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r n a i nc c rnannniiri
Concurso de delitos
3' E D I C I ~ N
ACiü ALIZADA
Y AMPLIADA CON LA
COLAB0RACldN DE
hammurabi
MARCELA DE LANGHE JOSE L U I S D E P A L M A EDITOR
Concurso de delitos
PRIMERA EDICIÓN,
MAYODE2005
SEGUNDA EDICIÓN.
NOVIEMBRE DE 2010
O Copyright by
editorial hammurabis.r.1. TERCERA EDICIÓN,
MARZO DE 2018
Talcahuano481 -4" piso
C1013AAI - Buenos Aires- Argentina
Tel.: (54-1 1) 4382-3586 l l n e a s rotativas-
E-mail: infoBhammurabi.com.ar - www.hammurabi.com.ar
twitter.com/hammurabi srl
Producción integral
concept design
de Fernando Lucas Depalma
Tel.: 4382-2080 -1lneas rotativas
LAACTUALIZACI6N JURISPRUDENCIAL
DE ESTA 3a EDICI6N FUE ELABORADA
POR LA DOCTORA MARCELA DE LANGHE
CON LA ESPECIAL PARTICIPACI6N DE LOS DOCTORES
CLAUDIAVELCIOV, JULIO REBEQUI Y GONZALO JEREZ
CARLOS S. CARAMUTI
CONCURSO D E DELITOS
3Vdición, Buenos Aires, Hammurabi, 2018
472 ps., 23x 16 cm.
ISBN: 978-950-741 -887-7
1. Derecho penal. l. Título
CDD 345
Fecha de catalogación: 26/2/2018
CARLOS S. CARAMUTI
Concurso de delitos
UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS. TEOR~AS.
CONCURSO DE DELITOS
Y DE INFRACCIONES. CONCURSO REAL, IDEALY APARENTE.
DELITO CONTINUADO. SISTEMAS Y LIMITE
DE PENAS.
U N I F I C A C I ~ DE
N PENAS Y DE CONDENAS.
JURISPRUDENCIA SELECCIONADA
3a E D I C I ~ N
ACTUALIZADA
Y AMPLIADA CON LA
COLABORACI~N
DE
hammurabi
MARCELA DE LANGHE JOSE LUIS DEPALMA EDITOR
A M I ESPOSA, ADRIANA,
POR LA PACIENCIAANTE EL TIEMPOY ATENCIÓN
QUE LE QUITE PARA ESCRIBIR ESTE LIBRO
A MIS PADRES,
QUE ME INCULCARON QUE SIN ESFUERZOY DISCIPLINA
NO SE OBTIENE NINGÚN LOGRO DURADERO
A ENRIQUE GARC~AVITOR,
PORQUE SU RECUERDO Y EJEMPLO SIGUEN SIENDO UN ESTIMULO
PARA LA P R O D U C C I ~ N
INTELECTUAL.
A MARCELA DE LANGHE,
POR SU VALIOSA COLABORACIÓN
EN LA ACTUALIZACI~NDE JURISPRUDENCIA DE ESTA TERCERA E D I C I ~ N .
PRÓLOGOA LA PRIMERA EDICIÓN
El presente libro de Carlos Caramuti se enfrenta con uno de los problemas más
serios del derecho penal de todos los tiempos y, por cierto, más que nunca del pre-
sente: la unidad y pluralidad de delitos.
Casi todas las preguntas fundamentales del derecho penal convergen en este
tema. Si a cada delito corresponde una pena, eselemental saber cuándo hay un de-
lito y cuándo, varios.
En caso que haya varios, debe responderse la cuestión de la pena: ¿Se suman
aritméticamente? ¿Por qué no se lo hace? ¿Debecuantificarse de modo diferente
la pena para un delitoque importavarias infraccionesy paravariosdelitosque im-
portan también varias infracciones?Así podríamos continuar y la lectura del libro
se haría cargo de las preguntas que no corresponden al prólogo, so pena de con-
vertirse en otro libro.
Quien desde el derecho penal desprecie la filosofía o pretenda desentenderse
de ella, es sabido que acaba haciendo una colcha de retazos que por lo general no
presenta mayor utilidad, pero en el tema que trata el libro, debido a la convergen-
cia de problemas que inciden en las respuestas, esto se haría mucho más evidente.
La primera cuestión a resolver es qué se pena: ¿Conductaso infracciones?Si desde
el realismosesostienequesepenan conductas, actoso acciones humanas, esdeter-
minanteel número de acciones para establecer el número dedelitos. Si, por el con-
trario, desde el idealismo normativista se sostiene que se penan infracciones, será
el número de éstas lo que determinará el de los delitos. Pero si se admitequese tra-
ta del número de acciones, pero de inmediato se vuelve al idealismo y se sostiene
que el concepto de acción lo construye el derecho sin ningún límite puesto por la
realidad del mundo, lascosasvuelven acomplicarse, porqueserán lascalificaciones
las que construyan las acciones.
Lo curioso es que desde un realismo ingenuo y radical también puede afirmar-
se que el número de infracciones proporciona el de delitos. En efecto, no fue Mez-
PR~LOGO
A LA PRIMERA E D I C I ~ N
CAPITULO
I
CONCURSO DE DELITOS
5 1. Concepto general. Precisiones terminológicas - - - _ - - - - - - - 23
5 2. Tratamiento en el Código Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
5 3. Ubicación metodológica en el análisis dogmático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
CAPITULO
11
UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS
5 4. Distintossupuestos - _ - - _ - _ _ - _ _ - _ - - .
CAPITULO
111
CONCURSO IDEAL
..
5 5. Concepto. Requisitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
5 6. Teoríasde la unidad y de la pluralidad - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - 34
a) Teoria de la unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
b) Teoria de la pluralidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
. ., de otros supuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 7. Diferenciacion
a) Diferencia con el concurso aparente _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ -
b) Diferencia con el delitocontinuado - - _ - - - _ - - - _ - - -
C) Diferencia con el concurso real _ - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - _ - _ ____---__
. . .
d ) Diferencia con la reincidencia - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
5 8. Concurso ideal homogéneo y concurso ideal heterogéneo _ - - - _ - _ _ _ - - - _ -
5 9. Determinación de la unidad o pluralidad de hecho. Teorías _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
, . .
a) Teoria subjetiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
b) Teoria de medio a fin - _ - _ _ - _ _-_--_-_ _-_--_-_ _-_--_-_ _-_-
INDICE
GENERAL
C)
.,
Teoría de la unidad de accion - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
d) Teoria de la unidad de culpabilidad. Susvariantes - - - - - - - - - - - - - - - - - -
e) Teoría de la unidad de hecho (unidad de resultado) _ - - _ - _ - - _ - - _-- _ -
f) Teoria de la inseparabilidad de las lesionesjurídicas _ - - - - - - - - - - - - - - -
g) Teoría de la unidad de situación lesiva ode peligro _ _ _ - - _ _ _ _ _ - - - -
h) Otrasconcepciones de la teoría de la unidad de acción - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
l . Concepto natural deaccióno de la acción ensentido natural _ _ _ _ _ _ _ -
2. Teoría de la unidad de factores final y normativo _ - - _ - _ - - _ - - _-- _ -
3. Teoria de la preponderancia del factorfinal - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - -
. .
i ) Teoria comunicativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
j ) Teoría normativa - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - -
k) Nuestra opinión. Unidad de conducta. Superposición total o parcial de acciones
, .
concretas en su encuadre multiple _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
l . Significado de la expresión «hecho» en el art. 54del Código Penal - - -
2. Problemática particularen caso de delitos de acción privada - _ - - _ - _ _ -
3. Superposición parcial deconductasen másde un tipo penal - - - - -
4. Significado de«hechos independientes))en el art. 55 del Código Penal _ - -
5. Algunos ejemplos - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
5 10. Concurso ideal porenganche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 11. Concurso ideal en la tipicidadculposa y entretipicidadculposay dolosa _ _ _ _ -
5 12. Concurso ideal en la omisión y entre omisión y comisión _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
5 13. Concurso ideal con delitos permanentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
m Jurisprudencia
1. Concurso ideal. Concepto - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
2. Concurso ideal homogéneo - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - _ - - -
3. Diferencia con el concurso real - - _ - - - _ - - - _ - - - - - -
4. Casos en que no hay concurso ideal - _ - - _ - _ - - _ - - _-_--_-- _-- _ -
5. Casos de concurso ideal _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ _ _ _ -
6. Concurso ideal entre delitos dolosos y culposos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
7. Concurso ideal en delitos permanentes _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - - - -
.. .
8. Concurso idealy non bis in idem - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
9. Concurso idealy reformatio in pejus _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ -- _ -
10. Competencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 l. Concurso idealy competenciafederal - - - _ - - - - - - -
12. Concurso ideal entre delitos de acción pública y delitosdependientes de instan-
. .
c~aprlvada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13. Cosa juzgada _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _
14. Derechocomparado _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - _ - - -
15. Penaaplicableencaso deconcurso ideal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
16. Prescripciónde laacción penal - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
CAPhULO IV
CONCURSO APARENTE DE LEYES
5 14. Concepto. Diferencias con el concurso ideal. Importancia práctica. Discusión - _ - -
5 15. Relacionesque dan lugar al concurso aparente _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - - _ -
., . .. ..
a) Relaciono principio de alternatividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
., . . . . .
b) Relaciono principio de especialidad - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - - - -
INDICE
GENERAL
., . .. .,
C) Relacion O principio de consuncion _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
.,
1. Consuncion porgravedad progresiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. Consunción pormayor perfección lesiva al bien jurídico _ - _ - - _ - _ _ - _ -
.,
3. Consuncion por la estructura del tipo _ - - - - - - - - - - -
l. Acciones anteriores _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _
II. Acciones coetáneas _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
III. Acciones posteriores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV. Conclusión sobreaccionesanteriores. coetáneas~posteriores - _ _ - _ -
d) Relación de subsidiariedad
i Jurisprudencia
1. Concepto de concurso aparente de leyes - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
2. Casasen quese da concurso aparente de leyes - _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ - - _ _
3. Diferencia entreel concursoaparentey los concursosideal y real - - - - - - - - -
4. Casosen que no hay concurso aparente _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ -
5. Concursoaparentededelitosporrelacióndeconsunción.Conceptodeconsunción
6. Casosen que se da la relación de consunción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7. Consunción entre delitos de resultado material y circunstancias genéricas de
agravación (art.41 bis, Cód. Penal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
8.
..
Casosen que no hay consuncion - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
9. Concurso aparente de leyes por relación de especialidad - - _ _ _ _ _ - - _ _
10. Concurso aparentede leyes por relación de subsidiariedad - - - _ - - - -
11.
..
Concurso entrefigurascalificadas _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ -
12. Posibilidad de coexistencia entre concurso aparente y concurso real o concurso
ideal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13.
.. .
Concursoaparentey ne bisin idem - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ -
14.
. ..
Prescripc~on. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAPITULOv
CONCURSO REAL
516. Concepto _ - _ - - - _ - _ - _ - - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _-
..
5 17. Requisitos _ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - - - - - - -
5 18. Diferenciación entreel concurso real y otros supuestos _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _
a) Diferencia con el concurso ideal _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
b) Diferencia con el concurso aparente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C) Diferencia con el delito continuado _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ -
. . .
d) Diferencia con la reincidencia - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - -
e) Diferencia con el delitocomplejo - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - _ - _ ____---__
. ..
f ) Hechosjuzgadosdefinitivamente - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
5 19. Clasesdeconcurso real _-_-.
Jurisprudencia
1. Diferencia con el concurso ideal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. Casosdeconcursoreal - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
3. Exclusión del concurso aparente - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _
4. Casosen los que no hay concurso real _ - - - _ - - - _ - - -
5. Competencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6. Necesidadde consideración independiente de cada hechoen la sentencia _ -
¡NDICE GENERAL
.. .
7. Concurso real y non bis in idem _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _
8. Escala penal aplicable al concurso real _ - - - _ - - _ _ ---_--__ ---_--
a) Pena del concurso real - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
..
b) Graduacion de la pena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C) Efectos del concurso real respecto de la excarcelación: el art. 316 del Código
Procesal Penal de la Nación. Modode contar el máximo de la pena. Multiplici-
..
dad de causas.Valoracion - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ --_--_- _ --_--
9. Competencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. ..
10. Prescripcion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 l. Penas de distinta especie (art. 56, Cód. Penal) _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - -
a) Concurrenciade penas de distinta naturaleza _ _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ - _ - _
b) Concurrenciade pena únicacon penasalternativas - _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _
C) Concurrenciade penas perpetuas con penas divisibles - - _ - - _ _ - - - _ - -
d) Concurrenciade pena de inhabilitación con otras penas - - - - - - - - - - - -
e) Concurrenciade pena de multa con pena privativa de libertad _ _ _ _ _ _ _ -
f ) Concurrenciade penas de prisión y multa antes de la ley 21.338ratificada por
ley 23.077 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
12. Prescripción en loscasos del art. 56 del Código Penal _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ -
C A P ~ U L VI
O
DELITO CONTINUADO
5 20. Conceptoy reglasque lo rigen. Exclusióndelart. 55del Código Penal - _ - - _ _ _
..
5 21. Requisitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) Requisitosubjetivo. Unidaddefactorfinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.. . .
b) Requisitosobjetivos _ - - _ _ - - - _ - - _ _ - - - _ - - _ _ - - - _ - - _ _ - - - _ - -
l . Pluralidad de acciones homogéneas - - - - - - - - -
., . , .
2. Unidad de lesion juridica - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ -
. . . .
3. Otros requisitos objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 22. Consecuencias practicas de la aceptación del delitocontinuado _
5 23. Continuación en delitosculpososy en delitosomisivos _ _ _ _ _ _ _
Jurisprudencia
1. Concepto de delito continuado _ - - _ _ - - - _ - - _ _ ---_--__ ---_--
..
2. Delitocontinuado. Requisitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. Diferencia conel concurso ideal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. Casos de delito continuado - - - _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ - - _ _ -
5. Delito continuadoy prescripción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6. Delito continuado y ley aplicable _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ --_--_- _ --_--
7. Improcedencia del delito continuado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAPITULO VII
PENA APLICABLE EN CADA CASO DE CONCURSO.
DISTINTOS SISTEMAS
. , material
5 24. Acumulacion
5 25. Acumulación juridica o atenuada _ -
INDICE
GENERAL
., .
5 26. Absorcion simple . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
.,
0 27. Absorcion agravada ------------------------------------- 293
., .,
5 28. Asperacion o exasperacion - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 293
.,
529. Combinacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
. .
530. Pena unitaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
CAPlTULO VIII
PENA APLICABLE EN CASO DE CONCURSO IDEAL
5 31. ¿Quéseentiende por pena mayor? ............................
5 32. Penasde la misma naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
0 33.
. , .
Penasde distinta naturaleza. Distintas hipotesis ....................
5 34. Penasalternativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
O 35. Penasconjuntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 36.
. . .,
Pena de inhabilitacion perpetua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 37.
. ,
Graduacion de la pena mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 38.
. .,
Efectoclausura de la pena menor. Discusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 39. Pena concreta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAP~TULOIX
ESCALA PENAL APLICABLE AL CONCURSO REAL
540. Penalidaddel concurso real . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) Sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
1. Acumulacion material . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
,.
l. Criticas ---------------------------------------
II. Ventajas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
2. Absorcion ---------------------------------------
,.
- Critica .......................................
3. Acumulación limitada ~atenuaday otrassoluciones intermedias - - - - - -
., .,
4. Aspersion oagravacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
5. Pena unitaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
, .
b) Sistema del Codigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
c) La reciente reforma por la ley 25.928 .........................
d ) Supuestosa losqueseaplica la regla -------------------------
5 41. Escala penal en casode penas de la misma especie -------------------
.,
a) Graduacionde la pena - - -- - - - - - - - - - - ---- - - - --- - - --- - ----
b) Penas a lasquese aplica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
,.
c) Minimo mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 42. El máximode la especie de pena. Su determinación -------------------
., . .,
a) Máximoen el casode reclusiony prision . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
, .
b) Maximopara la multa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
, . . . .,
c) Maximopara la inhabilitacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 43. Crítica a la amplitud desmesurada de la escala del concurso real -----------
¡NDICE GENERAL
CAP~TULOx
PROPUESTAS DE UNIFICACIÓN DE LA PENA
DE LOS CONCURSOS REAL E IDEAL
., , .
5 45. Valoracion critica _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ .
CAP~TULO
XI
UNIFICACIÓN DE PENAS
. , .
5 46. Distintas hipotesis previstas - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - -
5 47. Obligación del juezque dicta la última sentencia - - _ - - - _ - - - -
5 48. Respeto de las ((declaracionesde los hechos)).Aplicación a la unificación oficiosa.
.,
Alcance de la expresion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 49. Los casos comprendidosen el art. 58 _ - _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ - -
5 50. Las hipótesis de unificación de condenas - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - -
a) Unificación de condenas aun en casode penascumplidas - - - - - - - - - - - -
. .,
b) Modode imposicion de la pena - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ -
C) Efectos respecto de la libertad condicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .,
d) Cómputo de la prision preventiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
e) Unificacióndecondenasa penas no privativasde libertad _ - _ - - _ - _ _ - _ - -
f ) Unificación de penas que no han comenzado a cumplirse - - - - - _ - - - - - - -
. . . . .,
5 51. Hipótesisde simple unificacion de penas _ _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - -
a) Efedos-------------------------------------------
b) Cuantificación y máximo de la pena única - - _ - _ - _ - - _ - _ - _ - - _ - -
C) Consecuencias respecto de la libertad condicional _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
d)
..
Efectos sobre la condena condicional _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - _ - _ ____---__-
e) Efectos sobre el cómputo de la prisión preventiva - - _ - _ _ - _ - - _ - - _ - _ - -
f)
. . .,
Cuantificacion de la pena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) Pena íntegramente cumplida - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - _ - _ - - - _ - -
. .
h) Penas no privativasde libertad - - - _ - - - - - - - - - - - -
i ) Pena que no ha comenzadoa cumplirse _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ -
. . . . . ,
5 52. Cuestiones de competenciay jurisdiccion _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - -
a) Juezcompetente para dictar la pena única - - _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ - - _ _ -
b) Pedido de parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C)
.,
Regulacion procesal local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
d) Respeto de lasdeclaracionesde hecho _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - - _ - _ _ - _ - -
e)
. .
Competencia entrejueces de distintas provincias _ - - - - - - - - - - - - - - -
f) Unificación de penas impuestas por la justicia federal y por la ordinaria - _ - _
Jurisprudencia
1. Unificaciónde penas. Casosen que procede - - - - - - - - - - - - -
2. Finalidad de la unificaciónde penas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
INDICE
GENERAL
3.
.. ..
Obligación de unificar de oficio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.
..
Derecho de defensa en la unificación de oficio _ - _ _ _ - - - _ - _ _ _ - - - _ -
5. Fundamentación de lasentenciade unificación - - - - - - - - - - - -
6.
..
Unificacton decondenas _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
7.
..
Simple unificación de penas _ - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - _ - _ ____---__
8. Sistema y graduación de la penaa unificar _ - - - - - - - - - - -
9. Unificación de penas. Pronunciamientosobre la pena del últimodelito _ _ - - -
10. lnnecesariedadde pronunciar penade últimodelito _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ - _ -
11. Unificación porjuez incompetente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12.
..
Juezcompetente para la unificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13. Unificación de penas. Juez de ejecución - - - - - -
14.
. . .
Unificación en casosde reincidencia - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
15. lmprocedenciade la unificación en caso de reincidencia - - _ _ _ _ _ - - - _ _
16. lmprocedenciaen caso de hecho posterior a la condena - - - - _ - - - -
. .
17. Casosde pena extinguida - _ _ - - - - _ - _ _----_-_ _----_-_ _---
18. Unificación de penas cumplidas parcialmente _ - _ _ _ _ _ - _ - _ _ _ _ _ - _ -
19. Unificación en casosdecondenacondicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20. Efectos de la unificación sobre la libertadcondicional _ _ - - _ - _ _ _ - - _ -
21. Unificación de pena. Libertad condicional. Improcedencia - - - - - - - - - - - -
22. Unificación de pena en casos de libertad asistida _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
23. Cómputo de la prisión preventiva y de la parte de pena cumplida en casode uni-
ficación de penas - -- - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - - - - - - -
24. Necesidadde pedido de parte _ - - - - _ - _ _ - - - - _ - _ _ - - - - _ - _ _ - - -
25. lmprocedenciade unificación de oficio ensegunda instancia _ - _ _ _ _ _ _ -
26. Unificaciónencasode procesosquetramitanenforma paralela _ _ _ _ _ _ _ _ _
27. Unificación de penas en casos de concurso ideal _ - _ _ _ - - _ - _ _ _ - - _ -
28. Unificación de penasen casode juicio abreviado - - - - - - - - - - - - - - - - - -
29. Unificación de penassin pedidode partes. Recursodecasación.Rechazo _ - _ -
30. Obligación de unificara pedido de parte _ - - _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ - - _ _
31.
. ..
Unificación por la justicia federal - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - -
APÉNDICE
EVOLUCIÓN LEGISLATIVA
BIBLIOGRAFíA GENERAL _ -_ _.
CAPITULO
I
CONCURSO DE DELITOS
N
Cfr. Real Academia Española. Diccionario de la lengua española.
Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general. t. IV, p. 511; Zaffaroni -Alagia - Slo-
kar, Derecho penal. Partegeneral. p. 815.
Soler, Derecho penalagentino. Partegeneral, t. II. p. 287.
CARLOS S. CARAMUTI
mar que a la teoría del concurso de delitos podría Ilamársela "aritmética de los de-
lito~"~.
Al respecto suele decirse que a un delito corresponderá una pena y a varios de-
litosvarias penas, lo que obliga a deslindar correcta y precisamente cuándo el deli-
t o es únicoy cuándo nosencontramosfrentea una pluralidad deellos, para no pe-
car por exceso ni por defecto en la aplicación de la sanción penal correspondiente.
Para Pessoa la sola necesidad de evitar tal posibilidad así como de la eventual vio-
lación del principio non bis in idem justifica la elaboración de una teoría integral
del concurso dedelitosque articule sistemáticamente losdistintossupuestos5.Por
su parte, Arce Aggeoexpresaque, a fin de determinarla existenciadeunidad oplu-
ralidad, deben tenerse en cuenta dos parámetros o principios concursales básicos:
cada delito debe ser penado y no se puede penar más de una vez por el mismo he-
cho6.
Sin embargo, a pesar de que de lo dicho parecería surgir el principio de que
cuando existe un delito corresponde una pena y, cuando son varios, tantas penas
como delitos, en realidad, en nuestro derecho siempre se aplica una única pena,
conformes las reglas de unificación previstasen el art. 58del Cód. Penal que impi-
den la coexistencia simultánea de dos penas pendientes de cumplimiento respec-
t o de la misma persona. Aunque en caso de pluralidad delictual esa única pena se
construye sobre la base de las escalas penales de los distintos delitos cometidos
(arts. 55 y 56, Cód. Penal).
Lo quevenimos diciendo justifica, a nuestro criterio, que el tratamiento puniti-
vo para el caso de que con una conducta se incurra en dos o más tipicidades, es de-
cir se produzcan dos o más lesionesjurídicas-supuesto que se conoce en doctrina
como concurso ideal y nuestro Código Penal trata en el art. 54-sea diferente del
que merece el supuesto en que el juez, en el mismo acto, debe juzgar varias con-
ductas que son típicas del mismo o de distintos tipos -concurso real (art. o
unificar penas de distintos delitos ya juzgados en forma separada (unificación de
~~ -
penas-art. 5&). Sin embargo, como veremos, esa diferencia de tratamiento le-
gal que reconoce nuestro Código no es unánimementeaceptada por la doctrina ni
en otras legislaciones. Las discusiones alcanzan también al respectivo tratamiento
sancionatorio a otorgar a los casosde conducta única según ocasione simpleo plu-
ral infracción normativa.
car una infracción de más de una norma penal o lesionar variasveces la misma nor-
ma penal (infracción plural). Es lo que sucede en el concurso ideal: se trata de un
concurso de infracciones, no de delitos. El concurso supone entonces la reunión si-
multánea de delitos cometidos por una misma persona (concurso real), lo que re-
quiere pluralidad de conductas y de infracciones. Por su parte, el concurso de in-
fraccionessupone la reunión simultánea de lesionesjurídicas o infracciones pena-
les, lo que puede ocurrir con varias conductas (concurso real) o con una sola (con-
curso ideal).
Debeaclararsetambién que la simultaneidad a queapunta la definición referi-
da no implica, cuando se trata de concurso real o material, que los distintos delitos
sean cometidosen un mismo tiempo ocon cierta proximidad temporal (aunque ex-
cepcionalmente ello puede ocurrir), sino que habiendo sido cometidos por la mis-
ma persona, ellos son juzgados de manera simultánea en un mismo proceso o que
se les unifican, en una única sentencia, las penas impuestas por cada uno de ellos.
Es decir que debe tratarsedevariosdelitoscometidos por una misma persona, sea
simultáneamente o en forma sucesiva, sin que haya mediado sentencia condena-
toria, y que, por ello, son objeto de juzgamiento en un mismo proceso o de unifica-
ción de penas a través de una sentencia unificadora.
deba juzgarse a una "... misma persona que esté cumpliendopenaporotro hecho
distinto; o cuando se hubieren dictado doso mássentencias firmescon violación de
dichasreglas ...", norma que se emplea en los supuestosde concurso real (arts. 55
a 57), mas no en los de concurso ideal (art. S4), puesen este caso no puede haber si-
no una única sentencia, portratarsede un hecho único queda lugar a la aplicación
de una sola pena (la mayor) y por el que no puede haber un doble juzgamiento o
persecución penal. Se aplica también a algunas situaciones de reincidencia y a
otroscasosde pluralidad delictual que no constituyen técnicamente concurso real.
Nuestro Código Penal no trata en cambio específicamente el concurso aparen-
te de leyes ni fija reglas expresas para su solución. Debemos acudir para ello al con-
tenido y poder de absorción de cada figura y sus respectivas relaciones para esta-
blecer cuál es el tipo penal concretamente aplicable para resolver el caso, con des-
plazamiento de cualquier otro.
Tampoco regula expresamente nuestro Código Penal la figura jurídica que se
conoce como delito continuado, en la cual se considera queexiste un solo delito a
pesar de la existencia de una pluralidad de conductas cada una penalmente típica.
Pero ella se considera contemplada implícitamente y mediante interpretación a
contrariosensudel art. 55 del Cód. Penal, excluyéndose, deese modo, la aplicación
de esta norma.
concurso, es la pena que corresponde aplicar lo. Por eso la ubicación metodológica
de la materia dentro de la teoría del delito, al concluir su tratamiento y como ante-
sala inmediata a la teoría de la pena, parece la másadecuadall.
l o Tan importante es la aplicación de la pena en esta materia, que algunos autores opinan
que cuanto más rigurosa es la consecuencia penal legalmente prevista para el concurso real, es ma-
yor la tendencia doctrinaria a amplir loscriteriosque permiten apreciar unidad delictual. Y, a la in-
versa, cuanto más benigno es el tratamiento del concurso ideal, la tendencia es la contraria. Final-
mente. cuanto mayor es la cercanía de soluciones punitivas previstas para ambas formas de con-
curso, las soluciones tienden a hacerse más equilibradas o, a disminuir los esfuerzos de distinción
(cfr. Cuerda Riezu, Concurso realy determinación de la pena)
l1 Suárez López, El concurso real de delitos, p. 37.
CAPITULO
II
UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS
5 4. Distintos supuestos
' Debe aclararse, sin embargo, que no todo caso de delito simple o unidad de hecho con
unidad de encuadramiento típico supone unidad de lesiónjurídica, ya que en los casos de losde-
litos denominados pluriofensivos, la conducta produce una plural lesión desvalorada unitaria-
mente por el mismo tipo. Es decir que, si bien existe pluralidad de lesiones jurídicas, estas no son
independientes, por encuadrar la conducta en un único tipoque las desvalora unitariamente.Así
por ejemplo. según mi criterio, en el delito de falso testimonio se tutela como bien jurídico prin-
cipal la administración de justicia (es un delito contra la administración pública), pero. secunda-
riamente se protegen también otros bienes jurídicos como los derechos de la parte en cuyo per-
juiciose presta el testimonio, queseencuentranen conflictoen el juicio de que se trate. Lo mismo
sucede enel prevaricato. De tal modo la conducta concreta producirá la lesión de los plurales bie-
nesjurídicostuteladosporlanormacorrespondiente, pero,siendounitaria la desvaloracióndeta-
les lesiones, es único el encuadramiento típico y estamos ante un delito simple. Porello talvezse-
ría más preciso decir que en el delito simple hay unidad de hechocon unidad o pluralidad no in-
dependiente de lesionesjurídicas, pero siempre con unidad de encuadramiento típico.
CARLOS S. CARAMUTI
delito si el desvalor jurídico normativo es único. Sin embargo, este punto de vista
dista de ser pacífico, pues no pocos autores consideran posible la concurrencia de
pluralidad delictual pese a la unidad deacción o conducta, cuando con ella se pro-
ducen varios resultados o múltiples lesionesjurídicas. En el Capítulo siguiente nos
ocuparemosde las múltiplesteorías quese han elaborado, desus respectivasargu-
mentaciones y de las razonesen que sustentamos nuestra posición.
CAP~TULOIII
CONCURSO IDEAL
5 5. Concepto. Requisitos
El art. 54 del Cód. Penal contempla lo que se denomina concurso ideal de deli-
tos', aludiendo a un solo hecho que tiene pluralidad de encuadramientos legales
(cae bajo másde una sanción legal). Setratadecasosen los que, con una únicacon-
ducta se producen varias lesionesjurídicas, se infringen plurales normas penales o
se transgrede más de una vez la misma norma penal.
La expresión "ideal" alude a lo "que no es físico, real y verdadero, sino que es-
tá en la fantasían2, por oposición al término "real", que refiere a lo "que tiene
existencia verdadera y e f e c t i ~ a " ~
Es. decir que en el concurso ideal no existe pro-
piamente una reunión simultánea de delitosdiferentes, sino un único delito con-
templado de modo diverso o diferente por varios tipos delictivos que concurren
en su aplicación al hecho único, estoes, un hecho que mereceo recibe másde una
calificación legal oque lesionadosveces la misma norma. Nose trata de unverda-
derocasodeconcursoo pluralidad delictivaaunquesíde infracciones; no estamos
en presencia de diferentesdelitos, sinode un único delito, merecedor de una úni-
ca pena: la mayor de las contempladas en los respectivostipos.
En palabras de Zaffaroni, hay una única conducta con pluralidad típica, con-
ducta única y tipicidad plural4.
En cambio, en el concurso real, previsto en el art. 55, se exige una efectiva y ver-
dadera concurrencia o reunión de delitos diferentes en la misma persona: se trata
de una pluralidad de hechos independientes. No hay sólo pluralidad de infraccio-
neso lesionesjurídicas, sino también dedelitos.
b) Teoría de la pluralidad
Para esta teoría, en el caso de una acción o hecho que encuadra en másde un ti-
popenal,estaríamosante una pluralidaddedelitos, porser plural la infracción nor-
mativa y doble la desvaloraciónjurídica del hecho. La lesión devariostipos penales
significaría de modo necesario la existencia de varios delitos, siendo indiferente la
cantidad de accione^'^. Esto sería así porque el delito es fundamentalmente la le-
sión de la norma o la lesión del tipo; mientras la acción es un concepto que perte-
nece a la esfera del suceder real, el delito es un concepto que corresponde a la con-
sideración v a l o r a t i ~ a Para
~ ~ . esta concepción el delito es lesión legal o normativa
por lo quesu número nodebe necesariamentecoincidir con el número deacciones.
Es la tesis sostenida por Frank, por H. Mayery, modernamente, por Jakobs. Este au-
tor afirma que la teoría de la unidad partiría de un prejuicio naturalista y que los
defensoresde la teoría de la pluralidad sólo determinan naturalísticamente el con-
cepto de acción o conducta; en cambio, el concepto de delito debería establecerse
jurídicamente. La acción en sentido no típico se considera que puede realizar va-
riosdelitos. Unidad de acción y pluralidad de delitosson compatiblesen esta solu-
ción. Por eso piensaquees preferiblelateoría de la pluralidad y estimaque la dife-
rencia de marco penal en el Derecho positivo entre el concurso ideal y el real no ca-
be justificarla ni siquiera con una teoría de la unidad12.
Esta doctrina de la pluralidad puede encontrar sustento en tesisfilosóficas co-
mo la deGoldman (citado por NinoI3), quesostiene que hay tantasaccionescomo
propiedades mencionadas en las respectivasdescripciones. Si dos cosas son idénti-
cas entre sí, todo lo que puede ser predicado de una puede serlo de la otra. Si hay
alguna propiedad que se puedeatribuir a una cosa pero no a otra, es porquese tra-
ta de dos cosas numéricamente distintas.
No todo lo que se puede predicar de una acción bajo una descripción se puede
predicar de lo que, según la tesis de la identidad, sería la misma acción bajo otra
descripción. Así, de la acción de iluminar la habitación se puede predicar quecau-
só que un ladrón que estaba por entrar subrepticiamente huyera, pero no se pue-
de predicar esa misma propiedad de la acción de "Pedro" de despertar a su tía.
También se puededecir de la acción de "Pedro" de iluminar la habitación quecau-
só su acción de despertar a la tía, pero no se puede predicar lo inverso, lo que pare-
ceexcluir la identidad.
Goldman sostiene asimismo que, no obstanteser numéricamente distintas, ac-
ciones como las que ejecutó "Pedro" guardan entre sí ciertas relacionesque deno-
mina de generación de nivel. Una acción puede generar causalmente a otra -co-
mo la acción de girar la llave respecto de la de encender la luz-, pero, aunque re-
lacionadas, se trataría de acciones distintas.
Con este criterio, trasladado al Derecho penal, la acción deapretar el gatillo ge-
neraría la de disparar el arma, la de disparar el arma generaría la de herir o matar;
se trataría de acciones diferentes, de modo que, si esas "acciones diferentes" fue-
ran descriptas por tres tipos independientes, habría tres delitos.
hacer tiempo hasta que me busquen, etcétera; mover el dedo, apretar el gatillo,
disparar el arma, probar el arma, consumir un proyectil, practicar puntería, dañar,
lesionar, matar, heredar al muerto, cumplir un encargo, vengarme, asustar, jugar,
etcétera-.
Del mismo modo, afirma NinoTSque, cuando sediceque la acción de "Pedro" de
girar el interruptor causó que la luz se encendiera, no se está aludiendo a una rela-
ción causal entre dosacciones, sino a la quese da entre una acción (accionar el inte-
rruptor) y un resultado externo (el encendidode la luz) que podría servir de base pa-
ra unadescripción diferentedeesa mismaacción("Pedro" encendiólaluz); portan-
to, esa relación causal no implica la existencia de dos acciones distintas, sino que la
misma acción puede ser descripta con independencia de la producción de un resul-
tado o como productora del mismo, o aún como causante devarios resultados.
Agregamosque, si la energía estuvieracortada, la acción degirar el interruptor
podría no ser apta para describir la acción deencender la luz, aunque sí la de inten-
tar hacerlo. Pero esto no significa que, si la acción coincide en el caso con la causa-
ción del resultado, se trate de acciones distintas. Se deberá analizar si la acción en-
cuadra en su descripción conforme a determinados datos. En materia de delitoses-
toserá un problema de tipicidad queen ningún caso puede multiplicar el número
de acciones. Así, la única acción de apretar el disparador del arma puede causar la
muerte dealguien, y esaacción concreta será subsumibletambién en ladescripción
de matar a otro, pero ello no sucederá si el arma está descargada, pudiendo, en ese
caso, encuadrar en la descripción de intentar matar a otro, siempre que al hacerlo
se haya obrado con esa finalidad.
La teoría opuesta a la de la identidad, en realidad, confunde las descripciones
abstractas con las acciones concretas que encuadran o no en esas descripciones (es
decir, la acción abstracta descripta en el tipo, con la acción típica concretamente
realizada). Esa acción o conducta concreta puede ser pluralmente típica, esto es,
adecuarse a más de una descripción o tipos legales y producir así plurales lesiones
iurídicas. Esovno otra cosa es en definitiva el concurso ideal.
Otra variante de la teoría de la pluralidad es la que ~ u ñ e zatribuye
'~ a Kostlin
(1855) y a Habermaas (1882), quienes llegaron a la conclusión de que la diferencia
entre el concurso formal y el real era totalmente teórica y que, por consiguiente,
los dos debían someterse al régimen punitivo correspondiente a los reos devarios
delitos.
Para ambos existe concurso real cuando varias acciones producen varias lesio-
nes jurídicas, y concurso formal, cuando una sola acción producevarias lesiones de
diversas normas o varias lesiones de la misma norma. Pero sostienen que en uno y
otro caso existe siempre pluralidad dedelitosy que entre estasdosespeciesde con-
curso no puede haber ninguna diferencia jurídica, seaqueseconsidere lacantidad
del daño producido y de mal objetivo, sea que se considere la cantidad de la culpa.
No habría por ello razón para aplicar penasdiferentesal concurso ideal y al concur-
so real.
En la doctrina española participaría de esta teoría Castello Nicas, quien expresa
queen el concurso ideal en realidad no hay una simpleconcurrencia de normas, si-
no de delitos, puescada una de las normasencarna un delitoy a pesar de existir un
único hecho, éste requiere para su calificación de varias normas, porque el autor
con ese solo hecho ha cometido doso másdelitos. Para ella loqueen principio sería
concurrencia de normas, en realidad es concurrencia de delitos, que se imputan
conjuntamente al autort7.
Esta teoría es seguida en nuestro país por Arce AggeoT8,para quien al decir el
art. S4 "cuando un hecho cayere bajo más de una sanción penal ...", cada una de
lassancionesdebetenercomo antecedente la materialización de losdelitoscorres-
pondientes, con lo cual el supuesto del art. 54sería un caso de pluralidad delictiva.
ella'^ termina también adscribiendo Soler, quien, en las últimasediciones de
su obra y en los proyectosde 1960y 1979, proponeel mismo tratamiento penal pa-
ra los concursos ideal y real.
Sin embargo, másallá de la opinión que setenga delege ferenda y el criterio pa-
ra determinar la unidad de hecho (a cuyas teorías luego aludiré), entiendo que el
art. 54del Cód. Penal adscribe a la teoria de la unidad: en el concurso ideal hay un
solo delito y debe aplicarse una sola pena (la mayor), cualquiera que sea el núme-
ro desanciones penales bajo las cualesel hecho único caiga (doso mas).
Luego de exponer las distintas teorías que se proponen para distinguir entre
unidad y pluralidad de delitos, fijaremos nuestro punto devista a favor de la uni-
dad delictual en caso de concurso ideal, pues una acción sólo da lugar a un delito
no pudiendo utilizarse en la teoria del concurso un concepto distinto al fijado en la
teoría general del delito. Como dice Choclán Montalvozo,"manejar un concepto
del delito en la teoría del concurso que se aparte del concepto dogmático del mis-
mo, esto es, hacer depender el número de delitos del número de tipos realizados,
importa prescindir del elemento fundamental de la estructura del delito -la ac-
ción- para hacer recaer el peso de la diferenciación entre unidad y pluralidad de
delitos en las arbitrarias consecuencias de la unitaria situación de hecho. La acción
no debe ser sólo un criterio para distinguir entre concurso ideal y real, sino que es
el criterio decisivo deseparación entre la unidad y pluralidad de delito^"^'.
21 Como fundamentaremos más adelante, si el delito es una acción típica, antijurídicay cul-
pable, no podrá haber dos delitos sin al menos dos acciones típicas antijurídicasyculpables.
22 Véase infra. 5 15.
23 Terán Lomas, Derecho penal. Partegeneral, t. ll, p. 256.
24 Pessoa, Concurso de delitos, t. l. ps. 52.67.68 y 102 a 106.
CONCURSO DE DELITOS
El art. 54 del Cód. Penal argentino alude a un hecho que "cayere bajo más de
una sanción penal", lo que literalmente interpretado parece requerir que las san-
ciones o tipos penales en que encuadre el hecho sean diferentes. Así, por ejemplo,
se daría si una persona tuviera acceso carnal violento con la víctima de modo queel
acto fuera visto involuntariamente por terceros, pues tal hecho encuadraría en los
tipos delictivos de violación (art. 119, párr. 3", Cód. Penal) y exhibiciones obscenas
(art. 129); del mismo modo sucede con la conducta del médico que, teniendo cono-
cimiento por su profesión de que una paciente padece una enfermedad de trans-
misión sexual, revela el secreto para desacreditarla, ya que tal accionar encuadra-
ría en los tipos deviolación de secretos (art. 156) e injurias (art. 1lo), y con la con-
ducta de quien conduciendo imprudentemente su vehículo embiste a otro, falle-
ciendo uno de sus ocupantes (art. 84) y sufriendo otro lesiones (art. 94).
Sin embargo, algunosautores distinguen entresupuestosdeconcurso ideal he-
terogéneo~homogéneo. El primeroseconfiguraría cuando un hechocaesimultá-
nearnente bajo tipos penales diferentes (como el que acabamos de ejemplificar); y
~~~ - ~
el segundo cuando cae más de una vez bajo la misma sanción penal, es decir, cuan-
do representa una lesión múltiple de la misma ley penal3'.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando como resultado de una misma conducta cul-
posa se producen varios resultados previstos en el mismo tipo o figura (conducien-
do en estado deebriedad seatropella simultáneamente adospersonas, lasquefa-
llecen como consecuencia de ello).
A nuestro criterio, cuando un hecho único infringe varias veces el mismo tipo
penal, en realidad cae bajo más de una sanción penal, tratándose de un caso de
concurso ideal, similar, ensusefectos,alcasoenque lostipospenalesenqueencua-
Con esas advertencias podemos esquematizar las teorías del siguiente modo:
a) Teoríassubjetivas: habrá unidad de delito cuando exista unidad de fin, de-
signio, determinación, decisión o resolución criminosa; pluralidad, cuando
sean varios los fines perseguidos o las determinaciones o resoluciones del
autor.
b) Teorías objetivo-subjetivaso de medio a fin: habrá unidad delictual cuando
un hechoseael medio para realizarotro, propuestocomofin. Cuando noexis-
ta tal conexión sinovariosfines independientes habrá pluralidad de delitos.
a) Teoría subjetiva
su parte, de las dos infracciones, aunque implica una realidad material, se traduce
en un solo hecho queesel queconstituyeel objeto de la actividad criminosa".
Herrera44consideraba asimismo que el fundamento del art. 58 del Proyecto de
1906(idénticoa nuestroart. 54) "es la objetividad ideológica ofinal del delito, que
absorbe las objetividades reales que constituyen el fin próximo inmediatamente
querido por el agente".
El criterio, tomado aisladamente, merece una dobleobjeción. Por un lado, pue-
de llevar atratar como un único delito supuestosdevariasconductas llevadasa ca-
bo con una finalidad última única, pero que suponen varias realizaciones exterio-
res voluntarias independientes, encuadrable cada una de ellas en distintos tipos
penales (por ejemplo, matar al custodio, para poder matar luegoa la persona pro-
tegida por éste). Por otro lado, podría llevar a multiplicar una única conducta que
se realiza con una doble finalidad (por ejemplo, matar intencional y simultánea-
mente a dos personas haciendo estallar una bomba).
En realidad, el error de esta teoría radica en confundir fin o resolución criminal
con fin último perseguido por el delito cuando se trata de cosasdistintas. El fin ÚI-
timo puede ser único, pero cada acción particular ser individualmente decidida y
querida.
bleal concurso formal. Allíejemplifica la aplicación de dicha regla con el caso, pre-
visto ya por Marciano y repetido por Ulpiano, del acto carnal con una mujer quees
al mismo tiempo casada y pariente próxima, donde, conforme a la legislación por
entoncesvigente, de un solo acto resultan adulterio e incesto, dos entes jurídicos
que corresponden a un solo ente de hecho5'. Y si bien menciona que, como el de-
lito es un ente jurídico, hay dosdelitos, la regla de la prevalencia supone la aplica-
ción de una sola pena, es decir que no losconsidera como dosdelitosseparables. Lo
que sucede es que, a pesar de tratarseel delito de un ente jurídico (infracción de la
ley del Estado), al producirse la infracción legal por un único hecho material, hay
un solo momento culpable, como razona el autor en el mismo parágrafo; pero, co-
mo podrá advertir el lector, nada tiene quever aquí la relación ideológica de me-
dio a fin.
Para despejar cualquier duda acerca de que Carrara no limita los supuestos de
unidad de delito por concurso ideal a la conexión de medio a fin, sino que incluye
en dicho concepto losdelitosqueél llama "complejos", basta leer lo quediceal tra-
tar el delito continuado5*: "no me ha sido posible convencerme de que pueda in-
cluir entre losdelitoscontinuadosel caso de un disparo deescopeta quedeja heri-
dos avarios individuos. Siendo única la leyviolada, única la resolución y único el ac-
to, en virtud de la pluralidad de resultados tendremos en ello un delito complejo,
pero encontrar continuación jurídica donde sólo hay un momento moral y un mo-
mento físico es cosa que a mis estrechas entendederas parece repugnante, al me-
nosen teoría. Y aunqueel resultado lleve a dostítulosdistintosde delito, porejem-
plo al homicidio de uno y la lesión de otro, jno será este el caso de la conocida dis-
tinción entreconcurso formal y concurso material?". De la transcripción preceden-
te surge claro que nada tiene quever la relación de medio afin para lacaracteriza-
ción del concurso ideal (formal en la expresión carrariana).
Sin duda, son los razonamientos desarrollados por Carrara en otra parte de su
Programa53(donde enuncia con mayor contundencia el criterio subjetivo del fin y
de la conexión ideológica-demedioafin-comodeterminantesde unidad delic-
tiva) losque llevan a la doctrina a atribuirlea dichocriteriovalor decisivo en su pen-
samiento. Dice Carraraque la ciencia penal tropieza con una gravedificultad cuan-
do en un solo contexto de acción criminosa resulta violado más de un derecho54.
Señala que debe distinguirse si la violación de varios derechosfue realizada para
servir a diversos fines del culpable, independientes el uno del otro, o si el reo no
tendía más que a un solo fin, por el cual violaba un derecho, y sevalía de la viola-
ción del otro derecho como medio para alcanzar aquel fin55.Afirma que en el pri-
mer caso se consideran las acciones como separadas, porque lo son, tanto material
como intelectualmente. Y los fines son tantos cuantos son los títulos de delito, ca-
da uno de los cuales se mide y se juzga independientemente del otro. Si el delito
fuera un ente material, la concomitancia puramente material de lugar ydetiempo
podría unificar dos hechosen un solodelito. Peroesunentejurídicoqueconsta del
elemento material y del elemento ideológico. Para que haya nexojurídico entre dos
hechos, es menester, pues, queexista también nexo ideológico, estoesconexión de
medio a fin. De otra manera, los dos actos volitivos independientes (aunque sean
concurrentes) constituirían dos delitos56.
Perosi existe nexo ideológicosetiene un solodelito, porque, si se consideran co-
mo dos delitos cuando el acto volitivo es uno, se imputará dos veces la misma de-
terminación, puesel elemento intencional imputadoen un delitovolvería a impu-
tarse en el segundo delito57.El autor repiteeste mismo conceptoal referirseal de-
lito continuad^^^.
Como adelantamos, la razón por la cual Carrara encuentra en el concurso ideal
o formal un solo delito es que existe una unidad real, un solo momento culpable,
del cual surgen dos entes jurídicos, por la violación de dosderechos, ambos prote-
gidos por la ley penal. En este caso, "cuando entre los dos delitos existe no sólo co-
nexión real, sino también unidad real, porque se tuvo un solo momento culpable,
pero de este único ente de hecho surgieron dos entes jurídicos por la violación de
dos derechos protegidos ambos por la ley penal, se procederá siempre mediante la
regladela p r e ~ a l e n c i a "Carrara
~~. llama "reglade la prevalencia" a laque leimpo-
ne al jurista, incierto entre dos títulos de delito posiblemente aplicables a una sola
acción criminosa, el título más grave. Ello se complementa con la regla de las califi-
cantes para considerar el delito menor como agravante del otro.
Es decir que rige la pena mayor, como se acepta hoy para el concurso ideal en
nuestro Código Penal. Constituye un ejemplo clásico de la aplicación deesta teoría
el de laviolación de domicilio perpetrada para ejecutar otro delito, v. gr., un hurto,
una lesión o unaviolación.
La teoría carrariana, que fundaba la unidad en la existencia de un único mo-
mento culpable (fin último, motivo determinante o causa impulsiva del delito)
como ocurre, dice, con losarts. 165 del Cód. Penal (en realidad, sería más atinada la
referencia al art. 80, inc. 7") y 13 de la ley 23.737.
A pesar de las críticas, que compartimos en líneas generales, este criterio que
acepta la conexión de medio afin como factor de unidad delictual fue seguido en
másde una oportunidad por la jurisprudencia de nuestros tribunales.
También influyóen algunaslegislacionesque, comoelvigenteCódigo Penal es-
pañol en su art. 7766,equiparan indebidamente el tratamiento punitivo de la co-
nexión media1o teleológica al del concurso ideal de delito^^^.
Esta teoría, que presenta diversas variantes, sostiene que, cuando con una ac-
ción se producen variasviolaciones de la ley penal, existe un solo delito. Para ella,
una única acción no puede dar lugar a la existencia de varios delitos, cualquiera
que sea el número de resultados materiales y10 de lesiones jurídicas o encuadra-
mientos legalesque produzca la misma.
Dice al respecto Arce A g g e que
~ ~se~trató de corregir los abusos en que incu-
rría la teoría precedente pues, por más que el fin último sea la concreción de una
determinada figura, las que le han servido de medio no resultan absorbidas por
ella, puesto que existirá asimismo más de una acción -la que se lleva a cabo para
realizar el delito medioy la queservirá para concretar el delito fin-, rnaterializán-
dose así un claro supuesto de concurso real.
La acción no debe confundirse con el acto o movimiento corporal, ya que una
acción puede estar constituida por varios actos o movimientos. Por ello no resulta
correcta la afirmación de N ~ ñ e z ~ que
~ d para
e esta tesis la acción se equipara al ac-
todecornisión odeabstencióndeobrar, aunque seaproxima mása laverdad al de-
cir que acción es la conducta humana en su aspecto subjetivo-material. Como sos-
tiene Arce Aggeo, la teoría, tal como fue concebida, encuentra su fundamento
principal en el aspecto objetivo de la conducta, otorgándole relevancia plena a las
66 Ari. 77, Código Penal español: " 1 . Lo dispuesto en los dos artículos anteriores, no es apli-
cable en el caso de que un solo hecho constituya dos o más infracciones, o cuando una deellas sea
medionecesario para cometerla otra.2. En estoscasosseaplicaráen su mitadsuperiorla pena pre-
vista para la infracción más grave, sin que pueda exceder de la que represente la suma de las que
correspondería aplicarsi se penara separadamente las infracciones.3. Cuando la pena asicompu-
tada exceda de este limite, se sancionarán las infracciones porseparado".
Cfr. San Morán, Las reglas relativas a la unidady pluralidad de delitos en el Código Penal
de 1995, en"El nuevocódigo Penal: presupuestosy fundamentos", libro homenaje aTorio López,
p. 51 5.
Arce Aggeo, Concurso de delitos en materia penal, p. 56,
69 Nuñez, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. II, ps. 205 y 206.
CARLOS S. CARAMUTI
de, por ejemplo, cuando el autor le hace ingerir a la víctima varias dosis sucesivas
de veneno o la mata mediantevarios disparos, o cuando el ladrón sustrae lo roba-
do en distintos actos73,ejemplos a los que agrega Terán Lomas el del sujeto que
golpea varias veces a su víctima para l e ~ i o n a r l a ~ ~ .
Creemos que el último cuestionamiento parte de un triple error: el de confun-
dir acción con acto, el de considerarla en su aspecto puramente exterior prescin-
diendodelavoluntad final quela guía yqueleotorgasentido, yel deomitir lacon-
sideración del factor normativo, esto es la descripción típica o, mejor dicho, el en-
cuadre típico de la acción concreta.
Sin embargo, la crítica sería atinada si nos atuviéramos al modo como la teoría
de la unidad deacción fue concebida originariamente, coherente con el criterio cau-
sal mecanicista de la misma, lo que lleva a Arce Aggeo a decir que la unidad era en-
tendida desde un punto de vista fáctico objetivo, por lo cual podía reemplazarse
fácilmente la palabra "acción" por "movimiento"; más propiamente, "movimien-
t o corporal". Con esecriterio, puede dividirsetodaacción en infinitossegmentosy
tomar a cada uno de ellos como una unidad75.Ejemplifica el autor planteando el
problema deestablecercuántasaccionesse emplean para llevara cabo una manio-
bra defraudatoria. Podría afirmarseque tan sólo una: defraudar; o bien dos: inducir
aerror medianteardid yobtener unadisposiciónpatrimonial indebida; oquizásmás,
si dividimos la materialización del ardid en cada una de las acciones que la compo-
nen, por ejemplo, si se llevó a cabo mediantevarias negociaciones, de manera que
la división sería numéricamente infinita.
Pensamos que todas estas críticas se solucionan tomando en cuenta también,
aunque noexcluyentemente, losaspectosfinal (de la acción) y normativo (el tipo),
pero de ningún modo prescindiendo del aspecto objetivo o exterior de la acción,
como criterio delimitador de unidad: donde no haya más de un comportamiento
externo no podrá haber más de un hecho, ni imputarse más de un delito.
Por elcontrario, losfactoresfinal y normativo podrán reducira unidad delictual
una pluralidad de comportamientos externos. Ilustraremos oportunamente nues-
tro puntovista con ejemplos cuando fijemos nuestra posición76.
La primera objeción de Nuñez (acción única con resultado plural), quees la que
en realidad le preocupa, parte de la confusión entre acción oconducta del hombre,
que es lo único que puede penarse, y su resultado, cuyo número no necesariamen-
te coincide con el de aquélla y que no puede multiplicarla. Siendo la acción o con-
No obstante los limites indicadosen el tercer párrafo, si losdelitosen concurso formal o a con-
tinuacióndel másgravefueran cometidos por personas respecto de lascualessehaya declarado la
reincidencia del art. 99, cuarto párrafo, el aumentodel monto de la pena no podrá ser, sin embar-
go. inferior a un tercio de la pena establecida para el delito másgrave".
Es así que, para von Buri, la determinación criminosa se aprecia por las modifi-
caciones del mundo exterior producidas por la acción, esto es, por los efectos que
ella ha ocasionado. De esto resulta que, cuando único ese1efecto producido por la
única acción criminosa, única debe considerarse también la determinación y, por
ende, única es la lesión jurídica y único es el delito en el caso de, v. gr., una acción
queal mismotiempo produce un estuproviolentoy un incesto, porque,siendo úni-
ca la modificación que ella produce en el mundo exterior (el acceso carnal), única
es la determinación criminosa del culpable. Por el contrario, afirma este autor, hay
pluralidad de delitos cuando con un solo disparo de fusil se ha matado y lesionado
voluntariamente a diversas personas, porqueen estecaso hay pluralidad de resul-
tados en el mundo exteriora4.
A este respecto, criticando la propuesta de la unidad de acción, decía von Buri:
"La circunstancia de que varias lesionesjurídicas se produzcan por una o varias ac-
ciones no puede fundamentar una diferencia jurídica absoluta. El que con la mis-
ma perdigonada quiere lesionar a dos personas debe haber concebido dos resolu-
ciones. Si el autor se decide a llevarlas a cabo mediante una sola acción, esta reso-
lución general no significa de manera alguna las dos resoluciones, sino que éstasse
encuentran una a la par de la otra en la resolución general. Ocurre lo mismo cuan-
do se trata de una acción que es el resultado de esta resolución general. Desde el
momentoen queesta acción se revela eficaz, noseestáfrenteaunacausalidad uni-
taria, sino a dos causalidades que seencuentran una a la par de la otra. La presión
con el dedo del resorte del fusil dirigido al mismo tiempo contra dos personascons-
tituye, ciertamente, un movimiento unitario que no puededividirse en partes. Pe-
ro representa dos resoluciones. Y cuando el resorte se pone en movimiento a raíz
de la presión ejercida sobre él y el gatillo percuteel pistón y la pólvora se enciende
y como consecuencia de ello los perdigones salen del fusil y lesionan a dos perso-
nas, al comenzar este procedimiento ya existe el germen de las causalidades reuni-
das, necesarias para esas dos lesionesjurídicas. Así, prescindiendo de la acción uni-
taria, se produce una conexión directa entre cada una de las dos resolucionesy la
correspondiente causalidad de cada una de ellas, como si se hubiera lanzado un
golpecontra cada una de esasdos personas. La unidad o la pluralidad de la acción
no modifica la esencia del asunto. Si se debiera establecer una diferencia jurídica-
mente importante según que las varias causalidades necesarias para producir las
varias lesionesjurídicas se reúnan en una acción o que reciban su impulso devarias
acciones, se debería admitir esa diferencia incluso si se tratara de una sola lesiónju-
rídica, o sea, según que un hombre fuere matado por dos disparos o que el autor
concentrara el efecto de los dos en uno solo"85.
Nuñez, Tratado de derecho penal. Parte general, t. II. ps. 209 y 210.
TranscriptoenTerán Lomas, Derechopenal. Partegeneral, t. II, p. 263.
CONCURSO DE DELITOS
cada persona son bienes distintos, ya que en este caso aparece patente que las dis-
tinciones legales están reproducidas en la esfera de las valoraciones comunesg6.
La prueba deque Schiffrin sostiene una teoría de laculpabilidad queabandona
la concepción psicológica basada en el número de determinaciones criminosas la
tenemoscuando afirma quelateoría deAlimena de la inseparabilidad de las lesio-
nes jurídicas y del exceso de dolo tiene el mérito de remover el problema del con-
curso ideal del campo de la acción y traerlo al de la culpabilidadg7, agregando que
aquel jurista se desentiende de la pluralidad de determinaciones y viene a obser-
var que la cuestión se centra en el reproche merecido por el autorg8.
Sobre la base de elloafirma Schiffring9quela unidad de pena en la acción única
pluralmente encuadrable debe tener efecto en todos los casos, excepto cuando se
trate de la lesión simultánea devarios bienes personalísimos, o de la de un bien de
ese orden y de la de otro de diferente carácter (lesión corporal y daño), ya que el
fundamentode la regla del art. S4debe hallarseen la ideade queen muchoscasos
las leyes penales formulan distingosvalorativos ajenos a la conciencia de la gene-
ralidad de los destinatarios de las normas, apareciendo el art. 54 como correctivo
de una situación incongruentecon el principio d e ~ u l p a b i l i d a d ~ ~ ~ .
De tal modo, cuando se lesionan bienes personalísimos (vida, libertad, honor) o
bienes de esa clase junto a otros de diferente índole, como la propiedad, la apre-
ciación del profano coincide con la estimación técnica de la ley y sólo entonces ca-
beconsiderar que se han cometido distint~sdelitos'~'. Al margen de lo interesan-
te de la teoría conforme a criterios valorativos, surge evidente que se trata de un
intentodefundamentación delege ferenda, pero contrario al texto normativo del
art. 54 del Cód. Penal, que no efectúa la distinción propuesta por el autor citado.
1972, p. 415.
97 ídem nota anterior, p. 413.
98 ídem nota 96, p. 414.
99 ídem nota 96, p. 416.
'O0 ídem nota 96, p.419.
'O1 ídem nota 96, p. 419.
'O2 Nuñez. Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. II. notas 39 y 40.
CARLOS S. CARAMUTI
tado mortal es uno, sea que el autor lo haya logrado con un disparo, sea que haya
usado un disparo y un golpede puñal, y que hay una muertesi el delincuentela pro-
dujo para captar la herencia o si procedió así para lograr esto y ademáscasarse con
la viuda, así como los resultados materiales de la sustracción de la cosa ajena y de la
entrada al domicilio ajeno subsisten aunque el autor hayaviolado el domicilio só-
lo para apoderarse de la cosa de otro.
Para Nuñezlo3,unidad de efecto real, unidad de modificación del mundo exter-
noy unidad de hechoserían tresconceptosutilizadosen la teoríadel concurso ide-
al para expresar la unidad de lo que el hombre ha hecho en el mundo externo ma-
terial, la unidad de hacer objetivo del delincuente o la unidad de su obra desde el
punto de vista objetivo material -por oposición a la acción que es lo que el hom-
bre hace en sentido subjetivo material-. Por tanto, existe un hecho sólo cuando
-desdeel punto devista objetivo-al autorse le puedeatribuir que ha hecho una
sola cosa, porque su determinación delictuosa se ha exteriorizado unitariamente
desdeel punto devista del efecto material o real1".
Para llegar a esa conclusión, partiendo de la evolución de la jurisprudencia ita-
liana y de la crítica de la doctrina al art. 81 del Código toscano que desembocó en
el texto del Código italiano de 1889 reemplazando la expresión "acción" por "he-
cho", Nuñez elabora la teoría de la unidad de hecho, que dice ser la adecuada pa-
ra interpretar el sentido y el alcance de nuestro art. 54.
Sostiene e s t e a u t ~que
r ~ ~lostribunales
~ toscanostuvieron dificultades en la in-
terpretación del significado del concepto de acción única contenido en el art. 81
del Código toscano de 1853 Io6, que disponía que "si una acción puede constituir
varios títulos de delito, siempre debe referirse al que esté amenazado con la pena
más grave, y esta pena, cuando no esté absolutamente determinada, se aumenta
dentro de sus límites legales, por las otras violaciones de la ley, cometidas con el
mismo hecho".
Afirma Nuñez, citandoa P u c ~ i o nque i ~ ~lostribunales
~ florentinos pensaron en
un primer momento quecon esta fórmula el legislador habíaqueridocomprender
"todo lo que el hombre hace y opera en un mismo contexto, bajo la influencia de
una voluntad libre; se componga ella de uno solo comodevarios hechos, represen-
te un hecho simple o un hecho complejo". Y, en consecuencia, declararon que el
art.81 comprendía "tanto el casode la acción únicaconstitutivadevariostítulosde
delito, cuanto la acción compleja, comprensiva de varios y diversos delitos distin-
tos, ocurridos en un único contexto y bajo la influencia de la misma causa para de-
linquir".
Continúa diciendo Nuñez que, sin embargo, la Corte de Casación de Florencia,
en decisión del 1811111854, declaró errónea aquella interpretación y restringió la
inteligencia del art. 81 "al solo caso de una sola y única acción constitutiva deva-
riosdelitos, comoocurría con el disolutoestuprador de una niñavinculada aél por
vínculosde sangre o con el abusador de una mujer casada, ligada a él de la misma
manera, los cuales, de ese modo, se volvían deudores de estupro con incesto o de
incesto con adulterio".
En esa evolución jurisprudencia1 toscana se habría fundado, según Nuñezto8,
la legislación italiana ulterior, al sancionar el Código Penal de 1889, cuando al re-
gular el concurso ideal sustituyó el concepto de unidad deacción por el de unidad
de hecho. Como luegoveremos, esta conclusión no es exacta, al menos para dar a
la fórmula el alcance que pretende Nuñez en cuanto al caso de pluralidad de re-
sultados.
Pero, deacuerdocon Nuñeztog,lo importante paradesentrañar el sentidocien-
tíficode la nueva fórmulaseríaqueel legislador la habría adoptado para fundar el
concurso ideal en el principio de unidad de culpabilidad determinada por el crite-
riode la unidad deefecto real, propugnado por lmpallomeni y sin atendera lasres-
tricciones del criterio de la inseparabilidad natural de las lesiones jurídicas pro-
puesto por Masucci.
