sus preguntas las respuestas no informan
todo vale sin límites: vale todo lo que puede parecer prohi- y tan sólo producen un corrimiento de la curiosidad. Por su-
bido y hay que evitar un cierto conocimiento. Es justamen- puesto la pareja posee un saber, el de la transgresión, pe-
te el todo vale menos algo que se constituye en una de las ro no posee el conocimiento en tanto lento proceso de acer-
dificultades para el análisis y a la vez en desafío para el ana- camiento a la verdad. Quiere ésto decir que la escena pri-
lista. maria en tanto fantasía originaria estructurante del vínculo
La pareja-paciente dispone de una condición inherente es despojada de una de sus características, la de ser no
a su estructura, que es la escenificación y dramatización. cognoscible y es reemplazada por una otra actividad que
En ese caso también será escenificado en el campo trans- se transforma en secreta, impidiengo u obturando el libre
ferencial-contratransferencial el todo vale menos algo y los desarrollo del secretear funcional (Puget, J., Wender, L.,
personajes tendrán a su cargo el desarrollo del drama. 1979). Es interesante notar que el secreto construí do sobre
Propusimos con Berenstein (Berenstein, J., Puget, J., la imposibilidad de soportar la prohibición tanto del inces-
1988) una tipología de las parejas, agrupando los distintos to como la castración, capaz de establecer límites, es un
funcionamientos en tres grandes cuadros dependiendo del secreto vacío de significado. Dicho saber al adoptar la es-
lugar del tercero y del tipo de discriminación entre los dos tructura del secreto ubica a un otro afuera en la posición de
Yoes, sea éste narcisista o edípico, que rige en la estruc- curioso, siendo suficiente para el mantenimiento del funcio-
tura. Así hablamos de funcionamientos narcisistas, de fun- namiento perverso. Algunos vínculos celógenos-celosos
cionamientos triádicos limitados y de funcionamientos triá- coinciden con la descripción. El celoso se ubica en curioso
dicos. La pareja perversa corresponde a funcionamientos y excluido de un secreto, siendo éste el que construye el ce-
triádicos limitados, queriendo con ésto decir que a diferen- lógeno con un otro. Circula entre el celoso y el celógeno un
cia de funcionamientos duales, narcisistas, el tercero ocu- funcionamiento tiránico erotizado que los mantiene unidos
pa un lugar, en tanto sostén del vínculo en alguna posición y pendientes uno del otro.
de exclusión, sin que esa exclusión implique el reconoci- En la estructura perversa faltan las defensas necesarias
miento de la escena primitiva en tanto uno de los factores a otras estructuras tales como la vergüenza, faltan catego-
sostén y organizador de la constitución de la pareja. rías morales mediante las cuales instaurar un sentido ético
En la pareja perversa el tercero ocupa distintos lugares y falta una cualidad dolorosa que tan sólo reaparece cuan-
y revestirá diferentes modalidades. Ora es un cómplice, ora do la pareja puede restablecer un secretear útil y constitu-
alguien para seducir y denegar, o alguien ante quien exhi- tivo de su identidad. Pero ello abre el Gamino a un senti-
birse, o alguien excluido de un secreto. El secreto ocupa el miento de ~error ante lo que les falta o lo que desconocen
lugar que debiera ocupar la escena primaria sin que lo se- y una simult~nea fascinación ante un tipo de sexualidad y
•Conferencia realizada en Curso de Extensión de Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (A.P.deB.A.), 1989 y en el Centro de
Estudios en Psicoterapias, XII Jornada Anual 1990. Perversiones. Consderaciones Psicopatológicas. Octubre 1990.

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de goce de orden pregenital que debe ser repetida para habitualidad es el hombre el ubicado en el lugar del violen-
evitar el surgimiento de lo que pud iera producir una viven- to.
cia terrorífica. Horror y fascinación llevan a repetición sin Lo diferente no actúa como estímulo para una comple-
fin . Es probable que una pareja perversa hable muy rápida- jización vincular sino tan sólo es productor de vínculos ba-
mente y con mucho desenfado de ciertas prácticas sexua- sados en pares humillador-humillado o despreciativo-des-
les o utilice un lenguaje procaz y conserve en secreto un preciado. Lo diferente se instala como una cuña que esti-
hábito alimenticio o la necesariedad de ciertos objetos fe- mula un deseo insaciable que por insaciable nunca podría
tichizados. El pudor existe pero se dirige a algo que no tiene cambiar de cualidad. Son parejas asimétricas en las que
esa cualidad para un otro. están pervertidas las categorías de permitido y prohibido.
