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Capítulo 9

Historia de Vida y Estudio de Caso


Alfredo Oscar Castro

En principio, cabe mencionar que ambas técnicas son de tipo cualitativo y en general
hay consenso en el campo teórico que se encuadran dentro del paradigma comprensivo-
interpretativo, considerándose, por ejemplo a partir del esquema de Wallace1, como parte
del camino inductivo para la posible generación de hipótesis de alcance medio, o bajo el
punto de vista de Glaser y Strauss2 como generación de datos para el muestreo teórico.
La escuela de Chicago, de la que hablaremos más adelante, también la valoriza en el
contexto de lo que se dió en llamar proceso de Inducción Analítica, cuyo precursor fue F.
Znaniecki¸en 1934.
Las diferencias básicas entre ambas, Estudio de Caso (EdC) e Historia de Vida (HdV),
radica en que el EdC es construido y elaborado casi exclusivamente por el investigador
(basándose en hechos, situaciones, conductas y testimonios observados), con una visión
sincrónica (no toma en cuenta la linealidad de la historia del sujeto) y sobre uno o pocos
casos, en tanto que la HdV es una construcción desarrollada por el discurso de la unidad
de análisis (Relato de Vida) con perspectiva diacrónica (se basa centralmente en el
recorrido de la vida del sujeto), incluyendo los relatos de una cantidad mayor de sujetos,
y con la reconstrucción y elaboración posterior del investigador (Historia de Vida)3.
En el caso particular de la Historia de Vida, también entra en juego el concepto de
“doble hermenéutica”, donde convergen simultánea y complementariamente, las
perspectivas de los sujetos abordados y la del investigador, pues ni el relato de los actores
ni las conclusiones que extraiga el investigador son “verdades objetivas” en sí mismas,
sino incluidas en contextos mayores de orden social, cultural, económico, político,
psicológico, religioso, etc.

Historia de Vida
Definición:
Según Mallimacci, M. y Bélivau, V4 “la Historia de Vida (HdV), se centra en un sujeto
individual, y tiene como elemento modular el análisis de la narración que este sujeto
realiza sobre sus experiencias vitales”. Esta definición la podemos llamar HdV individual.
También se puede hablar, de las HdV de agregados sociales o colectivos: familia,
grupo, institución, pueblo, ciudad o país, considerados en sí mismos como unidades de
análisis colectivas: En estos casos se recomienda ampliar la muestra de narrantes,
llamados entonces “coro”.

1
Wallace, Walter: La lógica de la ciencia en sociología, Alianza, Madrid, 1980.
2
Glaser, B. y Strauss, A.: The Discovery of Grounded Theory: Strategies for Qualitative Research,
Aldine, New York; 1967.
3
Lainé, A: Faire de sa vie une histoire. Théories et pratiques de l’histoire de vie en formation, París;
Desclée de Brouwer, 1998.
4
Citados en Vasilachis de Gialdino (coord.), Estrategias de Investigación Cualitativa, Gedisa, Buenos
Aires, 2007.

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El material tomado del relato directo del actor implica una fuente directa o primaria.
Si se toman documentos u otros registros podemos decir que estas serían fuentes o datos
secundarios.
La HdV, trasciende el relato del actor o narrante y los documentos que se pudieron
haber incorporado, porque implica un trabajo de interpretación por parte del investigador.
Por lo que podemos diferenciar el relato de vida (lo dicho por el sujeto), de la HdV, que
suma la contextualización e interpretación del investigador.
Es frecuente y aceptada, al mismo tiempo, la definición de la HdV sólo asociada al
relato que contiene el propio discurso del narrador, sin tener en cuenta la posterior
contextualización o interpretación que sobre dicho relato efectúa luego el investigador.
Es muy importante considerar, que si bien hay dos partícipes en la elaboración de la
HdV, en la etapa del relato, el investigador debe minimizar o atenuar su intervención sólo
a lo indispensable para garantizar obtener toda la información relacionada con sus
objetivos de investigación.
Como técnica es frecuentemente utilizada en diferentes disciplinas: antropología,
sociología, psicología social, educación, microeconomía, medicina, etc.
También la HdV puede verse como el estudio de un individuo o de una familia, y de
su experiencia de largo plazo, contada a un investigador (en forma oral o escrita), y / o
complementada con documentos y otros registros vitales. En este caso estamos frente a
una definición ampliada5.

Definición Ampliada de HdV:

Si bien es de primordial importancia el relato del actor, desde una visión ampliada el
investigador puede incluir la posible aportación de documentos y otros registros vitales
tales como:

a) Escritos Biográficos
- Biografías: Material escrito por un tercero sobre la vida de un sujeto.
-Autobiografías: Material elaborado y escrito por un sujeto que habla de su propia vida,
ya sea por iniciativa propia (autobiografía privada), o a solicitud de un tercero
(investigador).En este caso se asimila directamente a la HdV en sentido estricto.
- Historias Orales: Relato oral, no necesariamente organizado, que un sujeto hace de
situaciones vividas por él mismo o por terceros. Puede referirse a una situación de la que
el actor fue contemporáneo, o de tradiciones que pasan de generación en generación. Si
sigue un orden cronológico suficientemente organizado y se relaciona con situaciones
vividas por el actor, se puede asimilar a la HdV.

b) Documentos Personales
- Diario de Vida: registro escrito (o grabado), que un sujeto hace de su vida cotidiana,
para su uso íntimo y privado. Se puede asimilar a una autobiografía privada y si es
recogido y analizado por un investigador, puede incorporarse a una HdV.
- Correspondencia personal del sujeto de estudio (como emisor o receptor)

5
Creswell, J: “Qualitative Inquiriy and Research Design. Choosing among Five Traditions”, Thousand
Oaks, California, Sage, 1998

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- Correspondencia de terceros que mencionan al sujeto de estudio

c) Otros documentos relacionados


- Películas documentales
- Películas Biográficas o No biográficas que tratan el tema o la vida del actor.

Enfoque y Consideraciones:
En tanto parte de un “enfoque biográfico” debemos tener en cuenta que la HdV está
sujeta a una serie de consideraciones:

Hermenéuticas:
Los relatos autobiográficos en general, ya sean escritos u orales, implican una posición
sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo y la cultura en la que estamos
inmersos, en este sentido entra en juego la idea de “cosmovisión” o “paradigma” de
Thomas Khun6.
Es posible decir que a la vez que se construye el relato se construye una identidad
narrativa.
Esa identidad da sentido, desde el emisor al relato de acciones o eventos, que en
realidad poseen una existencia en el fondo desconocida, enigmática, fantasmal, sujeta a
contradicciones, parcialidades, inestabilidades, siempre a desentrañar en tanto ajustes
perfectos a los hechos realmente acontecidos y su sentido está siempre en proceso de
análisis. Este dilema es lo que Bourdieu7 llama “ilusión biográfica”.
Además el relato de vida se plasma a lo largo de un devenir al que el sujeto no es ajeno:
“El mejor fútbol es el que yo veía de chico”, “Antes la gente era más honrada”.
Habrá, entonces, una doble lectura posible, la que el narrador hace sobre su vida y la
interpretación que hace de su propia vida. Ambas no se pueden aislar.

Existenciales:
El relatar la propia existencia, también supone que el individuo interpelado, se ubique
“dentro” o “fuera” de la situación sobre la que se explaya. Es decir si toma o no una
posición frente a sus dichos, o asume o desconoce esa situación. Si la asume, pasa a ser
constructor activo de su propia vida, si no lo hace, su papel sería como el de un sujeto
movido o impulsado por la fuerza de acontecimientos relativamente ajenos a su voluntad.
Ej: Los testimonios de delincuentes que participaron de un delito, y relatan los hechos
como ajenos a su voluntad; - “Y, la cosa se puso dura y hubo que apretar al gerente para
que entregara las llaves de la caja de seguridad”.
El paso del tiempo también influye, ya que el narrador puede referirse a episodios de
su pasado con un distanciamiento que ya sea conciente o inconciente, resignifique hechos
de períodos más distantes dándoles una dimensión más o menos épica, más o menos
dramática respecto de lo que realmente fueron en su momento.
Como ejemplo podemos tomar los relatos de algunos deportistas, ex soldados,
personas que atravesaron accidentes, o catástrofes naturales, etc, en los que el rol o

6
Kuhn, Thomas: La estructura de las revoluciones Científicas, FCE, Bs As, 1966.
7
Bourdieu, P: “La ilusion biográfica”. Actes de la Recherche en Sciences Sociales, París 1986.

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situación visto en forma retrospectiva magnifica su protagonismo: “En mi época, yo fui
el mejor de todos” (ex boxeador); o “La mayoría estaban muertos o heridos, y yo solo
tomé el bastión del enemigo (soldado veterano)”.