Para demostrar tal afirmación transcribe la relación del diputado Villa sobre el
Proyecto Zanardelli, antecedente explicativo de la fórmula «un fatto» del art. 73
deese Proyecto, fuentede la definitiva fórmula «un medesimo fatton incorporada
al art. 78del Código italiano de 1889: "... la unidad de pena depende de la unidad
de hecho, de la unidad de efecto real criminoso causado, no ya de la unidad deac-
ción subjetiva, la cual puede ser causa de un solo evento, de un solo resultado, co-
mo devarioseventoso resultadoscriminosos, del mismo modo quevariasacciones.
Una concepción tal debe considerarse la que más se conforma a los principios ge-
neralesdel Derecho penal; yaque no puedeexistir unidad dedelitosi la pluralidad
de lesiones jurídicas es acompañada por una pluralidad de resoluciones delictuo-
sas, sino solamente si varias lesiones jurídicas son el producto de una sola resolu-
ción delictuosa, esto es, acompañadas por un solo elemento moral dedelito.
65 del Código belga dispone que: "Cuando un mismo hecho constituye varias in-
fracciones, se pronunciará solamente la pena másgrave".
También expresa Zaffaroni que el informe que acompañó al Código belga -sí
mencionado entre las fuentes del Proyecto de 1891, cuyo texto llegó al Códigovi-
gentea través del Proyecto de 1906-decía muy claramente que, cuando alguien
envenenaba en un mismo acto avarias personas (pluralidad de resultados), se tra-
taba de un concurso ideal117. La propia Exposición de Motivosdel Proyectode 1891
descarta que un hecho equivalga a un resultado, cuando explica que, como el ho-
micidio de varias personas por un solo hecho -por ejemplo, un envenenamien-
to- puede no entenderse comprendido en las reglas dadas para la concurrencia
de hechos punibles, se introdujo como homicidio calificado el homicidio de varias
personas por un solo hecho.
Es decir que, para el Proyecto de 1891, fuente de nuestro art. 54, la muerte de
varias personas con una sola acción constituye un solo hecho y, para agravar su pe-
nalidad, setuvo que recurrir a un tipo específico agravado.
Como puede verse, de los textos transcriptos y de las exposiciones de motivos e
informes mencionados, en modo alguno se impone que un resultado sea un deli-
to. En realidad, ello tampoco se impone del Código italiano de 1889, ya que, como
vimos, esde la jurisprudencia y de la doctrina anteriores, así como de la relación le-
gislativa, de donde pretende extraer Nuñez sus conclusiones respecto de un texto
que no fue invocado como fuente de nuestro primer antecedente nacional.
Por eso Herrera, al comentar el Proyecto de 1906, a través del cual, como diji-
mos, llega a nuestrocódigo el textosobreconcurso ideal del Proyectode 1891, afir-
ma que aquél se afiliaba a la teoría de la unidad de acción, que él criticaba118.
También señala Zaffaroni que en la doctrina y en la jurisprudencia holandesas
sobreel Códigode 1881 sediscutió muchoacerca desi por "un hecho" debeenten-
derse un hecho material o una conducta -o comportamiento físico-, habiendo
variado loscriteriosde la Casación, que marchó de la unidad de acción a la de resul-
tado,volviendoa la primera, por losseriosproblemasqueplanteaba la segunda en
cuantoa losalcancesdel ne bisin idem, ya que quienessostienen que cada resulta-
do es un hecho deberían admitir que, aunque el autor de un atentado estuviese
condenado en firme por un homicidio, podría ser nuevamente procesadoy conde-
nado por la misma conducta si se descubriese otro cadáver al remover los escom-
brosvarios años después11g.
120 Nuñez. El "hecho único"como base del concurso ideal, LL, 68-21 5.
CARLOS S. CARAMUTI
fJ Teoría de la inseparabilidad
de las lesionesjurídicas
129 Masucci, voz"Concorsodi reati e di pene". en Novissimo Digesto Italiano,vol. VIII, parte
prima, p.411.
130 Se trataría de un simil dedolo eventual de la lesiónjurídica plural.
131 Masucci, voz "Concorso di reati e di pene", en Novissimo Digesto Italiano,vol. VIII, parte
prima. no50.
CARLOS S. CARAMUTI
132 Masucci, voz"Concorso di reati e di pene", en Novissimo Digesto Italiano, vol. VIII, parte
prima, n049.
133 ídem nota anterior, n051.
134 Nuñez, El "hechoúnico"como base delconcursoideal.LL, 68-217 y 218.
Soler, Derechopenalargentino. Partegeneral, t. II, ps. 296 a 298.
CONCURSO DE DELITOS
Pero para saber cuándo hay unidad de efecto o de lesión, no obstante la apa-
riencia contraria, habría sólo dos caminos:
a) Examinar las relacionesjurídicasentre las disposiciones, camino quecondu-
ce al concurso de leyes.
b) Basar la unidad de lesiones en la unidad de resoluciones, lo que conduce a
un círculo vicioso.
Por esa razón, en sus proyectosde 1960y 1979 abandona la distinción entrecon-
curso ideal y real, aplicando a ambossupuestos la misma solución jurídica139.
Por nuestra parte, pensamos queel aparente círculovicioso obedece a una con-
fusión entre unidad de hecho y unidad de resolución o unidad de lesión jurídica,
cuando en realidad no es otra cosa que unidad deacción, entendida ésta con todos
los caracteresexternose internos, esdecir, como carácter genérico del concepto de
delito, como luego explicaremos.
Nuñez, a pesar de considerar a la teoría de la inseparabilidad como la máscien-
tífica, concluye, a nuestro criterio con acierto, que no es la que sigue el Código,
pues la fórmula del art. 54 exige unidad de hecho, sin demandar al mismo tiempo
que las lesionesjurídicas que ese hecho produzca sean natural o jurídicamente in-
d i v i s i b l e ~Parece
~ ~ ~ . indudable que el concurso ideal supone siempre pluralidad de
lesionesjurídicas, puessetrata de un hechoquecae bajo másdeunasanción legal.
El criterio de la separabilidad o inseparabilidad de tales lesiones podrá tal vez ser
un criterio para deslindar el concurso ideal del concurso aparente de leyes o de al-
gunosde sussupuestos~4',pero no del concurso real.
de cosas disvalioso (daño o peligro) que una norma penal está destinada a preve-
nir, desalentando la realización de esa conducta142.
Conforme a ello, le parece posibleconectar la acumulación de penascon un ma-
yor gradode antijuridicidad de la conducta143,ya que la gravedad de las penasads-
cribibles a cierto proceder delictivo depende del grado de antijuridicidad de ese
proceder, o sea, del grado en que es jurídicamente disvaliosa la situación por él ge-
nerada; cuanto más imperioso es el objetivo legal de prevenir cierto estado de co-
-
sas, tanto más severas pueden ser las penas dirigidas a lograr esa prevención. De
ello colige que, si este principio de proporcionalidad entre antijuridicidad y pena
se aplica al monto de penas, no seve en principio razón para no hacerlo también al
número de penas una prisión de cuatro años es, en muchos sentidos, equivalente
a dos penasde prisión de dosaños cada una'44.
Empleando esos conceptos a la interpretación de los arts. 54 y 55 del Cód. Penal,
considera plausible identificar los hechos aludidos por tales reglas no con las accio-
nes, sinocon las situacionesdisvaliosasquelos preceptos penales procuran precaver.
Con esta interpretación, la referencia del art. 54 al caso en que "un hecho cayere ba-
jomásde unasanciónpenal"debeentenderseenel sentidodequeuna misma situa-
ción (lesiva por daño o peligro) esel objeto de prevención de varias normas penales.
Correlativamente, se entiende que la frase del art. 55: "Cuando concurrieren
varios hechos independientes" hace referencia al caso en que lo que se procura
prevenir con la aplicación a cada acción de cada norma comprendida (puede tra-
tarse devarias acciones subsumibles en una norma, de varias normas en las cuales
essubsumible una acción odevariasaccionessubsumiblesenvariasnormas) son si-
tuaciones (disvaliosas) independientes entre sí, en el sentido de que es razonable
concebir la prevención de una sin asociarla con la prevención de otra145.
Conforme a ese criterio, si bien le parece arbitrario hacer depender la acumula-
ción de penas que corresponde al concurso real de delitosde la existencia de plura-
lidad de acciones, ya que el número de situaciones lesivasque se procura prevenir
no depende del deaquéllas, no deja de otorgar cierta relevancia al número de ac-
cionesrealizadas. Tal relevancia surgede que la pluralidad deacciones permiteto-
mar en cuenta variaciones de la antijuridicidad del proceder global de un agente a
los efectos de la penalidad; variaciones que de otro modo no podrían ser tomadas
en cuenta sin violar el principio de legalidad'46.
142 Nino, Concursoy continuación de delitosde omisión, en "Doctrina Penal", 1982, ps. 285
y 286.
143 ídem nota anterior, ps. 286 y 287.
144 ídem nota 142, p. 291.
145 ídem nota 142, p. 297.
146 ídem nota 142, p. 291.
CARLOS S. CARAMUTI
do a nuestro criterio ningún elemento que permita identificar hecho con situa-
ción disvaliosa que la norma penal procura prevenir. Entendemos que la expre-
sión "hecho" no significa otra cosa que "conducta", siendo también éste el sentido
que cabe atribuirle en el art. 18 de la Const. Nacional, piedra angular de nuestro
Derecho penal liberal. La exigencia de "leyanterior alhecho" no puede referirse
más que a la necesidad de quedicha ley adquiera vigencia antesde la realización
de la conducta. Siendo así, si setrata de una conducta -un hecho-, no será posi-
ble acumular penas, ya que el art. 54 del Cód. Penal prevéel caso de un hechoque
cayere bajo másde una sanción penal, imponiendo la aplicación de una sola pena
-la mayor-.
En síntesis, el criterio general que propone Nino para establecer soluciones en
todo caso de concurso de delitos es el siguiente: si tomamos como base una de las
varias acciones subsumibles en un precepto penal o uno de losvarios preceptos pe-
nales en que la acción es subsumible, el hecho de que el autor haya además reali-
zado otras acciones típicas o que su acción sea también encuadrable en otros pre-
ceptos penales sólo es relevante para modificar -en un sentido o en otro- la pe-
na impuesta por aquel primer precepto para aquella primera acción si ese hecho
atenúa o aumenta la gravedad de la situación que aquel precepto procuró preve-
nir mediante el castigo de dicha acción I5O. Para ilustrar este criterio, afirma que es
claroque, cuando con ciertas maniobras abortivasse produce no sólo la muerte del
fetosinotambién lade la madre, hay lugar, según esta regla, paraunaacumulación
de las penas establecidas en los preceptos que reprimen el aborto y el homicidio,
puesto que la situación generada es más grave que la que cada uno procuró preve-
nir; lo mismo ocurre en el caso de quien comete una violación propagando a la vez
una enfermedad venérea. En cambio, esevidenteque no corresponde modificar la
pena, por ejemplo, en el caso en queseestafa por mediode un documento falso (se
presupone que el daño o peligro representado por la falsedad documental fue
contemplado como una variante de la situación que se procuró prevenir con la pe-
na por estafa)15'.
Concluyendo, para Nino habrá unidad de delito -y de pena- cuando exista
unidad de acción y de norma violada o cuando, en presencia de pluralidad de ac-
ciones o pluralidad de normas con unidad de acción, ello no implique un mayor
grado de antijuridicidad (mayor número de situaciones lesivas) que el que quiso
prevenir una sola dedichas normas.
En cambio, habrá concurso real si esa pluralidad de accioneso de normas lesio-
nadascon única acción implica mayor grado deantijuridicidad (mayor número de
situaciones lesivas) que el que una sola dedichas normasquiso prevenir.
Insistimosen que, aun cuando esta teoría pudiera ser válida como criterio filo-
sófico delege ferenda-a cuyo respecto abrigoserias dudas-, no la consideramos
tal en referencia a los arts. 54 y 55 del Cód. Penal, ni compatible con el art. 18 de la
Constitución Nacional.
Welzel, conforme a su teoría de la acción finalista, sin poner en duda que la uni-
dad deacción determina la de delito, afirma que, como toda acción, el delito no es
un mero acontecimiento físico, sino la objetivación del espíritu humano, una uni-
dad social desentido, no teniendo importancia el número de movimientos corpo-
rales temporal-espaciales, porque éstos son en ella sólo el soporte real físico del
sentido social de la acción 157.
Para el autor alemán son dos losfactores que fundamentan la unidad de acción
penal: el factor final, esto es ponerse un fin voluntariamente, y el factor normati-
vo, esdecir el enjuiciamiento jurídico social a travésde los tipost58.
Esta teoría es desarrollada en nuestra doctrina nacional por Zaffaroni, quien
sostiene que para determinar el número de delitos hay que establecer el número
de conductas, a cuyo respecto nada tiene que ver el número de resultados ni el de
tipos. Tampoco importa el número de movimientos, ya que, si bien un solo movi-
miento puede ser una conducta, la mayoría de los tipos señalan conductas que se
integran con una enorme pluralidad de movimientos y que, sin embargo, se pre-
sentan como una unidad. En lenguajecorriente no existe otra solución queacudir
al verbo para denotar la acción y lo más común es que éste identifique comporta-
mientosque implican una pluralidad de movimientos159.
Afirma que, siendo siempre la conducta una actividad final, se trata de averi-
guar cuándo una porción de esa actividad debe ser considerada en forma unitaria
a los efectos penales y cuándo debe -o puede- serlo en forma plural. Esto no
debe provenir de lo óntico, sino que, respetando la necesaria base óntica, depen-
de de un criteriovalorativo. La actividad final humana es un presupuesto absoluta-
mente necesario para que el Derecho considere que una porción de ella configura
una unidada losefectosdeldesvalorjurídico, peroen modoalgunoelloessuficien-
te, porque faltará el dato que sólo puede proporcionar la valoración jurídica I6O.
Para Zaffaroni, el verbo, esto es el símbolo de que nosvalemos para denotar la
acción (el concepto), es lo que delimita el aspecto del hacer humano que nos inte-
resa normativamente.
Destacando el factor normativoofunción del tipo, Zaffaroni e ~ p r e s a ' ~
que
' po-
demos referirnosal hacer humanoen pequeño, en cada movimiento-que no de-
jará deser final y conformea un plan, aunque se trate de un movimiento automa-
tizado- o a la conducta humana en grande, como elección existencial, que tam-
bién será conforme a un plan.
Un legislador demenciado podría, acercándose a un criterio fisiológico, prohi-
bir minuciosamente movimientos, que no dejarían de ser actividades finales. Otro
legislador más peligroso podría prohibir todo un plan vital creando tiposde autor,
mas no por ello dejaría de prohibir conductasfinales.
De acuerdo con ello, para Zaffaroni, no es el carácter de conducta final lo que
nos indica la unidad o la pluralidad, ya que hay planes mayores y menores depen-
diendo todo del punto de referencia, consistiendo el problema en precisar qué ac-
tividad final considera el tipo en forma unitaria'62.
Al desarrollar los requerimientos de los factores final y normativol63, Zaffaroni
expresa que el Derecho no puede establecer la unidad o pluralidad de acción pres-
cindiendo de todo dato óntico. Debe respetarse la estructura lógico objetiva que
vincula al legislador. Para que haya una unidad de conducta se necesita una activi-
dad final, presupuesto necesario al que Welzel llama "factor final de la unidad de
acción", otros autores "unidad natural" y otros "unidad simple".
Laactividad final de la que debemosaveriguar si configura unidad de conducta
se integra con uno o varios movimientos. Cuando el movimiento es único no hay
entonces discusión posible, porque sólo existirá una única acción. Cada movimien-
tovoluntarioesuna unidad mínima que no puededividirse sin que la conducta de-
160 Zaffaroni. Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. IV, p. 526; Zaffaroni -Alagia -510-
kar, Derecho penal. Parte general, ps. 821 y 822.
16' Zaffaroni, Tratado de derechopenal.Partegeneral, t. IV, p. 527.
162 ídem nota anterior.
Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t. IV, p. 529; Zaffaroni -Alagia -510-
kar, Derecho penal. Parte general, ps. 821 y 822.
CONCURSO DE DELITOS
Afirma Arce Aggeo que a ese efecto se debe recurrir sin excepción al ámbito tí-
pico; sólo allíencontraremos la clave, por medio del ámbitocontinentedel tipo Ila-
mado a concurrir, afin de determinar si hay o no unidad devoluntad final, esto es
unidad o pluralidad de hecho.
Entendemosque parececlaro que, como sostiene el autor analizado, la plurali-
dad del aspecto objetivo, en el sentido de pluralidad de movimientos, por sí sola,
no podrá dar lugar a pluralidad de delitos. Pero también ocurre, en sentido inver-
-
so, que, si el elemento objetivo es único, la pluralidad del aspecto "subjetivo" (vol-
untad final) no podrá multiplicar laconducta ni el número dedelitos. Tampoco po-
drá multiplicarlo el número de resultados causados, ni el de tipos en que dicho
comportamiento encuadre. Para el autor estudiado, el segundo aspecto analítico
de la conducta está constituido por el elemento volitivo, al quedenomina "subje-
tivo" o "unidad de resolución final" (URF), por mediodelacual un individuodeter-
mina y dirige su conducta a la conformación de un evento individualizado y queri-
do, elemento que no debeconfundirse con el dolo, ya que puede consistirtambién
en lavoluntad de realizar una conducta i m ~ r u d e n t e l ~ ~ .
A continuación 173, comienza Arce Aggeo a esbozar lasverdaderas característi-
cas de su teoría cuando otorga una cierta preeminencia a la unidad de resolución
final, razonando que lo que interesa son los hechos humanos voluntarios, en los
queel autor seconduce; en ellosexistefinalidad, por loqueconstituyen la conduc-
ta, siendo este elemento analítico de singular importancia para elaborar la teoría
del concurso,desde queel factor determinantede pluralidad debe radicar en la re-
lación conducta-tipo, entendiendo que es a esta concepción del "hecho como con-
ducta" a la que se refiere nuestro Código en los arts. 54 y ESdecir que cuan-
do emplea el término "hecho" pretende estarse refiriendo simplemente a la con-
ducta, a pesar de que, como luego veremos, en sus conclusiones se aparte de este
punto de partida.
Introduciendo el factor normativo, de impronta welzeliana, afirma que, a nivel
de la teoría general, la conducta tendrá existencia y será tal másallá delámbitoju-
rídico, pero a nivel de la teoría concursal, es decir al preguntar no si hay conducta,
sino si hay másde una conducta, la prohibición-ámbito típico-será relevante de
manera relacional, con lo cual los elementos a tomar para resolver el entuerto no
se limitarán sólo al ámbito pretípico sino que alcanzarán también al típico; esdecir
quesedebeelaborar la teoría concursal sobre la basedel análisisde la relación exis-
tente entre la conducta y el encuadre c~rrespondiente'~~. Siendo que una sola ac-
tado y el nexo causal, es integrante del acontecer fáctico, mecánico y físico del he-
cho y por lo tanto de innecesaria consideración a nivel pretípico, no sólo en el estu-
dio de la conducta en sí, sino también en el análisisde lo queconcierne a su posible
pluralidad.
Aun con distinto punto de partida, cae nuevamente en lasdenominadasteorías
delaculpabilidad, en lasquela unidad opluralidad dedelitodependedela unidad
o pluralidad de fines, determinada por la unidad o pluralidad de efectos reales.
En efecto, a nuestrocriterio, el pensamientoobjeto de análisis, aun cuandocon
una terminología diversa, no esendefinitiva nadadistinto deloquesosteníanvon
Buri e Impallomeni: pluralidad de intencionescriminosasdeterminadaspor la plu-
tirá relación proporcional entre la conducta y el resultado, siendo los únicos casos
posibles de concurso ideal.
iJTeoría comunicativa
cial; entonces, la realidad óntica de la conducta, para una teoría comunicativa del
delito, debe considerarsecomodependientede la construcción ontológica del len-
guaje en que se construye la norma. La norma genera la conducta" (y su número)
"y no a la inversa".
Así termina afirmando que, desde un nuevo código de interpretación para la
teoría del delito, basado en el aspecto comunicativo que dicho sistema represen-
ta, el problema de la pluralidad de la conducta parece aclararse, pues ésta no se
multiplica sólo por la finalidad ni sólo por el tipo al cual antecede; sino que nace
desvalorada por ser típicamente relevante al comunicar un comportamiento no
tolerado por el sistema social. La pluralidad, entonces, es un concepto que puede
derivarsede la pluralidad de imputaciones típicas correspondientes a estructuras
normativasque, al aplicarseen una construcción referida a un hecho histórico, de-
terminan su aplicabilidad de manera múltipley no individual excluyentecomo en
el concurso aparente. Por tanto, el observador construye la pluralidad a partir de
la interpretación brindada por las operaciones necesarias para arribar a la impu-
tación Ia7.
En definitiva, termina haciendo depender la pluralidad de conductasy de deli-
tos del factor normativo, expresado primero por el legislador y luego por el opera-
dor judicial al formular la imputación, con independencia del número decompor-
tamientos reales. Si ello fuera así, existiendo pluralidad de lesionesjurídicas pare-
ceimpensablela unidad delictual,auncuandoexistaun únicocomportamientoex-
terno y una única voluntad final, es decir, una única conducta en sentido óntico;
con lo queel concurso ideal sedifuma hasta desaparecer completamente, lo que es
reconocido por el autor al señalar que su teoría del concurso reduce ampliamente
el ámbito de aplicación del concurso ideal hasta casi transformarlo en una fórmu-
la vacía de con ten id^'^^.
Resulta al menos curioso que, pretendiendo el autor, en su nuevaversión, par-
tirdel lenguaje normativo, prescindadeincorporarasuanálisis, al menosen nues-
tro Derecho positivo, una interpretación plausible del art. 54 del Cód. Penal, que
prevé, con un tratamiento jurídico punitivo distinto al del concurso real (art. 55,
mismo Código), el supuesto de unidad de hecho con tipicidad plural (concurso
ideal).
Por otra parte, la lectura completa del texto permite advertir que el autor ana-
lizado modifica la fundamentación de su teoría, pero no varían sus consecuencias
respecto de su construcción primigenia, con lo que, al ser el factor normativo co-
municativo lo ahora relevante, pierde consistencia el diferente tratamiento dado
al concurso de tipicidades dolosasy culposas.
'al Arce Aggeo. Concurso de delitosen materia penal, 2" ed., ps. 231 y 232.
la8 ídem nota anterior, p. 231.
CARLOS S. CARAMUTI
j) Teoría normativa
siempre será importante, las del ejemplo son dos accionesfinales a nivel óntico: la
de ingresar al domicilio y la de violentar la caja de seguridad; aun cuando las una
un fin ulterior. En el caso, lo típicamente desvalorado no es el fin ulterior, sino, in-
dependientemente de éste, el fin (los fines) de realizar cada acción final. Más pro-
piamente, lo desvalorado por los respectivos tipos es cada acción final voluntaria-
mente realizada, cualquiera queseael fin ulterior perseguido por ellas yaun cuan-
do ese fin ulterior sea único respecto de ambasaccionesvoluntariamenteejecuta-
das; o una de las accionesvoluntaria y finalmente realizada, sea además el medio
para ejecutar la otra constitutiva del fin últimodeun plan global. Cada hecho indi-
vidual no deja de ser un acto final, ónticamente visto y así desvalorado. Si ello no
fuera así, ninguna pluralidad de tipos podría multiplicar la delictuosidad de una
única conducta final.
Con ese punto de partida normativo busca el distinguido profesor correntino
elaborar una teoría de losconcursosqueexplique y distingasistemática y coheren-
temente no sólo entre el concurso ideal y el real, sino también del llamado concur-
so aparentedetiposy el delitocontinuado, sobre un esquema teórico queexplique
a cada uno de ellos como piezas de un sistema del cual forman partelg5.
Comienza explicando el fenómeno del concurso de tipos partiendo de lo que
llama "superposición de espaciostípicos", "ideaqueseconstruyea partir de la pre-
sencia deelementoscomunesen lasestructurasde lostipos penalesen concursoco-
mo consecuencia de proyectarse sobre la misma conducta. El concurso ideal y el
concurso real dedelitos se explican también en función de la forma, diferente, de
proyectarsesobre la conducta, a partir de la presencia deelementoscomunes o no
en los elementos que componen la estructura de los tipos (...) La calificación del
caso como concurso de tipos, concurso ideal o real dedelitos, es la resultante de la
diferenteforma devinculación entre sídelostipos penalesen juego. En síntesis, to-
dogiraen torno al fenómeno normativo; específicamente, todo seconstruyea par-
tirdel estudiode lostipos penales puestosen movimiento por unaconducta, sobre
la base del análisis de los elementos que componen dichos tipos penales. Las dife-
rentesformas de relación entre lostiposen función de suselementos estructurales
es lo que determina que estemos frente a un concurso de tipos, concurso ideal o
realdedelitos". Yaldelitocontinuado loconsideratambién "un fenómenode uni-
dad delictiva, a pesar de la pluralidad de actos, también por razones de carácter
normativo" Ig6.
Para la tesis comentada, el camino que conduce entonces al objetivo de distin-
guir losdistintossupuestosde unidad y pluralidad dedelitosconsisteen estudiarcó-
mo funcionan y se relacionan los tipos penales que se proyectan sobre la conducta
final desplegada por el autor. Para ello hay que investigar en primer lugar el poder
de absorción de las figuras, comparando luego el contenido de las mismas, lo que
permitirá determinar si sobre una conducta convergen o no prohibiciones repeti-
das, campoque correspondea la teoría del concursode tipos penales. Hay tiposque
están totalmente contenidosen otros, por la existencia deelementoscomunes, que
determina el fenómeno de inclusión de unos en otros (concurso de tipos).
En un momento posterior deben estudiarse entonces las relaciones entre deli-
tos que, sin tener relación de inclusión, convergen sobre una conducta, relevando
aspectos diferentes de ella, a veces con una mínima repetición de prohibición, de-
bido a que tienen ciertos elementoscomunes, y avecessin tal repetición de prohi-
bición, pues no los tienen. Este momento constituye el núcleo del problema de la
distinción entre concurso ideal (mínima repetición de prohibición) y concurso real
de delitos (ninguna repetición de prohibición). La unidad de hecho es la resultan-
te de una especial relación entre los tipos penales y la conducta sobre la que ellos
se proyectanlg7.
Para Pessoa: "El concurso ideal dedelitos se configura cuando una conducta (o
hecho, para emplear palabras de nuestra ley penal) encuadra efectivamente en
dos o más tipos penales" lg8. Podemos advertir entonces que aquíel autor identifi-
ca conducta con hecho, lo que en otras partes del texto niega.
Con respectoalconcurso rea1,expresaque "ya no hay un hecho con múltipleen-
cuadre típico" -como en el ideal o de tipos- sino "varios hechos independien-
tes" lg9, señalando que "loscasos quegeneran problemasde delimitación concep-
tual (...) son aquellos en los que la conducta presenta un múltiple encuadramien-
t o típico, o por lo menos, pone en movimiento varios tipos penales", surgiendo la
pregunta acerca de "cuál es la naturaleza de la relación que hay entre los tipos pe-
nalesen juego"200.Advertimos, por el modo de formular el interrogante, que pa-
ra él no existiría inconveniente cuando se vulnerara varias veces el mismo tipo. Es-
t o obedece a que soluciona el caso de pluralidad de resultadostípicos dolosos con-
siderándola como pluralidad de hechos independientes, aun cuando se produzcan
con una sola acción, con lo que descartaría el concurso ideal homogéneo. Sin em-
bargo, no da respuesta al caso de pluralidad de resultados culposos con la misma
conducta, en que el tipo vulnerado puede ser dos o másvecesel mismo.
En estos casos, el problema no puede ser solucionado por la forma de relación
entre los tipos, ya que se trata justamentedel mismo. Tampoco puede resolverseel
problema en el concurso real homógeneo, ya quesetrata también del mismo tipo,
pero no hasta el punto de reducir a él o a las relaciones entre los tipos toda la pro-
blemática de la unidad o pluralidad dedelitos.
La otra hipótesis que pondría en crisis, para Pessoa, la teoría de la unidad de ac-
ción, "sería que aunque el autor se proponga la muerte de los dos hermanos con
un solo acto, no se puede negar que hay dos delitos", es decir, el polémico caso de
la pluralidad de resultadoscon una única acción. Sin embargo, admite queesta hi-
pótesis es discutible209y no explica el autor por qué habría dos conductas, desde
que, aun cuando persiga dos fines inmediatos distintos y, eventualmente, un solo
fin mediato, hay un solo movimientooactocorporalvoluntario.Anuestrocriterio,
aun haciendo jugar el factor normativo (tipo penal), no se puededecir queel suje-
t o mata a otro y a otro, independientemente o mediantedos hechos independien-
tes, sino que mata a otros en un solo o único hecho o acción. Es decir que la única
conducta encuadra dos veces en el mismo tipo de homicidio (art. 79), pero sigue
siendo una conducta única y, por ello, no pueden ser dos los delitos.
En síntesis, comovaloraciónfinaI de la original tesisde Pessoa, lo decisivo nonos
parece la relación entre los tipos, sino la relación del hecho o los hechos concretos
con cada uno de los tipos o con el mismo tipo. A diferencia del concurso aparente
de tipos, ni el concurso real ni el concurso ideal pueden determinarse sobre la base
de la relación abstracta entre los tipos, con independencia del hecho o los hechos
concretos ejecutados.
comodice Avila, laexistencia detramosdeacción que puedan ser objetodeuna
clasificación común depende de la forma como se ha ejecutado el hecho concreto.
No toda violación es una exhibición obscena, ni viceversa, pero si el acceso carnal
violento se lleva a cabo en sitio público satisfará las exigencias de los dos tipos pe-
nales2'0. En cambio la relación entrelostiposde homicidiosimpley homicidiocali-
ficado por el vínculo, caso típico de concurso aparente de tipos, no depende de la
forma en que se ha ejecutado la conducta concreta, sino que puede determinarse
estudiando abstractamente los respectivos tipos.
A pesar de que Pessoa afirma que la comparación y relación entre los tipos de-
be hacerse en su proyección a los hechos concretos juzgados, se observa que la
comparación del ejemplo entre la calumnia y la falsa denuncia esefectuada en abs-
tracto, lo que es incompatible con el concurso ideal, cuya presencia solo puede de-
terminarse en relación a hechos o conductas concretas. Es que hablar de poder de
absorción delostipos, desu contenido0 desuperposición total (concurso de tipos)
o parcial (concurso ideal) deespaciostípicos, supone un análisisabstractode las res-
pectivasfiguras. Y sólo el concurso de tipos puede estudiarse desde esta perspecti-
211 AparentementeencontradeestaopiniónChoclánMontalvo,Eldelitocontinuado,ps.88
y 89: "...debe buscarse un concepto autónomo de acción que sirva como base para la configura-
ción del concurso. para determinar la unidad o pluralidad de su sustrato, que será independiente
del que se utilice en la teoría general del delito (...) aquí (...) setrata de determinar cuando los di-
versosfragmentos en que sedescompone un comportamiento humano pueden ser contemplados
porel derecho penal, nodesdeel puntodevista desu relevancia,sinodesu unidadvalorativa". Sin
embargo, esta opinión parece contradecirsecon lo afirmado poreste autor en ps. 63 y 64-véase
nota 6-, en cuantoa que nose puedemanejarun conceptodel delitoen lateoría del concursoque
seaparte del conceptodogmáticodel mismo.
CARLOS S. CARAMUTI
Esto es así porque, como dice Maurach, lo que se deben contar son acciones an-
tinormativas dañosas de bienes jurídicos que estén descriptas por un tipo penal y
que hayan sido cometidasantijurídica y ~ u l p a b l e m e n t e ~ ~ ~ .
Entendemos la conducta como hecho humanovoluntarioque, aunque inescin-
dible a nivel real, se integra, a nivel analítico, con un aspecto externo u objetivo
(corporal) y uno interno osubjetivo (volitivo). El aspectoexterno u objetivo locons-
tituyen el o losmovimientoscorporalesa travésde loscualessemanifiesta exterior-
mente lavoluntad del hombre, con independencia del resultado, queacompaña a
la acción y puede servir para identificarla, pero que no la integra. El aspecto inter-
no o subjetivo es la voluntad final que dirige la actuación externa. Cuando habla-
mosdevoluntadfinal nosreferimosa lavoluntad de realizar el hechoexternocon-
creto que se lleva a cabo, con independencia de los fines ulteriores que se propon-
ga o persiga el sujeto. Por ejemplo, en el hecho de matar a otro, la voluntad final
que nos interesa respecto de esa conducta, es la de matar, con independencia de
que, con ello, el sujeto activo se proponga cobrar un seguro, percibir la promesa
económica de un tercero o una herencia, satisfacer un deseo de venganza o elimi-
nar a un adversario profesional, empresario o de cualquier otra índole (o simultá-
neamente todaso algunasdeesas metas); sin perjuicio de queesos fines ulteriores
puedan determinar un encuadre típico distinto o aun plural de la conducta.
Así, cada manifestación humana externa querida en cuanto tal constituirá una
conducta, aunquecon todasellas se persiga un mismo fin ulterior conformeal cual
se las pueda describir unitariamente.
Cuando el hombre actúa de manera voluntaria lo hace siempre persiguiendo
determinadofin ofines. La apreciacióndeesosfinesessiempre relevante para des-
cribir e individualizar la conducta de que setrata. Esa actuación final rara vez seex-
presa por medio de un movimiento corporal único; generalmente se hacea través
de un conjunto de ellos, al que el factor final otorga sentido, permitiendodescribir
la conducta ejecutada. Ese factor final posibilita unificar movimientos corporales
plurales que, sin él, aparecen como aislados y carentes de sentido. Así, cuando al-
guien se propone matar a otro puede hacerlo con un único movimiento, por ejem-
plo, empujando aalguien que yaestá, a su lado, juntoal precipicio. Pero lo másco-
mún es que deba perseguirlo hasta ese lugar, impedirle la huida y recién arrojarlo
al vacío. El fin de matar unifica esa pluralidad de movimientos, permitiéndonos
describir la conducta como la acción de matar a otro. Comovemos, el factor final o
aspecto subjetivo de la conducta (al que Zaffaroni llama unidad de plan o resolu-
ción) puede reducir a unidad un conjunto de movimientos corporales.
Pero también, contrariamente, un único movimiento determina la unidad de
conducta aun cuando con él se persigan diversosfines. Es decir que una multiplici-
212 Maurach -Gosel -Zipf, Derecho penal. Parte general, t. II, p. 516.
CONCURSO DE DELITOS
213 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. IV. p. 530; Zaffaroni -Alagia - Slo.
En lenguaje común resulta difícil afirmar que quien tiene acceso carnal violen-
t o en la plaza pública realiza dosaccioneso quesetrata devarios hechos.
Tampoco resulta convincente sostener que quien coloca una bomba en un
avión para que estalle durante el vuelo, caiga la nave y mueran todos los pasajeros
(dos, cien o doscientos) realiza varias conductas o que estamos ante varios hechos.
Setrata, a nuestro criterio, de una conducta (más grave sin duda, pero una conduc-
ta) que encuadra varias veces en el mismo tipo penal o en varios tipos, ya que pue-
de ocurrir que respecto de alguna víctima concurra una circunstancia agravante
(por ejemplo, si enel avión viaja el cónyuge del autor). Por ello es posiblegue exis-
ta concurso ideal entre tipos que habitualmenteconcurren en forma sólo aparen-
te, lo que demuestra que la sola modalidad de relación entre las figuras o tipos no
permite siempre distinguir el concurso aparente del concurso ideal, como afirma
Pessoa.
CARLOS S. CARAMUTI
Los cuestionamientos de justicia material que estos casos límite pueden plante-
ar, ya que se trata generalmente de hechos más graves tanto desde la perspectiva
del grado de injusto como de la culpabilidad, deben solucionarse a nivel político
criminal, previendo tipos específicos agravados por el número devíctimas; o en el
ámbito de la graduación de la pena dentro de los márgenesde la escala penal, te-
niendo especialmente en cuenta como agravante la extensión del daño causado
(art.41, inc. lo,Cód. Penal). La exigencia mínima de requerir la multiplicidad deto-
dos los factores estudiados (movimiento corporal, voluntad final y encuadre típi-
co), no implica que tal multiplicidad determine automáticamente pluralidad de de-
litos. Creemosquecuando se trata de la lesión plural del mismo bien jurídico que no
sea altamente personal, aunque pertenezcan a distintostitulares, el contexto tém-
poro espacial puede operar como correctivo, si permita apreciar que, a pesar de la
pluralida de conductas, las repercusiones típicas no son independientes, sino úni-
co el encuadre típico. Esto sucede, por ejemplo, si un sujeto asciende a un vehículo
colectivoy seapodera de las pertenenciasdel chofer y devarios pasajeros. Aeste res-
Decto la teoría de la unidad natural de acción nodeia deconstituir unavaliosoele-
mento auxiliar de valoración si no del número de acciones o conductas, al menos
de su independencia valorativa.
Hemos visto que "hecho" en el art. 54 del Cód. Penal significa conducta. Tam-
bién en el art. 55 la expresión "hechos" equivalea "conductas" y la independencia
a que se refiere esta norma -al hablar de "hechos independientesu- alude a su
desvaloración a través del tipo. Es decir que el concurso real tiene lugar cuando
concurren varios hechos o conductas independientemente desvalorados por dis-
tintos tipos o por el mismo tipo. Pero se trata de conductas distintas, cada una de
lascuales encuadra en su respectivotipo, que, como ya dijimos, puede ser el mismo
u otro. Hay aquí pluralidad de encuadres (pluralidad de infraccioneso lesionesju-
ridicas), pero no ya del mismo hecho (de la misma conducta), como en el concurso
ideal, sino de hechos distintos. Hay pluralidad de delitos y de infracciones penales
o lesionesjurídicas,en tantoqueen el concurso ideal hay pluralidad de lesionesju-
rídicas, pero no de delitos.
En el concurso real, los tipos infringidos o el tipo infringido variasveces no se
aplican sobre la misma acción, ni sobre la misma fracción parcial de la conducta to-
tal -como en el concurso ideal-, sino sobre conductasdistintas.
Por eso, no se excluye la pluralidad ni el concurso real, por la simplesimultanei-
dad de los hechos. Unidad no es simultaneidad. Así, pues, quien a la vez golpea e
insulta verbalmentea lavíctima no realiza un solo hecho, sinodosconductas, que,
si son valorados (desvalorados) independientemente por dostipos penales, dan Iu-
gar a concurso real -en el caso, lesiones (art. 89,Cód. Penal) con injurias (art. 110,
Cód. Penal)-22o. Cosadistintasucedesi,conformea lascircunstanciasenqueel he-
cho tiene lugar, es el mismo golpe el que, a la vez, lesiona y ofende. En tal supues-
t o estaremos ante una única conducta doblemente desvalorada como lesiones e
injurias(arts. 89 y 110, concs. con el art. 54) y nofrentea hechos independientesen
los términos del art. 55.
5 - Algunos ejemplos
221 CNCrim. y Corr., 28111/39, "Diazs/Dañoy lesiones", Fallos, IV-132, citado porpessoa, Con-
cursode delitos, t. l. "Concurso de tipos penales". p. 111.
CONCURSO DE DELITOS
226 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. IV, p. 557; Zaffaroni -Alagia -510-
kar, Derecho penal. Parte general, p. 830.
227 Maurach -Gosel -Zipf, Derecho penal. Parte general, trad. de la 7"ed. alemana de Jorge
Bofill Genzsch y Enrique Aimone Gibson, t. II, p. 570.
228 Jakobs, Derecho penal. Partegeneral. Fundamentosyteoría de la imputación, ps. 1105 a
1107.
229 Cfr. Zaffaroni. Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. IV, p. 557.
230 Cfr. Maurach -Gosel -Zipf, Derecho penal. Partegeneral, t. II, p. 571.
231 Cfr. Maurach -Cose1 -Zipf, Derechopenal. Partegeneral. t. II, p. 572.
CONCURSO DE DELITOS
Hasta ahora hemos venido hablando -en general- de concurso ideal respec-
t o de tipos dolosos, es decir conductas únicas que encuadran en dos tipos dolosos
o que lesionan varias veces el mismo tipo doloso. Sin embargo, también es posible
el concurso ideal respecto de tiposculposos, cuando el hecho único seadecua a dos
tipos de esa naturaleza o lesiona dosvecesel mismo tipo imprudente. En este caso,
el factor final consiste en la voluntad realizadora de la conducta violatoria del de-
ber de cuidado por lesiva o peligrosa para bienes jurídicos. Como en nuestro Dere-
cho los tiposculpososexigen siempre la causación de un resultado, para que exista
la plural lesión jurídica que caracteriza al concurso ideal, será necesario que con el
mismo comportamiento imprudente se produzca más de un resultado típico, sea
del mismo o de distintos tipos. Así sucede en el caso de quien, conduciendo a alta
velocidad -y en consecuencia de esa circunstancia- embiste a otro vehículo, su-
friendo lesiones su acompañante y falleciendo los ocupantes del otro automóvil.
En la doctrina no existe discusión sobre esta solución cuando existe una sola viola-
ción del deber decuidado. Para Arce Aggeoestoes posibledadoqueel ámbitocon-
tinente de los tipos culposos puede determinar pluralidad de tipos, cuando existe
una única conducta determinada ~ olarúnicaviolación al deber de cuidad^^^^. Pa-
ra él, en los delitos culposos hay una divergencia entre la finalidad y el o los resul-
tados, por lo que la violación de un deber de cuidado puede ser única y, no obstan-
te ello, múltiples los resultados que puede acarrear, siendo esta modalidad la que
hace que, cuando de una única conducta imprudente deriven varios resultados y
238 Cfr. Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t. IV. p. 638.
239 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t. IV, ps. 538y 539.
240 Cfr. Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. IV, p. 555;Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derecho penal. Parte general, p. 829.
CARLOS S. CARAMUTI
También existirá concurso ideal entre delito doloso y delito culposo si una per-
sona, queriendo romper el vidrio de una ventana de una vivienda habitada (o en
apariencia deshabitada), arroja una piedra, rompiendo la ventana y lesionando a
un morador que se encontraba detrás de la misma y cuya presencia no había sido
advertida por el autor: concurso ideal entre daño intencional (art. 183) y lesiones
culposas (art. 94). Esto no parece posible p a r a ~ r c A ~ ' , quien, si en ver-
e g g e ~ ~para
dad el autor no hubiese querido lesionar sino sólo dañar, hubiese podido hacerlo
variando las circunstancias de modo, tiempo y lugar, o bien evitando en su totali-
dad la efectivización del evento. No olvidemosque para este autor la concurrencia
ideal sólo es posible entre tipos culposos, pero no entre dolosos o entre dolosos y
culposos. Esta conclusión no es más que una consecuencia de la prevalencia que
otorga a los aspectos subjetivo y normativo, prescindiendo del elemento objetivo
o manifestación corporal de la conducta. No tiene en cuenta que, como dice Mau-
r a ~ hen~ los
~ hechosculposos
~ , lo único relevante es la cantidad de actuaciones de
voluntad que han causado el o los resultados.
Tampoco Terán Lomas acepta la posibilidad de concurso ideal entre delitos do-
losos y delitos culposos, basándose para ello en la afirmación de que en el delito
culposo no se persiguen fines, que son propios del dolo de las figuras que contie-
nen elementos subjetivos243.
El argumento responde a una concepción superada de la teoría del delito, de-
biendo recordarse que la circunstancia de que los tipos culposos no prohíban la
conducta por el fin de la misma (como sí ocurre en los dolosos) no significa que las
conductas imprudentes no persigan fines. Lo que ocurre es que la prohibición de
tales conductas no se basa en los fines por ellas perseguidos, sino en que el modo
defectuoso de su realización implica la violación de un deber de cuidado, ponien-
do en riesgo el bien jurídico tutelado.
Pero es perfectamente posible que, al llevar a cabo una única conducta con la fi-
nalidad de realizar un tipo doloso (por ejemplo, daño), se infrinja con esa misma
conducta un deber objetivo de cuidado, poniendo en peligro el bien jurídico tute-
ladoen un tipoculposo-por ejemplo, lasalud y la integridad corporal deuna per-
sona-~, al concretarse ambos resultados, esa única conducta resulta pluralmente
lesiva de ambos tipos (el doloso -daño-y el culposo -lesiones culposas-).
Para Jakobs también sería posible el concurso ideal de tipos dolosos y tipos cul-
posos en la misma conducta cuando varios actos singulares se ejecutaran en parte
dolosa y en parte no dolosamente, si todosfueran arriesgadosde modo no permi-
tido por el mismo motivo, dando el siguiente ejemplo: para despejar la terraza, el
241 Arce Aggeo, Concurso de delitos en materia penal, ps. 122 y 123.
242 Maurach -Gosel -Zipf, Derecho penal. Parte general, t. II, p. 529.
243 Terán Lomas, Derecho penal. Partegeneral, t. ll, p. 277.
CONCURSO DE DELITOS
autor arroja todas las macetas, y en algunos lanzamientos lesiona a algunas perso-
nas dándose cuenta y, en otros, ignorando temerariamente las lesiones que igual-
mentese producen244.
244 Jakobs, Derecho penal. Parte general. Fundamentosyteoría dela imputación, p. 1077.
245 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t . IV, p. 538;Jakobs, Derecho penal.
Parte general. Fundamentosy teoría de la imputación, p. 1087.
246 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t . IV, p. 538.
247 Jakobs, Derechopenal. Partegeneral. Fundamentosyteoría dela imputación. p. 1087.
CARLOS S. CARAMUTI
251 Zaffaroni. Tratado de derecho penal. Parte general. t. IV, ps. 537y 538.
252 ídem nota anterior, p. 538.
253 ídem nota 251, p. 538.
254 ídem nota 251, p. 555; Zaffaroni -Alagia -5lokar. Derecho penal. Parte general, p. 829.
255 Jakobs, Derechopenal. Partegeneral. Fundamentosyteoría dela imputación. p. 1104.
CARLOS S. CARAMUTI
Ejemplifica este autor con el médico que, como consecuencia de una confusión
debida a una imprudencia, en lugar de intervenir quirúrgicamente al pacienteen-
fermo, para mitigar agudosdolores, lo hace con unosano (o con otra enfermedad),
lesionando en unidad de acción al enfermo, por omisión, y al sano, por acción.
m Jurisprudencia
1-Concurso ideal. Concepto
1- El tribunal advierte una invalidez por defecto formal en el auto atacado, consis-
tente en haber sobreseído a la señora Berardinellien orden a los hechos por los que
fuera indagada, que conforman, en una hipótesisquede momento no puededescar-
tarse-tal como ha sostenido correctamente la querella- un aspecto de lo que no es
sino una única e inescindible conducta, consistente en el posible desvío de los medi-
camentos, adquiridosen un principio porel Estado para distribuirgratuitamente,y su
posterior reinserción en el mercado, previa adulteración de los envases con el fin de
2- La circunstanciade que una conducta esté prohibida por másde un tipo penal no
~ ~
gramente atrapada por el art. 183 del Código citado y constituyó, a un tiempo, el ac-
cionar imprudente que prevé el art. 84 del mismo texto legal. La repetición de dispa-
ros y la circunstancia de que los sujetos pasivos de uno y otro delito sean distintos no
multiplica la delictuosidad (del voto de la minoría).
Si cada uno de los diversos disparos acreditados, no obstante su proximidad en el
tiempo, constituyó una conducta y cada uno de ellos satisface los requerimientos de
dos tipos penalessin que ningún "tramo" de una conducta típica haya integrado la
otra, es aplicable el art. 55 del Cód. Penal, pues no constituyen un solo hecho en sen-
tido legal (del voto de la mayoría). [SCBA, 511 1/93, "Fassari, Carlos A,", DJBA, 151-
76711.
7- Para que pueda hablarse de concurso ideal es necesario que una conducta resul-
tetípica dedoso mástipos penales, no bastando con el solofactor subjetivo, sino que
es también necesario que se exteriorice en forma unitaria. [CNCrim. y Corr., Sala III,
17/9/92, "Barbalarga, Ricardo D.", LL, 1993-C-261;DJ. 1993-2-3471.
8- No existe concurso real de delitossi entre los hechos probadosno se percibe la in-
dependencia requerida en el art. 55 del Cód. Penal y, a contrario, en función del par-
ticular sistema de los arts. 54 y 55, se trató de un solo hecho con el doble encuadra-
miento a que se refiere el art. 54. [SCBA, 10/12/91, "Acosta, A.", LL, 1992-C-187; DI,
1992-2-194; DJBA, 142-21651.
9- El concurso ideal consisteen una unidad de hechoque infringe másde una dispo-
sición penal (del voto en disidencia del doctor Petracchi).
No esadmisibleel concurso ideal porque exista una conexión de medio a fin entre los
delitosde que se trate.
Demostrado que no existe un concurso aparente de delitos entre el motín y la rebe-
lión, y como el hecho es único, sólo cabe subordinarlo al art. 54 del Cód. Penal, que
prevéel concurso ideal deinfraccionespunibles. [CSJN, 27/12/90, "Acosta, Carlos", JA,
1992-1-341.
10- Los diversos tramos de una conducta típica no pueden ser considerados hechos
típicosindependientesdeella misma, por lo tanto no cabe resolverque uncomporta-
miento (el intento de despojodel automóvil), representativo de un elementode lafi-
gura (la violencia para procurar la impunidad), aplicable al apoderamiento inicial de
efectos (arts. 164y 166, inc. 2". Cód. Penal), es un hecho independiente del resto de la
conducta captada por el mismo tipo. Existe una unidadfáctica en el sentido legal: he-
cho único con el plural encuadramiento (concurso ideal). [SCBA, 6/2/87, "Báez, Julio
R. y otro", P.34.918, LL, 1987-E-420; DJBA, 133-1221.
11 - La expresión "hecho" del art. 54 del Cód. Penal no atañe a la conducta mirada
desde un punto devista subjetivo, sino quevale para indicar el resultado, la modifica-
ción real del mundo externo como efecto de la actuación de la voluntad.
Falsificar undocumento y usarlocon un propósitodelictivo (estafa) implica la existen-
cia de dos hechosdelictivos, porque dos son las modificacionesquese producenen el
mundo exterior, ambas con significación delictiva. La "unidad de hecho" alude a la
CONCURSO DE DELITOS
"unidad de resultado material" de la conducta del delincuente, sea que éste lo logre
con una o varias conductas o que persiga uno o variosfines. [Cám. laApel.Crim. Cór-
doba, 16/3/84, "Moyano, Juan R.", LLC, 1984-7831.
12- Si media la unidad de hecho en el concurso ideal, es menester interpretar la ex-
presión "hecho" en sentido natural, es decir como fenómeno del mundo del sery no
comoobjeto ideal decarácter normativoal estardescriptoen la ley. [SCBA, 7/9/82, "E.,
F.G. y otros", DJBA, 123-4211,
13- En el concurso de delitos el término "hecho" debe interpretarse como pertene-
ciendoal mundo natural, histórico, ocurridoen la realidad y nocomo la imagen resul-
tante de la descripción de los tipos penales en la ley. [SCBA, 31/8/82, "Kawahira, Car-
los A,", DJBA, 123-3821,
14- El concurso ideal tiene aplicación cuando se trata de un solo y único hecho que
cae bajo lasprevisionesdevariasfigurasdelictivas(art. 54, Cód. Penal). [SCBA, 13/7/82,
"Recavarren, Raúl H. y otro", DJBA, 123-2251,
15- Hay unidad de delito por unidad de hecho y de resolución (que esa lo quese re-
fiereel art. 54del Cód. Penal), ya que el "uso" del documento privado consumó lafal-
sedad y el medio engañoso que integra la estafa.
El accionar del procesado que presentó en el juzgado un documento falso con el ob-
jetodeser homologado y lograr así la escrituracióndel inmueble, perjudicando, en el
supuesto de haber conseguido lo último, a losderechohabientesdecausante, confi-
gura losdelitosde uso de documento privado falso en concurso formal con el de ten-
tativa deestafa procesal. [CNCrim. y Corr., SalaVI, 13/10/81, "Serhjan, A. H.", BCNCyC,
1981-Xl-256; ED, 97.7441.
16- Para decidir si, en el caso dado, media la unidad de hecho esencial a la hipótesis
de concurso formal, es menester interpretar la expresión de "hecho" en sentido na-
tural, concepto que no se determina por la unidad de acto típico, pues el hecho pue-
decomprender másde un acto quede por síseadecuea másde un tipo penal, porque
la pluralidadde losactosestáfácticamente unificada por la unidaddesucontexto, es-
to es, por la unidad de tiempo y lugardesu ejecución, que, conceptualmente, los pre-
senta como una sola y misma conducta.
Quien viola y roba realiza no sólo dos acciones conceptual y legalmente distintas, si-
no que perpetra dos hechos, ya queen la noción de hecho deben comprendersela ac-
ción y el resultado. [SCBA, 29/9/81, "Giménez, Martín A. y otro", DJBA, 121-3651,
17- Por la naturaleza de las cosas y por el sistema del Código, que ha aceptado el
principioderivado deaquélla, el Ilamadoconcursoformal dedelitosesun casode uni-
dad dedelito. La justicia exigeque la basede la imputacióncriminalestédada, de ma-
nera indefectible, por los hechos. No hay imputación sin hecho imputado y no hay
más imputacionesindependientesque hechosde igual calidad (arts. 54y 55, Cód. Pe-
nal). [Cám. ZaApel.Crim. Mercedes, 23/5/80, "Cristófano, Aldo E.", JA, 1981-IV-3993.
18- Si el hecho es único, no obstanteque sus modalidadesconsumativas pueden di-
ferenciarse materialmente, es necesario distinguir si medió entre ellas alguna rela-
CARLOS S. CARAMUTI
22- Soler resalta que para interpretar el art. 54sedebe recurrirdiredamentea su le-
tra, en cuanto establece que: "Cuando un hecho cayere bajo más de una sanción pe-
nal, se aplicará solamente la que fijare una persona mayor". Esdecir que dicha dispo-
sición se refiere a un solo hecho, y no a varios hechos dependientes, postura esta últi-
ma quesignificaría interpretar endefinitiva el significadodel concurso ideal por opo-
sición al real.
Es que, el empleo de la palabra "independientes" utilizada por el art. 55 del Cód. Pe-
nal " ...era necesaria, ya que la teoría de la unidad de hecho (concurso ideal) noago-
ta todos loscasosde unidaddedelito" (del votodel doctor Hornos).[CNCas. ~ e n a l , ~ a -
la IV, 17/9/99, "Rojo, Horacio Adolfo s1Recurso de casación", causa no 1229, reg. no
2066, Fallos de la Casación Penal, 1999-2-2511.
23 -Cuando la conexión entre losdiversos delitosestan íntima aue si faltase uno de
ellosnose hubiesecometidoel otro, sedebeconsiderartodo el complejo delictivo co-
mo una unidad doncurso ideal-v no como dos delitosdistintos-concurso real-.
[CNCas. Penal, Sala 111,6/10/00, "Levy, Salomón D. y otro", LL, 2001-C-6351.
CONCURSO DE DELITOS
24- El patrón indicado para medir si se ha cometido un hecho o varios, está dado no
sólo por el factor final, sino también por el mismo tipo penal, que determina si la ac-
ción o el conjunto de las acciones desplegadas por un sujeto configuran un delito, o
más de uno de ellos. Efectivamente, el plan común resulta una condición necesaria
mas no suficiente para que se considere a todos los movimientos como una sola con-
ducta. [CNCas. Penal, Sala 111, l a 1 1/98, "Alfonso, José Ignacio dRecurso decasación",
causa no1551, reg. no500198, Fallos de la CasaciónPenal, 1992-2-851.
25- Los diversos tramos de una conducta típica no pueden ser considerados hechos
independientes de ella misma, ya que no cabe resolver que un comportamiento re-
presentativo de un elemento de la figura es un hecho independiente del resto de la
conducta captada por el mismo tipo. S i dostramos de comportamiento integran una
unidad fáctica en el sentido legal, entoncesconstituyeron el hecho único a que se re-
fiere el art. 54 del Cód. Penal, con el plural encuadramientotípico propio del concur-
so ideal de delitos. [SCBA, 15/12/94, "Quaglia, Rubén E.", DJBA, 148-1071].
26- Para la existencia de un concurso de delitos, se hace necesario que el sujeto acti-
vo haya cometido doso másdelitos. Si la pluralidad delictiva se logras travéide la co-
misión de hechos independientesentresí, nosencontramosfrentea un concurso real
regido porel art. 55 del Cód. Penal. Por el contrario, si esa pluralidaddelictiva se logra
por la comisión de un solo hecho que cae bajo más de una sanción penal, nos encon-
tramosfrentea un concurso ideal reglado por el art. 54del mismocuerpo legal. [Cám.
Apel. Crim. Concordia, 3014179, "S., D.", Zeus, 20-1261.
1016199. "Cantie Rahi, Paul", LL, 2000-8-140, con nota de Carlos Parma y Rodolfo Lu-
que; DJ, 2000-1-1382; RepLL, U(-2000-A-1-4161.
31 -La conducta prevista en el art. 296 del Cód. Penal (uso de documento falso o
adulterado) no se concursa idealmente con lasfiguras que describe y pena el art. 292
del mismo cuerpo legal, sino que para suespecífica sanción integra tiposautónomos.
[Cám. Fed. Resistencia, 16/12/94, "G., J. E. y otra", ED, 163-1161.
34- El delito tipificado esel deamenazas reiterado (arts. 149bisy 55, Cód. Penal), ya
que la pluralidad de hechosnoaparececomorepresentativadeuna sola y misma con-
sumación delictiva, sino que, aunque no determinadas las fechas de las cartas en las
que se contienen las amenazas, es indiscutible que fueron enviadas y recepcionadas
en momentos y a destinatarios diferentes, por lo que recién una vez consumado un
hecho se inicia] independientemente, el otro. [ ~ ~ ~ ry Corr.,
i m . Sala 1,2114180. "Sánc-
hez, Marcelo F.", BCNCyC, 1980-VI-1021.
38- Encuadraen la figura prevista en el art. 165 del Cód. Penal, pero no en concurso
ideal con la tipificadaenel art. 80, inc.8"del mismocuerpo legal, laconductadequien
ingresó a un comercio con fines de robo y luego disparó causándole la muerte a una
persona que ingresó al lugar con la finalidad de evitar el desapoderamiento, pues,
aun cuando este se desempeñara como oficial de policía, para que se configure el
componentesubjetivo del homicidio criminiscausae, es necesario e imprescindibleel
pleno conocimiento actual y efectivo de que la víctima es miembro de alguna de las
fuerzas que menciona la ley y por ese motivo el actor ejecuta la acción homicida, lo
cual no se acreditó. [TOC Tres Arroyos, Departamento Judicial de Bahía Blanca,
25/5/10. "Farías, Jonathan Oscar", LL, On Line, AWJUW1900612010].
.
39- Si al encausado se le imouta.. .oor un lado. haber realizado tocamientos en dis-
tintas partes del cuerpo de la menory, por otro, en circunstanciastemporoespaciales
diferentes, haberla accedido carnalmentecontra suvoluntad, no estamosfrentea un
hecho único que cae bajo más de una sanción penal -concurso ideal- sino frente a
dos conductas independientes fáctica y normativamente, con lo cual los delitos que
se le atribuyen concurren de manera real. [TS Córdoba, Sala Penal, 1813115, "B., D. A.
s/Rec. de casación", LL, On Line, AWJUW3654120151.
tosy no uno ideal, pues resulta claro que han concurrido, de manera sucesivas, dos he-
chos penalmente típicos, independientes, configurando el primero de ellos un ata-
quea laadministración pública y el otro unatentadoa la propiedad. [TSCórdoba, Sala
Penal, 15111110, "Bagatello, Hugo Roque", LL, On Line, AWJURD8315/2010].
42- La circunstanciade que setratede una lesión leve no conducea tildarla de insig-
nificante ni torna atípica la conducta endilgada, pues, la gravedad de las mismas ha
sido expresamente contemplada por el legislador al momento de graduar la pena
prevista para cada caso en particular (art.89~SS., Cód. Penal).Tampoco esposiblesos-
tener, como pretende la defensa, la existencia de un concurso aparente o ideal entre
las figuras enrostradas (arts. 150y 89, Cód. Penal), por cuanto además de afectar bie-
nes jurídicosdiferentes, sólosesuperponentemporalmente en forma parcial, tratán-
~ ~
43 - La utilización de un DNI falso para abrir una cuenta corriente bancaria y lasesta-
fas llevadasa cabo mediante el endosode chequesquesegiraron contra ella y que re-
sultaron incobrables para sus últimos tenedores concurren entre sí en forma ideal,
pues se trata de una conducta compleja pero única, en la que se han lesionado varios
tipos penales.
Aun cuando el a quo haya desdoblado un único evento en distintas tipicidades y ha-
ya adquirido firmeza el sobreseimiento decretado en orden a uno deesosdelitos, co-
rresponde revocar el auto que sobreseyó al imputado por el delito restante (del voto
en disidencia del doctor Farah). [CNFed. Crim. y Corr., Sala 11,20/8109, "Bonorino, Vic-
toria y otro", LL, 2009-F-4231.
44- Encuadra en las previsionesdel art. 174, inc. 5Odel Cód. Penal, que concurre en
forma ideal con el art. 29 de la ley 23.737, aplicable por razón deespecialidad, la con-
ducta del imputado (en el caso, se confirmó el procesamiento), que rubricó y puso de
su puño y letra la aclaración, el número de documento y la dirección, en el reverso de
lasdos recetasaludidas, pesea que no proveníandel médico queatendía a su esposa,
CONCURSO DE DELITOS
45- En una causa en la cual se investiqa la venta de ciertos terrenos mediante la pre-
sentación de poderes falsos presuntamenteotorgados por los propietarios de laitie-
rras, debe concluirse que media un concurso ideal entreel uso de documento falso y la
estafa, ya que el uso de los poderes falsos constituye parte del ardid de la estafa, por
cuanto permitió a los imputadoshacerse pasarcomohabilitados para concretarlasven-
tascuestionadas. [CNFed. Crim. y Corr., Sala 1,24/U09, "J., C. E. y otros", LL, On Line].
48- En los delitos de tenencia ilegal de arma de uso civil sin autorización y de encu-
brimientoexiste un hecho único, ya queambostiposlegalesresultanserinescindibles
mediando entre ello un concurso ideal (del voto del doctor Lucini). [CNCrim. y Corr.,
Sala VI, 19/2/08, "Agüero, Maximiliano", LL, 2008-C-681.
49- Configura el delito de homicidio simple cometido con exceso en la legítima de-
fensa, en concurso ideal con portación de arma de guerra
- sin la debida autorización
legal, la conducta del imputado que ante el ataque de terceros, que le propinaron
golpes de puño de forma inesperada mientras él mantenía a uno de sus hijos en bra-
zos, disparó con el arma que portaba ilegítimamente a uno de ellos causándole la
muerte, toda vez que aquél excedió sus límites en razón de la notoria desproporción
existente entre el medio utilizado y los mecanismos de la agresión recibida, como
también entre el dañoquequisoevitary el que produjo. [TOCno14,21/5/07, "Sánchez,
Gonzalo A,", LL, 2007-E-2741.
50- Existe un concurso ideal y no real entre losdelitosde uso dedocumento privado
falso y defraudación contra una Administración Pública, si esevidente que loscertifi-
cados médicosespuriosfueronutilizadosconel exclusivodestinodesanearindebidas
ausencias laborales, con el consecuente perjuicio patrimonial para la Administración
CARLOS S. CARAMUTI
Pública, porque resulta claro que se trata de un mismo hecho sobre el que recae más
de un encuadre legal. [CNFed. Crim. y Corr., Sala II, 22/3/07, "Ojeda, Augusto M. y
otra", LL, 2007-D-4901.
