Enfermería en una Unidad Temporal

COVID-19:
Miradas
Multidisciplinarias
Coordinación
Reyna Albertina Rosas Loza
Rosiane Aparecida de Melo
Anabella Barragán Solís
Ana Rita Castro
Oswaldo Angeles Zavala
Noreidy Karina Rivera Lorenzo

Fotografías
Juana Maribel Pérez López
Ayla Deyanira Briseño Ortiz
 ESCUELA NACIONAL DE

ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA

Especialidad académica: Enfermería y Salud Pública

Enfermería en una Unidad Temporal
COVID-19:
Miradas
Multidisciplinarias

Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia

Universidad Nacional Autónoma de México
México, 2022
PRIMERA EDICIÓN
Febrero, 2022

D.R. © 2022 Universidad Nacional Autónoma de México

Av. Universidad No. 3000, Ciudad Universitaria, Ciudad de México, C.P. 04510.
Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia
Camino Viejo a Xochimilco y Viaducto Tlalpan s/n Col. San Lorenzo Huipulco,
Alcaldía Tlalpan, Ciudad de México. C.P. 14370
www.eneo.unam.mx

ISBN: 978-607-30-5689-2
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización
escrita del titular de los derechos patrimoniales
 Índice
PALABRAS
Enrique Graue Wiechers......................................................................................................................11
Rosa Amarilis Zárate Grajales...........................................................................................................13
Germán Fajardo Dolci..........................................................................................................................17
Roberto Tapia Conyer ...........................................................................................................................19

CAPÍTULO I
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México
y en la pandemia de COVID-19................................................................................................21
Rosiane Aparecida de Melo; Guillermina Silva Monroy;
Teresa Cabrera Espinosa; María del Carmen Carrasco Hernández
CAPÍTULO II
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19...................................37
Reyna Albertina Rosas Loza; Rosiane Aparecida de Melo; Guillermina Silva
Monroy; Iván Aguilar López; Edgar Gerardo Díaz Arroyo
CAPÍTULO III
Gestión de enfermería en la Unidad Temporal COVID-19:
modelo de referencia .....................................................................................................................57
Reyna Albertina Rosas Loza; Irene Abuhatab Arias
CAPÍTULO IV
Abordajes teórico-metodológicos: (con)formación multidisciplinaria
en una Unidad Temporal COVID-19 .. ....................................................................................69
Oswaldo Angeles Zavala; Cinthya Karina Castro García
CAPÍTULO V
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería
en una unidad temporal................................................................................................................85
Ana Rita Castro
CAPÍTULO VI
Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia
la construcción de un trabajo decente ................................................................................97
Noreidy Karina Rivera Lorenzo
CAPÍTULO VII
El entramado en la construcción identitaria de las y los
profesionales de Enfermería................................................................................................... 107
Ana Rita Castro; Itzayana Huitron Santana; Alhelí Guadalupe Salas
Guzmán
CAPÍTULO VIII
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo
de Enfermería................................................................................................................................... 125
Anabella Barragán Solís
CAPÍTULO IX
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia
los profesionales de la salud de la Unidad Temporal COVID-19..................... 153
Martha Rebeca Herrera Bautista; Noreidy Karina Rivera
Lorenzo

CAPÍTULO X
Representaciones y experiencias de la felicidad ..................................................... 167
Anabella Barragán Solís
CAPÍTULO XI
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue?................ 183
Reyna Albertina Rosas Loza

TESTIMONIOS .................................................................................................................................. 195

Porque nada tiene valor para el ser humano
como tal, si no puede hacerlo con pasión.

Max Weber

El yo de los individuos surge del tú de los

otros.

Joachim Radkau

Lo que importa no es lo que nos haga el

destino sino lo que nosotros hagamos de él.

Florence Nightingale

Por la salud de mi raza hablará el espíritu

universitario.

Enrique Graue Wiechers

Un paciente en una cama de hospital, sin el

cuidado de una enfermera profesional, está
expuesto a riesgo y sufrimiento.

Rosa A. Zárate Grajales

 11 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Palabras
DR. ENRIQUE GRAUE WIECHERS
Rector de la UNAM

Parte fundamental del desarrollo y trasmisión de nuevos Es también una oportunidad para extrañar y recordar a
saberes está en la capacidad de recopilar información so- los más de cuatro mil quinientos trabajadores y trabaja-
bre experiencias vividas y las formas en las que la huma- doras de la salud, entre especialistas en medicina, enfer-
nidad ha respondido ante los retos que la naturaleza pone mería, odontología, laboratoristas y empleados de uni-
frente a nosotros. dades médicas que muy tristemente han perdido la vida
desde el inicio de la pandemia.1
Este ejercicio permite analizar y estudiar el pasado, para
perfeccionar las medidas de prevención, contención y Como rector de la UNAM, valoro mucho y agradezco
superación de las crisis. que compartan sus historias y testimonios; desde luego,
porque contribuyen al fortalecimiento de la enfermería,
La enfermería no es la excepción, pues la evolución mis-
pero también porque esto permite a la sociedad dimen-
ma de esta disciplina científica ha dependido fundamen-
sionar el trabajo y sacrificio que representa el haber res-
talmente del estudio sobre las acciones en momentos de
pondido a su llamado vocacional.
crisis sanitarias.
Sus acciones han puesto en lo más alto el nombre de
El libro Enfermería en una Unidad Temporal Covid 19:
nuestra casa de estudios y han llenado de orgullo a su
Miradas Multidisciplinarias, da cuenta de ello con gran
invaluable comunidad.
detalle. Su valor reside, en buena medida, en que abarca
una enorme diversidad de temas, no solo aquellos rela- Muchas gracias.
cionados estrictamente con la salud, sino con las con-
ductas y formas de reaccionar de los seres humanos, así
como los miedos y frustraciones, tanto de profesionales
como de pacientes y sus seres queridos.
Desde la importancia de entender el progreso de la en-
fermería a partir de, por ejemplo, la influenza española
y la AH1N1, el análisis de la formación de identidad de
enfermeras y enfermeros, de las condiciones de trabajo y
la gestión de una unidad temporal, hasta la vivencia de
manifestaciones de violencia contra el personal médico,
este libro se abre para contar las historias de quienes es-
tuvieron, imbuidos de una enorme solidaridad y compro-
miso, en la primera línea dentro de la Unidad Temporal
Covid 19, hospital de referencia construido en veintiún
días por la Universidad Nacional Autónoma de México
en conjunto con instituciones, empresas y fundaciones,
como una de las tantas medidas que se implementaron
para responder oportunamente a la creciente demanda de 1 Gobierno de México. Informes sobre el personal de Salud COVID19 en
atención médica. México 2021 (25 octubre de 2021). Disponible en: https://www.gob.mx/salud/
documentos/informes-sobre-el-personal-de-salud-covid19-en-mexico-2021
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 12

Palabras
MTRA. ROSA AMARILIS ZÁRATE GRAJALES
Directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia
Me complace presentar esta obra titulada Enfermería en
una Unidad Temporal COVID-19: Miradas Multidisci-
plinarias, por la calidad de sus investigaciones, la perti-
nencia de sus temas en el campo disciplinar y, sobre todo,
porque, desde múltiples miradas profesionales, recupera
el rol protagónico que ha desempeñado la enfermería en
la pandemia de COVID-19.
Este libro es resultado de la investigación transversal,
inter y multidisciplinaria, que se llevó a cabo en la Uni-
dad Temporal COVID-19 (UTC-19), ubicada en el Cen-
tro Citibanamex, en la Ciudad de México, que operó de
abril de 2020 a junio de 2021. Su objetivo consistió en
documentar la gestión del cuidado, construir perfiles de
las y los profesionales de enfermería que se reclutaron,
así como dar cuenta de los procesos y realidades vividas
por estos profesionales en la UTC-19. Para tal efecto, se
conformó un equipo de investigación con integrantes de
la Dirección de Enfermería de la Unidad e investigadores
de diversas instituciones de educación superior, lidera-
dos por profesores de la Escuela Nacional de Enfermería
y Obstetricia.
Metodológicamente, se utilizó un enfoque mixto, con la
aplicación de estrategias de investigación cuantitativas y
cualitativas. En primer lugar, se realizó una encuesta au-
toaplicada vía internet, en la que participaron 513 enfer-
meras y enfermeros, de los 850 que laboraron en la Uni-
dad durante agosto-septiembre de 2020. Adicionalmente
a esta estrategia de construcción de datos, se realizaron
entrevistas semiestructuradas y en profundidad, de forma
presencial o vía Zoom, entre septiembre 2020 y mayo
2021; finalmente, se hizo un registro fotográfico de las
actividades de las y los enfermeros dentro de la Unidad
en diversos turnos y días.
Resulta significativo el hecho de que se haya integrado
un grupo interdisciplinar con el fin de aplicar entrevistas
a sus propios compañeros, y que ese mismo grupo ela-
13 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
borara una serie de testimonios sobre su experiencia en
la UTC-19. Este ejercicio permitió conocer y reconocer
distintas facetas de la práctica profesional, tales como las
siguientes: repercusiones en la salud y la efectividad de
la práctica profesional del cuidado; interacción con los
equipos de salud; re-significación de la identidad profe-
sional; vicisitudes de la pandemia en la vida cotidiana de
pacientes y del personal de enfermería; violencia ejerci-
da en contra de los equipos de salud.
Los resultados que se plasman a lo largo de estas páginas
permiten reconocer y valorar la importancia de la pro-
fesión de enfermería en el contexto de la pandemia, así
como contribuir a visibilizar las problemáticas que en-
frenta este equipo de profesionales. Asimismo, muestran
la capacidad del equipo de enfermería que participó en la
UTC-19, conformado principalmente por jóvenes recién
egresados o pasantes provenientes de diferentes estados
de la república, quienes tuvieron a su cargo la atención y
cuidado de las personas enfermas. Día tras día y noche
tras noche, demostraron sus capacidades para enfrentar
la situación de emergencia sanitaria, creando nuevos
protocolos de cuidado de forma autónoma, asumiendo
responsabilidades según sus saberes y experiencia, y es-
tableciendo diálogos respetuosos y creativos con otros
profesionales de la salud.
Nos llena de orgullo saber que más de la tercera parte de
los mil 500 enfermeros y enfermeras contratados hayan
sido jóvenes pasantes de la UNAM, tanto de pregrado
como de posgrado, quienes enfrentaron el reto de bridar
un cuidado humanizado y de calidad.
Todos estos aspectos se encuentran desarrollados en los
diferentes capítulos del libro, el cual puede leerse si-
guiendo el orden propuesto en el índice, o de forma alea-
toria, ya que cada uno de ellos mantiene una estructura
relacional, pero a la vez autónoma. El lector y la lectora
decidirán, según sus intereses, asomarse a cualquiera de
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 14

estos capítulos, con la seguridad de que encontrarán el

protagonismo innegable de nuestra profesión, siempre
en la primera línea de batalla, siempre solidaria, siempre
humanística. A ellas y ellos, mi agradecimiento y total
reconocimiento.
De igual manera, expreso públicamente mi agradeci-
miento a la Fundación Carlos Slim y a su Director Ge-
neral, Dr. Roberto Tapia-Conyer, porque ahora, como en
otras muchas ocasiones y circunstancias, dieron un paso
al frente y, de nuevo, asumieron el liderazgo en el mo-
mento en el que la sociedad mexicana más lo necesitaba.
Su loable papel en la cultura, la ciencia, la educación y
la salud, debe ser motivo de orgullo para todos los mexi-
canos.
Mi reconocimiento también a la Facultad de Medicina y
su Director, Dr. Germán Fajardo Dolci; y, por supuesto,
al Dr. Enrique Graue Wiechers, rector de nuestra máxima
casa de estudios, nuestra Universidad Nacional Autóno-
ma de México, la Universidad de la Nación.
15 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 16
 17 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Palabras
DR. GERMÁN FAJARDO DOLCI
Director de la Facultad de Medicina de la UNAM

La Unidad Temporal COVID-19 en el Centro Citibana- innovó en diversos aspectos, incluyendo el uso de puntas
mex nació como resultado de la necesidad de coadyuvar nasales de alto flujo que demostraron una notable mejo-
y colaborar en la atención médica del paciente de la zona ría de los pacientes y que pueden evitar en algunos casos
metropolitana que requirió hospitalización y que padeció el uso de ventilador mecánico.
coronavirus en la parte más aguda de la pandemia. Este
El proyecto fue sumamente exitoso, pues otorgó atención
esfuerzo entre sociedad civil, gobierno y academia ha
hospitalaria a más de 9,000 pacientes portadores del vi-
sido un ejemplo de coordinación y resultados positivos.
rus. Además, la Unidad Temporal fue ejemplo y contri-
La Universidad de la Nación ha contribuido de manera buyó de sobremanera a atender con gran calidad a los
ejemplar con lo mejor que tiene a lo largo de su historia, pacientes con esta enfermedad. Ha favorecido en la aten-
por supuesto estamos hablando de sus egresados, des- ción, internamiento y cura de miles de pacientes, y ha
tacados jóvenes profesionistas del área de la salud que tenido, además, una de las tasas más bajas de contagios
todos los días con humanismo, ética y pro- fesionalismo, entre personal de salud.
pusieron y ponen todos sus conocimientos, capacidades
Este esfuerzo editorial de la ENEO Enfermería en una
y destrezas, para enfrentar esta terrible pandemia que es-
Unidad Temporal COVID-19: Miradas multidisciplina-
tamos viviendo.
rias refleja el esfuerzo conjunto y reconoce el incesante
Aspectos como solidaridad, respeto y responsabilidad, trabajo colaborativo realizado por todo el personal que
son valores que como universitarios nos distinguen y que laboró en la Unidad Temporal, en particular el gremio
se manifestaron todos los días en los profesionales de la de la enfermería, que tuvo un invaluable liderazgo en el
medicina, la enfermería, la fisioterapia, la psicología y actuar de la Unidad y de sus resultados. A todas y todos
el trabajo social, entre otros profesionales dedicados al quienes son parte de este gremio y fueron parte de este
cuidado de pacientes con COVID-19. proyecto, nuestro reconocimiento y gratitud. Sin lugar a
duda su trabajo se vió reflejado en un funcionamiento
Como todos sabemos, la Unidad Temporal se concep-
ejemplar y de suma importancia en beneficio de la salud
tualizó, desarrolló y se mantuvo gracias al compromi-
de los mexicanos.
so social y liderazgo de la Fundación Carlos Slim y la
Fundación CIE. La Unidad se convirtió en un referente
obligado para el manejo del enfermo con coronavirus,
operado por un grupo de profesionales contratados por
la Secretaría de Salud de la Ciudad de México con este
propósito.
Inicialmente fue creada para recibir pacientes convale-
cientes referidos de otros hospitales, es decir, que fueran
de “salida”, sin embargo, la experiencia demostró que su
mayor utilidad ha sido al inicio, justo en hospitalización
temprana en pacientes que comienzan con problemas de
ventilación y baja saturación. En este sentido, la Unidad
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 18
 19 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Palabras
DR. ROBERTO TAPIA CONYER
Director General de la Fundación Carlos Slim

La participación del personal de Enfermería histórica- Sin duda, su intervención en la solución de grandes pro-
mente ha sido fundamental ante los grandes retos de sa- blemas de la salud pública, han convertido al personal
lud que ha enfrentado la humanidad. Prueba de ello, es el de Enfermería en un pilar del sistema de salud para la
papel desempeñado frente pandemias como la de viruela, atención integral y oportuna de las personas.
cólera, el virus AH1N1 y, sin duda alguna, ahora en la de
La Unidad Temporal COVID-19 fue resultado de una
COVID-19.
gran alianza entre fundaciones, empresas y gobierno y su
Como una respuesta imperativa ante la pandemia causa- profundo legado para el Sistema de Salud en la Ciudad
da por el virus SARS-CoV-2 en el país, se creó en la Ciu- de México y el Área Metropolitana, es consecuencia de
dad de México, a través de la reconversión del Centro Ci- la suma voluntades, compromiso y dedicación de todo el
tibanamex, la Unidad Temporal COVID-19, que durante personal que operó la Unidad con los más altos estánda-
413 días atendió a 9,088 pacientes y que se convirtió en res de profesionalismo e integridad como respuesta a la
uno de los mejores hospitales de atención de COVID en peor pandemia en los últimos cien años.
México y América Latina.
Todo el trabajo de Enfermería reflejado, su experien-
En este espacio los profesionales de Enfermería destaca- cia, los testimonios y el análisis metodológico, hacen de
ron por su formación, empatía, liderazgo y, sobre todo, este libro un documento histórico, de valor académico
por un profundo sentido de humanismo en el cuidado de y como referente, para el futuro de la salud pública de
cada una de las personas que estuvieron en la Unidad. México y de otros países.
Igualmente, la interacción multidisciplinaria y profesio-
nal con médicos, nutriólogos, psicólogos, fisioterapeutas
y foniatras, entre otros, fue medular para el diseño de una
estructura organizacional que permitió llevar a la exce-
lencia la operación de los procesos implementados.
Cabe resaltar la sinergia lograda en todas las áreas de
atención a pacientes (Terapia Intensiva, Terapia Post In-
tensiva, sala de Puntas Nasales de Alto Flujo y Hospitali-
zación) así como con las áreas administrativas y de logís-
tica (almacenes, farmacia y mantenimiento, entre otras).
Asimismo, su capacidad de resiliencia ante los retos que
continuamente representa hacer frente a una pandemia y
de adaptación a tecnologías de vanguardia, les permitió
atender a los pacientes con elevados estándares de cali-
dad y darles seguimiento incluso cuando ya se encontra-
ban en sus hogares.

Capítulo I. La profesión de Enfermería: su papel en las
epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
ROSIANE APARECIDA DE MELO
GUILLERMINA SILVA MONROY
TERESA CABRERA ESPINOSA
MARÍA DEL CARMEN CARRASCO HERNÁNDEZ
Introducción
Una profesión es una actividad que se ejerce mediante
el dominio de un saber especializado que sirve como
medio de vida. El ser humano tiene una inquietud nata
por descubrir nuevos horizontes, de hecho, a lo largo del
tiempo, en todas las culturas han existido especialistas en
el cuidado de la salud. Entre las profesiones más antiguas
de la humanidad, además de la de cazador y recolector,
está el de la bruja, partera o sanadora; pero, para llegar
a ser sanadora, a diferencia de lo que se consideraba
necesario para ser cazador y recolector, era preciso ser
elegido a través de un proceso propio de cada cultura
por herencia, iniciación en sueños, etc. Además de ser
elegido, se exigía la preparación: conocimientos, saberes
y adiestramiento de habilidades prácticas, para llegar a
ser considerado apto por parte de las sanadoras mayores
y finalmente reconocidas por la sociedad para recurrir a
ella. Esta figura ha perdurado en las diferentes épocas
de la historia por la asunción de distintas responsabili-
dades y roles, aunque teniendo siempre como punto de
referencia los cuidados de salud de las personas y de los
grupos, cuyo resultado ha sido el desarrollo de diferentes
conocimientos y habilidades en función de las demandas
sociales.
A principios del siglo pasado, Enfermería ingresa como
disciplina a los estudios superiores y, desde entonces, está
abocada a delimitar el objeto específico de su estudio y
hacer el proceso de construcción disciplinar; este último
incluye las actuales teorías científicas que tienen que ver
con el hombre y sus necesidades, y los instrumentos me-
todológicos para el proceso enseñanza-aprendizaje. Se
puede decir que es una profesión pujante, necesaria, que
21 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
ha ido evolucionando permanentemente hacia sus defini-
ciones, reflexionando acerca de sus funciones.
De este modo han surgido distintas teorías de la Enferme-
ría, las cuales, según diversas corrientes de pensamiento,
plantean relaciones entre el cuidado, la persona, la salud
y el entorno, en un intento continuo de determinar con
claridad el amplio campo de esta disciplina que enlaza
con muchas otras profesiones.
Actualmente, contamos con un nivel de desarrollo profe-
sional y disciplinar que está dando lugar a una corriente
de opinión que se materializa en diferentes campos de
acción. Enfermería, incluso antes de volverse una disci-
plina, siempre ha estado presente cuando la humanidad
ha tenido que enfrentar pandemias; estos sucesos han de-
velado la fragilidad de los sistemas y servicios de salud,
y a nivel mundial han sido la causa de decesos masivos
y han servido para que se consoliden como proveedores
invaluables del cuidado. México no ha sido la excepción,
pues en su historia están grabados los estragos de en-
fermedades infecciosas que también han cobrado miles
de vidas; entre los episodios más representativos está la
Gripe Española en 1918, y más recientemente la influen-
za AH1N1.
En nuestros días, el mundo está viviendo una pandemia1
1 Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, la escritura adecuada
del nombre de la enfermedad por coronavirus es COVID-19, con mayúsculas
y guion antes de los dos dígitos. Sin embargo, para textos informativos y de di-
vulgación al público en general, la Real Academia Española recomienda escribir
con minúsculas covid-19, que se trata del nombre común de una enfermedad;
el virus se escribe SARS-CoV-2. Con respecto al género gramatical es preferible
el femenino la COVID-19; no obstante, el uso del masculino no se considera
incorrecto, toda vez que el hablante puede vacilar en la elección del artículo.
Igualmente, cabe la posibilidad de usar la forma acortada “covid” y expresiones
descriptivas como “enfermedad del coronavirus”, válidas en español. Covid con
inicial mayúscula se usa cuando hace referencia a un lugar específico al que se le
ha dado nombre propio, casi siempre asociado con una institución: área Covid;
hospital Covid; Centro Covid. (Martínez, 2021, p. 227). En este caso usamos
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
provocada por el virus SARS-CoV-2, una enfermedad
conocida como COVID-19, que, hasta hace no mucho,
supimos que se trataba de una propagación rápida, de tal
modo que cada país vive su propia epidemia. El común
denominador en cada nación ha sido el esmero de los
profesionales de Enfermería por sostener la estrategia
para encarar la emergencia de salud global, tal como lo
han hecho nuestros predecesores en situaciones de la
misma índole.
Esta revisión histórica, junto con la experiencia actual
de la COVID-19, nos permitirá profundizar y apropiar-
nos cada vez más de esta identidad como profesionales,
que repercutirá en la calidad del cuidado de las personas
enfermas y en la aportación del bienestar de la salud in-
dividual y en grupos, en esta nueva normalidad pospan-
demia.
Por lo tanto, el objetivo de este capítulo es mostrar la
evolución de la profesión de Enfermería, así como su
respuesta ante algunas de las contingencias sanitarias
por enfermedades infecciosas, que se han presentado
en México desde la época colonial hasta la pandemia de
COVID-19, a fin de que el gremio reconozca cómo el
ejercicio de la profesión ha influido en el mantenimiento
de la salud de la población.
Metodología
Este capítulo tiene una estructura descriptiva, es decir,
busca que el lector, pertenezca o no al área de la salud,
conozca situaciones reales acerca del pasado de la En-
fermería como oficio, y su evolución como disciplina
científica, y de cómo las pandemias han sido un impulso
para su progreso. Para la elaboración del mismo se rea-
lizó la recopilación de datos secundarios, se recurrió a
documentos de las gacetas médicas que contuvieran in-
formación sobre epidemias pasadas y contemporáneas.
También se recurrió a artículos de revistas médicas don-
de pocas veces aparecía la palabra Enfermería en el títu-
lo, así que la búsqueda consistió en poner por separado
“enfermera”, “influenza”, “1918”, “México”, “AH1N1”,
en los buscadores de sitios como Scielo y Redalyc para
obtener fuentes de utilidad para el desarrollo del capítulo.
También se consultaron publicaciones cuyos autores
eran profesionales de Enfermería, principalmente en las
revistas pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro
Social, Salud Pública México y a la Escuela Nacional
de Enfermería y Obstetricia (ENEO); luego de lecturas
rápidas, se descartaron aquellos artículos que no descri-
bían los cuidados realizados por el personal de Enferme-
Unidad Temporal-COVID-19 o UTC-19.
22
ría durante la epidemia de influenza de 1918, AH1N1 y
COVID-19.
Otro recurso fueron los periódicos en línea con notas
referentes a las medidas adoptadas por las autoridades
sanitarias en los diferentes sucesos históricos, que se
retoman en el capítulo. De igual manera, los sitios gu-
bernamentales de la Secretaría de Salud, la Comisión
Permanente de Enfermería (CPE) y del Centro de Enfer-
medades Contagiosas fueron consultados para ahondar
en temas de lineamientos y fechas de anuncios oficiales
como la declaratoria del fin de las epidemias.
Una vez reunida la información que se consideró necesa-
ria, se inició el proceso de síntesis, buscando destacar los
aspectos relevantes del actuar del gremio en favor de un
impacto positivo para la salud de la población.
Antecedentes históricos de la profesión de En-
fermería en el mundo y en México
A menudo se dice que estar conscientes de nuestro pa-
sado, nos permitirá entender nuestra situación presente
para concebir un mejor horizonte, de ahí que la historia
de la Enfermería sea tan necesaria para comprender el
estado actual de la misma; en esos ayeres está el origen
de muchas de nuestras contemporáneas dificultades la-
borales, de reconocimiento social y político, incluida la
ausencia de un gremio unido. Aceptar nuestro origen, en-
tendiendo que la Enfermería como disciplina ha estado
influenciada por momentos cruciales como las guerras o
las epidemias, así como por la evolución del pensamien-
to de las civilizaciones, la transformación de la organiza-
ción social y la adquisición de nuevas concepciones de
salud y enfermedad ofrecerá herramientas al gremio para
que su ejercicio se adapte al mundo cambiante.
Considerada la figura femenina una simbiosis entre ma-
dre-tierra, las primeras civilizaciones dieron por senta-
do que la mujer tenía las cualidades para crear vida y
preservarla (Matesanz, 2009); este supuesto lo respaldan
las esculturas y pinturas prehistóricas donde están repre-
sentadas deidades femeninas a las que se les atribuía la
protección de la salud.
Desde el inicio de las sociedades, ha habido personas de-
cididas a proporcionar ayuda a quien ha interrumpido su
equilibrio biopsicológico (chamanes, curanderas, brujas,
etc.), poniendo a disposición habilidades adquiridas a
través de la observación y la experiencia o, muchas ve-
ces, aprendidas de sus antecesores; esas actividades que
giraban en torno al cuidado y que, según la cultura, reci-
bía o no un nombre, hoy tiene uno: Enfermería.

Si bien se desconoce a detalle cuándo fue el momento
preciso en que el cuidado de los grupos y familias, unido
a la responsabilidad del propio proceso reproductivo y de
sus semejantes, dio el salto para ser considerado una ocu-
pación formal y, tras incorporar conocimiento y eviden-
cia, erigirse como una ciencia, se puede pensar que fue
con el auge del cristianismo que la vocación de servicio
y ayuda al prójimo como ejercicio de redención terrenal
se popularizó. Según Matesanz, si algo caracterizaba al
oficio en ese tiempo era el “altruismo puro, predicado por
los primeros cristianos, que comulgaba a la perfección
con el pensamiento y motivación de la enfermera cuida-
dora, que se traducía en cuidado caritativo, amoroso y
desinteresado” (Matesanz, 2009, p. 248). Los grupos de
mujeres al cuidado de los enfermos estaban integrados
por viudas, prostitutas, vírgenes, presbíteras, diaconisas
y monjas, siendo estas últimas las que organizaron la
práctica elaborando un bosquejo de la profesión.
En las épocas siguientes, la Enfermería continuó girando
exclusivamente alrededor de la mujer, así que no se con-
cibe la evolución de la una sin la otra, mientras más te-
rreno iba conquistando ésta, también lo hacía la labor de
la enfermera. Muchos nombres suenan como precursoras
en la educación y el ejercicio, sin embargo, la hazaña
de Florence Nightingale marcó un antes y un después en
la manera de ejercer el cuidado. Con ella, la Enferme-
ría logró impulsarse a través de una situación bélica; su
liderazgo nato aunado a su capacidad de comunicación
escrita y su vasto conocimiento de estadística, habilida-
des escasas en las mujeres de la época por el contexto
social que se vivía, jugaron a favor del colectivo enfer-
mero (Amaro, 2004). De entre los progresos que alentó,
se cuenta la construcción de un hospital de campaña, la
imposición de normas básicas como el lavado de manos,
tareas como “la limpieza de alcantarillas, remover res-
tos podridos de animales que bloqueaban los puntos de
distribución de agua, arreglo de pisos en mal estado y
mejoras a la ventilación” (Álvarez et al., 2018, p. 377)
propiciaron una disminución de la mortalidad de los sol-
dados de la Guerra de Crimea, principalmente causada
por enfermedades infecciosas como la fiebre tifoidea o
la difteria.
Nightingale asertivamente documentó de manera narra-
tiva y con datos duros, a través de la estadística aplicada,
el estado sanitario de su jurisdicción durante la guerra,
de tal manera que conocía los problemas anteriores a
su intervención y los posteriores. Todas esas aptitudes
que mostró en campaña fueron moldeando el perfil que,
a su entendimiento, una enfermera debería poseer, con-
23 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
servando la inquietud que le dejaron sus viajes a Ale-
mania, específicamente la visita al Instituto de Diaconi-
sas de Kaiserswerth en el que las mujeres recibían una
enseñanza formal de Enfermería. Fundó la Nightingale
Training School del Hospital Saint Thomas, de la cual
egresaron las primeras enfermeras en 1865 (Torres y
Sanfilippo, 2016), además de publicar varios artículos y
obras editoriales, entre ellas, la más famosa: Notas de
Enfermería: qué es y qué no es. Que Florence, La Dama
de la Lámpara, haya no sólo incursionado en la gestión
de los servicios sanitarios, sino también haya preparado
el terreno de la investigación documental y de la forma-
ción profesional, gestó un cambio en la materia para las
generaciones siguientes.
Al término del siglo XIX “nace la primera Asociación
Profesional de Enfermeras, en Inglaterra, en 1899 se crea
el primer Consejo Internacional de Enfermeras en EE.
UU.” (Matesanz, 2009, p. 251) y, una vez más, la influen-
cia de los acontecimientos bélicos internacionales, como
fueron la Primera Guerra Mundial y la Guerra Española,
demandaban la incorporación de enfermeras a la emer-
gencia: la Enfermería como profesión había germinado
ya en el mundo.
Profesionalizar a quien cuida: un desafío para
México
Los progresos ya ocurrían en países como Alemania, In-
glaterra y España durante y a finales del siglo XIX, pero
para ese período de la historia ¿qué pasaba en Latinoamé-
rica?; específicamente: ¿qué pasaba en México? Una vez
más la cosmovisión sumada a factores históricos y demo-
gráficos influenció la manera en que el pueblo mexicano
respondió ante la enfermedad, configuró la imagen de la
persona que necesitaría para hacerle frente y la forma en
la que esta actuaría. Al inicio, en el período posclásico,
la figura del ticítl mediante remedios herbolarios sanaba
enfermedades; la participación de la mujer era activa, se
le conocía como temixihuiani; su relevancia era única
debido a su atención médica y espiritual durante el em-
barazo, ella daba indicaciones a la mujer preñada para
evitar problemas en el parto (Andalón, 2016).
Transcurrida la Conquista y bien instalada la época vi-
rreinal, las órdenes religiosas eran quienes asistían a los
enfermos en las instituciones o en domicilios, dado que
era poco común que un hospital contara con personas ca-
pacitadas para el servicio. Las monjas, procedentes de
España, tuvieron la iniciativa de formar una orden con
jóvenes mexicanas, quienes debían cumplir las siguien-
tes características para ser admitidas:
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
Ser soltera y tener de 16 a 28 años; hallarse sana de cuer-
po y espíritu, sin defecto corporal y esencialmente de la
vista; proceder de legítimo matrimonio y contar con una
ascendencia sin mancha en el honor y la fama; poseer la
suficiente fuerza física para soportar las fatigas propias de
su nuevo estado; ser instruida en los principios religiosos;
saber leer y escribir y, por último, gozar de la buena fama
que da una conducta intachable. Exigíasele solamente a la
neófita, al entrar en la comunidad, la ropa blanca y, por
vía de dote, una cantidad módica, no excediendo aquella
de doscientos pesos. (García, 1904, p. 43)
La dependencia de las entidades religiosas permaneció
constante hasta la promulgación de las Leyes de Reforma
(1857-1859). Hasta ese momento fue que los servicios
de salud, en especial los médicos, experimentaron la es-
casez de personal de apoyo; hasta entonces, no existía la
educación formal ni el espacio físico para el aprendizaje
en la materia.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, el doctor Eduardo
Liceaga propuso la creación de una escuela dedicada a
24
la formación de personal auxiliar médico. Cabe mencio-
nar que este periodo histórico en el país se caracterizó
por buscar la modernidad y la imitación del progreso que
Europa vivía en varios ámbitos, así que bajo ese discurso
Liceaga invitó a algunas enfermeras extranjeras que esta-
ban a la vanguardia de la práctica para dirigir la Escuela
de Enfermería. Dado que se “sostenía y promovía el en-
trenamiento en Enfermería con características pertinen-
tes para ser asistente, conservando el modelo de la enfer-
mera-sirviente con un desarrollo básico de su práctica y
controlada por los médicos” (Torres y Sanfilippo, 2016,
p. 156), algunas de las directoras sostuvieron importantes
desacuerdos con Liceaga; entre ellas, Rosa Warden, cuya
enseñanza motivaba la autonomía de las alumnas, la in-
cursión en todos los servicios del hospital y la amplitud
de sedes para las prácticas, además de ser la primera en
implementar la evaluación del curso mediante examen.
Sus sucesoras fueron dos enfermeras alemanas, Maude
Dato y Gertrudis Friedrich, mismas que se encargaron de
insertar, de manera organizada, la plantilla de Enfermería

en el recién inaugurado Hospital General de México en
1905. Se puede considerar que, con el fin del siglo XIX,
concluyó la primera etapa de la profesionalización de la
Enfermería, cuya finalidad radicaba en dotar de personal
faltante al hospital al que pertenecía la escuela.
En la siguiente fase, posterior a la Revolución Mexicana
y con la reapertura de la Universidad Nacional Autóno-
ma de México (UNAM), algunas de las escuelas de En-
fermería en el país quedaron a cargo de las Facultades de
Medicina. Para este momento ya se contaba con planes
de estudio definidos, con materias como anatomía, cu-
raciones, atención a la embarazada y al niño, aunque la
enseñanza aún recaía en los médicos.
A mediados del siglo XX, la Escuela Nacional de En-
fermería y Obstetricia (ENEO) logra su autonomía y se
instaura el primer curso para capacitar enfermeras en
la docencia; a partir de este momento la disciplina fue
considerada carrera universitaria. El entusiasmo de los
profesionales, en su mayoría mujeres, se veía influencia-
do por los cambios sociales que en el país tenían lugar,
uno de ellos: la participación de éstas en las elecciones
al emitir su voto por primera vez en 1955. A medida que
se iban creando escuelas de Enfermería en el país, se for-
jaba una “madurez para las enfermeras, al adquirir una
conciencia moral que implícitamente contribuyó a perfi-
lar la profesión hacia su despegue a un alto nivel” (Torres
y Zambrano, 2010, p. 108); este suceso ocurría a la par
de que las enfermeras asumían en algunas instituciones
educativas la dirección y elaboración del modelo educa-
tivo a seguir.
La apertura de hospitales especializados, la creación de
programas para la atención de salud de los mexicanos, la
explosión demográfica, el contexto epidemiológico, así
como la influencia de los avances científicos y tecnológi-
cos demandaron a las universidades la reelaboración de
los planes de estudios, estructurando un perfil de ingreso
y egreso que contemplara habilidades para cada grado
educativo, ya sea nivel técnico o licenciatura. Para 1997
se inician los estudios de posgrado en la ENEO y “en
2002 se aprueba el Plan de Estudios del Programa de
Maestría en Enfermería” (Torres y Zambrano, 2010, p.
110). El nivel de Doctorado se implementa en 2001 en
la Facultad de Enfermería incorporada a la Universidad
de Guanajuato.
Ha sido el trabajo conjunto de profesionales ávidos de
desarrollarse a nivel individual y de gremio, lo que ha
permitido alejarse del modelo empírico-práctico, para
reconocer que la esencia de Enfermería es el cuidado de
25 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
la persona.
Las epidemias vistas como una oportunidad
Una epidemia es una enfermedad que se propaga activa-
mente debido a un brote descontrolado y que perdura en
el tiempo; su característica principal es que el número
de casos se limita a un área geográfica específica. Dicha
emergencia epidemiológica puede evolucionar a pan-
demia cuando dos criterios se cumplen: el brote afecta
a más de un continente y el origen de los casos regis-
trados en cada país son por transmisión comunitaria y
no por importación. Pero, remontándonos tiempo atrás,
estos conceptos no siempre estuvieron bien definidos y
los equipos de respuesta ante emergencias sanitarias se
organizaban de manera empírica, e influenciados por el
espíritu de ayuda al prójimo más que por decreto guber-
namental.
El acervo histórico disponible sobre las epidemias en
México tiene una notoria ausencia de información so-
bre la actuación de las enfermeras y enfermeros, poco se
sabe de los cuidados que brindaron a la población hasta
antes del siglo XIX. Es por ello, y por la alta letalidad
que significó para el censo demográfico, que se aborda-
ron a detalle tres epidemias, así como algunos hitos nota-
bles de personajes dignos de robustecer la admiración a
los colegas que nos preceden.
La viruela: esbozos de la Enfermería comunita-
ria
Actualmente, el concepto de la Enfermería Comunitaria
se define como: La disciplina que sintetiza los conoci-
mientos teóricos y las habilidades prácticas de la Enfer-
mería y la salud pública y los aplica como alternativas
(estrategias) de trabajo en la comunidad, con el fin de
promover, mantener y restaurar la salud de la población,
contando con la participación (comunitaria) de ésta, me-
diante cuidados directos e indirectos, a individuos, fami-
lias, otros grupos y a la propia comunidad en su conjunto,
como miembro de un equipo multidisciplinario. (“¿Qué
es la Enfermería Comunitaria?”, s.f.)
Aunque esta rama de la Enfermería no estuviera estable-
cida como una especialidad, así como la propia profe-
sión, su naturaleza práctica estaba fundamentada por los
problemas de salud en los momentos históricos de epi-
demias. Por ejemplo, el virus de la viruela tuvo un gran
impacto en la salud de la población nativa del país, co-
brando millares de vidas, desde 1520 hasta 1952, cuando
México se declara libre de la enfermedad. La respuesta
a la epidemia inició en la época colonial y se extendió
hasta la era posrevolucionaria con una ardua campaña
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
de vacunación, a fin de disminuir la incidencia y preva-
lencia que mantenían activos los contagios en gran parte
del continente americano. Aunque hay pocos datos de la
participación del personal de Enfermería en esta estrate-
gia, hay dos personalidades que resaltan y cuyos nom-
bres han sido utilizados para denominar dos preseas que
actualmente se otorgan en México a los profesionales
que se hayan distinguido por una excelente trayectoria y
labor trascendente: Isabel Zendal y Lucía Salcido.
Reconocida por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) “como la primera enfermera en misión interna-
cional por su papel clave en la Real Expedición Filantró-
pica de la Vacuna” (Siles Rodríguez, 2017, párr.7), Isabel
Zendal dejó clara su vocación de servicio y compromiso
al dejar su país de origen para embarcarse en uno de los
mayores esfuerzos que requería el mundo para erradicar
la viruela. Zendal fungía como rectora de una de las Ca-
sas de Expósitos que había en La Coruña; fue en 1803
cuando se integró como parte del grupo encargado de
inmunizar por contagio al mayor número de personas en
América y Asia. Junto a ella navegarían su hijo, más 21
niños huérfanos de entre tres y diez años, quienes serían
el reservorio de la vacuna, es decir, la preservación del
virus aislado era tan complicada en condiciones de nave-
gación, que el Dr. Balmis, decidió utilizar la técnica de
“brazo en brazo” (García et al., 1992, p. 580). Para ello,
se introducía el virus a uno de los niños y ya que los gra-
nos de viruela cumplieran las características necesarias,
se le realizaban de dos a cuatro punciones para obtener
la secreción que se insertaba con una lanceta en lo más
superficial de la piel a otro niño; transcurrían aproxima-
damente diez días para replicar el procedimiento.
Isabel cuidaba de los niños con los inconvenientes que
supone una navegación extensa; desafortunadamente
uno de ellos perdería la vida antes de tocar tierra ameri-
cana. Primero llegaron a Venezuela, donde se inmunizó
otro tanto de niños para dividir la comitiva a fin de tener
un mayor alcance, así la enfermera española emprendería
su siguiente viaje a México donde continuaría velando
por la salud de los menores. Aquí la difusión de la va-
cuna en el centro y sur tampoco sería sencilla; esta vez,
la comitiva sería transportada en mulas. Se desconoce el
sentir que le generaba a la enfermera Zendal el cuidar a
chicos con fiebre, cansancio, hambre y malestar general,
haciendo lo que le era posible para evitar el riesgo de
una infección secundaria a pústulas expuestas a objetos
contaminados. Sin embargo, las cartas escritas por Bal-
mis describen “las funciones de la antigua Rectora asis-
tiendo y cuidando noche y día a los pequeñuelos en sus
26
sufrimientos y, necesariamente, curando las lesiones de
evolución de la vacuna” (Bustamante, 1975, p. 355); en
otros textos se detalla la pérdida de su salud por el exceso
de trabajo. El precedente que sentó su misión en la salud
pública quedó en el olvido por muchos años, incluso en
su nación; sin embargo, México, en retribución, cuidó a
su hijo mientras ella desempeñaba una segunda campaña
de vacunación, con destino a Filipinas y a cargo de niños
mexicanos. A su regreso se reencontró con él en Puebla
donde finalizó sus días.
Para que la Enfermería comunitaria promueva hábitos
saludables se necesita que el profesional se involucre en
la dinámica social de la entidad, muchas veces exponien-
do su seguridad, tal es el caso de Lucía Salcido, auxiliar
de Enfermería, quien fue “asesinada en 1944 al vacunar
en la Sierra de Sinaloa y Durango” (Paredes et al., 2004,
p. 324). La viruela, en el siglo XX, seguía representando
un problema de salud pública, así que el programa de in-
munización continuaba, según una nota publicada en un
periódico de Sinaloa, por Santos (2019). Fue al finalizar
la jornada de vacunación cuando la brigada coincidió en
el camino con varios hombres armados perseguidos por
la policía. Las enfermeras iban acompañadas del síndico
del pueblo, quien, en cumplimiento con su deber, intentó
capturar a los presuntos delincuentes, detonando un ti-
roteo que terminó con la vida de Lucía. Actualmente, en
su honor, se entrega cada año un premio con su epónimo
para reconocer a la auxiliar de Enfermería que se haya
distinguido en su ejercicio.
Epidemias de la influenza española de 1918 y el
papel de la Enfermería
En México, el siglo XX inició con la detonación de cri-
sis simultáneas que reflejaban el descontento de varios
sectores de la sociedad ante el gobierno de Porfirio Díaz.
Dichos descontentos derivaron en el estallido de un con-
flicto armado que expondría la vulnerabilidad de la po-
blación ante la enfermedad, en un país donde la mayoría
era rural y en condiciones de pobreza; las epidemias por
lo tanto encontraban terreno fértil para instalarse.
La fiebre amarilla, el tifo exantemático, la viruela y el
paludismo fueron algunas de las afecciones con las que
lidiaron las tropas revolucionarias, sin distinción de ban-
do. Estos grandes movimientos de masas retrocedieron
los avances logrados por las campañas de salud pública
en años anteriores, propiciando la reaparición de focos
infecciosos en zonas que se consideraban endémicas, así
como en otras localidades en donde nunca se habían re-
gistrado brotes y abrieron paso a padecimientos desco-
 27 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

nocidos. fuera creolina o sulfato de cobre, por mencionar algunas;

aislamiento inmediato ante la presencia de síntomas; se
La influenza española, como señala Sanfilippo, fue “el
prohibió escupir en la vía pública; se recomendó a las fa-
último episodio epidémico de esta época, que propiamen-
milias mantener una dieta balanceada; también se sugería
te dicho, es la despedida del periodo revolucionario, fue
un listado de medicamentos que paliaban las molestias.
una enfermedad de la cual casi se desconoce todo y dejó
muy pocos testimonios de su aparición en México” (San- La Ciudad de México contaba con el Hospital General
filippo, 2010, p. 165). La prensa dejó plasmadas cifras para la atención de las personas con síntomas respirato-
irregulares de contagios y defunciones, así como algunas rios severos. De hecho, El Universal informó cuando el
medidas adoptadas por las autoridades sanitarias; de los director “ordenó se alistara un pabellón, que sería desti-
canales oficiales apenas hay informes, lo que convierte nado únicamente a los atacados del mencionado mal, y
en una tarea superlativa el hallazgo de la participación de en el que, como de costumbre, se observaría una perfecta
las enfermeras en esta emergencia sanitaria, sobre todo si antisepsia” (Ramírez et al., 2020, párr. 36); la saturación
se tiene en cuenta que, para 1918, la profesión daba sus de este recinto no tardó en ocurrir. No hay registro para
primeros pasos. conocer el cuidado recibido por los pacientes en el noso-
comio, sin embargo, se sabe que este era sede de prác-
La educación formal de la Enfermería tenía relativamen-
ticas de las alumnas de Escuela de Enfermería, que en
te poco de haberse instaurado en México cuando la in-
esa fecha dependía aún de la Facultad de Medicina de
fluenza llegó. Las escuelas donde se enseñaba la práctica
la UNAM. En los estados como Coahuila y Durango se
del cuidado eran pocas y se ubicaban en las principales
crearon juntas de sanidad “conformadas por tres perso-
ciudades de los estados, por ejemplo, San Luis Potosí,
nas para el manejo de fondos, uno o dos médicos de la
Oaxaca, el Estado de México, Chihuahua y la Ciudad de
autoridad política, dos practicantes y unas brigadas de
México contaban con una (Cárdenas et al., 2011), así que,
diez a quince personas, según la importancia de la po-
partiendo de este punto, se puede comprender que, ante
blación” (Molina, 2021, p. 26). Algunos autores como
una situación crítica de salud pública, el personal de En-
Gómez (2020) afirman que estos grupos encargados de
fermería con el que se contaba fuera insuficiente, como
educar a las personas en cuanto a las disposiciones para
lo relataban algunos periódicos e incluso telegramas res-
limitar los contagios estaban constituidos por estudiantes
guardados por el Archivo Histórico de la Secretaría de
de medicina y médicos especialistas todavía en forma-
Salud. En ellos era queja constante la falta de médicos,
ción; no obstante, el testimonio de un campesino recu-
personal y medicinas (Molina, 2021), interpretando que
perado del Diario El Siglo de Torreón menciona a las
las enfermeras estaban incluidas en esa referencia hacia
enfermeras como parte de los equipos:
el “personal”. Esta situación fue común en el mundo y en
Estados Unidos de América; para resolverla, se hizo un Un día como a las tres de la tarde corrió la voz en la casa:
llamado a las mujeres para unirse a la respuesta sanitaria ‘¡hay (sic) viene la brigada de enfermeras!’, yo tenía la ca-
y la Cruz Roja fue trascendental para capacitarlas. beza amarrada y una cobija, pronto me quité la garra y
tiré la cobija, me doblé las mangas de la camisa y me paré,
El inspector general de Sanidad en turno “anunció un
pero siempre recargado en la pared y empecé a querer chi-
plan de acción con dos objetivos fundamentales: abaste-
flar, pero todo lo había hecho para que no me dieran las
cer las necesidades del personal de Enfermería, hacién-
pastillas de la muerte, las pastillas que daban las enferme-
dose cargo de sus salarios, y proporcionar los suminis-
ras, eran para que se muriera la gente; afortunadamente
tros de emergencia necesarios: mascarillas, hospitales de
no entraron a la casa, se me quitó el susto. (Ilhuicamina,
campaña, etc.” (Tuells y Montagud, 2010, p. 34).
2006, párr. 2)
Los primeros brotes, en la capital de México, se dieron
Desafortunadamente no hay más referencias para saber
en los cuarteles y los afectados fueron trasladados al
aspectos importantes: ¿qué tipo de medicamento era el
Hospital Militar; en ese año la plantilla del ejército no
que suministraban a las personas?, ¿a qué personas les
contaba con enfermeras ya que la escuela adscrita al Co-
proporcionaban ese fármaco?, ¿cada cuántos días reco-
legio Militar se fundó hasta 1938. Conforme aumentaron
rría las calles esa brigada? Detalles como esos represen-
los casos, cada estado actuó de diferentes maneras; en
tan una pérdida en la historia del gremio nacional, no así
general todas las autoridades de salud hacían llegar a la
en países como Canadá, en donde el historiador Crosby
población medidas preventivas tales como: asear riguro-
(1989) afirma que las enfermeras fueron “más importan-
samente las casas utilizando soluciones antisépticas, ya
tes que los médicos […], fueron la sopa, las mantas, el
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
aire fresco y el cuidado tierno y amoroso, que mantuvie-
ron al paciente con vida hasta que la enfermedad desa-
parecía; esa fue la droga milagrosa de 1918” (Crosby,
1989, p. 7, tomado de Groft, 2006). Por aquel tiempo, la
medicina desconocía que el agente causal de tan catas-
trófica enfermedad era un virus H1N1 de origen aviar.
En consecuencia, las intervenciones de los galenos eran
inefectivas, pero la Enfermería no necesitó identificar al
enemigo, ella siempre supo poner al paciente en las ópti-
mas condiciones para que la naturaleza interviniera sobre
él, como Nightingale exponía (Woodhan, 1992).
Se desconocen las cifras exactas de las defunciones y del
número de personas infectadas a causa del “trancazo”;
tampoco hay informes del personal sanitario total para
enfrentar la epidemia. Es muy probable que su salud se
viera afectada como pasa en la actualidad con la CO-
VID-19; tan sólo encontramos una alusión con Ramírez
(2021), la que militares de una base de Amecameca re-
portaron 39 enfermos, incluido el médico y la enfermera.
La subordinación médica, de la que la profesión aún no
lograba desprenderse, puede haber influido en que las
actividades realizadas por los profesionales de Enfer-
mería durante esta epidemia pasaran desapercibidas en
los registros oficiales, coincidiendo con la reflexión que
Almudéver y Camaño (2018) hacen sobre este suceso.
Con la presencia que actualmente tiene el gremio, es di-
fícil creer que nuestras antecesoras no participaron acti-
vamente, sobre todo si se tiene en cuenta que las mujeres
habían jugado un papel fundamental en los años anterio-
res con la Revolución Mexicana.
México como epicentro de la influenza AH1N1
de 2009 y el papel de la Enfermería
Durante el siglo XX, la Enfermería en México tuvo im-
portantes avances en la formación de recursos impul-
sados por las políticas de salud que implementaron los
gobiernos en turno; acciones como la construcción de
hospitales de alta especialidad, el interés por la preven-
ción y erradicación de enfermedades transmisibles de-
mandaron la integración de personal calificado, así que
para finales de siglo la licenciatura, las especialidades y
el grado de maestría eran un hecho.
Otro hito importante para la profesión fue la creación de
la Comisión Permanente de Enfermería (CPE) en 2007,
un ente que tiene el objetivo de “contribuir al mejora-
miento de la calidad y eficiencia de los servicios de aten-
ción a la salud, a su adecuada formación y al desarrollo
y superación del personal…” (Comisión Permanente de
Enfermería, Gobierno de México, 2017, párr.1). Todo
28
este progreso se pondría a prueba cuando las alertas sa-
nitarias anunciaron la presencia en México de una va-
riante desconocida de virus tipo A, los causantes de la
influenza.
En abril de 2009 las autoridades de salud dieron aviso
de un comportamiento epidémico inusual, la temporada
invernal había culminado y los casos de neumonía atípi-
ca continuaban presentándose. Una vez aislado el virus,
se reconoció que era una cepa nueva, una combinación
del genoma de influenza aviar, porcina y humana; para
finales de mes la OMS elevaba la alerta a nivel 4, debi-
do a la transmisión de persona a persona que originaba
brotes dentro de una comunidad; casi de inmediato, se
evolucionó a nivel 5 con la advertencia del riesgo de una
pandemia (Alonso, 2010, pp. 36-37).
Cuando el virus de AH1N1 puso en peligro la salud de la
población, ya se tenía una línea a seguir, ya que, en 2003,
cuando la gripe aviar fue considerada potencial pande-
mia, México conformó un grupo de trabajo con todas las
dependencias de salud que sentó las bases para establecer
un plan de respuesta que contemplaba la vigilancia epi-
demiológica, la difusión de medidas preventivas, la aten-
ción médica y la gestión de insumos; por consiguiente,
las autoridades ya tenían un modelo de atención planea-
do cuando se presentó esta nueva infección.
El virus de AH1N1 demostró alto potencial de contagio,
pero bajo en letalidad; no obstante, el número de casos
demandó al grado de saturación las unidades de primer
nivel de atención, así como los servicios de terapia inten-
siva. Sin embargo, con un sistema de salud descentrali-
zado como en México, cada gobierno estatal representa
una autoridad sanitaria, lo que originó una respuesta he-
terogénea a la epidemia: en los estados del sureste no
todos los hospitales se destinaron para la atención de las
personas infectadas, mientras que en la capital las unida-
des hospitalarias se equiparon con insumos biomédicos
(camas, ventiladores artificiales, etc.), incluso se contrató
personal de salud, sin olvidar la ventaja que representó
la participación de la plantilla del Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias (INER) (Pérez et al., 2009,
p. 10).
El Departamento de Enfermería adscrito al INER “cons-
ciente de su papel normativo en salud respiratoria” (Pé-
rez et al., 2009, p. 9) elaboró un plan para hacer efec-
tivos los procesos de atención, con el aprovechamiento
de los recursos materiales y capital humano disponible.
Por consiguiente, desde la fase previa al aviso guberna-
mental de la situación, las supervisoras del departamento

comunicaron la emergencia a su personal a cargo. Sus
acciones de gestión dieron inicio con la solicitud de mas-
carillas N95, batas desechables, goggles, uniformes qui-
rúrgicos de algodón y alcohol gel; también supervisaron
el espacio físico para designar las áreas donde se concen-
trarían los pacientes; con esto, contabilizaron el equipo
biomédico existente y su necesidad de mantenimiento.
Para el personal operativo prepararon sesiones informati-
vas sobre la influenza, además de reforzar el uso correcto
del Equipo de protección personal (EPP), la técnica de
aislamiento por gota y la práctica de lavado de manos.
El INER es un centro de referencia hospitalaria; la po-
blación que atiende proviene de todo el país y, durante
la contingencia en 2009, no fue la excepción, tal fue la
demanda que se instaló como primer contacto al personal
de Enfermería en el triage (primer contacto de los pa-
cientes con la unidad de salud), valorando e identificando
a la población que podía llevar tratamiento en casa y la
que requería de atención especializada. Las enfermeras y
enfermeros del instituto, además de fortalecer las activi-
dades de atención directa al paciente, también orientaron
en las medidas de prevención a los familiares que asis-
tieron a las limitadas visitas, aplicando sus habilidades
como educadores (Pérez et al., 2009).
Las líneas de acción descritas se documentaron y sirvie-
ron de guía para hospitales ubicados en el interior de la
república, donde el personal de Enfermería no tenía des-
29 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
treza en el manejo de pacientes críticos y con enfermeda-
des transmisibles, como lo exponen Volkow y colabora-
dores (2011), en su experiencia en el Hospital Regional
de Chiapas. Dicha institución recibió apoyo de un grupo
multidisciplinario para estandarizar procedimientos. La
aportación de Enfermería estuvo dirigida hacia la mejora
del cuidado de los dispositivos de accesos vasculares y
periféricos; también brindó entrenamiento en la técnica
de aspiración de secreciones por circuito cerrado, diáli-
sis peritoneal e instalación de sonda vesical, además de
sugerir algunos cambios estructurales como la creación
de una central de mezclas para la preparación exclusiva
de medicamentos. En conjunto, estas intervenciones dis-
minuyeron la estancia hospitalaria de las personas que
ingresaban con un diagnóstico inicial de influenza. Ese
hecho está respaldado por Córdova (2017), quien men-
ciona el impacto de “la formación de Equipos de “man-
do” compuestos por médicos especialistas, residentes y
enfermeras que fueron enviadas a diferentes estados a
educar sobre el servicio y ayudar en el aumento de la ca-
pacidad para la implementación de ventilación mecánica.
En todos los casos, estos equipos ayudaron a reducir la
mortalidad en los hospitales visitados” (Córdova, et al.,
2017, p. 109).
Aunque las edades promedio de los pacientes que ingre-
saban a las unidades de salud iban de los 25 a los 45 años
(Rodríguez y Franco, 2009), los hospitales pediátricos
también adecuaron medidas para el desafío epidémico;
estas seguían la línea de lo ya revisado anteriormente:
difusión de medidas preventivas (higiene de manos, eti-
queta respiratoria), asignación de áreas exclusivas y fo-
mento del uso de equipo de protección para el personal
en contacto directo con pacientes diagnosticados con in-
fluenza (Serrano et al., 2009).
En Europa, hacia la recta final de la epidemia se obtuvo,
en octubre de 2009, la vacuna contra el virus AH1N1; a
pesar de ser México el epicentro, la campaña de inmu-
nización dio inicio hasta noviembre de 2009. Priorizó al
personal de salud, aunque en su momento sólo se logró
la cobertura del 60% (Menéndez, 2014), debido al recha-
zo “por temor a efectos secundarios de la inmunización”
(Vélez y García, 2010, párr. 1).
Finalmente, la OMS declaró el término de la pandemia
en 2009 (NCIRD, 2019) de un virus de propagación ve-
loz, un agente que le recordó al mundo moderno que la
relación del ser humano con el medio ambiente impacta
en la salud global; una enfermedad que eligió a México
como anfitrión y puso a prueba la capacidad de respuesta
inmediata de la plantilla de Enfermería.
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
COVID-19 una nueva enfermedad y una Enfer-
mería renovada en 2020
A principios de 2020, entre una tensión bélica que ame-
nazaba con desatar una tercera guerra mundial, sigilo-
samente se iba instalando entre las personas un virus
desconocido. Por algunas semanas logró pasar desaper-
cibido ante los ojos médicos de China, dada la similitud
de signos y síntomas que la COVID-19 (Corona Virus
Disease 2019) tenía con otros cuadros respiratorios; al
cabo de unos meses los estragos de la nueva infección
se fueron distinguiendo en cada uno de los continentes.
Era un año marcado para hacer un reconocimiento a to-
dos los profesionales de Enfermería, el 12 de mayo de
2020 sería la culminación de tres años de la campaña
Nursing Now emprendida por el Consejo Internacional
de Enfermeras, cuyos ejes eran fortalecer el liderazgo de
los y las profesionales, consolidar la Enfermería de Prác-
tica Avanzada y pactar con líderes gubernamentales me-
joras en las condiciones laborales (Secretaría de Salud,
2018); sin embargo, la declaratoria de la pandemia por
parte de la OMS el 11 de marzo cambiaría el escenario
festivo (OPS, 2020).El mundo que enfrentó 11 años atrás
al virus de la influenza no era el mismo que el que actual-
mente lidia con el SARS-CoV-2, y la facilidad con la que
se propagó la enfermedad hizo evidente lo conectados
que están los humanos, pues tan sólo dos meses después
de que se presentara el primer caso en China, se identifi-
có a la primera persona infectada en México. Desde ese
momento, las autoridades sanitarias del país empezaron
a preparar el plan estratégico para la contención de los
contagios.
México, en primera instancia, optó por la mitigación de la
pandemia difundiendo mensajes en los medios de comu-
nicación que promovían el aislamiento de las personas
infectadas, el distanciamiento social voluntario, prácticas
de higiene con énfasis en el lavado de manos, así como la
interrupción de las actividades económicas no esenciales
(PNUD, 2020, p. 13), pero la adhesión de la sociedad a
las medidas establecidas en conjunto con las ambigüe-
dades que presentaban, facilitó la propagación acelerada
de la enfermedad, orillando a las autoridades a apostar
por la contención. Fue así que la participación de los
profesionales de Enfermería se volcó a la reconversión
hospitalaria en cada una de sus etapas, pues, así como se
dispuso de la infraestructura que habitualmente no eran
áreas de atención especializada, también se redistribuyó
al personal, integrando a la mayor cantidad posible de
activos para responder a la demanda de servicios.
30
Por su parte, la CPE elaboró el “Plan de Respuesta Es-
tratégica de Enfermería ante COVID-19” que estaba
en sintonía con las acciones del gobierno federal. Este
plan contempló siete puntos: el primero era un Programa
Nacional de Capacitación COVID-19, con la finalidad
de que todo el personal tuviera los conocimientos para
brindar los cuidados requeridos por los pacientes, para
ello se recurrió a plataformas digitales; los siguientes
dos puntos estaban enfocados en preservar el bienestar
de los profesionales ya que se incentivaba la adopción
de hábitos saludables y se hacía énfasis en la necesidad
de proporcionar el EPP óptimo para evitar la exposición
al virus. También se le dio importancia al cuidado cen-
trado en la persona, y la CPE señaló la importancia de
intervenciones con sentido humanista. Otro tema que
se incluyó en el plan era el llamado a la ciudadanía a
evitar los actos de violencia y discriminación hacia las
enfermeras y enfermeros, que desde etapas tempranas
de la epidemia tuvieron lugar. Se consideró también la
posición de los estudiantes y pasantes de Enfermería, ex-
tendiendo el llamado a actuar sin exponerse. Finalmente,
el último eje era en referencia a la necesidad de reforzar
la contratación de profesionales, ya que el país sólo dis-
ponía de 237,431 elementos (Comisión Permanente de
Enfermería, 2020).
A partir de abril de 2020, la estrategia de reconversión
hospitalaria consistió en la habilitación de espacios de re-
creación como unidades de atención temporal exclusivas
para pacientes positivos a COVID-19. Los de mayor ca-
pacidad fueron el Hospital Provisional Autódromo Her-
manos Rodríguez, administrado por el Instituto Mexi-
cano del Seguro Social (IMSS) y la Unidad Temporal
COVID-19 (UTC-19), ubicada en Centro Citibanamex,
una “colaboración público-privada… con un modelo
inicial para intervenciones efectivas de atención hospi-
talaria temprana” (Sánchez et al., 2021, p. 95); en estos
espacios se destacó la inclusión de pasantes de Enferme-
ría y de otras carreras en etapa de servicio social como
principal fuerza de trabajo.
La dinámica en los servicios de salud cambió con la
epidemia, desde el triage, la forma de desechar los re-
siduos generados, hasta la forma en la que los pacientes
tenían contacto con sus familiares, debido al aislamiento
estricto que requería la COVID-19. Asimismo, las pre-
cauciones de protección personal para atender pacientes
con enfermedades transmisibles al que el personal esta-
ba habituado sufrieron adecuaciones, representando una
experiencia nueva para gran parte del equipo de salud.
En la mayoría de los centros sanitarios hubo apego al

lineamiento técnico que emitió la Secretaría de Salud, en
el que se especificaron los elementos que componían el
EPP, de acuerdo con las actividades a ejecutar con los
pacientes; se hacía énfasis en la delimitación de zonas
limpias para vestir el EPP y las zonas sucias para retirar
el mismo (De Andrés et al., 2021). Enfermería compren-
dió los momentos críticos de este proceso, situación que
generaba estrés por el riesgo de contaminación, además
de que el uso prolongado ocasionó lesiones en la piel y
sensaciones corporales y emocionales desagradables,
tanto que en las unidades temporales se formaron comi-
siones específicas para la prevención y curación de estas
lesiones en el personal operativo.
Ante la crisis de salud que ha propiciado la COVID-19,
aumentaron las exigencias de cuidado, así como la aten-
ción oportuna y los procedimientos de alta especialidad
del profesional de Enfermería, ya que el virus estaba le-
jos de limitarse al sistema respiratorio; al contrario, una
cantidad considerable de personas mostraban afectacio-
nes multisistémicas demandando habilidades en manejo
de accesos vasculares y heridas, también en cuidados a
pacientes con enfermedad renal e intervenciones propias
de los adultos mayores. Hubo técnicas de especialidad
que Enfermería ya realizaba en áreas puntuales y que se
retomaron para la atención del paciente crítico; una de
ellas fue la pronación (colocar paciente boca abajo) de la
persona intubada para optimizar la oxigenación.
La contribución del gremio ha sido extensa durante la
contingencia de salud. Entre sus actividades se identifica
la coordinación de un equipo de trabajo que se concen-
tra en la planeación de acciones e intervenciones de En-
fermería, que selecciona y delega funciones de acuerdo
con competencias profesionales, que van desde la ges-
tión, promoción de la salud, educación, investigación
y formulación de planes estratégicos. También estuvo
a cargo de la organización de los servicios y gestión de
los recursos de forma eficaz y eficiente para facilitar la
prestación de los cuidados de Enfermería. La saturación
de hospitales exigió la distribución de personal operativo
para equilibrar las cargas de trabajo; para que los servi-
cios operaran adecuadamente se promovió y facilitó la
comunicación efectiva entre el equipo multidisciplinario
(Gomes, 2011).
A pesar de la situación de emergencia, los líderes de la
profesión no desestimaron la identificación y evaluación
del trato digno proporcionado por las enfermeras y en-
fermeros a pacientes, así como la valoración del nivel de
satisfacción de las personas atendidas. La adhesión a las
unidades de atención COVID-19 de elementos jóvenes
31 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
permitió la incorporación de las tecnologías vinculadas a
la práctica clínica y evaluación, así como la transferencia
del conocimiento de las generaciones experimentadas de
profesionales. Definitivamente, la combinación de todas
las situaciones experimentadas en las instituciones favo-
reció la documentación de proyectos de investigación
(Gomes, 2011). Cada institución ha adecuado las acti-
vidades descritas a beneficio del equipo de trabajo, pero
sobre todo del paciente.
Fue innegable el déficit cuantitativo de enfermeras y
enfermeros, en instituciones de todos los niveles de
atención, incluso también los hogares lo resintieron ya
que muchas personas, fuera por saturación hospitalaria
o decisión propia, se atendieron en casa a pesar de re-
querir cuidados específicos. No se encuentran noticias o
artículos de investigación sobre la labor del personal que
ha ofrecido atención domiciliaria, ya sea de manera inde-
pendiente o a través de agencias, en todos los meses de
epidemia activa, pero sin duda en el día a día era frecuen-
te ver a familiares solicitando en redes sociales servicios
de Enfermería.
El plan de reconversión hospitalaria enfocado en la
atención a los pacientes COVID-19 desplazó al resto de
personas que usualmente requieren de los servicios de
salud, viéndose en la necesidad de explorar alternativas.
Por ejemplo, las mujeres embarazadas “disminuyeron la
búsqueda de servicios de cuidados prenatales y de aten-
ción del parto en hospitales, lo que se tradujo en un au-
mento de los nacimientos domiciliarios, por lo cual la
labor de las parteras profesionales ha cobrado relevan-
cia” (Gómez, 2021, p. 117). Este fenómeno, además de
visibilizar la labor de las parteras, también acredita que
su “integración… en los sistemas públicos de salud es
el camino directo para avanzar hacia el acceso universal
de los servicios de salud sexual, reproductiva, materno y
neonatal” (Gómez, 2021, p. 118).
La pandemia de COVID-19 ha impulsado la contratación
masiva de personal, la consolidación de la autoestima
como colectivo capaz de generar sus propios modelos de
atención; ha despertado el interés por documentar pro-
cesos, procedimientos y experiencias, además ha gesta-
do ímpetu por la educación continua. No obstante, para
que el personal de Enfermería no pierda su espíritu de
servicio, debe ser consciente de sus limitantes: el temor
de contagiarse, y contagiar a su familia, el síndrome del
quemado (Burn Out), y el estrés laboral, factores que se
presentan en la mayor parte del equipo hospitalario; en
este contexto, la planeación estratégica, la educación al
personal, y la coordinación de acciones de prevención y
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19
la presencia de comunicación efectiva son determinan-
tes.
Lo cierto es que, con o sin pandemia, Enfermería ha re-
corrido un largo camino en la historia del cuidado y en la
manera de profesionalizar el mismo, dejando un rastro de
vital importancia para las generaciones siguientes, quizá
este sea el principio de una disciplina renovada.
Consideraciones finales
A modo de cierre, es evidente que Enfermería siempre ha
estado presente cuando la humanidad ha tenido que en-
frentar pandemias. Lo que hace a sus practicantes únicos
en su profesión y distintos entre el resto del equipo de
salud, es el hecho de que estos profesionales tengan un
espíritu de servicio y apego a la vida.
Para constituirse como elemento de respuesta ante las
epidemias que han afectado a México y el mundo, los
profesionales de Enfermería han tenido que adaptarse a
las circunstancias de cada época y desarrollar diferentes
roles para el cuidado de la población en el ámbito pre-
ventivo, curativo y rehabilitatorio, a fin de contribuir de
manera activa al bienestar de la población.
La primera aparición de la influenza en el país fue en
1918, un momento en el que la Enfermería comenzaba
a convertirse en disciplina autónoma. Partiendo de este
contexto, se entiende por qué son pocos los registros en-
contrados en los que explícitamente se señale al personal
como integrante de las brigadas dedicadas a la difusión
de acciones dirigidas a la mitigación de los contagios,
muy similares a las actuales, a pesar del avance científico
y tecnológico. A través de los textos revisados para la
elaboración de este capítulo, se puede entrever que, en
los hospitales asignados para la atención de pacientes en
el período de la epidemia de influenza, las intervenciones
ejecutadas por las enfermeras (en ese momento histórico
era una profesión totalmente femenina) estuvieron suje-
tas totalmente a las indicaciones médicas.
Casi un siglo después, el virus emergente AH1N1 daba
la pauta para que la plantilla de Enfermería participara
activamente en el plan de contención de la epidemia; la
tensión en los servicios de salud era latente, debido a que
el origen de la infección era México. Destacan para el
momento, las pautas que marcó el personal del INER,
como gestor de lineamientos, las cuales tuvieron alcance
en todo el territorio; no obstante, en todas las dependen-
cias de salud, Enfermería se encargó de aplicar y difundir
una serie de medidas preventivas, a fin de crear un cerco
sanitario de tal magnitud que evitó la propagación ma-
siva del virus y tuvo un desenlace afortunado. Sin duda,
32
desde la epidemia de AH1N1, se vislumbró la necesidad
de contar con profesionales de Enfermería que, además
de tener conocimientos y habilidades de especialización,
tuvieran actitud para ser agentes de cambio en el sistema
tradicional de salud.
En el siglo XXI, la pandemia de COVID-19 ha redirec-
cionado la mirada de las autoridades de salud y de todos
los sectores de la población hacia el gremio de Enfer-
mería. De modo que, en nuestros días, es un personaje
imprescindible en el equipo multidisciplinario, protago-
nista en los escenarios de la salud, ya que ha respondido
de manera inmediata y contundente a las necesidades de
interactuar por el bienestar de la persona, la familia y la
sociedad.
¿Qué sigue ahora para el gremio? Impulsar políticas
públicas que desencadenen acciones para fortalecer a
la disciplina a partir de capitalizar las potencialidades,
fortalecer el liderazgo, mantener el ritmo de la genera-
ción de investigaciones que se ha dado a partir de la pan-
demia de COVID-19, compartir sus historias a México
y al mundo. Y, sobre todo: los desafíos y logros que se
enfrentan en pandemias y en lo cotidiano, para conseguir
que los ciudadanos entiendan cada vez más el potencial
y lo esenciales que son los profesionales de Enfermería
en el cuidado de su salud.
Referencias
Almudéver Campo, L., Camaño Puig, R., (2018). Enfermeras
y practicantes durante la epidemia de gripe de 1918: Análisis a través
de la prensa española. Cultura de los cuidados 22 (52), 109-118. http://
dx.doi.org/10.14198/cuid.2018.52.10
Alonso, C. (2010) La Influenza A (H1N1) y las medidas
adoptadas por las autoridades sanitarias. Desacatos. 32, pp. 35-
52. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S1607-050X2010000100004
Álvarez, J.P., Guevara, M. y Orellana, C. (2018). Florence Nig-
thingale, La Enfermería y la estadística. Otra mujer fantástica. Revista
Médica de Clínica Las Condes, 29 (3), pp. 372-379.
Amaro Cano, M. C. (2004). Florence Nightingale, la pri-
mera gran teórica de Enfermería. Revista Cubana de Enferme-
ría, 20(3) http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S086403192004000300009&lng=es&tlng=es
Andalón González, M.G. (2016) El tícitl en la cultura náhuatl del
Posclásico Cuicuilco, 23 (67). http://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/
islandora/object/articulo:15227
Bustamante, M., (1975). La primera enfermera en la historia de
la Salud Pública, Isabel Cendala y Gómez. Salud Pública de México, 17
(3), pp. 353-363.

Caracterización del estado actual de la enfermedad COVID-19
y su atención en el país. En Desafíos de desarrollo ante la COVID-19
en México, pp. 11-21. Programa de las Naciones Unidas para el De-
sarrollo https://www.mx.undp.org/content/mexico/es/home/library/
poverty/desafios-de-desarrollo-ante-la-COVID-19-en-mexico--pano-
rama-desd.html
Cárdenas Becerril, L., Monroy Rojas, A., Arana Gómez, B.,
García Hernández, M., (2011). Formación de enfermeras mexicanas en
el período revolucionario. Revista de Enfermería del Instituto de Mexi-
cano del Seguro Social 19 (1), pp. 49-56.
Centers for Disease Control and Prevention, National Center for
Immunization and Respiratory Diseases [NCIRD]. (30 de enero 2019)
Influenza HistoricTimeline. https://www.cdc.gov/flu/pandemic-resour-
ces/pandemic-timeline-1930-and-beyond.htm
Comisión Permanente de Enfermería (21 de noviembre de
2017) Misión y Visión. http://www.cpe.salud.gob.mx/site3/somos/mi-
sion_vision.html
Comisión Permanente de Enfermería (2020) Posicionamiento
de Respuesta Estratégica ante COVID-19, pp. 1-7 https://Enfermería.
iztacala.unam.mx/pdfs/CPE_POSICIONAMIENTO%202020_Vs.pdf
Córdova J., Macias, A., Hernández, M., Domínguez, G.,
López, H., Alpuche, C., Ponce, S. (2017). The 2009 pandemic in
Mexico: Experience and lessons regarding national preparedness po-
licies for seasonal and epidemic influenza. Gaceta Médica de México.
153, pp. 102-110. https://www.anmm.org.mx/GMM/2017/n1_engli-
sh/3942AX171_153_2017_UK1_093-101.pdf
De Andrés, B., Solís, M., Revuelta, M., Sánchez, H., Santano,
A., y Grupo de Cuidados COVID-19. (2021) Cuidados enfermeros en
el paciente adulto ingresado en unidades de hospitalización por CO-
VID-19. Enfermería Clínica.31, pp. 49-54 https://doi.org/10.1016/j.
enfcli.2020.05.016
García, A., (1904). Conventos de religiosas. En A. García El
libro de mis recuerdos: narraciones históricas, anecdóticas y de costum-
bres mexicanas anteriores al actual estado social. (pp. 13-52). México:
Imprenta de Arturo García Cubas, hermanos Sucesores. http://www.
cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcmp6w4
García Sánchez, F., Celis Salazar, H., Carboney Mora, C.,
(1992). Viruela en la República Mexicana. Salud Pública de México 34
(5), pp. 577-587.
Gómez, Dantés O. (2020). El “trancazo”, la pandemia de 1918
en México. Salud Pública de México, 62 (5), 593-597. https://doi.
org/10.21149/11613
Gomes, P. (2011) La gestión y la visión holística. En Gestión en
Enfermería: herramienta para la práctica segura. YENDIS, pp. 111-116.
Gómez, C., (04 de mayo de 2021). Aumenta cifra de nacimien-
tos domiciliarios por pandemia: UNFPA. La Jornada. https://www.jor-
nada.com.mx/notas/2021/05/04/sociedad/aumenta-cifra-de-nacimien-
tos-domiciliarios-por-pandemia-unfpa/
33 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Groft, J., (2006). Everything depends on Good Nursing. The
Canadian Nurse 102 (3), 18-22. https://opus.uleth.ca/bitstream/hand-
le/10133/3136/everythingdepends.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Ilhuicamina, M., (07 de octubre 2006) Rumbo al Centenario.
Algunos recuerdos de la epidemia de 1918. El Siglo de Torreón https://
www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/239656.rumbo-al-centenario-al-
gunos-recuerdos-de-la-epidemia-de-1918.html
Martínez, M.P. (2021). PANDEMIA. ffaauunnaa. México.
Matesanz Santiago, M. (2009). Pasado, presente y futuro de la
Enfermería: una aptitud constante. Revista de Administración Sanitaria
7 (2), pp. 243-60.
Menéndez, E. (2014). Las instituciones y sus críticos o la cos-
tumbre de polarizar la realidad: el caso de la Influenza A (H1N1). SA-
LUD COLECTIVA, 10(1), pp. 15-40.
Molina del Villar, A. (2021) El Norte de México entre pande-
mias. La influenza de 1918. Desacatos 65. 14-33 https://desacatos.cie-
sas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/2270
Organización Panamericana de la Salud. (11 de marzo 2020). La
OMS caracteriza a COVID-19 como una pandemia. https://www.paho.
org/es/noticias/11-3-2020-oms-caracteriza-COVID-19-como-pande-
mia
Paredes Franco, C., Lammoglia L., Santos Preciado, J. I. (2004).
Perspectiva histórica de la viruela en México: aparición, eliminación
y riesgo de reaparición por bioterrorismo. Gaceta Médica de México,
140 (3), pp. 320-327. http://www.scielo.org.mx/pdf/gmm/v140n3/
v140n3a13.pdf
Pérez, M., Damián, L., Luna, R., Solís, D., Camarillo, A., Sán-
chez, M., Baños, M., Bello, R., (2009) Intervención del profesional de
Enfermería durante la contingencia de Influenza AH1N1, en el Instituto
Nacional de Enfermedades Respiratorias. Revista Enfermería Universi-
taria ENEO-UNAM. 7-14.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD]
(2020) Caracterización del estado actual de la enfermedad COVID-19
y su atención en el país. En Desafíos de desarrollo ante la COVID-19
en México (pp. 11-21) Programa de las Naciones Unidas para el De-
sarrollo https://www.mx.undp.org/content/mexico/es/home/library/
poverty/desafios-de-desarrollo-ante-la-COVID-19-en-mexico--pano-
rama-desd.html
Ramírez, F., Soto J. y Palacios, F. (25 de enero de 2020). La
gripe que azotó a México en 1918. El Universal. https://www.eluniver-
sal.com.mx/cultura/la-pandemia-de-gripe-de-1918-por-la-que-mexico-
cerro-sus-fronteras
Ramírez Rancaño, M. (2021). Entre dos pandemias: la influenza
española y el COVID-19. Revista Mexicana de Sociología, 83 (1), 215-237
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S018825032021000100215&s-
cript=sci_arttext_plus&tlng=es
Red Cubana de Enfermería Comunitaria (s. f.) ¿Qué es la En-
fermería Comunitaria? https://temas.sld.cu/redenfermeriacomunitaria/
acerca-de/que-es-la-enfermeria-comunitaria/
La profesión de Enfermería: su papel en las epidemias en México y en la pandemia de COVID-19 34

Rodríguez González, D. y Franco Orozco, M. (2009) Cuidados Torres Barrera, S., Zambrano Lizárraga E. (2010). Breve histo-
especializados de Enfermería al niño con influenza. Enfermería Uni- ria de la educación de la Enfermería en México. Revista de Enfermería
versitaria, pp. 20-26. del Instituto de Mexicano del Seguro Social, 18 (2), pp. 105-110.
Sánchez, M., González, E., Sepúlveda, J., Abascal, L., Field- Torres Galán, J., Sanfilippo y Borrás, J. (2016) El nacimiento de
house, J., Del Río, C., Gallalee, S., (2021) Preparación del sistema la Escuela de Enfermería en la ciudad de México (1888-1911) Tzint-
de salud y prestación de servicios. En La respuesta de México al CO- zun. Revista de Estudios Históricos (64), pp. 139-164.
VID-19: Estudio de caso, pp. 94-97. https://globalhealthsciences.ucsf. Tuells, J. y Montagud, E. (2010) Penadés. Mujeres ante la gripe
edu/sites/globalhealthsciences.ucsf.edu/files/la_respuesta_de_mexi- de 1918: la acreditación de las enfermeras. Vacunas, 11(1), pp. 33-36.
co_al_covid_esp.pdf Vélez, O. y García C. (11 de enero de 2010). Médicos de Oaxaca
Sanfilippo, Borrás, J. (2010) Algunas enfermedades y epidemias y NL se niegan a aplicarse la vacuna contra la A/H1N1. La Jornada.
en torno a la Revolución Mexicana. Revista Médica del Instituto Mexi- https://www.jornada.com.mx/2010/01/11/sociedad/035n2soc
cano del Seguro Social, 48 (2), 2010, pp. 163-166. https://www.redalyc. Volkow, P., Bautista, E., Margarita de la Rosa, E., Manzano, G.,
org/pdf/4577/457745507009.pdf Muñoz, M. Pérez, R., (2011). La respuesta de las unidades de terapia
Santos Aldana, R. (15 junio de 2019) Lucía Salcido Llantada intensiva frente a la pandemia de Influenza AH1N1 2009: la experien-
heroína sinaloense de la salud. La Voz del Norte. https://www.lavoz- cia en Chiapas, México. Salud Pública
delnorte.com.mx/2019/08/15/lucia-salcido-llantada-heroina-sinaloen- Woodhan, Smith C. (1992) Florence Nightingale. 1820-1910.
se-de-la-salud/ consecuencia London: Constable and Company Ltd.
Secretaría de Salud. (19 de diciembre de 2018). Programa Na-
cional de Enfermería. Nursing Now México. http://www.cpe.salud.
gob.mx/site3/programa/nursing_now_mexico.html
Serrano Sierra, A., Pérez Robles, V., Nava Frías, M. y Villa
Guillén, M. (2009) Experiencia en el Hospital Infantil de México Fe-
derico Gómez ante la epidemia por el virus FluA/SWH1N1: Reporte
preliminar. Boletín Médico del Hospital Infantil de México, 66 (4), pp.
301-305.
Siles Rodríguez, J., (30 de junio 2017) Isabel Zendal, maestra
del cuidado. Revista Enfermería en Desarrollo. Recuperado el 25 de abril
de 2021 de https://Enfermeríaendesarrollo.es/en-sociedad/isabel-zen-
dal-maestra-del-cuidado/
35 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
- f-
 37 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo II. La pandemia aterrizada en la Unidad

Temporal COVID-19
REYNA ALBERTINA ROSAS LOZA
ROSIANE APARECIDA DE MELO
GUILLERMINA SILVA MONROY
IVÁN AGUILAR LÓPEZ
EDGAR GERARDO DÍAZ ARROYO

Introducción la población afectada por la pandemia.