Dialécticas:
Podemos decir que el “enfoque de Vida” no pertenece al narrador ni al “narratario”
(o investigador), sino que ambos hacen su aporte a la construcción, complementándose.
Entre narrador e investigador existe la lógica “tensión hermenéutica” propia en un
diálogo entre dos sujetos, un actor que estuvo involucrado intensamente, ya sea emocional
o existencialmente, al que le cuesta “distanciarse” o “desdoblarse” y un narratario
(investigador), que debe abrirse a un mundo de lenguajes, pensamientos y prácticas,
diferentes de su esquema de conceptos.
“Estos desplazamientos recíprocos e inversos, de distanciamiento teórico (narratario)
e implicación práctica (narrador), permiten la creación de un espacio y de un sistema de
comunicación, de una nueva unidad, donde una parte de vida encuentra sus conceptos y
unos conceptos encuentran una vida”8.

Importancia de la HdV en las ciencias sociales


Es de gran relevancia, tener en cuenta que en las ciencias sociales a diferencia de, por
ejemplo la psicología, recurren a la HdV no sólo interesados por la información que esta
técnica pueda proporcionar acerca de un sujeto individual, sino que buscan expresar, a
través del relato de una vida, problemáticas y temas de la sociedad, o de un sector de esta.
Hablar de la vida de una persona significa mostrar las sociabilidades en las que está
inserta, y lo que contribuye a generar con sus acciones.
Es hablar también de los grupos sociales, de las instituciones a las que la persona está
ligada, y que forman parte, más o menos intensamente, de su vida9.
O sea, que el entrevistado y su relato son para el investigador testigos y voceros de
una época; expresión de un contexto y de una realidad política, social, económica,
ideológica y la ventana por la que podemos escudriñar características de una estructura
social que se pretende comprender y que debe ubicarse en un contexto conceptual, ético
y epistemológico.

Precursores de la HdV
Sin duda la corriente y espacio que fundó sus bases, fue la llamada “Escuela de
Chicago”, tomando el nombre de la Ciudad y la universidad en la cual se desempeñaron
y colaboraron varios de sus iniciadores.
La Escuela de Sociología de Chicago surge en EE.UU. en los años 20 en un contexto
de crisis social producida por la gran depresión, el creciente protagonismo de la opinión
pública moderna, en el que su peso se había constituido en factor fundamental; diarios de
gran tirada que fijaban la agenda de la opinión pública; la radio y los primeros desarrollos
de las tecnología de la información (ordenadores electromecánicos que podían registrar
el ingreso y localización de los inmigrantes, y confeccionar estadísticas sobre la eficiencia
productiva en las fábricas), etc.

8
Pineau, G: Dialectique des histories de vie, Editions Saint Martin, Montreal, 1992.

9
Miller, R: Researching Life Story and Family Stories, Londres, Sage (2000:2).

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Chicago se había transformado en una megametrópolis, cosmopolita con una
población compuesta en parte considerable por inmigrantes, muchos de ellos extranjeros,
que no hablaban inglés, población negra, que migraba al norte en busca de oportunidades
que el sur segregacionista no les brindaba. La mayoría de estos grupos, trabajaban en
condiciones precarias, con bajos salarios y en condiciones de pobreza, sufriendo al mismo
tiempo discriminación.
Debido a esto, crecen los conflictos sociales, la delincuencia organizada y fortalecida
económicamente por el tráfico ilegal de licor durante la vigencia de la “Ley Seca”, lo que
además convive con la violencia callejera protagonizada principalmente por las pandillas
rivales que enfrentaban a diferentes barrios o zonas de la ciudad. Eran frecuentes los
asaltos grandes y pequeños, las riñas y asesinatos en las calles y la desocupación, pobreza,
el crecimiento del juego clandestino, la prostitución, y aún la corrupción policial.
Por estos temas se van a preocupar los principales investigadores en esta escuela, entre
los podemos incluir a Ernest Burgess, Ruth Shonle Cavan, Edward Franklin Frazier,
Everett Hughes, Roderick D. McKenzie, George Herbert Mead, Robert Ezra Park, Walter
C. Reckless, Edwin Sutherland, W. I. Thomas, Frederick M. Thrasher, Louis Wirth y
Florian Znaniecki.
Entre las obras más famosas de este grupo podemos mencionar los estudios de Trasher
a partir de los relatos expresados por los miembros de dichas pandillas y el de Znaniecki
(que se transformará luego en Presidente de la Asociación Sociológica Americana), sobre
la situación de los polacos inmigrantes en EEUU.
Znaniecki nació en Polonia y se formó en Ginebra, Zurich y París, donde fue discípulo
de Durkheim, cuyo influjo está presente tanto en su obra como en la de la corriente que
contribuyó a desarrollar. Entre sus principales trabajos, se cuenta aquella en la que se
utilizó extensamente el relato de vida: “The Polish Peasant in Europe and America,
Monograph of an immigrant Group”, en 5 volúmenes (1918-20), escrita con Thomas.
Esta alcanzó gran relevancia en Estados Unidos y fue traducida a numerosas lenguas,
al tiempo que fue considerada como trabajo seminal de la sociología empírica del siglo
XX. Se transformó en forjador de la corriente llamada “Inducción Analítica”, que se
caracteriza, primariamente por desarrollar teoría partiendo de los datos y contrastándolos
permanentemente con hipótesis de trabajo10.
Luego, el estilo de la Escuela de Chicago, entra en declinación con el creciente
prestigio que va ganando la corriente positivista, encarnada por P. Lazarsfeld y el
Estructural Funcionalismo, liderada por Talcott Parsons y Robert Merton.
Sin embargo, habrá un reflujo, desde el inicio de los ’60, en que los métodos
biográficos renacen, en gran medida de la mano de la crítica encarada por W. Mills11 y
A. Gouldner12 a los métodos cuantitativistas y a las posiciones conservadoras de Parsons
y Merton, e impulsado también por el gran éxito generado por una obra fundamental del
género autobiográfico “Los Hijos de Sánchez”13, basada en la autobiografía de los
miembros de una familia pobre de Ciudad de México, escrita por el

10
Véase el apartado correspondiente en el capítulo 3.
11
Mills W: La imaginación sociológica. FCE. México.1960.
12
Gouldner A: La crisis de la sociología occidental. Basics Books. N.Y. 1970.

13
Lewis, Oscar: Los Hijos de Sanchez, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965.

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antropólogo norteamericano Oscar Lewis. Desde entonces muchos investigadores,
etnógrafos, antropólogos, sociólogos, etc, se van a ir sumando a esta corriente.

Las ciencias sociales en Argentina, la HdV y el uso de fuentes autobiográficas


Se destaca entre los precursores la obra de Juan Marsal: “Hacer la América.
Autobiografía de un migrante español en la Argentina”. Se trata de “J.R” un inmigrante
catalán que regresó a su patria y relata en forma de HdV individual, sus vivencias en
nuestro país. Obra de destacada importancia, prologada por Gino Germani.14

La Obra literaria como fuente ¿autobiográfica o biográfica?:


En nuestro país podemos reconocer una gran tradición basada en relatos biográficos
entre la que podemos mencionar, por ejemplo ya en el siglo XIX obras literarias que
fundadas en el “realismo social”, pintaban la vida y las personaza de una época”, con el
objetivo de transformarla.
Podemos citar “La Cautiva” y “El Matadero” de Esteban Echeverría (1837-1840), o
“La Vida de Facundo Quiroga”, escrita por Domingo Faustino Sarmiento en 1845.
También biografías como la de Hipólito Yrigoyen escrita por Manuel Gálvez en 1935;
la de Julio A. Roca (Félix Luna, 1989) y más cercanamente la biografía de Eva Duarte
escrita por Marisa Navarro (1994). Podemos sumar otros ejemplos como “Santa Evita” y
“La Novela de Perón” del recientemente fallecido Tomás Eloy Martínez, editadas en 1991
y 1995, respectivamente.
Otros aportes, muy recientes son los de Jelín (1974)15, Ameigeiras 16
(1995:2000) y
Soneira 17(2001:2005) y las de Mallimacci y Grafigna, (2000).
El cine también proporciona material para este fin, podemos mencionar, entre otras,
las siguientes películas: “Hermógenes Cayo” (1967) y “Araucanos de Ruca Choroy”
(1968) de Jorge Preloran; “La hora de los Hornos” (1968) de Fernando Solanas; “La
República Perdida” de Miguel Pérez (1983); “Gatica el Mono” (1993) y “Perón Sinfonía
del sentimiento” (1999) de Leonardo Fabio.