51 -Corresponde condenar en orden al delito de robo agravado por haber sido co-
metido con un arma de utilería, en grado detentativa, enconcurso ideal con el delito
de resistencia a la autoridad a quien amenazó con un arma de juguete al encargado
de un comercio, tomó el dinero y cuando intentaba huir se negó a acatar la orden de
un policía con el cual setrenzóen una gresca, puestoqueel accionardel imputado de-
be ser considerado como un hecho único, en tanto la resistencia fue realizada en ple-
na etapa ejecutiva del robo sin solución de continuidad con respecto a la previa e in-
mediata sustraccióndelosvalores,el agente policial seencontrabacalificado para ser
víctima de lasviolenciasde aquel delito, y por último, la violencia ejercida contra éste
es del tipo admitido por el art. 164 del Cód. Penal. [CNCas. Penal, Sala IV, 7/2/07, "Vil-
la, Alberto D. s/Rec. de casación", LL, On Line].
52- S i bien no es correcto desestimar la denuncia por el delito de lesiones leves y so-
breseer al imputado por el de amenazas simples, Provocando de esta forma un su-
puesto de absolución de calificaciones, ya
. que el hecho es único, concurriendo las di-
~
54- S i el imputado intentó herir de muerte a un tercero con el que estaba discutien-
do su hermano, perosuaccionartuvo un resultado distinto al buscadoy fuesu propio
hermano quien resultó con lesionesquedesencadenaronen su óbito, estamosfrente
a lo que en doctrina se dio en llamar aberratio ictus o "desviación del golpe", el cual
debe resolverse mediante el concurso ideal de delitos entre la tentativa de homicidio
doloso y homicidio culposo. [Trib. Oral no1 Necochea, 12/5/06, "Elia, Luciano D.", LL-
BA, 2006 (junio) 6641.
57- Si el imputado mantuvo la portación ilegal del arma de fuego dentro del mismo
contexto en el que se perpetró el robo, la portación no guarda autonomía con el ro-
bo en cuyo contexto el arma fue empleada y por ello resulta erróneo considerar que
concurren ambos delitos en forma material, pues se está en presencia de un solo he-
cho delictivo y no de dos independientes. [TS Córdoba, Sala Penal, 11/12/02. "Ferrey-
ra, Claudio M. y otro s1Rec. de casación", LLC, 2003-5761.
58- Lasfiguras previstasen losarts. 166, inc. 2"y 189 bis, párr.3"del Cód. Penal con-
curren en forma ideal, pues la utilización de un arma sin la debida autorización legal
a los fines del apoderamiento constituye un hecho único. [CNCrim. y Corr., Sala VI,
24110102, "Ayarde, M.A.", DJ, 2003-2-4141.
59- La conducta del imputado que efectuó falsamente una denuncia de robo de un
automotor como un medio para intentar cobrar indebidamente de la compañía ase-
guradora la indemnización por la supuesta sustracción del rodado, que al momento
de la denuncia se encontraba escondido en una cochera donde luego fue secuestra-
do, encuadra en el delito de estafa en grado de tentativa en concurso ideal con falsa
denuncia (arts. 172 y 245, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala IV, 28/8/02, "C., S.", JA,
2003-1-4021.
61 - Entre la falsa afiliación sancionada enel art. 135 de la ley 24.241 y el delito dees-
tafa reprimido en el art. 172del Cód. Penal media un concurso ideal dedelitosy no un
concursoaparentede leyesencuanto setrata detipos penalesqueconfluyen sobre la
conducta existiendo una relación en la que ninguno de aquéllos incluye dentro de si
al otro u otros, no obstante entre ambasfiguras existe una mínima coincidencia de
elementososuperposicióndeespaciostípicos. [CNPen. Ec., Sala B,11/7102, "Camarde-
Ili, Juan J.", LL, 2003-C-4251.
62- Si la resistencia a la autoridad fue ejercida dentro del mismo contexto de la ac-
ción de sustracción +n el caso, se la tipificó como robo agravado por el uso de ar-
CARLOS S. CARAMUTI
69- El delito de tenencia de arma deguerra concurre en forma ideal con el delito de
robo en cuyocontexto fue utilizada. [CNCrim.y Corr., SalaVI, 27/8/99, "Milani, Walter
J.", LL, 2000-C-621, con nota de Marco Livio Cerletti; RepLL, U(-2000A-1-4171.
70- Existe falsa denuncia en concurso ideal con el delito de estafa en qrado de ten-
tativa siel procesado, luegode notificada la demanda ejecutiva promovida en sucon-
tra, denunció maliciosamente al ejecutante en sede penal, falseando para ello susdi-
chos y presentando documentacibn apócrifa para fundar la denuncia, no habiéndo-
se consumado el delito por causas ajenas a su voluntad.
La formulación por el imputado de una denuncia penal contra quien lo demandara
ejecutivamente por el cobro de una deuda, alegando a su vez en sede civil haber pa-
gado los importes reclamadosy presentandoparaello recibosen loscualesconstaban
sellos apócrifos, configura el delito de estafa en grado de tentativa en concurso ideal
con el defalsa denuncia, puesambosdelitosconcurren idealmenteal consistir en una
unidad de resolución tendiente a excluirse de la obligación de pagar, perjudicando
con ello a su acreedor (del voto del doctor Ontiveros). [Cám. 2=Apel. Crim. Formosa,
2/12/98, "Juárez, Silvestre N,", LLLitoral, 1999-582; RepLL, LIX-1999-A-1-4271.
74- Debe tipificarse como homicidio culposo en concurso ideal con lesiones culpo-
sascon resultado múltiple, la acción desplegada por el conductor del autotransporte
de pasajeros, quienviolando la luz roja en el cruce entre dosavenidas, embiste a otro
rodado ocasionando la muerte de su ocupante, y como consecuencia del desplaza-
miento embiste a dos peatones causándoles heridas gravesde diversa consideración.
[CNCrim. y Corr., Sala V, 13/3/97, "Alamo, Simón P.", LL, 1999-6-773; JA, 1997-IV-265;
RepLL, LIX-1999-A-1-4261.
CARLOS S. CARAMUTI
75- Existe concurso ideal de delitossi de la descripción efectuada del cuerpo del de-
lito (que llega firme) resulta el doble desapoderamientocon armas de un automóvil
y de dinero -arts. 54, 166, inc. 2". Cód. Penal; 38, decr.-ley 6582/58- (del voto de la
minoría). [SCBA, 5111/96, "Díaz, Héctor A,", DIBA, 151-7641].
76- Concurren en forma ideal con el robo las lesiones leves producidasen el contex-
to del primero. [CNCrim. y Corr., Sala 1, 1/1/94, "Musumeci, Gustavo A,",LL, 1995-B-
401; ídem, Sala VI, 3/8/94, "Alegre, Fabián C.", LL, 1995-C-263;DI, 1995-2-2451.
77- La tenencia ilegítima dearma deguerra exige para su consumaciónuna prolon-
gacióndelaaccióncontenidaen lafigura legal.Si el lapsocoincidecon la del roboten-
tado pues no se ha demostrado una tenencia anterior e independiente del que la vin-
culó a ese delito, a lo que cabe agregar la finalidad para la que se recibió el arma, en
el caso medió un concurso ideal defiguras(de1 voto endisidencia de la doctora Catuc-
ci). [CNCas. Penal, Sala 1,29/12/93, "Heredia, Francisco A. y otros", IA, 1994-IV-2363.
78- Existe privación ilegítima de la libertad, que concurre en forma ideal con el ro-
bo, si la privación de la libertad de discernimiento y de movimientos duró mucho
tiempo más que el utilizado para la consumación del robo. [CNCrim. y Corr., Sala VII,
28/12/93, "Pérez, Norman J.", LL, 1995-8-660, jurispr. agrup., caso 10.2261.
79- El abuso de armasconcurreen forma ideal con el delito de resistencia a la auto-
ridad. [CNCrim. y Corr., Sala 1.511 1/93, LL, 1994-E-3301.
80- La tenencia dearma de guerra concurre en forma ideal con el encubrimiento en
que incurrió el tenedor al adquirirla sabiendo su origen. [CNCrim. y Corr., Sala V,
11/8/93, "Rodríguez Chiantore, E. H.", LL, 1994-C-206; DI, 1994-2-1991.
81 -Configura el delito deestafa por apariencia de bienes, enconcurso ideal confal-
sificación de instrumento privado, la conducta del imputado que compró en un co-
mercio, con una tarjeta de crédito ajena, haciéndose pasar por quien no es y como si
tuviera el del titular de aquélla, y falsifica la firma del titular en el comprobante o cu-
pón deventa. [Cám.Apel. Crim. y Corr. Morón, Sala 11,3/8/93, "L., J.", ED, 161-2461.
82- Concurren en forma ideal conel robo las lesiones leves producidasal cometerlo.
[CNCrim. y Corr., Sala V, 7/6/93, "Machín Chaparro, R. D.", LL, 1994-B-460; DI, 1994-1-
11271.
83 - S i tras las reiteradas violaciones los acusados mantuvieron a la víctima privada
de libertad para que no huyera, esa privación constituye el delito del art. 142, inc. 1"
del Cód. Penal, que concurre idealmente con aquel delito. [CNCrim. y Corr., Sala VI,
17/2/93. "L., E. A,", LL, 1993-E-4331.
84- S i de las prácticas abortivas realizadas por la procesada resultó la necesidad de
practicar a la víctima una histerectomíatotal, concurre idealmente el delito de lesio-
nesgravísimasconeldeaborto. [CNCrim.yCorr., SalaVI, 8/2/93, "Ruzo, BeatrizdelVa-
Ile", LL, 1993-D-2241.
85- Incurre en el delito de robo, en concurso ideal con el de entorpecimiento de un
servicio público, el procesado que mediante la peladura de loscablesde una línea de
CONCURSO DE DELITOS
88- Existe un concurso ideal entre el robo del automóvil y el robo de efectos, desde
que configuraron un solo hecho que cae bajo más de una sanción legal. [SCBA,
25/2/92, "Vera, Juan", DJBA, 142-2719].
89- No existe concurso real de delitos si entre los hechos probados no se percibe la
independencia requerida enel art. 55del Cód. Penaly, a contrario, en función del par-
ticular sistema de los arts. 54 y 55 se trató de un solo hecho con el doble encuadra-
miento a que se refiere el art. 54.
Side la manera (en) quesetuvieron poracreditados los hechos resultaque lasvíctimas
fueron privadas de su libertad mediante amenaza con el arma de fuego y que en tal
situaciónfueron llevadasa otro lugar en el que, siempre así privadasdesu libertad, se
cometieron los hechosy lasviolaciones, resulta que sin la privación de la libertad a las
violaciones lesfaltaría unelementoconstitutivodel tip0.Y estoesdecisivo para resol-
ver que se trató de un solo hecho en los términos del art. 54 del Cód. Penal. [SCBA,
10/12/91, "Acosta, Américo", LL, 1992-C-187; DI, 1992-2-194; DJBA, 142-2165; JA,
1992-IV,síntesis].
92- Concurre en forma ideal el hurto con la violación de domicilio. [CNCrim. y Corr.,
Sala I11,4/9/90, "Fleitas, GuillermoA.", LL, 1991-E-781,jurispr. agrup., caso 7511; ídem,
Sala 11,20/4/92, "Giménez, Angel F.", LL, 1993-A-579, jurispr. agrup., caso 87001.
96- Concurre en forma ideal y no real la tenencia de armas de guerra con el delito
consumado usándola (del voto en disidencia del doctor Zaffaroni). [CNCrim. y Corr.,
Sala VI, 9/5/89, "Díaz, Antonio A. y otros", LL, 1990-8-628.jurispr. agrup., caso 70451.
97- Laslesiones leves provocadas por el procesado al agente policial que cumplía un
acto propio de susfuncionesconcurrenen forma ideal con el delito de resistencia a la
autoridad. [CNCrim. y Corr., Sala 1.2911 1/88, "Baram, MarceloW.", LL, 1989-C-149; DI,
1989-2-2881.
98- Cuando la violencia que se realiza después de cometido el robo para lograr su
impunidadconsisteen una resistencia a la autoridad, ambosdelitosconcurrenenfor-
ma ideal, en tanto se trata de una única conducta con duplicidad típica. [CNCrim. y
Corr., Sala VI, 2911 1/88, "Casella, Juan B.", LL, 1989-6-546; DI, 1989-2-1121.
100- La estafa concurre idealmente con el expendio de moneda falsa cuando ésta
forma partedel ardid tendientea provocar el errory la consecuentedisposiciónpatri-
CONCURSO DE DELITOS
monial perjudicial de la víctima. [CNFed. Crim. y Corr., Sala 11, 2/8/88, "Cantale, José
D.", LL, 1989-D-426, con nota de Salvador FranciscoScimé].
101 - Una razzia indiscriminadadonde losfuncionarios policiales detienen a cuanta
uersona encuentran en lavía uública. sin contar con motivosfundantesdecada aure-
hensión e invocando, como excusa del procedimiento, la averiguación de los antece-
dentes~mediosdevida de loscoactivamentetrasladadosv retenidosen la comisaría.
configura el delito de privación ilegítima de la libertad de los ciudadanosafectados
(en concurso ideal con el de abuso de autoridad). [Cám. Apel. Penal Rosario, Sala II,
22/7/88, "B., E. F. y otros", Juris, 81-6801.
102- Lafirmaadulteradaen lasfacturasdecomprascontarjetadecréditoajenacon-
figura unafalsificaciónde instrumento privadoqueconcurreenforma ideal con la es-
tafa (del voto en disidencia del doctor Escobar). [CNCrim. y Corr., Sala IV, 16/10/87,
"Corradi, Guido A,", LL, 1988-A-1971.
103- Concurre en forma ideal con la defraudación en perjuicio de la administración
pública el uso dedocumentaciónfalsa destinada a acreditar un inexistentederecho a
percibir un beneficio previsional.
Si el procesado utilizó un expediente falso de una caja de jubilaciones en un solo ac-
to, aunque contenga diversosdocumentos incorporados, setrata de un hecho único,
uso de documentos falsos. [CNFed. Crim. y Corr., Sala 1, 6/8/87, "Mallorca, Delia y
otros", LL, 1988-8-194,con nota de Horacio S. Maldonado].
104- S i la violencia desplegada excedió la ínsita en el tipo penal del robo y hasta la
necesaria para reducir a la víctima, las lesiones leves provocadas concurren en forma
ideal con el robo.
Entre la violencia requerida para el robo y las lesiones leves media una relación de
consunción, que las torna inescindibles y que permite definirlas como de concurso
aparentedetipos penales (del voto en disidencia del doctorTozzini). [CNCrim.y Corr.,
Sala 1, 19/3/87, "Gauna, Jorge A.", LL, 1987-D-1751.
105- Los delitosde calumnia yfalsa denuncia tienen elementoscomunes, y además
elementos propios de cada uno de ellos. Cuando se dan los comunes y los propios de
ambosen un caso, se está ante un concurso ideal (art. 54, Cód. Penal). [CNFed. Crim. y
Corr., Sala 11,17/2/87, "Scherrer, Arnoldo y otro", LL, 1987-D-5321.
106- La falsificación y posterior presentación al cobro de dos cheques previamente
sustraídos a su dueño constituye los delitos de estafa en concurso ideal con falsifica-
ción de instrumento privado reiterado, ambosen concurso real con el hurto anterior.
[CNCrim. y Corr., Sala V. 23/4/86, "Mileto, Oscar", LL, 1986-D-39; DJ, 1986-2-8071.
107- El cheque es una orden de pago, que a pesar de su específica naturaleza no
puede equipararse a la moneda sin incurrir en una discrecional analogía, no pudien-
do asimilarlo, por otra parte, al género que conforme al Código de Comercio son los
títulos de créditos, al igual que el pagaré o la letra de cambio.
Por lo que quien entrega chequesfalsificados en pago de mercadería comete el deli-
to de estafa en concurso ideal con falsificación de cheques equiparados a documen-
CARLOS S. CARAMUTI
tos privados (arts. 172, 292, 296 y 54, Cód. Penal). En la legislación actual la falsifica-
ción del chequeseencuentra aprehendida por el art. 285 del Cód. Penal, que prevé la
pena asignada a la falsificación de moneda, sin que el texto vigente haga distinción
alguna entre cheques oficiales y privadoscomo la establecida por la ley 21.338, crite-
rio que concuerda con la doctrina del plenario "Mauad, J." (LL, 97-644); por ello ha-
biéndose cometido los ilícitosjuzgados, sin excepción, con posterioridad a la sanción
de la ley 23.077, vigente al dictarse sentencia, el delito debe calificarse de estafa en
concurso ideal con falsificación de cheque equiparado al de moneda (del voto en di-
sidencia del doctorValdovinos). [CNCrim. y Corr., Sala IV, 22/4/86, "Vosilla, Bruno", LL,
1986-D-3531.
108- Seadueñadeuna cosa perdidael halladorquea sabiendasdequela cosa esaje-
..
na v oerdida intenta obtener con ella la contraorestación contractual. Y como en el
caso se concreta en su efecto real cuando se utiliza la tarjeta de crédito para lograr la
compra, allíseefectiviza el dominioy se injerta en un delito único conel ardid que ne-
cesita la estafa, bajo la forma del concurso ideal. [CNCrim.y Corr., SalaV, 12/4/86. "Zin-
der. Saúl J.", LL, 1986-C-5161.
109- El accionar del procesado, que despojó fraudulentamente al damnificado de
determinada suma de dinerovaliéndose para tal fin de una artificiosa y bien elabora-
da maniobra, con primordial utilización de instrumentos falaces, configura el delito
de estafa en concurso ideal con uso de documentosfalsos, privados y públicos (arts.
54, 172, 292 y 296, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala VII, 15/3/82, "García Vizcarra, L.
A,",BCNCyC, 1982-2-421.
110- S i entre las calumnias y las iniurias existe íntima conexidad y han sido proferi-
dasen un mismoy único documento, noseconfiguran dos hechos independientes, si-
no que se trata de la hipótesisdel concurso ideal del art. 54del Cód. Penal, por haber
sucedido todo en un idéntico contexto de acción, siendo de advertir que el éntrelaza-
mientoquedetal modose ponede relievesevefavorecido por la circunstanciadeque
en losdelitos contra el honor la injuria esel género y la calumnia la especie. [CNCrim.
y Corr., Sala VI, 23/2/82, "Granada Insúa, R. A,",BCNCyC, 1982-1-101.
111-Cuando los actosconstitutivosdeviolación significan, a la vez, una acción emi-
nentemente depravadora y que tiende a torcer el sano desarrollo de la sexualidad de
un menor (aunque sea por ser prematuros, como ocurre en la especie examinada) no
hay por qué negartambién la configuracióndel delitodecorrupción en concurso ide-
al con aquél. [CNCrim. y Corr., Sala 111,28/11/81, "P., A. C.", ED, 97-5391.
112- Constituye el delito de violación en concurso ideal con corrupción (arts. 119,
inc. lo,125, párr. loy 54, Cód. Penal) la acción del procesado que en el interior de la
pieza de unedificio llamó a dosniños(deseisy cuatroaños), que jugaban por el lugar,
acarició a uno de ellos mientras el otro miraba, haciéndose luego acariciar losgenita-
les, apoyándole a uno de aquéllos (el de cuatro años)el miembro erecto sobre el ano,
comenzando a hacer fuerza para que entrase sin que el niño gritara; luego de lo cual
se masturbóen presenciade los niñosy eyaculó en la parteexterna del anodel menor.
[CNCrim. y Corr., Sala VI, 25/9/81, "Rubio, A. A,",BCNCyC, 1981-X-2351.
CONCURSO DE DELITOS
113- La acción del procesado, que con un fierro rompió losvidriosde la camioneta
del damnificado, lesionando a éste con el mismo instrumento, y, dando marcha atrás,
deterioró másaún aquel vehículo, configura el delito de daño calificado en concurso
ideal con lesiones (arts. 89, 184, inc. 4" y 54, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala III,
19/6/81, "Pechinotti, Marcelino", BCNCyC, 1981-VII-1431.
114- Comete losdelitosde usurpación detítulo y estafa en concurso ideal quien, in-
vocando falso título (arquitecto), suscribió con la damnificada el contrato de cons-
trucción, dirección deobra y confección de planos, constituyendo el falso título invo-
cado el ardid típicode la estafa, ya que dichotítulo importó simular la calidad que ne-
cesitaba para obtener la suscripción del contrato. Por otra parte, la falta de título ha-
bilitantecondujoa lasimperfeccionesde la obra yal ejercicio de una dirección para la
que no estaba capacitado, con el directo perjuicio que causaba su conducta (arts.
1077,1078,1083 y concs., Cód. Civil). [CNCrim. y Corr., Sala IV, 21/4/81, "Dattoli, José",
BCNCyC, 1981-V-991.
115- Las leves lesiones provocadas para sustraerse a la vigilancia del policía apre-
hensor, comprendidas en la violencia descrita en la figura
- de la evasión, no alcanzan
relevancia autónoma y no son separables materialmentedel otro tipo delictivo, si no
concurren formalmente con éste, por constituir en definitiva un único hecho atrapa-
do por dos sanciones legales (art. 54, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala VII, 12/3/81,
"Raubar, Guillermo J.", JA, 1982-1-1961.
116- Entre las figurasde losarts. 139, inc. 2" y 293 del Cód. Penal existe un concurso
ideal (art. 54, Cód. Penal), y no una concurrencia de leyes, puesambostipos penales
no se excluyen entre sí. [Cám. Apel. Civ. Min. Crim. y Corr. San Carlos de Bariloche,
27/10/80, "Hospital Zonal", LL, 1981-C-501.
117- El concurso entre el delito de estafa y el de falsificación esel "ideal", ya que las
falsedades tenían por objeto concretar definitivamente el engaño en que se asenta-
ban los procesos del fuero comercial, promovidos sobre instrumentos privados que
recién adquirían carácter de públicosal ser agregadosoficialmente en el expediente
judicial. [CNCrim. y Corr., Sala V. 26/8/80, "Aguilar, Zubelzu", BCNCyC, 1980-IX-1811.
118- El acceso carnal por vía anal, del que resultó víctima un menor varón, configu-
ra el delito deviolación en concurso ideal con corrupción, sin que tenga relevancia,
con respecto a la primera figura, que la penetración no haya sido completa o que la
eyaculación no se hubiera concretado en el interior de la cavidad rectal. La conducta
del procesado tuvo entidad másque suficiente para desviar de su normal cauce el na-
tural instinto sexual del menor víctima, cuyo estudio médico psiquiátrico no permite
inferir que de su parte haya existido falta de comprensiónde lo ocurrido, con impre-
visibles consecuenciasfuturas sobre su correcto sentido de la moral sexual. [CNCrim.
y Corr., Sala 11,27/6/80, "Rodríguez, Ramón O.", BCNCyC, 1980-X-2371.
120- En el caso deautos, en quese mató para robar, en secuencia sucesiva y sin solu-
ción de continuidad, están presentes losextremos del art. 164del Cód. Penal, ya que,
con arreglo al esquema básico del robo, la violencia puede tener lugar antes del he-
cho para facilitarlo, y como por añadidura esa violencia se llevó a cabo con arma im-
propia, concurre la agravante del inc. 2" del art. 166 del Cód. Penal, razón por la cual
la calificación es la de homicidio calificado en concurso ideal con robo agravado por
el uso de arma (arts. 54.80, incs. 2"y 74 164,166, inc. 2", Cód. Penal). [CNCrim. y Corr.,
Sala V. 27/5/80, "Capelo, Martín", BCNCyC, 1980-VIII-1661.
121 - Las lesiones leves causadas por el acusado, en momentos (en) que ejercía vio-
lencia sobre la niña para consumar el rapto con propósitosdeshonestos, no constitu-
ye un hecho independiente, como lo requiereel art. 55 del Cód. Penal, sino que, en el
caso, setratade un hecho pertenecientea unsolocontextodeacciónque resultaatra-
pado bajo dos tipos delictivos (art. 54, Código citado). [Cám. 3=Apel. Crim. Córdoba,
9/5/80, "Urbano, José L.", SPLL, 19804321.
122- Tratándosede unafalsificaciónde receta médica para el exclusivofindeprocu-
rar sustancias estupefacientes de tenencia ilegítima, el perjuicio derivado de la falsi-
ficación sólo severifica a través de la compra de los medicamentosque poseen aquel
carácter, por lo que se trata de conducta; dependientes en relación dé medio a fin,
productode la intención unitaria del agente, lo cual torna aplicableel art. 54del Cód.
Penal. [CNCrim. y Corr., Sala 11, 19/10/79, "González, Ricardo", LL, 1981-8-577,jurispr.
agrup., caso 4390; BCNCyC, 1980-1\1-77],
123- La calificación correcta debe ser la de hurto y violación de domicilio en concur-
so ideal (arts. 162, 150, 54, Cód. Penal), y no la de hurto simple únicamente, ya que el
delito másseveramentepenadoaquese refiereel tipodelaviolacióndedomiciliode-
be serlo en toda su escala sancionatoria, por cuanto resultaría incongruente que
quien hace más, o sea, viola un domicilio y hurta, pueda tener pena inferior a la de
quien hace menos, limitándose aviolar un domicilio. [CNCrim. y Corr., Sala 111,28/8/79,
"Sánchez, Carlos A,", BCNCyC, 1980-1\1-62],
124- S i el hecho sub examen consistió no solamente en un daño causado porfuego
a diversos efectos de la escuela afectada, sino también en la destrucción de dos ban-
deras argentinas del establecimiento,destinadas a la reverencia de un número inde-
terminadode personas, acción ilícitaesta última prevista enotra norma penal, no me-
diando entreambasmodalidadesconsumativasdeese hecho relaciónalguna quede-
termine el predominio de una de ellas, resulta evidente que el hecho en cuestión es
doblemente típico, siendo su calificación legal la de daño calificado y daño, en con-
curso ideal (arts. 184, inc. lo,
183 y 54, Cód. Penal). [TS Córdoba, Sala Crim. y Corr.,
21/3/79, "Hedelscoff, Raúl y otros", BJC, XXIII-1091.
125- Comete el delito de estafa en concurso ideal con adulteración de instrumento
privado quien mediante el ardid de entregar un documento con apariencia de che-
que y con valor como tal, adulterado, logra que se le entregue mercadería. [CNCrim.
y Corr., Sala IV, 11/8/78, "Scoti, Francisco A.", LL, 1980-D-779, jurispr. agrup., caso
40311.
CONCURSO DE DELITOS
133- Cabe procesar como coautora del delito de trata de personas-arts. 29 inc. c),
ley 26.364~145bis. Cód. Penal-confinalidaddeexplotaciónsexual agravado por los
incs. 1; 4" y 5" del art. 145 tery en concurso ideal con los delitos previstos en los arts.
54 y 127, inc. lo del Cód. Penal a quien regenteaba un local nocturno si está acredita-
do que se encargaba, en beneficio propio, de captar, trasladar, acoger y explotar se-
xualmente a mujeres en condiciones de vulnerabilidad, quienes eran veladamente
sometidas a través de la retención sustancial de sus ganancias hasta el transcurso de
determinada cantidad dedías, todo en un marco de intimidación marcado por la pre-
sencia masculinadela pareja deaquella, un barmanque portaba armadefuegoy per-
Inst. Corrientes no2,3/10/13, "B., l. C. y otros",
sonal policial en el lugar. [Juzg. Fed. la
LL, On Line, AWJUW65636/2013].
134- Media un concurso ideal, y no real, entre los delitos de robo y privación ilegal
de la libertad si la restricciónde la libertad ambulatoria de las oersonasaue se encon-
trabanen la entidad bancaria al momentodel robo, estuvodirigidaa permitirel desa-
poderamiento del contenido de las cajas de seguridad, y no a tomar como rehenes a
lasvíctimas.[TOCn01San Isidro, 21/5/10, "De IaTorre, RubénAlberto, Araujo, Fernan-
do, García Bolster, Sebastián Norberto y Zalloecheverría, José Julián", LL, On Line,
AWJUW17079/2010].
137- Debe condenarse por abuso sexual con acceso carnal calificado en concurso
ideal con ~romocióna la corru~cióncalificadasi el relato de la niña víctima del hecho
aparece abonado por una pericia psicológica que informa la inexistencia de tenden-
cia a la fabulación así como el relato detallado auedemuestra aue los hechosfueron
realmentevivenciados.[TS Córdoba, Sala Penal, 5/4/10, "P., R. F.", LL, 700604341.
138- El robo calificado y la tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil concurren
enforma ideal sicuanto menosdurante la ejecución del delito contra la propiedad, se
verificó la superposición de las acciones típicas que caracterizan a esa relación con-
cursal, entanto lostiposqueconvergen presentanuna especial conexión+ partirde
ciertos elementos comunes- que hace que funcionen como círculos secantes, mien-
tras que en el concurso real se carece de esa conexión y los tipos funcionan como cír-
culos independientes (del voto en disidencia del doctor Divito). [CNCrim. y Corr., Sala
VII, 916115, "G. R. ",LL, On Line, AWJUR/28053/2015].
139- Cabecondenar como coautoresde losdelitosde contrabando y lavado deacti-
vosen concurso ideal en gradodetentativa, a quienes intentaron ingresar al paísuna
gran cantidad de divisas legítimas ocultas en el equipaje, ya que tales monedas son
mercaderías en los términos de los arts. 10 y 11 del Cód. Aduanero y, están sujetas al
debido control aduanero y al régimen represivo del Código Aduanero. [TOPE no 2
Cap. Fed., 2716111, "Acosta Aguilera, Luz María y Guzmán Ramírez, FranciscoJavier",
SAII, SUT00068961.
142- S i bien es materia dudosa la presencia de un concurso ideal entre delitos per-
manentes e instantáneos, tal concurrencia se admite en ocasiones en que hay total
concordancia del elementoobjetivoy subjetivode lasacciones. lo quesucede cuando
la conducta del delito instantáneo -matar- coincide con el momento en aue co-
mienza la acción típica del delito permanente-privar de la libertad-sin queello re-
sulte de una nueva resolución criminal. Se produce, así, el resultado letal para iniciar,
de ese modo, la privación de la libertad, lo que constituye la íntima conexidad entre
ambas infracciones que, en las especiales circunstancias del caso, permiten afirmar
que entre ellas ha mediado un concurso formal. [Cám. Fed. San ~ a ¿ í n ,14/9/88, "Fir-
menich, Mario E.", DI, 1989-2-681.
145- Examinado el alegato del señor fiscal de juicio que fuera declarado nulo (fs.
2301vta.). considero que su conclusión resulta acertada en la medida en que del exa-
men de las acreditacionescolectadas durante el debate se desprende que no es posi-
ble precisar con certeza apodíctica el momentoenaueel imputado receptóel arma en
cuestión, que bien pudoacaecerconposterioridad al 24de mayo de2006, esdecir, lue-
qo
- de que fuese sustraída al personal policial, o el mismo día en que fue aprehendido
al cometer el robo con armas-esto es, el 14de junio-, en cuyo caso la tenencia sería
meramente concomitante con la receptación, quedando ésta absorbida por la porta-
ción al tenerla sólo y para robar, máxime si se tiene en cuenta que no pudo probarse
que la portacióndel armacontinuaraenel tiempo, aunqueen modo breve, másallá de
la comisión del delito de robo con armas (rnutatisrnutandicausa no5184, "Gutiérrez,
Mauricio Javier dRecurso de casación", reg. 145105, del 10/3/05); de forma tal que el
dictado de un pronunciamiento condenatorio en la presente violaría el principio de
non b k i n idern. [CNCas. Penal, Sala 111,26/1 1/08, "Miranda, Walter Leonardo y Salva,
José Manuel s1Recurso decasación", causa n09580, reg. no1671/08,Lexis, no2U12787].
146- Surge la existencia de una unidad de conducta de los acriminados, por lo que
debe sostenerseque el suceso pesquisado es único e inescindible, por manera que no
corresponde decidir en la encuesta sobre meras calificaciones legales, aun cuando se
esté en presencia de una pluralidad de episodios, en resguardo de la garantía consti-
tucional del non bis in idern.
Es que no obstante que las figuras legales de estafa y concurrencia desleal tratadas
protegen bienes jurídicos diferentes, lo cierto es que tal distinción no alcanza a des-
CARLOS S. CARAMUTI
solicitar la absolución por dos delitos y la condena por otro que concurría en forma
ideal con aquéllos, el tribunal de sentencia debiófulminar dicho alegato, en la medi-
da en queesas contradicciones hubieran comprometido suvalidez por la violación del
deber de motivación, mas no derivar deellasconsecuenciasque condicionabansufa-
cultad de sentenciar.
No puede un tribunal condenar por un delito y absolver por otro en consideración de
un único y mismo hecho atribuido, puesello constituiría una anomalía susceptible de
comprometer la vigencia del fallo como pronunciamiento jurisdiccional válido (del
voto en disidencia de losdoctores Ayala y Catalano).
En el concurso ideal de delitos ninguno de lostipos que convergensobre la conducta
toma la totalidaddel hecho, sino quecada unodeellosaprehendeciertosaspectosde
la acción, esdecir, queenestoscasosesel conjuntode lostipos penalesenjuego loque
abarca la totalidad deésta, sin perjuiciodequeexista entre lostiposconcurrentesuna
mínima superposición de espacios típicos (del voto en disidencia de los doctores Aya-
la y Catalano).
Esajustada a Derecho la sentencia queen el marcode un concurso ideal dedelitosab-
solvió al imputado respecto de aquellos en relación a los cuales no existía acusación
fiscal y, con relaciónal otro delito porel cual el Ministerio Público había mantenidosu
interés persecutorio -en el caso, abuso sexual con acceso carnal-, absolvió por el
principionon bisin idem, puesacertadamenteconcluyóquedebía formular una nue-
va apreciación de los elementos incriminantes que ya se habían ventilado para los
otros ilícitos, enviolaciónal mentado principio (del voto en disidencia de losdoctores
Ayala y Catalano). [USalta, 2015108,"T., M. A,", LLNOA, 2008 (octubre) 8911.
150- Sien un proceso por estafa, el engañose produjo mediante undocumentoatri-
buido como falso. el nuevo oroceso aue . oretende
. atribuir al mismo imoutado su fal-
sificación o el ese do;umento falso infringe la regla del ne bisin idem, pues no
caben dudasdeque la conducta quetiene por objeto estafara una persona oentidad
bancaria a través del uso de un documento falso-en el caso, se había extraído dine-
ro de una cuenta bancaria con el documento de identidad de un familiar fallecido-,
constituye un hecho único, natural e históricamente indivisible (del voto del doctor
Freiler).
La relación concursa1entreel uso del documento públicofalsoy la estafa llevada a ca-
bo mediante la presentacióndel documento -en el caso, de identidad falso presen-
tado para extraer dinero de la cuenta de un familiar fallecido- es de carácter ideal,
pues el engaño desplegado se habría materializado a través de la presentación del
documento, conducta que se encuentra absorbida por la maniobra defraudatoria.
[CNCrim. y Corr., Sala l. U1 1106,"Catelani, Alicia R. y otros", LL, 2007-6-768;
DJ, 2007-
2-1241.
151 -Habiendo sido derogado el delito de tenencia ilegal de municiones, que en
el caso concurre idealmente con el de tenencia ilegítima de armas de guerra, por
aplicación del principio de benignidad del art. 2O del Cód. Penal, resulta improce-
dente absolver al imputado por el mismo hecho por el cual se dicta a la vez conde-
na, sin afectar el principio del non bisin idem, debiendo solucionarseel conflicto en
CARLOS S. CARAMUTI
153 - La regla 4=, pto. 5" del art. 495 del Cód. Proc. Penal, al disponer que el juez se
pronunciará absolviendo o condenando por el delito o delitos que hayan sido mate-
ria del proceso, se refierea hecho o hechosy no a tiposofigurasdelictivas, por lo que,
si se considera que, se da un concurso ideal -un solo hecho- (art. 54, Cód. Penal), el
juez no puede absolver y condenar a la vez por el mismo hecho.
Si seestimóqueexiste unconcurso ideal dedelitosdebió condenarseoabsolverse por
el hechomaterial del procesoy nocondenaroabsolveral mismotiempo porel mismo
e idéntico hecho (entre la violación de los deberes de funcionario público y las exac-
ciones ilegales), sin perjuicio de que se declare que se configuran uno ovariostiposo
figurasdelictivas, pues de otra manera se afectaría el principio jurídico iura curia no-
vit; los jueces son libres y soberanos para interpretar el encuadre legal del hecho,
siempre que no afecte la plataforma fáctica de la acusación, pues en tal sentido ésta
delimita a la sentencia.
Si lasentenciaesnula, como lasactuacionesposterioresaella, porafectarel orden pú-
blico, asídebe declararsedeoficio aunque no losoliciten las partes (enel caso, si se es-
timó en primera instancia que había concurso ideal debió condenarse a absolver por
el hecho del proceso pero no condenar y absolver al mismo tiempo por el mismo e
idéntico hecho). [Cám. Fed. Tucumán, 1U10/81, "Tamer, Juan J. y otro", LL, 1982-A-
4481.
154- Quien recibe, con conocimiento de su origen ilícito, un bien previamente hur-
tado oara trasladarlo másallá delasfronterasconviolaciónal contraloraduanero, no
realiza una duplicidaddelictiva, sinoque lleva a cabo un solo hecho, sea quesevea en
el caso una hipótesis de concurso aparente o un supuesto de concurso ideal.
Condenar en esta sede al procesado por encubrimiento mientras se le sigue proceso
ante la justicia federal por contrabando de lo queencubriera comporta lesión al prin-
cipio de la única persecución -non bis in idern-. [CNCrim. y Corr., Sala V, 13/3/81,
"Borthiry,A.O.", BCNCyC, 1981-IV-77;JA, 1981-111-801.
155- No obstante que el a quo en la parte dispositiva del fallo desdobló un hecho
único, al condenary absolveral mismo tiempo porfalsificación de instrumento priva-
do (art. 292, Cód. Penal) y tenencia prohibida dedrogas (art. 6". ley 20.771). nocorres-
ponde decretar la nulidad del fallo, pues para que proceda se requiere que la viola-
ción quesealega derivede un perjuicio real y concreto para la defensa. Ello noocurre
enel presentecaso, en que la absolucióndecretadaen quesefunda el desdoblamien-
to la favorece (del voto del doctor Ledesma). [CNCrim. y Corr., Sala 11,19/10/79, "Gon-
zález, Ricardo", BCNCyC, 1980-1\1-77],
CONCURSO DE DELITOS
vención de la justicia correccional (art. 27, inc.2". Cód. Proc. Penal, ello es, tresañosde
pena privativa de libertad), margen que también se veía superado con el delito de
portación de armas de fuego de uso civil (art. 189, inc. 24 párr. 3". Cód. Penal), trans-
ferido anteriormente por la ley 25.752, que prevé una pena de prisión de hasta cua-
tro años (del voto de la mayoría).
Si bien la competencia ha sidodelegada en materia deamenazassimples, no lo fueen
el caso de las lesiones leves. Como competencia delegada puede este fuero intervenir
en la instruccióndel sumario, mientrasque no lo puede hacer quien no ha recibidofa-
cultad al respecto-en estecaso, el fuero penal, contravencionaly defaltas-en ma-
teria en la que no fue nunca competente (del voto en disidencia del doctor Pocciello
Argerich).
Como hesostenidoen casossimilares, convienemantener la intervención en lostribu-
nales de competencia más amplia, para evitar así futuros planteos nulificantes (del
voto en disidencia del doctor Pociello Argerich). [CNCrim. y Corr., 4/12/08, "Fiorini,
Gustavo", www.eldialexpress.com].
158- Frente a supuestosde concurso ideal entre tipos penales de competencia de la
justicia local y de la justicia nacional local -en el caso, seotorgó la competencia para
entender en un concurso ideal entre los delitos de amenazas y lesiones leves a la jus-
ticia contravencionaly de faltasde la Ciudad de BuenosAires-, corresponde que co-
nozca en el expediente aquella que tenga asignada competencia para el delito más
grave. [CNCrim. y Corr., Sala 1, 17111/08, "Candin, Yanina", LL, On Line].
162- Correspondea la justicia federal entender en la causa instruida con motivo del
secuestro de un revólver calibre treinta y dos que presentaba su numeración altera-
da, ya que lasconstanciasincorporadasal incidente no permiten descartar que los he-
chosdel caso constituyan una única conducta-insusceptibledeserescindida-en los
términosdel art. 54del Cód. Penal. [CSJN, 3/2/05, "Izaurralde, Ernesto R.", DI, 2005-2-
13491
163- Escompetenteelfuero nacional en locriminal ycorreccionalfederal y no lajus-
ticia ordinaria de la Capital Federal para entender en la causa seguida por adultera-
ción de medicamentos, falsificación de las marcas debidamente registradas y poste-
rior distribución y venta de tales productos, puesse trata de hechos inescindiblescon
doble encuadre legal -ley 22.362 y art. 200, Cód. Penal-que concurrirían en forma
ideal, ambasinfraccionesse habríancometido simultáneamentey por una única con-
ducta, correspondiendo a los tribunales federales conocer en la concurrencia ideal
entre un delito común y otro de índole federal. [CNCas. Penal, Salalll, 3/7/03. "Cotela,
RoqueJ.", DJ, 2003-2-9731.
164- Cuando existe concurso ideal entre un delito común y otro de índole federal
-en el caso, art. 200, Cód. Penal y ley 22.362-es a este fuero al que corresponde su
investigaciónEscompetente la justicia federal para entenderen la investigaciónde la
adulteración de medicamentos de un modo peligroso para la salud, disimulando su
carácter nocivo mediante la falsificación de las marcas (art. 200, Cód. Penal y ley
22.362). pues se trataría de hechos inescindiblescon un doble encuadramiento legal
que concurrirían habiendo sido cometidas ambas infracciones simultáneamente y
mediante una única conducta (del dictamen del procurador general que la Corte ha-
ce suyo). [CSJN, 30/4/02, "Ruidiaz, Gerardo y otros", LL, 2002-E-5891.
165- Es competente la justicia federal para conocer en la causa en la que los hechos
denunciados podrían encuadrar en los delitos previstos en el art. 71 de la ley 11.723
de PropiedadIntelectual y en el art. 33 de la ley 22.362 de Marcas, queconcurrirían en
forma ideal, sin perjuicio de que la infracción a la primera de las normas citadas sea
ajena a su conocimiento. [TOC Fed.Tucumán, 6/2/02, "Nanclares, Augusto D. y otro",
LLNOA, 2002-12581.
166- De lo expuesto se sigue que, más allá de la crítica que podría formularse al
"fraccionamiento" de un hecho único, lo cierto esque esta "porción" esde imposible
tratamiento en esta sede federal, puessu conocimiento y decisión, en tanto parte de
un único suceso sometido a la jurisdicción local, allí debió resolverse. [Cám. Fed. Ge-
neral Roca, 27/12/98, "Rodríguez, O. M.", causa n0375/99, JPBA, 113-1411.
167- Es necesaria la unidad de proceso ante la justicia federal cuando un hecho úni-
co-desde el punto devista del art. 54del Cód. Penal-es objeto de más de una cali-
ficación, haciendo una de ellas surgir la competencia federal, mientras la otra resul-
taría, en principio, de competencia común. [Cám. Fed. La Plata, Sala 11,13/3/97, "Ruiz,
Dora J.", DI, 1998-3-1811.
168- Corresponde a la justicia federal y no a la local entender en el juzgamiento de
losdelitos previstosenel art. 33, inc. d) de la ley 17.671 -de Identificación, Registroy
CARLOS S. CARAMUTI
169- La Justicia Federal es competente para investigar un hecho delictivo que que-
da comprendidoen las leyes22.362 y 11.723, lascualesconcurrenenforma ideal, pues
si bien esta última resulta ajena a su conocimiento, pues es conveniente que un solo
tribunal entienda en la causa, en tanto ambas infraccioneshabrían sido cometidassi-
multáneamente y mediante una única conducta. [Cám. Fed. Rosario, Sala A, 10/4/13,
"B., J. C.", LL, On Line, AWJUW10025/2013].
171- El concurso ideal (art. 54, Cód. Penal) entre un delito de acción pública y otro
dependiente de instancia privada no habilita la persecución de oficio por el todo,
mientrassubsistan lasrazonesquefundan la reserva legal en favorde lavoluntad par-
ticular condicionante del juzgamiento. Esdecir que, si no mediaron lascircunstancias
de excepción mencionadas en la última parte del art. 72, inc. 2"del Cód. Penal, no es
posible prescindir de la instancia de parte, aunque haya conexión por simultaneidad
O concurrencia entre las lesiones leves y otro delito perseguiblede oficio. [CNCrim. y
Corr., Sala VII, 13/4/81, "Zeballos, Mario F.", BCNCyC, 1981-V-93; ED, 93-7071.
CONCURSO DE DELITOS
13 -Cosa juzgada
178- El sistema establecido por el art. 54del Cód. Penal esel deabsorciónabsoluta,
que difiere del relativo que regula el art. 56 a previsiones contenidas para casos de
concurso real (art. 55); en consecuencia el hecho delictuoso entratamiento debe limi-
tarse a la aplicación exclusiva de la especie de pena que fija el art. 172 del Cód. Penal
con prescindencia de la inhabilitación que prevé el art. 28, párr. 3" de la ley 11.386,
porque ambos concurren idealmente, lo cual deriva de la estricta interpretación de
los textos de las leyes penales (art. 12, Cód. de Proc. Criminal). [Cám. Fed. Resistencia,
2/12/80, "Sánchez, Mario y otro", LL, 1981-C-6551.
181- S i bien, con anterioridad a la reforma operada por ley 25.990, la denominada
"tesisdel paralelismo"debía seraplicada para resolver la prescripción de la acción pe-
nal ante un concurso real de delitos, mas no para el supuesto en que el concurso sea
ideal o formal, a partir de la nueva redacción del art. 67 del Cód. Penal es aplicable
también a estos supuestos de concurso de delitos (del voto del doctor Roncoroni).
La prescripciónde la acción penal correy opera en relaciónconcada delito, auncuan-
do exista concurso entreellos, debido a que la interpretación y aplicación estrictasde
las reglas del concurso ideal conducen a la acumulación de penas, pero no a la de los
plazosde prescripciónde lasacciones, y esta interpretación ha sido receptada, enfor-
ma expresa, por la ley 25.990 en el actual art. 67 del Cód. Penal (del voto de la docto-
ra Kogan).
La prescripción de la acción penal corre y opera independientemente para cada deli-
to, aun cuandoexistaconcursoentreellos, pues la "tesisdel paralelismo" abarca tam-
bién al concurso ideal. [SCBA, 12i7106, "L., R. M. y otro", LLBA, 2006-14391.
182- Cabe rechazar el planteo de prescripción deducido por quien, siendo acusado
por delitos que concurren idealmente -en el caso, interrupción o entorpecimiento
de línea telefónica y daño agravado-, pretende que se deilare prescripta la acción
penal con respecto al que tiene prevista la pena menor, pues, sobreseer al imputado
con relación a uno de los delitos tendría como consecuencia inmediata la imposibili-
dad de seguir persiguiendo el hechotambién respecto del delito de mayor gravedad,
lo que resulta contrario a la regla emanada del art. 54del Cód. Penal. [CNFed. Crim. y
Corr., Sala 11,27/6/06, "Marchione, Gabriel", LL, 2006-E-6561.
184- S i nada impide, a partir de un hecho, condenar por dos o más delitos que con-
curren en forma ideal, nada obsta a declarar la prescripción de alguno de ellos, cuan-
do aquélla ha operado (del voto del doctor Genoud).
Resulta procedentedeclarar, deoficio, la extinciónde la acción penal por prescripción
respecto de uno de losdelitosqueconcurre idealmente con otro de pena mayor-en
el caso, se declaró la prescripcibn de la acción por el delito de falsedád de instrumen-
to públicoqueconcu~ría,idéalmente, conel dépeculado-, si respectodelprimero ha
operado el plazo de extinción (del voto del doctor Roncoroni).
CARLOS S. CARAMUTI
A un hecho delictuoso único (aun cuando haya doblecalificación respecto de ese mis-
mo hecho) le sigue la unidad de pena -la pena mayor- y la prescripción referida a
ésta
Cuando dos delitos concurren idealmente, la prescripción de la acción se rige por un
solo término: el correspondientea la pena mayor, porqueésta es la única pena aplica-
ble (art. 54, Cód. Penal). [Cám. ZaApel.Crim. Mercedes, San Luis, 23/5/80, "Cristófano,
Aldo E.",IA, 1981-IV-3993.
CAPITULO
IV
CONCURSO APARENTE DE LEYES
gura del concurso aparente de leyes, pues, si empleáramos en estos casos la norma
del art. 54del Cód. Penal, algunostiposdelictivos no resultarían nunca aplicables,
loquecontradiría su ratio legis porestar manifiestamente destinadosa regular las
específicas conductas por ellos descriptas como prohibidas bajo amenaza de pena.
Así, ejemplifica Soler4, nunca sería aplicable el delito de evasión con violencia en
las personas que el art. 280 del Cód. Penal reprime con pena de un mes a un año de
prisión, ya que ejercer dicha violencia implicaría poner manos en la autoridad, lo
quetornaría siempre aplicableel art. 238, inc.4"del Cód. Penal (resistenciaagrava-
da a la autoridad), que tiene mayor pena (seis meses a dos años de prisión).
Podemos definir el concurso aparente de leyes como el conjunto de relaciones
entre ciertos tipos penales quedeterminan la aplicación al caso de uno de ellos y el
desplazamiento del otro o de los otros.
Como dice Creus, dicho desplazamiento puede fundarseen distintas motivacio-
nes procedentes de las mismas consideraciones de las tipicidades, que, a su vez,
constituyen los principios que rigen las relaciones de desplazamiento5.
Como luego veremos, de esas relaciones resulta que una figura abarca o inclu-
yea la otra u otras6, de modo que, frente a un hecho real, la concreción de uno de
los tipos implica (o puede implicar) también la de los demás, pero su esencia radica
en que ese hecho sólo puede enjuiciarse por uno de los tipos y los restantes retro-
ceden7.Si el hecho encuadra en la figura más completa, esto es en la que contiene
a la otra, el hecho realiza también la menos completa, pero no a la inversa. Por
ejemplo, el hecho de matar al padre realiza la descripción del art. 80, inc. lo (matar
al ascendiente, descendiente o cónyuge), asícomo la del art. 79 del Cód. Penal (ma-
tara otro); en cambio, el hecho de matar a otro que no es el ascendiente, descen-
diente o cónyuge sólo realiza la descripción del art. 79, pero no la del art. 80. Ello
determina la aplicación de la figura más completa si concurren en el caso todos sus
elementos (por ejemplo, matar al padre) y de la menoscompleta si faltan los requi-
sitosadicionales de aquella (por ejemplo, matara otro que no es ascendiente, des-
cendiente ni cónyuge).
Conviene aclarar aquí que, aunque la cuestión nos interese para determinar en
definitiva quétipo penal debemosaplicar a un caso real, las relacionesquedan lu-
gar al concurso aparente de leyes pueden ser analizadas en abstracto, estudiando
y comparando el contenido de la descripción de los distintos tipos, con indepen-
dencia de la existencia de un hecho concreto.
porque el ascendiente es también otro con relación al autor. Del mismo modo ro-
bar con fractura de pared, cerco o techo, puerta o ventana de un lugar habitado
(art. 167, inc. 3", Cód. Penal), implica necesariamente dañar dealgún modo el in-
mueble al quese penetra (art. 183, Cód. Pena1)eingresarenel recinto habitado por
otro contra la voluntad expresa o presunta de quien tenga derecho a excluirlo (art.
150, Cód. Penal), relación que puede apreciarse con toda evidencia analizando
abstractamente las respectivasfigurascon independencia de la comisión de un he-
cho concreto.
En lo que sí coincido con pessoa8es en que en el concurso aparente de tipos la
superposición de espacios típicos hace que uno de los tipos contenga o incluya ín-
tegramente al otro, pues uno de ellos aprehende en forma total la acción, en tan-
toqueel otro lo hace en forma parcial, lo que no significa, según creo, que lostipos
no se excluyan entre sí respecto de su aplicación a un caso concreto, ya que de nin-
gún modo pueden aplicarse conjunta o simultáneamente a un mismo hecho. Ello
implicaría una doble desvaloración del mismo hecho.
No existe acuerdo en la doctrina acerca de cuántas y cuáles son las posibles rela-
ciones que dan lugar a concurso aparente de leyes. La cuestión se hace más confu-
sa porquedivergen no sólo el número sino también la denominación de las respec-
tivas relacionesy el orden de su tratamiento, siendo ésta entonces otra razón a fa-
vor de la regulación legislativa expresa40.
Cabe descartar, en primer término, los supuestos en que se advierte total indi-
ferencia o neutralidad entre lostipos, esdecir, las hipótesisen quese trata detipos
entre los cuales no existe ninguna inmediatez ni proximidad conceptual. Es lo que
ocurre, por ejemplo, entre el homicidio (art. 79, Cód. Penal), la injuria (art. 1lo), la
violación (art. 119), el matrimonio ilegal (art. 134) y la estafa (art. 172), tiposentre
loscualesnoexiste ningún riesgo o posibilidad deconfusión en loquerespectaa la
materia prohibida por cada uno de ellos4'. Pero no sucede lo mismo en otroscasos,
en que entre los tipos existen proximidadesdescriptivas,afinidades ovínculos más
o menos estrechos, como ocurre, por ejemplo, entre el homicidio (art. 79) y el pa-
rricidio(art.80, inc. lo);laestafa(art. 172) y laadministraciónfraudulenta(art. 173,
inc. 7") ; la violación (art. 119, párr. 3") y el abuso deshonesto (art. 119, párr. l o )o el
estupro (art. 120) ;el hurto y el robo; el robo con efracción o fractura con el daño y
laviolación de domicilio; la adulteración de un documento y su uso; las injuriasy las
calumnias, etcétera.
En general se reconocen cuatro relaciones posibles que dan lugar a la figura
analizada de concurso aparentede leyes (alternatividad, especialidad, subsidiarie-
dad y consunción), aun cuando algunos autoresdesconocen autonomía a algunas
de ellas, o las funden o tratan como subtipos de otras, o agrupan algunas o todas
en un género común, o analizan los mismos supuestos en distintas categorías. Así,
Fontán Balestra considera las relacionesde especialidady subsidiariedad y rechaza
26, p. 283.
CARLOS S. CARAMUTI
litud entre tipos, pero no por existir entre ellos una verdadera relación que dé lu-
gar a concurso aparente.
Soler incluye asimismo dentro de esta relación las situacionesen las cuales la al-
ternatividad se produciría como consecuencia de que las valoraciones contenidas
en la ley penal resultan equivalentes, de manera que es indiferente que, además
de uno de los tipos, se haya ejecutado la acción correspondiente a otro, ya sea con
un solo hecho o no, ejemplificando con el art. 83 del Cód. Penal, a cuyo respecto
afirmaquesi un hecho es instigación al suicidio ello basta para imponer la pena de
dicho artículo y esentonces indiferente que, además, el hecho sea también partici-
pación al suicidio. Sería también la relación entrevarias calificantes resultantes de
diversos modos de ejecución de un mismo delito, siempre que estén colocadas las
distintas formas en un mismo nivel de importancia calificantes3. Similar es el crite-
rio de Finger, citado por Castello NicasS4,quien restringe la alternatividad, limitan-
dosualcancea aquellos supuestosen losque una acción puede subsumirsesincon-
tradicción bajo diversos preceptos, sin que de las leyes concurrentes se desprenda
bajocuál de ellasdeba subsumirse. Creemosqueesosno son casosdeconcursoapa-
rentede leyes, sinodeconcurso ideal, donde la equivalenciadeamenaza penal tor-
na irrelevante la figuraescogida. Peroel hechoencuadra efectivamenteen másde
un tipo penal y convierte en principio aplicable el art. 54 del Cód. Penal. Si se mata
al padre con alevosía, el único hecho encuadra simultánea, pero además en forma
efectivay no meramenteaparenteen lostiposcalificadosdelosincs. 1"y 2"del art.
80del Cód. Penal, sin que ninguna figura desplacea la otra (aunqueambasdespla-
zan el art. 79 del mismo Código, por especialidad). Es decir que la conducta cae ba-
jo más de una sanción penal. Lo que ocurreesqueen ese caso será irrelevante la es-
cala penal utilizada, porque no hay pena mayoren lostérminosdelart. 54citadoSs.
en las personas). La misma relación existe entre el robo simple y los robos califica-
dos (arts. 166 y 167). Respecto del robo con homicidio (art. 165) la relación nos pa-
rece de consunción, a la que aludiremos luego60.
También existe esta relación entre la estafa genérica del art. 172 del Cód. Penal
y las defraudaciones específicas del art. 173 del mismo Código, aun cuando en este
caso no pueda hablarse de tipos calificadoso privilegiados, pues no varía la escala
penal. En cambio, el art. 174síprevé tiposde defraudación agravada, siendosupe-
rior la escala penal de esta norma respecto de la figura básica. Sin embargo, cree-
mos que no todos los casos de las llamadas defraudaciones específicas se encuen-
tran en relación de especialidad con la denominada estafa genérica, ya que algu-
nos supuestos del art. 173 no implican necesariamente la totalidad de los requisi-
toso elementos del art. 172, pues no existe propiamente ardid o engaño y el abu-
so de confianza que difiere del previsto en aquella norma. El análisis detallado de
estos supuestos excede los alcances y propósitos de este trabajo.
Pessoa ilustra con la relación existente entre el abuso de autoridad (art. 248), el
prevaricato (art. 269) y la prisión preventiva ilegítimamentedictada (art. 270), como
caso de un tipo genérico y varios específicos, en grado creciente de especificidad6'.
En los ejemplosseñalados, los tiposseencuentran dentro del mismoTítulo, pero
ello puede no ocurrir, incluso encontrándose involucrados otros bienesjurídicos, ya
quenumerososdelitosson pluriofensivos6*.Así,tantoel rapto (art. 130), ubicadoen
elTítulodelos "Delitoscontra la integridad sexual" comoel secuestroextorsivo(art.
170), en el Título de los "Delitos contra la propiedad", se encuentran en relación de
especialidad con la figura básica de privación ilegal de la libertad (art. 141), delTítu-
lo de los "Delitoscontra la libertad". Esta última figura opera también comogené-
rica respecto de la de los arts. 142y 142 bis, ubicados en el mismo Título.
También seencuentran en distintostítulosel abusodeautoridad (art. 248-"De-
litos contra la administración públicam-, que opera como tipo genérico, y la inco-
municación indebida dedetenido (art. 143, inc. 3"-"Delitoscontra la libertadu-),
que resulta específica respecto de aquél.
Puede existir relación de especialidad entre un tipo privilegiado y uno califica-
do, debiendo prevalecer el primero, que desplaza al segundo. Por ejemplo, las le-
sionesde losarts. 89,90 y 91 pueden resultar calificadas conforme al art. 92 y privi-
legiadas conforme al art. 93, desplazando este último, no sólo al tipo básico, sino
también al calificado.
Asimismo esdesplazado, a nuestro criterio, el homicidiocalificado por el paren-
tesco (art. 80, inc. lo), por el homicidio emocional del art. 81, inc. lo
y por la atenua-
ción por circunstancias extraordinarias (art. 80, último párrafo). Para Soler, la solu-
ción correcta sería establecer legislativamente una tercera escala, pero, frente a la
laguna normativa, el problema debe ser resuelto por aplicación del art. 2Odel Cód.
Penal a favor de la ley más benigna63.A nuestro criterio, no se trata de un caso de
la ley más benigna que regula supuestos deoperatividad retroactiva de aquélla, si-
no de que el tipo privilegiado es más específico que el agravado.
Enseña Soler que existen dos formas de relación de especialidad: la expresa,
cuando la disposición específica se encuentraexpresament~comprendidaenla ge-
nérica, y la implícita, cuando ello resulta de una interpretación más cuidadosa que
demuestre que una figura importa una descripción más próxima o minuciosa del
hecho. Ejemplifica con el delito de calumnias, respecto de las injurias (arts. 109 y
110, Cód. En efecto, si bien el tipo de calumnias (falsa imputación de un
delito) no se construye expresamente sobre la misma acción básica que el de inju-
rias (deshonrar o desacreditar), surge de una correcta interpretación que imputar
a alguien falsamente un delito implica necesariamente deshonrarlo o desacredi-
tarlo, haciéndolo de un modo específico (atribuyéndole falsamente un delito). En
cambio, Pessoa, que coincide con Soler en la existencia de relaciones de especiali-
dad implícitas u ocultas65,considera el ejemplo de la relación entrecalumniase in-
juriascomode especialidad explícitaoabierta y ejemplifica la implícita u oculta se-
ñalando la relación que se da entre la omisión de deberes del oficio (art. 249), a la
que considera tipo genérico, y el retardo o demora injustificada de pago (art. 264),
que sería el tipo específico.
Sin lugar a dudas, la relación de especialidad es la que reviste mayor importan-
cia práctica en cuanto a su distinción del concurso ideal, ya que puede dar lugar a
laaplicaciónde la pena menor. Por esocoincidimoscon S01er~~en el sentidode que
"la existencia de tipos privilegiados es lo que da lugar a que sea inexacto pensar
que el art. 54rigeen estossupuestos, puessi asínofuera,el tipo privilegiadonopo-
dría recibir nunca aplicación, pues el hecho encuadra siempre, además, en el tipo
más grave" (figura básica o genérica, o aun en la agravada, cuando el tipo atenua-
do es específico también a su respecto).
73 Soler, Derecho penal argentino. Parte general, t. II. p. 176; Barberá. Concurso de normas.
Consunciónpor la estructura del tipo, LL, 1979-C-846.
74 Sinembargo, a este respecto debemos mencionarla salvedaddechoclán Montalvo(E1de-
litocontinuado, p. 57). quien señala en relación a las lesionesconsumadasmientrasse intenta ma-
tar, que, pese haberse resuelto tradicionalmente con arreglo a los criteriosdel concurso aparente
de leyes, quizás la solución másjusta requiera la apreciación de un concurso ideal de delitos entre
una tentativa de homicidio y las lesiones consumadas pues en otro caso no se expresaría el desva-
lor de todo el suceso, pues, la punición sólode la tentativa de homicidio(o al menos la calificación
sólo como tal) supondría considerar irrelevante penalmente la producción efectiva de lesionesen
lavíctima, equiparando este supuestoa aquel en que, concurriendo aquella tentativa, las lesiones
no hubieran llegadoa producirse.Estimoque la idea merece reflexionarse, a pesardequeen nues-
tro Derecho notendría relevancia a losefectosde la pena, yaque la tentativa de homicidio (art. 79,
conc. con art. 42, Cód. Penal) tiene sanción mayor que todas las formas de lesiones, incluidas las
gravisimas (art. 91. Cód. Penal) y las lesiones producidas se deberán tener en cuenta para la gra-
duaciónde la penadentrodela escala penal aplicable, tomandocomocriterioa losefectosdel art.
41 del Cód. Penal, la extensión del daño causado.
Barberá, Concurso de normas. Consunciónpor la estructura del tipo, LL, 1979-C-846.
CARLOS S. CARAMUTI
en este caso se explica también por la exigencia de no consumación que el tipo su-
bordinado requiere para su aplicación.