A principios del año 2020, la OMS declaró la emer- El capítulo se conforma de diversos apartados: en los pri-
gencia sanitaria a nivel mundial por la enfermedad de meros se describe con detalle la planeación de la UTC-
COVID-19, la cual llegó a México a finales del mes 19, siguiendo con el organigrama de funcionamiento, las
de febrero del año 2020. Debido a la alta velocidad de instalaciones y la infraestructura con las que cuenta, la
transmisión del virus y las comorbilidades asociadas con planeación de la atención médica, el modelo de atención,
la progresión de la enfermedad, se colapsaron diversos el funcionamiento desde una perspectiva cronológica, se
sistemas de salud de diferentes características demográ- detalla el proceso de atención hospitalaria, la estructura
ficas, económicas y administrativas, lo cual volvió com- organizacional de Enfermería y las acciones de cuidado.
pleja la respuesta ante la demanda emergente de estos. Entre otra información complementaria, a lo largo del
texto se insertan figuras y cuadros explicativos sobre el
Fue un hecho que requería de una respuesta oportuna,
funcionamiento y los resultados del proceso de atención,
no sólo por parte del Estado sino de la sociedad en su
finalmente se presentan algunos comentarios generales.
conjunto, para enfrentar esta crisis sanitaria, económica
y social sin precedentes. Para frenar esta crisis, aunado Justificación
al incremento de casos que se presentaban en la Ciudad
A partir de la colaboración entre los sectores público,
de México (CDMX) y el Estado de México, se planteó la
social, privado y una inversión inicial de 700 millones
expansión y reconversión hospitalaria, además de alter-
de pesos, se crea la UTC-19, con el fin de disminuir la
nativas extrahospitalarias, emitiendo así, el lineamiento
carga hospitalaria derivada de los pacientes que ameriten
para la instauración de Centros de Atención Temporal
hospitalización por COVID-19 en CDMX y área metro-
(CAT) COVID-19. En respuesta a ello, se construyó en
politana. Se construyó en un lapso menor a cinco sema-
un tiempo récord de 16 días posteriores a su planeación,
nas, proyectándose cuatro salas que llegarían a tener 607
la UTC-19, como expansión a la capacidad hospitalaria,
camas, de las cuales 54 se programaron para terapia in-
fungiendo como un sistema preventivo y conformado
tensiva. Se contó con el apoyo de un grupo multidiscipli-
con el apoyo de iniciativa Corporación Interamericana
nario de la UNAM y del Instituto Nacional de Ciencias
de Entretenimiento1 (CIE) y Fundación Carlos Slim, con
Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
la colaboración de la Facultad de Medicina de la UNAM;
Además, la atención médica fue operada por personal de
este grupo multidisciplinario integrado por la iniciativa
la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sede-
privada y el gobierno ofreció atención médica oportuna a
sa), en colaboración con la Facultad de Medicina de la
1 Fundación TELMEX Telcel, Fundación Inbursa, Walmart de México y Cen- UNAM.
troamérica, BIMBO, Fundación Alfredo Harp Helú, Citibanamex, Coppel, Co-
ca-Cola FEMSA, COCA-COLA Fundación México, Grupo INFRA, Fundación
Sertull, Barcel, HSBC, Takeda, Codere.
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 38
Inicio de la Unidad Temporal COVID-19
Este proyecto inició con el establecimiento claro de las
capacidades y competencias con las que debe contar el
equipo clínico y no clínico, así como del desarrollo de los
diferentes planes de intervención para la homogeneiza-
ción en el momento de la atención de pacientes. A partir
de la designación del Centro Citibanamex, el cual con-
taba con la superficie necesaria y la accesibilidad para
pacientes que requirieran la atención en la CDMX y área
metropolitana, su funcionamiento se dividió en tres gran-
des fases:
1. De planeación e instalación
2. De atención
3. De transferencia
El organigrama de la UTC-19 se divide en 3 niveles:
• Nivel estratégico: orienta/guía en la visión de la
unidad. Además, conforma el Comité COVID-19.
Este Comité se reúne de forma periódica y tiene las
responsabilidades de: Alinear las prioridades de la
Figura 1. Organigrama de la Unidad Temporal COVID-19, (2020-2021). Modelo de Gestión de la Unidad Temporal COVID-19.
Nota: TI: Terapia Intensiva; RPBI: Manejo de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos. Fuente: Tomado de Fundación Carlos Slim, 2021.
UTC-19 y los recursos indispensables para la mejora
de la calidad y seguridad de los pacientes y los tra-
bajadores, considerando riesgos y procesos críticos
evaluados continuamente desde este nivel.
• Nivel táctico: hace el despliegue de planes especí-
ficos de acción.
• Nivel operativo: lleva a cabo todas las acciones de-
finidas por los niveles anteriores. (Véase Figura 1)
Planeación e instalación de la UTC-19
Esta etapa se caracterizó por el esfuerzo colaborativo de
las alianzas estratégicas y un grupo de gestión y logística
que facilitaron los ajustes necesarios, así como las insta-
laciones complementarias en el recinto Citibanamex para
su funcionamiento como una infraestructura sanitaria.
Programa arquitectónico
El programa arquitectónico se basa en el análisis de ins-
talaciones existentes e involucra el proceso de diseño,
pautas y condicionantes para la infraestructura del pro-
yecto mismo, el cual incluye:

• Planos del terreno y de ubicación.
• Plantas de agua, luz, electricidad y gas.
• Elevaciones arquitectónicas.
• Detalles arquitectónicos.
• Presupuesto designado.
Programa médico arquitectónico
Este programa se basa en el trabajo y análisis de las ac-
tividades médicas a desarrollar y de las necesidades de
los usuarios del área médica, operativa, ingenierías y de
servicios. Contempla el equipamiento para las siguientes
áreas:
• Hospitalización
• Terapia Intermedia
• Laboratorio
• Almacenes
• Residencia médica
• Ingeniería biomédica
• Trabajo social
• Áreas físicas de soporte
• Control de accesos
•Capacitación
Trámites para el funcionamiento de la UTC-19
Para el acondicionamiento y equipamiento de la Unidad
Temporal se requirió del trámite del Permiso Sanitario
de Construcción, que otorga la Comisión Federal para
la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS),
de conformidad con lo que establece la legislación, así
como el Aviso de Funcionamiento y Responsable Sanita-
rio. Además, se tramitó la Licencia Sanitaria y Aviso de
Responsable de Farmacia con vigencia de un año, cum-
pliendo con todos los trámites sanitarios exigidos por la
autoridad sanitaria nacional.
Infraestructura de la UTC-19
El Centro Citibanamex es un centro de convenciones y
exposiciones de clase mundial, ubicado en la CDMX,
que cuenta con instalaciones y espacios adaptables a una
estructura sanitaria; una excelente ubicación para cubrir
la población de la CDMX y área metropolitana; un área
útil de estacionamiento de 64,000 m2 para el personal,
familiares, y proveedores; de hospital de 17,000 m2; de
almacenes 5,200 m2 y espacios abiertos y disponibles
para servicios auxiliares (mortuorio, almacén temporal
para el manejo de residuos peligrosos biológico-infec-
ciosos (RPBI) y oxígeno. Además de contar con servi-
cios hidrosanitarios básicos, con capacidad de expansión
39 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
y remodelación a demanda, comedor industrial, recolec-
ción de basura y seguridad contra incendios y fenómenos
hidrometeorológicos.
Zonificación
La zonificación de la unidad fue diseñada bajo el concep-
to de “tránsito seguro”, el cual ayudaría a reducir las con-
glomeraciones de personas, estableciendo un sistema de
prevención a través de zonas y rutas estratégicas, basado
en el programa médico-arquitectónico, a fin de cumplir
los objetivos de cada área. (Véase Figura 2).
Cada nivel cuenta con características y objetivos especí-
ficos para cumplir con el objetivo para la cual fue diseña-
da, estos niveles son:
Nivel EX (Exhibition Level): este nivel cuenta con un
diseño altamente funcional, tecnología de primer nivel,
sistema de voceo independiente, instalaciones hidrosani-
tarias (agua y drenaje), instalaciones eléctricas, sistema
de inyección y extracción de aire, sanitarios y salidas de
emergencia.
En este nivel se destinó la creación de las salas “A”, “B”,
“C” y “D”, donde se ubican las camas de hospitaliza-
ción y terapia intensiva, servicios prioritarios (almace-
nes, farmacia, ingeniería biomédica, mantenimiento), un
comedor, cocina, áreas de servicios auxiliares, control de
acceso, circulación vehicular y peatonal, abarcando un
área total de 18,591 m2.
Nivel E2: ocupado la mayor parte por estacionamiento,
cuenta con áreas de circulación peatonal, vehicular, con-
trol de acceso, casilleros, estacionamiento de camiones,
montacargas, materiales de mantenimiento y baños, con
un área total de 8,068.05 m2.
Nivel E1: muy parecido a nivel E2; aparte de contar con
los mismos servicios, en esta área hay una zona de espera
de familiares, salas de capacitación, trabajo social, co-
medor y baños, con un área total de 9,247.61 m2.
Nivel S: destinado a circulación peatonal, vehicular, área
de entrega de EPP y otros insumos, área de residencias
médica y control, con un área total de 6,943.69 m2.
Características de las salas “A”, “B”, “C”, “D”
Sala A: se encuentra la Dirección de Operaciones junto
con las diversas gerencias como: Almacén; Farmacia;
Ropería; Ingeniería Biomédica; Mantenimiento, Calidad
y Capacitación; cuenta con servicio de baño propio del
centro y se adecuaron lavabos con jabón y papel higiéni-
co, para el constante uso del personal de esta sala.
Sala B: esta sala cuenta con 234 camas de hospitaliza-
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 40
ción y 8 camas de terapia intermedia (con sistema de
flujo de aire regulado y filtros recogedores de partículas
de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés). Hay
áreas de colocación y retiro del EPP, puntos de lavado de
manos, señalización sobre los cinco momentos adecua-
dos para el lavado de manos2; de rutas de RPBI y divi-
sión de flujos para entrada de alimentos. También cuenta
con subalmacén para insumos médicos; área médica y
Enfermería; séptico con sistema automático de desechos
de deposiciones; Laboratorio y Rayos X.
Sala C: con una construcción similar a la sala B cuenta
con 308 camas de hospitalización, 14 camas de terapia
intermedia, área de puntas de alto flujo3, terapia postin-
tensiva.
Sala D: esta nueva sala se habilitó para cubrir la demanda
2 1) Antes del contacto con el paciente; 2) Antes de realizar tarea aséptica; 3)
Después del riesgo de exposición a líquidos corporales; 4) Después del contacto
con el paciente; 5) Después del contacto con el entorno del paciente.
3 Cánula nasal que logra suministrar un volumen de oxígeno de hasta 60 L/min
y un FiO2 de 100%.
Figura 2. Zonificación de la UTC-19, (2021). Modelo de Gestión de la Unidad Temporal COVID-19.
Fuente: Tomado de Fundación Carlos Slim, 2021.
Instalación de la UTC-19
Conforme a la proyección descrita y aprobada por la
autoridad sanitaria, se inició la conversión del Centro
Citibanamex en la UTC-19, las características de las dis-
tintas áreas:
• Área de hospitalización: cuenta con elementos
de fácil limpieza, lavabos, dispensador de jabón y
despachador de sanitas, por cada 10-12 camas. Se
acondicionó la inyección y extracción de aire con un
de la atención al paciente crítico, incorporando 64 camas
de TerapiaIintensiva, incluyendo 10 camas para pacien-
tes aislados, dividida en cuatro secciones con un área de
tomografía computarizada, con el fin de brindar atención
oportuna a los pacientes y la cual se abrió el 24 de di-
ciembre del año 2020.
Está ubicada dentro de una infraestructura aislada y en-
capsulada, con un sistema de circulación de aire con-
trolado y presión negativa, garantizando la seguridad y
calidad del aire mediante un proceso cíclico de filtros de
partículas de alta eficiencia y luz ultravioleta (UV).
Cuenta con servicios como son: cuatro centrales de En-
fermería, equipo de cómputo, área de colocación de EPP
y retiro de este, una central de mezclas, almacenes de
ropería e insumos médicos, cuatro sépticos, y cuatro
cuartos para RPBI, así como un almacén temporal de re-
siduos peligrosos.
sistema de desinfección por luz UV y filtros HEPA.
Además, dentro de cada sala hay un área de recep-
ción, admisión, clasificación y transferencia de pa-
cientes; zona para la colocación de EPP (donning),
de 36 m2, y otra para el retiro de este (doffing)4, de
52 m2, que cuentan con una ruta unidireccional para
evitar cruce de flujos, lavabo con dispensador de ja-
bón y toallas, anaqueles y área para desecho de EPP,
y espejos para auxiliar la colocación y retiro.
4 Donning y doffing: Significan “poniéndose” y “quitándose”, respectivamente, y
se utilizan para la colocación y el retiro del equipo de protección, relacionados
con el trabajo, independientemente del área de este.

• Área de saneamiento: donde se realiza el alma-
cenamiento de desechos y de descontaminación de
ambulancias.
• Área de morgue separada del complejo principal y
climatizada.
• Un área de residencia de ocho salas con 10 camas
cada una, para el apoyo de personal.
Planes de atención médica
El programa de atención médica establece las necesida-
des y determina la dimensión física y funcional para los
servicios de salud que se brindarán. Para su elaboración
participaron un grupo multidisciplinario de expertos y
especialistas del área médica y de investigación del nue-
vo virus SARS-CoV-2, así como la Facultad de Medicina
de la UNAM.
Para el diseño de los planes de atención clínica se confor-
mó un equipo líder integrado por médicos especialistas
para el desarrollo de protocolos de atención, coordinando
una respuesta organizada, estableciendo planes de capa-
citación y supervisión. Dichos protocolos se enriquecie-
ron con la organización del equipo de Enfermería, que a
través de su dirección fueron responsables de planear, or-
ganizar y posteriormente implementar las acciones para
brindar cuidados a los pacientes a través de un programa
que se fundamentó en la gestión del capital humano y de
recursos materiales.
Modelo de atención de la UTC-19
El modelo de atención del sistema de la UTC-19, como
un modelo de calidad total, está encaminado a establecer
procesos organizados y estandarizados bajo el enfoque
de mejora continua para optimizar el rendimiento en to-
dos los niveles y, principalmente, enfocados en la segu-
ridad del paciente y del trabajador bajo la filosofía de
“mínima exposición, máxima supervisión” y la metodo-
logía para la valoración a lo largo del tiempo de que una
maniobra siga siendo útil o se pueda suspender.
Componentes de la gestión de la UTC-19
Para lograr un óptimo funcionamiento de la UTC-19,
tanto a corto, mediano y largo plazo, se establecieron los
elementos necesarios para cumplir este objetivo, los cua-
les se dividieron en:
A. Liderazgo. Se conforma de un equipo de líderes para
el desarrollo de cada uno de los procesos, encargados de
la planeación y diseño de actividades con el objetivo de
guiar una respuesta unificada en la atención, además de
determinar el alcance y la capacidad física y resolutiva
conforme la evolución de la pandemia y la demanda de
41 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
la población.
B. La gestión del capital humano. Para el modelo de
atención hospitalaria hay un líder responsable de la pla-
neación del reclutamiento, desarrollo y educación de
todo el personal.
C. Planes y procedimientos centrados en la atención
y en la gestión de operaciones de la UTC-19. Actual-
mente, es un modelo de hospitalización anticipada que
parte, de la identificación temprana del paciente, al tra-
tamiento y seguimiento cercano de alguna complicación
que pudiera presentarse en el transcurso de su atención,
evitando la progresión de la enfermedad a la gravedad.
D. Gestión de la información. A través de las diferentes
plataformas de información se obtienen datos en tiempo
y forma de la implementación y evaluación de cada uno
de los procesos.
Las plataformas de información utilizadas en la UTC-19
son:
1. Sistema de Administración Médica e Información
Hospitalaria, (SAMIH).
2. Plataforma de recolección de datos para gestión de
la información, (REDCap, por sus siglas en inglés).
3. Plataforma de Registro y estandarización de la in-
formación CENSO.
4. Drive de la UTC-19.
E. Filosofía. En todo momento, el modelo está guiado
por las premisas de “mínima exposición y máxima su-
pervisión”, así como de “menos es más” y la “valoración
a lo largo del tiempo de que una maniobra siga siendo
útil o si se puede suspender” y basando su estrategia en la
estandarización, tanto de la población foco como de cada
uno de los procesos dentro de la UTC-19.
Expansión hospitalaria
Ha sido con base en el contexto como se definieron las
necesidades de cada una de las disciplinas para su reclu-
tamiento y posterior apertura de cada uno de los sectores
para la atención, por esta razón la expansión se realizó en
diferentes fases como se observa en la Figura 3.
Para mantener la UTC-19 funcionando bajo óptimas
condiciones, se implementó un sistema de apertura con
base en la demanda que fuera surgiendo, para ir progra-
mando una contratación continua. De esta forma se hizo
una división de las dos salas de atención, en sala B, 4
sectores, y en sala C, 6 sectores. Una vez que se alcanza
el 60% de ocupación se crea una cascada de respuesta
por parte de diferentes grupos para:
Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19 42
• La contratación de personal médico y de Enferme-
ría necesario
• La capacitación para este personal en los procesos
de atención.
• La solicitud de insumos para la apertura del sector.
Procesos para la atención
en la UTC-19
La UTC-19 ha sido diseñada para atender a una pobla-
ción con condiciones semejantes de salud y necesidades,
por lo que ha aprobado implementar procesos estandari-
zados con enfoques multidisciplinarios, sosteniendo que
esta atención estandarizada posibilita el uso eficiente de
los recursos y, además, permite el disminuir los riesgos
durante el proceso de atención; para ello, en un inicio se
abrió la UTC-19 con 132 camas para hospitalización y 8
camas para Terapia Intensiva (TI) para cubrir las necesi-
dades de la población.
Considerada crítica la detección temprana del paciente
afectado por SARS-CoV-2, para evitar la progresión de
la enfermedad la UTC-19 ha implementado puntos ex-
ternos de triage, equipados con base en las características
solicitadas por los líderes clínicos, montado en un princi-
pio en centros hospitalarios y reforzados posteriormente
por grupos de la UTC-19.
Referencia y contrarreferencia (Triage)5
El objetivo de los triage es detectar pacientes que requie-
ren hospitalización temprana y/o aislamiento, así como
asistir al paciente con el control de los síntomas. Cabe
mencionar que para la estandarización de la información
se utiliza una plataforma digital (CLARO 360), para su
uso a los 45 puntos de referencia, divididos en 29 h14
jurisdicciones sanitarias.
Cronología de la evolución del sistema de aten-
ción en la UTC-19
Desde su inicio en abril del 2020, y hasta mayo 2021,
la UTC-19 ha pasado por varios procesos y etapas, en
los cuales ha logrado perfeccionar, estandarizar e inno-
var técnicas, guías y algoritmos, que han hecho que la
unidad esté catalogada como uno de los mejores centros
temporales hospitalarios de atención al paciente con
COVID-19 a nivel nacional e internacional. Además, ha
inaugurado nuevas salas, con lo que ha aumentado su ca-
pacidad hospitalaria hasta duplicar el número de camas
para atender la alta demanda por parte de la sociedad y
por lo cual ha logrado atender, hasta el 18 de mayo 2021,
9052 pacientes.
5 Clasificación y asignación de prioridad de atención.
Proceso de atención hospitalaria en la UTC-19
Los procesos de atención hospitalaria contemplan des-
de el ingreso a la UTC-19, su seguimiento y egreso por
cualquiera de las razones que puedan darse:
• Alta por mejoría.
• Contrarreferencia debido a procedimientos que no
se realizan en el centro.
• Fallecimiento.
Ingreso a la UTC-19
Con el objetivo de la hospitalización anticipada, se iden-
tificaron las necesidades y el estado del paciente median-
te una evaluación tamizaje, utilizando la escala nacional
de advertencia temprana (NEWS, por sus siglas en in-
glés) y los criterios de ingreso, que se llevan a cabo en
el primer contacto. Una vez que el paciente es elegible
para ser atendido en la UTC-19, este puede llegar me-
diante una ambulancia en caso de provenir de hospitales
o puntos de triage, o bien, mediante transporte jurisdic-
cional en caso de provenir de las jurisdicciones sanita-
rias. Cuando el paciente está físicamente en la UTC-19,
su ingreso estará a cargo del médico de “transfer” quien
evaluará el estado de recepción del paciente basado en la
frecuencia respiratoria y oximetría.
Egreso de la UTC-19
Alta por mejoría: si un paciente cumple con todos los
criterios de alta, se realizará la rutina de alta, que consiste
en realizar un informe al familiar, realizar las indicacio-
nes de alta y aviso a Enfermería, escribir una nota de
alta, entregar una receta, dos cubrebocas y un folleto de
recomendaciones domiciliarias, y escribir una receta (si
aplica), con suficiente medicamento para cumplir el pe-
riodo de cuarentena (14 días) y realizar el plan de manejo
y tratamiento.
Contrarreferencia: en caso de que se trate de un tras-
lado a otro hospital, el personal asignado a referencia y
contrarreferencia se encargarán de gestionar el traslado
con otro establecimiento de salud, donde se le pueda
otorgar la continuidad de la atención.
Egreso con oxígeno en casa: El objetivo de este protoco-
lo es evitar la estancia prolongada en pacientes estables
con requerimientos mínimos de oxígeno.
Defunción: si un paciente llegara a fallecer, se debe-
rá realizar la rutina de defunción, es decir, se da aviso
mediante el código “00” a los involucrados dentro de la
unidad, de esta manera el personal de Enfermería hace la
preparación y entrega del cuerpo, los médicos de turno

Figura 3. Apertura de sectores de la Unidad Temporal COVID-19, 2020-2021.
Fuente: Tomado de Fundación Carlos Slim, 2021.
avisan a los familiares del paciente, trabajo social inicia
el proceso de reconocimiento, médicos residentes entre-
gan el cuerpo a los familiares. (Véase Tabla 2).
Capital humano
El área de recursos humanos tiene por objetivo estable-
cer la logística para la acreditación del ingreso de la plan-
tilla laboral de la UTC-19. Para poder dar cumplimiento
a este objetivo realiza las siguientes funciones:
• Identificar las necesidades totales para cubrir plan-
tillas de cada dirección, con la coordinación del gru-
po líder de participación médica, la coordinación de
Enfermería y los líderes de cada una de las gerencias
de operación.
• Dar el acceso al personal a la UTC-19, mediante la
credencialización obligatoria por colores.
• Da continuidad de la atención otorgada a los tra-
bajadores definidos como casos sospechosos, para
asegurar la continuidad de los derechos laborales del
trabajador.
• Realiza la coordinación del pago de nómina a los
trabajadores de la UTC-19 contratado por Sedesa.
Área médica
Como se mencionó, la primera etapa se abrió con 132
camas de hospitalización y 8 camas de terapia intensi-
va; para ello se contrataron 112 médicos generales y 37
especialistas, contratados en un 100% por la Sedesa. El
modelo de atención para hospitalización se basa en una
unidad básica de trabajo compuesto por un médico espe-
cialista por cada 11 médicos generales para la atención
de 33 pacientes, y para el paciente crítico (Terapia in-
termedia (TI), Puntas Nasales de Altos Flujos (PNAF)
43 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
aprox. de 20 pacientes, se deja a cargo de un jefe de área
con médicos especialistas que son acompañados por mé-
dicos generales. Además, hay una relación de médicos
intensivistas por paciente de 1:5 con el apoyo de médicos
generales en la misma relación. El área de postintensiva
cuenta con 15 médicos generales y 12 médicos especia-
listas.
Área de Enfermería
La Coordinación de Capital Humano dirige acciones que
incluyen los procesos de convocatoria, reclutamiento y
selección de personal de Enfermería, bajo políticas de
evaluación curricular, entrevista personal y validación de
datos.
Como parte de las actividades de la Coordinación se en-
cuentran las siguientes:
• Asignación de turno al personal.
• Supervisión de la continuidad en la prestación del
servicio.
• Vigilancia de la puntualidad, asistencia y perma-
nencia del personal.
En la actualidad, la Coordinación de Capital Humano
cuenta con una base de datos de 6,678 candidatos. En
total se han emitido 18 convocatorias en el periodo com-
prendido entre abril de 2020 y enero 2021. En la primera
semana se cuenta con un total de 1,512 enfermeras/os
laborando en la Unidad, en contraste con el arranque de
la UTC-19 en el mes de abril del 2020, cuando solamente
había 173 enfermeros y enfermeras.
En el mes de mayo de 2021, el nivel de escolaridad del
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19 44

personal de Enfermería está conformado de la manera
como se muestra en la Gráfica 1 y Tabla 4:
• El 60% de la plantilla se conforma por pasantes de
licenciatura.
• El 27% de la población cuenta con grado de estu-
dios de licenciatura y solamente el 3% cuenta con
formación de posgrado.
• Finalmente, el 10% del personal de Enfermería
cuenta con estudios de nivel técnico y/o postécnico).
Gestión financiera y logística por Grupo CIE e
iniciativa privada
Los procesos de administración y recursos financieros se
han sustentado en la coordinación del Grupo CIE con
sus diferentes unidades de negocio, lo cual ha permitido
funcionar de manera eficiente y cumplir con la filoso-
fía de la UTC-19, bajo las regulaciones nacionales6 que
6 Norma Oficial Mexicana NOM-016-SSA3-2012, que establece las característi-
cas mínimas de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de
atención médica especializada (DOF, 2013). Norma Oficial Mexicana NOM-027-
SSA3-2013, regulación de los servicios de salud que establece los criterios de

Figura 4. Cronología del proceso del sistema de atención de la UTC-19, 2020-2021.

Fuente: Tomado de Fundación Carlos Slim, 2021.

Tabla 1. Ingresos de pacientes a la Unidad Temporal COVID-19.

INGRESOS 2020-2021

ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE TOTAL
Directo de 20 193 173 147 115 78 54 27 8 11 826
hospitales
Brigadas 80 108 29 9 19 52 5 50 26 378
TRIAGE 145 317 324 234 295 403 602 612 2932
Jurisdicciones 7 99 241 227 218 223 294 348 247 1904
Otros* 3 9 5 14 5 8 10 10 27 91
Fuente: Elaboración propia a partir del informe equipo de vigilancia epidemiológica de la UTC-19. 2020-2021.
45 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19 46

rigen a las instalaciones extrahospitalarias en situacio-
nes de emergencias sanitarias. Esto incluye el abasto de
suministros esenciales, el mantenimiento y reestructura-
ción de la infraestructura y la administración del capital
financiero.
La vasta experiencia de Grupo CIE en la gestión y logís-
tica de eventos a gran escala fue clave en la planeación y
ejecución de una organización sanitaria en instalaciones
adaptadas para este fin en tiempo récord.
Enfermería en la UTC-19
Estructura organizacional: para la coordinación de los
procesos a cargo del personal de Enfermería, dicha Di-
rección se ha conformado por dos Subdirecciones:
La Subdirección del Cuidado a cargo de la gestión de los
funcionamiento y atención en los servicios de urgencias de los establecimientos
para la atención médica (DOF,2013).
cuidados de Enfermería y los planes de educación con-
tinua.
La Subdirección Administrativa encargada de coordinar
la gestión del capital humano y la coordinación de recur-
sos materiales y subalmacenes.
Gestión del cuidado: el modelo de trabajo de Enferme-
ría se fundamenta en la integración de equipos con base
en el nivel académico y experiencia profesional, de ma-
nera equitativa en los cinco turnos y cubriendo las nece-
sidades de cuidado con base en el siguiente esquema de
la Tabla 5.
Para completar este proceso, cada nivel de Enfermería
cumple su función:
• El jefe de turno funge como responsable de la dis-
tribución de personal de Enfermería para equilibrar
las cargas de trabajo y favorecer el otorgamiento de

Tabla 2. Egresos y media de la estancia hospitalaria de los pacientes de la UTC-19. 2020-2021.

EGRESOS 2020-2021

ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE TOTAL

Altas por 184 402 667 663 635 551 681 847 744 5374
mejoría
Defunciones 1 5 13 13 21 17 27 50 147
Contra 20 15 9 4 3 8 8 7 74
referencia
ESTANCIA HOSPITALARIA
Egreso por 10.5 Días
mejoría
Defunción 23.7 días

Fuente: Elaboración propia a partir del informe equipo de vigilancia epidemiológica de la UTC-19. 2020-2021.

cuidados. Soporte documental

• Los jefes de sala con un promedio de entre 60 a
80 enfermeras (os) a su cargo, reportan de manera
electrónica la cantidad y área hospitalaria en la que
se presenta el personal que acude a cada turno, indi-
cando el nivel académico, así como la cantidad de
pacientes asignados, lo que arroja el indicador enfer-
mera-paciente, como se describe en la Tabla 5.
Los informes que presenta el grupo de líderes en tiem-
po real y de manera frecuente, incluyen incidentes en la
práctica diaria, el estado de salud y necesidades de los
pacientes y cualquier eventualidad durante las jornadas.
La documentación del quehacer de Enfermería es de
suma importancia en este momento tan crítico por el que
atraviesa el país y la disciplina misma. Para dicho fin se
crean distintos manuales que favorecen la estandariza-
ción de procesos, que inciden en la reducción de riesgos
para el paciente y fomentan la calidad en el servicio, al-
gunos de ellos son:
• Plan Estratégico de la Dirección de Enfermería de
la UTC-19.
• Manual de Organización de la Dirección de Enfer-
mería UTC-19.
 47 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

• Manual de Bienvenida. que éste en su mayoría está formado por pasantes de la

• Manual de Procedimientos Específicos de la UTC- licenciatura.
19.
Servicios adicionales
• Compilación de Planes de Cuidado de Enfermería
de la UTC-19. Clínicas de accesos vasculares y heridas: los cuidados es-
pecíficos de Enfermería se refuerzan con el estableci-
Para otorgar cuidado integral al paciente, el equipo de
miento de clínicas para cuidados especializados:
Enfermería implementa y da seguimiento a acciones
esenciales para la seguridad del paciente (AESP) y el Clínica de catéteres: coordina la atención de las y los pa-
manejo de indicadores de calidad. cientes que requieren algún procedimiento referente a
accesos vasculares7, brinda atención en la instalación,
Además, para cubrir los constantes cambios que sufre la
manejo y retiro de los accesos, así como la capacitación
UTC-19, en el campo del cuidado al paciente COVID-19
al personal de Enfermería para alcanzar el 100% de co-
en estado crítico y con el inicio del tratamiento de pun-
bertura de las y los pacientes. El impacto de las inter-
tas de alto flujo, Terapia postintensiva (TPI) y Terapia
venciones de la clínica de heridas contribuye de manera
intensiva (TI), Enfermería enfrenta el reto de capacitar
significativa en la disminución de la tasa de infecciones
al personal en este nuevo tratamiento, considerando que
asociadas a la atención.
personal de mayor experiencia capacite al resto, dado

7 Dispositivos para administración de medicamentos y soluciones a través de la

vena.

Tabla 3. Numeria del personal de Enfermería contratado, 2021.

DIRECCIÓN DE ENFERMERÍA
SUBDIRECCIÓN DE ADMINISTRACIÓN
NUMERALIA DE PERSONAL CONTRATADO AL 22 DE MARZO DE 2021
TOTAL TOTAL
SALA B SALA C SALA D CIE
TURNO TURNO TURNO

TEC LIC TOTAL TEC LIC TOTAL TEC LIC TOTAL TEC LIC TOTAL
MATUTINO 36 21 57 49 16 65 181 56 237 359 6 6 13 377
VESPERTINO 22 14 36 75 15 90 180 68 248 374 8 5 15 353
VELADA A 17 9 26 32 6 38 90 38 128 192 5 4 9 215
VELADA B 18 10 28 33 10 43 124 31 155 226 5 3 8 208
VELADA C 12 18 30 33 16 49 85 33 118 197 7 6 13 214
VELADA
5 2 7 6 7 13 12 12 24 44 2 1 3 54
FIJA
JORNADA
ACUMULA- 8 7 15 9 6 15 4 5 9 39 2 4 6 58
DA
TOTAL
118 81 199 237 76 329 676 243 919 1428 26 25 51 1512
CATEGORIA
PERSONAL DE INHALOTERAPIA Y EPIDEMIOLOGIA 29 4 33 1461

TOTAL PERSONAL ACTIVO AL 22/03/2021: 1512

Fuente: Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería, Tomo I (Ms)

Clínica de heridas: coordina y otorga la atención interdis- operativo sobre la prevención y cuidados oportunos.
ciplinaria, para la detección de factores de riesgo en los
Desde la creación de la clínica de heridas de la UTC-19
pacientes para desarrollar heridas; valoración, diagnósti-
en el mes de julio y hasta al 31 de diciembre de 2020, se
co y tratamiento oportuno de las personas afectadas por
han atendido un total de 597 pacientes que desarrollaron
heridas agudas o crónicas y/o estomas8 dentro de la uni-
algún tipo de lesión (lesiones por presión, dermatitis aso-
dad; además de brindar apoyo y capacitación al personal
ciada a la incontinencia, lesiones por fricción). Se han
8 Salida artificial que se le da a un órgano o víscera en un punto diferente al realizado 8,507 curaciones totales, y se colocaron 7,411
orificio natural de excreción.
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19 48

Gráfica 1. Nivel académico del personal de Enfermería que labora en la UTC19 2021.

apósitos hidrocelulares profilácti-

cos9, desde la apertura de la UTC-
19, hasta abril.
Educación continua: como parte de
las estrategias de la Dirección de
Enfermería para mejorar el cuidado
de las y los pacientes, así como el
fortalecimiento y desarrollo de habi-
lidades para el personal de Enferme-
ría, se implementan los siguientes
objetivos:
• Explicar los aspectos centrales
para el ejercicio profesional de
Enfermería de la UTC-19 (In-
9 Parche adhesivo utilizado para el tratamiento
de heridas, colonización crítica o con procesos
infecciosos.

Tabla 4. Nivel académico. Número de casos del personal de Enfermería que labora en la UTC19 2021.

NIVEL ACADÉMICO
TÉCNICO 139
TÉCNICO POSTÉCNICO 7
PASANTE CON LICENCIATURA 912
LICENCIATURA CON TÍTULO Y CÉDULA 415
POSGRADO 39
TOTAL 1512

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta aplicada al personal de enfermería UTC-19. 2020

Tabla 5. Indicadores de enfermera-paciente, 2020-2021.
INDICADORES ENFERMERA-PACIENTE EN LA UNIDAD TEMPORAL COVID-19
Necesidades del cuidado
Paciente estable que requiere cuidados mínimos de
enfermería
Pacientes inestables con mayor dependencia de cuidados
Pacientes graves con dependencia total del cuidado de
enfermería
Fuente: Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería, Tomo I (Ms)
ducción).
• Organizar sesiones académicas para el fortaleci-
miento de la praxis basada en evidencia (Educación
Continua).
• Reforzar habilidades para el desarrollo de una bue-
na práctica profesional de Enfermería (Capacitación
en servicio).
Para el cumplimiento de dichos objetivos se plantean las
siguientes estrategias:
• Sesiones in situ.
• Sesiones clínicas.
• Cursos de actualización.
• Classroom: material didáctico en línea.
El programa de Educación Continua, como guía para los
procesos de atención, está basado en:
• Filosofía de trabajo de la UTC-19.
• Procesos generales dentro de la UTC-19.
• Protocolos de atención en la UTC-19.
• Uso de equipo de protección personal.
• Introducción de nuevos tratamientos o retiro de es-
tos conforme a la evidencia científica existente.
• Uso de plataformas de información.
Gestión de recursos materiales y subalmacenes
Dentro de la UTC-19, la coordinación, gestión, abaste-
cimiento y distribución de insumos médicos, está bajo la
supervisión del personal de Enfermería. Cabe mencionar
que en lo que respecta a la cadena de suministro para una
medicación segura, el personal de Enfermería participa
del proceso a través del cálculo, solicitud, abastecimien-
to, organización y dispensación, tanto de los medicamen-
tos como de los materiales, ropa clínica, EPP y disposi-
tivos médicos. En promedio se solicitan un total de 280
claves en material de curación, asimismo en medicamen-
tos en un periodo comprendido de 24 horas.
49 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Indicador
7:1
3:1
1:1
Cuidados de Enfermería
en la UTC-19
Atención del paciente crítico: la apertura gradual de la
Unidad COVID-19 está sujeta a condiciones de demanda
que garanticen el correcto funcionamiento y aseguren los
recursos necesarios para una óptima respuesta a los usua-
rios. Todos los servicios se alinean con la planificación
estratégica estableciendo una capacidad máxima inicial
de 854 camas de hospitalización y 46 de terapia inter-
media, sin embargo, el comportamiento de la pandemia
en nuestro país nos obligó a reestructurar la capacidad
instalada, de tal forma que la capacidad máxima a inicios
del año 2021 es de 617 camas distribuidas de la siguiente
forma:
Hospitalización general 453 camas:
• Sala B con 234 camas.
• Sala C con 219 camas.
Áreas críticas 164 camas:
• PNAF 80 camas.
• TPI 20 camas.
• TI sala D 64 camas (54 generales y 10 aislados).
Gracias a este crecimiento, a 12 meses de haber arranca-
do operaciones, la UTC-19 ha podido brindar la atención
a más de 8,700 pacientes.10 (Véase Tabla 6).
Terapia intensiva (TI)
Con el objetivo de estabilizar al paciente y buscar su
contrarreferencia a hospitales con capacidad resolutiva,
se inició con 8 camas de cuidados intensivos, pero poco
tiempo después, fue posible aumentar el número de ca-
mas, a un total de 32, y a finales del año 2020, se abre
la sala D con 64 camas de atención, donde 10 camas de
ellas son destinadas a pacientes que requieren aislamien-
to.
10 1 abril de 2021 ingresa el paciente 9,000 a la UTC-19
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19
Teraia post intensiva (TPI)
Conforme la pandemia ha avanzado, la capacidad de la
UTC-19 ha respondido a la par. Es así como, con la fina-
lidad de contar con un seguimiento estrecho en los prime-
ros días de extubación del paciente crítico y disminuir la
posibilidad de reingreso a ventilación mecánica, se abre
el área de terapia postintensiva con 20 camas, contan-
do además con un almacén de medicamentos e insumos,
centro de preparación de mezclas, tres centrales médicas
con áreas de cómputo, acceso a SAMIH, Laboratorios
Médicos Polanco, RedCap entre otras herramientas de
uso del personal sanitario. Para recordar el indicador en-
fermera-paciente en esta área, revise Tabla 5.
Sala de puntas nasales de alto flujo (PNAF)
La sala PNAF surge a la par de que se aumentara el nú-
mero de camas de TI, se crea con el objetivo de que,
una vez que se detecta que el paciente comienza a dete-
riorarse, pueda realizarse de forma oportuna la gestión
de la hipoxemia mediante esta línea terapéutica. (Véase
Tabla 7).
Gerencias
El éxito de la UTC-19, desde su creación, se ha debido en
gran parte a la excelente gestión y cuidado que se llevan
a cabo en cada uno de los servicios brindados, gracias a
que las distintas gerencias dentro de la UTC-19 han ma-
nejado la responsabilidad que se les impartió, alcanzan
sus objetivos y siempre cumplen con las funciones asig-
nadas. Además de lograr coordinarse entre distintas ge-
rencias, áreas, niveles de organización, con el fin de brin-
dar el mejor servicio y seguir catalogado como uno de
los mejores centros de atención al paciente COVID-19.
Algunas de estas gerencias que fungen dentro de la Uni-
dad son:
• Gerencia de Capacitación y Calidad
El objetivo de esta gerencia es el análisis de riesgos y
problemas identificados durante los procesos de las Di-
recciones de Operaciones y Atención Médica, con la fi-
nalidad de prevenir, detectar y corregir áreas de oportu-
nidad en la UTC-19.
• Gerencia de Administración
El objetivo de esta gerencia es la planeación, organiza-
ción y control financiero de la UTC-19, en conjunto con
el área contable de corporativo CIE.
• Gerencia de Soporte Logístico y Operativo
Su labor es establecer enlaces de operaciones entre las
50
Gerencias de Almacén y Administración, con el fin de
asegurar la continuidad de servicios.
• Gerencia de Almacenes
El objetivo de esta gerencia es controlar el abasto de to-
dos los insumos, equipos y soluciones utilizadas en al
UTC-19. Se divide en: ropería, insumos, soluciones y
EPP. Además, se conforma de 45 trabajadores de distin-
tas áreas.
• Gerencia de Mantenimiento
El objetivo de esta gerencia es la conservación de la in-
fraestructura para la continuidad de la atención hospita-
laria. Se conforma por 24 personas de mantenimiento y
44 personas de vigilancia que dan cobertura las 24 horas
los siete días de la semana. Para el cumplimiento de sus
funciones, se articula con la Gerencia de Administración
e Ingeniería Biomédica, permitiendo la gestión del ma-
terial utilizado para el mantenimiento de la unidad y con
los servicios de oxígeno, vigilancia y seguridad.
• Gerencia de Ingeniería Biomédica
El objetivo de esta gerencia es la gestión de manteni-
mientos predictivos y correctivos del equipo y tecnología
biomédica, para brindar una atención segura con enfoque
en el paciente y el personal. En la unidad se cuenta con
53 equipos donados, 2,004 comprados, 303 comodato11 y
51 rentados. Esta gerencia está conformada por un total
de 24 ingenieros y técnicos biomédicos, y sus activida-
des se articulan con las Gerencias de Administración y
Mantenimiento.
• Gerencia de Tecnología de la Información y Siste-
mas
El objetivo de esta gerencia es otorgar la infraestructu-
ra y mantenimiento de la telecomunicación como base
indispensable para el intercambio de información de la
UTC-19. Se cuenta con 45 dispositivos de interconexión,
distribuidos en toda la unidad y que permiten la instala-
ción de 292 equipos de cómputo y 15 equipos de impre-
sión.
• Gerencia de Nutrición y Distribución de Alimentos
El objetivo de esta gerencia es la gestión de la prepa-
ración y distribución de alimentos para el paciente y el
personal de la UTC-19, bajo estándares de calidad en el
manejo de alimentos. La entrega directa a pacientes se
realiza por personal de Enfermería. Esta gerencia se con-
forma de 24 personas y se vincula con las Gerencias de
Capacitación y Calidad, TI, con área médica, nutriología
11 Contrato por el cual se da o recibe prestada una cosa de las que pueden usarse
sin destruirse con la obligación de restituirla.

clínica, epidemiología, Enfermería, seguridad y mante-
nimiento.
Farmacia
El objetivo de esta área es la gestión de la cadena de
suministro del cuadro básico y medicamentos emergen-
tes, definido previamente para la atención de pacientes
afectados por COVID-19. Para poder llevar a cabo sus
funciones esta gerencia cuenta con 13 personas, lo que
permite la distribución de los medicamentos necesarios
para la operación de las salas en tiempo y forma. Para la
operatividad de esta UTC-19, los medicamentos y dispo-
sitivos médicos son abastecidos por Sedesa de la CDMX.
Servicios adicionales de la UTC-19
Interconsultas: si bien la atención de la UTC-19 está
centrada en COVID-19, no podemos dejar de ver al pa-
ciente de una forma integral, por lo que, si durante su
atención requiere de valoraciones por otra especialidad,
se gestiona para evaluación y seguimiento. Dentro de
estas especialidades, la UTC-19 cuenta con servicio de
inhaloterapia, nutrición, foniatría, cuidados paliativos,
trabajo social. A continuación, se detallan algunos de los
servicios adicionales.
Fisioterapia
Debido a las recientes investigaciones acerca del aborda-
je terapéutico del paciente con COVID-19, se ha recono-
cido que para una óptima recuperación es indispensable
la rehabilitación y la fisioterapia pulmonar. Por esta ra-
zón, se inauguró en agosto de 2020, la interconsulta de
fisioterapia en la UTC-19 con 23 fisioterapeutas (actual-
mente 46), divididos en los turnos matutino, vespertino y
jornadas de guardia el fin de semana. El objetivo de esta
área, en conjunto con el área médica y de Enfermería, es
disminuir los aportes de oxígeno, mejorar la actividad
cardiorrespiratoria, y mantener la movilidad de los pa-
cientes y los desplazamientos autónomos. La forma de
Tabla 6. Capacidad de camas instaladas en la UTC-19.
CAPACIDAD INSTALADA
Abr May. Jun Jul Ago Sep Oct Nov
Hospitalización 234 234 301 462 462
Tera 8 8 20 20 32
Nota: Para recordar el indicador enfermera-paciente en esta área, revise Tabla 5.
51 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
operación se adaptó con ayuda del equipo de investiga-
ción, a la escala de Gravedad NEWS-2 y de ahí se es-
tructuraron las posibles intervenciones fisioterapéuticas
de acuerdo con la gravedad de cada paciente, al que le
hubieran solicitado la interconsulta (Estable, Moderado
y Severo).
Algunos de los logros que ha tenido esta área son:
• El récord de terapias realizadas en un turno: 190.
• La cobertura de todas las áreas de la UTC-19 (hos-
pitalización, alto flujo, TPI y TI).
• La elaboración de planes de alta para que los pa-
cientes dados de alta continúen su rehabilitación.
Foniatría
El servicio de Foniatría inició en el mes de junio de 2020,
al ver que los pacientes extubados presentaban diversos
trastornos y dificultades para iniciar la alimentación por
vía oral, así como dificultades de comunicación; para po-
der brindarle las habilidades necesarias, recuperación de
la actividad refleja, movilidad, motricidad, fuerza, tono,
así como la propiocepción necesaria para su recupera-
ción en la voz, deglución y cognición.
La importancia de la disfagia orofaríngea12 radica en
que un porcentaje importante de estos pacientes tendrá
malnutrición, deshidratación, aumentando su morbimor-
talidad y afectando su calidad de vida. Por tal motivo,
el servicio de Foniatría tiene como objetivo, la atención
clínica a pacientes afectados por COVID-19 de cualquier
edad que presenten patología específica de voz, habla y
deglución.
Se han atendido a más de 217 pacientes, de los cuales se
han dado 195 pacientes de alta de la unidad hospitalaria,
sin secuelas de disfagia orofaríngea, dos de alta con son-
da gástrica y ocho pacientes con secuelas de disfonía por
parálisis cordal.
12 Dificultad para la deglución.
Dic Ene Feb Mar Abr Total
472 340 340 495 553 617 617 617 617
32 32 32 32 64 64 64 64 64
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19 52

El servicio está compuesto por una médica especialista en el servicio.

en Foniatría, quien se encarga de la coordinación del ser-
vicio y del diagnóstico de forma programada, así como
de la planeación terapéutica. Además, con seis terapeutas
en Comunicación Humana quienes se encargan del pri-
mer contacto, las intervenciones terapéuticas a pacientes
de la unidad postintensiva y hospitalización.
En cuanto a las intervenciones que se realizan podemos
dividirlas en tres grupos principalmente:
• Educación para la salud: enseñanza de medidas de
deglución segura.
• Capacitación: se realiza de forma presencial al per-
sonal de Enfermería a cargo de cada paciente activo
Tabla 7. Total de pacientes críticos atendidos en la UTC-19, 2020-2021.
• Directamente con el paciente se trabaja en dos
campos principales: técnicas de compensación (Mo-
dificación del volumen y consistencia; de incremen-
to sensorial y posturales, y técnicas de rehabilitación
y estimulación sensorial directa, de reflejos norma-
les de las estructuras orofaciales).
Psicología
El objetivo de esta área es brindar acompañamiento, pri-
meros auxilios psicológicos y contención emocional a
pacientes y familiares, así como al personal que labora
en la UTC-19, facilitando estrategias de autocuidado y
de gestión emocional desde el enfoque de la psicología
humanista y cognitivo conductual, con la finalidad de

PACIENTES CRÍTICOS
ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE TOTAL
Pacientes en 60 132 142 154 159 150 190 203 203
PNAF
Pacientes en 25 39 47 51 37 59 55 88 109 109
TERA
Pacientes 25 30 40 51 36 55 55 88 109 109
intubados
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos brindados por el equipo de Vigilancia Epidemiológica de la UTC-19.

promover el bienestar emocional. Actualmente, hay 11 tes servicios que complementan el funcionamiento de la
psicólogos; algunas estrategias que se llevaron a cabo UTC-19:
fueron: • Limpieza y Desinfección.
1. Dos talleres presenciales (pacientes y personal de la • Lavandería y Ropería.
UTC-19). • Vigilancia y Seguridad.
• “No sólo soy cuerpo, también soy emoción”. • Estacionamiento.
• “UTC-19 Todos somos primera línea”. • Mantenimiento de Equipos.
2. Acompañamiento, primeros auxilios psicológicos y • Eliminación de residuos.
contención en protocolo de visita • Sanitización.
3. Interconsulta en: • Ambulancia Transporte.
• Seguimiento en altas. Trabajo Social
• Procesos de duelo.
El objetivo de Trabajo Social es proporcionar atención y
• Acompañamiento psicoemocional. acompañamiento a las familias de los pacientes durante
Servicios cmplementarios su permanencia en la UTC-19, mediante el respeto a sus
Derechos Humanos, sin estigma ni discriminación, con
El funcionamiento seguro y continuo de los servicios calidad y calidez, de forma empática y confidencial. Ade-
prioritarios para la operación es fundamental para la se- más, valorar y canalizar a los pacientes en vulnerabilidad
guridad de los pacientes, las familias, el personal y los social mediante un proceso de atención individualizado.
visitantes, y para cubrir las necesidades de atención de
los pacientes. Es por lo que se cuenta con los siguien- Salud del trabajador
Para la seguridad del personal de la UTC-19 se ha dise-
53 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
La pandemia aterrizada en la Unidad Temporal COVID-19 54

ñado un programa nombrado Contact Tracing13 el cual
tiene como finalidad:
• Identificación de casos sospechosos de COVID-19,
del personal de la UTC-19.
• Identificación de datos potenciales de complica-
ciones y hospitalización temprana para vigilancia y
manejo.
• Seguimiento diario de personal de la UTC-19 en
aislamiento por COVID-19.
• Rastreo de contactos y realización de la reacción
en cadena de la polimerasa con reverso transcripción
(RT-PCRs, por sus siglas en inglés) para COVID-19.
• Tamizaje aleatorio de personal de la UTC-19 me-
diante RT-PCRs.
Gracias a este programa se ha logrado identificar casos
sospechosos, los cuales fueron tratados evitando el con-
tagio y la evolución de la enfermedad como se muestra
más adelante. (Véase Tabla 8).
Vacunación
Se realizó una primera campaña de vacunación contra
influenza durante tres días en el mes de octubre de 2020,
en la que se logró una cobertura del 87% de la plantilla
laboral (1,495 personas). Durante el mes de diciembre,
y como resultado de gestiones gubernamentales e in-
ternacionales, se logró tener acceso a la vacuna contra
COVID-19 Pfizer- BioNTech, la cual se aplicó al perso-
nal de salud el 24 de diciembre de 2020. Inicialmente, el
personal de salud acudió de manera programada a vacu-
nación a los campos militares de la Ciudad de México,
progresivamente la aplicación de la vacuna fue encarga-
da a diferentes centros hospitalarios, entre ellos la UTC-
19, a partir del 15 de enero de 2021. Para este proceso
se conformó una brigada en la cual Enfermería ejerció
acciones de liderazgo.
Consideraciones finales
13 Rastreo de contactos.
Se considera que la UTC-19 se ha constituido de manera
satisfactoria, ha sido un proyecto sin precedentes que se
fue adaptando con base en el comportamiento epidémi-
co; ejemplo de ello fue la concepción inicial de la UTC-
19 que ha implicado más cambios de los planeados. Esta
evolución logró que la UTC-19 cumpliera su objetivo de
disminuir la carga hospitalaria de la CDMX y el área me-
tropolitana.
Para la adecuación del Centro Citibanamex como Unidad
Temporal de atención a pacientes COVID-19, se siguie-
ron las especificaciones de las normas oficiales, lo que
permitió que en general se contara con una infraestructu-
ra funcional para las actividades realizadas, sin embargo,
la duración inesperada de su funcionamiento no contem-
pló detalles como, por ejemplo, la instalación de regade-
ras cercanas para los pacientes más independientes y que
requerían de privacidad para su higiene. Esta condición
la sintió más el personal de Enfermería, en especial el
turno matutino, porque la mayoría de los pacientes sien-
ten la necesidad de realizar su ducha en esta hora del día.
La UTC-19 cuenta con señalamientos, puertas de emer-
gencia, rutas de evacuación y de tránsito para evitar el
contagio de COVID-19 entre el personal que ahí labora.
De hecho, el lema en el proyecto ha sido “#Aquí nadie se
infecta”. Sin embargo, hubo ausencia de capacitación en
los primeros meses del proyecto sobre cómo actuar ante
un sismo o ante un incendio, y esto se notó en junio de
2020 y en marzo de 2021 ya que al sonar la alarma sís-
mica el personal tardó en reaccionar de forma oportuna.
También hubo áreas de oportunidad para el área de En-
fermería, aunado a que no se contemplaba la alta de-
manda del servicio, la gran cantidad de personal y las
adaptaciones necesarias para aumentar la capacidad
hospitalaria. Por ejemplo, en los meses de noviembre a
febrero, la Dirección de Enfermería tuvo que solicitar un
mayor número de personal de forma apresurada. Esta cir-

Tabla 8. Vigilancia de casos sospechosos de COVID-19 en el personal de la UTC-19.

VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DEL PERSONAL

ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE TOTAL
Rt-pcr casos 1 24 163 102 187 190 161 194 273 176 1471
sospechosos
Rt-pcr 53 212 263 312 259 120 143 49 1411
tamizaje
Prueba rápida 182 313 495
Casos 2 10 21 36 42 40 40 45 124 129 489
positivos
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos brindados por el equipo de Vigilancia Epidemiológica de la UTC-19.
 55 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

cunstancia no permitió una capacitación adecuada para

los elementos de nuevo ingreso; aun con estas limitan-
tes se buscó combinar personal más experimentado con
el principiante, disminuyendo el margen de infringir en
eventos adversos en la atención del paciente.
Estas eventualidades mencionadas se fueron solucionan-
do gracias a la gran reacción de la coordinación de todas
las áreas que conducen la UTC-19. Son situaciones que,
de ser consideradas en el futuro para proyectos similares,
se podrán evitar para mejorar aún más la calidad del cui-
dado al paciente.
Referencias
Regulación de los servicios de salud. Que establece los crite-
rios de funcionamiento y atención en los servicios de urgencias de los
establecimientos para la atención médica NORMA Oficial Mexicana
NOM-027-SSA3-2013. Diario Oficial de la Federación, 04 de septiem-
bre de 2013.
Que establece las características mínimas de infraestructura y
equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica espe-
cializada. NORMA Oficial Mexicana NOM-016-SSA3-2012. Diario
Oficial de la Federación, 08 de enero de 2013.
Dirección de Enfermería Unidad Temporal COVID-19 (2021a).
Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería, Tomo I (Ms)
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia 56
 57 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo III. Gestión de Enfermería en la Unidad

Temporal COVID-19: Modelo de referencia
REYNA ALBERTINA ROSAS LOZA
IRENE ABUHATAB ARIAS

Introducción mortalidad a nivel nacional para una unidad hospitala-

ria COVID-19. El 20 de abril del 2020 se incorporó el
En este capítulo se presenta la génesis y desarrollo de
primer grupo de enfermeras a la UTC-19 y a los nueve
la gestión de la Dirección de Enfermería en la UTC-19,
días ingresó el primer paciente teniendo ya disponibles
se encuentra estructurado en tres etapas acorde a la cro-
las primeras 66 camas y los espacios clínicos habilitados. 
nología del proyecto: en la primera se hace referencia a
las actividades y procesos que se llevaron a cabo para la Inicio de funciones de la Dirección de Enfermería
apertura de la Unidad, la siguiente fase describe la con-
La primera actividad del equipo de trabajo de Enfermería
solidación del proyecto y los elementos de dirección uti-
que se conformó inicialmente, fue definir cuáles serían
lizados, finalmente se detallan los elementos de control
los elementos eje de la organización de la Dirección de
y retroalimentación para la calidad, así como el cierre
Enfermería que guiarían su desempeño, los cuales se en-
de la unidad.
listan a continuación:
Antecedentes ● Definir la dinámica de trabajo para el inicio de las
La UTC-19 nace ante la necesidad de expansión de la funciones de Enfermería, en una Unidad Temporal
capacidad hospitalaria en la Ciudad de México, durante para atender a pacientes afectados por COVID-19.
la emergencia sanitaria declarada por la OMS a princi-
● Contar con personal de Enfermería cualificado y
pios del año 2020. La implementación del proyecto fue
suficiente para cubrir las necesidades de los pacien-
posible gracias a la suma de esfuerzos de fundaciones
tes atendidos en la UTC-19.
privadas como la Fundación Carlos Slim y la  CIE, en
colaboración con la Facultad de Medicina de la UNAM ● Establecer la normatividad nacional e internacio-
y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición nal al interior de la UTC-19, para el cuidado del pa-
“Salvador Zubirán”, constituyendo así un grupo multi- ciente afectado por el SARS-CoV-2.
disciplinario de expertos profesionales de la iniciativa ● Implementar un estilo de liderazgo centrado en la
privada y gubernamental, que consolidaron un escenario seguridad del paciente.
único a nivel nacional e internacional para la atención
Misión y Visión 
del paciente con SARS-CoV-2.  
La misión de los profesionales de Enfermería de la UTC-
Como parte fundamental del proyecto se conformó el
19 fue brindar cuidados especializados a las personas
equipo de profesionales de Enfermería que llegaría a es-
afectadas por la COVID-19; así mismo, planear, desarro-
tar integrado por 1614 enfermeras y enfermeros, para
llar y evaluar el impacto de dichos cuidados, y el trabajo
afrontar durante un año y dos meses el reto de atender
en equipo multidisciplinario generando sinergias en be-
a 9088 pacientes, con una de las tasas1 más bajas de
1 Las tasas de mortalidad hospitalaria también varían considerablemente
neficio de la comunidad atendida. 
entre los subsistemas de salud pública. El Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), ha mantenido la tasa de letalidad hospitalaria más alta durante la taría de Salud (IGHS, 2021). La mortalidad global en la Unidad Temporal fue de
pandemia, alrededor del 50% o más, frente al 38% del Instituto de Seguridad y 3.7% y en los pacientes en estado crítico del 13% (Guzmán, 2021). 
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el 37% de la Secre-
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia
La visión de la Dirección de Enfermería fue ser recono-
cida a nivel nacional e internacional por la capacidad de
respuesta inmediata, segura y eficaz ante las necesidades
de cuidados emergentes a la población por la COVID-19.
Organigrama y definición de funciones
El equipo pionero de Enfermería de la Unidad Tempo-
ral COVID-19 se conformó por ocho enfermeras y tres
enfermeros con diversos grados académicos. El reto era
mayúsculo, las actividades a realizar eran múltiples y el
tiempo para dar inicio apremiante, por lo tanto, fue ne-
cesario establecer las actividades específicas de cada uno
de los integrantes desde el primer día de trabajo.
Para definir las funciones del equipo, se estableció un
organigrama funcional, (el cual sufriría ajustes al estar
consolidado el proyecto, toda vez que solo se tenía pro-
gramada una duración de tres meses y se extendió hasta
un año dos meses).  El organigrama final quedó estructu-
rado partiendo de la Dirección de Enfermería y dos sub-
direcciones: Subdirección del Cuidado y Subdirección
de Administración, quedando de la siguiente manera:
Actividades previas a la inauguración
Una de las actividades iniciales para la selección e in-
tegración de personal, fue definir el perfil del puesto
Figura 1. Organigrama de la Dirección de Enfermería.
Fuente: Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería (2021a)
de calidad, análisis FODA  (Ballesteros et al., 2015) y
el planteamiento de seis estrategias: 1) definir el perfil
específico para la integración al proyecto de personal
cualificado, 2) establecer el organigrama y las funciones
de cada posición, con la integración de un manual de or-
ganización, 3) plantear la seguridad del paciente como
58
para Enfermería que aparecería en las convocatorias; así
mismo, se realizaron gestiones por las autoridades de la
Dirección General de Calidad y Educación en Salud a
través de la Dirección de Enfermería de la Secretaría de
Salud, con Sedesa para que se autorizara que los pasan-
tes de Enfermería de nivel licenciatura, que estuvieran
concluyendo su servicio social, fueran contratados con
la categoría de enfermeras técnicas (contrato por honora-
rios). Teniendo lo anterior como base, se diseñó en for-
mato digital la convocatoria para el ingreso de personal
de enfermería. 
Con relación a la dinámica para la atención inicial de
los pacientes, se realizaron recorridos a las instalaciones
y reuniones con el área médica y de operaciones, para
la definición del área de hospitalización que se abriría
inicialmente y de los procesos interdisciplinarios. Se lle-
varon a cabo simulacros de atención para el ingreso del
paciente y se preparó el área física para la inauguración.
Inicio del proyecto: plan estratégico de trabajo
El primer documento que se integró por parte de la Di-
rección de Enfermería fue un Plan Estratégico de Trabajo
con la intención de guiar las acciones de esta disciplina
en la UTC-19. El plan contiene la misión, visión, política
la base de la atención de enfermería, 4) implementar un
modelo de trabajo para la satisfacción tanto del perso-
nal como del usuario, 5) determinar el tipo, cantidad y
manejo de los insumos requeridos para el desempeño de
enfermería en la atención del paciente, 6) documentar
acorde a una metodología estandarizada, todo el ejerci-

cio profesional de enfermería en la UTC-19.  La seguridad de todo el personal fue un trabajo multi-
El plan estratégico se dio a conocer al cuerpo directivo
de enfermería, del área médica y de operaciones y estuvo
disponible para la consulta de los interesados a lo largo
de todo el proyecto. 
Convocatoria, reclutamiento, selección e induc-
ción de personal
Ante la necesidad de contar con los elementos humanos
suficientes en un periodo menor a nueve días, para cu-
brir las primeras 66 camas previstas para la atención del
paciente, la convocatoria previamente diseñada se com-
partió en todos los medios digitales y redes sociales de
las universidades, de la Fundación Carlos Slim y de los
sitios de los institutos y hospitales más importantes.
El perfil profesional requerido fue ser licenciadas en en-
fermería tituladas para ser contratadas como enfermeras
tituladas, y pasantes de enfermería de nivel licenciatura
las cuales fueron contratadas como enfermeras técnicas;
en esta categoría también se contrataron enfermeros de
nivel técnico que ya tuvieran título y cédula y enferme-
ras con postécnico. Dichas categorías de contratación
las dictó la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.  Con base en la instrucción emitida el 4 abril de 2020 du-
Dentro del perfil que se solicitaba, también se incluyeron
las habilidades clínicas y cualidades con las que debían
cumplir los postulantes: experiencia clínica y actitud de
servicio.  dicó:
La primera convocatoria fue lanzada el viernes  24 de
abril de 2020, la segunda se realizó el lunes 27 del mismo
mes, teniendo como resultado (de ambas) un total de 120
enfermeras seleccionadas y contratadas que cubrirían
los cinco turnos (matutino, vespertino, veladas A, B, C),
para la atención de los primeros 66 pacientes.   podrá estar a cargo de la atención de 25 pacientes crí-
La selección del personal se llevó a cabo a través de la
revisión individual de la documentación requerida, así
como de una entrevista realizada por directivos de enfer-
mería, quienes definían (acorde a las competencias pro-
fesionales identificadas), las funciones que realizaría la
persona seleccionada; así mismo se aplicaban exámenes
de conocimientos para identificar las necesidades de ca-
pacitación en el personal de nuevo ingreso.  cada enfermera operativa en áreas de hospitalización
Para lograr el objetivo de homogeneizar un modelo de
trabajo en el personal de enfermería enfocado en la se-
guridad del paciente, se establecieron jornadas de induc-
ción a la organización y al puesto; uno de los temas más
relevantes fue el uso correcto del EPP, lo cual garanti-
zaba la seguridad del personal durante el cuidado de los
pacientes afectados por COVID-19. 
59 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
disciplinario, con el equipo de epidemiología a cargo, el
cual definió procesos, rutas de tránsito, características
del equipo de protección personal y protocolos de ingre-
so que debía seguir el personal en general para acceder y
retirarse de las salas de hospitalización; se asignó perso-
nal de enfermería para supervisar y asistir en la coloca-
ción y retiro del EPP. 
La inducción al puesto que en general tenía una duración
de tres días incluía también cuidados de enfermería bá-
sicos y avanzados al paciente con COVID-19, el manejo
del equipamiento biomédico, las acciones esenciales e
indicadores de atención para la seguridad del paciente,
expediente clínico electrónico y el uso de las instalacio-
nes, entre otros. 
Indicadores de atención e integración de equi-
pos de trabajo
Los indicadores de atención de enfermería para el cuida-
do al paciente se alinearon a la normatividad mexicana
(Comisión Interinstitucional de Enfermería, 2003a) que-
dando de la siguiente manera:
rante la Conferencia de prensa del informe diario sobre
coronavirus COVID-19 en México dirigida por el Sub-
secretario de Salud Dr. Hugo López Gatell, en la que in-
 
Un médico o médica especialista en tratamiento de te-
rapia intensiva se convertirá en jefe de un grupo com-
puesto por otros cinco médicos o médicas generales o
especialistas en otras áreas, pero que hayan sido capa-
citados para Covid-19; de esta forma, un intensivista
ticos con el apoyo de otros médicos generales o espe-
cialistas. Y el mismo esquema se repite para el caso del
personal de enfermería. (Presidencia de la República,
2020, párr. 47)
Así se decidió que Enfermería en la Unidad Temporal
trabajaría de la misma manera; asignando a un líder clí-
nico que estaría a cargo de cinco enfermeros operativos;
atendería un promedio de seis a ocho pacientes, por lo
tanto, cada líder clínico estaría supervisando el cuidado
de aproximadamente 35 a 40 pacientes.  Este modelo de
trabajo permitió que el personal con menor experiencia,
desarrollará nuevas habilidades en acompañamiento y
supervisión continua, para la seguridad del paciente.
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia
Definición de perfiles de puesto
Los perfiles de puesto en los que se establecen las fun-
ciones de cada una de las figuras del organigrama, in-
cluyendo al personal operativo y directivo, fueron plas-
madas en un Manual de Organización, el cual apegó su
diseño a la normatividad que marca la Dirección General
de Programación, Organización y Presupuesto (Secreta-
ría de Gobernación, Dirección de Recursos Humanos,
2019). Establecer responsabilidades individuales favo-
rece la eficiencia en el desempeño, ya que cada elemen-
Tabla 1. Indicadores de atención.
Indicadores de atención
Tipo de paciente Cantidad de pacientes
Paciente crítico
Paciente semi-crítico
Paciente en hospitalización (bajo
riesgo)
Fuente: Elaboración propia a partir de la Guía técnica para la dotación de recursos humanos en enfermería (Comisión Interinstitucional
de Enfermería, 2003).
cias, a quienes les pudiera servir.  controles de Enfermería.
Establecimiento de procesos básicos
De acuerdo con la evolución en la atención al paciente
en la UTC-19, se fueron construyendo los procedimien-
tos administrativos y clínicos, los cuales se integraron
documentalmente con base en la normatividad vigente,
(Secretaría de Gobernación, Dirección de Recursos Hu-
manos, 2019) los cuales contenían desde el alcance y
marco jurídico, hasta la descripción de las actividades
paso a paso. Se elaboraron 20 procedimientos, los cuales
conforman el Manual de Procedimientos Específicos de
la Dirección de Enfermería de la UTC-19; dicho manual
incluye el ingreso del paciente, las acciones y cuidados
de enfermería durante su estancia hospitalaria, así como
el proceso de egreso, entre otros. 
Uno de los procedimientos más importantes, fue el cál-
culo inicial de material, medicamentos, ropa clínica y
equipo biomédico necesario, acorde a la capacidad hos-
pitalaria instalada. A lo largo de todo el proyecto, la ges-
tión de los subalmacenes para la atención del paciente en
áreas clínicas, se llevó a cabo por personal de enferme-
ría;  dicha actividad favoreció la calidad en la atención
al paciente, debido al control estricto de las cantidades
de insumos requeridos, los cálculos de las necesidades
actualizados permanentemente, así como las solicitudes
e inventarios internos eficientes,  para el abastecimiento
las 24 horas del día y los siete días de la semana a los
60
to de la organización conoce a partir de sus actividades,
cuál es el objetivo que debe alcanzar. En dicho manual
se incluye la descripción de 16 perfiles, ya que conforme
el proyecto modificaba su complejidad, surgieron nue-
vas posiciones. 
Una vez definidas las funciones se daban a conocer al
equipo de trabajo para favorecer la comunicación aserti-
va y el desarrollo eficiente de los procesos. Al finalizar la
UTC-19, el Manual de Organización en formato digital
se pudo compartir con colegas en las mismas circunstan-
Cantidad de Enfermeras
1 1
3 1
6-8 1
 
Detalles de la inauguración 
El 22 de abril de 2020, contando con la presencia de la
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, la Dra. Clau-
dia Sheinbaum Pardo acompañada de diversas autori-
dades de instituciones como la UNAM, la Fundación
Carlos Slim, el Grupo CIE y otras fundaciones, se llevó
a cabo la inauguración oficial de la UTC-19. Una vez
establecidos los procesos iniciales y equipos de trabajo
después de largas y arduas jornadas, el 29 de abril de
2020, ingresó el primer paciente afectado por el SARS-
CoV-2 a la unidad. 
Transición del proyecto: normatividad para el
cuidado del paciente
Al construir los procesos y procedimientos durante el
proyecto, se vigiló la aplicación de la normatividad en la
práctica de enfermería. Además de las normas oficiales
mexicanas que en materia de salud aplicaban al ejercicio
de la disciplina, uno de los principales lineamientos de
referencia, fue el Modelo de Seguridad del Paciente del
Consejo de Salubridad, el cual establece las Acciones
Esenciales de Seguridad del Paciente (AESP) (Consejo
de Salubridad General, 2017); aunado a este lineamien-
to, se tomó como referencia los Indicadores de Calidad
de la Comisión Permanente de Enfermería (Comisión
Interinstitucional de Enfermería, 2003b), para favorecer
la estandarización y la calidad en los cuidados de enfer-

mería.  
Para permear las AESP en el trabajo diario de enferme-
ría, una vez conformados los equipos de trabajo en todos
los turnos, se implementó la dinámica en la que cada tur-
no desarrollaría una estrategia para difundir entre todo
el personal la acción esencial que le fuera asignada. La
modalidad que se utilizó fueron actividades lúdicas, con
el objetivo de reforzar entre el personal de enfermería y
otras áreas, el conocimiento y la aplicación continua de
las ocho acciones esenciales para la seguridad del pa-
ciente.   miento y seguimiento personalizado de los pacientes con
En los formatos de los registros clínicos de enfermería se
incluyeron apartados para documentar el cumplimiento
y seguimiento de las AESP en cada momento del cui-
dado del paciente. En los formatos de supervisión del
cuidado, también se asignaron espacios para el registro
del seguimiento de las AESP y de los indicadores de
atención de enfermería.  Enfermería en la UTC-19. Para lo anterior fue pertinente
En la evaluación mensual de desempeño del personal
operativo de enfermería se incluía el conocimiento de
la normatividad que rige a la disciplina, para lo cual la
Dirección de Enfermería a través de la Gestión del Cui-
dado proporcionaba a las y los enfermeros herramientas
digitales de reforzamiento. 
Se establecieron auditorías internas con el objetivo de
revisar el cumplimiento de la normatividad durante el
desempeño de enfermería; para tal efecto se aplicaba el
modelo de calidad de la atención, en la que se incluye
el reporte de cuasi fallas, eventos adversos y centinela
(Consejo de Salubridad General, 2017).
Clínicas de cuidados especializados
La complejidad de los cuidados incrementaba de manera
proporcional al número de pacientes que eran atendidos
en la Unidad, por lo que se instauraron clínicas de cui-
dados especializados, como la Clínica de Heridas y la
Clínica de Accesos Vasculares a cargo de enfermeras
especialistas.  Al final del proyecto se habían realizado un total de 4,225
Cada una de ellas operaba de manera autónoma y ejer-
cían funciones clínicas, de capacitación, supervisión y
documentación de resultados. El personal que integraba
dichos equipos desarrollaba el rol ampliado de enferme-
ría, dando como resultado un impacto significativo en la
calidad de la atención a los pacientes; por ejemplo, al de-
signar a la Clínica de Accesos Vasculares para el manejo
exclusivo y seguimiento del catéter venoso central en el
paciente en estado crítico, se evidenció una drástica dis-
minución de las bacteriemias asociadas al torrente san-
61 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
guíneo relacionadas con el uso de dichos dispositivos. 
Una de las complicaciones más frecuentes en el pacien-
te pronado en estado crítico es la aparición de lesiones
por presión (LPP) (AIACH, 2020); en la UTC-19 con el
nacimiento de la Clínica de Heridas se logró disminuir
la cantidad y gravedad de las lesiones en estos pacientes,
toda vez que el personal de enfermería adscrito a la clí-
nica, tenía como función principal la capacitación al área
operativa para la prevención de LPP, así como el trata-
heridas o lesiones complicadas.  
Coordinaciones de la Dirección de Enfermería
La creciente y continua generación de cambios en el
comportamiento de la pandemia, impactó de manera sig-
nificativa en la necesidad de crear nuevos procesos, para
la adaptación del modelo de trabajo de la Dirección de
generar coordinaciones administrativas y clínicas, con
funciones y alcances específicos, como fueron:
a. Gestión del Cuidado
El objetivo del área de Gestión del Cuidado era la super-
visión de los procesos de acuerdo con los indicadores
de calidad y las AESP, así como el seguimiento de cuasi
fallas, eventos adversos y centinela; a lo largo del pro-
yecto se generaron estrategias para favorecer la cultura
del reporte de los mismos por el personal de enfermería
y de otras disciplinas. En la UTC-19 se dio seguimiento
a un total de 247 eventos, a partir de los cuales se desa-
rrollaron estrategias de mejora y aprendizajes para evitar
la reincidencia en los mismos. 
b. Coordinación de Educación Continua
El objetivo de la Coordinación de Educación Continua
fue convertir la capacitación y el desarrollo de compe-
tencias profesionales como un factor elemental y obliga-
torio para todo el personal de enfermería de la UTC-19.
capacitaciones in situ (presenciales e individuales), 3237
asistentes a sesiones clínicas virtuales y presenciales con
expertos clínicos y  tres cursos- taller para el desarrollo
de habilidades en áreas críticas, con una capacidad de 50
personas cada curso.
c. Coordinación de Registros Clínicos
La Coordinación de Registros Clínicos cumplía con las
funciones de capacitar a nuevos usuarios en el uso del
expediente clínico electrónico, supervisar la correcta in-
tegración de los registros de enfermería, crear los perfi-
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia
les de acceso para cada uno de los usuarios, asesorar y
dar respuesta a problemáticas del uso de la plataforma
digital SAMIH, actualizar formatos conforme se imple-
mentaron nuevos procesos, entre otros. Se obtuvieron un
total de 138,990 notas de enfermería, se registraron 1953
usuarios, y se dieron 1992 capacitaciones sobre el uso
del sistema SAMIH.
d. Coordinación del Cuidado Holístico
El objetivo de la Coordinación de Cuidado Holístico
era desarrollar estrategias para favorecer procesos de
autocuidado en los pacientes a través de la promoción
de la salud y de la elaboración de planes de alta indivi-
dualizados; para motivar la creatividad y la salud mental
proyecto; su objetivo era favorecer la investigación me-
diante la creación de textos basados en la normatividad
vigente y buenas prácticas clínicas. La base documental
de la Dirección de Enfermería se conformó de la siguien-
te manera:  La Coordinación de Capital Humano desarrollaba los
Tomo I: Plan estratégico, Manual de organización, Ma-
nual de bienvenida, Manual de procedimientos, Manual
de implementación de acciones esenciales para la segu-
ridad del paciente. 
Tomo II: Planes de cuidados específicos de la Unidad
Temporal Covid-19
62
de los pacientes hospitalizados se creó una ludoteca en
cada sala de hospitalización a cargo de personal de enfer-
mería, en la cual se desarrollaban múltiples actividades
como terapia ocupacional. Se integraron 1,702 planes de
alta y a lo largo del proyecto 2,515 usuarios asistieron a
la ludoteca. Una de las funciones del equipo de Cuidado
Holístico, fue acompañar el proceso del término de la
vida, siendo parte del equipo multidisciplinario de cui-
dados paliativos.
e. Coordinación de Enfermería Basada en Evidencia
La Coordinación de Enfermería Basada en Evidencia
nace a partir de la necesidad de documentar la práctica
profesional de enfermería en la UTC-19 a lo largo del
Tomo III: Recopilación de ensayos de las profesionales
de la Dirección de Enfermería de la UTC-19
f. Coordinación de Capital Humano
procesos de convocatoria, reclutamiento, selección e
inducción del personal de enfermería, así como una es-
trecha comunicación con el personal de Recursos Huma-
nos para compartir información y apoyar en el ingreso
de los seleccionados. A través de un continuo análisis,
equilibraba las cantidades de enfermeras en cada turno
para mantener los indicadores de atención y mantener
 63 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

equitativas las cargas de trabajo; se evaluaba de manera nistrativas para su permanencia, las condiciones labora-
continua el desempeño del personal para identificar áreas les de salario digno, de seguridad al contar con todo el
de oportunidad y crear herramientas que permitieran me- equipo de protección personal, la capacitación continua
jorar la calidad del cuidado a los pacientes. Se promovie- para el desempeño eficiente de sus funciones, fueron to-
ron un total de 16 convocatorias con un alcance de 5,122 das ellas determinantes para la satisfacción laboral y la
personas atendidas, en algunas convocatorias acudieron calidad en el cuidado al paciente en la UTC-19. 
a la cita más de 1000 enfermeras con el deseo de ingresar A principios del mes de junio 2020, un grupo de investi-
a laborar a la UTC-19 (Dirección de Enfermería UTC- gadoras de la ENEO y de la Escuela Nacional de Antropo-
19, 2021b). logía e Historia contactaron a la Dirección de Enfermería
g. Gestión de insumos con la intención de realizar un estudio sociodemográfico
de las y los enfermeros que laboraban en ese momento
La Coordinación de Subalmacenes tenía como objetivo
en la UTC-19. A partir de ese momento, se estableció un
principal administrar y coordinar las actividades de cál-
equipo de trabajo multidisciplinario a través del cual se
culo, recepción, almacenamiento y conservación de los
obtuvieron datos contundentes de un perfil multidimen-
insumos y dispositivos médicos; ejerciendo control de
sional de la enfermería participante durante la pandemia
las entradas y salidas para mantener el inventario actua-
en este proyecto; los datos obtenidos fueron analizados y
lizado y garantizar la disponibilidad permanente de los
al complementarse con entrevistas de valioso contenido,
materiales y medicamentos. Dicha coordinación vigilaba
se decidió escribir el presente libro.
la adecuada utilización y distribución de los recursos. 
Educación continua como prioridad 
Consolidación y expansión del proyecto
La Educación Continua fue la estrategia más importante
La UTC-19 fue creada para la atención de pacientes afec-
al consolidarse el proyecto, los pasantes en enfermería
tados por la COVID-19 en franca etapa de recuperación,
de nivel licenciatura ocupaban el 60% del personal de
con la intención de desahogar los hospitales de la Ciudad
enfermería,  y aunque contaban con muchos atributos
de México y aumentar su cobertura para paciente grave;
que los hacían ideales para enfrentar la pandemia (como
sin embargo, el comportamiento de la pandemia llevó a
ser jóvenes y por lo tanto de bajo riesgo, sin comorbili-
la UTC-19 a modificar su misión y convertirse en una
dades, con preparación universitaria, con práctica clínica
unidad de atención a paciente inestable y grave afectado
recientemente desarrollada, con valores profesionales),
por el SARS-CoV-2; llegó a tener 64 camas de terapia in-
el reto principal fue prepararlos para atender pacientes
tensiva, 80 unidades de paciente para alto flujo de oxige-
afectados por una enfermedad sin precedentes; el conoci-
nación, y dos salas de terapia intermedia con 20 camas.
miento, la capacitación y el desarrollo de habilidades se
El área de hospitalización estaba compuesta por dos sa-
volvió la prioridad para enfermería, y este objetivo requi-
las, en la primera con pacientes afectados por COVID-19
rió utilizar diversas estrategias metodológicas, lúdicas y
de bajo riesgo, y en la segunda sala con pacientes de me-
el uso exhaustivo de las tecnologías de la información
diano y alto riesgo de complicaciones respiratorias, sien-
como herramientas complementarias del aprendizaje
do 234 y 219 camas respectivamente. 
para el personal de Enfermería.  (Véase Gráfica 1).
Las fechas de apertura de las diversas áreas fueron las
El modelo de capacitación establecido permitió el desa-
siguientes:
rrollo de competencias profesionales en el personal de
Entorno laboral y estudio sociodemográfico de enfermería y con ello también el surgimiento de nuevos
enfermería líderes clínicos. 
Múltiples fueron los factores que influyeron en generar Calidad de los cuidados de Enfermería en la
un entorno laboral positivo; algunas de las características UTC-19
que destacaron fueron la calidez en la relación enfermera
Los cuidados profesionales de Enfermería en la UTC-19
paciente, la descentralización de la toma de decisiones
no se limitaron al aspecto clínico, la calidad en la aten-
operativas de la Dirección de Enfermería al desarrollar
ción y la seguridad del paciente se establecieron desde el
líderes en los diversos espacios clínicos y horarios la-
primer momento como un aspecto indiscutible de cum-
borales, la comunicación abierta y bidireccional enfer-
plimiento; al ser la seguridad del paciente una política
mera-médico y con todo el equipo multidisciplinario, la
incluida en todos los procesos, se establecieron medidas
selección de personal cualificado y las facilidades admi-
para auditar de forma continua su cumplimiento a través
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia
de la normatividad que marca la Joint Commission Inter-
national (JCI, 2015) y la National Patient Safety Foun-
dation (NPSF, 2015). Los resultados de las auditorías se
analizaban para establecer acciones de mejora y estudios
de caso, involucrando a quienes hubieran participado en
las desviaciones, incluyendo al jefe de turno, a los sub-
directores y directora de Enfermería. Como parte de la
estrategia para la evaluación de la calidad del cuidado
de Enfermería, se aplicaban encuestas de satisfacción a
los usuarios, dando como resultado que la mayoría de los
pacientes manifestara su agradecimiento por la calidez
de los cuidados recibidos. 
Liderazgo, empoderamiento de enfermería y
trabajo interdisciplinario
El estilo de liderazgo de Enfermería estaba definido des-
de el inicio de la gestión de Enfermería en la UTC-19,
y una vez consolidado éste, se permeó la filosofía de
trabajo a todos los líderes: las posiciones de autoridad
son para servir a los demás, y el objetivo principal es
siempre la seguridad del paciente; con base en la teoría
Figura 2. Línea del tiempo de apertura de áreas.
Fuente: Informe final de la Subdirección del Cuidado (2021b).
ingenieros biomédicos), lo que para la UTC-19 represen-
tó una fortaleza y uno de los componentes del éxito en la
tasa de recuperación de los usuarios del servicio2.
Cierre de la Unidad Temporal  ser las terapias intensivas e intermedias las últimas áreas
En el mes de mayo de 2021 se anunció por el gobierno
de la Ciudad de México el término de actividades de la
UTC-19 ante lo cual, se estructuró un plan interdiscipli-
nario de transferencia con el cierre paulatino de áreas de
menor a mayor complejidad en cuanto a la atención del
2 En la Unidad Temporal COVID-19 se registró un total de 9,088 ingresos, de
los cuales el 95.2 % fueron dados de alta.
64
del liderazgo situacional de Hersey y Blanchard, la guía
de la dirección de Enfermería hacia todos los líderes era
potencializar las capacidades del personal a su cargo, no
tratarlos a todos igual, sino identificar en qué sitio o con
qué actividad podía desempeñarse mejor cada persona
(Sánchez et al., 2010). Aunado al nivel académico y la
experiencia profesional, se debía valorar y apoyar la ac-
titud de servicio, el desempeño basado en valores y las
cualidades de liderazgo, con lo que existía la premisa del
desarrollo permanente de nuevos líderes clínicos para la
mayor seguridad del paciente y la calidad en la atención. 
Una de las características exitosas del modelo de gestión
de la UTC-19, fue el trabajo autónomo e interdisciplinar
de la Dirección de Enfermería; situación que representó
un papel facilitador para la toma de decisiones eficientes
y de continua mejora de la calidad en el cuidado. Enfer-
mería en cualquier escenario de salud, se encuentra en el
centro de la atención clínica, y es quien hace la interco-
municación con todas las disciplinas que participan en
la atención al paciente (médicos, nutriólogos, químicos,
paciente. 
Se seleccionó y programó de forma escalonada al perso-
nal para su reubicación en los hospitales de la Sedesa; al
en cerrar, se decidió integrar equipos con líderes clínicos
que fueran migrando paulatinamente conforme se iban
desocupando las camas de los pacientes. En esta etapa,
la Dirección de Enfermería fortaleció la capacitación del
personal con la intención de que acudieran lo mejor pre-
parados a las diversas instituciones de salud. 
El último paciente egresó el 10 de junio de 2021, y a

partir de esa fecha inició el arduo trabajo de desmontar
toda la estructura hospitalaria por parte de la dirección de
operaciones. Con respecto a la Dirección de Enfermería,
el trabajo para finalizar el proyecto fue respaldar toda la
información generada en formato digital, acompañar al
personal de enfermería en su cambio de adscripción, y
trabajar de forma coordinada con los responsables del
almacén central para el proceso de devolución de los
insumos y dispositivos médicos restantes en los subal-
macenes. 
A lo largo del proyecto se presentaron dos informes de
actividades parciales de la Dirección de Enfermería para
lo cual se organizaban jornadas académicas en las que
todas las coordinaciones y jefes de turno participaban
exponiendo el cumplimiento de sus metas. El 11 de junio
de 2021, la Dirección de Enfermería presentó su informe
final de actividades ante el cuerpo directivo de la UTC-
19, con la representación de la Sedesa, la Fundación Car-
los Slim y el grupo CIE.  de la Calidad de los servicios de Enfermería, Tres Indicadores de apli-
Conclusión  cación hospitalaria. http://www.cpe.salud.gob.mx/site3/publicaciones/
Finalmente podemos concluir que fueron múltiples los
factores que influyeron en el éxito del proyecto. La suma
de esfuerzos con un equipo multidisciplinario, combina-
da con la autonomía y responsabilidad de cada uno de
los profesionales de la salud, permitió el ejercicio de una
enfermería independiente en un modelo de atención efi-
ciente. 
Las características organizacionales e infraestructura de
la UTC-19arc, contar con elementos humanos suficientes
y con materiales de alta calidad facilitaron en su conjunto
Gráfica 1. Línea del tiempo de apertura de áreas.
Fuente: Elaboración a partir del Informe de Subdirección Administrativa (Dirección de Enfermería 2021b).
65 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
un escenario único para que la calidad y calidez de los
cuidados de enfermería fueran el mayor valor. 
Referencias 
Asociación Interdisciplinaria Argentina de Cicatrización de
Heridas [AIACH]. (2020). Guía para la prevención y tratamiento de
lesiones por presión en pacientes críticos decúbito prono. Pandemia CO-
VID-19. https://gneaupp.b-cdn.net/wp-content/uploads/2020/08/guia-
CovidAIACH-1.pdf
Ballesteros, H., Verde, J., Costabel, M., Sangiovanni, R., Dutra,
I., Rundie, D., Cavaleri, F., Bazán, L. (2015). Análisis FODA: Forta-
lezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Revista Uruguaya De
Enfermería, 5(2), 8-17. http://rue.fenf.edu.uy/index.php/rue/article/
view/85
Comisión Interinstitucional de Enfermería. (2003a). Guía técni-
ca para la dotación de recursos humanos en enfermería. http://www.cpe.
salud.gob.mx/site3/publicaciones/docs/guia_tecnica_servicios_enfer-
meria.pdf
Comisión Interinstitucional de Enfermería. (2003b). Evaluación
docs/evaluacion_servicios_enfermeria.pdf 
Consejo de Salubridad General (2017). Las acciones esenciales
para la seguridad del paciente dentro del modelo de seguridad del pa-
ciente del CSG. 
Dirección de Enfermería Unidad Temporal COVID-19 (2021a).
Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería, Tomo I (Ms)
Dirección de Enfermería Unidad Temporal COVID-19 (2021b).
Informe de Subdirección Administrativa, (Ms)
Fundación Carlos Slim. (2021). Modelo de Gestión de la Unidad
Temporal COVID-19. Salud Digital. https://saluddigital.com/en/uni-
dad-temporal-manual-y-videos-de-procedimientos/
Gestión de Enfermería en la Unidad Temporal COVID-19: Modelo de referencia 66

Guzmán, C. (2021, junio 11). Unidad Temporal COVID-19 Ci- d=S012005342010000100003&lng=en&tlng=es.

tibanamex permitió salvar a 8 mil 548 pacientes. Capital 21. https:// Secretaría de Gobernación (2019) Lineamientos para la elabora-
www.capital21.cdmx.gob.mx/noticias/?p=22885 ción y actualización de manuales de organización. https://www.gob.mx/
Institute for Global Health Sciences [IGHS] (2021). La respues- cms/uploads/attachment/file/493068/Lineamientos_para_la_Elabora-
ta de México al Covid-19: Estudio de caso. Universidad de California. cio_n_y_Actualizacio_n_de_Manuales_de_Organizacio_n.pdf
https://globalhealthsciences.ucsf.edu/sites/globalhealthsciences.ucsf.
edu/files/la_respuesta_de_mexico_al_covid_esp.pdf 
Joint Commission International (2015). Framework for root cau-
se analysis and corrective actions. https://www.jointcommission.org/-/
media/tjc/documents/resources/patient-safety-topics/sentinel-event/
rca_framework_101017.pdf
National Patient Safety Foundation. (2015) RCA2 Improving
Root Cause Analyses and Actions to Prevent Harm. Boston, MA: Natio-
nal Patient Safety Foundation
Presidencia de la República (2020, 4 de abril) Versión este-
nográfica. Conferencia de prensa. Informe diario sobre coronavirus
COVID-19 en México.https://www.gob.mx/presidencia/articulos/ver-
sion-estenografica-conferencia-de-prensa-informe-diario-sobre-coro-
navirus-covid-19-en-mexico-239735?idiom=es
Sánchez Santa-Bárbara, Emilio, & Rodríguez Fernán-
dez, Andrés. (2010). 40 Años de la teoría del liderazgo situacional:
una revisión. Revista Latinoamericana de Psicología, 42(1), 25-
39. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pi-

Figura 3. Fase 3 Transferencia.

