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Frances Wrigh
Objetivos Académicos
Conocer y reflexionar sobre los mitos de la masculinidad.
Reflexionar sobre cómo construir otras formas de masculinidad.
Conocer y analizar sobre cómo construir sociedades más equitativas.
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Explorando otras formas de ser hombre
La masculinidad impuesta
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La tasa de homicidios entre hombres en América Latina es alrededor de 20 para
cada 10.000 habitantes al año, la mayor del mundo . (Ayres, 1998)
Las estadísticas confirman que las heridas provocadas por violencia (seguidas
por accidentes, en algunas regiones) están entre las principales causas de
morbilidad y mortalidad entre hombres.
Cada persona elige cómo relacionarse con otras, igualmente sucede con los
hombres y sus formas de relacionarse con otros hombres, así como la forma de
expresar sus sentimientos hacia ellos.
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Las relaciones dentro de la familia
La masculinidad impuesta
Dentro del Modelo Tradicional Masculino, los hombres son vistos o se les da el
valor de jefe de la familia, es quien dice lo que se debe o no hacer y las otras
personas deben cumplir con ese mandato, él sabe qué es lo mejor para todos y
todas y tiene siempre la última palabra, otra de las creencias y prácticas es que
los hombres no deben involucrarse en las tareas del hogar y en las de cuidado
de hijas, hijos y de las personas de la tercera edad, ya que es un papel que les
corresponde tradicionalmente a las mujeres.
Dentro del Modelo Tradicional Masculino vemos que en las relaciones familiares
los hombres han llevado el nivel de jerarquía más alto, aunque exista esta
supuesta superioridad dentro de las relaciones del hogar, al mismo tiempo esta
genera un gran nivel estrés, de presiones que desencadenan un sinnúmero de
limitaciones y frustraciones relacionadas a su afectividad familiar, entre estas
exigencias y presiones podemos anotar que los hombres son vistos como
proveedores “únicos y permanentes” del hogar, deben ser los sancionadores de
las faltas o situaciones de conflictos de la familia, esto conlleva que su bienestar
personal se encuentre en un segundo plano.
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La nueva propuesta de masculinidad
Esta es una propuesta donde se busca que exista una equidad tanto al interior
de la familia, como al exterior de ella.
La masculinidad impuesta
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Unas de las formas para poder mantener estas exigencias sociales dentro del
Modelo Tradicional Masculino es el ejercicio de la violencia hacia la pareja y
estas se evidencian desde las más sutiles, hasta aquellas que pueden tener
finales fatales.
La salud
La masculinidad impuesta
Es un hecho casi universal que en todos los grupos de población las mujeres
tienen una mayor esperanza de vida que los hombres, pero los hombres
padecen a lo largo de su vida menos enfermedades. (Apalategui Milicua, 2009)
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Los estudios de género masculino muestran también que ellos tienen un
particular estilo de vida que favorece esos problemas, que tienen un exclusivo
modo de abordarlos que favorece su agravamiento, y más aún, un factor de
riesgo de primer nivel para su salud y su vida as como la de quienes le
rodean) es el fiel cumplimiento del Modelo social de la Masculinidad Tradicional.
(Bonino, Voces de hombres, 2008)
Con este Modelo se genera la creencia que a los hombres no les puede pasar
nada porque son fuertes y, por lo tanto, en ellos no puede existir enfermedad y
menos demostrar dolor o quejarse.
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En una masculinidad no tradicional, expresar dolor no es síntoma de debilidad,
sino el reconocimiento de la propia vulnerabilidad, de las limitaciones físicas y
de la necesidad de ayuda y apoyo (Pizarro, 2006) y mediante estas acciones se
permite el autocuidado y el mejoramiento de la calidad de vida de los hombres.
Los hombres que pretenden lograr nuevas formas de masculinidad buscan los
canales necesarios para poder expresar abierta y oportunamente sus
emociones, se trata de hombres a quienes no les interesa demostrar su
masculinidad realizando cualquier tipo de actividad que dañe su salud o ponga
en riesgo su vida.