1 - Accionesanteriores
Para P e s ~ o no
a ~es~ un caso de concurso detipos, pues la conducta no presenta-
ría al mismo tiempo el plural encuadre, sino que primero reviste una calificación y
luego la otra, es decir que el plural encuadre sería sucesivo y no simultáneo. Tam-
bién discrepa en la consideración de este supuesto como concurso de tipos, Caste-
110 Nicasao,para quien ello no es posible porque no existen varias normasque regu-
lene1mismosupuestode hecho, sinosupuestosfácticosdistintosentre losqueexis-
te progresión delictiva. Para esa autora, no concurren doso más normasa calificar
~ -
una conducta, ambas reguladoras del mismo supuesto de hecho, pues los precep-
tosqueentran en juego notipifican lasmismas hipótesisfácticas, sinoqueunooal-
gunos de ellos califican actos previos, que de no continuar en la ejecución vuelven
a la vida, y otro recoge la figura última consumadaa1.Acepta sin embargo que los
hechosanteriores no son puniblessi se produce el hecho principal.
Respecto de los hechos anteriores debe tenerse en cuenta la advertencia de
Quinteros Olivaresaz,conforme a la cual la consunción puede admitirse cuando
ninguna parte injusta del hecho quede sin respuesta penal, pues si no es así habrá
que declarar la existencia de un concurso de delitos.
Ejemplificadiciendoqueel homicidio absorbe las lesiones previas, pero no pue-
deabsorber las torturasanterioresa la muerte, ya que la tortura tiene, junto a la di-
mensión física deataque a la integridad, otra más importante de lesión a la digni-
dad humana, que exige su propia reacción punitiva, cuyo injusto no resulta abar-
cado por el tipo de homicidio.
11 - Accionescoetáneas
Son las que se dan en el tiempo a la vez que el verbo típico principal, pero que
tampoco tienen el carácter de autónomas, y a las que suele llamarse "hechos típi-
cos acompañantesMa3.Por ejemplo, la fuerza en las cosasen el robo (art. 164, Cód.
Penal) involucra el tipo de daño (art. 183), y la violencia en las personas en el robo
las lesiones leves ( a i . 89), del mismo modo que las involucra ;1 violencia de la vio-
lación (art. 119). Todos estos casos pueden ser tanto hechos acompañantes típicos
como previos, según sean realizados con anterioridad o durante la ejecución de la
acción principal del tipo absorbente.
111 - Accionesposteriores
Así distingue:
1. Si el comprador actuó de mala fe, conociendo el origen delacosa, si bien hay
perjuicio, porqueelart. 2784delCód. Civil poneeldañoacargodel compra-
dor sin derecho a pago del rescate y con pago de precio y daños, no habría
ardid (oal menoserror) ni, portanto, estafa, ya queel tipodel inc. 9"del art.
173 no essino un caso deestafa ejemplificadolo5.
2. En los casos que él llama de óptima fe, previstos por el art. 2768 del Cód. Ci-
vil, esto es cuando se adquiriere la cosa en venta pública o en casa de venta
de objetos semejantes o cuando la cosa se vende con otras iguales, no hay
perjuicio, porque al comprador no se le puede reivindicar la cosa, sin pagar
el propietario por el rescateTo6.
3. En loscasos en queel comprador adquirió de buena fe pero fuera deaque-
110s lugares, aun distingue:
a) Si el comprador consume o destruye la cosa no debe el pago del precio
al propietario, por lo que no hay perjuicioIo7.
112 Barberá, Concurso de normas. Consunciónporla estructura del tipo, LL, 1979-C-846y847.
113 Barberá. Concurso de normas. Consunciónpor la estructura del tipo, LL, 1979-C-847.
114 Pessoa. Concurso de delitos. t. l. p. 169.
ídem nota anterior, p. 189.
116 ídemnota 114, p. 170.
117 ídemnota 114, ps. 189y 190.
Terán Lomas. Derecho penal. Partegeneral, t. II, ps. 249 y 250.
119 Veasesupra,§4,f)yg).
CARLOS S. CARAMUTI
d) Relación de subsidiariedad
otras de tipos más gravosos o con tipos determinados. Sólo corresponderá emplear
un tipo subsidiario en caso de inaplicabilidad de los otros i n v o l ~ c r a d o sEs
~ ~decir
~.
que uno de los tipos sólo rige si no se aplica el otro. Según Castello N i c a ~ ' la
~ ~nor-
,
ma subsidiaria sólo opera en defecto de la norma principal, que además de ser de
preferente aplicación en pura lógica, habrá de ostentar una pena superior a la del
precepto subsidiario, que es de carácter residual.
Para Terán Lomas, la subsidiariedad puede ser expresa -sea genérica o especí-
f i c a - ~ tácita123.
Esexpresacuando la misma ley la establece, supeditando la aplicación deunafi-
gura a la no aplicación de otra más grave o a la no aplicación de otro tipo determi-
nado.
Los ejemplos más característicos de subsidiariedad expresa genérica son los de
los arts. 150 (violación de domicilio) y 183 (daño intencional) del Cód. Penal. Am-
bossupeditan su aplicación a que no resulte otro delito más severamente penado.
A nuestro criterio, en algunos casos estas figuras subsidiarias son desplazadas
igualmente por el principio de consunción por la estructura del tipo, como ocurre
con la violación de domicilio respecto del hurto con escalamiento (art. 163, inc. 4",
Cód. Penal) o del robo con efracción (art. 167, inc. 3"), así como con el daño respec-
t o del robo (art. 164) y sus calificantes (por ejemplo, art. 167, inc. 39. Pero, al mar-
120 Aeste criterio se opone Castello Nicas (Elconcursode normaspenales, p. 52), quien afir-
ma que en el concurso de normas, todas ellas deben calificar los mismos hechos, y regir cualquie-
ra, lo que aquínosucede, pues las normassimples, independientemente consideradas. nosancio-
nan lo mismoque la compuesta. Por nuestra parte. estimamosqueello no esfundamento para ne-
gar la existencia de concursoaparente de leyes porconsunciónatento al desplazamiento de lasfi-
guras simples por la compleja. En definitiva, tampoco en la relación de especialidad, la figura ge-
nérica o básica califica los mismos hechos que la figura específica, de modo que pueda aplicarse
cualquiera de ellas.
121 Terán Lomas, Derecho penal. Partegeneral, t. II, p. 252.
122 Castello Nicas. Elconcursodenormaspenales, p. 149.
123 Terán Lomas, Derecho penal. Partegeneral, t. ll, p. 252.
CONCURSO DE DELITOS
gen de esos casos, entendemos que la subsidiariedad expresa genérica sirve para
determinar la no aplicación de la figura subsidiaria en algunos casos deverdadera
pluralidad de hechos (por ejemplo, cuando en el domicilio violado se comete una
violación, un homicidioo una lesióngraveocuando, paraimpedir la huidadelavíc-
tima a quien se quiere matar o lesionar gravemente, se destruye alguna cosa me-
diante actos que no constituyen la misma acción homicida o lesionante).
Creemos que en estas hipótesis el legislador considera insignificante la lesión a
o
la propiedad a la privacidid domicili&ia con respecto a los r;os bienes en juego
y por eso establece expresamente la regla de ~ubsidiariedad'~~.
El caso típico de subsidiariedad expresa específica es el de los tipos de giros in-
debidos decheques (art. 302, Cód. Penal) respecto del tipo deestafa (art. 172, Cód.
Penal). Aquella norma determina expresamente su utilización "siempre que no
concurran las circunstanciasdel art. 172". De no mediar tal previsión expresa, se
trataría de un caso de concurso ideal, aunquedebe señalarseque la cuestión no re-
viste mayor importancia práctica, porque la pena a imponer será siempre la mayor
(art. 172). Sin embargo, existen autores para los cuales el tipo delictivo subsidiario
se ve desplazado frente a cualquier otra posibilidad de pena, con independencia
de que la remisión lleve a la individualización de una pena mayor o sal-
vo que la remisión sea a cualquier delito más severamente penado.
También respecto de la subsidiariedad genérica se determina la aplicación del
delito más grave, por lo que tampoco tiene mayor importancia práctica su distin-
ción del concurso ideal. No obstante, su importancia radica, a nuestro criterio, en
que, como lo explicamos supra, la subsidiariedad debe regular algunos casos de
pluralidad de hechos, a losque la relación establecida legalmente entre lasfiguras
lesquita independencia.
Para Terán la subsidiariedad tácita se configuraría entre ejercicio ile-
gal de la medicina (art. 208, Cód. Penal) y aborto (art. 85) u homicidio culposo (art.
84).Anuestrocriterio, noexisteen estossupuestos ninguna relación entrelasfigu-
ras, pudiendo en los casos concretos dar lugar a un concurso ideal, por superposi-
124 Sin embargo, puede apreciarse una diferencia lingüística en la construcción de la subsi-
diariedad expresa en los delitos de violación de domicilio y de daño. Respecto del primero, el art.
150 supedita la aplicación de la pena en él prevista a que no resultare otro delito más severamen-
te penado, en tanto que, respecto del daño, el art. 183 la condiciona a que el hecho no constituya
otro delito más severamente penado. Esa diferencia podría interpretarse como que en el primer
caso se contemplan supuestosdesubsidiariedad con pluralidad de hechos, mas no en el segundo,
pues, enésteesel mismo hecho el quedebeconstituir otrodelito. Quedaría reducido a lossupues-
tos de consunción que hemos analizadoen el punto precedente
lZ5 García Albero, Non bisin idem materialy concurso de delitos. p. 334, citado por Castello
Nicas, El concurso de normaspenales, p. 149.
126 Terán Lomas. Derechopenal. Partegeneral, t. II, p. 253.
CARLOS S. CARAMUTI
8 Jurisprudencia
1-Concepto de concurso aparente de leyes
tado fue detenido. En este sentido, se sostuvo que: "Si la tenencia de arma defuerra
esmeramenteconcomitantecon su utilización para el delitode robo con arma, aque-
Ilafigura penal quedará absorbida por el segundo delito (concurso aparente) ... si de
adverso la tenencia esanterior a la otra infracción ocontinúa en el tiempo despuésde
consumada aquélla, cobra independenciafáctica y se revelan como hechosescindibles
en la relación entre sí prevista por el art. 55" (cfr. mutatis mutandi, Sala IV, "Aldera,
Yamil", del 30/9/02).
Siendo así, no existen en autoselementos probatorios que permitan acreditar que la
portación del arma posea otra intención que la finalidad misma del robo, pues: "La
tenencia de arma de guerra se encontró directamentevinculada al propósito criminal
finalmente desplegado en la actividad ejecutiva de delitos, donde el acto preparato-
rio (art. 189 bis), se encuentra consumido o abarcado en el posterior delito de daño
(art. 166, inc. 29, en consecuencia setrata deunconcursoaparentede leyescuyoefec-
to es el desplazamiento de la figura consumida o absorbida por el otro delito" (cfr.
mutatis mutandi, Trib. Crim. no3 Mar del Plata, "Pavoni, Julio L.", del 15/6/99).
De este modo, queda claro que nos encontramos ante un concurso aparente de leves.
Respecto deél, se ha dicho que "[lla unidad de ley, también llamada concurrencia apa-
renteo impropia, contempla los supuestosen que si bien la acción es abarcada por dos
~ ~
8- Las lesiones leves resultan absorbidas por la violencia del robo, por lo que no ca-
be aplicar regla concursa1alguna (del voto del doctor Donna). [CNCrim. y Corr., Sala l,
1/8/94, "Musumeci, Gustavo A,", LL, 1995-8-401; DJ, 1995-1-9451.
13- No existe concurso con el delito de corrupción pues en el caso hay absoluta cer-
tidumbrecon el actoviolatorio de la menorvíctima. Demostrado el concúbito antina-
tural violento, la autoría y responsabilidad criminal del justiciable se circunscribe al
delito deviolación, dado queel mismo, por las particularidadesque rodean el hecho,
comporta un concurso aparente con el delito de corrupción. [CNCrim. y Corr., Sala 1,
3016181. "Maneiro, O. R.", BCNCyC, 1981-VII-1571.
15- Entre el robo agravado por su comisión con arma de fuego y la tenencia ilegíti-
ma de arma defuego, media simplemente un concurso de leyesque desplaza la puni-
bilidad del delito de peligro abstracto unavezquecomienza a ejecutarse el delito de
lesión, ya que la tenencia de arma de fuego es un delito quesólodebeser aplicado en
CARLOS S. CARAMUTI
caso deque no exista otro delito que ya lo hubiera captado. [TOC n04Cap.Fed., 3013115,
"A,, J. L.", LL, On Line,AWJUW313412015].
16- Dado que el comercio de estupefacientes y la tenencia del mismo material con
esosfinesfueron realizadosen un corto período, cabecondenar al imputado por un
único hecho, estoes, por el delitodecomercialización deestupefacientes. puesquien
comercia necesariamenteva a tener consigo ese material, circunstanciaque no impli-
ca multiplicidaddel delitosino pasossucesivosenla cadena detráfico. [TOCFno1Cór-
doba, 1°110114, "Z., A. F. sllnfr. a ley 23.737", LL, On Line, AWJUW55326120141.
17- El injusto que se enrostra al imputado es constitutivo del delito de robo agrava-
do por el uso de arma de fuego, que concurre de manera aparente con el delito de
portacióndearma defuegode usocivil sin la debida autorización, al estar acreditado
que para facilitar su quehacer delictual despojó a lasvíctimas de bienes de su propie-
dad auxiliado por el adminículo incautado, respecto del cual carecía de autorización
administrativa y estaba cargado con municiones aptas para el disparo. [TOC n04Cap.
Fed., 3013115. "A,, J. L.", LL, On Line,AWJUW313412015].
18- El concurso real de delitos(art. 55, Cód. Penal) presupone la existencia devarios
hechos independientes concurrentes, imputables a una misma persona en forma si-
multánea o sucesiva y en donde lasvarias lesionesson causadas por varios hechos de-
lictivos.
En el concurso aparente de normas se presenta un problema de aplicación de la ley.
Ello ocurre cuando respecto a una misma situación de hecho aparecen doso más dis-
posiciones legales que pretenden regirla simultáneamente, siendo que, en realidad,
debido a la relación que media entreellas, la aplicabilidadde una determina la inapli-
cabilidad de las otras. Esque, si bien la acción puede ser enjuiciada según diversos ti-
pos penales, basta empero uno de talestipos por sísolo para agotar el pleno conteni-
do del ilícito del hecho.
Paraestablecer la preferenciade una ley sobrelaotra, contamoscon una seriedeprin-
cipios, entre los cuales se encuentra el de subsidiariedad. Este no depende de la es-
tructura de lostipos, sino que lo establece la ley cuando supedita la aplicación de uno
de ellos a que no resulte aplicable otro más grave, tal como ocurre con las figuras de
losarts. 104, párr.2"~150del Código Penal.
El legislador argentino insertó en la figura del daño una regla de subsidiariedad, al
disponer en el art. 183 -in fine-del Cód. Penal, luego de establecer la escala penal
correspondientey la conducta punible "...siempre que el hecho no constituya otro
delito más severamente penado ...".En esta tesitura, se ha señalado que el daño es
una figura subsidiaria, puesella y la pena correspondiente sólofuncionan si, en el ca-
so particular, el hecho dañoso no se transforma, en sí mismo, en un delito mássevera-
mente penado. Esto sucedesiel daño integra otro delito (robo, incendio y otrosestra-
gos, supresión o destrucción documental). Por el contrario, si el daño también consti-
CONCURSO DE DELITOS
tuye un delito menos severamente penado (v. gr., daño a un animal ajeno, art. 3", ley
14.346). ambos delitos concurren formalmente. [TS Córdoba, Sala Penal, 4/9/07,
"Montaña o Montaño, Diego Maximiliano dRobo calificado", inédito].
20- No puede afirmarse que entre los delitos de corrupción de menoresy abuso se-
xual conacceso carnal exista un concurso aparentede leyes, sino un concurso ideal de
delitos-en el caso, se condenó al imputado como autor de ambos delitos al haber
mantenido relaciones sexuales con su hija, con quien tuvo hijos-, pues ninguna de
las normas aplicables, tomadas aisladamente, agotan el total del injusto, toda vez
que la corrupción requiere un componente psicológico, su existencia impide que ha-
ya una relación de consunción, accesoriedad, subsidiariedad o subordinación entre
ambos tipos penales y éstos no se excluyen recíprocamente. [CNCas. Penal, Sala III,
4/10/06, "Pérez, Roberto dRec. de casación", LL, 2007-8-7631.
del Cód. Penal, está penalizando la utilización de arma de fuego como un elemento
calificanteadicional de la conducta básica del art. 164del mismo cuerpo legal (del vo-
to de la minoría).
La tenencia de arma de guerra, en el caso de autos, se encontró directamente vincu-
lada al propósito criminal finalmentedesplegado en la actividad ejecutiva dedelitos,
donde el acto preparatorio (art. 189 bis, Cód. Penal), se encuentra consumido o abar-
cado en el posterior delito de daño (art.166, inc. 29 Cód. Penal), en consecuencia se
trata de un concurso aparente de leyes cuyo efecto es el desplazamiento de la figura
consumida oabsorbida por el otro delito (del votode la mayoría). [Trib. Crim. n03Mar
del Plata, 15/6/99, "Pavoni, Julio L.", LLBA, 2000-61; RepLL, U(-2000-A-1-4171.
27- Los casos denominados por la dogmática penal clásica como concurso aparente
de leyesporsubsidiaridadtáctica pueden incluirseenel ámbitodel art. 54del Cód. Pe-
nal -concurso ideal-, ya que no habría diferenciasde tratamiento jurídico según se
considereque hay concurso aparente de leyes por subsidiaridad, que justifique la dis-
tinción. [SC Mendoza, Sala 11, 15/12/98, "V. B., M. C. y otros", LLGran Cuyo, 1999-265;
RepLL, LIX-1999-A-1-4271.
28- Lascircunstanciasdelescaso tiempoy lugar entre unoy otro hecho no producen
su unificación en un solo delito ni siquiera por la vía del concurso aparente de leyes,
oor cuanto éste ooera en el ámbito de las relaciones abstractas entre las distintasfi-
buras penalesy n i existe ningunavinculación deesta claseentre un robo consumado
v una tentativa de robo calificado de automotor. con damnificados diferentes v dis-
tintosámbitosdecomisión. [TSCórdoba, Sala Penal, 30/4/87, LLC, 1988-2011.
Penal. [CNCrim. y Corr., SalaV, 27/9/05, "Chabán, Omar E. y otros", LL, 2005-F-67, con
nota de Eduardo M. Jauchen].
32- Debe considerarse que el delito de robo absorbe al de privación ilegítima de la li-
bertadsi los imputadosingresarona la casa de lasvíctimasconla intencióndesustraer
diversosefectos, atándolas para ello de piesy manosen un baño de servicio, siendo li-
beradas instantes después por personal policial, pues no se advierte la existencia de
unplusen dichaafectación a la libertad que permita la imputación independientedel
delito previsto por el art. 141 del Cód. Penal, sino que la violencia se estaba ejercien-
do, exclusivamente, para cometer el delito de robo. [CNCas. Penal, Sala IV, 23/9/04,
"Lara de la Hoz, José P. y otro slRec. de casación", LL, 2005-8-5141.
33 - El delito de privación ilegítima de la libertad concurreen forma aparente con el
de robo, desplazando éste su aplicación, si la violencia tiene lugar antesdel robo pa-
rafacilitarlo, en el acto decometerlo y despuésde cometido para procurar su impuni-
dad -en el caso, la mayoría modificó la resolución que había condenado al imputa-
do como autor del delito de robo en concurso real con el de privación ilegítima de la
libertad simple-, pues ninguna duda cabe que la privación de la libertad es, por así
decirlo, la forma más pura de lasviolenciasque pueden tener lugar en el robo, al re-
ducir o eliminar las posibilidadesde acción de la víctima.
Media un concurso real de delitosentre el robo y la privación ilegítima de la libertad
si los imputados trasladaron forzadamente a la víctima durante más de treinta cua-
dras, amenazándola para que lesentregara las llavesde la caja del vehículo del que la
habían desapoderado con anterioridad, cuando el robo ya estaba consumado, pues
la privación coactiva de la libertad que siguió al momento del robo de la camioneta
no tuvo como objetivo ni preparar ni consumar el hecho, ni lograr la impunidad del
robo ya consumado, sino asegurarse un provecho "extra" cual era que la víctima le
entregara la llave de la caja del vehículo (del voto en disidencia del doctor Hornos).
[CNCas. Penal, Sala IV, 6/8/04, "Rodríguez, Raúl O.s/Rec. decasación", LL, 2005-B-5231.
34- Coincidiendotemporalmente la tenencia ilegítima dearma de guerra con el ro-
bo agravado por el uso de armas, en tanto el arma fue utilizada únicamentedurante
la ejecucióndeeste último, se produce unconcurso aparentede leyes por consunción
y la tenencia de arma deguerra queda subsumida por el delito de robo agravado. [SC
Mendoza, Sala 11,21/1 1/03, "P. H., O. y otros", LLGran Cuyo, 2004(junio) 4721.
35- Es improcedente el recurso de casación por el que el recurrente alega la inapli-
cabilidad del art. 248 del Cód. Penal en razón de que el delito de incumplimiento de
los deberesdefuncionario público se encontraría absorbido por consunción en el de-
litodedesobediencia-enel caso, el juezcorreccional concluyóqueexistía un concur-
so ideal-, pero sin invocar ni demostrar la indebida subordinación del encajea lo dis-
puesto en el art. 54 del mismo Código. [Trib. Cas. Penal Buenos Aires, Sala III, 12/3/02,
"Glaría, Rubén O. y otro", LLBA, 2002-6521.
36- En el sentido que se ha dado esta última regla -la consunción- se evidencia,
como severá, el concurso aparente queexisteen autosentre losdelitosde robo agra-
vado por el uso de armas en grado de tentativa y el de coaccionesagravada.
CONCURSO DE DELITOS
Laviolación contra natura, agravada por la condición deguardador de hecho del pro-
cesado, concurre idealmente con el delito de corrupción, también aqravado por idén-
ticomotivo. [CNCrim.yCorr.,Sala II, 2í6/81, " ~ e ~ l i á , ~ o r ~Be ~C. "N, 19811~11-1571.
~
50- No queda consumido el delito deabuso de armas por el homicidio cuando esta-
mosfrente a dosvíctimas, una por homicidio y la otra por abuso de armas, donde la
consunción no es posible toda vezque la relación de menosa másde parte a todo en-
tre el homicidio y el disparo de armas se va a dar en la víctima de homicidio, pero no
en la víctima de disparo de armas, por cuanto en este caso no hay un tipo penal más
gravequelo "consuma"oabsorba. [STEntreRíos, Sala Penal, 1/7/80, "M., C. M.",Zeus,
1980-21-1901.
51 - De allí entonces, entiendo concretamente, que además de lo dicho por los pro-
fesionalesmédicosenlaaudiencia oral, laslesionesgravesconcurrieronenforma ide-
al con la reducción a servidumbre a la que fue sometida la víctima. Debe destacarse
que las lesiones graves concurren con el ilícito que prevé el art. 140 del Cód. Penal de
manera real. Ello así, toda vez que componen una pluralidad de acciones y no una
mera acción con pluralidadestípicas. Lo explico, subyace aquí un elemento óntico fi-
nal toda vez que lasconductas son diversas y se han integrado con una pluralidad de
movimiento$ asimismo, se destaca el elemento jurídico que impone que el accionar
de O. vde H. ha resoondido a distintas resolucionesdotando asimismo de un sentido
final a losmúltiplesmovimientos. Lo mismoacaececonlasestafasimputadassobrelas
que me explayaré infra, toda vez que su génesis imputativa deviene de un hontanar
pretérito a la reduccióna servidumbre. Por ellodebedesecharseun concurso aparen-
te por consunción que se produciría cuando un tipo encierra a otro, pero no porque
loabarqueconceptualmentesino porqueconsumeel contenido material desu prohi-
bición. En definitiva ello precisaría una unidad de acción que en la especie no se ha
dado (del voto de la doctora Baquedano). [TOC no 1 Bahía Blanca, 26/5/14, "H., A. E. y
O., J. M.", LL, On Line,AWJUWl9852/2014].
52- Existe concurso aparente de delitos por especialidad entre la estafa y el delito
consignado en el art. 135 de la ley 24.241 (del voto en disidencia del doctor Bonzón).
[CNPen. Ec., Sala A, 21/7/06, "Mangano, Mirta", LL, 2006-F-8191.
puede condenar por la conducta más gravosa, puesto que en ambos casos la infrac-
ciónconsisteen el incumplimiento de lasobliqacionesdeasistenciafamiliar. [CSTucu-
mán, Sala Civ. y Pen., 27/4/06, "F. R. M. s/Rec. de casación", LLNOA, 2006 (agosto) 786
y 2006 (octubre) 1040, con nota de Néstor E. Solari].
56- Losdelitosdeincumplimientodelosdeberesdeasistenciafamiliarydeinsolven-
cia alimentaria concurren en forma aparente por especialidad, ya que la conducta
proscripta por el primero se encuentra comprendida dentro del segundo. [CNCas. Pe-
nal, Sala 111,22/2/02, "Fernández, Omar N,", LL, 2002-D-4761.
57- Entre los tipos establecidosen el Código Aduanero que prevén el contrabando
de sustancia estupefaciente y los referidos por la ley 23.737 existe una concurrencia
aparente porespecialidadpuesel contenido íntegrode ilicitudde unode lostipos im-
plicados ya se encuentra contenido en el otro y por ello, causará una sola lesión a la
ley penal, pero, además, el tipo específico precisa mejor el hecho oel autor por medio
de otrosadicionales. [CNCas. Penal, Sala 11, 16/10/01, "Bossio, Silvio C. dRec. de casa-
ción", LL, 2002-6-7291.
58- En términos generales, la especialidad importa que uno de los delitos concu-
rrentes en apariencia contenga todos loselementos del otro, pero además que el es-
pecífico precise mejor el hecho o el autor por medio de otros adicionales.
En la relación de especialidad, la ley aplicable puede tener en cuenta ya el injusto de
la ley desplazada, pero satisfacer ya la necesidad de punibilidad de la acción sin tener
que recurrir a la sanción más grave que esta última amenaza (del voto en disidencia
de doctor Petracchi). [CSJN, 27/12/90, "Acosta, Carlos", JA, 1992-1-341.
tar el delito, por razón deespecialidad, queda atrapada en la figura de la estafa como
un concurso aparente de leyes. [CNCrim. y Corr., Sala VI, 29110192. "Alanis, C. J.", LL,
1994-8-4701.
61 -Toda vez que el el art. 153, in fine del Cód. Penal, texto según ley 26.388, prevé
un agravante aplicable a losfuncionarios públicosque abusaren de susfunciones pa-
ra la comisión de alguno de los tipos penales previsto en esa norma, resulta improce-
dente la aplicación de la figura consignada en el art. 248 del citado ordenamiento,
por cuanto, entreambasseda unconcursoaparentedeleyesporespecificidad. [Juzg.
laInst.Crim.y Corr.no7Capital Federal, 14/5/10, "James, CiroGerardoy otros", LL, On
Line, AWJUWl5437/2010].
62- Entre los delitos de homicidio -en el caso, en grado de tentativa- y la porta-
ción de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización existe un concurso apa-
rentede leyes, pues no seda la existencia de unconcurso real sino de uno de tipo apa-
rente de leyes por subsidiariedad entre ambas normas, por tratarse de un solo hecho
condiversidadde leyesaparentesaplicables. [CNFed. Crim.yCorr., Sala 1,5/5/08, "Cen-
turión Cabrera, Eleodoroy otro", LL, 2008-F-2571.
63- Para establecer la preferencia de una ley sobre la otra, contamoscon una serie
de principios, entre los cuales se encuentra el de subsidiariedad. Este no depende de
la estructura de lostipos, sino que lo establece la ley cuando supedita la aplicación de
uno deellosa que no resulte aplicable otro másgrave, tal como ocurre con lasfiguras
de losarts. 104, párr. 2" y 150 del Código Penal.
El legislador argentino insertó en la figura del daño una regla de subsidiariedad. al
disponer en el art. 183 -in fine-del Cód. Penal, luego de establecer la escala penal
correspondientey la conducta punible "...siempre que el hecho no constituya otro
delito más severamente penado ...".En esta tesitura, se ha señalado que el daño es
una figura subsidiaria, puesella y la pena correspondiente sólofuncionan si, en el ca-
so particular, el hecho dañoso no se transforma, en sí mismo, en un delito mássevera-
mente penado. Esto sucedesiel daño integra otro delito (robo, incendio y otrosestra-
gos, supresión o destrucción documental). Por el contrario, si el daño también consti-
tuye un delito menos severamente penado (v. gr., daño a un animal ajeno, art. 39 ley
14,346). ambos delitos concurren formalmente. [TS Córdoba, Sala Penal, 4/9/07,
"Montaña o Montaño, Diego Maximiliano s/Robo calificado", inédito].
64- S i el disparo de arma de fuego utilizado como medio para concretar amenazas
ocasiona dañosa una propiedad ajena +n el caso, se le imputa al acusado haber ba-
leado el frentede unavivienda-, entre lasamenazascalificadaspor el empleo de ar-
mas y el delito de daño media un concurso aparente de normas que debe resolverse
aplicando la regla de la subsidiariedad prevista en el art. 183, in fine del Cód. Penal,
en tanto las consecuencias materiales perjudicialesocasionadas por el disparo inte-
CONCURSO DE DELITOS
gran el accionar amenazante. [TS Córdoba, Sala Penal, 1/8/06, "Mamondez, Pablo D.
y otro", LL, On Line].
65- Entre la falsificación del documento y el uso existe un concurso aparente por
subsidiariedad tácita, por lo que, como hecho lesivo relevante, el uso subsume en sí,
en caso de efectuarse, todosaquellosactosque hayan significado su preparación, co-
mo lo es la primera conducta -en el caso, se analizaba el concurso de delitosexisten-
te entre el uso de un documento falso y el delito de estafa perpetrado mediante esa
utilización-, puesel usode un documento adulteradoconcentra la anteriorfalsifica-
ción y la aún "más anterior" tenencia de elementos para producir esa falsificación.
[CNCrim. y Corr., Sala 1,211 1/06, "Catelani, Alicia R. y otros", LL, 2007-6-768; DJ, 2007-
2-1241.
66- Trátase de violación de domicilio que absorbe al hurto tentado con posteriori-
dad al ingreso contra lavoluntad presunta de losocupantesdel lugar, atentoal carác-
ter subsidiario que debe operar cuando el tipo material de hurto se transforma en
otro más grave por expresa disposición de la ley penal. [CNCrim. y Corr., Sala VII,
24110189. "Segovia, Oscar", LL, 1990-A-695, jurispr. agrup., caso 69561.
67- No esdescalificableelpronunciamientoa quoque invoca el art. 187, inc. d) de la
Ley de Aduanas (t.o.1962) aunque no individualizó -en la especie- el o los delitos
médiante los cuales se habría perpetrado el contrabando que ¡a norma tipifica, sien-
do ésta una figura de lasque én doctrina se conocen comodelito compuesto, en que
la ley ha querido queel medio transforme al tipo, no mediando concurso entre el de-
lito que es elemento constitutivo del contrabando y este mismo, sino que entre am-
bosilícitosseda una relación concursa1sóloaparente, en la modalidaddesubsidiarie-
dad implícita o tácita, en queel tipo máscomprensivo insume la pena y el tipodel que
lo es menos (en el caso de contrabando la comisión o tentativa de otro delito). [CSJN,
2/8/83, "Compañía Continental S.A.", JA, 1984-IV-1661.
68- La regla de subsidiariedad que trae el art. 150 del Cód. Penal, según la cual será
castiqado con la pena prevista en dicho artículo "si no resultare otro delito másseve-
rame-nte penado", no funciona en casoscomo el de autos, en que sevioló un domici-
lio para cometerdentro deésteotro delito másgrave-robo en autos-, sino cuando
de la propia violación de domicilio "resultare" el otro delito, lo que ocurre siempre
queaquélla representa unode loselementosconstitutivosdeesteotro ilícito. [TSCór-
doba, Sala Crim. y Corr., 17/5/78, "Acevedo, Abel A,", CJ, XXVIII-P-121.
69- Es nulo el procesamiento del imputado en orden a losdelitosdefalsificación de
documento público de losdestinadosa acreditar la identidad de las personasen con-
curso ideal con estafa -arts. 292, párr. 2"y 296, en función del art. 172, todos en fun-
ción del art. 54, Cód. Penal-, pues contradice la relación de especificidad existente
entre losdelitosde usodedocumentofalsoy falsificación que haceque, cuandose re-
fieren a instrumentos públicos, se excluyan recíprocamente, habida cuenta de que el
delito reprimido por el art. 296 no puede ser cometido por quien participó en la con-
fección o adulteración del documento público que utilizó posteriormente, y que en-
treellosexiste un concurso aparente de leyes, portratarse de delitosque se excluyen.
CARLOS S. CARAMUTI
[Cám. Fed. Mar del Plata, 241911 1, "N. N. slFalsificaciónde documento", LL, On Line,
AWJUW82269/2011].
70- Entre el delito de roboconarmasy el de portación dearma defuego no seda un
concurso real, sino que se trata de un concurso aparente de leyes por subsidiariedad
entre ambas normas, ya que constituyen un solo hecho con diversidad de leyes apa-
rentemente aplicables (del voto en disidencia del doctor Bunge Campos). [CNCrim. y
Corr., SalaVI, 25110/16, "P., B.J.slProcesamiento", LL, On Line,AWJUW76001/2016].
71 -Debe procesarse como autor del delito de uso de documento público falso a
quien, con la intención de realizar el trámite de transferencia de un vehículo, habría
presentado ante un Registro de la Propiedadautomotor un formulario que contiene
una declaración jurada de bienes registrables pues, si bien ha quedado acreditada la
intervención del~imputadoen el llenado del aludido formulario, entre la falsificación
del documento y el uso existe un concurso aparente por subsidiariedad tácita, y por
ello, el uso subsume en sítodos losactosque hayan significado su preparación. [Cám.
Fed. Crim.y Corr., Sala 1,2714110, "Fuline, Miguel", LL, On Line, AWJUW1372112010].
72- En la hipótesisdelictiva en la que la persona que hizo uso del documento falso
habría participado en su confección-en el caso, se procesó a la imputada por haber
presentado certificados médicos falsos para justificar inasistencias en la repartición
oficial donde trabajaba-, existe, entre la falsificación del documento y su uso, un
concurso aparente porsubsidiariedadtácita, envirtuddel cual, el uso, como hecho le-
sivo relevante, subsume en sí, en caso de efectuarse, todos aquellos actos que hayan
significado su preparación, como es la falsificación (del voto del doctor Farah). [CN-
Crim. y Corr., Sala 11,1113110, "Codazzi, Nadia Laura", LL, On Line, AR/JUW141512010].
14- Prescripción
80- Cabe revocar la resoluciónque declaró prescripta la acción penal por entender
que el hecho denunciado encuadraba en el delito previsto por el art. 135 de la ley
24.241, desplazando al art. 172 del Cód. Penal por tratarse de un concurso aparente
de normas, a pesar de que el fiscal sostenía la existencia de un supuesto de concurso
ideal, ya que, hasta tanto no exista una sentencia que ponga fin al litigio, la califica-
ción legal del hecho por el que seejerce una acción no puedeser otra que aquella que
le atribuye el titular de dicha acción, es decir, en los casos de acción pública, el Minis-
terio Público Fiscal. [CNPen. Ec., Sala A, 21/7/06, "Mangano, Mirta", LL, 2006-F-8191.
v
CAPITULO
CONCURSO REAL
g 16. Concepto
En loscapítulosanteriores hemostratado lossupuestosde unidad de hecho que
dan lugar a unidad de delito, distinguiéndolos del concurso ideal y concurso apa-
rente de leyes, regulado el primero por el art. 54 del Cód. Penal y siendo el segun-
do fruto del análisis de lostipos penalesy desus relacionesrecíprocas, pero sin con-
tar con un tratamiento legal expreso.
En este Capítulo abordaremos el estudio del concurso real de delitos, que en
nuestro Derecho convoca la aplicación del art. 55 del Cód. Penal y que tiene lugar
cuando a un mismo sujeto se le atribuyen varios hechos delictivos, cometidosantes
dequeninguno deellos haya sido objetode juzgamiento, y que deben serloen un
mismo proceso; o a cuyo respecto debe unificarse la pena en una misma sentencia.
Es el caso típico de pluralidad de delitos, a diferencia del concurso ideal, regula-
do en el art. 54, que lo constituye respecto de la unidad delictual. Decimos t$ico y
no único, ya que también hay supuestos de pluralidad de delitos que no son con-
curso real, como cuando uno de los hechos delictivos es posterior a la sentencia
condenatoria respecto del otro u otros.
Esto último sucede no sólo en caso de reincidencia -art. 50, Cód. Penal- que
supone que un sujeto escondenado a pena privativa de libertad por un nuevo he-
cho cometido luego de haber cumplido total o parcialmente una condena de esa
clase, es decir que todas las condenas sean a pena privativa de libertad; sino tam-
bién cuando el condenado por un delito a pena no privativa de libertad comete
uno nuevo sancionado con cualquier clase de pena o cuando el condenado a pena
privativa de libertad incurreen un nuevo hecho, punible con otra clase de pena. Sin
embargo, si bien la reincidencia no es un supuesto de concurso de delitos, si la pri-
mera pena impuesta no fue íntegramente cumplida al momento de cometerse el
nuevo hecho, se le aplican las reglas del concurso al unificarla conforme al art. 58
del Cód. PenaLTambiénrigen estas reglas, a pesar de no tratarse de un caso decon-
curso real de delitos, en el caso de dejarse sin efecto la condicionalidad de la con-
CARLOS S. CARAMUTI
9 17. Requisitos
Sintéticamente, podemos señalar como requisitos del concurso real de delitos
los siguientes14:
tribunal podrá imponer por separado, junto a la pena global a configurar según el ap. 1 ó 2, una
pena patrimonial; si enesos casosdebiera imponerse pena patrimonial envirtuddevariosdelitos.
se impondrá, en tal sentido, una pena patrimonial global. El 543a. ap. 3 rigeal respecto. (4) El 5 52.
aps. 3 y 4, oración 2, rige análogamente".
Respecto de este requisito dice Nino que las reglas del concurso se aplican
aun cuando, y especialmente si, entre las diversas acciones de un individuo
no existe ninguna relación y haya transcurrido un lapso de años entre ellas.
En cambio si se trata de acciones de individuos diferentes, aunque estén es-
trechamente conectadas entre sí, se aplicarán las reglas de la participación,
pero nunca las del concurso15.
b) Pluralidad de hechoscometidos en forma simultánea o sucesiva. A los efec-
tos de la determinación de tal pluralidad remitimos a las distintas teorías y
a nuestra opinión, desarrollada en el 5 9, ap.j).
C) Independencia de los hechos, es decir, que no estén de tal manera vincula-
dos unos con otros que reciban normativamente un tratamiento unitario.
Cada hecho debeconstituir una lesión distinta y autónoma de la mismaode
diversas normas penales. Nuñez indica que los hechos son independientes
entre sícuando no están vinculadoscomo partes de una misma empresa de-
lictivaT6.
Para nosotros lo decisivo es la vinculación normativa o su ausencia. coinci-
diendo con Maurach17, quien sostiene que para determinar la autonomía
de las acciones es trascendente la ausencia de criterios valorativos que per-
mitan un pronunciamiento en favor de la unidad jurídica de acción. Recor-
demos lo dicho al abordar la distinción entre unidad y pluralidad de delito
en el sentido de que el factor normativo puede reducir a unidad delictual
una pluralidad de conductas a las que desvalora unitariamente, pero, no
ocurre la inversa, ya que no puede multiplicar por cuestiones valorativas
una única conducta. El contexto témporo espacial resultavalioso en la apre-
ciación de la independencia o no de los hechos.
d) Pluralidad de infraccioneso lesi~nesjurídicas~~,esdecirque
cada unodelos
hechos debe encuadrar independientemente en un tipo delictivo, sean dis-
tintos oel mismo. Lascontravencionesno dan lugar a concurso dedelitos o
con delitos y deben ser objeto de juzgamiento independienteIg. Diferente
La diferencia entre el concurso real y el ideal puede parecer a primera vista sen-
cilla, pues, mientras en este último caso se trata de un hecho único con plural en-
cuadre típico, en el primero estamos frente a una pluralidad de hechos indepen-
dientes. Sin embargo, como vimos extensamente al analizar las distintas teorías
tendientes a distinguir la unidad o pluralidad delictual, no siempre resulta simple
advertir si estamos o no en presencia de un hecho único, sobre todo cuando los
múltiples hechos son simultáneos, es decir, se ejecutan en un mismo contexto tem-
poral y espacial. Es que simultaneidad no es unidad. Ya señalamos que la concu-
rrencia ideal nosedetermina en función de la simultaneidad de las infraccionestí-
picas, ya queestedato essólo un indicio de unidad delictual. Así, si alguien, mien-
trasdespliega una maniobra ardidosa para inducir en errora lavíctima afin de que
le entregue un objeto determinado, aprovecha un descuido para apoderarsedesu
billetera, a pesar de tratarse de dos acciones simultáneas, no habrá concurrencia
ideal, sino real (estafa o su tentativa y hurto), pues no hay una única conducta sino
pluralidad de ellas28.Del mismo modo quien seapodera de la cartera de la víctima
mientras ejerce sobre ella violencia para tener acceso carnal o quien insulta a al-
guien ofendiéndolo ante terceros que presencian la escena, mientras lo golpea
provocándole lesiones.
Al analizar el concurso ideal hemosdesarrollado lasteoríasque intentan distin-
guir lossupuestosde unidad de losde pluralidad de hechos29.
Existen ciertos tipos que describen el delito a través de una pluralidad de accio-
nes. Por ejemplo, la figura delictiva de robo se construye con la acción deapodera-
miento decosa mueble y el ejercicio de fuerza en las cosaso deviolencia en las per-
sonas. Son dos hechos cuya delictuosidad es unificada por el tipo, al someterlos a
un desvalor normativo único.
Los hechos pierden independencia por esa unitaria consideración legal, a dife-
rencia de lo queocurre en el concurso real, en que se trata de hechos independien-
tes, tantofáctica como normativamente, por ser desvaloradosautónomamenteen
distintos tipos legales.
fJ Hechosjuzgados definitivamente
dencia ni concurso. Sin embargo, si losdelitos amenazadoscon esas penas han sido
juzgados en violación de las reglas del concurso, es decir, si han sido juzgados por
sentencias distintas,. a pesar
. de ser todos anteriores a la primera sentencia dictada,
corresponderá unificar las penas (y las condenas) conforme al art. 5836.
determinar la unidad de delito, a las cuales ya hemos aludido y que huelga repetir
aquí40.
Al respecto, dice Soler que es perfectamente posible un concurso real simultá-
neo, cuando con una sola acción se realizan varios hechos objetiva y subjetivamen-
te independientes, aunque el caso común está constituido por una serie de hechos
cometidos por el mismo sujeto -concurso realsucesivo-, y a esta forma suele Ila-
mársela "reitera~ión"~'.
Nosotros no creemos que, en el primer caso, se trate de una sola acción, aun
cuando la pluralidad deellassea llevada acaboen un mismo contexto temporales-
pacial. Por eso no entendemos comprendido en el concurso real simultáneo el ca-
so de unidad deacción con pluralidad de resultados, a cuyo respecto remitimosa lo
dichoal tratar el concurso ideal y lasteorías para determinar la unidad de hecho42.
La distinción entreel concurso real simultáneo y el sucesivo no parece tener ma-
yor importancia práctica,yaqueen ambas hipótesisseaplican lasmismasreglasdel
art. 55 o, en su caso, las del art. 56 del Cód. Penal. Sin embargo, puede apreciarse
que en el concurso real simultáneo hay entre los hechos, a pesar desu independen-
cia, un mayor grado devinculación. En cambio, en el concurso real sucesivo o reite-
ración los hechos aparecen como totalmente desvinculados entre sí. En realidad,
no tienen másvinculación queel hecho de ser realizados por la misma persona y su
juzgamiento simultáneo en el mismo proceso o la unificación de sus penasen una
única sentencia. Comenta Zaffaroni que ello lleva a algunos autores a distinguir
entre concurso real o material -propiamente dicho- y el mero "concurso proce-
sal", el que tendría lugar cuando entre los varios delitos no hay ninguna vincula-
ción, fuera del hecho de ser atribuidos a un mismo sujeto en un mismo proceso43.
En el primer caso habría simultaneidad en la ejecución, en tanto en el segundo, só-
lo respecto del juzgamiento.
Si bien nuestro Código no hace esta distinción, este aspecto tiene importancia
en lo que hacea la cuantificación penal, pues cuanto más independientessean los
delitos, es decir cuanto más se acerquen a un mero concurso procesal, mayor será
el máximo de la pena aplicabley, a la inversa, será menor cuanto másvinculadoses-
tén los hechos entre sí.
En efecto, hay hechos más independientes unos de otros; hechos que se en-
cuentran en relación de medio a fin; otros que se relacionan porque la ocasión es
común o es idéntica; hay hechos que sevinculan por ser similares y señalan cierta
40 Véase supra, 5 9.
41 Soler, Derecho penalargentino. Partegeneral, t. II. p. 309.
42 Véase supra, 5 9.
43 Nuvolone, llsistema deldirittopenale. p. 358.
CONCURSO DE DELITOS
m Jurisprudencia
1-Diferencia con el concurso ideal
1-El criterio de distinción entre el concurso real y el concurso ideal de delitosfinca
en el modo en que se hayan ejecutado los hechosen relación a loselementos típicos.
[SCBA, 511 1/93, "Fassari, Carlos A,", DJBA, 151-7671].
tación tiene que ser idéntica, y la imputación es idéntica cuando tiene por objeto el
mismo comportamiento atribuido a la misma persona (identidad de objeto = eadern
res) ...Dosobjetos procesalesson idénticos, y no permiten persecucionespenalesdis-
tintas simultáneas o sucesivas, cuando la imputación consiste en la misma acción u
omisión concreta aun cuando sólo son afirmadas hipotéticamente como ciertas".
Por la leduradela reseña de los hechosimputadosen lasactuaciones~rinci~alesefec-
tuada por el consid. 1" de la presente, se adviertequeel hecho descripto por el pto. b)
no consiste en "la misma acción u omisión concreta" que aquella que se describe por
el pto. a), puesel primero se trata de una omisión de presentar una declaración jura-
da dentro de los quince días de la producción de una eroqación carente de respaldo
documental válido, de conformidád con lo establecido por el art. 37de la ley 20:628y
la ResoluciónGeneral AFlP n0893/00,y de pago del impuesto correspondiente, mien-
tras que el segundo se trata de una acción consistente en la presentación de una de-
claración jurada presuntamenteengañosa por la cual se habrían deducido gastossu-
puestamente inexistentes. [CNPen. Ec., 20/10109, "Incidente de excepción de falta de
acción promovido por la defensa del señor Hugo Rodolfo Munich en causa no
22512007 (672) caratulada 'Cerámica Astros S.R.L. sobre infracción ley 24.769"', el-
Dia/.com, ejemplar del 111U09, Jurisprudencia Nacional].
-
9- Incurre en el delito deviolación dedomicilio en concurso real con hurto en qrado
de tentativa quien ingresó, sin ejercer fuerza en las cosas niviolencia en las personas,
a la vivienda del damnificado contra la voluntad de éste y con la finalidad de apode-
rarse ilegítimamente de bienes ajenos, no logrando consumar su designio criminoso
por causas ajenas a su voluntad. [Cám. Apel. Crim. y Corr. Río Tercero, Sala Uniperso-
"al, 2516107,-"~abala,Matías E.", LLC, 2007 (septiembre)8601.
CONCURSO DE DELITOS
23- Media un concurso real entre el delito de robo agravado por el uso de arma y el
deportación de arma de uso civil sin la debida autorización si esta conducta esconti-
nuada y tuvo inicio de ejecución necesariamentedesdeantesde su llegada al local de
la víctima, al menos mientras se trasladó hasta éste, mientras que el robo se eiecutó,
y unavezquesaliódel lugar, hastaquesedeshizodeella durantesu huida, puesel uso
del arma no puede ser simplemente reducido al momento del robo. [TOC no 9,
18/12/03. "Heredia, LuisS.", LL, 2004-D-5811.
24- Las maniobras cometidasen el marco de una asociación ilícita consistentes en el
"vaciamiento" de losfondosde una entidadfinanciera mediante la realizaciónde in-
versiones perjudicialespara su solvencia -en el caso, captaciónde sumasdedinero a
CARLOS S. CARAMUTI
26- Concurren en forma real los delitos de robo y tenencia ilegítima de armas de
guerra por cuanto el bienjurídico protegido del robo es la propiedad y el de la tenen-
cia de armasde guerra, la seguridadcomún, entendida como la situación en la cual la
integridad de las personaside los bienes se halla exenta de soportar situaciones pe-
ligrosas que puedan amenazarla. [CNCas. Penal, Sala 11,29/5/03, "Malatine, Héctor R.
dRec. de casación", LL, "Suplemento Penal", 2003-511.
Toda vezque los delitosde robo con armas y la portación de ésta concurren en forma
real, la circunstancia de que se haya dictado sentencia condenatoria en relación a
aquel delito, no empece que se siga adelante con la investigaciónde la infracción al
art. 189 bis, párr. 3Odel Cód. Penal, toda vez que se trata de comportamientos múlti-
ples. [ C N C ~Penal,
~ ; Sala 111, 17/5/02, "~arottoli,Alejandro J. sl~ec.de casación", LL,
2003-8-4451.
30- La tenencia de arma de guerra-delito permanente-y el robo con armas-de
carácter instantáneo-concurren en forma real en la medida que sólosesuperponen
temporalmente en forma parcial, tratándose de accionesfísica yjurídicamentesepa-
rables. [CNCrim. y Corr., Sala IV, 11/4/02, "Navarro, Juan", DI, 2002-2-11711.
31 - Encuadra en los arts. 55 y 166, incs. loy 2" del Cód. Penal, el actuar de quienes,
trasapoderarse mediante el uso de armasde un bolsín de correspondencia que Ileva-
ba un cartero, se trasladaron junto con el damnificado a pie unas cuadras del lugar,
donde se produio una aqresión
- con arma blanca, que le causó a la víctima heridas de
caráctergrave; yallíe inmediatamente, entraron a ungaraje, dondea travésdela uti-
lización de armas en periuicio de otro individuo, se apoderaron de un automóvil pa-
ra huir del lugar.
Si bien es cierto que la violencia propia del delito de robo puede tener lugar en el ac-
to mismo o, a la luz de lo dispuesto por el art. 164del Cód. Penal, posteriormente pa-
ra asegurar la impunidad deaquél, guardandoaquélla una relación instrumental con
el apoderamiento ilegítimo, en el caso existen dos conductas delictivas sucesivas inte-
gradasa suvez porviolencias diferenciadas e independientes.
Loque requiereel tipo penal descriptoenel art. 164del Cód. Penal, al establecer que
para la configuracióndel delito de robo laviolencia puedetener lugar despuésde co-
metido para asegurar su impunidad, es la defensa violenta de los ladronesfrente a la
reacción inmediata de lavíctima odeterceros. Esdecirqueestaviolenciaposteriorde-
beconstituir una unidad de hecho con el apoderamiento y no una actividad posterior
independiente, fuera de dicho contexto y para perpetrar otra sustracción, aun cuan-
do ésta haya tenido como finalidad última la de huir del lugar.
Detal modo, enel caso, el robodel automóvil, mediante un golpecon la culata del ar-
ma en la cabeza a la víctima, que intentaba salir de un garaje, constituyó otro delito
independiente, que en modo alguno puede considerarse incluido en las previsiones
del art. 164 del Código de fondo en cuanto incluye la violencia que tiene lugar luego
del apoderamiento ilegítimo con la finalidad referida.
Esqueexisteconcursoaparentecuando la calificaciónde un hecho como constitutivo
de un determinado delito implica, simultáneamente, la imposibilidad de afirmar la
comisión de otro uotrosdelitosque resultaríanaplicablesal caso si aquél no lo hubie-
ra sido. Pero aquellaviolencia requerida por el art. 164, en lo que ahora resulta perti-
nente, es la ejercida para lograr la impunidad del robo realizado-aun cuando recai-
ga sobre una persona distinta de la que haya sidovíctima del robo-, y no abarca otro
apoderamiento materialmente independiente efectuado sobre otra víctima, luego
dequeel primer delito se hubieseperpetrado. [CNCas. Penal, Sala IV, 611 1/00, "García,
G.", causa no 1957, reg. 2961, JPBA, 113-71,
CARLOS S. CARAMUTI
que la figura contenida en el art. 189 bis del Cód. Penal es autónoma y se configura
con la mera tenencia por parte del agente del objeto sin la debida autorización legal
(del voto en disidencia parcial del doctor González). [CNCrim. y Corr., Sala IV, 15/3/01,
"Tolosa, Martín", LL, 2001-E-4641.
43 - S i bien escierto queen algunossupuestoselhurto o robo noconstituyen hechos
- de la resistencia o de la desobedienciaa la autoridad, ello suce-
distintoscon lafiqura
decuando medió un "corto inte~alo"entreambos,de lo contrariosería extender sin
límite el "después de cometido" a que hace referencia el último párrafo del art. 164
del Código de fondo, en consecuencia, cuando no se da aquel presupuesto, por apli-
cación de las normas del concurso de delitos, ambasfiguras concurren materialmen-
te-arts. 54y 55, Cód. Penal-.
Cuando de la descripcióndel hecho surgen dos conductasseparadas y diferentes: una
el apoderamiento ilegítimode bienesmediantegolpesyamenazacon unarmadefue-
go, y otra -ocurrida después-fuera del contexto del robo, de resistencia a la autori-
dad, correspondeaplicar las reglasdelconcursodedelitos, declarando el concurso ma-
terial de ambas figuras-arts. 54 y 55, Cód. Penal- (del voto de la minoría). [SCBA,
28/9/99, "Cabral, Víctor", LLBA, 2000-285; DJBA, 156-6747; RepLL, U(-2000-A-14181.
44- Lasaccionestí~icasdelrobo mediante el uso de armasdefueqov
- . la tenencia de
arma de guerra sólo se superponen temporalmenteen forma parcial de modo que la
exclusión de una de ellas no supone la de la restante; y. que
. tratándose de hechos in-
dependientes los mismos concurren materialmente entre sí, por lo que corresponde
la aplicación del art. 55del Cód. Penal y las penasquedeél resultan (del votodeladoc-
torá ~apolupode ~urañonay ~ e d i aál , quéadhiriósu~ole~a de la Sala, la doctora Be-
rraz de Vidal). [CNCas. Penal, Sala IV, 17/9/99, "Rojo, Horacio Adolfo dRecurso de ca-
sación", causa no1229, reg. n02066,Fallos de la casación penal, 1999-2-2501.
45- Aun cuando la retención y ocultamiento de una de lasvíctimas no se haya efec-
tuado con una intención autónoma del secuestro extorsivo de la otra, ha de concluir-
se que constituye un hecho independiente que concurre materialmente con el otro y
también encuentra correcto encuadramiento en la figura prevista en el art. 170 del
Código Penal.
El secuestro de la víctima que fue posteriormente liberada para que transmitiera a su
padre el pedido de una suma de dinero por la liberación de su hermana, concurre en
forma real con el secuestro extorsivo y violación reiterada de los que fuera damnif ica-
da ésta, pues-aun
. cuando se trate de hechos acaecidos en forma simultánea v en un
mismo lugar-el accionar del imputado produjo deese modo una pluralidadde resul-
tadosal haber lesionado dos libertadesdedeterminación con unobietivo patrimonial,
lasque se hallaban perfectamente individualizadasen el momento de la comisión
La circunstancia de que el secuestro de una de las víctimas y el secuestro extorsivo y
violación reiterada de la otra se hayan producido simultáneamente, en un mismo lu-
gar y se presenten unidos por el fin del procesado, no permite su fusión.
Por ende, los hechos descriptos no concurren en forma real, ya que debe atenderse
tanto al quehacer objetivo como subjetivo del autor. [ST Chaco, 28/6/99, "V., E. E.",
LLLitoral, 1999-805, con nota de Nelson R. Pessoa; RepLL, LIX-1999A-1-4271.
CONCURSO DE DELITOS
46- La figura contenida en el art. 189 bisdel Cód. Penal es autónoma y se configura
con la mera tenencia del arma de guerra sin la debida autorización, por lo que la uti-
lizacióndeaquélla para la comisióndedelitosconduceal concurso real deambos(de1
voto endisidencia del doctorGonzález). [CNCrim.y Corr., SalaVI, 15/4/99, "Baldo, Na-
zareno", LL, 2000-C-904; RepLL, U(-2000-A-1-4171.
47- No apareciendo en el plan del autor una unidad de intencionesy siendo la con-
ducta divisible, media concurso real, y no ideal.
La conducta de quien irrumpe en un edificio y al tiempo que golpea la puerta de un
departamento dañándola, profiere amenazas de muerte a sus ocupantes, encuadra
en losdelitosdedaño y amenazas, hechosque concurren enforma real (arts. 55,183
y 149bis, Cód. Penal), ya quesetrata dedosconductas material y jurídicamenteescin-
dibles, pues para dañar no se requiere amenazar, y viceversa.
Para la determinacióndel tipo concursa1aplicablesedebe partirde la teoría de la uni-
dad, tomándose en cuenta el plan del autor y lasacciones típicas, no siendo lo decisi-
vo el número de tipos penales cometidos por una acción, sino el número de acciones
como actosvolitivos susceptibles devaloración independiente. [CNCrim. y Corr., Sala
1,18/6/91, "Mariño, Tomás", causa no38.582, "Doctrina Penal", 1992-8-3951.
48- Corresponde calificar como concurso real las conductas desplegadas por el im-
putado que hizo usodedocumento público adulterado agravado por ser destinado a
acreditar la identidad de las personas, reiterado en dosoportunidades; puesta en cir-
culación dechequefalsoequiparado a moneda y defraudación agravada en perjuicio
de la Administración Pública. Todo ello constituye una pluralidad de accionesdelicti-
vas que afectan distintos bienes jurídicos y cuyas lesionessonclaramente separables,
no obstante advertirse una unidad de sentido en todo el accionar deaquél. [TOC Fed.
Mar del Plata, 7/8/97, "Bassi, Haroldo L.", LL, 1997-F-3551.
49- La tentativa de robo agravado por uso de arma concurre en forma real (art. 55,
Cód. Penal) con la tenencia dearma de guerra. [CNCrim. y Corr., Sala IV, 6/8/97, "López,
Marcelo A,", LL, 1998-6-7891.
50- El hecho consistenteen la sustracción repetida de leña ajena sin ningún derecho
configura el delito de hurto simple en forma reiterada y en concurso real, por consti-
tuir gestiones ilícitas independientes. [Cám. Apel. Crim. Concordia, 11/4/97, "A. R.",
Zeus, 19-3101.
51 - La conducta del acusado encuadra en las previsionesde los arts. 45,169,89 y 54
del Cód. Penal; 127 en función del art. 119, incs. loy 34 y 55 del citado cuerpo legal,
como coautor de lesiones leves y robo en concurso ideal, si junto a otro acusado pró-
fugo propinaron una golpiza a una persona ocasionándole lesionesy, mientrassede-
sarrollaba ésta, le sustrajeron treinta pesos del bolsillo del pantalón, cayendo el he-
cho en más de una sanción penal; y como autor de abuso deshonesto, ya que aprove-
chando losescasosnueveañosde un menor lo sometió a caricias imoúdicas, tratando
dedesahogarsusapetitossexuales. Este últimodelitodebeconcursarse materialmen-
te con el primero. [Cám. laApel.Crim. Córdoba, 8/5/96, "Rodríguez, Carlos R. y otro",
LLC, 1997-6761.
CARLOS S. CARAMUTI
sobre. [Cám. Fed. San Martín, 29/7/91, "Millán. Miguel H. y otros", LL, 1992-A-115; DJ,
1992-1-6891.
65- Concurre en forma real con el robo el homicidio crirninis causae realizado para
ocultar aquel delito. [CNCrim.y Corr., Sala I,9/2/90, "Assad, J0rgeA.y otros", LL, 1990-
D-1171.
68- Debe recordarse que el delito de asociación ilícita calificada previsto en el art.
210 bisdel Cód. Penal reprime una asociación constituida para cometer delitos y que
posee total autonomía con aquellos delitos cometidos en cumplimiento de sus obje-
tivos. Por ello debe regir a su respecto el art. 55 del Cód. Penal para determinar la for-
ma de concurrencia entre la asociación ilícita y losotrosdelitoscometidos, talescomo
usurpación, privación ilegal de la libertad, lesiones, homicidios, roboscometidosden-
CARLOS S. CARAMUTI
tro del cuartel y el robo al camión, delitostodosellos que concurren realmente entre
sí, presentándoseen la especie material y jurídicamenteseparables. no obstantesu si-
multaneidad. [Cám. Fed. San Martín, 511 1/89, "Abella, Juan C. y otros", DI, 1990-1-
4711.
70- S i el acusado por robo podía concretar la sustracción de un automóvil sin nece-
sidad de obligar -como lo hizo-a la víctima a subir a él y acompañarlo, y tampoco
resultaba ello necesario para procurar la impunidad, esa intensificación innecesaria
de laviolencia tiene entidad para englobar un delito independiente, cual esel de pri-
vación ilegal de la libertad, agravada porviolencia, y queconcurre materialmentecon
el robo. [CNCrim. y Corr. Morón, Sala 11, 19/4/88, "Sanseverino, Osvaldo J.", LL, 1990-
A-692, jurispr. agrup., caso 6919; DI, 1988-2-8081.
72- Debe responder el encausado por el delito de abuso deshonesto (art. 127, Cód.
Penal), que concurre con el de lesiones leves, al haberse logrado la correcta determi-
nación de los traumatismos sufridos (del voto del doctor Costa, al que se adhirió el
doctor Mitchell). [CNCrim. y Corr., Sala 1, 5/8/86, "Araya, Jorge", DI, 1987-2-7381.
75- S i los cheques librados sin provisión de fondo (en total tres) fueron entregados
-
en un mismo acto e interpelado su pago en un mismo telegrama, no puede conside-
rarse único el hecho habida cuenta de que los cheques respondieron a distintas ope-
raciones, osea quesetrata detres hechosdiferentes.[CNPen. Ec., Sala III, 2011U83, "B.
J. E.", ED, 107-4951,
violación de domicilio en concurso real. El último delito se configura, pues los encau-
sados entraron en morada ajena contrariando la voluntad presunta del dueño, y el
concurso material entreambos. porquesi bien el ingreso al domicilioajeno fue el me-
dio para cometer otro delito más grave,
- el robo, encuentra sustento en un hecho dis-
tinto de la violación de domicilio. [Cám. gaApel. Crim. Córdoba, 1/9/83, "Potchtar Ba-
rriz, Luis A,", LLC, 1984-10971.
77- El delito del art. 175, inc. lo
del Cód. Penal queda consumado si el procesado se
apropia de la tarjeta de crédito ajena, esto es, cuando la retiene para sí, sin ánimo de
restituirla asu legítimo propietario. Estaacciónesobviamenteanterioral usoquelue-
go le dé a dicho objeto y, por esto, el concurso que medie con los delitos cometidos
mediante el mismo es real (art. 55, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala III, 12/5/83. "C.,
F.", ED, 107-2341,
80- No existe un solo delito (art. 302, inc. lo,Cód. Penal), cometidoa travésdevarias
acciones, sino concurso real (art. 55, Cód. Penal), dado que loschequesfueron entre-
gados por distintos conceptos (pago de mercaderíasy de favor) y en varias oportuni-
dades, siendo, por tanto, hechos independientes tal como lo exige el citado art. 55.