Fuente: Modelo de Gestión de la Unidad Temporal COVID-19 (Fundación Carlos Slim, 2021).
67 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19 68
 69 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo IV. Abordajes teórico-metodológicos:

(con)formación multidisciplinaria en una Unidad
Temporal COVID-19
OSWALDO ANGELES ZAVALA
CINTHYA KARINA CASTRO GARCÍA

Introducción vestigación, así como la pertinencia de realizar etnogra-

fías hospitalarias y, en un último segmento, los puntos de
La etnografía hospitalaria no es un campo reciente dentro
partida en la constitución de un equipo multidisciplinario
de los estudios de la salud o de la antropología médica,
desde la Enfermería y la Antropología para comprender
sin embargo, existe un aumento en el reconocimiento de
la vivencia de las enfermeras y enfermeros que laboran
la necesidad de realizar cada vez más estudios antropo-
en la UTC-19.
lógicos dentro de instituciones de salud de todos los ni-
veles de atención para describir y analizar las relaciones El contexto
médico-paciente, las prácticas de atención hospitalarias,
Tener un solo concepto homogéneo, o un consenso único
las interacciones y condiciones laborales de personal de
sobre salud y/o enfermedad, es más que complicado, ya
salud y la forma en como todas las aristas en conjunto
que están implícitas una diversidad de disciplinas, profe-
impactan en la atención a la salud y en el proceso sa-
sionales, saberes y modelos, así como de determinantes
lud-enfermedad.
sociales, como el género, la edad, entre muchas otras;
En este trabajo se realiza una reflexión teórica y meto- tienen un carácter histórico y dinámico porque existen en
dológica del proceso de investigación multidisciplinario un espacio, tiempo y lugar determinado; están envueltos
realizado en UTC-19 de la Ciudad de México, durante bajo las condiciones sanitarias y de desigualdades; son
el trabajo de campo del 17 de agosto de 2020 al 16 de subjetivos y objetivos que se manifiestan en las interpre-
octubre del mismo año, a cargo de profesionales de la Se- taciones y representaciones socioculturales que le dotan
cretaría de Salud, la ENEO, la Escuela Nacional de An- de prácticas, significados y símbolos.
tropología e Historia (ENAH) y el Instituto Nacional de
La OMS (2014) desde 1946 define salud como un es-
Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INRLGII),
tado de completo bienestar físico, mental y social y no
con el objetivo de recabar las experiencias de enfermeras
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; y
y enfermeros que ahí laboraron, para conocer el impacto
enfermedad como alteración o desviación del estado físi-
de la atención de pacientes con COVID-19 en la UTC-
co en una o varias partes del cuerpo, por causa en general
19, en sus relaciones familiares, de pareja, laborales y
conocida, manifestada en síntomas y signos característi-
sociales y en su quehacer profesional.
cos, y cuya evolución es más o menos previsible.
En un primer momento, se describe el contexto de la
Desde el plano subjetivo, Laín Entralgo (1985) nos dice
pandemia en México durante la primera y segunda ola
que la salud, el estar sano es poder decir, dentro de los
de contagios, la creación de Unidades Temporales de
límites de la existencia corpórea y del propio cuerpo, “yo
atención en el sistema de salud público y los retos ins-
puedo”. Si estoy sano y quiero, se puede pasear, comer,
titucionales que tuvieron que sortearse en la atención de
hacer lo que se quiera; también puede ser un silencio del
emergencia. Posteriormente, se hará una exposición so-
cuerpo, silencio de los órganos; poder seguir viviendo; es
bre la conformación de equipos multidisciplinarios de in-
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
la desatención del cuerpo, porque no existe malestar, do-
lor; es poder no emplearlo conscientemente para pensar,
recordar, imaginar, soñar, etc.; es la cotidiana relación de
convivencia, es la posibilidad de gobernar el juego vital
de la soledad y la compañía; se mezclan momentos sub-
jetivos y objetivos. Gadamer (2001), por su parte, entien-
de que la salud o el estar sano “no reside justamente en
un sentirse-a-sí-mismo; es un ser-ahí, estar-en-el-mundo,
un estar-con-la-gente, un sentirse satisfecho con los pro-
blemas que le plantea a uno la vida y mantenerse activo
a ellos” (2001, p. 128).
En ese sentido, la salud es subjetiva y objetiva porque es
pensada por los sujetos, los cuales están determinados
por el contexto, por una socialización, una percepción y
elaboración del proceso salud-enfermedad1, que le con-
fiere cierta experiencia individual, particular y singular.
Eduardo Menéndez (2003) propone entender el proce-
so salud-enfermedad-atención (s-e-a) como un proceso
universal en todos los grupos sociales con característi-
cas propias, pero que se componen de la construcción y
entendimiento de enfermedades, padecimientos, formas
de atenderlos y de restablecimiento de la salud. Pero en
la disciplina de la Enfermería, la atención es concebida
como un conocimiento, una herramienta y una técnica
que les permite realizar procedimientos y actividades
para poder brindar un cuidado científico, estandarizado
y homogéneo. Para efectos de este texto, se hará refe-
rencia al binomio salud-enfermedad y el cuidado sobre
el concepto de atención porque responde de forma más
cercana a las prácticas de enfermeras y enfermeros. Ex-
periencia anclada en el cuerpo-persona, donde se expresa
la materialidad de la vida cotidiana, la conformación de
la estructura y la organización social, las desigualdades
de atención, las fuerzas productivas, las prácticas higié-
nicas, las habilidades y capacidades para resolver las vi-
cisitudes que acarrea la enfermedad.
En el estudio del proceso salud-enfermedad es impres-
cindible el abordaje del cuerpo y sus emociones para
comprender no sólo los devenires de la enfermedad ma-
nifestada en él, sino la forma en que se vive, se padece
y se representa. La pandemia SARS-CoV-2 que tuvo los
primeros casos detectados en diciembre de 2019 en la
ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China, demandó
1 Para comprender el proceso salud-enfermedad es preciso entenderlo
como una relación integral, dinámica, constante y de múltiples compo-
nentes y determinantes históricos, económicos, políticos e ideológicos;
con interacciones recíprocas y bajo condiciones personales, sociales y
culturales específicas y concretas en espacios y tiempos definidos, que
permiten explicar sus manifestaciones y expresión de las condiciones
de vida, económicas, de atención, religiosas, de los individuos, grupos y
sociedades. Determinantes sociales que permiten observar la naturale-
za social de la enfermedad más allá de un caso clínico, de una patología
(Laurell, 1982; Jarillo, 2019).
70
que todos los sistemas y modelos médicos de atención a
la salud2 (Menéndez, 1992) de todos los países se volca-
ran a atender de forma emergente, con los pocos o mu-
chos insumos y preparación necesaria, una enfermedad
de la que no se conocía de manera contundente la for-
ma en que afectaba al cuerpo, sus síntomas o formas de
contagio. Los medios de comunicación y las autoridades
en temas de salud de los gobiernos federales y locales
informaban a la población sobre las medidas básicas de
contención y prevención de contagios, como el lavado
constante de manos, uso de gel antibacterial al estar en
contacto con otras personas u objetos, uso de cubrebocas
y la distancia social de al menos un metro y medio, esto,
con base en la sintomatología y respuestas de casos con-
firmados de contagio que comenzaban a sumarse, prime-
ro por docenas, cientos y, con el paso de los meses, miles.
Durante el desarrollo de la pandemia, se registraron “dos
olas”3 con puntos máximos de personas contagiadas y
defunciones: la primera durante los primeros seis meses
de anunciada la contingencia en el país hubo 5,262 de-
funciones (Dirección General de Epidemiología, 2021),
y la segunda, durante los meses de noviembre y diciem-
bre de 2020 y enero de 2021, cuando la Secretaría de
Salud registró 66 mil 783 fallecimientos confirmados
por COVID-19, lo que representaba el 42% del total de
muertes en el país. Hasta el 31 de enero de 2021 sumaban
158,536 (Vega, 2021).
Ante tal panorama, el gobierno federal anunció la imple-
mentación de Centros de Atención Temporales4 con el
propósito de aumentar el número de camas para el cuida-
do de pacientes, debido al incremento de casos confirma-
2 Los modelos médicos que atienden a la salud son entendidos como “cons-
trucciones que a partir de determinados rasgos estructurales suponen en la
construcción de los mismos, no sólo la producción teórica, técnica, ideológica
y socioeconómica de los “curadores” (incluidos los médicos), sino también la
participación en todas esas dimensiones de los conjuntos sociales implicados
en su funcionamiento” (Menéndez, 1992, p.101). Eduardo Menéndez clasifica
en tres tipologías los distintos modelos de atención a la salud en: el Modelo
Médico Hegemónico, el Modelo Médico Alternativo Subordinado y el Modelo
Médico basado en la Autoatención. El Modelo Médico Hegemónico se basa en
una visión biologicista de la enfermedad, una visión teórica positivista en la
ahistoricidad, la asocialidad, el individualismo, en una eficacia pragmática y en
la concepción de la salud como mercancía. El Modelo Alternativo Subordinado
agrupa a las prácticas médicas consideradas como “tradicionales”, o que tienen
un origen cargado de valores y alternativas a las dominantes y que resultan de
la emergencia al Modelo Médico Hegemónico. El Modelo basado en la Autoa-
tención se funda en la práctica del diagnóstico y atención que realiza la propia
persona o su círculo social cercano para aliviar la enfermedad o el padecer sin la
intervención de un curador o profesional (Menéndez, 1992).
3 Se han nombrado “olas” a los registros de cifras de máximo contagio por
determinados periodos de tiempo (semanas o meses), que posteriormente dis-
minuyen en intensidad y coinciden con los periodos vacacionales o días festivos
en los que se reúnen grupos de amistades o familiares. Se caracterizan por altos
números de personas diagnosticadas con COVID-19 y con mayor velocidad de
contagio, lo que se refleja en un mayor registro de número de camas ocupadas en
los centros hospitalarios y en el aumento en la cantidad de defunciones.
4 Los Centros de Atención Temporales COVID-19 (CAT-COVID-19) o Unida-
des Temporales de Atención COVID-19 son “módulos provisionales habilitados
durante la contingencia por SARS-CoV-2 (COVID-19), ubicados en estaciona-
mientos, espacios aledaños o a un hospital de reconversión y a los habilitados
como estructuras extrahospitalarias” (SSA, 2020a, p. 3)

dos de COVID-19 en el país. En la Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno, anunció el 22
de abril de 2020 el inicio de operaciones de la primera
Unidad de Atención Temporal COVID-19, construida en
colaboración con el gobierno local, academia y empresas
de la iniciativa privada5, la UTC-19, ubicada en el po-
niente de la ciudad. Esta nueva unidad representó un au-
mento de 600 camas sumadas al sistema de salud, junto
con otras unidades temporales que ya se encontraban en
operación en ese momento e instaladas en el Hospital de
Especialidades Dr. Belisario Domínguez, en Iztapalapa;
en el Hospital de Especialidades Dr. Enrique Cabrera, en
la Alcaldía Álvaro Obregón y en el Hospital General de
Tláhuac.
La UTC-19 fue un ejemplo claro y exitoso de la partici-
pación en conjunto del sector público y privado para dar
respuesta a la pandemia con 246 camas en su arranque;
en mayo de 2020 recibió al primer paciente en sus insta-
laciones. Después de la segunda ola de contagios, la uni-
dad llegó a tener el 90% de ocupación con 607 pacientes
y operando con 623 personas entre personal clínico y
operativo (UCSF, 2021).
Los Centros de Atención Temporales COVID-19
(CAT-COVID-19) y los Hospitales móviles fueron
una estrategia basada en las recomendaciones de la
OMS para los Centros de Tratamiento para Infecciones
Respiratorias Severas, derivando en México en la
Expansión Hospitalaria en caso de Emergencias en Salud
para acercar los servicios hospitalarios a la población en
cualquier localidad, municipio o estado que requiriera
acrecentar su infraestructura hospitalaria de forma
temporal y que estuviera rebasada por una contingencia
sanitaria (Secretaria de Salud, 2020). Los centros tienen
como objetivos dar atención médica hospitalaria de
forma directa a pacientes con el virus SARS-CoV-2 que
desarrollan la enfermedad, de desahogar la sobrecarga
de los centros hospitalarios de personas con enfermedad
moderada y no críticos para ser trasladados a dichas
instalaciones y estabilizar a pacientes que evolucionan
favorablemente. Para su funcionamiento, se requieren
por turno y módulo de atención: 50 camas, personal
médico y de Enfermería, terapeutas, radiología,
farmacéutica, laboratorio clínico, trabajo social, limpieza
y desinfección (Secretaría de Salud, 2020b).
En esta estructura de operación, el papel de los
5 La iniciativa fue impulsada por la Corporación Interamericana de Entreteni-
miento, Telmex Telcel e Inbursa, Walmart, Bimbo, Barcel, Fundación Sertull,
Citibanamex, Fundación Alfredo Harp Helú, Coppel, Fundación Coca Cola,
Coca Cola Fomento Económico Mexicano S.A.B (FEMSA), Casa de Apuestas
Oficial del Real Madrid (CODERE), The Hong Kong and Shanghai Banking
Corporation (HSBC) y Grupo Infra y coordinada por Fundación Carlos Slim y
la UNAM (Sedesa, 2020).
71 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
profesionales de Enfermería fue crucial para la atención
oportuna y eficiente de los pacientes. Como lo reconoce
la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el
trabajo del personal de Enfermería en esta situación de
contingencia destaca por las siguientes labores (2021a):
• El fortalecimiento de la atención domiciliaria de
casos leves.
• La organización del triage6 en los establecimientos
de salud.
• La coordinación con las redes de servicios de aten-
ción prehospitalaria para la gestión de referencias y
traslados.
• La gestión clínica en red para la continuidad de la
atención y eficiencia del uso de los recursos hospi-
talarios.
• La reorganización y capacitación del personal en
control de infecciones, seguridad y protección per-
sonal.
• El apoyo a la gestión de la cadena de suministros.
• La realización de teleconsultas para la evaluación,
monitoreo, control y seguimiento de pacientes am-
bulatorios reduciendo las visitas innecesarias a los
servicios de salud.
• Participación en el proceso de inmunización de la
población de México.
El trabajo que realizaron las mujeres y hombres de En-
fermería en todas las unidades médicas del país, tuvo
repercusiones en su ámbito laboral y en su entorno inme-
diato en los círculos sociales como la familia, relaciones
afectivas y de amistades, aumentó el estrés y el cansan-
cio por un mayor número de horas laborales, así como el
temor de un contagio para sí y sus familias, que también
se materializaron en sus cuerpos y mentes.
Amnistía Internacional, en su diagnóstico El costo de cui-
dar (2020), señala que en la región de las Américas se
registraron casi la mitad de las personas con diagnósti-
co positivo de COVID-19 a un par de meses de iniciada
la pandemia mundial, con más de dos millones de casos
confirmados, situación que hizo aún más visible la la-
bor indispensable de todo el personal que laboraba en los
centros médicos y que se encontraban en primera fila de
atención, así como las carencias a las que tuvieron que
6 La palabra triage o triaje es un neologismo que procede del vocablo francés
trier que significa “elegir o seleccionar”. El triage es un proceso que permite una
gestión y clasificación del riesgo clínico para manejar adecuadamente y con se-
guridad, los flujos de pacientes cuando la demanda asistencial y las necesidades
clínicas superan a los recursos.
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
enfrentarse en insumos y falta de EPP7 que garantizara
la seguridad de todo el personal dentro de hospitales y
centros de atención COVID-19. En dicho documento se
recaban las experiencias de mujeres y hombres de países
del continente americano del ámbito médico, de Enfer-
mería, limpieza y laboratorio que laboraban en hospita-
les públicos y privados y dieron cuenta de las adversi-
dades institucionales y sociales a las que tuvieron que
enfrentarse en los momentos más críticos de contagio en
sus respectivos países.
Este documento es una clara declaratoria de los vacíos
legales en materia laboral, los abusos de empleadores,
exceso de trabajo y falta de cuidado emocional y psico-
lógico para el personal dentro de los centros de atención
COVID-19. Ejemplo de ello son los largos turnos de
profesionales médicos y de Enfermería, con 12 horas de
servicio sin parar y de pie, o con falta de ingesta de agua
por la dificultad y tardanza de sanitizar reiteradas veces
el EPP para ingresar a las salas de aislamiento.
Se reportaron también casos de personal de limpieza a
quienes les fueron reducidas sus horas de trabajo o fue-
ron despedidos por sus empleadores (empresas de sub-
contratación), pues solicitaron su traslado a áreas de me-
nor peligro de contagio por ser parte de los grupos etarios
de riesgo o con condiciones de salud que los colocaba en
situación de vulnerabilidad. Los despidos, reducción de
jornada laboral o acoso y violencia de parte de las jefatu-
ras fueron algunas de las repercusiones por las denuncias
de falta de EPP y su distribución, lo que hizo que fuera
aún más difícil cumplir con las necesidades de demanda
de atención a la enfermedad con condiciones laborales
precarias.
En estas circunstancias, los empleadores, ya fueran del
sector público o privado, debían garantizar cargas de
trabajo que fueran manejables y brindar estrategias de
contención y prevención del trauma y del estrés que pro-
vocan, también, sentimientos de culpa, desamparo, des-
esperanza y agotamiento. Para advertir estas situaciones,
se recomienda que las naciones adopten medidas legis-
lativas, decretos o políticas que marquen las acciones
para fortalecer los derechos y condiciones laborales para
quien trabaja en el ámbito de la salud, así como su dere-
cho a su salud física y mental y garantizar la vigilancia
de su implementación.
7 El EPP es “todo el equipo, aparato o dispositivo especialmente fabricado y
proyectado para preservar el cuerpo humano, en todo o en parte, de riesgos
específicos de accidentes del trabajo o enfermedades” (SSA, 2020, p. 2). El EPP
para atender los casos de COVID-19 consta de: cubrebocas quirúrgico triple
capa, respirador N95, FPP o equivalente, protección ocular, gorro desechable,
bata de manga larga impermeable desechable o de algodón y guantes de látex o
nitrilo desechables.
72
Dentro del entorno de tensión y emergencia que la pan-
demia desató en todos los niveles de atención a la salud,
una serie de toma de decisiones para atender la contin-
gencia impactaron de forma directa en el quehacer y res-
puesta del personal de salud, al desestimar la gravedad
de la enfermedad que se vio reflejada en los discursos de
autoridades sanitarias y ejecutivas, en un sistema jerár-
quico y concentrado con frases que transmitían a la po-
blación un ambiente de estabilidad y de falsa sensación
de que el combate a la pandemia avanzaba, ignorando
las cifras, anuncios y recomendaciones de instancias de
salud internacionales como la OMS (UCSF, 2021). La
ilusión de que el regreso a la vida cotidiana de forma pre-
sencial sería en poco tiempo, que el uso de cubrebocas no
era necesario para contener el COVID-19, que el contac-
to físico como los abrazos no debían interrumpirse o que
las evidencias científicas no tenían validez, en México
generó un alza notable en los contagios de la primera y
segunda ola, y, por lo tanto, en la demanda hospitalaria
(UCSF, 2021).
Estudios multidisciplinarios en torno a la sa-
lud-enfermedad
El desconocimiento de la atención al COVID-19 en el
inicio de la propagación tuvo un impacto rotundo en el
quehacer profesional de quienes se encontraban en con-
tacto directo con personas enfermas. Personal médico, de
Enfermería, laboratorio, farmacia, limpieza y quienes la-
boran en los centros de atención COVID-19 también en-
fermaron; sufrieron actos discriminatorios y violencia de
sus vecinos, en la vía pública, en el transporte y en oca-
siones, de la propia familia. El impacto de la enfermedad
en el personal de salud y en su integridad se refleja en
los 229,458 casos de personas en México contagiadas de
enero de 2020 al 10 de marzo de 2021. Los decesos en
este grupo de población en el país ascendieron a 3,554,
lo que lo colocó en el primer país en el continente con
mayor número de muertes de personal de la salud, casi el
doble en comparación con las cifras reportadas en Esta-
dos Unidos con 1,387 muertes (OPS, 2021b).
La magnitud de la pandemia en México se reflejó durante
la primera ola, cuando la cantidad de camas en los hospi-
tales de alta especialidad fueron insuficientes para los pa-
cientes que necesitaban cuidados intensivos y requerían
ser atendidas de forma aislada para controlar la propaga-
ción del virus, se requirió la contratación emergente de
más personal médico y de Enfermería, laborando largas
jornadas.
La experiencia de quienes día con día estuvieron en con-

tacto con el COVID-19 son personas, quienes al igual
que el resto de la población, atravesaron momentos de
angustia, incertidumbre y miedo de enfermar o perder la
vida y, en su caso particular, que sus familiares también
pudieran ser contagiados como consecuencia de cumplir
con sus labores. Esas vivencias dan cuenta de las condi-
ciones laborales, de las repercusiones que el estrés tuvo
en sus relaciones personales y la forma en que tuvieron
que hacer frente a nuevos desafíos en su formación pro-
fesional; acontecimientos que cambiaron sus dinámicas
laborales y vida privada, por lo que tuvieron que crear
estrategias para garantizar la protección y cuidado que
salvaguardaran su salud.
En este contexto, se reunió un equipo multidisciplinario
de investigación conformado por profesionales de Enfer-
mería y Antropología adscritos a la Sedesa, la ENEO,
la ENAH y el INRLGII, para recabar las experiencias
de enfermeras y enfermeros que laboran en la UTC-19,
ubicada en la Ciudad de México, con el objetivo cen-
tral de conocer el impacto que el COVID-19 tuvo en sus
relaciones interpersonales, en su quehacer profesional y
la forma en que resignifican la práctica clínica durante
el proceso de atención a personas con COVID-19. Estas
dimensiones propician un entramado de relaciones que
necesitan ser abordadas desde diferentes aristas para en-
tender la multidimensionalidad en la atención y el cuida-
do brindado por el personal de salud.
Entender el fenómeno del COVID-19 requiere de la mi-
rada y reflexión de múltiples disciplinas que puedan dar
cuenta no sólo de estadísticas, sino también de la expe-
riencia y sentir de quienes vivieron de primer contacto el
dolor y la muerte de los pacientes. Para ello, pensar que
se podía conocer toda la realidad8 desde una sola ópti-
ca, es lo que la ciencia moderna a partir del siglo XIX
pretendió. Bajo la hegemonía de los modelos positivistas
se dividieron los campos científicos en disciplinas, las
cuales estuvieron auspiciadas por universidades y por el
Estado. Gracias a esta separación disciplinar y al forta-
lecimiento de sus particulares axiomas, métodos, teorías,
modelos y enfoques, así como de una visión unilateral de
su propia realidad, hoy existen conocimientos sin paran-
gón en Biología, Física, Química, Medicina, Psicología,
entre otras ciencias, donde reina la verificación empírica
y lógica, que se dan a través del principio de selección/
rechazo de datos significativos. Es decir, el conocimiento
opera mediante la separación (distingue o desarticula), la
unión (asocia, identifica), la jerarquización (lo principal,
8 Siguiendo a Nicolescu (1996), se entiende por Realidad: lo que resiste a nues-
tras experiencias, representaciones, descripciones, imágenes o formalizaciones
matemáticas. No es solamente una construcción social, el consenso de una colec-
tividad, un acuerdo intersubjetivo, también es una dimensión trans-subjetiva.
73 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
lo secundario) y la centralización (en función de un nú-
cleo de nociones maestras) (Morin, 1990).
La parcelación del conocimiento en disciplinas generó
una hiperespecialización que se rige bajo los principios
de disyunción, reducción y abstracción, a esto Morin
(1990) lo llamó el “paradigma de simplificación”, cuyos
inicios se ubican en el siglo XVII con Descartes, al for-
mular la separación entre el sujeto pensante (ego cogi-
tans) y la cosa extensa (res extensa), que sumado al mé-
todo hipotético-deductivo de Karl Popper (1902-1994)
y el Círculo de Viena9 han propiciado una variabilidad
de ciencias y de disciplinas que dan cuenta, responden
y comprenden los fenómenos de una realidad desde sus
propios campos de conocimiento. Es así que en las cien-
cias “duras” y en las ciencias de las “humanidades” han
existido y perdurado el reduccionismo, la particulariza-
ción y la parcelación del conocimiento.
En ese sentido, son varias las matrices disciplinares10:
Filosofía, Medicina, Psicología, Biología, Antropología,
que han estudiado, abierto, clasificado, fragmentado, so-
metido, medido, designado, interpretado y significado el
cuerpo del ser humano. Cada una desde sus postulados,
teorías e intereses, pero actualmente es imposible hablar
de él y de su funcionamiento sin recurrir al pensamiento
y al vocabulario técnico-médico. La disciplina médica
tomó al cuerpo por antonomasia como su campo de co-
nocimiento y de saber, que enfatiza la descripción anató-
mica, con procesos biofisiológicos y bioquímicos. Se ha
encargado de medirlo, clasificarlo y naturalizarlo como
un conjunto de órganos, que bajo la lectura de signos, de
síntomas y una batería de avances tecnológicos, interpre-
ta el malestar, el dolor, la enfermedad, la atención y el
cuidado en relación al proceso salud-enfermedad, pero
dicho proceso no es meramente un fenómeno biológico,
tiene carácter histórico, social y cultural, así como indi-
vidual y colectivo (Laurell, 1982), además que se genera
una empatía y amor para salvaguardar la integridad del
cuerpo del extraño, ajeno, desconocido y propio.
La medicina moderna, como se mencionó, es la que se
9 Cuyos procedimientos metodológicos consisten en: oposición al descubri-
miento de hipótesis a partir de datos observacionales acumulados; la concepción
de que las hipótesis son confirmadas en la medida que suministran la “mejor
descripción explicativa”, esto consiste en plantear algunas afirmaciones en cali-
dad de hipótesis y verificarla mediante la deducción, y de aquí, las conclusiones y
la confrontación de los hechos.
10 Thomas Kuhn en 1969 en la publicación de la Posdata y, bajo la confusión y la
crítica que generaba el término de “paradigma”, Kuhn (2018) utiliza la categoría
de matriz disciplinar para dar cuenta de los cambios que se producen cuando
surge una crisis en una comunidad científica, asimismo para comprender la una-
nimidad del conocimiento que comparten los miembros de dicha comunidad.
Esta categoría la describe como: “disciplinar porque alude a lo posesión común
por parte de los que practican una disciplina concreta, y matriz porque se com-
pone de elementos ordenados de varios tipos, cada uno de los cuales precisa una
especificación ulterior” (Kuhn, 2018, p. 357). La categoría de matriz disciplinar,
suplementa a la de noción de paradigma.
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
adjudicó la atención al cuerpo en su formación y fun-
ción, pero la salud y la enfermedad, son tanto una di-
mensión biológica como sociocultural. La dicotomía
salud-enfermedad se ha presentado en todas las culturas,
ya sea por separado o como dos momentos articulados
que se expresan en un solo fenómeno; además, el cómo
se entiende y atiende depende de la interacción de múl-
tiples factores socioculturales, científicos, ambientales,
ideológicos, religiosos, étnicos y emocionales, así como
de intereses políticos, económicos, sin olvidar el tipo de
organización, de funcionamiento de los sistemas de sa-
lud y de las determinantes sociales en que se desarrolla
el proceso y los propios sujetos. Es decir, en todas las
sociedades han existido y existen modelos y formas de
atención, que no sólo se refieren a las actividades biomé-
dicas y las de eficacia, de eficiencia y/o de calidad, sino
comprenden todas aquellas acciones que buscan preve-
nir, dar tratamiento, controlar, aliviar y/o curar un pade-
74
cimiento o enfermedad determinada. En las que suelen
utilizarse una diversidad de técnicas diagnósticas, para
la detección del problema, así como de tratamiento y de
curación (Menéndez, 2003), haciendo del proceso sa-
lud-enfermedad-atención tan compleja como multicausal
y multidimensional11.
Esto provoca que el proceso salud-enfermedad sea im-
posible abordarse desde una sola disciplina y profesión
que pueda dar respuesta de forma integral y holística a
la realidad y de las emergencias que de esta se susci-
ten. Como el caso que hoy atravesamos a nivel mundial
por el SARS-CoV-2, que desde noviembre de 2019 ha
provocado una pandemia, propiciando un confinamiento
11 Morin (1990), en Introducción al pensamiento complejo, dice que: aquello
que es complejo recupera al mundo empírico, la incertidumbre, la incapacidad
de lograr la certeza, de formular una ley, de concebir un orden absoluto; por ello,
no se pueden aislar los objetos unos de los otros, sino al contrario, se debe de
tener una conciencia de la multidimensionalidad, porque toda visión de unidi-
mensionalidad es especializada, parcial y es pobre.

poblacional y una serie de prácticas, de modelos y de
intervenciones, en la atención, en el cuidado, en la pre-
vención, en su estudio e investigación.
Etnografía hospitalaria en la UTC-19
Los estudios sobre la salud, la enfermedad y la atención,
fuera del paradigma del modelo médico hegemónico, se
han desarrollado desde la mirada de lo social y lo cultural
principalmente con la Sociología y la Antropología como
disciplinas que buscan tener como objeto de estudio las
prácticas de atención, causas de la enfermedad y los pro-
cesos de prevención de la salud. Bajo esta mirada, los
estudios etnográficos que ponen en el centro el estudio
del comportamiento y las relaciones sociales en algunas
instituciones de salud (Amezcua, 2000), tienen como
antecedentes los realizados en hospitales psiquiátricos
(Caudill, 1966; Taylor, 1977; Goffman, 1981; Comelles,
1988), en personas adultas mayores (Vesperi, 1985) o en
la Enfermería con los trabajos de Towell (1975) y Cor-
mack (1976), quienes desde la interpretación de la pers-
pectiva profesional en Enfermería, exploran el impacto
de la ideología de los tratamientos médicos y del centro
de servicio de salud, en la forma del cuidado hacia el
paciente y su concepción de la enfermedad (Mantilla y
Alonso, 2012).
Varias son las disciplinas, entre las que se encuentran la
Enfermería y la Antropología, que han acogido el cui-
dado en su campo de acción; cada una desde sus pers-
pectivas teóricas-metodológicas. La primera teórica en
Enfermería que percibió la falta de comprensión de los
factores culturales en la relación al cuidado fue Made-
leine Leininger (1925-2012), quien, al estar trabajando
en la Universidad de Cincinnati y el Therapeutic Psy-
chiatric Nursing Center at the University Hospital (Es-
tados Unidos), se percató que, debido a las diferentes
procedencias culturales de la población infantil, la res-
puesta al cuidado, la salud y las prácticas de bienestar en
el tratamiento psiquiátrico era distinto. En ese entonces,
Margaret Mead trabajaba como profesora visitante en el
departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cincin-
nati, lo cual permitió a Leininger charlar sobre cómo la
Enfermería podía apoyarse en la Antropología (filosófica
y cultural) y la Sociología para entender desde una diver-
sidad cultural el cuidado de la salud, la enfermedad y la
atención (Alligood, 2014).
Interrogante que se ve reflejada en su tesis doctoral, de
la cual se desprende la Teoría de la diversidad que “hace
referencia a las variables y/o diferencias de los signifi-
cados, modelos, valores, modos de vida y símbolos de
75 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
los cuidados en o entre colectivos, relacionadas con las
expresiones de asistencia, apoyo o capacitación en los
cuidados a las personas” (Alligood, 2014, p. 410); y en
de la Universalidad de los cuidados culturales, que hace
alusión a la “similitud o uniformidad en los significados,
modelos, valores, modos de vida y símbolos de los cui-
dados que se manifiestan entre muchas culturas y reflejan
el cuidado como una humanidad universal” (Alligood,
2014, p. 410). De estos dos supuestos emerge el método
de la etnoenfermería, los cuales dan sentido y forma a la
Enfermería Transcultural, que son descritos en los libros:
Nursing and Anthropology: Two Worlds to Blend (1970)
y Transcultural Nursing: Concepts, Theories, and Practice
(1978), (Alligood, 2014), que la definen como:
Área principal de la Enfermería que se centra en el es-
tudio comparativo y en el análisis de las diferencias
culturales y subculturas del mundo con respecto a los
valores sobre los cuidados, la expresión y las creencias
de la salud y la enfermedad, y el modelo de conducta
[…] (el) propósito de la teoría era descubrir las parti-
cularidades y las universalidades de los cuidados de
los humanos según la visión del mundo, la estructura
social y otras dimensiones, y después descubrir formas
de proporcionar cuidados culturalmente congruentes a
personas de culturas diferentes o similares para man-
tener o recuperar su bienestar, salud o afrontamiento
con la muerte de una manera culturalmente adecua-
da. (Alligood, 2014, p. 408)
La teoría de los cuidados culturales toma al ser humano y
su vida desde una perspectiva holística en un período de
tiempo y espacio concreto (que la hace una teoría antro-
pológica); da cuenta del contexto y las estructuras socio-
culturales, así como de las expresiones lingüísticas y los
cuidados genéricos (tradicionales), es decir, son actos de
prestación de cuidados (Alligood, 2014, p. 410).
A partir de la teoría de la Enfermería Transcultural de
Madeleine Leinninger (1964), María Antonia Martorell
(2001) propone la unión de Enfermería y Antropología
en dos posibles conceptos que se describen en su texto
¿Antropoenfermería o Enfermeantropología? que toma
como referencia las definiciones de Holden, Littlerwood,
Dougherty, Tripp-Réimer y Foster, para describir casi
una “alianza natural” de relación entre ambas disciplinas.
Como lo señalan Siles y Solano (2009), la relación entre
Antropología y Enfermería radica en la preocupación de
estudiar al ser humano de una forma “holística”, en la
que la cultura y los cuidados como resultado de un con-
texto sociocultural son el punto de encuentro para ambas
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
disciplinas. Los cuidados son acciones que no pueden ser
vistas aisladas de la cultura y se manifiestan en la vida
cotidiana de quien ve por el otro dentro del proceso sa-
lud-enfermedad, son un conjunto de situaciones que no
dependen de las enfermedades, sino que forman parte de
la vida humana.
Si bien los estudios de la Enfermería Transcultural y la
Antropología de los Cuidados se han preocupado por la
práctica central de la Enfermería, en la etnografía hospi-
talaria la labor de Enfermería ha quedado al margen de
las reflexiones de las prácticas de atención a la salud, en
el proceso salud-enfermedad y en la crítica a la estructura
de operación sanitaria en las instancias médicas.
La etnografía hospitalaria ha utilizado una diversidad de
técnicas para el estudio del campo de la salud, que ha
permitido la promoción de la utilización de metodologías
que tradicionalmente sólo se utilizaban en las investiga-
ciones sociales y dando pie a la formación de equipos
multidisciplinarios para desarrollar investigaciones sani-
tarias. Así, el método etnográfico y sus técnicas se han
adaptado a los objetivos de las investigaciones en salud.
La etnografía es la forma más básica e inmersiva para
adentrarse a la vida cotidiana de las personas, su forma
de ver e interpretar el mundo, con la característica princi-
pal de tener la participación del científico social, es decir,
el etnógrafo, que participa de forma activa y abierta con
un grupo social durante un periodo determinado, cues-
tionando y con el registro de datos que puedan ayudar
en la reconstrucción de un tema de investigación (Ham-
mersley y Atkinson, 1994). Para entender el entramado
de significaciones, el etnógrafo hace uso de su experien-
cia en la recolección de información, de registro de todo
aquello que dé luz sobre aquello que es importante para
la investigación, pero principalmente para quien vive la
experiencia. El etnógrafo se enfrenta a una “multiplici-
dad de estructuras conceptuales complejas” que están
traslapadas, entretejidas, irregulares, pero que constru-
yen el sentido de la conducta humana, entendidas como
acción simbólica que se manifiestan en el habla, en los
guiños, en el caminar, en la forma de expresar emocio-
nes, en donde el etnógrafo tiene que preguntar cuál es su
sentido y valor (Geertz, 2003).
Hacer etnografía, señala Clifford Geertz (2003), es tam-
bién construir relaciones, encontrar a informantes cla-
ves, transcribir información, construir genealogías, hacer
mapas, tener el registro en un diario, todo en un primer
nivel, con un objetivo descriptivo y de recuperación de la
información, para posteriormente, realizar una descrip-
ción a manera de “descripción densa” hasta llegar a in-
76
terpretaciones de lo simbólico, aquello que le da sentido
a la vida en tanto cultura.
Para los estudios de corte etnográfico en instituciones de
salud, su análisis se centra en categorías sobre los sa-
beres y prácticas de los profesionales en salud, en las
interacciones personales médico-paciente, así como las
experiencias de atención (García et al., 2017). A estos
tópicos se le sumaría también la descripción de espacios
como consultorios, clínicas u hospitales y de la calidad
de atención en el servicio de salud desde horizontes teó-
ricos como relaciones de poder, desde el interaccionismo
simbólico, el constructivismo o estructuralismo (García
et al., 2017). En su mayor parte, en la etnografía hospita-
laria es recurrente el estudio de las representaciones del
personal de salud y de quien vive una enfermedad, sobre
sus prácticas curativas o sobre la etiología de la enferme-
dad desde la visión cultural, así como su impacto en el
proceso salud-enfermedad.
Con estos puntos de partida, fue posible pensar en rea-
lizar un trabajo etnográfico dentro de la UTC-19 que
representó resolver retos de distinta índole de investiga-
ción y de seguridad; tenía que garantizarse la salud del
equipo de trabajo sin perder de vista los objetivos del
proyecto de investigación. Para todo el equipo fue indis-
pensable hacer un registro de lo que sucedía dentro de la
UTC-19 como parte de un momento coyuntural social
y epidemiológico, pero principalmente, recabar la expe-
riencia de mujeres y hombres que se habían desplazado
hasta este centro que funcionaría con un esquema nove-
doso de atención y que buscaba dar atención emergente a
pacientes diagnosticados con la enfermedad, el personal
de Enfermería.
La consolidación de un equipo multidisciplinario re-
quirió la coordinación de instituciones de salud, educa-
tivas y de investigación de Enfermería y Antropología
para poder entender el entramado de significaciones de
la práctica profesional de Enfermería y el impacto en su
vida personal y profesional. Los equipos multidiscipli-
narios están compuestos por diversas áreas del conoci-
miento que coinciden en el objetivo de una investigación
y en la que aportan desde su saber, una forma particular
de plantear y dar explicación a un problema; desde la
multidisciplina, la investigación se realiza en un mismo
espacio que facilita el diálogo con otros pares desde un
flujo de comunicación horizontal (Leal-Egaña, 2006). El
trabajo multidisciplinario, a diferencia de la “pluridisci-
plina”, en la que el aporte de cada área disciplinar no
llega a tocarse, busca la amalgama o el cruce entre las
fronteras de especialidades para dar respuesta a un fenó-

meno (Giménez, 2008).
Para lograr el objetivo planteado, el equipo multidisci-
plinario realizó un cuestionario para el personal del área
de Enfermería de la UTC-19 aplicado en el periodo de
agosto a diciembre de 2020. La participación de enfer-
meras y enfermeros se llevó a cabo por medio de un ins-
trumento autodirigido y autoaplicable con la herramienta
Google Forms, lo que facilitó que el personal interesado
en participar en la investigación lo hiciera de forma prác-
tica desde algún dispositivo electrónico como el teléfono
celular. El instrumento se estructuró para explorar ocho
dimensiones que conforman las áreas de la vida de los
profesionales en Enfermería:
I. Dimensión sociodemográfica y socioeconómica
II. Vivienda
III. Trayecto al Trabajo y Perfil Profesional
IV. Dimensión educativa
V. Dimensión ocupacional
VI. Experiencia fuera de la Unidad Temporal CO-
VID-19
VII. Esparcimiento
VIII. Salud y emociones
Las preguntas de cada dimensión fueron de tipo abier-
tas y cerradas12, que posteriormente se sistematizaron
para realizar la caracterización del grupo de estudio y
los resultados de cada grupo temático. Se registraron
513 participantes (60.2% del total del personal de En-
fermería que laboraba en la UTC-19 adscrito hasta el 4
de septiembre de 2020), la mayoría mujeres (75.2%) y el
resto, hombres (24.8%). Si bien las encuestas13 tienen la
particularidad de ser un instrumento de fácil aplicación
y es de los más utilizados en las investigaciones socia-
les cuantitativas, se consideró indispensable recuperar la
experiencia de los participantes por medio de entrevistas
para un análisis cualitativo.
La investigación de corte cualitativo tiene como finali-
dad analizar los discursos de actores sociales, a partir de
un diálogo dirigido por un especialista a través de instru-
mentos que buscan profundizar en el problema de inves-
tigación. El investigador social tiene el papel de descifrar
12 Las preguntas abiertas son aquellas que permiten que la persona entrevista-
da pueda emitir una opinión de forma descriptiva sobre un tema específico a
diferencia de las preguntas cerradas, que pueden ser de tipo “siempre” (con dos o
tres opciones a elegir) o “múltiple” (con un listado de más de tres opciones para
su elección) (Padua, 2016).
13 Los cuestionarios o encuestas consisten en una serie de preguntas sobre un
tema en específico respecto a una o más variables que se desean medir (Hernán-
dez et al., 2006).
77 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
los símbolos, analizar y describir las representaciones y
prácticas sociales sobre un tema en específico. El análisis
cualitativo permite analizar los discursos de actores so-
ciales a partir de un diálogo dirigido por un especialista,
a través de instrumentos que buscan profundizar en el
problema de investigación el investigador social tiene el
papel de descifrar los símbolos, analizar y describir las
representaciones y prácticas sociales sobre un tema en
específico (Barragán, 2011).
En el registro de datos cualitativos, las emociones, expe-
riencias y significados se recaban por medio del lenguaje
escrito, verbal o no verbal a través de técnicas como la
entrevista abierta, discusión de grupo, observación, his-
torias de vida, revisión de documentos, evaluación de
experiencias personales e interacción con grupos (Her-
nández et. al, 2006).
Con las entrevistas en profundidad14 se posibilita contar
la historia de quien la vive, reconstruir no sólo lo que
vivieron en relación con la práctica profesional, también
sobre sus emociones, la relación con su cuerpo, sus lazos
familiares y la resignificación de su quehacer disciplinar.
Atender a pacientes con COVID-19 tiene implicaciones
no sólo médicas y de salud, sino también desde un cuer-
po que siente y experimenta emociones y las lleva a la
vida cotidiana.
En el proceso de construcción de la memoria, cuando
se realiza una entrevista se articulan verbo, memoria y
escritura. Es la metáfora15 el recurso que ayuda a la re-
cuperación y explicación coloquial de la memoria que
se compone en un espacio, el tiempo en el interior y en
el exterior que le permite al sujeto la construcción de la
subjetividad (López, 2012). La forma de recordar con el
cuerpo se realiza con la ayuda de imágenes corporales,
con hechos del pasado que se imprimen en el cuerpo, el
proceso incluye redes nuevas con una memoria no sólo
cognitiva, sino corporal, en la que los órganos y las emo-
ciones responden a la sobrevivencia de una amenaza; se
manifiestan en alergias, quistes, tumores o enfermedades
crónico-degenerativas que deterioran la salud de los in-
dividuos. En esta memoria corporal se crea un microcos-
mos que se expresa como síntomas que se vinculan al
mismo tiempo con la memoria social y familiar (López,
2012).
14 De acuerdo con Taylor y Bogdan, “la entrevista en profundidad busca la
comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus
vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras”
(1994, p.100).
15 De acuerdo con Nisbet, “la metáfora es una forma de avanzar de lo conocido
a lo desconocido. Es una forma de conocimiento en la que características de
identificación de una cosa se transfieren, en un destello intuitivo, instantáneo y
casi inconsciente, a otra como que, por su lejanía o complejidad, nos es descono-
cida.” (1969, p. 4).
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
El recuerdo de la experiencia permite al sujeto la recons-
trucción de emociones pasadas plasmadas en el presente.
Como lo explica Turner: “las emociones de las experien-
cias pasadas colorean las imágenes y contornos revividos
por la sacudida presente” (2002, p. 92); es el momento
en el que una “mera experiencia” se convierte en “una
experiencia”, al encontrar el significado de aquello que
provocó un episodio desconcertante originado por dolor
o placer.
Las emociones que emergen de momentos críticos16 que
rompen la continuidad de la vida cotidiana no tienen que
ser necesariamente reales o míticas; la riqueza de la ex-
periencia vivida se relaciona con la resignificación que
la persona le otorga en la subjetividad y la relaciona con
una experiencia nueva (Turner, 2002).
Estructurar y realizar una entrevista desde este horizon-
te metodológico, reconoce al cuerpo como un sistema
abierto que se relaciona no sólo consigo mismo, sino
sobre todo con otros cuerpos con los que interactúa, se
relaciona, se simboliza, se identifica, se (re)construye,
se entiende, se atiende y se cuida; es materialidad, es
identidad en el plano individual y colectivo, permite la
apreciación con los otros; por él somos nombrados, reco-
nocidos, identificados, es la apertura al mundo, memoria
viva. En esa memoria se envuelve y encarna a la perso-
na (Le Breton, 2005), además “el cuerpo es una ficción,
un conjunto de representaciones mentales, una imagen
inconsciente que se elabora, se disuelve, se reconstruye
al hijo de la historia del sujeto, por mediación de los dis-
cursos sociales y de los sistemas simbólicos” (Corbin,
2005, p. 17).
El cuerpo humano tiene un espacio, un tiempo y un lu-
gar; espacio que posee sus propias particularidades, un
tiempo que lo desgasta y lo significa, un lugar en la reali-
dad, que permiten sea tocado, manipulado como objeto,
por otros cuerpos, por las disciplinas y el mundo. Mundo
de significaciones, de valores, de convivencia, comuni-
caciones y de enfermedades. Enfermedades que se per-
ciben, se viven a través de los sentidos, que se atienden
y cuidan por sistemas de salud, por modelos médicos;
que se experimentan de forma individual y colectiva,
que hacen del cuerpo un lugar fecundo de intersecciones
disciplinares para dar cuenta de sus diferentes niveles de
realidad17 por los que está atravesando. Por ello el cuerpo
16 Víctor Turner desarrolla el término “drama social” para comprender las
“fases inarmónicas” de los procesos sociales que surgen en momentos de crisis
o conflictos. Las fases de los dramas sociales son: la brecha, la crisis, la acción
reparadora y la reintegración. El drama social hace posible el estudio de procesos
que responden a una estructura metafórica que los actores sociales tienen en la
mente.
17 Nicolescou (1996) describe los niveles de realidad como: conjunto de sistemas
78
se puede interpretar y conocer desde un holograma de
posibilidades y de matrices disciplinares.
Pero el cuerpo siempre va acompañado de quien lo ex-
perimenta y vive, la persona. En 1913 Unamuno escribió
“es mi cuerpo vivo el que piensa, quiere y siente”; en esa
misma línea de pensamiento, Laín Entralgo reflexionó
“Yo soy mi cuerpo” que lo describe como:
yo soy, individualizada, una estructura dinámica
producida en la evolución del cosmos por obra de
una causa segunda específica —la que dio lugar a la
aparición de la especie humana—, que para nombrar
adecuadamente su individual realidad puede decir ‘yo’
[…] Yo, no tengo mi cuerpo, ni soy mi cuerpo …; yo
soy corpóreo; si se refiere, alguien corporal […] pero
‘alguien’ a quien ser humanamente corporal concede
su condición de tal ‘alguien’, su ‘ser persona’ […] ‘yo
soy hombre; y por serlo, uno de tantos seres en los que
la natura naturans ha ganado nivel personal. (1997,
p. 22)
En este cuerpo-persona18 que es el ser humano, que al
mismo tiempo es físico, biológico, psíquico como cultu-
ral, social e histórico, que proviene del homo que a la vez
es sapiens (racional) y demens (delirante), que es afec-
tivo, lúdico, imaginario, poético, prosaico, neurótico;
poseído por sus sueños y sin embargo capaz de objetivi-
dad; delirante, pero también racional; capaz de mesura y
desmesura; que sonríe, llora; es un ser serio y calculador;
es ansioso, se angustia, goza, pero también es violento y
tierno; da amor y puede odiar; se alimenta de todo tipo
de conocimientos, es creador y formador de una cultura.
Todo esto, entre muchas cosas más, hacen que el ser hu-
mano sea un homo complexus (hombre complejo) (Mo-
rin, 2003; 1999) y en él una multidimensionalidad, así
como una diversidad y variabilidad no sólo de cuerpos,
sino de emociones, de experiencias que lo (con)forman
y le dan identidad.
El homo complexus, también enferma. Enfermar es parte
y ha sido inseparable del ser humano, lo acompaña desde
invariantes a la acción de un número de leyes generales, es decir los niveles de
realidad, como la realidad misma, no son simples construcciones sociales, sino
que tienen una dimensión trans-subjetiva. Por ejemplo: nuestros cuerpos tienen
a la vez una estructura microfísica, una estructura cuántica y una estructura
social que entre muchas otras estructuras permiten nuestra existencia, ya que un
solo nivel de realidad existe sólo porque el resto existen al mismo tiempo.
18 La relación cuerpo-persona no deviene un simple juego de palabras. En pri-
mera instancia, busca la integración o la visión compleja del sujeto, indivisible,
no fragmentado, con un espacio de existencia y de territorio de memoria. El
cuerpo no es la simple envoltura material que nos cubre, es el centro depositario
de nuestro ser y estar en el mundo, es nuestro referente, es nuestros deseos,
pasiones, emociones e intencionalidad; es decir, todo aquello que nos hace
personas y no simplemente organismos como en el mecanicismo cartesiano. Así,
la noción cuerpo-persona intenta la integración del ser total trascendiendo el
dualismo cartesiano y reconociendo al cuerpo no como cadáver o mera “carne”,
sino como entidad dinámica, como unidad psico-física y emocional en un
contexto histórico y cultural determinado (Angeles, 2016).
 79 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

siempre; por esto, estar potencialmente enfermo es par- nas, dándoles así una temporalidad e historicidad.
te de la condición humana. La enfermedad se vive y se
Hoy podemos explicar y abordar la salud y la enfermedad
experimenta en soledad, nos muestra nuestra vulnerabili-
en una interacción y con un diálogo multidisciplinar, que
dad y finitud, es la pérdida o debilitamiento, la alteración
como punto de partida sitúan al cuerpo-persona como
de la capacidad de decisión y ejecución personal, autóno-
un objeto de conocimiento y práctica social. Además, se
ma o colectiva. La enfermedad provoca la nostalgia de la
pueden implementar y acceder a diferentes herramientas
salud perdida, también es un espacio vital provocador de
teórico-metodológicas, que permiten el intercambio de
preguntas, de dudas, de silencios, de esperas y escuchas
conocimiento, pero también el cuestionamiento interno
(Boixareu, 2010).
de cada matriz disciplinar en torno a las explicaciones y
La implementación del cuestionario y las entrevistas en soluciones que propone, ya que se atraviesan todos los
profundidad dan cuenta de ese cuerpo-persona del perso- aspectos de la vida humana y cotidiana. Esto implica
nal de Enfermería que siente miedo, frustración, se can- comprender y entender la diversidad de lo humano, que
sa; un homo complexus en el que se intersecta el profe- se expresa, interpreta y significa su padecimiento a tra-
sional, el padre, madre, hermana, esposo; pero, por sobre vés y con el cuerpo, con su persona lo que le permite la
todas, a quien tiene la vocación de servicio del cuidado experiencia de sus emociones y dotarlas de significado.
de los demás y que ante la pandemia eligió su labor ante
Si bien se pueden separar o aislar desde cada matriz dis-
la incertidumbre de su propio bienestar.
ciplinar la salud, la enfermedad, la atención y el cuidado,
Reflexiones finales no se puede evitar reconocer que forman parte de un en-
tramado de relaciones no atribuibles, y que su abordaje
En el proceso salud-enfermedad, los cuidados no cons-
debe de traspasar las fronteras ontológicas, epistemoló-
tituyen meras acciones de atención o pensamientos abs-
gicas, teóricas y metodológicas, para que puedan aso-
tractos, sino estos están inmersos en un mundo simbó-
ciarse con las diferentes realidades (micro, intermedias,
lico, de representaciones, de ideologías y de un sistema
macro), así como de expresiones. Pensar que desde una
económico, relacionados en un tiempo y en un espacio
sola matriz disciplinar en la que las actividades de los
determinado, envueltos en una cultura. Haciendo que
científicos ponderan unas formas, métodos, técnicas, teo-
no se monopolicen sólo en patologías, sino que forman
rías y conocimientos bien establecidos, casi dogmáticos,
parte de la cotidianidad, propiciando una diversidad de
para resolver o tratar los problemas que se les presen-
interpretaciones, que permiten la relación de actividades,
tan, es volver a una homogeneización del conocimiento,
ideas, valores, creencias, y sentimientos (reflexión teóri-
a una parcelación, a una falta de diálogo y de relación,
ca); de hechos y comportamientos (reflexión práctica); y
supuestos que hoy ante la emergencia sanitaria por CO-
de circunstancias (reflexión situacional) (Siles y Solano,
VID-19, es imposible sostener.
2009), además de abordajes ontológicos, epistemológi-
cos y metodológicos, que hacen que los cuidados sean Sin duda, en esta problemática que se ha suscitado por
multidimensionales. el SARS-CoV-2, el papel de las matrices disciplinares
médico-biológicas (encarnadas en el personal de salud),
En el proceso salud-enfermedad, se ha reconocido que
es de vital importancia para la atención, el cuidado, la
existen diferentes matrices disciplinares que lo estudian
prevención, la investigación y en las medidas higiénicas.
desde una variabilidad de marcos teóricos, que dan cuen-
Dichas matrices son sólo una parte del rompecabezas, ya
ta de sus niveles de realidad: nivel micro, donde encon-
que hay otras piezas que (con)forman el todo, es decir,
tramos la genética, la inmunología, la química, la bio-
si sólo nos abocamos a la reparación del cuerpo o a pos-
logía; en el nivel intermedio las ciencias médicas y del
poner la muerte, estaríamos en una unidimensionalidad;
comportamiento; y en nivel macro las ciencias sociales
por ello, este trabajo se concibió para mostrar las histo-
y humanidades (Mendoza et al., 2019). En ese sentido,
rias y las experiencias de los y las enfermeras apoyándo-
las ciencias sociales y las humanidades han contribuido
nos en las ciencias sociales y humanidades, que también
en la problemática y en la comprensión de la naturaleza
son partícipes en esta emergencia sanitaria, para interpre-
histórica y social de la salud, la enfermedad, la atención
tar y dar sentido a todas las (inter)relaciones que se han
y el cuidado, que, sumado a otras disciplinas, dan una
desarrollado en la atención y el cuidado.
perspectiva amplia, integral y holística de las prácticas
de atención, de las significaciones, de los malestares y de La intervención, el estudio, la investigación y la experien-
las experiencias que cruzan a los cuerpos y a las perso- cia que se han desarrollado desde diciembre de 2019 con
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
los primeros casos reportados por COVID-19, pertene-
cen a diversas disciplinas, cada una coadyuvando desde
sus supuestos ontológicos y marcos teórico-metodológi-
cos, delimitando la realidad de este hecho, y bajo deter-
minadas operaciones epistemológicas y metodológicas;
así se pensó en un equipo (con)formación multidiscipli-
nar para evitar un reduccionismo o una parcelación de
un fenómeno que se ha tornado tan complejo y con una
variedad de realidades, como es el SARS-CoV-2.
Como docentes e investigadores sociales de la salud, del
cuidado y de la medicina, era más que una obligación
y deber dar cuenta de las experiencias del personal de
salud, en específico de Enfermería, que han estado en
los centros y en las Unidades Temporales de COVID-19,
atendiendo, cuidando, acompañando y sanando a cuer-
pos-personas sin importar condición social, color de piel,
edad, género y credo. Las jornadas extenuantes cansaban
y laceraban su cuerpo y su sentir, pero también impulsa-
ban y gratificaban a su persona. Una sonrisa, un gracias,
un sonido de campana anunciando la partida y sobrevi-
vencia de un prójimo, hacían de su cansancio, de su cuer-
po, de su persona, un aliciente.
Las dicotomías y dimensión del ser humano, como ente
biológico y como ente social y, por ende, como sujeto
exterior y sujeto interior, como lo menciona Morin; el ser
humano en tanto homo complexus, que existe en sus re-
laciones, en la mirada y reconocimiento del Otro, como
actor social o profesional pero también como sujeto inte-
rior, dotado de intencionalidades, de emociones, de sen-
saciones que las puede exteriorizar, pero que la mayoría
de las veces se quedan en lo privado e íntimo. La multidi-
mensional del ser humano no sólo se resuelve en la pura
exterioridad de su ser, en la corporeidad, en el lenguaje,
en el vestido, en la gestualidad, sino también en su esfera
interior; es decir, el mundo entra por nuestra exterioridad
y en nuestra interioridad le damos sentido y significado,
después, a través de las emociones, las palabras, las ac-
ciones y del cuerpo, sale al mundo exterior.
El mundo y la realidad se perciben y viven en lo exterior
y en lo interior, que van más allá del yo; se gestan en
los sentidos y en las relaciones. Lo exterior es material,
visible y mesurable, es el mundo del cuerpo; lo interior
se manifiesta en nuestras emociones e interpretaciones.
Lo exterior e interior son una íntima relación entre la in-
terioridad del sí mismo y la corporeidad, que nos permite
estar ceñidos a espacios-temporales, donde la persona se
manifiesta y revela.
Desde la perspectiva fenomenológica los enfermeros y
80
las enfermeras no tienen un cuerpo, como si se tratara
de una realidad extrínseca o mera parte de la identidad
individual, pero a través de él han vivido, crecen, y se
desarrollan, lo cual les permite una expresividad, una
comunicación y una experiencia, las cuales están estre-
chamente relacionadas con los sentidos y las emociones.
De ahí que es importante saber quiénes son esas perso-
nas que detrás de un equipo de protección personal, en
esta emergencia sanitaria han expuesto sus cuerpos bajo
ciertas condiciones y situaciones, para dar una atención
y un cuidado.
Por eso la experiencia del personal de Enfermería se
abordó desde un equipo multidisciplinario para dar a
conocer sus historias y reflexiones sobre el impacto, las
repercusiones en sus relaciones labores, personales, de
pareja, familiares, que tuvieron durante la atención y el
cuidado de las personas enfermas por COVID-19, situa-
ciones que a simple vista son imperceptibles o descono-
cidas.
Referencias
Alligood, M.R. (2014). Modelos y teorías en Enfermería. España.
ELSEVIER.
Amezcua, M. (2000). El trabajo de campo etnográfico en salud.
Una aproximación a la observación participante. Index de Enfermería.
Otoño, año IX, n. 30.
Amnistía Internacional (2020). El costo de curar. Los derechos
de las personas trabajadoras de la salud en las Américas durante el CO-
VID-19 y más allá. Amnistía Internacional.
Angeles, O. (2013). Padecer una amputación en la vejez: repre-
sentación social y prácticas ante la discapacidad en un grupo de pacientes
del Instituto Nacional de Rehabilitación. INAH/ENAH
Angeles, O. (2016). La discapacidad: ¿cuerpo anómalo o diversi-
dad humana? [Ensayo de Maestría, INAH-ENAH-SEP]
Barragán, A. (2011). La metáfora raíz como categoría de análi-
sis en las representaciones de los cuidados paliativos. Revista Cuicuil-
co, Vol. 18, Nº 52, pp. 133-153.
Boixareu, R.M. (2010). Enfermedad y pensamiento filosófico.
En: Martorell María, Comelles Josep y Bernal Mariola (Eds.) Antro-
pología y Enfermería. Tarragona. Pub URV. Antropología Médica 2, pp.
216-236
Caudill, W. (1996). El hospital psiquiátrico como comunidad te-
rapéutica. Buenos Aires. Escuela.
Comelles. J.M. (1988). La razón y la sinrazón. Asistencia psi-
quiátrica y desarrollo del Estado en la España contemporánea. Barce-
lona. PPU.
Corbin, A. (2005) Introducción En: Corbin Alain, Courtine
Jean-Jacques y Vigarello George. Historia del cuerpo. Vol. 2 De la re-
volución francesa a la gran guerra. Colombia. Taurus, pp. 15-17.
Cormack, D. (1976). Psychiatric nursing observed: A descripti-
81 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Abordajes teórico-metodológicos: (con) formación multidisciplinaria en una Unidad Temporal COVID-19
ve study of the work of the charge nurse in a cute admission wards of
psychiatric hospitals. Londres. Royal College of Nursing.
Dirección General de Epidemiología (2021). COVID-19, Méxi-
co: Datos epidemiológicos. https://covid19.sinave.gob.mx/
García, G.; Recoder, M. y Margulies (2017). Espacio, tiempo y
poder en la atención hospitalaria de la salud y la enfermedad: Aportes
de una etnografía de un
centro obstétrico. Salud Colectiva. Universidad Nacional de La-
nús. DOI: 10.18294/sc.2017.1150
Gadamer H.G. (2001). El estado oculto de la salud. Barcelona.
Gedisa.
Geertz, C. (2003). La interpretación de las culturas. México.
Gedisa.
Giménez, G. (2008). Pluralidad y unidad de las ciencias socia-
les. En Ana María Chávez Galindo, Catherine Menkes Bancet, Blanca
Solares Altamirano, Ciencias y multidisciplina. Memorias de las VII Jor-
nadas Multidisciplinarias. UNAM.
Goffman, E. (1981). Internados. Buenos Aires. Amorrortu.
Hammersley, M. y Atkinson, P. (1994). Etnografía. Métodos de
investigación. Paidós. Barcelona.
Hernández, R.; Fernández, C. y Baptista, P. (2006). Metodología
de la Investigación. México. McGraw-Hill.
Instituto de Ciencias de la Salud Global (UCSF) (2021). La res-
puesta de México al COVID-19: Estudio de caso. UCSF.
Jarillo, E. (2019) La complejidad del concepto salud-enferme-
dad. En: Rosales Roselia, Mendoza Juan y López Claudia (Coords.)
Epistemología de la salud. Perspectivas desde la transdisciplinariedad y el
pensamiento complejo. UACM. México, pp. 99-116.
Kuhn, T. (2018). La estructura de las revoluciones científicas.
México. FCE.
Laín-Entralgo, P. (1985). Antropología Médica. Barcelona. Sal-
vat.
Laurell A.C. (1982). La salud-enfermera como proceso social.
Rev Latinoamericana de salud. Nueva Imagen. México, pp, 7-25.
Leal-Engaña, A. (2006). Equipos multidisciplinarios: el si-
guiente paso de la ciencia
Le Breton, D. (2005). Cuerpos sensibles. Chile. Ed. Metales Pe-
sados
López, S. (2012). Cuerpo, memoria y salud. En Tramas. N°. 37.
México. UAM-X, pp. 33-55.
Mantilla, M.J. y Alonso, J.P. (2012). Aportes Socio-Antropoló-
gicos de la etnografía en hospitales psiquiátricos. Revisión de la biblio-
grafía anglosajona y latinoamericana. Culturas Psi. Vol. 0.
Martorell, M.A. (2001). ¿Antropoenfermería o enfermeantropo-
logía? Rev Cultura de los Cuidados. 1(9), pp. 5-9.
Mendoza, J. Rosales, R. y López C. (2019) Introducción. Un
recorrido hacia la transdisciplina y el pensamiento complejo de la sa-
lud. En: Rosales Roselia, Mendoza Juan y López Claudia (Coords.)
Epistemología de la salud. Perspectivas desde la transdisciplinariedad y el
pensamiento complejo. UACM. México, pp. 9-20.
82
Menéndez, E. (1992). Modelo hegemónico, modelo alternativo
subordinado, modelo de autoatención. Caracteres estructurales. La an-
tropología médica en México, 1, 97-111.
Menéndez, E. (2003). Modelos de atención de los padecimien-
tos: de exclusiones teóricas y articulaciones prácticas. Ciência & Saúde
Coletiva, 8(1), pp. 185-207. doi: https://dx.doi.org/10.1590/S1413-
81232003000100014.
Morin E. (1990). Introducción al pensamiento complejo. Gedisa.
Barcelona.
Morin E. (1999). Los sietes saberes necesarios para la educación
del futuro. Francia. UNESCO.
Morin E. (2003) El método V. La humanidad de la humanidad.
La identidad humana. Madrid. Catedra, Teorema.
Nicolescu, B. (1996). La transdisciplinariedad. Multiversidad
Mundo Real Edgar Morin, A.C [Archivo PDF]. https://basarab-nico-
lescu.fr/BOOKS/Manifeste_Espagnol_Mexique.pdf
Nisbet, R. (1969). Social change and History: Aspects of the
Western Theory of Development. Londres. Oxford University Press.
Organización de Mundial de la Salud (2006) Constitución de la
Organización Mundial de la Salud [documento en PDF] Recuperado de
https://www.who.int/governance/eb/who_constitution_sp.pdf
Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2021a). El rol
del personal de Enfermería en México en la lucha contra la pandemia
de COVID-19. https://www.paho.org/es/noticias/7-1-2021-rol-perso-
nal-Enfermería-mexico-lucha-contra-pandemia-COVID-19
Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2021b).
Actualización Epidemiológica Enfermedad por coronavirus (CO-
VID-19) 11 de marzo de 2021. https://www.paho.org/es/documentos/
actualizacion-epidemiologica-enfermedad-por-coronavirus-CO-
VID-19-11-marzo-2021
Padua, J. (2016). Técnicas de investigación aplicadas a las cien-
cias sociales. México. Fondo de Cultura Económica.
Secretaría de Salud (2020a). Lineamientos de implementación
de Centros de Atención Temporal COVID-19 (CAT-COVID19) y Hos-
pitales Móviles (EMT). Gobierno de México. México.
Secretaría de Salud (2020b). Lineamiento técnico de uso y mane-
jo del equipo personal de protección personal ante la pandemia por CO-
VID-19. Gobierno de México.
Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) (22 de
abril 2020). La Ciudad de México recibe unidad temporal COVID-19
de 16 fundaciones y empresas. [Comunicado de prensa]. Recuperado de
https://covid19.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/la-ciudad-de-mexi-
co-recibe-unidad-temporal-COVID-19-de-16-fundaciones-y-empresas
Siles, J.; Solano, Ma. (2009). Antropología educativa de los cui-
dados: una etnografía del aula y las prácticas clínicas. Madrid. Editorial
Marfil.
Taylor, S.J. (1977). The custodians: At-tendants and their work
at state institutions for the mentally retarded. Ann Arbor, University
Microfilm.
Taylor, S.J. y Bogdan, R. (1994). Introducción a los métodos
 83 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

cualitativos de investigación. La búsqueda de significados. Barcelona.