La pareja perversa no requiere de sus miembros que Es bueno todo lo que puede producir sufrimiento al otro, es
individualmente tengan un comportamiento perverso. En lindo todo lo que permite crear fetiche.
cambio es necesario que una particular combinatoria pueda En situaciones de violencia familiar sin intervención de
llevarlos a la instauración de un otro orden , donde la la violencia física es indistinto si el lugar del ideal lo ocupa
diferencia no pasa por lo que tradicionalmente puede ser la mujer o el hombre. Pueden ser parejas que tienen un
considerado como estructurante de un vínculo y tampoco pacto de admirador-admirado con una modalidad despo-
ocupa un lugar lo que falta. Son parejas de difícil acceso jante. Un Yo necesita que el otro tenga logros y éxitos sin
porque no les falta nada. Más bien les sobra. Es dificil tomar en cuenta el esfuerzo que conlleva la obtención de
descubrir lo que les falta. Como ya dije la pareja .tiene un dichos logros. El exitoso se siente poco a poco despojado
secreto que no es el de la escena primaria sino el de la de su propia identidad y revestido de una identidad proté-
transgresión. Es ese secreto el que Ja mantiene unida en sica que se torna en trampa narcisista.
una orgía de sufrimiento erotizado. La pareja pervesa tiene En una pareja él, industrial exitoso, es permanentemen-
siempre un público ante quien se exhibe y de quien se te estimulado para que siga ocupando lugares de prestigio
esconde. Lo secreto es público y lo público es secreto. mientras simultáneamente ella le recalca su incapacidad
Es posible detectar por lo menos dos modalidades de afectiva. El es mucho mayor que ella, lo que ejerce un efec-
funcionamiento perverso. to de fascinación mutua. Cuando él se acerca, ella le expli-
1. En una, aparentemente Ja diferencia es reconocida ca que no lo sabe hacer, que es inútil oque no es el momen-
- pero no en tanto constitutiva de lo que llamo /as diferencias to adecuado. El estableció un vínculo incestuoso con una
básicas, o sea la diferencia de sexos y la diferencia genea- de sus hijas, con la cual comparten actividades de las cua-
lógica, que dan lugar a la constitución de vínculos exogá- les está excluida la esposa. La esposa se exhibe con otros
micos como diferentes al vínculo endogámico . hombres con quienes niega tener algún vínculo más íntimo.
¿Cómo tenemos que entender aquellas leyes fundantes Ella le propone programas variados que no son compati-
de un orden en la estructura vincular? Una manera de pen- bles con su actividad laboral, si bien él hace esfuerzos de-
sarlas es partir de las prohibiciones que regulan el pasaje 'nodados para acceder a dichos programas, que en gene-
de la endogamia a la exogamia. Y una manera de observar- ral son vistos como de lucimientos sociales. Al mismo tiem-
las es a través de los parámetros definitorios de la entidad po esos programas requieren el gasto de sumas fabulosas.
pareja1 • Para conservar el status adquirido se mueven en una per-
En las parejas a funcionamiento perverso el reconoci- manente exhibición de riquezas, situación que parece im-
miento de la diferencia de sexos proviene de una teoría portarles a los dos y les gusta. Esta situación promueve la
falsa que podría ser enunciada de la siguiente manera: "la envidia de quienes los rodean, como si poseyeran algo tan
mujer no tiene pene porque la castraron". Cuando impera maravilloso como aquellos objetos que compran. Su secre-
esta teoría la pareja puede en lo manifiesto recalcar las to es el empobrecimiento de su relación, que se manifestó
diferencias, si bien al obsevarla detenidamente no lo hace como una grave afección somática para él y una depresión
necesariamente desde características fundamentales o importante para ella. El esfuerzo de esta pareja tendía pa-
desde formulaciones verdaderas. Podrá reconocer no tener ra él a separarlo de una familia de origen de recursos limi-
algo, pero armará una teoría falsa para explicarlo. Los tados, y para ella a demostrar a su propio padre que su ma-
lugares de esposo y esposa son ocupados indistintamente rido era más importante que su padre, pudiendo simultáne-
por cualquiera de los dos Yo. La pareja desplaza la noción amente conservar un vínculo incestuoso con él. El padre no
de diferencia sobre aspectos parciales y no esenciales que entregó su hija al hombre que entonces no podía ser yer-
de alguna manera llevan a que se establezcan vínculos no. Pero como el yerno oficiaba de padre aparentemente
cada vez más estériles. Para evitar dicha esterilidad la no necesitaba pasar por las vicisitudes edípicas necesarias
pareja tendrá que producir eventos que se agotan rápida- para ocupar el lugar de marido. Como padre podía ser tirá-
mente. La erotización de esta modalidad produce la impo- nico y su falta de afectividad apacigvaba los temores ante
tencia de uno de los dos transformándose el otro en un ideal las fantasías incestuosas.
