Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13:465–
494 https://doi.org/10.1007/s40821022002312
ARTICULO ORDINARIO
Inclusión financiera y prácticas empresariales de las microempresas
en Colombia
Recibido: 10 noviembre 2021 / Revisado: 31 agosto 2022 / Aceptado: 23 diciembre 2022 /
Publicado en línea: 1 de febrero de
2023 © Los autores 2023
Resumen
Se sabe que la inclusión financiera es relevante para mejorar las perspectivas de crecimiento de las
microempresas. Esta investigación tiene tres objetivos. Primero, explorar cómo la adopción de
prácticas comerciales puede afectar el uso de productos y servicios financieros de estas empresas.
En segundo lugar, determinar si los mayores niveles de formalización de las microempresas median
el impacto. En tercer lugar, establecer si existen diferencias según género y nivel educativo. Se
estimó un modelo de ecuaciones estructurales para probar estas hipótesis considerando la posible
endogeneidad de las principales variables de interés. El modelo incluye variables latentes modeladas
en forma de análisis factorial confirmatorio.
Las estimaciones se basan en información autoinformada recopilada a través de una encuesta de
1542 microempresarios en 10 ciudades de Colombia en 2019. Los resultados muestran que los
microempresarios que adoptan (más) prácticas comerciales tienen una mayor inclusión financiera.
Ninguna categoría específica de prácticas comerciales impulsa los resultados. El efecto es mayor
para los hombres que para las mujeres y no está presente para los microempresarios de bajo nivel
educativo. Además, la iniciativa personal, una construcción psicológica, se relaciona indirectamente
con una mayor inclusión financiera al aumentar la adopción de prácticas comerciales. Finalmente,
no hay evidencia de que esto sea impulsado por niveles más altos de formalización,
independientemente del conjunto específico de requisitos que se consideren. Nuestros hallazgos
respaldan los esfuerzos para mejorar las habilidades comerciales de los microempresarios y exigen
estrategias de política pública más integrales. Estos hallazgos abren la puerta al uso de programas
de capacitación basados en habilidades blandas que mejoran las prácticas comerciales para mejorar
la inclusión financiera de las microempresas.
Palabras clave Inclusión financiera ∙ Prácticas empresariales ∙ Formalidad ∙ Iniciativa personal ∙
microempresa
Clasificación JEL C30 ∙ D22 ∙ O17
* Juan Carlos UrueñaMejía
juanca.uruena@urosario.edu.co; juan.urena@uniminuto.edu
Información ampliada del autor disponible en la última página del artículo
1 3
Vol.:(0123456789)
Machine Translated by Google
466 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
1. Introducción
La importancia de la inclusión fnanciera para las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) ha
sido cada vez más investigada por académicos de diferentes campos y ha estado en la agenda de los
formuladores de políticas. Las MIPYMES comprenden más del 95% de las empresas en todo el mundo. En
los países de ingresos bajos y medianos, estas empresas son responsables de un porcentaje signifcativo
del empleo total; más del 50% de los trabajadores están empleados por empresas con menos de 100
empleados (Ayyagari et al., 2014). La inclusión financiera ayuda a aliviar las restricciones de crecimiento
de las MIPYMES y aumenta su acceso a fuentes externas de financiamiento, lo que ayuda a nivelar el
campo de juego entre empresas de diferentes tamaños (Beck & DemirgüçKunt, 2006; Brixiová et al., 2020;
Nizam et al . , 2021). Sin embargo, incluso en los países desarrollados, la inclusión fnanciera no es sencilla,
especialmente para las microempresas. Por ejemplo, las tres cuartas partes de las microempresas en el
Reino Unido reportaron problemas para obtener financiamiento, lo que constituye un obstáculo para el
crecimiento empresarial (Lewis & Lindley, 2015).
Por lo tanto, cómo desencadenar la inclusión financiera para estas empresas es una necesidad central de
política pública, pero cómo hacerlo sigue siendo una pregunta abierta. Como resultado, la mayoría de las
microempresas siguen siendo pequeñas porque sus propietarios no pueden convertir su conocimiento en
un éxito comercial (Wangmo, 2015).
Stiglitz y Weiss (1981) fueron pioneros en la literatura sobre el acceso de las pequeñas empresas a los
servicios financieros al destacar que las MIPYME a menudo carecen de acceso a dichos servicios debido
a las asimetrías de información entre los proveedores de crédito y los solicitantes de las pequeñas
empresas. La literatura reciente se ha centrado en las pequeñas y medianas empresas (Allen et al., 2016;
DemirgüçKunt, 2013; Gabor & Brooks, 2017; Ouma et al., 2017; Zins & Weill, 2016; Wang & Guan, 2017) ,
y centrarse en determinantes clásicos de la inclusión fnanciera como la formalidad (DablaNorris & Koeda,
2008; De Mel et al., 2013; McKenzie & Sakho, 2010; Rodríguez Zamora, 2018), el género (Fowowe, 2017;
Zins & Weill, 2016), educación (Ahmad et al., 2020; Allen et al., 2016; Fungáčová & Weill, 2015; Ghosh &
Vinod, 2017; McKenzie & Woodruf, 2017; Wang & Guan, 2017; Yan & Qi, 2021 ; Zins & Weill, 2016), entre
otros (Geraldes et al., 2022; Salignac et al., 2016). Se sabe menos sobre el caso específco de las
microempresas, que enfrentan condiciones particulares en comparación con las demás MIPYMES (Prijadi
et al., 2020). Primero, en la etapa empresarial, la mayoría de las necesidades de financiación se resuelven
a través de familiares y amigos; luego, los préstamos provienen de la cadena de suministro oa través de
redes comerciales. En segundo lugar, los propietarios de microempresas a menudo carecen de habilidades
comerciales fundamentales o conocimientos relacionados con la información financiera y el marketing, lo
que limita su capacidad para convencer a los bancos e inversores (Allen et al., 2016 ). Tercero, las
preferencias de los propietarios pueden priorizar aspectos diferentes al crecimiento de la empresa, lo que
resulta en incentivos no alineados con los inversionistas tradicionales (Clark & Douglas, 2014).
Una razón potencial no explorada del bajo acceso a los servicios fnancieros es la falta de adopción de
prácticas comerciales bien conocidas que son predictores reconocidos del desempeño de las empresas
(Fabling & Grimes, 2007; Forth & Bryson , 2019; McKenzie & Woodruf, 2017) . Algunas de las razones de
este bajo nivel de adopción son la falta de conocimiento sobre sus beneficios potenciales y su uso o
implementación inadecuados (Bloom et al., 2010).
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 467
El objetivo del documento es triple. Primero, llenar el vacío en la literatura sobre cómo la
adopción de prácticas comerciales puede afectar el uso de productos y servicios financieros por
parte de las microempresas1 . En segundo lugar, estudiar si los mayores niveles de formalización
de las microempresas median el impacto entre las prácticas empresariales y la inclusión financiera.
La formalidad es una preocupación central de la política económica en los países de ingresos
bajos y medios, ya que se argumenta que la formalización contribuye al crecimiento y la
supervivencia de las empresas (Ulyssea, 2020 ). En tercer lugar, analizar si dichas diferencias
varían según el género y el nivel educativo, que son reconocidos predictores de la inclusión
financiera. Lo hacemos estimando el efecto causal de las prácticas comerciales en la inclusión
financiera utilizando un enfoque de modelo de ecuaciones estructurales (SEM). Como algunos de
los conceptos son construcciones basadas en varias medidas observadas, desarrollamos un
sistema de medición utilizando un análisis factorial con frmatorio (CFA) que se estima
conjuntamente con el SEM. El SEM incluye restricciones de exclusión para la identifcación para
hacer frente a la posible endogeneidad en términos de formalización y adopción de prácticas
comerciales. Como instrumentos, consideramos (i) las creencias sobre la formalidad general del
sector económico local y (ii) la iniciativa personal de los propietarios, respectivamente. Las
restricciones de identificación subyacentes de estos instrumentos se discutirán más adelante en detalle.
Nos enfocamos en Colombia, donde alrededor del 83% de las microempresas no solicitaron
préstamos y solo el 72% solicitó préstamos bancarios. La baja demanda de productos de crédito
y ahorro por parte de las microempresas se explica por factores asociados a la autoexclusión
(Zuleta, 2018), el nivel de formalidad de las empresas y los informes adversos de riesgo crediticio
(CámaraComercioBogotá, 2019). Se utilizó información de un Estudio Nacional de Emprendimiento
de Comerciantes (ENET) que abarcó 1542 microempresas en 10 ciudades, realizado en 2019
(Gutiérrez et al., 2020) .
El documento contribuye principalmente a la literatura sobre inclusión fnanciera al mostrar que
los microempresarios en Colombia que adoptan más prácticas comerciales usan más productos
y servicios fnancieros en promedio. Estos resultados no son válidos para los microempresarios
menos educados (por ejemplo, solo educación primaria), y el impacto es menor para las mujeres
que para los hombres. Además, una vez que se consideran las prácticas comerciales, el estado
de formalidad de una empresa no explica su nivel de inclusión financiera. Estos resultados son
relevantes ya que varios estudios muestran que es posible capacitar a los emprendedores en
habilidades blandas (por ejemplo, iniciativa personal) para alentar a las empresas a adoptar
prácticas comerciales (Cam pos et al., 2017 ). Por lo tanto, las conclusiones de este estudio
pueden ayudar a mejorar las políticas dirigidas a capacitar a los microempresarios para ayudarlos
a administrar mejor sus recursos, adoptar prácticas comerciales y así evitar que se queden sin
trabajo debido a entornos desafiantes2 .
El resto de este estudio está organizado de la siguiente manera. La sección 2 presenta el
marco conceptual y las hipótesis. Insecto. 3, explicamos los datos utilizados. En
1
En este estudio, adoptamos la convención general de definir microempresas como aquellas empresas con menos de
diez empleados asalariados.
2
Nuestra unidad de análisis es el microempresario. Sin embargo, hubo algunos casos en los que los encuestados no fueron el dueño del negocio
sino una persona que se identifcó como el gerente (30 por ciento de la muestra). Para ser coherentes a lo largo del trabajo, nos referimos a ambos
indistintamente como 'microempresario'.
1 3
Machine Translated by Google
468 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Secta. 4, presentamos nuestra metodología. La sección 5 presenta los resultados. La Sección
6 proporciona una discusión basada en nuestras hipótesis, y la Secc. 7 concluye el análisis.
2 Marco conceptual e hipótesis
La inclusión financiera, las prácticas empresariales y la iniciativa personal son tres nuevos
conceptos que han surgido en la extensa literatura sobre emprendimiento, economía del
desarrollo y psicología de las organizaciones. La inclusión financiera como noción multidimensional
se refiere al uso que hacen las empresas de cuentas con instituciones financieras formales que
les permiten ahorrar y pedir dinero prestado de manera formal, solicitar y obtener préstamos,
contratar seguros y utilizar cualquier tipo de servicio de pago, incluidos los digitales (por ejemplo,
Geraldes et al., 2022; Kabakova y Plaksenkov, 2018; Zins y Weill, 2016). El concepto de prácticas
comerciales es la implementación por parte de las empresas de un conjunto de prácticas en las
áreas de marketing, mantenimiento de registros, planificación fnanciera y control de existencias
(p. ej., Anderson y McKenzie, 2022; McKenzie, 2021; McKenzie y Woodruf , 2017 ) . Por último,
la iniciativa personal (PI) es un proceso psicológico que busca dotar a los emprendedores de
una mentalidad proactiva, es decir, que los emprendedores sean emprendedores, tengan visión
de futuro y sean capaces de superar barreras (p. ej., Campos et al., 2017; Fay y Frese, 2001;
Frese y Gielnik, 2014; Grant y Ashford, 2008; Mensmann y Frese, 2019). Proponemos un modelo
que vincula la adopción de prácticas empresariales y la inclusión fnanciera. Definimos
cuidadosamente estos conceptos y su construcción a continuación. En la siguiente sección,
presentamos la definición de cada concepto y enunciamos las relaciones e hipótesis del modelo.
2.1 Inclusión financiera
La inclusión financiera se incluyó por primera vez en la Agenda de Desarrollo en la reunión del
G20 en Seúl en 2010 (Zins & Weill, 2016). Desde entonces, se ha convertido en parte de las
políticas económicas de muchos países, en particular de los países en desarrollo. La investigación
académica ha demostrado que la falta de acceso financiero puede generar pobreza, desigualdad
y subdesarrollo (Barajas et al., 2020; Beck et al., 2007; Churchill & Marisetty, 2020; DablaNorris
et al., 2021; De Haan & Sturm, 2017; DemirgüçKunt & Levine, 2009; Honohan & King, 2013;
Levine, 2005).