Ediciones Paidós.
Towell, D. (1975). Understanding psychiatric nursing: A socio-
logical study of modern psychiatric nursing practice. Londres. Royal
Collage of Nursing.
Turner, V. (2002). Antropología del ritual. México. INAH/
ENAH.
Vega, A. (2021). 42% de muertes por COVID han ocurrido en la
segunda ola de la pandemia. Animal Político. https://www.animalpoliti-
co.com/2021/02/42-muertes-covid-segunda-ola-contagios/
Vesperi, M.D. (1985). City of Green Benches. Ithaca: Cornell
University Press.
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal 84
 85 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo V. Descifrando los perfiles del personal de

Enfermería en una unidad temporal
ANA RITA CASTRO

Introducción de apoyo (camilleros) y el de intendencia, también clave

en una enfermedad como la que se afrontó. No obstante,
La epidemia de COVID-19, tras ser declarada pandemia
en este trabajo nos enfocaremos en el personal de Enfer-
por el máximo organismo de salud, la OMS, necesitó de
mería.
un conjunto de estrategias, medidas y acciones guberna-
mentales para hacer frente a la enfermedad causada por Este capítulo tiene como objetivo caracterizar a las y los
el SARS-CoV-2, con alto nivel de contagiosidad y mor- profesionales de Enfermería que laboraron en la UTC-
talidad. Una de las estrategias que se implementó fue la 19. Lo hemos organizado de la siguiente manera: parti-
creación de unidades temporales de atención. mos de un marco conceptual, seguido de la metodología,
luego presentamos los resultados por varias dimensiones
En ese sentido, en la Ciudad de México, cuando entró
y, por último, unas conclusiones a manera de cierre.
en la fase 3 que significó brotes activos y la propagación
en el territorio con más de mil casos1, se habilitó el Cen- Marco conceptual
tro Citibanamex como una UTC-19, como parte de una
Caracterizar a un determinado grupo no es una tarea des-
estrategia del gobierno de la CDMX, juntamente con la
deñable, puesto que nos permitirá conocer quiénes son
iniciativa privada y universidades como la UNAM, para
esas personas que conforman ese grupo, en función de
aumentar la capacidad hospitalaria de la ciudad y dar res-
varios atributos y dimensiones, dependiendo de cuál sea
puesta a la alta demanda que se generó.
el objetivo de nuestra investigación.
Las tareas se enfocaron en varios frentes. Podríamos re-
Partiendo de una mirada desde las ciencias sociales, si-
sumirlas en dos, a sabiendas de que comprendieron mu-
guiendo una tradición más sociológica, decidimos utili-
chas, pero solamente lo hacemos como un recurso expo-
zar el perfil, como una herramienta teórico-metodológica
sitivo. Una de ellas consistió en acondicionar espacios:
que nos permite de forma descriptiva recoger datos de un
armar una infraestructura hospitalaria (curiosamente en
grupo determinado. “Intenta delinear las características
un lugar de espectáculos), que a medida que transcurría
principales de un grupo, esto es, los aspectos comunes y
la epidemia obligó a ir haciendo los ajustes pertinentes:
más generales. Los perfiles también pueden constituirse
adecuaciones con establecimientos de terapias interme-
como una primera aproximación al objeto de estudio a
dias y terapias de cuidados intensivos, gestionar insumos
partir de la que se ubican problemas, se demarcan áreas
y materiales, además de los EPP, que en el contexto de la
de interés o se detecta la necesidad de profundizar algu-
enfermedad pasaron a ser un insumo imprescindible para
nos aspectos” (Guzmán, 2005, p. 670).
el cuidado y atención en general y la protección de las y
los propios trabajadores de salud. Los perfiles se han convertido en una modalidad de in-
vestigación bastante frecuente, sobre todo en el campo
La otra tarea fundamental consistió en el recurso huma-
del conocimiento sobre estudiantes (Guzmán, 2005) y
no, la contratación de un gran contingente de personal de
pueden ser de mucha utilidad en el momento que se bus-
salud (médico, Enfermería, dietistas y de nutrición, fisio-
ca identificar los rasgos de un grupo o indagar sobre cier-
terapeuta, trabajo social, entre otros) así como personal
tos aspectos de una población específica. Contribuyen,
1 Ir a: https://www.gob.mx/salud/prensa/110-inicia-la-fase-3-por-COVID-19. sin duda, en el campo de conocimiento de ese grupo en
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal
cuestión.
En palabras de Mancera (2013), “los perfiles constituyen
intentos descriptivos que pretenden bosquejar caracterís-
ticas generales de carácter sociodemográfico, académi-
cas, laborales y biográficas […], ya sea por nivel edu-
cativo, la modalidad, el tipo de institución o carrera, las
motivaciones y las expectativas” (p. 38).
Por lo tanto, los perfiles pueden ser una herramienta im-
portante para la planeación y gestión, cuando se trata de
modelos institucionales, así como también para investi-
gaciones de otra índole, puesto que pueden ser utiliza-
dos como referentes de la problematización de un objeto
de estudio. Es decir, proporcionan información valiosa,
como insumos empíricos para luego divisar posibles pro-
blemas de estudio y profundizar en los mismos. Pueden
cumplir con diversas finalidades, lo que hace que ten-
gan énfasis y orientaciones de tipo concretas (Mancera,
2013).
No obstante, más allá de los aspectos específicos que un
perfil puede llegar a incorporar, en términos generales,
podemos identificar un conjunto de aspectos comunes,
entre los que podemos subrayar (Mancera, 2013; Guz-
mán, 2005):
• Características personales (edad, sexo, estado civil,
número de hijos).
• Características socioeconómicas y sociofamiliares
(escolaridad de los padres, tipo de empleo de los
padres, ingresos familiares y otros indicadores que
permitan medir el nivel socioeconómico).
• Antecedentes académicos (escuela de procedencia,
años, calificaciones, interrupción de estudios).
• Antecedentes laborales (empleo (s) actual, tareas
que desempeña, cuántas personas a su cargo, expec-
tativas).
• Actividades culturales, recreativas y de esparci-
miento.
Es importante mencionar que la mayoría de los perfiles
privilegia el conocimiento de las características objeti-
vas, más que puntos de vista de los actores que aborda.
Como podemos ver, hay una orientación descriptiva evi-
dente, porque ese tipo de perfiles ofrece una imagen del
sujeto promedio que estudia y que se construye a partir
de los atributos que resultaron más reiterativos (Guzmán,
2005).
Metodología
Como ya señalamos en la sección anterior, ante la fina-
86
lidad preponderantemente práctica y descriptiva de los
perfiles, es la estadística la herramienta más empleada
en la construcción de los mismos (Guzmán, 2005). En
ese sentido, para responder a la cuestión que nos plantea-
mos como equipo multidisciplinario referente a ¿quiénes
reclutó la UTC-19?, es decir, ¿quiénes eran el personal
de Enfermería de la UTC-19?, desde un enfoque cuan-
titativo, realizamos un estudio transversal y descriptivo,
utilizando como método de investigación la encuesta y la
principal técnica de producción de datos, el cuestionario
(Sautu et al., 2005).
Nos pareció útil la encuesta para dar cuenta de aspectos
estructurales del personal de Enfermería y sus atributos
generales, así como también captar las opiniones que tie-
nen sobre determinados temas, relacionados con su que-
hacer profesional (aunque no se retoman estrictamente
para este capítulo, que se basa específicamente en los
perfiles del personal de Enfermería).
La encuesta “es la aplicación de un procedimiento estan-
darizado para recolectar información -oral o escrita- de
una muestra de personas acerca de los aspectos estructu-
rales, ya sean ciertas características sociodemográficas u
opiniones acerca de algún tema específico. La informa-
ción se recoge de forma estructurada y el estímulo es el
mismo para todas las personas” (Cea D’Ancona, 1996, p.
240, citado por Sautu et al., 2005, p. 48). Un punto im-
portante aquí, es recalcar que la encuesta que elaboramos
tuvo carácter de censo, porque nuestro supuesto analítico
era que toda la población del personal de Enfermería res-
pondiera el cuestionario. Es decir, contemplábamos una
baja tasa de no-respuesta, y por ello, no nos dimos a la
tarea de hacer un diseño muestral.
El cuestionario que elaboramos se tituló “Censo, socio-
demográfico Personal de Enfermería UTC-19, 2020”,
acompañado de su respectivo consentimiento informado,
cargado en la herramienta de Formulario de Google2. Fue
respondido entre los meses de agosto hasta principios de
noviembre del año 2020. Las dimensiones contempladas
fueron las siguientes:
I. Dimensión sociodemográfica y socioeconómica
II. Vivienda
III. Trayecto al Trabajo y Perfil Profesional
IV. Dimensión educativa
2 Hacemos la siguiente anotación con respecto al cuestionario en este tipo
de formato (Formulario de Google), el cual tiene la opción de configurar las
preguntas obligatorias, es decir, que, si no contesta la pregunta, no puede seguir
avanzando, lo que permitió que la mayoría de las preguntas fueran respondidas.
Aunque en aquellos casos que se requería que se especificara algo, no todas las
personas lo hicieron.

V. Dimensión ocupacional
VI. Experiencia fuera de la Unidad Temporal CO-
VID-19
VII. Esparcimiento
VIII. Salud y emociones
Teniendo un total de 137 preguntas, combinando pre-
guntas cerradas y preguntas abiertas. Sabiendo que las
preguntas son el elemento básico del cuestionario (Azo-
fra, 2000) y conociendo las limitaciones de este tipo de
método, que puede restringir la libertad y espontanei-
dad en las respuestas, pues la información se ciñe a la
suministrada por la persona de acuerdo a las opciones
de respuesta señaladas; tratamos de cuidar este aspecto
planteando más preguntas abiertas, lo que nos exigió un
trabajo aún más laborioso, en el momento de “cerrarlas”
y así proceder a la codificación, para luego analizarlas en
el momento de elaborar los perfiles. En palabras de Azo-
fra (2000) se explica bien este procedimiento que hemos
llamado de “cerrar”.
Las preguntas abiertas “requieren el trabajo previo de
elaborar un listado agrupando las respuestas para pro-
ceder luego a su codificación. Para ello, se extrae una
muestra representativa de todos los cuestionarios cum-
plimentados, se agrupan las respuestas similares y se
elabora un código con una serie de categorías numéricas
donde poder recoger cada una de las respuestas dadas
por los entrevistados” (Azofra, 2000, p. 11). Este proceso
tuvimos que realizarlo con varias de las preguntas del
cuestionario en general y, sobre todo, en aquellas que co-
rrespondían a las dimensiones que escogimos para elabo-
rar los perfiles del personal de Enfermería de la UTC-19.
En la mayoría de las preguntas, agrupamos las respuestas
en cinco categorías, solamente en una agrupamos las res-
puestas en ocho categorías numéricas (la correspondien-
te al área donde trabajaba el personal de Enfermería en
la UTC-19).
Para los fines de este capítulo, retomamos tres dimensio-
nes del cuestionario aplicado. Asimismo, no selecciona-
mos todas las preguntas que previamente correspondían
a las dimensiones. Escogimos aquellas que considera-
mos más pertinentes para construirnos una imagen del
perfil promedio de las y los enfermeros de la UTC-19.
Recordemos que el perfil nos muestra los rasgos que más
se repiten en una determinada población. En ese sentido,
no puede faltar la dimensión que comprende las carac-
terísticas sociodemográficas, incluimos en este grupo:
sexo, edad (promedio), residencia habitual (entidad fede-
rativa), estado civil, número de hijos y jefe/jefa de hogar
87 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
y personas que viven en el hogar, así como dependientes
(promedio). En esta misma, ubicamos a las característi-
cas familiares, que comprendió: nivel de escolaridad de
la madre y del padre, así como ocupación de la madre y
ocupación del padre. Todas estas preguntas nos dimos
a la tarea de “cerrarlas” y en el caso de la ocupación,
nos basamos en el Sistema Nacional de Clasificación de
Ocupaciones (SINCO)3, 2019, INEGI.
La segunda dimensión que contemplamos fue la educati-
va; en esta incluimos nivel de escolaridad del participan-
te, nivel educativo combinado final (aquí precisamente
combinamos varias preguntas), institución educativa de
procedencia y Enfermería como primera opción. La pre-
gunta que en esta dimensión tuvimos que “cerrar” fue la
escuela de procedencia.
La tercera y última dimensión corresponde a lo laboral;
en este caso la denominamos ocupacional, refiriéndose
estrictamente a la UTC-19. Consideramos así, para guar-
dar una mayor relación con nuestro objetivo y pregunta:
¿quiénes eran las y los enfermeros de la UTC-19? Para
ello, seleccionamos las siguientes: ingreso a la UTC-19,
elección de la UTC-19, cargo, área, horas trabajadas y
personas a cargo (promedio), salario o remuneración
devengada, y, por último, el significado que le atribuían
estar allí. Esta dimensión nos ameritó el proceso de “cie-
rre” de prácticamente todas, exceptuando, horas trabaja-
das y personas a cargo, además del salario.
Resultados
De un universo de 851 enfermeras y enfermeros contra-
tados en la UTC-19 (cifra oficial hasta el 4 de septiembre
de 2020), respondieron vía electrónica el cuestionario,
una población de 513 personas enfermeras. Este conjun-
to representa una tasa efectiva de respuesta del 60%4. A
continuación, presentamos los resultados por cada una
de las dimensiones que hemos señalado anteriormente.
A saber:
1) Dimensión sociodemográfica y características fa-
miliares
Del personal de Enfermería que respondió la encuesta,
estos son los datos en cuanto a las características socio-
demográficas.
3 Consultar https://www.snieg.mx/DocumentacionPortal/Normatividad/vigen-
te/sinco_2019.pdf
4 Tomando el contexto de la pandemia, consideramos esto como un éxito, por
las extenuantes jornadas de trabajo de este personal, además con el uso de EPP,
que implicó un nuevo disciplinamiento del cuerpo y que hay estudios que mues-
tran las afectaciones a la piel.
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal 88

Tabla 1. Características sociodemográficas.

Variables Estadística descriptiva (porcentajes y

promedios)
Sexo
Hombres 24.8
Mujeres 75.2
Promedio de edad 27.7 (mínimo 20 y máximo 59)
Entidad de residencia habitual
Chiapas 1.0
Ciudad de México 47.6
Guerrero 0.4
Hidalgo 0.6
Jalisco 0.2
Estado de México 46.4
Morelos 2.3
Puebla 1.0
Quintana Roo 0.2
Tamaulipas 0.4
Estado civil
Soltera/o 71.4
Casada/o 10.7
Divorciada/o 1.6
Unión libre 13.8
Separada/o 2.5
Número de hijos
0 74.1
1 12.3
2 9.8
3 2.9
4 1.0
Jefe/jefa del hogar
Sí 32.2
No 67.8
Promedio de personas que viven en el 4.3
hogar
Promedio de dependientes 1.4 (mínimo 0 y máximo 9)

Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

En esta Tabla 1, podemos apreciar que las ¾ partes del
personal de Enfermería que laboró eran mujeres, lo cual
no es un dato novedoso, ya que en Enfermería ha sido
una constante, sin embargo, en las últimas décadas ha ido
aumentando la presencia de hombres enfermeros. En la
UTC-19, representaban casi un 25%, una cuarta parte, lo
cual da cuenta de ese crecimiento, de ese aumento pau-
latino pero constante del ingreso de varones a estudiar
Enfermería (Escamilla & Cordoba, 2011). Asimismo,
podemos ver que la mayoría son jóvenes, provenientes
de la Ciudad de México (47.6%) y del Estado de México
(46.4%), es decir, prácticamente más del 90%. Sin hijos
un 74.1% y que no son jefes o jefas del hogar un 67.8%.
Con relación a las características familiares, que la litera-
tura señala que trata sobre los orígenes sociales, tenemos:
 89 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Tabla 2. Nivel de escolaridad madre y padre (en porcentaje).

Madre Padre
Nivel de escolaridad % %
% %
acumulado acumulado
Sin escolaridad 1.8 1.8 2.0 2.0
Primaria (incompleta y completa) 24.6 26.3 23.5 25.5
Secundaria (incompleta y completa) 25.5 51.9 30.6 56.1
Educación Media Superior (incompleta y 32.0 83.8 27.7 83.7
completa)
Superior (incompleta y completa) 15.2 99.0 15.9 99.6
Posgrado 1.0 100.0 0.4 100.0
Total 100.0 100.0
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

En la Tabla 2, en términos generales el nivel de escolari- (EMS), en tanto que el del padre, en Secundaria. Veamos
dad de la madre se ubica en la Educación Media Superior en cuanto a la ocupación de ambos.

Tabla 3 y 4. Ocupación de la madre y del padre (en porcentaje).

Ocupación de la madre %
Tareas domésticas/cuidado 53.2
Funcionarios, directores y jefes 0.4
Profesionistas y técnicos 10.1
Trabajadores auxiliares en actividades administrativas 5.3
Comerciantes y empleados en ventas 11.5
Trabajadores en servicios personales 8.6
Trabajadores en actividades agrícolas, ganadera, forestales, caza y pesca 0.2
Trabajadores en actividades elementales 5.9
Jubilado/pensionado 2.3
Otros (fallecidas, desocupadas, no trabaja por discapacidad y no sabe ocupación) 2.5
Total 100.0

Ocupación del padre %

Funcionarios, directores y jefes 0.6
Profesionistas y técnicos 7.0
Trabajadores auxiliares en actividades administrativas 4.9
Comerciantes y empleados en ventas 16.4
Trabajadores en servicios personales 16.8
Trabajadores en actividades agrícolas, ganadera, forestales, caza y pesca 4.3
Trabajadores artesanales, en la construcción y otros oficios 10.5
Operadores de maquinaria industrial, ensambladores, choferes y conductores de transporte 7.6
Trabajadores en actividades elementales 14.2
Jubilado/pensionado 6.4
Otros (fallecidas, desocupadas, no trabajaba) 11.3
Total 100.0

Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal 90

Las Tablas 3 y 4 nos muestran que, en la mayoría de los
casos, la ocupación de la madre se refiere al cuidado del
hogar y tareas domésticas, en tanto que el padre tiende a
ocuparse más en prestar servicios individuales y colec-
tivos (un ejemplo, podría ser el servicio de alimentos y
bebidas, así como la supervisión de este tipo de activida-
des), también destaca la de comerciantes y ventas.
2) Dimensión educativa
Consideramos que el nivel de escolaridad de la persona
encuestada era importante, ya que estamos hablando de
un profesional de la salud calificado. Veamos.

Tabla 5. Nivel de escolaridad del participante (en porcentaje).

%
Nivel de escolaridad %
acumulado
Carrera Técnica 12.1 12.1
Licenciatura 37.2 49.3
Posgrado 6.6 56.0
Pasante de enfermería 44.1 100.0
Total 100.0
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Del contingente que respondió la encuesta, contratado
para desempeñarse como personal de Enfermería en la
UTC-19, un 44% obedeció a pasantes de la Licenciatura
de Enfermería y/o Enfermería y Obstetricia. Aunque sa-
bemos que “pasantes” no es propiamente un nivel de es-
colaridad, lo incorporamos pues en las diferentes convo-
catorias que se emitieron en el primer semestre de 2020,
se incluyó a pasantes o prestadores del servicio social.
Por otro lado, nos parece también importante subrayar
que el 37% contaba con el grado de licenciatura.
Asimismo, los datos con relación al nivel de escolaridad
se actualizan en la tabla siguiente.
 91 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Tabla 6. Nivel de escolaridad y estado actual (concluido/no concluido) (en porcentaje).

Nivel de escolaridad y estado actual %

Carrera técnica en proceso (no concluida) 1.6
Carrera técnica concluida 10.5
Licenciatura en proceso (no concluida) 5.9
Licenciatura concluida 31.4
Posgrado en proceso (no concluido) 2.0
Posgrado concluido 4.7
Pasante de enfermería 44.1
Total 100.0
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

También en esta dimensión quisimos indagar si la En- educativa de procedencia, en la que se puede observar
fermería representó la primera opción de estudio para el que es en la UNAM, donde se forma el 44% del recurso
personal de Enfermería encuestado. humano en Enfermería, que laboró en la UTC-19.
Tabla 7. Nivel de escolaridad y estado actual (concluido/no con- 3) Dimensión laboral/ocupacional en la UTC-19
cluido) (en porcentaje).
En cuanto a cómo se enteraron para acudir e ingresar a
Enfermería como primera la UTC-19, se destaca en la tabla que se muestra a con-
%
opción
tinuación, que fue por las redes sociales (Facebook, por
Sí 85.4
ejemplo) con un 80%. Con relación al motivo de elec-
No 14.6
ción de trabajar en la UTC-19, predominó casi en su ma-
Total 100.0
yoría (46%) la experiencia que adquirirían y que repre-
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al per- sentaba una oportunidad para el crecimiento profesional
sonal de Enfermería UTC-19, 2020. y laboral. En segundo lugar, con un 27% encontramos a
Por último, en la gráfica 1, presentamos la institución la ayuda como parte de la vocación de Enfermería, que
también influyó para elegir la UTC-19.
Gráfica 1. Institución educativa de procedencia (en porcentaje).
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal 92

Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Nota: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO), Facultad de Estudios
Superiores (FES), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Centros de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETIS), Instituto de Ciencias y
Estudios Superiores (ICETS), Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

Tabla 8. Ingreso y elección UTC-19 (en porcentaje).

Ingreso UTC-19 %
Convocatoria en redes sociales 80.5
Por un amigo/recomendación 9.9
Sedesa 2.5
Otra 7.0
Elección UTC-19
Experiencia/oportunidad profesional 46.4
Sueldo y necesidad económica 16.8
Ayuda / Vocación 26.9
Oportunidad pasantes/servicio social 4.9
Otro 5.1
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

En la Tabla 9, mostramos un resumen de lo que es esta ciar de manera conjunta los diferentes rubros que escogi-
dimensión laboral-ocupacional en la UTC-19, para apre- mos para dar cuenta de la misma.

Tabla 9. Dimensión laboral en la UTC-19 (estadística descriptiva).

Estadística descriptiva
Variables
(porcentajes y promedios)
Ingreso UTC-19
Convocatoria en redes sociales 80.5
Por un amigo/recomendación 9.9
Sedesa 2.5
Otra 7.0
Elección UTC-19
Experiencia/oportunidad profesional y laboral 46.4
Sueldo y necesidad económica 16.8
Ayuda vocación 26.9
Oportunidad pasantes/servicio social 4.9
Otro 5.1
 93 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Cargo
Dirección de Enfermería/Sub-dirección 0.4
Coordinador/Responsable área 2.9
Supervisor de turno 2.1
Jefes /de sala 1.0
Monitor 7.6
Líder clínico/área 1.4
Personal de Enfermería operativo/asistencial 84.0
No contesta 0.6
Área 2.5
Área de hospitalización 74.3
Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) 20.1
Epidemiología donning/doffing 1.8
Otra 1.4
Promedio personas a cargo 7.6 (mínimo 0 y máximo
851)
Promedio de horas trabajadas 10.6 (mínimo 0 y máximo
40)
Promedio salarial $22399
(mínimo $10000 y máximo
$58200)
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Podemos observar en la Tabla 9, que el área donde más
se desempeñaron fue el área de hospitalización (74.3%),
asimismo el cargo que más desempeñaron fue el operati-
vo/asistencial (84%), lo que resultó coherente con el tipo
de unidad de atención que era la UTC-19, y los cuida-
Tabla 6. Significado UTC-19 (en porcentaje).
dos que ameritaba la persona-paciente al ingresar con el
diagnóstico de COVID-19. Por último, presentamos en
la Tabla 10 qué significado le atribuía el personal que
resultó contratado a la UTC-19.

Significado UTC-19 %
Oportunidad para crecer profesionalmente 43.7
Ayudar 8.4
Ingreso económico y sostén familiar 5.1
Unidad UTC-19 como proyecto 32.6
Otra 10.3
Total 100.0
Fuente: Elaboración propia con base en Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Podemos destacar que la UTC-19, en el momento del
cuestionario, significaba para el personal de Enfermería
una oportunidad para crecer profesionalmente (44%), lo
cual guarda cierta relación con el motivo para la elección
de la misma. Igualmente, la UTC-19 representaba en sí
misma un proyecto, destacándose un (33%) en este senti-
do. Es decir, que comprendía no solamente la posibilidad
de trabajar y adquirir experiencia, para el crecimiento
profesional y devengando un buen salario, sino también
para su propia organización, contar con los insumos y
EPP, además de poder ayudar al país y a las personas
enfermas en una pandemia sin precedentes.
Conclusiones
Con base en los resultados que hemos presentado, pode-
mos delinear el perfil promedio del personal de Enferme-
ría de la UTC-19. De ninguna manera, pretendemos que
estos resultados puedan ser generalizables al campo de
conocimiento de la Enfermería y a su gremio. No obs-
tante, trabajos como este, pueden servir de estímulo para
seguir indagando en este campo y sus prácticas, contri-
buyendo cada vez más, a descifrar los perfiles de las y los
Descifrando los perfiles del personal de Enfermería en una unidad temporal
profesionales de Enfermería en la actualidad.
Este perfil socioeducativo-profesional del personal de
Enfermería, delimitado a la UTC-19, construido en fun-
ción de los rasgos y atributos que ya hemos presentado,
se basó en mujeres pasantes del Servicio Social, con un
rango de edad entre los 23-27 años de edad, sin hijos,
no casadas, no jefas de hogar, que viven en la Ciudad de
México y el Estado de México. Con madres cuya esco-
laridad predomina en el nivel medio superior, dedicadas
en su mayoría a tareas del hogar. En cuanto a los padres,
su nivel de escolaridad se ubica más en la secundaria y
son trabajadores de servicios personales y comerciantes.
Prácticamente, la mayoría proviene de la UNAM, en pri-
mer lugar, de la ENEO y, en segundo, de alguna de las
Facultades de Estudios Superiores (FES) donde impar-
ten esta carrera, pudiendo ser la de Iztacala o Zaragoza.
Asimismo, la UTC-19 resultó atractiva como proyecto,
como un espacio que reunía varias condiciones en dife-
rentes niveles y que les permitía sobre todo la adquisi-
ción de conocimientos para el manejo de este tipo de pa-
cientes, lo que contribuiría en su formación profesional
para crecer, además de contar con una buena remunera-
ción económica y al mismo tiempo ayudar a quien más
lo necesitaba.
Nos puede saltar la pregunta: ¿por qué casi en su mayoría
fueron pasantes? Podemos tratar de explicar este hecho,
por dos razones. Como ha señalado en varias ocasiones
la actual directora de la ENEO, Rosa Amarilis Zárate
Grajales, en México existe un déficit considerable alre-
dedor de 350 mil enfermeras y enfermeros, pues apenas
se cuenta con un 2.8% de este personal por cada mil ha-
bitantes5, lo que dista mucho de las recomendaciones de
los organismos internacionales.
Asimismo, ante las medidas de seguridad sanitaria emi-
tidas por el Consejo de Salubridad General (CSG), el
30 de marzo de 2020, para prestar atención especial a
las personas en condiciones de vulnerabilidad (adultos
mayores de 60 años, personas con discapacidad, mujeres
embarazadas o en periodo de lactancia y personas con
enfermedades crónicas no transmisibles), las diversas
instituciones de salud, dando paso al cumplimiento de
estas medidas, enviaron a su personal de Enfermería con
alguna de estas condiciones de vulnerabilidad, a resguar-
do domiciliario, por lo que implicó cambios en la gestión
del cuidado (Hernández, 2020).
Por lo tanto, se agravó aún más el tema del déficit del
5 Consultar https://www.jornada.com.mx/notas/2021/01/05/sociedad/mexi-
co-tiene-deficit-de-350-mil-trabajadores-de-Enfermería/
94
personal de Enfermería, por lo que se decidió a nivel
gubernamental contratar a las y los pasantes en servicio
social, para dar respuesta a la alta demanda del personal
en la primera línea en una pandemia, de cuyo compor-
tamiento se sabía muy poco, aunque sí que afectaba en
su gran mayoría a las personas de más avanzada edad.
También hay que considerar que muchas de las y los
pasantes, habían sido suspendidos por sus instituciones
educativas en los espacios de sus servicios sociales, para
resguardarles, puesto que en varias de las unidades hos-
pitalarias en las que se encontraban, no contaban con un
EPP apropiado.
En ese sentido, como ya hemos señalado, la herramienta
de perfil o perfiles puede ofrecernos información des-
criptiva valiosa, para realizar posteriormente investiga-
ciones de tipo cualitativo que profundice en algunos de
los aspectos del objeto de estudio.
El campo de la Enfermería es un campo marcado por
cambios y continuidades, y los perfiles pueden servir de
ayuda para dilucidar acerca de ciertos aspectos y con-
tribuir a una mejor toma de decisiones en los procesos
de planeación y evaluación institucional, tanto del sector
educativo como del sector salud.
*Un agradecimiento especial merece el Dr. Santiago Ro-
dríguez, investigador del Instituto de Investigaciones so-
bre la Universidad y la Educación (IISUE), UNAM, por
su invaluable asesoría y colaboración para la realización
del presente trabajo. Asimismo, a las enfermeras (en pro-
ceso de titulación) Mariana Sandoval Reveles y Karen
Joselin Sánchez Motta, que me ayudaron a entender las
áreas y cargos dentro de la UTC-19.
Referencias
Azofra, M. (2000). Cuestionarios. Colección Cuadernos Meto-
dológicos, Núm. 26. España. Centro de Investigaciones Sociológicas.
Escamilla Cruz, S. y Cordoba Ávila, M. (2011). Los hombres en
la Enfermería. Análisis de sus circunstancias actuales. Revista CONA-
MED; 16 Suplemento de Enfermería 1: S28-S33.
Gobierno de México. Inicia la fase 3 por COVID-19. https://
www.gob.mx/salud/prensa/110-inicia-la-fase-3-por-COVID-19
Guzmán Gómez, C. (2005). Características socioeconómicas,
familiares y académicas de los alumnos. En Ducoing Watty, P. (Coord.),
Sujetos, Actores y Procesos de Formación. México. Consejo Mexicano de
Investigación Educativa, pp. 669-692.
Hernández Corral, S. (2020). Toma de decisiones y responsabi-
lidad en la gestión del recurso humano durante la pandemia COVID-19
en México. En Zárate Grajales, R. et al. (compiladores), Enfermería y
COVID-19: la voz de sus protagonistas. México, Escuela Nacional de
Enfermería y Obstetricia y Facultad de Artes y Diseño, UNAM, pp.
493-496.
 95 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2019). Sistema

Nacional de Clasificaciones de Ocupaciones, 2019, SINCO. https://www.
snieg.mx/DocumentacionPortal/Normatividad/vigente/sinco_2019.pdf
Mancera Cardós, E. (2013). Características socioeconómicas,
familiares y laborales de los estudiantes. En Saucedo Ramos, C. et al.
(coord.), Estudiantes, maestros y académicos en la investigación educa-
tiva: tendencias, aportes y debates 2002-2012. México, D.F. ANUIES y
Consejo Mexicano de Investigación Educativa, pp. 37-61.
Román, J. (05-01-2021). México tiene déficit de 350 mil tra-
bajadores de Enfermería. La Jornada. https://www.jornada.com.mx/
notas/2021/01/05/sociedad/mexico-tiene-deficit-de-350-mil-trabajado-
res-de-Enfermería/
Sautu, R., Binolo, P., Dalle, P. y Elbert, R. (2005). Manual de
Metodología: construcción del marco teórico, formulación de los objeti-
vos, y elección de la metodología. 1a.ed. 1a reimp - Buenos Aires: Con-
sejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-CLACSO.
Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente 96
 97 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo VI. Condiciones de trabajo del personal de

Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente
NOREIDY KARINA RIVERA LORENZO

Introducción más evidente lo que ya se sabía: sistemas de salud inefi-

cientes (insuficiente número de camas para hospitaliza-
En este capítulo, con la expresión “Trabajo decente”,
ción, saturación de las unidades de cuidados intensivos,
damos cuenta de las condiciones laborales dentro de la
falta de equipo médico y falta de personal de salud) que
UTC-19 que resultaron del análisis de la exploración de
ante la pandemia colapsaron. Incluso en Europa, países
la dimensión ocupacional; en la encuesta aplicada al per-
como Italia y Holanda, consideradas naciones que cuen-
sonal de Enfermería, se tratará de dar respuestas a dos
tan con sistemas de salud con el mejor desempeño a nivel
preguntas: ¿cuáles son las condiciones de trabajo dentro
mundial, se vieron duramente atacados (Kayhan, 2021),
de la UTC-19 para el personal de Enfermería? y ¿se po-
qué decir de América, el continente más afectado, donde
dría hablar de que hay condiciones de trabajo decente en
sumaron 43 millones de casos y se concentra casi el 50%
la UTC-19?
de decesos del total a nivel mundial (Sin embargo, 2021).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) designa,
Incluso, antes de la pandemia de COVID-19 se tenían
desde un día especifico hasta un año o décadas, como
reportes de problemas relativos al personal de salud en
ocasiones para tratar temas particulares con el propósito
varios países, afectando tanto la disponibilidad como la
de promover “a través de la conciencia y la acción, los
capacidad de los trabajadores sanitarios, lo que vino a re-
objetivos de la Organización” (ONU, 2020). Específica-
percutir durante la crisis sanitaria actual. A nivel mundial
mente, la OMS designó el 2020 como Año Internacional
se vieron interrupciones sustanciales de los servicios de
de los Profesionales de Enfermería y Partería, con el pro-
salud esenciales, debido a la insuficiencia de equipos de
pósito no sólo de divulgar cuál es la situación de la En-
protección y a la falta de personal para prestar sus ser-
fermería en el mundo, sino “para que los países discutan
vicios (OMS, 2021b); se manifestó una prevalencia del
las contribuciones de la Enfermería para la salud de las
23% de la depresión y la ansiedad y un 39% de insomnio
poblaciones y las inversiones necesarias para ampliar el
(Pappa et al., 2020). Desde febrero de 2020, a partir de
rol de los enfermeros, mejorar las condiciones de traba-
un proyecto denominado The Health Worker Protest Pro-
jo y empoderar a los enfermeros en la toma de decisio-
ject, se han registrado conflictos laborales y huelgas en
nes” (PAO, 2020, párr. 6). Dicha organización también
al menos 84 países, cuyos reclamos se centran en condi-
estableció el 2021 como Año Internacional de los Tra-
ciones de trabajo inadecuadas y la falta de EPP (Oxfam,
bajadores Sanitarios y Asistenciales, no sólo para darle
2020), lo que resulta de vital importancia para el perso-
el reconocimiento y agradecimiento a su labor realizada
nal de salud de primera línea, como lo es en este caso el
en la lucha contra la pandemia COVID-19, sino también
personal de Enfermería que labora en UTC-19. Sin duda
se busca a través de su lema “Proteger. Invertir. Juntos”
vemos que las condiciones laborales para el personal de
destacar “la urgente necesidad de invertir en los trabaja-
salud es un tema que se está priorizando por los tiempos
dores de la salud para obtener dividendos compartidos
críticos que vivimos y el papel que este sector laboral ha
en materia de salud, empleo, oportunidad económica y
tenido en el combate a la pandemia.
equidad” (OMS, 2021a). Sin duda la crisis sanitaria que
inició a finales de 2019 y que durante el 2020 presentó su El trabajo decente
momento más crítico, y que sigue vigente a la fecha, hizo
Ante este panorama, es importante resaltar que los traba-
Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente 98

jadores sanitarios y asistenciales son una parte medular

en la atención dentro de un sistema de salud, tanto médi-
cos/as como enfermeras/os y personal que labora en este
sector deben tener condiciones de trabajo decentes. Este
término, acuñado por la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), busca mejores condiciones para los traba-
jadores, un trabajo decente se centra en “oportunidades
para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un
trabajo decente y productivo en condiciones de libertad,
equidad, seguridad y dignidad humana” (OIT, 1999, p.
1). Condensa las aspiraciones de las personas durante su
vida laboral, que se tenga la oportunidad de acceder a
un empleo productivo y con un ingreso justo, seguridad
en su lugar de trabajo, que haya una libertad para po- 9) Protección social
der expresar sus opiniones, participación y condiciones
10) Diálogo social y relaciones laborales
igualitarias en oportunidades, tanto para hombres como
para mujeres (OIT.1999), hablar de un trabajo decente lo 11) Entorno socioeconómico del trabajo decente
pone en una faceta esencial a la hora de discutir sobre la
A partir de estas pautas, y teniendo el trabajo decente
calidad de vida (Anker et al., 2003).
como eje, surgen las siguientes preguntas: ¿cuáles son
De acuerdo con el informe sobre la situación de la En- las condiciones de trabajo dentro de la UTC-19 para el
fermería en el mundo: “invertir en el personal de Enfer- personal de Enfermería? ¿Se podría hablar de que hay
mería contribuirá no sólo al logro de las medidas de los condiciones de trabajo decente en la UTC-19? Trata-
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados remos de dar respuesta a estas inquietudes a través del
con la salud, sino también con metas relacionadas con análisis cuantitativo de la información recabada en la en-
la educación (ODS4), la igualdad de género (ODS5), cuesta aplicada al personal de Enfermería de la UTC-19
el trabajo decente y el crecimiento económico (ODS8) y las entrevistas en profundidad realizadas a algunos de
(OMS, 2020, p. vi). Este informe resalta la importancia los mismos. Se trabajó con algunas preguntas que abar-
de que los países adopten medidas que contribuyan a can la dimensión tanto sociodemográfica como socioe-
invertir en la educación en Enfermería, generar nuevos conómica (sexo, edad y dependientes económicos) y de
empleos (sobre todo para países de ingresos bajos y me- vivienda (aspectos físicos y de servicios). Para hablar de
dianos), fortalecer el liderazgo, promoviendo la igualdad quiénes son los profesionales de la salud en este espacio
de género, el empoderamiento económico de la mujer y que fue construido exclusivamente para la atención de
el empleo juvenil. pacientes con COVID-19, el eje central se basa en las
respuestas dadas dentro de la dimensión ocupacional y
Estas nociones de trabajo decente abarcan seis facetas:
que trata de explorar la experiencia de trabajo dentro de
oportunidades de trabajo, trabajo en condiciones de li-
la unidad, elementos de riesgo, la jornada laboral y la
bertad, trabajo productivo, equidad en el trabajo, seguri-
posible existencia de elementos de estrés; todos estos,
dad laboral, dignidad laboral, a la par se propone una lis-
importantes para indagar sobre las condiciones laborales,
ta de indicadores para su medición (Anker et al., 2003):
tratando de observarlo mediante el modelo propuesto por
1) Oportunidades de empleo la OIT. Si bien no podremos abarcar todos los indicado-
2) Trabajo inadmisible res, tomaremos los que nos ayuden a dar un panorama
de manera general, como un acercamiento a las dinámi-
3) Remuneración suficiente y trabajo productivo cas laborales en una Unidad Temporal que fue pensada y
4) Jornada laboral decente construida en un clima de urgencia sanitaria como no se
había visto en los últimos años.
5) Estabilidad y seguridad del empleo
El grupo de estudio: algunas características generales
6) Conciliación del trabajo con la vida familiar
sociodemográficas y de vivienda
7) Trato justo en el trabajo
La encuesta realizada al personal de Enfermería de la
8) Seguridad en el trabajo (trabajo seguro)
 99 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

UTC-19 fue aplicada a 513 enfermeras y enfermeros
(60.2% de la población total de acuerdo con el último
dato registrado el día 04 de septiembre de 2020, en el
que el personal que laboraba en la UTC-19 hasta esa fe-
Tabla 1. Grupo de estudio de la UTC-19.
Sexo Número de casos
Mujeres 386
Hombres 127
Total 513
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
La edad del personal de Enfermería abarca de los 20 a
los 59 años. El promedio de edad del personal es de 27.7
años, lo que da cuenta de una población en su mayoría
joven; 42.9% de los trabajadores se ubica entre edades
de 23 a 25 años, tanto hombres como mujeres. La edad
más frecuente en el personal de Enfermería femenino es
de 24 años (16.6%), seguido de los 23 años (15.3%) y la
edad máxima es de 59 años. Entre los hombres la edad
más frecuente es de 25 años (16.5%) y de igual manera
seguido de los 23 años (13.4%), y la edad máxima es
de 46 años. Las cifras correspondientes al estado civil
muestran que el 71.3% son solteras/os, 13.8% viven en
unión libre, 10.7% están casadas/os, 2.5% separados y
1.6% son divorciadas/os; no hay casos de viudez. Pode-
mos ver que la situación civil corresponde a la edad de
la mayoría del personal, siendo solteros en la mayoría de
los casos. En cuanto a la escolaridad: el 44.1% es pasan-
te de Enfermería, el 37.2% tiene Licenciatura, el 12.1%
Tabla 2. Características de la vivienda.
La vivienda es. Frecuencia
Propia 280
Rentada 146
Prestada 68
Otra 19
Total 513
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
cha asciende a 851 elementos de Enfermería). Del per-
sonal de Enfermería encuestado, la mayoría son mujeres
(75.2%), mientras que los hombres conforman el 24.8%
(Véase Tabla 1).
Porcentaje
75.2%
24.8%
100%
realizó la carrera técnica y el 6.6% tiene un Posgrado.
En cuanto a cómo vive el personal de Enfermería de la
UTC-19, se observa que un poco más de la mitad viven
en casa propia (54.6%), el 28.5% renta el lugar que habi-
ta, en el 13.3% la vivienda es prestada y el 3.7% dijo ya
sea que la propiedad es de un familiar (tíos o abuelos) o
de sus padres, de ahí que no consideren que sea propia.
Solo una persona mencionó al momento de la encuesta
que vivía en un hotel. El 71% vive en casa-habitación,
27.1% habita un departamento y solo 1.9% en un ane-
xo, esto quiere decir que es un espacio en la vivienda
prestada o lo rentan. (Véase Tabla 2 y 3). También es
importante añadir que el 71.9% de las y los encuestados
dijeron tener por lo menos un animal doméstico, a dife-
rencia del resto (28.1%) que no tienen mascotas; las más
frecuentes son perros y gatos, aunque también figuran:
conejos, tortugas, peces, aves (canarios, loros), roedores
(cuyos o hámster).
Porcentaje (%)
54.6%
28.5%
13.3%
3.7%
100.0%

Tabla 3. Tipo de vivienda.

Porcentaje
Tipo de vivienda Frecuencia
(%)
Casa 364 71.0%
Departamento 139 27.1%
Anexo 10 1.9%
Total 513 100.0%

Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente 100

En la siguiente tabla se detallan los espacios que confor-
man las viviendas: el 96.1% cuenta con baño para bañar-
se y el 97.5% con un baño o escusado (véase Tabla 4); los
otros espacios con los que cuentan algunas viviendas y
fueron mencionados en la encuesta son: balcón, sala, te-
rraza, cuarto de lavado, estacionamiento, área de juegos,
jardín y bodega. De los espacios destinados para dormir,
varían las respuestas, desde ningún cuarto destinado para
Tabla 4. Espacios con los que cuenta la vivienda.
dormir (0.2%) hasta nueve cuartos (0.2%); es significa-
tivo que las respuestas indiquen en seis de cada 10 que
tienen entre dos y tres habitaciones para dormir (68.4%).
De este porcentaje, 39.4% mencionó dos cuartos para
dormir y 29% dijo tener tres cuartos; 13.5% contestó que
cuentan con cuatro habitaciones para dormir. (Véase Ta-
bla 5).

Si No
Espacios con los que
cuenta la vivienda Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Frecuencia
(%) (%)
Cocina aparte 432 84.2% 81 15.8%
Comedor 412 80.3% 101 19.7%
Baño para bañarse 493 96.1% 20 3.9%
Baño o escusado 500 97.5% 13 2.5%
Patio 338 65.9% 175 34.1%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Tabla 5. Número de habitaciones destinadas a dormir.

Núm. de habita- Frecuencia Porcentaje
ciones
0 1 .2%
1 54 10.5%
2 202 39.4%
3 149 29.0%
4 69 13.5%
5 27 5.3%
6 7 1.4%
7 1 .2%
8 2 .4%
9 1 .2%
Total 513 100.0%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
En cuanto a las características en la construcción de las del personal de Enfermería cuenta con energía eléctrica,
viviendas, las paredes suelen estar construidas de cemen- drenaje, banquetas y alumbrado público, como lo de-
to, tabique, ladrillo o block; solo una persona mencionó muestran las respuestas en la encuesta, valdría la pena
que las paredes eran de madera. Los pisos son regular- profundizar en la calidad de estos servicios, sobre todo el
mente de cemento o concreto, con diferentes acabados de agua, ya que es reconocida la diversidad en la calidad
(loseta, azulejo, duela, baldosa) y dos personas mencio- y cantidad del vital líquido, tanto en la Ciudad de México
naron que el piso es de tierra. Para el techo lo más fre- como en el Estado de México.
cuente es losa de concreto, y también se señalaron mate-
Entre los electrodomésticos que dijeron poseer los y las
riales como teja, tabla roca, tabique, plafón y lamina de
enfermeras, los más frecuentes están el televisor (89.9%)
asbesto; una persona mencionó lámina de cartón.
y el refrigerador (93.4%); el menos común es el horno
El servicio domiciliario más común con el que cuen- de microondas (56.7%). En lo que se refiere a las tecno-
tan las viviendas es la luz eléctrica (99.6%), y el menos logías informáticas, 79.5% tiene servicio de internet y
frecuente es el teléfono fijo (61.8%). Si bien la mayoría seis de cada 10 enfermeras/os poseen una computadora
 101 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

en sus casas (66.1%); todos cuentan con un teléfono mó- la UTC-19, ya que esta tecnología resultó fundamental
vil. Este dato resulta particularmente relevante a la luz de en el quehacer cotidiano de estos profesionales. (Véase
la información de los apartados en los que se describen Tabla 6).
y analizan las experiencias vividas durante la labor en
Tabla 6. Servicios y electrodomésticos con los que cuentan en los hogares.
Sí No
Servicios
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Agua entubada 463 90.3% 50 9.7%
Luz eléctrica 511 99.6% 2 0.4%
Banqueta 348 67.8% 164 32.0%
Drenaje 474 92.4% 39 7.6%
Alumbrado público 432 84.2% 81 15.8%
Servicio de recolección de basura 423 82.5% 90 17.5%
Gas 460 89.7% 53 10.3%
Televisor 461 89.9% 52 10.1%
Refrigerador 479 93.4% 34 6.6%
Lavadora 416 81.1% 97 18.9%
Microondas 291 56.7% 222 43.3%
Licuadora 463 90.3% 50 9.7%
Teléfono fijo 317 61.8% 196 38.2%
Teléfono móvil 513 100% 0 0.0%
Internet 408 79.5% 105 20.5%
Computadora 339 66.1% 174 33.9%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Con respecto al medio de transporte para llegar al traba- de trabajo comparten su automóvil con otros para llegar
jo, las respuestas indican que 9.6% tiene automóvil, por a la Unidad. Dos personas señalaron que llegan cami-
lo que la mayoría (90.4%) usa otros medios. El trans- nando, ello habla de la proximidad de su hogar al centro
porte colectivo de compañías privadas es la opción más de trabajo. En la Tabla 7, se muestran las frecuencias y
frecuente (38.4%), se trata de camionetas combi o auto- porcentajes de las respuestas. El número total rebasa el
bús. El Sistema de Transporte Colectivo (Metro) lo usa el grupo de estudio, debido a que hay quienes toman más de
30.7% de los encuestados. Los medios individuales pri- un transporte; esto puede corresponder al hecho de que
vados: taxis, los utiliza el 12.4%; y debido al surgimiento la mayoría, 240 enfermeras/os (46.8%), invierten más de
de las aplicaciones para pedir un auto como medio de una hora para llegar. Los datos indican que 135 trabaja-
transporte (Uber, Didi) fueron mencionados en el 1.9% dores (26.3%) realizan un trayecto de más de dos horas y
de las encuestas. En la categoría Otros, se encuentran las solo el 26.9% recorre la distancia de su hogar al trabajo
motocicletas y el tren suburbano; algunos compañeros en menos de una hora. (Véase Tabla 7).
Tabla 7. Medios de transporte utilizados para llegar a la UTC-19.
Porcentaje Porcentaje
Medio de transporte Frecuencia Medio de transporte Frecuencia
(%) (%)
Camionetas combi o Mexibús 20 2.0%
autobús 385 38.4%
Aplicación móvil 19 1.9%
Metro 308 30.7%
Otro 13 1.3%
Taxi 124 12.4%
Bicicleta 2 0.2%
Auto particular 96 9.6%
Caminando 2 0.2%
Metrobús 33 3.3%
Total 1002 100.0%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente 102

Condiciones laborales dentro de la UTC-19 los trabajadores

Como se comentó líneas arriba, a partir de algunos indi- Jornada laboral decente
cadores y con las respuestas vertidas en la encuesta apli-
El tema de las jornadas laborales son preocupaciones re-
cada al personal de Enfermería, podemos dar una idea
currentes para los estudiosos del tema y de las organiza-
general sobre si dichas condiciones laborales entran en la
ciones como la OIT, esto debido a que: “las jornadas ex-
descripción de trabajo decente.
cesivas y atípicas son frecuentemente perjudiciales para
Remuneración suficiente y trabajo productivo la salud física y mental e impiden conciliar el trabajo y la
vida familiar” (Anker et al., 2003, p. 173).
De acuerdo con el portal de internet Glassdoor, en Méxi-
co el sueldo base de enfermera actualizado al 25 de mayo De acuerdo con la encuesta aplicada, las jornadas labo-
de 2021 constaba en promedio de 9,074 pesos al mes, rales van de siete a ocho horas (38.9%), mientras que
considerándose 5,000 como un salario bajo y 17,000 el 53% dijo cubrir un total de doce horas por jornada
como salario alto, en promedio. En la misma página se laboral. De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, una
registra el salario pagado por la Sedesa que reporta un jornada diurna será de ocho horas, mientras que una jor-
salario promedio de 14,301 pesos al mes, siendo 31,000 nada nocturna será de siete, como sabemos, las jornadas
el sueldo más alto. Conforme a las respuestas dadas por para el personal de salud rebasa estas disposiciones, se
el personal de Enfermería podemos corroborar las cifras sabe que por ejemplo en países como Inglaterra, Irlanda
ya que el personal reportó ganar entre 10 y 32 mil pe- y Polonia es común laborar jornadas de 12 horas, pero
sos, lo cual dependerá del área de trabajo y el puesto. Lo allá se observó que uno de cada cuatro mostraba signos
que rebasa el salario base promedio en México. Si lo co- de agotamiento emocional e insatisfacción laboral (Di-
rrelacionamos con si la persona tiene más de un empleo cen, 2015).
vemos que el 76.2% (57.5% mujeres y 18.7 hombres)
En esa misma tónica, en cuanto a relacionar la jornada
mencionó tener un solo empleo, el de la unidad, mientras
laboral con el nivel de estrés, vemos que si bien el 68.4%
que el 21.6% (16.3% mujeres y 5.3% hombres) reportó
de las enfermeras y enfermeros dijo no sentirse angus-
tener dos empleos y 2.2% (cuatro hombres y siete muje-
tiados o con estrés durante su trabajo, observamos que
res) dijo tener más de dos empleos, si lo cruzamos con el
respondió afirmativamente el 16.8% (86 enfermeras/os)
sueldo, aunque estas personas que tienen más de dos em-
que cumple con una jornada de 12 horas, lo cual corres-
pleos perciben salarios de 12, 24 y 28 mil pesos, sugiere
ponde al número de horas que señaló el 53% de las y los
que el sueldo no es suficiente para cubrir los gastos de
encuestados. (Véase Tabla 8).
sus necesidades. Aunque son significativamente menos
casos, son importantes para entender las necesidades de
Tabla 8. Relación de estrés o angustia con la jornada laboral.
Relación de estrés o angustia con la jornada laboral
Sí No Total
Jornada laboral
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
No contestó 0 0% 3 0.6% 3 0.6%
7 0 0% 1 0.2% 1 0.2%
8 63 12.3% 137 26.7% 200 39.0%
9 3 0.6% 7 1.4% 10 1.9%
10 4 0.8% 4 0.8% 8 1.6%
11 0 0.0% 2 0.4% 2 0.4%
12 86 16.8% 186 36.3% 272 53.0%
13 1 0.2% 0 0.0% 1 0.2%
14 3 0.6% 5 1.0% 8 1.6%
15 2 0.4% 1 0.2% 3 0.6%
No corresponde 0 0% 1 0.2% 1 0.2%
el dato

No corresponde 0 0%
el dato
Total 162 31.6%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Seguridad en el trabajo
Cuando se habla de seguridad y salud dentro del traba-
jo, se alude a preservar y fomentar las condiciones de
integridad física y psicológica de los trabajadores. De
acuerdo con el Convenio sobre Seguridad y Salud de los
Trabajadores, (OIT, 1981 núm. 155, parte II de los Prin-
cipios de una Política Nacional, artículo 4, número 2) se
menciona que:
Esta política tendrá por objeto prevenir los accidentes
y los daños para la salud que sean consecuencia del
trabajo, guarden relación con la actividad laboral o
sobrevengan durante el trabajo, reduciendo al míni-
mo, en la medida en que sea razonable y factible, las
causas de los riesgos inherentes al medio ambiente de
trabajo. (OIT, 1981 núm 155)
Si el trabajo en el sector salud ya representa riesgo, como
lesiones por pinchazos de agujas, lesiones de espalda,
alergias a ciertos materiales, violencia y estrés, exposi-
ciones a infecciones, etc. (CDC, 2017), en plena pan-
demia el riesgo al contagio es inminente; el 87.9% del
personal de Enfermería considera que su trabajo implica
un riesgo para su salud. En sus palabras: “Estamos ante
103 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
4 0.8% 4 0.8%
351 68.4% 513 100%
una nueva enfermedad”; “se tiene contacto con personas
que cursan con una enfermedad infecto-contagiosa que,
en estados graves, puede causar la muerte si no se tienen
las precauciones necesarias”; “como personal de la salud
siempre existe un pequeño riesgo debido a las activida-
des que realizamos y el contacto que tenemos con los
pacientes”; “todo el personal que labora en la unidad está
expuesto a enfermarse”.
Si bien se sabe del riesgo inminente por tratarse de una
nueva enfermedad, se debe contar con el equipamiento
necesario y en buenas condiciones para laborar. El EPP
se ha convertido en una herramienta más para cumplir
con las labores de cuidado; al respecto, el 68.4% de las
y los enfermeros menciona que el equipo de protección
es bueno, el 23,2% considera que es excelente y el 8%
que es deficiente, aunque en general el 89.9% considera
que cuenta con el equipo necesario para realizar su tra-
bajo de forma eficiente. En cuanto a las instalaciones, el
58.7% cree que estas son buenas, seguido del 39.8% que
dice que las instalaciones son excelentes, aunque con-
sideran que, si bien las medidas sanitarias de seguridad
son buenas, se pueden mejorar siguiendo los protocolos.
Por mencionar algunos ejemplos: para el retiro del EPP,
Condiciones de trabajo del personal de Enfermería: hacia la construcción de un trabajo decente
mantener las áreas limpias sobre todo las del comedor o
donde se ubican los lockers; regular la salida al final de
los turnos, ya que consideran que es ahí donde se “amon-
tonan” y puede provocar contagio; seguir el adecuado la-
vado de manos; seguir estas y todas las normas al pie de
la letra mejoraría la percepción de las medidas sanitarias
de seguridad.
Por último, al preguntarles cómo consideran las condi-
ciones de trabajo dentro de la UTC-19, el personal refiere
que son de buenas a excelentes. En sus propias palabras:
“En general siento que son condiciones en las cuales
se puede realizar el trabajo de manera correcta”; “Son
buenas, ya que está bien equipado para la atención del
paciente y para que nosotros podamos realizar de ma-
nera adecuada nuestro trabajo”; “Excelentes, tenemos
todas las herramientas de trabajo, equipo de protección,
información”; “Maravilloso en crecimiento profesional,
ambiente laboral y bien remunerado económicamente”;
“Muy buenas, ya que, comparado con otros hospitales, se
han respetado nuestros derechos como trabajadores, des-
de el uniforme hasta el equipo de protección personal”.
Conclusiones
De acuerdo con la información analizada, vemos que
las condiciones de trabajo dentro de la UTC-19 pueden
cumplir con algunos aspectos que se consideran como
pautas que ayuden a construir un trabajo decente para el
personal de Enfermería; por ejemplo, en lo que respecta
a la remuneración de su trabajo, el salario es mayor que
en otras instituciones de acuerdo con el estatus en la or-
ganización del equipo de trabajo. En aspectos como la
seguridad, los encuestados consideraron que, a diferen-
cia de otros hospitales, la UTC-19 cuenta con el equipo
necesario para realizar de manera óptima sus actividades,
así como los insumos necesarios para la protección del
personal; aunque los participantes externaron diversas
opiniones para mejorar las medidas de seguridad, que si
bien, en general, dijeron que son buenas, notaron ciertas
deficiencias que pueden arriesgar la salud del personal,
como el uso de celulares dentro del área hospitalaria, y
que estos se desinfectaran en las áreas limpias. Señalaron
también que, en ocasiones, no se seguían los protocolos
estrictos sobre la forma de desechar el EPP ya utilizado,
lo que constituía, según sus respuestas, un riesgo para
su salud y de las personas que los rodean, tanto en las
instalaciones de la unidad como en el exterior a ella. Otro
elemento que se señaló, se refiere a la higiene de los ar-
marios o lockers donde guardan sus cosas personales, los
que, según su dicho, no se desinfectan con la frecuencia
suficiente o no se reportaban para la desinfección y era
104
difícil encontrarlos limpios, así como poner mayor énfa-
sis en el correcto lavado de manos.
En otros aspectos es complicado que el trabajo en En-
fermería cumpla con las nociones de trabajo decente: las
jornadas laborales, si bien se sabe que el promedio de ho-
ras rebasa el indicado en la normativa, se debe buscar que
estas se ajusten, ya que esto puede generar desde apatía
por realizar el trabajo, e incluso provocar situaciones que
repercutan en la salud física y psicológica de los trabaja-
dores. Hablar de la estabilidad y seguridad del empleo es
importante, ya que los participantes en la encuesta men-
cionaron que la UTC-19 puede ser un ejemplo, tanto de
buena organización como de buenas condiciones labo-
rales, pero no debemos olvidar que este es un proyecto
temporal, por lo cual los y las trabajadoras de esta unidad
sólo estarán laborando hasta su cierre. Surge por lo tanto
la pregunta: ¿cuál será el destino de todos ellos? Sobre
todo, pensando en que la mayoría, como demuestran los
datos, son enfermeras y enfermeros jóvenes, y este es su
único sustento laboral, de tal manera que la seguridad en
el empleo no es reto para la UTC-19, sino para el sector
salud, y en general para las organizaciones encargadas
de generar políticas públicas que promuevan cambios
estructurales que permitan crear condiciones de trabajo
decente dentro de la profesión en Enfermería.
Referencias
Anker R, Chernyshev I., Egger P., Mehram F. y Ritter J (2003)
La medición del trabajo decente con indicadores estadísticos. Revista
Internacional del Trabajo. 122 (2), pp. 161-195.
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades [CDC].
(2017, 27 de junio) Trabajadores de salud. https://www.cdc.gov/spa-
nish/niosh/topics/trabajadores.html#:~:text=Los%20trabajadores%20
de%20salud%20se,al%20l%C3%A1tex%2C%20violencia%20y%20
estr%C3%A9s.
Enfermeras: turnos de 12 horas en hospitales que perjudican
seriamente la salud. (205, Septiembre 11). Dicen. https://www.Enfer-
mería21.com/diario-dicen/enfermeras-turnos-de-12-horas-en-hospita-
les-que-perjudican-seriamente-la-salud-DDIMPORT-039339/
Gassdoor (2021, 25 de mayo). Sueldos para enfermera. https://
www.glassdoor.com.mx/Sueldos/enfermera-sueldo-SRCH_KO0,9.
htm
Johnson, J. (2020, octubre 20). Voices from the pandemic frontli-
nes: Health worker protests and proposals from 84 countries. Oxfamblogs
https://oxfamblogs.org/fp2p/voices-from-the-pandemic-frontlines-
health-worker-protests-and-proposals-from-84-countries/
Kayhan Gül (2021, enero 12). La COVID-19 reveló la insuficien-
cia del sistema de salud de los países europeos. AA. https://www.aa.com.
tr/es/mundo/la-COVID-19-revel%C3%B3-la-insuficiencia-del-siste-
ma-de-salud-de-los-pa%C3%ADses-europeos/2107312

No solo en México: la ola de COVID colapsa los sistemas de
salud en América, de EU hasta la Argentina (2021, enero, 20) Sin em-
bargo. https://www.sinembargo.mx/20-01-2021/3927387
Organización de las Naciones Unidas [ONU] (2020). Años in-
ternaciones https://www.un.org/es/observances/international-years
Organización Mundial de la Salud [OMS] (2021a). 2021: Año
Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales. https://
www.who.int/es/campaigns/annual-theme/year-of-health-and-care-
workers-2021
Organización Mundial de la Salud [OMS] (2021b). Datos acer-
ca de los trabajadores sanitarios y asistenciales. https://www.who.int/es/
campaigns/annual-theme/year-of-health-and-care-workers-2021/facts
Organización Mundial de la Salud [OMS] (2020). Situación
de la Enfermería en el mundo. https://www.who.int/es/publications/i/
105 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
item/9789240003279
Organización Panamericana de la Salud [PAO] (2020). 2020:
Año Internacional de los profesionales de Enfermería y partería https://
www.paho.org/es/campanas/2020-ano-internacional-profesiona-
les-Enfermería-parteria
Organización Internacional del Trabajo [OIT] (1981). Convenio
155 de la Organización Internacional del Trabajo. Convenio sobre seguri-
dad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo. Consejo de
Administración de la Oficina Internacional del Trabajo. 67a reunión de
la Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra.
Organización Internacional del Trabajo [OIT] (1999). Trabajo
decente. Memoria del Director General a la 87a reunión de la Conferen-
cia Internacional del Trabajo, Ginebra.
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería 106

Capítulo VII. El entramado en la construcción
identitaria de las y los profesionales de Enfermería
ANA RITA CASTRO
ITZAYANA HUITRON SANTANA
ALHELÍ GUADALUPE SALAS GUZMÁN
Introducción
La identidad es multifacética. Es por ello que la cons-
trucción de la misma puede abarcar varias dimensiones
y dominios: psicológicos, sociales, culturales y biológi-
cos. El ser humano se concibe en diferentes espacios y
facetas, por tanto, se asume que la identidad es dinámi-
ca y progresiva (Erikson, 1968; Marcia, 1980; Turner,
1982 & Tajfel, 1981, citado por Ruvalcaba-Coyaso et al.,
2011). También el ser humano está inmerso en continuas
interacciones sociales, y estas le dan sentido a la identi-
dad (Turner et al., 1987, citado por Ruvalcaba-Coyaso et
al., 2011).
Existe una diversa conceptualización y teorías explica-
tivas acerca de la identidad, desde las teorías biologicis-
tas, pasando por las psicológicas, hasta las sociológicas
y antropológicas. Para este capítulo, la mirada estará más
cercana a una perspectiva sociológica, retomando algu-
nos aspectos trabajados por la sociología educativa y la
sociología de las profesiones. No obstante, la mirada que
arropa el análisis que aquí presentamos se basa en las
ciencias sociales en general.
Su importancia se engloba en las siguientes preguntas:
cómo se identifican a sí mismos las y los profesionales
de Enfermería y cuáles son los componentes o elementos
que intervienen en la identidad profesional, porque según
las investigaciones realizadas en este campo, en general,
y, específicamente, en el de Enfermería, esto contribuye,
por una parte, a forjar un rol de Enfermería cada vez más
profesional y, por otra, a consolidar si no su liderazgo,
sí a conseguir una mayor influencia en las decisiones de
salud en el ámbito institucional donde se desempeñe.
107 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Su estudio ha ido ganando lugar, pues en “los últimos
años el tema de la identidad ha pasado a ocupar un lugar
de primer orden por los cambios a los que se encuentran
sometidos los individuos, así como las instituciones [...]”
(Jiménez, 2005, p. 609). Pensamos que este es un buen
punto de partida para otras problemáticas de la disciplina
y del propio gremio profesional.
Aunado al desarrollo reciente de la Enfermería en Mé-
xico, se destaca el crecimiento exponencial que en los
últimos 20 años ha tenido el egreso de enfermeros y
enfermeras a nivel universitario. En esa misma línea,
“Enfermería accede cada vez más a una formación de
especialización clínica, académica a través de maestrías
y doctorados e implementa modelos innovadores a través
de propuestas como la Enfermería de práctica avanzada”
(Nigenda y Aristizabal, 2020, p. 27).
Por todo lo anterior, sumado al contexto socio-históri-
co actual de contingencia sanitaria a consecuencia de
la pandemia del COVID-19, el presente capítulo tiene
como objetivo explorar acerca de la construcción de la
identidad de las y los profesionales de Enfermería en la
UTC-19, partiendo de las variaciones de este profesional
y de los nuevos campos que ocupa en el complejo siste-
ma de salud público-privado.
El capítulo lo hemos estructurado de la siguiente ma-
nera: una introducción de presentación del tema y del
tratamiento sucinto de la temática, así como su impor-
tancia para el campo de la Enfermería mexicana; luego,
incluimos un marco analítico con la categoría principal
“identidad profesional”, emparentado con la categoría
de identidad estudiantil, pasando a definir el conjunto de
dominios y sus componentes con respecto a ambas enti-
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
dades; enseguida, hay un apartado sobre la metodología
empleada; principalmente los insumos empíricos para
este capítulo fueron las entrevistas realizadas por las y
los integrantes del equipo multidisciplinario coordinador
del proyecto. También hay una parte sobre los resultados
por dominios y, por último, algunas conclusiones que
obtuvimos de este tema, en las que hay una dimensión
objetiva y otra subjetiva, que hemos intentando explorar
a lo largo del proyecto y en este trabajo.
Marco analítico
Hemos elaborado una matriz analítica que nos sirve de
marco y nos permite visualizar y apuntalar a una mejor
comprensión de los elementos y dominios presentes en la
identidad profesional. Recuperamos que la problemática
de la identidad está ligada al proceso de formación, así
como varios estudios que enmarcan la identidad profe-
sional de profesores en diferentes niveles y ciclos edu-
cativos.
Es importante mencionar que esta matriz que nos sirve
de marco analítico la construimos con base en las entre-
vistas realizadas, en la sucinta revisión documental, en
bases especializadas de Enfermería y en otras bases de la
biblioteca digital de la UNAM (mayo, 2021). Tomamos
en cuenta dos criterios de inclusión: que el título tuviera
las palabras “identidad profesional de Enfermería” y que
fuera artículo, ya sea de revisión o investigación.
A continuación, presentamos la matriz analítica, luego
pasaremos a definir cada dominio y sus componentes o
elementos.
Partimos que la identidad es un proceso de construcción
Esquema 1. Matriz analítica de la identidad profesional.
Fuente: Elaboración propia.
108
en el que los propios sujetos se van definiendo a sí mis-
mos en una estrecha vinculación con los otros. En ese
proceso de identidad, de interacciones sociales también
ocurre la diferenciación con respecto a otros profesio-
nales de la salud. Es un proceso en ambas direcciones:
identificación y diferenciación.
Según la bibliografía consultada, la identidad profesional
se fragua en gran medida en la formación, es decir, en la
identidad estudiantil. Cómo viven las y los estudiantes
de Enfermería y sus experiencias en cuanto a su proceso
de formación, que, en cierto sentido, podríamos decir,
sienta algunas bases para luego aprehender la identidad
profesional. Advertimos que no son procesos directos
ni unidireccionales. La identidad estudiantil es aquella
cuyo proceso se da en el marco de la formación, en este
caso, universitaria; es decir, cómo se identifican a sí mis-
mos en tanto a su condición de estudiantes. Por ello, esta
categoría de identidad estudiantil “ha permitido abordar
las maneras a través de las cuales las y los alumnos se
definen e identifican en función de su pertenencia a cierto
nivel educativo y/o escuela” (Guzmán y Saucedo, 2005,
p. 694).
Establecimos tres componentes en esa identidad. El pri-
mero se refiere a la presencia de un “familiar enfermero”;
este va a guardar relación con el segundo ---
que es la “elección de la carrera”. Los estudios afirman
que entre los factores vinculados a la elección de la ca-
rrera se encuentra la influencia de sujetos significativos
como padres, otros familiares y amigos, “con soportes
económicos, motivadores o no de la decisión y como
apoyos afectivos (Gati y Tal, 2008, citado por López y

Rodríguez, 2021, p. 3); asimismo, las percepciones re-
lacionadas con las experiencias de la vida y el cuidado.
Por ejemplo, un vecino, o una persona del círculo fami-
liar que enfermó y requirió cierto tipo de cuidados; en su
mayoría se trata de afectos importantes para la persona.
Encontramos entonces que la “elección de la carrera” de
Enfermería viene dada principalmente, según las perso-
nas entrevistadas, en mayor medida por estos dos facto-
res que hemos señalado. Lo que nos lleva a pensar que la
elección emerge o es producto de la interacción de varios
componentes y que puede variar a lo largo del tiempo.
Asimismo, en este conjunto de componentes también po-
demos identificar a la “institución educativa”. Las inves-
tigaciones en este campo apuntan a que las instituciones
de destino en este nivel de educación superior ofrecen a
las y los estudiantes la posibilidad de producción de capi-
tal social y cultural, así como también la construcción de
expectativas, por lo que los dota de ciertas ventajas con
relación a otras; una especie de deseabilidad de algunas
instituciones, sin dejar de lado la oferta educativa que
también influye en la elección y el reclutamiento (López
y Rodríguez, 2021).
Ligado a este componente institucional, también se en-
cuentra el elemento del docente; en Enfermería es clave,
puesto que los docentes representan el modelo a seguir
para la vida laboral y para cristalizar los conocimientos
teóricos en acciones prácticas de cuidado que el estu-
diante adquirió en su formación; sobre todo, lo relacio-
nado a habilidades clínicas y demás técnicas y procedi-
mientos (González et al., 2018). Se confirma lo que dicen
las investigaciones: “la influencia de los profesores como
una fuente válida de información y como guía que contri-
buye a moldear la percepción de las carreras (Greenbank,
2011, citado por López y Rodríguez, 2021).
Ahora bien, la identidad profesional, categoría central de
este trabajo, la vamos a entender como “aquella repre-
sentación que se crea alrededor de un campo específico
de actividad, el cual es reconocido tanto por la socie-
dad, como por el grupo de pares que se identifican como
miembros del grupo, y cuya característica es compartir
la representación social de su profesión y el sentido de
pertenencia” (Castrillón, 2008, p. 6).
Siguiendo de cerca la idea de la identidad como proceso,
podríamos añadir que es aquella que se desarrolla a tra-
vés de la proyección de conocimientos, actitudes y prin-
cipalmente vivencias familiares, personales, docentes
(González, 2018), y en escenarios laborales, la relación
de pares/superiores y otros profesionales. Los dominios
109 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
que hemos trazado constituyen los elementos más cons-
titutivos en la identidad profesional de Enfermería en el
caso que estamos estudiando.
El dominio institucional aquí se refiere al organismo don-
de se desempeña el personal de salud en su función de
Enfermería. Es el espacio social-formal representado por
el hospital, la clínica o centro de salud. En este caso, la
UTC-19. En este dominio encontramos tres elementos
clave: ‘remuneración’ (ingreso monetario que se percibe
a cambio de su función como profesional de Enfermería,
independientemente que estuviera titulado o no); “voca-
ción”, es un aspecto que se destaca en la literatura de
la Enfermería, como la inclinación o predisposición que
sienten hacia su carrera, expresado en gran parte por el
deseo de ayudar al otro. Tenemos dos aspectos defini-
torios que se han relacionado con la profesión de En-
fermería: la “vocación” y el “ejercicio profesional”. Es
muy común escuchar que para ser enfermera/o se nece-
sita vocación; este concepto se relaciona con el altruis-
mo, liderazgo y compromiso (en algún tiempo también
se asociaba con la sumisión). Se ha demostrado que el
personal de Enfermería posee la capacidad suficiente
para ser autónomo y poder tomar decisiones en busca
del bienestar de cada paciente. Las acciones que el per-
sonal de Enfermería debe realizar en el ejercicio de la
profesión, se refieren a la aplicación de las técnicas y los
procedimientos que se realizan con los pacientes, los que
incluyen la habilidad en el manejo de sustancias, medi-
camentos y, sobre todo, la habilidad para actuar en caso
de emergencia (Venegas, 2007); la Enfermería basada en
evidencia da paso a realizar actividades y tomar decisio-
nes con base y fundamentación científica.
Por último, en este dominio encontramos la “experien-
cia en lo clínico-asistencial”, que de alguna manera ya
fue esbozado en el párrafo anterior. Es fundamental en la
construcción de la identidad profesional de Enfermería,
lo cual pudiera explicarse porque es una profesión en la
que más del 50% de sus planes de estudio está basado
en una práctica constante. El aprender y dominar cier-
tos procedimientos y técnicas permite al profesional de
Enfermería adquirir habilidades clínicas que impulsan
la misma como ciencia y arte a la vez. Va en una doble
dirección: frente a pares y, con relación a otros profesio-
nales de la salud, expresa una mayor autonomía en su
campo y delimita cada vez más el ámbito del cuidado
profesional.
Con respecto al dominio relacional, situamos a los “pares
y a los superiores” y, en menor medida, a otros profe-
sionales de la salud. Recordemos que estos elementos
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería 110

fueron resultado del contraste entre la bibliografía con-
sultada y el análisis emergente del material empírico.
Este dominio va íntimamente relacionado con el último
elemento destacado del anterior dominio institucional: la
“experiencia clínica”, ya que adquirir habilidades clíni-
cas, va en una doble dirección: frente a pares y con rela-
ción a otros profesionales de la salud. Expresa una mayor
autonomía en su campo y apuntala a delimitar cada vez
más el ámbito del cuidado profesional enfermero.
Por último, tenemos el dominio de la autopercepción que
trata sobre la “imagen de sí mismo”; el cómo se percibe
actualmente el propio personal de Enfermería va dejan-
do atrás la imagen social de la Enfermería en México,
predominantemente estereotipada, pues en el imaginario
priva la idea que no hace falta la formación universitaria
(González et al., 2018). Esto ha ido cambiando a la par
del proceso de profesionalización, y la autopercepción es
expresión de ello; la valoración propia va más enfilada
como profesional altamente capacitado, al que cada vez
se le exige más y que es capaz de adaptarse más a los
cambios que cualquier otro profesional del sector salud.
Metodología
En este apartado exponemos que, para el análisis plan-
teado, se trabajó desde un enfoque cualitativo. La téc-
nica de recolección de información que empleamos fue
la entrevista de tipo semiestructurada, y en profundidad
con algunos aspectos que emergieron del propio relato de
cada una de las personas entrevistadas. Como argumenta
Tabla 1. Caracterización de personas entrevistadas
Patton (1990), en la investigación cualitativa, el tama-
ño de la muestra depende de lo que se desea saber; no
radica, por ejemplo, en la representatividad del número
de entrevistas, pues su propósito no es generalizar los
resultados.
Se realizaron durante el segundo semestre del año 2020
y sólo una en el primer trimestre del 2021. Fueron rea-
lizadas nueve entrevistas (seis mujeres y tres hombres)
repartidas entre los integrantes del equipo multidisci-
plinario a cargo del proyecto. Se realizaron utilizando
dos modalidades, una vía remota (plataforma de Zoom
y WhatsApp) y presencialmente. Cada entrevista se re-
gistró en audio con una duración de 90 hasta 180 minu-
tos (sólo la de Zoom se grabó como formato video) y se
transcribieron de forma literal. Se cambiaron sus nom-
bres por pseudónimos, para una mayor confidencialidad.
Los criterios para la selección de la muestra cualitativa
fueron: que trabajaran en la UTC-19 en el momento de la
entrevista; se respetó la relación de la proporción de ma-
yor número de mujeres con relación al de hombres; que
hubieran respondido el cuestionario que también preparó
el equipo multidisciplinario y que hubieran pasado por
varios de los roles y áreas dentro de Enfermería en la
UTC-19. Estas personas enfermeras fueron referidas por
una enfermera que trabajó en la UTC-19 y que también
formaba parte del equipo multidisciplinario, que sirvió
como “portera” o “informante clave”, una colaboradora
clave.

Enfermera (o) Modalidad y

entrevistada Institución de Fecha de inicio en
Sexo Edad mes de la
(pseudónimo) procedencia la UTC-19 entrevista
Facultad de
Estudios
Plataforma
Superiores de
Ana Abril, Zoom
Mujer 24 años Zaragoza
Rodríguez 2020 (febrero,
(FES
2021)
Zaragoza),
UNAM
Facultad de
Estudios Presencial
Juan Abril,
Hombre 22 años Superiores de (octubre,
López 2020
Zaragoza, 2020)
UNAM
 111 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Instituto
Hispano de la
WhatsApp
Jesús Ciudad de Mayo,
Hombre 26 años (diciembre,
Pérez Tuxtla 2020
2020)
Gutiérrez,
Chiapas
Escuela
Nacional de
WhatsApp
Magda Enfermería y Abril,
Mujer 42 años (septiembre,
Gómez Obstetricia 2020
2020)
(ENEO),
UNAM
Instituto
Presencial
Pedro Tecnológico
Hombre 33 años Abril, 2020 (noviembre,
González Roosevelt
2020)
(CDMX)

Universidad Presencial (sep-

Luisa Varela Mujer 23 años ETAC Abril, 2020 tiembre, 2020)

Universidad Fe- Plataforma Zoom

María Espinosa Mujer 46 años deral San Carlos Abril, 2020 (octubre 2020)
(Brasil)

Escuela de
Enfermería de
la Secretaría de Plataforma
Alma Salud Hospital
Mujer 26 años Abril, 2020 Zoom (septiem-
Carrasco Juárez de México
(CDMX) bre, 2020)
(escuela
incorporada)

Escuela Nacional
de Enfermería Presencial
María González Mujer 56 años y Obstetricia Abril, 2020 (septiembre,
(ENEO), UNAM 2020)

Fuente: Elaboración propia.