Un caso de HdV a partir de una película semidocumental


Ficha técnica: Nombre de la Película en Español: “Gorilas en la Niebla”. Director:
Michel Apted, fotografía de John Seale. Protagonista: Sigourney Waver. Lanzada al
mercado en 1988.
Está basada en el libro del mismo nombre publicado por Diane Foosey en 1983, que
muestra una trayectoria de la historia de vida de Diane, a la sazón zoóloga recién egresada
de una universidad de California, que se trasladó al Africa Oriental (Ruanda y Zaire-actual
República Democrática del Congo), para realizar en sitio un censo de la población de
gorilas de la montaña, y estudiar en forma realista sus formas de vida y

14
Marsal, J.: Hacer la América. Autobiografía de un migrante español en la argentina. Editorial del
Instituto. Bs.As, 1969.
15
Jelín, Elizabeth: “Secuencias Ocupacionales y Cambio Estructural, Historia de trabajadores por cuenta
propia”, en Balán, J.: Las historias de vida en Ciencias Sociales.Teoría y Técnica, Bs.As, NuevaVisión.
1974.
16
Ameigeiras, A.: “Cultura y Pobreza, Perspectivas y desafíos para la formulación de políticas sociales”,
Boletín Especial. Bs.As. CEIL.1995.
17
Soneira, J. “La renovación carismática católica en la República Argentina”.UCA.2001.

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costumbres, teniendo en cuenta que esa especie ya se encontraba en peligro de extinción.
En la medida que sus trabajos incentivaron las medidas de protección para estos
animales, Diane sufrió muchas presiones y amenazas. Finalmente fue encontrada
asesinada a machetazos, en su campamento de Kasisoke (Ruanda), presuntamente a
manos de los cazadores furtivos, cuya actividad combatía intensamente, alertando al
mismo tiempo al mundo sobre la crítica situación de la especie y la poca protección que
los gobiernos de Ruanda y Zaire le brindaban..
Si bien la película se interna en la vida personal de Diane, no obstante el film (y su
libro) son el espejo donde podemos observar, además de la situación de los simios,
convertidos en mercancía una vez exterminados, o para ser vendidos a zoológicos, en un
vivo testimonio de las terribles condiciones económicas, sociales y de enfrentamientos
étnicos y políticos que padecía la población de ambos países en ese período.

La HdV en la ciencia social europea continental, un ejemplo reciente


Pierre Bourdieu (1930-2002), publica en 1993 uno de sus últimos trabajos, la
monumental obra colectiva “La Miseria del Mundo”18, donde recoge una gran cantidad
de relatos, cuya fuente son los habitantes de los barrios empobrecidos de la periferia de
París, obreros desempleados o con empleos precarios, inmigrantes del norte y sur de
Africa, etc.
Esta obra resultó premonitoria, pues en ella se percibe un claro “malestar en la cultura”,
en especial entre los jóvenes y cierta resignación por parte de las personas de mayor edad,
que habían gozado y aún lo hacían, si bien muy precariamente, de los beneficios del
“Estado de Bienestar”, que se instituyó en Francia después de la segunda guerra mundial,
bajo las administraciones socialistas.
Ese malestar, omnipresente en los relatos recogidos por Bourdieu y su equipo, en los
barrios de viviendas colectivas, estalló en marzo 2006, en forma de revueltas
generalizadas producidas en esos mismos barrios como consecuencia del retiro por parte
de los gobiernos conservadores que sucedieron al socialista Francois Mitterrand, de una
parte de aquellos derechos remanentes, como la eliminación de los derechos generados
por la “Ley del primer empleo”, que garantizaba a los jóvenes egresados de escuelas
profesionales o de la propia universidad, un trabajo remunerado, ya sea en la actividad
pública o privada.
En las mismas protestas callejeras, se percibieron las tensiones existentes entre grupos
étnicos, jóvenes y mayores y distintas expresiones religiosas, que contribuyeron a la
fragmentación social, claramente detectadas por Bourdieu y su equipo de investigación
años antes.
En este sentido, se puede apreciar que si bien la HdV, no es generalmente aceptada
como una técnica predictiva, esta aseveración epistemológica, ha entrado hoy, a la luz de
esta y otras obras basadas en relatos, en revisión.
También podemos destacar en Italia el aporte de Franco Ferrarotti19, que en varias
obras resalta que la HdV permite revelar las relaciones entre la biografía individual y las
características más estructurales de una sociedad y una época determinadas, acercando

18
Bourdieu; P: La miseria del Mundo, FCE., México, 1993.
19
Ferrarotti F: Biografía y Ciencias Sociales. FLACSO, San José de Costa Rica.1988.

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así las visiones de individuo/sociedad o actor/sistema, mucho tiempo enfrentadas en el
campo epistemológico de las ciencias sociales.

Entrando a los pormenores de la técnica


La HdV se encuentra claramente dentro del modelo conceptual general del método
biográfico, y cabe aquí hacer algunas disquisiciones técnicas sobre el mismo.
En este sentido definiremos biografía, autobiografía, historia de vida, historia personal,
narración biográfica, relato biográfico, fuente oral y documentos personales. Siguiendo a
Pujadas20 podemos distinguir:

a) Biografía: resulta el más empleado y polisémico de los términos.


Podemos distinguir entre “lo biográfico” como el dominio general de cualquier trabajo
humanístico o de ciencia social, orientado al establecimiento de trayectorias personales,
ya sea de fuentes orales o escritas de las “biografías”, como un género histórico-literario
específico, en el que el investigador reconstruye una trayectoria individual sobre la base
de documentación preferentemente escrita y con el auxilio eventual de fuentes orales en
el caso que se trate de la biografía de una persona contemporánea.
En ambos casos estamos hablando de datos secundarios obtenidos por el investigador
sobre la base de relatos o fuentes que no implican un contacto directo (oral o escrito), con
el narrador.

b) Autobiografía: es la elaboración que el investigador elabora de los relatos que le


efectúan los mismos sujetos, generalmente en su propia lengua y que el investigador luego
“organiza” según un hilo conductor, no necesariamente existente en el relato original.
A diferencia de las biografías, las autobiografías requieren de un contacto directo y
habitualmente prolongado con el sujeto narrante, en el que se establece una relación de
compromiso con el narrador.
Sin embargo el nombre de “autobiografía” no debe hacernos perder de vista que este
contacto estrecho no impide que luego el producto final cuente con una mediación
importante por parte del investigador. También refuerza esta observación el hecho de que
frecuentemente el idioma o el habla del narrador y del investigador son diferentes y se
suelen utilizar intérpretes.
Otra forma frecuentemente utilizada en la autobiografía es encargarle al narrador de
su HdV, cuando el investigador no puede permanecer mucho tiempo en el campo, que
siga una serie de instrucciones escritas y detalladas por el investigador, como guía, sin
perder contacto con éste y para lograr que a través de envíos escritos o por Internet, se
respeten algunos criterios como:
1) Garantía de anonimato: No se dará a conocer el nombre del narrante.
2) Integridad del relato, que no debe dejar fuera ninguna etapa significativa de la
historia del narrador.
3) Veracidad. Atenerse en la medida a los hechos tal cual sucedieron.

20
Pujadas, Joan: “El método Biográfico y los géneros de la memoria”, Revista de Antropología Social,
Barcelona, 2000.

180
4) Dejar de lado pretensiones literarias que podrían hacer “artificial” el relato.
En la mayoría de los casos el narrante recibe un pago por la elaboración de su
autobiografía, tal fue lo que hicieron Znaniecki y Marsal, ya citados anteriormente.

c) Documentos personales: Se trata de cualquier tipo de registros no motivados o


incentivados por el investigador, y que poseen un valor afectivo o simbólico para los
sujetos o situaciones analizadas, que a la vez juegan un papel preponderante en el proceso
de rememoración de los acontecimientos pasados. En este campo entran las fotografías,
los diarios personales y las colecciones epistolares.

d) Historia Oral: es un trabajo histórico, que sin excluir los documentos escritos como
base de la evidencia (documentos personales), pone énfasis especial en estos testimonios
orales sobre el pasado, o como los llaman lo historiadores, fuentes orales. Se trata
entonces de datos secundarios.

e) Relatos Biográficos e Historias de Vida: Se trata de un registro literal de las


sesiones de entrevista que el científico social realiza con el sujeto entrevistado. Puede
asimilarse a la autobiografía, si la UdA es la misma que es objeto de nuestra investigación.

Nuestra Definición de HdV:


Nos referiremos aquí, puntualmente a aquellas formas del método biográfico con
fuentes primarias, donde el investigador mantiene un contacto cara a cara o epistolar con
el sujeto que es la fuente directa de la información.
La técnica subyacente sobre la que se monta la autobiografía y los relatos biográficos,
es la entrevista en profundidad, no directiva21.