A pesar de su relevancia económica y política, y quizás debido a su naturaleza
multidimensional, no existe consenso sobre el significado del término. Algunos investigadores
sugieren que la definición más básica debería ser que una persona o empresa posee una cuenta
en una institución financiera formal (Zins & Weill, 2016). Otros Kabakova y Plak senkov (2018,
p. 199) lo consideran a través de las características implícitas en los términos, es decir, la
inclusión fnanciera es un fenómeno con i. disponibilidad uniforme de servicios fnancieros, ii. uso
regular, iii. buena calidad de los servicios fnancieros, y iv. potencial para un mayor bienestar.
Zins & Weill (2016) proporcionan otra definición más convincente , citada en Geraldes et al.
(2022), quienes afirman que “cuando las personas mantienen cuentas en instituciones formales
que les permiten ahorrar y pedir prestado dinero de manera formal, contratar seguros o utilizar
servicios de pago, pueden considerarse incluidas financieramente”
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 469
(pág. 6). También se ha promovido la inclusión financiera como un medio para que las MIPYMES
ingresen a la formalización (Cotler, 2017).
Sin duda, el fenómeno de la inclusión fnanciera ha sido estudiado desde los dos lados del
mercado: el de la oferta y el de la demanda. Del lado de la oferta, la oferta de servicios fnancieros
formales importa (Cámara & Tuesta, 2014). Los factores más comúnmente analizados que afectan
la inclusión financiera son las asimetrías de información y los costos de transacción. Stiglitz y
Weiss (1981, 1992) demostraron que las asimetrías de información conducen a una selección
adversa o riesgos morales entre prestatarios y prestamistas, lo que hace que el acceso a créditos y
otros servicios financieros para algunos agentes sea negado o reducido. Los costos de transacción
generan costos monetarios y barreras pecuniarias que impiden que personas y empresas abran y
mantengan servicios fnancieros (Geraldes et al., 2022). Por el lado de la demanda, uno de los
principales factores que inhiben el acceso de las personas y empresas a los servicios fnancieros es
su analfabetismo fnanciero.
Algunas otras formas de exclusión financiera que las personas y las empresas deben experimentar
son: “(a) exclusión de acceso, cuando se excluye a segmentos de la población debido a la lejanía
de las instalaciones y proveedores financieros; (b) condicionar la exclusión, cuando existen barreras
relacionadas con las condiciones socioeconómicas de grupos de población (p. ej., exclusión de la
comercialización y venta de productos financieros dirigidos, analfabetismo financiero, documentación
excesiva requerida para algunas personas); (c) exclusión de precios, debido a la presencia de tarifas
prohibitivas o precios inasequibles de productos financieros para algunos segmentos de la población
y (d) autoexclusión, que ocurre cuando grupos de personas se excluyen del sistema financiero
formal debido a problemas psicológicos. barreras” (Nuzzo y Piermattei, 2020, p. 766).3 La innovación
tecnológica también ha ampliado el alcance de la
inclusión fnanciera. En uno de los primeros usos de Global Findex Data del Banco Mundial,
DemirgüçKunt (2013) sugirió incluir un nuevo medio fnanciero en la construcción de un índice de
inclusión fnanciera. La experiencia de MPesa en Kenia con el dinero móvil llevó a estos
investigadores a argumentar que “la difusión de los productos de dinero móvil, la creciente
proliferación de agentes bancarios y el creciente movimiento hacia la distribución de pagos del
gobierno a través de cuentas formales ofrecen el potencial para alterar significativamente las formas
en el que las personas gestionan sus finanzas” (DemirgüçKunt, 2013, p. 283). Millones de personas
en países de África, Asia y China han ingresado a los sistemas fnancieros a través del dinero móvil.4
Siguiendo marcos conceptuales, los investigadores (Allen et al., 2016; Cámara & Tuesta, 2014;
DemirgüçKunt, 2013) han construido medidas de inclusión fnanciera como un índice
multidimensional que captura información sobre varios aspectos de la inclusión fnanciera como la
bancarización, la disponibilidad de servicios bancarios y el uso del sistema bancario, el dinero móvil
o digital, entre otros medios. Demir güçKunt (2013) establece algunas reflexiones iniciales.
Propusieron incluir indicadores de (a) propiedad y uso de una cuenta en una institución financiera
formal, (b) comportamiento de ahorro y (c) préstamos de instituciones financieras formales. Se ha
investigado mucho
3
Véase también Salignac et al. (2016); Allen et al. (2016) para obtener más información sobre por qué las personas, o las empresas, eligen
estar financieramente excluido.
4
Ver, Badran (2017); Gabor y Brooks (2017); Ouma et al. (2017). Para una revisión reciente de la literatura
relacionado con el dinero digital, véase Adrian y ManciniGrifoli (2021).
1 3
Machine Translated by Google
470 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
realizado que ha seguido y enriquecido esos conjuntos de indicadores, algunos relacionados con el
acceso, otros con la disponibilidad y el resto con el uso (Barajas et al., 2020; Girón et al., 2021; Nuzzo
& Piermattei, 2020).
La investigación sobre cómo la inclusión financiera (o, mejor dicho, la exclusión) afecta el
desempeño de las empresas, las personas y los países es muy rica (Beck & DemirgüçKunt, 2006;
Fowowe, 2017; Gorodnichenko & Schnitzer , 2013 ; Levine , 2005 ; Nizam et al., 2021; Van et al.,
2021; Wellalage & Locke, 2016). Los hallazgos respaldan la relación positiva de tener una inclusión
más amplia de hogares y empresas dentro de los sistemas financieros formales.
En este estudio entendemos inclusión fnanciera como la situación en la que una microempresa
mantiene cuentas en instituciones fnancieras formales que le permiten ahorrar y endeudarse
formalmente, solicitar y obtener endeudamiento, tener seguros personales, familiares o de contrato
de empresa y utilizar cualquier forma de pago. servicio incluidos los digitales.
2.2 Prácticas comerciales
El enfoque reciente en la literatura organizacional, de economía del desarrollo y empresarial sobre el
capital gerencial ha surgido debido a su importancia para explicar las diferencias de productividad de
las empresas y los países entre países desarrollados y en desarrollo (ver, por ejemplo, Bloom et al.
2010; Bloom y Van Reenen , 2010). Como Bruhn et al. (2010, p. 629) argumentan con vehemencia
que “la falta de capital gerencial tiene amplias implicaciones para el crecimiento de la empresa, así
como para la efectividad de otros factores de entrada”.
Una forma en que la presencia de capital gerencial puede afectar la función de producción de una
empresa es a través de “sus efectos sobre la cantidad y el tipo de insumos físicos y laborales que una
empresa compra o alquila”. La idea de Bruhn et al. (2010) es que tener buenas prácticas de gestión
en las empresas puede hacer frente con éxito a las restricciones de capital y reducir la carga de
acceder a la financiación bancaria o de ser excluido financieramente.
El capital gerencial se ha estudiado principalmente mediante el examen de un conjunto de prácticas
de gestión que adoptan las empresas (Bloom & Van Reenen, 2007; McKenzie & Woodruf, 2017).
En la literatura organizacional, se han utilizado dos conceptos diferentes aunque relacionados. La
investigación seminal fue promovida por Bloom y sus colegas. Estos investigadores adoptaron una
herramienta de evaluación de la práctica desarrollada por una empresa líder en consultoría de
gestión. La evaluación utiliza dieciocho prácticas y Bloom y Van Reenen (2007) las agruparon en
cuatro áreas: operaciones, seguimiento, metas e incentivos.
Este conjunto de prácticas se denomina desde entonces prácticas de gestión. Esas áreas refejan los
posibles problemas de agencia e incentivos que surgen en las corporaciones (medianas) grandes y
muy grandes y el tema de la gestión de recursos humanos (RH).
McKenzie y Woodruf (2017), por su parte, han sido pioneros en la investigación de estudios
(experimentales) que se centran en el lado de la gestión de las micro y pequeñas empresas. Como
afirman de manera concisa, las micro y pequeñas empresas pueden implementar prácticas comerciales
en lugar de prácticas de gestión, ya que la gestión de recursos humanos es menos importante.
Argumentan que las prácticas de las microempresas y las pequeñas empresas se centran en la
comercialización, el mantenimiento de registros, la planificación fnanciera y el control de existencias.
Varios estudios recientes han utilizado este conjunto de prácticas (o algunas de ellas) y las han
relacionado con las ventas, la productividad, la iniciativa personal y otras variables de interés (Anderson & McKenzie,
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 471
Campos et al., 2017; Fabling & Grimes, 2007; Adelante y Bryson, 2019; Maes et al., 2005; McKenzie
& Puerto, 2021; McKenzie y Woodruf, 2017).
En este estudio, siguiendo, Campos et al. (2017) y Anderson y McKenzie (2022), interpretamos
las prácticas comerciales como el conjunto de prácticas en las categorías de marketing, inventario,
ventas y compras, planificación fnanciera y comunicaciones que han implementado las microempresas.
En la Tabla A2 del apéndice, defnimos y explicamos las métricas de cada ítem de cada uno de los
cinco grupos de prácticas.
Sorprendentemente, un efecto crítico de tener prácticas comerciales sólidas que Bruhn et al.
(2010) sobre tener un buen capital gerencial no ha sido, hasta donde sabemos, estudiado. Cómo, en
el contexto de un país en desarrollo y microempresas, tener (más) prácticas empresariales puede
inducir una mayor inclusión fnanciera. En consecuencia, proponemos la siguiente hipótesis.
H1: Los microempresarios que adopten más prácticas comerciales utilizarán más servicios
fnancieros.
2.3 Formalidad
La formalidad se refiere al registro legal de la empresa, el cumplimiento tributario y la presentación
estandarizada de las cuentas comerciales. Para la inclusión fnanciera, la formalidad es relevante ya
que proporciona una mayor transparencia de los negocios, lo que permite a los bancos evaluar el
riesgo y aumenta el interés de las instituciones fnancieras en estos clientes (Cámara & Tuesta, 2014;
Farazi, 2014; Babbitt et al . , 2015 ) .
Muchos estudios se centran en las consecuencias del estatus formal en los resultados de las
empresas, incluidos los beneficios, la productividad, el empleo y la inversión. Sin embargo, la literatura
sobre los efectos de la formalidad en la inclusión financiera de las empresas es escasa y no concluyente.
Por un lado, existe evidencia de que las empresas informales utilizan menos créditos externos que
las formales (DablaNorris & Koeda, 2008; Wellalage & Locke, 2016), y que el cumplimiento tributario
aumenta el acceso al crédito (Gatti & Honorati, 2008). Además, también hay evidencia de que algunos
empresarios se formalizan para acceder al crédito (Babbitt et al., 2015), y otros se vuelven informales
y menos fnancieros incluidos al mismo tiempo que aumentan los costos de la formalidad (Rodríguez
Zamora, 2018). Por otro lado, McKenzie y Sakho (2010) y De Mel et al. (2013) encontraron que la
formalización inducida externamente no afectó signifcativamente el uso del crédito comercial o la
probabilidad de tener una cuenta bancaria.
Siguiendo la investigación existente sobre la formalización de las empresas, construimos un índice
compuesto de formalización que se caracteriza por si una empresa: (i) tiene un permiso de
funcionamiento, (ii) lleva registros contables, (iii) tiene un registro comercial en una cámara de
comercio, (iv) se encuentra registrada ante la autoridad fiscal, y (v) cuenta con seguridad social para
sus empleados. Por lo tanto, formulamos la siguiente hipótesis:
(H2) La formalidad empresarial está asociada a un mayor uso de productos fnancieros.
La formalidad empresarial podría verse como un requisito legal para acceder a los servicios
fnancieros formales; por lo tanto, la relación anterior podría considerarse mecánica. Sin embargo, es
posible acceder a ciertos servicios fnancieros sin cumplir con todos los requisitos de formalidad. Por
ejemplo, aceptar pagos electrónicos u obtener
1 3
Machine Translated by Google
472 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
microcréditos. En este escenario, la conexión entre los dos conceptos es el papel del capital
gerencial como insumo que ayuda a superar las restricciones financieras (Bruhn et al., 2010).
En este sentido, las empresas con más prácticas de negocios se formalizarán al darse cuenta
de que podrían obtener mejores términos fnancieros con el sector fnanciero bajo este escenario,
así como estar preparadas para aprovechar oportunidades donde tener ciertos productos
fnancieros es un requisito (ej. para contratar con grandes empresas o el sector público).
A partir de la revisión de la literatura sobre prácticas empresariales, formalización e
inclusión fnanciera, presentamos la siguiente hipótesis sobre un efecto derivado de la
adopción de prácticas empresariales sobre la inclusión fnanciera:(H3) Un canal potencial
para H1 es a través de la formalización: los microempresarios que adoptan más
empresas las prácticas de ness serán más formales, y esto detona una mayor inclusión fnanciera.