El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
Resultados
En este apartado vamos a relacionar las entrevistas reali-
zadas al personal de Enfermería que en ese momento la-
boraba en la UTC-19, con los componentes y dominios,
descritos en el marco analítico.
Identidad en la formación como estudiante
Muchas veces, entre los mismos aspirantes, escoger la
profesión de Enfermería es el medio por el cual pueden
acceder a otra carrera del área de la salud, siendo Medi-
cina la licenciatura a la que aspiraban antes de “caer” en
Enfermería. En este sentido, los casos no son pocos; de
hecho, es bastante habitual escuchar en las primeras pre-
sentaciones de las y los estudiantes de nuevo ingreso en
la licenciatura de Enfermería y/o Enfermería y Obstetri-
cia frases como “yo quería Medicina, pero no me alcanzó
el promedio”. Ana Rodríguez, enfermera recién egresada
de la FES Zaragoza UNAM y enfermera de la UTC-19,
así como muchos estudiantes, formó parte del colecti-
vo que esperaba encontrar en Enfermería una alternativa
de acceso a la licenciatura de Medicina, tras decidir que
el área de la salud era el área de conocimientos donde
se quería desempeñar motivada por la hospitalización
de su abuelo y ver en persona la dinámica del personal
en el Hospital General de México, personas dedicadas y
arriesgando su vida:
Durante mi formación de CCH es más de humanida-
des. Entonces pasé una situación muy muy difícil: mi
abuelo falleció de cáncer; él estuvo hospitalizado en el
General de México y yo iba a hacer la transición de
CCH a la universidad. Todavía no sabía bien hacia
dónde me iba a dirigir, pero sabía que era algo enca-
minado con Ciencias de la Salud.
Me tocó ir a visitarlo en los últimos días que él estaba
hospitalizado y me empezó a llamar la atención de ver
cómo es que había tanta gente allá afuera pues que
arriesgaban sus vidas, y pues al final estaban a cargo
de ellos. Entonces, cuando me tocó meter mi pase re-
glamentado, mi primera opción al principio era Medi-
cina y después mi idea era me voy a meter a Enferme-
ría para brincar después de medio año a Medicina…
(Ana Rodríguez, febrero 2021)
Juan López, también egresado de la Licenciatura en En-
fermería y enfermero en la UTC-19, comentó cómo fue
el proceso mediante el cual terminó convirtiéndose en un
profesional de Enfermería, siendo que antes había aspi-
rado a la carrera de Medicina:
En la prepa no estaba del todo seguro de qué carrera
112
me gustaría porque me gustaban muchas; ese tiempo
escogí en realidad Medicina porque tampoco sabía
muy bien. Entonces yo en mi pase reglamentado, so-
licité Medicina como primera opción y como segunda
opción Enfermería. Por mi promedio, que no me fue
tan bien, pero creo que no tan mal, me mandaron a
Enfermería… Medicina en Iztacala porque me queda-
ba cerca, y de la segunda opción puedes escoger carre-
ra, pero no la sede, entonces me asignaron Enfermería
y la sede fue FES Zaragoza. Yo no conocía la FES Za-
ragoza, ni siquiera sabía que existía... En realidad, yo
en su momento había puesto Enfermería porque sabía
que como nos comentaban otros profesores, después
es una carrera que se puede elegir para después dar el
cambio a Medicina. Cuando recibí la noticia de que
había quedado en Enfermería, no me llamaba tanto la
atención, porque no tenía clara cuál era la función de
Enfermería. (Juan López, octubre 2020)
Asimismo, Juan López compartió con nosotros la cons-
trucción acerca de la Licenciatura en Enfermería que rea-
lizó siguiendo los estereotipos sociales y las vivencias
de su hermana mayor, que en ese tiempo era estudiante
de Enfermería en el Instituto Politécnico Nacional (IPN):
Nos contaba su visión de Enfermería y a mi parecer
no me llamaba tanto la atención; si un poco, pero no
me llamaba tanto la atención. A mí no me llamaba la
atención del todo Enfermería, porque creo que popu-
larmente aquí en México la visión no es la mejor en
cuanto a Enfermería. (Juan López, octubre 2020)
Tampoco es inusual que, a un aspirante a Enfermería,
especialmente del sexo masculino, le cuestionen su de-
cisión con enunciados como “¿y por qué no Medicina?,
“los médicos ganan más, tienen mejores trabajos, es una
profesión más respetada. Enfermería es para mujeres.”
Además de algunos otros comentarios que dan cuenta de
ciertos estereotipos con relación a la imagen social de
Enfermería. Juan López también compartió con nosotros
la reacción de sus padres ante la idea de que su hijo era
un estudiante de Enfermería:
Mis papás me ofrecían mucho cambiarme a otra carre-
ra; mi papá me dijo “pues te pago una escuela privada,
pero por una carrera que te reditúe más, que te agrade
más”. Yo me imagino que también por la opinión po-
pular que hay de Enfermería que no es la mejor.
Mi mamá tampoco estuvo muy de acuerdo, porque
creo que ella siempre sintió que no era como que mi
pasión en realidad eso; ella sentía que yo me podía de-
sarrollar más en otra área y como así popularmente se

tiene la concepción de que Enfermería es bastante li-
mitada, que es abajo de un médico, no les gustaba creo
yo tanto esa idea. Una vez uno de mis tíos, mientras yo
seguía en la carrera, creo que iba en segundo o tercero,
no me acuerdo, me dijo “y ya acabando la carrera de
Enfermería, ya puedes entrar a la de Medicina”, como
si fuera un paso antes. (Juan López, octubre 2020)
Quizá estos ejemplos que colocamos no evidencian lo
que antes hemos señalado: la influencia de los familiares
en la elección de la carrera. Pretendemos mostrar algunos
estereotipos en la sociedad sobre Enfermería, pero que
ya no afectan tanto a las y los enfermeros. En el caso de
Juan López, fue el cuidar de su abuelo y de asistir a una
persona cercana a su círculo familiar a la que le cortaron
una pierna, lo que lo influyó para empezar a pensar en
Enfermería como una opción. Aunque esta reflexión vino
tiempo después, cuando ya cursaba la carrera y aprendió
e identificó que el campo de Enfermería es mucho más
amplio de lo que suele decir el “sentido común”.
En mi experiencia, el primer comentario que recibí
cuando comenté que iba a estudiar Enfermería fue “si
ibas a estudiar eso, sólo debiste hacer un curso técnico,
no debes invertir tanto tiempo”. Fue algo que me llenó
de nostalgia, pero no me hizo cambiar de opinión; sa-
bía que contaba con la vocación1 necesaria para brin-
dar cuidados de calidad y que para ello debía compro-
meterme y obtener el mayor conocimiento posible. Los
siguientes comentarios fueron: “los enfermeros solo in-
yectan”; “los enfermeros hacen el trabajo sucio, lo que
los médicos no realizan ustedes lo hacen”, entre otros.
Era frustrante saber la idea tan errónea que se tiene de
las actividades que realiza el personal de Enfermería.
Conforme fueron transcurriendo los semestres, fueron
notando el sin fin de actividades que realizamos como
enfermeros, en donde no somos ayudantes del perso-
nal médico, sino que trabajamos en conjunto, somos
un equipo, y que somos capaces de tomar decisiones
ante las diversas situaciones que se presenten en nues-
tro andar profesional. La formación que hemos recibi-
do nos ha empoderado y brindado la confianza nece-
saria para poder contar con la autonomía que amerita
la profesión. (Juan López, octubre 2020)
Percepciones de este tipo no son escasas; a menudo, y
especialmente si no eres mujer, la profesión de Enfer-
mería es el consuelo por no haber logrado estudiar Me-
dicina o el “trampolín” para hacerlo porque se parecen;
incluso, nos llegan a definir2 como “médicos frustrados”.
1 Las negritas son propias
2 Dos de las autoras de este capítulo son actualmente pasantes del Servicio
Social de la Licenciatura de Enfermería y Obstetricia, de la ENEO, UNAM.
113 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
No obstante, para las nuevas generaciones de Enfermería
se percibe que ambas profesiones son necesarias en el
bienestar y mantenimiento de la salud de los individuos
mediante un trabajo conjunto, pero completamente di-
ferentes entre sí. Es un elemento del entramado de esta
construcción identitaria que intentamos explorar.
Al escuchar y leer las narrativas producto de las entrevis-
tas del personal de Enfermería de la UTC-19, nos damos
cuenta de los comentarios que surgen cuando una per-
sona decide estudiar y ejercer la carrera. La tendencia
es a menospreciar la profesión. La imagen social de la
Enfermería sigue siendo estereotipada y de subordina-
ción, sin embargo, las experiencias que nos compartieron
las y los enfermeros de la unidad, es que las personas en
su condición de pacientes mostraron más que afecto al
ser objetos del cuidado, con un total respeto y recono-
cimiento a su labor, en la lucha contra una enfermedad
como es la del COVID-19. Este hecho no puede pasarse
por alto, sino que debe ser analizado a la luz de la praxis
de las nuevas generaciones de Enfermería. Una identidad
estudiantil, que comienza “débil”, como nos relataron
Ana Rodríguez y Juan López, pero que al transcurrir la
formación se va haciendo sólida en cuanto a la adquisi-
ción de nuevos conocimientos y prácticas, así como a la
propia imagen de sí mismos que se va forjando a la par
de una imagen social con tintes estereotipos, pero que se
encuentra en tránsito de ser transformada, a raíz del con-
tacto real cuando se reciben los cuidados especializados
del personal de Enfermería. Se están dando cambios que
son procesos de larga data, pero que ya en la autopercep-
ción de Enfermería comienzan a calar; las generaciones
más jóvenes comienzan a mostrar mayor orgullo y una
autoestima elevada de la profesión. Ciencia y arte se han
fundido en una ecuación exitosa.
Identidad profesional de Enfermería
En este punto, nos permitimos citar a varias pensado-
ras históricas de Enfermería para ejemplificar que en la
práctica no existe un total consenso acerca del quehacer
del o la enfermera. Florence Nightingale, la pionera de la
Enfermería moderna, plantea que “la Enfermería consis-
te en hacerse responsable de la salud de otras personas.
Para ella, la función de la enfermera es situar al paciente
en las mejores condiciones posibles para que la natura-
leza actuase sobre él” (Arreciado, 2013, p. 19). Virginia
Henderson planteó que la enfermera realizaba funciones
exclusivas dentro del equipo de salud, entre las que se
encontraban atender a las personas sanas y enfermas en
todo aquello que contribuye a su salud o a restablecerla
y de igual modo; se trata de ayudar a la persona enferma
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
a independizarse.
Para Kerouac “la práctica enfermera se ocupa del diseño
del cuidado, que permite generarlo recurriendo a la re-
flexión, la integración de creencias y valores, el análisis
crítico, la aplicación de conocimientos, el uso del juicio
clínico e intuición y que reuniría la ciencia y el arte en-
fermero” (Kerouac 1996, citado por Arreciado, 2013, p.
20).
Por lo tanto, abordar la identidad de las y los profesio-
nales de Enfermería es un tema bastante complejo, por
la propia dimensión subjetiva que conlleva. Ese “algo”
que vamos construyendo con el paso del tiempo y que
viene formándose, podríamos decir, desde los orígenes
de la profesión, a veces en colaboración y demanda con
la sociedad donde está inserta y también con el resto de
las disciplinas con las que interactúa.
Referirnos a la identidad de la profesión de Enfermería
va más allá del molde de lo que podemos ser o donde
queremos estar; hablar de esa identidad como enfermeras
es recordar los orígenes de la profesión y los esfuerzos
del gremio por profesionalizar la labor, alegando que ser
enfermera no es sólo cuidar, sino saber cuidar y hacerlo
bien. “Después de varios siglos, Enfermería ha pasado
de ser un accionar movido por la caridad y el instinto
materno a ser una profesión fundamentada en la ciencia y
la investigación” (Zamorano, 2008); hoy en día la profe-
sión de Enfermería se posiciona desde allí, porque posee
sus propias teorías, modelos y paradigmas.
No obstante, el que Enfermería sea una ciencia no im-
plica que se pierda la parte sensible en la que se basó
el origen de nuestro quehacer. Si bien se ha dejado de
lado el cuidado por caridad, la parte humana es algo que
114
ha caracterizado a la profesión y renunciar a ella para
ser más técnicos y científicos es arrancar una parte de la
identidad enfermera.
Este conjunto de condiciones repercute directamente en
el ámbito emocional de las y los profesionales de Enfer-
mería y nos lleva a un punto importante que es la per-
cepción personal como profesionales; es decir, nuestra
autoestima profesional, permeada por las preguntas: qué
somos como enfermeras y qué deberíamos ser. La par-
te emocional, es importante mencionarla, aunque no la
hayamos incluido de forma expresa en nuestra matriz
analítica.
Dominio Institucional
Remuneración
Un aspecto que abarca el dominio institucional es la
remuneración económica; en los distintos testimonios
podemos ver que la mayoría de colaboradores contaban
con dos empleos en distintas instituciones de salud, en
las cuales los salarios son bastante bajos, como se nos
expresa en algunas entrevistas: “Era yo eventual y estaba
ganando como $4,500 ¡a la quincena! No, sin ninguna
prestación. Es sin nada, no teníamos seguro ni nada. Éra-
mos como eventuales” (Jesús Pérez, diciembre 2020).
Ese era el sueldo que recibía el enfermero Jesús Pérez
en su trabajo como eventual en un hospital del estado de
Chiapas, que es exactamente lo mismo que nos expresa
la enfermera Magda Gómez, que lo recibe en el Instituto
de Salud del Estado de México (ISEM).
Es ISEM del Estado de México. Y ahí viene mi pre-
gunta del millón: en el hospital del ISEM tengo un
sueldo aproximado de 12 mil pesos al mes sin des-

cuentos, pero tengo algunos préstamos. Entonces, mi
sueldo baja. Te puedo decir que quincenalmente estoy
ganando en promedio 4.900 pesos en el ISEM. (Magda
Gómez, septiembre 2020)
La profesión de Enfermería no es remunerada de manera
justa, a pesar de las largas jornadas de trabajo; no se ob-
tiene un salario digno. En la UTC-19, se cuestionaba si el
factor económico había sido un determinante para que se
diera la asistencia del personal de salud; en el caso de Je-
sús Pérez no sólo lo económico influyó en su decisión de
formar parte del equipo que haría frente a la pandemia,
sino conocer la nueva patología que azotaba al mundo y
tener el conocimiento necesario para hacer frente a este:
Pues por conocer la nueva patología que nadie conoce,
¿cómo actúa?, ¿cómo evoluciona? y todo eso. Y la otra,
el sueldo que es favorable para nosotros en un momento
dado (Jesús Pérez, diciembre 2020).
Magda Gómez, nos compartió su percepción sobre el as-
pecto económico:
Sí es un factor lo económico; sí es un factor el desem-
pleo; sí fue un factor por supuesto la liberación del ser-
vicio social. Pero yo me quedo más con la convicción
y el gusto de aportar algo para con los demás. (Magda
Gómez, septiembre 2020)
Si bien sabemos que, a pesar de los bajos salarios y lar-
gas jornadas de trabajo, el personal de Enfermería siem-
pre ha hecho frente a las situaciones que vive en su actuar
profesional, es necesario hacer un llamado para que se
reconozca que dentro de la profesionalización de Enfer-
mería es necesario que haya una remuneración justa para
el personal.
115 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Vocación
La vocación es una virtud que caracteriza al profesional
de Enfermería, la cual enmarca el compromiso que tiene
con el cuidado de la persona. En la práctica se identifica
su empatía, solidaridad, respeto y espíritu de servicio con
el que realiza cada intervención. Enfermería está presen-
te en cada nivel de atención, busca la prevención de la
enfermedad, pero actúa y acompaña a quien requiere cui-
dados en la enfermedad.
El personal de Enfermería brinda cuidados sobre todo en
momentos en los que la persona se encuentra vulnerable,
tal como nos expresó María González en su entrevista,
quien, a pesar de ya no laborar en ninguna institución,
sintió la necesidad de servir al país y enfrentar lo que
estaba sucediendo:
Cuando empezó la pandemia, yo ya estaba jubilada,
tenía año y medio; me jubilé en noviembre del 2018.
Esta pandemia se empezó aquí en México a aterrizar;
declaran oficialmente ya la cuarentena a partir del 20
de marzo, y pues decidí dejar todo, mis actividades de
forma personal, porque ya no ejercía laboralmente. Sin
embargo, a través de estar en contacto con las noticias
con mis compañeros que todavía siguen laborando,
mis amistades y lo que todos los colegas me transmi-
ten, empiezo adquirir esa ansiedad, esa desesperación
de saber que esto era un enemigo invisible muy agre-
sivo que nos estaba invadiendo y que faltaban manos.
Entonces me puse a analizar y a decir cuál es mi razón
de vivir, aparte de estar disfrutando una jubilación. Y
creo que mientras Dios nos tiene en esta vida es para
que podamos seguir aportando y sirviendo a la huma-
nidad… (María González, septiembre 2020)
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
La vocación implica que los cuidados sean individuali-
zados, teniendo una mirada holística, en la que no sólo
se trata la enfermedad, sino que se ve a la persona de
forma integral, o eso se intenta; ejemplo de ello es lo que
nos compartió Pedro González en su entrevista: “Es una
profesión que, pues es muy humana, se acerca mucho, yo
lo percibo, a las emociones; lo percibo mucho, lo llevo
mucho al sentimiento…” (Pedro González, noviembre
2020).
Magda Gómez, nos compartió lo que hace que cada in-
tervención tenga la esencia de Enfermería, en donde ser-
vir al paciente no sólo implica un tratamiento médico:
Cualquier paciente en cualquier etapa de su enferme-
dad si tiene algo importante que compartir sea bue-
no, sea malo, sentimiento negativo o uno positivo, se
va a acercar a la enfermera y se lo va a decir. ¿Sabes
por qué? Porque parte de nuestro ejercicio es parte del
acompañamiento. La enfermera es la que está siempre
con el paciente, siempre. Siempre pregunta cómo está,
buenos días. Lo cambia, lo baña, le da de comer, lo es-
cucha cuando lo tiene que escuchar. Entonces, parte de
la recuperación del paciente, independiente de todos
estos tratamientos innovadores y de calidad, es la aten-
ción que da la enfermera. Hoy por hoy me da mucho
gusto que el gremio ya sea reconocido. (Magda Gómez,
septiembre 2020)
Jesús Pérez, nos compartió lo gratificante que es prestar
un servicio profesional en la UTC-19:
Me gusta, como le digo, me gusta estar al frente del
paciente; atendiéndolo, haciendo todo lo posible para
que se recupere. Y es bonito porque cuando ves que
va evolucionando tu paciente y te llega a reconocer, te
llega a hablar. Incluso cuando se van, se acuerdan de
ti. Es muy agradable… (Jesús Pérez, diciembre 2020)
En cada cuidado pueden verse reflejados los valores pro-
fesionales, el compromiso con vocación puesto en ellos,
lo cual busca favorecer la atención mediante acciones
integrales y de calidad.
Experiencia clínica y asistencial
En cada una de las entrevistas se destaca la importancia
del amplio conocimiento clínico que se necesitaba para
afrontar una problemática de salud como la que se pre-
sentó, sobre todo en abril del año 2020. Varios integran-
tes del personal de Enfermería contaban con trayectoria
laboral (personal de mediana edad, jubilado), sin em-
bargo, el mayor contingente fue personal joven (edades
comprendidas entre 22-26); muchos estaban realizando
116
su servicio social al momento de la convocatoria y tam-
bién acudieron recién egresados.
Una vez inmersos en el campo laboral, la percepción
cambia completamente y el golpe de la realidad puede
ser abrumador, pues las y los recién egresados, o que se
enfrentaron por primera vez a la sobrecarga de trabajo,
tuvieron que realizar los procedimientos tal y como se
los enseñaron: las políticas, métodos y regulaciones de la
nueva institución “temporal”, la interacción con el resto
del equipo multidisciplinario, la responsabilidad de cier-
to número de pacientes y asumir la toma autónoma de
decisiones.
Siguiendo de cerca esta línea, la vasta responsabilidad
del cuidado enfermero, Ana Rodríguez nos compartió las
limitaciones de nuestra profesión que no son evidentes o
tan notorias hasta que nos involucramos directamente en
el ámbito laboral:
Siempre eran las enfermeras como bien amargadas,
como que no; no tenían esa empatía o también las en-
tendí a partir de que fui a las prácticas. Te das cuenta
que no es así; o sea, no es que ellas sean amargadas,
sino el hecho es que tienen que hacerse responsables de
muchas cosas que a veces, aunque quisieran, por falta
de insumos o falta de diferentes situaciones, incluso de
personal, pues están agotadas tanto física como men-
talmente, porque a veces pues el cuerpo ya no da para
más. Sin embargo, pues esta parte no la ven los demás
hasta que tú eres parte de ello. (Ana Rodríguez, febrero
2021)
Aunque en la UTC-19 no se mencionan las faltas de
insumos como una constante, hay que agregar que las
limitaciones de la profesión de Enfermería también inter-
fieren en la búsqueda de nuestra identidad, pues no nos
permiten desarrollar nuestras capacidades ni realizar con
exactitud y libertad todo aquello que hemos aprendido a
lo largo de nuestra formación como prestadores del cui-
dado de calidad.
Sin embargo, el carácter “especial” que caracteriza a al-
gunos profesionales de Enfermería también radica en la
responsabilidad tan grande que llevan a cuestas; si el per-
sonal médico es exigente, está bien porque “salva” vidas,
pero sí un personal de Enfermería es exigente, se asocia
como que es “mala onda”, “pesada”, “no le gustan los
estudiantes”, “pregunta mucho”, “si no sabes, te regaña”
y otros comentarios de este tipo. No vamos a negar que
hay personas ejerciendo sin vocación, pero un personal
de Enfermería exigente también podría ser sinónimo del
absoluto compromiso por la salud y el bienestar de las
 117 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

personas usuarias. en busca de ofrecer respuesta a las necesidades de las

personas; su eje esencial es el cuidado y la capacidad
Ella es muy exigente y ella te va a preguntar y ella esto
de ofrecer un cuidado reflexivo y personalizado. Debería
y ella lo otro, pero no es porque yo fuera así sino por-
bastar para delimitar el campo de la profesión y la fun-
que pones en riesgo la vida de los pacientes. Algo tan
ción específica de la misma, sin embargo, las funciones
sencillo, que a lo mejor lo pudieran ver, que es colocar
que desempeñamos no están del todo claras, ya que aún
una insulina no lo es porque una jeringa viene medi-
existe un hilo de indecisión en nuestros quehaceres dia-
da en unidades y ahí tienes también que ver porque
rios. Dentro del equipo multidisciplinario de la salud, los
hacíamos verificaciones. Entonces no solamente fue el
profesionales de Enfermería colaboran y también reali-
trabajo de la persona que lo está aplicando, sino de la
zan sus propias aportaciones, planes de cuidado que sólo
persona que lo está verificando. Si al paciente le pasa
nosotras podemos hacer y que se basan en un cuidado
algo es responsabilidad de las dos personas; ahí te te-
individualizado e integral, considerando todas las esferas
nías que hacer cargo no solamente de tu trabajo, sino
de la persona a cuidar, ejecutando así un rol colaborativo
del trabajo de los demás. Entonces, tenías tú que ver
y uno completamente autónomo, donde los cuidados que
que se estuviera haciendo de manera correcta o lo me-
se elijan para la persona son elegidos por la enfermera,
jor posible, pues para que no sufriera daño el paciente,
con base en su criterio y juicio clínico y siempre buscan-
ni tú ni nadie. (Ana Rodríguez, febrero 2021)
do el mejor beneficio.
Son las palabras de la enfermera entrevistada Ana Ro-
Juan López, uno de los enfermeros entrevistados, recuer-
dríguez, quien recibió algunos de esos comentarios de
da su primer contacto en una Unidad de Medicina Fa-
pasillo por parte del personal nuevo en la UTC-19, pero
miliar, donde la relación de jerarquía negativa entre el
que también ponen en evidencia que los profesionales
personal médico y el personal de Enfermería era bastante
de Enfermería no sólo “ponen medicamentos”, sino que
palpable:
todo procedimiento realizado repercute en la salud de las
personas, ayudando o perjudicando. En mis primeras prácticas de Enfermería me tocó en
una unidad médica familiar. Mi primer contacto con
Enfermería nunca deja de aprender, debe estar siempre
los médicos no fue el mejor, no me gustó; encontré este
actualizada y al día con cada avance en la formación pro-
perfil de persona: un tanto arrogantes, creídos, gro-
fesional, tal como nos comparte el siguiente testimonio:
seros, poco amables, poco atentos, que no valoran al
Esta pandemia, se los he comentado a los colegas, a paciente, que ni siquiera checan del todo la condición
los licenciados jóvenes que se integran a la laboral, nos del paciente o así se lo percibía. Grosero incluso con el
ha dejado una gran experiencia, nos deja una gran personal de Enfermería; llegué a recibir malos tratos
enseñanza: primero, valorar la vida. Cada día es un de este personal y lo llegué a ver en compañeros. La
regalo de Dios, es una bendición y como profesionales sumisión que incluso llegué a ver de parte de algunas
nos vuelve a reiterar que, por muy preparados que di- enfermeras hacia los médicos: que ya como tipo secre-
gamos podemos estar, con muchos títulos, muchos cur- taria, que algunas veces hasta asistente, ellas les tenían
sos, por muchos diplomados, nunca dejamos de apren- su desayuno listo a los médicos, café, un pan… (Juan
der y que debemos estar alertas. Porque en cualquier López, octubre 2020)
momento llegan cosas nuevas que nos hacen dejar de
Pese a esto que nos relató Juan López en su experiencia
lado todo lo que dijimos o creemos haber aprendido y
relacional con otros profesionales, en este caso, el perso-
que en algún momento podemos decir que somos ex-
nal médico, queremos señalar que no todas las relacio-
pertos, pero como esta pandemia nos deja claro que
nes entre profesionales tienen que seguir esta línea. Hoy
eso no existe, que ser experto no es determinante por-
en día el trabajo conjunto y multidisciplinario es lo que
que diario tenemos cosas que volver aprender y otras
pudo hacer posible poner en marcha un proyecto como
que tenemos que aprender. Entonces eso es una tarea
el de la UTC-19, en el que varios de los profesionales de
del ser humano, borrar de nuestra mente cosas que ya
la salud (no sólo el personal médico), sino fisioterapeu-
no funcionan y darle oportunidad a cosas nuevas, que
tas, nutriólogos y trabajadores sociales, mantuvieron con
van presentándose en qué hacer diario. (María Gon-
el personal de Enfermería una relación entre iguales, de
zález, septiembre 2020)
respeto y reconocimiento, aceptando que cada profesión
Dominio relacional era de vital importancia y más en épocas como esta que
Enfermería colabora con otros profesionales de la salud se estaba viviendo. Ana Rodríguez nos compartió su ex-
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
periencia laborando en la UTC-19, en la que nos deja ver
que evidentemente el ambiente laboral no es absoluta-
mente agradable, pero es posible mantener una relación
respetuosa entre profesionales.
Siempre fue buena porque, pues yo siempre me mane-
jaba con respeto, siempre era eso. Sí tuve como algunos
roces o bueno no roces, pero como algunas complica-
ciones con el personal nuevo… La relación con el otro
personal (médicos, por ejemplo), pues cordial, siempre
fue cordial; siempre se les pedía de buena manera, in-
cluso llegaban y decían no, hola, buenos días, ¿cómo
estás, cómo vas iniciando? Y siempre fue así, o sea,
todo se mantuvo en ese margen y cuando ya yo veía
que ya la situación a lo mejor yo no podía tratarla,
porque eran las situaciones que tenían que hablarse,
pues con personal más de alto rango, bueno con jefes y
pues llevaba directamente, decía, sabes qué, mejor ve
con el jefe y ahí platican no hay problema.
En estas situaciones para que no haya problemas ni
entre tú ni entre yo, al final del día los dos estamos
aquí para lo mismo y los dos tenemos que aprender
de esto. Entonces ya sí hubo como otras ocasiones que
mejor los envié con ellos para que ellos tomaran las de-
cisiones pertinentes, que incluso tenías que saber que
palabras utilizar y cómo utilizarlas porque pueden ju-
garte o a favor o en contra. (Ana Rodríguez, febrero
2021)
En el caso de Magda Gómez, nos compartió su experien-
cia y crecimiento profesional en la UTC-19, así como su
participación en la realización de los protocolos de asis-
tencia en la UTC-19 que realizó junto con equipo médi-
co. Allí se denota que Enfermería cuenta con los valores,
aptitudes y actitudes para realizar actividades de forma
eficaz y eficiente en la línea con el equipo de salud.
Por supuesto, la confianza, la tolerancia y la comuni-
cación con el doctor Palacios, que es el jefe de terapia
intensiva, para decir: “Vamos a hacer una directriz
así, desarróllala. Nos vas presentando resultados y si
te vas atorando en algo, pues nos lo vas manifestando”.
Esa fue la parte administrativa.... Entonces, de verdad,
abrir la terapia en conjunto con el doctor Palacios en
donde nos sentamos los dos a ver médicos y enferme-
ras desde cómo iba a ser el proceso de ingreso, cuál iba
a ser el protocolo dentro de nosotros. Cómo iba a ser el
A, B, C una vez llegado el paciente. “A ver, va a llegar
el paciente y qué vamos a hacer, ¿por dónde vamos a
empezar?”. “¿Qué vamos a hacer administrativamen-
te?”, “¿Qué vamos a hacer nosotros?”.
118
Aunque medicina y Enfermería tienen funciones bien
específicas en cada área, estamos hablando de un cen-
tro temporal. En donde no somos hospital, pero tam-
poco éramos un centro de salud.
Entonces, el sentarnos a plasmar los protocolos de las
intervenciones médicas y de Enfermería fue un mega
reto. Te puedo compartir que pasé una semana com-
pleta en el Citi Banamex sin salir, literal. (Magda Gó-
mez, septiembre 2020)
Importante mencionar la participación de compañeros
pasantes que colaboraron en la UTC-19, en donde al ini-
cio había un poco de renuencia en su contratación por
parte del personal con más antigüedad, debido a la poca
experiencia clínica con la que contaban, pero donde al
final se llegó a consolidar un gran equipo, tal como nos
expresa Magda Gómez:
Entonces, esta unión entre estos viejos lobos de mar
con mucha experiencia y estos novatos se hizo muy
bien; esa conjunción entre nuevo conocimiento y ex-
periencia; y ha sido de lo mucho que ha aportado o
del éxito que ha tenido la unidad temporal. (Magda
Gómez, septiembre 2020)
El trabajar en conjunto con el equipo de salud dará paso
a la organización de mejores intervenciones para la pre-
servación de la salud.
Dominio de la autopercepción
Cuando hablamos de la identidad de los profesionales
de Enfermería, es visualizarnos, la mayoría de las veces,
preparando instrumental dentro de un quirófano, soñan-
do con instrumentar en las cirugías, con el impecable
uniforme blanco en los pasillos de un hospital, realizan-
do nuestros propios registros, haciendo cada procedi-
miento aprendido a lo largo de nuestra formación, pero
dentro de un hospital.
Pocas veces la imaginación va fuera del ambiente hospi-
talario e incluso dentro de ese ambiente donde nos hemos
acomodado, pocas veces ejercemos un pleno ejercicio
autónomo de nuestra sólida y bien fundamentada profe-
sión; muchas veces por miedo a equivocarnos o porque
va en contra de los reglamentos de la institución.
El valor de nuestra profesión y su reconocimiento ha ido
creciendo gracias a todas las áreas en las que el personal
de Enfermería se desarrolla, en donde muestra la impor-
tancia de su inclusión en actividades no sólo clínicas,
sino también de investigación, administrativas, docen-
tes, cada una con el objetivo del buen cuidado a nuestros
pacientes.

Pero ¿qué es ser en realidad un profesional de Enferme-
ría? ¿Cómo se ve nuestra profesión a los ojos del mundo
y como la vemos nosotros mismos?
Por un lado, tenemos la imagen tradicional feminizada,
además de una enfermera sumisa, dulce y cariñosa que
atiende a todo ser humano con paciencia, amor y ternura
haciendo todo lo que le dicen, impecable de pies a cabe-
za, bien peinada, con el pelo bien “relamido” y el chongo
bien hecho, el uniforme sin arrugas y los zapatos bien
limpios, sin embargo, esta imagen nace de los tiempos
en los que la profesión de Enfermería no era más que
un oficio y, peor aún, uno especialmente hecho para las
mujeres, porque de acuerdo con ese concepto, una mujer
tiene el instinto primario de cuidar a otros y dicha per-
cepción proviene de las mujeres religiosas dedicadas al
cuidado por caridad, sin esperar nada a cambio.
Definir qué es realmente lo que hace un profesional de
Enfermería es trabajo en gran parte de los mismos inte-
grantes de la profesión, descubrir cuál es aquella función
que sólo Enfermería es capaz de realizar; es aquello que
contribuye a la identidad propia como profesión. Ahora
sabemos que no sólo hay funciones clínicas, hay mucho
campo para nuestra profesión en la docencia, investiga-
ción, administración y atención comunitaria. Siguiendo
con las palabras de Ana Rodríguez, ella nos dice que tras
haber estudiado la Licenciatura en Enfermería y tras ha-
ber pasado días de estrés, la visión de lo que se hace y lo
que es una enfermera cambió por completo, en este caso,
para su mamá:
Ella cambió la concepción de lo que es una enfermera.
No, que no solamente es; mejor dicho, no es el brazo
derecho del médico sino ambos van enfocados, sí, hacia
la salud, pero cada uno tiene actividades diferentes, se
complementan para poderle brindar la atención. En-
tonces, como que en esta parte también cambió en ella
su manera de pensar. (Ana Rodríguez, febrero, 2021)
Inclusive, la visión del personal con antigüedad y los
directivos sobre los estudiantes, pasantes y recién egre-
sados es la de una persona “nuevecita”; un profesional
o estudiante que todavía no aprende lo suficiente del
ambiente laboral o que se le puede moldear, como nos
compartió Ana Rodríguez, enfermera recién egresada
de la FES Zaragoza y que participó en el proyecto de la
UTC-19:
La maestra Reyna, la directora de la Unidad, dijo
que los pasantes eran como los mejores soldaditos que
podían tener porque éramos jóvenes, porque éramos
inteligentes, porque éramos frescos en conocimientos,
119 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
porque íbamos saliendo y teníamos esa actitud y esa
aptitud para poder estar ahí. (Ana Rodríguez, febrero
2021)
Sin duda, la labor que se realizó en estos tiempos de pan-
demia fue un parteaguas para que se diera a conocer todo
lo que ha venido realizando Enfermería desde hace ya
mucho tiempo y que pocas veces era reconocido y va-
lorado como debe ser. En las entrevistas se coincide con
la idea de buscar autonomía en la realización de activi-
dades en el ambiente profesional, en donde se busca que
haya un reconocimiento de la profesión; cada vivencia
demuestra la iniciativa, el compromiso, disciplina y lide-
razgo que caracterizan al profesional de Enfermería para
asumir la responsabilidad que conlleva el cuidado.
El hacer público lo valioso de nuestra profesión en las
instituciones de salud levantó la moral de los futuros pro-
fesionales, ayudando a recuperar la percepción positiva
de nuestra labor y a demostrar que el enunciado de Juan
Antonio Corbalán de “un hospital es imposible que fun-
cione sin enfermeros” es completamente cierto, ya que
reconocer la valía de nuestro trabajo ayuda a reconocer
nuestra propia identidad como profesionales. Magda Gó-
mez compartió su perspectiva sobre la importancia de la
profesionalización enfermera:
Pienso que la base para que la Enfermería trascendie-
ra fue la profesionalización. Desde el momento que la
gente entendió que la enfermera tiene un nivel dife-
rente por el nivel académico que ya maneja, eso le ha
ayudado a trascender.
Ya tenemos muchos especialistas, tenemos maestrías,
y múltiples enfermeras con doctorado. Entonces, esto
por supuesto que va a hacer que el papel de Enfermería
deje de ser un oficio por mero amor al arte o al prójimo
y empiece a ser una formación universitaria con un
peso universitario como cualquier otra carrera. (Mag-
da Gómez, septiembre 2020)
El panorama que nos expresó Magda Gómez es alenta-
dor; también nos compartió cuál es el papel de Enfer-
mería en la actualidad y qué se espera en un futuro de la
profesión:
Entonces, la enfermera tiene un papel muy importante
porque no sólo es operativa, es educadora, es consulto-
ra, es gestora. Entonces, la Enfermería siempre ha sido
importante, sólo que no se le había dado esa impor-
tancia porque no hay gente que se atreva a reconocer
el gran trabajo que hace.
Hoy por hoy, la enfermera ya deja documentos con un
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
formato formal, con bases sustentadas de lo que ven,
de lo que han trabajado y de lo que han hecho, y eso
hace que la enfermera trascienda porque entonces ya
está dejando evidencia de su trabajo, de su ejercicio
profesional, de lo que puede lograr si nos unimos como
gremio.
Finalmente, el beneficio siempre va a ser para con el
paciente porque todo nuestro actuar va a ser en be-
neficio de la recuperación de la salud del paciente.
Entonces, la Enfermería siempre ha tenido un papel
importante en el área de la salud, siempre. Siempre ha
sido una pieza fundamental y medular. Hoy por hoy,
tiene más reconocimiento, tiene mayor injerencia, tie-
ne mayor participación porque ya tenemos enfermeras
más preparadas, ya tenemos enfermeras con más don
de liderazgo.
Hoy por hoy, la enfermera tiene un papel muy impor-
tante en la atención médica y está abriéndose paso
porque está saltando, está innovando, está preparán-
dose, está al día y está a la vanguardia con todas esas
herramientas que ya hay para trascender.
Entonces, investiga, plasma, documenta, informa, está
haciendo cosas que antes no. Y antes, no te estoy ha-
blando de hace cinco, seis años; antes 15, 50 años atrás
la enfermera no hacía. (Magda Gómez, septiembre
2020)
Sin duda, estos fragmentos de las entrevistas nos mues-
tran una imagen de sí mismos positiva y con proyección
para seguir desarrollándose. El avance y crecimiento de
acciones y actividades en las que se puede desempeñar
el personal de Enfermería, así como la importancia que
cada intervención tiene, ha contribuido a forjar una iden-
tidad profesional más sólida con deseos de seguir cre-
ciendo, con la mirada puesta en desplegar prácticas del
buen cuidado para los pacientes.
Conclusiones
El entramado en la construcción de la identidad de
las y los profesionales de Enfermería es lo que hemos
intentado explorar a través de los componentes y
dominios que señalamos desde nuestra matriz. Sobre
todo, en virtud de las narrativas que emergieron de las
entrevistas a estas enfermeras y enfermeros, a quienes les
agradecemos su tiempo y disposición para este trabajo.
Representan un pequeño crisol de quienes laboraron
en la UTC-19, con diferentes edades y trayectorias
laborales, pero que se encontraron, de alguna manera,
en la UTC-19, convocados por una emergencia pública
sanitaria de carácter internacional sin precedentes. La
120
vocación forma, sin duda, una de las tramas de esta
identidad. “El deseo de ayudar a mi país”. “El deseo de
ayudar y saber que formé parte de algo grande”. Son
algunas de las respuestas que recuperamos del personal
de Enfermería de la UTC-19. No son heroínas. No son
héroes. No son salidos de cuentos e historietas. Son de
carne y hueso, los cuales, a pesar del miedo, acudieron
para contribuir, con el conocimiento de Enfermería, a
paliar a una pandemia que pintó y cristalizó los peores
escenarios a nivel mundial, nacional y local, e, incluso,
familiar. La pandemia apresuró una reconversión
hospitalaria, que dio muestras de un sistema de salud
que necesita reconvertirse y en la que el capital humano
más revalorizado fue el personal de Enfermería;
también el más resiliente, pues supo adaptarse a las
nuevas condiciones que exigía el momento. Todo este
entramado forma parte de esa identidad profesional del
personal de Enfermería. Ya no representa un liderazgo
silencioso como lo llaman Nigenda y Aristizabal (2020);
es un liderazgo quizá no bullicioso, pero que hizo ruido.
De acuerdo con las entrevistas realizadas al personal que
labora en la UTC-19, y haciendo una estrecha relación
con la bibliografía consultada, podemos también
concluir que se tiene clara la identidad del profesional de
Enfermería, en la que se retoman conceptos importantes
como vocación, ejercicio de la profesión, compromiso,
empatía, liderazgo, teniendo siempre presente la
esencia de Enfermería, que busca que sus cuidados sean
humanísticos, individualizados y de
calidad. En la UTC-19 se denota en su totalidad la
identidad enfermera, en la que el gremio se reconoció
como un igual; ahí, buscó destacar en distintas áreas,
no sólo operativas, sino igualmente en su labor
administrativa, educativa y gerencial. A este entramado,
podríamos añadir la creatividad como un componente
que está presente en ese personal.
Hoy en día, los profesionales de Enfermería tienen muy
claro lo que quieren: el reconocimiento que sin duda
merece la profesión; que su autonomía en el equipo
multidisciplinario no sea puesta en duda; y que su
colaboración no sea dejada de lado. El término profesión
se define “como el proceso de formación que se lleva a
cabo dentro de las instituciones de educación superior, sin
embargo, el concepto traspasa el mero ámbito escolar”
(Fernández et al., 2007, p. 1, citado por González et al.,
2012). Y esto es lo que hemos pretendido mostrar en este
trabajo.
La identidad del profesional de Enfermería implica
121 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
El entramado en la construcción identitaria de las y los profesionales de Enfermería
sentirse a gusto con uno mismo y con la labor
realizada. Asumir su profesión como una carrera de
vida, el conocimiento de sus derechos y obligaciones
y la utilización de los recursos a su alcance para el
mejoramiento de su capacidad profesional. Asimismo,
el reconocimiento, a partir de una valoración realista,
del significado que su trabajo tiene para los pacientes, la
familia de estos y la sociedad, refuerzan su pertenencia
al grupo profesional (Pérez, 2010).
En el contexto de la pandemia, se puede destacar el
amplio conocimiento y la preparación profesional con
la que cuenta el personal de Enfermería; en él, hizo
frente y brindó los cuidados necesarios para la mejora de
cada paciente. El papel de Enfermería ha sido, es y será
fundamental para preservar la salud de la ciudadanía. Ha
estado presente en la promoción de la salud y prevención
de la enfermedad, en actividades que van desde la
orientación en el lavado e higiene de manos, uso correcto
del cubrebocas, brigadas de vacunación, hasta brindar
cuidados especializados en unidades de terapia intensiva
en el tratamiento y rehabilitación de la enfermedad.
La pandemia dio un paso más para que se diera un
reconocimiento público al trabajo profesional que
realiza Enfermería y todas las áreas en las que se
puede desarrollar, gracias al amplio conocimiento y la
preparación universitaria con la que cuenta para destacar
en cada una de ellas. Enfermería deja claro que no se
detendrá, que buscará siempre estar lo mejor preparados
para poder actuar ante cualquier situación que se
presente, teniendo las bases suficientes que le permitan
mantener la autonomía en su campo.
Y junto con el mantenimiento de la autonomía del
ejercicio de la profesión, viene el empoderamiento
de las y los nuevos profesionales, que buscan que la
jerarquía en los equipos de salud ya no sea vertical, sino
un colaborativo horizontal en el que, en igualdad de
condiciones, contribuyan desde su campo disciplinario a
dar solución a cualquier problemática sanitaria.
Es en las y los profesionales jóvenes donde existe de
manera colectiva este pensamiento de que la profesión de
Enfermería es uno de los cimientos más importantes de los
sistemas de salud; la nueva generación de profesionales
ha decidido demostrar que ser enfermera o enfermero
no es una labor sencilla ni mucho menos insignificante.
Son portavoces de nuevos tiempos, en los que se apuesta
y se asoma un cambio en la imagen social de las y los
profesionales de Enfermería, a veces distorsionada y
hasta estereotipada. No obstante, en el frente propio
122
hay sin duda un proceso que sigue caminando en ambas
direcciones de forma clara y decisiva: identificación
y diferenciación, los pilares de cualquier identidad
profesional. No pretendemos ser optimistas por el simple
hecho de serlo, sino que, quienes esto suscriben, se
suman a este proceso; también reconocemos que es un
trabajo de largo desarrollo, pero que ya da señales de esta
transformación. El sujeto profesional de Enfermería lo
enmarcamos en este entramado.
Referencias
Arreciado Marañón, A. (2013). Identidad profesional enfermera:
Construcción y desarrollo de los estudiantes durante su formación univer-
sitaria. Barcelona.Universitat de Barcelona.
Castrillón Agudelo, C. (2008). Identidad profesional en Enferme-
ría: construyendo las bases para ser cuidador(a) profesional (editorial).
Revista Enfermería Universitaria ENEO-UNAM. Vol 5. Año. 5 No. 4
Octubre-Diciembre.
González-Aguilar A, Vázquez-Cataño F, Almazán-Tlalpan B,
Morales-Nieto A, García-Solano B. Proceso de aprehensión de identidad
profesional en Enfermería (2018). Rev. Cuidarte 9(3): 2297-308. http://
dx.doi.org/10.15649/cuidarte.v9i3.519
González Carrillo, E. et al (2012). La profesionalización en En-
fermería: hacia una estrategia de cambio. Tecnociencia Chihuahua, Vol.
VI, No. 1, Enero-Abril, pp. 1-8.
Guzmán, C. y Saucedo, C. (2005). “La Investigación sobre
alumnos en México. Recuento de una década: 1992-2002”, en Ducoing
(coord.) Sujetos, actores y procesos de formación, tomo II, col. La in-
vestigación educativa en México, 1992-2002, México: Consejo Mexi-
cano de Investigación Educativa.
Jiménez Silva, M. (2005). “Identidad de los profesores de edu-
cación básica y normal”, en Ducoing (coord.) Sujetos, actores y proce-
sos de formación, tomo II, col. La investigación educativa en México,
1992-2002, México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa.
López M. y Rodríguez, S. ¿Qué quiero estudiar?: transición a la
educación superior y elección de carrera de estudiantes de Enfermería
y química de la UNAM. 2021, (en prensa).
Nigenda G, Aristizabal G.P. El liderazgo silencioso de la En-
fermería en México: reflexiones sobre su transformación. Cuidarte.
2020; 9 (18 Núm. Esp): 23-32. DOI: http://dx.doi.org/10.22201/ fe-
si.23958979e.2020.9.18.1.77574
Patton, M. (1990). Qualitative Evaluation and Research Methods,
Beverly Hills, CA., Sage.
Pérez, I., Rodríguez, R. (2010). La identidad profesional como
configuración subjetiva de la personalidad de los estudiantes de la ca-
rrera de Enfermería. EUMED. Disponible en http://www.eumed.net/
rev/ced/19/prrb2.htm.
Ruvalcaba-Coyaso, J, Uribe A., I. & Gutiérrez G.R. (2011).
Identidad e identidad profesional: Acercamiento conceptual e investi-
gación contemporánea. Revista CES Psicología, 4(2), pp. 82-102.

Vanegas, B. (2007). Construcción de la identidad profesional en
estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque. Revista Co-
lombiana de Enfermería Vol. 3. Disponible en: http://www.uelbosque.
edu.co/sites/default/files/publicaciones/revistas/revista_colombiana_
Enfermería/volumen3/
123 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Zamorano Pabón, Ingrid Carolina (2008). Identidad profesional
en Enfermería: un reto personal y profesional. Investigación y Educa-
ción en Enfermería, XXVI (2), 168-171. [Fecha de Consulta 2 de junio
de 2021]. ISSN: 0120-5307. Disponible en: https://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=105215278017
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 124

Capítulo VIII. Representaciones, experiencias y prácticas
del equipo de Enfermería
ANABELLA BARRAGÁN SOLÍS
Introducción
En este trabajo se exploran las representaciones de un
grupo de Enfermería acerca de su profesión, sobre la
pandemia de COVID-19, de las repercusiones de la prác-
tica profesional en la corporeidad, específicamente en la
salud y la afectividad, así como sus representaciones y
experiencias de la organización del equipo de trabajo y
de su interacción entre pares y los miembros del gremio
médico, de las estrategias de protección para la preven-
ción de la COVID-19 instituidas en la UTC-19, e igual-
mente del autocuidado, las repercusiones en la cotidiani-
dad y los aprendizajes profesionales adquiridos durante
su labor en la UTC-19, entre los meses de abril de 2020
a mayo de 2021.
Se describen y analizan cualitativamente las experiencias
vividas desde la perspectiva de este grupo profesional
en torno a su inserción en el ámbito de ese hospital, el
contexto y las formas en que se desarrolló su práctica
profesional, las emociones que suscitó la pandemia, las
interacciones sociales con su red social de relación y las
que se establecieron entre los actores sociales en el tra-
bajo. Con el fin de reconocer el papel y la importancia de
la profesión de Enfermería en el sistema de salud; asi-
mismo, se exploran las problemáticas que enfrenta este
equipo de profesionales tanto en el ejercicio profesional
como en la interacción social cotidiana, para aportar ele-
mentos que permitan construir decisiones que redunden
en mejorar su situación laboral en general y en el con-
texto de la pandemia, disminuir o eliminar los efectos
adversos de la práctica del cuidado en la salud física y
emocional de estos trabajadores en la situación actual y
a futuro.
El capítulo presenta al inicio una breve introducción al
contexto de la pandemia de COVID-19 entre 2020 y
125 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
2021 y sus consecuencias en la salud de los trabajado-
res de esta área. Enseguida se ofrece el desarrollo de la
profesionalización de la Enfermería como una ciencia
del cuidado, con el fin de proporcionar al lector las ideas
básicas para comprender la estructura de su práctica pro-
fesional y cómo se desarrolló en el espacio y el tiempo
extraordinario de la actual pandemia de COVID-19 en
una Unidad Temporal creada específicamente para este
tiempo de contingencia. En este lugar confluyen los re-
latos de un grupo de profesionales de la Enfermería que
narran las experiencias vividas “adentro” y “afuera” de
la “unidad”, el miedo en el contexto de incertidumbre, el
descubrimiento de sus capacidades, la creación de nue-
vos saberes y oportunidades de desarrollo profesional,
que les permitió vivir y resignificar la profesión de En-
fermería y su papel central en el escenario de la atención
a la población afectada por la enfermedad. Desde la voz
de los y las enfermeras se logra observar el mundo social
en el que se desenvuelven dentro y fuera del Citi, la re-
lación profesional con el gremio médico en el contexto
de la emergencia, los valores paradigmáticos de la pro-
fesión: la entrega, la misión de acompañar y ayudar, la
espiritualidad, pero también la realización de las aspira-
ciones del reconocimiento social y la retribución econó-
mica justa por un trabajo profesional especializado. En
el penúltimo apartado se sintetizan las consecuencias a la
salud en este grupo laboral y algunos comentarios sobre
los aprendizajes durante la pandemia.
A modo de contexto
En el mes de diciembre de 2019 se dio a conocer que
en la ciudad de Wuhan, en China, apareció un brote de
un nuevo virus llamado SARS-CoV-2, el cual provocó
la enfermedad llamada COVID-19, la cual se convirtió
en una pandemia1 pandemia. Las acciones que se han
1 Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, la escritura adecuada
del nombre de la enfermedad por coronavirus es COVID-19, con mayúsculas
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
llevado a cabo en diversos países del orbe, han tenido
la finalidad de disminuir el número de personas infec-
tadas y prevenir la saturación de los servicios de salud
institucionales, gubernamentales y privados; para evitar
un colapso de la atención médica, se implementaron res-
tricciones a la movilidad confinando a las personas en
sus hogares, cerrando los centros escolares y laborales
“no esenciales”, promoviendo el distanciamiento físico y
medidas de saneamiento de los espacios y las personas.
Todo ello ha provocado la alteración de la vida cotidiana
y serios problemas económicos debido al cierre de las
industrias, centros educativos, servicios, comercios, etc.2
México ocupaba entre julio y septiembre de 2020 el
cuarto lugar mundial en muertes por COVID-19; en julio
eran 36,327 y en septiembre, con 66,329 defunciones,
pasó de ser el séptimo país con más contagios, al lugar
octavo. El 19 de abril de 2021 la Secretaría de Salud in-
formó que México contabilizaba 212 mil 339 defuncio-
nes por COVID-19. En julio de 2020 tenía 311,496 con-
tagios y en septiembre 616,894. La tasa de mortalidad de
personas con COVID-19 en julio fue de 11.66%, ocupan-
do el séptimo lugar a nivel mundial; en septiembre la tasa
de mortalidad era de 10.75%, ocupando el cuarto lugar
a nivel mundial y el primero en el continente americano
(Real Clear Politics, 2020). Desde que se diagnosticó el
primer caso de coronavirus al 19 de abril de 2021, un
millón 829 mil 480 personas se han recuperado; hay que
recordar que la población mexicana es de 127 millones
de habitantes3 (Word Bank, 2019; Forbes, 2020; Miran-
da, 2021).
Durante la pandemia, las acciones gubernamentales y
de la sociedad civil han sido múltiples, como la insta-
lación de hospitales emergentes en diversas partes del
y guion antes de los dos dígitos. Sin embargo, para textos informativos y de di-
vulgación al público en general, la Real Academia Española recomienda escribir
con minúsculas covid-19, que se trata del nombre común de una enfermedad;
el virus se escribe SARS-CoV-2. Con respecto al género gramatical es preferible
el femenino la COVID-19; no obstante, el uso del masculino no se considera
incorrecto, toda vez que el hablante puede vacilar en la elección del artículo.
Igualmente, cabe la posibilidad de usar la forma acortada “covid” y expresiones
descriptivas como “enfermedad del coronavirus”, válidas en español. Covid con
inicial mayúscula se usa cuando hace referencia a un lugar específico al que se le
ha dado nombre propio, casi siempre asociado con una institución: área Covid;
hospital Covid; Centro Covid. (Martínez, 2021, p. 227). En este caso usamos
Unidad Temporal-COVID-19 o UTC-19.
2 Una de las consecuencias principales de la pandemia ha sido la afectación
económica en las familias; según datos del INEGI, a un año del inicio de la
contingencia por COVID-19 hay 2 millones 700 mil personas ocupadas menos
que en febrero de 2020. Las más afectadas son las dedicadas al sector de servicios
y comercio. Si bien la población económicamente activa fue de 56.7% en febrero
de 2021 (3.4% menos que en febrero del año pasado), hay una brecha de casi el
doble según el género: 74.3% de los hombres están en el mercado laboral y sólo
el 40.9% de las mujeres (Villanueva, 2021).
72 Hasta el nueve de marzo de 2021, en México se habían aplicado 3 millones
488 mil 118 dosis de las diversas vacunas y habían completado el esquema de
dos dosis un total de 606 mil 622 personas (Milenio, 11 de marzo de 2021).
3 Hasta el nueve de marzo de 2021 en México se habían aplicado 3 millones 488
mil 118 dosis de las diversas vacunas, y habían completado el esquema de dos
dosis un total de 606 mil 622 personas (Milenio, 11 de marzo de 2021).
126
país. Uno de ellos, la UTC-19, ubicado en Avenida del
Conscripto 311, Lomas de Sotelo, Colonia Hipódromo
de las Américas, Alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de
México, en el Centro Citibanamex, resultó un nicho de
oportunidad para que un grupo de profesionales de En-
fermería propusiera un área de investigación, donde se
llevara a cabo tanto investigación clínica como sociocul-
tural, y en la que se exploraran las problemáticas de la
práctica de cuidado, el perfil socioeconómico y los ele-
mentos socioculturales del personal de Enfermería que
labora en ese centro temporal de atención y cuidados de
pacientes en recuperación de COVID-19. La UTC-19
comenzó sus actividades a mediados del mes de abril de
2020; en ella se atienden exclusivamente pacientes con
COVID-19. En el transcurso de la pandemia el hospital
se ha ido adaptando según las necesidades de atención a
la población afectada, de tal forma que se instituyeron
no sólo áreas para atención de pacientes en recuperación
remitidos de otros nosocomios, sino que se estableció un
área de Cuidados Intermedios y otra de Cuidados Inten-
sivos que han funcionado al menos durante los últimos
seis meses.
Es importante no perder de vista que un informe de Am-
nistía Internacional señaló, el 2 de septiembre de 2020,
que México ocupaba el primer lugar mundial en personal
de salud fallecido por COVID-19; esta institución detalló
que hasta esa fecha se habían reportado 1,320 decesos
confirmados entre personal de salud, cifra mayor con res-
pecto a los mil 77 de Estados Unidos, 649 de Reino Uni-
do y 634 de Brasil. Este organismo enfatizó el hecho de
que en el mundo más de siete mil trabajadores de la salud
hayan muerto en esta pandemia, lo cual representa una
crisis alarmante. Los detalles de tal informe indican que,
desde el inicio de la pandemia, y hasta la última semana
de agosto, en México, 97, 632 enfermeros, doctores y
otros empleados de hospitales habían sido diagnostica-
dos con coronavirus, lo que representó el 17% de todos
los casos en el país en ese momento. La información
desagregada demostró que el 42% de las infecciones han
ocurrido al personal de Enfermería, 27% afectó al equipo
de médicos y 31% se presentó en trabajadores técnicos,
asistentes y personal de limpieza y mantenimiento4.
La OPS sumó 2,506 muertes por COVID-19 entre los
4 Después del personal de salud, son los trabajadores del sector manufacturero
los que han registrado un mayor número de incapacidades por enfermedades
respiratorias. Según el director de Prestaciones Económicas y Sociales del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre la población trabajadora con
enfermedades respiratorias con un promedio de edad de 35 años, el 45 % de
hombres y el 48% de mujeres tienen al menos un padecimiento como obesidad,
diabetes, hipertensión e insuficiencia renal, y existen aproximadamente 10 millo-
nes de trabajadores con alguna condición de vulnerabilidad (Vitela, 2021).

empleados de salud del continente americano, incluyen-
do los 1,320 decesos en México, con un aparente subre-
gistro de los datos de Brasil y Estados Unidos. Así, se
señaló que el continente americano es el que registra el
mayor número de infecciones entre los trabajadores de
la salud a nivel mundial; en México y Estados Unidos
representan uno de cada siete casos. La directora de este
organismo, Carissa F. Etienne, declaró que los países
deben asegurar que los trabajadores de la salud realicen
sus labores de manera segura. Esta misma organización
informó que los reportes que ha recibido, indican que son
los trabajadores de limpieza en los hospitales los que han
sido particularmente vulnerables a una infección, amén
de las deficiencias en el manejo de los desechos médicos
infecciosos que ocurren en México (El Financiero, 2 de
septiembre de 2020).
Este panorama hace evidente la idea visionaria del grupo
de profesionales de Enfermería de la UTC-19, quienes
previendo estas situaciones, ahora mundialmente conoci-
das, gestaron la propuesta de investigar las repercusiones
en la salud y la cotidianidad de los trabajadores de la sa-
lud congregados en este hospital temporal. Encontraron
eco en el interés de coadyuvar al conocimiento de este
sector de trabajadores de la salud, con el fin de valorar y
reconocer la importancia de esta práctica social; también
contribuyeron a visibilizar las problemáticas que enfren-
ta este equipo de profesionales, para aportar elementos
que fundamenten la toma de decisiones que permitan
valorar y mejorar la práctica profesional, y disminuir o
eliminar los efectos adversos en la salud de estos traba-
jadores.
Se reconoce que en la práctica clínica del equipo de En-
fermería existen múltiples momentos de tensión y afec-
ción de su emocionalidad durante los procedimientos de
cuidado que cotidianamente se llevan a cabo, y no en
pocas ocasiones se ha señalado en los medios de comu-
nicación la angustia por la carencia de insumos, equi-
pos e ineficacia de los tratamientos y la muerte durante
la epidemia. Por otra parte, se han reportado episodios
de violencia por parte de los familiares de pacientes y
ciudadanos en contra del equipo médico en general y de
Enfermería en particular, quienes se quejaban y reclama-
ban por la ineficacia de los tratamientos que provocan el
sufrimiento del enfermo y de sus familiares. Estas situa-
ciones provocan diversos estados de ánimo y múltiples
reacciones en el personal de Enfermería. Ante este pa-
norama surgen las siguientes preguntas: ¿cuáles han sido
las representaciones y prácticas de prevención del CO-
VID-19 de estos profesionales?, ¿qué repercusiones ha
127 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
tenido la experiencia cotidiana en la UTC-19 en la salud,
afectividad, la vida familiar, social, de pareja y laboral en
el equipo de Enfermería?
A éstas se añaden, durante la situación de crisis sanitaria:
¿cómo ha sido la experiencia de las relaciones profesio-
nales entre los integrantes del equipo de Enfermería, y
con el equipo médico?, ¿cuáles son las representaciones
del equipo de Enfermería acerca de los logros profesio-
nales y el aprendizaje durante la práctica profesional en
la UTC-19?
El objetivo general de esta participación es explorar las
representaciones5, experiencias6 y prácticas7: sobre la
Enfermería, la pandemia de COVID-19, las repercusio-
nes en la salud y la afectividad, sobre organización del
equipo de Enfermería y de la interacción entre pares y el
gremio médico, las estrategias de protección y autocui-
dado, las repercusiones en la cotidianidad y los aprendi-
zajes profesionales durante la labor en la UTC-19.
Reconocemos que la pandemia de COVID-19 ha tenido
repercusiones no sólo en aquellos que la padecen, sino
en el grupo social de relación, incluyendo el equipo de
salud; de allí la presunción que la práctica de Enferme-
ría repercute en la afectividad, la salud, la vida familiar,
social y de pareja de estos profesionales. Por otra parte,
suponemos que las representaciones de la profesión se
resignificaron a partir de la experiencia vivida durante
el ejercicio profesional en la UTC-19, dadas las condi-
ciones de excepcionalidad temporales y espaciales, que
exigieron relaciones de solidaridad entre estos profesio-
nales, aprendizajes y relaciones laborales de respeto y
reconocimiento por parte del equipo médico y una valo-
ración social y económica de estos.
La Enfermería como ciencia del cuidado
La antropología médica, como especialidad de la antro-
pología social, está encargada del estudio de los proce-
sos de salud-enfermedad-atención-prevención y muerte
de las poblaciones humanas en contextos socioculturales
acotados; ha integrado entre sus campos de acción el es-
tudio de la atención y la experiencia de la enfermedad
en instituciones biomédicas, e incluye a la biomedicina
como una etnomedicina (Genest, 1980), y por lo tanto,
contiene entre sus campos de interés a la atención bio-
5 Representaciones son las ideas y creencias de las personas y que constituyen los
ejes sobre los que se articulan las decisiones de la acción social, puestas en acto
por los sujetos en un contexto social determinado en el tiempo y el espacio.
6 Experiencias son las vivencias significadas por los sujetos sociales, que llevan
a resignificar los actos, las interacciones sociales y en general la vida vivida en el
pasado, para reconocer, gestionar y actuar en el presente y proyectar el futuro.
7 Las prácticas son las acciones y los procesos llevados a cabo por los sujetos
y los colectivos sociales en las distintas esferas de la vida en un contexto social
determinado.
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
médica hospitalaria para explorar determinados padeci-
mientos y grupos sociales, la construcción de los saberes
del personal de salud, la relación médico-paciente o la
salud de los trabajadores de la salud, entre otros temas.
En este caso, nos interesan las experiencias, represen-
taciones y prácticas de los profesionales del cuidado de
uno de los grupos laborales fundamentales del Modelo
Médico Hegemónico (Menéndez, 2002), la Enfermería
en la atención hospitalaria.
El origen del cuidado8 de los miembros del grupo social
se ha establecido, según los hallazgos arqueológicos, en
la prehistoria de la humanidad, se reconoce que el “cui-
dado social”, es decir, “la preocupación mutua de todos
los miembros […] del clan por el bienestar y la seguri-
dad del otro”, llevó a los miembros de la especie homo
sapiens, a constituir comportamientos socializados para
la supervivencia” (Reed, 1987, p. 55). Para Reed, los mé-
dicos originales en la prehistoria fueron realmente muje-
res; ello se fundamenta al señalar el hecho de que a partir
de la práctica de la recolección fueron las mujeres las que
conocieron las propiedades de las hierbas, no solamente
las comestibles, sino las curativas, así que el supuesto
gran misterio de las formas de extraer y preparar las dro-
gas primitivas, no es tal cuando se observan etnográfica-
mente los saberes de las mujeres de infinidad de etnias, lo
que lleva a cuestionar el crédito atribuido al “hombre” o
a la “humanidad” de saberes “originados en las manos y
las cabezas de las mujeres” (Reed,1987, p. 119); también
a ellas se les puede atribuir “la química de fabricación
de cacharros, la física del hilado, la mecánica del telar y
la botánica del lino y el algodón” (Gordon-Childe,1981,
p. 71). Casasa (2009) afirma que las actividades produc-
tivas de las mujeres desde los albores de la historia han
sido fundamentales para el desarrollo y mantenimiento
de las familias y las comunidades; asimismo, el cuida-
do de las personas es una tarea productiva indispensable
para la reproducción y el desarrollo humano. Así, los re-
gistros históricos de las prácticas de cuidado en torno al
cuerpo, la alimentación, las enfermedades, el embarazo,
la crianza, la limpieza, los rituales religiosos terapéuti-
cos, la atención al parto y, en general, los saberes curati-
vos son múltiples en las diversas latitudes del orbe, y han
sido las mujeres las que han destacado en estas tareas.
Una considerable cantidad de diosas —prehistóricas,
egipcias, griegas y romanas, entre muchas otras— asegu-
raban la protección y cuidado de la salud y la reproduc-
ción: Perséfone, Diana, Atenea, Hera, Fortuna, Minerva
8 Cuidado entendido como acción de cuidar: procurar, encargarse, ocuparse
y mirar por alguien, vigilar y dispensar protección, estar atento, proveer para
preservar la vida, para recuperar la salud.
128
etc.; y también mujeres curadoras: Medea, Olympia y
Priscilla, para quienes la medicina fue parte de sus vidas
(Servi, 1997; Casasa, 2009; Rosemberg y Troya, 2012).
La presencia de las mujeres en la atención al parto ha sido
históricamente paradigmática; en la antigüedad egipcia y
griega las parteras tuvieron un importante reconocimien-
to social. Hasta la Edad Media europea las comadronas
atendían desde la nobleza hasta las mujeres humildes;
disfrutaban de una posición económica y social significa-
tiva, ya que se consideraban como parte de la estructura
social, así como lo eran los panaderos, zapateros y demás
oficios. En la antigua Roma se denominaban con la pa-
labra latina ostetrix, del verbo obstre, “estar al lado” o
“delante de”; por lo tanto, comadre o matrona es la mujer
que está al lado de la parturienta y le ayuda (Díaz, 2014,
p. 99). En Mesoamérica la ticitl, tlamatqui o temixini-
tiani, en la sociedad nahua, era una médica reconocida
que se encargaba de la atención integral a la mujer y a la
criatura, desde el embarazo hasta después del nacimiento
del niño; ella efectuaba el baño ritual al recién nacido y
precedía la ceremonia del “bautizo”. Si morían la madre
y el bebé, ella organizaba los rituales de muerte (Saha-
gún, en Luengas, 1994, p. 76; García, 2011). Durante la
Colonia las parteras eran indígenas, españolas, moriscas,
mestizas, mulatas y negras (Díaz, 2014; García, 2011).
Si bien las mujeres sanadoras europeas fueron altamente
valoradas, el estudio de la medicina en las universida-
des estaba dirigido a los hombres; fueron excepcionales
las universidades que en el siglo XVI (por ejemplo, en
Italia, Bolonia y Salerno), incluyeron entre el alumnado
a mujeres. En Europa fueron sancionadas, incluso judi-
cialmente, aquellas mujeres que practicaban la medici-
na. En el siglo XVII y XVIII fueron los hombres, con el
apoyo de la Iglesia que consideraba herejía las prácticas
médicas fuera de la educación institucionalizada, los que
incursionaron en el terreno de la obstetricia, desplazan-
do a las mujeres. El proceso de profesionalización de la
medicina y de la obstetricia en México también conllevó
“los intentos de excluir a las mujeres del campo obsté-
trico, que por años les había pertenecido” (López, 2010,
pp. 107-108).
Sobre la profesionalización de la medicina, hay que se-
ñalar que el desarrollo de la biomedicina así como la
conformación de las especialidades médicas caminaron
paralelamente al desarrollo del capitalismo; este no sólo
dio lugar al surgimiento de una clase media burguesa que
permitió la “profesionalización de diversos oficios como
fue el caso de la medicina” (López, 2010, p. 3), sino que
surgió el hospital como un campo de acción social, al so-

cializar al cuerpo en función de la fuerza productiva; así,
la práctica médica deviene social (Menéndez, 1983). El
hospital es parte integrante de la organización médica so-
cial, cuya misión consiste en proporcionar a la población
una asistencia médica sanitaria completa, tanto curativa
como preventiva y cuyos servicios externos irradien has-
ta el ámbito familiar. El hospital es también “un centro de
formación de personal médico sanitario y de investiga-
ción biosocial”, de tal manera que el hospital altamente
tecnificado se ha convertido, a partir de la segunda mitad
del siglo XX, en el elemento central de los servicios de
atención médica (Lara y Mateos, 1999, p. 421).
Acerca de la profesionalización de los cuidados de En-
fermería, de manera específica hay que recordar que la
fundación hospitalaria en Europa, y en particular en Es-
paña, data del siglo VI; su antecedente pueden ser los
leprosarios del siglo V d.C. No fue sino hasta los siglos
VIII, IX y X, que los cuidados de Enfermería estuvieron
a cargo de hermandades, que luego trascendieron a gre-
mio con un sentido de servicio y una dimensión material
y económica, pero que no se desprendieron del imagina-
rio construido en las antiguas congregaciones religiosas,
principalmente católicas, de caridad social que modeló
los cuidados encaminados fundamentalmente a la salva-
ción de las almas, anteponiendo las necesidades espiri-
tuales a las físicas, psíquicas y sociales. Al trasladarse a
la Nueva España, el cuidado de los enfermos devino en
deber cristiano y se practicó por instituciones religiosas,
que además cumplían con la función de evangelización
desde los siglos XVI al XVIII y aún hasta el siglo XIX
(Quintanar, 2006).
Debido al avance del desarrollo capitalista industrial,
en el siglo XIX las mujeres europeas de la clase obre-
ra, sobre todo solteras, se vieron obligadas a ingresar a
laborar en diferentes campos: las fábricas, la industria
textil, la minería, etc. Por su parte, las mujeres de clase
media aspiraban apenas a convertirse en amas de llaves
o nanas, así que la apertura del trabajo de Enfermería fue
una oportunidad para obtener una ocupación con valora-
ción social y moral. En el campo de “competencias del
cuidado, tradicionalmente asignado a la mujer” (Casasa,
2009, p. 83), paralelamente en México llegó la literatura
científica médica en el siglo XIX, momentos en que se
vivía una inestabilidad política y la tensión entre la Igle-
sia y el Estado. En ese tiempo, con la expulsión de las
órdenes religiosas, tanto de hombres como de mujeres,
los hospitales quedaron en poder de la administración
pública, aún incapaz de administrarlos eficientemente; se
dejó así el camino abierto al desarrollo de la medicina
129 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
privada y a las instituciones de beneficencia, no sin “tro-
piezos” legislativos (Ortiz, 2000, p. 120), lo que fue una
oportunidad para que las mujeres se ocuparan del cui-
dado de los enfermos, una actividad poco remunerada,
por lo que los hombres preferían ocupaciones de mayor
relevancia económica como la agricultura, la minería y
la construcción, entre otras. Los hombres se quedaron al
cuidado de enfermos mentales con los que se requería
mayor fuerza física, mientras a la Enfermería se le fue
dotando de valores considerados femeninos como la su-
misión, la obediencia, la abnegación y la dulzura, en me-
dio de un ambiente laboral vertical, desigual, de control
y sujeción (Casasa, 2009; 2015; Campos y Covarrubias,
2015), conservando así los valores originados en las ins-
tituciones religiosas.
Fue en Inglaterra en el siglo XIX donde se empezaron a
abrir escuelas de Enfermería dentro del hospital para su
profesionalización, separada de la medicina y la partería.
En México, después de la inauguración del Hospital Ge-
neral de México en 1905, se instituye la primera Escuela
de Enfermería en 1907; en esa misma época las enferme-
ras también se formaban en la Escuela de Enfermería de
la Cruz Roja Internacional desde 1914; sin embargo, ya
en la práctica laboral en los nosocomios, sus actividades
eran extenuantes y poco diferenciadas de las afanadoras.
En los años 40 del siglo XX la Enfermería se separa de
los hospitales y de la medicina para desarrollarse den-
tro de las universidades; posteriormente, se crean los
programas de licenciatura (en 1979 en la ENEO en la
UNAM) y las diversas especializaciones y posgrados de
una profesión independiente (Campos y Covarrubias,
2015). Según Ortiz (2000), la época de los hospitales en
México transitó de la caridad, la beneficencia, la asis-
tencia y la justicia social al Estado benefactor, inician-
do la explosión nosocomial con el Hospital General de
México y concluyendo con el Hospital Siglo XXI y el
20 de Noviembre, además de otros institutos nacionales
y grandes centros médicos, descentralizando el Sistema
Nacional de Salud. En ese contexto, actualmente existen
alrededor de 23 programas de formación profesional de
Enfermería a nivel licenciatura en diversas universida-
des del país y en distintos hospitales, cuyos profesiona-
les son tanto mujeres como hombres, regulados por la
legislación general de las profesiones; así pasan las y los
enfermeros de pertenecer a un oficio, se diría artesanal, al
sector profesional (Casasa, 2009; Quintanar, 2006).
Actualmente, la Enfermería ha diversificado sus campos
de acción y de especialización. La Enfermería se define
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
como la ciencia del cuidado9 en el escenario de la cultura
(Rubio, 2010; Benavides, 2015, p. 148) y sus tareas han
sobrepasado el enfoque técnico, operativo y de obedien-
cia de sus orígenes, para insertarse abiertamente en la
atención primaria, los cuidados del paciente y el traba-
jo sanitario de carácter comunitario. Se considera que
los servicios de Enfermería tienen “como misión pres-
tar atención a la salud de los individuos, las familias y
las comunidades en todas las etapas del ciclo vital y en
los diferentes aspectos de prevención de enfermedades
como son: la promoción de la salud, recuperación y re-
habilitación, con un enfoque holístico e interdisciplinario
[…] la intervención está basada en principios científicos
humanísticos y éticos, fundamentales en el respeto a la
vida y a la dignidad humana” (OMS, 2009, en Campos y
Covarrubias, 2015, p. 160).
La Enfermería ha sido modelada por las prácticas biomé-
dicas enfocadas a la curación y al cuidado para recuperar
la salud privilegiando al individuo sobre la colectividad
(Casasa, 2009). Los preceptos formales asumidos como
elementos de una nueva identidad son difíciles de cum-
plir, dado que existen en el ámbito escolar y laboral no
sólo profesionales técnicos, licenciados y posgrados, en
una compleja interacción laboral mediada además por el
género, ya que la mayoría de las profesionales de esta
disciplina son mujeres. En una práctica enfocada a “lo
curativo y a la sujeción de la actividad laboral a las ins-
trucciones del médico”, se dificulta el empoderamiento
de los profesionales de Enfermería, su valoración social
y económica, así como la organización de asociaciones
de estos profesionales que promuevan la lucha por me-
jorar sus condiciones de trabajo (Campos y Covarrubias,
2015).
La exigencia de cambiar y resignificar las representacio-
nes y prácticas enraizadas en la historia de esta profesión
son una premisa insoslayable, y así lo plantean diver-
sos estudiosos de este grupo profesional (Casasa, 2009;
2010a; 2015; Campos y Covarrubias, 2015; Martore-
9 “La enfermera es un proveedor de servicios de cuidado a la salud y a la enfer-
medad, que trabaja junto con el médico y otros profesionales, con el propósito
de promover, mantener y restaurar la salud, o minimizar las consecuencias de la
enfermedad. Trata de mantener la salud de la gente o cuidarla cuando está impo-
sibilitada por una enfermedad […] la práctica de Enfermería, o sea el suministro
de cuidados y servicios que proporciona […]directamente a los pacientes y a los
miembros de las familias de estos, puede ser dividido en tres puntos principales:
prevención, curación y rehabilitación”. Entre los cuidados está “el mantenimiento
o la restauración de las funciones normales de la vida, respiración, eliminación,
nutrición, circulación, descanso y sueño, locomoción y comunicación, observa-
ción y reporte de signos vitales de la evolución del estado del paciente; equilibrio
del estado emocional de éste y de su ambiente inmediato y la formulación y
planeación del cuidado de Enfermería basado en el tratamiento médico, en los
factores que afectan al paciente y su familia y a la necesidad de integración de
las habilidades y recursos de otros profesionales de la salud” (Casasa, 2010b, pp.
46-47).
130
ll, 2010; Quintanar, 2006; Sacristán y Ramírez, 2010;
Benavides, 2015; Aguilar et al., 2010). Por otra parte,
compartimos la idea de que “un cambio a nivel de las
ideas debe ser precedido inevitable e invariablemente de
un cambio debido al nivel de las prácticas” (Guimelli,
2001, p. 75), ya que “las prácticas son la principal fuente,
si no la única, de transformación de las representaciones”
(Flament, 1987, p. 149, en Guimelli, 2001, p. 75).
Siguiendo las ideas planteadas en los párrafos anteriores,
coincidimos con Guimelli (2001) en que el cuidado en-
fermero incluye dos campos de aplicación: uno tradicio-
nal, en el que la enfermera es ejecutante de las prescrip-
ciones médicas y, el otro, el “papel propio” en el que la
enfermera tiene una autonomía real y “pone en práctica
su propio saber” (Guimelli, 2001, p. 76); ejercer el papel
propio conlleva un tipo de relaciones médico-enfermera,
no de subordinación, sino de complementariedad y cola-
boración, señala Guimelli. Este papel propio se realiza a
través de una serie de acciones y herramientas que lo sus-
tentan; por ejemplo, en el ámbito hospitalario: llevar un
expediente de Enfermería, establecer protocolos de cui-
dado del paciente, no centrado en la enfermedad como lo
hace el médico. Pero esta práctica profesional no suele
ejercerse en los nosocomios cotidianamente, más bien
resulta ser un ideal, y es precisamente en un espacio y
tiempo especiales que se pudo observar en la práctica un
ejercicio de la Enfermería autónoma, profesional y hori-
zontal con respecto a la práctica del otro gremio hospita-
lario, los médicos.
Es precisamente en la liminalidad10 como reino de la
posibilidad donde ocurre lo inesperado; donde se hacen
realidad los sueños; donde a través del ensayo se prueba
el movimiento de las estructuras, el cambio de estatus y
el rol; donde las jerarquías se diluyen y se entra en un
mundo; donde es posible el ejercicio de la humanidad
(Turner, 2002; 1988; Le Breton, 2020; Barragán, 2020).
Durante el funcionamiento de la UTC-19 se conformó
un equipo de Enfermería con 90% de jóvenes, recién
egresados o pasantes de Enfermería y medicina11, los que
coloquialmente se han denominado millennials, quienes
tuvieron a su cargo la atención y cuidado de los enfer-
10 “La liminalidad es un término que se ha tomado de la formulación de rites de
passage de Arnold van Gennep, que acompaña cada cambio de estado o posición
social, o ciertos estados de la edad. Están marcados por tres fases: separación,
margen, o limen, el nombre latino para umbral [es un estado] de en medio-entre
[…] se refiere a la condición de estar fuera de los acuerdos estructurales de un
sistema social dado permanentemente y por atribución, o estar apartado situa-
cionalmente o temporalmente, apartarse voluntariamente de la conducta y status
que ocupan los miembros de ese sistema” (Turner, 1993, pp. 517-518).
11 En entrevistas y charlas informales, directivos y enfermeras y enfermeros
operativos señalan este 90%, en la encuesta aplicada a 513 de las personas de
Enfermería, 80% fueron mujeres entre 20 y 30 años, y 85% de hombres de esas
edades.

mos de COVID-19. Demostrando que sólo en el tiem-
po de la incertidumbre provocada por la pandemia, que
sorprendió a todo el mundo y ante la que no se sabía
qué hacer, se pusieron en escena los actos vislumbrados
como ideales o utópicos. En el caso de la Enfermería,
ante la emergencia se establecieron canales que permi-
tieron la convocatoria de estos profesionales para labo-
rar en la UTC-19, la tarea fue ardua, ya que la respuesta
del gremio con experiencia no fue la esperada debido
al miedo al contagio o por la presencia de factores de
riesgo12. Por ello, la Sedesa, a través de la Dirección de
Enfermería de la Unidad Temporal en proceso de insta-
lación en los primeros meses del 2020, decidió convocar
a jóvenes recién egresados o pasantes de Enfermería a
sumarse al equipo de trabajo. Este equipo al inicio sólo
contaba con 15 enfermeras y enfermeros; poco a poco
fueron llegando los aspirantes quienes decidieron, no sin
pocos conflictos personales y familiares, integrarse como
los primeros “soldados para el ejército de esta guerra”,
miembros ideales al ser jóvenes, sin factores de riesgo,
con los conocimientos frescos y dominio de la tecnolo-
gía; estas capacidades son necesarias para enfrentar la
situación de emergencia. Así, en el mes de abril el grupo
de Enfermería había pasado de 15 miembros a tener 150;
en agosto-septiembre eran 850, y en diciembre 2020 a
abril de 2021, alrededor de dos mil.
Estos profesionales se capacitaron de forma emergente
y ellos mismos crearon y establecieron los protocolos
de cuidado de forma autónoma. Para sorpresa de los jó-
venes, hombres y mujeres, recién egresados o pasantes
de Enfermería, pudieron devengar el salario que apenas
habían soñado, lograr escalar puestos en la estructura
hospitalaria del cuidado en cinco o seis meses, lo que
en tiempos “normales” hubieran requerido al menos 15
años dentro de una institución. Sucedió lo nunca visto,
que una enfermera (o) con nivel de posgrado tuviera la
misma jerarquía y responsabilidad que un enfermero (a)
de nivel técnico; que los puestos de trabajo se estable-
cieran según los saberes y la experiencia y no según los
títulos académicos. También ocurrió que se establecieran
diálogos respetuosos y horizontales en la toma de deci-
siones entre médicos y enfermeras. Por otra parte, resulta
significativo que las enfermeras dejaron de ser nombra-
das por los médicos y los pacientes como “señoritas”,
para llamarlas “licenciadas”, o entre el equipo de Enfer-
12 En un estudio realizado en 2019 con un grupo de 30 enfermeras y enfermeros
(25 mujeres y 5 hombres) entre 26 a 62 años de un hospital público en Sonora,
se determinó que el 90% presentó aumento de circunferencia abdominal, 36%
aumento de glucosa en ayuno, 16.7% aumento de triglicéridos, 23% aumento de
presión arterial, 43.3% cumplió con los criterios de síndrome metabólico y 50%
señalaron tener dificultad para dormir (Zepeda, 2020).
131 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
mería, “colegas”.
En mayo de 2021, ante la aparente remisión de la epide-
mia13 y al haber disminuido notablemente la necesidad
de continuar con la UTC-19, el día 27 de abril de 2021
la directora de Enfermería informó a los líderes del per-
sonal que el día 15 de mayo se recibiría al último pa-
ciente; el 15 de junio se cerrarían las instalaciones, entre
ese día y el 30 de junio se desmantelaría la unidad para
entregar las instalaciones definitivamente. Esta informa-
ción apareció el 4 de mayo de forma oficial, firmada por
el director del hospital, quien señaló que debido a que
la “ocupación hospitalaria es cada vez menor y existen
bloques en nuestras instalaciones que ya no tiene caso
mantener abiertos, por lo que se ha decidido irlos cerran-
do paulatinamente de acuerdo con el flujo de pacientes”.
En la misma carta informativa se señala la posibilidad de
transferencia de los interesados a alguna de las instala-
ciones de la Sedesa, y que hay que esperar las indicacio-
nes por parte de la misma.
El tiempo liminal es efímero, y al llegar a su fin la activi-
dad de la UTC-19, en estos momentos hay sentimientos
de duelo entre los integrantes del equipo de Enfermería.
Al desmantelar el hospital, ellos y ellas volverán a la
“otra realidad”, se insertarán en instituciones altamen-
te jerarquizadas y burocratizadas, y los salarios serán la
tercera parte de lo que se percibía en el Citi, como colo-
quialmente se nombra al hospital; algunos volverán a sus
lugares de origen, otros desean probar suerte en la aten-
ción privada, etc. Pero habrán vivido la experiencia de
lo posible, se saben capacitados como profesionales, han
probado que un salario justo y digno es posible, y, como
en todo proceso de liminalidad, al concluir esta etapa, el
sujeto emerge sin ser ya el mismo; ha sufrido un cambio
irremediable (Geist, 2005; Turner, 2002; 1988; Le Bre-
ton, 2020, Barragán, 2020), que le permitirá la posibili-
dad de luchar por lo que sabe es posible, sólo porque la
experiencia lo ha probado.
¿Cómo ha sucedido esto? A través de la experiencia se
ha resignificado la práctica de la Enfermería, la profesión
misma, la vocación, el altruismo, la misión y la entrega
con altos contenidos de religiosidad son representacio-
nes que se han entretejido con la experiencia de saberse
miembros de una profesión fundamental e indispensable
en la atención hospitalaria. Y no sólo allí, ahora más que
13 El 24 de mayo se estimó un incremento de 0.03%, y 16,091 casos activos.
Según la Secretaría de Salud había 221, 695 muertes y 2,397, 307 contagios,
con una letalidad de 9.2%. Las entidades con mayor tasa de mortalidad eran la
CDMX, con 367.2 decesos por cada 100 mil habitantes; 226 en Baja California;
214.4 en Sonora; 200.5 en Hidalgo y 198.7 en el Estado de México (Reforma, 25
de mayo de 2021).
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
nunca, las y los enfermeros reconocen la importancia del
primer nivel de atención en la prevención, promoción y
educación para la salud (Aguilar et al., 2010), pero tam-
bién saben que allí los salarios son inferiores. A pesar de
la certeza de la necesidad de intervenir en el primer nivel
de atención, se decantan por perseguir un lugar ideal en
los procesos altamente tecnificados, en la atención críti-
ca y de urgencia: los cuidados paliativos y los cuidados
intensivos hospitalarios en el tercer nivel de atención,
donde el reconocimiento social y del sistema médico es
mayor y donde los salarios son mucho más atractivos.
Si bien la pandemia de COVID-19 obligó a la cons-
trucción de una “nueva realidad”, esta al ser liminal, es
temporal y estructuralmente no es posible su institucio-
nalización (Turner, 1993). Ahora se empieza a vivir el
duelo de la pérdida de ese tiempo y ese espacio, duelo
que se desarrolla y manifiesta a través de las emociones
y la corporalidad14 en acto: la tristeza, la incertidumbre
y las lágrimas; para cada cual la pérdida es distinta y las
vías para afrontarla y resolverla serán distintas también
(Ayala, 2004). La utopía se hizo realidad, pero también
se ha disuelto; la quimera de la prevención, la promoción
y la educación en el primer nivel de atención es sólo eso,
una quimera, y la realidad del éxito profesional está en
otra parte.
Para dar cuenta de la realidad vivida durante el proceso
que denominamos liminal entre abril 2020 y 4 de mayo
2021, utilizamos una de las herramientas etnográficas
por excelencia: la entrevista. Con su uso se demuestra
que en la interacción de los integrantes del equipo de En-
fermería se establecieron relaciones de compañerismo,
solidaridad y cuidado compartido, para evitar el conta-
gio de la enfermedad de COVID-19, y que el aprendiza-
je del proceso de cuidado de los pacientes se estableció
a partir de la interacción con los integrantes con mayor
experiencia, quienes compartieron sus saberes generosa-
mente. La identidad de este grupo profesional se halla
en cierta tensión, ya que está constituida, tanto por las
representaciones tradicionales —de entrega, abnegación
y servicio— como por las nuevas representaciones en
torno al ejercicio de una profesión autónoma, legítima y
resignificada social y económicamente.
14 Corporeidad entendida como cuerpo experiencial, en la que se integra la
condición psicofísica y dota de sentido a la existencia. Podemos decir que la
corporeidad, siguiendo la perspectiva de Aisenson, es la objetivación y subjeti-
vación del cuerpo-persona, la forma de estar en el mundo sociocultural. “Aún
en la medida en que mi cuerpo me determina, soy yo quien dota de un sentido
existencial máximo a tales determinaciones”. En suma, el cuerpo nos convierte
en presencia en el mundo (Aisenson, 1981, p. 294). La corporeidad como cuerpo
experiencial son los modos de sentir y actuar, obrar, hacer del cuerpo-persona en
el vivir humano, en el cuerpo se incorporan los valores, las creencias, los afectos
y los comportamientos culturalmente determinados.
132
Apuntes del marco teórico para explicar y
comprender la representaciones, experiencias y
prácticas del equipo de Enfermería
El surgimiento de la pandemia obligó a replantear la co-
tidianidad de los espacios privados y públicos, asimismo
urgió la constitución de respuestas institucionales guber-
namentales para la atención, prevención y cuidado de
la enfermedad de COVID-19, en una situación incierta,
donde el tiempo y el espacio se reconfiguraron. En ese
panorama liminal se creó un hospital, la UTC-19, en un
espacio comercial y lúdico donde se desarrollan eventos
comerciales, festejos sociales y familiares, entre otros,
pero que habilitado en el calor de la emergencia sanitaria
se reconvirtió en un lugar para la atención a personas
afectadas por COVID-19.
La UTC-19, desde la perspectiva de Foucault (2010), es
un espacio heterotópico porque es “otro lugar”, y, a la
vez, es un espacio liminal (Turner, 2002). Es heterotópi-
co porque tiene una apertura y un cierre que lo aísla del
resto del espacio; mantiene fuera de sus límites a todos
aquellos no iniciados, no purificados; es un sitio que tie-
ne un orden evidente, creado según los servicios que se
prestan y según los niveles de afectación de los pacientes
por la enfermedad. Estos espacios se separan a través de
estructuras arquitectónicas que impiden la libre circula-
ción de personas y se cierran a posibles contaminantes
que pudieran comunicarse del interior al exterior y vi-
ceversa. Tiene puertas de entrada y salida rigurosamente
vigiladas; este espacio cumple con la propuesta foucaul-
tiana porque se yuxtapone al espacio urbano y en su in-
terior se mezclan los diversos estratos socioeconómicos,
las edades y sexos de los profesionales y los enfermos. Es
una morada temporal, en un tiempo sin tiempo definido;
allí se encuentran diversos miembros de las familias, los
que han sido infectados por el nuevo virus SARS-CoV-2,
el que aún no termina por conocerse, pero los moradores
de ese espacio tienen la certeza de que es un paso efí-
mero en espera de la recuperación o la escisión final; los
familiares esperan en medio de la incertidumbre reunirse
con sus seres queridos para alegrarse de volver a estar
juntos. En ese espacio heterotópico están los personajes
vigilantes y atentos al cuidado de los Otros15.
El interés por reconocer las experiencias, representacio-
nes y prácticas que definen la profesión de Enfermería ha
sido gestado en diversas publicaciones de profesionales
15 Los Otros, entendidos como alteridad, el Otro que pertenece a una cultura
diferente a la propia, pero en el que a la vez el Yo se puede ver reflejado, de allí
la empatía que implica la alteridad, mirar al Otro como un mí mismo. Por otra
parte, en la liminalidad se borra la otredad, la diferencia, para convertir al Otro
en semejante.