Pasando a la operatoria:
Habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos para llevar a cabo la tarea y cumplir
con el objetivo:
a) Elección de los objetivos de la investigación, que como ya hemos señalado más
arriba, excepto en el caso de los psicólogos o historiadores que desean rescatar la
personalidad de un paciente o de un personaje del pasado respectivamente, en el caso de
los sociólogos, antropólogos, etnógrafos, cientistas de la educación, etc. el narrador se
transforma en vía de acceso para conocer situaciones sociales, políticas, económicas, etc,
que contribuyen a dar una idea acerca de la estructura social de una época, pasada o actual.
Estos objetivos se plasman en una guía de pautas, que se diferencia del cuestionario o
encuesta. Contiene aquellos aspectos centrales que se desean conocer, en términos de la
relación entre el sujeto y la estructura social y el contexto histórico-social. Se plasman en
lo que veremos más abajo como “Eje temático”.
b) Elección de la cantidad de casos a entrevistar. En este caso habrá que tomar la
decisión de si se emplearán relatos únicos o relatos múltiples y dentro de estos últimos,
los subtipos corales o cruzados.

21
Para profundizar sobre dicha herramienta véase el capítulo 7 sobre entrevista.

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Los relatos múltiples son aquellos de conformación “coral” a través de las cuales las
distintas voces permitan atenuar la ilusión de autonomía que cada sujeto narrante tiende
a acentuar de cara al lector o al investigador.
Lo relatos cruzados se tratan de miradas múltiples centradas en un mismo objeto o
situación, que se tratará habitualmente de una formación social de dimensiones
demográficas pequeñas (en general una aldea o comunidad donde se abordan muchos
objetivos), también pueden ser sectas, clubes, cofradías o asociaciónes.22

c) Selección de los entrevistados o narrantes: este punto es de gran importancia, ya


que puede ser definitorio, junto con el anterior para no caer en la trampa de una visión
sesgada, incompleta y carente de un mínimo de imparcialidad.
Aquí influyen, el conocimiento previo de la situación (que siempre es recomendable
para el investigador), o por la atención prestada al relato, que puede darnos pistas de la
existencia de puntos de vista discordantes, contradictorios o incluso enfrentados. En ese
caso, surge la necesidad de que el investigador detecte a narrantes que representen las
visiones alternativas u opuestas.
De todas formas, teniendo en cuenta que esta técnica se ubica dentro del contexto
cualitativo e interpretativo, no estamos aún con estos recaudos, logrando la “objetividad”
sino más bien la garantía de una suficiente heterogeneidad de puntos de vista23.

d) La elaboración del muestreo: esta cuestión está ligada en parte a la anterior y


además podemos encontrar diferentes “tipos” de UdA o narrantes según sus
características; Ken Plummer24 sostiene que todos los relatos de vida son igualmente
fructíferos para comprender las experiencias individuales, grupales, sociales, y en todo
caso el investigador buscará comprender los horizontes de sentido y la lógica que
articulan las acciones. En este sentido el investigador sostiene que los criterios de
selección pueden ser de distinto orden, básicamente organizados a través de tres tipos de
personas:
- La “gran persona”: Generalmente un sujeto narrante que, ya sea por su prestigio
social, rango, poder económico o político, emerge como un referente o pilar de la
comunidad.
- El “marginal”: Sujetos que viven en mundos sociales o culturales regidos por reglas
divergentes. Las visiones de estas personas pueden “desafiar” o contrastar las opiniones
asumidas como “normales” o “naturales” por la mayoría de la población, alumbrando
aspectos que de otra manera pasarían inadvertidos.
- La “persona común” provee las voces sumidas en la generalidad, el prototipo, en la
misma orientación de “la voz del coro”.

El porqué de la elección de cada tipo:


La “gran persona” se suele utilizar cuando el investigador o la propia investigación,
parte del supuesto que la historia y la conformación de la vida social, de la historia y de
las estructuras sociales, son obra de personajes importantes que definen el curso de los
grandes acontecimientos.
22
Lejeune, PH., 1980, citado por Pujadas (op.cit)
23
Véase el capítulo 4 de S.R. Miguez sobre el diseño de la investigación cualitativa.
24
Plummer, K: Documents of life; Siglo XXI, Madrid, 1989.

182
El “marginal” apunta a una investigación donde se pretende conocer el espacio de
pensamiento de un grupo que no sigue “al rebaño”.
La “persona común” se emplea como narrador en tanto que los objetivos de la
investigación desean conocer lo que piensa “la mayoría”, la persona promedio de una
comunidad o grupo.
También se puede optar por la elección de una combinación de estos tipos.

Otros aspectos vinculados al Tamaño y Características de la Muestra


En el caso de la HdV (veremos que algo similar ocurre con el EdC), los criterios que
guían la selección de los narradores y la cantidad de casos a abordar, se ciñen a la
naturaleza del paradigma en que están inscriptos, que es el de comprensión y no el de la
explicación. Por lo tanto no nos guiamos por pautas estadísticas sino por la significación
que los casos tengan en relación a los objetivos teóricos y la especificidad del planteo del
problema realizado por el investigador. Por lo tanto aquí es más importante el criterio de
la “calidad” que el de la “cantidad” de casos a seleccionar.
Podemos decir que mientras que en los estudios cuantitativos se trata de una muestra
“extraída” a partir de pautas aleatorias, a fin de que respondan a criterios probabilísticos,
orientados a la generalización de las conclusiones de la investigación, en las técnicas
cualitativas se emplea el llamado muestreo “construído”, pues, en general, no existe la
pretensión de contrastación de hipótesis o de construcción de teorías antes mencionada.
No se recomienda seleccionar a priori la cantidad de casos a tomar, sino que estos
aumentarán a medida que la investigación va avanzando y se incrementa la información
que considera relevante desde el punto de vista de sus objetivos primarios, o de los nuevos
que puedan surgir a partir del campo, ya que por sus características flexibles, estas
técnicas permiten reformular o agregar objetivos durante el transcurso del campo.

En términos generales podemos mencionar que la cantidad de casos vendrá limitada


por:
- La posibilidad de tener acceso a los mismos.
- Que en el caso de querer utilizar la técnica para refutar una teoría general, no se tome
solo un caso puntual, sino hacer una revisión bibliográfica o de experiencias preliminares
de otros investigadores, para tener una idea del cuadro de situación y de los distintos roles
o formas de pensar que existen en el escenario donde los narrantes estén insertos, de tal
forma de garantizar la selección de sujetos que puedan tener posturas o perspectivas
diferentes y/o discrepantes.
Una vez que el agregar casos a la muestra no genera nueva información para el
investigador, se llega al llamado “punto de saturación teórica”. A partir de allí se pueden
tomar dos decisiones posibles: a) finalizar el trabajo de campo o b) redireccionarlo a otros
escenarios que puedan mostrar nuevas perspectivas25.

25
Cfr: Míguez, R.: “El universo de estudio y la selección de la muestra” en Perez Lalanne, Roberto:
Investigación Social, Biblioteca de Iniciación, Facultad de Ciencias Sociales, UNLZ- 2000.

183
En general, en el campo de los estudios cualitativos, podemos hablar de tres tipos de
procedimiento de muestreo; el de oportunidad, el de “bola de nieve” y el “evaluado”,
dependiendo del tipo de objetivos, la accesibilidad de los casos, su heterogeneidad26.

Eje temático:
El eje temático, en las técnicas basadas en la “perspectiva biográfica” se “ubican en la
intersección entre el sujeto y la estructura social”27.
Por lo tanto, tendrá que estar alineado con los objetivos y el planteo del problema de
investigación, para no perder de vista que si bien el relato es importante, en última
instancia –en ciencias sociales– se orienta a un objetivo que sobrevuela el discurso y tiene
que ver con la comprensión de aspectos relevantes de la estructura social que se trata de
desentrañar.
En este sentido es fundamental que el investigador en el momento del planteo de los
objetivos y el problema, tome el mayor contacto posible con la información sobre la
problemática a abordar, que constituirá el eje temático central y consecuentemente la
formulación de la guía de pautas. Debemos recordar que, en el estado actual de la CCSS
contemporáneas podemos decir que “no hay hechos sin teoría y no hay teoría sin hechos”.
“El eje temático o filtro” a partir del cual se desovilla la HdV del sujeto, surge del
interés del investigador, y ha sido explicitado en función de las preguntas que guían el
estudio y la perspectiva de trabajo que elijamos, teniendo también en cuenta que aquí es
central el punto de vista de los actores, por lo que se está siempre pendiente a recoger los
ejes que para el propio entrevistado son relevantes y dibujan los hitos de su vida”.
Para fijar el eje temático, una ayuda metodológica, similar a la utilizada en la etapa del
planteo del problema de investigación, impone al cientista social “una preparación
teórica28, que en general asume la forma de una revisión crítica de la literatura científica
pertinente al tema, orientada a aumentar las posibilidades de la investigación, dotándose
de un bagaje conceptual que profundice la comprensión del objeto de estudio”.
Esta búsqueda no debe limitarse sólo al inicio de la investigación, sino que se
transforma en un proceso mantenido durante el curso de la misma. De tal forma de captar,
a partir de los emergentes, nuevas pistas que pueden remitir al respaldo de otros enfoque
teóricos, distintos o complementarios del elegido primariamente.