[CNPen. Ec., Sala 1,30/1 1/81, "Farabollini, César N,", ED, 97-3821
82- S i las conductas de los procesados se ejecutaron en forma sucesiva, por breve
que fuera el lapso que medió entre una y otra, y culminaron con la lesión efectiva de
bienesjurídicosperfectamente diferenciados, resultadoséstosqueno podríanalcan-
zarse mediante actos de la misma naturaleza, las mismasestuvieron revestidas de su-
ficiente autonomía como para confiqurar - hechos independientes en el sentido del
art. 55del Cód. Penal y, por consecuencia, integrar una relación de concurso material
de las previstas en dicho texto leqal.
- Cuando la inmovilización a que necesariamente
queda reducida la víctima del delito de violación se extiende más allá de lo indispen-
sable para la ejecución material del mismo (v. gr., cuando se la deja atada o encérra-
da), éste y la privación de la libertad concurren en la forma prevista en el art. 55 del
Código pinal.
Lasviolenciasqueabsorbe la figura del art. 119, inc. 3"del Cód. Penal sonaquellas-de
entidad relativamente limitada-que seejerzan directamente sobre el cuerpo de la
víctima, con el fin de anular la resistencia que, dentro de sus posibilidades, oponga
al agresor; en consecuencia, excede dicho marco la usada sobre terceros, aunque sin
ella resultare imposible concretar el designio libidinoso, configurándose hecho o he-
chos independientes que se insertan con la violación, en una relación de concurso
real. [SCBA, 29/9/81, "Giménez, Martín A. y otro", DJBA, 121-3651,
83- La posterior venta de efectos sustraídos, siempre que se den los requisitos del
art. 172 del Cód. Penal, configura el delito de estafa, el cual concurre materialmente
conel de hurtoo robo. [CNCrim. y Corr., Sala 11, 13/3/81, "Ruas, JoséJ.", ED, 90-3961.
84- Las lesiones leves no son subsumidas por la violencia típica a losdelitosdeviola-
ción y corrupción pues puedeconsistiren la coerción moral, en la intimidaciónoen re-
ducira lavíctima, sin lesionarla, medianteel empleo de la fuerza o la amenaza con ar-
mas. No hay, pues, motivo para considerar que "la fuerza o intimidación" (art. 119,
inc. 39 Cód. Penal) o "la violencia" (art. 126, Cód. Penal) absorben las lesiones, cual-
quiera sea la índoledeéstas. Configúranse losdelitosde privación ilegal calificada de
la libertad en concurso real con tentativa de corrupción y violación en concurso ideal
con lesiones leves, por cbantoel procesado, luego desufrustrado intento detener re-
lacionessexuales por vía oral con la empleada de un comercio -hecho ocurrido en el
bañodel local-, intentóquelavíctima lesuccionara el miembroviril, Iuegodelocual,
CONCURSO DE DELITOS
86- Debe ser responsabilizado por los delitos de estafa en concurso real con falsifi-
cación de instrumento privado quien, arrogándose el título de abogado, obtuvo de-
terminada suma de dinero, presentando en juicio ejecutivo una boleta de depósito
bancario falsificada. No corresponde pronunciamiento alguno sobre usurpación de
títulos por habersido examinadasuconductaenotro juicio, en la misma épocaenque
ocurrió el presente hecho. Tampoco corresponde absolver al procesado por usurpa-
ción de tít;los (art. 247, Cód. penal), pues se trata de un único hecho, ya que, si se de-
biera condenareneste proceso pordicho ilícito, concurriríaformalmenteconel dees-
tafa. [CNCrim.y Corr., sala 111,3/4/81, "SáenzdeTejada, J.", BCNCyC, 1981-V-1001.
87- La figura que establece el art. 6"de la ley 20.771 es un delito de pura actividad
queconcurreen forma real (art. 55, Cód. Penal) con el de inducción a la droga- (art. 79
inc.a, ley20.771). [Cám. Fed. Resistencia, 611 1/80, "Orue, Ricard0A.y otros", LL, 1981-
C-6571.
89- El término "inmediatamente" (utilizado en la última parte del art. 164del Cód.
Penal) contienedosacepciones: "sin interposición" decosa alguna y "luego, al instan-
te". Esto demuestra que la privaciónde libertad ha detener el carácterde breveo ins-
tantánea, por locual cuando la conducta incriminadava másallá de lasatisfaccióndel
fin propuesto puede haber concurso real. [SCBA, 25/8/80, "Martínez, Héctor B.", DJ-
BA, 119-7501.
CARLOS S. CARAMUTI
90- El acusado que, primero con fraude y luego empleando violenciafísica, sustrajo
a una mujer mayor de doce años con propósitos deshonestos, patentizados en la in-
tención de sacarle el pantalón que llevaba puesto, y expuso sus órganossexualesa la
.
vista de la menor. comete el delito de rapto v* lesiones leves en concurso ideal. en los
términos de los arts. 130, parte 14 89y 54del Cód. Penal, y exhibicionesobscenas en
concurso real con losanteriores, conformea losarts. 129, parte
. l a v55del mismo Có-
digo. [Cám. 3"Apel. Crim. Córdoba, 9/5/80, "Urbano, José L.", LL, 1980-4321.
91 - El delito tipificado esel deamenazas reiterado (arts. 149biry 55, Cód. Penal), ya
que la pluralidad de hechosnoaparececomorepresentativadeuna sola y misma con-
sumación delictiva, sino que, aunque no determinadas las fechas de las cartas en las
que se contienen las amenazas, es indiscutible que fueron enviadas y recepcionadas
en momentosy destinatariosdiferentes, por lo que, recién unavezconsumadoun he-
cho, se inicia independientemente el otro. [CNCrim. y Corr., Sala 1,21/4/80, "Sánchez,
Marcelo F.", BCNCyC, 1980-VI-1021.
93 - S i el imputado no falsificó la firma del codeudor en un solo pagaré sino que re-
pitió su conducta en cada una de los títulos de crédito que han sido agregados a los
autos, es claro que no cometió un solo hecho sino cinco independientes, pues no le
resta autonomía a cada acto del falsario el haber sido suscriptos el mismo día y en la
misma oportunidad ni aun haber sido entregadosen un mismoacto. [CNCrim. y Corr.,
Sala V. 23111/79, "Carrera, Julio R.", JA, 1980-1-2191.
96- La supuesta relación equívoca con una alumna de la facultad, que lasaplazadas
atribuyen al profesor, configura el delito de injuria dado que dicha expresión tiende
a desacreditar el honory la reputación de aquél. Por otra parte, la imputación deque
además, desde la cátedra hacía apología de la guerrilla +xpresionesambasvertidas
CONCURSO DE DELITOS
al hacer reclamo por el aplazoy solicitar nueva mesaexaminadora-, implica una gra-
ve acusación que no tiene natural correlación con el objeto primordial de la nota y
configuraeldelitodecalumnias,enconcursorealconeldeinjurias(arts. 109,110y 55,
Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala V, 14/9/79, "De Vicenzi de Genovese", BCNCyC,
1980-111-361.
97- Si bien usar un estupefaciente en lugar público (art. 7". inc. c, ley 20.771) supo-
ne, efectivamente, tener la droga que se está usando estambién exacto que, cuando
menos, la tenencia simultánea de estupefacientesque no seestán usando constituye
un delito independiente del otro (conf. art. 55, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala III,
3/7/79, "Yáñez Alvarez, M.", BCNCyC, 1979-VI-45,sum. 21791.
98- Losvariosapoderamientosrealizadosen la misma oportunidad contra el mismo
propietario no multiplican el hecho pero sí lo multiplicanvariosapoderamientos rea-
lizados independientemente en la misma oportunidad en perjuicio de otros tantos
propietarios. [Cám. Apel. Crim. Concordia, 30/4/79, "S., D.", Zeus, 20-1261.
99- El delito de falsa denuncia es instantáneo y se consumó, en el caso, con la mera
presentación hecha por el procesado.Y si la estafa tuvo comienzo deeiecución con la
denuncia formulada ante la compañía aseguradora, con el designio de cobrar el se-
quro,
- lo que ocurrió con posterioridad, en esas condiciones, la consumación del pri-
mer delito no importa comienzo de ejecución típica del segundo, debiéndose adver-
tirque, aunque media entreambosilícitosuna relaciónde medio fin, estavinculación
es insuficiente para tener por configurado un concurso ideal, pues es indudable que
se trata de hechos perfectamente separables material y jurídicamente y, por tanto,
delitos independientes en el sentido del art. 55 del Cód. Penal. [CNCrim. y Corr., Sala
111,10/4/79, "López Ríos, M. C.", BCNCyC, 1979-1\1-41, sum.21741.
100- La falsificación de documento público concurre materialmente con la tentati-
va de estafa a una Administración Pública.
Si el delincuente no se ha echado atrás frente a la doble consecuencia criminosa, no
vacilando en ejecutar su designio -falsificación e intento de estafa en el caso-, de-
be concluirse que no sólo "ha querido" lo que ha hecho, sino que lo ha querido hacer
precisamente mediante la violación de una nueva figura penal; de tal manera si a su
mayor perversidad de ánimo corresponden múltiples lesionesjurídicas, cada una en
sí mismavoluntaria, si múltipleesel perjuicio producidoy querido, si el daño inmedia-
toes mayor, porque más profundaes la perturbación, másviva la preocupaciónsocial,
no hay razón que justifique la conclusión de que el delito es único. [CNFed. Crim. y
Corr., Sala 11, 23/10¡78, "Verse, Guillermo J.", LL, 1979-D-439, con nota de Ricardo C.
Núñez].
101 - S i en el sub iudice, una vez perfeccionada la adulteración instrumental, por un
ladose ha confeccionado un documento falso y por el otro se ha adulterado el estado
civil de una persona, siendo dose independientes los bienesiurídicosafectados por el
ilícito quehácery dos las figurasdesco~ectadasentresíqueiretendenatrapar ésa ac-
tividad delictuosa, ambas figuras concurren materialmente, conforme a un criterio
de antigua data que sostiené que, toda vez que se comete un delito mediante la fal-
CARLOS S. CARAMUTI
- de arma de
113- El concurso existente entre el robo calificado v la tenencia ileqal
fuegode usocivil, esmaterial ya queestedelito, cuyo bienjurídicotuteladoesla segu-
ridad pública, esdecarácter permanente, de .peliqro - abstractoy seconsuma con la te-
nencia de un arma sin la autorización correspondiente, a disposición del imputado y
dentro de su ámbito de custodia, con independencia de la motivación -aun cuando
no se emplee-, lo queequivale a sostener su autonomía intelectual, mientrasqueel
robo agravado por el uso d e a r m a s q u e tutela la propiedad-esdecarácter instan-
táneo y se consuma en el momento de su comisión. [CNCrim. y Corr., Sala VII, 9/6/15,
"C., R.", LL, On Line, AWJUW28053/2015].
114- Existe un concurso real de delitosentre losde privación ilegal de la libertad y el
robo, si dentro del mismocontexto espacial y temporal del desapoderamiento, sinso-
lución de continuidad, el imputado dio comienzo a otra acción al ordenarle a la vícti-
ma que se suba a su moto en forma intimidatoria, pues es perfectamente posible un
concurso real simultáneo cuando en un mismo tramo de conducta se realizan varios
hechos cometidos por el mismo sujeto y objetiva y subjetivamente independientes.
[TOC no 16 Cap. Fed., 27/6/11, "Fabricio Alberto Álvarez Albarracín", LL, On Line,
AWJUW28181/2011].
vivienda familiar que entraron a asaltar, corresponde considerar que existió un solo
desapoderamiento, tanto de los efectoscomunesde la familia, como de los persona-
lesdé la nombrada, el cual se consumó al quebrantarseel ámbito decustodiá general
deaquellos bienes-en el caso, se revocó la resolución que había establecido que me-
diaba unconcurso real de losdelitosde roboagravado-, puesen lossupuestosdeun
ámbito material o real decustodia decosas mueblesque, a suvez, comprendedentro
de él otrosámbitos de custodia, el desapoderamientorecién se tiene por consumado
cuando el ámbito de custodia general esquebrantado y no el particular. [TSCórdoba,
Sala Penal, 26/6/08, "Fornari, Matías Damián y otro", LL, On Line].
118- Resulta inaplicable la figura del concurso real de infracciones respecto de los
incumplimientosa losdeberesformalesen losque incurrió lasociedadactoraensuca-
rácterdeagentederetencióndel lmpuestoa loslngresosBrutosdela provincia deTie-
rra del Fuego, pues, al momento deconstatarselasinfraccionesexistían leyesespecia-
les en materia tributaria, que autorizaban expresamente la aplicación de multas en
forma independiente por cada incumplimiento, todo ello de conformidad con lo dis-
puesto por el art.44 in finedel Cód. Penal. [STTierra del Fuego, 12/8/05, "Ambas Limi-
ted Sucursal Argentina c. Provincia de Tierra del Fuego", LLPatagonia, 2006-781.
119- S i el imputado mantuvo la portación ilegal del arma de fuego dentro del mis-
mo contexto en el que se perpetró el robo, la portación no guarda autonomía con el
roboencuyocontextoel arma fueempleaday por ello resulta erróneoconsiderar que
-.
concurren ambos delitos en forma material. pues se está en presencia de un solo he-
cho delictivo y no de dos independientes. [TS Córdoba, Sala Penal, 11/12/02, "Ferrey-
ra, Claudio M. y otro s/Rec. de casación", LLC, 2003-5761.
120- Lasdistintasacciones de infidelidad o abuso realizadas bajo un mismo manda-
to constituyen un hecho único y global de administración fraudulenta (art. 173, inc.
79 Cód. Penal), pues la gestión es un concepto jurídico indivisible-sin perjuiciodesu
divisibilidad material, espacial o temporal-que presenta un único designio y una so-
la rendicióndecuentasfinal. Deberevocarsela sentencia quecondenóa unsujeto por
varios hechosdeadministraciónfraudulenta, en forma reiterada, pesea la existencia
de una única y continuada gestión +n el caso, como presidente del Banco Social de
Córdoba-, pues los distintos intervalos delictivos, aun cuando se hayan sucedido
dentrodeuna actuaciónaparentementecorrecta, no implican reiteración ni multipli-
can el delito, por
. lo que el tribunal inferior debe analizar tales maniobras en conso-
nancia con la posibilidad deque la condena haya desconocido la garantía dene bisin
idern(del dictamen del procurador general que la Corte hace suyo).
La división de un proceso penal -"megacausar' por maniobras fraudulentas en el
Banco Social de Córdoba-, como método procesal ante el volumen y la complejidad
de la investigación, no valida el múltiple juzgamiento del partícipe necesario en to-
das lasacciones investigadas+n el caso, presidentede la citada institución, inculpa-
do deadministraciónfraudulenta enforma reiterada pordos hechos pesea la unidad
desugestión-, lo que resultaviolatoriodel principio ne bisin idern (del dictarnendel
procurador general que la Corte hace suyo). [CSJN, 3/12/02. "Pompas, Jaime y otros",
LL, 2003-D-60, con nota de Norberto E. Spolansky; LLC, 2003-1831.
CARLOS S. CARAMUTI
121 - Dado que la expresión "después de cometido" el robo del art. 164, i n fine del
Cód. Penal esamplia en cuanto a su capacidad para extender, despuésdeconsumada
la sustracción, el tiempo de presentación de la violencia, lo que cierra el concepto y le
pone límites más precisosesel elemento subjetivo del tipo "para procurar su impuni-
.
dad".. la aolicación del art. 55 del Códiao citado resulta imorocedente cuando no se
ha demostrado que la resistencia a la aGtoridad se produjofuera del contexto del ro-
bo (del voto de la mayoría).
Para que existan dos delitos distintos-robo y resistencia a la autoridad-y ausencia
de uno solo complejo, la resistencia a la autoridad debiera asumir el rango definali-
dad esencial que se propuso el culpable con autonomía de la conducta precedente, y
no como una mera circunstancia incidental generada como consecuencia del robo, tal
como aparece configurada en la especie, supuesto en el que no corresponde aplicar
la figura del concurso material de delitos (del voto de la mayoría, fundamentos del
doctor Pettigiani).
Cuando de la descripción de los hechos no puede colegirse que estemos en presencia
de dos conductas criminales separadas en el tiempo, ya que surge de la misma -sin
ambages-que se trató de un "hecho único", esto esque no hubo solución de conti-
nuidad entre el "robo" y la "resistencia a la autoridad", no puede considerarse que
ambos delitos concurren materialmente (del voto de la mayoría, fundamentos del
doctor Hitters). [SCBA, 28/9/99, "Cabral, Víctor", LLBA, 2000-285; DJBA, 157-6747;
RepLL, U(-2000-A-1-4181.
125- El imputado debe ser procesado por el delito de robo agravado por la causa-
ción de lesionesgraves, pues, si bien todo parece indicar quesu acercamiento a lavíc-
tima estuvo guiado en un principio por un propósito deagresión, lo ciertoesquedes-
plegada esta y sin mediar solución de continuidad, se apoderó inmediatamente de
CONCURSO DE DELITOS
sus bienesen una secuencia que no duró másde dos minutos, con lo cual su conducta
constituye un hecho único. [CNCrim. y Corr., SalaVI, 25/2/16. "C., O. H. yotros", LL, On
Line, AWJUR/13856/2016].
126- Dado que los delitosde estafa y sustitución de chapa patente deautomotor con-
curren materialmentecon el de falsificación de cédula de identificación del vehículo,
nada obsta a su juzgamiento por separado, toda vez que la mera coincidencia subje-
tiva ofinalidad no basta por sísola para afirmar que doso másconductasprevistasen
la ley penal constituyen un único hecho o concurso formal. [CNCrim. y Corr., Sala II,
26/9/88, "Leguizamón, CarlosA.", LL, 1989-8-382;DI, 1989-1-10361.
Atento a que se trata del delito de lesiones leves calificadas por el vínculo, conforme
lo normado por el art. 92 del Cód. Penal, la escala penal con que se reprimen los deli-
tos atribuidos prevé un mínimo de seis meses y como máximo dos años prisión. Ha de
tenerse en cuenta que estamos en presencia de un número no determinado de lesio-
nes, por lo que el máximo de la pena se extiende a la suma resultante de la acumula-
ción de las penas correspondientes a los diversos hechos, siempre que no supere el
máximum legal de la especie de pena de que se trate (art. 55 del Cód. Penal en su re-
dacción anterior a la reforma introducida por la ley 25.816 atentoa la fecha de los he-
chos). De acuerdo a las pautas de individualización que para su graduación determi-
nan los arts. 40 y 41 del Cód. Penal, estimo que la pena de dos años de prisión consti-
tuyeunajusta retribución porel dañoocasionado porel accionardelictivoyselaapre-
cia ajustada a las necesidades de prevención especial que con ella persigue nuestro
cuerpo normativo. [Cám. 7'Apel. Crim. Mendoza, 8/3/06, "F. c. M. T., J. A. pllesiones
leves calificadas en concurso real y A. G., A. L. pllesiones levesen concurso real", cau-
sas nros. 4850/19,153/41,887/281, elDial-AA337Dl.
136- S i bien la ley 23.077 introdujo en el Código Penal el nuevo art. 277 ter, por el
cual el máximo de la pena establecida para cualquier delito será aumentado en un
medio cuando la acción contribuya a poner en peligro la vigencia de la Constitución
Nacional, ello no implica queel máximo de la pena haya aumentadoautomáticamen-
te para aplicarla a lassituaciones previstasen losarts. 55 y 58del Cód. Penal-en el ca-
so, a un condenado, al unificarle la pena, el tribunal oral le impuso una pena devein-
tiocho años de prisión-, que regulan el concurso de delitos y la unificación de la pe-
na, puesello no puede llevar, sin más, a modificar, en un sentido tan gravoso la escala
del art. 55del Cód. Penal. [CNCas. Penal, Sala 11,18/9/02, "Franco, Hugo N. s/Rec. deca-
sación", LL, 2003-8-4351.
140- El art. 55 del Cód. Penal conforma una nueva escala que no resulta más gravo-
sa para el acusado, en cuanto no pena más severamente los hechos que integran el
concurso, con motivo o causa de reiteración; el incremento de la sanción penal resul-
ta, exclusivamente, de la pluralidad de delitoscometidos. [SCBA, 13/2/96, "Vivas, Rey
S.", LL, 1996-3511.
141-Cumple las exigencias de los arts. 55 a 57, a los que remite el art. 58, todos del
Código Penal, el decisorio en que se mencionaron los delitos que originaron las con-
denasanteriores, asícomo las normascorrespondientesalosmismos, se meritaron las
circunstancias de los arts.40 y 41 del Cód. Penal, y se manifestó expresamente haber-
se utilizado el sistema de composición y no el de la simple suma aritmética. [SCBA,
27112/94, "Bocco, Julio E.", DIBA, 148-15751.
142- No puede hablarse que a los hechos queconcurren realmente lescorresponde
penas heterogéneas, sin antes decidir, con respecto al hecho que tiene pena alterna-
tiva, la especie de pena a aplicar.
En materia de penasalternativas, la aplicabilidad de las normas legales sobre concur-
so de delitos depende necesariamentede la previa elección del tipo de sanción que
corresponda imponer en cada caso particular, elección que de ningún modo está re-
gida porel art. 56, ni por ningún otro precepto imperativo de la ley penal. [Cám.Apel.
Crim.Córdoba, Sala 1, 16/3/84, "Moyano, Juan R.", LLC, 1984-7831.
143 - La aplicación de las normasdel concurso real cuando se trata de unificación de
penas supone la composición de la sanción con miras a una más justa dosificación de
la pena, pero no se trata de una regla absolutamente rígida, ya que en casosespecia-
les nada obstaría a que se sumen aritméticamente las sanciones a unificar. [SCBA,
23/9/82, DIBA, 124-531.
144- Para los casos de concurso real de delitos, el máximo de la pena de la especie
que se trata, a los fines de la graduación de la pena y teniendo en cuenta las modifi-
cacionessufridasenel ordenamiento sustantivo, supera loscuarenta años, teniendo
en cuenta el caso de un homicidio, agravado por el uso de arma de fuego y, a su vez,
nuevamente agravado por participación de un menor de edad (del voto del doctor
Crippa García). [Cám.Apel. Penal Rosario, Sala 111,22/3/06, "Vera, Aníbal J.", LL, On Li-
ne].
145- El art. 55del Cód. Penal debearmonizarsecon lo previsto enel art. 227 terdel
mismo régimen jurídico, texto según ley 23.077, puesto que en loscasosdeevaluarse
la situación de concurso real de delitos, la pena deencierro susceptiblede imponerse
a quien se le reprocha la comisión de esossucesos puede extenderse hasta los treinta
y siete años y seis meses. [Cám. Fed. Cas. Penal, Sala 1,28/12/16, "P., D. E. sIRecurso de
revisión", LL, On Line,AWJUW101514/2016].
b) Graduación de la pena
146-Adhiero a la soluciónque propone la colega que lidera el acuerdo, con la salve-
dad que la pena única que entiendo que en definitiva corresponde imponer es la de
CARLOS S. CARAMUTI
cuatro años y seis meses de prisión, con más la inhabilitación absoluta del art. 12 del
Cód. Penal, y costas4eacuerdo a mi voto in re "Jerez, CarlosA."-(del voto en disi-
dencia parcial de la doctora BerrazdeVidal).
El tribunal de la instancia anterior omitió mencionar cuáleseran lascircunstanciasre-
feridasa la naturaleza del hecho, como a la personalidaddel imputado, que había te-
nido en cuenta y de qué manera unas u otras influyeron en la graduación de la pena
a imponer -positiva o negativamente- y cuál fue la impresión que el encausado
causóduranteel debate.Tal omisióndefineunclarodefectodefundamentaciónque,
como tiene dicho esta Sala, constituye también inobservancia de la ley sustantiva re-
guladora de la graduación de la sanción aplicable (arts. 40 y 41, Cód. Penal). Corres-
pondeademásadecuarel montode la pena únicaqueseleimpusoal nombrado-com-
prensiva de la anterior y de la pena de dos años de prisión en suspenso recaída en el
Tribunal Oral en lo Criminal cuya condicionalidadfuera revocada-, fijándola en cua-
tro años y seis meses de prisión y accesorias legales (del voto de la doctora Capolupo
de Durañonay Vedia, adhiere el doctor Horno$ doctora Berraz de Vidal, en disiden-
cia parcial).
La descripción fáctica de los hechos efectuada por el a quo resulta demostrativa que
la tenencia del arma fue anterior al desapoderamientode los bienes y que continuó
en posesión de la misma luego de la tentativa de robo cometida. De tal manera, la
aplicación al subjudice de las disposiciones del art. 55 del Cód. Penal resulta ajustada
a Derecho (del voto de la doctora Capolupo de Durañona y Vedia, adhiere el doctor
Hornos; doctora BerrazdeVidal, en disidencia parcial). [CNCas. Penal, Sala IV, 7/2/07,
"Silva, Esteban Nahuel dRecurso de casación", Lexis, nros. 22/10906, 22/10897 y
22/10897].
la doctora Berraz devidal). [CNCas. Penal, Sala IV, 29/8/00, "B. R., R. E.", LL, 2001-A-
5971.
151-Prevista enel art. 55del Cód. Penal una sanción mayor para la reiteración, esa
circunstancia de mayor peligrosidad no puede ser nuevamente computada como
agravanteal graduarse la penaconformea las normasgenéricasdelosarts.40y41 del
mismo Código, pues habría violación del principio del Derecho penal liberal del non
bisin idem. [SCBA, 3/3/81, "Quiles, Carlos y otros", DJBA, 120-3131.
152- La pena única en el concurso real de delitos no se determina por cálculos men-
tales matemáticos, sinovalorando razonablementetodaslascircunstanciasdel hecho
y del autor, teniendo en cuenta las normas legales de los arts. 40 y 41 del Cód. Penal.
[SCBA, 26/9/78, "Pucheta, Ramón E. y otros", DJBA, 116-1311.
153- El concursodedelitos no puedeser considerado agravaciónautónoma porque
ello implicaríavalorar una misma circunstancia dosveces, primero a travésdel art. 55
del Cód. Penal y luego por el art. 41 del mismo cuerpo legal, constituyendo tal proce-
der netaviolación del principio queveda el doblejuzgamiento. [Cám.Apel. Civ. Com.
Crim. y Corr. Pergamino, 3/5/94, "Cabrera, Juan C. y otro", LLBA, 1994-6441.
154- La acumulaciónprevista en el art. 55del Cód. Penal no excluye la utilización de
aquella circunstancia como agravante en los términos de los arts. 40 y 41 del mismo
Código. [SCBA, 13/2/96, "Vivas, Rey S.", LLBA, 1996-351; ídem, 28/11/95, "Gramajo,
Armando", DJBA, 150-1376].
155- No es imperativo para el juez o tribunal la aplicación del método composicio-
nal, pudiendo optar
. por
. el sumatorio de acuerdo a las característicasde las conde-
nas computables y la personalidad revelada por el autor (arts. 40 y 41, Cód. Penal).
[CNCas. Penal, Sala 111,8/9/99, "Aguirre, JuanCarlosoAlonso, Rodolfo Manuel o Alon-
so Rivero s/Recurso de casación", causa no1824, reg. no413, Fallos de la Casación Pe-
nal, 2001-3-2811.
156- Enel concurso real dedelitos-enel caso, hurtosimple reiterado, dos hechos-
desaparecenjurídicamente lasescalaspenalescorrespondientesa cada unode losde-
litosque lo integran, de modoquecuando undelito concurre materialmenteconotro
u otros ya no puede entenderse que le corresponde la pena que para él en particular
ha previsto la Parte Especial del Código Penal. [SCBA, 19/12/01, "Molina, Fabián E.",
LLBA, 2002-641; DJBA, 162-1171.
vista (art. 174, inc. 59 Cód. Penal), teniendo en cuenta la gravedad de la imputación
que se desprende de la reiteración de los hechos, el presunto perjuicio ocasionado al
Estado nacional y el cargo que ostentara el imputado, de las que se deduce una ma-
yor responsabilidad (del voto del doctor Vigliani -por la mayoría-).
Es procedente la prisión preventiva si el pronóstico de pena esdetal entidad quecon-
duce a presumir fundadamente que, de resultar excarcelado, el imputado intentará
eludir la acción de la justicia. Ello así, teniendo en cuenta las características de los he-
chos atribuidos, calificadosy tipificados por el art. 174, inc. 5Odel Cód. Penal, cometi-
dos en forma reiterada en cinco oportunidades, la responsabilidad que en éstos se le
atribuyera al justiciable, la calidad de funcionario público, que revestía al momento
de tales maniobras, las facultades que detentaba dentro de la entidad (PAMI) como
interventor primero y presidente después, el perjuicio ocasionado y la existencia de
otras personas involucradas (del voto el doctor lrurzun -por la mayoría-). [CNFed.
Crim. y Corr., Sala 1,25/10/00, "Alderete, Víctor A. y otros s/Procesamiento", causa no
32.290, elDial-AA72CI.
para reprimirlo, y si bien el art. 55 ibídem fija la pena especial que le corresponde al
concurso material de tipos (la suma de los máximos)el art. 62, inc. 2" premencionado
se remite para fijar el plazo de la prescripción de la acción al máximo de la "pena se-
ñalada para el delito", expresión singular que indica que la ley se está refiriendo al
máximo de la pena hipotizada para "cada delito" y no para "losdelitos" que hubiese
cometido el reo. Esa interpretación jurisprudencia1 ha sido consagrada expresamen-
te por la ley 25.990 (BO, 11/1/05) en el art. 67, párr. 5" del Cód. Penal. [SCBA, 19/9/07,
"Dopazo, Walter Antonio y otro s/Robo automotor, encubrimiento", Lexis, no
1411184351.
163- Es doctrina legal de esta Corte que mediando un concurso material los plazos
de prescripción corren separadamente respecto de cada ilícito. Idéntica solución fue
consagrada luego por la reforma del art. 67 del Cód. Penal mediante la ley 25.990.
Existeautonomíaentreel régimende la extinciónde la acción por prescripcióny el es-
tablecido en losconcursosdedelitos,para resolver los problemasde la graduación de
la pena y su máximo de duración a los fines prescriptivos. La prescripción de la acción
penal corre y se opera en orden a cada delito, aun cuando exista entre ellos una rela-
ción concursal. [SCBA, 2016107. "Grinfeld Lamas, María Noel s/Daño recíproco y lesio-
nes", Lexis, nros. 141116696 y 1411166951.
164- La ley 25.990 (BO, 11/1/05) modificó los párrs. 4" y 5" del art. 67 del Cód. Penal,
sustituyendo del primero de ellos la expresión "secuela del juicio" d o m o causal inte-
rruptora de la prescripción de la acción penal- por un catálogo taxativo de los actos
procesales que producen ese efecto (incs. b, c, d y e). Asuvez, estableció en el párr. 5O
que la prescripción corre, se suspende o interrumpe "separadamente para cada deli-
to ...",consagrando así de manera expresa la denominada "teoría del paralelismo"
para su cómputo en los supuestos de pluralidad de ilícitos.
La tesis del paralelismo-que se consagró en la parte final del art. 67 del Cód. Penal,
a partir de la reforma de la ley 25.99CL es aplicable únicamente en el supuesto de
concurso real de delitos. [SCBA, 1316107. "Coronel, Daniel Máximo snentativa de ro-
bo calificado, privación ilegal de la libertad, Lexis, nros. 141116520, 141116506 y
1411165581.
CARLOS S. CARAMUTI
166- Para el cálculo de los plazosde prescripción en el caso de concurso real de deli-
tosdebeacudirsea la tesisdenominadadel paralelismo-en el caso, sedeclaródeofi-
cio la extinciónde la acción penal por prescripción respecto del delitode hurto, el cual
concurría materialmente con los demás ilícitos enrostrados-, interpretación juris-
prudencial que ha sido receptada expresamente por la ley 25.990.
Pese a considerar que para los supuestos de concurso real de delitos resultaba aplica-
ble la doctrina de la acumulación, actualmente, con el dictado de la ley 25.990 se pro-
duce, por un lado, la modificación de las causales de interrupción de la prescripción
por actos de procedimientos en el art. 67, párr. 4" del Cód. Penal y, por el otro, en el
párr. 5" se establece que la prescripción corre, se suspende e interrumpe separada-
mente para cada delito, consagrando de esta forma la tesis del paralelismoen los su-
puestos de pluralidad de delitos (del voto del doctor Negri). [SCBA, 30111/05, "V., L.
A,", LLBA, 2006 (junio) 6101.
167- Cabe ordenar al a quo que resuelva los pedidos concretos efectuados por la
querella -en el caso, declaración indagatoria del encartado-por medio de una res-
puesta conjunta y global, respectode todos los hechos denunciadosque, desde las re-
glas del concurso material de delitos, se presentan como infracciones a la ley 11.723,
máxime si existe un incidenteabierto de prescripción de lasaccionesqueemergerían
de cada uno de los hechos (del voto del doctor Bruzzone). [CNCrim. y Corr., Sala 1,
27/7/05, "Alifano, Roberto", LL, 2005-F-6001.
168- La escala penal que corresponde tener en cuenta a los fines de la prescripción
de la acción penal -en el caso, la mayoría rechazó el planteo de prescripción en un
proceso por homicidio en ocasión de agresión, tres hechos en concurso real-, en los
casos de concursos de delitos, es la que se conforma según las pautas de los arts. 55 y
56, y el nuevo agregadodel art. 67del Cód. Penal quediceen su último párrafoque la
prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para cada delito (del
voto en disidencia del doctor Camperi).
Para los supuestos de concurso real de delitos + ? n el caso, homicidio en ocasión de
agresión, tres hechos-debeaplicarsela teoríadel paralelismoy no ladeacumulación,
dado que la nueva ley 25.990opta por esta posición (del voto del doctor Salaberry).
En un proceso por homicidio en ocasión de agresión, contemplado en el art. 95 del
-
Cód. Penal. dondese investiaantres hechosde homicidio. en concurso real. a losfines
de la prescripción debeadoptarse la teoría de la acumulación, donde, para el cómpu-
t o de la prescripción, debetomarseen cuenta el plazo que resulta de sumar las penas
correspondientes a los distintos hechos, siempre que no exceda el máximo legal de-
terminado en el art. 62 del Cód. Penal,~.porque
. ni la riña ni el eiercicio de la violencia
configuranperseel delito, sino que lo quecabe bajo el reprochede la norma esel ho-
micidio o las lesiones (del voto del doctor Lozada). [Cám. Za Apel. Crim. Bariloche,
29/4/05, "Bobadilla, Jorge y otros", LL, On Line].
CONCURSO DE DELITOS
186- A los efectos de fijar una pena única en los casos de concurso material de deli-
tos, uno deellos reprimido con una sola pena (prisión) y el otrocon penasalternativas
(prisión o reclusión), si el juez elige entre éstas la de reclusión, es aplicable el art. 56
del Cód. Penal. [SCBA, 26/12/39, LL, 17-216, cit. por Rubianes, CarlosJ., El Código Pe-
nalysuinterpretaciónjurisprudencial, Depalma, Buenos Aires, 1975, vol. l. p. 3321.
mido con pena privativa de la libertad divisible y otro sancionado con pena pecunia-
ria, indivisible (multa), procede la imposición de una u otra sanción, siendo posible la
acumulación mediante' las reglas del'concurso (art. 56, Cód. Penal) sólo cua'ndo ago-
tado el procedimiento para lograr el pagode la multa, sin éxito, setransforma éstaen
prisión. [CNCrim. y Corr., 10/9/40, JA, 71-840, cit. por Rubianes, Carlos J., ElCódigo Pe-
nalysu interpretaciónjurisprudencial, Depalma, Buenos Aires, 1975, vol. 1, p. 3321.
195- Aun enel caso deconcurso real dedelitosel criterio del art. 57carece deaplica-
ción para establecer la gravedad de la pena de inhabilitación, envirtudde lo dispues-
toen la última partedel art. 56del Códigocitado. [SCBA, 18/3/38, LL, 10-1004, cit. por
Rubianes, Carlos J., El Código Penal y su interpretación jurisprudencial. Depalma,
Buenos Aires, 1975, vol. 1, p. 3321.
CAPITULO
VI
DELITO CONTINUADO
en distintos tipos, la pena debe ser la mayor, por aplicación analógica del art. 54.
Volveremos al respecto al considerar los requisitos de la figura bajo análisis4.
Debeseñalarse, sin embargo, quela admisión del delitocontinuadodistadeser
pacífica.
Algunos autores y cierta jurisprudencia la niegan, ante la falta de recepción le-
gislativa expresa, lo que lleva a Zaffaroni a criticar a esa corriente atribuyéndole
pecar de un excesivo positivismo5.
Por nuestra parte, creemos que una interpretación dogmática racional no pue-
de negar la recepción legislativa del delito continuado, la que no necesita ser ex-
presa.
En primer lugar, la exigencia de independencia de los hechos contenida en el
art. 55 para la operatividad desus reglasconlleva, implícitamente, tanto la existen-
cia de hechos que no la tienen (hechos dependientes) como la no aplicación a éstos
dedichas reglas. En caso contrario, el requisito de independenciasaldría sobrando.
En segundo lugar, la interpretación racional delostiposdedelitodela Parte es-
pecial permite advertir sin mayor esfuerzo que algunosde ellos no sólo abarcan la
conducta aislada que lo cumplimente objetivamente, sino que eventualmente
también alcanzan la hipótesis de un número indeterminado de repeticiones de
conducta dentro de iguales o parecidas circunstancias6,objetivas y subjetivas, que
tornan más razonable su consideración jurídico penal unitaria a pesar de la apa-
riencia de pluralidad.
En esos supuestos una consideración jurídica plural llevaría a resultados absur-
dos, como el hecho de considerar que el seductor de la menor inexperta de dieci-
séis años que convive con ella durante tres meses-manteniendo contacto sexual
diario- comete tantos estupros como accesos carnales (noventa).
5 21. Requisitos
No existe acuerdo en la doctrina ni en la jurisprudencia nacional y extranjera
acerca de los requisitos para la existencia de delito continuado; en lo que respecta
a nuestro Derecho, tampoco hay consenso acerca de cuáles son las condiciones ob-
jetivas y10 subjetivas para que dos o más hechos puedan ser estimados como de-
pendientes en función de su continuidad o, dicho en otras palabras, para que los
hechos ejecutados luego del primero, que ya consuma el delito, puedan conside-
rarse no como independientes, sino como la mera continuación deaquél.
bJ Requisitos objetivos
tivacional bajo la cual cadaacto sedecidey lleva a cabo, similar contexto deocasión
u oportunidad que enlaza las sucesivas decisiones, mostrándolas como una conti-
nuación de las anteriores y a todas respecto de la inicial.
l7 Zaffaroni. Tratado dederecho penal. Partegeneral, t. IV, ps. 547a 551;Zaffaroni -Alagia
-Slokar, Derechopenal. Partegeneral, ps. 826 y 828.
l8 Zaffaroni, Tratadodederechopenal. Partegenera1.t. IV, p. 551;Zaffaroni-Alagia-Slokar,
Derecho penal. Parte general. p. 828.
l9 Choclán Montalvo, Eldelito continuado, p. 225.
20 ídem nota anterior.
21 Zaffaroni, Tratadodederechopenal. Partegenera1.t. IV. p. 551;Zaffaroni-Alagia-Slokar,
fraudación, siempre que concurran las mismas circunstancias y relaciones que ins-
piraron la unidad de resolución. Ejemplifica con el empleado de comercio que, al
notar el descuido con queson llevadas la contabilidad y la parteeconómicadel ne-
gocio, resuelveapoderarsede una suma importante dedineroque le permita esta-
blecerse por su cuenta, pero haciéndolo en sucesivas sustracciones, de modo que
ellas pasen inadvertidas.
Para cumplir su propósito, toma un día parte de un fajo de billetes que está so-
breel e s ~ r i t ~ r i o d e l ~ ~ r iynotrodía
c i ~ a l guarda para sí partedel dineroquedebede-
positar en el banco, cometiendo así hurtos y defraudaciones en continuación.
Choclán M ~ n t a l v exige o ~ ~ no sólo que se lesione el mismo bien jurídico, sino la
homogeneidad de las formasde comisión, debiendo subyacer la misma norma tras
los preceptos penales vulnerados, por lo que no sólo hay que atender al objeto de
la acción, sino a la forma de la acción misma.
Por nuestra parte, pensamosqueel requisitoanalizado reclama, para que lasdi-
versas acciones puedan ser consideradasdependientes y objeto de un único desva-
lor jurídico penal, que encuadren en el mismo tipo penal o en tipos penales con
igual núcleo típico, aun cuando el modo de realización de éste implique la lesión
de algún otro bien jurídico además del afectado por el tipo básico, como ocurre,
por ejemplo, entre hurto y robo.
Siempre en referencia a este recaudo de unidad de lesión jurídica, algunos au-
toresdemandan la identidad del sujeto pasivo del delito, extremo éste que no go-
za de consenso, al menos no respecto de todos los delitos. La doctrina dominante
sólo lo acepta con relación a aquellos bienes jurídicos altamente personales como
la vida, la integridad corporal o la libertad, mas no respecto de la propiedad. Sobre
el punto, dice Zaffaroni que, cuando la afectación del bien jurídico implique una
injerencia física en la persona, la unidad de conducta continuada requiere identi-
dad del titular del bien jurídico24. Es que, en el supuesto de ataque a bienes alta-
mente personales, cuando seafectea diversostitulares, no concurriría la identidad
de bien jurídico lesionado25.
Sin perjuicio de los requisitosseñalados, parececlaroentoncesqueexisten algu-
nos tipos que bajo ningún concepto admiten la continuidad de la conducta, como
sucede con el homicidio, porque esa conducta no tolera distintas intensidades de
afectación del bien jurídico tutelado (la vida), que se destruye o no se vulnera en
forma típica. Otrosautoresdirectamente niegan la posibilidad decontinuación del
mismo delito en todos los casosde bienes personalísimos, aún con identidad de su-
jeto pasivo. Así, no podría haber delito continuado en casosde lesiones, violación,
estupro o aun de injurias.
Además, resulta aplicable el art. 63, en cuanto establece que, si el delito fuere
continuo: "La prescripción de la acción empezará a correr desde la medianoche del
día ... en quecesódecometerse", esdecir, desdeque cesó la última acción o hecho
dependiente de losanteriores. Finalmente, en caso de sucesión de leyes en el tiem-
po podrá aplicarse la ley más gravosa que entre en vigencia antesde cesar la ejecu-
ción del último acto integrante del delito continuad^^^.
Una cuestión dilemática se presenta respecto de los hechos aparentemente
continuadores de la ejecución del mismo delito, conforme a los criterios delimita-
dos, que se realicen durante el trámite del proceso o después de la sentencia de
condena.
Parece razonable concluir que el desvalorjurídico penal unitario no puedecom-
prender aquellas accionesque, aun cuandofueren continuación deotrasanterio-
res, no fueron objeto de intimación en el acto de declaración indagatoria del im-
putado. Esteacto procesal produce-ineludiblemente-la interrupción de la con-
tinuación del mismo delito. Si a partir de allí el sujeto ejecuta nuevas acciones, las
mismas constituirán un nuevo delito, por mássimilitud que tengan con lasanterio-
res y aunque lesionen el mismo bien jurídico realizando el mismo o similar tipo pe-
nal. En caso contrario, se otorgaría un billde indemnidad al sujeto para continuar
delinquiendo, a pesar de reiterar acciones u omisiones voluntarias después de ini-
ciado un proceso penal en contra de El acto procesal de intimación del hecho
imputado rompe la dependencia de los hechos posteriores (los independiza) res-
pecto de aquellos que fueron su objeto. No olvidar que, conforme expusimos, la
dependencia de los hechos deriva de un criterio normativo.
Ejemplifica con una madre queda a su hijo todas las noches el décuplo de la can-
tidad necesaria de jarabe para la tos-para que surta efecto con seguridad-, sin
reparar en las consecuencias lesivas.
También lo torna factible la relación de continuidad entre hechos imprudentes
y hechos dolosossi lasaccionessurgen de un plan global.
La continuación en la omisión ocurre, por ejemplo, en el delito de incumpli-
miento de los deberes de asistencia familiar. Al respecto, dice Nino que la asisten-
ciafamiliar no seconsuma por una acción localizableen un momento temporal, si-
no por una contínua actividad que se extiende en el tiempo. Aun cuando porrazo-
nesdeconveniencia se establecen cuotas alimentarias periódicas, esto implica una
actividad continua. Correlativamente, el incumplimiento de dichos deberes tam-
poco consiste en una omisión localizable en un momento temporal, sino en un
comportamiento pasivo que se extiende a lo largo de lapsos variables30.
En este caso el incumplimiento de cada cuota alimentaria fijada judicialmente
constituye una omisión homogénea respecto de las demás, que lesiona el mismo
bien jurídico, encuadrandoen idénticotipo penal (art. lo, ley 13.944, con susmodi-
ficaciones), y, aun cuando cada omisión sea especialmente querida, todas respon-
den a un designio inicial único, de modo que cada omisión es continuación de las
anteriores. Se trata también de hechos dependientes subsumibles en el mismo ti-
po penal, el que racionalmente interpretado admite un desvalor jurídico penal
unitario para todosellos, por loqueno resultaaplicableel art. 55del Código Penal.
m Jurisprudencia
1-Concepto de delito continuado
rece constituido por una pluralidad de hechos, cada uno en sí mismo delictuoso pero
dependientes entre sí, ajustados a una misma norma penal. [Cám. Acus. Córdoba,
9/3/87, "Figueroa Bonaparte, Ricardo A.", LLC, 1988-1351.
12- El hurto de las llaves no es independiente del hurto del automóvil utilizando
esas llaves, sino que, por el contrario, ambosobedecen a un único plan deacción, tra-
tándose el caso, entonces, de un delito continuado y no de un concurso real. Por ello
la condena recaerá con este título; autor del delito de hurto continuado -dos he-
chos-(art. 162, Cód. Penal), agravado portratarsede un vehículodejado en lavía pú-
blica (art. 163, inc. 6 O , Cód. Penal) y por el uso de llave verdadera sustraída (art. 163,
inc. 3", Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala 111, 3/10/80, "Barreiro, Miguel A,", ED, 92-
1011.
25- Las diversas compras hechas por el imputado utilizando una tarjeta de crédito
ajena constituyen un supuesto de hecho único, en la modalidad del delito continua-
do (del voto en disidencia del doctor Elbert). [CNCrim. y Corr., SalaVI, 3016194, "Duar-
te, Sandra", LL, 1995-C-540; DI,1995-2-6831.
29- El delito continuado está constituido por hechos plurales, discontinuos, lo que
aleja el supuesto de permanencia, que son dependientes entre sí. Tales hechos plura-
les, consideradosautónomamente,tienen todosellos una idoneidadtípica loquesig-
nifica que de no conjugarse en el delito continuado por su dependencia, podrían
constituir una hipótesisdeconcursoreal. El problema esencial es, ademásde la homo-
geneidad en los bienes jurídicos afectados y de la forma del ataque a los mismos, de-
terminar cuándo los distintos hechos son dependientesentre sí, de modo que pasen
a integrar el delito continuado reduciendo su autonomía.
CONCURSO DE DELITOS
31 - Para que se configure un delito continuado es necesario que las distintas con-
ductasresultenatrapadaspor la misma figura penal. [TSCórdoba, Sala Penal, 31/5/11,
"Barrera, Silvia A. y otros", LL, 700715511.
32- Del análisis de los elementos constitutivos de los institutos jurídicos conocidos
como "delitoscontinuados" y "concurso ideal", surgequeéstossonconceptosincon-
ciliable~,pues el concurso ideal se asienta en la unidad de hecho, mientras que el de-
lito continuado lo hace en la pluralidad de hechos, no pudiéndose, por ende, hablar
al mismo tiempo de la existencia de delito continuado y solicitar que tales hechos se
los concurse idealmente. El delito continuado y el concurso ideal son realidadesjurí-
dicas distintas. El concurso ideal seasienta en la unidad de hecho que encuadra en di-
versasfiguras penales compatibles entre sí (hechos heterogéneos), o varias veces en
la misma figura (homogéneo), pero siempre existe un solo hecho. En el delito conti-
nuado, en cambio, sonvarios hechos, pero a mérito de la homogeneidad material y
jurídica y a la unidad de designio criminoso precedente, esa pluralidad fáctica se fu-
siona en una misma unidaddelictiva; pero existenvarioshechos. [TSCórdoba, Sala Pe-
nal, 27/2/91, "Miño, WalterG.", LLC,1991-10441.
CARLOS S. CARAMUTI
37- El libramiento de ocho cheques -en distintas fechas- que formó parte de la
maniobra defraudatoria juzgada, no pluraliza el delito previsto en el inc. 7" del art.
173 del Cód. Penal, porque los episodios infieles no implican reiteración, ni convier-
ten el delito en plural, ni multiplicanel ilícito, puessetieneen mira la gestión total del
agente (del voto del doctor Hornoscon adhesión). [CNCas. Penal, Sala IV, 3/3/00, "La-
rroude, M. C.", causa no 1166, reg. no2454,JPBA, 113-931.
38- En el delito de injuriasaparecen con nitidez hechos plurales con unidad de sen-
tido, o bien una misma empresa difamatoria con pluralidad de difamacionesen con-
curso real.Sinembargo, la reiteración de la injuria, insulto oagravio no multiplica por
sí misma los hechos, como tampoco lo hace toda una campaña delineada con el mis-
mo objetivo, si los hechos injuriantes son idénticos y las imputaciones similares. Por
tanto, se trata de un delito continuado y no de un concurso real de delitos. [SC Men-
doza, Sala 11,2911 1/95, "C., B. y otrosc. P., L.A. y otros", DI, 1996-2-7421.
42- Si bien no existe identidad de bien jurídico porque los hechosde amenazasque
se investiqanvictimizarona
- distintas personas, resulta aplicableel instituto del delito
continuado, en tanto el acusador público como el privado, han propiciado este trata-
miento mas benigno de los hechos, razón por la cual, para no afectar el principio acu-
satorio, consagrado en el art. 13, inc. 3"de la Const. local y art. 244, in fine del ritual,
CARLOS S. CARAMUTI
46- Resulta descalificable como acto jurisdiccional válido la sentencia que declaró
prescripta la acción penal por incumplimiento de losdeberesde asistencia familiar al
desentenderse de que, no existiendo pruebas de que la conducta omisiva propia del
delito continuo hubiera cesado, el plazo de prescripción de la acción penal empezó a
correr recién cuando dicha conducta dejó desertípica por haber adquirido dieciocho
añosdeedad los hijosdel acusado. [CSTucumán, Sala Civ. y Pen., 11/5/15, "J. M. S. slln-
cumplimiento a los deberesde asistencia familiar", LL, On Line, AWJUW24288/2015].
49- El concepto deejercicio anual consignado enel art. l o d ela ley 24.769 impideca-
racterizar a la evasióntributaria como delito continuado, cuando losaiustesabarcan
distintosejerciciosanuales,ya que la exigencia normativa dequeel monto evadido se
calcule por cada ejercicio anual supone la prohibición de englobar dentro de un mis-
mo hecho punible losactosquetuvieran incidencia impositivaen diferentesejercicios
comerciales.
Cuando se investiga la presunta evasión de un tributo instantáneo o de liquidación
mensual -en el caso, IVA- habrá delito continuado si el contribuyente presenta,
dentro de un mismo ejercicio, variasdeclaracionesjuradasengañosasenvirtud de las
cuales deja de ingresar másde $100.000, pero si aquél presenta una nueva declara-
ción engañosa en el período siguiente a la finalización del ejercicio, ese hecho revela
el comienzo de ejecución de una conducta típica independiente. [Juzg. Nac. la Inst.
Penal Trib. nol.26/8/08, "Rickson S.A.", LL, 2008-F-558, con nota de Miguel Angel Ar-
ce Aggeo; IMP., 2008-23 (diciembre)2007; LL, On Line, AWJUW8381/2008].
tra la unidad de culpabilidad exige que sean los hechos posteriores los que se conec-
tan con los anteriores.
Incurre en reiteración delictiva y no en delito continuado quien al perpetrar un robo
a una entidad bancaria sustrajo losteléfonos celularesdevarios clientesy seapoderó
de las armas reglamentarias pertenecientesa los policías en consigna, pues si bien la
sustracción de dichos elementos a personas diversas constituyó un medio para lograr
el fin principal representado por la obtención del botín, la configuración del delito
continuado exige que el bien jurídicovulnerado pertenezca al mismo titular. [TS Cór-
doba, 18/2/05. "Tagliaferro, Héctor D. y/u otros", LLC, 2005 (junio) 505 y 2005 (agosto)
7351.
53 - El día 9 de marzo de2006 aproximadamentea las 16:40 horasJosé Leonardo Pa-
risi comercializó el juego denominado La Quiniela en forma clandestina -ya que ca-
recía deautorización al efecto-, más precisamente respecto de la señora María Cris-
tina Agüero a quien, luego de recibirle una apuesta por la suma deveinte pesos, faci-
litó un papel que hizo las veces de comprobante de la apuesta, cuyo texto aquélla
completó de su puño y letra.
La conducta reprochada al nombrado resulta constitutiva de la contravención consis-
tente en comerciar sin autorización habilitación o licencia, sorteos o apuestas en los
que se prometen premios en dinero, dependiendo en forma exclusiva o preponde-
rante del álea, prevista en el art. 117 de la ley 1472.
En cuanto a la unificación de condenas que se dispondrá respecto de la recaída en la
causa no10.064-JU2005 (registro interno no459/U05),creo necesario precisar porqué
estamosante un hecho independiente-esdecir, anteunconcurso real decontraven-
ciones- y no ante otro hecho parte integrante de la contravención continuada que
fuera objeto de juzgamiento en aquel expediente.
El hecho que se describe en esta pieza fue cometido el 9 de marzo de 2006, es decir,
con posterioridad a la fecha en que fuera cometido el último hecho parte integrante
de la contravención continuada .iuzqada
- en la causa no10.064-JU2005 -esto es, el 5
de octubre de 2005-conducta aquella por la que recayera condena el día 29 de mar-
zo de 2006. A lo dicho debe agreg.arse Queen el marcóde dicha investigación no hu-
bo intimación alguna a Parisi por el hecho que aquí se juzga.
En el caso debe primar la estrategia que sobre la base del principio acusatorio decida
desplegar dicha parte en la persecución de los hechos cuya investigación tiene a su
cargo, sobre todo si se tiene en cuenta el carácter facultativo de la ampliación del re-
querimiento fiscal en el debate (cfr. art. 381, párr. 1; Cód. Proc. Penal de la Nación) y
que al momento de celebrarse el primer juicio contra Parisi ante este tribunal, la in-
vestigación que diera origen a este segundo debate se encontraba en sus albores.
[Juzg. Contrav. y Faltas no 13 CABA, causa no8484-JU2006 seguida por la contraven-
ción prevista en el art. 117 del CC, contra José Leonardo Parisi, 17/11/06, elDial-
AA3A491.
54- No media delitocontinuado sino reiteración (art. 55, Cód. Penal), en tantoel IVA
debe ser tributado mensualmente en el caso, por lo quesi el período analizado se ex-
tiende desde septiembre de 1994 a enero de 1995 deben considerarse que resultan
CONCURSO DE DELITOS
59- La tesis del delito continuado, cuya elaboración como ficción jurídica favorable
a los delincuentesy originada en la benevolencia de los prácticos por ciertasclases de
delitos reiterados, no esdeaplicación en nuestro Derecho (del voto del doctor Del Pi-
no). [CNFed. Crim. y Corr., Sala 11,24/9/82, "M. N. J.", ED, 102-3501.
60- Han existido hechos reiterados y no un delito continuado, ya que no ha habido
una única conciencia delictiva, sino el propósito de cumplir varias acciones. Además,
la igualdad dedecisiones noequivalea la persistencia de una únicavoluntad original,
siendo de destacar que el procesado nunca tuvo una "primaria determinación gené-
rica". [CNCrim. y Corr., SalaVI, 17/11/81, "Scilingo, N.A.", BCNCyC, 1981-Xll-2651.
61 - La decisión genérica de cometer delitossemejantesen número indeterminado,
aun en detrimento del mismo sujeto pasivo, no se identifica ni se confunde con el do-
lo unitario propio del ilícito continuado, que se caracteriza por referirse al hecho to-
tal, no obstante las etapas ejecutivas anticipadas en el plan concreto con propósito
utilitario.
No obstante la prolongación temporal de las acciones desplegadas por el procesado
(sustracción de efectos), no .puede hablarse de la existencia de delito continuado,
puesto que la conducta del autor no ha sido aquella de la ejecución fraccionada con
CARLOS S. CARAMUTI
70- La omisión de ingreso y negociaciónde divisas en los plazos legales, por opera-
ciones de exportación distintas e independientes entre sí y realizadas en momentos
distintos, no configura un delito permanente o continuo, aun cuando hubiera inter-
venido el mismo exportador, pues la unidad de plan y la unidad de resoluciónson re-
quisitos a tal fin y en el caso no puede sostenerse la existencia de un plan único o de
una resoluciónúnica, considerando que al vencimiento de la obligación de ingresar y
negociar las divisas por la primera de las operaciones investigadas, la obligación res-
pecto de las restantesno se habríatornado exigibley, enalgunoscasos, ni siquiera ha-
bría ocurrido el hechogenerador.[CNPen. Econ., Sala B. 2416115, "Grupo Editorial Pla-
neta S.A.I. y C.; P. J. R. dlnfracción ley 24.144", LL, On Line, AWJUW33890/2015].
física que la caracteriza y queconstituye una modalidaddel vínculo, sirven para tener
una .perspectiva
. específica desde donde analizar el bien jurídico afectado y evaluar la
prueba, mas no débe confundirse con los tipos [CNCrim. y ~órr.,Sala V.
15/6/11, "Q., M.J.", LL, On Line,AWJUW24638/2011].
77- Los hechos de falsedad instrumental y tentativa de estafa no pueden ser consi-
derados un único delito continuado si estaban encaminados a consumar la usurpa-
ción de distintos inmuebles. [TS Córdoba, Sala Penal, 29/12/10, "Barrera, Alejandra y
otros c. Falsificaciónde instrumento público - Recurso de casación", LL, 700681801.
CAPITULO
VII
PENA APLICABLE EN CADA CASO DE CONCURSO.
DISTINTOS SISTEMAS
cienes punitivas para el concurso ideal y el real y los que sustentan la necesidad o
conveniencia de identificarlas. Dentro de las primeras se diferencian aún aquellas
que propician lisa y llanamentela aplicación de una sola penaal concurso ideal por
tratarse de un único delito y una pluralidad de penas1al concurso real, por consti-
tuir varios delitos; y otros que postulan alternativas intermedias que aproximan
ambossupuestos, peroaplicandoen todosloscasosuna pena únicao unificándolas
respecto del autor único de las plurales infracciones.También entre los que propo-
nen la equiparación de soluciones para ambas formas de concurso varían las res-
puestas punitivas.
Como dijimos en el Capítulo 1, la frecuente enunciación de los principios de
acuerdoa loscualestodo delito debeser penadoy no se puede penar másde unavez
por un mismo hecho, haría pensar que cuando se trata de un delito se aplica una pe-
na y cuando son varios, tantas penascomo delitos. Sin embargo, no esésa la solución
que se imponeen nuestro Derecho. No es tampoco la dominante en la doctrina.
En efecto, aun en caso de concurso real de delitos, siempre se aplica una única
pena; en este caso, conforme a las reglas de unificación previstas en el art. 58 de
nuestro Código Penal. Esas reglas impiden la coexistencia simultánea de dos penas
pendientes de cumplimiento respecto de la misma persona. Aun cuando esa única
pena seconstruyesobre la base de lasescalaspenalesde losdelitoscometidos (arts.
55 y 56, Cód. Penal).
Veamos entonces los distintos sistemas que se han propuesto en la doctrina y la
legislación comparada, para detenernos luego en los que adopta nuestro Código
para el concurso ideal y para el real.
En la sistematización de Suárez López2 los criterios punitivos propuestos van
desdelosmás radicalescomo losde absorcióny acumulación material, pasando por
otros intermedios que pretenden asociar las ventajas y mitigar los principales de-
fectos de los anteriores. Así se mencionan, aunque con discrepanciasterminológi-
cas los de acumulación jurídica, asperación o exasperación, combinación y pena
unitaria.
Nuestro Código Penal no prevé Iímite relativo, pero sí uno absoluto, que en el
Código originarioera el máximo legal de la especiede pena y, a partir de la recien-
te reforma mediante ley 25.928, es de cincuenta años de reclusión o prisión.
poral, elvalordel patrimonio del autoren la pena patrimonial, y 720días-multa en la pena de mul-
ta; el 5 43a. ap. 1, oración 3, rige al respecto".
Debe aclararse sin embargo que el sistema del Código Penal alemán noes el de la acumulación
jurídica sino el denominado "de exasperación". En la doctrina italiana se emplea la expresión "acu-
mulaciónjurídica" para caracterizarcualquiercriterio desolución de la concurrencia delictiva distin-
to a la acumulación y la absorción (Suárez López, Concurso realde delitos, p. 111). Esdecirquecom-
prendería también sistemas como la combinacióny exasperación. Precisamente, los autoresfrance-
ses utilizan la expresión"cúmulojurídico"comosinónimodel principio deasperación oagravación.
lo Estees el sistema que seaplica en el art. 77del Cód. Penal español. Esta norma dice: "1) Lo
dispuesto en losdos articulosanteriores, no es aplicable en el caso de que un solo hecho constitu-
ya dos o más infracciones, o cuando una de ellas sea medio necesario para cometer la otra. 2) En
estos casos se aplicará en su mitad superior la pena prevista para la infracción más grave. sin que
pueda exceder de la que represente la suma de las que corresponderíaaplicar si se penaran sepa-
radamente las infracciones.3) Cuando la pena asi computada exceda de este límite, se sanciona-
rán las infraccionespor separado".
l1 Suárez López, Concurso realde delitos, ps. 106 y 107.
l2 Cuerda Riezu, Concurso de delitosy determinación de la pena, ps. 97 y 98
l3 Según se trata de exasperación obligatoria (debe) ofacultativa (puede).
l4 Cuerda Riezu, Concurso de delitosy determinación de la pena, p. 98, Sanz Morán, El con-
curso de delitos, p. 3 1.
CARLOS S. CARAMUTI
g 29. Combinación
El principio de combinación alude a la regla aplicables la materia concursal, en
virtud de la cual se combinan las penalidades correspondientes a las distintas in-
fracciones dando lugar a una común. Consiste en la creación de un marco penal
propio para los concursos, tomando como referencia los de las infracciones come-
tidasy combinándosedeforma tal queel mínimo del nuevo marco seráel másalto
de los mínimos previstos para cada tipo penal concurrente (mínimo mayor) y el má-
ximo será el más elevado de los establecidos para cada delito (máximo mayor)16.
Este principio puede ir acompañado de la aplicación conjunta de las penas acceso-
rias o medidas de seguridad de cualquiera de los delitos concurrentes y no sólo res-
pecto del delito más grave o de pena mayor. Puede dar lugar también a la aplica-
ción de penas conjuntas previstas en cualquier de los delitos o normas concurren-
tes, cuando las mismas son de diferente naturaleza. Por ejemplo, prisión y multa,
prisión e inhabilitación, o multae inhabilitación. Sin embargo, esta última modali-
dad bien puede considerarse también dentro del sistema de acumulación, ya que
se acumulan, aplicándoseconjuntamente, penasdedistinta naturaleza.