2.4 Iniciativa personal
Considerando la microempresa como una forma de emprendimiento y siguiendo las teorías
motivacionales de Albert Shapero, la iniciativa personal corresponde a un evento emprendedor
(Shapero & Sokol, 1982), que involucra las condiciones individuales, empresariales y sociales
necesarias para crear un nuevo empresa y mantener su funcionamiento continuo, y que se
defne por cinco características interrelacionadas: iniciativa, recursos, administración, autonomía
y riesgo. La iniciativa personal es un síndrome conductual de individuos que adoptan un
enfoque activo y automotivado para trabajar hacia metas y completar tareas y persisten en
superar barreras y contratiempos (Frese et al., 1997) . La iniciativa personal se basa en la idea
fundamental de que los seres humanos son influenciados por su entorno y se influencian a sí
mismos (Frese & Fay, 2001; Frese et al., 2016). La iniciativa personal también señala que las
personas y las empresas deben adaptarse a los cambios sociales y ambientales (Frese & Fay,
2001; Glaub et al., 2014; Nsereko et al., 2018); tener iniciativa personal puede desempeñar un
papel importante en la adopción de prácticas comerciales (Glaub et al., 2014). Por lo tanto, en
nuestro análisis, consideramos la iniciativa personal y otros rasgos de personalidad que son
predictores conocidos de la adopción de prácticas comerciales y planteamos la hipótesis de
que:
(H4) Los microempresarios que adopten más iniciativa personal tendrán más prácticas
empresariales.
2.5 Creencias sobre la formalidad del sector económico local
Los niveles de formalidad empresarial están asociados a los comportamientos individuales y
grupales de los microempresarios. Centrándose en factores individuales, el modelo estándar
de comportamiento individual supone que los individuos son plenamente conscientes de estos
costes y beneficios que dependen de elementos como la probabilidad de sanción (multas,
cierres), oportunidades perdidas por no ser formales (facturación adecuada), y los costos de
mantener una operación formal (salarios, impuestos, registros, etc.). En cuanto a los factores
grupales, existe evidencia de que los microempresarios son motivados por aspectos que
surgen de consideraciones grupales, por ejemplo, equidad, altruismo, reciprocidad, empatía, confianza,
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 473
culpa, vergüenza, moralidad, patriotismo y normas sociales (Alm, 2019). En particular, nos enfocamos en
las normas sociales, que son reglas informales de creencias sobre qué tipo de comportamiento es
aceptable en una situación dada (Muldoon, 2022). Diferentes autores han analizado el efecto de las
normas sociales sobre la formalidad, considerando algunas categorías de estatus formal como el
cumplimiento tributario y el mantenimiento de registros contables (BaniKhalid et al., 2022; Bobek et al.,
2007; Khan, 2022; Kung et al. al., 2015; Sastararuji et al., 2022).
Los empresarios tienen distintas percepciones del nivel de formalidad (es decir, el porcentaje de
empresas que son negocios formales) en su sector económico en función de su red de contactos. Estos
contactos proporcionan al empresario una idea de la norma social imperante. Esto da como resultado
5
una 'paradoja de la amistad' (Jackson, 2019) contactos con altos niveles : si un empresario tiene
de formalidad en relación con las empresas en general en el sector, su percepción de la formalidad del
sector en general estará sesgada hacia arriba. Por lo tanto, se comportarán como si la norma social de
ser formal fuera más estricta de lo que realmente es.
Por lo tanto, nuestra siguiente hipótesis es la siguiente:
(H5) Las creencias de los microempresarios sobre el nivel de formalidad de otras empresas en la
misma actividad económica en su ciudad se asocian positivamente con su nivel de formalidad.
2.6 Heterogeneidad
Los servicios financieros regulados y no regulados pueden atribuirse en parte a las diferencias en
variables socioeconómicas como el género, el empleo, el nivel educativo y el estado del hogar. Uno de
los escenarios más estudiados se refiere a la brecha de género. Se ha demostrado que las MIPYMES
propiedad de mujeres tienen un desempeño inferior al de las MIPYMES propiedad de hombres, lo que
determina su menor inclusión fnanciera (Fowowe, 2017; Zins & Weill, 2016). Las diferencias de género
en la inclusión fnanciera se consideran uno de los factores que inciden en el bajo rendimiento de las
mujeres empresarias (Allen et al., 2014; Asiedu et al., 2013; Dupas & Robinson, 2013; Kairiza et al.,
2017). Un informe reciente de un think thanks enumera las principales barreras que enfrentan las
MIPYME dirigidas por mujeres para acceder a la financiación: “(a) Barreras legales para que las mujeres
posean y hereden propiedades, (b) Insuficiencias en la infraestructura crediticia para incorporar la
capacidad de las MIPYME dirigidas por mujeres. y necesidades de financiamiento, (c) Barreras de
movilidad que impiden la explotación de oportunidades comerciales para las MIPYME dirigidas por
mujeres, (d) Deficiencias en las habilidades financieras y comerciales de las MIPYME dirigidas por
mujeres, (e) Falta de identificación formal requerida para acceder al financiamiento bancario, ( f) Falta de
datos desagregados por sexo, (g) Distancia a instituciones financieras y sucursales bancarias, y (h)
Prestación de servicios financieros” (Kamarun & Azman, 2021, p. 3 ). Los niveles más altos de educación
se asocian con una mayor inclusión financiera (Atkinson & Messy, 2013; Ghosh & Vinod, 2017).
Como muestra la literatura sobre inclusión fnanciera, existe una brecha de género entre mujeres y
hombres; formulamos la siguiente hipótesis:
5
Siguiendo a Feld (1991), Jackson (2019) muestra que las personas más populares pueden llevar a las personas a percibir más
compromiso que el que existe en la población general.
1 3
Machine Translated by Google
474 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Fig. 1 Marco del modelo estructural. Notas: Las flechas continuas unidireccionales corresponden a la dirección de la causalidad y las
flechas discontinuas bidireccionales representan las covarianzas. Las variaciones se omiten así como los términos de error del
diagrama. Las variables observadas se representan en rectángulos y las variables latentes en óvalos. Las variables con fondo azul
son variables instrumentales. Consideramos un modelo que incluye como controles otras características observadas en las regresiones
H1, H2, H3, H4 y H5, que se omiten del diagrama por simplicidad. También omitimos términos de error bajo esta consideración. *La
magnitud varía según el género y la educación (H6 y H7)
(H6) Los efectos del uso de prácticas empresariales sobre la inclusión fnanciera serán menores
para las mujeres que para los hombres.
Varios factores ayudan a explicar el uso de los servicios fnancieros por parte de personas y empresas.
Uno de los factores que ha mostrado ser relevante es la educación de los usuarios (Ahmad et al., 2020;
Allen et al., 2016; Fungáčová & Weill, 2015; Ghosh & Vinod, 2017; McKen zie & Woodruf, 2017; Wang &
Guan, 2017; Yan & Qi, 2021; Zins & Weill, 2016).
Allen et al. (2016) encontraron para una muestra de más de 140 países, que tener una cuenta bancaria es
mayor para personas con al menos 8 años de educación que para aquellas con menos años. Fungáčová
y Weill (2015) estudiaron los factores que afectan la inclusión financiera en los países BRIC y China y
encontraron una relación positiva entre los años de educación y la probabilidad de ser financieramente
activo. McKenzie y Woodruf (2017) argumentan que parece más probable que las personas más educadas
encuentren más fácil aprender y adoptar prácticas comerciales. Yan y Qi (2021) , quienes examinan la
educación familiar y las decisiones de los individuos de abrir cuentas bancarias para una muestra de 27
economías emergentes, encontraron de manera interesante que la educación familiar mejora positivamente
la probabilidad de que los miembros de la familia abran cuentas bancarias. Una revisión reciente de
Ahmad et al. (2020) sobre el dinero móvil destaca la contribución de la educación en las decisiones de las
personas de utilizar este instrumento fnanciero cada vez más importante.
Dado que la educación se ha convertido en un determinante crucial para mejorar la inclusión
financiera de las personas, proponemos la siguiente hipótesis.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 475
(H7) Los microempresarios con mayor nivel de educación serán más incluidos
fnancieramente.
Para probar las hipótesis, la figura 1 ilustra nuestro marco analítico, que considera los posibles
mecanismos que subyacen a los efectos de las prácticas comerciales en la inclusión financiera.
Buscamos desentrañar el impacto de las prácticas empresariales en la inclusión fnanciera
considerando la formalización como el principal canal para este efecto (Fig. 1).
También exploramos un mecanismo específco a través del cual las prácticas comerciales afectan
la inclusión fnanciera, cumpliendo con los requisitos formales para la operación de una empresa.
Dada la endogeneidad potencial de estas relaciones (representada en el diagrama por las líneas
discontinuas), explotamos una variación exógena en las prácticas comerciales y la formalidad.
Para el caso de las prácticas empresariales, consideramos los niveles de iniciativa personal de
los microempresarios; y para la formalidad, consideramos sus creencias sobre los niveles de
formalización de otras empresas. Estas dos variables son nuestras variables instrumentales (IV),
presentadas en azul en el diagrama. El análisis considera algunas variables de control adicionales
que no se ilustran en el diagrama por simplicidad. Como inclusión fnanciera, la formalidad, las
prácticas comerciales y la iniciativa personal son variables latentes (representadas como óvalos
en el diagrama) que se observan únicamente a través de un conjunto de medidas (variables
observables en rectángulos).
3 datos
Este estudio utiliza datos de la encuesta ENET recolectados en 2019 de microempresas en
Colombia, tales como tiendas de abarrotes, tiendas de alimentos preparados, bares, peluquerías,
servicios de salud y otros negocios que no pertenecen a una franquicia o cadena minorista
(Gutiérrez et al. al., 2020). Se realizó en 10 municipios colombianos67 en barrios cercanos a las
sedes de una universidad colombiana8 . la encuesta
Las áreas incluyen una mezcla de zonas comerciales tradicionales y áreas residenciales con
hogares de niveles socioeconómicos bajos y medios. El estudio captura varios aspectos de las
empresas encuestadas, incluyendo características básicas de la empresa, su grado de formalidad,
relación con el sistema fnanciero, prácticas laborales, capacitación, uso de tecnologías de la
información y las comunicaciones, entre otros.
3.1 Medidas de las principales variables de interés
Inclusión financiera (IF): Construimos un índice de inclusión financiera cuyo valor se basa en que
el negocio tenga una cuenta bancaria separada y el uso de préstamos bancarios, billeteras
electrónicas y seguros (Cuadro A1).
6
Bello, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Girardot, Ibagué, Neiva, Pereira, Soacha y Zipaquira La encuesta ENET forma
7
parte del macro proyecto Alianza EFI que estudia y promueve la inclusión social y productiva de las microempresas en Colombia.
8
La Corporación Universitaria Minuto de Dios. Este Colegio fue seleccionado por tener sedes en varias ciudades de Colombia.
Aunque los barrios no fueron seleccionados al azar, los micronegocios fueron seleccionados al azar siguiendo criterios estadísticos.
1 3
Machine Translated by Google
476 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Prácticas comerciales (BP): para las prácticas comerciales, construimos un índice basado en
preguntas derivadas de McKenzie y Woodruf (2017). Utilizamos un conjunto de 30 preguntas que
miden las prácticas comerciales en marketing, compras y mantenimiento de existencias,
mantenimiento de registros y planificación financiera (Tabla complementaria A2).
Formalidad (FO): Construimos un índice que promedia los siguientes requisitos legales para
una empresa: permiso de funcionamiento, registros contables, registro mercantil, registro fiscal y
pagos de seguridad social para los trabajadores (Cuadro A1).
Iniciativa personal (PI): medimos la iniciativa personal como un índice basado en el grado en
que un individuo adopta un enfoque activo y emprendedor para las metas y tareas laborales y
persiste en superar las barreras y los contratiempos. Para construir este índice, utilizamos el
cuestionario de McKenzie y Woodruf (2017) (Tabla A1).
La diferencia en las creencias de formalidad (DFB): Basado en el EMICRON (acrónimo en
español) del DANE (Departamento oficial de estadística de Colombia)9 , calculan un nosotros cal
índice de formalidad para cada actividad económica, por ciudad10. Luego tomamos la diferencia
entre el índice de formalidad calculado y la percepción del empresario sobre la formalización del
sector. Obtenemos percepciones utilizando una escala de 0 a 1, donde 1 indica que el
microempresario cree que todos los negocios del sector son formales y 0 cuando cree que
ninguno de ellos es formal.
3.2 Estadísticas resumidas
Se realizaron un total de 1542 encuestas. La Tabla B1 del Anexo presenta estadísticas descriptivas
que muestran que el 51% de los encuestados eran mujeres, la edad promedio de los
microempresarios de la muestra era de 43 años, el 66% tenía entre 31 y 58 años y el 35% de los
encuestados tenía una diploma de escuela secundaria. En cuanto a las características de las
empresas, el número medio de trabajadores fue de 1,4, lo que indica que la mayoría de las
empresas son por cuenta propia o están a cargo únicamente de los propietarios. Si bien la
encuesta ENET no fue diseñada para ser representativa a nivel de ciudad, la Tabla B2 muestra
que las características clave de esta encuesta son similares a las encontradas en dos encuestas
representativas a nivel nacional11.