La guía de pautas: aspectos en juego, su elaboración y aplicación

Aspectos
De acuerdo a sus objetivos en la guía de pautas de la HdV, hay dos aspectos que
están en juego: criterio holístico y línea diacrónica.
Cuando hablamos del carácter holístico, nos referimos a que se persigue, sin dejar de
lado las particularidades del relato del sujeto, obtener datos del contexto histórico, de las
características de las instituciones, de la economía, de las costumbres, de las forma de

26
Véase el capítulo 4.
27
Miller R: Op.cit 2000 y Sautú, R: “Recuerdos de Infancia: como se entrena a las niñas en el servicio
doméstico” en Sautú R, (comp): El método biográfico. La reconstrucción de la Sociedad a partir del
testimonio de los actores, Bs As, Editorial Belgrano, 1999.
28
Cornejo M, et al: (Op.cit).

184
pensar, de las características de la organización social en que se encuentran, de los estilos
de vida familiar, en fin, de todos los aspectos estructurales, materiales y simbólicos de los
que da cuenta el relato del entrevistado, visto como “un testigo de su época y de su
contexto”.
En la medida que el entrevistado percibe su vida como una continuidad, constituyendo
en su relato lo que Bertaux y Bourdieu, llaman respectivamente “ideología biográfica” o
“ilusión biográfica” respectivamente, dado que perciben su vida como un todo, estamos
en presencia de dicho elemento holístico, dentro del cual el investigador enfocará y
prestará atención dentro del relato, a los distintos aspectos de la vida de la persona y su
relación con los hechos sociales de los que forman parte29, tal cual señalamos en el párrafo
precedente.
La línea diacrónica es útil para el investigador, porque ayuda a que el narrador pueda
ir recorriendo, con un cierto orden diferentes etapas de su vida, que se consideran hitos
centrales, como la infancia, la adolescencia, la adultez y la ancianidad. A su vez, dentro
de esa etapas, en la medida que el investigador maneje hábilmente la técnica, irán
emergiendo los sucesos que hacen al contexto social de las épocas, como situaciones de
crisis económicas, transformaciones generadas por guerras, cambios políticos, aparición
e influencia de cambios tecnológicos, el impacto social de catástrofes naturales, guerras,
epidemias, etc.
También rescatar su relación con otras personas del entorno y las costumbres del lugar,
no solo propias sino ajenas, por ejemplo, la convivencia con subgrupos culturales o
colectividades “diferentes”, como familias de inmigrantes o gitanos, grupos indígenas
preexistentes, etc.
Es decir, que la vida de las personas siempre se da en relación a un marco donde se
construyen relaciones de vecindad, intercambio, afecto, pero también conflictos y
diferencias, muchas veces asociadas al prejuicio y a las construcciones mentales
colectivas.

Elaboración y aplicación
Hablando de su elaboración, el investigador o entrevistador, debe tener en mente o
también puede llevar una libreta, llamada bitácora, por asociación a la tradición marina,
en la que puede registrar los principales objetivos que persigue obtener de la entrevista y
emergentes inesperados, la fecha, el sitio o región donde se está trabajando, información
del contexto físico o geográfico, etc. También una descripción de la vivienda, su
mobiliario y objetos que se encuentran en ella, y de los gestos o ademanes efectuados por
el narrante en algún tramo del relato. Recordemos que muchos aspectos del lenguaje no
verbal, son tan o más significativos que el mismo relato. Es recomendable que el
entrevistador se entrene para poder registrar estos datos y poder volcarlos a la bitácora
después de la finalización de la entrevista.
Esto contribuye a que el entrevistador se pueda concentrar mejor en escuchar y prestar
atención al narrador, que se erige en protagonista central de la entrevista. Los
señalamientos sobre temas inesperados dentro del relato, pueden tomarse en dicho
cuaderno, preferentemente con signos o dibujos, con la doble finalidad de no cortar el
diálogo, pero tampoco perder información importante.

29
Miller, R, Op.cit. 2000:74-75

185
A su vez, la no existencia de un cuestionario con preguntas estructuradas, permite al
investigador tener la flexibilidad suficiente como para repreguntar (aspecto muy
importante), poder volver hacia atrás y retomar alguna parte del relato e introducir algún
tópico no contemplado originalmente entre los objetivos y que repentinamente aparece
como relevante.
Es recomendable efectuar una prueba piloto para analizar si la guía y la propia forma
de realizar el encuadre y el ángulo por parte del investigador es adecuado o debe
reformularse.

Solicitud de permiso o consenso con los narradores:


Este aspecto es muy importante, porque genera un marco de confianza y seguridad que
permitirá generar intimidad, descartar el miedo, los prejuicios sobre la situación de
entrevista, o la verguenza que pueden llegar a sentir los entrevistados para relatar
situaciones semiprivadas o privadas frente a un extraño.
Es por ello que el investigador deberá tomar contacto previo con sus entrevistados,
puede hacerlo solo o acompañado por una persona de la comunidad, que cuente con la
confianza de todos y ayude así a “abrir puertas”. Si el equipo de investigación está
compuesto por varios entrevistadores y la comunidad o grupo de personas entre los que
se encuentran los potenciales entrevistados es pequeño, la aparición repentina del
contingente de estudiosos puede producir temor o rechazo, al ser visto como “una
invasión” o intromisión en la comunidad. En ese caso, se recomienda que el director del
equipo de investigación se reúna con los líderes de la comunidad a fin de obtener este
consenso y la facilitación para generar empatía entre los potenciales narrantes.
En la actualidad, y en especial en los países sajones, comienza a utilizarse la
implementación de un formulario de “consentimiento informado” que se les da a firmar
a los entrevistados, que define los objetivos y tópicos y límites del tema/s que se abordarán
y la reserva de la identidad del narrador, que en la publicación final no aparecerá con su
nombre real.
Sin embargo no existe consenso entre los cientistas sociales en este punto, pues
algunos consideran que dicho documento introduce un elemento de formalidad excesivo
que puede afectar la “naturalidad” de la relación. En cambio, sí hay consenso en que es
imprescindible la presentación, el dar a conocer los objetivos de la investigación y la
reserva del nombre del entrevistado.
Es necesario tener en cuenta que la HdV no suele agotarse en una sola entrevista, sino
realizarse a través de una serie de éstas, pues difícilmente se pueda agotar en una reunión
todo el contenido del relato, sin agotar o abrumar al entrevistado.
El narratario, tampoco debe “apresurar” la dinámica de la conversación o el relato del
narrador, que por otro lado puede ir recordando a lo largo de posteriores entrevistas,
sucesos que en la primera había omitido y que como efecto desencadenante del primer
relato, resurgen en su memoria.

Uso de grabador
En la mayoría de los casos se utiliza un grabador, y esto debe informársele al
entrevistado antes de comenzar la entrevista, de tal manera que su incorporación de súbito
no genere sorpresa y/o inhibición en el narrador. Si éste se negara o le resultara molesto
y no pudiera reemplazarse por otro sujeto, se empleará el sistema de toma de notas
significativas en la bitácora. Este registro se debe hacer tomando el recaudo de no

186
“cortar” el hilo del relato, de forma tal que se desvíe la atención puesta en la emisión o en
la escucha del mismo.

Relatos sufrientes:
Es de gran importancia, tener en cuenta que algunos relatos pueden abordar temas que
hagan revivir momentos dramáticos o dolorosos en la vida del narrante. Esta situación
debe ser manejada adecuadamente por el entrevistador, evitando provocar dolor al
entrevistado. Esto también puede afectar el estado psíquico del entrevistador,
repercutiendo luego en el análisis y la interpretación final del material.