Establecido queestamos frente a un hecho que cae bajo más de una sanción pe-
nal, esdecir, ante una única conducta que encuadra en dos o más tipos penales que
no se excluyen entre sí, el art. 54 dispone que "se aplicará solamente la que fijare
pena mayor". Es la clara utilización del principio deabsorción.
La expresión "sanción penal bajo la cual cae el hecho" alude no sólo a la pena,
sino ala totalidad del tipo, en el sentidodel dobleencuadramientodel hecho.Veri-
ficado el mismo, corresponde imponer solamente la pena mayor.
Se trata de un solo delito, por lo que debe aplicarse una única penaT,la mayor,
quedando las de los otros tipos concurrentes absorbidas por ella. No es una escala
aumentada, sinolaquecorrespondea uno solo de lostiposconcurrentes, la mayor.
Es el sistema que se conoce como de absorción, que consiste en aplicar una sola
pena-la mayor-que absorbe a las demás, pudiendo éstas ser tomadas en cuenta
para agravar la pena, pero siempre dentro de la escala penal única que correspon-
de2. Carrara le llamaba "regla de la prevalencia", expresando que "cuando el con-
curso es puramente formal, se procederá siempre mediante la regla de la prevalen-
cia, para aplicar el título másgrave, y con la regla de lascalificantes, para considerar
el delito menor como agravantedel otro", aclarando en nota al pie que se llama re-
gla de prevalencia la que impone al jurista, incierto entre dos títulos de delito posi-
blemente aplicables a una sola acción criminosa, aplicarle el título más grave3.
Dice a este respecto Choclán Montalvo4 que el tratamiento del concurso ideal
se basa en el principio expuesto por Groizard de que cuando un hecho constituya
' Zaffaroni,Tratadodederechopenal.Partegeneral,t.V,p.300;Zaffaroni-Alagia-Slokar.
Derecho penal. Parte general, p. 962.
Fontán Baleara, Tratadodederecho penal. Partegeneral, t. III. ps. 28y 29
Carrara, Programa dederecho criminal, vol. IV. ps. 100 y 101.5 1 1 13
Choclán Montalvo. Eldelito continuado, p. 31 1.
CARLOS S. CARAMUTI
doso más delitos no debeser esesolo hecho castigado con las penasseñaladasato-
dos los delitos que produzca. La razón de ello estriba en que losdelitos no se deter-
minan por el resultado, ni por la lesiónjurídica, sinoquees laacción la materia pro-
pia sobre la quedebeser graduada la penalidad. Por ello, comoexponeel autor ci-
tado, "la mayor cantidad de mal producida, la multiplicidad de punibles resulta-
dos, no debe dar Iugara la multiplicidad de castigos. Estosexigendiversasacciones
y daños. Las consecuencias de un hecho único, por muchas que sean, no son más
que un delito con condicionesdeagravación ...".Sin embargo, comoveremoslue-
go, el principio de absorción simple puede no permitir contemplar adecuadamen-
te, al menosen todos loscasos, esascondicionesdeagravaciónque respectodel he-
cho único significa la concurrencia de lesionesjurídicas múltiples.
Que sólo se imponga la pena mayor no significa que sea uno solo el tipo aplica-
ble, ya que-recordémoslo-el encuadramiento del hecho es múltipley setrata de
tiposconcurrentesquenoson incompatibles ni seexcluyen entre sí. La aplicación de
uno solo de ellos no agota el contenido de injusto del hecho. En consecuencia am-
bostipos leson aplicablesa la conducta y por eso la declaración de culpabilidad con-
tenida en la sentencia se refiere a ambos, en concurso ideal5.A pesar deello, siendo
única la conducta, le ley dispone que se aplique sólo una pena, la mayor.
4 0 ~ 4 1Cód.
, Penal argentino) y determinar recién entoncescuál es la mayor. Adviér-
tase que conforme a este último criterio la pena mayor no se determinaría confor-
mea lasescalaspenalesabstractasdecadatipo penal, sinoa la pena concreta quese
impondría por su realización. De acuerdo a ello la pena mayor podría corresponder
a la figura penal de menor escala, aunque siempre sería mayor que el mínimo me-
nor de los dos delitos y, cuando mucho igual al mínimo mayor.
Pero, además, permitiría apreciar, en concreto, cuál es la sanción que incide en
mayor medida respecto de los derechos del sujeto enjuiciado en cuanto a la deci-
sión concreta a adoptar. Por ejemplo, suspensión del juicio a prueba o la pena a
aplicar en caso de condena. En el primer caso, será mayor la sanción que impida su
otorgamiento que la que lo permita6. En el segundo, la que implique una pena
concreta que obstaculice su imposición en forma condicional que aquella que lo
admita.
Puede advertirse que, conforme a este criterio, la sanción mayor podría no ser
siempre la correspondienteal mismo tipo penal, sinovariar según sea la materia de
la decisión. Ello esasí porque los requisitosde la suspensión del proceso a prueba y
de la condena condicional son diferentes, másaun despuésdel criterio amplioesta-
blecido en torno a la primera por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el ca-
so " A ~ o s t a " ~Así,
. podría ser decisivo el máximo con relación a la condena condi-
cional y el mínimo respecto de laprobation.
A este respecto, Lurati, aunque partiendo de una comparación abstracta de escalas. dice
queconformealcriteriodeinterpretación restrictivode laprobation, serádecisivo el máximoy, de
acuerdoal amplio,el minimo(E1sistemadepenaÚnicaenelCÓdigoPenalargentino. p. 104).Apar-
tir del fallo de la Corte, in re "Acosta", sería el mínimo lo determinante en este supuesto.
CSJN, 23/4/08, "Acosta, Alejandro", LL, 2008-D-36.
CARLOS S. CARAMUTI
Cód. Penal, es decir, según el orden de enumeración de esta última norma8, para
otros es la pena de más larga duración, que es la del máximo de la escala y, en caso
de igual máximo, la que tiene mínimo mayor, aplicando para determinarla la regla
de conversión del art. 24 del Cód. Penal a los efectos del cómputo de la prisión pre-
ventivag.
Para el primer criterio la pena de reclusión será siempre mayor que la de prisión,
cualquiera quesea su duración, la prisión mayor que la multa y ésta que la inhabi-
litación. En el caso de penas alternativas o conjuntas, la mayoría se determina por
la más graveT0.
Sin embargo, resulta cuestionable, puesel art. 57, al determinar la gravedad re-
lativa de las penas conforme al orden del art. So, lo hace al único objeto de la apli-
cación del art. 56, que prevé un caso de concurso real de delitos. Si, en cambio, el
art. 54 no aludió a pena más grave, sino a pena mayor, esta terminología, distinta
deladel art. 57, pareceobligaradiferenciar entremayoría y gravedad de las penas
como conceptos no necesariamentecoincidentesl1.
El segundo criterio requiere convertir todas las penas a prisión conforme a las
reglas del art. 24, para establecer luego por comparación cuál es la mayor. Pero no
soluciona el caso de penasalternativaso conjuntas, ademásde merecer la crítica de
que la regladel art.24delCód. Penal, tieneun fin muyespecífico, queesel del cóm-
puto de la prisión preventiva a los efectos de la pena impuesta12y su aplicación
puede desnaturalizarsecuando se la utiliza para efectosdistintos.
Zaffaroni cree que para determinar cuál es la pena mayor hay que proceder con
un criterio combinado, con fundamento en las reglas que se desprenden del prin-
cipio de absorción, según el cual debe aplicarse la pena que en mayor medida inci-
de en los bienes jurídicos del penado. Esa determinación no puede hacerse única-
mente conforme al orden de gravedad del art. So, ni tampoco por la duración en
que se comprometan bienes jurídicos diferentes. La mayoría de la pena sería el re-
sultado de su gravedad concreta y no de su gravedad relativa abstracta (art. So,
Cód. Penal)13.
Nuñez. Manual de derecho penal. Parte general, p. 31 5; Nuñez, Tratado de derecho pe-
nal. Partegeneral, t . I I . p. 507; Creus, Derecho penal. Partegeneral, p. 238.
Fontán Balestra, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t . III, ps. 47 y 48.
lo Nuñez. Manual de derecho penal. Parte general, p. 315; Nuñez, Tratado de derecho pe-
nal. Partegeneral, t . II, p. 507.
l1 Zaffaroni, Tratado de derechopenal. Partegenera1,t.V. p. 301;Zaffaroni-Alagia -Slokar,
delito17. Las penas accesorias decidirán entonces cuando las penas principales re-
sulten iguales.
Nada dice Zaffaroni sobre el supuesto de que las penas únicas de los diversos ti-
possean dedistinta naturaleza. Entendemosque debeaplicarsetambién en ese ca-
so el criterio de la conversión a la más grave según las reglas del art. 24del Cód. Pe-
nal, estableciendo luego la comparación conforme al promedio.
Cuando la penadeterminada como mayortieneconminación conjuntase aplican
ambas. También operan las penas y consecuencias accesorias de la pena mayort8.
25 Cuerda Riezu, Concurso realy determinación de la pena, p. 52.Al respecio, el art. 77.2del
Cód. Penal español establece que la pena no podrá exceder" ... la suma de lasquecorrespondería
aplicar si se penaran separadamente las infracciones.3. Cuando la pena asícomputada exceda de
este límite, se sancionarán las infracciones por separado". Esta última solución llevaría a equipar
la pena a la del concurso real, loquesegún Cuerda Riezu(yconél coincidimos) debeevitarseen to-
docaso.
CAPITULO
IX
ESCALA PENAL APLICABLE AL CONCURSO REAL
a) Sistemas
1 - Acumulación material
1 - Críticas
Es objeto deseveras críticas, pues se considera que, mientras las penas sesuman
aritméticamente, el dolor aumenta geométricamente, ya quesu adición noesuna
simplesuma del contenido penoso de las mismas, sino que conduce a cargar el do-
lor de la segunda pena a un reo ya afectado por la primera, lo que multiplica su in-
tensidad hasta hacerse intolerable. Como dice Jenull, citado por Soler3: "si todos
los males que uno debe soportar en el curso de una vida le alcanzaran de un solo
golpe, seguramente que a ellos sucumbiría. Por eso la misma cantidad de mal de-
be considerarse mayor cuando viene de un solo golpe que cuando se presenta in-
terrumpidamente".
Otrosautores lo consideran impracticable y dotadode una excesiva e inútil seve-
ridad, pues no se puede hacer efectivo en las penas perpetuas ni en las temporales
cuya suma exceda la duración de la vida humana4, o físicamente imposible y psico-
lógicamente inadecuado5.Respecto de las pecuniariassedijo que implicaba un da-
ño mayor pagar una suma determinada de una sola vez que pagarla parcialmente
sentido a las consideraciones preventivo especiales, que sólo serían válidas si se tu-
vieran en cuenta los efectos globales de todas las sanciones para la vida del delin-
cuente, estimación global impedida precisamente por el principiode acumulación.
Otra observación queefectúa Cuerda Riezugal sistema acumulativo esque per-
mite la creación de sanciones prohibidas o no previstas expresamente en el orde-
namientojurídicovigente, como ocurre en el español, con la confiscación de todos
los bienes del delincuente en los casos en que se le impongan diversas penas de
multa muy elevadasT0.
Algosimilar podríamosdecir respectode la inhabilitación, cuya acumulación ili-
mitada podría llevar literalmentea la muertecivil.
11 - Ventajas
2 - Absorción
Crítica
Pero también este criterio es inapropiado para el concurso real dedelitos, pues
el autor de una pluralidad de ellos no puede beneficiarse como si hubiera cometi-
do uno solo.
Se decía, además, que era insuficiente, ya que, al no permitir, ni siquiera en su
versión agravada, que se excediera el máximo de la escala penal del delito másgra-
ve, importaba sancionar la impunidad de losdelitosde menor penal4, yque incita-
ba a los malhechoresa cometer delitos menos graves que el ya cometidoT5,los que
quedarían lisa y llanamente impunes.
Mientras el sistema de acumulación debe rechazarse por inicuo e irracional, por
excesivoa losfinesde prevenciónespecial ycontrarioa laseguridad jurídica, el deab-
sorción tampoco puede aceptarse, por su benignidad gratuita, su insuficiencia res-
pecto de la seguridadjurídicaJ6y por no tener en cuenta la pluralidad de delitos17.
Como consecuencia, las legislaciones terminaron por abandonar el método del
cúmulo material, por su exorbitancia, y el de absorción, por su insuficiencia18.
l4 Gómez, Tratado de derecho penal. Parte general. t. l. p. 511; Soler, Derecho penalargen-
ellos, en tanto no se supere el Iímite estable cid^^^. De otro lado se propuso susti-
tuir el sistema de la absorción simple por otro de absorción agravada, que obliga a
partir de la mitad superior de la más grave, aunquesiempre sin superar su máximo.
Nuñez menciona como solución intermedia el criterio que llama de acumula-
ción jurídica, conforme al cual al reo devarios delitos se le aplica una pena que, en
su intensidad proporcionalmente progresiva, contiene la de todos los delitos con-
currentes, distinguiendo dosvariantes: una que parte de la acumulación material
de las distintas penas hasta un Iímite dado, y otra que parte de la absorción por la
mayor, aplicando la más grave pero con un aumento, obligatorio o facultativo,
proporcionado al número y a la gravedad de las penas absorbidas20.Como vimos,
la doctrina moderna llama a ésta variante sistema de asperación o exasperación.
Soler menciona comovariedad de éste el llamado de la pena única progresiva,
para el cual la responsabilidad es una sola y la pena del concurso debe ser también
una, presentando los casos de pluralidad de delitos a juzgarse un problema de
adaptación de la pena al reo, como en un caso cualquiera, constituyendo la plura-
lidad un aumentode la responsabilidad única, y poreso la pena, aunque única, de-
beser progresiva en relación al número y a la calidad de losdelitos, a partir de la del
delito más grave2'.
Otra solución que podemos denominar intermedia es la del principio de combi-
nación, en virtud del cual se combinan las penalidades correspondientes a las dis-
tintas infracciones, dando lugar a una penalidad común, creándose así un marco
penal propio para el concurso de que se trate (por ejemplo, el mínimo mayor y el
máximo mayor serán el mínimo y el máximo de la nueva escala). Este principio per-
mite además la aplicación conjunta de penas accesorias y medidas de seguridad
previstas para cualquiera de losdelitosconcurrentes.
Si bien este principiose postulófundamentalmente para el concurso ideal para
superar las críticas al sistema de absorción, también puede aplicarse al real, en for-
ma exclusiva o combinada con otros sistemas.
4 - Aspersión o agravación
l9 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral. t. V. ps. 391 y 392; Zaffaroni -Alagia -
consiste en seleccionar, entre las escalas penales de los distintos delitos concurren-
tes, la que tenga el mínimo mayor y luego agravarla adecuadamente (asperjarla)
con la pluralidad de penas. Seconstruye así una pena total o única, razón por lacual
se lo conoce como "principio de la pena o global. Creus lo llama también
"sistema de la composición", porque compone una pena especial, que toma en
cuenta la pluralidad de los hechos23.En nuestra opinión, el sistema establecido en
nuestro Código constituye una variante del principio de combinación con acumu-
lación limitada como explicaremos enseguida.
5 - Pena unitaria
hechos, sin que ella desaparezca porque el autor aclare que no está limitada lafa-
cultad del juez de no imponer una suma de valores autónomos, ya que pueden
operar las reduccionesque considere prudentes27.Afirma Zaffaroni que lo que se
hace en realidad, conforme a este sistema, es tomar la escala de uno de los delitos,
la que fija mínimo mayor, agravándola conforme a las otras penas y teniendo en
cuenta los parámetros de los arts. 40 y 41 del Cód. Penal sobre la escala resultante,
pero de ningún modo "sumando" las penas de los delitos concurrentes.
No estamosabsolutamente seguros que nuestro Código parta de la escala penal
del delito que fije pena mayor. Más bien creemosquese forma una nueva escala pe-
nal aplicable al concurso de delitos cometido, dentro de la cual debe graduarse la
pena concreta a imponer al autor por la comisión de esa pluralidad dedelitos, con-
formea los parámetros de losarts. 40 y41. Por esoconsideramos quese trata de una
variante del principio de combinación, que construye la escala penal del concurso
real de delitos, cuyo mínimo lo constituye el mínimo mayor y su máximo la suma de
las penas máximas correspondientes a los diversos hechos. Por esto último creemos
queel principiode combinación se mixtura con el de acumulación limitada, porque
el máximo resultante no puede exceder de cincuenta años de reclusión o prisión.
Decimosqueel sistemaesdecombinación porquecombina lasescalas penalesde los
distintos delitos concurrentes, al tomar el mínimo mayor de ellas aunque no fuere
la mayor y afirmamos que se mixtura con el de acumulación limitada porque a los
efectosdedeterminar el máximo de la escala penal construida para el concurso, su-
ma las penas máximas correspondientes a aquéllos, pero con el Iímite señalado.
Aunque debemosaclarar que, luegode la reforma introducida por la ley 25.928
que eleva a cincuenta años el Iímite a que puede llevar la suma de los máximos, la
expresión "limitada" para calificar al sistema de acumulación que así se establece,
parece máseufemísticaque real, si tomamos en cuenta el tiempo devida probable
de una persona normal. No parece fácil distinguir una pena máxima determinada
con ese criterio, de una pena perpetua o de una por tiempo indeterminado.
La circunstancia expresada lleva a Erbetta a afirmar que la reforma sustituye,
ahora sí expresamente, al de acumulación jurídica o asperación, por el de suma
aritmética limitada, o más propiamente "seudo limitada"28.
29 Sin embargo, Reto señala como fuente el proyecio del diputado Jorge Casanovas (Expte.
no967-D-04) que constituye la reproducción parcial de un proyecio anterior de su autoría, que el
propio diputado Casanovas había presentadoel 5/4/02 (Expte. no 1174-D-02). y que éste reconocía
comoantecedentes inmediatoslosproyeciosde losseñoresexdiputadosTeodoro Funes(Expte.no
5583-D-00) y Damaso Larraburu ( ~ x ~ tnoe 3684-D-011,
. quienes también impulsaron reformas de
parecida profundidad a la Parte General del Código Penal (Reto, Ley25.928. Una reforma coheren-
te e impostergable. Adla, 2004-E-6573).
CARLOS S. CARAMUTI
En las demás penas previstasen este Código (multa e inhabilitación), esta suma no
podrá exceder del máximo legal de la especie de pena de que se trateU3O.
Resulta significativa la circunstancia de que el Senado no haya estado de acuer-
do con el tope máximo de cincuenta años propuesto por la Cámara de Diputados
-hoy ley-y la redujoconsiderablemente. Noobstante laopinión contrariadeto-
da una Cámara del Poder Legislativo (las modificacionesfueron aprobadas por 53
votos, contra 5 negativos y una abstención), entre los cuales hubo muchas críticas
-
art. 58 extiendeesas reglas a cualquier otro supuesto en que haya una pena vigen-
te y sedeba penar nuevamenteal sujeto,siendo irrelevante si cometióeldelito por
el que se lo juzga después de la sentencia o de las sentenciasfirmes anteriores, con
anterioridad a éstaso incluso antesdel delito ya sentenciad^^^.
truye una escala penal, aplicable al juzgamiento del concurso real de delitos, cuyo
mínimoesel mínimo mayordelosdistintosdelitos. Nose parteentoncesdeuna pe-
na, como dice Zaffaroni, sino del mínimo de una deellas, construyendo una escala
especial para cada concurso de delitos. El máximo sedetermina sumando las penas
máximas correspondientes a los diversos delitos concurrentes, con el limite fijado
en la última partede la norma: la suma "... nopodrá excederdecincuenta añosde
reclusión oprisión". El máximo asíconstruido constituyeel máximo de la escala pe-
nal especial para el concurso de delitos de que se trate.
33 Zaffaroni. Tratado dederecho penal. Partegeneral, t. V. ps. 393 y 394; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derecho penal. Parte general, p. 964.
34 Aivarez Suriani, Concurso material de delitos con penas alterna ti vas"^ "paralelas". Sis-
tema aplicable, LL. 1981-D-1017y siguientes.
CARLOS S. CARAMUTI
Existían a este respecto, antes de la reforma al art. 55 del Cód. Penal por la ley
25.928, dos posibles modos de construir ese máximo:
a) Sumando los máximos de las respectivas escalas de los delitos concurrentes
(acumulación abstracta).
b) Sumando las penas individuales concretas que a cada delito corresponda
(acumulación concreta).
a) Graduación de la pena
Esta escala única sustituye a las correspondientes a los diversos delitos en con-
curso.
Dentrodeella, el tribunal tieneampliasfacultades paraaplicar la pena, conforme
a las pautas de los arts. 40y 41, a cuyo respecto la pluralidad de delitos importará en
relación a la extensión del daño causado y del peligro corrido. Pero en ningún caso
será ésa la única pauta individualizadora y, de todos modos, resulta posible aun
aplicar el mínimo de la escala, como en cualquier otro caso de pena elástica o flexi-
ble, si los criterios de graduación así lo aconsejan. En ese sentido dice Soler que la
imposición de ese mínimo es posible como represión suficiente para dos delitos36.
Antes de la reforma introducida por la ley 25.928, la doctrina nacional no se po-
nía de acuerdo acerca de la necesidad o no de fijar la pena de cada delito en con-
curso. Si se partía de la suma de los máximosabstractosdecada delito, no era nece-
sario determinar en la sentencia la pena que correspondía a cada uno de ellos, ya
que la escala deéstosera sustituida por la resultante de la norma en estudio, sien-
do dentro de dichos márgenes que debía individualizarse la pena concreta para el
concurso dedelitosobjeto dejuzgamiento. Si en cambioseseguía el criterio de las
penas concretas para cada delito, se hacía necesaria tal individualización, porque
CJ Mínimo mayor
La expresión "mínimo mayor" fue introducida por la ley 21.338, pues el texto
originario hablaba de "mínimode la pena mayor", el que puede o nocoincidir con
aquél. La confusa y desacertada expresión había sido objeto de críticas por la doc-
CARLOS S. CARAMUTI
trina, por lo que su reemplazo parece acertado. Al respecto decía N ~ ñ e que z ~ el~
mínimo de la pena mayor podía ser menor que el correspondientea la pena de uno
de los delitos concurrentes, con lo que la pluralidad de delitos tendría el irrazona-
ble efecto de permitir que un delito, no obstante concurrir con otros, fuera casti-
gadocon pena inferior a la queestablecesu escala particular, posibilidad que lleva
a Soler a sostener que importaría la imposición de una pena e ~ t r a l e g a lPor
~ ~ .ello
la fórmula ya había sido interpretada en el sentido de "mínimo mayor", como ha
aclarado el nuevo texto, hoy vigente. En consecuencia, ese mínimo se aplica aun
cuando pertenezca a un tipo cuyo máximo de pena sea inferior al del otro u otros.
41 CNCas. Penal, Sala III, noticia del día 9/8/01. www.diariojudicial.com;TOCno 11, noticiadel
día 7112/01, www. diariojudicial.com.
42 Iriarte, Reformaa l a r t 55del Cód. Penal. La ilusión deseguridada cambio de la muerte ci-
vildealgunospenados, enADLA, 2004, n031, Doctrina, p. IV.Así, en su nota 35señala que "entre los
Tribunales Orales, por lo menos, los no2 ("Fulquin"), 6 ("Manfredi"), 11 ("Salvador"), 9 ("Mella")
y 12 ("Franco"); el 24 el 3"y el4Ofueron confirmadospor unanimidad. respectivamente.porCNCas.
Penal. Sala 111,8/8/01, causa no3182. "Manfredi, Luis Albertoy otro", reg. no471-01-3;idem. Sala
IV, 2/6/03. causa nn3643. "Salvador, José Américo", reg. no4941-4;idem, Sala IV, 22/8/03, causa no
3713,"Mella. GastónLeonardoyotro". reg. no5108-1.El 5"fallo.encambio.fuerevocado poruna-
nimidad -a causa de haber excedido el máximo de veinticinco años- por CNCas. Penal, Sala II.
18/9/02, causa no3863. "Franco, Hugo Norberto". reg. n"5122-2. La Sala I de Casación también ha
mantenido el criterio de los37 años y medio-desconocemos si por unanimidad y el Tribunal Oral
que intervinoanteriormente-el 14111/02, causa n"4185, "Navarro,Víctor Elio". reg. no5477 (cit.
enambosfallosde la Sala IV).
43 Zaffaroni -Alagia - Slokar, Derechopenal. Partegeneral. p. 966.
CONCURSO DE DELITOS
las penas elevadas, porque se obliga a la persona a purgar por hechos cometidos
cuando aún no ha desarrollado su personalidad; pero cuanto mayor sea el conde-
nado, esclaroque la pena deja deser "temporal" y sevuelve perpetua, porque muy
probablemente muera antes de su vencimiento.
Anuestrocriterio queda claro con esosejemplosque la nueva norma puedelle-
gar a contradecir, en más de un caso concreto, el fin de resocialización que deben
perseguir las penas privativas de libertad, por mandato constitucional. Y patenti-
za también una flagranteviolación al principio de humanidad de las penas, asíco-
mo también resulta evidente la lesión al principio de proporcionalidad.
En efecto, con el dictado de esta nueva ley y de la ley 25.892,el condenadoa re-
clusión o prisión perpetua podrá quedar en libertad condicional a partir de que
cumpla treinta y cinco años (art. 13,párr. lo, Cód. Penal), mientras que el condena-
do a una pena de cincuenta años de reclusión o prisión, podrá hacerlo apenas un
año y ocho meses antes.
Asimismo, la escala penal de la tentativa (art. 44, párrs 2" y 3",Cód. Penal) y de
la participación secundaria (art. 46, última parte, mismo Código) para los delitos
sancionadoscon reclusión perpetua, se reduce a reclusión dequinceaveinte años
y, para los conminados con prisión perpetua, de diez a quince años; ahora a quie-
nessean pasibles de la máxima pena temporal se lesaplicará una escala cuyo Iími-
teserá mayor (...) mucho mayor: treinta y tresañosy cuatro meses (arts. 44, párr. lo,
y 46,parte la, Cód. Penal).
Por otro lado, la pena de reclusión o prisión perpetua prescribea losveinte años
(art. 65,incs. 1 "y 2",Cód. Penal); una pena temporal decincuenta años de reclusión
o prisión prescribirá a los cincuenta años (art. 65,inc. 3",Cód. Penal).
En síntesis, la pena temporal máxima es másgrave que la perpetua, lo queviola
el principiode proporcionalidad y no resisteun prudente testderazonabilidad, ín-
sito en la forma republicana degobierno (art. lo, Const. Nacional).
A lo expresado cabe agregar la flagranteviolación al principio de legalidad es-
tricta que exige un mínimo dedeterminabilidad razonable de la pena, si tomamos
en cuenta que, por ejemplo, una simple mechera autora deveinticinco hurtos sim-
ples será juzgada sobre la base de una escala penal que va de un mes a cincuenta
añosde prisión.
Para la multa, el máximo legal era de ciento cincuenta mil pesos, previsto por el
art. 175 bis, último párrafo del Cód. Penal, pero ese tope no regía cuando uno de
losdelitosenconcurso tenía pena de multa queconsistiera en un porcentaje0 múl-
tiplo del importe correspondiente al objeto del delito, como sucede con los arts.
260,262,268(2")y 278,inc. lo, a) del Cód. Penal. Nuñez y Soler consideraban, en
cambio, que, comoconsecuenciadeestetipodedisposiciones,la multa notenía un
CONCURSO DE DELITOS
máximo determinad^^^, lo que hacía inaplicable el Iímite fijado por el art. 55, res-
pecto de esta especie de pena, aunque sí operaría cuando había que convertir la
multaen prisión, enquenopodíaexcederdeunañoy medio,conformealart. 214'.
Por nuestra parte, no compartíamos ese criterio (modificando así nuestro anterior
punto d e v i ~ t a )puescon
~~, el mismo razonamiento las penas privativas de libertad
perpetuas habrían impedido la existencia de un máximo determinado para éstas,
loque nadie había sostenido. Por ellocreíamosque el máximode multa estaba da-
do por la del art. 175 bis, el que no era aplicable en los casosseñalados (multa fija-
da sobre la base de porcentajeso múltiples), ni en aquellosen queconcurrieran de-
litos previstos por leyes especiales que contemplaran multas mayores.
La reforma introducida por la ley 25.928sólo estipula un Iímite expreso para las
penas privativas de libertad (reclusión y prisión), no así para las de inhabilitación y
multa, apartándosesin justificativo de la media sanción del Senadoqueloestable-
cía expresamente en el máximo legal de la especie de pena de que se trate.
La mencionada omisión hace necesario construir dicho límite por vía interpre-
tativa, porque la irracionalidad de la ausencia de algún coto a la acumulación de
esas especies de pena, determinaría su inconstitucionalidad, por poder conducir
respecto de la multa a la confiscación general de bienes (prohibida por el art. 17,
Const. Nacional) y respecto de la inhabilitación a la muerte civil.
Con relación a la multa, nos parece razonable el criterio elaborado por Erbet-
ta49,para quien la suma de las penas máximasde multa concurrentes, no podrá su-
perar el monto resultantede la conversión prevista en el art. 24del Cód. Penal, con-
cordante con el art. 21 del mismo Código, consistente en calcular la cantidad de
multa por cada día de reclusión o prisión y multiplicarla por un año y medio, límite
máximo de la conversión de la pena de multa en prisión, conforme el citado art. 21.
De tal modo, excepto cuando en uno de los delitos concurrentes la multa con-
sista en un porcentaje del resultado económico del delito (por ejemplo, art. 260,
Cód. Penal), y el Iímite estará dado por la confiscación de bienes, en los demás ca-
sos, jugará como tope el criterio señalado (arts. 21 y 24, Cód. Penal), y si alguna de
las multas fijas concurrentes supera el monto de esa conversión, se aplicará ésta,
siempre que no sea confiscatoria (art. 17, Const. Nacional).
46 Nuñez, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. II, p. 511; Soler, Derecho penalargen-
tino. Partegeneral, t. II, p. 313.
47 Terán Lomas. Derecho penal. Partegeneral. t. ll. p. 313.
48 Sarrulle-Caramuti, Código Penal. Partegeneral. Interpretaciónsistemática. Doctrina. Ju-
risprudencia, p. 421.
49 Erbetta, "La reforma al sistema de punición del concurso material dedelitos", en Donna
(coord.), Reformaspenales. ps. 132y 133.
CARLOS S. CARAMUTI
Como puede advertirse, aun con el texto anteriormente vigentey la que se con-
sideraba su correcta interpretación, la amplitud de las escalas resultantes para el
concurso real de delitos, especialmente respecto de las penas privativas de liber-
tad, era desmesurada. La cuestión se agrava notoriamente con el nuevo texto vi-
gente que eleva el máximo posible de veinticinco a cincuenta años de pena priva-
tiva de libertad. Como dice Zaffaronis1, es la más amplia facultad cuantificadora
que nuestra ley le concede a los jueces, fuente de desorientación, contradicciones
y arbitrariedades, lo que puede llevar a desnaturalizar el sistema de aspersión
(combinación según nuestro punto de vista) y reemplazarlo por una verdadera
acumulación. El autor ejemplifica con el caso de una simple mechera que comete
varios pequeños hurtos de poca cuantía, v. gr., quince hurtos, en cuyo caso el juez
tendría una escala penal de un mesaveinticincoañosde prisión, otreinta según el
texto ahoravigente, margen que nuestro Código no reconoce siquiera para el ho-
micidio simple (art. 79, Cód. Penal).
La amplitud era ya excesiva desde la sanción del Código originario de 1922, co-
mo consecuencia de no haberse incluido en su texto el tope de cada especie de pe-
na en la ParteGeneral, como sí lo hacían oportunamenteel ProyectoTejedor,el Có-
digo de 1886 y el Proyecto de 1891, que para las penas privativas de libertad era de
quince años y para la multa no podía exceder del cuádruplo de la mayor. El Proyec-
Erbetta. "La reforma al sistema de punición del concurso material de delitos", en Donna
(coord.), Reformaspenales, p. 134.
Zaffaroni, Tratado dederechopenal. Partegeneral, t. V. p. 398.
CARLOS S. CARAMUTI
Para superar el problema los referidos autores proponían una solución doctri-
naria que acudiera a la fuente histórica del art. 55 del Cód. Penal, esto es, el aludi-
do art. 57 del Código holandés, en el que se basó el Proyecto de 1891.
Es decir que debía entenderse que el criterio para el máximo de la escala de la
pena única concursa1dado por la sumad e las penasqueaisladamente hubiesen co-
rrespondido no podía exceder el máximo mayor en más de un tercio, establecido
en el Código adoptado como modelo y que habría quedado implícitoen lafórmu-
la del art. 55 vigente, siendo el máximo de la especie de pena el Iímite alternativo
expreso que evite penas absurdas56.
Con la reforma introducida por la ley 25.928esteargumento no puedeseguirse
sosteniendo, pues el máximo de ninguna de las penas temporales previstas en la
Parte Especial del Código, sumándole un tercio, alcanza los cincuenta años esta-
blecidos como tope legal. De modo que serían Iímitesque no se complementarían,
sino que unoanularía al otro. No parece posible otra solución que la declaración de
inconstitucionalidad del Iímite de cincuenta años en los casos concretos en que se
demuestre violación de los principios de legalidad estricta, proporcionalidad, hu-
manidad, resocialización y culpabilidad por el hecho, conforme lo argumentado
con anterioridad.
Por las críticas apuntadas, en este aspecto resulta preferible el sistema del Códi-
go Penal alemán (S 54, ap. 2) en cuantoestablece expresamenteque la pena no po-
drá alcanzar la suma de las que habría correspondido en concreto para cada delito
en concurs05~.
Entendemos sin embargo que ese criterio era posible en nuestro derecho, con
la redacción anterior del art. 55, a pesar de no establecerse en forma expresa ese
Iímite, puesello era coherentecon el texto legal que hablaba de que la pena ten-
dría como máximo la suma resultante de la acumulación de laspenas correspon-
dientes a los diversoshechosy no de la suma de los máximosde losrespectivosde-
litos, como dice, en cambio, e l texto hoy vigente. Es decir que en el texto anterior
~ -
partiendo de las leyes 25.39058,de 2000 y 26.20059, de 2006. Conforme a esa téle-
sis y remitiendo al Estatuto de Roma, concluye que la pena temporal máxima hoy
vigente es de treinta años de prisión, que es el máximo usual reconocido por la ley
nacional a la competencia internacional para el genocidio, los crímenes de guerra
y loscrímenescontra la humanidad, siendo inconstitucional (o implícitamente de-
rogado) el de cincuenta años para el concurso real (art. 55, Cód. Penal), que debe
entenderse también fijado en treinta años60.
A pesar de lo señalado en cuanto a la amplitud desmesurada de la escala penal
resultante para el concurso de delitos, el haberse fijado como límite el máximo le-
gal de la especie de pena dequese trate en el Código de 1921fue objeto de críticas
por Herrera, quien señaló que los autores de delitos graves (por ejemplo, homici-
dio simple) no sufrirían por el concurso aumento de pena, de manera que después
del primer delito la ley les daba carta blanca para que cometieran los que quisie-
ran6'. Similaresobjeciones en el Derechoespañol dieron lugar a que su sistema de
acumulación jurídica tuviera un límitedistinto para estos casos62.
Comovimos, el art. 55 del Cód. Penal argentino regula las reglas aplicables pa-
ra determinar la pena del concurso dedelitos, cuando losconcurrentes están repri-
midos con penas divisibles de la misma especie.
Ratificó el tratadoque establece el Tratado de Roma del Tribunal Penal Internacional, in-
corporando al Derecho nacional la norma quedisponeque la pena máxima para loscrimenescon-
tra la humanidad es de treinta años de prisión.
59 CUYOobjeto declarado es implementarel Estatuto de Roma, para lo cual incorporó al De-
recho interno los delitos de genocidio, crimenesde guerra y lesa humanidad y demás delitos y cri-
menes de competencia de la Corte Penal Internacional, estableciendo para el caso en que deban
serjuzgados portribunales nacionales una pena máxima deveinticinco añosde prisión y, si hubie-
re una muerte, prisión perpetua.
Zaffaroni. Estructura básica delderechopenal, ps. 245 a 247.
61 Herrera, La reforma penal, n0354, citado por Nuñez, Tratado de derecho penal. Partege-
neral, t. II, p. 512.
62 Asiel art. 76del Cód. Penalespañoldisponeque la pena, no podrá excederdeveinteaños,
peroaclara que "... excepcionalmente, este limite máximoserá: a) Deveinticincoaños. cuando el
sujeto haya sidocondenado pordoso másdelitosy alguno deellosestécastigado por la ley con pe-
na de prisión de hasta veinte años; b) De treinta años, cuando el sujeto haya sido condenado por
dos o más delitos y alguno de ellos esté castigado por la ley con pena de prisión superior a veinte
años; 2. La limitación se aplicará aunque las penas se hayan impuesto en distintos procesos si los
hechos. por su conexión. pudieran haberse enjuiciado en uno solo".
CONCURSO DE DELITOS
Los demás supuestos están previstos en el art. 56, que establece que: "Cuando
concurrieren varios hechos independientes reprimidos con penas divisibles de re-
clusión oprisiónseaplicará lapena másgrave, teniendo en cuenta losdelitosdepe-
na menor.
Sialguna de laspenasno fuere divisible, se aplicará ésta únicamente, salvo elca-
so en que concurrieren la de prisión perpetua y la de reclusión temporal, en que se
aplicará reclusión perpetua.
La inhabilitación y la multa se aplicarán siempre sin sujeción a lo dispuesto en el
párrafo primero".
Esta norma contempla también, al igual que su antecesora, casos de concurso
real de delitos, porque el texto del artículo al igual que el del anterior, alude a:
"Cuando concurrieren varios hechos independientes...". La única diferencia res-
pecto de la norma precedente es en cuanto a las penas previstas para los delitos
concurrentes y, consecuentemente, en cuanto a la pena aplicable al concurso.
Los dos párrafos iniciales contemplan la concurrencia de delitos reprimidos con
penas privativas de libertad, ocupándose el primero de los supuestos en que las
mismas, siendo de distinta especie, fueren divisibles, y el segundo, de aquellos en
que una de ellas no lo fuere, siendo de la misma o de distinta especie.
La última hipótesis prevé el caso en que uno o varios de los delitos en concurso
prevean multa o inhabilitación, sea concurriendo entre sí o con otro u otros ame-
nazadoscon pena privativa de libertad.
El párr. 2" del art. 56 prevé el caso en que algunas de las penas en concurso fue-
re indivisible, determinando la aplicación de ésta, sistema al que Nuñez llama "de
absorción absoluta"78.
" Zaffaroni, Tratado dederecho penal. Partegeneral, t . V. ps. 402 y 403; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derecho penal. Parte general, p. 970.
72 Zaffaroni. Tratado de derechopenal. Pariegenera1,t.V. p.403;Zaffaroni-Alagia -Slokar,
Derecho penal. Parte general, ps. 970 y 971; Nuñez. Manual de derecho penal. Parte general, p.
317; Nuñez. Tratado dederechopenal. Partegeneral, t . II, p. 512; Fontán Balestra. Tratadodede-
rechopenal. Partegeneral, t . I I I . p. 99; Laje Anaya -Gavier, NotasalCódigo Penal, t . l. p. 339.
73 Zaffaroni, Tratado dederechopenal. Parte general, t . V. p. 405.
74 ídem nota anterior, p.403.
Nuñez, Manual de derecho penal. Parte general, p. 317.
76 Fontán Balestra, Tratado de derechopenal. Pariegeneral, t . I I I , p. 100.
77 Zaffaroni. Tratado dederechopenal. Partegeneral, t . V. p. 405.
78 Nuñez, Tratado de derechopenal. Partegeneral, t . l l , p. 513.
CARLOS S. CARAMUTI
mos que lo es a cualquier caso en que al menos una de las penas privativas de liber-
tad concurrentes sea indivisible, aun cuando sean todas de la misma especie.
Es decir que se aplica también cuando una de las penas sea de prisión perpetua
y la otra de prisión temporal o una sea de reclusión perpetua y la otra de reclusión
temporal. En efecto, el párrafoen comentario, en su regla general, no haceningu-
na distinción y el art. 55 sólo regula la concurrencia de penas divisibles de la misma
especiey no el caso en que una deellassea indivisible. Otra pareceser la opinión de
~affaroni,para quien ;1 primera hipótesis del párr. 2" se limita al caso en que la re-
clusión perpetua concurrecon prisión temporala2.Pero no explica cómosesolucio-
na ni con qué norma el caso de concurrencia de penas indivisibles y divisibles de la
misma especie (reclusión perpetua y reclusión temporal, prisión perpetua y prisión
temporal, inhabilitación perpetua e inhabilitación temporal).
La norma también se aplica si las penas indivisibles que concurren son más de
una, pues lo perpetuo no puede sumarsecon nadaa3.
Sin embargo, Zaffaroni critica el hecho de que la concurrencia de prisión tem-
poral con reclusión perpetua dé lugar a la aplicación de reclusión porque
tal consecuencia no se aplica en casos aún más graves, como aquel en que concu-
rren dos delitos reprimidos con prisión perpetuaa4.
El párr. 3"del art. 56 del Cód. Penal dispone que: "La inhabilitación y la multa se
aplicaránsiempresin sujeción a lo dispuesto en elpárrafoprimero". La naturaleza
de estas penas y las finalidades específicas que persiguen justifican su aplicación
conjunta cuando concurran con delitos que prevén penas de reclusión o prisión, lo
que se denomina "principio de c ~ m b i n a c i ó n " ~aunque
~, bien podría hablarse de
acumulación, pues, en definitiva, pueden imponerse todas las penas de los delitos
concurrentes. La aplicación conjunta de estas penas debe hacerse, sean divisibleso
indivisibles, si son previstas como pena única, conjunta o accesoria. Si, en cambio,
lo son como alternativa, el tribunal deberá primero optar por una pena para el de-
lito de que se trate y, si elige la de multa o la de inhabilitación, aplicarla conjunta-
mente con la pena del otrodelitoa6.Si en cambio opta por la otra pena alternativa
contenido desvalorativo mayor que algunos casos de concurso real, afirma que la
misma dificultad de separación en los supuestos límite entre las dos modalidades
concursales, indica la necesidaddeque las respectivas reglassancionatoriasnosedi-
ferencien en demasía. Partiendo del principio de absorción para el concurso ideal y
deasperación o exasperación para el real, considera recomendabletomar en cuen-
ta en losdos, en el sentido del denominado principio decombinación, el mínimo más
elevado, así como las penas y otras consecuencias accesorias previstas para cual-
quiera de losdelitosconcurrentes, con dos Iímitesabsolutos para ambosconcursos:
la suma de las penas en que se incurrió, así como el máximo de la especie de pena.
Por nuestra partesomos firmemente partidarios de mantener la diferenciación
entre ambas clases de concurso, pues siempre será más grave cometer una plurali-
dad que un único delito.
Pero no encontramos desacertado un cierto grado de aproximación que permi-
ta, por un lado, atenuar las excesivas consecuencias del concurso real, limitando
aún más su máximo y, por otro, diferenciar los casos de concurso ideal respecto del
delito simple (y aun del concurso aparente) reflejando el total contenido de injus-
todel hecho resultantede su múltiple lesiónjurídica. Lo primero podría lograrsefi-
jando el máximodecadaespeciede pena en la ParteGeneral, regulandoqueel má-
ximo para el concurso real no podrá exceder en cierto porcentaje al de la pena más
grave y estableciendo de modo expreso que la pena resultante para el concurso no
deberá superar la suma de las penas concretas correspondientes a cada delito par-
ticular. Lo segundo, mediante la atenuación del régimen de absorción simple con
alguna concesión a favor de la combinación, previendo expresamente el efecto
clausura del mínimo de pena del delito menos grave, así como la aplicación de sus
penas accesorias o conjuntas.
CAPITULO
XI
UNIFICACIÓN DE PENAS
Como podemosver, en lascuatro hipótesis deben unificarse las penas de los dis-
tintosdelitos(hipótesisay c)o la partede pena que resta cumplirsepor uno de ellos
con la correspondiente al o los otros (hipótesis b y d.En las hipótesis a) y c) no sólo
se unificarán las penassino también lascondenas.
Pueden darse aun algunasvariantes mixtas, por ejemplo, si el tribunal que juz-
ga en último términodebe hacerlo respectodevarios hechos, siendo uno0 másde
ellos anteriores a la condena previa y otro u otros posteriores a ella (combinación
de a y b), o si, habiéndose dictado varias sentencias condenatorias en violación de
las reglas analizadas, algunasse refieren a hechosanteriores y otras a hechos pos-
teriores a la primera condena firme (combinación de c y d. En estos casos deben
unificarse todas las penas y también las condenas respecto de los hechos anterio-
resa la primera.
Nuestra doctrina denomina "unificación de penas" a todos los supuestos con-
templados en la norma, es decir, a los casos en quedebe condenarse por un delito
CARLOS S. CARAMUTI
a quien cumple pena o tiene pendienteel cumplimientode una pena impuesta por
otro delito objeto de una condena anterior.
Sin embargo, deben distinguirse los casos de simple unificación de penas, en
que permanecen inalterables todas las condenaciones-lo que sucede cuando la
última sentencia se refiera a uno o más hecho(s)posterior(es) a lascondenas sub-
sistentes-, de aquellas hipótesis de concurso real en que los distintos hechos, co-
metidos todosantesdelaprimera condena, fueron juzgados pordistintostribuna-
les o por el mismo tribunal en tiempos distintos, supuesto en el que la unificación
de penas es consecuencia de la unificación de condenaciones13.Es decir que en el
concurso real seaplica una pena total, sea por una única condena (arts. 55,56 y 57)
o por una condena unificada conforme a las mismas reglas (art. 58). Los casos en
que alguno delos hechosesposterior a la condena anterior no constituyen propia-
mente concursos reales y, en talesvariantes (entre otras, reincidencia), sólo se uni-
fican las penasen una pena total, permaneciendovigentes y autónomastodas las
condenaciones14, lo quetendrá irnportanciaa losefectosde la posibilidad o impo-
sibilidad de aplicación futura de una condena condicional (art. 27), de la declara-
ción de reincidencia (art. SO), con todas sus consecuencias (v. gr., art. 14), y de la
eventual aplicación, en su caso, de la medida de reclusión accesoria por tiempo in-
determinado del art. 52.
En las hipótesis mixtas que mencionamos, setratará de unificación de condenas
respecto de los hechos anterioresa la primera y de simple unificación de penas res-
pecto del o de los delitos posteriores a ella.
En todos los casos, es decir, tanto en la unificación de condenas como en la sim-
ple unificación de penas, así como en las hipótesis mixtas, el tribunal que condena
en último término debe, en la misma sentencia en que lo hace, imponer la pena
única conforme a las reglasde losarts. 55 a 57 (hipótesisa y b; primer supuesto del
artículo), pero en caso de no hacerlo (hipótesis c y d; segundo supuesto del artícu-
lo) el tribunal que impuso la pena mayor debe proceder, a pedido de parte, a la uni-
ficación desentenciassinalterar lasdeclaracionesde hechocontenidasen las otra^^^.
La aplicación de una única pena (pena total) a todosloscasoscomprendidospor
el texto vigente proviene del Proyecto de 1917, ya que las fuentes mediatas (arts.
63, Código holandés; 83, Proyecto de 1891; 62, Proyecto de 1906) se limitaban a
aplicar tal regla a los casos de concurso real, es decir, de delitos anteriores a la pri-
mera condena que debieran haberse juzgado por un único tribunal y no lo hubie-
sen sido por razones procesales, sea por no permitirlo la competencia judicial o el
mente aclaratorio para esta regla, puesto que tiene alcance común para todo el
párr. 1O. Lo contrario violaría el principio de la cosa juzgada y el debido proceso le-
gal, ya que el acto jurisdiccional unificador sólo tiene un carácter de revisión limi-
tada, en cuantoa la pena, y en algunoscasosrespectodel númerode condenas, pa-
ra evitar consecuencias perjudiciales al procesado por la violación de reglas impe-
rativasde determinación de la pena del concurso material de delitos.
La doctrina coincide en que tal declaración no se refiere sólo a los hechos, sino
también a la calificación de los mismos22.Es decir que la sentencia unificatoria no
puede negar la existencia de hechoso circunstanciasquesetuvieron por probados,
ni pretender tener por probados hechos o circunstancias que se tuvieron por ine-
xistente~o no probados, ni alterar el modo en que éstos tuvieron lugar conforme
a la plataforma fáctica fijada en aquellas sentencias. Entre otros aspectos, el fallo
unificador no puede apartarse de las conclusiones sobre autoría, culpabilidad, et-
~ é t e r ani
~ alterar
~, lasatenuantesoagravantescuya existencia fue fundada al mo-
mento de individualizar la pena con arreglo a los arts. 40 y 41 24. Tampoco puede
modificar el encuadramiento legal de los hechos que se consideraron acreditados,
sea agregando nuevas circunstancias o modalidades fácticas, sea mediante una
distintavaloración jurídica de la misma plataforma real.
El tribunalquedicte la unificación esencambiosoberanoencuantoa la gradua-
ción dela pena únicaquedicta, aun cuando no puede revisar lascircunstanciasfác-
ticas sobre la base de las cuales dicha individualización se realice. Sin embargo, la
discrecionalidad del juezen dicha graduación es mucho mayor en el caso de unifi-
cación de condenas que en el de simple unificación de penas.
que impusiera una pena total (única), determinada conformea las reglasde losarts.
55 a 57. La imposibilidad de juzgamiento simultáneo puede obedecer a la distinta
competencia de lostribunalesque intervinieron en los respectivos hechos, al estado
de los respectivos procesos, al desconocimiento de la existencia del otro proceso o
aun del otro hecho, o a cualquier otra causa o motivo, sea que implique una impo-
sibilidad material o jurídica o un mero incumplimiento por los jueces intervinientes
de las normasque imponían la acumulación. En cualquier caso, corresponde, deofi-
cio, al último juez unificar en la última sentencia la condena y la pena impuestascon
la o lasanteriores (primera regla del artículo); en casode incumplimiento por aquél,
corresponde hacerlo, a pedido de parte, al que impuso la pena mayor.
La característica fundamental de este grupo de casos es que no sólo se unifican
laspenas, sino también las condenas, desapareciendo los efectos de las anteriores,
que han sido pronunciadasviolando las reglasque imponen en estos supuestos juz-
gar simultáneamente los hechos en concurso, dictando a su respecto una pena to-
tal. Como dice con certeza Z a f f a r ~ n i aquí
~ ~ , la cosa juzgada cede hasta tal punto
que lo que resta en pie de la primera sentencia es únicamente la declaración de los
hechos y la calificación legal, desapareciendo no sólo la pena, sino también la con-
denación misma, que queda absorbida por la impuesta en la sentencia unificadora.
La imposibilidad material o procesal de juzgamiento simultáneo de los hechos
concurrentes o el incumplimiento de la obligación legal de hacerlo no puedevol-
verseen contradel imputado, multiplicandoel númerodecondenascomputables,
lo que podría implicar gravosas consecuencias, como, por ejemplo, impedir que la
pena únicadictada sea impuestaen forma condicional o llevar másrápidoa la apli-
cación de la medida del art. 523'. Dice Z a f f a r ~ nque
i ~ ~se imponesalvar el principio
constitucional de igualdad ante la ley, que impide que la pena se agrave por cues-
tiones procesales o por cualquier otra causa que no se relacione específicamente
con el hecho ocon su autor. Por ello lasentencia unificadora se considera única con-
dena y al penado como primario, con todas las consecuencias legales que ello im-
plique, no sólo a los efectos sustanciales sino también procesales, cuando las nor-
mas de esa naturaleza exijan esa condición para gozar de ciertos beneficioso para
el reconocimiento de determinados derechos.
Respecto de la graduación de la pena única a imponer, el tribunal que dicta la
pena total tiene la más amplia libertad de apreciación, pudiendo operar sin más Ií-
secha la simple suma como sistema44;e implicaría un desvío del Derecho penal de
acto a favor de uno de autor.
Como dijimosal analizar el art. 55, para la doctrina nacional clásica, en los casos
deconcurso no es necesariofijar en lasentencia la pena quecorresponde a cada de-
lito, ya que la escala de éstos sería sustituida por la resultantede esa norma, siendo
dentrodedichosmárgenesquedebe individualizarse la pena concreta para el con-
curso de delitos objeto de juzgamiento. Esta interpretación vino a ser reforzada
por la ley 25.928, al aludir a la suma de los máximosde lasescalasde losdelitoscon-
currentes, en vez de las penas a que refería el texto anterior. La situación no podría
ser diferente cuando se violaron las reglas de ese artículo, debiéndose proceder
luego a unificar condenas y penas. En ese supuesto no es necesario que el tribunal
queal juzgar en últimotérmino unifica lascondenasyfijalapenaúnicaparael con-
curso real cuantifique previamente la pena del delitodel queconoce en esa senten-
cia. Tampoco lo sería que el tribunal que, habiendo impuesto la pena mayor, debe
unificar todas las sentencias condenatorias-que pueden ser dos o aún más- es-
pecifiquela pena que atribuye acada delito dentro de la pena única dictada. Siem-
pre debería proceder conforme a la escala resultante para el concurso, aplicando
las pautasde losarts. 40y41 comocriterio mensurador, a cuyoefecto la pluralidad
de hechossetendrá en cuenta respecto de "la extensión deldaño ydelpeligro cau-
sados", pero sin una determinación cuantitativa de la pena de cada uno de ellos45.
Este criterio tradicional conducía más o menos conscientemente, no sólo al sis-
tema de acumulación rechazado por el Código originario pero admitido de modo
más o menos expreso en el texto vigente, sino también a la aplicación de criterios
dederecho penal deautor en detrimento del deacto. Tal riesgo no existiría si el má-
ximo de la escala penal para el concurso de delitos no se estableciera sumando los
máximos abstractos conminados para cada delito, sino las penas concretas que co-
rresponden a cada hecho en concurso, solución posible con el texto anterior de la
ley 25.928, hoy sustituido, que mandaba sumar las penas correspondientesa losdi-
versos hechos, y no sus máximos, como dice el texto actual. Aquella interpretación
requeriría la previa individualizaciónde laspenasconformea laspautasde losarts.
40 y 41. Entre el máximo constituido por esa suma y el mínimo mayor debería lue-
go individualizarse la pena única a dictarse. Este criterio conduciría a que, al prac-
ticarse la unificación deban computarse para la graduación de la pena única sola-
mente aquellos aspectos relevantes conforme a los arts. 40 y 41 que se relacionen
" Entendemos que ello es así pese a que el cambio terminológico introducido por la ley
25.928 podría permitir una interpretación literal distinta, pues dicho cambio sólo permite sumar
los máximos de la escala como limite superior, mas al serel minimo el minimo mayor no puede ha-
blarse de simple acumulación.
45 Nuñez, Tratado de derechopenal. Parte general, t. II, p. 516; Fontán Balestra, Tratado de
derechopenal. Partegenera1.t. III. ps. 106y 107.
CARLOS S. CARAMUTI
con la pluralidad de delitos, ya que los atinentes a los hechos individuales ya fue-
ron considerados al fijar la pena a elloscorrespondiente y no podrían valorarsedo-
blemente. Sin embargo, la reciente reforma por la ley 25.928 hace inaplicable esta
postura tornando innecesaria la individualización de la pena correspondientea ca-
da delito, lo que, a mi criterio, entraña un serio riesgo para el derecho penal de ac-
t o y una puerta abierta a uno de autor.
No hay razón para no aplicar las reglas de unificación a los delitos políticos. Es-
tos sólo son excluidos por el Código respecto de la reincidencia, por así imponerlo
el art. 50. Guardando silencio al respecto, en cambio, tanto losarts. 5Sa 57 como el
art. 58, no existe motivo para apartarlosdesus reglas, exclusión que por otra parte
llevaría a la subsistencia de penas independientes simultáneamente vigentes, cu-
ya evitación constituye la ratio legisde las disposiciones legales referidas a la unifi-
cación de penas.
En cambio, hay queexcluira losdelitosamnistiados, puesdesapareciendoel de-
lito no haycondena ni p e n a q ~ e u n i f i c a rRespectode
~~. losindultadoscabría hacer
una distinción, ya que, si bien no puede unificarse la pena, que se ha extinguido y
no podrá ser ejecutada, no cabedecir lo mismo de la condena, cuya subsistencia in-
dependiente podría traer consecuencias perjudiciales para el imputado, ya que el
art. 50excluyedela reincidencia únicamentelosdelitosamnistiados, mas no losin-
dultados. Además la subsistencia de la condena podría obstar a la condena condi-
cional. Por ello entiendo quedebe unificarse la condena, aunque no la pena.
El art. 58se refiere al caso en que se deba juzgar por otro hecho distinto a la per-
sona que esté cumpliendo pena. Con esa redacción pareciera imposible unificar
una pena que ya se cumplió íntegramente al momentodedictarse la segunda sen-
tencia, lo que podría, además, ser coherente con la idea de que no tendría aplica-
ción el principio de la pena total como expresión de la necesaria unidad de la ac-
ción preventiva especial de la pena47.En ese sentido expresa C a b a l l e r ~que,
~ ~ pa-
sado el momento de cumplimiento de la pena, extinguida ésta por cualquier cau-
sa (agotamiento, cumplimiento, prescripción, compurgación, etcétera) carece de
sentido la unificación, porque ya no hay nada que ejecutar que no sea la nueva pe-
Las dudas que plantean alguna doctrina y cierta jurisprudencia, a las que alude
Terán Lomas53,obedecen a la confusión de los supuestos de unificación deconde-
nascon los de mera unificación de penas, pues en estos casos se viola la condiciona-
lidad.
Al respecto, dice Varela que "por odioso que parezca que el juez de la unifica-
ción pueda transformar una condena efectiva en condicional, o viceversa, ello no
puede enervar las expresas normas del concurso, cuya aplicación la ley ha querido
asegurar aun a expensas de la propia cosa juzgada"54. Por supuesto que la forma
de imposición de la condena, debe ser debidamente fundada, con mayor razón
cuando dicha forma es modificada en la sentencia unificadora respecto de las pe-
nas unificadas.
De todos modos debe aclararse que, cuando se deja sin efecto la condena con-
dicional anterior, ello no debe interpretarse como una revocación de la misma, ya
que ésta se supedita al cumplimiento de la condición consistente en la comisión de
un nuevo delito, que siempre debe ser posterior a la condena y, en los casosque es-
tamosanalizando, de unificación deaquéllas, el delito esanteriora ella. Es por eso
que la condena única puede ser nuevamente impuesta en forma condicional.
Zaffaroni. Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. V. ps. 414y 415; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derechopenal. Parte general, p. 975.
56 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegenera1,t.V. p. 419;Zaffaroni -Alagia -Slokar,
t o de la pena única todo el tiempo que el sujeto haya estado sometido a pena por
cualquiera de los delitos, porque, al caer la condenación parcial impuesta a cual-
quiera de ellos en virtud de la condenación unificada, la pena arrastrada por la caí-
da de aquélla pasa a ser abarcada o comprendida por la pena total.
En definitiva, debecomputarsea losefectosde la pena total comprendida en la
única condenación toda privación de libertad, sea a título de detención, de prisión
preventiva o de pena, queel sujeto haya sufrido por cualquiera de losdelitoscom-
prendidosen la condena unificada.
Situación particular seda cuando la condena unificada lo esa reclusión, supues-
t o en el cual la prisión preventiva sedebecomputar a razón dedosdías por cada día
de reclusión impuesta como pena, solución legal excesivamenterigurosa si las pe-
nas unificadas lo fueron a prisión. En este caso resulta dudoso que pueda perjudi-
car al reo la violación de las reglas de losarts. 55 a 57 por el juezque impuso la últi-
ma condena.
No encontramos razón válida para no aplicar las reglas de los arts. 55 a 57 a es-
tos casos, en supuestos en que por meras razones procesales los diversos delitos no
hayan sido objeto de juzgamiento simultáneo. Entendemos que también en este
caso debe prevalecer el principio de igualdad ante la ley consagrado por el art. 16
de la Constitución Nacional.
a) Efectos
Sin embargo, dentro deesta última perspectiva las posicionesdistan de ser pa-
cíficas.
Así encontramos:
1. Quienessostienen que deben unificarse íntegramente laspenascorrespon-
dientes a la condena anterior con la que se fije para el nuevo delito confor-
me a las pautas de los arts. 40 y 41.
2. Quienes postulan que lo que debe unificarse con la pena del nuevo delito
no es la totalidad de la pena anterior, sino sólo la parte no cumplida.
3. También hay quienes afirman que las reglasdel concurso real se aplican sin
más a estos supuestos conforme al sistema composicional. Según este crite-
rio el tribunal que condena y fija la pena única dispone de una amplia liber-
tad de apreciación, pudiendo incluso fijar una pena inferior o con una mo-
dalidad diferentea la impuesta por el primer delito cuya pena seestá ejecu-
tand~~~.
Asu vez, dentro del primer subgrupo se puede aun distinguir, pues:
1. Algunosafirmanqueel límitemáximode penaseaplicaría únicamentea los
supuestosdeconcurso no asía loscasos desimple unificación de pe-
nas -es decir, no para los casos de delitos cometidos con posterioridad a la
sentencia firme anterior-, a los que no se aplicaría el Iímite del art. 55.
2. Otros entienden que el Iímite máximo (hoy cincuenta años de prisión o re-
clusión) se aplicaría después de realizada la unificación y practicado el cóm-
67 Voto del doctor Oubiña en el plenario "Hidalgo" (CNCrim. y Corr., en pleno, 5/3/90, JA,
1990-11-4638).
Lurati, Elsistema de pena única en el Código Penalargentino, ps. 194 a 196.
69 Soler, Derecho penalargentino. Partegeneral, t. II, p. 315; Caballero, Reiteración delicti-
va y unificación de penas en el Código Penalargentino, LL. 1983-C-109; Madariaga. La unificación
de penas y el a r t 52 del Código Penal (graduación cuando se está cumpliendo otra por delito an-
terior), LL. 1988-8-238y 239.
Fontán Balestra, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t. III. ps. 106 y 107.
71 Art. 48. Anteproyecto de reforma integral de 2006: "Unificación de penas. Cuando un
condenado por sentencia firme cometiere un hecho durante el cumplimiento de la pena y se dic-
tare sentencia condenatoria envigencia deésta, el tribunal que locondene porel último hecho le
impondrá una pena que unifique la de la primera condena o lo que le restase cumplir de ella con
la pena del segundo hecho, conforme a las reglas del art. 45",
72 Zaffaroni, Tratado de derechopenal. Partegenera1,t.V. p.416;Zaffaroni -Alagia -Slokar,
Derechopenal. Partegeneral, ps. 976y 977. Véase tambiénsuvoto minoritario en el plenario "Hi-
dalgo" de la CNCrim. y Corr., en pleno. 5/3/90,JA, 1990-11-4638.
CARLOS S. CARAMUTI
ya tercera regla -dentro del párr. 2"- disponía que para el aumento de pena "se
toma en cuenta sólo la partede pena quequeda por cumplir al momento en quese
pronuncia la condena..."), concluyeque las penasquese unifican son la del nuevo
delito con la que resta cumplir del primer delito, pena así compuesta que no pue-
desuperar el máximo legal y que se computa desde el momento delasentenciafir-
me que las unifica.