de esta ciencia del cuidado, y de otros investigadores de
otras disciplinas interesados en este campo profesional.
Dichas propuestas han señalado la importancia de recu-
rrir al marco conceptual de la antropología y los métodos
cualitativos para dar cuenta de las creencias, valores y
comportamientos de las y los profesionales de la Enfer-
mería, a partir de describir, analizar e interpretar la prác-
tica cotidiana de este campo de las ciencias de la salud
(Barrientos, 1982; Camal, 1998; Martorell, 2010; Gui-
melli, 2001; Casasa, 2009; 2015).
En este trabajo se da cuenta de las experiencias, repre-
sentaciones y prácticas en los que los preceptos de la
profesión de Enfermería se han puesto a prueba y han
emergido nuevas formas organizacionales, de interac-
ción profesional y social, con lo que se demuestra no sólo
el papel central de la práctica del cuidado en Enfermería
en el ámbito hospitalario, sino que dichas experiencias
repercutirán en la necesidad de reformular algunos as-
pectos organizacionales y de la práctica profesional.
También se verá la necesidad de adecuar los objetivos y
contenidos del proceso de enseñanza-aprendizaje de los
nuevos profesionales de esta ciencia del cuidado, ya que
estamos siendo testigos de la emergencia de nuevos ni-
chos laborales, de nuevas prácticas y nuevas identidades.
Es innegable que dichas prácticas se reflejan, se mate-
rializan y significan en la corporeidad de estos actores
sociales; corporeidad entendida como el espacio donde
confluye lo físico, lo estético, lo cultural, la afectividad16,
la historia personal y social; donde se plasma la realidad
objetiva y subjetiva, es en el cuerpo en el que se esta-
blecen las prácticas y normatividades. Cuerpo-persona
(Aisenson, 1981) en el que se integran de manera inse-
parable las esferas anatomofisiológicas y afectivas. Las
emociones son procesos sociales con significación cultu-
ral17 e histórica; se pueden considerar como el punto de
interacción entre lo individual y lo social, que en suma
constituye una cultura afectiva (López, 2017; Le Breton,
1999). El cuerpo como construcción social y asiento de
los sentidos y significados socioculturales exige poner el
acento en la experiencia vivida, incorporada en la perso-
na y percibida en un tiempo liminal (Turner, 1988; 1993;
2002), en el que las estructuras se diluyen y resignifican;
un tiempo excepcional que permite el ensayo, la prueba,
en sí, la experiencia, en cuyo devenir también aparecen
padecimientos físicos y emocionales.
16 La esfera de los afectos comprende el complejo de sensaciones, emociones,
sentimientos, percepciones y pasiones (Calderón, 2012).
17 Aquí se entiende por Cultura al conjunto de creencias, valores, conocimien-
tos y prácticas construidas y compartidas socialmente a través de las cuales se
significa, comprende, comunica y transforma el mundo.
133 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Padecer18 es una experiencia corporal en el proceso sa-
lud-enfermedad-atención-prevención, proceso que es
el eje teórico-metodológico de la antropología médica.
Entendiendo padecimiento como la “enfermedad obser-
vada desde la perspectiva de la comunidad” (Menéndez,
2009, p. 86), es decir, desde la percepción de los sujetos
afectados. En este trabajo queremos dar cuenta de la in-
corporación del proceso laboral en este grupo de profe-
sionales; mostrar las repercusiones de la experiencia del
cuidado de los enfermos de COVID-19 en la corporeidad
de los actores centrales del Sistema Médico Hegemóni-
co (Menéndez, 1990), entendido este “como parte de un
sistema cultural” (Menéndez, 2009, p. 86), del que las y
los enfermeros son parte nodal, en tanto que son parte del
equipo médico con una estrecha relación con los enfer-
mos. Nos interesa conocer el sentido y significado de la
experiencia de la práctica del cuidado de los enfermos,
vivida por estos profesionales en tanto sujetos percibien-
tes y sintientes (Dorra, 2003). Conjeturamos que encon-
traremos que las representaciones biomédicas sobre esta
pandemia explicarán en gran medida sus experiencias, a
la vez que aparecerán explicaciones desde sus diversos
contextos sociales y culturales (Speckman et al., 2009),
entre los que se encuentran las formas de atender los ma-
lestares y padecimientos.
La Autoatención es una estrategia de atención a la salud
a la que pueden recurrir los actores y los conjuntos socia-
les, y que se clasifica entre los tres modelos de atención
que propone Eduardo Menéndez (1983; 1990); estos son:
el Modelo Médico Hegemónico (MMH), que comprende
la atención biomédica científica universitaria, desde sus
distintos ámbitos, públicos o privados; el Modelo Mé-
dico Alternativo Subordinado (MMAS), que comprende
los diversos sistemas conceptuales y aplicativos confor-
mados por diversas culturas y grupos sociales, entre los
que se encuentra la acupuntura, la homeopatía, el curan-
derismo urbano, el chamanismo, la medicina tradicio-
nal, la partería, etc., y que cuenta con curadores espe-
cializados en saberes adquiridos desde diversos ámbitos,
académicos, prácticos, en contextos mágico-religiosos,
saberes familiares, etc.; y, finalmente, el Modelo de Au-
toatención, que comprende las prácticas de atención a la
18 Dos conceptos son ejes de interpretación y análisis en la antropología médica:
padecimiento y enfermedad. El padecimiento se refiere a la experiencia de los
procesos que provocan malestar o pérdida del bienestar físico, psicológico o con
el entorno social, que se interpretan por los sujetos afectados en un contexto
social y cultural específico. La enfermedad es la interpretación de un conjunto de
signos y síntomas percibidos por la persona afectada y que al ser comunicados
y objetivados por el médico que construye un diagnóstico desde su horizonte
teórico-técnico y decide así un plan de acción. Desde una visión humanista
dicha interpretación debería estar mediada por el conocimiento del contexto de
las personas afectadas, en tanto sujetos sociales y culturalmente determinados.
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
salud, a la enfermedad o a la prevención de padecimien-
tos, incluyendo la automedicación con fármacos biomé-
dicos, en cuyas decisiones y aplicaciones no interviene
un curador profesional, sea del MMH, o del MMAS,
sino que son decisiones del propio sujeto afectado o de
su grupo de relación. Ello se observará adelante en los
resultados sobre los padecimientos vividos por este gru-
po profesional.
Metodología
Las entrevistas en profundidad son una forma de obser-
vación, señalan los estudiosos de los métodos cualita-
tivos (Taylor y Bogdan, 1998); así, estos instrumentos
etnográficos permitieron recuperar las experiencias de
los profesionales en la liminalidad que se constituyó en
la pandemia.
Las entrevistas fueron aplicadas por el equipo de inves-
tigación (en adelante equipo multidisciplinario), que está
formado por cinco investigadores: una enfermera opera-
tiva de la UTC-19, con Maestría en Enfermería: Posgra-
do en Salud Comunitaria, originaria de Brasil, radicada
en México hace año y medio; una Doctora en Ciencias en
Salud Colectiva, de origen venezolano, radicada en Mé-
xico, profesora investigadora en la ENEO de la UNAM;
y tres antropólogos mexicanos formados en antropología
física y antropología social por la ENAH. Estos son: una
profesora adjunta de la ENAH, pasante en antropología
física; una profesora-investigadora de la ENAH, doctora
en antropología; y un doctorante en antropología física
de la ENAH e investigador en el INRLGII.
Se aplicaron un total de 12 entrevistas en profundidad por
los miembros del equipo multidisciplinario a un grupo de
10 integrantes del equipo de Enfermería: seis enfermeras
y cuatro enfermeros, de forma presencial en el hospital
y/o vía Zoom entre septiembre 2020 y mayo 2021. Se
hicieron al menos cuatro registros de observación de las
actividades del hospital en diversos turnos y registros fo-
tográficos entre septiembre y diciembre de 2020.
El equipo multidisciplinario capacitó vía Zoom a 16 en-
fermeras y enfermeros, seleccionados mediante un con-
curso interno realizado por la Dirección de Enfermería,
con el fin de aplicar una serie de entrevistas semiestruc-
turadas de forma presencial a compañeros de Enferme-
ría, para lo cual la Dirección de Enfermería liberó de la
práctica operativa a los 16 integrantes del equipo durante
algunas horas en días determinados. En todos los casos se
informó a los participantes sobre los fines de investiga-
ción de los materiales obtenidos y de la confidencialidad
de las entrevistas. Resultaron 46 entrevistas transcritas
134
por los mismos entrevistadores durante la última semana
de marzo y las dos primeras de abril de 2021. Esto hace
un total de 58 entrevistas: 46 semiestructuradas y 12 en
profundidad, a un total de 56 enfermeras y enfermeros,
ya que a dos de ellos se aplicaron dos entrevistas en pro-
fundidad.
El grupo de estudio
El grupo de estudio está formado por un total de 56 entre-
vistados: 36 mujeres (64.3%) entre 23 a 57 años de edad,
y 20 hombres (35.7%) entre 22 a 47 años. La
mayoría de este grupo (36 participantes de ambos sexos)
constituyen el 64.2% del total del grupo; son jóvenes en-
tre los 22 a 30 años. Según el nivel educativo son 19
pasantes de Licenciatura en Enfermería (34%), 26 con-
cluyeron la Licenciatura (46.4%), ocho tienen estudios
de Maestría (14.2%), tres se formaron en el nivel técni-
co (5.3%) y uno tiene especialidad (1.5%). La mayoría
(78.5%) de ellos (44 en total), están solteros, nueve es-
tán unidos en pareja (16%), sea que estén casados (seis
de ellos) o en unión libre (tres), y tres son divorciados
(5.3%).
Los resultados que se presentan se basan en la infor-
mación obtenida de las entrevistas, a las que se suman
algunos aspectos de los resultados del análisis de 513
encuestas auto-aplicadas vía internet, correspondientes a
las preguntas que exploraron los padecimientos sufridos
en el tiempo de la pandemia, las representaciones de la
causalidad y las formas de atención a las que accedie-
ron estos trabajadores. El análisis cualitativo se realizó
a través de la inmersión en los materiales recabados; se
codificó el contenido de respuestas de la encuesta y los
relatos de las entrevistas siguiendo la guía de los objeti-
vos y preguntas de investigación; se realizaron conjuntos
de datos caracterizados en categorías y se interpretaron
desde el marco conceptual de la antropología médica
(Menéndez, 1983; 1990; 2009; Kleinman, 1988), la an-
tropología simbólica, la antropología de la experiencia
(Turner, 1988; 1993; 2002) y la antropología del cuerpo
(Aisenson, 1981; Le Breton, 1999; 2020). La informa-
ción se presenta privilegiando la voz de los participantes
y por medio de algunas tablas cuantitativas y cuadros
narrativos.
Las narrativas
El análisis de la información cualitativa, desde las teorías
antropológicas que centran la atención en la construc-
ción de narrativas (Kleinman, 1988; Hamui, 2016), tiene
como fin en este trabajo describir y analizar las represen-
taciones y prácticas desarrolladas durante la experiencia
 135 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

de la profesión de Enfermería en la UTC-19 desde la voz

de sus protagonistas.
A continuación, se presenta una serie de narrativas que
explican la constitución del hospital, su puesta en mar-
cha y ejemplifican diversos aspectos de las experiencias
vividas, las representaciones y prácticas. Al final de los
bloques narrativos, se anota entre paréntesis si se trata
de un enfermero o enfermera, la edad, el nivel o grado
escolar, y el mes y año correspondientes a la aplicación
de las entrevistas, ello permitirá al lector diferenciar los
resultados de acuerdo al tiempo transcurrido de la pande-
mia, ya que los cambios han sido múltiples y acelerados.
Al principio fue el miedo
En los siguientes párrafos se observa el contexto liminal
construido por la pandemia, la urgencia de organizar la
respuesta institucional con la que se entreteje la esfera de
los afectos a través de la emocionalidad puesta en acto,
el miedo, como una sensación que se vive en un paisaje
de incertidumbre que obligadamente implica al cuerpo
y que exige la búsqueda de protección o seguridad. Es
una experiencia sentida y percibida como situación de
alarma y que se socializa con los Otros con quienes se
establecen prácticas de prevención y cuidado, pero tam-
bién con quienes se viven episodios de discriminación y
violencia.
Los directivos de la Secretaría de Salud, y los médicos
que ya estaban antes de que llegara Enfermería —yo
fui la primera enfermera que llegó—, me planteaban
que se contrataran auxiliares. Inclusive ellos estaban
tan paniqueados y seguros de que no íbamos a tener
personal de Enfermería, que ya habían pensado inclu-
sive que contratáramos paramédicos o cualquier tipo
de profesionistas del área de la salud, aunque no fue-
ran enfermeras, y que se les habilitará para la atención
de los pacientes porque, en un inicio, el escenario era
de guerra. O sea, era un escenario en el que creíamos
que íbamos a tener pacientes […] en el cartón 1, cartón
2, cartón 3, eso nos imaginábamos. Sin embargo, plati-
cando con una autoridad, en particular de la Escuela
Nacional de Enfermería y Obstetricia, […] conversan-
do con él esta necesidad y viendo que en ese momento
había poca respuesta de las enfermeras tituladas y so-
bre todo de las enfermedades experimentadas […], me
di a la tarea de contactar a algunas de mis colegas más
o menos de mi misma edad o de mi misma experien-
cia, y me sorprendió que varias de ellas me dijeron que
no podían, que iban a quedarse en casa, que tenían
miedo, que no querían participar porque tenían fami-
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
lia […] Entonces, al dialogar con este [profesor], fue el
que me abrió los ojos y me dijo a ver, porque por qué
quieres contratar a auxiliares, si tienes a pasantes de
Enfermería de nivel licenciatura […] y fue realmente
así como una iluminación; […] Pedí que se contrata-
ran como enfermeras técnicas, porque era el nivel in-
mediato inferior de la titular; cuando me dijeron que
sí, fue uno de los momentos más felices del inicio de la
pandemia, porque una vez que teníamos autorizado el
presupuesto para contratar al personal, eso nos abrió
absolutamente todas las puertas. (Enfermera, 51 años,
Maestría, abril 2021)
El primer día llegamos todos con la incertidumbre, to-
dos veníamos sin saber lo que iba a pasar. Muchos de
nosotros pensábamos que íbamos a morir y que esta
era nuestra última oportunidad para aportar, que qui-
zá nos íbamos a quedar en el camino y que teníamos
que morir de pie y no de rodillas. Después, cuando em-
pezó todo y empezamos a trabajar, nos dimos cuenta
que en la unidad estábamos más protegidos que los
que estaban afuera; ese miedo se fue y entramos en el
área de confianza. Empezamos a darnos cuenta que el
virus, al ser nuevo, desconocíamos muchísimo de él;
empezamos a ser aliados con el virus, empezamos otra
etapa, una etapa de conciliación al empezarlo a cono-
cer […] Nos dimos cuenta que no habíamos muerto.
(Enfermera, 49 años, Licenciatura, abril 2021)
Creo que como todos mis colegas al llegar aquí, entra-
mos con demasiado miedo, sobre todo por nosotros y
también con los que convivíamos, con nuestra fami-
lia; el llegar a casa siempre era un temor de poderlos
contagiar, de nosotros a lo mejor ser portadores de esa
cepa […] pero conforme vapasando el tiempo te sien-
tes como un avenger19. Cuando te montas el equipo,
cuando entras a la sala, esta adrenalina que llena tu
cuerpo, con la necesidad y esa hambre de salvar a cada
uno de los pacientes, y de darles ese valor agregado que
necesitan en esta unidad. (Enfermera, 35 años, Maes-
tría, abril 2021)
Sentía cierta inseguridad por mi familia y ese era uno
de los factores por los que quería vivir solo […] porque
en mi casa convivo con mis primos que tienen más o
19 Personajes de ficción, o superhéroes vengadores de la humanidad original-
mente de comics, posteriormente aparecen en una serie de películas estadouni-
denses de gran éxito comercial.
136
menos mi edad…Mis hermanos de mi edad, mis pa-
pás que rondan los cuarenta y tantos, 44 y 47…pero
también estaban mis abuelitos, que para este punto ya
tampoco tiene la otra pierna, ya no tiene las dos [de-
bido a amputaciones a consecuencia de la diabetes].
(Enfermero, 22 años, pasante, octubre 2020)
Al principio era algo complicado, mi mamá se preocu-
paba porque me decía que no quería que me enferma-
ra; y a mí no me preocupaba que me enfermara, me
preocupaba enfermarlos a ellos. Entonces, en su mo-
mento pensé en salirme de la casa y empezar a vivir
sola, incluso venir a rentar aquí para no estar cerca
de ellos. Luego pensé que tomando todas las medidas
pertinentes estaría bien; ya después ellos lo fueron asi-
milando, les costó trabajo, pero lo han ido asimilando
mejor. De quien sí me costó trabajo fue de mi novio
y su familia; su mamá es un poco nerviosa […] Ellos
ya lo entendieron, claro, seguimos tomando todas las
medidas de cuidado y procurar que no haya ningún
contagio […] Una vez escuché que, incluso, ellos tienen
más riesgo de contagiar al personal de salud, que no-
sotros a ellos, porque nosotros conocemos cómo llevar
las medidas adecuadamente y ellos lo conocen, pero
no a fondo. (Enfermera, 25 años, pasante, abril 2021)
Cuando yo empecé a trabajar aquí mi familia directa
sentía miedo, pero ellos siempre me apoyaron porque
sabían que a toda la población de Enfermería y medi-
cina nos necesitaban; lo que sí es que me súper sani-
tizaba al llegar. Mi familia que no vivía conmigo les
dio temor, no me querían, era como ‘no vengas para
nada’, no me vayas a contagiar. Un par de ocasiones
tuve que ir y fue como de mucho rechazo, como si es-
tuviera infectada; después, cuando fue presentándose
la enfermedad, a uno que otro de sus familiares se les
fue quitando el miedo por la necesidad de quererse co-
municar con alguien que sepa del tema, fue más como
una convivencia. Es que en todos lados se daban esos
casos de discriminación […] le aventaban cloro al per-
sonal, el transporte público no hacía parada y se optó
por no usar el uniforme para evitar esos casos de dis-
criminación. (Enfermera, 23 años, Licenciatura, abril
2021)
Tomé un taxi normal y le comenté que si me podía
llevar al Hospital Juárez me parece, y sí, le noté duda;
él me dijo ‘sí, es más o menos tanto, pero depende, ¿eres
trabajador de ahí o a qué vas?’ y yo le dije ‘ah no, voy

a entregar unos papeles’, yo me imagino que él pensó
que como derechohabiente o como paciente y me dijo
‘pero ¿no estás enfermo ni nada?’ ‘No eres trabajador
ni nada ¿verdad?’, y yo le dije: ‘no, sólo voy a entre-
gar papeles’. Sí, me sentí presionado, no de decirle voy
a buscar trabajo, sino que soy enfermero […] Nunca
recibí ningún maltrato, pero sí llegué a escuchar de al-
gunos compañeros, en el metro, algunos compañeros
que hacían su servicio social en unos hospitales como
tal, tenían que ir con uniforme. Y sí llegué a escuchar
que ellos notaban ese desagrado, ese aislamiento; si se
subían a un vagón del metro había gente que ellos lle-
gaban a notar que se bajaban para subirse al de al lado
[…] En ese tiempo sí pensé que tal vez yo podía llegar
a tener alguna situación en este sentido; realmente en
eso sí tuve más miedo que de enfermarme, la enfer-
medad no me causaba conflicto. El miedo de platicar,
por ejemplo, con Tania [su novia] en el metro de cómo
había estado mi día, de cómo había estado con pacien-
tes […] Hablábamos de eso, pero de forma discreta, no
diciendo que estábamos en hospital, tratando de evitar
decir que éramos enfermeros, sin decir que estábamos
con pacientes. (Enfermero, 22 años, pasante, octubre
2020)
A mí me indignó tanto la noticia de que a una enfer-
mera le habían vaciado el café. Estando desayunando
después de una larga jornada de trabajo y de cansan-
cio, y que alguien por ignorancia te aventara una taza
de café porque no podías estar ahí, porque podrías
contagiar a la gente es denigrante. Entonces, esas cosas
muchas veces te entristecen. A mí muchas veces, te soy
honesta, iba saliendo con uniforme del hospital y las
combis no se paraban. Al principio de esto las combis
no me hacían parada ni los camiones. Empecé a irme
de civil y ya sin problema para mi transporte. (Enfer-
mera, 41 años, Licenciatura, septiembre 2020)
Descubriendo oportunidades y capacidades en
interacción
La respuesta institucional abrió un nicho de oportunidad
para las jóvenes generaciones de profesionales de En-
fermería, y fue precisamente el momento liminal el que
permitió la ruptura de la estructura organizacional jerar-
quizada por el nivel de escolaridad, para abrir al mundo
de la posibilidad a nuevos saberes, nuevas prácticas y
un sinfín de oportunidades de aprender haciendo, elimi-
nando la tortuosidad burocrática que suele acompañar el
137 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
ingreso al mundo laboral en las instituciones de salud
en México. La pandemia evidenció las contradicciones
y las ausencias de planes de contingencia, lo que per-
mitió la puesta en marcha de la autonomía que sólo era
una utopía20, para convertirla en realidad, y en la que se
diluyeron las diferencias de edad para actuar en favor de
la salud de la población, compartiendo generosamente
saberes y experiencias, dada la situación alarmante que
rebasó la capacidad de respuesta de los sistemas de sa-
lud, y que sólo pudo contenerse con el trabajo en equipos
solidarios y con objetivos comunes.
Ya vimos que había convocatorias […] entonces, no
tuve dudas, mis compañeras […] ni pensar, una por-
que tiene una hijita pequeñita y la otra porque tiene
un familiar ya adulto mayor […] Pensé que quedarme
en casa todo el tiempo iba a quedar como loca por-
que yo ya estaba ansiosa […] quería apoyar de algu-
na manera […] Entonces, vine aquí en viernes y ya el
lunes la directora [los citó] para presentarnos, había
enfermeros de todo, con las más variadas experien-
cias, dije que no era enfermera de hospital hacía mu-
cho tiempo, pero quería apoyar de alguna manera, me
puse así a disposición. Ya empezamos a tender camas,
empezamos a limpiar, a armar los almacenes con me-
dicamentos. Luego llegaron los primeros pacientes […]
En los primeros tiempos había sólo los médicos, los en-
fermeros, los camilleros, los de intendencia, nosotros
de Enfermería teníamos que sanitizar las caretas, los
goggles, empujábamos los contenedores llenos de ropa,
y todo esto Enfermería lo hacía. Empezaron entonces
a aumentar muchísimo los pacientes y también algu-
nos de nosotros empezamos a tener dolor de espalda
baja, de tanto distribuir ropas de estos contenedores
pesados, de ropas o de medicamentos, y entonces con-
trataron a dos señores, uno que trabaja un día y el otro
el otro día […] y ya nos quedamos más en la parte
administrativa de almacén, y ya con los pacientes […].
En mayo, junio, un enfermero tenía 10 pacientes o 12
pacientes. Había también algunos enfermeros de apo-
yo, así los primeros tiempos que no éramos muchos nos
apoyábamos muchísimo aquí. Luego se fue organizan-
do mejor, fueron creando los monitores para estar con
un grupo de operativos, fueron creando los superviso-
res, fue impresionante el cambio […] Muchos enfer-
20 Utopía se refiere a una realidad imaginada donde existe la perfección, la
justicia, la equidad y se vive en armonía con la comunidad. En el caso de la
Enfermería, un anhelo y lucha constante es la autonomía, basada en los saberes
y la fundamentación científica teórica-técnica del ejercicio profesional dentro de
las organizaciones de salud.
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 138

meros renunciaron, pero aún hay de los que estuvieron

desde el primer día, que querían colaborar, de alguna
Creo que he desarrollado mayores habilidades que an-
manera ayudar. (Enfermera, 46 años, Maestría, sep-
tes no tenía, y he perdido el temor que en algún mo-
tiembre 2020)
mento todos llegamos a tener durante el inicio de nues-
tra profesión, y más ahora que muchos la iniciamos en
plena pandemia, pero queramos o no, todos en cierto
El primer día que ingresé a la unidad, fui el único de
momento estamos expuestos a riesgos. (Enfermera, 24
un grupo de 15 personas que escogió la terapia inten-
años, pasante, abril 2021)
siva. Tengo 10 años trabajando en áreas críticas como
enfermero, pero se me hizo muy curioso que fuera el
único que quiso terapia intensiva ya que no sé si por
La enfermera Cooz es la que hizo todo el movimiento
miedo, ya sea por lo de la pandemia o por falta de co-
de cómo se va a integrar nuestra unidad, que material
nocimientos, los compañeros no quisieron. (Enferme-
necesitamos, y todo eso. Aparte de eso, por su expe-
ro, 27 años, especialista, abril 2021)
riencia en los hospitales, nos enseñó muchos valores,
muchos procedimientos; con ella no tuve problemas,
sino que siempre estuve acorde con ciertos procedi-
Traían la teoría, pero no la práctica, pero nosotros no
mientos y es muy agradable estar en compañía con ella
podíamos poner en riesgo la seguridad del paciente,
[…] Ahorita tengo bajo mi cargo a 20 personas, 20 en-
así es que lo que hicimos siempre fue elegir a los más
fermeros profesionales: 15 mujeres y 5 varones […]. El
experimentados […] Ellos se convertían en monitores,
sábado estuvimos atendiendo a 17 pacientes, con tubo;
o el líder clínico era el responsable de lo que hacían
otros con alto flujo; otros con sistema Venturi; otros
cinco de sus compañeros menos experimentados y de
con traqueostomía. Y la carga más pesada que llega-
esa forma fue garantizar la seguridad del paciente.
mos a tener es porque ingresaron cuatro pacientes para
Cuando empezó la pandemia […] ellos [los médicos]
procedimiento de intubación. Esa es la carga mayor,
siempre hablaron de que en el área médica iban a po-
porque tenemos que movilizarnos para intubar, para
ner a un especialista y a cinco médicos generales junto
preparar su sedación, para preparar material, poner
a él y que el médico especialista iba a monitorear el
bombas de infusión, preparar ventilación mecánica,
trabajo de los médicos generales […]; nunca hablaron
que el aspirador esté funcionando para acceso venoso,
de Enfermería […] Entonces, nosotros asumimos esa
para acceso periférico, línea arterial. Todos esos pro-
misma estructura, sólo que al ser eventualmente 1,500
cedimientos conllevan a que estemos en movilización
enfermeras, tuvimos que crecer; era una estructura en
constante con el paciente y estamos hablando que por
donde había un jefe de turno, jefe de sala, un jefe de
cada paciente estamos como dos horas movilizándonos
área por cada 60 camas y un líder por cada área, con
así, constante, sin parar, porque si ya se está bajando
sus monitores clínicos cuyo papel principal sería la vi-
la sedación tenemos que aumentar, monitorización de
gilancia estrecha del cuidado de Enfermería. Fuimos
signos vitales cada hora […] Y al tener ingresos cons-
como organizándonos de tal forma que la enfermera
tantes, de cada dos horas, es cansado, muy cansado; no
o el enfermero menos experimentados siempre tuviera
nos da tiempo de nada, ni de salir a desayunar, ni de
alguien cercano que lo pudiera orientar. (Enfermera,
salir a tomar agua, sino que esperar hasta que termine
51 años, Maestría, abril 2021)
todo el procedimiento y ya, hasta el final del turno ya
nos salimos a respirar […] Antes de ingresar, estaba
Decidí empezar a empoderar a los muchachos y de con- acostumbrado a mi hospital; con los procedimientos
vertirlos después de ser pasantes, en especialistas, y en me quedaba estancado, por decirlo así, sin investigar
las personas que un día iban a pasar a la historia por ni nada, sino con el conocimiento que tenía, para mí
esta situación que estamos pasando aún. Las etapas ya era suficiente. Porque no había tantos movimientos,
han sido desde la tristeza, decepción en un principio, era más relax en el otro hospital. Al estar aquí en Citi-
después fue felicidad, pues no moríamos y al darnos banamex eso implicó que estudiara más, me preparara
cuenta que estamos protegidos fuimos evolucionando más, que investigara, que hiciera mis procedimientos
y hoy es cien por ciento aprendizaje. (Enfermera, 49 con más responsabilidad; el trato con las personas al
años, Licenciatura, abril 2021). dirigirme con mi gente, de una forma más profesio-
nal, no como operativo que nos tuteamos o que nos

hacemos como relajitos, sino que yo me tengo que po-
ner en esa postura de ser un líder, un ejemplo delante
de ellos. Eso implicó que cambiara en el sentido a que
estudiara, investigara, estar en constante comunica-
ción con los médicos, plantear nuevas estrategias para
que tengamos una mejor atención. El Diego de antes,
por decir, era conformista, y el Diego de ahorita no se
conforma con el conocimiento que tiene, sino que se
prepara más para darle una mejor atención a los pa-
cientes. (Enfermero, 26 años, Licenciatura, diciembre
2020)
Doy gracias que estoy bien, porque mucho mi temor
era llegarme a contagiar, ya no tengo una edad que
uno se siente joven y piensa uno que es inmortal, y lle-
ga a una edad en que dice, ‘¡hijole!, ¿y si me contagio?,
¿y si me hospitalizo?, ¿y si me pasa algo más?’, pero
bueno, estamos aquí afortunadamente […] Creo que
es mucho agradecimiento por las experiencias y ense-
ñanzas que hemos recibido de esta pandemia; esto nos
muestra que somos lábiles, nos muestra que podemos
superarlo también, que desde el punto de vista profe-
sional siempre vamos a salir adelante. (Enfermero, 41
años, Licenciatura, abril 2021)
Representaciones de la profesión de Enfermería
La situación de emergencia en un tiempo que se tornó
incierto y en un espacio comercial y lúdico convertido en
hospital, constituyó el contexto preciso de ruptura
y liminalidad para reconfigurar la identidad profesional,
hacer visible y patente la importancia del papel de Enfer-
mería en las instituciones de salud y de la atención mé-
dica en general, pero, sobre todo, este tiempo sin tiempo
obligó a resignificar los objetivos, funciones y saberes
holísticos de esta disciplina científica aplicada al cuidado
de los Otros. Los pacientes fueron los actores ejes de la
atención y el cuidado, motivo y razón de los servicios
médicos y enfermeros.
Creo que Enfermería es el eje principal de cualquier
hospital, no sólo administramos medicamentos. Noso-
tros somos el único personal que realmente ve al pa-
ciente en todas sus esferas y no sólo como un conjunto
de síntomas y resultados de laboratorio; somos el per-
sonal más humano, y creo que el único, que antepone
sus necesidades o incluso su salud por los pacientes.
(Enfermera, 25 años, Licenciatura, abril 2021)
139 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
El día 15 de septiembre, en la velada de la noche, unos
compañeritos llegaron con sus matracas, con sus som-
breritos mexicanos, con sus bigotes de fantasía, y ves
las fotos de la gente que está toda depre y ahí en su
camita solitario. Y llegan las enfermeras tan cálidas
a darles un motivo, un aliento, pues, “Viva México”,
“Viva covid”. Y fue muy bonito cuando los pacientes
dijeron: “Vivan las enfermeras que nos cuidan”, “Vi-
van los médicos que nos cuidan”. Escuchar esas pala-
bras es realmente enriquecedor, es muy bonito porque
nosotros lo hacemos por convicción y por mucha ética,
mucho amor a lo que hacemos. Amor a la gente, amor
al cuidado. Tú no puedes fingir un abrazo, una sonri-
sa, no puedes fingir algo que no sientes. Y cuando la
gente se siente no sólo atendida, sino también se siente
cuidada, protegida, cobijada, escuchada, la gente soli-
ta con un “gracias” te va a reconocer. Si ustedes fueran
a entrevistar a la gente que es donde está el Citi y el
trato que les han dado, siempre van a poner en prime-
ra fila a las enfermeras y a los enfermeros, que no nada
más brindaron sus cuidados y sus conocimientos, los
trataron como si fueran parte de su familia. Eso es lo
que motivó mucho al paciente para que este tuviera
una pronta recuperación.
Si se pudiera hacer un estudio de los trastornos men-
tales que quedan como secuelas de esta pandemia en
profesionales, en enfermos, en familiares de enfermos,
saldrían resultados increíbles porque te darías cuenta
que una mala palabra, una buena palabra, un tono de
voz diferente puede cambiarle la dinámica y el día a
cualquiera por la vulnerabilidad que está viviendo por
la enfermedad. Entonces, hoy por hoy el soporte que
da Enfermería, no sólo operativo, en cuidados, en pro-
cedimientos; sino en calidez humana es bien bonito.
Tú vas a ver en Citibanamex abuelos, abuelas, gente
madura, con su tanque de oxígeno caminando al baño
y siempre agarrados del brazo de una enfermera.
La gente le tenía tanto miedo al covid que decía: te
tienes que poner veinte mil cubrebocas y tu careta, y
tus veinte mil guantes, y las botas. No puedes acercarte
al paciente porque el contagio, y quién sabe qué. Cuan-
do entré al Citibanamex por primera vez y vi tantas
camas, se me puso la piel chinita. Dije: ¿qué vamos a
hacer con tanto enfermo. O sea, estas camas un día se
van a llenar. ¿Qué vamos a hacer con tantas camas,
tanto enfermo? Hoy por hoy, cuando llegué y vi ese Ci-
tibanamex lleno, bueno, literal lleno, la sala de espera
cien por ciento en su totalidad. Pero, ver que venía la
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
abuelita tomada del brazo de su enfermera, acompa-
ñándola al baño, ver a la enfermera sentada con él,
leyéndole un libro, ver a la enfermera dándole movi-
mientos de sus bracitos para el arco del movimiento,
darle sus palmaditas en la espalda como percusión.
Todas esas son actividades que, si bien no son la gran
panacea de la medicina, son conductas de acercamien-
to al paciente que no lo tiene cualquiera que no tenga
vocación. (Enfermera, 41 años, licenciatura, septiem-
bre 2020)
La relación con los médicos
Sólo en un espacio heterotópico y liminal se puede vivir
la antiestructura, el borramiento de las jerarquías y unir
capacidades y esfuerzos en pro de una causa éticamente
compartida. La permanente relación de poder que pri-
va en los nosocomios y en los ámbitos académicos entre
médicos y enfermeras(os), se diluyó en medio de la re-
lación de las nuevas generaciones de enfermera (os) y el
gremio médico. Jóvenes recién egresados de las univer-
sidades, con otros valores, otros saberes y otras actitudes
ante la vida; jóvenes producto de una nueva modernidad
donde se lucha por la equidad de género, el respeto a
la diversidad sexual, cultural, étnica y religiosa, y con
una preocupación por el medio ambiente. Todo ello se
conjuntó para experimentar una relación armónica, de
respeto y cooperación entre ambos grupos profesionales,
y esa experiencia implica necesariamente la proyección
al futuro, porque la experiencia vivida permite visualizar
lo posible, simplemente porque se ha vivido. Ello será un
argumento insoslayable en las exigencias de los profe-
sionales de Enfermería, para lograr las reivindicaciones
por las que se ha luchado durante al menos medio siglo:
Creo que los médicos de la unidad, a diferencia de
otros hospitales, sí toman en cuenta nuestra opinión
y nos reconocen como profesionales (Enfermera, 25
años, Licenciatura, abril 2021)
Pues son muy accesibles [los médicos], es gente joven
y sí se prestan demasiado, incluso llegan a tomar tus
consejos como Enfermería. Está padre porque creas ese
trato de enfermera-médico-paciente […] te escuchan a
ti, te dicen o tú les puedes comentar de manera abier-
ta, el paciente está así, tanto emocionalmente como
relacionado a su patología. Claro que si tú lo sabes
puedes decirle no sé: el paciente se está agravando, está
presentando tal cosa. Entonces te toman en cuenta, se
dan cuenta que sabes y te apoyan mucho; eso es lo que
140
por parte del área de medicina creo que sí me gusta esa
relación que tú creas, que ellos también te permiten
esa confianza de que tú sabes. Y sí te ayudan muchí-
simo. (Enfermera, 26 años, pasante, septiembre 2020)
Como el 80% del personal de la unidad temporal son
jóvenes menores a 30 años, también así el área médica.
En el área médica es la misma circunstancia, el 80% de
su plantilla son médicos generales recién egresados de
la licenciatura, entonces esto permitió que hubiera un
trabajo entre iguales […] un trabajo colaborativo, por-
que también los médicos generales presentaban una
necesidad de aprendizaje clínico, que les dio la unidad
temporal y que al mismo tiempo iban a aprender a la
par que Enfermería […] Eso influyó mucho también
en los médicos especialistas, son médicos jóvenes que
ya piensan de otra forma, que ya ven a las enfermeras
de otra manera, porque ya están acostumbrados a tra-
bajar con licenciadas en Enfermería, y no con auxilia-
res. (Enfermera, 51 años, Maestría, abril 2021)
La entrega
La vocación de servicio, la ética del cuidado, el ser para
Otros sigue siendo un motor en el ejercicio profesional
de Enfermería, hecho que sólo es posible bajo la guía de
las emociones en tanto afectividad socialmente construi-
da y que forma parte de la identidad de la profesión.
No sólo te aíslas como persona, sino hasta de noticias
y todo eso, pero en su momento me enfermaban. Em-
pecé a experimentar sí tristeza, sí soledad, sí depresión
por momentos. Pero, una vez llegando al Citi o a Nau-
calpan, regresaba esa chispa. Decía: estoy aquí porque
me toca estar aquí, porque quiero estar aquí. Entonces,
quítate tu tristeza y déjala a un lado botada y ponte a
trabajar porque aquí te necesitan; como que yo solita
me motivo. Sí hay días que ando arrastrando la cobija,
toda cabizbaja por el cansancio y por lo que pierdes
como persona. Pero, por otro lado, cuando veo que una
persona ya la libró, cuando veo que hoy le quitamos el
tubo al paciente, que a la otra guardia llego y ya está
ventilando mejor, que a la siguiente ya empezó a des-
pertarse, que a la tercera ya empezamos con ejercicios
de deglución, que a la cuarta ya empezó sus primeros
traguitos, lo toleró, que ya le metimos alimentación.
Cuando vas viendo el progreso de la gente es cuando
dices: güey, en mi trabajo estoy haciendo lo que tengo

que hacer, estoy dando los resultados que esta persona
merece. Y con esa motivación y con ese gusto lo hago,
que los chamacos que ahorita tengo en la terapia son
mis ejemplitos. Por eso, siempre les he dicho: a mí me
encanta que se reconozca el trabajo de terapia, porque
me dicen: Esa enfermera la formó Cooz; se nota, tiene
todo en su lugar, es puntual, no tiene errores en sus
hojas, hace muy bien los procedimientos. O sea, la en-
trenó muy bien […] trato de darle mucha conciencia
a mis compañeritos tan jóvenes de lo grande y de lo
importante que es su trabajo. Me ven como motivación
porque pocos saben quién es Cooz, fuera de ese unifor-
me de astronauta que da miedo. (Enfermera, 41 años,
Licenciatura, septiembre 2020)
Las relaciones personales se imbrican con las
gremiales
La interacción personal de los integrantes de los equipos
de Enfermería se estableció de múltiples formas, estas se
observan entretejidas en las narrativas de los apartados
anteriores en las que se refiere el surgimiento de rela-
ciones de amistad y camaradería. Se crearon vínculos
con compañeras(os) provenientes de otros estados de la
república, la cercanía generacional y la identidad profe-
sional logró establecer puentes, incluso amorosos. Los
trajes que ellos llaman de “astronautas”, que asustan,
dan seguridad y estorban el libre movimiento del cuerpo,
no impidieron traspasar la barrera de los goggles para
mirarse a los ojos y enamorarse de la compañera recién
llegada, porque el amor también apareció en tiempos de
pandemia, en la vida de estos jóvenes enfermeros (as).
Llama la atención la importancia de la mirada como ex-
periencia afectiva en los relatos de los informantes, los
juegos de la mirada reciben y dan información porque
la mirada se articula con todo el cuerpo y produce una
respuesta emocional. La mirada recíproca establece co-
municación con el Otro (Le Breton, 1999), y en estos
tiempos de pandemia el uso de cubrebocas resalta el uso
de la mirada, las y los enfermeros relataron experiencias
de comunicación con sus pacientes, en las que a través de
la corporalidad se logró comunicar una sonrisa; subir las
cejas era sinónimo de sonreír.
Los vínculos interpersonales fortalecieron la identidad
profesional y viceversa. Dichas relaciones entre colegas
se pretenden perdurables, ya que los articula como colec-
tivo un mismo objetivo: que se reconozca el lugar que les
corresponde legítimamente en el sistema de salud, como
lo señala la siguiente cita, tomada de una tarjeta postal
141 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
que hace las veces de “recuerdo” del Informe Final de la
Dirección de Enfermería UTC-19, llevado a cabo el 28
de mayo de 2020 en las instalaciones de la Unidad.
La Dirección de Enfermería ha logrado tomar el lide-
razgo en muchos de los procesos llevados en esta Uni-
dad, estábamos preparados para enfrentar esta batalla
y no es más que trabajando en equipo que lo hemos lo-
grado, hemos demostrado el valor y la importancia del
reconocimiento de las y los profesionales de Enferme-
ría en los sistemas de salud y no vamos a permitir que
se olvide, tomaremos los lugares que nos corresponden.
(UTC-19, mayo, 2021)
Asimismo, las relaciones humanas entre los dos gremios
(Enfermería y Medicina), tradicionalmente jerárquicas y
no sin elementos de tensión, se modificaron al calor de
la necesidad de dar respuesta a la emergencia sanitaria.
Los pacientes se convirtieron en el eje de atención y cui-
dado; al margen de la envidia y la competencia, se es-
tablecieron diálogos de respeto y reconocimiento de los
saberes entre unos y otros actores. Un momento liminal
en el que se vivió la communitas21, en el proceso ritual
coincide con la liminalidad después de la separación de
los indiciados, donde se pierde la estructura y se vive
simplemente la humanidad sin distinción de jerarquías y
roles, es un tiempo edénico.
En la UTC-19, se movieron las estructuras de una for-
ma nunca vista; se establecieron lazos de solidaridad y
camaradería entre técnicos en Enfermería, enfermeras y
enfermeros con licenciatura, maestría o doctorado; bio-
médicos (personal que maneja la tecnología biomédica),
médicos generales, especialistas, monitores de Enferme-
ría o jefes de piso. Las y los enfermeros aprendieron a
manejar las máquinas de las diferentes áreas: oxímetros
de pulso, borboteadores, equipos de alto flujo, ventila-
dores, etc. Aparatos que en un momento “normal” sólo
saben y pueden armar, conectar y manejar los técnicos
biomédicos.
El espacio cerrado del hospital, separado, en tanto he-
terotópico, logró permearse a través de las aplicaciones
del teléfono celular y las computadoras, programas de
videoconferencias, etc., que sirvieron para pedir auxi-
21 Communitas: es en la liminalidad donde emerge la communitas, como una
forma de expresión simultánea de sociabilidad, enfatizando la igualdad y cama-
radería como normas. “Existencialmente hablando” la communitas es puramente
espontánea y auto-generativa, está esencialmente opuesta a la estructura o se
incorpora a ella “como un dominio o enclave potencialmente peligroso pero, a
pesar de todo, vitalizante” (Turner, 1993, p. 525).
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 142

lio a colegas de Enfermería, ingenieros biomédicos de ella y decirle que tenía que tener en claro que así como
empresas privadas o en servicio en distintos nosocomios podía estar bien, también podía empezar a estar mal
públicos, para recibir auxilio remoto en el manejo de la su esposo porque cada cuerpo es diferente, reacciona
tecnología, instrucciones sobre protocolos de cuidado en diferente, que tenía que estar siempre preparada para
situaciones desconocidas; o en conectar a los pacientes recibir esa noticia tan fuerte; incluso ella era muy cató-
vía virtual a través del teléfono celular con sus familia- lica y me dijo: es que quiero rezar. Aquí pues no dejan
res, ante la estricta prohibición de visitas familiares. pasar rosarios o imágenes; no me pregunte con qué,
pero le hice un rosario de material que ya no ocupá-
Así que el espacio heterotópico vedado, también se rees-
bamos o que a lo mejor quedaba un poquito, y como
tructuró y logró permearse al rebasar los límites físicos a
pude le hice un rosario para que ella rezara. Creo que
través de los medios electrónicos. La creatividad se her-
la fe es muy importante aquí en México, creo que so-
manó con la espiritualidad, con la misión de acompañar,
mos muy devotos […] La fe para nosotros es muy im-
cuidar y fortalecer; de allí el ejemplo de la fabricación
portante, y la Enfermería, vuelvo a repetir, no es sólo
de un rosario católico que pone en acto la creencia com-
pasar medicamentos, no es sólo ver algún sistema ahí
partida entre una enferma y las enfermeras encargadas
acostado, sino es verlo en todos sus aspectos. (Enfer-
de su cuidado, no sólo de su cuerpo sino de su persona y
mera, 25 años, licenciatura, abril 2021) (Véase Foto 1)
que permitieron la práctica del rezo que como un mantra
alivia y reconforta. Las bendiciones sin fin que dejaron
por escrito los pacientes en forma de tarjetas de agrade-
Este rosario se hizo con cuatro materiales: el primero
cimientos o cartas dirigidas a personas en particular o al
fue una sonda Nelaton, que se había abierto pero no
equipo de Enfermería en general, son testimonio de las
se ocupó en su momento, la cual se cortó en pequeños
representaciones de esta profesión y que serán motivo de
trozos para ser los misterios; el segundo material es
otro tipo de análisis.
una cinta de las botas quirúrgicas que llevábamos, en
La religiosidad en escena el cual se fueron agregando las cuentas que habíamos
hecho; el tercer componente fue la tela adhesiva, con
El sentido religioso es inherente a lo humano; el plano
la cual formamos la cruz; y el cuarto material siendo
de lo numinoso se incorpora a la esfera espiritual que
este el más importante, fue la fe y la esperanza con
se conjunta con lo psicofisiológico en el cuerpo-persona,
que se hizo, para poder cumplir con la encomienda
con lo que se logra la trascendencia a lo puramente mate-
más grande que tiene Enfermería, “El Cuidado”. Así
rial, la práctica de la religiosidad o espiritualidad tiene el
es, porque Enfermería no sólo ve a la persona como un
sentido de ayudar a vivir. Por otra parte, la práctica holís-
cuerpo que sólo se deba “reparar”, sino lo ve como un
tica de la Enfermería comprende la corporeidad humana:
todo, física, mental, emocional, social, cultural y espi-
sí el soma, sí la psique, pero también la espiritualidad,
ritualmente. (Enfermera, 25 años, Licenciatura, 19 de
esa es la propuesta de una Enfermería humanista e inter-
abril 2021)
cultural (Casasa, 2010a; 2010b; 2015).
Los sueños se hicieron realidad
El aprendizaje forma parte de la experiencia, en el senti-
Estaba en Terapia Intensiva y una de mis pacientes,
do de experimentar, probar, aprender por medio del en-
ya una señora adulta mayor, de aproximadamente 65
sayo; pero esta experiencia según Turner (2002) conlleva
años de edad, acababa de ser extubada y ella quería
drama y crisis, pasajes peligrosos, ritos de paso y obli-
hablar con sus familiares, pero no le pasaban el telé-
gadamente un acto de retrospección creativa. Adquirir
fono […] Y ahí voy yo: ¿oye qué pasa? y me dijeron
experiencia es la meta de los jóvenes formados en la En-
que sus hijas no querían hablar con ella porque no le
fermería, a través de ello vislumbran el éxito, y el tiempo
querían decir que su esposo ya estaba muerto. Dije,
liminal que propició el COVID-19 lo permitió en medio
¿bueno y por qué no le quieren decir? y me dijeron,
de un ambiente de respeto, colaboración y autonomía,
si no ella va a ir para atrás, porque ella se va a sentir
aunque no exento de contradicciones, asperezas, desen-
culpable ya que por salir a una fiesta ella llevó el virus
cuentros y tareas por definir u optimizar.
a su casa, entonces va a sentir que lo mató […] El he-
cho que ella me estuviera preguntando fue muy fuerte,
porque yo sabía la verdad y se siente horrible […] a mí
Para empezar, profesionalmente crecí como enfermero
me pegó mucho esa situación […] Traté de hablar con
y pues mi vida cambió drásticamente en lo económico,
143 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería
porque el Citi me dio ese sueldo que siempre soñé e
imaginé tener, me dio esa oportunidad una vez en la
vida a mis 33 años ¡y qué maravilloso! Me cambió la
vida ver personas recuperándose, conocer esta enfer-
medad desde sus adentros, desde lo más cruel hasta
lo más maravilloso. Me di cuenta que falta mucho por
recorrer como enfermeros, como profesionales de la sa-
lud, pero vamos en buen camino, en un camino lleno
de luz, de positividad, energía, alegría para enfrentar
cualquier ola que se nos venga. En eso cambió mi vida
y para los pacientes creo que nunca se imaginaron
aquel trato tan humanizado, tan especial, cuando todo
mundo los aislaba Citi B llegó para arroparlos, para
respetarlos, para amarlos. El hecho de que Citibana-
mex te dejara entrar todo lo que tú quieras al hospital,
para ellos era sentirse como en casa, y eso no lo ves
en otros hospitales, entran sin nada, y ahí se sentían
en casa, cuidados. El cuidado que dan jóvenes, les dio
el plus, enfermeros empezando. (Enfermero, 33 años,
posgrado, abril 2020)
Algo que sucedía en este hospital es que muchas de las
personas tenían miedo de que se tratara de una estafa,
por el tipo de sueldo que iban a recibir. ‘¡24 mil pesos
un enfermero! ¿Qué? ¡Nunca en la vida!’ porque pen-
sábamos que no nos lo merecíamos, porque pensába-
mos que nuestra labor es secundaria, pero […] en esta
pandemia no somos secundarios, estamos al frente,
estamos totalmente al frente, inclusive con todas las
implementaciones farmacológicas […] porque ¿quién
vigila? ¿quién coloca? ¿quién está en esta parte de los
cuidados? Creo que es un ‘amiga date cuenta’ gigan-
te, para la profesión; date cuenta que eres importante,
date cuenta que eres relevante, y que no se te olvide.
Recordemos que esto no es la vida real, que tu próximo
trabajo lo ejerzas de la misma manera, y que busques
los mismos privilegios que tenías acá, un sueldo digno,
la responsabilidad del paciente, que puedas participar
de manera activa en las decisiones y en la relevancia
clínica, y eso se hace a través de la formación. Aquí
ha sucedido, aquí sucedió que se juntaran dos genera-
ciones: la generación que va saliendo y la generación
que quizá estaba en otro trabajo, o que ya ejercía la
profesión y que ahora viene acá, y la mayoría tiene
dos trabajos. Había una comparativa impresionante,
porque algunas personas ya conocían el contexto hos-
pitalario, cómo se manejaba, el rol y el papel que po-
drían tener o no las enfermeras, y al llegar acá se dan
cuenta que es un choque completo, pero todos al estar
144
inundados de una nueva generación que quizás es su
primer empleo, va a hacer mucho bien a la Ciudad
de México, porque al menos para 1,500 enfermeras su
primera experiencia laboral va a ser esta y entonces
no va a esperar menos que esto, lo va a querer repli-
car y replicar […] Y además, tenemos un montón de
personas que vienen de otros estados, que ya se están
dando cuenta que la Enfermería no debería ser como
la viven en sus estados, no debería ser ganando cua-
tro mil pesos siendo licenciado en Oaxaca haciendo
jornadas de doce horas, quizá ya se dieron cuenta que
merecen más […] No sólo Enfermería impacta en la
pandemia, creo que la pandemia va a impactar de ma-
nera positiva en el gremio de la Enfermería, si sabemos
aprovechar el tren y nos subimos. (Enfermero, 30 años,
licenciatura, abril 2021)
A lo mejor me sentía chiquita de decir no voy a lo me-
jor a alcanzar, de no creer en lo grande que somos y
que soy porque lo que he logrado hasta ahorita no ha
sido fácil […] Siempre ha sido en compañía de mi fa-
milia y pues también de mis hermanos y te van viendo,
y decir: yo algún día a lo mejor quiero ser como tú o
tal vez no ser como tú, pero algún día ya terminaré la
carrera y seguiré. Entonces te vas dando cuenta que si
eres muy importante no solamente a nivel escolar, de
familia, sino en otras áreas que te reconocen, es en-
fermera […] y saber que las cosas se están haciendo
bien y que van tomando un rumbo […] Visualizaba
muy lejos el hecho de tener un carro porque pues era
una situación que decía, ay, pues no va a pasar, no va
a pasar ahorita y pues ahorita lo logré, conseguí un
carro; estoy aprendiendo a manejar y ha sido a base de
mi esfuerzo de estar ahí adentro y a lo mejor algo tan
banal pero tan importante. Digo, al menos sé que voy
a poder transportar a mi familia, a lo mejor en cual-
quier urgencia voy a poder hacerlo, pues es tan costoso
el hecho de poderme trasladar o de que nadie te pueda
apoyar para esas situaciones y que sabes que puedes,
lo estás haciendo.
Regresé, porque pues extrañaba mi casa […] nunca
había estado tan alejada de ellos, de mi familia tan-
to tiempo; extrañaba mi casa, extrañaba el hecho de
llegar y ver a mi mamá, de a lo mejor tan simple co-
mer algo que hiciera y sentirme que no estaba sola […]
Verlos y saber que están bien, que por lo menos sigan
estando aquí, que están tranquilos, que tenemos para
comer, una casa y pues que tenemos todavía muchos
planes a futuro. Ahorita, por lo mismo de que sucedió

de la pandemia, a mi mamá la mandaron a descan-
sar por su trabajo y afortunadamente pues todavía le
siguen pagando y su sueño era abrir un local donde
vendiera ella comida. Entonces, también ahorita de
que estuve allá adentro [en el hospital] pude ayudarla
para cumplir un sueño que ella tenía […] un local, ella
vende pastes, todo lo que le gusta hacer de repostería.
Pude apoyar en esta parte […] y saber que yo lo veía
tan lejano y pues […] vale la pena todo lo que ha su-
cedido y reconocer que sigues estando de pie a pesar
de todo lo que pasa. (Enfermera, 24 años, pasante, fe-
brero 2021)
Hay algo que no había vivido y lo viví aquí, y es que
los hospitales en todos los que he trabajado, hay un
protagonismo por parte del área médica, en la unidad
también, en la unidad temporal también son prota-
gonistas y son realmente quienes más aparecen […],
en todas las entrevistas […], pero definitivamente me
parece que hay áreas de oportunidad en cuanto a la
integración de equipos de trabajo, a mí me parece que
la unidad ha funcionado muy bien gracias a dos facto-
res principales, una, al apego de los directivos médicos
al paciente, nunca en ningún hospital había visto que
el director y los subdirectores médicos estuvieran to-
dos los días en el hospital, pasando visita y vigilando
el cuidado del paciente. Nunca lo había visto y aquí
lo viví, lo vivimos y eso es una parte fundamental
del éxito, y la otra parte es que Enfermería se movió
sola, aquí como en ningún lado, nosotras no tuvimos
una directriz médica en ningún momento, desde el
momento que llegué a la unidad […] Enfermería se
movió sola todo el tiempo, y nuestra relación con ellos
Tabla 1. ¿Ha padecido alguna enfermedad en estos meses de la pandemia?
Sexo SI
Hombres 26
Mujeres 131
Total 157
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
De las respuestas a la pregunta “¿qué padecimiento
tuvo?”, resultó que con diagnóstico de COVID-19 hubo
26 personas (16.5% de las 157); 14 contestaron que tu-
vieron gripe (10%); seis (4%) anotaron en sus respuestas
que tuvieron síntomas de COVID-19, pero no señalaron
que fueron diagnosticadas. En cinco encuestas se anota-
ron posibles síntomas de COVID-19: dos anotaron pér-
145 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
[directivos médicos] era exclusivamente para acordar
cuando íbamos a abrir o a cerrar un área, pero absolu-
tamente todos nuestros procesos son nuestros, todo lo
hicimos nosotras, y me parece que eso es algo que tam-
bién es distinto de la unidad temporal, está separación
profesional con el área médica; aunque ellos sean los
protagonistas porque la sociedad sigue reconociéndo-
los a ellos como los líderes y como los héroes. Aquí en
la unidad temporal trabajamos independientes y fue
algo absolutamente delicioso, delicioso que no intervi-
nieran ni para bien ni para mal, todas las decisiones
las tomamos nosotras de manera independiente y eso
fue increíblemente satisfactorio. (Enfermera, 51 años,
maestría, abril 2021)
Los padecimientos
En este apartado se describen las representaciones y
prácticas de las consecuencias en la salud del equipo de
Enfermería, propiciadas por el ejercicio profesional en
medio de la pandemia. De acuerdo con las respuestas de
513 encuestas, los resultados indicaron que 157 (30.6%)
enfermeras (os) padecieron alguna enfermedad durante
su estancia en el hospital; el restante 69.4% (356) res-
pondieron que no. En la Tabla 1, se desagregan los datos
según el sexo; se observa que de los 157 casos que sí
enfermaron, 83.5% fueron mujeres y el resto hombres.
Esto se relaciona con la magnitud de las trabajadoras con
respecto a los trabajadores, ya que del total de las 513
personas a las que se aplicó la encuesta, 386 (75.2%) fue-
ron mujeres y 127 (24.8%) hombres. A la luz de estos da-
tos se observa que las mujeres fueron las más afectadas
por algún padecimiento.
Porcentaje según el
Porcentaje total de la muestra
(N=513)
16.5 % 5%
83.5 % 25.6%
100 % 30.6%
dida del olfato y del gusto y tres escribieron: “dificultad
respiratoria”. Un grupo de 14 (10%) enfermeras (os)
señaló infección urinaria o IVU; 13 (8%) dijeron tener
cefalea; 11 (7%), diarrea; otro 7% faringitis; siete (4%)
gastritis y faringoamigdalitis; también 7% cada una de
estas entidades, gastroenteritis. Porcentajes entre cinco
y dos por ciento señalaron otros padecimientos como:
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 146

insomnio, ansiedad, alergias, dolor de muelas, fiebre y Las respuestas a la pregunta “¿por qué cree que se enfer-
migraña; en un solo caso se mencionaron: acné, derma- mó?”, presentadas en el Cuadro 1, la mayoría de ellas se
titis, lesiones en la piel, agotamiento, accidente, náuseas, refieren a aspectos relacionados con el contagio de CO-
cistitis, depresión, ardor de ojos, estrés, fatiga, mareo, VID-19, como el uso inadecuado de medidas de protec-
dolor de oído, rinitis, infección oftalmológica, infección ción, contacto con personas presumiblemente enfermas o
vaginal, sinusitis crónica, entre algunas otras. infectadas con el virus, sea en ambientes cotidianos en el
lugar de residencia, en el transporte o en el trabajo.
Cuadro 1. ¿Por qué cree que se enfermó? Respuestas relacionadas directamente con COVID-19.

Contacto con una persona contagiada en el comedor de la unidad

Mediante la prueba resultó positivo
Porque estoy expuesta y es un riesgo
Exposición en el transporte público
Por el uso de cubre-bocas que nos dan que no cuenta con las características suficientes y no tiene
un buen sellado
Por brote de covid en mi colonia
Por el entorno en el que estoy diariamente
Por convivír con un compañera que salió positiva a su PCR [Prueba de proteína C reactiva]
Exposición a masas
Por estrés , falta de alimentación y descanso
Por tener contacto con una persona positiva de covid
Por algún mal manejo
Por contagio con los familiares
No llevar un aislamiento adecuado
Contagio en el transporte
Por contagio
Por el contacto con pacientes con covid
Por viajar en el metro ya que la gente que vende en el metro se pone a gritar retirándose el
cubrebocas
Descuido
Por el riesgo laboral
Fue en el Hospital donde realizaba mi Servicio social, no contaba con equipo de protección
adecuada
en transporte publico
Por malos cuidados de protección
nos estaban dando los cubrebocas reutilizados, de tal manera que no sellaban de manera adecuada
En una visita al dentista
Estar en contacto con pacientes sin equipo apropiado
En el hospital
Descuido
Contacto con una colega durante los alimentos (positiva asintomática)
Por el contacto con los pacientes.
Porque estaba realizando la pasantía en un hospital donde casi todo el personal de Enfermería
estaban contagiados
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Las respuestas a la pregunta: “¿qué hizo para atender- otro servicio público o privado. La automedicación fue
se?”, reflejaron el uso de diferentes instituciones: 115 señalada como respuesta por 13 de los encuestados (8%).
(73%) de servicios biomédicos de la propia UTC-19 u Siete (4.5%) de los encuestados dijeron que la forma de

atenderse fue el aislamiento y cuidados en casa. Cinco
(3%) optaron por descanso y reposo. Tres (2%) señalaron
que mejoraron su alimentación e hicieron ejercicio. Tres
más anotaron en sus respuestas que optaron por terapia
ocupacional, sanación personal o meditación. Otros tres
señalaron que acudieron a la medicina alternativa, sin
especificar cuál. Tres usaron herbolaria. Uno anotó que
acudió al psicólogo. Y dos respondieron que fueron hos-
pitalizados.
Las respuestas a la siguiente pregunta se dirigen precisa-
mente a explorar la Autoatención, con el fin de reconocer
la autonomía de los sujetos en contextos del padecer, y
cuyas respuestas pueden demostrar la complementarie-
dad y complejidad de la interrelación de los modelos de
atención en la realidad vivida por los sujetos. Por esta ra-
zón, los resultados siguientes dialogan con los de párra-
fos arriba, en los que aparece también la Autoatención.
A la pregunta específica: “¿tomó algún remedio por ini-
ciativa propia o por recomendación de otra persona no
profesional de la medicina?”, en total 54 (10.5%) per-
sonas de las 513 contestaron que sí. La automedicación
la señalaron 22 personas, que corresponde a 40.7% de
las 54 que contestaron afirmativamente. Los remedios
de tés o medicina alternativa los señalaron 25 de ellos
(46%); tres de ellos además utilizaron medicamentos; y
siete (12%) dijo que tomaron precauciones, se apegaron
al tratamiento y decidieron hidratarse.
Los tipos de plantas que usaron en té, aquellos que men-
cionaron esta alternativa, fueron: té de jengibre con li-
món; o sólo té de limón; té con paracetamol y vitaminas;
147 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
miel con limón; té de cúrcuma y jengibre; guayaba moli-
da con limón y ajo; algunos otros que no se especifican,
jugos naturales y vitamina C.
A modo de conclusiones
La exploración de las representaciones, experiencias y
prácticas del equipo de Enfermería que se han mostrado
a lo largo de este capítulo se entrelazan en las siguientes
conclusiones:
El contexto de emergencia sanitaria se constituyó en un
estado excepcional de liminalidad, que dada la incerti-
dumbre y el desconocimiento del comportamiento de la
nueva enfermedad de COVID-19, provocó que las y los
enfermeros con experiencia rechazaran, en gran medida,
la convocatoria a participar en la primera línea de aten-
ción a las personas afectadas. Ello obligó a la formación
de nuevos equipos de trabajo, integrados por enfermeros
jóvenes recién egresados o pasantes de la licenciatura,
quienes nunca imaginaron insertarse en una tarea de tal
envergadura; para la mayoría de los entrevistados, vein-
teañeros muchos de ellos y sin experiencia laboral, fue
un momento de oportunidad, incredulidad, sorpresa y
alegría, a la vez que de miedo, temor y un reto para con-
vertirse en enfermeros clínicos y adquirir conocimiento
y experiencia, y, además, obtener un salario ni siquiera
imaginado. Muchos de ellos tuvieron que salir de sus lu-
gares de origen; dos de ellos de comunidades indígenas,
uno hablante de tzotzil, otro maya, y otro de familia ma-
zahua y otomí.
El miedo que provocó pánico, temor, rechazo y violen-
cia, fue un motor para conocer el comportamiento del
virus y la enfermedad. Los enfermeros y enfermeras bus-
caron respuestas al desconocimiento de la nueva enfer-
medad en las referencias bibliográficas, preguntándose
entre sí, acudiendo a distintos especialistas para despejar
sus dudas acerca de los procedimientos más adecuados
para atender a los enfermos de COVID-19. Establecer
medidas de prevención para protegerse contra el virus
SARS-CoV-2 entre los propios integrantes del equipo de
Enfermería, y entre estos y sus familiares y el entorno so-
cial de relación; así, la superación del miedo, hizo posi-
ble reconocer y fortalecer las identidades de pertenencia
a este gremio y se visibilizó su importancia cardinal en la
biomedicina o MMH.
Hombres y mujeres vieron en la UTC-19 un nicho de
oportunidad para salir del hogar familiar, o apoyar a la
familia económicamente en tiempos en que sus familia-
res perdieron el empleo o gran parte de sus ingresos debi-
do a la situación económica que agudizó en gran medida
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 148

la pandemia. Pero también se aprovechó la oportunidad la satisfacción de ver a los pacientes salir caminando;
de aprender, adquirir experiencia, concluir la licenciatura he hecho muchísimos amigos. Es una segunda fami-
por medio de los acuerdos con algunas universidades y lia que allí hacemos; nos vamos a extrañar mucho. La
escuelas de Enfermería, que hacían la equivalencia de convivencia no tiene una métrica de lo que me llevo:
tres meses en la unidad por un año de servicio social; alegría inmensa de lo que pude aportar a mi pueblo, a
además, devengando un salario de nivel técnico de entre mi sociedad, a mis compañeros como personas, como
20 y 24 mil pesos mensuales. personal. (Enfermero, 47 años, mayo 2021)
Los relatos de estos actores sociales revelaron la expe- *Agradezco a Noreidy Karina Rivera Lorenzo, el apoyo
riencia corporal significada a través de los episodios de en la selección de los datos de la encuesta en la base de
miedo y angustia; noches de insomnio; prácticas higié- Excel y en parte del tratamiento estadístico.
nicas exacerbadas; eventos de rechazo por familiares y
Referencias
personas desconocidas; aislamiento, soledad y fatiga.
Aguilar Hernández, R.M., Félix Alemán, A., Martínez Aguilar,
Además de eventos de contagio y experiencias con la
M. L., Vega Alanís, M.C., Quevedo Díaz, M.M. y Gutiérrez Sánchez,
enfermedad de COVID-19 y otras enfermedades respi-
G., (2010). La Enfermería, el adulto mayor y la familia en las activi-
ratorias, gastrointestinales, infecciones de vías urinarias,
dades vitales. En F. Peña Saint Martin y B. León Parra (Coords.). La
daños en la piel, que marcaron el cuerpo de los profesio-
medicina social en México III. Entre la tradición y la emergencia, pp.
nales del cuidado; metáforas vivas de las horas de tra-
227-239. Eón.
bajo, de las prácticas de prevención, del miedo a infec-
Aisenson Cogan, A. (1981). Cuerpo y persona. Filosofía y psico-
tarse y de infectar a sus seres queridos. Padecimientos
logía del cuerpo vivido. FCE.
relacionados con el comportamiento de la pandemia y la
Ayala Murguía, D. F. (2004). Dos modelos de conocimiento,
magnitud de pacientes para atender; la misma gravedad
relacionados con la aparición de la subjetividad, útiles para reflexionar
de los pacientes afectó las emociones y el cuerpo de es-
en la conceptualización de las pérdidas. Cuicuilco, 11(30), pp. 197-216.
tos profesionales. El ingreso de innumerables personas
Barragán Solís, A. (2020). Experiencia liminal en el dolor cróni-
afectadas llegó al 95% de ocupación de la capacidad de
co. Cuicuilco, 27(78), pp. 31-56.
la Unidad en los meses de enero y febrero de 2020; ello
Barrientos Lavín, G.E. (1982). Estudio somatométrico de per-
obligó a efectuar largas jornadas laborales con el equi-
sonal de Enfermería del Hospital General de la S.S.A. Una aplicación
po de protección personal puesto, erráticos horarios para
ergonómica [Tesis de licenciatura, Escuela Nacional de Antropología e
alimentarse, beber agua o ir al baño, a tal grado que las
Historia y tesis de maestría, Universidad Nacional Autónoma de Mé-
narraciones insisten una y otra vez en que había que deci-
xico].
dir entre comer o dormir (la segunda opción fue siempre
Benavides Huerto, M. de J. (2015). Historia del cuerpo humano
la elegida). Dormir o visitar a la familia; dormir o encon-
al que cuidamos y los conceptos claves aún vigentes y que norman
trarse con la pareja o el novio(a). El cansancio extremo
nuestro cuidado. En P. Casas García, A. Ramírez Morales y A. Sánchez
fue un común denominador en prácticamente todos los
Reyes (Comp.). Cuidado cultural en Enfermería: necesidad y relevancia,
relatos de esta experiencia.
pp. 138-152. UNAM-ENEO.
La vida cotidiana dentro de la UTC-19 transcurrió en un Calderón Rivera, E. (2012). La afectividad en antropología. Una
tiempo (liminal) que los informantes llaman “no real”. estructura ausente. CIESAS-UAM.
Decían: “esta no es la realidad”; cuando termine volvere- Camal Villanueva, A.E. (1998). Medición del gasto calórico y co-
mos a la realidad “allá afuera”, y “nos vamos a extrañar”: rrelación con el peso y kilometraje en un grupo de enfermeras del Hospital
General “Dr. Manuel Gea González” de la S.S.A. [Tesis de licenciatura,
Escuela Nacional de Antropología e Historia].
Muchos tienen miedo, no quieren que se acabe, vamos
Campos y Covarrubias, M. (2015). El papel de la Enfermería en
a ver llorar, no sé si yo llore. Ha sido un año, todo el día
las políticas nacionales: una inflexión profesional. En P. Casasa García,
allí metidos […] Ha sido una experiencia maravillosa,
A. Ramírez Morales y A. Sánchez Reyes (Comp.). Cuidado cultural en
llena de retos, de esperanza. Me siento súper orgulloso
Enfermería: necesidad y relevancia, pp. 157-174. UNAM-ENEO.
de mí mismo, me siento pleno, aprendí de todos mis
Casasa García, P. (2009). Una visión antropológica de la Enfer-
compañeros, llevo ese aprendizaje […] Mi principal
mería en México. (Porrúa-UNAM).
meta era no infectarme ¡y no me infecté!; vine por mes
Casasa García, P. (2010a). Definiendo la antropoenfermería. En
y medio y ¡ya llevo un año! Seguí rindiendo al cien
P. Casasa García, A. Ramírez Morales, A. Sánchez Reyes y G. Campos
en los dos trabajos, eso significa que sí puedo. Logré
y Covarrubias (Coords.). Antropoenfermería, salud, migración y multi-

culturalidad en América Latina, pp. 25-39. UNAM-Porrúa.
Casasa García, P. (2010b). Contribuciones de la antropología
a la Enfermería. En P. Casasa García, A. Ramírez Morales, A. Sán-
chez Reyes y G. Campos y Covarrubias (Coords.). Antropoenferme-
ría, salud, migración y multiculturalidad en América Latina, pp. 41-53.
UNAM-Porrúa.
Casasa García, P. (2015). El valor ético social del profesional
de Enfermería: una perspectiva antropológica. En P. Casasa García, A.
Ramírez Morales y A. Sánchez Reyes (Comp.). Cuidado cultural en
Enfermería: necesidad y relevancia, pp. 117-137. UNAM-ENEO.
Casos confirmados y muertes en México, según la Ssa. Reforma.
25 de mayo de 2021, p. 14.
Díaz Sánchez, D. L. (2014). Entre galenos y parteras. Estudio del
embarazo y parto en el Virreinato de la Nueva España 1750-1821 [Tesis
de licenciatura Escuela Nacional de Antropología e Historia].
Dorra, R. (2003, agosto). Para una semiótica del llanto [con-
ferencia. Primer coloquio sobre el sentido y la significación, Ciudad de
México, México.
Foucault, M. (2010). El cuerpo utópico. Las heterotopías. Nueva
Visión.
Guimelli, C. (2001). La función de Enfermería. Prácticas y re-
149 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
presentaciones sociales. En J. Abric. Prácticas sociales y representacio-
nes, pp. 75-96. Ediciones Coyoacán.
García Vega, V.S. (2011). De la práctica curativa ala “supersti-
ción” un estudio histórico-cultural de las parteras en La Nueva España
durante los siglos XVI, XVII y XVIII a través de los documentos inqui-
sitoriales [Tesis de Licenciatura, Escuela Nacional de Antropología e
Historia].
Geist, I. (2005). Liminaridad, tiempo y significación. Prácticas
rituales en la Sierra Madre Occidental. INAH.
Genest, S. (1980). Introducción a la etnomedicina. Medicina
Tradicional, II (8), pp. 9-27.
Gordon-Childe, V. (1981). Qué sucedió en la historia. Pleyade.
Hamui Sutton, A. (2016). ¿Cómo analizar las narrativas del pa-
decer?: construcción de una propuesta teórico metodológica. Conamed,
21(2), pp. 60-66.
Kleinman, A. (1988). The illness narratives. Basic Books.
Lara y Mateos, R.M. (1999). Medicina y cultura. Hacia una for-
mación integral del profesional de la salud. Plaza y Valdés Editores.
Le Breton, D. (2020). Liminalidad y dolor crónico. Cuicuilco,
27(78), pp. 19-30.
Le Breton, D. (1999). Las pasiones ordinarias. Antropología de
Representaciones, experiencias y prácticas del equipo de Enfermería 150

las emociones. Nueva Visión. América Latina, pp. 5-6. UNAM-Porrúa.