De acuerdo con los indicadores cognitivo reflexivo e intuitivo, se evidencia que los
microempresarios utilizan un pensamiento más intuitivo (0,61) en comparación con un pensamiento
reflexivo más complejo (0,21). Además, se hicieron preguntas matemáticas con diferentes niveles
de dificultad para evaluar las habilidades matemáticas para que muchas pudieran responderse
rápidamente, colocando el índice en 0.58.
También verificamos las correlaciones entre las medidas FI y FO (Anexo Tablas D1 a D3). En
general, todos los componentes del FI están positivamente correlacionados entre sí.
9
Clasificación Industrial Internacional Uniforme de dos dígitos.
10
Este índice lo construimos como la simple suma de si una microempresa tenía registros comerciales y tributarios. 11
La primera es la Encuesta de Micronegocios (EMICRON), una encuesta anual realizada por el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE) y la segunda es la Gran Encuesta a Microempresas implementada por las Asociaciones Colombianas
de Instituciones Financieras (ANIF).
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 477
además de tener un préstamo bancario. Sin embargo, las correlaciones no son altas (entre 0,07 y
0,30). Este es también el caso de FO y BP, con correlaciones positivas y signifcativas entre 0,05 y
0,63. Estas correlaciones sugieren que si bien existe un terreno común para resumir la varianza en
índices únicos, cada medida transmite información relevante e independiente por sí misma. Esta
observación se refuerza cuando realizamos un análisis de componentes principales (PCA), lo que
sugiere retener más de un factor por conjunto de variables. En el apéndice D.2, exploramos
resultados alternativos con múltiples versiones de los índices.
4 métodos
El análisis econométrico involucra dos componentes principales. Primero, un sistema de medición
para obtener las variables latentes correspondientes a FI, FO, BP y PI; para lo cual consideramos un
CFA. El segundo, es un sistema de ecuaciones que permite al SEM evaluar relaciones causales
multivariadas. Esta herramienta es ampliamente utilizada en las ciencias sociales, incluida la
economía (Bollen, 1989; Duncan, 2014). Este estudio tiene como objetivo evaluar las relaciones
causales multivariadas que afectan la inclusión financiera. El enfoque SEM se diferencia de otros
enfoques de modelado porque permite el análisis y la descomposición simultáneos de las
correlaciones para estudiar los efectos directos (no mediados) e indirectos sobre las relaciones
causales supuestas.
El sistema de medida (CFA) y el SEM se estiman conjuntamente utilizando la máxima
verosimilitud. Usamos el paquete Lavaan (versión 0.611) para R (4.1.2) (Rosseel, 2012).
En el apéndice C.2, como referencia, mostramos los resultados de un modelo más simple (en el
que BP no afecta a FO) que se puede estimar mediante mínimos cuadrados en dos etapas. En esta
versión, mostramos estadísticas tradicionales para las variables instrumentales.
4.1 Sistema de medición
Consideramos un sistema de medición dedicado en forma de un CFA clásico (Gor such, 2003).
Bajo el CFA, un conjunto de variables observadas o medidas se consideran medidas ruidosas de
una variable latente subyacente o factores. Como se presenta en la Fig. 1, cada medida observada
(rectángulos) se basa en una sola variable latente (óvalos). El Apéndice D.3 presenta más detalles.
El sistema de ecuaciones anterior se estima conjuntamente con las ecuaciones estructurales
descritas a continuación. Como resultado, no es necesario estimar las variables latentes para probar
las hipótesis. Sin embargo, para tener una idea de las variables de interés, derivamos los índices
prediciendo los factores y estandarizándolos entre 0 y 1.
En el apéndice, consideramos enfoques alternativos para derivar estos índices.
Primero, consideramos promedios simples de las variables observadas en el apéndice D.1. Este
será un caso especial del CFA donde las cargas factoriales son las mismas para todas las medidas.
En segundo lugar, en el apéndice D.2 se considera un análisis de componentes principales. En
general, los resultados son cualitativamente iguales.
1 3
Machine Translated by Google
478 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
4.2 Modelo de regresión de ecuaciones estructurales
De acuerdo con la Fig. 1, la ecuación estructural para BP es
donde FIi es el índice de inclusión fnanciera para cada microempresa i, BPi indica el índice de prácticas
empresariales y FOi representa el índice de formalidad. Xi es un vector de variables de control que
incluyen género, educación, edad, número de trabajadores, si el propietario tenía un negocio anterior y
variables cognitivas, como pensamiento reflexivo o intuitivo, habilidades matemáticas financieras y
perseverancia; el vector de variables de control también incluye efectos fijos de actividad y efectos fijos
de municipio12. Finalmente, 1i es un término de perturbación que representa el efecto acumulativo
de las variables omitidas no observadas. La ecuación no incluye un intercepto ya que la media de los
factores latentes está normalizada a 0, debido a las restricciones de identifcación del modelo CFA + SEM.
Bajo la ecuación 1, rechazar 2 = 0 validará H2. Para H1, hay efectos directos e indirectos. Se
discutirán en detalle en la subsección de análisis de mediación a continuación.
El principal problema al estimar la ecuación 1 es el potencial de endogeneidad entre FI, BP y FO. En
la figura 1, esto se representa mediante la correlación entre los términos de error (variables no
observables) de las ecuaciones 1, 2 y 3. En este modelo, las variables explicativas pueden no ser
exógenas y la causalidad inversa podría ser una fuente potencial de endogeneidad. , que podrían surgir
bajo los siguientes cauces.
En primer lugar, si bien argumentamos que BP aumenta el uso de servicios financieros por parte de
las microempresas, podría haber una causalidad inversa. Por ejemplo, usar productos fnancieros implica
que el dueño entiende sus costos y cómo usarlos. En tales casos, un microempresario al que se le
ofrece y acepta un nuevo producto fnanciero necesitará comprender mejor la estructura de costos y
benefcios del negocio. Como resultado, el microempresario deberá comprender qué áreas del negocio
pueden mejorar en su desempeño; esta acción es uno de los componentes de BP (planeación fnanciera).
En segundo lugar, con respecto a la formalidad, argumentamos que es más probable que las
empresas formales tengan acceso a productos fnancieros si cuentan con registros oficiales que prueban
los ingresos y cumplen con los requisitos de garantía. Sin embargo, si las empresas ya usan productos
fnancieros básicos, una forma de obtener servicios fnancieros más complejos es volverse más formales.
Para abordar el problema de la endogeneidad, adoptamos un enfoque de variable instrumental (IV):
consideramos variaciones de FO y BP que pueden considerarse exógenas a partir de variables no
observadas que pueden impulsar el vínculo entre estas dos variables y la inclusión financiera (Eide &
Showalter, 2012) . ; Angrist y Pischke, 2008). La variable instrumental da esta variación, y las condiciones
de exogeneidad establecidas se conocen como restricciones de exclusión. Propusimos usar PI como
instrumento para BP, y
12
Una descripción detallada de estas variables se presenta en la Tabla A1 y la Tabla A3.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 479
DFB como instrumento para FO, como se resalta en azul en la Fig. 1. Las ecuaciones estructurales
para estas variables endógenas son:
donde BPi es el índice de BP de cada microempresa i, PIi es la iniciativa personal, FOi es el índice de
formalidad, DFBi es la diferencia en las creencias de formalidad de una determinada microempresa
en un municipio y el índice de formalidad de ese municipio, Xi es el mismo conjunto de variables de la
ecuación 1. Finalmente, 2i y 3i son términos de perturbación que representan los efectos
acumulativos de variables omitidas no observadas. Aquí, rechazar 4 = 0 validaría H5 y 4 = 0
lo haría para H3.
El instrumento para BP es PI, que es H4 en la figura 1. La validez del modelo está respaldada por
pruebas estadísticas de validez y relevancia de los instrumentos.
Según Glaub et al. (2014), un aumento en los comportamientos muestra que la IP contribuye al éxito
empresarial. En nuestro modelo, PI aumenta BP (relevancia). El siguiente ejemplo ilustra la relación
entre PI y BP: supongamos que una microempresa se preocupa por obtener mejores resultados y el
propietario toma la iniciativa de adoptar algunos tipos de BP, por ejemplo, creando una estrategia de
marketing para llegar a los consumidores potenciales. Este tipo de BP, logrado a través de PI, no
implica que la empresa obtendrá servicios fnancieros (exclusión). El IP se benefcia a las empresas
porque aumenta la eficacia organizacional e individual (Fay & Frese, 2001), lo que se logra en nuestro
caso a través de la adopción de BP.
En cuanto al instrumento para FO, utilizamos una variable basada en normas sociales. Estimamos
el nivel de formalización en cada sector económico en cada una de las ciudades del estudio utilizando
datos de una encuesta estadística nacional. La encuesta utilizada para este estudio incluye
percepciones sobre el nivel de formalidad del sector en el que está involucrado el empresario (que va
desde 0, 'nadie es formal', hasta 10, 'todos son formales'). Nuestro instrumento es la diferencia entre la
percepción del empresario individual sobre el grado de formalización de un sector en esa ciudad en
comparación con el nivel reportado en los datos (H5). Dependiendo del sector y la ciudad, la percepción
de un mayor grado de formalidad entre los pares del emprendedor hará que el emprendedor crea que
la formalidad es un requisito para una operación exitosa. Así, este emprendedor dará pasos hacia la
formalización. Cualquier acción relacionada con el acceso a más servicios fnancieros no estará
relacionada con esos pasos y, como resultado, es probable que se mantenga la restricción de exclusión.
4.3 Análisis de mediación
Como se muestra en la figura 1, nuestro modelo incluye relaciones de mediación. El análisis de
mediación ofrece información sobre el mecanismo de cómo la implementación de BP puede impulsar
la IF. Estos conocimientos pueden motivar estrategias alternativas para ayudar a las microempresas a
acceder y utilizar los servicios fnancieros.
1 3
Machine Translated by Google
480 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Tabla 1 Estadísticas sobre factores predichos
Panel A. Estadísticas sobre factores
predichos
Inclusión financiera (IF) 0.282 0.195 − 0,014 1.100
Panel B. Estadísticas sobre índices normalizados
FI FO PA Pi
Panel C. Matriz de correlación de
factores predichos
Inclusión financiera (IF) 1.0000
El mecanismo de formalidad es capturado por el aumento de FI impulsado por el aumento de FO
( 2 en la Ecuación 1) debido a la mayor BP ( 5 en la Ecuación 3). Por lo tanto, la magnitud
de la ruta de mediación de FO es 2 5. Otros mecanismos que vinculan a BP y FI son
capturados por la ruta directa 1 en la Ecuación 1. Finalmente, el efecto total de los instrumentos
sobre la inclusión financiera se puede expresar como 1 + 2 5
4.4 Heterogeneidad
Exploramos si la validez de las hipótesis y su magnitud difieren entre las subpoblaciones. Esto se
hace simplemente estimando el modelo completo en cada subpoblación de interés.
5 resultados
5.1 Sistema de medición
Como se describe en los métodos, el sistema de medición, un CFA, se estima conjuntamente con el
SEM. La Tabla D10 en el apéndice presenta los coeficientes estimados para este sistema de
medición. Dada la estimación conjunta de los parámetros del modelo completo, basta con considerar
los factores FO, FI, PI y BP como variables latentes del modelo para
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 481
probando las hipótesis. Sin embargo, aquí predecimos estos factores para describirlos y sus
correlaciones.
El Panel A de la Tabla 1 presenta la media, la desviación estándar, los valores mínimo y
máximo de los factores pronosticados, y en el apéndice la Figura D1 presenta las densidades.
Explotamos una variación sustancial en este ejercicio, especialmente en la variable de iniciativa
personal. Para facilitar la interpretación, en el Panel B estandarizamos los índices al intervalo
de 0 a 1. Dada la naturaleza de las medidas, un índice de 0 equivaldría a no cumplir con alguna
condición del índice, y de 1 a cumplir con todas. de ellos.