donde lo idealizado es una cualidad equiparada a algún 2. Pasemos ahora a la otra modalidad: en ésta /a diferen-
rasgo que denota fuerza pero que emana de una categoría cia es desmentida dando por resultado que lo diferente es
nociva. Por ejemplo, pueden tener la teoría que la virilidad igual. La teoría es que la mujer tiene pene. No sólo es des-
depende de algún comportamiento tiránico y la femineidad mentida la percepción real del pene o de su ausencia, sino
de una posición de sometimiento y en base a esto desarro- que falta en la perversión una modalidad organizadora in-
llar un vínculo donde priva el maltrato. herente a cualquier estructura. Esa modalidad organizado-
En algunas ocasiones uno de los miembros de la pare- ra faltante puede dar lugar a parejas unisex donde quedan
ja puede producir enloquecimiento en el otro. En este caso anulados como organizadores los parámetros definitorios.
el pervertidor se ubica en el lugar del ideal y es sostenido Es lo que escenifica la pareja ocupando sus lugares como
en su lugar por el Yo enloquecido y cada vez más humilla- si fueran iguales. La pareja desarrolla vínculos de compli-
do y desvalorizado. Este funcionamiento se ve con frecuen- cidad y altera también las categorías de permitido y prohi-
cia en situaciones de violencia fam iliar donde con mayor bido. Se puede comparar con una pareja de adictos cuya

1 Los parámetros fueron definidos por nowtros (Puget, J., Berensteín, l., 1988), como la cotídíaneidad, el proyecto vital, la
tendencia monogámica y las relaciones sexuales.
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meta fuera la de convencer de la bondad de sus métodos. zado. Cuando hablo de Ley -insisto- me refiero tanto a
También se puede comparar con una pareja homosexual. la que establece la diferencia de sexos como a la que otor-
Hasta ahora he insistido sobre el lugar de las diferencias ga a la vida y la muerte su significación, y la que distribuye
y su semantización. posiciones y lugares en la estructura familiar y social. Es
Otro eje alterado en la pareja perversa es el que organi- aquella que habla de los grandes órdenes de la vida y que
za las categorías de verdad, falsedad y mentira. Pareciera puede ser hablada por figuras representativas. Se transfie-
que la pareja perversa se conjuga para sostener teorías re sobre el encuadre analítico o algún componente del mis-
falsas. Utilizo aquí el concepto de falsedad, no como equi- mo llamando la atención como en algunas ocasiones el en-
valente a no conocimiento sino como equivalente a des-co- cuadre incluso pueda ser respetado escrupulosamente. En
nocimiento. No conocimiento es equiparable a posible de esos casos habrá que indagar si éste ocupa el lugar de la
ser conocido, mientras que des-conocimiento inclye meca- Ley o si no ha seguido un proceso de fetichización.
nismos de negación o desmentida mediante los cuales el Transgredir adquiere aquí el sentido de violar. Violación
conocimiento es des-hecho de alguna otra manera. Falsa de la Ley, violación en su sentido literal que implica crear
es la teoría sexual según la cual las mujeres tienen pene. líneas de quiebre u orificios donde no los hay, incluso
Falso es que una pareja pueda constituirse sin asumir la utilizando los existentes pero sin respetar una de sus
prohibición del incesto y por fo tanto la exogamia. Falso es cualidades, que es la de tener algún mecanismo de regu-
que lo diferente es igual. Falso es que pueda organizarse lación de la entrada y salida.