La HdV familiar
En este tipo de HdV, la unidad de análisis es un colectivo, se deben incorporar las
visiones de diferentes generaciones, las de género y la dinámica de interacción entre los
miembros de la familia.
Es necesario para lograr este último objetivo, apelar a las “visiones cruzadas” o
complementarias, ya que sobre un mismo tiempo o situación, distintos miembros de la
familia pueden tener ópticas y opiniones diferentes.
Según Miller30, la unidad de análisis es una “serie de trayectorias de individuos”. En
la HdV familiar, se puede complementar el relato con otras técnicas, como la confección
de “mapas” (basados en la teoría de redes), que muestren el entramado o redes de
relaciones verticales (intergeneracionales) u horizontales (intrageneracionales), como así
también, de acuerdo a lo recién mencionado, las diversas perspectivas de género.
Si la familia atravesó un proceso de migración, la diacronía se encuentra fragmentada
en espacios territoriales diferentes, lo que es muy importante para ser identificado y tenido
en cuenta por el investigador.
Este tipo de historia de vida, en la medida que la familia se constituye en casi todas las
culturas como el grupo social de primer orden, y es fuente de socialización primaria, se
trata del primer eslabón y quizás uno de los más importantes para comprender las
características de la estructura sociocultural mayor en que la familia está inserta.
Varios de estos aspectos que acabamos de mencionar, también son válidos para la
elaboración de otras HdV colectivas en general, como grupos laborales, pelotones de
combate, equipos deportivos, etc. Aquí también se recomienda el uso de las visiones
cruzadas y el enfoque del investigador en la red de relaciones sociales que se dan entre
los narrantes.

La HdV y la Técnica de la Entrevista en Profundidad


Dado que la herramienta básica con la que se efectúa la HdV es la Entrevista en
Profundidad, recomendamos consultar los pormenores de dicha técnica en el capítulo
correspondiente.

Análisis y tratamiento de la información


Siguiendo a Ferrarrotti31 en esta etapa “todos los recopiladores de HdV deben pasar
por el problema de la transcripción, situación difícil de la investigación en la que se
30
Miller, R: Op.cit, 2000:49
31
Ferrrarotti, Franco: Op.cit. pág. 151.

187
cumple el complejo pasaje de la oralidad a la escritura, dos modos de comunicación
diferentes, ligados a lógicas netamente contrastantes”.
El investigador puede trabajar en varios niveles; que van desde la pura y simple
desgrabación y transcripción del relato del narrador, que partiría de los supuestos de la
“transparencia de los hechos” (concepción realista), considerando a estos hechos en sí
mismos como de existencia real, o pasar a un enfoque constructivista, donde la realidad
es el resultado de la interpretación o de convenciones o consensos teóricos.
Lo que resulta importante, es que, cualquiera sea el enfoque, en esta etapa, el haber
mantenido (o tratado de mantener en la medida de lo posible), el orden cronológico
durante la entrevista, facilitará en grado sumo el rescate de los surtidos acontecimientos
que nos proveen acceso detallado de la vida social, familiar, económica, cultural, laboral
o religiosa del actor.
En la tradición neopositivista que genera aún una parte importante de los estudios, en
especial en EEUU, se le da gran importancia al arsenal teórico metodológico que guía la
investigación empírica, pero a esta corriente se oponen los puntos de vista
fenomenológico, existencial e interpretativista, que rescatan fundamentalmente la
“perspectiva del actor” que permiten ponerse en contacto con las vidas y sentimientos
cotidianos de los personas y sus puntos de vista, por sobre la prueba y contrastación de
teorías. El antecedente de esta visión es el pensamiento de Max Weber plasmado en su
teoría de la acción social, en el contexto de la sociología de la comprensión.
Por lo tanto, y dadas estas características del rescate de las perspectivas del actor, y
particularmente en las que se utiliza la HdV, es imprescindible que el investigador revise
y reflexione permanentemente sobre sus propias prácticas, en tanto que se entremezclan
con la de los sujetos entrevistados y que jugarán un papel importante al momento de
interpretar y escribir los relatos que conformarán la HdV.

Respecto al tratamiento de la información


El primer desafío consiste en ordenar y clasificar el bagaje de información recogida,
de tal forma que la misma se oriente al logro de los objetivos de investigación,
relacionados con el planteo del problema expresado por el investigador.
Habitualmente, el uso de grabador implica un proceso posterior de desgrabación y
transcripción textual de lo narrado. La recopilación debe estar acompañada por las notas
de campo u otras observaciones o documentos (fotografías, planos, etc.) que ofrezcan un
panorama lo más completo posible del problema u objetivo de investigación.
Todo este material debe ser organizado, seleccionado y clasificado para que, en la
medida que sea relevante, pase a integrar la versión final de la HdV que será editada o
publicada.

Interpretación de la información
Este tema tiene relación con lo expresado en páginas anteriores del presente capítulo
acerca de los aspectos hermenéuticos y de la “ilusión biográfica” planteada por Bourdieu
como así también con consideraciones metodológicas incluidas en el capítulo referido al
análisis de los datos.
Bajo la forma de la HdV interpretativa, es menester recordar siempre que la lectura
efectuada por el investigador, es precedida por la propia interpretación que el narrador
efectúa simultáneamente con el relato, ya que en el momento del relato el narrante se
“está interpretando a sí mismo”, consciente o inconscientemente. Es decir que operan
188
simultáneamente con el relato un sistema de “filtros” o “lentes” que el narrador (y el
narratario), incorporan voluntaria o involuntariamente. O sea, que de acuerdo a lo
expresado por Geertz,32 “los escritos antropológicos son interpretaciones de segundo y
tercer orden”.
Denzin33 sostiene “que la interpretación de una HdV comienza por la exploración de
los significados de las historias buscando múltiples comprensiones. El investigador
aborda el análisis del material a partir de múltiples perspectivas, organizando las historias
en temas centrales (epifanías) que han ido transformando esa vida”.
Cabe mencionar que el proceso de interpretación no comienza ni termina con el
análisis de los datos recogidos, sino que es un proceso continuo que se inicia con la forma
de plantear el problema; con la elaboración de la guía de pautas; la selección de los
actores, y finalmente por la selección de qué contenidos del relato de vida van a pasar a
formar parte de la HdV como obra terminada y cuáles se descartarán.

Consideraciones finales y conclusiones


En la HdV, como en todas las técnicas de tipo cualitativo, y en función de lo expresado,
vemos que existe una “tensión” permanente entre el objetivismo y el subjetivismo. Si bien
hay formas de resguardar un espacio de objetividad dentro de las técnicas biográficas o
autobiográficas como la presentación de evidencia documental, la utilización de relatos
cruzados o complementarios, el conocimiento y experiencia previa de otros
investigadores que trabajaron en el mismo tema y contexto, esta tensión es imposible de
eliminar del todo.
Y su permanencia es debida a la fuerza de diferentes aspectos implicados: la cuestión
ya analizada de la “Ilusión biográfica”, las diferencias entre marcos culturales o
cosmovisiones del narrante y el narratario, los puntos de vista ideológicos implicados en
el marco teórico o encuadre y finalmente en la misma naturaleza epistemológica del
paradigma en que estas técnicas están insertas, que es el de la comprensión y la
interpretación, y no el de la explicación o descripción estadística de los hechos sociales.
Sin embargo y a pesar de lo expresado, es compromiso ético del investigador, más allá
de la interpretación, ceñirse en sus conclusiones más a la perspectiva del actor que al afán
de imponer sus puntos de vista particulares o los de la teoría en que se pudo fundar para
encuadrar teóricamente su estudio. En caso contrario, se corre el riesgo que la
investigación se transforme en una “profecía autocumplida” en desmedro de los hallazgos
realizados.
No se trata de ubicar la realidad por la fuerza al menos como la comprenden los
entrevistados, dentro del molde de las teorías y las hipótesis previamente planteadas, sino
de revisar crítica e imaginativamente el alcance de las mismas, estando dispuestos a
generar otras nuevas o diferentes.
Podemos concluir sosteniendo que la HdV provee, en la medida que se tengan en
cuenta las observaciones precedentes, de una herramienta importantísima para
comprender las características de una época, de las costumbres sociales y de los
fundamentos internalizados de una estructura social determinada, que quizás, con otro
tipo de abordaje se harían imposibles de captar.