Con respecto a FI, dadas las cargas factoriales en la Tabla D10, el índice está impulsado
principalmente por la existencia de una cuenta separada para el negocio, y luego para el
préstamo bancario y el seguro familiar. Por último, el uso de billeteras electrónicas no juega
ningún papel. La media del índice estandarizado es 0,26, lo que muestra la baja adopción de
servicios fnancieros por parte de las microempresas de la muestra (Panel B, columna 1 de la
Tabla 1). Para el caso de FO, la presencia de registros contables es la medida más importante,
seguida del registro fiscal y tener empleados bajo contrato formal. Por último, la presencia de
un permiso de operación y un registro comercial. El índice normalizado de formalización es
0,72, lo que significa que las microempresas eran propensas a cumplir con la mayoría de las
regulaciones que incluimos como completamente formales. Los dos últimos índices son BP y
PI, cuyas cargas factoriales son relativamente homogéneas en todas las medidas, con solo
algunas de ellas con coeficientes por debajo de 0,5 o por encima de 2. Por esta razón, los
resultados principales de nuestros análisis son relativamente estables ya sea usando CFA,
PCA, o simplemente un promedio simple (ver Apéndice D.3). La media de prácticas
comerciales es bastante buena 0,63. Los microempresarios mostraron un alto nivel de
proactividad, automotivación y persistencia en la superación de barreras y contratiempos, es decir, con alto IP
Finalmente, el Panel C de la Tabla 1 presenta la correlación entre los factores pronosticados.
Existe una asociación positiva entre BP y FI (H1, 0,630), FO y FI (H2, 0,416) y BP y FO (H3,
0,413). Entre BP y PI (H4) no es tan grande, pero sigue siendo positivo (0,237). La alta
correlación entre FI y BP también está presente si consideramos una regresión no lineal (ver
Figura D2 en el apéndice). Si bien esto es evidencia a favor de (H1), es importante recordar el
posible problema de endogeneidad, que es la razón para implementar el enfoque SEM.
5.2 Ecuaciones estructurales
Los principales resultados de las ecuaciones estructurales se presentan en la Tabla 2. La
tabla presenta los coeficientes estimados y su error estándar para el modelo necesario para
probar las hipótesis H1 a H5. Estas estimaciones se presentan con y sin controles.
La Tabla C1 en el Apéndice presenta el conjunto completo de coeficientes. Como los resultados
con y sin controles son similares, continuamos el análisis solo refiriéndonos a la versión con
controles.
Primero, (H4) y (H5) están relacionados con los instrumentos para FO y PI. Muestra que
ambos instrumentos son pertinentes. Por lo tanto, 3 = 0 y 4 = 0 se rechazan con un
nivel de confianza del 99 %. Estos resultados se corroboran con un modelo un poco más simple
1 3
Machine Translated by Google
482 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Tabla 2 Principales resultados
(1) (2)
sin controles Control S
Panel A. Principales coeficientes estimados
(0.011) (0.010)
(0.153) (0.179)
( 0.017) (0.017)
(0.138) (0.166)
Panel B. Caminos de BP a FI
1.115*** 1.069***
1 + 2 5: Prácticas comerciales Total Inclusión financiera
(0.297) (0.344)
[100%] [100%]
1.099*** 1.053***
1: Prácticas comerciales Directo Inclusión financiera
(0.297) (0.346)
[98.6%] [98.5%]
0.037 0.043
[1.4%] [1.5%]
Observaciones 1542 1542
Notas: El modelo es una estimación del modelo de ecuaciones estructurales junto con el sistema de medición por máxima verosimilitud
utilizando el paquete Lavaan para R. Las estimaciones completas de los parámetros de regresión se presentan en la tabla C1 del
apéndice. Errores estándar entre paréntesis. Porcentaje del efecto total en paréntesis, en Panel B. * p < 0,10, ** p < 0,05, *** p < 0,01
lo que permite un método tradicional de estimación de mínimos cuadrados en dos etapas para
la ecuación 1 en lugar de usar el SEM. Más detalles se presentan en el Apéndice C.2.
En segundo lugar, (H2) estudia el vínculo entre FO y FI. Encontramos que el estado de
formalidad no afecta a FI (no podemos rechazar 2 = 0), por lo que no se valida H2. Si no
consideráramos la endogeneidad de FO en la ecuación de FI, la relación sería positiva y
signifcativa (ver apéndice C.2). Por lo tanto, dicha relación está impulsada en gran medida por
variables omitidas o causalidad inversa, como se analiza en la sección de métodos.
No tener en cuenta esta endogeneidad daría como resultado una estimación sesgada al alza.
En tercer lugar, (H1) y (H3) describen el principal vínculo causal hipotético entre BP y FI.
Cuando consideramos solo el mecanismo de formalización (H3), los resultados de (H2) ya nos
dijeron que una vez que consideramos la endogeneidad, este canal no es relevante:
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 483
estiman que menos del 2% del efecto total de BP en FI es a través de este canal.
Además, niveles más altos de BP no parecen implicar una mayor FO (no se puede rechazar 5 = 0 ).
Por lo tanto, el canal 'directo' que une a BP y FI se explica a través de otros mecanismos. Estos hallazgos
son independientes de considerar defniciones alternativas de formalización e inclusión financiera (ver
Apéndice E).
En cuanto al impacto directo de la BP en la IF, los resultados muestran una fuerte asociación
positiva y significativa entre una mayor adopción de la BP y una mayor IF (1,053), lo que respalda el
efecto causal entre la BP y la IF ( H1). En términos de desviaciones estándar (SD), una SD extra de BP
da como resultado 0.79 SD de FI. Si consideramos la versión normalizada de los índices (Panel B de la
Tabla 1), 1 SD de BP es 40.6% de su media y aumenta aproximadamente 51.6% de la media de FI.13
Esto significa que a medida que se implementan más BP, las empresas tenderá a utilizar más servicios
fnancieros, como mantener una cuenta bancaria separada. Dado que los ítems que utilizamos en los
índices podrían ser potencialmente independientes (de hecho, las correlaciones no fueron
particularmente altas), es importante evaluar si los resultados principales son diferentes si consideramos
cada ítem por separado. Además, la OF es un fenómeno complejo con varias dimensiones, y los
estudios han propuesto diferentes versiones del mismo (Maloney, 2004)
Primero, exploramos definiciones alternativas de FI en la Tabla E11 en el apéndice. Consideramos
usar solo la variable cuenta bancaria (columna 1), préstamo bancario (columna 2), seguro familiar
(columna 3) y billetera electrónica (columna 4). BP se asocia positivamente con todos los artículos por
separado y es estadísticamente signifcativo para cuentas bancarias y seguros familiares. Los resultados
son de menor magnitud para las billeteras electrónicas y los préstamos bancarios y no son
estadísticamente significativos.
En segundo lugar, la Tabla E13 del apéndice considera cada ítem del índice FO por separado para
establecer si los principales resultados varían. Los resultados son similares independientemente de la
definición de formalidad.
Finalmente, una consideración relevante son las categorías específcas de BP. Anderson y McKenzie
(2022), Campos et al. (2018) y McKenzie y Woodruf (2017) consideraron estas categorías por separado.
Siguiendo este razonamiento, construimos categorías del índice BP para determinar si alguna de ellas
impulsa los resultados: merchandising; inventario, ventas y compras; planificación fnanciera y
comunicación. Los resultados no están impulsados por una categoría en particular (Tabla E12 en el
apéndice).
En cuanto al ft del modelo, en primer lugar el error cuadrático medio de aproximación (RMSEA) es
0,057 inferior a 0,06 que podría considerarse aceptable, y el SRMR=0,06 indica un ft más que aceptable
cuando arroja un valor inferior a 0,10 (Hu & Bentler , 1999). En segundo lugar, lamentablemente tanto el
CFI como el TLI están muy por debajo del criterio de corte comúnmente utilizado para la bondad de ft
0,95. El tamaño de la muestra de 1542 observaciones podría explicar esto.
13
El coeficiente es equivalente a 5,38 (=1,053/0,195) DE de FI. Si consideramos una variación de 1 DE de PA (0,147) en lugar de
una unidad de PA, el coeficiente pasa a ser 0,79 (=5,38*0,147).
1 3
Machine Translated by Google
484 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Tabla 3 Efectos heterogéneos
Panel A. Principales coeficientes estimados
Panel B. Caminos de BP a FI
[94,1 %] [89,4 %] [107,7 %] [87,3%]
Notas: El modelo, es una estimación del modelo de ecuaciones estructurales conjuntamente con el sistema de medida vía
máxima verosimilitud utilizando el paquete Lavaan para R. Errores estándar entre paréntesis. Porcentaje del efecto total entre
paréntesis, en el Panel B. * p < 0,10, ** p < 0,05, *** p < 0,01
5.3 Efectos heterogéneos
La Tabla 3 presenta los resultados que prueban las hipótesis H6 y H7. Con respecto a los efectos
heterogéneos por género, las columnas (1) y (2) muestran que el efecto directo de la PA sobre la IF para
las mujeres (0,792) es aproximadamente la mitad del efecto para los hombres (1,435). Sin embargo, el
camino de BP a FI a través de FO no es importante ni para las mujeres ni para los hombres. Por último,
las percepciones de las mujeres sobre cómo la formalización entre los negocios de sus pares en sus
ubicaciones influye en sus decisiones de formalizarse también son más bajas que para los hombres. Con
todo, los hallazgos corroboran H6.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 485
En cuanto a H7, los efectos diferenciales del nivel educativo en la relación entre BP y FI,
claramente las columnas (3), (4) y (5) muestran que a mayor nivel educativo de los microempresarios,
más fuerte es el impacto de tener más las prácticas comerciales están en FI. Para los
microempresarios con solo educación básica (primaria), no se encuentra ningún efecto, ya sea para
los caminos directos o indirectos de BP a FI.
6 Discusión
La necesidad de financiamiento es una función del ciclo de vida del negocio, pero el acceso real
también es una función del tamaño del negocio (Berger & Udell, 1998). Al principio, las empresas
que no pueden convencer a los inversionistas o prestamistas de su calidad pueden confiar en las
finanzas internas; es decir, los recursos del empresario y el crédito comercial (Lawless et al., 2015).
Sin embargo, a medida que las necesidades financieras crecen con los negocios, la falta de acceso
a fuentes externas determina el potencial de crecimiento de las empresas. Las microempresas
generalmente están en una mala posición: los mercados privados no consideran estas empresas por
sí mismas debido a la opacidad de la información de las empresas o la falta de historial crediticio y
se convierten en la solvencia de los propietarios y requieren garantías personales. Para responder a
las restricciones crediticias resultantes, se desarrollaron mercados informales (prestamistas de
dinero) y mercados formales (microfinanzas) (Banerjee, 2013). Sin embargo, otro insumo parece
esencial para determinar la inclusión fnanciera y el crecimiento empresarial: el capital gerencial.
El capital gerencial puede contribuir al crecimiento de la empresa (Anderson & McKenzie, 2022;
Bloom et al., 2010, 2012; McKenzie & Woodruf, 2017). Aquí contribuimos a la literatura sobre
emprendimiento y administración al mostrar evidencia de un mecanismo inexplorado: es más fácil
para las empresas acceder a los mercados financieros si adoptan más prácticas comerciales.
Ninguna categoría específica de prácticas comerciales impulsa este efecto. Hemos demostrado que
esta relación va más allá de comprender el elemento puramente mecánico de formalizarse como
requisito para obtener préstamos. No es solo la restricción financiera que impide que los
microempresarios prosperen y se vuelvan autosostenibles. Junto con el capital, necesitan habilidades
empresariales, recursos humanos, exposición a los mercados y otras habilidades interpersonales
para el desarrollo empresarial sostenible. Por ejemplo, Wirdiyanti et al. (2022) exploran el papel de
las estrategias de marketing novedosas, como la adopción del comercio electrónico, aumenta la
inclusión financiera sin estar conectado con el argumento de las restricciones crediticias.
En cuanto a los servicios fnancieros específcos, hay pruebas claras del uso de cuentas bancarias
separadas para fines comerciales y contratación de seguros. El vínculo es más débil para la captación
de préstamos bancarios y el uso de billeteras electrónicas. Una razón que puede explicar la no
asociación es que la mayoría de los microempresarios de la muestra simplemente informaron que
no necesitan ningún préstamo. Se espera que no haya asociación entre las prácticas comerciales y
las billeteras electrónicas, ya que no se requiere ningún requisito para obtener este tipo de servicio
fnanciero (por ejemplo, solo tener un teléfono móvil). No está vinculado a que los empresarios
adopten demasiadas prácticas comerciales.
Encontramos que aumentar 1 SD de BP aumentó 0.79 SD de FI (principalmente la propiedad de
cuentas bancarias). Como referencia, Campos et al. (2017) la intervención aumentó 0,31 desviaciones
estándar de su índice. Podemos comparar nuestros resultados con la literatura
1 3
Machine Translated by Google
486 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
que promueva la inclusión fnanciera en las MIPYMES, más allá de reducir las restricciones
crediticias.14 La educación financiera para las MIPYMES es una herramienta importante para
promover la inclusión fnanciera. En Ssekakubo et al. (2022) , 1 SD de educación fnanciera incrementó
su índice fnanciero en 0.16 SD.15 Otra estrategia es la educación fnanciera pero a nivel de población
(Atkinson & Messy, 2013). En Laos, un aumento de 1 SD en un puntaje de alfabetización financiera
aumenta 0,39 SD en un índice financiero que involucra tanto la propiedad de los productos como el
uso (Morgan & Long, 2020).16 Por lo tanto, nuestros hallazgos están en línea con esta literatura, con
la advertencia de la comparabilidad entre índices derivados, y la amplia variedad de contextos.