un vínculo adulto sin pasar por la angustia de castración. La Ley aquí tiene varios significados: la ley del cuerpo,
Falso es que la escena primaria pueda transformarse en la ley de la organización familiar y la ley social. En cada uno
una escena cognoscible en lo real. Para conservar estas de estos espacios la violación se manifiesta de diferente
creencias la pareja acudirá a trastocar categorías éticas y! manera. Por ejemplo si se trata de la violación del orden
o estéticas. El placer es un otro placer sin límites que sólo que impone posiciones y lugares para la constitución de la
ellos conocen y al cual otro no podría acceder. Pero aqúi estructura familiar, ésta se podría manifestar como intento
hay una dificultad. Buscar un otro placer no es necesaria- de abolición de la diferencia entre padres e hijos, o su con-
mente perverso, pero sí lo es cuando la imperiosidad de trario, el transformar un vínculo de pareja en un vínculo pa-
esta búsqueda está sostenida por la re negación de aquello dre/madre/hijo/hija. La violación de la diferencia genealógi-
faltante acudiéndose a cualquier medio con tal de conser- ca puede manfiestarse tanto en fantasía corno en realidad
var la ilusion de una completud inalterada, completud que en parejas que tienen entre sí una notable diferencia de
se confirma con el goce sin límite. Goce de la tiranía, del edad. La sustitución del lugar de esposo/a por el de padre/
placer, del sojuzgamiento que se organiza en pares dentro madre impide la asunción de lugares y funciones claramen-
de la pareja o con algún otro fuera de la pareja, pero en te discriminados. El funcionamiento lleva a ubicarse en her-
relación de dependencia con ellos. mano de sus propios hijos y padres, o establecer una rela-
He hablado de falsedad y no de mentira porque ambas ción maternizada del padre con sus hijos y paternizada de
dependen de la utilización de diferentes mecanismos de la madre con sus hijos. En la pareja a la cual me referí, la
defensa. En la mentira predomina una necesidad de trans- del hombre existoso, él estableció con su hija un vínculo de
formar el mundo de acuerdo aldeseo en general intentando complicidad de hermanos y decía ocuparse en la casa de
burlar los efectos de un Superyo severo. La mentira tiene todo lo que la esposa hubiera tenido que hacer. En otro pla-
un componente conciente donde entran cuestiones de no él y su hija constituían la pareja matrimonial y la espo-
negación. Pero si bien parece un trastorno de la madurez sa excluída y enloquecida quedaba girando en órbita en
(O'Shaughnessy, E., 1990) se trata de una dificultad primi- torno de esta pareja incestuosa.
tiva con vínculos primarios donde circulaban mentiras y no Todo lo que pueda llevar a desoír un orden se transfor-
con proposiciones. En la falsedad predomina la denega- ma en organizador del vínculo. En el análisis, la pareja per-
ción. Falsas son las teorías sexuales infantiles y también lo · versa no oye la interpretación corno aquello que la podría
son algunas teorías explicativas de las parejas. La falsedad llevar al conocimiento sino corno un instrumento útil para
se refiere a los vínculos y a las proposiciones. consolidar un par potencia-impotencia, sadismo-maso-
La pareja perversa crea fetiches mediante los cuales quismo, etc.
puede conservar la ilusion de evitar tomar conocimiento de Tratemos de pensar cómo puede ser el acuerdo que
los que les falta. No les falta, tienen y mucho mejor pues el sella un vínculo perverso. Su fundamento es el de utilizar
fetiche al responder a la pulsión de apoderamiento estará los mecanismos inherentes a la intersubjetividad para ase-
siempre presente cuando se lo necesite. Todo objeto es ca- gurarse que una percepción intolerable no sea revelada.
paz de ser fetichizado y ocupar el centro de la relación. Es- Algunos secretos familiares vergonzosos ocupan ¡;¡ste lugar.
tos fetiches forman parte de su secreto si bien puede tratar- La prohibición del incesto y de la castrnción no habrá de
se a veces de un secreto a voces . Lo secreto es el valor de ejercerse y en cambio será prohibido revelar la existencia
fascinación que ejerce su exhibición y no el contenido. El fe- de una Ley organizadora de los vínculos. La unión tiende a
tiche es exhibido pero lo que permanece secreto es el lugar confirmar a ambos miembros de la pareja la verdad de
que ocupa en la organización mental de la pareja. ciertas afirmaciones que incluyen falsedad, para lo cual
La conservación del fetiche requiere para su manteni- necesitan un otro a quien decírselas. El otro real o fantasea-
miento rituales que forman parte del proceso de fetichiza- do refuerza la complicidad de la pareja tendiente a evitar el
ción. El fetiche en la estructura perversa debe ser investido horror que les produce el reconocimiento de la diferencia
como tal por ambos miembros de la pareja, si bien algunas de sexos y de la diferencia genealógica, así como los
veces es un parte del cuerpo de uno de los dos o un ador- límites de lo posible.