Zaffaroni refuerza esta conclusión argumentando que, al pronunciarse la pri-
-
mera condena no sevioló ninguna regla jurídica que impusiera condenación úni-
ca, pues el acto jurisdiccional dictado en ese momento condenó por el único delito
que se había cometido, por lo que, al no caer la primera condena, la pena por ella
impuesta se mantienevigente y se sigue cumpliendo hasta la sentencia firme que
condena por el segundo delito73,momento en el cual corresponde unificar la pena
correspondiente a éste con la que resta cumplir respecto del delito (o los delitos)
objeto de la primera condena. De este modo, de unificarse toda la pena impuesta
por la primera condena con la que corresponde al segundo delito, el límite máxi-
mo beneficiaría indebidamente al aue comete un nuevo hecho después de la con-
dena, tanto máscuanto más cerca esté el momento de comisión respecto del plazo
de cumplimiento de la pena.
A pesar de los sólidos argumentos de Zaffaroni, creemos que la solución correc-
ta es unificar la pena del segundo delito con la parte que queda por cumplir de la
impuesta por la primera condena, pero no a partir de la sentencia que se dicte por
el nuevodelitosinodel momentodesu comisión, jugandodesdeallíel límitelegal.
Nosllevaa esa conclusión la circunstanciade ser requisito para la unificación de
penasque la impuesta por el primer delito no se encuentre íntegramente cumpli-
da, pues ya vimos que sólo a este supuesto74se aplica ese requisito. Así, no nos pa-
rece justo que la unificación de penas dependa de la duración, más o menos larga,
del proceso por el segundodelito cometidoduranteel cumplimientode la pena. Si
lo que se quiere evitar es configurar una iniquidad75,ello no puede depender del
momento en que la segunda condena se dicte, que es incierto, variable conforme
a múltiples factores, e incluso supeditado a la eventual duración irrazonable del
proceso. Más justo y razonable parece tomar como punto de partida para la unifi-
cación el momento de comisión del nuevo delito, que puededeterminarsecon pre-
cisión en el tiempo. Ello resulta coherente, además, con el texto del art. 58del Cód.
Penal, que alude al caso en que después de una condena por sentencia firme deba
73 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral. t. V. ps. 417 y 418; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derecho penal. Partegeneral, ps. 976y 977.
Simple unificación de penas, no de condenas.
75 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegenera1.t.V. p. 418;Zaffaroni -Alagia -Slokar,
Derecho penal. Parte general, ps. 976 y 977.
CONCURSO DE DELITOS
juzgarse a la misma persona por otro hecho distinto, y no que se sentencie o con-
dene por ese hecho. La obligación de juzgar nacecon la comisión del hecho, en tan-
t o que la dedictar sentencia surge unavez tramitado y concluido el proceso. Sien-
do así, creemosque la obligación de unificar pena surge desde la comisión del de-
lito y dicha obligación no puede tornarse ilusoria por la demora en el trámite del
proceso, lo que ocurriría, conforme a la tesis criticada, si al momento de la senten-
cia la pena impuesta por la condena previa se hallara íntegramente cumplida. La
aplicación de la tesiscriticada podría llevar, incluso, a que se demore injustificada-
mente el proceso con la finalidad de que al momento de dictar sentencia la pena
anterior se encuentre totalmente cumplida, eludiendo así la unificación y consi-
guiente aplicación a la misma del Iímite legal máximo.
Existe aún otra razón por la cual no consideramos aceptable unificar sólo el
tiempo de pena que resta cumplir al momento de la segunda sentencia condena-
toriafirme. Si a esa fecha la pena anterior se halla íntegramentecumplida, el tiem-
potranscurridoentre lacomisión del nuevo delitoy dichocumplimiento no podría
computarse como prisión preventiva por el segundo delito, lo que impediría las
sanciones y consecuencias de la violación de los plazos máximosfijados a ese insti-
tuto por la legislación reglamentaria de la garantía del plazo razonable (arts. 7",
ConvenciónAmericana sobre Derechos Humanos; 75, inc. 22, Const. Nacional). Y, si
computáramosesetiempo como prisión preventiva por el segundo delito, y para la
pena en ejecución, por el primero, incurriríamosen un inicuodoblecómputodedi-
cho tiempo, beneficiando indebidamentea quien comete un nuevodelito con pos-
terioridad a una condena.
Coincidentemente con lo sostenido en el texto, dice C a b a l l e r ~que
~ ~es el mo-
mento de comisión del nuevo hecho lo que determina la revocación de la libertad
condicional (art. 15) o el cese de la condenación condicional (art. 27) y la calidad de
reincidente (art. 50) a los fines del art. 58, porque son situaciones en que se está
"cumpliendo pena", siendo por ello el momento a partir del cual debe efectuarse
la acumulación de penas, y computarse el Iímite legal.
Todo ello demuestra, a nuestro criterio, que la posición que criticamos enfren-
ta problemas sin solución plausible, lo que nos persuade de que la interpretación
correcta esaquella que unifica, conformea las reglasde losarts. 55y 56, la partede
pena impuesta por la primera condena no cumplida al momento de cometer el
nuevo delitocon la quecorresponda por éste77.El mínimoen estecaso será el tiem-
1983-C-109.
" Debemos reconocerque la solución que propiciamos no deja de tenersus puntos cuestio-
nable~,lo que amerita una mayor reflexión, sea para intentar una explicación más satisfactoria de
lege lata ouna propuesta de solución delegeferenda. En efecto, el mismo reparoquefundamen-
CARLOS S. CARAMUTI
ta la tesis de Zaffaroni sobre la impunidad del segundo hecho cometido poco tiempo antes de la
expiración de la pena máxima impuesta, es aplicable, tantoa la tesisdel nombrado como a la que
sustentamos, respecto del delito que secometiereen forma inmediata o pocodespués de comen-
zar a ejecutarse la pena impuesta en la condena anterior. Piénsese en el condenado que al ser de-
tenido para cumplir la pena y notificarse de la sentencia que la impone, agotados ya los recursos
disponibles, mata a unode los miembrosdel tribunal. En tal hipótesis, la aplicación del máximole-
gal determinaria que la pena única a dictarse luego de condenárselo por el nuevo delito. no po-
dría superar al monto máximo ya impuesto por el anterior, lo que determinaria la impunidad del
~ ~
segundo hecho. Esta hipótesis no tiene solución, ni aun con tesiscontraria a la sostenida en el tex-
to conforme a la cual el límite máximo seaplicaría despuésde realizada la unificación y practicado
el cómputo. por lo que, afirma, la disfunciónseñalada noexistiría. Esque. si fuera así. de igual mo-
do habría que procederen loscasosdeconcurso real dedelitos. fijando primero la pena única, lue-
go practicando el cómputo y finalmente la limitación del máximo. Pero en ese caso se podría fijar
una oena mavor al máximo de cincuenta años (o treinta conforme a la inter~retacióndezaffaro-
ni), el que sólo adquiriría importancia luego del cómputo para evitarcumplira futuro una priva-
ción de libertad mayor, sin computarentoncesel tiempocumplido antesa títulode prisión preven-
tiva. Una interpretación así desnaturaliza la sistemática del Código y no constituye una interpre-
tación razonabledel límiteabsolutofijado porel ari. 55del Cód. Penal, permitiendo utilizar la pri-
sión preventiva, luego computada a los efectos de la pena, como subterfugio para violar el límite
legal.
Por ello estimamos que. aun llevando a soluciones cuestionables en algunos casos, el criterio
que sostenemos resulta el que menos distorsionesocasiona.
No nos persuaden tampoco lascríticas formuladas porel voto de la mayoría (en lavozdel doc-
toroubiña) del plenario"Hidalgo" (véase nota 67),al criteriodeZaffaroni y que serían aplicables
al que sostenemos. respecto de que la unificación con ese criterio acortaría los plazos de la liber-
tad condicional. Es que, si el nuevo delito no diere lugar a reincidencia porque el cumplimiento
parcial no hubiera alcanzado un porcentaje razonable, al menos implicaría inobservancia de los
reglamentos carcelarios lo que. en todocaso, obstaría a su concesión.
En cuanto a las críticas formuladas por Lurati (El sistema de pena Única en el Código Penal
argentino, ps. 192 y 193). en relación a la prescripciónde la reincidencia, caducidad de la inscrip-
ción de la condena y prescripciónde la pena, asícomo a la aplicación de lasaccesoriasy penascon-
juntas impuestas en la primera condena, entendemos que son s~ficientementerespondidos por
Zaffaroni en su voto por la minoría en el plenario "Hidalgo" al contestar los agravios del Ministe-
rio Público: el cómputo oebe contarse oe mooo paralelo i g ~ aque l en los demás casos de prescrip-
ción sin queaelloobstela unificación: y lasaccesoriasy penasconjuntas mantienenvigencia sin ser
canceladas por la unificación. Esas réplicas son aplicables también a favor de nuestra tesis.
No resulta aceptable, en nuestra opinión, el criterio de Lurati, enel sentido de queen loscasos
desirnple unificación de penasdebensumarsela totalidadde la pena del delitoobjeto deanterior
condena con la pena quecorresponda al nuevodelito. peroaplicandosincoriapisasel límite legal,
porque no se hace cargo de la distinta naturaleza de este supuesto respecto del de unificación de
condenas, anula losefectosya producidos por la condena anterioren cuantoal tiempode pena ya
cumplido y lleva a la impunidad del nuevo delito en cualquiercaso en que la condena anterior ha-
ya sidoel máximo legal.
CONCURSO DE DELITOS
ferior al tiempo de pena que resta cumplir respecto de la pena impuesta por la an-
terior condena. Ello esconsecuencia deque, no tratándose en realidad decasosde
concurso real, dicha pena fue impuesta por una sentencia firme y pasada en auto-
ridad de cosa juzgada que se mantiene firme y que, como tal, no es revisada; a di-
ferencia de lo que ocurre en la hipótesis de unificación de penas por tratarse éstos
sí de típicos casos de concurso real.
Otro problema relacionado con el límite de la pena lo constituye el caso en que
deba juzgarse a una persona por un nuevodelitocometidocon posterioridad a una
condenafirmea reclusión o prisión perpetuaoque haya impuesto la medida de re-
clusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última condena, penas y
medida éstas que agotan todo el ámbito temporal posible, por lo que no puede
agregarse a ellas ni un día más.
No obstante ello, la nueva condena y la unificación comprendiendo un nuevo
delito deberán realizarse y podrá tener efectos prácticos para denegar la libertad
condicional del art. 13 o la liberación condicional del art. 53, según el caso78.Asi-
mismo, en el caso de la reclusión o prisión perpetua podrá también implicar la im-
posición de la reclusión accesoria por tiempo indeterminado, si con la nueva con-
dena se alcanza el número exigido por el art. 52 del Código Penal.
EScierto que, en este caso. no puede decirse que el sujeto esté cumpliendo pena; pero la
necesidad de unificar deviene igualmente evidente, pues, en casocontrario, el sujeto tendría que
cumplir separadamente lasdos penas, lo queescontrarioal sistema del Códigoen materia de uni-
ficación.
CONCURSO DE DELITOS
Penal, debiéndose cumplir en forma efectiva la pena única que se dicte. Ello sola-
mente podrá ser considerado consecuencia directa del art. 58 durante el plazo de
cumplimiento de las reglas impuestas conforme al art. 27 bis, pues sólo durante el
mismo se puededecir queel sujetoestá cumpliendo pena, atentoal contenidogra-
vos0 sobre losderechos del condenado quedichas reglas implican. Fuera dedicho
plazo, la unificación de penas con la impuesta en forma condicional será conse-
cuencia de la aplicación del art. 27 del Cód. Penal que remite a lo dispuesto sobre
unificación de penas.
A nuestro criterio, la revocación de la condena condicional debe hacerla el juez
que dicta sentencia por el nuevo hecho, al unificar la pena, aun cuando alguna ju-
risprudencia pretende que debería solicitarse previamente dicha revocatoria al
juez que intervino en el proceso anterior, a cuyo efecto debería hacérsele saber el
resultado del nuevo proceso8'.
fJ Cuantificación de la pena
Zaffaroni. Tratado de derecho penal. Partegeneral. t. V. ps. 423 y 424; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derechopenal. Parte general, p. 979.
86 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Partegeneral, t.V, p. 423;Zaffaroni -Alagia -Slokar,
Derecho penal. Parte general, p. 980.
CONCURSO DE DELITOS
Zaffaroni, Tratado dederechopenal. Parte general, t. V. ps. 423 y 424; Zaffaroni -Alagia -
Slokar, Derecho penal. Parte general, p. 980.
CARLOS S. CARAMUTI
que impuso la pena mayor. Es decir que la regla que manda que la unificación sea
hecha por el tribunal que aplicó la pena mayor sólo funciona cuando el que pro-
nunció la segunda sentencia no lo ha hecho, violando con esa omisión lo ordenado
por el art. 58en su primera disposicióna8.
Sóloseexceptúan de la obligación dedictar deoficio la pena única, por las razo-
nesqueexpondrernosmásadelantea9,lostribunalesfederalesquedicten sentencia
condenatoria por el hecho aún no juzgado, conociendo la existencia de una conde-
na anterior por otro hecho emanada de la justicia provincial, hipótesis en la cual
tampoco podrá unificar luego la pena, aun cuando hubiere impuesto la mayor.
El supuesto de unificación de penas o de condenas que estamos analizando im-
plica también una unificación de sentenciasg0,ya que hubovarias sentencias ante-
riores, queson unificadas por la tercera (por la última, en caso de ser más de dos las
anteriores). La expresión "pena mayor", que en la disposición legal analizada de-
termina la competencia para la unificación de penas, ha generado un debate simi-
lar al quetiene lugar respecto del concurso ideal, en el que unoscreen que es la pe-
na más grave y otros la de mayor duración. Remitimos a lo dicho supra, al analizar
la penalidad del concurso ideal en el art. 54 del Cód. Penal argentino (Cap. VIII).
El Código no resuelve el caso de penas iguales, afirmando Zaffaroni que debe
entenderse que es competente el tribunal ante el cual se formule el pedidog'. No
aclara el autor citado quién lo sería en caso de haberse formulado el pedido ante
ambos, aunque es lógico pensar en el quetenga prelación temporal. Para despejar
estasdudas, especialmente en caso de simultaneidad depedidospordistintospro-
cesados, creemos que el criterio correcto sería asignar competencia en estos casos
de penas iguales al que dictó la última condena, por ser en definitiva quien debió
unificar las penasen aquella oportunidad.
bj Pedido de parte
Adiferencia de lo que ocurre en el primer supuesto del artículo, en queel tribu-
nalquejuzgóel último hechodebedictar deoficio la pena únicay unificar en su ca-
so la condena, cuando se han violado tales reglas la unificación ya no puede hacer-
se de oficio, sino a pedido de parte. Afirman Laje Anaya y Gavierg2que, en este ca-
Laje Anaya -Gavier, Notasal Código Penal, t. l. p. 344; Nuñez, Unificaciónde penas. Injus-
ta negativa, en "Comercio y Justicia", 1974-XXV-124.
89 Véase infra, ap. b).
90 Zaffaroni, Tratado de derechopenal. Partegeneral, t.V, p. 424;Zaffaroni -Alagia -5lokar.
Solerg6afirma que la norma del art. 58 es de fondo en cuanto expresa que los
principios de acumulación se observarán aun cuando medie cosa juzgada, aspecto
en el cual el principio es válido en todo caso. Pero es deforma, en la parte en que
dispone quién ese1juezcompetentey el procedimientoen el quese procura laacu-
mulación de penas contenidas en sentencias distintas (pedido de parte), aspecto
en el cual las provincias podrían establecer un procedimiento unificador y atribuir
competencia para ello, normas que por su carácter procesal prevalecerían sobre el
art. 58, siempre que respeten el sistema acumulativo tal como está previsto en el
código def;ndo.~i el código procesal provincial respectivo nocontuviera regla al-
guna, se aplicaría lisa y llanamente la prescripción analizada en todos sus aspectos
(también en los deforma).
Creemos correcta la apreciación antecedente siempre que se refiera a unifica-
ción de penascorrespondientesexclusivamente a una únicajurisdicción provincial.
Si se trata -en cambio-de delitos cuyo juzgamiento se atribuye a distintas pro-
vincias, regirán lisa y llanamente las disposiciones del art. 58, pues las normas pro-
cesalesde una provincia no pueden resolver unilateralmentecuestionesde compe-
tencia con otra. Podría exceptuarse el caso en que ambas provincias tengan reglas
procesales similares, conforme a las cuales coincidan en el juez competente para
realizar la unificación.
La última parte de la segunda oración del párr. lo del art. 58 prevé que el juez
que habiendo impuesto la pena mayor dicta, a pedido de parte, la única sentencia
debe hacerlo "sin alterar las declaracionesde hechoscontenidas en las otras".
Como señalamos, tal ubicación de la exigencia y la indebida puntuación del ar-
tículo (que ya vimos provocó no pocas confusiones) podrían hacer pensar que esa
inalterabilidad de los hechos sólo se refiere a la segunda regla del párr. 1" del art.
58 y que, a contrariosensu, en los supuestos de unificación decondenasy de penas,
esdecir la realizada por el tribunal queintervinoen el último hecho, éste,al juzgar-
lo, podría alterar las declaraciones de hecho contenidas en las otras sentencias. No
obstante ello, por las razones que ya expusimos entendemos que la exigencia se
aplica a todos loscasos, pues una interpretación contraria del precepto lo transfor-
maría en inconstitucionalg7,por permitir la violación de la cosa juzgada y el debido
proceso legal.
le corresponderá unificar las penas y las condenas al último que falle o, en su caso,
al juez que dictó la mayor. Se acata así la norma constitucional, pues la actuación
de cada juicio debe hacerse en la provincia donde se cometió (art. 118, Const. Na-
cional) y, respetando las declaraciones de hecho de cada sentencia, el juez que dic-
ta la última o que impone la mayor se limita a unificarla con la otra u otras hacien-
do efectivas las reglas de fondo de los arts. 55 y 56.
Otro problema se suscita cuando uno -o algunos-de los distintos hechos de-
lictivoscuyals penalso condenalsdebaln unificarsees-o son-decompetencia de
la justicia ordinaria, y el otro -o los restantes-, de la federal. En tal caso, la cues-
tión puede parecer a primera vista insoluble.
Ello así por cuanto, conforme a su carácter excepcional y restrictivo, la justicia
federal sólo tiene la competencia que le haya sido delegada por la Constitución,
conservando las provincias todo el poder no delegado por dicho cuerpo normati-
vo al gobierno federal (art. 121, Const. Nacional). Tan restrictiva es la competencia
de la justicia federal que, incluso la materia de fondo (como el dictado de los códi-
gos Civil, Penal, etcétera) expresamentedelegada a la legislación del Congreso Na-
cional, seefectúa sin alterar "... lasjurisdiccioneslocales, correspondiendosuapli-
cación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas
cayeren bajo sus respectivasjurisdicciones ..." (art. 75, inc. 12, Const. Nacional). Es
decir, sin perjuicio del juzgamiento por los tribunales locales, salvo que se trate de
materia federal, esto es de legislación ojurisdicción específicamentefederal. Sien-
do así, parecería que si la pena única la dictara la justicia federal, ello implicaría
ejercer una competencia que no le fuedelegada. Y, a la inversa, si fuera dictada por
la justicia provincial, comprendiendo penas por delitos federales, lo haría sobre
materia expresamente delegadag9.
Señala que la Comisión de Legislación Penal y Carcelaria consideró
queel caso debía ser previsto por el Código para impedir que hechos igualespudie-
ren originar consecuenciasdiferentes no obstante la unidad de legislación penal.
Al hacerlo, el Código Penal soluciona la cuestión de manera poco clara. Al res-
pecto dice el párr. 2" del art. 58 que: "Cuando por cualquier causa la justicia fede-
ral, en autos en que haya intervenido, no pueda aplicar esta regla, l o hará la justi-
cia ordinaria nacional o provincial que conoció de la infracción penal, según sea el
99 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t. V. p. 428; Zaffaroni -Alagia - Slo.
kar, Derecho penal. Parte general, p. 981.
'O0 Górnez, Tratado dederechopenal. Partegenera1.t. l. p. 515.
CARLOS S. CARAMUTI
caso". Lo único claro es que, aun en estoscasos, la norma tiende a establecer la uni-
dad legislativa penal en el territorio del país, no sólo a los efectosde la imposición
de la pena, sino también a los de su cumplimientoT0T.
Soler102no encuentra mayor problemática en la cuestión, afirmando que el úl-
timo apartado haceevidentealusión al caso en que la pena impuesta en la jurisdic-
ción federal no sea la más grave, con lo que no advierte dificultad en el hecho de
que, si lo es, dicha jurisdicción unifique las penaslo3.
Nuñez pareceotorgar prevalencia a la justicia provincial. En efecto, reconoce a
la justicia federal la posibilidad de dictar la pena única, comprendiendo hechos cu-
ya pena fue impuesta por la justicia provincial, sólocuando procede deoficioaljuz-
gar, en último término, un hecho aún nojuzgado de su competencia. Dice que, al
hacerlo, se limita a imponer la pena que la ley, cuya aplicación le corresponde, es-
tablece para el reo respecto del cual concurren doso más penasTM.
En cambio, sólo admite que lo haga a pedido de parte interesada cuando las pe-
nas a unificar hayan sido determinadas por dos sentencias federales con violación
de las reglas del concursoT05.Niega, en cambio, tal posibilidad cuando la regla de
unificación tenga por objeto corregir omisiones de sentencias firmes de la justicia
ordinaria, aunque haya aplicado la pena mayor, porqueel ejerciciode lajurisdicción
federal, que es por su naturaleza y objeto restrictiva, no comprendería esecaso, por
estar limitada su competencia a los supuestos establecidos por la Con~titución'~~.
Por ello afirma Nuñezque no puede hacerlo, aun cuando la omisión dedictar la pe-
na única fuera de la justicia federal al dictar la últimasentencia, ya que incluso en es-
te caso la pena debe ser unificada por la justicia ordinaria, porque así lo impondría
el párr. 2"del art. 58y porque desdeel punto devista de la Constitución, no estando
esa facultad delegada expresamente al gobierno federal, su ejercicio corresponde
a las provincias (art. 121, Const. Nacional) o a la justicia ordinaria nacionalTo7.
La posición del maestro cordobés no es coherente, ya que, si el fundamento de
la limitación ese1 carácter restrictivo de la justicia federal, ésta nunca podría efec-
tuar la unificación considerando sentenciasdetribunales provinciales, ni aun cuan-
do fallare en último término y al momento de resolver, pudiendo hacerlo única-
'O8 Zaffaroni, Tratado de derecho penal. Parte general, t . V. ps. 430a 432.
CARLOS S. CARAMUTI
Jurisprudencia
6- La finalidad del art. 58del Cód. Penal es la de procurar la unidad penal en el terri-
torio nacional, permitiendo aplicar una pena única al evitar la coexistencia de penas
impuestas en forma independiente. [CNCas. Penal, Sala IV, 29/8/00, "Barboza Rivero,
R. E.", LL, 2001-A-5971.
10- El tribunal que aplica el art. 58 del Cód. Penal desplaza a los que aplicaron las
condenas que se unifican. No podría quedar sin efecto el sistema de los arts. 55 a 58
por la mera circunstancia de que alguien recibiera contemporáneamente, por diver-
sostribunalesdel país, múltiples penascuyasejecucionessedejaran en suspenso. [SC-
EA, 10/3/92, "García, Jorge D.", LL, 1992-D-127;DJ. 1992-2-871;DJBA. 142-2609].
11 - El art. 58 del Cód. Penal se propone asegurar el cumplimiento de las reglas del
concurso material, cuya observancia y aplicación uniforme en todo el país podría re-
sultar ilusoria, como consecuencia de la pluralidad de jurisdiccionesy coexistencia de
leyes procesales diferentes, todo ello en virtud del régimen federal del gobierno.
Queda, con dichotexto, garantizada la unidad de pena entodoel territorio nacional,
evitando que un condenado múltiple en jurisdicciones distintas, o en épocas sucesi-
vas, quede sometido a un régimen punitivo plural a diferencia de quien, en igualdad
decondiciones, fue juzgado por un únicotribunal queaplicó sindificultad lo dispues-
to en losarts. 55 a 57 del mencionado Código. [Juzg. Fed. Junín, 3/2/92. "Fiori, Gastón
L.", DJ, 1992-1-8521.
12- El art. 58 del Cód. Penal responde al propósito de establecer real y efectivamen-
te la unidad penal en el territorio de la Nación, adoptando
. las medidas necesarias pa-
ra aue ella no desaparezca por razón del funcionamiento de las distintas iurisdiccio-
nes; bien entendidoqueel Congreso tienefacultadessuficientes para establecer nor-
mas referentesa la imposición y al cumplimiento de la pena. [CSJN, 28/6/88, "Curru-
huinca, Joséy otro", LL. 1989-~:239;ED; 131-6731
14- El art. 58 del Cód. Penal responde al propósito de establecer real y efectivamen-
te la unidad penal en el territorio de la Nación, adoptando las medidas necesarias pa-
ra que ella no desaparezca por razón del funcionamiento de las distintas jurisdiccio-
nes, a cuyo efecto el Congreso poseefacultadessuficientespara establecer normas re-
ferentes a la imposición y al cumplimiento de la pena que son obligatorias para las
provincias. [CSJN, 6/12/48. CSJN-Fallos, 212:403].
CONCURSO DE DELITOS
mofallodicte la única sentencia queestableceel art. 58del Cód. Penal. [CSJN, 13/3/90,
"Gutiérrez, Juan C. y otro", LL, 1990-C-4371.
21 - La primera regla del art. 58del Cód. Penal resulta de aplicación obligatoria para
losjueces, lo quetorna previsiblepara las partesla existencia de un proceso unificato-
rio (del voto del doctor Archimbal). [CNFed. Crim. y Corr., Sala 1,23/2/88, "Acuña, José
M.", LL, 1988-D-4171.
25- Correspondea la unificación porvía del art. 58, párr. 1: primera regla del Cód.
Penal (que no requiere pedido de parte y debe pronunciarse de oficio, sin que a ello
se oponga lo resuelto en el plenario "Palacios" del 22/12/70, LL, 142-286). ello si no
puede considerarse cumplida la condena anterior del procesado, ya que el tiempo
que lleva dedetención puedecomputárseletanto para esta pena como para la quese
dictóen el presente proceso, dado que no puedeescindirseelqueestuvodetenido en
una u otra causa, atento a quefue común. [CNCrim.y Corr., Sala 11,1411 1/79, "Jara, Mi-
guel A,",BCNCyC, 1980-1-10, sum. 22531.
cho de defensa en juicio. [CNCrim. y Corr., Sala VII, 31110189, "Gallardo, Juan O.", LL,
1990-8-851.
32- El dictado de una sentencia justa en los supuestos del art. 58 del Cód. Penal, re-
quiere como requisito mínimo a exigir del magistrado unificante, quetenga a lavista
las distintas causas cuyas penas habrá de unificar, y que se permita a las partes alegar
cuantoestimenconvenienteacerca del montode la pena única a imponer, tipode pe-
na, condicionalidad. etcétera, aspectosde suma importancia cuya falta de considera-
ción torna írrita y arbitraria a la decisión que se dicte.
El trámitede unificación de penasdebecontar con la inte~enciónaseguradorade las
partes, so pena de conculcarse las garantías del debido proceso legal y de la defensa
en juicio. [Cám.Apel. Penal San Isidro, Sala 111,4/8/88, "Noguera, Julio C.", DI,1989-1-
5721.
33- La resoluciónque unifica penasde oficio noafecta el derecho de defensa en jui-
cio del condenado.
La instancia de apelación permite al condenado objetar la resolución sobre unifica-
ción de penas dictada oficiosamente y sin audiencia de parte, por lo que no cabe ob-
jeción a tal decisión.
Es necesario dar al procesado oportunidad de audiencia previa a la resoluciónde uni-
ficación de pena, por comportar actividad de carácter incriminatorio e irreversible
(del voto en disidencia del doctor Cortelezzi). [CNFed. Crim. y Corr., Sala 1, 23/2/88,
"Acuña, José M.", LL, 1988-D-4171.
34- La resoluciónque anuló la sentencia que unificó la pena impuesta al imputado
debe ser mantenida si, pese a que los plazos para recurrir estabanvencidos, está acre-
ditado suestado de indefensión al verse privado decontestar la vista conferida por el
tribunal a tenor de lo previstoen el art. 58del Cód. Penal y deeventualmentecuestio-
nar el límite máximo de prisión o reclusión a raíz de la modificación que introdujo la
ley 25.929 en el art. 55 del citado ordenamiento y de recibir una respuestajurisdiccio-
nal al respecto (del votodel doctor Hornos). [Cám. Fed.Cas. Penal, Sala IV, 25/8/15, "D.,
C. M. s/Recurso de casación", LL, On Line, AWJUW33017/2015].
los motivos por loscuales estableció la sanción impuesta, al unificar no utilizó un pro-
cedimiento de suma aritmética sinoqueexistió una composición de la sanción, loque
demuestra una ponderación que evidencia una análisis de lasdistintas pautas indivi-
dualizadoras. [TS Neuquén, 11/8/11, "Keim Flores, Gabriel Ignacio", LL, On Line, AW
JU W52470/2011].
38- Al fundarse la unificación de penas, basta con que el juez evalúe las circunstan-
ciasagravantesy atenuantesconsideradasencada condena. [TS Córdoba, Sala Penal,
19/3/10, "Sampo oZampo, Ezequiel R.", LL, 700597981.
6 -Unificación de condenas
39- Por sentencia de fecha 29 de marzo de 2006 dictada en la causa no 10.064-
JU2005 que tramitara por ante este tribunal resolvió condenar al causante, por con-
siderarlo autor responsable de la contravención prevista y reprimida como comercia-
lización de juego clandestino, a la pena de trece días de arresto; imponer al nombra-
do la pena accesoria única de inhabilitación por el término de siete años, para obte-
ner cualquier tipo de autorización, habilitación o licencia para organizar, promover,
explotar o comerciar sorteos, apuestas o juegos, comprensiva de la pena impuesta
precedentementey de la pena de inhabilitación impuesta por el Juzgado Contraven-
cional y de Faltas no 19, en la causa n03647/JU2004, dictada con fecha 9 de mayo de
2005 yquequedarafirme confecha 17de mayode 2005, porser autor responsablede
las contravenciones previstas y reprimidas por los arts. 3" y 4" de la ley 255.
Enconsecuencia,todavezqueel hechoaquíjuzgadocon relacióna la misma persona
es anterior al 29 de marzo de 2006. fecha ésta en la aue fuera dictada la pena única
aludida en el párrafo precedente -sentencia que adquirió firmeza el 8 de mayo de
2006, conforme surqe - del antecedentealudido-, considero que en el caso se presen-
ta el supuesto que la doctrina y jurisprudencia actualesdenomina unificación decon-
denas y que por imperio de la ley, es decir, de oficio y aun sin petición de parte, debe
ser resuelta por el órgano jurisdiccional que pronuncia la última condena, conforme
las reglas previstas por el art. 58, párr. 1: primera regla del Cód. Penal -aplicable al
caso en función del art. 20 de la ley 1472-, dictando una única condenación.
Cuandocorrespondedictarsentenciapor un hechocometidoantesdeque la pena pre-
existentequedefirme, seestá ante la unificación decondenasoconcursoreal resuelto
CARLOS S. CARAMUTI
45- La sentencia definitiva dictada en sede minoril no puede ser unificada con una
condena dictada en contra del imputado al adquirir la mayoría deedad, pues indirec-
tamentese estaría computando un antecedente como menor para agravar la penali-
dad, imponiéndoleuna pena única de mayorgravedada la queoriginariamente leco-
rresoondería (del voto en disidencia del doctor Natiello). ITrib. Cas. Penal Buenos Ai-
. .
res, sala IV, 3/9/13, "C.J., J.J. JRecursodeCasación", LL, On Line, AWJUW69676120131.
46- Ante un supuesto de distintos hechos ilícitos acaecidos antes que se dictaran las
correspondientessentencias, donde no se han podido observar las reglas del concur-
so en causas que debieron tramitar acumuladas, a los fines de dictar una pena única
debe tenerse en cuenta que, el principio de la pena total requiere, en ocasión de la
unificación de condenas y, excepcionalmente, de penas, la suspensión de la cosa juz-
gada para permitir la construcciónde una pena quesea síntesisdel conjunto punitivo
y no simplemente suma aritmética, por lo que el juez de la unificación sólo debe res-
petar lasconclusionesacercadel delito en lofáctico y suvaloraciónjurídica a la que se
arribara en el anterior pronunciamiento. [Cám. Apel. Crim. Paraná, Sala 1, 3118111,
"Walter Lujan Campos", LL, On Line, AWJUW48912/2011].
48- La segunda regla del art. 58 del Cód. Penal da lugar al dictado de pena única
cuando se juzga a quien está cumpliendo pena por otro delito. [CNCas. Penal, Sala II,
28/12/95, "Nadalino, RubénA,", LL, 1997-8-778; DI,1997-1-10121.
54- Abastece la exigencia motivacional emanada del art. 106del Cód. Proc. Penal la
sentencia en la que el tribunal sentenciante, que entendió aplicable el método com-
posicional en la unificación de pronunciamientos por sobre la simple suma aritméti-
ca, consignó que no sedebían alterar lasdeclaracionescontenidasenlos fallos prece-
dentes, ni cuestionar las agravantes y atenuantes allí valoradas, las que ponderó co-
CONCURSO DE DELITOS
mo propias. [Trib. Cas. Penal Buenos Aires, Sala 11,28/9/06, "R., G. s/Recurso de casa-
ción", ww.jusbuenosaires.gov.ar; WebRubinzalppypenall6.l.r16].
55- Debe rechazarse el recurso de casación que denuncia la arbitrariedad del pro-
nunciamiento al haberse apartado el sentenciante de la pretensión de la defensa de
que se aplique el método composicional, pues el tribunal de juicio luego de analizar
lascircunstanciasagravantesy atenuantesde los pronunciamientos que unifica, y sin
alterar lasdeclaracionesdelos hechoscontenidasenellos, escogió un monto de pena
que no aparece desproporcionado ni irracional en atención a los ilícitos comprendi-
dos, expresando-sinvisosdeabsurdoo arbitrariedad- las razonesque lo llevaran a
decidir como lo hizo. rrib.Cas. Penal La Plata, Sala 1,20/4/06, "B., R. s/Recurso decasa-
ción", ww.jusbuenosaires.gov.ar; WebRubinzalppypenall6.l.r15].
56- En la unificación de penas rigen las reglas del concurso real de delitos de mane-
ra que no hay inconveniente en que se fije directamente el monto correspondiente a
la pluralidaddesucesosquefundala respuesta punitiva única (del voto del doctor Na-
tiello). [Trib.Cas. Penal BuenosAires, Sala 1,6/12/05, "M., B. dRecursodecasación",JU-
BA, sum. 83256658; WebRubinzalppypenall6.l.r7].
57- Con relación al sistema a aplicar, no esimperativo para el juezo tribunal la apli-
cación del método composicional, cuando lascaracterísticasde las condenas compu-
t a b l e s ~la personalidad revelada por el autor aconsejen la aplicación del sistema arit-
mético. En tal sentido, el sistema aritmético "no se encuentra en pugna con disposi-
ción o regla alguna de nuestro ordenamiento sustantivo y ello asíenvirtud que el tri-
bunal de méritotiene la posibilidaddeescogerentreelcitado oel composicional. Nó-
tese que la circunstancia de que se pueda optar por este último -más favorable al
reo, por otro lado-no significa una gracia quedebeser concedida siempreen forma
automática por el tribunal que realiza este procedimiento, sino únicamente cuando
las constanciasdel proceso y la personalidad revelada por el autor (arts. 40 y 41, Cód.
Penal) lo hagan aconsejable" -CNCas. Penal, Sala 111, 17/9/01, "Vetti, Héctor Horacio
dRecurso de casación", reg. no 562.01.3, causa no3315, voto del doctor Mitchell; en
idénticosentido, Sala 111,8/9/99, "Aguirre, JuanCarlosoAlonso, Rodolfo Manuel dRe-
curso de casación", reg. no413.99.3, causa no 1824; Sala 1, 23/6/00, "Díaz, Martín Ale-
jandro s1Recurso de casación", reg. no 3580.1, causa no 2847- (del voto del doctor
Vázquez). [Cám.Apel. Penal Contrav. y de FaltasCABA, Sala 1.1711 1/05, "Lemes, Mau-
ro lsmael sllnfracción art. 189 bis, Cód. Penal -Apelación", causa no47-00-CU2005,
WebRubinzalppypenall6.l.r13].
cas de las condenas computablesy la personalidad revelada por el autor. [CNCas. Pe-
nal, Sala 111,8/9/99, "A., J. C.", ED, 186-960; RepLL, U(-2000-J-Z-18151.
65- En la unificación de oenas debe adootarse el orocedimiento oor comoosición.
puesel aritmético esde aplicación excepcional, debiendo el juezque unifica respetar
los hechos v la calificación iurídica efectuada en las sentencias va firmes. [Cám. la
Apel. Crim. Formosa, 29/5/97, "Molina, Marcelo y otro", LLLitoral, 1998-14801
66- La unificación de las penas no debe ser el resultado de una suma aritmética de
lassancionesenjuego, sino una composición de las mismasconformela personalidad
del procesado, la gravedad de los hechos y demás circunstancias de la causa (del voto
en disidencia del doctor Currais). [TOC no 16, 19/5/97, "Castillo, Miguel A,", LL, 1999-
D-785; RepLL, LIX-1999-J-Z-18341.
67- El proceso mental del juez para fijar la pena única debe ser el mismo quese rea-
liza cuando varios hechos están subordinados a la relación concursa1 del art. 55 del
Cód. Penal. [CNCas. Penal, Sala 11,28/12/95, "Nadalino, RubénA,", LL, 1997-8-778; DJ,
1997-1-1012].
68- La sentencia que, para unificar las penas respectivas, lassuma lisa y llanamente,
no incurre por esa sola circunstancia en violación del art. 58 del Cód. Penal, pues si
bien esta disposición no impone dicha metodología, tampoco la excluye. [SCBA,
27/12/94, "Giménez, Carlos A. y otro", DJBA, 148-1607].
69- Las determinaciones de las penas que se unifican carecen de efectos sobre la
aplicación del art. 58 del Cód. Penal pues el mismo prevé (arts. 55 a 58) la unificación
de escalas penales y no de las penas concretamente aplicadas. [SCBA, 10/3/92, "Garc-
ía, Jorge D.", LL, 1992-D-127; DJ, 1992-2-871;DJBA, 142-2609].
70- La sentencia que para unificar las penas se fundó en el sistema de composición
para la aplicación del mínimo legal previsto para la pena única, no incurre por esa so-
la circunstanciaen transgresión del art. 58 del Cód. Penal, puestal disposición no im-
pone que tal pena se forme mediante una suma aritmética de las penas respectivas,
aunque tampoco excluye tal método. [SCBA, 25/2/92, "Vera, Juan", DJBA, 142-2719].
71 - Nuestro sistema legal impide, dentro de la pena única resultante de los arts. 55
a 58del Cód. Penal, determinar la cuota atribuiblea cada delito, puesestas normasse
refieren a escalas penales y no a penas fijas; a mayor abundamiento los arts. 40 y 41
combinan pautas objetivas y subjetivas que, al relacionarse con los arts. 55 y 58, tor-
nan imposible-y, en consecuencia, improcedente-tal individualización.
Para unificar penas no debe determinarse primero la que hubiera sido apropiada pa-
ra el o los hechos bajo juzgamiento, sino quecorresponde aplicar directamenteel ré-
gimen de los arts. 40,41 y 55 a 58 del Cód. Penal respecto de todos los delitos relacio-
nados con la unificación. [SCBA, 28/8/90, "Aguirre, Ramón A,", LL, 1991-6-53; DJ,
1991-1-908;DJBA, 140-1955].
72- Cuando deben unificarse dos condenas y entre los hechos que las motivaron
existe reiteración y no reincidencia, corresponde tener en cuenta la pena que se ha-
bría aplicado de haber sido juzgados en un solo proceso.
CARLOS S. CARAMUTI
73 - La unificación de penas prevista por el art. 58 del Cód. Penal es un acto jurisdic-
cional y no de mera ejecución penal, por el que se establece el cómo y el cuánto de la
sanción unitaria a aplicarseen el supuesto que la ley prevé. Haciendo a la garantía de
la defensa en juicio que las partestengan la posibilidad concreta de ser oídasy deque
exista sustanciacióndel incidente que asegure el cabal conocimiento del thema deci-
dendum, ya que no setrata deefectuar una mera sumatoria de las penas, sinodeana-
lizartodos losaspectos relacionadosconlasdistintascircunstanciasmensurativasque
contemplan los arts. 40 y 41 del Cód. Penal, así como también las que hacen a la apli-
cación de las reglas del concurso de delitos. [Cám. Apel. Penal San Isidro, Sala III,
4/8/88, "Noguera, Julio C.", DI, 1989-1-5721.
77- En el primer supuesto previsto por el art. 58 del Cód. Penal, el tribunal que juz-
ga el "otro hecho distinto" debe determinar la pena que aplica por este hecho antes
de proceder a la unificación de las penas, de acuerdo con la escala establecida por el
art. 55 del Cód. Penal (del voto de la mayoría).
No corresponde que el tribunal determine la pena que impone al condenado por el
"otro hecho distinto" (art. 58, párr. lo,Cód. Penal), sino que debe proceder a fijar di-
rectamente la pena única, con arreglo a la escala que establece el art. 55 del Cód. Pe-
nal (del voto en disidencia del doctor Aliaga Bodereau). [Cám. 7" Apel. Crim. Córdo-
ba, 16/7/84, "Alderete, Julio C.", LLC, 1985-191.
80- La Cámara no estuvo habilitada, afin de fijar la pena única, a reducir la condena
impuesta -por vía de revisión- por la justicia nacional, ya que no contaba con los
elementos necesarios para conocer las razones de la disminución de la pena en dicha
jurisdicción, por lo que la nueva modificación introducida por el tribunal implicaba
una alteración de declaración que le eran desconocidas, con violación del art. 58 del
Cód. Penal. [SCBA, 28/7/81, "Córdoba, José A,", DIBA, 121-4171.
81 - A los fines de fijar la pena única prevista por el art. 58 del Cód. Penal, lo que se
unifica no esel cómputo de éstas, sino las penasefectivasquefijó cada fallo, sin me-
noscabo dequeen suoportunidadse reduzca el tiempo ya satisfecho. [SCBA, 16/9/80,
"López, M. A. y otros", DIBA, 119-831.
83- Revistiendo el carácter de una facultad correguladora la que otorga el art. 86,
inc. 6" de la Const. Nacional al Poder Eiecutivo, la conmutación hecha por éste refor-
ma la sentencia judicial en lo atinente; la pena impuesta. A los fines de la aplicación
del art. 58 del Cód. Penal, la pena resultantedel ejerciciode la facultad constitucional
de conmutar penas-la que sustituyó a la pena impuesta por sentencia firme- es la
que debe tomarse como base para fijar el monto de la pena única y no la sustituida.
[CNCrim. y Corr., SalaVI, 1/12/78. "Vetere, L.A.", LL, 1980-6-710; BCNCyC, 1979-11-21].
84- Es nula la sentencia penal que unifica penas y omite fijar la correspondiente al
delito juzgado en el proceso y, por ser insubsanable, la nulidad puede declararse de
oficio. [Cám.Apel.Crim. Santa Fe, Sala 1,811 1/78, "Franco, Miguel A. L.", LL, 1979-5901.
85- Tanto la doctrina como la jurisprudencia están acordes en que la nueva indivi-
dualización de la pena de manera alguna supone una mera operaciónaritmética con-
sistenteen la simplesuma de lascondenasanterioresfijadasen la sentencia a unificar,
cosa que por otra parte como él mismo señala no está vedada por la ley y si bien nada
se opone a ello, excepcionalmente cabe cuando a criterio de los jueces ello resulta
equitativo. [Cám. Apel. Crim. Rosario, Sala 1, 10/5/78, "O.,P. S.", Zeus, 1978-14-3221.
86- No es nula la sentencia que se limita a fijar pena única en el supuesto del art. 58,
parte ladelCód. Penal, sin especificación de la pena que corresponde en la causa por
CARLOS S. CARAMUTI
el hecho o hechos que motivan la sentencia. [CNCrim. y Corr., en pleno, 28/4/67, "Ra-
mírez, Juan C. y otros", LL, ejemplar del 17/5/67; Lexis, no3000/577].
88- La sentencia que resolvió unificar las penas impuestas en dos sentencias conde-
natorias respectodel imputado, quien habíacometido el delito de roboagravado por
efracción, debeconfirmarse, puesel tribunal dio razonessuficientes respecto del mé-
todo escogido-en el caso, deacumulación aritmético-y tuvo en cuenta no solo los
hechos imputados en las dos condenas sino las demás condiciones personales según
las pautas de los arts.40 y 41 del Cód. Penal.
A los fines de la unificación de penas, resulta de aplicación, por regla general, el mé-
todo composicional, salvo que las particulares circunstancias del caso justifiquen la
aplicación del métodoaritmético. [Cám. Fed.Cas. Penal, Sala IV, 5/12/13, "Q., M. P. C.",
LL, On Line, AWJ UR/98887/2013].
89- Es procedente confirmar la sentencia que impuso al imputado una pena única
detreinta y dosañosde prisión, por registrar una pena deveintidósañosy otra detre-
ceañosde prisión, como coautordel delito desecuestro extorsivo agravado por haber
sidocometidocon la inte~encióndetresomás personasmedianteelempleodearma
defuegoy haber cobrado rescate, y del delitode robo agravado por el usodearma de
fuego apta para el disparo, ambos en concurso real, pues no se advierte que aquella
sea cruel o que consista en mortificaciones mayores que aquellas que su propia natu-
raleza impone, siendo que la gravedad de los ilícitoscometidoses un parámetro sufi-
ciente para demostrar que en modo alguno la sanción excedeel marco de proporcio-
nalidad en el que debe desenvolverse la pena.
Cabe rechazar el recurso de casación contra la decisión que condenó al imputado a la
pena única detreinta ydosañossiel a quo, consideróquecorrespondecomputarcomo
máximo de la pena privativa de la libertad el máximo previsto en el art. 227 ter del
Cód. Penal, el que eleva en un medio el máximo de la pena de cualquier delito cuan-
do la acción contribuya a poner en peligro la vigencia de la Constitución Nacional, ya
que algunos hechos se produjeron con anterioridad a la reforma introducida por la
ley 25.928 al art. 55 del Cód. Penal (del voto del doctor Borinsky). [Cám. Fed. Cas.
Penal, Sala III, 18/12/12, "A,, A.A.", LL, On Line, AR/JURU4535/2012].
97- Corresponde a la justicia provincial, por haber impuesto la pena mayor, realizar
la unificación de las penas impuestasal condenado ante la omisión del tribunal fede-
ral que no aplicó, cuando debía hacerlo, lo dispuesto por el art. 58, parte ladel Cód.
Penal, en conocimiento de la sentencia anterior (del dictamen del procurador fiscal,
que la Corte hace suyo). [CSJN, 19/9/02, "Leal, Agustín A,", LL, 2003-8-9; DI, 2003-1-
3801.
98- S i el juez que dictó el último fallo condenatorio no aplicó el art. 58, parte la
del
Cód. Penal, el caso debe resolversede acuerdo con lo previsto en la segunda partedel
primer párrafo de dicha norma, por lo que la pena única debe ser impuesta por el tri-
bunal que haya dictado la pena mayor. [CNCas. Penal, Sala II, 17/1U01, "Alvarez, Luis
R.", ED, 197-3051,
Cód. Penal. rSCórdoba, Sala Penal, 20/9/01, "Hernández, Juan M. s/Rec. decasación",
LLC, 2002-4461.
103- El marco de atribuciones que el art.493 del Cód. Proc. Penal de la Nación con-
fiere al juezde ejecución penal no incluye su actuación para dictar la unificación pre-
vista por el art. 58del Cód. Penal (del voto endisidencia de la doctora Argibay). [CSJN,
4/9/07, "Gillio, Luis Eduardo", LL, On Line].
107- Las garantías previstas en los arts.18 de la Const. Nacional, 8.4. de la Conven-
ción Americana de Derechos Humanos y 14.7 del Pacto Internacional de DerechosCi-
vilesy Políticosprotegenal individuodelaaplicacióndeuna pena porel mismo hecho
por el que ya fuera condenado y, por eso, no son aplicables a la situación que genera
la reincidencia, en la que no severifica una ilegítima persecución sino que se trata de
un ajuste del tratamiento penitenciario a la luz de un hecho nuevo distinto, ocurrido
con posterioridad a aquel por el que el sujeto ya había sido condenado y experimen-
tado el sistema penitenciario en el cumplimiento de una parte de su pena en calidad
de tal (del voto en disidencia de la doctora Figueroa). [Cám. Fed. Cas. Penal, Sala II,
28/2/13, "Cortiñas, Ricardo Fabiányotross/Recursodecasación", LL, On Line, AWJUW
25385120131.
Conforme la segunda regla del art. 58 del Cód. Penal, siempre queexista interés legí-
timo y sólo en caso en quesetrate de un reiterante, cabe la unificación de penasa pe-
dido de parte, cuando se hayanviolado las reglasdel concurso-enel caso, se juzga a
una persona por un hecho cometido con anterioridad a lassentenciasfirmesdictadas
por otros hechos-, con prescindenciaque la condena o condenasse hallen agotadas
o extinguidas. [CNCas. Penal, Sala 111,19/11/01, "Penczarski, Alejandro s/Rec. de casa-
,I 2002-2-93; LL, 2002-D-9631.
ción", D
118- Conforme lo dispone el art. 58 (párr. lo, segunda regla) del Cód. Penal corres-
ponde a pedido de parte dictar sentencia única cuando se hubiesen pronunciado dos
o mássentencias firmes sin observar lo dispuesto en losarts. 56 a 58 (párr. lo,primera
regla) o 27 (párrs. 1°y 2'9, aunque una, varias y excepcionalmentetodas las penas de
que se trata, se encuentren agotadas o extinguidas, siempre que exista un interés le-
gítimo en la unificación o ésta sea necesaria (del voto del doctor Fégoli con adhesión
del doctor Madueño). [CNCas. Penal, Sala 11,23/9/99, "Leiva, E. G.", causa n02221,reg.
no2852, IPBA, 113-71,
119- La norma contenida en la primera partedel art. 58del Cód. Penal prevé el caso
de que deba juzgarse a una persona "que esté cumpliendo pena por otro hecho dis-
tinto", por loque nocorrespondetenerencuenta para la unificación lascondenasan-
terioresque pudiera registrar el sujeto cuya pena seencuentra cumplida o agotada al
tiempo de practicarseaquélla; de lo contrario se conculcaría gravemente el principio
de la cosa juzgada. [CNCas. Penal, Sala 111,8/9/99, "Aguirre, Juan Carlos o Alonso, Ro-
dolfo Manuel o Alonso Rivero YRecurso de casación", reg. n0413, causa no 1824, Fa-
llos de la CasaciónPenal, 2001-3-2801.
120- El art. 58 del Código sustantivo prescribe que resultan de aplicación las reglas
sobreconcursosdedelitosa lossupuestosen losquedespuésdeuna condena pronun-
ciada por sentencia firmesedeba juzgar a la misma persona queesté cumpliendo pe-
na por otro hechodistinto.Sobreel particular, señala conacierto Núñezque la norma
persigue mantener el principio de la unidad de la pena a ejecutarse (confr. Núñez, Ri-
cardo C., Tratadodederechopenal, t. II, "Parte general", Córdoba, 1988, p. 514).
En tal inteligencia, la condena ya ejecutada carece de toda virtualidad en la dilucida-
ción del quantum de la pena que resta por cumplir al momento del cómputo, por lo
que una correcta exégesis del precepto examinado indica que las reglas de unifica-
ción allí legisladas no serán de aplicación respecto de condenas cumplidas. [CNCas.
Penal, Sala 11,26/4/99, "Pacheco, Julio E. s/Recurso de casación", causa no1995, reg. no
2505, Fallos de la Casación Penal, 2001-3-5351.
CONCURSO DE DELITOS
122- Corresponde a pedido de parte dictar sentencia única cuando dos o más sen-
tenciasfirmes se hubiesen pronunciado sin observar las reglas de los arts. 55,56,57 y
58 del Cód. Penal, aunque una, varias y excepcionalmentetodas las penas de que se
trata seencuentren agotadaso extinguidas, siemprequeexista interés legítimo en la
unificación oésta sea necesaria. [CNCas. Penal, Sala 11.7110194, "PírizGarcía, Washing-
ton", LL, 1995-C-525; DJ, 1995-2-4011.
124- El régimen de la unidad penal rige para todos loscasos en que deba condenar-
. setratede un mero rei-
se a un mismo individuo porvariosdelitos independientes,va
terante, ya de unverdadero reincidente, siempre que-en este último supuesto-no
haya agotado, con anterioridad al proceso, la pena que anteriormente se le impuso,
por lo que para dictar sentencia única sólo puede computarse una condena anterior
que el reo esté cumpliendo pero no una ya extinguida o agotada. [SCBA, U11182,
"González, Bernardo", DJBA, 124-157; JA, 1983-11-4851.
127- Aunque el nuevo o los nuevos hechosse hayan cometido dentro del lapso con-
templado por la causa merecedora de la sentencia que condenó a un mes de prisión
en suspenso, como ésta quedó ejecutoriada se agotó en sus efectos y consecuencias
cuandosearriba a la sequnda sentencia. Por lo tanto, nose puedeaplicar el art. 58del
Cód. Penal, porque al imputado no se le podía retrotraer a'la oportunidad originaria
porque la expresión contenida en la norma de que "esté cumpliendo pena por otro
hecho distinto" no tienevigencia en la última ocasión. [Cám.Apel.Crim. Santa Fe, Sa-
la 11,916/78, "H., H. M.",Zeus, 1978-15-2571.
CARLOS S. CARAMUTI
132- Resulta arbitraria la sentencia que al unificar la pena aplicó el método aritmé-
tico a pesar de que el condenadoya había cumplido parte de la sanción que acarrea-
ba, ya que en virtud del principio de cosa juzgada los jueces de la segunda condena-
ción pueden disponer sólo de aquello que resta por cumplimentar el sentenciado,
porque de lo contrario se estaría ejecutando dos veces una misma porción de pena
(del voto en disidencia de los doctores Lorenzetti y Zaffaroni). [CSJN, 6/5/08, "Gago,
Damián Andrés", DJ, 2008-11-8471.
133- La unificación de penas prevista en el art. 58del Cód. Penal debe realizarse uni-
ficando la totalidad de la pena anterior (queel individuo está cumpliendo) con la pe-
na impuesta en la sentencia posterior dictada por un hecho distinto ... Entendemos
que el juez unificador debe fijar una nueva condena (aplicando las normasdel referi-
doTítulo IX), sin sentirse limitadode ninguna manera por la partede pena queel con-
denado haya cumplido; es decir que para la unificación, sólo tendrá en cuenta la pe-
na anterior en su conjunto, sin importar la fracción de la condena ya padecida. Aun-
que obviamenteesetiempo de detención deberá sertenido en cuenta para el respec-
tivo cómputo posterior, restándosedela pena única dictada a losfinesde la ejecución
de la misma (CNCas. Penal, Sala 111, "Romero, JorgeA.s/Recursodecasación", reg.430,
voto del doctor Riggi; Fallos, 1997, vol. II, p. 875). [Cám. Apel. Penal Contrav. y de Fal-
tas CABA, Sala 1, 17111/05, "Lemes, Mauro lsmael s/lnfracción art. 189 bis, Cód. Penal -
Apelación", causa no47-00-CU2005,WebRubinzalppypenall6.l.r13].
CONCURSO DE DELITOS
142- Cuando el hecho por el que se juzga ha sido cometido con posterioridad a la
sentencia condenatoria definitiva dictada por el delito anterior (caso de los reatos
ejecutadosel 4y 6de noviembre de 1995), no se trata entoncesde un caso de unifica-
ción de condenas para remediar la falta a las reglas del concurso real, sino de un su-
puesto de unificación de penas, en la que la cronológicamente primera ha pasado en
autoridad decosa juzgada. La regla sobre unificación de penas (primera hipótesisdel
art. 58 del Cód. Penal) se debe aplicar en el caso en el que, después de una condena
pronunciada por sentencia firme, se debe juzgar a la misma persona que está cum-
pliendo pena, en forma efectiva o condicional, en virtud del art. 13 o del 26 del Cód.
Penal, por otro delito distinto, cometido -según se ha aceptado utsupra-después
de la condena. Y ello es así porque dicha regla persigue mantener el principio de la
unidad de la pena a ejecutarse pese a existir sentencia firme respecto de una ovarias
de laspenasconcurrentes(confr.Núñez, RicardoC., Tratadodederechopenal, Lerner,
BuenosAires, 1965, t. II, ps. 514y 515, si bienel autor se refieretanto al delito anterior
como al posterior a la condena firme, postura coherente con su criterio acerca de lo
queentiende por primera condena a losefectosde la condicionalidad. op. cit., t. II, ps.
526 y 527).
Ello no obstante, la aplicación al caso de la primera regla del art. 58 del Cód. Penal no
pudonidebiójustificarel apartamientodelodispuest~porlosarts.26y 27del mismo
texto, puesadmitido que cuando la primera deesas normasdice "cumpliendo pena"
se refiere también a la condena condicional, el problema sólo puede plantearse "en
relación a loscasos de hecho anterior a la primera condena en cuanto a si la segunda
condena, unificadora, puede imponer pena condicional"-en doctrina y en jurispru-
dencia se afirman criterioscontrapuestosque no viene al caso citar en esta oportuni-
dad-; pero "cuandosetrata dedelito posterior a la condena noexistecuestión, pues
la condenacióncondicionalqueda revocada (art.27)" (cfr. De la Rúa, Jorge, op. cit., ps.
1018y 1019, nros. 27y 28). [CNCas. Penal, Sala l. 22/12/97, "González, MónicaA.yAz-
cona, Claudia M. s/Rec. decasación", causa no 1590, reg. no1983, Fallosdela Casación
Penal, 1999-2-3391.
143 - La imposición de una pena de cumplimiento efectivo por unificación con una
anterior de cumplimiento condicional no depende de que el reo haya sido declarado
reincidente, puestal proceder deviene aplicable en mérito de lasdisposicionesdelos
arts.26~27del Cód.Penal,siendosuficientea tal finquenosecumpla lacondiciónde
primera condena y que no haya transcurrido el lapso temporal que habilita la segun-
CONCURSO DE DELITOS
145- Para los casos en los que debe procederse a la unificación de la pena impuesta
condicionalmente por una sentencia firme con la imponible en una causa abierta, se
requiere: 1) que una persona haya sido condenada por una sentencia firme, dictada
por un tribunal judicial del país;2) que la pena a cuyo cumplimiento estésometido el
penado sea de cumplimiento efectivo o condicional (art. 26, Cód. Penal), o se cumpla
en libertadcondicional;3) que la personaestétodavíasometida a susefectosy, por úl-
timo; 4) que el nuevo juzgamiento se refiera a un hecho posterior a la sentencia de
condena. Dadas estas condiciones, el juez de la causa abierta debe unificar de oficio
la pena impuesta en la sentencia firme y la imponibleen aquélla, porque las reglasde
los arts. 55 a 57 "se aplicarán también" por el juez que dicte la nueva sentencia. [TS
Córdoba, 21/9/91, "Escudero, Eduardo A.", LLC, 1992-2451.
147- S i la condena anterior a unificar conforme el art. 58 del Cód. Penal fue de eje-
cución condicional, y de acuerdo con el art. 27 corresponde aplicar una pena a cum-
plir, ésta puede ser cuantitativamente inferior a la pena anterior. [CNCrim. y Corr., Sa-
la 111,19/11/87, "Morales, Luis A,", LL, 1988-A-525;DI, 1988-1-721.
nal que se refiere al íntegro cumplimiento de la pena anterior. [CNCrim. y Corr., Sala
IV, 14/8/81, "Cercuetti, Juan A,", BCNCyC, 1981-IX-2061.
150- La unificación de penas a que se refiere el art. 58 del Cód. Penal, procede aun
en el caso deque para ello sea necesario dejar sin efecto la condicionalidadde una de
las penassin habersedadoel requisitodel art. 27 del mismo cuerpode leyes. [CNCrim.
y Corr., enpleno, 27/8/81, "Fascella, Hugo", LL, 1981-D-529; BCNCyC, 1981-IV-2081.
151-No procedela unificaciónde penasdedistinta modalidadejecutiva, si nosetra-
ta del supuesto regido por el art. 27 del Cód. Penal, que aquí no se presenta (disiden-
cia del doctor Almeyra). [CNCrim. y Corr., Sala V. 24/6/80, "Pintos, Arturo y otros", IA,
1981-1-3721.
152- Teniendo en cuenta que, tanto la condena anterior como la impuesta en esta
causa, son de ejecución condicional y corresponden a procesos coetáneos, deben ser
unificadas, ya queademásel encausado puedeser beneficiado con una pena única en
suspenso. [CNCrim.y Corr., Sala 111,15/8/80, "GonzálezBeguiristain", BCNCyC, 1980-X-
2361.
153 - S i el prevenido comete los delitos por losque se lo juzga despuésdeser conde-
nado a dos años de prisión en suspenso el 1/7/77. es evidente que estosdelitos los co-
metió durante el tiempo señalado por el art. 27 del Cód. Penal. Por ello, aplicándose
las reglas de los arts. 26,27,55 y 58, debe computarse como pena única la suma de la
pena cuyo cumplimiento no se hizo efectivo y la pena que corresponde aplicarle por
los delitos a que se refiere este proceso. [CNCrim. y Corr., Sala IV, 26/10/79, "Sotoma-
yor D'Ursi, C.", BCNCyC, 1980-VII-1471.
154- No corresponde que se practique la unificación de penas por "composición",
por másqueel procesado haya cometido un nuevodelitoenel lapsodeaplicaciónsus-
pensiva de su condena anterior, dado que ello no lo autoriza el párr. 2"del art. 27 del
Cód. Penal queexpresamenteestablece:"sufrirá la pena impuesta en la primera con-
denacióny la que lecorrespondiere por el segundo delito ... y tampoco es posibletra-
tándose de un reincidente". [CNCrim. y Corr., Sala IV, 2/3/79, "Carabajal, A. B.",
BCNCyC, 1979-74, sum. 22321.
155- El hecho de que la pena impuesta por la primera de dos sentencias dictadas en
una misma causa lo sea con la modalidad de cumplimiento autorizada por el art. 26
del Cód. Penal (condenacondicional), obsta a su unificacióncon la segunda en lostér-
minosdel art. 58del mismo Código por no tratarse del supuesto previsto en el art. 27,
párr. lo,in fine del Código citado, que se refiere a la comisión de nuevo delito. [CNC-
rim. y Corr., Sala IV, 14/11/78, "Garrido,AdolfoA.",IA, 1979-111-3171.
156- La imposiciónde una pena única al condenadodebeserdejada sinefecto, toda
vezqueal dictarsesentencia condenatoria ha transcurridoel plazo previsto por el art.
27 del Cód. Penal. [Cám. Fed. Cas. Penal, Sala 11, 30/5/14, "l., A. l. dRecurso de casa-
ción", LL, On Line, AWJUW31634/2014].
157- La condena de ejecución condicional impuesta al imputado por la comisión de
un delito durante su minoría de edad debe ser unificada con la recaída en fecha pos-
CONCURSO DE DELITOS
terior en el ámbito de los mayores de edad, pues se trata de un imperativo legal que
surge de la manda contenida en el art.58 del Cód. Penal y que tiene por finalidad ha-
cer cumplir el principio de injerencia penal única del Estado. [Trib. Cas. Penal Buenos
Aires, Sala IV, 3/9/13, "C. J., J. J. s/Recurso de Casación", LL, On Line, AWJUW696761
20131.