32
Geetz C.: La Interpretación de las Culturas.Gedisa. Barcelona. 1991, pág. 28.
33
Denzin.N. Op.cit.

189
Estudio de Caso
A diferencia de la historia de vida, el estudio de caso (EdC), se centra en el estudio de
un conjunto importante de variables o de relaciones de variables concentradas en uno solo
(o muy pocos) sujetos. Esta técnica ha dado lugar a diversas estrategias de abordaje
encaminadas a la búsqueda de múltiples fuentes de evidencia34.
En general existe consenso en que se está abordando el caso a partir de una perspectiva
sincrónica, es decir un corte en el tiempo, período que coincide con el suceso o situación
que está relacionado con la problemática y objetivos planteados por el investigador.
Para mayor comprensión y analizándolo a través del enfoque de la matriz de datos,
podemos decir que se trata de una fila de la misma, que recoge variables que han afectado
al sujeto en un período de tiempo breve. Caso contrario, si nos extendiéramos en el
tiempo, estaríamos introduciéndonos en el campo de lo que hemos definido como HdV.
Hay otras perspectivas, como la de Stéfano Bartolini35, que crea el concepto de
“estudio de desarrollo de caso” cuando se incorpora al caso la dimensión de la variación
en el tiempo. Eckstein36, en cambio, no admite en el EdC una variación temporal y
sostiene que si se toma más de un caso, siempre en la perspectiva sincrónica, estaríamos
ante la presencia de lo que llama “estudios comparativos”.
Giovanni Sartori37, por su lado, considera el análisis comparativo y el EdC como
estrategias complementarias y sostiene que, si bien los EdC son implícitamente
comparativos, cuando se trata de un solo caso, obviamente no se aplica este método
comparativo.
Otros autores como Stake (1994) y Yin (1993) incluyen en sus categorizaciones del
EdC la posibilidad de incluir más de un caso en forma comparada. El primer autor los
denomina “Estudio de Caso Colectivo” y el segundo “Casos Múltiples”. Si embargo, no
hacen referencia explícita a la cuestión del desarrollo del caso en el tiempo.38
También aparecen discrepancias a la hora de establecer si cuando hablamos de EdC
estamos en presencia de un método o de una técnica de investigación, ya que muchos
autores (entre los que nos incluimos), consideran que por sus características el EdC no
pose la autonomía y el peso metodológico suficiente como para constituirse en un método,
incluyéndose esta herramienta, al igual que la HdV, en estrategias del Método Cualitativo.
No podemos dejar de mencionar, sin embargo que otros autores, como el propio
Stake39, sostienen que las investigaciones basadas en el EdC, no excluyen en su diseño la
posibilidad de aplicar metodologías cuantitativas, cuando se trata de abordar el caso en
sus dimensiones más estructurales o macro. Este autor y otros consideran que si bien los
EdC no permiten producir generalizaciones teóricas, un caso negativo puede establecer
límites o modificaciones a ellas o debilitarlas.

34
Yin R: Case Study Research: Design and Methods, Sage Publications, Thousand Oaks, CA, 1993.
35
Bartolini Stéfano: Tiempo e Investigación Comparativa, Alianza, Madrid, 1991.
36
Eckstein, M.A: La ciencia de la educación comparada, Paidós, BsAs, 1975.
37
Sartori G: La política. Lógica y Método en las CCSS, FCE, Mexico, 1990.
38
Cfr. Marradi Alberto: Metodología de las CCSS, EMECE, Bs.As, 2007.
39
Stake R: The art of Case Study Research, Sage. 1994.

190
Neiman y Quaranta40 nos advierten que no debe confundirse un “caso” – efectivamente
conformado a partir de un determinado recorte de un fenómeno social particular– con el
“estudio de caso” que contiene una mirada específica y diferentes perspectivas de
investigación. Es decir que “el caso” es un aspecto fenomenológico y “El estudio de caso”
es el abordaje del mismo a través de un amplio espectro y enfoques, que puede
comprender desde análisis teóricos y de carácter macro-histórico hasta investigaciones
empíricas sociológicas, etnográficas, etc.
A su vez, se pueden considerar los estudios de caso como Estrategias de Investigación
Empírica, que más allá del simple “Caso” o del “Estudio de Caso”, permiten utilizar
procedimientos inductivos y deductivos, dado que se orientan tanto a captar los aspectos
subjetivos como los objetivos de la vida social.
Por lo tanto, cuando hablamos del estudio de caso como “Estrategia de Investigación
Empírica”41 y no solo como técnica o metodología, entramos en el mundo de la
convergencia de procedimientos cuali y cuantitativos, ya sea que ambos se complementen
en un mismo nivel, o que uno de los dos sea preponderante sobre el otro, situación que
el investigador debe explicitar en el inicio de la investigación. Entonces en un estudio de
caso elaborado bajo el criterio de “Estrategia de Investigación”, podemos encontrar: “el
caso” en sí mismo; información descriptiva del escenario, planos, fotografías o películas;
entrevistas en profundidad o encuestas, constituyendo el conjunto de estos
procedimientos, el resultado final del estudio.
Cabe acotar, a la vez, que el caso o los casos pueden estar constituidos por un hecho,
un grupo, una relación, una institución, una organización, un proceso social, o una
situación o escenario específico, construido a partir de un determinado (y siempre
subjetivo y parcial) recorte empírico y conceptual de la realidad social, que conforma un
tema y / o problema de investigación.
Por lo tanto y atento a lo expresado, el EdC, aplicado en las situaciones que sea
menester, según lo visto y en especial cuando se complementa con otras técnicas, tanto
cualitativas como cuantitativas, en un proceso de convergencia, se enriquece
sustancialmente.

Antecedentes y actualidad del EdC


Sus orígenes, al igual que las HdV, se encuentran en los trabajos de la escuela de
Chicago42. Y al igual que la HdV pasó por una época de declinación frente al crecimiento
de las escuelas neopositivistas, para recobrar impulso y valoración creciente a partir de la
década de los ’60, transformándose hoy en unas de las técnicas más utilizadas.
Por ejemplo, en la literatura de la sociología de las organizaciones, que es uno de los
campos en que más se utiliza el EdC, se destacan algunos de los trabajos empíricos muy
citados en textos y manuales, entre los que destacan los de Mayo (1946)43, Lawrence y
Lorsch (1967)44, Mintzberg (1979)45 y Hamel y Prahalad (1995)46. En este sentido,

40
Citados en Vasilachis de Gialdino (coord.): op. cit.
41
Tashakkori, A. y Teddie, C.: Mixed Methology. Combining Qualitative and Qualitative Approaches.
California Sage, 1998.
42
Véase capítulo 3 de la presente obra.
43
Citado por Bonache Pérez, J.: Dirección Estratégica de Personas, Prentice Hall, 2002.
44
Ibidem
45
Ibidem
46
Ibidem

191
Mintzberg47, aboga por la necesidad en el inicio de la investigación, de utilizar un
planteamiento inductivo y luego complementar con estrategias de convergencia
metodológica. De hecho, se trata, primeramente, de realizar un trabajo detectivesco sobre
la base de casos, en la búsqueda de patrones y de consistencias para, en un segundo paso,
“ser capaz de describir algo nuevo más allá de lo esperado”.
Yin48 dice: “La idea básica es que […] la investigación empírica avanza sólo cuando
va acompañada del pensamiento lógico y no cuando es tratada como un esfuerzo
mecánico”.

Características del EdC49


- Tratándose de una o pocas unidades, el enfoque predominante en los EdC es el
análisis en profundidad; la búsqueda no se orienta hacia el establecimiento de
regularidades empíricas sino hacia la comprensión del caso en su unicidad. Una salvedad
sería el modelo de casos múltiples que veremos más adelante en este capítulo.
- Resulta difícil realizar inferencias generalizantes a partir de una sola (o pocas)
unidades. Aunque algunos autores consideran que esto es posible. En esta línea, Leonard
y McAdam50 defienden que las metodologías de investigación que desean desarrollar
marcos teóricos más ricos deben estar avaladas por la combinación de los investigadores
y de los participantes en los procesos, de tal manera que dicha teoría se derive de modelos
inductivos, incluyendo los EdC fundamentados en distintas fuentes de datos, la
experiencia existente y la realidad práctica de los procesos.
- Los estudios se llevan a cabo, en la mayoría de los casos, en el escenario natural
donde los actores se relacionan dando lugar a los fenómenos que se intentan estudiar.
Podemos acordar en que el valor del EdC estriba en su carácter de estudio denso,
encarado en toda su diversidad a fin de desentrañar sentidos generales, metáforas,
alusiones, alegorías que se expresan a través de múltiples marcas en la unicidad del caso.51