no que habrá de llevar puesto indefectiblemente uno de los Para una pareja perversa nada es imposible, sobre todo
Yo. Cualquier objeto puede ser entronizado al lugar de fe- si parece imposible para quien la mira. Circula en el vínculo,
tiche. un componente de fascinación que tanto puede ejercer uno
La pareja perversa vive en la transgresión, pero necesita de los miembros del vínculo como alguna meta que se pro-
la Ley para transgredirla, agregándose un componente de pone la pareja, la cual siempre incluirá la idea de imposible
desafío. (Clavreul, J., 1967). Este funcionamiento es eroti- para algún otro. Fascinan porque "saben" lo que otros igno-

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ran, porque tienen acceso a un mundo al cual no se acce- conjunto de indicadores que nos permitan abrirnos un
de cuando la represión está instalada, fascinan porque es camino en el polimorfismo que puede adoptar una estruc-
la única manera de eludir un vacío, siendo su mayor secre- tura perversa? Hay muchos indicadores pero uno de los
a
to el vacío. Pueden fascinar un tercero o uno de los dos que encontramos con bastante frecuencia en la contra-
fascinar al otro manejando un cierto tipo de argumento que transferencia es una alternancia entre fascinación y desin-
parece infalible. Pueden también producir tedio y aburri- terés, potencia e impotencia, esperanza y desesperanza . .
miento a causa de lo repetitiva de la transgresión. Si por al- El todo vale menos algo utiliza aquella franja del vínculo de
gún azar el excluído penetra en ese mundo que parecía tan mayor fragilidad emocional e identificatoria desde donde
fascinante, se encuentra con una burbuja vacía. surgen los comportamientos locos.
En algunas parejas perversas el acento está puesto en Cuando en un comienzo les dije que un cierto grado de
descolocarse y descolocar. Por ejemplo en el momento en perversidad es inherente a toda pareja es porque conside-
que uno de los dos pareciera deseoso de saber acerca de ro que el pasaje de la endogamia a la exogamia con todo
sus funcionamientos mentales, el otro propone un cambio lo que comporta no es un acto puntual sino un proceso nun-
de nivel-descalificando y humillando a quien se hace cargo ca acabado que se resignifica a lo largo de la vida, llevan-
del deseo de conocer. Ello daría cuenta de lo que a nivel do a sucesivos cortes, y que todos los mecanismos descri-
intrasubjetivo fue llamado escisión del Yo. A nivel intersub- tos participan de alguna manera en la constitución de cual-
jetiva se traduce en la permanencia de dos proposiciones quier pareja.
contradictorias, mecanismo a su vez fascinante e irritante. Tal vez los mecanismos descritos les resulten familiares
Estas parejas se manejan también con universales par- pero sin embargo hay una diferencia entre un funciona-
tiendo de la idea que un universal emerge de lo singular. miento perverso en tanto predominante y un grado de per-
Por ejemplo: si yo hago, todos hacen, ésta es la norma. versidad vincular.
Todo aquel que no es como ellos es denigrado o despierta
cierta conmiseración por no poder participar de esa espe-
cie de placer de los Dioses que ellos conocen: Referencias bibliográficas
En resumen entran dentro de este cuadro vínculos asi-
métricos pasionales (Aulagnier, P. 1979), tiránicos, violen- Aulagnier, P., 1979, "Les relationsd'a-symétrie et leur pro-
tos, adictos a drogas, al juego, etc. En este último caso la totype: la passion'\ en Les destins du plaisir, París, PUF
pareja puede funcionar en forma simétrica erotizando el vi- 1979.
vir al filo de la navaja, al borde del abismo, en definitiva ju- Clavreul, J., 1967: "Le couple pervers", Le désir et la
gando con la muerte. Este juego en un vínculo asimétrico perversion, p. 91. Editions du Seuil. 1967.
consiste en que un Yo ejerza sobre el otro un dominio de tal O'Shaughnessy, E., 1990, "Can a liar be psychoanalysedr,
índole que el otro se transforme en su propio juguete, co- lntemational Journal of PsychoAnalysis, vol. 71, part. 2,
mo si estuviera a su merced. Entran también los vínculos si- pág. 187, 1990.
métricos a los que llamé unisex, donde la indiscriminación Puget, J., Berenstein l., 1988, "Tipología del vínculo de
está al servicio del mantenimiento de una ilusión de seme- · pareja'', Cap. 3, "Parámetros definitorios, Cap. 1. Psicoaná-
janza. lisis de la pareja matrimonial, Buenos Aires, Paidos, 1988.
En un comienzo mencioné un concepto útil: el todo vale Puget, J., Wender L., 1979, "Los secretos y el secretear",
menos algo. ¿Habrá una sola forma de todo vale o habrá un Psicoanálisis, Vol. 11, N2 1, 1980.

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