Nuestros resultados sobre el vínculo de las prácticas empresariales con la inclusión fnanciera
suman insumos al capital gerencial y organizacional. Desde los influyentes trabajos de Bloom y Van
Reenen (2007) y Bruhn et al. (2010), la adopción de (buenas) prácticas empresariales/de gestión
por parte de las empresas ha sido proclamada como el factor de producción que explica las
diferencias de productividad entre países y empresas. La revisión de McKenzie y Woodruf (2017)
brinda evidencia adicional y sólida de que las microempresas que adoptan más prácticas comerciales
tienen un mejor desempeño de la empresa en ventas, productividad y crecimiento. Agregamos que
los efectos benefciosos de las prácticas comerciales también contribuyen a la adopción de más
servicios fnancieros por parte de las microempresas.
Una segunda rama de la literatura que aportamos es la economía del desarrollo y el papel de las
microfinanzas. En la literatura sobre economía del desarrollo, una de las razones para promover la
formalización de las empresas es que ser formales les permitiría acceder a instituciones financieras
formales como los bancos. Por lo tanto, superarán la principal limitación a la que se enfrentan para
hacer crecer su negocio. Sin embargo, esto podría no ser suficiente, ya que las empresas pueden
enfrentar restricciones crediticias que limitan su acceso (o el de sus propietarios) a los mercados de
crédito formales, lo que motiva la industria de las microfinanzas.
Encontramos que las microempresas más formales no están más dispuestas a utilizar más
servicios fnancieros, como en McKenzie y Sakho (2010). Este hallazgo se da a pesar de la existencia
de una importante industria de microfinanzas en Colombia (Romero, 2021; Patiño & Sal cedoPérez,
2022). Varios estudios (Banerjee et al., 2015; Bika et al., 2022; Bruton et al., 2015; Karlan et al., 2014;
Newman et al., 2017; Banerjee, 2013) indicaron que el impacto de las microfinanzas en los
emprendimientos el desarrollo no es tan exitoso como se esperaba inicialmente. Sin embargo,
nuestro análisis no considera si las creencias de los empresarios sobre la industria de las
microfinanzas y sus productos están sesgadas o no, y si no satisfacen una necesidad debido a la
falta de conocimientos financieros (Kim et al., 2019; Lusardi, 2001; McKenzie et al . al., 2022). Esta
es una línea abierta para futuras investigaciones.
14
Existen varias estrategias para promover la inclusión fnanciera entre las MIPYMES. El microcrédito es una opción bien conocida,
pero también estrategias como las restricciones crediticias parciales ayudan a reducir la carga de las asimetrías de información
(Barajas et al., 2020).
15
Otro estudio relevante estima que las mujeres microempresarias nigerianas tienen un 49 % más de probabilidades de acceder a
servicios de crédito si tienen conocimientos previos sobre los benefcios de los microcréditos (Metu & Nwog wugwu, 2022).
Una buena referencia para varios países es Grohmann et al. (2018), que encuentran que un aumento de un punto porcentual en
dieciséis
la proporción de personas con conocimientos financieros en un país aumenta la propiedad de una cuenta bancaria en 0,511 puntos
porcentuales.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 487
Por último, nuestro estudio da soporte al campo de la psicología organizacional. La
investigación sobre el concepto de iniciativa personal de Frese y asociados (Ver Frese et al.,
1997; Fay & Frese, 2001; Frese & Fay, 2001; Frese et al., 2016) y su uso como método de
enseñanza alternativo o complementario para microempresarios ha demostrado no solo ser
eficaz sino también superior a otros métodos de enseñanza (más) tradicionales (Campos et
al., 2017, 2018; Glaub et al., 2014). Agregamos contenido a la literatura sobre iniciativa
personal al proporcionar quizás la primera evidencia empírica de que los microempresarios
con más iniciativa personal parecen adoptar más servicios financieros a través de una mayor
adopción de prácticas comerciales.
7. Conclusiones
Nuestro estudio arroja nueva luz sobre las implicaciones potenciales de los programas que
apuntan a capacitar a los microempresarios para que adopten buenas prácticas comerciales
y otros programas basados en habilidades blandas. Las resumimos como implicaciones
gerenciales y políticas.
La hipótesis fundamental de este estudio es que las microempresas que implementen
(más) prácticas empresariales tendrán mayor acceso/uso a los servicios fnancieros.
Validamos la hipótesis. Los microempresarios y, en general, los dueños y administradores
de micro y pequeñas empresas deben tomar conciencia de que la adopción de más y mejores
prácticas empresariales les brindará herramientas y elementos para evaluar la utilidad de
utilizar un conjunto más amplio y diverso de servicios fnancieros. Y, dado que la literatura
revisada anteriormente brinda apoyo teórico y empírico a los argumentos a nivel
macroeconómico de que una mayor inclusión financiera ayuda a tener un mayor desarrollo
económico y, a nivel microeconómico, una mayor inclusión financiera es crucial para un
crecimiento firme en las ventas, la productividad y el empleo. .
Entonces para los microempresarios el mensaje es directo: implementar más y mejores
prácticas empresariales. Además, se mejoró la implementación de prácticas comerciales al
adoptar una mentalidad de iniciativa personal. En este sentido, estos mismos tomadores de
decisiones deben ser conscientes de que tener esa mentalidad puede contribuir a adoptar
más servicios fnancieros y luego tener un mejor desempeño.
La validación de H1 y H4, por un lado, da soporte a los programas y políticas actuales
emprendidos por ONG, think thanks, agencias multilaterales (es decir, Banco Mundial, FMI,
BID) y gobiernos que promueven la inclusión financiera; y 'apoyo a la capacitación' a las
MIPYMES por otro lado. Sin embargo, a pesar de esos esfuerzos, ha habido una especie de
desapego entre esos dos esfuerzos. La inclusión financiera se ha abordado principalmente
a través de la mejora de la educación financiera de propietarios y gerentes de personas y
empresas. La formación empresarial se ha centrado en proporcionar algunas herramientas
empresariales básicas o generales a los propietarios y administradores. Nuestros resultados
muestran que apoyar la capacitación (es decir, programas para mejorar la iniciativa personal
y objetivos similares) podría ser suficiente para que más microempresas se acerquen a las
instituciones financieras sin la necesidad de enfatizar la educación financiera.
1 3
Machine Translated by Google
488 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Además, los programas de alfabetización financiera por sí solos tienden a dejar de lado los
factores psicológicos y culturales de los programas, iniciativas y políticas públicas y privadas que
pretenden aumentar la inclusión financiera (Siba, 2019) .
Algunas limitaciones del presente estudio deben ser reconocidas. Primero, la selección de las
ciudades y los barrios donde se encuestaron a los microempresarios no se eligieron al azar. Por
lo tanto, los resultados no pueden extrapolarse a la población completa de microempresarios. En
segundo lugar, solo utilizamos datos de un año, por lo que no podemos decir nada sobre la
dirección de los resultados cuando se tienen observaciones de dos o más años. Tercero, no
consideramos los efectos potenciales que la iniciativa personal puede tener directamente sobre la
inclusión financiera.
Nuestros hallazgos implican vías convincentes para futuras investigaciones: Primero, ¿son
las prácticas comerciales relevantes para el uso de productos financieros complejos? Segundo,
¿qué factores psicológicos y sociales impiden (más) el uso de los servicios fnancieros por parte
de los microempresarios? Tercero, ¿cómo superar ciertas motivaciones y tipos de comportamiento
empresarial que inhiben a los microempresarios de utilizar los servicios fnancieros? Ya mostramos
que el efecto de adoptar prácticas empresariales sobre la inclusión fnanciera es menor para las
mujeres y para los microempresarios que tienen un bajo nivel educativo. Es relevante saber cómo
los programas de capacitación podrían superar tales brechas. En cuarto lugar, aunque la
formalización no afectó la decisión de los microempresarios de adoptar servicios fnancieros,
podría ser que el tipo de servicios fnancieros solicitados en la encuesta no hayan sido los que
requerían las empresas para formalizarse. Por último, los estudios futuros podrían ampliar la
muestra del estudio e investigar los efectos a largo plazo de adoptar más y nuevas prácticas
comerciales de forma permanente. Para lograr el objetivo final de la política pública: el crecimiento
y la prosperidad de las microempresas, nos hacemos eco de las palabras de Siba (2019, p. 1):
“La evidencia emergente de la psicología y la economía experimental sobre la agencia, la
mentalidad y el liderazgo muestran que para Para que las intervenciones exitosas sean
transformadoras, deben ir más allá del acceso básico al capital fnanciero y humano y también
abordar las limitaciones psicológicas, sociales y de habilidades centrales de las mujeres
empresarias”. En consecuencia, se necesita un enfoque de política integral, que incluya iniciativas
de capacitación e inclusión financiera basadas en la psicología que aborden las limitaciones diferenciadas de los
Información complementaria La versión en línea contiene material complementario disponible en https://doi. org/10.1007/
s40821022002312.
Financiamiento Financiamiento de Acceso Abierto proporcionado por el Consorcio Colombia. Financiamiento Apoyo Financiero del
programa “Inclusión productiva y social: programas y políticas para la promoción de una economía for mal, código 60185, que
conforma la Alianza EFI, bajo el Contrato de Recuperación Contingente No.
FP448422202018.” se reconoce con gratitud.
Disponibilidad de datos y material Los datos están disponibles públicamente en https://researchdata.urosario.edu.co/
Declaraciones
Conficto de interés Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
Disponibilidad del código El código estará disponible tras su publicación en GitHub.
Aprobación ética Estamos utilizando datos secundarios, que fueron recopilados bajo la aprobación del consejo de ética e investigación
de la Fundación Universitaria Minuto de Dios.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 489
Consentimiento para participar No aplicable.
Consentimiento para publicación No aplicable.
Acceso abierto Este artículo tiene una licencia internacional Creative Commons Attribution 4.0, que permite el uso, el intercambio, la
adaptación, la distribución y la reproducción en cualquier medio o formato, siempre que se otorgue el crédito correspondiente al autor
o autores originales y a la fuente. proporcionar un enlace a la licencia Creative Commons e indicar si se realizaron cambios. Las
imágenes u otro material de terceros en este artículo están incluidos en la licencia Creative Commons del artículo, a menos que se
indique lo contrario en una línea de crédito al material. Si el material no está incluido en la licencia Creative Commons del artículo y
su uso previsto no está permitido por la regulación legal o excede el uso permitido, deberá obtener el permiso directamente del titular
de los derechos de autor. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licen ses/by/4.0/.
Referencias
Adrian, T. y ManciniGrifoli, T. (2021). El auge del dinero digital. Annual Review of Financial Economics, 13, 57–77.
Ahmad, AH, Green, C. y Jiang, F. (2020). Dinero móvil, inclusión fnanciera y desarrollo: una revisión con referencia a la experiencia
africana. Revista de estudios económicos, 34(4), 753–792.
Allen, F., Carletti, E., Cull, R., Jâ, Qian, Senbet, L. y Valenzuela, P. (2014). El desarrollo fnanciero africano y las brechas de inclusión
fnanciera. Revista de economías africanas, 23(5), 614–642. https://doi. org/10.1093/jae/eju015.
Allen, F., DemirgüçKunt, A., Klapper, L. y Martínez, MS (2016). Los fundamentos de la inclusión financiera: comprensión de la
propiedad y el uso de cuentas formales. Revista de Intermediación Financiera, 27, 1–30.
Alm, J. (2019). ¿Qué motiva el cumplimiento tributario? Revista de Estudios Económicos, 33(2), 353–388.
Anderson, SJ y McKenzie, D. (2022). Mejorando las prácticas comerciales y el límite del emprendedor: un experimento aleatorio que
compara la capacitación, la consultoría, la contratación interna y la subcontratación. Journal of Political Economy, 130(1),
157–209.
Anderson, TW y Rubin, H. (1956). Inferencia estadística en el análisis factorial. En: Actas de la tercera
Simposio de Berkeley sobre estadística matemática y probabilidad. 5, 1
Angrist, JD y Pischke, JS (2008). Mayormente econometría inofensiva. En: Mostly Harmless Economet
rics. Princeton: Prensa de la Universidad de Princeton.
Asiedu, E., KalondaKanyama, I., Ndikumana, L. y NtiAddae, A. (2013). Acceso al crédito por parte de las empresas en
África subsahariana: ¿Cuán relevante es el género? Revista Económica Estadounidense, 103(3), 293–97.
Atkinson, A. y Desordenado, FA (2013). Promoción de la inclusión fnanciera a través de la educación fnanciera: evidencia, políticas y
práctica de la OCDE/INFE. tecnología Rep.https://doi.org/10.1787/5k3xz6m88smpes.