161 - La unificación a quese refiereel art. 58del Cód. Penal, comprende también los
supuestosen que la pena continúa cumpliéndose "en libertad", cuando setrata de la
situación prevista porel art. l3dela misma ley. [SCBA, 28/7/81. "Córdoba, JoséA.", DI-
BA, 121-4171.
do en el art. 58, parte ladelCódigocitado aplicar pena única en esta instancia quede-
befiiarse sumando ambassanciones. La pena única resultará de la suma de pena de
este procesoy de la que faltaba cumplir en la causa anterior. [CNCrim. y Corr., Sala III,
17/7/80, "Mansilla, Roberto", BCNCyC, 1980-IX-2081.
163- Corresponderevocar la libertadcondicional y dictarenconsecuenciapena úni-
ca, por haber cometido el procesado el delito por el que se lo juzga, cuando seencon-
traba gozando del beneficio mencionado (art. 58, Cód. Penal). [CNCrim. y Corr., Sala
1,26/10/79, "Abraham, César A,", BCNCyC, 1980-111-421.
164- Cuando a raíz de un hecho distinto deba juzgarse a una persona que ya está
cumpliendo pena por sentencia firme, corresponde al juez que pronuncie el último
fallo dictar la sentencia única queestableceel art. 58del Cód. Penal, aunque para ello
tenga que revocar la libertad condicional acordada por el primero. [CSJN, 6/12/48,
CSJN-Fallos, 212:303].
165- La revocación de la libertad condicional sólo opera como impedimento para la
obtención de un nuevo beneficio en el marco de la condena que se está ejecutando,
no de una ulterior-en el caso, se confirmó la resoluciónque rechazó un nuevo pedi-
do de libertad condicional,~.porque
. la pena en donde se revocó el beneficio se había
unificado con la que se estaba cumpliendo-, pues si bien no parece ilegítimo que el
Estado no permita al condenado que no cumplió con lascondicionesdesu liberación,
una nueva'oportunidad en la misma condeni, no hay razón para interpretar extensi-
vamente la limitación y trasladarla a penas posteriores, presumiendo que se compor-
tará de la misma forma, máximecuando, previamente, deberá cumplir en prisión una
parte importante de esa nueva condena en la que se evaluará el grado de respeto a
las reglas demostrado por el interno. La condición negativa para la concesión de la li-
bertad condicional prevista por el art. 17 del Cód. Penal se torna operativa cuando la
revocacióndel beneficio anterior obedezca a la comisión de un nuevo delito durante
el término devigencia de lascondiciones liberatorias, acreditado por sentencia firme
y haya mediado una unificacióndepenasentreel restodeaquellaque lequedaba por
cumplir de la condena por la cual accedió a la libertad y la impuesta por el nuevo deli-
to, de modo que la nueva libertad se solicita en el marco de la misma pena por la que
fue concedido el beneficio revocado. [TS Córdoba, Sala Penal, 26/5/10, "Musso, Juan
Carlos", LL, On Line, ARlJURl40444/201O].
deducido por el Ministerio Público Fiscal-, pues la pena única finalmente impuesta
no es diferente de la condena que reqistraba
- anteriormente, encontrándose el con-
denadoen uno de lossupuestosprevistospor el art. 56de la ley 24.660. [CNCas. Penal,
Sala IV, 1/10/08, "Laino, Leonardo Salvador s/Rec. de casación", LL, On Line].
176-A efectos de la aplicación del beneficio consagrado en la ley 24.390 a los su-
puestos de unificación de condenas, lostiempos de prisión preventiva sufridos por el
encartado deben computarse en cada causa en forma independiente y con descuen-
to de los períodos paralelos. [CNCrim. y Corr., SalaVII, 25/9/08, "Souto, Rubén Oscar",
Lexis, no1U167821.
179- La unificación de penas prevista enel art. 58del Cód. Penal debe realizarse uni-
ficando la totalidad de la pena anterior (que el individuo está cumpliendo) con la pe-
CARLOS S. CARAMUTI
claro al establecer que un día de prisión preventiva sólo puede ser computado como
un día de prisión (del voto de la doctora Ana María Capolupo de Durañona y Vedia).
[CNCas. Penal, Sala IV, 26/3/98, "Fermi, Ricardo Luis dRecurso de casación", causa no
801, reg. no1198, Fallos de la CasaciónPenal, 1999-1-1401.
183- La prisión preventiva escomputablea losfinesde la unificación de penas, úni-
camentecuandoaquéllaatendiódemodoexclusivooconjuntoal hechoo hechosque
motivaron la condena y siempre que ésta sea única. [CS Tucumán, Sala Civ. y Pen.,
30/10/96, "S., M. H. y otros", LL, 1997-F-9231.
184- Para el cumplimientodel art. 24del Cód. Penal, debe incluirseen el cómputo el
plazo duranteel cual el condenado permaneció detenido0 con prisión preventiva en
los procesos que fueron sentenciados. El tiempo correspondiente a prisión cautelar
en un proceso que tramita paralelamente sólo puede ser computado si en él hubiese
recaído condena y fuese unificable en la causa. [CNCas. Penal, Sala 1,29/2/96, "Ortiz
Taipe, Jorge", LL, 1997-E-4861.
185- La unificaciónde pena quecomprende la nueva condenavlosdosañosquefal-
taban cumplir al interesadoensede provincial no tiene por quécomputar losañosde
detención sufridos en distinta iurisdicción, .previosa su libertad condicional v. que
. no
integran la pena única impuesta. [CNCrim. y Corr., Sala 111,1/10/85, "Meacci, J. A.", LL,
1986-E-725,jurispr. agrup., caso 58201.
186- Sólo la acumulación de las penas hace que la prisión preventiva dictada en otra
causa por un hechodistinto integresustancialyjurídicamente la pena única.Soncom-
putables las prisiones preventivassufridasen procesos no acumulados por delitos cu-
yas penassedebanacumular.[Cám. 2"Apel.Crim. Córdoba, 24/10/83, "Rojas, José L.",
LLC, 1984-9001.
187- Correspondea la unificación porvía del art. 58, párr. lo,
primera regla del Cód.
Penal (que no requiere pedido de parte y debe pronunciarse de oficio, sin que a ello
seoponga lo resueltoenel plenario "Palacios"del 2UlU70-LL, 142-286-), ellosi no
puede considerarse cumplida la condena anterior del procesado, ya que el tiempo
que lleva de detención puedecomputárseletanto para esta pena como para la que se
dictóen el presente proceso, dado que no puedeescindirseelqueestuvodetenido en
una uotra causa, atento a quefuecomún. [CNCrim.y Corr., Sala 11,14/11/79, "Jara, Mi-
guel A,", BCNCyC, 1980-1-10, sum. 22531.
188- Quien fue procesado en dos tribunales distintos por delitos entre los que exis-
te unconcurso real, tienederechoa quesecomputen todos los períodosen losquees-
tuvo privado de su libertad, aun si en la causa pendientede resoluciónrecayera abso-
lución o sobreseimiento, ya que si esos hechos hubieran sido juzgados conjuntamen-
te en su totalidad se hubiera realizado el cómputo de esa manera. [Cám. Fed. Cas. Pe-
nal, Sala II, 11/4/14, "P., S. F.", LL, On Line, ~ ~ ~ ~ ~ 2 1 3 4 4 / 2 0 1 4 ] .
189- El tiempo queel condenado sufrió en prisión preventiva a raíz de un error en el
cómputo de la pena, prolongándose másallá de la pena que le fueexigible-en el ca-
so, con excedenciade unaño, dos mesesy cincodías-debecomputarsey compensar-
CARLOS S. CARAMUTI
190- Cuando se dicta pena única por causas no acumuladasenlasque se dieran plu-
rales sentencias-art. 58, Cód. Penal- no caben dudas que la prisión preventiva que
el justiciable cumpliera en las diversas causas se cuenta como una sola, a los fines del
cómputo, haciéndoselas valer como parte de la ejecución de la pena única. [Cám.
Apel. Penal Santa Fe, Sala 111, 14/4/11, "Leiva, Orlando Miguel", LL, On Line, AWJUW
13315/2011).
196- Quien registra dos condenas impuestas en violación de las reglas del concurso
cumpleen forma sucesiva ambas penas mientras no se lleva a cabo el iuicio unificato-
rio, que en el caso, conforme a la segunda regla del art. 58 del Cód. Penal, sólo pue-
den acumularse en tanto medie pedido de parte ante el tribunal competente. [CNC-
rim. y Corr., SalaV, 18/8/81, "~nigati,J. L.", LL, 1982-D-5381.
CONCURSO DE DELITOS
nal, Sala IV, 6/8/09, "Benedetti, Maximiliano Daniel dRecurso de casación", Microju-
iis, MJ-JU-M-51782-AWMJJ5178UMJJ5178].
203 - Cabedejar sin efecto la sentencia que resolvió, en juicio abreviado, imponer al
imputado una pena única, comprensiva de la fijada en el juicio y la correspondiente a
una primigenia condena, pues la interpretación del a quo, según la cual la exigencia
de "pedido de parte" mencionada en el art. 58 del Cód. Penal no alcanza a hipótesis
como la planteada en autos en la que dicha unificación debe ser declarada de oficio,
en modoalgunoautorizaba a sostener que para la defensa era "previsible" queel tri-
bunal oral dispusiera la unificación cuestionada, y que si nada alegó en esa dirección
ello era atribuiblesólo asuconducta discrecional, puesdado que la unificaciónse pro-
dujo al admitir el acuerdo previsto por el art. 431 bisdel Cód. Proc. Penal en el cual el
Ministerio Público ningún interés había manifestado sobre el punto, la defensa bien
pudo confiar en que el dictado de una pena única no se produciría o que, al menos,
ello no sucedería sin que mediara previa vista. [CSJN, 28110108. "Romano, Hugo Enri-
que", DJ, 2008-11-24371.
204- La unificación de penas no forma parte de aquello que puede pactarse en el
marco de un juicio abreviado, ya que cuando losarts. 396,397 y 399 del Cód. Proc. Pe-
nal de la Nación se refieren a la pena respecto de la cual deben prestar conformidad
imputado y defensor para ser viable el trámite abreviado, lo hacen con relación a la
pena a aplicar por el hecho que se juzga, pero no respecto de la unificación de pena
prevista en el art. 58 del Cód. Penal. [Trib. Cas. Penal BuenosAires, Sala 11,19/6/08, "R.
R., L. A,", LL, On Line].
205- Corresponde revocar la sentencia que condenó al imputado a una pena supe-
rior a la establecida en el acuerdo de juicio abreviado celebrado si previamente se
omitió advertir a éste de que la unificación de condenas no era parte de dicho acuer-
do, dándole una nueva oportunidad para dar o no su consentimiento con el resto de
CONCURSO DE DELITOS
Si el tribunal que unifica lascondenas e impone la pena única en el concurso real con
pluralidad deientencia noestá obligado aestableier previamente la pena para el de-
lito que conoce en esa sentencia, pues elabora una sentencia total, debe concluirse
queesa pena única debeser partedel acuerdoabreviado,en tanto, el imputadocons-
ciente la pena solicitada por el fiscal como consecuencia de una negociaciónque rea-
lizan las partes.
Es nula la sentencia que, al realizar una unificacióndecondenas, impuso al imputado a
una pena superior a la establecida en el acuerdo de juicio abreviado celebrado, ya que
el consentimiento del encartado resultóviciado por la ignorancia al no ser suficiente-
mente informadosobrecuál era el aspectoqueválidamenteobligabaensutopeal juez
aquoal momentodefallar(del votoendisidenciaparcialdeladoctora Paz).[Cám.Apel.
Contrav. y FaltasCABA, Sala 111, 1014107, "Sánchez, Ricardo D.", DJ,2007-111-5031.
do que prestaronenfuncióndel art.431 bisdel Cód. Procesal Penal y, por lo tanto, im-
plica un exceso de jurisdicción que importa la nulidad del pronunciamiento. [CNCas.
Penal, Sala 1,918117. "T., C.A.slRecursodecasación", LL, On Line,AWJUW68373/2017].
al art. 58del Cód. Penal, puesdeese modo seevita una eventual desnaturalizacióndel
sistema instituido en esta materia como resultado de la coexistencia de diferentesju-
risdicciones y competencias. [CSJN, 28/6/88, "Curruhuinca, J. y otro", LL, 1989-A-239;
ED, 131-6731,
1. Proyecto Tejedor
a) El ProyectoTejedor, de 1867 no previó específicamenteel tema de la unidad y plurali-
dad de delitos, ni ninguna de lasformasdeconcurso-ideal, real o aparente de leyeso deti-
pos-a que hace referencia la moderna doctrina. Sin embargo, de su articulado se despren-
de la consideración, poco sistemática, dealgunossupuestosrelacionadosconla materia que
nos ocupa. Así, el art. 76, dentro del Libro Primero, Sección Segunda ("Del castigo en gene-
ral de lasacciones ilícitas") del Título Primero ("De las penasengeneral"), disponía que: "To-
do el que resulteculpable de una acción uomisión ilícita contra la cual la ley pronuncia la im-
posición de un mal ó castigo, sufrirá este mal legal como su pena". Puede advertirse que es-
ta norma legisla el supuesto de unidad de delito o delito simple, contemplando la aplicación
de la única pena para la acción u omisión ilícita.
Asuvez, el art. 178, dentro del Título Quinto ("De la agravación legal de la pena") decía
que: "Si el crimen se comete muchasvecescontra la misma cosa ó persona, las diferentesac-
ciones con que se haya continuado no se considerarán sino como una sola; pero si el mismo
culpablecomete muchoscrímenesalmismo tiempo y por una misma acción, se le aplicará la
pena correspondiente al crimen mayor".
La primera parte de esta norma regulaba el llamado delito continuado, considerándolo
un solo delito y reprimiéndolo con una sola pena, en tanto que la segunda parte contempla-
ría una hipótesisequivalentea nuestroconcurso ideal (varioscrímenescon una acción) enun-
ciando la aplicación de la pena del crimen mayor, en forma similar al actual art. 54.
Por su parte, el art. 86 establecía que: "Nadie puede ser procesado, ni castigado más de
una vez por el mismo crimen, exceptuando: 19 Cuando habiéndose castigado el hecho solo
como delito. sedescubren máscircunstanciascaDacesdehaberlo considerado como crimen.
29 Cuando después de pronunciada la condenación, se descubre que el hecho fue acompa-
ñado de otro crimen.. auesi
, hubiesesido conocido. habría acarreado sobre el acusado oenas
másgraves, por razón del concurso de crímenes".
Como podemosapreciar, en esta norma se hacía referencia al concurso decrímenes, aun-
que sin definirlo, para permitir aplicar una nueva pena a quien hubiera sido condenado por
un delito si se descubría que el mismo había sido acompañado de otro crimen que le habría
acarreado una pena másgrave. No está claro si la norma quiso contemplar un caso de lo que
hoy Ilamamosconcurso ideal o de concurso real, aun cuando parece másatendible losegun-
do, puesen caso contrario seafectaría el principio «non bisin idernx, ya que significaría per-
seguir dosveces por el mismo hecho.
c) Por su parte, el art. 177 estatuía la pena que correspondería aplicar a los casos de rei-
teración, disponiendoque: "Sise ha reiteradoel mismocrimencontra muchaspersonasoco-
sas, o el mismo malhechor comete crímenes de diferente especie por medio de otras tantas
acciones, la pena del uno se agregará a la del otro, pero si esta reunión fuese imposible por
la naturaleza de las penaso por excedertodas reunidasel máximun deduración decada una,
seagregará a la mayor de losdelitos procesados, la menor de lasmismas, con excepciónde la
pena de muerte que no admite agravaciónalguna".
- -
2. Proyecto Villegas Ugarriza Garcia, de 1881
tidos, lo que
. debía haberse en forma simultánea, si esto era posible o, en caso contrario, en
orden sucesivo, comenzando por la aplicación de las penas más graves. El sistema que regía
era de acumulación material o aritmética de las penas.
- -
4. Proyecto Piñero Rivarola Matienzo, de 1891
ley 25.928. Encambio, aquél preveía queen caso de pena pecuniaria la pena del concurso no
excediera del cuádruplo de la multa del hecho más severamente penado. Respecto a las de-
más penas, entre ellas la de inhabilitación, no parecería haber Iímite máximo a la acumula-
ción.Véase que el texto del proyecto difieredel actualmentevigenteen cuanto este último,
a partir de la reforma por ley 25.928, el Iímite máximo se fija en cincuenta años de reclusión
o prisión, independizándolo del máximo legal de la especiede pena, y no fija Iímite legal ex-
preso para las penas de multa e inhabilitación.
Aeste respedode la Exposiciónde Motivossurgeque: "En losarts.80y 81 selegisla el con-
curso material. Entre lasdodrinasadversassobre la represióndel concurso material, entre la
quesostienequesedebe imponeral criminal la pena del delito mayory la queafirma quede-
ben aplicársele las penas correspondientes a todos losdelitos ejecutados, la última se apoya
en buenas razones y tiene seguramente un fundamento sólido. El criminal ha realizado los
distintosdelitos, y, porcada unodeellos, se ha hechoacreedora la pena respectiva, la cual sin
duda se le habría impuesto si hubiese sido juzgado a su tiempo. No obstante, es posible que
la acumulación no sea practicabley que no respondaa lasexigenciassociales, ni a losfinesde
la represión, dadas las condiciones del delincuente. De ahí la necesidad de templary de mo-
dificar la regla de la acumulación para adecuada a los diferentes casosde concurrencia. Es lo
quese ha hecho en losarts. 80y 81, queordenan la acumulación, pero convariasalteraciones
y limitacionesdeimportancia. El primerodeesosartículosdisponeque,tratándosede hechos
reprimidoscon una misma especie de pena restrictivade la libertad, las penasde los diversos
delitos se adicionarán, sin que suma resultante de la adición pueda exceder el máximum de
duración fijado en el Proyecto a la especie de pena de que se trate. Así, si la especie de pena
es la pecuniaria, la suma procedente de la acumulación, jamás pasará de quince años. Este
precepto se halla, en el fondo, comprendido en el art. 85. El Iímite que el citado art. 80 fija a
la acumulación, en loscasos de pena pecuniaria, es el de que la suma no excederá nunca del
cuádruplo de la multa que corresponda al hecho más severamente penado. Se concibe los
graves inconvenientesque la adición indefinida de las multasessusceptible deoriginar. Para
obviarlos, en la necesidaddefijar un Iímite máximum, hemoscreído prudenteestablecerque
no pasará del cuádruplo de la multa másalta que el delincuente mere~ca"~.
C) Por su parte, el art. 79del Proyecto, contemplaba lo quese denomina delito continua-
do, sometiéndolo a iqual
- tratamiento que al concurso ideal. En eso se diferencia el Proyecto
comentado del Código vigente, que no contempla ese supuesto de modo expreso, habien-
do sido construido su concepto a contrariosensu del art. 55.
Establecía aquella norma que: "Sivarios hechos, aunque cada uno de ellostomado aisla-
damente fuere punible, son de tal modo conexos que deban ser considerados como una so-
la acción continua, se aplicará la disposición legal que fije la pena mayor".
En la Exposición de Motivos, se explica que: "El art. 79 prevé las acciones o delitos conti-
nuosy manda que a sus agentes se aplique la disposición que fije la pena mayor. En el delito
continuo, uno es el designio del criminal y uno es también el fin que se propone conseguir.
Losdistintos hechos que realiza, en prosecuciónde ese fin, aunque sean culpables, conside-
rados aisladamente, no son independientesentre sí, no son sino diversos momentos de una
ción no ofrecerá dificultad de ningún género. Por eso, cuando concurra con otras penas de
diversa naturaleza, no habrá para qué reducirla a la especiede la másgravey deberá aplicar-
se en calidad de accesoria de la que resulte de la acumulación. Es lo que estatuye el inciso fi-
nal del art. 81 (...)el inciso no prohíbe de manera alguna que, si el criminal ha incurrido en
varias inhabilitaciones especiales o temporales, éstas se adicionen
e) En orden a la gravedad relativa de las penas (art. 57, Cód. Penal), el Proyecto de 1891
esel primero que contempla una norma similar a la disposición vigente, ya que el art. 82 ex-
presaba: "La gravedad relativa de las penasdediferentenaturaleza sedeterminará porel or-
den en que se hallan enumeradas en el art. 9O".
El aludido art. 9" decía que: "Las penas que este Código establece son las siguientes: 17
Muerte.24 Presidio.34 Deportación.47 Penitenciaría.57 Multa. 64 Inhabilitación. 7")Des-
tierro".Al respecto, en la Exposición de Motivosse explica que: "Sancionada la acumulación
para los casos de concurrencia de hechos punibles, reprimidos con penas divisibles de dife-
rente naturaleza, en lostérminosy con las limitaciones, salvedadesy excepcionesprescriptas
enel art. 81, era menesterconsignar la regla por medio de lacual sedeterminará la gravedad
relativa de las penasque el Proyecto consagra, a findeeliminartoda dificultad y prevenir las
dudas, que de otro modo suscitaría la aplicación de ese artícu1o.A ello provee el art. 82, dis-
poniendo que esa gravedad relativa sedeterminará por el orden enque las penasse enume-
ran en el art. 9'. Es visible que ese orden de enumeración -muerte, presidio, deportación,
penitenciaría, etcétera-señala evidentementgte el orden de la gravedad3'=.
f ) Por otra parte, el tema relativo a la unificación de penas (art. 58, Cód. Penal), también
encontró cabida en el Proyecto de 1891 por cuanto el art. 83 disponía que: "Las reglas prece-
dentesseaplicaránen el casoenque, despuésde una condena pronunciada por sentenciafir-
me, sedeba juzgara la misma persona porotro hechocometidoantesdedichacondenación".
El actual art. 58 del Cód. Penal no distingue según el hecho por el que se deba juzgar al
condenado sea anterior o posterior a la sentencia firme, aunqueexige que la persona juzga-
da esté aún cumpliendo la pena impuesta.
Es decir que el Proyecto de 1891 sólo preveía el supuesto de unificación simultánea de
condena y penas, ya que el hecho aún no juzgado debía ser anterior. En cambio, la normavi-
gentecontiene el caso de la mera unificación de penas (a pesar de la pluralidad decondenas
con los consiguientes efectos respecto de la reincidencia), cuando el hecho objeto del nuevo
juzgamientofuere posteriora la primera condenafirme. Decía la ExposicióndeMotivosque:
"El art. 83 prevéel caso en que un individuo, ya juzgado y condenado por uno o másdelitos,
deba ser llevado nuevamentea juicio por un hecho realizado antesde la condena, pero que
se ignoraba en el instante en que ésta fue pronunciada; y ordena que las reglas explicadas
precedentemente se apliquen al resolver sobre ese hecho. Nada más justo, pues la circuns-
tancia de haberse ignorado, durante el primerjuicio, el otro delito cometido, no puede me-
jorar la situación del agente"'.
b) Por su parte, el art. 20 del Proyecto bajo análisis parecería contemplar el delito conti-
nuado, sometiéndolo al criterio del propósito final y excluyendo la aplicación de las reglas
del concurso real. La norma refería que: "Sivarios hechos punibles responden a un solo pro-
pósito criminal y constituyen la ejecución sucesiva de ese propósito, se aplicará la pena del
delito que el agente se propuso realizar y los demás se considerarán circunstancia agravan-
te; salvo lo dispuesto en el inc. 1" del artículo anterior"; en tanto que el art. 21 preveía el su-
puesto de delitos conexos, no contemplado en el Código Penal vigente, dándole un trata-
mientosimilaral del concurso ideal y excluyendo la aplicaciónde las reglasdel concurso real,
expresandoque: "Cuandovarios hechos puniblesconexosconstituyerendelitosdistintos, se
aplicará la pena del másgrave y losotrosse considerarán circunstancia agravante".
c) El concurso real o reiteración de delitos era regulado en el art. 22 que decía: "Al que,
mediante acciones distintas.. hava, cometidovarios delitos o reiterado el mismo delito en di-
versasacciones, se le aplicará la pena del mayor delito, aumentada con la mitad de las penas
correspondientesalosotrosdelitoscometidos. Esteaumento se hará, cuando las penassean
de diferente especie, reduciendo las más levesa la especie más grave, según la equivalencia
determinada en el art. 73 y subiendo todavía la escala penal, si fuere preciso. La pena única
a aplicarse a esos diversos delitos no podrá exceder de quince años de presidio; pero, respe-
tando este límite, se reducirá la pena de multa, destierro, etcétera, a la de penitenciaría, y la
de penitenciaría a la de presidio. A este efecto, la penitenciaría por tiempo indeterminado
equivaldrá a onceañosde presidio. Lasdisposicionesdelos incisosanterioresno procederán
EVOLUCI~NLEGISLATIVA
e) La unificación de penas, el art. 24del Proyecto disponía que: "Las reglas del art. 22 se
aplicarán también al que después de una condena pronunciada por sentencia firme y antes
que la pena infligida hubiese sido sufrida, perdonada o prescripta, haya de ser condenado
por otro delito cometido antes de esa sentencia firme". El precepto sólo contemplaba el su-
puestodequeel nuevo delitoquefuera objetodecondena hubiera sido anterior a la senten-
ciafirme, a diferencia del actual art. 58del Cód. Penal, que nodistingueal respecto, peroque
exige que la condena aún se esté cumpliendo.
7. Proyecto de 1906
a) Trata el concurso dedelitosen susarts. 58 a 62-Título IXdesu Libro Primero ("Dispo-
siciones generales"&.
Dice al respecto la nota deelevación que: "El concurso de delitos, legislado por el Código
en el título de la agravaciónde las penas, es objeto de un título especial en nuestro proyec-
to, y las modificaciones que hemos introducido, tienen por objeto llegar, lo más aproxima-
damente posible, a la justa proporcionalidad del c a ~ t i g o " ~ .
El art. 58 del Proyecto se refiere al concurso ideal en términos idénticosa losdel art. 54vi-
gente. Lo hace bajo la denominación "Hecho que cae bajo más de una sanción", y dice:
"Cuando un hecho cayere bajo más de una sanción penal, se aplicará solamente la que fija-
re pena mayor".
8. Proyecto de 1917
c) El art. 56 del Proyecto estaba redactado en los siguientes términos: "Cuando concu-
rrieren varios hechos independientes reprimidos con penas divisiblesdediferente naturale-
za, se aplicará la pena másgrave, teniendo encuenta losdelitosde pena menor. Si alguna de
las penas no fuere divisible, seaplicará ésta únicamente, salvo el caso en queconcurrieren la
de prisión perpetua y la de presidio temporal, en que se aplicará presidio perpetuo. La inha-
bilitación se aolicará siemore sin suieción a lo disouesto en el oárr. 1"".
La diferencia importante con el textovigente (conf. ley 21.338 ratificada por ley 23.077)
consisteenqueéste prevétambién la aplicacióndemulta con indeoendenciadel oárrafo ~ r i -
mero, además de la de inhabilitación, en tanto que el analizado sólo se limitaba a la de esta
última.
a) El Código Penalvigentea partirde 1922, sancionado en 1921 por ley 11.179, previó en
el Título IX del Libro Primero ("Disposicionesgenerales") el concurso de delitos, haciéndolo
en los arts. 54a 58, textos idénticos a los del Proyecto de 1917, de los cuales los arts. 5457 y
58 se mantienen vigentes sin alteraciones.
b) El art. 55 se mantuvo idéntico al texto del Proyecto de 1917, difiriendo del vigente en
cuantoal mínimode la escala del concurso real, pueses, desde la ley 21.338, ratificada por ley
23.077, el mínimo mayor, y noel de la pena mayor, como en el texto originario de 1921. La di-
ferencia, como ya dijimosal analizar el Proyecto de 1906 es importante. Difieretambién res-
pecto del límite máximo de la acumulación, que es hoy de cincuenta años, independiente-
mente del máximo legal de la especie de pena de que se trate (ley 25.928).
c) El art. 56 era idéntico al del Proyecto de 1917, diferenciándosedel hoy. vigente
- (conf.
ley 21.338, ratificado por ley 23.077) enqueéste prevétambién la aplicaciónde multa con in-
dependencia del párr. lo, ademásde la inhabilitación, en tanto queel texto analizado se li-
mita a esta última.
d) Los arts. 57 y 58 eran los mismosquese mantienen aún vigentes.
por másde seis años, el tribunal dispondrá que el agente sea sometido a reclusión portiem-
po indeterminado, no menor deveinticinco años" .
El art. 69, por su parte, enumera "Otros casos de concurso real de delitos", expresando
que: "En losdemáscasosdeconcurso real de delitos la aplicación de las sanciones se hará de
conformidad a las siguientes normas: 19 Si a los diferentes hechos correspondiera una mis-
ma especiedesanción, se impondrá éstadentrode losIímitesmarcadospor un mínimum que
no podrá ser inferior al mínimum de la pena mayor, y un máximum que resultará de la suma
de las sanciones correspondientes a los diversos hechos. Esta suma no podrá exceder de cien
mil pesos moneda nacional, tratándose de multa. 29 S i entre los diferentes hechos hubiere
alguno o algunos a los que correspondiera reclusión y otro u otros a los que correspondiera
prisión por seis años o menos, se impondrá reclusióndentro de un mínimum y un máximum
que se establecerá como si se tratara de sancionesde la misma especie, aplicándose, en con-
secuencia, la norma consignada en el parágrafo precedente. La suma de lassanciones no po-
drá exceder deveinticincoañossi se trataredesancionesprivativasde la libertad.39 Si entre
los diferentes hechos hubiere alguno al que correspondiera reclusión perpetua, será ésta la
que se imponqa.
. - 47 Si entre las sanciones correspondientes a los diferentes delitos hubiere
alguna o algunas privativasde la libertady otra uotrasque no losean, se impondrán todas".
Enordenaeste ÚItimoartículotranscriptodice la ExposicióndeMotivosque: "Para losca-
sosen queel concurso real dedelitos no da lugar, según el proyecto, a la sanción de reclusión
por tiempo indeterminado, era necesario adoptar un sistema regulador uniforme y nos he-
mos decidido por el de la acumulación jurídica. Rectificamos, así, un error del código actual
que, en una de susdisposiciones (art. 55), adopta este sistema y, en otra (art. 56), el de la ab-
s~rción"'~.
De loanterior, surgeentoncesqueeste Proyecto distingueentre lossupuestosdeconcur-
so real, dos casos: uno simple, al que aplica el sistema que denomina de acumulación jurídi-
ca, y uno calificado o agravado, conforme al número de delitosy gravedad de las penas, pa-
ra el que prevé directamente la reclusión portiempo indeterminado, más caracterizable co-
mo medida de seguridad que como pena.
do a la vez un delito doloso y un delito culposo: concurso real. Una persona dispara un tiro
contra su enemigo matando por culpa a otra persona, además de aquél, caso distinto del
contemplado en el art. 10, en el cual existe un único delito. Estos casos no están contempla-
dosespécialmente como en el código italiano, porqueseco~i~en de los prin~ipios~eneráles.
d)Con variasaccionesdistintase independientesseviolan diversasdisposicionesde leyessin
nexo algunoque importan otrostantosdelitos: concurso real.Alguiencometeun homicidio,
luego otro homicidio o una estafa. e) Con varias acciones se violan diversasdisposicionesle-
galescometiendo una pluralidad de lesionesjurídicasconexas:ya en relaciónteleológica, ya
en relaciónde consecuencia, ya en relaciónocasional: concurso real. La conexiónes teleológi-
ca cuando se comete un delito en función de otro como la violación de domicilio para hurtar,
la lesión para robar, la falsedad para perpetrar una estafa. La conexión es de consecuencia
cuando el autor tiende a ocultar otro delito, asegurar el proyecto, resguardar la impunidad,
como privar de libertad para cometer un robo, salvo que la norma lo considere delito único
como en el homicidio calificado. La conexión es ocasional cuando se abriga el propósito de
hurtary se comete una violación o se contagia una enfermedad venérea en el estupro. La co-
nexión de medio o fin importa un concurso real por cuanto a despecho de la unidad del pro-
pósito perseguido existenvarias lesionesjurídicasy variosdesigniosdelict~osos"'~.
En cuanto a la pena, puede advertirse que, a diferencia del Códigovigente, el Proyecto
analizado adopta como principioel deabsorción, aunquefacultandoaljueza excederel má-
ximo de la pena másqrave
- hasta la mitad. Esdecir que aquél era común tanto en el concurso
ideal como el real, difiriendo únicamente en cuanto al porcentaje en que se permite al juez
a exceder del máximo (un cuarto para el concurso ideal -art. 14-, un medio para el concur-
so real -art. 15-). Es notablecómo este Proyecto atenuaba lasdiferenciasentre ambasfor-
mas de concurso, tanto en su conceptuacióncomo en las consecuencias legales. A este últi-
mo respecto, en comparación al Código vigente, la pena aplicable se agravaba en cuanto al
concurso ideal y se atenuaba en lo referido al concurso real.
c) Aun cuando no contenía una norma similar a la del art. 56vigente. el art. 16compren-
día normascomunesaambossupuestosy decía que: "Tanto para el concurso ideal como pa-
-
ra el concurso real se observarán las normassiquientes: 19 La sanción no podrá exceder de
veinticinco añossi fuere privativa de libertad temporal, ni de ciento cincuenta mil pesossi se
tratare de m ~ l t a . 2S~e)impondrántodas lassancionessifueren dedistinta naturaleza, salvo
la medida de sequridad que será facultativa. 37 Las sanciones accesorias se aplicarán aun
cuando esté preista para'una sola violación de lasdisposicioneslegales. No podrán exceder
dediezañossi setratarede la inhabilitación temporal de losfuncionariospúblicosodel ejer-
cicio de una profesión, un oficio, unarte, una industria o un comercio". Respectodeestanor-
ma dice la Exposición de Motivos que "fija normas comunes para el concurso ideal y el con-
curso real que se dirigen a llenar algunasomisionesde la legislación vigente".
d) El art. 17 bajo la denominación "Delito continuado", expresaba que: "Al que, con dos
o más acciones u omisiones, ejecutivas del mismo designio delictuoso, cometiere variasvio-
laciones de la misma ley penal, incluso d distinta gravedad, se le considerará como autor de
so, la del Código Penal italiano pone término a toda discusión, puesto que el designio está
reñido con la culpa. La estructura del artículo traza claramente los límites del delito conti-
nuadoencuanto al carácter de la acción, a la naturalezadel bien iurídico y a la unidaddel de-
signio criminal, sin poner Iímitesa propósito del medio, tiempo, lugar o persona. No es obs-
táculo para la existencia del delito continuado la diversidad de medio, la diversidad de mo-
do, la diversidad de tiempo, la diversidad de lugar o la diversidad de persona. Así lo consig-
na de modo expreso el Proyecto.Tanto el Código italiano como el Proyecto Ferri, asícomo el
Proyectode 1937, excluyen la unidad del momento;el Código uruguayo, con másacierto, ex-
cluye también la unidad especial y personal. Al legislador se le presenta una situación dile-
mática; ora compone el texto parcamente, sin dirimir las contiendas doctrinarias sobre la
unidad de tiempo, espacio, persona, medio y modo; ora abraza partido en la solución de las
disputas teóricas y de las divergencias prácticas. Cualquiera de los dos criterios presenta sus
ventajas: ya el escuetodel Código holandés, en su art. 56, o del Proyedode 1891, en el art. 79,
o el decisivo del Código uruguayo, en el art. 58. Envista de lasdiferenciasde losfallosjudicia-
les, el Proyecto se inclina por el régimen del Código uruguayo, agregando a loselementosdel
tiempo, espacio y persona, los del medio y modo, también objeto de discusión (...) A los dis-
tintos sistemas responden los antecedentesextranjeros para sancionar el delito continuado:
el Proyecto Ferriconstituyeuna circunstancia de mayor peligrosidad(art.21, inc. 15); enel Có-
digo uruguayo, una circunstancia agravante (art. 58); en el italiano se aumenta la pena hasta
el triple (art. 81); en el chino sefaculta elevarla hasta la mitad (art. 56). Puesto que se trata de
un delito único, el Proyecto no establece ningún aumento de la sanción de modo específico,
de suertequejuega dentro de las circunstanciasde mayor o menor peligrosidad ..."15.
e) El Proyecto en estudio no contenía ninguna disposición referida a la gravedad relati-
va de las penas, conforme el art. 57 del Cód. Penal vigente.
f) En relación a la unificación de penas, el art. 18 del Proyecto, bajo el título "Sentencia
única", establecía que: "Las normas de los artículos anteriores se aplicarán cuando después
de pronunciadalas~ntenciafirmesedebajuzgarala misma personá pordelitocometidóan-
teso durante el tiempo de la condena, así como cuando se hubiesen dictado dos o más sen-
tencias firmes quebrantando dichas reglas. Al juez que haya aplicado la sanción mayor co-
rresponderá dictar la sentencia única, sin alterar las declaracionesde hechos contenidas en
las otras".
d ) En cuanto al concurso real y las penas de distinta especie, el art. 40 disponía que: "Si
las sancionesfueren de diferente naturaleza, se impondrán conjuntamente. S i una o varias
fueren de multa, y no pudieren hacerse efectivas de acuerdo a ¡o dispuesto en el art. 77 se
procederá de oficio a su conversión".
Por otra parte, el art. 77 relativoa la pena de multa y su forma de pagoexpresaba que: "Si
la situación económica del condenado no le permitiereabonar la multa enel plazo perento-
rio de diez días hábiles a contar desde la notificación de la sentencia definitiva, eltribunal
podrá autorizar el pago en cuotasdentro de un plazo máximo de hasta cinco años".
e) El Proyecto analizado no contenía ninguna norma similar al art. 57 del Cód. Penal vi-
gente.
f ) En ordena la unificaciónde penas, el art.41 prescribía que: "Las reglas precedentesse
aplicarántambién enel casoen que, despuésde una condena pronunciada porsentenciafir-
me, sedebierejuzgara la misma persona queestuvierecumpliendo la sanción deotro hecho
distinto cometido con anterioridad a esa sentencia; o cuando se hubieren dictado dos o más
decisiones judiciales firmes con violación de dichas normas. Corresponderá al juez que en-
tendiereen el delito más grave, dictar de oficio o a pedido de parte, sentencia única sin alte-
rar las declaraciones de hechos contenidos en las otras".
Sobre la basedetodo lo expuesto, el Proyectoanalizadofueel másseveroquese haya co-
nocido en nuestro país.
a) Fue redactado por los doctores Levene, Maldonado y Laplaza y contemplaba la uni-
dad y pluralidad de delitos en el Capítulo Vde la Sección Tercera ("El delito"), del Libro Pri-
mero, en los arts.41 a 43.
El concurso ideal esabordado por el art.41 que estableceque: "Cuando un hecho encua-
drare en doso másfigurasdelictivas susceptiblesde ser aplicadassimultáneamente, el míni-
mo de la pena, si éstasfueren de la misma especie, será el mínimo mayor, pudiendo aumen-
tarseel máximo mayor en un tercio. Cuando las penasfueren dedistinta especie, divisibles o
no, o hubiere penaiconjuntas para alguna o todas las figuras delictivas, p;eden imponerse
todasconjuntamente;si algunasde
- lasdisposicionesestablecierenpenasalternativassólose
computará una de éstas a los efectosde su imposición conjunta".
Seobserva que la conceptualizaciónnovaría respectode la del art. 54vigente, aunque es
más específica en la diferenciación del concurso aparente de leyes, al exigir que las figuras
delictivas sean susceptibles de ser aplicadas simultáneamente. Pero la solución es diferente
encuantoal sistemade la pena, queseaparta del principio deabsorción, para componer una
escala penal con el mínimo y el máximo mayores, pudiendo aumentarse este último en un
tercio; además permite la aplicación de las penasconjunta decualquiera de lasfigurasdelic-
tivasaplicables. Ello marca una mayor severidad respecto del Código Penal vigente. El art.42
contemplaba un particularsupuestode pluralidadde hechosno independientes, en relación
de medio a fin, en que los mismos encuadraren en másde una figura delictiva, sometiéndo-
lo a reglas similaresa las del concurso ideal, aunque con la posibilidad de aumentar todavía
más el máximo aplicable. El caso podría contemplar al menos algunos supuestos de delito
continuado, aun cuando la Exposición de Motivos refiere la norma a otros casos.
Expresabael art.42: "Cuandodoso más hechosdependierenentrefin, en relacióndeme-
dio a fin y encuadraren en dos o másfiguras delictiva; susceptibles de aplicarse simultánea-
mente, el mínimo de la pena si éstasfueren de la misma especie será el mínimo mayor, pu-
diendo aumentarseal máximo mayor en la mitad. Cuandos1; penasfueren de distinia esie-
cie, divisibles o no, o hubiere penasconjuntaspara alguna o todas las figuras, pueden impo-
nersetodasconjuntamente; si algunasde
- lasdisposicionesestablecieren penasalternativas,
sólo se computará una de éstas a los efectosde su imposición conjunta".
Sobre la incorporación del precepto transcripto la Exposición de Motivos explicaba que
"...se trata de dar solución a una serie de hechosquefrecuentemente se presentan en el tri-
bunal d a s i siempre consisten en una falsificación de documentos cometida como medio
para obtener una estafa-, y para lo cual no da suficiente solución el concurso ideal" 17.
C) El concurso real, así como los supuestos de penas de distinta especie es abordado por
el art. 43 que establecía que: "Cuando concurrieren varios hechos independientes, el míni-
mo de la pena, si éstasfueren de la misma especie, será el mínimo mayory el máximo, el que
resulte de la suma de los máximos correspondientes a cada delito. Cuando las penasfueren
dedistintaespecie, divisibleso no, o hubiere penasconjuntasoalternativas para alguna oto-
das las figuras
- delictivas, se impondrán todas conjuntamente. Si concurrieren las penas de
prisión y multa, sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, se podrá aplicar también
esta última". La lectura de la norma nos enseña que el conceptuación del concurso real es la
misma que la del art. 55 del Cód. Penal vigente, siendo diferente el sistema de la pena, que
se aparta del denominado de acumulación jurídica o aspersión, para partir del mínimo ma-
yor y aplicar la acumulación aritmética respecto de los máximos, sin limitación alguna.
e) El Proyecto de 1953 no contenía ninguna norma similar al art. 57del Cód. Penalvigen-
te, ya que, deacuerdocon su modode regular el sistema de penasaplicablesalconcurso real,
conforme explicáramos en el ítem c) habría resultado innecesaria.
f) Por otra parte, el art. 43 al que hiciéramos referencia debe relacionarse con el art. 71
ubicado en el CapítuloV("Adaptación de las penas") de la Sección IV("Sanciones")del Títu-
lo I ("Penas"), quedecía que: "Cuando a consecuencia del aumento o acumulación que la ley
autoriza la pena de prisión resultare mayor de treinta años, sólo podrá imponerse este má-
ximo o prisión perpetua".
a) El concurso dedelitosestratado por este Proyecto enel Capítulo IXdel Título IV("Cla-
ses de penas") de la Parte General.
Losarts. 79 y 80 refieren al concurso real, en tanto que el art. 81, al ideal y al delito conti-
nuado, disponiendo la observancia de las mismas reglas que para aquél. Así, el art. 81 dice
que: "Las reglas precedentesse observarántambién cuando un solo hecho importe la viola-
ción de varios preceptos penales que sean aplicables simultáneamente o en caso de delito
continuado".
La conceptualizacióndel concurso ideal nodifieredela del art. 54del Cód. Penal, aunque
en el analizado se aclara que los preceptos penales deben ser aplicables simultáneamente,
con lo que distingue esta hipótesisde la del concurso aparentede leyes, que regula expresa-
mente el art. 82 del Provecto.
Lo quevaría con respectoal Códigovigenteson lasreglasaplicablesa la pena, puesSoler
entendía aue son las mismas aue las del concurso real: cuando se trata de oenasde la misma
especiese aplica una pena úniia cuyo mínimo será el mínimo mayorde lasdiversas penasy el
máximo se formará por acumulación de las penas de todos los hechos, pero no podrá ser su-
Sin embargo, el texto proyectado como art. 81 mereció la objeción de la comisión reviso-
ra, integrada por los doctores Ernesto Gavier, Enrique Ramos Mejía, Osvaldo Loudet, Jaime
PratsCardona, Ernesto Urey Jorge FríasCaballero, losqueexpresaron: "Concurso ideal y de-
litocontinuado. Modifícaseen lossiguientestérminos:Cuando
- unsolo hecho importelavio-
lación devarios preceptos penalesquesean aplicablessimultáneamente, se impondrá la pe-
na del delito másgrave, pero el máximo podrá aumentarse hasta la mitad. Esteaumento po-
drá aplicarse igua¡mente en caso de delito continuad^"^^.
Y en la nota aclaratoria sostuvieron: "El texto de este artículo en el Anteproyecto equi-
para lasconsecuenciaspenales del concurso real con las del concurso ideal y del delito conti-
nuado. Por muy respetablesque resulten los argumentos expuestos para sustentar este cri-
terio, adviértase que, aun siendoverdad que la teoría del concurso aparente de leyes ha re-
ducido el ámbito de aplicación del concurso ideal, los casos genuinos que de éste restan no
son tan contados ni son todos académicos.Tampoco su fundamento se agota en la teoría de
la relación de medio a fin, puesexistenotrasfundamentacionesque no merecen los reparos
de que aquélla se ha hecho pasible. Cierto es también que, conforme allí se destaca, el peli-
gro de la admisión de la figura del concurso ideal radica en que en la práctica reciba una ex-
tensión inusitada, pero no es menos exacto que el concurso ideal, como el delito continua-
do, constituyan una realidad imposiblededesconocerpor la existencia de una unidaddecul-
pabilidad que, por consiguiente, no puede medirse con el mismo cartabón establecido para
lasculpasindependientesy entoncessu equiparaciónconvierte el peligro quesetrata de im-
pedir en el riesgo, igualmente grave, inherente a la posibilidad de utilizarse, sin discrimina-
ciones y sin resguardo alguno, idénticasescalas penales para unos y otros, lo que no parece
correcto ni científico. Debe recordarseque tanto el concurso ideal como el delito continua-
do nacieron históricamente para evitar las injusticias derivadas de que se los reprimiese co-
mo si fueran delitos reiterados. La necesidad deevitarlo subsiste aún hoy día. Por otra parte,
el texto modificatorio propuesto, si bien mantiene la fórmula de imponer la pena del delito
más grave ya consagrada por el art. 54 del Código vigente, dispone a la vez que el máximo
podrá elevarse a la mitad, e igual aumento señala para el delito continuado, teniendo en
cuenta la pluralidad de normas infringidas en un caso y la persistencia de la conducta delic-
tiva en el otro, que legitiman aplicar estos márgenes de mayor acentuación, con lo cual se
aviene parcialmente al criterio del Anteproyecto con lasexpresadas Iimitacione~"~'.
b) El concurso real dedelitos es tratado en el art. 79 del Proyecto, bajo el título "Concur-
sodedelitos reprimidoscon penasdela misma especie"y prescribíaque: "Cuandoconcurrie-
ren varios hechos independientes reprimidos con una misma especie de pena, se aplicará al
reo una pena única cuyo mínimo será el mínimo mayor de las diversas penas, y el máximo se
formará por acumulación de las penas correspondientes a losdiversos hechos. Este máximo,
sin embargo, no podrá ser superior: a veinticinco años de reclusión o prisión; a mil días de
multa".
Porotra parte, el art.80se relaciona conel art. 56del Cód. Penalvigenteencuantoal con-
curso real y las penas de distinta especie, expresando que: "Cuando concurrieren penas de
Este decreto-ley, dictado el 12 de junio de 1963, por su art. 3" sustituyó el art. 58 del Cód.
Penal por el siguiente texto: "También se aplicarán las reglas precedentes cuando, después
de una condena impuesta por sentencia firme, sejuzguea la misma persona por otro u otros
hechos distintos; y cuando se hubiere dictado dos o más sentenciasfirmes, sin aplicar dichas
reglas. En tales casos, a petición de parte u oficiosamente, se dictará sentencia única, sin al-
terar las declaracionesde hecho contenidas en las demás. El pronunciamiento de la senten-
cia única corresponderá al juez que haya impuesto la pena mayor, salvo en lo dos casos si-
guientes: 1) Cuando la pena mayor se hubiese impuesto por la justicia federal, y esta no pu-
Este decreto-ley (mal llamado ley), del 6 de diciembre de 1967,sustituye el art. 56 por el
siguiente texto: "Cuando concurrierenvarios hechos independientes reprimidos con penas
divisiblesde reclusión o prisión, se aplicará la pena másgrave, teniendo en cuenta losdelitos
de pena menor. Si alguna de las penas no fuere divisible, se aplicará ésta únicamente, salvo
el caso en que concurrieren la de prisión perpetua y la de reclusión temporal, en quese apli-
cará reclusión perpetua. La inhabilitación y la multa seaplicarán siempresinsujecióna lo dis-
puesto enel párr. lo".
Eséste el primer antecedente legislativo en que se agrega la pena de multa, en el último
párrafo, indicando suaplicación conjunta en todos loscasos, ya que recordemosqueel Códi-
go Penal de 1921 sólo contemplaba al respecto la pena de inhabilitación.
En relación a lo anterior, en la Exposición de Motivosse explica que: "Hemos modificado
el sistema para quesiempreseapliquen las penasde inhabilitación y de multa. Ello esconse-
cuencia de la importancia que les acordamos. El Código Penal sólo disponía que se impusie-
ra la primera de ellas"23.
a) Este Proyecto fue elaborado por la Comisión designada por resolución ministerial no
523, del 25110fl2, e integrada por los doctores Sebastián Soler, Eduardo Aguirre Obarrio,
Eduardo Marquardt y Luis Cabral. Encaró la problemática de la unidad y pluralidad de deli-
tos, bajo la denominación "Concurso de delitos", en los arts. 81 a 85,dentro del Capítulo IX
del Título IV ("Penas") de la Parte General.
En los arts. 81 y 82 previó el llamado concurso real de delitos, distinguiendo según sean
éstos reprimidoscon penasde la misma o de diversa especie.
b) Consideróal concurso ideal, juntamentecon el delito continuado, en el art. 83,decla-
rando aplicables las mismas reglasque para el concurso real al disponer que: "Las reglas pre-
El art. 15 se refiereal concurso ideal entérminoscasi idénticosa losdel art. 54del Cód. Pe-
nal actual: "Cuando un hecho cayera bajo más de una sanción penal, se aplicará solamente
la que fijara pena mayor".
b) Por su parte, el art. 16 contemplaba el supuesto del concurso real, con similar redac-
ciónal textodel art. 55del Cód. Penal de 1921: "Cuandoconcurrieranvarios hechosindepen-
dientes reprimidoscon una misma especiede pena, la aplicabletendrá, como mínimo, el mí-
nimo mayor y, como máximo, la suma resultante de la acumulación de las penas correspon-
dientesa losdiversos hechos. Sin embargo, esta suma no podrá exceder del máximo legal de
la especie de pena de que se trate".
d) El Proyecto analizado no preveía ninguna norma similar al actual art. 57 del Código
Penal.
Se limitó a agregar al art. 18 del Proyecto de 1974 un párrafo final conforme al cual: "Al
individualizarse nuevamente la pena, el iuezapreciará la conducta inteqral
- del condenado,
descontando al hacer la acumulación, si asícorrespondiere, la pena o partedeella quese hu-
biera cumplido".
a) Esta mal llamada ley, dictada porel gobiernodefacto (Procesode Reorganización Na-
cional) el 25 de junio de 1976, sustituye en el art. 55 del Cód. Penal de 1921 la frase "tendrá
como mínimum, el mínimum de la pena mayor y como máximum" por "tendrá como míni-
mo, el mínimo mayor y como máximo", modificación que fue luego ratificada por la ley
23.077, al restablecerse las autoridades constitucionales, por lo que se mantienevigente.
b) Por otra parte, sustituyó el art. 56 del Cód. Penal de 1921 por el hoy vigente, siendo
luego ratificada por la ley 23.077. La reforma consistió en prever la aplicación de la pena de
multa con independenciade lo dispuesto en el párr. lo, además de la inhabilitación, en tan-
to queel textooriginario se limitaba a esta última.
a) Este Proyecto, elaborado por Soler, Cabral y Aguirre Obarrio, aunque con diferencias
de redacción, es conceptualmente similar al de 1960. El concurso de delitos es tratado en el
CapítuloVIII, del Título III ("Penas") de la Parte General.
Los arts. 79 y 80 refieren al concurso real, en tanto que el art. 81 al ideal y al delito conti-
nuado, disponiendo la observancia de las mismas reglas que para aquél. Dice este artículo:
"Las reglas precedentesse observarán también: 19 Cuando un solo hecho viole varias leyes
penales que sean aplicables simultáneamente, o variasveces la misma ley penal; 29 En caso
de delito continuado".
La conceptualización del concurso ideal no difiere de la del art. 54del Cód. Penal, aunque
en el Proyecto se aclara que las leyes penales deben ser aplicables simultáneamente, con lo
que distingue esta hipótesis de la del concurso aparente de leyes, que regula expresamente
en el art. 82 que expresaba: "No hay concurso, y se impondrá la pena única quecorresponde:
19 Cuando las figuras legales en las que encuadra el hecho sean incompatiblesentre sí; 27
- esté contenida en la otra como elemento constitutivo o calificante; 39
Cuando una fiqura
Cuando unafigurasea específicacon relacióna la0tra;4~)Cuandosetratedeactosquesepre-
suponen normalmenteejecutadosanteso después del hecho definido por una figura legal".
b) Lo que varía en relación al Código Penal vigente son las reglas aplicables a la pena,
pues en el Proyecto son las mismas que las del concurso real: cuando se trata de penas de la
misma especieseaplica una pena única cuyo mínimoserá el mínimo mayor de lasdiversas pe-
nas y el máximo se formará por la suma resultante de la acumulación de las penas máximas
correspondientesatodos los hechos, pero no podrá ser superior a veinticinco añosde reclu-
sión o prisión ni a mil días de multa (art. 79); mientras que cuando concurrieren prisión y re-
clusión, la pena única se formará, conformea las mismas reglas, sobre la pena de reclusión;
la reclusiónperpetua absorbe toda clasede penas privativasde libertad temporales; cuando
concurren la pena de multa e inhabilitacióncon penas privativasde libertad, ambasdeberán
imponerse siempre separadamente (art. 80). artículo este último que se relaciona con el art.
56del Cód. Penal vigente y que se hallaba bajo el título "Concurso dedelitos reprimidoscon
penas de diversasespecie".
Respecto de la equiparación con el concurso real, dice la Exposición de Motivosque: "En
materia de concurso de delitos, adoptado el sistema de acumulación jurídica (art. 79), y re-
gulando loscasosde concurso aparente (art. 82), pierden importancia lascomplicadasteorí-
asque intentan distinguir el concurso ideal del concurso material"24.
c) El Proyecto analizado no contemplaba ninguna norma similar al actual art. 57del Có-
digo Penal.
d) Por último, muy. similar al art. 84 del Provecto de 1973, el art. 83 contenido en el de
1979 bajo el título "Unificación de penas", decía que: "Las reglas precedentes se aplicarán
también en los siguientes casos, con las especificaciones que a continuación se establecen:
19 Cuando, después de una condena aún no extinguida, se deba juzgar a la misma persona
por otro hecho anterior a dicha condena, el mínimo de la pena única nunca será inferior a la
pena ya impuesta;29 Cuando, despuésde una condena aún no extinguida, sedeba juzgar a
la misma persona por otro hecho posterior a dicha condena, la pena única tendrá como mí-
nimo el que corresponde a la escala penal del nuevo delito, salvo que fuera inferior al tiem-
po de pena que restaba cumplir, y como máximo la suma resultante del máximo correspon-
diente al nuevo delito más el tiempo de pena que restaba cumplir; 39 Cuando se hayan dic-
tado contra una misma persona varias condenas independientes aún no extinguidas, el tri-
bunal que impuso la pena mayor fijará la pena única, cuyo mínimo no podrá ser inferior a la
mayor de las penas impuestas, y cuyo máximo no podrá ser superior a la suma de aquéllas li-
mitada en la forma establecida por el art. 79".
Esta ley publicada en el Boletín Oficialdel día 10/9/04, modificó el art. 55 quedando re-
dactadode la siguienteforma: "Cuandoconcurrierenvarios hechosindependientesreprimi-
doscon una misma especie de pena, la pena aplicableal reo tendrá como mínimo, el mínimo
mayor y como máximo, la suma aritmética de las penas máximas correspondientes a los di-
versos hechos. Sin embargo, esta suma no podrá exceder de cincuenta años de reclusión o
prisión".
Como puede advertirse, las diferenciascon el texto anterior pueden sintetizarseen cua-
tro puntos:
a) Se incorpora la expresiónaritmética calificando la suma quedebe realizarsepara de-
terminar el máximo de la escala penal del concurso de delitos.
d) Como consecuencia de lo anterior, se omite prever un Iímite expreso para las penas
de multa e inhabilitación.
25
Véase en www.hammurabi.com.ar/obras-actualizables.html. "Antecedentes parlamen-
tarios de la ley 25.928, modificación del art. 55 del Cód. Penal", exptes. 0087-D-2004 y 0967-D-
2004, unificados, Cámara de Diputados de la Nación, 10" Reunión, 8" Sesión ordinaria (Especial),
29/4/04y 18aReunión, 16aSesiónordinaria, 18/8/04.
24. Anteproyecto de Ley de Reforma y Actualización Integral
del Código Penal de la Nación, de 2006
a) El AnteproyectodeLey de ReformayActualización Integral del Código Penal dela Na-
ción elevado al Ministro de Justicia y Derechos Humanos el 31 de agosto de 2006 por la Co-
misión creada por Resolución MJ y DH n" 303 del 14 de diciembre de 2004 y sus anexas nros.
497105,136106y 736106, ubicaenel TítuloVII lasdisposicionessobreconcursodedelitosy uni-
ficación de condenas y penas.
Mantiene la fórmula originaria del concurso ideal en el art. 44con idéntica redacción.
En un primer momento la Comisión había incluido, como supuesto de concurso ideal, el
caso del denominado concurso medial, como prevé el nuevo Código Penal español (art. 77,
inc. lo).Sin embargo, ello fue dejado de lado en la redacciónfinal del proyecto sobre la base
de a~~unascrítica~recibidas al simeterse los borradoresa la opinión de otrosespecia~istas~
universidadespúblicas y privadas.
b) En ordenal concurso real dedelitosse ha explicadoque " ...se ha reguladoen una so-
la disposición pero limitado a la concurrencia de hechos independientes reprimidossólo con
pena divisible de prisión. La escala penal se determina en esos casos partiendo del mínimo
mayor y acumulando los máximos pero con un Iímite expreso de veinticinco años por remi-
sión al art. 11. Sólo en lossupuestosdedelitoscontra la humanidad (arts. 70,71,72 y 74) y los
homicidiosagravados(art. 84) este máximo puedeelevarse a treinta años. La norma proyec-
tada esconsecuenciadirecta de la supresión de las penas perpetuasy de la pena de reclusión.
Porotra parte, seestableceque la regla no rige para las penasde multa e inhabilitación, aun-
que en función del art. l o e ljuezpodrá limitar sucuantía. En este punto cobran sentido, ade-
más, las pautas limitadoras del art. 13 y del art. 17"26.
Por consiguiente, el art. 45 (concurso real) quedó redactado de la siguiente manera:
"Cuando concurrieren varios hechos independientes reprimidos con una misma especie de
pena, la pena aplicable tendrá como mínimo, el mínimo mayor, y como máximo, la suma re-
sultantede laacumulacióndelaspenascorrespondientesa losdiversos hechos. Esta suma no
podrá exceder el máximo previsto en el art. 11, salvo en los supuestos contemplados en los
arts. 70,71,72,74y 84de estecódigo, en cuyo caso el Iímite será de treinta años. Estas penas
no se aplicarán en relación a las penas de inhabilitación y multa, aunque el juez podrá limi-
tar su cuantía, de conformidad con el art. 1" del presente Código".
c) Seguidamente el art.46 (delitocontinuado) refiere que: "Cuando los hechosconstitu-
yan delito continuado la pena aplicable será solamente la mayor de las previstas para esos
hechos".
Sobre su incorporación al restode los preceptosqueabarcan la temática concursal, se ex-
presó que: "Se ha procurado superar otra cuestión discutida desde hace tiempo en doctrina
y jurisprudencia y se ha optado por regular expresamente el llamado 'delito continuado'
(art.46) como supuesto de unidad delictiva, tomando posición por el criterio amplio que ad-
mite en el plano objetivo (dentro de la unidad de bien jurídico), que la continuidad pueda
darseentre tiposcalificadosy tipos básicos. Por elloseestablece que la pena aplicable será la
mayor de las previstas para los hechos independiente^"^^.
d) Por último, en los arts. 47 y 48, se diferencian los supuestos de unificación de conde-
nas y de penas respectivamente, sobre la base del principio de racionalidad en la regulación
de la unidad de la respuesta punitiva.
Así, el art. 47 (unificación de condenas) dice que: "Cuando un condenado por sentencia
firme fuese condenado nuevamente por uno o más hechos cometidos antes de la primera
condena, el tribunal que lo condene en último término le impondrá una única pena por to-
dos los delitos, aplicando las reglas del art. 45, sin alterar las declaracionesde hechos de los
tribunales que hubiesen intervenido anteriormente. Cuando por cualquier razón no se hu-
biere procedido en la forma prescripta en el párrafo anterior, el tribunal que hubiere im-
puesto la pena mayor la unificará en la forma dispuesta enel art.45 siemprequede todos los
delitosconociesela justicia ordinaria o la justicia federal. En caso contrario procederá a uni-
ficar la pena la justicia ordinaria y, dentro de ella, el tribunal que hubiese impuesto la pena
de mayor cuantía".
Respecto de esta norma, se explica que: "Se ha referenciado dentro de la norma el su-
puesto común de unificación de condenas (ninguno - de losdelitoses posterior a la condena)
y el caso en que mediando un concurso real de delitos, por diversas razones, no se haya pro-
cedido a la unificación. Asimismo, se establece expresamente la solución en loscasosen que
hubiese intervenido la justicia ordinaria y la federal, correspondiendoa la primera la unifi-
ca~ión"~~.
Finalmente, el art. 48 (unificación de penas) prescribe que: "Cuando un condenado por
sentencia firme cometiere un hecho duranteel cumplimiento de la pena y se dictare senten-
cia condenatoria en vigencia de ésta, el tribunal que lo condene por el último hecho le im-
pondrá una pena que unifique la de la primera condena o lo que le restase cumplir de ella
con la pena del segundo hecho, conforme a las reglas del art. 45. La pena unificada podrá
reemplazarseconformelo previsto con el art. 26,cuando la misma no exceda detresañosde
prisión".
En síntesis, esta regla procede cuando por el nuevo hecho se dicta sentencia condenato-
ria encontrándose vigente una condena anterior. En el caso corresponderá establecer una
pena total unificando la pena de la primera condena o lo que restase cumplir de ella con la
pena del segundo hecho, en función de la regla del art.45 (concurso real). Sedespejan así las
dudasquese habíangenerado en la jurisprudencia para loscasosde unificación de pena par-
cialmente cumplida, inclinándose el Proyecto por el criterio sostenido por la más calificada
doctrina: debe unificarse sólo la parte no cumplida.
Aun en estos casos resulta aplicable el art. 26 del Proyecto, que se refiere a la sustitución
de la pena privativa de libertad cuando la misma no exceda de tresaños. Establece al respec-
to dicha norma que el juez "podrá reemplazar la pena de prisión impuesta que no exceda de
tres años por igual tiempo de detención de fin de semana, trabajos para la comunidad, limi-
II.
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