López Sánchez, O. (2010). El dolor de Eva. La profesionalización Sacristán Ruiz, F. y Ramírez Salinas, C. (2010). Enfermería y
del saber médico en torno al cuerpo femenino en la segunda mitad del antropología social y cultural: el valor del trabajo interdisciplinario. En
siglo XIX en México. UNAM-FES-Iztacala. P. Casas García, A. Ramírez
López Sánchez, O. (2017). De la evolución del cuerpo y las Morales, A. Sánchez Reyes (Comp.). Cuidado cultural en Enfer-
emociones a la valoración de las emociones como sustrato cultural. mería: necesidad y relevancia, pp. 55-63. UNAM-ENEO.
En L. González Quintero y A. Barragán Solís (Coords.). Antropología Servi, K. (1997). Greek, Mythology. Gods and héroes the Trojan
Física. Disciplina bio-psico-social, pp. 299-321. ENAH-INAH. México, War the Odyssey. Ekdotike Athenon. S. A. Athens.
Luengas Aguirre, M.I.F. (1994). El saber y el quehacer de las Speckman Guerra, E., Agostini, C. y Gonzalbo Aizpuru,
parteras en el medio rural mexicano. [Tesis de Maestría, Universidad P. (Coords.). (2009). Los miedos en la historia. El Colegio de Méxi-
Nacional Autónoma de México]. co-UNAM.
Martorell Poveda, M.A. (2010). ¿Antropoenfermería o enfer- Taylor S.J. y Bogdan., R. (1998). Introducción a los métodos cua-
meantropología? En P. Casasa Gracía, A. Ramírez Morales, A. Sán- litativos de investigación. Paidós.
chez Reyes y G. Campos y Covarrubias (Coords.). Antropoenferme- Turner, V. (1988). El proceso ritual. Taurus.
ría, salud, migración y multiculturalidad en América Latina, pp. 17-24. Turner, V. (1993). Pasos márgenes y pobreza: símbolos religio-
UNAM-Porrúa. sos de la communitas. En P. Bohannan y M. Glazer (Eds.) Antropología.
Menéndez, E. (1983). Hacia una práctica médica alternativa. Lecturas, pp. 517-544. McGraw-Hill.
Hegemonía y autoatención (gestión) en salud. Centro de Investigaciones Turner, V. (2002). Dewey, Dilthey y drama. Un ensayo en torno
y Estudios superiores en Antropología Social. a la antropología de la experiencia. En I. Geist (Comp.). Antropología
Menéndez, E. (1990). Antropología Médica. Orientaciones, des- del ritual. Victor Turner, pp. 89-102. ENAH.
igualdades y transacciones. CIESAS. Villanueva, D. (2021, marzo 25). Un año después del cierre eco-
Menéndez, E. (2009), De sujetos, saberes y estructuras. Intro- nómico volvieron a trabajar 9.7 millones que perdieron su empleo por
ducción al enfoque relacional en el estudio de la salud colectiva. Lugar COVID-19. La Jornada, p. 20
Editorial. Vitela, N. (2021, febrero 21). Encabeza CFE muertes por Covid.
México, primer lugar mundial en personal de salud fallecido por Reforma, p. 7.
COVID-19: Amnistía Internacional (2020, septiembre 2). El Financie- World Bank. (2019, 1 de septiembre). Population, total. https://
ro. https://www.elfinanciero.com.mx/salud/mexico-primer-lugar-mun- data.worldbank.org/indicator/SP.POP.TOTL.
dial-en-personal-de-salud-fallecido-por-COVID-19-amnistia-interna- Zepeda Ríos, P.A. (2020). Síndrome metabólico y disincronía
cional circadiana en enfermeros de un hospital público de Hermosillo Sonora
Miranda, P. (2021, abril 19). Ssa: no hay planes de bajar capa- [Tesis de Maestría Universidad de Sonora].
cidad de camas Covid. El Universal. https://www.eluniversal.com.mx/
nacion/ssa-no-hay-planes-de-bajar-capacidad-de-camas-covid
Muertes por COVID-19 en Brasil, México y AL ya superan las
de Canadá y EU. (2020, julio 15). Forbes. https://www.forbes.com.mx/
actualidad-muertes-COVID-19-continente-americano
Ortiz Quesada, F. (2000). Hospitales. McGraw-Hill.
Pandemia COVID-19. (2021, marzo 11) Milenio, p. 4.
Quintanar, E.B. (2006). El cuidado de Enfermería. La construc-
ción de espacios relacionales en la formación y prácticas de la profesión.
[Tesis de Doctorado, CIESAS].
RCP Coronavirus Tracker “Coronavirus (COVID-19) Global
Deaths (2020). Real Clear Politics. https://www.realclearpolitics.com/
coronavirus/
Reed, E. (1987). La evolución de la mujer. Del clan matriarcal a
la familia patriarcal. Fontamara.
Rosemberg, F. y Troya E. (2012). El ocaso de la Diosa. Instituto
Latinoamericano de Estudios de la Familia AC. Porrúa.
Rubio Domínguez, S. (2010). Prólogo. En P. Casasa García,
A. Ramírez Morales, A. Sánchez Reyes y G. Campos y Covarrubias
(Coords.). Antropoenfermería, salud, migración y multiculturalidad en
151 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19 152

Capítulo IX. ¡No me vayas a contagiar! Experiencias de
violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19
MARTHA REBECA HERRERA BAUTISTA
NOREIDY KARINA RIVERA LORENZO
Introducción
La emergencia sanitaria ante la pandemia de COVID-19
contribuyó a develar varios problemas en el sector de
salud de nuestro país que se vienen arrastrando desde
tiempo atrás, los cuales responden en buena medida a
la implementación de la política neoliberal iniciada en
los años 80, con la descentralización de los servicios, re-
ducción del gasto en salud, atención primaria selectiva,
mercantilización de la salud y privatización de los servi-
cios de salud, bajo una lógica pragmática regida por el
costo-beneficio en detrimento de los usuarios (Menén-
dez, 2005).
También se hizo presente la negligencia e indiferencia de
sexenios pasados para aplicar una política institucional
clara y efectiva que revirtiera el grave problema de la
obesidad-diabetes, la cual se enfrenta como otra pande-
mia, y que tienen gran impacto presupuestal en el sector
salud y en el padecer de la población, asociada en este
momento como una comorbilidad a la expresión clínica
grave de COVID-19.
Por ello, las condiciones sanitarias en las que nos alcanzó
la pandemia en marzo del 2020, mostraron el grave de-
terioro de este sector: subrogación de servicios médicos,
falta de equipamiento de hospitales, déficit de personal
humano calificado (médicos, enfermeras y enfermeros),
abandono de la especialización del personal médico y de
Enfermería, escaso presupuesto para los implementos de
curación y atención de los usuarios, bajos salarios entre
los trabajadores de la salud, entre otros problemas.
En este contexto, el gobierno federal actual emprendió
su estrategia nacional contra la pandemia bajo el princi-
pio de no endeudar más al país con préstamos por parte
de los organismos internacionales: el Fondo Monetario
153 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Se plan-
teó el recorte presupuestal en otros sectores de gobierno
para afrontar los problemas emergentes ante esta contin-
gencia, reorientar el gasto superfluo en varias áreas del
gobierno y reordenar el sistema de salud; asimismo, para
garantizar el apoyo social a los grupos más vulnerables
de la sociedad.
También se dio a la tarea de recuperar la infraestructura
hospitalaria que fue abandonada por gobiernos anterio-
res, pasado el interés político-electorero y alejado de las
necesidades de salud de la población y a combatir la co-
rrupción enraizada como práctica cotidiana, tanto en la
compra de equipo médico y la contratación de servicios
y adquisición de medicinas a través de empresas fantas-
mas. Emprendió la reconversión de hospitales en todo el
territorio nacional para la atención de COVID-19 según
los ciclos impuestos por el virus ante el mayor contagio;
la compra de ventiladores y equipo médico; realizó con-
venios con diversas farmacéuticas para asegurar la do-
tación de la vacuna que proteja a la población mexicana
de manera segura y gratuita; efectuó una campaña de la
Jornada Nacional de la Sana Distancia, el “¡Quédate en
casa!” y una conferencia diaria vespertina donde se reali-
za el seguimiento del comportamiento de la pandemia en
el territorio nacional, entre otras medidas.
Entre aciertos y desatinos en la estrategia propuesta para
la atención de la pandemia, lo cierto es que México figu-
ra a nivel mundial entre los países con más contagios y
de mortalidad en la población en general. Además, según
el reporte de Amnistía Internacional (2020), nuestro país
encabezaba la lista con el mayor número de fallecimien-
tos a causas de COVID-19 entre los trabajadores de la
salud, que hasta septiembre del 2020 sumaban 1,320,
seguidos por Estados Unidos con 1,077, el Reino Unido
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19
con 649, Brasil con 634 y Rusia con 631, entre otros paí-
ses. Si esta situación ya es grave considerando las condi-
ciones económicas, políticas, sociales y de seguridad que
tenemos en el país, y en particular en el sector salud, no
se contemplan aún las posibles afectaciones en la salud
mental de estos profesionales que han estado en la batalla
cotidiana por más de 15 meses. Situación que se agudiza
ante los comentarios negativos de su práctica laboral o,
inclusive, la exposición a diferentes formas de violencia
tanto en el ámbito laboral, público como privado, proce-
der que nos cuestiona como sociedad.
Los rostros de la violencia en tiempos de pande-
mia
La violencia como expresión comportamental de los se-
res humanos se constituye en un fenómeno estructural
dinámico y complejo, que nos remite a pensar en sus mo-
dalidades, intenciones, actores, costos, consecuencias y
transformaciones a lo largo del devenir histórico. Como
término utilizado en la vida cotidiana designa actitudes,
mandatos, creencias, valores, efectos, situaciones y sen-
saciones (Crettiez, 2009), en el sentido de que la violen-
cia se finca en las relaciones sociales (Arteaga, 2003),
dada la organización social basada en jerarquías sociales
que conllevan asimetrías de poder; por ello, se devela en
todas las dimensiones de la sociedad, desde lo estructu-
ral, lo institucional, lo social, lo simbólico, lo familiar y
lo individual.
Con el avance tecnológico de las últimas décadas, la vio-
lencia se globalizó en la medida en que esta traspasa las
fronteras, emergiendo nuevos escenarios, actores, ros-
tros, formas de nombrarla o de padecerla, en la medida
en que algunas de sus expresiones responden a un orden
criminal que lucra con el dolor y la desgracia humana,
pues ha convertido a los seres humanos en mercancías
desechables (Petras, 2003). Por ello, la violencia nos
convoca a descifrar sus sentidos diversos: puede estar
presente en una política de Estado o como manifestación
de un vacío de poder; puede ser una violencia de dominio
o una de resistencia; puede establecerse como una políti-
ca de desarrollo o emerger ante el malestar social gestado
por la pobreza y la desigualdad social; puede responder a
intereses económicos o a mandatos culturales, por ejem-
plo, por cuestiones de género como sucede en el vínculo
amoroso, que en ocasiones tiende a desposeer a la perso-
na de su integridad física, psíquica y moral.
Desde hace más de tres lustros, nuestro país viene en-
frentando una espiral de violencia criminal vinculada
con poderes del Estado, que trastoca todas las dimensio-
154
nes de la sociedad (narcotráfico, trata de personas, des-
aparición forzada, desplazamientos, tráfico de órganos,
prostitución y pornografía infantil, violencia contra las
infancias, entre otras), lo cual se conjuga con otras lógi-
cas de índole sociocultural (violencia de género, femini-
cidio, acoso escolar o laboral y un extenso etcétera que
no acabaríamos de nombrar) que nos remiten a su plu-
ralidad. Todos ellos, rostros que cuestionan las acciones
implementadas por el Estado, pero también a la propia
sociedad, en tanto que la hemos normalizado en nuestra
cotidianidad y en el sistema económico.
Situación que se agrava en medio de la pandemia de CO-
VID-19, dado el confinamiento que aumenta la ansiedad,
el estrés, los sentimientos de aislamiento, el consumo de
alcohol y otras sustancias psicoactivas ante las preocu-
paciones económicas, sociales y familiares, que ponen
en mayor riesgo a los más vulnerables (mujeres, niños y
niñas, personas con alguna discapacidad o adultos ma-
yores) y que comienzan a incrementar las cifras existen-
tes de la violencia de género, doméstica, feminicidio y/o
contra niños y niñas, generando mayor zozobra e indig-
nación en la población ante la inacción del Estado.
En este terreno, abonado por múltiples dinámicas de la
violencia, nos alcanzó la pandemia, misma que ha te-
nido un impacto mundial aún no del todo conocido y/o
analizado, aunque ya deja entrever sus estragos en todas
las dimensiones; por ejemplo, en lo económico: el cierre
de empresas, pérdida de empleos, disminución salarial,
despidos discrecionales, falta de depósito de los salarios,
mayor presión laboral para los trabajadores, entre otras
modalidades de violencia laboral.
En lo familiar, el vínculo dentro de las cuatro paredes
del hogar ha constituido un cautiverio ante la medida de
“¡Quédate en casa!”. Sobre todo, en personas mayores
de 60 años; trabajadores dentro de la economía formal
con actividades no esenciales y que pueden realizar su
trabajo dentro de la casa; estudiantes de todos los niveles
educativos; amén de los más pequeños del hogar; con-
vivir de tiempo completo con la familia, ha significado
todo un reto. Para algunos, esta situación ha impactado
en su salud física, emocional y mental, al encontrarse ais-
lados de todo lo que es común en su vida y en su mundo
de relaciones. Para otras personas, ha representado exte-
nuantes jornadas interminables de trabajo que van de las
actividades remuneradas a las domésticas; del cuidado y
crianza de los menores al aprendizaje obligado del uso de
nuevas tecnologías para desarrollar las actividades edu-
cativas de sus hijos, así como las laborales; los conflictos
y negociaciones de los usos del espacio, del tiempo, la

tecnología dentro del hogar; la preocupación por fami-
liares enfermos o adultos mayores ante el distanciamien-
to social; la angustia o tristeza ante el conocimiento de
algún familiar contagiado o fallecido; la imposibilidad
de realizar los ritos funerarios, entre otros. Todos ellos
condicionantes que agudizan las relaciones en el círculo
más íntimo y donde se exacerban las violencias intrafa-
miliares, de género, feminicida y hacia la infancia.
En lo colectivo, el aumento en los niveles de estrés, la
inseguridad económica y alimentaria, el temor al salir de
la casa y ser contagiado ante el imperativo de la sobre-
vivencia han elevado el malestar social que se gesta ante
esta desigualdad de condiciones materiales, laborales,
tecnológicas y existenciales. Tales circunstancias, que en
estos tiempos de pandemia se observan de manera clara,
tienden a incrementar los niveles de violencia en la calle,
en el transporte público, en las tiendas departamentales,
entre otros espacios; en ellos, el sentimiento de vulnera-
bilidad se exacerba ante la imposibilidad de guardar las
medidas de contención de la pandemia, no poder garan-
tizar la satisfacción de necesidades básicas o encontrarse
desempleado.
Cuando uno se pregunta sobre los motivos del compor-
tamiento agresivo y discriminatorio por parte de algunos
ciudadanos hacia los profesionales de la salud en estos
tiempos de crisis sanitaria, los cuales han sido documen-
tados y que van de actos discriminatorios, agresiones
verbales y gestuales hasta agresiones físicas, como he-
mos podido observar desde el inicio de la pandemia, ya
sea porque conocemos alguna persona cercana que lo ha
experimentado o por medio de una nota periodística o
a través de las redes sociales. Algunas víctimas, sobre
todo cuando los ataques son agresiones que ponen en
riesgo su integridad física, han denunciado estos ataques
ante instancias como la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) o el Consejo Nacional para Preve-
nir la Discriminación (Conapred), el cual se posicionó
al respecto reprobando dichos comportamientos hacia el
personal de salud (Conapred, 2020). Casos aislados ocu-
rridos entre los meses de marzo a julio del año pasado, se
fueron incrementando en diferentes partes de la Repúbli-
ca Mexicana, así como en el resto del mundo (Salud con
Lupa, 2020; BBC, 2020). De acuerdo con el reporte del
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en 2020
en más de 40 países se registraron 611 incidentes1, de los
1 Los 611 casos de violencia, acoso y estigmatización tuvieron lugar entre el 1 de
febrero y el 31 de julio de 2020. Esta cifra se basa en relatos de primera mano re-
unidos por el CICR, en datos de otras organizaciones que analizan los incidentes
del ámbito de la asistencia de salud y en el seguimiento de informes de noticias y
de medios de comunicación social en 40 países en las regiones de África, Améri-
ca, Asia, Oriente Próximo y Oriente Medio (CICR, 2020).
155 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
cuales, el 20% fueron agresiones físicas; no obstante, se
presupone que la cifra real sea más alta, debido a todos
los casos que no se denuncian (CICR, 2020).
En particular en nuestro país, las agresiones registradas
se dieron en 19 estados de la República: CDMX, Estado
de México, Oaxaca, Veracruz, Yucatán, Guerrero, Que-
rétaro, Michoacán, Morelos, Sonora, Durango, San Luis
Potosí, Chihuahua, Tabasco, Tamaulipas, Coahuila, Gua-
najuato, Nuevo León y Nayarit (La Jornada, 2020). En
74 casos documentados, se afectaron a 117 trabajadores
de la salud, y de estos 79 eran enfermeras (67.5%). Tam-
bién se cuenta con reportes de que han sido afectadas al-
gunas instalaciones hospitalarias, así como ambulancias
(CICR, 2021).
Uno pensaría que estas conductas obedecen al miedo o
temor de las personas de contagiarse ante un virus por
demás desconocido, que puede presentarse de manera
asintomática o mostrar síntomas que van de leves a le-
tales y que tienen una clara relación con la edad, sexo
y condición previa de salud de las personas que se con-
tagian. Sus secuelas también muestran una amplia va-
riabilidad poblacional, que van desde los síntomas más
habituales (fiebre, tos seca y cansancio) a síntomas me-
nos comunes (dolores articulares, de garganta, vómito,
diarrea, conjuntivitis, dolor de cabeza, pérdida del senti-
do del olfato o del gusto, erupciones cutáneas o pérdida
de peso), o transitar hacia estados graves de la enferme-
dad (dificultad para respirar o sensación de falta de aire,
dolor o presión en el pecho e incapacidad para hablar o
moverse); su tratamiento indudablemente ha afectado la
economía y la emocionalidad familiar.
No obstante, habría que pensar en otras razones que abo-
nan en la expresión de estas conductas violentas, como
son el malestar ante el riesgo y la imposibilidad de se-
guir las medidas propuestas por el sector salud (la sana
distancia, el uso de tapabocas, la higiene y el lavado de
manos frecuente), o la medida de aislarse en su hogar
ante la disyuntiva que impone la sobrevivencia a grandes
sectores de trabajadores de la economía informal, o ante
el riesgo de perder su fuente de trabajo. Otros malesta-
res generados de la desconfianza que muestran algunos
sectores de la población hacia la eficacia de la estrategia
de salud por parte del gobierno federal son las cifras ex-
puestas cotidianamente en las conferencias vespertinas
sobre el número de casos de las personas contagiadas y
la pérdida de vidas humanas que frustrantemente se in-
crementan día con día. También se encuentran los que
desconfían sobre la existencia del virus o ven con cierta
incredulidad su impacto en la salud, y por ello hacen caso
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19
omiso sobre las medidas de prevención antes planteadas.
El exceso de información fragmentada o mal intenciona-
da en las redes sociales y los medios de comunicación,
así como la información vertida a estos medios por cier-
tas fracciones de la sociedad que están en desacuerdo con
la política implementada sobre la Cuarta Transformación
desde el inicio del sexenio de López Obrador, muestran
sólo los equívocos e ineficiencias de la estrategia nacio-
nal y también de salud.
Se entrecruza también el malestar social que se genera
cotidianamente ante la pobreza y desigualdad de condi-
ciones de vida, laborales, educativas y tecnológicas pre-
existentes a la contingencia sanitaria. Además que es en
estos sectores de la población donde se perfila el mayor
número de fallecimientos por el covid: amas de casa,
trabajadores de servicios (vigilantes, empleadas domés-
ticas, repartidores), jubilados y trabajadores manuales; a
lo que se suman los condicionantes que los hacen más
vulnerables ante la muerte: baja escolaridad, mala ali-
mentación, historial de salud precaria que causa diversas
comorbilidades, hacinamiento, limitado acceso a servi-
cios básicos en el hogar y una frágil economía familiar
(Animal Político, 2021).
Bajo este panorama de retos y vicisitudes, de miedos e
incertidumbres, de encuentros y desencuentros, nos inte-
resa explorar si el personal de Enfermería que labora en
la UTC-19, ha experimentado durante este
lapso que lleva la pandemia, algún tipo de violencia sea
dentro y/o fuera de la unidad ubicada en las instalaciones
del Centro Citibanamex.
Metodología
Dentro de la encuesta aplicada al personal de Enfermería
que labora en las UTC-19, se exploraron tres preguntas
relacionadas con su experiencia en torno a distintas for-
mas de violencia dentro de la unidad. La primera son-
dea si han sido sujetos de discriminación, acoso laboral
(agresiones físicas, verbales y/o psicológicas) o acoso
sexual; la segunda versa sobre la respuesta que la perso-
na agredida realizó ante dicho acto de violencia; y, por
último, se indaga sobre la postura que mantuvieron los
responsables de la unidad ante la denuncia realizada. Las
preguntas intentan mostrar el ambiente que reina al inte-
rior de esta unidad, donde se entrecruzan las acciones y
los riesgos derivados de un contexto de emergencia.
Asimismo, y considerando los eventos de violencia con-
tra personas que portan el uniforme de médico o de En-
fermería en el ámbito público, se indagó si el personal
de Enfermería ha estado expuesto a comentarios nega-
156
tivos por trabajar en una unidad dedicada a la atención
de COVID-19, o bien, haber experimentado conductas
de discriminación, agresión física, verbal o psicológica
fuera de la zona de trabajo, al transitar por la calle, en el
transporte público, en algún establecimiento comercial
y/o en el espacio que circunda su vivienda.
La encuesta se aplicó a través de los Formularios de
Google, lo cual permitió que fuera autoaplicable y en los
que las respuestas se guardan en un documento de Excel.
Una vez obtenido el llenado de todas las encuestas, se
procedió a realizar una base de datos con el programa
estadístico Statistical Package for the Social Sciences 23
(SPSS®). Por esta modalidad de recolectar los datos, en
la que no hay un encuentro cara a cara por el distancia-
miento social, y siendo una unidad expresamente creada
para combatir esta pandemia, es importante mencionar
que algunas respuestas quedaron sin contestar; otras fue-
ron contestadas de manera escueta, lo que sin duda reper-
cute en el análisis de los datos, pero que permite explorar
los matices de la violencia experimentada por el perso-
nal que atiende la emergencia sanitaria. Información que
mostramos en la siguiente sección.
Además, se realizó etnografía dentro de las instalacio-
nes de la unidad. Se visitó en dos ocasiones en el mes
de septiembre del 2020 con el objeto de conocer la dis-
tribución, infraestructura y organización de las áreas de
trabajo, los turnos laborales, el equipo de seguridad, los
elementos que identifican al personal de cada área, así
como los servicios con los que cuenta dicha Unidad. In-
formación que se registró fotográficamente.
La UTC-19 se encuentra ubicada en un centro de conven-
ciones y exposiciones usualmente ocupado para eventos
empresariales. Para el funcionamiento de la Unidad, el
espacio se dividió en: salones de reuniones, secciones de
consumo de alimentos y cuatro salas (A, B, C y D) de
atención a personas contagiadas de COVID-19.
De frente al pasillo principal, se tiene una impresionante
vista al exterior, desde donde se puede apreciar la pis-
ta del Hipódromo de las Américas; a temprana hora se
puede admirar a los equinos con sus jinetes recorriendo
ese espacio. Gracias al diseño arquitectónico, el lugar
cuenta con excelente iluminación natural durante el día,
aunque el pasillo que lleva a estas grandes salas se en-
cuentra dividido por mamparas blancas que no impiden
la iluminación, debido a la gran altura del complejo. La
Sala A se encuentra destinada al almacenamiento de los
insumos médicos necesarios para abastecer las Salas B y
C, mismas que cuentan con su propia Unidad de Cuida-

dos Intensivos.
Hay que aclarar que estas áreas, posteriormente al ejerci-
cio de observación realizado por el equipo de investiga-
ción en septiembre 2020, se han ido modificando según
las necesidades surgidas en la atención de la pandemia.
Ejemplo de ello fue que en una visita realizada el día 28
de mayo del 2021, la Sala B se encontraba desmantelada
en su totalidad. La Sala C, aunque sigue en funciona-
miento, podía observarse desde la Dirección de Enfer-
mería, que se encuentra con camas vacías; el año pasado
esta sala tenía un área que estaba dedicada a la Unidad
de Cuidados Intensivos (UCI), misma que fue reubicada
a la Sala D.
En nuestra experiencia, dentro de la unidad se percibió
un ambiente tranquilo; durante el día, se puede escuchar
música de fondo en todos los espacios de trabajo. Cuan-
do el horario marca el cambio de turno se percibe ma-
yor movilidad dentro de la unidad, aflorando un clima
de cordialidad entre el personal que se encuentra por los
pasillos, en los sanitarios y/o en el comedor. Hay que
mencionar que en este último espacio es donde se puede
estar sin el uso de cubre bocas; por lo mismo, la con-
vivencia entre los comensales se hace atendiendo a las
recomendaciones de sana distancia.
Es importante señalar que si un extraño entra a la UCT-
19 es difícil identificarlo o distinguirlo del personal de
Enfermería o médico, ya que todos, a excepción del per-
sonal de intendencia, usan la llamada pijama quirúrgica.
Situación que es distintiva de esta unidad, pues, como
se ha observa en otras unidades hospitalarias, hay una
distinción entre los profesionales de acuerdo al unifor-
me o vestimenta reglamentaria. Habrá que precisar que
dentro de una determinada área sí se puede distinguir al
personal según su sección; por ejemplo, si alguien está
laborando en hospitalización, aparte de la pijama azul,
usa la bata quirúrgica de tela; para el personal que labora
en UCI, la bata es desechable o se usaba el overol Tyvek,
botas y gorros protectores, así como lentes herméticos.
Cabe mencionar que cuando se realizó el recorrido por
estas instalaciones, se pudo constatar que todo el perso-
nal tenía acceso al equipo de seguridad y la vestimenta
proporcionados por la UTC-19, lo que hace también una
diferencia con respecto a otros hospitales del sector pú-
blico.
Para el presente estudio, y con fines exploratorios, se
consideró como punto de partida la propuesta realizada
en el Protocolo para Detectar, Atender y Acompañar a las
Personas Usuarias de la Procuraduría Federal de la De-
157 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
fensa del Trabajo (Profedet) en casos de hostigamiento
y acoso laboral y/o sexual, de la Secretaría del Trabajo
(2020), en el que se contempla a la discriminación como
aquello que anula el reconocimiento, goce o ejercicio de
los derechos laborales, considerando las diferencias bio-
lógicas, sociales, culturales y de género de las personas
y que atentan contra la dignidad de la persona acosada
(PROFEDET, 2020).
Se considera a la violencia en el ámbito laboral como
una violencia interpersonal, que incluye el maltrato físi-
co, psíquico y/o sexual. Trabajadores que se encuentran
sometidos a una gama de humillaciones, menosprecios,
amenazas, intimidaciones e, incluso, acoso sexual por
parte de personas que se encuentran en una situación su-
perior en la jerarquía laboral o entre iguales o compañe-
ros de trabajo; con implicaciones importantes para la sa-
lud física, mental y/o sexual, en la medida en que tienen
un efecto acumulativo, que repercute en la integridad de
la persona que ha padecido estos actos.
El acoso laboral refiere aquellos actos o comportamien-
tos en el entorno del trabajo o con motivo de este, con
independencia de la relación jerárquica de las personas
involucradas (en relaciones horizontales o verticales: de
autoridades a subalternos o viceversa), que atenten con-
tra la autoestima, salud, integridad, libertad o seguridad
de las personas.
El acoso sexual es una forma de violencia en la que, si
bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusi-
vo de poder que conlleva a un estado de indefensión y
de riesgo para la víctima, independientemente de que se
realice en uno o varios eventos; puede ir desde sugeren-
cias verbales o chistes con connotaciones sexuales, gui-
ños, abrazos, pellizcos, proposiciones indecentes, acoso
cibernético y las relaciones sexuales impuestas por la
fuerza.
En cuanto a los tipos de violencia, recurrimos a la con-
ceptualización realizada por la OMS y adaptada por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Conse-
jo internacional de Enfermeras (CIE), la OMS y el pro-
grama conjunto sobre la violencia laboral en el sector de
la salud, utilizada en las Directrices Marco para afron-
tar la violencia laboral en el sector salud (OIT, 2002).
La violencia física refiere el empleo de la fuerza física
contra otra persona o grupo que produce daños físicos,
sexuales y psicológicos. Se incluyen en ella las palizas,
patadas, bofetadas, puñaladas, tiros, empujones, mordis-
cos y pellizcos (OIT, 2002, p.4).
El maltrato psicológico implica el uso deliberado del po-
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19
der o amenazas de recurso a la fuerza física contra otra
persona o grupo, que pueden dañar el desarrollo físico,
mental, espiritual, moral o social de la persona victima-
da; incluye el abuso verbal, la intimidación, la humilla-
ción, la comparación, la indiferencia, el menosprecio, las
amenazas y el acoso (OIT, 2002, p.4). Por ello resulta re-
levante conocer aquellas conductas que generan un am-
biente de trabajo hostil, humillante o amenazador para el
acosado, máxime si consideramos el contexto que reina
al interior de la unidad ante la emergencia de la pande-
mia, por demás estresante.
Quiénes son los que conforman el grupo de
estudio
La UTC-19, alojada dentro de las instalaciones de Ci-
tibanamex en la CDMX, auspiciada por un conjunto
de fundaciones y empresas integrantes de Sumamos
Tabla 1. Rangos de edad del personal de Enfermería.
Frecuencia
Rangos de edad
20 a 29 años 380
30 a 39 años 107
40 a 49 años 18
50 a 59 años 8 1.6%
Total 513
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Al preguntarle al personal de Enfermería sobre su lugar
de nacimiento, 270 personas, que corresponde al 53%
del grupo de estudio, contestó que en la Ciudad de Mé-
xico; 145 (28.3%) en el Estado de México; 19 (3.7%) en
Guerrero; 17 (3.3%) en Morelos; 12 (2.3%) en Puebla;
10 (1.9%) son originarias de Chiapas. El resto del per-
sonal de Enfermería constituido por el 7.5% proviene de
los estados de Hidalgo, Oaxaca, Veracruz, Jalisco, Mi-
choacán; Baja California, Guanajuato, Tlaxcala, Yuca-
Tabla 2. Estado civil de las enfermeras/os de la UTC-19.
Estado civil Frecuencia
Soltera/o 366
Unión libre 71
Casada/o 55
Separada/o 13
Divorciada/o 8 1.6%
Total 513
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
158
por México, el Gobierno de la Ciudad de México y la
UNAM, es el espacio laboral donde se aplicó la encuesta
a 513 personas del personal de Enfermería (386 mujeres
y 127 hombres) durante el mes de septiembre de 2020,
cifra que representa al 60.2% del total de trabajadores
que laboran en esa especialidad al momento de realizar
la encuesta.
Al analizar la composición del grupo de estudio, tenemos
que la edad del personal de Enfermería oscila entre los
20 y 59 años; mismos que divididos en rangos de edad,
nos deja observar la preeminencia de jóvenes; es decir,
que el grupo mayoritario es el que va de los 20 a los 29
años de edad y en el que se concentra el 74.1% del per-
sonal. De 30 a 39 años la población es del 20.9 %; de 40
a 49 años de edad el porcentaje disminuye al 3.5%; el
personal de Enfermería que rebasa los 50 años representa
sólo el 1.6% de la población (véase Tabla 1).
Porcentaje
(%)
74.1%
20.9%
3.5%
100%
tán, Durango, Nayarit, San Luis Potosí y Tamaulipas, a
excepción de cuatro personas que son extranjeras (véase
Mapa 1).
Cuando se revisa el estado civil, tenemos que la mayoría
de las enfermeras y enfermeros son solteras/os (71.3%),
el 13.8% viven en unión libre, el 10.7% se encuentran
casadas/os, el 2.5% están separadas/os y sólo el 1.6% es-
tán divorciadas/os. En ningún caso se reportó la viudez
(véase Tabla 2).
Porcentaje
71.3%
13.8%
10.7%
2.5%
100.0%
 159 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Ilustración 1. Mapa que muestra lugar de nacimiento y los seis estados con más frecuencia.

Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

Respecto al personal femenino que tiene hijos, 106 en-
fermeras son madres, 48 tienen un hijo, 42 tienen dos
hijos, 12 tienen 3 hijos y sólo una enfermera tiene 4 hi-
jos. En contraparte, sólo 27 enfermeros son padres. En
relación a su participación en el hogar como jefa o jefe
Tabla 3. Jefatura del hogar.
económica/o, tenemos que el 32.2% (122 mujeres y 43
hombres) son los responsables directos de la economía
familiar, mientras que el 67.8% (348 enfermeras/os) se
encuentran liberados de tal responsabilidad (véase Tabla
3).

Jefa o Jefe General Mujeres Hombres

del hogar
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Sí 165 32.2% 122 31.6% 43 33.9%
No 348 67.8% 264 68.4% 84 66.1%
Total 513 100% 386 100.0% 127 100.0%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

La violencia en el ámbito laboral

personas.
Toda persona tiene el derecho a trabajar en un entorno
Además de los numerosos efectos que puede tener para la
seguro, amable y sin la amenaza de la violencia, entendi-
salud de las víctimas, la violencia que se propicia contra
da como el uso deliberado de la fuerza física o el poder,
el personal de salud, afecta en buena medida la calidad
ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mis-
del ambiente de trabajo, lo que, sin duda, repercute en
mo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o
la calidad de la atención recibida por los pacientes. Asi-
tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte,
mismo, las causas más comunes que originan actos de
daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privacio-
violencia perpetrada por los pacientes hacia el personal
nes (OMS, 2002). La violencia en el lugar de trabajo in-
de salud, se dan ante el tiempo de espera para recibir un
cluye la violencia física, psicológica y sexual, misma que
tratamiento o ante la insatisfacción del tratamiento pro-
tiene graves consecuencias de salud pues atenta contra
porcionado; también puede deberse al comportamiento
la integridad física, psíquica, sexual y económica de las
agresivo que muestra un paciente debido a su estado de
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19 160

salud, por el uso de medicamentos, consumo de alcohol
y otras drogas, o resultante de cuestiones sociales, polí-
ticas o religiosas que se opongan a un área específica de
la práctica médica o a un procedimiento dado (AMM,
2020).
Como hemos apuntado en la metodología, se exploraron
algunos rostros de la violencia contra el personal de salud
tanto en el ámbito laboral como en el público. Así, cuan-
do se le preguntó al personal de Enfermería si había sido
víctima de violencia en el espacio laboral, 45 personas
(8.8%) contestaron de manera afirmativa, mientras que
el 91.2% (468 enfermeras/os) negaron esta experiencia.
Si revisamos los casos positivos, podemos identificar
que son más mujeres que hombres quienes han padecido
Tabla 4. Tipo de violencia ejercida al personal de Enfermería dentro de la UTC-19.
violencia (36 y 9 respectivamente), hecho que se consta-
ta en otras investigaciones (Valdés et. al. 2020). Entre los
actos considerados violentos se encuentra que los por-
centajes más altos se dan entre las agresiones verbales
(31.9%) y los actos de discriminación (22%); le siguen el
acoso laboral (19%), las agresiones psicológicas (10%),
el acoso sexual (6%), y sólo el 1% correspondió a las
agresiones físicas. En el rubro de otro, que equivale al
10%, se concentraron haber sido víctima de robo, abu-
so de autoridad o la manera en que alguien de mayor
jerarquía se dirige al personal en general. Es importante
recalcar que algunas personas que respondieron afirma-
tivamente, reconocieron haber sufrido más de un tipo de
violencia en el espacio laboral (véase Tabla 4).

Mujeres Hombres Total

Modalidad
Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Agresión verbal 17 23.6% 6 8.3% 23 31.9%
Acto 15 20.8% 1 1.4% 16 22.2%
discriminatorio
Acoso laboral 9 12.5% 5 6.9% 14 19.4%
Agresión 4 5.6% 3 4.2% 7 9.7%
psicológica
Acoso Sexual 4 5.6% 0 0% 4 5.6%
Agresión física 1 1.4% 0 0% 1 1.4%
Otros 6 8.3% 1 1.4% 7 9.7%
Total 56 77.8% 16 22.2 72 100.0%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

que los agredieron o bien los ignoraron. En el caso del

Sobre la acción que emprendieron las personas violenta-
robo del celular (2.2%) se realizó el levantamiento del
das en el espacio laboral, un 40% de los casos notificaron
acta sobre el hecho ocurrido. El 22.2% no contestó la
a sus jefes inmediatos o supervisores, 8.9% respondieron
pregunta (véase Tabla 5).
de forma verbal al acto de discriminación o violencia,
15.6% optaron por mantenerse al margen de las personas
Tabla 5. Acción tomada a partir del acto violento.

Respuesta por parte del personal de la UTC-19 Frecuencia Porcentaje

(%)
Notificación a jefes inmediatos o supervisores 18 40.0%
No contestaron 10 22.2%
Alejarse y/o ignorar 7 15.6%
Responder de forma verbal 4 8.9%
Otro 4 8.9%
Firma de reporte 1 2.2%
Levantamiento de acta 1 2.2%
Total 45 100.0%
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.

En relación con la postura que mantuvieron las autorida-
des de la UTC-19 al conocer el evento padecido por los
trabajadores de la salud, estuvieron aquellos que tuvieron
una respuesta favorable (37.8%), cambiándose a la per-
sona agresora de turno o llamándole la atención, accio-
nes con que las personas afectadas se sintieron apoyadas
por parte de las autoridades; por el contrario, hubo per-
Tabla 6. Acción realizada por las autoridades de la UTC-19.
Postura mantenida por las
autoridades de la UTC-19
Respuesta favorable
No se comentó lo ocurrido
No hubo apoyo o seguimiento
Se mantuvo neutral
No respondió
Total
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
Vale destacar que, si bien 12 de las 513 enfermeras/os
mencionaron haber tenido algún problema con sus su-
periores o con sus subalternos, en general el personal de
Enfermería considera que reina dentro de la unidad un
ambiente de buenas relaciones, donde la amabilidad y el
respeto es lo que norma habitualmente
las relaciones laborales, así como las interacciones que
se establecen con los pacientes y familiares.
La violencia en el espacio público
Otro eje de análisis en la investigación, fue conocer el
comportamiento de las personas en el ámbito público en
relación con el personal de salud que atiende la pandemia
de coronavirus. Por ello, se le preguntó al personal de
Enfermería si durante este tiempo habían experimentado
Gráfica 1. Lugares en donde se experimentó situación de discriminación
Fuente: Encuesta aplicada al personal de Enfermería UTC-19, 2020.
161 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
sonal que reportó haber sido ignorado en su queja y, por
tanto, no hubo ningún seguimiento al respecto (11.1%).
Sólo en un caso, se planteó que la postura que mantuvo
la autoridad a la que se le reportó el incidente fue neutral
(2.2%) y el (15.6%) optó por no reportar el suceso a nin-
guna de las instancias correspondientes (véase Tabla 6).
Frecuencia Porcentaje
(%)
17 37.8%
7 15.6%
5 11.1%
1 2.2%
15 33.3%
45 100%
algún evento de violencia al llevar puesto su uniforme en
el trayecto hacia su hogar o de este hacia el hospital, sea
en el transporte público, en la calle, en algún almacén o
en su zona vecinal.
Del personal de Enfermería encuestado, el 25.9% (133
personas) mencionó haber sido discriminado y excluido
al portar su uniforme fuera del ámbito laboral, situación
que se dejó entrever cuando otras personas se alejaron
del sitio donde se encontraba; se les rechazó ante el mie-
do al contagio o no los dejaron pasar dentro de alguna
instalación comercial u otros lugares públicos. De estos
actos, el 17.2% dijo haberlo experimentado en la calle, el
5.3% en el transporte público, el 3.1% en algún estable-
cimiento y el 0.4% en su propio hogar (véase Gráfica 1).
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19
La gama de violencias incluye las agresiones físicas: que
les aventaran agua caliente, acelerar el automóvil al pasar
por un charco con la intención de mojarlos, empujarlos y
bajarlos del vagón del metro o del autobús; el acoso vi-
sual (término que utilizó uno de los enfermeros, pero que
varios reportaron), lo que nos permite referir la impor-
tancia de la mirada en la interacción social, en la que se
pueden distinguir miradas despectivas, de desagrado, de
desaprobación y fijas, con la intención de hacerlos sentir
incómodos o como “bichos raros” (al decir de algunos
encuestados). O también agresiones verbales y gestuales
que humillan, desprecian, ofenden, acusan, rechazan, ex-
cluyen, murmuran y rumian sus miedos, prejuicios y ma-
lestares acumulados durante este tiempo de pandemia.
Entre los comentarios negativos que escucha el personal
de Enfermería por parte personas desconocidas, se reve-
lan conductas discriminatorias e incluso expresiones de
odio que se han normalizado en estos días de epidemia
en nuestra sociedad y que las hacen imperceptibles o,
incluso, que se asumen como acciones inherentes a los
prejuicios, estigmas y estereotipos que reinan en ciertos
sectores de la sociedad acerca del personal de salud, a
quienes conciben como un foco de infección, portadores
del virus y por tanto peligrosos. Ahora bien, personas co-
nocidas o familiares del personal de Enfermería, también
les hicieron cuestionamientos como los siguientes: que
162
para qué se exponían tanto y de paso a su familia; que si
el sueldo era malo; que el trabajo es riesgoso y sólo es
por un tiempo; que es muy alto el riesgo de contagiarse;
que son egoístas al exponerse así y a su familia; que pue-
den contagiar a los vecinos; que es irresponsable trabajar
en esa Unidad si tiene hijos pequeños; que por qué se
exponen por gente que ni conocen y que no se cuidó.
Paralelamente, reciben comentarios alentadores a su en-
trega y compromiso profesional por parte de familiares,
vecinos y personas que atendieron en la unidad,
los cuales incluyen reconocerles su valentía, considerar-
los héroes o guerreras. Se trata de expresiones de admi-
ración, porque a pesar del riesgo que implica la atención
de personas contagiadas, dan la vida por sacarlos adelan-
te. Les reconocen su valioso desempeño; les muestran
su agradecimiento; les dicen que son buenas personas,
que ha sido excelente la atención brindada; les felicitan
por su labor; les dicen que están orgullosos de tener una
madre o padre, hija o hijo realizando esta noble función
social y agradecen su fortaleza y entrega para dar la bata-
lla a este virus día tras día.
Al preguntarles cuáles fueron sus impresiones ante el
proceder de la gente, el personal de Enfermería mostró
sorpresa, extrañeza, incomodidad, malestar, vergüenza,
desmotivación, impotencia, vulnerabilidad, ingratitud,

indignación ante la falta de respeto a su persona, a su
profesión y a su vocación de servicio. Otros desplegaron
emociones y sentimientos de tristeza, miedo, enojo, co-
raje, frustración, desagrado o indiferencia ante las accio-
nes o comentarios recibidos.
A modo de reflexión final
La pandemia de COVID-19 ha afectado todas las esferas
de la vida de las personas por más de año y medio. Entre
sus impactos se cuenta la gran cantidad de personas que
se han contagiado, y que muchas de ellas presentarán se-
cuelas diversas por un tiempo variable, pero, sobre todo,
el costo mayor sin duda alguna es la pérdida de vidas
humanas. En este contexto, el desempeño del personal
de salud que provee la atención y cuidados a la pobla-
ción que presenta esta enfermedad, resulta una labor por
demás loable, que les exige una alta demanda de tiempo
y esfuerzo físico y emocional, además de imponerles una
serie de riesgos asociados con su profesión, que trascien-
de el espacio laboral y se deja sentir en sus hogares, po-
niendo en riesgo también a sus familiares. Poco se habla
de los estragos emocionales que deja el combate de esta
pandemia al estar en la primera línea de atención, donde
se conjugan el miedo, la frustración, el enojo, la vulne-
rabilidad, la culpa, el desamparo ante la proximidad fría
y cotidiana de la muerte desmesurada y que comienza a
verse reflejada en la salud física y mental de estos profe-
sionales de la salud. Situación que no es compensada ni
por los ingresos percibidos ni por la gratitud social ante
la labor desempeñada.
Incluso, nos encontramos que portar el uniforme blanco
de médicos y enfermeras, otrora revestido de gran reco-
nocimiento social, hoy se ha convertido en una marca
social de lo indeseable. Ser “portador del virus” se ha
constituido en un riesgo social; por ello, a las personas
que lo portan se les discrimina, se les agrede física o psi-
cológicamente, a través de gestos, murmullos, expresio-
nes lacerantes o miradas que fulminan, y que de una ma-
nera develan las contradicciones de la propia sociedad:
el miedo, los prejuicios, los malestares de las personas
o colectivos que realizan estas acciones y que paradóji-
camente en algunos de los casos, no acatan las propias
medidas de la sana distancia.
Estas desagradables experiencias que vivencian algunos
profesionales de la salud al salir de su faena extenuante,
si bien pueden comprenderse bajo el contexto de la incer-
tidumbre y desolación que crea la pandemia, no dejan de
ser agravios a los derechos humanos de estos profesiona-
les de la salud y por ello son condenables. Situación que
163 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
nos lleva a pensar en la actuación del Estado, garante de
la seguridad y de las condiciones en que se desarrollan
las labores en los espacios hospitalarios y públicos. Pero
también nos toca pensarnos como sociedad; pensar en
nuestro proceder cotidiano en todos los ámbitos de rela-
ción social, donde la violencia emerge como una pauta
para resolver nuestros conflictos, para imponer nuestras
voluntades, para dominar a esos otros que hemos signa-
do con un valor social depreciado. Bajo un contexto en
el que las leyes del mercado median las relaciones entre
los pocos que tienen mucho de la riqueza social y los
muchos que tienen muy poco de ella; de los medios de
comunicación y las redes sociales que velan por intereses
oscuros y trasmiten información de dudosa procedencia,
entre otros renglones por demás evidenciados y cuestio-
nados en esta contingencia sanitaria.
La sociedad en su conjunto queda cuestionada al aban-
donar valores como la solidaridad, la generosidad, el res-
peto, el reconocimiento, la gratitud hacia estas mujeres y
hombres que todos los días salen a cumplir con su trabajo
a pesar de sus miedos, cansancios, frustraciones y emo-
ciones para combatir este mal que nos deja postrados al
develarlos por demás vulnerables. Requerimos desandar
el camino que nos ha llevado a que impere el individua-
lismo, la indiferencia, la intolerancia, la violencia; donde
la supremacía del yo impera y nos ciega de la presencia
del otro. Y así como la campana de “La Esperanza,” den-
tro de esta Unidad, es tocada cada vez que un paciente
libra la enfermedad o la muerte y que expande su sonido
por todas las áreas de este gran espacio irradiando felici-
dad ante la batalla ganada, de la misma manera irradiará
la esperanza después de librarnos de esta sacudida a ni-
vel mundial causada por la pandemia, y con las expe-
riencias vividas, construyamos una nueva forma de estar
socialmente, bajo el compromiso y la congruencia en el
actuar, en la responsabilidad de nuestra propia vida y en
relación con la diversidad humana que nos constituye,
en coexistencia con la biodiversidad del planeta. Ojalá
que, en verdad, hayamos aprendido a ser mejores seres
humanos; ojalá optemos por un mundo donde quepamos
todos y todas. Ahí está el reto planteado por este virus.
Referencias
Amnistía Internacional. (2020, 18 de mayo). El costo de curar
los derechos de las personas trabajadoras de la salud en las Américas
durante el COVID-19 y más allá. https://www.amnesty.org/download/
Documents/AMR0123112020SPANISH.PDF
Andrés, M. (2021). La violencia laboral en tiempos de CO-
VID-19. Género y trabajo. https://generoytrabajo.com/2020/12/03/
violencia-laboral-covid/
¡No me vayas a contagiar! Experiencias de violencia hacia los profesionales de la salud de la UTC-19 164

Arteaga Botello, N. (2003). El espacio de la violencia: un mode- Registran 74 casos de violencia contra sector salud durante
lo de interpretación social, Sociología, 18(52), pp. 119-145. pandemia (2020, 20 de agosto). La Jornada. https://www.jornada.com.
Asociación Médica Mundial [AMM] (2020, 2 de julio). Decla- mx/ultimas/sociedad/2020/08/20/registran-74-casos-de-violencia-con-
ración de la AMM sobre la violencia en el sector de la salud de parte tra-sector-salud-durante-pandemia-7401.html
de los pacientes y sus cercanos. HTTPS://WWW.WMA.NET/ES/PO- Valdés, P.R., Cámera, L.A., Serna, M., Abuabara-Turbay, Y.,
LICIES-POST/DECLARACION-DE-LA-AMM-SOBRE-LA-VIO- Carballo-Zárate, V., Hernández-Ayazo, H., Sierra-Merlano, R.M.,
LENCIA-EN-EL-SECTOR-DE-LA-SALUD-DE-PARTE-DE-LOS- Viera-Jaraba, A., Rodríguez-Hurtado, D., Vaucher-Rivero, A., Mel-
PACIENTES-Y-SUS-CERCANOS/ gar-Cuéllar, F., Ibáñez-Guzmán, C., Araya-Fonseca, C., Betancourt-To-
Comité Internacional de la Cruz Roja [CICR] (2020, 18 de rres, I., Montúfar-Guardado, R., Nitsch-Montiel, C., Bravo-Mejía,
agosto). El CICR registra cerca de 600 incidentes violentos contra pres- C.R., Salgado-Guevara, D.A., Bustillo-Valeriano, P.L., Carrasco-Due-
tadores de salud y pacientes en el contexto de COVID-19. https://www. ñas, S. (2020). Ataque al personal de la salud durante la pandemia de
icrc.org/es/document/cicr-600-incidentes-violentos-contra-prestado- COVID-19 en Latinoamérica. Acta Médica Colombiana, 45(3), pp. 55-
res-de-servicios-de-salud-debido-COVID-19 69. https://doi.org/10.36104/amc.2020.1975
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación [CON-
APRED] (2020, 10 de abril). Llama Conapred a evitar actos de vio-
lencia y discriminación durante la emergencia sanitaria. http://www.
conapred.org.mx/index.php?contenido=boletin&id=1346&id_op-
cion=103&op=213
Crettiez, X. (2009). Las formas de la violencia. Waldhuter Edi-
tores.
García Bermejo, C. (2020, 12 de julio). Más de 200 médi-
cos y enfermeras fueron atacados por el estigma asociado al vi-
rus en México. Salud con lupa. https://saludconlupa.com/noticias/
mas-de-200-medicos-y-enfermeras-fueron-atacados-por-el-es-
tigma-asociado-al-virus-en-mexico/#:~:text=Desde%20el%2028%20
de%20febrero,cloro%20y%20amenazados%20de%20muerte.
González Díaz, M. (2020, 17 de abril). Coronavirus: el pre-
ocupante aumento de agresiones en México contra personal médico
que combate el COVID-19. BBC. https://www.bbc.com/mundo/noti-
cias-america-latina-52319044
Menéndez, E. (2005). Políticas del Sector Salud Mexicano
(1980-2004): Ajuste Estructural y Pragmatismo de las Propuestas Neo-
liberales. Salud Colectiva, 1(2), pp. 195-223. https://www.scielosp.org/
pdf/scol/2005.v1n2/195-223/es
Organización Internacional del Trabajo [OIT] /Consejo Interna-
cional de Enfermeras [CIE] / Organización Mundial de la Salud [OMS]
/Internacional de Servicios
Públicos [ISP]. (2002). Directrices marco para afrontar la vio-
lencia laboral en el sector de la salud. https://www.who.int/violence_
injury_prevention/violence/interpersonal/en/WVguidelinesSP.pdf
Petras, J. (2003). El nuevo orden criminal. Libros del Zorzal.
Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo [PROFEDET]
(2020). Protocolo para detectar, atender y acompañar a las personas
usuarias de la PROFEDET en casos de hostigamiento y acoso sexual /
laboral. http://www.profedet.gob.mx/Profedet/archivos/protocolos/
Protocolo_Hostigamiento_y_Acoso_PROFEDET.pdf
Raziel Z. (2021, 24 de marzo). COVID ha matado a más per-
sonas pobres: los más afectados tenían baja escolaridad y empleos mal
pagados. Animal Político. https://www.animalpolitico.com/2021/03/
covid-personas-pobres-escolaridad-mal-pagados/
165 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Representaciones y experiencias de la felicidad 166

Capítulo X. Representaciones y experiencias de la
felicidad
ANABELLA BARRAGÁN SOLÍS
Se presentan los resultados de la exploración sobre las
representaciones y experiencias del bienestar significado
como felicidad, las percepciones y los argumentos sobre
la experiencia a través de las respuestas en una encuesta
autoaplicada del grupo de profesionales de Enfermería
que labora en la UTC-19, que se complementan con la
información de una serie de entrevistas en profundidad y
un conjunto de testimonios escritos por el propio grupo
de estudio, del mes de agosto de 2020 a mayo 2021. El
análisis de los discursos proporcionados por las mujeres
y hombres del equipo de Enfermería se llevó a cabo des-
de una perspectiva fenomenológica a través del método
cualitativo, para describir y analizar las experiencias vi-
vidas desde la voz de los actores mismos. Se establece un
diálogo entre los resultados correspondientes a las muje-
res y los hombres, con algunos elementos socioculturales
como la edad y el estado civil, entre otros, con el fin de
establecer diferencias y/o coincidencias según el género,
la situación familiar y las condiciones laborales.
El capítulo se estructura con una breve introducción al
tema del bienestar, la calidad de vida y la felicidad y al-
gunos antecedentes del tema; se justifica su implicación
en la población de los profesionales de Enfermería de la
UTC-19, y se presenta el marco conceptual y metodo-
lógico como horizonte de análisis e interpretación de la
información obtenida a través de los instrumentos apli-
cados al grupo de estudio. Se muestran y discuten los
hallazgos en los que se incorporan elementos narrativos
desde la voz de los actores sociales y se concluye con el
apartado de conclusiones.
La felicidad como dimensión subjetiva del bien-
estar
La felicidad como dimensión afectiva es una esfera que
poco a poco ha ido cobrando importancia en los estudios
sobre calidad de vida, sobre todo en los países europeos
167 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
donde se ha demostrado que el bienestar subjetivo va
más allá de los aspectos económicos (Sithey et al., 2015).
El bienestar subjetivo hace referencia a la percepción de
felicidad que las personas reportan de sí mismas.
Algunos autores consideran que la estructura del bienes-
tar subjetivo tiene por componentes la satisfacción con la
vida y el balance de los afectos; otros definen el bienestar
subjetivo como la satisfacción que tiene el individuo con
los diferentes aspectos de la vida como la familia, la vida
social, amigos, relaciones de pareja y aspectos laborales
(Diener, 1984; Palomar, 2005). Daltabuit y sus colabora-
dores (2000) señalan que en la cultura occidental se ha
privilegiado la satisfacción de las necesidades básicas de
vivienda, servicios, salud y empleo para evaluar la cali-
dad de vida, sin embargo, estas autoras subrayan la nece-
sidad de incluir los aspectos subjetivos y la importancia
de las dimensiones culturales y ambientales, demostran-
do que la percepción subjetiva del bienestar en la vida es
relativa y está mediada por factores ambientales, bioló-
gicos, psicológicos y culturales (Daltabuit et al., 2000).
Abreu y su equipo de investigación (2000) indican que la
calidad de vida se establece desde una perspectiva rela-
cional, es decir, consideramos que vivimos con bienestar
dependiendo con quién nos comparamos, e incluso dicha
comparación se establece a partir de nuestra historia y
las experiencias vividas. Asimismo, el bienestar se de-
sarrolla en contextos sociales en los que se entrecruzan
relaciones con diversos potenciales creativos, que redun-
dan en la capacidad de planear y desarrollar proyectos de
vida. Desde una perspectiva fenomenológica, la felicidad
es un proyecto que intrínsecamente conlleva el elemento
autopoiético; la felicidad se proyecta como meta a alcan-
zar, y se realiza al lograr satisfactoriamente las metas,
lo que provoca sentimientos de autorrealización, éxito,
satisfacción, plenitud, placer, alegría o júbilo; siempre
en un contexto compartido, como lo plantea Camargo
Representaciones y experiencias de la felicidad 168
(2012), y ello se percibe como felicidad, como se demos-
trará en esta participación.
Podemos resumir que “La calidad de vida es un fenóme-
no complejo […] Se refiere a la capacidad de construir
futuros de manera propositiva (proyectos de vida). Im-
plica la salud, la disponibilidad de bienes y la capacidad
de utilizar lo que existe para construir lo que no existe”
(Abreu et al., 2000, p. 29); así pues, hablamos de un fe-
nómeno subjetivo, dinámico y creativo donde se ponen
en juego las competencias para afrontar lo inesperado y
salir fortalecido, satisfecho, feliz.
A partir de lo anterior, queremos subrayar que la feli-
cidad humana no se encuentra exclusivamente en la sa-
tisfacción de las necesidades materiales, como nos ha
hecho creer la sociedad de la abundancia y el consumo,
cuyo paradigma es la sociedad norteamericana, sino que
hay que reconocer que cada sociedad va construyendo
históricamente las necesidades humanas materiales y
subjetivas, y los satisfactores. Por lo tanto, la dimensión
humana pensada de forma integral incluye: su racionali-
dad y libertad; su sensibilidad; su intimidad y su dispo-
sición a la comunicación con los demás, “su impulso ha-
cia la vida”; su inserción en la naturaleza material y “su
aspiración hacia la trascendencia” (Palomino y López,
2020, p. 44).
Algunos antecedentes
En los trabajos de Alarcón (2006) realizados con socie-
dades peruanas, se describen cuatro dimensiones que se
integran para determinar si una persona es feliz: el senti-
do positivo de la vida; la satisfacción con la vida; la rea-
lización personal y la alegría de vivir. Todas ellas emo-
ciones que se experimentan individualmente, pero que
como explica López (2017), están mediadas social y cul-
turalmente; son emociones socialmente construidas que
comunican el sentir y el grado de apropiación de la cultu-
ra. En la actualidad hay una aceptación creciente a nivel
internacional que el bienestar o el disfrute de la vida, la
satisfacción con ella y con algunos de sus aspectos gratos
y significativos son los elementos que permiten saber el
bienestar subjetivo de las personas. INEGI (2019) inves-
tigó a través de una encuesta a nivel nacional en 2,336
viviendas de 32 ciudades de la República Mexicana con
personas mayores de 18 años, el Bienestar Autorrepre-
sentado, cuyos resultados se analizaron con una escala de
cero a 10. La representación de satisfacción con la vida,
en la población de estudio, fue de 8.4; los ámbitos mejor
valorados fueron las relaciones interpersonales (8.8), y
los peor valorados fueron la seguridad ciudadana (5.4)
y la satisfacción con el país (6.9). El estado de salud,
la vivienda, la actividad ocupacional, el vecindario y los
logros en la vida fueron ámbitos valorados entre ocho y
8.6 puntos.
Estos datos permiten observar que predominan los esta-
dos anímicos positivos sobre los negativos, tanto hom-
bres como mujeres consideraron en la encuesta que su
vida vale la pena, que son afortunados, que tienen pro-
pósitos propios y libertad para decidir, se sienten fuertes
ante las adversidades y son optimistas ante el futuro. En
las cifras se nota una tendencia a que las personas entre
18 y 29 años se sientan más satisfechos con la vida que
las personas de mayor edad, aunque la diferencia es me-
nor; entre los más jóvenes hay una satisfacción de 8.6, de
10 puntos, y entre los de 45 años y más, los resultados
fueron de 8.3 a 8.2 (INEGI, 2019).
Dos investigaciones en comunidades rurales del estado
de Guerrero acerca de la percepción de la felicidad, con
escolares entre 10 y 15 años, y grupos de adultos y adul-
tos mayores, demostró que los motivos de felicidad se re-
lacionaban significativamente con la familia. Tanto para
los menores como para los adultos y adultos mayores
convivir con la familia completa era motivo de alegría y
felicidad; contrariamente, la ausencia de algún miembro
de la familia debido al fenómeno de la migración interna-
cional por motivos económicos, tan frecuente en la zona,
se señaló como causa de infelicidad, ya que esa situación
provocaba sentimientos de soledad, incertidumbre e in-
cluso algunos malestares físicos, sobre todo en la pareja
y los hijos, además de ser causa de eventos de discrimi-
nación y violencia en la escuela y el vecindario, al tener
al padre, a un hijo o hija, al esposo, a los hermanos o
hermanas, trabajando lejos del pueblo y de su país. Y re-
sultaban motivos de felicidad precisamente las fechas de
retorno de los migrantes, sobre todo durante las fiestas
patronales o en las temporadas vacacionales.
Para los escolares ir a la escuela y reunirse con sus ami-
gos o las celebraciones familiares los hacían sentirse
contentos, felices. Motivos de preocupación, de malestar
y de no ser felices para los adultos, resultaron ser las deu-
das, la falta de trabajo y la violencia doméstica, esta últi-
ma causa la compartían también los niños. Los alumnos
de primaria y secundaria, con los que se realizaron los
estudios, explicaron que motivos de infelicidad eran la
contaminación del medio ambiente, la pérdida de la na-
turaleza por el corte indiscriminado de árboles, la basura
en los ríos y barrancas, la escasez de agua o tener algún
familiar enfermo (Ramírez de la Roche, 2013; 2021).
Estos antecedentes nos llevan a interrogarnos sobre la

experiencia de la felicidad en los equipos de atención a
la salud, ya que consideramos que la esfera emocional,
en la que se incluye la percepción de bienestar, alegría,
plenitud, felicidad, se relaciona íntimamente con el con-
texto laboral, familiar, social y ambiental, lo que a su vez
repercutirá en la percepción del estado de salud, enten-
diendo el cuerpo como un campo holístico integrado por
lo psicológico, social y cultural, como se muestra en los
resultados.
Justificación
Es importante explorar la calidad de vida como percep-
ción de bienestar significado como felicidad a través de
las representaciones y experiencias del gremio de Enfer-
mería, porque ello se relaciona directamente con su labor
profesional, prácticas que por otra parte tienen un am-
plio componente de altruismo, sacrificio y abnegación,
elementos culturales históricamente considerados pro-
pios de la mística de servicio y cuidado de los Otros: los
miembros de la comunidad de pertenencia. Valores que
van siendo sintetizados con las competencias técnicas y
teóricas adquiridas en el proceso de profesionalización y
construcción de la Enfermería como una disciplina cien-
tífica aplicada. Así, las representaciones sobre la iden-
tidad profesional se amalgaman con las prácticas coti-
dianas en el espacio laboral, cuyos resultados provocan
percepciones subjetivas, entre las que se proyecta como
fin y meta la ayuda y el cuidado de los Otros; realizarlo
con éxito se percibe con alegría y satisfacción del deber
cumplido, ello permite sentirse pleno, feliz, como lo re-
fieren en sus discursos las y los participantes.
Diversos autores reconocen que la exploración de las
emociones en los contextos de vida de los profesiona-
les de la salud son las grandes ausentes de las ciencias
médicas (Barragán et al., 1998a; 1998b; 2000; Hamui et
al., 2013; Leal et al., 2013; Nava, 2013; Quiroz, 2018;
Ramírez de la Roche et al., 2011; 2012); sin embargo,
entre los trabajadores de la salud son centrales la per-
cepción de satisfacción y éxito, fenómenos que se viven
y se significan siempre en interacción colectiva. Por lo
tanto, es imposible dejar de lado la dimensión afectiva
de los sujetos implicados en la atención y el cuidado de
los enfermos; si así fuera, sería como continuar con la
dicotomía cartesiana cuerpo-mente, que se intenta supe-
rar hace décadas desde los estudios filosóficos del cuerpo
(Sodi, 2005), pero que la biomedicina sigue poniendo en
práctica. De allí lo central de explorar la corporeidad in-
tegral de uno de los actores sociales fundamentales del
ámbito de la biomedicina, los profesionales del cuidado
en el proceso salud-enfermedad-atención-prevención y
169 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
muerte, desde los sujetos reales, en un tiempo y espacio
acotado, la UTC-19. Y es en el mundo de la vida (Dil-
they, 1990; Turner, 2002), donde se exploró: ¿cuáles son
las representaciones de la felicidad? y ¿cómo se ha vivi-
do la felicidad en el grupo de Enfermería de la UTC-19?
Para ello se aplicaron tres preguntas en la encuesta au-
toaplicada vía internet: “¿Para usted qué es la felicidad?”
“¿Se considera feliz?” “¿Por qué?” Los resultados de la
encuesta se complementan con los relatos obtenidos de
un conjunto de entrevistas y una serie de testimonios de
estos profesionales, con la presunción de que las respues-
tas están relacionadas con la práctica profesional y que
son diferenciales de acuerdo al género y otros aspectos
socioculturales.
Perspectiva teórico-metodológica
En este trabajo partimos de considerar que el cuerpo hu-
mano es un “organismo vivo constituido por una estruc-
tura físico-simbólica, que es capaz de producir y reprodu-
cir significados” (Aguado, 2004, p. 25), una corporeidad
que además de estar formada por un sustrato individual
en tanto soma, es decir, un conjunto de órganos y tejidos
morfológicamente organizados en correspondencia con
las funciones que le permiten el equilibrio, la adaptación
y la supervivencia. Es un cuerpo-persona que integra la
compleja interrelación bio-psico-sociocultural que se
realiza en la experiencia en un contexto cultural determi-
nado históricamente, y que condiciona y posibilita la sig-
nificación y la expresión de las identidades. Cuerpo que
es el medio de estar en el mundo y por ello encarna las
prácticas y normatividades culturalmente determinadas.
Desde esta perspectiva, reconocemos la incorporación de
la compleja relación de las dimensiones biológicas y los
sentimientos o emociones, los que no son fenómenos pu-
ramente fisiológicos o psicológicos, y no están librados
al azar o a la iniciativa personal de cada actor. Su emer-
gencia y expresión corporal responden a convenciones
en tanto que son códigos culturales. Así, las emociones
nacen de una evaluación más o menos lúcida de un acon-
tecimiento, por parte de un actor, nutrido con una sensi-
bilidad propia. Son pensamientos en acto apoyados en un
sistema de sentidos y valores arraigados en una cultura
afectiva (Le Breton, 1999).
Estas premisas permiten reconocer desde una perspecti-
va fenomenológica, que la percepción de la felicidad está
íntimamente ligada a la dimensión afectiva, esta entendi-
da como un componente importante del orden social que
está presente en todos los dominios de la vida colectiva e
individual, y que vincula de manera compleja los ámbitos
Representaciones y experiencias de la felicidad 170
psíquico, social e individual. Es un universo simbólico
del que forman parte sentimientos, emociones, pasiones
y afectos (Calderón, 2012), y que se experimenta a través
de la corporeidad. El ámbito de la experiencia, entendido
como la vida vivida, es un proceso de hechos ocurridos
en la biografía de un sujeto, el cual se significa a partir de
la retrospección creativa guiada por el contexto cultural
de pertenencia, con lo que se construye un saber para ac-
tuar en respuesta a los sucesos presentes (Turner, 2002),
y es en el mundo de la vida (Dilthey, 1990), donde se
explora la percepción de la felicidad.
Siguiendo a Merleau-Ponty, Camargo (2012) explica
que desde diversas tradiciones filosóficas, como la grie-
ga aristotélica (tres siglos antes de Cristo), la felicidad ha
sido un fin que se persigue y es al que tienden todos los
actos de la vida, y se llega a ella a través de las virtudes
morales, pero requiere de circunstancias externas como
los satisfactores materiales, los bienes del cuerpo como
la salud, y bienes del alma como la amistad y las buenas
acciones. Desde un contexto religioso cristiano, según
San Agustín (tres siglos después de Cristo) es a través
del amor a Cristo y del amor al prójimo que se llega a
la felicidad. Así, el amor es una forma de existencia, lo
“que manda finalmente es el amor” afirma Agustín (Igle-
sias, 2008). Para el filósofo neoyorkino contemporáneo
Richard Rorty, la felicidad se explicaría como un proceso
de autocreación, es decir, una construcción histórica y
contingente, en un contexto democrático, de solidaridad,
socialización y fortalecimiento de la identidad y la com-
pasión ante el sufrimiento, lo que permitiría trascender
de lo privado a lo público (Camargo, 2012; De la Peña,
2011).
Cada una de estas propuestas es compleja en sí misma.
Desde la lectura de Camargo (2012) permiten conjeturar
la urdimbre de estos preceptos en la experiencia de los
sujetos de investigación, quienes en medio de contradic-
ciones logran sortear sus dudas, miedos y angustias, para
decantarse por la solidaridad, el compromiso social, la
vocación, el deseo de ayudar, de trascender, y de lograr
compensaciones económicas que les permitan construir
el bienestar propio y el de sus familias; a la vez que ejer-
cen la profesión con entrega, dedicación y profesiona-
lismo, como lo demuestran en sus relatos de vida en el
cuerpo de las entrevistas, y que no es posible incluirlos
aquí por motivos de espacio, aunque sí se visualizan al-
gunos fragmentos en el apartado de testimonios en los
anexos de este libro.
En este punto es pertinente señalar las significaciones del
cuidado siguiendo las propuestas de Boyer (2019), para
intentar comprender las representaciones del equipo de
Enfermería ante las interrogantes sobre la felicidad. Esta
autora refiere que el trabajo profesional de cuidado es a
menudo mal pagado, porque se relaciona con la nece-
sidad de la reproducción de uno mismo y de los otros
cotidianamente como cuerpos vivos, tiene que ver con
alimentar, limpiar y atender, y se considera como un
trabajo poco tecnológico, sin embargo, el cuidado es el
trabajo más afectivo e intuitivo, de tal manera que cuidar
se relaciona íntimamente con una forma de sentimiento,
de proximidad, de amor. De allí la dificultad de cuantifi-
carlo, como sucede con la imposibilidad de medir esta-
dísticamente las sensaciones de debilidad, dolor, miedo
y angustia de la persona cuidada. Para Boyer (2019), cui-
dar pertenece a la esfera de los afectos, ello condiciona
definitivamente la percepción de los logros profesionales
y sus repercusiones en el sentir de los actores que nos
ocupan, a partir de cuya subjetividad pretendemos reco-
nocer la dimensión fenoménica de esta experiencia.
La dimensión de la felicidad permite visualizar el bien-
estar subjetivo (Ramírez de la Roche, 2021), sin embar-
go, la realidad subjetiva no está separada de la realidad
social “donde se inscriben las conductas y acciones hu-
manas” (Lerner, 1999, p. 12), que desde la investigación
cualitativa privilegian comprender el punto de vista de
los actores sociales. Se busca encontrar el sentido que le
atribuyen a las representaciones y los actos en un con-
texto cultural y social, sí individual pero ceñida a las es-
tructuras colectivas, de allí la exigencia de llevar a cabo
un análisis micro para aprehender las particularidades y
generalizar abstracciones (Lerner, 1999; Castro, 1999).
Las representaciones de la felicidad en el discurso de los
sujetos proyecta lo que les gustaría ser según las posibi-
lidades que ofrece el mundo, y son las acciones, es decir,
la experiencia de la vida, de donde proviene el proyecto
de felicidad; por ello la felicidad es autopoiética, es par-
te de la historia individual que se va acumulando, “es
un conjunto de cosas hacia las cuales nos proyectamos”
y que es posible aprehenderlas porque aparecen en las
proposiciones narrativas como actos de la imaginación,
ya que el lenguaje expresa a lo que se refiere como felici-
dad. Pero son el placer y la alegría articuladas a la felici-
dad lo que ocurre, y con lo que se constituye la experien-
cia, base de la construcción de un modelo filosófico, de
“una forma de mirar” del “sujeto-corpóreo íntimamente
entretejido con el mundo”, son las acciones “las que son
calificadas por la racionalidad como motivo de felicidad”
(Camargo, 2012, pp. 547-556). Esas acciones y repre-
sentaciones se enmarcan en circunstancias específicas,

que desde la mirada antropológica se identifican con los
contextos culturales; entendiendo la cultura como “un
esquema históricamente transmitido de significaciones
representadas en símbolos, un sistema de concepciones
heredadas y expresadas en forma simbólica por medios
con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desa-
rrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida”
(Geertz, 1992, p. 88). Por otra parte, las representacio-
nes son creencias socialmente compartidas que actúan
como guías para la acción, que se percibe y se realiza fe-
noménicamente a través del cuerpo como sustrato de las
sensaciones y percepciones, ya que el cuerpo es nuestro
medio de estar en el mundo, “es mi punto de vista acerca
del mundo” y a la vez “tengo conciencia de mi cuerpo a
través del mundo” (Merleau-Ponty, 1994, pp. 90 y 101).
La corporalidad de los hombres y mujeres del estudio
se vio afectada irremediablemente a través de su estar
en el mundo, que se presentó caótico, incierto y peligro-
so, pero a la vez fue irremediable estar en él, afrontarlo,
experimentarlo. Ello modificó no sólo la percepción del
propio cuerpo, sino que en el devenir de la pandemia se
resignificaron los roles sociales, y la propia experiencia
del mundo.
El grupo de estudio
El acercamiento a la percepción de la felicidad del grupo
de enfermeras y enfermeros que laboran en la UTC-19
se llevó a cabo a través de la autoaplicación de una en-
cuesta vía internet, a 513 personas, 386 mujeres (75%),
y 127 hombres (25%). La información recolectada de la
encuesta se analizó cualitativamente a través del siguien-
te proceso metodológico: en primer término, se efectuó
un ejercicio de inmersión en las respuestas a través de
una lectura metodológica, lo que permitió dar el segundo
paso, la codificación de las respuestas; de ello resultaron
diversas categorías de análisis, las cuales se interpretan
por medio de un enfoque relacional entre los relatos y al-
gunos elementos socioculturales, como la edad, el géne-
ro, el estado civil, la posición en la estructura laboral de
la UTC-19, entre otros. A partir del análisis de las cate-
gorías se elaboraron los resultados y se formaron conjun-
tos de datos, en los que, en un segundo proceso analítico
e interpretativo, se buscaron los elementos centrales de
significación, intentando llegar al criterio de saturación,
es decir, las respuestas compartidas por el equipo de En-
fermería, así como hallar los elementos disímbolos, que
permiten visualizar las diferencias y las excepciones. Por
otra parte, la confiabilidad de los resultados se sustenta
tanto en la magnitud de la muestra, en la que participó
60.2% de los miembros del equipo de Enfermería que
171 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
laboraban en el momento de su aplicación, como en el
criterio de saturación del análisis cualitativo (Abric,
2001; Barragán, 2011; Campbell y Katona, 1992; Taylor
y Bogdan, 1998), ello permite tener un panorama general
de la percepción de los sujetos de investigación que le
da sentido a la proyección narrativa de la felicidad y la
experiencia vivida.
La información de la encuesta se complementa y enri-
quece con la obtenida de un grupo 55 entrevistas semies-
tructuradas y en profundidad: 35 mujeres (64%) y 20
hombres (36%), y un conjunto de 23 testimonios elabo-
rados por el propio equipo de Enfermería, que correspon-
den a un total de 12 mujeres (52%), 10 hombres (43%) y
un autor anónimo (5%)1. Toda la información se recopiló
entre agosto de 2020 y mayo de 2021.
Resultó significativo encontrar que en la encuesta el
100% de los 127 hombres que participaron y contesta-
ron a la pregunta “¿Se considera feliz?” dijeron que sí.
No ocurrió lo mismo con las mujeres, ya que de las 386
que resolvieron las preguntas, 21 de ellas (5.4%) dijeron
no serlo. Es importante señalar que la encuesta específi-
camente se aplicó entre agosto y octubre de 2020, mo-
mentos en los que la pandemia se desarrollaba de forma
continua para luego llegar al máximo número de casos
de contagio y fallecimientos en diciembre 2020, enero
y febrero, 2021 (Ramos y Hernández, en Milenio, 11 de
marzo, 2021)2. Aunque el porcentaje que corresponde a
este dato en el total del grupo de estudio, de ambos se-
xos, es de 4%, resulta importante explorar las caracterís-
ticas socioculturales de este grupo en particular, como
se desarrolla enseguida, en los resultados en los que se
integran fragmentos narrativos, desde la voz de los acto-
res de este estudio.
Resultados
Las representaciones de la felicidad
El modelo de felicidad que se proyecta con la respuesta
a la pregunta “¿Para usted qué es la felicidad?” resultó
semejante entre hombres y mujeres; asimismo, no hubo
diferencias significativas con la edad, ello podría expli-
carse porque la mayoría de las personas del estudio se
1 En este apartado no se detallan las características socioeconómicas del grupo
de estudio, debido a que ya aparecen desarrolladas puntualmente en capítulos
anteriores a este. El crédito de la aplicación de las entrevistas y las transcripcio-
nes se encuentra al inicio del texto en el apartado correspondiente, y los créditos
a los autores de los testimonios se encuentran en cada uno de los respectivos tex-
tos de su autoría en el apartado correspondiente a Anexos al final de este libro.
2 El 11 de marzo de 2021 se reportaron un total acumulado de 117, 978, 698 de
contagios de COVID-19 en el mundo; y 2, 618,403 fallecidos a nivel mundial. En
México había un estimado de fallecidos acumulados de 192,488, y más de dos
millones 200 mil de contagios acumulados (Ramos y Hernández, en Milenio, 11
de marzo de 2021).
Representaciones y experiencias de la felicidad 172
encuentran en rangos de edad semejante, es decir, son
adultos jóvenes entre 22 y 30 años; tampoco se vio refle-
jada alguna diferencia con el estado civil, pero hay que
tomar en cuenta que la gran mayoría son solteros (siete
de cada 10), el lugar que se ocupa en la estructura laboral
tampoco influyó en la proyección de las representaciones
sobre la felicidad. Los elementos recurrentes y centrales
en este modelo autopoiético se reconocen como subjeti-
vos y se enfocan a los estados de ánimo, a los sentimien-
tos y sensaciones, a las relaciones sociales con las redes
de relación más cercanas, como la familia, la pareja, los
compañeros de trabajo, los amigos, con el cumplimiento
de las metas académicas y laborales, y con lo que se con-
sidera los aportes personales del ejercicio profesional. Es
importante referir que estas distintas esferas de la per-
cepción se mezclan entre sí, y es esa compleja relación
la que finalmente permite concebir qué es la felicidad,
para la gran mayoría de los participantes esos diversos
aspectos que consideran son lo que definen la felicidad.
A continuación, se señalan algunas de las particularida-
des de las diversas categorías que se mencionaron, pero
debemos pensarlas siempre en interacción con otras, ya
que, por ejemplo, la alegría conlleva sentimientos de ple-
nitud, éxito, júbilo, la idea del deber cumplido y compar-
tir con los seres queridos.
Entre las emociones que se identificaron, tanto por los
hombres como por las mujeres, como parte de lo que se
percibe como felicidad, todas ellas positivas, está sen-
tirse pleno; dicha plenitud se explicó como “sentir que
no te falta nada”, o “tener todo lo que uno desea”. Una
enfermera de 25 años la describió así: “es hacer algo que
te llena mental, física y espiritualmente; realizar algo con
gusto y emoción, sentirse en paz y armonía”, afirmación
que integra diversas cualidades de la corporeidad des-
de la integralidad fenoménica, ya que pone en escena el
cuerpo en su plenitud experiencial: física, mental y so-
cial. Otra afirmó que la felicidad es un “sentimiento de
plenitud interna”, sentirse bien día a día, percibirse con
estabilidad, armonía, alegría (algunos señalaron sensa-
ción de euforia), tranquilidad, satisfacción.
Si bien en la mayoría de los encuestados la percepción del
cuerpo se significó de manera holística, algunas respues-
tas denotaron la dicotomía cuerpo-mente, que disocia lo
biológico de lo social, ya que afirmaron que es una sensa-
ción provocada por sustancias químicas, específicamente
hormonas y neurotransmisores como la dopamina; dis-
curso que se relaciona con la hegemonía biológica que
aún priva en el modelo médico de la biomedicina (Me-
néndez, 1990; 2002), que dialoga fuertemente con las
neurociencias, las que se han desarrollado ampliamente
en las últimas décadas paralelamente a los avances en
genómica (Mercadillo y Cervera, 2017), que provee de
explicaciones arraigadas en evidencias físico-químicas,
y que bien pueden complejizarse, desde un horizonte in-
terdisciplinario, como exigen las ciencias actualmente,
con la cualidad inherente del cuerpo humano de incor-
porar “en su propio esquematismo, en sus disposiciones,
en sus potencias, una síntesis expresiva particular de los
procesos sociales como memoria, como registro, como
archivo, como herencia, como síntesis simbólica de los
ordenamientos colectivos” (Mier, 2017, p. 345). Para
ejemplificar esta complejidad se muestra la siguiente na-
rrativa en la que magistralmente se denota la encarnación
sociocultural de las emociones, al narrar la experiencia
vivida en el primer encuentro con la UTC-19:
Al cruzar la puerta del donning, que quiere decir po-
nerse el EPP, conocido también como transfer, un esca-
lofrío y sensación de temor se apodera de mí; simultá-
neamente, inmensa tristeza por lo impresionante de su
estructura, ya que nunca había visto levantarse tan rá-
pido una unidad temporal así. Mi mente imaginó por
un momento todas esas camas ocupadas con pacientes
en un estado avanzado de la enfermedad, personal sin
darse abasto para la atención, como una película de
guerra. Fue ese momento el que me aterriza y me sen-
sibiliza sobre la enorme batalla que estaba por empe-
zar. (Teresa Cabrera, testimonio, mayo 2021)
En otros relatos, las emociones y la felicidad se compar-
ten con los Otros y es en la corporeidad que se materiali-
za la experiencia; sobre todo, es a través del rostro como
lugar de la expresión de las emociones y parte fundamen-
tal de la identidad personal, de allí la dificultad que una y
otra vez señalan las y los enfermeros para comunicarse,
expresar empatía, mostrar su estado de ánimo, incluso
llorar, cuando portaban el EPP. Se enfatiza en la corpo-
ralidad que sí podía ser observada y significada en los
pacientes:
Cuando él vio que toda su familia estaba con vida fue
la mejor sonrisa que había tenido, y eso lo llenó de paz;
esa ansiedad y frustración que tenía se apagó, y para
mí eso no tiene precio, ver la felicidad en su rostro.
(Ruth N. Flores, testimonio, mayo 2021)
Este servicio me aportó algo sumamente importan-
te en el ámbito profesional y personal que es el trato
humano […] brindar apoyo emocional hacía sus días
menos grises en la unidad, ellos nos veían, [nos] ven

como ángeles […] decenas de ellos salían fascinados
con nuestro conocimiento y nuestros cuidados, refle-
jaban una cara de agradecimiento y felicidad que no
se compara, y para mí ese semblante habla de que hi-
cimos buen trabajo; salía muy cansado, pero muy sa-
tisfecho de poder contribuir con la causa y de ver los
egresos tocando la campana de la victoria. (Mario A.
Teodosio, testimonio, mayo 2021)
Tanto hombres como mujeres explicaron que la felicidad
consistía en contar con los recursos económicos suficien-
tes a través del ejercicio de su profesión; dos enfermeras,
de 23 y 26 años respectivamente, dijeron que la felicidad
es: “tener un trabajo digno” y “gozar de salud, una fa-
milia, un techo, un trabajo”. Por su parte, un enfermero
es”; “apreciar y disfrutar el momento realizando mi tra-
bajo…”; “la felicidad la encontramos todos los días hasta
en las pequeñas cosas”; “entre menos te compliques la
vida es mejor”; “dejarse sorprender, hacer cosas”; “que
lo que tengas en tu vida sea suficiente y ser agradecido”;
“tener metas a futuro”; “vivir el momento con las per-
sonas que amo”; “hacer lo que más te gusta”; “apreciar
y valorar lo que tengo”; “estar bien contigo en el medio
que te encuentras”; “poder servir, sin ser sirviente”. En
diversas respuestas también se señala que la felicidad es
estar conforme con lo que se tiene, aceptarse a sí mismo;
“estar bien con lo que tengo, sin envidiar lo que tienen
los demás”; “hacer lo que amo y poder contagiar la ale-
gría a las personas que me rodean”; “amar lo que uno
hace sin esperar nada a cambio”; “disfrutar lo que ha-
cemos”; “hacer lo que me gusta en la vida y estar cons-
173 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
de 33 años indicó: “Es sentirme bien con mi actuar con
los demás y conmigo. Tener un empleo remunerado que
me permita cubrir las necesidades básicas de mi hogar y
en un futuro poder hacer un posgrado”. En este último
relato se hizo patente el mandato del género masculino
de proveer a su familia de los insumos necesarios, y, por
otra parte, aparece la actitud de la autorrealización per-
sonal.
Las representaciones requieren de ciertas actitudes que
se señalaron como premisas para la felicidad: “tener un
brillo al despertar que ninguna situación puede apagar”;
“poder hacer frente a las adversidades con una buena ac-
titud”; “estar consciente de todo lo que hago y me gusta
hacer en el trabajo…”; “estar conforme con lo que se
ciente que todo es temporal”; “disfrutar de los pequeños
detalles del mundo”.
Por otra parte, la libertad de actuar y acceder a los place-
res de la vida, como “besar a mamá”, “dormir con la pa-
reja todas las noches”, “comer lo que quieres”, escuchar
música o “ser exitoso” hacen parte de la felicidad; pero
sobre todo se afirma que “esta pandemia a todos nos ha
enseñado que la familia; las personas que amas y la salud
es lo más importante” (Enfermera, 23 años).
Si bien en los párrafos anteriores se explicó que la acti-
tud es una premisa para ser receptivos al bienestar, esta
actitud requiere, según las palabras de los participantes,
de tranquilidad, paz, libertad, equilibrio y compañía de
los seres amados; pero también de tener un trabajo digno,
tener resueltas las necesidades esenciales de la vida, vivir
Representaciones y experiencias de la felicidad 174

en un ambiente familiar armónico y equilibrado. Y no es En resumen, la principal cualidad que una persona debe
excepcional que se advierta la necesidad de la ayuda de tener para ser feliz es estar viva, vivir, pero también se
Dios y la premisa de agradecer a un ser superior por sus señaló que la felicidad es “la esencia de la persona”, te-
bendiciones; estar conscientes de los errores y saberse ner tranquilidad, salud y amor; a las que se añaden ayu-
parte de la “humanidad que sufre y se alegra”. dar a los demás, tener libertad, tener una familia unida,
tener trabajo. Si recordamos las cuatro dimensiones in-
Vale la pena subrayar algunos elementos relevantes en
tegradas que Alarcón (2006) considera para determinar
este grupo de respuestas: “poder hacer frente a las adver-
si una persona es feliz, vemos que en el imaginario del
sidades”, implica poseer herramientas que lo permitan,
grupo de Enfermería se corroboraron dichas propuestas,
si no se cuenta con ellas se viven situaciones de angus-
porque se mostraron las diversas acepciones que acen-
tia, temor, miedo e incertidumbre; dichas herramientas
túan el sentido positivo de la vida, las emociones y acti-
se adquieren a través de la interacción social como se
tudes que provocan la satisfacción con ella, la realización
muestra en diversas narraciones en el conjunto de testi-
personal y la alegría de vivir. Si bien son emociones que
monios al final de este libro.
se experimentan individualmente, están mediadas social
La felicidad se encuentra en “las pequeñas cosas de la y culturalmente; pero como explica López (2017), no po-
vida”, ello refleja una actitud positiva que permite ser drían experimentarse sin la interacción social.
receptivo a acciones con un fuerte valor moral, como el
Sumado al compromiso con los valores que dan sentido
agradecimiento por la atención que se brindó a los enfer-
a la vida, se mencionaron las relaciones con los amigos,
mos durante su estancia en la UTC-19; son actos signifi-
la realización profesional a partir de ejercerla con amor
cativos que muestran el reconocimiento a la importancia
y el deber de proveer de beneficios a “terceros”, entre
de la labor de Enfermería, y ello provoca sentimientos de
ellos, la familia, los pacientes, los hijos, la pareja. El éxi-
plenitud, júbilo y alegría, y permite renovar fuerzas para
to profesional se interpretó como una experiencia que
seguir en la cotidianidad de la “batalla”, como lo denota
se proyecta y se complementa con los otros aspectos ya
el relato en los párrafos anteriores.
enunciados para sentirse feliz, entre los que destacan el
La proyección de las metas y los logros, representados deber cumplido; “ver a los pacientes recobrar la salud y
como “autorrealizarme constantemente” tienen que ver escuchar la campana sonar cuando se van de alta, es una
con sentirse bien consigo mismo, darse cuenta que vale gran alegría y satisfacción” escribió en la encuesta una
la pena “hacer lo que hago”, que “servir” se refleja en enfermera de 54 años de edad, la cual fue una frase que
atender y cuidar, y que ello se reconoce como una prác- fue señalada una y otra vez por mujeres y hombres en las
tica profesional que requiere una formación previa y la entrevistas. (Véase Foto 1).
adquisición de saberes propios de la ciencia enfermera,
Experiencias de felicidad
los cuales fueron un conjunto de logros y satisfacciones
que se subrayan en muchos de los testimonios. Aquí se muestra cómo experimenta la felicidad el equipo
de Enfermería. En las respuestas de la encuesta se encon-
Resulta interesante que, entre los argumentos que cons-
tró que estos trabajadores de la salud se sintieron felices
truyen la idea de felicidad, aparezca la envidia como un
por diversas razones, entre ellas, las que se relacionaron
sentimiento negativo que se rechaza al considerarlo un
con la familia, el trabajo, la pareja, los hijos y los ami-
obstáculo para la felicidad; ello refleja uno de los aspec-
gos, es decir, el círculo de afectos más cercanos; también
tos del comportamiento social estudiado desde las cien-
las relaciones sociales se observaron como parte funda-
cias antropológicas, ya que esta emoción se evoca para
mental de lo que se considera es la felicidad: “ver a mi
explicar la conducta antisocial de otros, y se considera
familia”; “compartir momentos con mis seres queridos”.
que la persona envidiosa posee potenciales para hacer
Ésta se realizó cuando se señala: “me siento pleno en
daño3. En el argumento que se evidenció en la encuesta,
todos los ámbitos”, y ya vimos cuáles son los ámbitos
el sentido se enfoca a evitar explícitamente esta emoción
que se proyectaron en las representaciones del apartado
porque se reconoce como potencialmente dañina: “Sentir
anterior. Cuando se afirma: “tengo salud y a mi familia”,
el amor de la familia y disfrutar lo que tengo sin envidiar
“tengo todo para ser feliz, amigos, familia, trabajo”, se
lo que tienen los demás” (Enfermero, 25 años).
está confirmando la realización de lo proyectado.

