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Legado Reich. Mikel
Legado Reich. Mikel
Escribo estas líneas, ahora que estoy jubilado, para referirme al legado
de Reich en mi praxis clínica, social y personal.
Mi trabajo con la medicina orgonómica se inició en los 80 cuando
pertenecía a la Escuela Española de Terapia Reichiana y en los seminarios de
formación escuché a Federico Navarro (1924-2002) presentar sus criterios
energéticos de aplicación clínica en el trabajo psicoterapéutico de la
vegetoterapia caracteroanalítica. No sólo presentó el Test-T iniciado por Reich
sino también de otras técnicas convergentes como el test bioelectrónico de
Vincent. Con el Test-T que evalúa el nivel energético de un sujeto observando
sus hematíes con un microscopio, se podía hacer un diagnóstico de la situación
clínica de los sujetos, descartar los riesgos de biopatías. Con el de Vincent,
más bioquímico, se podía conocer el terreno de los sujetos. Combinar la
información procedente de los dos test permitía entender las capacidades
vitales de los sujetos, su pronóstico y sus necesidades correctoras para la
sanación. Este conocimiento era una herramienta importante y un apoyo clave
para los procesos de psicoterapia breve o profunda. A nivel diagnóstico
permitía complementar la comprensión de los mecanismos dinámicos que
subyacían en una patología sintomática y eran muy útiles para confirmar las
estructuras clínicas: psicótica, borderline o neurótica. Con los test un cáncer se
puede comprender mejor en su relación con la estructura dinámica del sujeto lo
que permite discriminar si es sólo un síntoma psicosomático, o tiene también
un componente genético. De todo ello se infiere un pronóstico más o menos
favorable y, consecuentemente, unas medidas energéticas sanadoras. Un
cáncer en un sujeto con un terreno con poca alcalinidad y poca oxidación y con
ausencia de elementos biopáticos, tendría un pronóstico mejor, aunque
histológicamente el tipo de cáncer fuese muy maligno, que otro sujeto con un
terreno alcalino oxidativo y con bacilos T (vistos en la membrana de los
hematíes mediante el test de sangre de Reich). Si el terreno es suficientemente
bueno se puede hacer una psicoterapia breve más intensa en el caso del
cáncer, y, además, en todos los casos, se podrían implementar dietas,
complementos dietéticos ortomoleculares, y, por supuesto, utilizar las técnicas
energéticas propias de Reich como el acumulador de orgón.
El proceso de formación para capacitarme en estos test clínicos llevo un
tiempo. Para el Test-T de Reich fui con Manuel Redón a un Curso avanzado
sobre Biofísica Orgonómica, 1988. Princeton (New Jersey. USA) organizado
por “American College of Orgonomy (ACO)”. Para el test Bio electrónico de
Vincent a Francia. Instalé mi laboratorio con todo lo necesario para realizar las
pruebas clínicas: Microscopio óptico con capacidad de grandes aumentos;
autoclave; estufa; aparato de Vincent. Manuel Redón y yo realizamos
experimentos para constatar los hallazgos de Reich descritos en su obra “la
Biopatia del cáncer”. Pudimos comprobar la aparición de biones desde la arena
y filmar el movimiento de pulsación de los mismos a grandes aumentos. No
constatamos el resto de los hallazgos que Reich describe en su libro, a pesar
de que los medios tecnológicos nuestros eran superiores a los de su época.
Hubiéramos necesitado más tecnología actual para confirmar la estructura de
los biones y contrastarla con los nuevos microorganismos que se conocen
actualmente.
Nuestra investigación se quedó a medias. No teníamos las condiciones
de dedicación, sacrificio, y disposición a invertir su patrimonio, que tenía Reich,
Legado W. Reich. Mikel Garcia Garcia
Ilustración 1 Foto de hematíes en test-t a 800x en campo oscuro. Se observa la luminosidad del aura-campo
orgonótico de las células y los biones. Microscopio óptico Olympus.
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Legado W. Reich. Mikel Garcia Garcia