En nuestra sociedad aún existe una fuerte tensión entre los Modelos
Tradiciones de construcción y asignación de roles de género frente a los nuevos
modelos de convivencia de equidad que se van estableciendo poco a poco.
Como se ha visto en las unidades anteriores, resulta difícil cumplir con las
exigencias de dichos Modelos, tanto de lo Femenino como lo Masculino, ya que
frecuentemente están cargados de expectativas que muy poco o nada aportan
a nuestro desarrollo y crecimiento personal; por lo demás, cuando tratamos de
cumplirlas, hombres y mujeres nos convertimos en reproductores de un sistema
de relaciones que nos colocan en lugares diferenciados y desiguales.
Una de las causas que impiden el desarrollo de nuestra sociedad es que, aún
no hemos reflexionado acerca del daño que causa a hombres y mujeres el
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condicionamiento que se nos impone desde la construcción de género, que
reproduce y refuerza las estructuras de relaciones de poder.
La clave es la equidad
egún Marta Lamas “Equidad es la cualidad por la que ninguna de las partes es
favorecida de manera injusta en perjuicio de otra.” La esencia de la lucha por la
equidad es dirigir todas las acciones sociales para asegurar que todas y todos
tengan las mismas oportunidades de desarrollo como en el acceso a los
recursos materiales y simbólicos.
¿Y la equidad de género?
Estos cambios se pueden lograr mediante acciones que aporten a modificar las
costumbres, creencias y modos de relacionarnos que obstaculizan el ingreso de
las mujeres y niñas en el espacio público y a los hombres el ingreso al espacio
privado. Por ejemplo, no se puede esperar que un hombre sea hábil en las
labores domésticas sin que perciba que estas son parte de sus obligaciones.
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La equidad de género permite construir un espacio donde todas y todos
reconozcamos la diversidad y practiquemos el respeto de la otra y el otro,
abriendo así diversas posibilidades de hacer, pensar, sentir y actuar.
La propuesta para romper las barreras que nos impone el Modelo Tradicional de
lo Masculino y de lo Femenino implica cambiar la tipificación de roles de
género, para construir expresiones de lo masculino y femenino basadas en
roles compartidos, donde hombres y mujeres podamos exteriorizar todas
aquellas ideas, prácticas y formas de sentir y pensar que nos están vetadas por
la rigidez del Modelo Patriarcal Tradicional.
No se trata de que las mujeres se parezcan, lleguen a ser como los hombres o
quieran ser superiores a ellos, sino que ambos construyan nuevas formas de
ser donde mujeres y hombres no vivan en mundos separados.
Esta es una de las principales acciones que podemos emprender para lograr
que la construcción de la equidad de género sea asunto y responsabilidad de
mujeres y hombres por igual.
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Democratizar los roles de género
Para nada se trata de una tarea fácil el que cambiemos los esquemas sociales
de lo masculino y lo femenino que nos han impuesto, pero hacerlo nos dará la
oportunidad de desplegar libremente nuestras capacidades y habilidades,
definir sin imposiciones lo que podemos y queremos hacer, y responsabilizarnos
por nuestros actos.
Bibliografía
Pan, M. B. (9 de Junio de 2018). ABOUT ESPAÑOL. Obtenido de ABOUT ESPAÑOL:
https://www.aboutespanol.com/definicion-de-sexo-genero-y-sexismo-1271572
Bonino, L. (10 de Marzo de 2016). Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia
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https://www.gob.mx/conavim/articulos/que-es-la-masculinidad?idiom=es
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Pizarro, H. (2006). Porque soy hombre, Una Visión a la nueva masculinidad. ISBN- 968-6404-91-
0.
United, N. (2004). Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del Alto Comisionado. Obtenido
de Naciones Unidas Derechos Humanos Oficina del Alto Comisionado:
https://www.ohchr.org/sp/issues/women/wrgs/pages/genderstereotypes.aspx
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