Ayyagari, M., DemirgüçKunt, A. y Maksimovic, V. (2014). ¿Quién crea puestos de trabajo en los países en desarrollo?
Economía de la pequeña empresa, 43(1), 75–99.
Babbitt, LG, Brown, D. y Mazaheri, N. (2015). Género, emprendimiento y lo formalinformal
dilema: Evidencia de indonesia. Desarrollo mundial, 72, 163–174.
Badrán, MF (2017). Dinámica socioeconómica en los servicios de dinero móvil en Egipto: un análisis empírico. Revisión empresarial
euroasiática, 7(2), 267–285.
Banerjee, A., Dufo, E., Glennerster, R. y Kinnan, C. (2015). ¿El milagro de las microfinanzas? evidencia de una evaluación aleatoria.
Revista económica estadounidense: economía aplicada, 7 (1), 22–53.
Banerjee, AV (2013). Microcrédito bajo el microscopio: ¿qué hemos aprendido en las últimas dos décadas y qué necesitamos saber?
The Annual Review of Economics, 5(1), 487–519.
BaniKhalid, T., Alshira'h, AF y Alshirah, MH (2022). Determinantes de la intención de cumplimiento tributario entre las PYME jordanas:
un enfoque en la teoría del comportamiento planificado. Economías, 10(2), 30.
Barajas, A., Beck, T., Belhaj, M., Naceur, SB, Cerra, V., Qureshi, MS (2020). Inclusión financiera: ¿qué hemos aprendido hasta ahora?
que tenemos que aprender Documentos de trabajo del FMI 2020 (157): 57.
Beck, T. y DemirgüçKunt, A. (2006). Pequeñas y medianas empresas: acceso a la financiación como
restricción de crecimiento. Revista de Banca y Finanzas, 30(11), 2931–2943.
1 3
Machine Translated by Google
490 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Beck, T., DemirgüçKunt, A. y Levine, R. (2007). Finanzas, desigualdad y los pobres. diario de eco
Crecimiento económico, 12(1), 27–49.
Berger, AN y Udell, GF (1998). La economía de las finanzas de las pequeñas empresas: los roles de los mercados de capital privado
y de deuda en el ciclo de crecimiento financiero. Revista de banca y finanzas, 22(6–8), 613–673.
Bika, Z., Subalova, M. y Locke, C. (2022). Desarrollo de microfinanzas y pequeñas empresas en una economía en transición:
conocimientos de las relaciones de los prestatarios con organizaciones de microfinanzas en Kazajstán.
The Journal of Development Studies, 58(1), 183–203.
Birkinshaw, J., Manktelow, J., d'Amato, V., Tosca, E. y Macchi, F. (2019). ¿Más viejo y más sabio? cómo el estilo de gestión del
hombre varía con la edad. MIT Sloan Management Review, 60(4), 75–83.
Bloom, N. y Van Reenen, J. (2007). Medir y explicar las prácticas de gestión entre empresas y
países. The Quarterly Journal of Economics, 122 (4), 1351–1408.
Bloom, N. y Van Reenen, J. (2010). ¿Por qué las prácticas de gestión difieren entre empresas y países?
Revista de Perspectivas Económicas, 24(1), 203–24.
Bloom, N., Mahajan, A., McKenzie, D. y Roberts, J. (2010). ¿Por qué las empresas en los países en desarrollo tienen baja
productividad? Revista Económica Estadounidense, 100(2), 619–23.
Bloom, N., Genakos, C., Sadun, R. y Van Reenen, J. (2012). Prácticas de gestión entre empresas y países. Academia de perspectivas
de gestión, 26(1), 12–33. https://doi.org/10.5465/amp.2011. 0077.
Bobek, DD, Roberts, RW y Sweeney, JT (2007). Las normas sociales del cumplimiento tributario: Evidencia de Australia, Singapur y
los Estados Unidos. Revista de ética empresarial, 74(1), 49–64.
Bollen, KA (1989). Ecuaciones estructurales con variables latentes. Nueva York: Wiley.
Brixiová, Z., Kangoye, T. y Yogo, TU (2020). Acceso a la financiación entre las pequeñas y medianas empresas y la creación de
empleo en África. Cambio estructural y dinámica económica, 55, 177–189.
Bruhn, M., Karlan, D. y Schoar, A. (2010). ¿Qué capital falta en los países en desarrollo? Americano
Revista Económica, 100(2), 629–33.
Bruton, G., Khavul, S., Siegel, D. y Wright, M. (2015). Nuevas alternativas fnancieras para sembrar el emprendimiento: microfinanzas,
crowdfunding e innovaciones peertopeer. Teoría y práctica del espíritu empresarial, 39(1), 9–26.
Cámara, N., Tuesta, D. (2014). Midiendo la inclusión fnanciera: Un índice multidimensional. BBVA Research
Papel (14/26).
CámaraComercioBogotá (2019). Diagnóstico de la inclusión fnanciera empresarial en colombia.
Página web.
Campos, F., Frese, M., Goldstein, M., Iacovone, L., Johnson, HC, McKenzie, D. y Mensmann, M.
(2017). La enseñanza de la iniciativa personal supera a la formación tradicional en el impulso de las pequeñas empresas en
África Occidental. Ciencia, 357(6357), 1287–1290. https://doi.org/10.1126/science.aan5329.
Campos, F., Frese, M., Goldstein, M., Iacovone, L., Johnson, HC, McKenzie, D. y Mensmann, M.
(2018). ¿La formación de iniciativa personal es un sustituto o un complemento del capital humano existente en las mujeres?
Resultados de un ensayo aleatorio en Togo. American Economic Review Papers and Proceedings, 108, 256–61.
Churchill, SA y Marisetty, VB (2020). Inclusión financiera y pobreza: una historia de cuarenta y cinco mil
hogares Economía Aplicada, 52(16), 1777–1788.
Clark, DN y Douglas, H. (2014). Crecimiento de la microempresa: Lecciones de los negocios desde el hogar en Nueva
Zelanda. Investigación sobre pequeñas empresas, 21(1), 82–98.
Cotler, P. (2017). Inclusión financiera en américa latina. En Inclusión financiera de pequeños productores rurales, Libros de la CEPAL,
N° 147 (LC, PUB.2017, 15P, (Ed.), Villarreal F (págs. 29–52). Comisión Económica para América Latina y el Caribe
( CEPAL): Santiago.
DablaNorris, E., & Koeda, J. (2008) Informalidad y crédito bancario: Evidencia de datos a nivel de empresa. 894,
Fondo Monetario Internacional.
DablaNorris, E., Ji, Y., Townsend, RM y Unsal, DF (2021). Distinguir las restricciones a la inclusión fnanciera y su impacto en el PIB,
la PTF y la distribución del ingreso. Journal of Monetary Economics, 117, 1–18.
De Haan, J. y Sturm, JE (2017). Finanzas y desigualdad de ingresos: una revisión y nueva evidencia. Euro
Revista europea de economía política, 50, 171–195.
De Mel, S., McKenzie, D. y Woodruf, C. (2013). La demanda y las consecuencias de la formalización entre las empresas informales
en Sri Lanka. Revista económica estadounidense: economía aplicada, 5 (2), 122–50. https://doi.org/10.1257/app.5.2.122.
DemirgüçKunt, A. y Klapper, L. (2013). Medición de la inclusión fnanciera: explicación de la variación en el uso de los servicios
fnancieros entre y dentro de los países. Documentos de Brookings sobre la actividad económica, 1, 279–340.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 491
DemirgüçKunt, A. y Levine, R. (2009). Finanzas y desigualdad: teoría y evidencia. Revisión anual de economía financiera, 1(1), 287–
318.
Duncan, OD (2014). Introducción a los modelos de ecuaciones estructurales. Elsevier.
Dupas, P. y Robinson, J. (2013). Restricciones de ahorro y desarrollo de microempresas: Evidencia de un experimento de campo en
Kenia. Diario económico estadounidense: economía aplicada, 5 (1), 163–92. https://doi.org/10.1257/app.5.1.163 .
Eide, ER y Showalter, MH (2012). Los métodos importan: Mejora de la inferencia causal en la investigación en ciencias sociales y
educativas: un artículo de revisión. Revista de Economía de la Educación, 31(5), 744–748.
Fabling, RB y Grimes, A. (2007). La práctica genera ganancias: prácticas comerciales y éxito empresarial. Economía de la pequeña
empresa, 29(4), 383–399. https://doi.org/10.1007/s1118700690007.
Farazi, S. (2014). Empresas informales e inclusión fnanciera: Estado y determinantes. Journal of International Commerce Economics
and Policy, 05(3), 288. https://doi.org/10.1142/S1793993314400110.
Fay, D. y Frese, M. (2001). El concepto de iniciativa personal: una visión general de los estudios de validez. Rendimiento humano,
14(1), 97–124. https://doi.org/10.1207/S15327043HUP1401_06.
Feld, SL (1991). Por qué tus amigos tienen más amigos que tú. Revista estadounidense de sociología, 96 (6), 1464–1477.
Forth, J. y Bryson, A. (2019). Prácticas de gestión y desempeño de las PYMES. Revista escocesa de Politi
Cal Economy, 66(4), 527–558. https://doi.org/10.1111/sjpe.12209.
Fowowe, B. (2017). Acceso a financiamiento y desempeño empresarial: Evidencia de países africanos. Repaso de
Finanzas para el desarrollo, 7(1), 6–17.
Frese, M. y Fay, D. (2001). Iniciativa personal: un concepto de desempeño activo para el trabajo en el siglo XXI. Investigación en
Comportamiento Organizacional, 23, 133–187. https://doi.org/10.1016/S01913085(01)
230056.
Frese, M. y Gielnik, MM (2014). La psicología del emprendimiento. Revisión anual de psicología organizacional y comportamiento
organizacional, 1(1), 413–438. https://doi.org/10.1146/annurev orgpsych031413091326.
Frese, M., Fay, D., Hilburger, T., Leng, K. y Tag, A. (1997). El concepto de iniciativa personal: Operacionalización, confiabilidad y
validez en dos muestras alemanas. Revista de Psicología Ocupacional y Organizacional, 70(2), 139–161. https://doi.org/
10.1111/j.20448325.1997.tb00639.x.
Frese, M., Hass, L. y Friedrich, C. (2016). Capacitación de iniciativa personal para propietarios de pequeñas empresas. Journal of
Business Venturing Insights, 5, 27–36.
Fungáčová, Z. y Weill, L. (2015). Entendiendo la inclusión financiera en China. revisión económica de china,
34, 196–206.
Gabor, D. y Brooks, S. (2017). La revolución digital en la inclusión fnanciera: desarrollo internacional
en la era fntech. Nueva Economía Política, 22(4), 423–436.
Gatti, R. y Honorati, M. (2008). Informalidad entre empresas formales: evidencia a nivel de empresa, entre países sobre
Cumplimiento tributario y acceso al crédito. Publicaciones del Banco Mundial.
Geraldes, HSA, Gama, APM y Augusto, M. (2022). Alcanzar la inclusión fnanciera: necesaria y
condiciones suficientes. Investigación de indicadores sociales, 1, 1–19.
Ghosh, S. y Vinod, D. (2017). ¿Qué limita la inclusión financiera de las mujeres? evidencia de indio
microdatos. Desarrollo mundial, 92, 60–81.
Girón, A., Kazemikhasragh, A., Cicchiello, AF, & Panetti, E. (2021). Medición de la inclusión financiera en los países menos
desarrollados de Asia y África. Diario de la Economía del Conocimiento, 1, 1–14.
Glaub, ME, Frese, M., Fischer, S. y Hoppe, M. (2014). El aumento de la iniciativa personal en los gerentes o propietarios de pequeñas
empresas conduce al éxito empresarial: una intervención de campo aleatoria controlada basada en la teoría para la gestión
basada en la evidencia. Academia de aprendizaje y educación gerencial, 13(3), 354–379. https://doi.org/10.5465/
amle.2013.0234.
Gorodnichenko, Y. y Schnitzer, M. (2013). Restricciones financieras e innovación: por qué los países pobres no se ponen al día.
Revista de la Asociación Económica Europea, 11(5), 1115–1152.
Gorsuch, RL (2003). Análisis factorial: Métodos de investigación en psicología, vol 2. John Wiley & Sons Inc,
cap, 6. https://doi.org/10.1002/0471264385.wei0206.
Grant, AM y Ashford, SJ (2008). La dinámica de la proactividad en el trabajo. Investigación en Comportamiento Organizacional, 28, 3–
34.
Grohmann, A., Klühs, T. y Menkhof, L. (2018). ¿La alfabetización financiera mejora la inclusión financiera?
evidencia a campo traviesa. Desarrollo mundial, 111, 84–96.