Tipos de Estudio de Caso52


Son muchas las clasificaciones de estudio de caso. Se destaca la clasificación de
Stake53 (1994) en estudio de caso intrínseco (para comprender mejor el caso);
instrumentales (para profundizar un tema o afirmar una teoría) y colectivos donde el
interés radica en la indagación de un fenómeno y entonces se estudian varios casos.
Contamos también con la de Yin54. Según éste, encontramos por un lado el “estudio
de caso único”, que se centra en un solo caso, justificando las causas del estudio, de
carácter crítico y único, dada la peculiaridad del sujeto y objeto de estudio, que hace que
el estudio sea irrepetible y su carácter revelador, pues permite mostrar a la comunidad
científica un estudio que no hubiera sido posible conocer de otra forma y por otro “el
47
Ibidem
48
Yin R: Op.cit.
49
Cfr. Marradi A: Op.Cit. Pág. 238.
50
McAdam, R & Leonard, D (2005) A TQM Dynamics Perspective on Baldrige and Business Excellence
Model Comparisons, Journal of Total Quality Management and Business Excellence, Vol. 16, No. 6, pp771-
792
51
Ibidem, pag 240
52
Selección hecha por el autor en base a diferentes clasificaciones halladas en diversos autores
53
Stake R: Op.cit
54
Yin R: Op cit

192
estudio de caso múltiple”, donde se usan varios casos a la vez para estudiar y describir
una realidad.
Ahora, ya sea el estudio de caso único o múltiple, además puede tener una o más unidad
de análisis, considerando la realidad que se estudia de forma global o en subunidades de
estudio, independiente de la cantidad de variables.
Esto da lugar a la siguiente clasificación según:
Cantidad de Casos: a) Caso Unico cuando hay un solo objeto de estudio y b) Casos
Múltiples, cuando hay más de un objeto de estudio.
Cantidad de Unidades de Análisis: a) Holístico, cuando se toma una sola unidad de
análisis y b) Incrustado (embbeded), cuando se toma más de una unidad de análisis.
Otra clasificación posible:

Tipos Básicos de diseño para estudios de caso según Yin55

Caso Unico Casos Múltiples


Holístico (Una sola Tipo 1 Tipo 3
UdA)
Incrustado (Varias Tipo 2 Tipo 4
UdA)

Ejemplo:
Caso/s: Estudio sobre empresa/s multinacionales automotrices en Argentina
Tipo 1. Caso: General Motors / UdA: Un operario de la planta de montaje
Tipo 2. Caso: General Motors / UdA: Un operario de la planta de montaje, un
supervisor y un gerente
Tipo 3. Casos: General Motors; Toyota y Fiat / UdA: Un operario de la planta de
montaje
Tipo 4. Casos: General Motors; Toyota y Fiat / UdA: Un operario de la planta de
montaje, un supervisor y un gerente

Clasificación de Arend Lijphart 56


Propone los siguientes tipos:
EdC Ateóricos: Se trata de investigaciones totalmente descriptivas que resultan útiles
como fuente exploratoria de información. Sus resultados podrían contribuir
indirectamente al proceso de construcción de teoría sólo en la medida en que fueran
interpretados en el marco de un análisis teórico.
EdC Interpretativos: El interés sigue puesto en el caso más que en una teoría general,
pero a diferencia de los anteriores utilizan proposiciones de la teoría establecida en forma
explíta. Estas generalizaciones se orientan a iluminar la comprensión del caso, en
consecuencia este tipo de EdC también carece de validez para la construcción teórica.

55
Yin R: Op cit
56
Lijphart A: “Comparative Politics and the Comparative Method”. En American Political Science
Review.1971, Reedición:1990

193
E is: Intentan comprobar hipótesis iniciales vagas y a partir de allí desarrollar
d generalizaciones teóricas en áreas poco exploradas. Tienen un alto valor
C teórico.
G EdC que debilitan una teoría: Igual que el anterior, se orienta a la puesta
e a prueba de proposiciones, pero en este tipo, el debilitamiento evidenciado
n por un caso, no puede refutar toda la teoría, según nos dice Lijphart57. En esta
e misma posición podríamos incluir también a Lakatos58.
r
a EdC Desviados: Surgen con la intención de comprender o explicar casos
d que se desvían de las teorías generales. Tienen alto valor teórico, porque si
o bien debilitan las proposiciones originales, dan lugar a nuevas proposiciones
r que pueden tener mayor capacidad heurística
e Por lo tanto, vemos que los EdC generadores de hipótesis y los de casos
s desviados son los que más contribuyen a la construcción de teorías.
d sabían.
e
H Hace una crónica, un registro de lo que va sucediendo a lo largo del estudio.
i Describir situaciones o hechos concretos.
p
ó Proporcionar ayuda, conocimiento o instrucción al caso estudiado.
t Comprobar o contrastar fenómenos, situaciones o hechos.
e
s Pretende elaborar hipótesis.

En qué situaciones realizar un EdC


Analizando la bibliografía existente, la mayoría de los autores coinciden en que el uso
del UdC se da en las siguientes situaciones:
- El estudio de un fenómeno desconocido o nuevo sobre el que no existe teoría que de
cuenta de él o que exceda las ya existentes y que su impacto o efectos sean de relevancia
económica, política, psicológica, etc, a fin de transformarlos en objeto de estudio.
- La aparición de un caso, tradicionalmente enmarcado en alguna teoría, pero que
presenta especificidades que esta no alcanza a explicar
- Cuando para estudiar un fenómeno general, se selecciona un caso de observación por
sus características paradigmáticas o ejemplificadoras.
- Cuando por diferentes problemas (falta de recursos económicos del investigador o
dificultad del mismo para acceder a una cantidad mayor de casos), se decide por un EdC
y posteriormente se avanza, hacia una convergencia metodológica con la realización de
un estudio cuantitativo, que tenga representatividad estadística.

57
Ibidem.
58
Lakatos, I: La Metodología de los Programas de Investigación Científica, Alianza, Madrid, 1993.

194
La selección de los casos
Cuando el caso no viene definido desde “fuera” de la investigación (Ej: encargo de un
cliente, o un enfermo que llega a consulta médica) o se trata de un caso intrínseco (que
por su misma “potencia” despierta el interés del investigador), nos enfrentamos al
problema de su selección.
En principio, la primera facilitación para lograr seleccionar adecuadamente el caso, es
tener bien planteado el problema y los objetivos de investigación con la mayor claridad
posible, lo que permite definir la estrategia de recolección de datos, y en consecuencia la
selección de la Unidad de Análisis, ya sea individual (Ej: El asesinato de María Soledad
Morales en Catamarca, septiembre 1990) o colectivas (el tratamiento de la basura en el
Gran BsAS), o en un escalón más macro, la situación de la Salud Pública en Argentina.
Los procesos de selección se van a diferenciar, ya sea que se trate de un EdC Intrínseco,
como recién terminamos de mencionar, en que éste es seleccionado por sus propias
características y del interés que éstas generen o de los casos instrumentales o colectivos,
la elección se produce a partir de criterios establecidos por el investigador en el objetivo
y el planteo del problema de investigación.
De la misma forma que mencionamos en el apartado anterior sobre HdV, aquí también
se puede proceder a seleccionar los casos por alguno de los tipos de procedimiento
señalados dentro del tema HdV: de “oportunidad, “bola de nieve” y “evaluado”,
dependiendo del tipo de objetivos, la accesibilidad de los casos, su heterogeneidad, etc.

Casos Posibles:59 Caso Típico o Ejemplar, Caso Desviado y Caso Contrastante


El caso típico o promedio, sirve para comprender los usos, costumbres o formas
generalizadas y más comunes de personas, situaciones o instituciones.
El caso desviado, por el contrario, provee una visión desde el costado crítico o
alternativo de una sociedad, que nos muestran las posibles causas de los desajustes
sociales, del papel de las reglas disfuncionales y las barreras y formas de exclusión que
subyacen en la misma.
Casos contrastantes: Se trata de seleccionar casos que por encontrase en franca
oposición, ya sea con las normas imperantes en una sociedad o grupo social o con las
teorías o conductas normalmente aceptadas, permitan comprender núcleos de conflicto y
su alcance en el marco social donde se inscriben.
El proceso de selección puede estar basado en criterios teóricos, en experiencias de
observación o en las expectativas depositadas en la unidad seleccionada, en términos de
su potencialidad para proveer una base empírica relevante para la interpretación y
comprensión de la situación estudiada.
Ragin y Becker60, plantean que “los casos pueden ser vistos como unidades empíricas
o como construcciones teóricas. Es decir, desde una perspectiva empiricista en la que se
afirme la trasparencia de los hechos, y que se considera que estos tienen una existencia
real, o desde un enfoque constructivista donde la realidad es el resultado de la
interpretación, o productos de convenciones o consensos teóricos”.

59
Cfr. Flyvbjerg, B: Haciendo que las CCSS importen, New York University Press, 2006.
60
Ragin y Becker: What is a Case, N.Y. Cambridge University Press.1992.

195
Por lo tanto, dado lo expuesto vemos que el EdC, en sí mismo o en mayor medida
complementado por otras técnicas cuali o cuantitativas, entrando ya en el terreno de la
convergencia, se constituye en elemento importante dentro de las herramientas de la
investigación social.

196
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