Gutiérrez, L., Medina, I., Uruena, J., & RodríguezLesmes, P. (2020) Reporte de la Primera Encuesta Nacional de Microestablecimientos
Comerciales y de Servicios. Serie Alianza EFI Universidad del Rosario, Universidad Minuto de Dios, Fundación Capital (1).
1 3
Machine Translated by Google
492 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Heckman, J., Pinto, R. y Savelyev, P. (2013). Comprender los mecanismos a través de los cuales un programa de primera infancia
influyente impulsó los resultados de los adultos. The American economic review, 103(6), 2052–2086.
Honohan, P. y King, M. (2013). Causa y efecto del acceso fnanciero: Evidencia entre países de las encuestas fnscope. En R. Cull, A.
DemirgüçKunt y J. Morduch (Eds.), La banca mundial: Fundamentos empíricos de la inclusión fnanciera (págs. 45–84).
Londres Inglaterra: The MIT Press, Cambridge Massachusetts.
Hu, LT y Bentler, PM (1999). Criterios de corte para índices ft en análisis de estructura de covarianza: Criterios convencionales
versus nuevas alternativas. Modelado de ecuaciones estructurales: una revista multidisciplinaria, 6 (1), 1–55.
Jackson, MO (2019). La paradoja de la amistad y los sesgos sistemáticos en las percepciones y normas sociales.
Revista de Economía Política, 127(2), 777–818. https://doi.org/10.1086/701031.
Kabakova, O. y Plaksenkov, E. (2018). Análisis de los factores que inciden en la inclusión fnanciera: Visión ecosistémica.
Revista de Investigación Empresarial, 89, 198–205.
Kairiza, T., Kiprono, P. y Magadzire, V. (2017). Diferencias de género en la inclusión fnanciera entre emprendedores en Zimbabue.
Economía de la pequeña empresa, 48(1), 259–272. https://doi.org/10.1007/ s1118701697732.
Kamarun, N. y Azman, D. (2021). Un marco de políticas para el acceso al financiamiento de las MIPYME lideradas por mujeres.
Informe enero 2021, Alianza para la Inclusión Financiera (AFI). Disponible en https://www.fndevgate way.org/paper/2021/01/
policyframeworkwomenledmsmeaccessfnance.
Karlan, D., Ratan, AL y Zinman, J. (2014). Ahorros por y para los pobres: una revisión de la investigación y
agenda. Revisión de Ingresos y Riqueza, 60(1), 36–78.
Khan, ZUH (2022) Experimentos económicos sobre cumplimiento tributario, sobornos de acoso y comités diversos. Tesis doctoral,
Universidad de Essex.
Kim, KT, Lee, JM y Anderson, SG (2019). Hábitos de ahorro para la jubilación de las familias propietarias de empresas en los Estados
Unidos. Revista de investigación de ciencias de la familia y el consumidor, 48(1), 65–84.
Kung, L., Cegielski, CG y Kung, HJ (2015). Una perspectiva ambiental integrada sobre la adopción de software como servicio en
empresas de fabricación y venta minorista. Revista de Tecnología de la Información, 30(4),
352–363.
Lawless, M., O'Connell, B. y O'Toole, C. (2015). Estructura financiera y diversifcación de las empresas europeas. Economía Aplicada,
47(23), 2379–2398.
Levine, R. (2005). Finanzas y crecimiento: teoría y evidencia. En P. Aghion & SN Durlauf (Eds.), Mano
libro de Crecimiento Económico (Vol. 1, pp. 865–934). Holanda del Norte.
Lewis, S. y Lindley, D. (2015) Inclusión financiera, educación fnanciera y regulación fnanciera en el Reino Unido. Documento de
trabajo 544 de ADBI.
Lusardi, A. (2001) Explicando por qué tanta gente no ahorra. Centro de Trabajo de Investigación de Jubilación
Papel (200105).
Maes, J., Sels, L. y Roodhooft, F. (2005). Modelado del vínculo entre las prácticas de gestión y el desempeño fnanciero. evidencia
de pequeñas empresas constructoras. Economía de la pequeña empresa, 25(1), 17–34. https://doi.org/10.1007/
s111870054255y.
Maloney, WF (2004). La informalidad revisada. Desarrollo mundial, 32(7), 1159–1178.
McKenzie, D. (2021). Capacitación de pequeñas empresas para mejorar las prácticas de gestión en los países en desarrollo: reevaluar
la evidencia para la capacitación no funciona. Oxford Review of Economic Policy, 37(2), 276–301.
McKenzie, D. y Puerto, S. (2021). Mercados en crecimiento a través de la capacitación empresarial para mujeres empresarias: un
experimento aleatorio a nivel de mercado en Kenia. American Economic Journal: Applied Economics, 13(2), 297–332.
McKenzie, D. y Sakho, YS (2010). ¿Paga a las empresas registrarse para los impuestos? El impacto de la formalidad en la rentabilidad
de la empresa. Revista de Economía del Desarrollo, 91(1), 15–24. https://doi.org/10.1016/j.jdeve co.2009.02.003.
McKenzie, D. y Woodruf, C. (2017). Prácticas comerciales en las pequeñas empresas de los países en desarrollo. Management
Science, 63(9), 2967–2981.
McKenzie, D., Mohpal, A. y Yang, D. (2022). Aspiraciones y decisiones financieras: Evidencia experimental de Filipinas. Revista de
Economía del Desarrollo, 156, 102846.
Mensmann, M. y Frese, M. (2019). ¿Quién se mantiene proactivo después de la capacitación empresarial? Necesidad de cognición,
mantenimiento de la iniciativa personal y bienestar. Revista de Comportamiento Organizacional, 40(1), 20–37.
1 3
Machine Translated by Google
Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494 493
Metu, AG y Nwogwugwu, UC (2022). Factores desafiantes que afectan el acceso a la financiación por parte de mujeres
microempresarias en el estado de Anambra, Nigeria. Revista de negocios africanos, 1, 1–13.
Morgan, PJ y Long, TQ (2020). Educación financiera, inclusión fnanciera y conducta de ahorro en laos.
Revista de economía asiática, 68, 101197.
Muldoon, R. (2022) Normas sociales. En: The Routledge Handbook of Philosophy, Politics, and Economics,
Routledge, págs. 137148.
Newman, A., Schwarz, S. y Ahlstrom, D. (2017). Microfinanzas y emprendimiento: una introducción.
Revista Internacional de Pequeñas Empresas, 35(7), 787–792.
Nizam, R., Karim, ZA, Sarmidi, T. y Rahman, AA (2021). Inclusión financiera y crecimiento empresarial en los países de la ASEAN5:
una nueva evidencia que utiliza la regresión de umbral. Cartas de investigación financiera, 41, 101861.
Nsereko, I., Balunywa, W., Munene, J., Orobia, L. y Muhammed, N. (2018). Iniciativa personal: su poder en la creación de
emprendimientos sociales. Cogent Business & Management, 5(1), 1443686. https://doi.org/10.1080/23311975.2018.1443686.
Nuzzo, G. y Piermattei, S. (2020). Discutir medidas de inclusión fnanciera para las principales áreas del euro
países. Investigación de Indicadores Sociales, 148(3), 765–786.
Ouma, SA, Odongo, TM y Were, M. (2017). Servicios fnancieros móviles e inclusión fnanciera: ¿Es una bendición para la movilización
del ahorro? Revisión de Financiamiento para el Desarrollo, 7(1), 29–35.
Patiño, OA, & SalcedoPérez, C. (2022). Microfinanciamiento para empresas informales: perspectivas en
Colombia. Revista Brasileña de Desarrollo, 8(4), 24301–24313.
Pearson, K. (1901). L iii sobre rectas y planos de los pies más próximos a sistemas de puntos en el espacio. el londres,
Edinburgh y Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science, 2(11), 559–572.
Prijadi, R., Wulandari, P., Desiana, PM, Pinagara, FA y Novita, M. (2020). Necesidades de financiación de las microempresas a lo
largo de su evolución. Revista Internacional de Ética y Sistemas, 36(2),
263–284.
Rodríguez Zamora, C. (2018). Titularidad de cuentas bancarias por parte de microempresarios en México. En MJ Roa & D. Mejía
(Eds.), Decisiones financieras de los hogares e inclusión financiera: evidencia para América Latina y el Caribe (págs. 429–
462). Ciudad de México: CAF y CEMLA.
Romero, L. (2021) Los efectos de los topes de usura en el bienestar de los consumidores: Evidencia desde el microcrédito
mercado en colombia. Documento de debate del Instituto Tinbergen.
Rosseel, Y. (2012) Un paquete R para el modelado de ecuaciones estructurales. Journal of Statistical Software 48:1– 36, http://
www.jstatsoft.org/v48/i02/.
Salignac, F., Muir, K. y Wong, J. (2016). ¿Está usted realmente excluido financieramente si elige no ser incluido? Perspectivas desde
la exclusión social, la resiliencia y los sistemas ecológicos. Journal of Social Policy, 45(2), 269–286.
Sastararuji, D., Hoonsopon, D., Pitchayadol, P. y Chiwamit, P. (2022). Adopción de la contabilidad en la nube en las pymes tailandesas
en medio de la pandemia de covid19: un estudio de caso explicativo. Revista de Innovación y Emprendimiento, 11(1), 1–25.
Shapero, A. y Sokol, L. (1982). Las dimensiones sociales del emprendimiento. En: Kent CA VK Sexton DL (ed) Encyclopedia of
Entrepreneurship, PrenticeHall, Englewood Clifs, págs. 72–90.
Siba, E. (2019). Empoderar a las mujeres empresarias en los países en desarrollo: por qué los programas actuales se quedan cortos.
Iniciativa de crecimiento de África en Brookings.
Ssekakubo, J., Nkurunziza, G., Muwanga, R. y Tumwine, S. (2022). Educación financiera y desempeño fnanciero de microempresas
en economías en desarrollo: El papel mediador del acceso al crédito.
Revista ORSEA, 12, 1.
Staiger, D. y Stock, JH (1997). Regresión de variables instrumentales con instrumentos débiles. economista
rica, 1, 557–586.
Stiglitz, JE y Weiss, A. (1981). Racionamiento crediticio en mercados con información imperfecta. El americano
Revista Económica, 71(3), 393–410.
Stiglitz, JE y Weiss, A. (1992). Información asimétrica en los mercados de crédito y sus implicaciones para la macroeconomía.
Documentos económicos de Oxford, 44(4), 694–724.
Ulises, G. (2020). Informalidad: causas y consecuencias para el desarrollo. Annual Review of Economics, 12(1), 525–546.
Van, LTH, Vo, AT, Nguyen, NT y Vo, DH (2021). Inclusión financiera y crecimiento económico: una evidencia internacional. Comercio
y finanzas de mercados emergentes, 57(1), 239–263.
Wang, X. y Guan, J. (2017). Inclusión financiera: medición, efectos espaciales y factores de influencia.
Economía Aplicada, 49(18), 1751–1762.
1 3
Machine Translated by Google
494 Revisión empresarial euroasiática (2023) 13: 465–494
Wangmo, C. (2015). Restricciones de financiamiento bancario para pequeñas y medianas empresas en países en desarrollo: un
estudio de caso de Bután. Revista Internacional de Artes y Ciencias, 8 (5), 569.
Wellalage, NH y Locke, S. (2016). Informalidad y restricciones crediticias: evidencia de África subsahariana
puede mses. Economía Aplicada, 48(29), 2756–2770.
Wirdiyanti, R., Yusgiantoro, I., Sugiarto, A., Harjanti, AD, Mambea, IY, Soekarno, S. y Dama yanti, SM (2022). ¿Cómo impacta la
adopción del comercio electrónico en el desempeño y la inclusión financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas?
pruebas de indonesia. Investigación de comercio electrónico, 1, 1–31.
Yan, Y. y Qi, S. (2021). La infancia importa: Educación familiar e inclusión fnanciera. Cuenca del Pacífico
Revista de finanzas, 65, 101489.
Zins, A. y Weill, L. (2016). Los determinantes de la inclusión fnanciera en África. Revisión de Financiamiento para el Desarrollo, 6(1),
46–57.
Zuleta, LA (2018). Inclusión financiera de las pequeñas y medianas empresas en Colombia. En La inclusión financiera para la inserción
productiva y el papel de la banca de desarrollo, CEPAL N.
153 (LC, PUB.2018, 18P, (Ed.), Pérez E, Titelman D (págs. 169–188). Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL): Santiago.
Nota del editor Springer Nature se mantiene neutral con respecto a las reclamaciones jurisdiccionales en los mapas publicados
y afiliaciones institucionales.
Autores y Afiliaciones
Paul RodríguezLesmes
paul.rodriguez@urosario.edu.co
1
Corporación Universitaria Minuto de Dios; Facultad de Ciencias Económicas, Universidad del Rosario,
Bogota Colombia
2
Facultad de Economía, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia
1 3