3 La envidia en algunos contextos es una lógica concomitante para la brujería Es interesante encontrar coincidencias entre el imagina-
(Thomas, 1974). Arganis (1984) explica que las actividades mágicas de brujería
se sustentan básicamente en el odio, los celos o la envidia.
rio y la experiencia vivida, lo que demuestra la pertinen-

cia teórico-metodológica. Si una de las premisas aducida
para sentirse feliz es el éxito económico, sentirse útil, ha-
cer el bien a los demás ejerciendo la profesión que se eli-
gió libremente, compartir el éxito y tener reconocimiento
profesional, además de tener una familia armónica, ello
se ejemplifica en la siguiente referencia: “Me pagan por
algo que me gusta hacer, estoy iniciando mi carrera pro-
fesional y tengo un buen puesto. Soy independiente y
[tengo] una relación estable” (Enfermera, 23 años).
La plenitud se experimenta cuando se explica que “tengo
todo, a mis seres queridos conmigo, no me falta nada;
tengo lo que me gusta y puedo vivir de ello” (Enferme-
ra, 28 años). Resultó revelador observar que en medio
del arduo trabajo que implicó el ejercicio del cuidado en
medio de la pandemia, el miedo se superó; la angustia
y la incertidumbre pudieron sobrellevarse, así como la
inquietud que suscitó la falta de experiencia laboral y
de enfrentarse a un primer empleo y a un primer equipo
de trabajo; al desconocimiento del comportamiento del
virus SARS-CoV-2 en los primeros meses de la emer-
gencia sanitaria, a la incomodidad del equipo de protec-
ción personal, a la no en pocas ocasiones incomprensión
de familiares e incluso del público, como se revela en
el conjunto de testimonios al final de este libro. Por eso
sorprende la afirmación de una enfermera de 27 años:
“Estoy en el mejor momento de mi vida en todas las es-
feras”; o lo que señaló un enfermero de 33 años: “En
este momento puedo cubrir una gran parte del concepto
de felicidad que redacté, sólo me falta el posgrado”; y
lo que afirmó otro más de 26 años: “Me gusta mi labor,
me encanta mi vida”. Una y otra vez se repitieron estas
expresiones, que invariablemente se acompañaron de re-
ferencias a los seres queridos; así, un enfermero de 28
años dijo que es feliz “porque sé que mi familia y mi gato
me esperan; trabajo con mi mujer, codo a codo contra
esta pandemia”.
Se debe subrayar que el discurso sobre la satisfacción de
la labor realizada, la plenitud, el júbilo y la alegría que
se han vivido se conectaron en múltiples relatos con el
deber cívico, el altruismo y la solidaridad, como lo afir-
mó una joven enfermera de 22 años al argumentar que es
feliz: “Porque tengo salud, tengo una familia y porque
actualmente estoy ayudando al país a superar esta con-
tingencia sanitaria y estoy aplicando los conocimientos
prácticos y teóricos para los que me preparé”.
La infelicidad
Como se señaló párrafos arriba, 21 mujeres dijeron que
no eran felices; comparativamente ningún hombre es-
175 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
tuvo en esa situación. Aquí se describen y analizan los
argumentos que fundamentan la percepción de infelici-
dad. En primer lugar, se analizaron las representaciones
sobre qué es la felicidad, y no se encontraron diferencias
significativas con respecto al análisis de las respuestas
de hombres y mujeres que señalaron que sí eran felices;
ello permite concluir que los elementos que constituyen
el modelo proyectivo de la felicidad son compartidos en
términos generales por el grupo de estudio, y es el que se
describió en los párrafos previos. La experiencia vivida
sí resultó distinta entre hombres y mujeres; aquellas que
señalaron que no eran felices adujeron diversas razones,
las que desagregamos en tres categorías: elementos ex-
ternos; problemas personales y malestar interno. Los ele-
mentos externos que influyeron en la ausencia de bien-
estar son hechos y acciones desagradables del contexto
social y familiar que mediaron en el estado de ánimo de
las mujeres de este estudio, los cuales les provocó estrés,
preocupación, ansiedad y tristeza; tales hechos fueron
actos de violencia, preocupaciones por conflictos fami-
liares (mala relación entre sus padres), preocupaciones
ante la posibilidad de quedarse sin trabajo y problemas
económicos.
En la segunda categoría, se incluyó la respuesta “proble-
mas personales”, pero no se aclaró a qué problemas se
referían. Y en la categoría de malestar interno se contem-
plaron problemas de autoestima, “problemas emociona-
les”, la sensación de no estar plena, sufrimiento por estar
lejos de la familia y el duelo por la pérdida de un ser
querido; además de malestares confusos que no se sabe
exactamente de qué se tratan: las encuestadas respondie-
ron que no eran felices, pero no saben por qué. Una de
ellas señaló que no era feliz porque temía contagiar a
algún miembro de su familia.
Un ejemplo de la primera categoría es el caso de una
enfermera cuya infelicidad se relaciona con su situación
laboral; tiene 30 años, es soltera, vive en la CDMX y
afirmó que no era feliz porque vive con ansiedad, debi-
do a que no puede controlar “agentes externos”. A partir
del diálogo con los datos socioculturales, se observó que
ella trabaja en el turno nocturno e ingresó a la UTC-19
en julio de 2020, renta el lugar donde vive, es pasante
de Enfermería y se desempeña como operativa. En su
respuesta sobre las razones de no ser feliz, señaló que ha
sufrido agresiones verbales y discriminación en el lapso
que ha laborado en la unidad. Describió que fue agredida
por pacientes con ansiedad que se tornan hostiles, aun
tratándolos con amabilidad. En la calle ha sido discrimi-
nada y agredida verbalmente; ante estos eventos recibió
Representaciones y experiencias de la felicidad 176
apoyo psicológico por parte de su escuela. Podemos con-
cluir que en este caso la violencia experimentada explica
el malestar que se percibe.
Es pertinente señalar que ante el caso en el que se señaló
como causa de infelicidad vivir lejos de la familia, es una
realidad que podemos relacionar con los resultados de
diversos estudios sobre migración por motivos laborales,
en los que la lejanía de la familia provoca sufrimiento,
tanto de los que se van como de los que se quedan (Ra-
mírez de la Roche, 2011; 2021; Hernández, 2018; Hol-
mes, 2016; Becerril, 2011).
En otro caso, el miedo a contagiar a la familia apareció
como el principal motivo de preocupación en la mayo-
ría de las personas entrevistadas, que significativamente
también surgió en la encuesta como motivo de infelicidad
(recordemos que este instrumento se aplicó entre agosto
y octubre de 2020). Sin embargo, en las respuestas de las
y los entrevistados, y en las narrativas de los testimonios,
ese miedo se fue superando conforme se fueron adqui-
riendo estrategias de prevención y protección, así como
información más precisa del comportamiento del virus; a
ello se sumó el aprendizaje de protocolos de cuidado más
específicos y rigurosos.
No podemos dejar de lado diversas manifestaciones del
síndrome del quemado, o síndrome de Burn Out, que po-
dría estar representado en los malestares difusos, en no
saber exactamente qué es lo que se siente y no determi-
nar cuál es el motivo de infelicidad. O cuando se habla
de la ansiedad y el estrés ocasionados por las largas jor-
nadas de trabajo que se relatan en las entrevistas y en las
respuestas a la encuesta: la incomodidad con el uso pro-
longado del EPP, la deshidratación, los tiempos de sueño
erráticos e insuficientes, la angustia de la responsabilidad
sobre los equipos clínicos de cuidado, la ausencia de la

red social en la cotidianidad cuando fue necesario alejar-
se de la familia y vivir en hoteles, en el propio hospital
o con compañeros de trabajo para evitar contagiar a la
familia, a lo que se sumaba el miedo de infectarse. La
prolongación del estado de emergencia, que se pensó iba
a ser por algunos meses, se alargó más de un año en esta
situación. Todo ello lo expusieron en sus relatos las y los
enfermeros, pero fueron sólo ellas las que aceptaron sen-
tirse infelices; externaron a través de sus respuestas en
la encuesta la contundencia de su situación emocional.
Sabemos que la percepción siempre es en un tiempo y
lugar acotado, y según los relatos en el transcurso de la
pandemia, la incertidumbre, la zozobra y el miedo fueron
encontrando solución. Debemos tomar en cuenta que, la
aplicación de instrumentos de investigación, invariable-
mente reflejan un momento en el tiempo; no obstante,
hablan de la realidad vivida y su finalidad es explicar y
comprender el mundo de la vida.
Conclusiones
Los resultados demostraron lo que algunos autores han
señalado: que la felicidad es un estado de ánimo en el
que hay satisfacción, gusto o contento, o es el momen-
to en que una persona considera que la vida es como la
desea; es la satisfacción por los logros, un sentimiento
de plenitud, de júbilo, alegría y trascendencia; de estar
vivo, de compartir y pertenecer a un gremio valorado y
respetado. La felicidad es, en suma, un estado afectivo
de satisfacción plena que experimenta subjetivamente
el individuo en posesión de un bien anhelado (Alarcón,
2006). Ese sentimiento de bienestar subjetivo o la per-
cepción de satisfacción y plenitud se relaciona con los
bienes anhelados, que involucran diversos aspectos de
la vida como la familia, la relación de pareja, la vida so-
cial, el trabajo y los amigos (Palomar, 2005); también
corresponde al éxito, los recursos, el bienestar y placer
corporal. Marías (1987) considera que la felicidad es uno
de los ingredientes de la vida y se realiza en diversos
momentos de la trayectoria de vida; así pues, su sentido
cambia conforme transcurre la existencia, como también
lo señalaron Abreu (2000), Palomino y López (2000) al
relacionar el bienestar, la calidad de vida y la felicidad.
La felicidad es un proyecto (Camargo, 2012), como se
ejemplificó en las narrativas, lo cual coincide con Galea-
no (2018), quien considera que es una pretensión o una
aspiración que está de acuerdo a la sociedad a la que se
pertenece; es ella quien dicta los anhelos y condiciona su
realización. En ese sentido tiene un carácter colectivo, ya
que la sociedad facilita u obstaculiza el acceso a la felici-
177 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
dad; ello quedó demostrado con las experiencias vividas
que se presentaron a través de la voz de los sujetos de in-
vestigación, quienes a través de su corporeidad percibie-
ron y manifestaron las emociones vividas que significa-
ron como hechos que les proporcionaron una existencia
plena, de júbilo, alegría, plenitud, éxito, trascendencia,
es decir: felicidad. Si bien es una experiencia subjetiva y
por lo tanto individual, ya que se realiza en la intimidad
del sujeto, esta percepción está mediada por la cultura,
que dicta las metas, las aspiraciones y los proyectos de
vida, en este caso, de aquellos profesionales especialistas
en el cuidado de la salud de un sujeto integral en el ám-
bito de la atención hospitalaria.
De acuerdo con los resultados de la encuesta del Bien-
estar Autorrepresentado (INEGI, 2019), en la República
Mexicana las personas indicaron mayor valor a las re-
laciones interpersonales, semejante a los hallazgos de
este estudio, en el que las y los enfermeros, la mayoría
jóvenes entre 22 y 30 años, consideraron motivo de su
felicidad estar con la familia, tener una familia completa,
donde se cuenta con la madre y el padre, además de los
hermanos; asimismo, la pareja, los hijos y los amigos,
son el complemento que da bienestar a sus vidas. Va-
rios participantes vivieron episodios de discriminación o
violencia (como se lee en los testimonios al final de este
libro), sentimientos de minusvalía, malestares confusos,
soledad, duelo, miedo y temor a contagiar y contagiar-
se, relacionados con su práctica profesional ante el CO-
VID-19; en el transcurso de este tiempo excepcional, se
impuso en la mayoría la percepción de plenitud, gozo,
júbilo, alegría y sentimiento de realización.
El placer de sentirse útil y reconocido con un simple “gra-
cias” de los pacientes recuperados en la UTC-19, hacía
la diferencia entre el miedo, el temor y la incomprensión
que muchas veces se suscitó entre la población, que ante
la incertidumbre y la falta de información precisa, en-
contró como foco de su frustración, su miedo y angustia
al personal de salud, entre ellos el equipo de Enfermería,
el cual, como los participantes de la encuesta del INEGI
(2019), también reflejó la importancia de la actividad
ocupacional como motivo de bienestar, lo que finalmente
se relaciona con los logros en la vida. Como ejemplo de
ello están las narrativas de las y los enfermeros, quienes
una y otra vez señalaron su alegría y sus sentimientos de
triunfo ante la sorpresa de ser aceptados en los equipos
de la UTC-19, aún sin contar con experiencia, pero con
una actitud abierta, creativa y propositiva; dispuestos a
aprender, a ayudar e incluso al sacrificio de su propio
bienestar y la vida misma, para ejercer su profesión y
Representaciones y experiencias de la felicidad 178

lograr, como lo indican sus palabras, no sólo ejercitar para ocurrir.

los saberes adquiridos durante el proceso de enseñan-
* Agradecimientos: a la PAF. Noreidy Karina Rivera
za-aprendizaje en la formación académica, sino también
Lorenzo por la selección de la información cualitativa
aprender de los más experimentados los procesos espe-
de la base de datos de Excel, y al Dr. Omar Fernando
cíficos para atender la enfermedad emergente en un con-
Ramírez de la Roche por la atenta lectura metodológica
texto laboral de respeto, compañerismo y solidaridad.
a este trabajo.
Se sintieron parte del proyecto porque la experiencia vi-
Referencias
vida así lo demostró; tuvieron voz y poder de decisión, o
Abreu, L. F., Infante, C., Dieter, K. y Caso, A. (2000). Proble-
la humildad de preguntar sobre lo que dudaban o de pla-
mas y dilemas de la definición de calidad de vida. En M. Daltabuit, J.
no de lo que ignoraban, y crecieron como profesionales y
Mejía y R. L. Álvarez. (Coords.), Calidad de vida, salud y ambiente,
como personas. Esas enseñanzas en sus jóvenes vidas las
pp. 17-31. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Na-
consideran invaluables, únicas, irrepetibles, y son ahora
cional Indigenista.
parte de la memoria individual y colectiva; trascienden a
Abric, J. (2001). Introducción, en J. Abric. (Dirección). Prác-
su tiempo y al espacio de la unidad temporal; son aho-
ticas sociales y representaciones, pp. 7-32. Ediciones Coyoacán, S.A.
ra la historia de la pandemia de COVID-19, y los y las
de C.V.
enfermeras son las protagonistas. Esa es la felicidad que
Aguado Vázquez, J. (2004). Cuerpo Humano e Imagen Corpo-
se vivió, sobrevivieron, aprendieron, se convirtieron en
ral. Notas para una antropología de la corporeidad. UNAM-IIA-Fa-
expertos, y vieron surgir una Enfermería que se tiene que
cultad de Medicina.
significar en un antes y un después del COVID-19. Ellos
Alarcón, R. (2006). Desarrollo de una Escala Factorial para
y ellas cambiaron la historia de su profesión, se empode-
Medir la Felicidad. Interamerican Journal of Psychology, 40(1), pp.
raron, se saben indispensables, reconocen su fortaleza en
99-106. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28440110
la unión, en el trabajo en equipo, son otros.
Arganis Juárez, E. (1984). La magia en el medio urbano. El
Los discursos en la encuesta, las entrevistas y los testi- caso de los Tuxtlas. [Tesis de maestría, Escuela Nacional de Antro-
monios denotaron la propuesta de Marías (1987), quien
supone que hay múltiples esferas de la vida que permiten
sentirse feliz; y la felicidad, según este científico espa-
ñol, ocurre en las personas que desean y están dispuestas
a ser felices, como se observó en las narrativas de los
integrantes de este estudio. Las representaciones sobre
la felicidad indican o rememoran los momentos de fe-
licidad y es lo que da sentido al deseo de volver a ser
felices (Marías, 1987), ya que la felicidad no se agota
en el tiempo, porque precisamente es un proyecto que se
realiza cuando se articula con el placer y la alegría. Esta
última supone una satisfacción (Camargo, 2012), cuando
los y las enfermeras proyectan la felicidad a través de sus
representaciones, construyen sus propiedades y la creen
posible, y si ellas y ellos la creen como cierta, es porque
tienen “la experiencia de ella como una felicidad real”;
es un modelo que guía la acción, “es una proyección de
un aquí para cierto allá” (Camargo, 2012, p. 554). Por
eso una y otra vez los y las enfermeras señalaron que la
Enfermería tiene un antes y un después del COVID-19,
porque en ese lapso de incertidumbre, de miedo, pánico y
angustia, se vivió lo posible, lo que únicamente se había
soñado: el éxito, la sensación de paz, alegría, júbilo, pla-
cer, satisfacción, trascendencia. En suma, la felicidad, se
experimentó y por eso se sabe posible, se convirtió en el
modelo, en el proyecto que tiene al mundo como campo

pología e Historia]
Barragán Solís, A. (2011). La metáfora raíz como categoría de
análisis en las representaciones de los cuidados paliativos. Cuicuilco,
18(52), pp. 133-153.
Barragán Solís, A., Ramírez de la Roche O. y Barragán Solís A.
N. (1998a). La anestesiología: Especialidad de Alto Riesgo. Un análisis
antropológico. Revista Médica del Hospital General de México, 61(1),
pp. 31-36.
Barragán Solís, A., Ramírez de la Roche O. y Barragán Solís A.
N. (1998b). Los riesgos para la salud en la perspectiva de un grupo de
médicos anestesiólogos. Salud Problema, Año 3(4), pp. 83-90.
Barragán Solís, A., Ramírez de la Roche O. y Barragán Solís A.
N. (2000). La salud y el ambiente laboral entre los anestesiólogos: con-
texto social y laboral. Revista Médica del Hospital General de México,
63(4), pp. 247-253.
Becerril Quintana, O. (2011). ¡Soy un tunante, cual loco cami-
nante! Transmigrantes mexicanos en Canadá contendiendo por el gé-
nero, la sexualidad y la identidad. El Colegio de Michoacán.
Boyer, A. (2019). Desmorir Una reflexión sobre la enfermedad
en un mundo capitalista. Editorial Sexto Piso, S. A. de C. V.
Calderón Rivera, E. (2012). La afectividad en antropología.
Una estructura ausente. CIESAS-UAM.
Camargo, J. (2012). La felicidad en el mundo: una aproxima-
ción desde el pensamiento de Merleau-Ponty. En M. Teodoro Ramírez.
179 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
(Coord.), Merleau-Ponty viviente, pp. 541-567. Anthropos.
Campbell, A. y Katona, G. (1992). La encuesta por muestreo:
una técnica para la investigación en ciencias sociales. En L. Fetinger y
D. Katz. (Comps.), Los métodos de investigación en las ciencias socia-
les, pp. 31-66. Paidós.
Castro, R. (1999). En busca del significado: supuestos, alcances
y limitaciones del análisis cualitativo. En I. Szasz y S. Lerner. Para
comprender la subjetividad. Investigación cualitativa en salud repro-
ductiva y sexualidad, pp. 57-85. El Colegio de México.
Daltabuit, M., Mejía, J. y Álvarez, R. L. (2000). Presentación.
En M. Daltabuit, J. Mejía y R. L. Álvarez. (Coords.), Calidad de vida,
salud y ambiente. Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 11-
16. Instituto Nacional indigenista.
De la Peña Martínez, F. (2011). Antropología filosófica, psicoa-
nálisis y pensamiento postmetafísico. Subjetividad y ética en Foucault,
Rorty y Lacan. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Escuela
Nacional de Antropología e Historia, Programa del Mejoramiento del
Profesorado, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Diener, E. (1984). Subjective well-being. Psychological Bulle-
tin, 95(3), pp. 542-575.
Dilthey, Wilhelm, 1990. Teoría de las concepciones del mundo.
Alianza Editorial-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Méx-
ico.
Galeano López, M. (2018). La teoría de la felicidad en Ju-
lián Marías: claves de lectura para el abordaje del problema a partir
de la obra la felicidad humana [Artículo presentado como requisito
para la obtención del título de Licenciatura, Universidad Pontificia
Bolivariana, Medellín]. https://repository.upb.edu.co/bitstream/hand-
le/20.500.11912/3764/LA%20TEOR%C3%8DA%20DE%20LA%20
FELICIDAD%20EN%20JULI%C3%81N%20MAR%C3%8DAS.pd-
f?sequence=1&isAllowed=y
Geertz, C. (1992) La interpretación de las culturas. Gedisa.
Hamui Sutton, A., Fuentes García, R., Aguirre Hernández R. y
Ramírez de la Roche, O. F. (2013). Expectativas y experiencias de los
usuarios del sistema de salud en México: un estudio de satisfacción
con la atención médica. UNAM.
Hernández Medina, R. (2018). ¿Tú te vas a ir al norte?” Dimen-
sión afectiva y representaciones de las masculinidades en el drama so-
cial de la migración. Atzala, Guerrero [Tesis de Licenciatura, Escuela
Nacional de Antropología e Historia].
Holmes, S. (2016). Fruta fresca, cuerpos marchitos. Abya-Yala.
Iglesias, S. (2008). El pensamiento filosófico de San Agustín.
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Secretaría de Di-
fusión Cultural y Extensión universitaria.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI]. (2019,
28 de febrero), Indicadores de bienestar autorreportado de la pobla-
ción urbana. Cifras al mes de enero de 2019-12-08 (Comunicado de
prensa núm. 149/19). https://www.inegi.org.mx/contenidos/salade-
prensa/boletines/2019/biare/biare2019_02.pdf
Leal Terranova, O. E., Gómez Herrera, O. L., Valderrama Agui-
Representaciones y experiencias de la felicidad 180

rre A. y Granada, L. F. (2013). Tendencia en la mortalidad de médi- Ramírez de la Roche, O. (2011). Interno, médico y especialista.
cos generales y especialistas en Cali, Colombia. Revista Colombiana La salud abandonada. En F. Peña Saint Martin y A. Barragán Solís.
de Salud Ocupacional, 1(4), pp. 12-18. https://www.researchgate.net/ (Coords.), Antropología Física Biosocial Contemporánea, pp. 45-60.
publication/316845926_Tendencias_en_la_Mortalidad_de_Medicos_ INAH-ENAH-PROMEP-Eón.
Generales_y_Especialistas_en_Cali_Colombia Ramírez de la Roche, O. (2013). Un mundo mejor para la fa-
Le Breton, D. (1999). Las pasiones ordinarias. Antropología de milia ideal. En A. Barragán Solís. (Coord.), San Andrés Huixtac. En el
las emociones. Nueva Visión. lugar de las piedras blancas, pp. 61-65. ENAH-INAH.
Lerner, S. (1999). La formación en metodología cualitativa. Ramírez de la Roche, O. (2021). La dimensión de la felicidad.
Perspectiva del programa salud reproductiva y sociedad. En I. Szasz y En A. Barragán A y M.G. Lerma. (Coords.), Atzala de la Asunción.
S. Lerner. Para comprender la subjetividad. Investigación cualitativa “Agua entre rocas”, pp. 351, 363. ENAH- INAH. (En prensa).
en salud reproductiva y sexualidad, pp. 57-85. El Colegio de México. Ramírez de la Roche, O.F., Hamui Sutton, A., Reynaga Obre-
López Sánchez, O. (2017). De la evolución del cuerpo y las gón, J., Varela Ruíz, M., Ponce de León, M.E., Gíaz Villanueva, A. e
emociones a la valoración de las emociones como sustrato cultural. Isela Valverde Luna, I. (2012). Condiciones de trabajo de los médicos
En L. González Quintero, y A. Barragán Solís (Coords.), Antropología pasantes durante el servicio social. Perfiles Educativos, XXXIV (138),
Física. Disciplina bio-psico-social, pp. 299-321. ENAH-INAH. pp. 92-107.
Marías, J. (1987). La felicidad humana, Alianza Editorial. Sithey, G., Thow, A.M. y . Li, M. (2015). Felicidad nacional
Menéndez, E. (1990). Antropología Médica. Orientaciones, bruta y salud: lecciones desde Bhután. Boletín de la Organización Mun-
desigualdades y transacciones. CIESAS. dial de la Salud, 93(8), pp. 513-588. https://www.who.int/bulletin/volu-
Menéndez, E. (2002). La parte negada de la cultura. Relativis- mes/93/8/15-160?54/es/
mo, diferencias y racismo. Ediciones Bellaterra. Sodi Campos, M. (2005) La fragmentación de lo humano. Histo-
Mercadillo Caballero, R. E. y Cervera Montejano, M. D., (2017). ria de la dicotomía cuerpo-alma [Tesis de Maestría, Escuela Nacional
La pasión compartida: anthropos y psique entre los Mayas yucatecos. de Antropología e Historia].
En L. González Quintero y A. Barragán Solís (Coords.), Antropología Taylor S.J. y Bogdan., R. (1998). Introducción a los métodos cua-
Física. Disciplina bio-psico-social, pp. 349-380. Instituto Nacional de litativos de investigación. Paidós.
Antropología e Historia; Escuela Nacional de Antropología e Historia. Thomas, N. (1974). Envidia, brujería y organización ceremonial.
Merleau-Ponty, M. (1994). Fenomenología de la percepción. Un pueblo zoque. Sepsetentas.
Planeta-Agostini. Turner, V. (2002). La antropología del performance. En I Geist.
Mier, R. (2017). Afecciones: procesos simbólicos y acción so- Antropología del Ritual. Victor Turner, pp. 103-144. ENAH.
cial. En L. González Quintero y A. Barragán Solís (Coords.), Antro-
pología Física. Disciplina bio-psico-social, pp. 323-348. Instituto Na-
cional de Antropología e Historia; Escuela Nacional de Antropología
e Historia.
Nava Diosdado, M. (2013). Reflexiones en torno a las represen-
taciones del cuerpo y los valores profesionales en un grupo de espe-
cialistas de la salud. Contribuciones antropofísicas hacia una ética de
la persona. [Tesis de Licenciatura Escuela Nacional de Antropología e
Historia-INAH].
Palomar, L. (2005). Estructura del bienestar subjetivo: construc-
ción de una escala multidimensional. En E. L. Garduño, A. B. Salinas
y H. M. Rojas. (Coords), Calidad de vida y bienestar subjetivo en Mé-
xico, pp. 113-142. Plaza y Valdés, S A de CV.
Palomino, B. y López, G. (2000). La calidad de vida: expresión
del desarrollo. En M. Daltabuit, J. Mejía y R. L. Álvarez. (Coords.),
Calidad de vida, salud y ambiente, pp. 33-48. Universidad Nacional Au-
tónoma de México, Instituto Nacional indigenista.
Pandemia COVID-19 (2021, 11 de marzo). Milenio, p. 4.
Quiroz Pérez, J. (2018). Las emociones en los médicos familiares
en proceso de formación. [Tesis de Doctorado, Escuela Nacional de An-
tropología e Historia-INAH].
181 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue? 182
 183 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Capítulo XI. Lecciones, recomendaciones y propuestas: y

ahora ¿qué sigue?
REYNA ALBERTINA ROSAS LOZA

El año 2020 fue nombrado por la OMS como el año de la Ciudad de México, el proyecto evolucionó para con-
la Enfermería y la partería, y el Colegio Internacional vertirse en una de las unidades más grandes de atención
de Enfermería lanzó la campaña Nursing Now para em- hospitalaria para pacientes afectados por COVID-19;
poderar a la disciplina de Enfermería a nivel mundial, contó con la Unidad de Cuidados Intensivos y dos áreas
estableciendo campañas para la evidencia del liderazgo para atención de paciente inestables y graves, con lo que
de Enfermería en los sistemas de salud en todos los con- la UTC-19 se convirtió en la principal zona de desahogo
tinentes (Secretaría de Salud, 2018). y carga hospitalaria para la Ciudad de México y el área
metropolitana.
A finales de 2019, en China iniciaría la pandemia por el
virus SARS-CoV-2, dándole al mundo la mayor sacudida LECCIONES
en salud de las últimas décadas. El 2020: año de la En-
Buena combinación: personal cualificado y salario
fermería, iniciaría para México con el reto de adaptar los
digno
sistemas de salud, para la atención urgente de una pobla-
ción enferma por un virus altamente letal, desconocido En un país como México, con áreas de oportunidad en
hasta ese momento (en muchas de sus características y cuanto al desarrollo social y económico, enfrentar una
de su capacidad de hacer daño al organismo humano). nueva enfermedad, con antecedentes de ser mortal y al-
tamente contagiosa, aunado a que esta patología afectó
En junio de 2021, y tras un año de vivir la pandemia
a población económicamente activa, representó un gran
con todas sus implicaciones de incertidumbre, angus-
desafío. Era de esperarse la afectación económica en
tia y muerte, el personal de Enfermería que laboró en
toda la población ante el aislamiento social y la pausa a
la Unidad Temporal UTC-19, creada para la atención de
las actividades laborales y de negocios; en consecuencia,
pacientes afectados por la COVID-19 en la Ciudad de
las personas de menos recursos entraron en crisis y en
México, ha profesado a través de las páginas de este li-
muchas ocasiones tuvieron que buscar apoyo dentro de
bro, una serie de recomendaciones y propuestas para los
la misma comunidad, cuando menos para conseguir los
servicios de salud en México, esperando sean escucha-
alimentos (UNESCO, 2020).
dos en las etapas después de la pandemia.
Para paliar esta afectación económica a la sociedad, en
En el mes de marzo de 2020, la Sedesa, en colaboración
la Ciudad de México se tuvo una estrategia de doble be-
con la Fundación Carlos Slim y otras fundaciones, así
neficio por parte del Gobierno de la Ciudad de México,
como el grupo CIE, gestionaron la conformación de la
que autorizó la contratación de pasantes de Enfermería
UTC-19 adaptando el Centro de Convenciones Citiba-
de nivel Licenciatura para laborar en la UTC-19: jóve-
namex, en una unidad hospitalaria con la capacidad de
nes que por sus características se encontraban dentro de
más de 800 camas para la atención de pacientes afecta-
la población de bajo riesgo para contraer la infección,
dos por el virus SARS-CoV-2 (Fundación Carlos Slim,
licenciados en Enfermería cuyo único requisito faltante
2021). Su intención era desahogar a los hospitales de la
era la titulación, pero que ya contaban con todos los cré-
Ciudad de México, recibiendo pacientes en la etapa de
ditos de la licenciatura y la experiencia del servicio so-
recuperación, sin embargo, con el paso de los meses y de
cial; es decir, personal cualificado, con potencial para de-
acuerdo a las necesidades de atención de la población de
sarrollarse. Con esta estrategia, se garantizó la atención a
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue?
los pacientes hospitalizados en la Unidad Temporal, y ya
que recibían un salario digno, se fortaleció la economía
de las 1,618 familias de las enfermeras contratadas. Cabe
mencionar que aproximadamente el 20% del total de las
enfermeras y enfermeros de la UTC-19 provenían del
interior de la República (de los estados de Guerrero, Ve-
racruz, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, entre otros),
beneficiando también a las familias de los profesionistas
del interior del país que participaron en el proyecto.
Asociación público-privada
Las asociaciones público-privadas a nivel mundial han
demostrado su eficacia, y el caso de la UTC-19 no fue
la excepción (Polack, et al., 2019). Se combinaron la
disposición del Estado para hacer funcionar una unidad
hospitalaria temporal, asumiendo la contratación de todo
el personal de salud con salarios dignos, así como la ob-
tención de recursos materiales para la atención de los
pacientes, y la aportación económica de fundaciones y
asociaciones, para contar con un equipamiento inicial-
mente proyectado para la atención de más de 800 pacien-
tes. A lo largo del proyecto continuaron aportando todos
los recursos para convertir a la UTC-19 en una unidad
para atender a pacientes de alta especialidad, invirtiendo
para generar la terapia intensiva más grande de México
en la atención de pacientes afectados por el COVID-19
(64 camas).
Esta exitosa asociación entre el Gobierno de la Ciudad
de México y las fundaciones (en particular la Fundación
Carlos Slim), generó un proyecto de gran éxito. Durante
un año se atendió a más de 9,000 pacientes, con uno de
los índices de mortalidad más bajos en la atención de los
pacientes por COVID-19, dentro de un ambiente laboral
de seguridad para los trabajadores y los pacientes; en este
espacio, ningún trabajador de la salud falleció, y tampo-
co ninguno de los más de 3,000 trabajadores requirió de
cuidados intensivos por contagio de COVID-19.
Los pacientes atendidos en la unidad temporal recibie-
ron la más alta calidad en su cuidado, con los mejores
insumos y dispositivos médicos; la unidad contaba con
equipamiento de alta tecnología, sin que se presentara
en ningún momento carencia de ningún insumo o me-
dicamento. Con respecto al capital humano, estaba con-
formado en su mayoría con jóvenes recién egresados
tanto de Enfermería como del área médica, pero también
con enfermeras y médicos especialistas, de reconocida
experiencia y trayectoria profesional, que eran quienes
lideraban a los grupos de jóvenes profesionistas. La ca-
lidad de la atención se demostró con los bajos índices
184
de mortalidad y por el hecho de que más del 95% de los
pacientes fueron dados de alta y regresaron sanos a su
domicilio; aunado a ello, hubo un alto grado de satisfac-
ción por la atención recibida, manifestada abiertamente
por los pacientes.
Servicios no asistenciales óptimos: calidad en la aten-
ción
En un ambiente hospitalario, los procesos podrían clasi-
ficarse en dos grandes rubros: el primero por ser el sus-
tancial, sería el proceso de la atención clínica; el segundo
rubro es el de los servicios no asistenciales, pero que se
entretejen y sustentan la atención clínica del paciente. En
la mayoría de las instituciones gubernamentales, los ser-
vicios no asistenciales tales como almacenes, camillería,
intendencia, vigilancia, servicios de alimentos, servicios
financieros, mantenimiento, ingeniería biomédica, entre
otros, son otorgados por la misma institución de salud,
y bajo una misma administración en la que se incluye al
personal clínico (enfermeras, médicos), lo que no siem-
pre genera la sinergia adecuada para la prestación de ser-
vicios de calidad; esto probablemente se deba a que las
necesidades de insumos y dispositivos médicos generan
tanta necesidad de atención y de recursos, que las demás
áreas —las no asistenciales— quedan relegadas y, por lo
tanto, con menos recursos para su desempeño eficiente.
En muchas unidades hospitalarias, algunos servicios no
asistenciales, pero básicos para la atención del paciente,
como son: intendencia, camillería y vigilancia, son ma-
nejados a través de servicios subrogados, los cuales pue-
den presentar movimientos frecuentes de altas y bajas de
ese personal, lo que representa la necesidad de una con-
tinua capacitación para desempeñar funciones en áreas
específicas, situación que no siempre se logra en tiempo
y forma; lo anterior genera que la calidad del servicio se
vea afectada al haber un mayor número de sesgos en los
procesos que estas áreas brindan.
En la UTC-19, todos los servicios no asistenciales esta-
ban a cargo de la iniciativa privada, siendo el grupo CIE,
en colaboración con las fundaciones, el que asumió la
responsabilidad de la administración de estos recursos,
con un resultado absolutamente favorable y eficiente;
situación que representó para las áreas de Enfermería y
médica, un valioso apoyo sobre el cual se establecieron
los procesos de atención al paciente de manera más sen-
cilla y favorecedora de la calidad del servicio.
En un ejercicio altamente eficiente, y para muchos de los
trabajadores inédito, las solicitudes que hacían Enferme-
ría o el área médica para el mantenimiento correctivo

del mobiliario, por ejemplo, eran atendidas y resueltas
de manera inmediata, generalmente sin pasar 24 horas
a partir de la solicitud. En otro ejemplo, el área de vi-
gilancia, como responsable de la seguridad del recinto,
participaba de manera activa en la seguridad del personal
y del paciente, y como encargado de mantener un orden
respetuoso al interior de la UTC-19, solicitaba al perso-
nal cumplir con la sana distancia, portar adecuadamente
el cubre bocas, la correcta utilización de los desinfectan-
tes, el respeto a las rutas de seguridad e inclusive parti-
cipaba en el escaneo de la temperatura y la saturación
de oxígeno a los trabajadores, para identificar si alguna
persona tenía fiebre o desaturación, por lo que tal vez
requiriera ser enviada al servicio médico para su valo-
ración ante la posibilidad de infección por COVID-19.
En la dirección de operaciones, a través también del área
de contaduría y administración, las áreas asistenciales
y gerenciales podíamos solicitar cualquier material o
equipo que nos fuera necesario para trabajar (papelería,
computadoras, impresoras, radios comunicadores, acce-
so a internet, etc.); dichas peticiones, tal y como todos
los demás insumos, eran proporcionados en su mayoría
de manera inmediata y se nos mantenía informados de la
gestión correspondiente, cuando así se requería.
En la UTC-19, los servicios no asistenciales administra-
dos y proporcionados por la iniciativa privada, al otor-
garse de manera eficiente, generaron la plataforma sobre
la cual los servicios clínico-asistenciales a los pacientes
pudieron proporcionarse de la forma más expedita y co-
rrecta, generando una sinergia de servicios de alta cali-
dad.
La capacitación no es secundaria
Conforme se iba integrando el personal de Enfermería a
la Unidad Temporal, se le daba un curso de introducción
a la organización y capacitaciones para el manejo básico
del equipamiento, así como de la normatividad que apli-
caba al servicio. La dinámica para la apertura de servi-
cios y de más camas de hospitalización era muy intensa
los primeros meses, y esto se combinaba con la contrata-
ción continua de enfermeras y enfermeros (los cuales no
siempre decidían quedarse y dejaban un lugar vacío para
ser ocupado nuevamente).
El 60% del total del personal contratado de Enfermería
eran pasantes de nivel Licenciatura, con el servicio so-
cial prácticamente concluido (Dirección de Enfermería
2021b). Esta situación generaba dos aristas: por un lado,
se contaba con profesionales jóvenes, de bajo riesgo para
la infección COVID-19, entusiastas, con valores uni-
185 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
versitarios frescos y gran apego al cuidado del paciente;
por otro, la mayor parte del personal no contaba con las
habilidades y conocimientos suficientes para la atención
de un paciente en estado crítico afectado por el SARS-
CoV-2, y la UTC-19 que inicialmente estaría proyectada
para la atención de pacientes en franca etapa de recupe-
ración, se fue convirtiendo en una unidad hospitalaria de
tercer nivel que llegó a tener entre la terapia intensiva y
las terapias intermedias más de 200 camas para pacientes
graves.
Esta etapa de movimiento continuo, tanto de espacios fí-
sicos como de personal y de inicio de procesos, generó
que la capacitación al personal se diera de manera inci-
dental, cuando las licenciadas ya se encontraban prác-
ticamente a pie de cama del paciente. No dedicar más
espacios y tiempos para la capacitación intensiva del
personal de nuevo ingreso, generó que se presentaran
algunos eventos adversos y que se tuviera que dar refor-
zamiento individualizado a las personas con las mayores
debilidades en conocimientos y habilidades, así como la
reubicación del personal hacia áreas de pacientes menos
graves, basada en sus competencias.
Aproximadamente a los tres meses del inicio del pro-
yecto, y una vez establecido el ritmo de trabajo y los
procesos iniciales para la apertura de nuevas y comple-
jas áreas, la Dirección de Enfermería enfocó una de sus
directrices hacia la capacitación continua del personal;
fue a partir de entonces, y durante el resto del proyecto,
que el desarrollo de habilidades y conocimientos entre el
personal de Enfermería fue una de las prioridades en la
dinámica de los servicios, lo que favoreció la prevención
de eventos adversos y la seguridad en el cuidado del pa-
ciente.
Liderazgo y trabajo en equipo (respeto a las respon-
sabilidades disciplinares)
Un aspecto que contribuyó de manera fundamental al
éxito del proyecto de la UTC-19, fue el liderazgo y la
conformación de equipos de trabajo. Se pudieron identi-
ficar tres liderazgos principales: el liderazgo de la Direc-
ción de Operaciones, marcado por un alto compromiso
de servicio hacia el área clínica y con la eficiencia de sus
procesos; el liderazgo de la Dirección Médica, enfocado
en el tratamiento y recuperación del paciente, buscando
estar a la vanguardia, en todo momento, en el manejo far-
macológico y el equipamiento biomédico; y el liderazgo
de la Dirección de Enfermería, cuyas características prin-
cipales fueron el apego al cuidado integral y a la seguri-
dad del paciente, la actuación basada en la normatividad
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue?
y en la estandarización de los procesos, la cobertura del
cuidado al paciente las 24 horas del día, así como el equi-
librio en las cargas de trabajo.
Enfermería se caracterizó por la vigilancia permanente y
escalonada del cuidado del paciente, a través de equipos
constituidos por un líder clínico de Enfermería (cuya ca-
racterística sería su mayor nivel académico y experiencia
profesional, así como su actitud de servicio) a cargo de
cinco a ocho enfermeras asistenciales, los cuales serían
asignados en las diferentes áreas de acuerdo a los indi-
cadores de atención establecidos por la dirección de En-
fermería: una enfermera por paciente en las áreas más
críticas, una enfermera para la atención de tres pacientes
en áreas de terapias intermedias y de una enfermera para
ocho pacientes en las áreas de hospitalización, en donde
el paciente se encontraba estable.
La coordinación de los servicios de Enfermería en los
diferentes turnos y áreas era otorgada por la Dirección
de Enfermería a los profesionistas con las mayores com-
petencias: conocimientos, habilidades y actitudes. Sobre
todo, las personas con marcadas aptitudes de servicio
eran invitadas a participar para apoyar a sus colegas en la
parte clínica y como encargados de área; en este sentido,
la experiencia profesional y el nivel académico fueron
importantes para el desarrollo de nuevos líderes. Sin em-
bargo, en la UTC-19 fueron también muchos los pasantes
de Enfermería de nivel Licenciatura los que realizaron
funciones de coordinación de los servicios y de capital
humano, haciendo incluso funciones de jefes de turno
de Enfermería con más de 200 enfermeras a su cargo,
con un desempeño altamente eficiente y cuyas fortalezas
eran: tener la teoría del cuidado de Enfermería adquirida
recientemente, habilidades en el uso de la tecnología, fa-
cilidades para el aprendizaje del equipo biomédico, ener-
gía y entusiasmo para el nuevo aprendizaje y los cambios
continuos. Deberían tener como característica principal
su disciplina y el apego al cuidado del paciente y estar
siempre dispuestos a la retroalimentación y al desarrollo
de nuevas habilidades, para compartirlas con el personal
que tenían a su cargo.
Fue evidente e indiscutible el grado de compromiso que
adquirieron los líderes de Enfermería; por tal motivo, el
que algunos subordinados tuvieran mayor nivel acadé-
mico que el líder, no representó conflicto y el trabajo en
general al interior de los servicios y en los diferentes tur-
nos, se dio de manera armoniosa.
El modelo de la UTC-19 generó un ambiente de igual-
dad entre trabajadores (enfermeras, médicos, ingenieros
186
biomédicos, nutriólogas, rehabilitadores, etc.), y uno de
los aspectos que determinó esta situación fue el hecho
de que, para ingresar, todas las personas del área clínica
debían utilizar un uniforme quirúrgico del mismo color y
de las mismas características, el cual era proporcionado
por la unidad, de tal forma que no había distinción en-
tre el equipo multidisciplinario en cuanto a los servicios
proporcionados por la UTC-19 para los trabajadores.
Todo el personal que ingresaba al área de hospitalización
utilizaba el mismo equipo de protección personal; así
que, en la atención de los pacientes, sólo los distinguían
las diferentes actividades que cada uno realizaba, lo que
generó un ambiente de cordialidad y compañerismo, al
percibirse todos iguales y con un mismo objetivo.
Otro aspecto de integración fue el registro clínico, toda
vez que en el mismo documento en el que se registra-
ban las prescripciones médicas para cada paciente, era
donde Enfermería también registraba los medicamentos
y las intervenciones que se habían realizado durante el
día; asimismo, existían otros formatos de uso común en-
tre profesionistas y con relación al cuidado del paciente,
lo que generó una mayor comunicación entre el equipo
multidisciplinario.
En la UTC-19 se establecieron procesos únicos para be-
neficio de la dinámica interna del servicio, así como para
el mejor funcionamiento en la operación diaria. Tal es
el caso de una sala de día, en la que se llevaba al pa-
ciente que se encontraba dado de alta para que ahí fuera
acompañado por licenciados en Enfermería, quienes le
otorgaban orientación para su manejo en casa y le desa-
rrollaban un plan de cuidados individualizado, de acuer-
do a sus necesidades personales. El paciente permanecía
en esta área, a la que también se le llamaba Ludoteca, y
mientras sus familiares acudían para llevarlo a casa, de-
sarrollaba actividades lúdicas e incluso podía tomar ahí
sus alimentos. La sala de día fue fundamental para des-
ocupar camas de hospitalización cuando las cantidades
de ingresos aumentaban, debido a picos de contagios por
COVID-19. La dinámica de la sala de día representaba
procesos multidisciplinarios y de una estrecha comuni-
cación entre las diferentes áreas, situación que se hacía
posible gracias a la actitud de servicio que presentaban
los diversos personajes.
Documentar éxitos y fracasos: luz a la Enfermería ba-
sada en evidencia
Una de las áreas de oportunidad para las profesiones
jóvenes es que, con base en la teoría de su disciplina,
generen su propia base documental de acuerdo con las

condiciones sociodemográficas, políticas y económicas
en las que desempeñan su labor profesional. Enfermería
en México es una profesión que se encuentra en etapa de
“tropicalizar” las teorías propias aplicadas a nivel mun-
dial; además, presenta en los diferentes ámbitos de su
ejercicio, la necesidad de documentar científicamente las
evidencias del cuidado que van demostrando mejoras en
la salud de la comunidad.
En la pandemia por el virus AH1N1 (2009-2010), des-
tacó la participación de las enfermeras del INER (Pérez,
et al., 2009), quienes asumieron el liderazgo y la ges-
tión de lineamientos para el cuidado de Enfermería de
los pacientes afectados por el virus, los cuales fueron
de aplicación a nivel nacional; se reconoció la labor tan
importante que desarrollaron para difundir medidas pre-
ventivas y su activa participación en la creación de un
cerco sanitario, el cual evitó la mayor propagación del
virus. La participación de las profesionales de Enferme-
ría como agentes de cambio durante la pandemia quedó
reconocida en la historia de la salud en México; situación
que fue posible gracias a que documentaron todas sus
acciones, recomendaciones y lineamientos, los cuales
sirvieron de guía para la atención de Enfermería a nivel
nacional en esa crisis de salud.
Bajo la premisa de la imperiosa necesidad que tiene la
disciplina de Enfermería de documentar su actuación
profesional y sus aciertos y errores; en la intención de
ir generando evidencia que se convierta en soporte para
la investigación y evidencia científica en pro de la cali-
dad en el cuidado del paciente, en la Unidad Temporal
COVID-19 de Citibanamex se dejó evidencia escrita de
cada proceso administrativo aplicado por la Dirección de
Enfermería (plan estratégico, manual de procedimientos
administrativos, implementación de acciones esenciales
para la seguridad del paciente, etc.) (Dirección de En-
fermería, 2021a). Igualmente se elaboraron guiones y se
grabaron procedimientos especializados para la atención
del paciente afectado por el SARS-CoV-2 y se desarrolla-
ron tres cursos de actualización profesional enfocados a
la atención de Enfermería en el paciente con COVID-19.
El ejercicio de documentar evidencia científica a partir
del quehacer profesional requiere también de la volun-
tad política de los tomadores de decisiones en el sector
salud, considerando que esta actividad requiere de ca-
pital humano competente, así como de recursos mate-
riales y espacios físicos que se encuentren destinados
específicamente para esta importante labor. Es vital que
los personajes encargados de autorizar la distribución de
los recursos económicos consideren la relevancia de esta
187 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
área para desarrollar la Enfermería basada en evidencia,
lo que tendrá como consecuencia un mejor cuidado a la
salud de la población.
RECOMENDACIONES Y PROPUESTAS
Educación para lo inevitable
Las pandemias a lo largo de la humanidad han demostra-
do su presencia cíclica, y sin importar el nivel de avance
científico, continúan haciendo estragos en la vida de las
personas, así como alterando la dinámica social y econó-
mica de las naciones, mostrando al mundo lo vulnerable
del ser humano ante los virus y bacterias que no sólo se
desconocen en su totalidad, sino que tienen la capacidad
de mutar; ante este hecho históricamente comprobado,
la educación de todos los profesionales de la salud ten-
dría que tener un componente o elemento específico para
prepararlos ante cualquier escenario o situación de sa-
lud emergente, desconocida y pandémica. Enfermería es
considerada como una de las disciplinas más importantes
del área de la salud, la cual extiende sus servicios a través
de todo el planeta, aun en las zonas más marginadas; es
una disciplina que se adapta a cualquier circunstancia de
suficiencia o escasez de insumos para el cuidado de la
salud de las personas y que, por lo tanto, se convierte
en un pilar elemental de los servicios sanitarios para la
prevención, cuidado, recuperación y rehabilitación de la
salud en la sociedad.
Con la historia experimentada por la humanidad, a partir
del año 2021, las escuelas de Enfermería de todos los sis-
temas educativos en cualquier país del mundo tendrían
que tener formación especial con relación al manejo
de patologías infectocontagiosas, contar con el conoci-
miento sobre qué equipo de protección personal se debe
usar ante el tipo de microorganismo que esté causando
cualquier enfermedad, e inclusive las competencias en
cuanto a cómo poder adaptar o generar soluciones anti-
sépticas para evitar la propagación de las enfermedades
en la comunidad.
La educación de los profesionales de la salud debe in-
cluir en la actualidad conocimientos y habilidades para
ayudar a las personas en la readaptación a su vida fa-
miliar y laboral, posterior a padecer alguna enfermedad;
por ejemplo, cuando existen secuelas respiratorias (como
en el caso de la pandemia por COVID-19) o cualquiera
otra limitación que exista en la recuperación de las enfer-
medades tanto crónico degenerativas como infectocon-
tagiosas.
Pero la salud no es una responsabilidad exclusiva del
sector salud o de los profesionales sanitarios, por el con-
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue? 188
189 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue?
trario, es una responsabilidad individual y de conciencia
de la población. La promoción a la salud, la prevención
de riesgos y la generación de hábitos saludables, deben
ser aspectos indispensables en la educación de los niños,
desde el preescolar y hasta la universidad. Los planes y
programas educativos deben considerar una asignatura
específica para generar conciencia en los niños y jóvenes
con relación a los hábitos, alimentos, pensamientos de
autoestima, ejercicio, etc., que se encuentran relaciona-
dos con las enfermedades crónico degenerativas, con las
adicciones y con la respuesta inmunológica a las enfer-
medades infecciosas; inclusive los niños y jóvenes debe-
rían poder analizar que de acuerdo al escenario histórico,
cuando se ha presentado una pandemia, independiente-
mente de cuál sea el vector que la genere, las personas
que habitualmente superan la enfermedad son aquellas
que se encuentran lo más sanas posible, es decir, sin en-
fermedades concomitantes, bien alimentadas y que ha-
cen ejercicio. Por lo tanto, la educación en salud debe ser
una prioridad dentro de las políticas públicas, para que
ante cualquier enfermedad, inclusive las emergentes, sea
más fácil y económica la atención a la comunidad.
Es urgente invertir en el primer nivel de atención
Es un tema antiguo el que se mencione que el primer nivel
de atención debería encabezar los esfuerzos y las volun-
tades políticas en los sistemas de salud de todo el mundo,
ya que es un hecho comprobado que la prevención de
daños a la salud y la promoción de hábitos saludables
es una combinación que ha llevado a varios países a ser
líderes mundiales en salud, y no necesariamente son los
países con los mayores recursos económicos, humanos y
tecnológicos. Por el contrario, los países que invierten en
el primer nivel de atención se ven favorecidos, ya que al
invertir en espacios dignos, con insumos y dispositivos
médicos actuales y, sobre todo, con capital humano que
tenga la formación profesional suficiente para el acom-
pañamiento de la población hacia la salud, se invertirá
gradualmente la atención médica hacia un primer nivel,
lo que representará un beneficio para la población y para
la economía.
La inversión en capital humano para el primer nivel de
atención, que cuente con las competencias para la pla-
neación, ejecución, medición y retroalimentación de pla-
nes y programas preventivos en materia de salud, llevará
a la población a tener hábitos saludables, así como a
controlar las enfermedades crónico degenerativas (dia-
betes, hipertensión, obesidad) y a tener la capacidad,
como sector salud, de reaccionar inmediatamente ante
la llegada emergente de infecciones agudas que puedan
190
afectar la salud y la vida de las personas.
Es indispensable desarrollar líderes para el primer nivel
de atención, que sean profesionistas cualificados para
generar el cambio en los sistemas de salud y empoderen
a la prevención y a la generación de hábitos saludables
como ejes fundamentales de todas las políticas públicas
en salud. Es importante destacar que uno de los factores
principales para que se dé el acercamiento de líderes cua-
lificados al primer nivel, es que debe haber condiciones
laborales dignas, similares o mejores a las que se tienen
en el tercer nivel de atención, tomando en cuenta, tanto
el salario como las prestaciones, las oportunidades de de-
sarrollo profesional, el reconocimiento de la disciplina,
etcétera.
Mientras no exista la voluntad política para desarrollar el
primer nivel de atención, empezando con la reasignación
de los recursos, cualquier discurso al respecto podría pa-
recer demagogia.
Satisfacción laboral para la calidez en el servicio
Uno de los mayores reconocimientos que tuvo la UTC-
19 ante la sociedad fue la calidez con la que se trataba a
los pacientes; la compasión y empatía que demostraban
enfermeras, médicos y el personal de los servicios no
asistenciales fue algo que marcó a la Unidad Temporal.
Para la disciplina de Enfermería, la unidad temporal
representó en su totalidad un espacio ideal para el des-
empeño profesional por sus características: el percibir
un salario digno y competitivo, con horarios laborales
apegados a la ley, dos días de descanso semanal, contar
con alimentos durante la jornada laboral y con estaciona-
miento, el respeto a los indicadores de atención enferme-
ra-paciente (es decir, sin existir sobrecarga de trabajo),
contar con todos los insumos para la atención de los pa-
cientes y con todo el equipo de protección personal para
su seguridad, en un ambiente de igualdad en cuanto a ser
escuchados y respetados, tener capacitación continua y
acceso a cursos de actualización profesional. Un aspecto
importante de resaltar, y por lo que las y los enfermeros
se referían al trabajo en la unidad como un empleo digno
(y decente), fue el que tenían un salario justo, lo que les
evitó la necesidad de tener dos trabajos, con el desgaste
físico y emocional que eso conlleva; aunado a eso, el te-
ner tiempo suficiente para descansar y para convivir con
su familia, así como para la lectura y la actualización de
sus conocimientos.
Bajo estas condiciones de trabajo, las y los enfermeros
refirieron sentirse satisfechos en sus necesidades como
trabajadores, situación que fue determinante para lograr

su mayor compromiso con la atención de calidad y la
seguridad en el cuidado del paciente. Al sentir cubier-
tas sus expectativas laborales, las enfermeras en general
desempeñaron sus funciones con la mejor actitud; al no
sentirse presionadas por exceso de trabajo, organizaban
su tiempo para proporcionar un cuidado holístico e inte-
gral al paciente, incluyendo la escucha activa, el acom-
pañamiento al inicio de la deambulación, apoyarles en
la alimentación y el aseo, e incluso prácticas como la
lubricación continua de la piel y la mesoterapia, entre
otras, para la mejor recuperación de los pacientes más
delicados.
Del 29 de abril de 2020 al 4 de junio de 2021, la UTC-
19 atendió a más de 9,000 pacientes afectados por CO-
VID-19 (Guzmán, 2021); se presentaron casos complejos
no sólo clínicamente, sino por el contexto social y eco-
nómico de las personas. Fue notable el involucramiento
del personal de Enfermería para colaborar en la mejor
atención de estos pacientes, por citar algunos ejemplos:
mujeres en periodo de lactancia que no tenían con quién
dejar al lactante y debieron ingresar con él a la unidad,
para lo cual se adaptaban espacios físicos en los que tan-
to la madre como el bebé se encontraran seguros y en
privacidad, previendo la satisfacción de las necesidades
del binomio. Otro caso que se presentó con frecuencia
fue la necesidad de hospitalizar a madres enfermas de
COVID-19, con niños que presentaban síndrome de
Down o retraso mental (y que no contaban con una red de
apoyo para cuidar a los menores); cuando ocurría esto,
el personal de Enfermería dedicaba tiempo para poner
actividades lúdicas a los niños y acompañarlos a caminar
o ayudarles a comer y estar limpios.
Cuando los pacientes se encontraban deprimidos, se pla-
ticaba con ellos y se les invitaba a que participaran en la
Ludoteca y que deambularan por la sala de hospitaliza-
ción, una vez que ya no requerían de oxígeno.
Al egreso del paciente, de manera aleatoria, se aplicaron
encuestas de satisfacción y fue notorio el agradecimiento
de los pacientes por el trato digno y cálido que se les
proporcionó. Es evidente la relación de la satisfacción
laboral y el cuidado extraordinariamente compasivo de
los profesionales de la salud, quienes pudieron ejercer
en toda su amplitud la profesión de servicio para la cual
se formaron.
Nuevos líderes en el sector salud
El sector salud en México tradicionalmente ha sido di-
rigido por la profesión médica, dando pocos espacios
a profesionistas de otras disciplinas como pueden ser
191 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Enfermería, nutrición, odontología, etc. Esta situación
puede estar generada debido a que la mayoría de estas
disciplinas a nivel profesional en nuestro país son muy
jóvenes, lo que representa que por tradición, y siendo
medicina una de las profesiones más antiguas, sean los
médicos quienes representen no sólo el sector salud, sino
que además ocupen los cargos administrativos y directi-
vos en la mayoría de las instituciones del ramo.
Sin embargo, Enfermería es una disciplina que a nivel
profesional se forma no sólo para el cuidado de la per-
sona enferma, sino también para un sector amplio del
cuidado a la salud, que incluye la prevención del daño
y la recuperación e integración de la persona a su vida
social y familiar. Para que las licenciadas en Enfermería
puedan entender y atender al ser humano en todas sus
esferas biopsicosociales y, por lo tanto, a la sociedad en
su conjunto, requieren una formación compleja que in-
volucra desde la aplicación del proceso administrativo,
la planeación de proyectos para atender la salud de la so-
ciedad, pasando por el cálculo de insumos y dispositivos,
cálculo y gestión de capital humano de acuerdo a la com-
plejidad del servicio que se requiera otorgar, la gestión
de los programas y la retroalimentación de los mismos
para alcanzar los objetivos planteados, así como trabajar
planes especializados para que, en conjunto con la comu-
nidad, se prevengan las causas que generan enfermedad.
En la actualidad, con base en la gestión de proyectos exi-
tosos en todo el país y en diversos escenarios, tales como
la coordinación de servicios de salud estatales, la Direc-
ción General de Calidad y Educación en Salud, candida-
turas en puestos de elección popular para participar en
la creación de políticas públicas, entre otras, las licen-
ciadas en Enfermería han demostrado que están prepara-
das para los retos directivos que el sector salud presenta
en una sociedad intercomunicada a nivel global, cuyas
directrices mundiales en temas de salud se convierten
en indicaciones de aplicación inmediata para cualquier
país. Asimismo, las enfermeras del siglo XXI cuentan
con las competencias profesionales para llevar a cabo la
tan ansiada transición de convertir la salud curativa (de
alto costo y complejidad), en un sistema de salud enfo-
cado en el primer nivel de atención, cuya prioridad sea
la prevención y la promoción de hábitos saludables en la
población, lo que no sólo abatiría los costos en temas de
salud, sino que prepararía a la población para una vida
más saludable y feliz, así como para las contingencias
que eventualmente se presenten.
Es el momento en el que los tomadores de decisiones
deben dar oportunidad a que los profesionistas del área
Lecciones, recomendaciones y propuestas: y ahora ¿qué sigue?
de la salud competentes, como es el caso de las licen-
ciadas en Enfermería, participen en la planeación y ges-
tión de los planes y programas sanitarios de este país;
es momento de cambiar paradigmas y permitir que estas
profesionistas con formación integral en administración
y optimización de insumos, gestoras de grandes grupos
de capital humano, educadoras y capacitadoras por natu-
raleza, desarrollen sus competencias en beneficio de la
salud de la población (OPS. 2018).
Derechos humanos en el personal de salud
La Enfermería es una disciplina que tiene como su objeto
de estudio el cuidado a la salud de las personas, tiene su
origen en el altruismo y en la compasión por el
cuidado de los enfermos, siendo históricamente el géne-
ro femenino el que se ha dedicado a brindar dicho servi-
cio. Bajo este contexto, la sociedad en su conjunto pue-
de tener una idea equivocada de las obligaciones y los
derechos de las y los enfermeros; en muchos escenarios
pareciera que es una obligación del personal de Enfer-
mería aceptar malos tratos por parte de los pacientes y de
sus familiares, e inclusive de sus compañeros de trabajo
de otras disciplinas, situación que puede también estar
influenciada por una cultura machista y de sometimien-
to al género femenino, entendiendo que en la actualidad
Enfermería sigue siendo una profesión en donde la gran
mayoría son mujeres.
Las enfermeras, apoyadas por diversas autoridades gu-
bernamentales, deben buscar los espacios en los que se
promuevan los derechos que tienen y que se deben respe-
tar por la comunidad. En una sociedad que se debe con-
ducir con valores, el respeto a quienes otorgan servicios
de salud debe ser fundamental; todos los medios de co-
municación y las autoridades gubernamentales, en con-
junto con los trabajadores de la salud, deben trabajar a
favor de una percepción social de respeto a los derechos
humanos de las enfermeras, en la que se resalte que nin-
guna persona tiene derecho a ofender, a maltratar, acosar
o discriminar a las profesionistas que cuidan al ser huma-
no en sus momentos más difíciles: desde el nacimiento
hasta la muerte. Así mismo es necesario reforzar y hacer
cumplir la penalización a quien incurra en la violación a
los derechos humanos de las enfermeras.
En este mismo sentido, las y los enfermeros, así como
todos los trabajadores del área de la salud, al estar ex-
puestos de manera cotidiana al dolor de las personas, a
la ira, a la depresión y a la muerte, deben tener derecho
a la contención psicológica que les ayude a su bienestar
emocional (Álvarez, et al., 2021); inclusive, por el bien
192
del paciente y por la calidad de los servicios, ya que es
bien sabido que los profesionales de la salud que sufren
agotamiento y estrés, difícilmente van a otorgar servicios
de calidad.
Referencias
Álvarez Reza, A., Flores Olivares L. A., Fernández López M.,
Durán-Oyarzabal C. E., Hernández Granillo, P. y Tapia Ortega, E.
(2021). Depresión y síndrome de Burnout en personal de salud durante
la contingencia sanitaria por Covid-19. INSP. 63(2), Mar-Abr 2021.  ht-
tps://www.saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/12203 DOI:
https://doi.org/10.21149/12192
Dirección de Enfermería Unidad Temporal COVID-19
(2021a). Manual Organizacional de la Dirección de Enfermería, Tomo
I (Ms)
Dirección de Enfermería Unidad Temporal COVID-19
(2021b). Informe de Subdirección Administrativa, (Ms)
Fundación Carlos Slim. (2021). Modelo de Gestión de la Unidad
Temporal COVID-19. Salud Digital. https://saluddigital.com/en/uni-
dad-temporal-manual-y-videos-de-procedimientos/
Guzmán, C. (2021, junio 11). Unidad Temporal COVID-19 Ci-
tibanamex permitió salvar a 8 mil 548 pacientes. Capital 21. https://
www.capital21.cdmx.gob.mx/noticias/?p=22885
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura [Unesco] (2020, diciembre 16) COVID-19: Pro-
blemas sociales y psicológicos en la pandemia.  https://es.unesco.org/
news/covid-19-problemas-sociales-y-psicologicos-pandemia
Organización Panamericana de la Salud [OPS] (2018,
mayo10).  OPS insta a ampliar el rol de las enfermeras en la aten-
ción primaria de salud. Washington,DC.   https://www3.paho.
o rg / h q / i n d e x . p h p ? o p t i o n = c o m _ c o n t e n t & v i e w = a r t i c l e & i-
d=14325:paho-calls-on-the-role-of-nurses-in-primary-health-ca-
re-to-be-expanded&Itemid=1926&lang=es
Pérez, López M. T., Damián Yáñez L., Luna R. M., Solís Borja,
D., Camarillo López, A., Sánchez Lino, M. T., Baños Monroy M. E. R.
y Bello Aguilar, R. M. (2009). Intervención del profesional de Enfer-
mería durante la contingencia de Influenza AH1N1, en el Instituto Na-
cional de Enfermedades Respiratorias. Revista Enfermería Universitaria
ENEO-UNAM. 6(5), 7-14.
Polack, A. V., Martínez Silva, S., y Ramírez Chaparro, C.
A. (2019). Las asociaciones público-privadas como instrumen-
to de gobernanza colaborativa: apuntes para el debate y retos para
la gestión. Reflexión Política, 21(43) https://www.redalyc.org/jour-
nal/110/11063245009/html/ DOI: 10.29375/01240781.3730
Secretaría de Salud. [SSA] (19 de diciembre de 2018). Progra-
ma Nacional de Enfermería. Nursing Now México. http://www.cpe.sa-
lud.gob.mx/site3/programa/nursing_now_mexico.html
193 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Testimonios 194

Testimonios
1. Enfermería como piedra angular en el
cuidado de pacientes COVID-19, experiencias
vividas en la UTC-19.
Mario Alberto Teodosio Tereso
Como bien sabemos, la Enfermería es la ciencia que se
encarga del cuidado de las personas, ya sean sanas (lo
que conocemos como promoción y prevención de la
enfermedad), y personas enfermas o incapacitadas para
realizar sus actividades (el proceso salud-enfermedad).
Es una profesión que tiene autonomía para llevar a cabo
sus intervenciones, sin embargo, también participa con
el equipo multidisciplinario con el mismo objetivo: la
recuperación del paciente. Adicionalmente, Enfermería
posee un plus porque es el área profesional que interac-
túa y mantiene contacto con los pacientes de manera
directa, por lo que nuestros cuidados son integrales y
holísticos. Tenemos la habilidad y las herramientas para
conocer a la persona en sus esferas biopsicosociales y
hacemos intervenciones que no sólo mejoran su estado
de salud física, sino también, potencialmente, la parte
emocional. En tanto que nosotros tratamos con respues-
tas humanas, estamos obligados a tener conocimientos
de las demás áreas de la salud que permitan ofrecer un
servicio de calidad, pero sobre todo con calidez.
La emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 es un par-
teaguas en la atención de pacientes, ya que al principio
se desconocía el tema, el tratamiento y las intervencio-
nes hacia las personas involucradas, sumado a que los
enfermos se veían involucrados en una hospitalización
“diferente” a lo habitual, en la cual deberían permanecer
aislados sin ningún tipo de comunicación con sus seres
queridos, lo que por supuesto se veía reflejado en su es-
tado de salud física y emocional. El no conocer al perso-
nal que los atendía por todo el equipo de protección, que
sólo permitía ver los ojos y ubicarlos por la voz, marca
un antes y un después en la percepción de la Enfermería.
Aquí quiero platicar algunas de las múltiples experien-
195 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
cias que he vivido dentro de la Unidad Temporal CO-
VID-19: desde las diferentes áreas con las que cuenta
y el impacto que tiene el gremio de Enfermería en la
atención de estos pacientes; desde su ingreso hasta su
egreso hospitalario. Cuando ingresé a la Unidad Tempo-
ral COVID-19 en Citibanamex, mi servicio asignado fue
la unidad de cuidados intensivos de la Sala D. En este
servicio, la gran mayoría de los pacientes están graves
y requieren cuidados especializados para poder vencer
la enfermedad y recuperar la función respiratoria prin-
cipalmente (siempre y cuando no existan agregados); la
primera impresión que me llevé al entrar a esa terapia
fue de asombro, ya que no podía creer cómo se podían
mantener 64 pacientes bajo ventilación mecánica inva-
siva, y el mar de gente que se encontraba en esa sala
atendiendo, principalmente enfermeras y enfermeros.
Al atender pacientes críticos debemos tener los cono-
cimientos básicos de ventilación mecánica, sedación,
analgesia y vasopresores, para poder brindar confort a
una persona, supliendo completamente sus necesidades
fisiológicas. El apoyo emocional es la parte fundamen-
tal, ya que el paciente se encuentra sedado, pero escu-
cha, siente cada uno de los estímulos que se le brindan.
Acostumbro hablar con el paciente, a informarle las in-
tervenciones que le voy a realizar, darle ánimo para que
supere el momento adverso que está viviendo, aunque
algunas personas lleguen a creer que estoy loco. En la
parte asistencial somos fundamentales para que el mé-
dico pueda realizar procedimientos de manera segura y
oportuna, ya que sin Enfermería sería un caos la aten-
ción. Me encantó aportar la experiencia adquirida, ya
que en ese momento yo atendía pacientes críticos y, por
lo tanto, no se me dificultaba brindar esa clase de cuida-
dos que engloba al enfermo como un todo y en el que
considero tenemos un mayor campo de acción. Me fue
muy grato pertenecer al equipo de la terapia intensiva
porque desarrollé muchas habilidades nuevas, transmití
el conocimiento que yo tenía y, por supuesto, aprendí de
los demás colegas, los cuales siempre se comprometie-
Testimonios 196
ron. Por fortuna, muchos de los pacientes salieron ade-
lante y migraron a los demás servicios a seguir con su
recuperación.
El siguiente servicio por el que roté como apoyo, fue
hospitalización de la Sala B y de la Sala C que en ese
entonces era un servicio con mucha carga de trabajo,
ya que el indicador enfermero-paciente rondaba entre
ocho y 10 pacientes; realmente al principio me parecía
un servicio muy pesado. Este servicio tiene la particu-
laridad que contaba con los dos tipos de pacientes: los
que iban de “salida” y, que, por su mejoría, pasaron por
terapia intensiva y restablecieron su estado de salud; y
los que iban “entrando”, quienes vivían con incertidum-
bre su ingreso a la unidad y todo lo que podría pasar
durante su estancia.
Este servicio me aportó algo sumamente importante
en el ámbito profesional y personal: el trato humano.
Simplemente poner atención a las historias de nuestros
pacientes o brindar apoyo emocional hacían sus días
menos grises en la unidad; ellos nos veían, o nos ven,

como ángeles, dicho por decenas de ellos. Salían fas-
cinados con nuestro conocimiento y nuestros cuidados,
reflejaban una cara de agradecimiento y felicidad que
no tiene comparación, y para mí ese semblante habla de
que hicimos buen trabajo. Salía muy cansado, pero muy
satisfecho de poder contribuir con la causa y de ver los
egresos tocando la campana de la victoria con un agra-
decimiento infinito para todo el personal de la unidad,
especialmente para las enfermeras y enfermeros.
Algo que es muy importante, y que revolucionó la hos-
pitalización aislada, fue la implementación de dispositi-
vos móviles, con los cuales los pacientes se mantenían
entretenidos y comunicados con sus seres queridos;
estos impactaban en la recuperación y en los deseos
de superar esa adversidad, ya que podían enterarse de
cómo estaba la situación afuera de la unidad temporal
en ese momento. El siguiente servicio destino al cual
llegué, fue a Alto Flujo; en específico, al servicio de
C7, en el que se atienden pacientes provenientes de Te-
rapia Post Intensiva, en su mayoría con oxigenoterapia
simple. Cuenta con un área donde hay pacientes que se
encuentran en aislamiento por sobreinfección de alguna
bacteria; algunos de los enfermos vienen con secuelas
como: debilidad muscular por reposo prolongado, des-
orientación, delirium por efecto de opiáceos, problemas
gastrointestinales y disfagia severa a consecuencia de
la cánula orotraqueal que ocuparon durante su estancia
en la terapia intensiva. Este servicio me llama mucho la
atención, ya que las intervenciones de Enfermería y del
equipo multidisciplinario consisten en rehabilitar a las
personas para que regresen a su vida cotidiana, satisfa-
ciendo sus necesidades y regresando a su independencia
total. En esta área es impresionante cómo los pacientes
te platican todas las experiencias que vivieron desde que
enfermaron de covid: el impacto emocional, físico, in-
certidumbre, preocupación por sus familiares, necesidad
de atención hospitalaria, y cómo eso les iba a cambiar la
vida a futuro. Algunos pasaron por todas las áreas de la
unidad temporal; cuando fracasó el tratamiento, termi-
naron en terapia intensiva; se debatieron entre la vida y
la muerte y afortunadamente salieron.
Algunos relatan las sensaciones que tuvieron al estar se-
dados: escuchaban a la gente que se encontraba en el ser-
vicio, sentían cuando los tocaban y brindaban palabras
de aliento. Unos cuantos pudieron “hablar” con sus fa-
miliares ya fallecidos, los cuales les decían que todavía
no era su tiempo de partir. Algunos más lo describieron
como una pesadilla y lo peor que les pudo haber suce-
dido. Todos ellos fueron unos guerreros al poder vencer
197 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
ese estado; muchos al despertar se enteraron que fami-
liares suyos habían fallecido por la misma causa. Nos
dimos a la tarea de dar contención emocional, ya que
el paciente corría riesgo de deteriorarse y caer en de-
presión. Lograron egresar todos los pacientes a nuestro
cargo y eso me da una enorme satisfacción por haber
hecho las cosas bien; todos mis compañeros han puesto
su grano de arena para lograr que esto se convirtiera en
una realidad. El 95% del personal es gente joven, que,
sin importar la adversidad, se atrevió a hacer el cambio,
pues estar en primera línea no es fácil. Nosotros también
nos cansamos y nos agotamos; sufrimos con nuestros
pacientes; reímos con ellos; nos preocupamos por las
personas que queremos para que nunca vivan esa situa-
ción; incluso, tratamos de cerca con la muerte. Todo esto
ha valido la pena cada minuto y cada cuidado que hemos
ofrecido a nuestros pacientes ha sido con empatía, buena
vibra, interés y conocimiento incluido.
Estoy eternamente agradecido con la oportunidad que se
me dio de pertenecer a este excelente equipo de trabajo.
Me llevo mucho aprendizaje, nuevas habilidades, madu-
rez personal y profesional, buenos compañeros y ami-
gos, los consejos y agradecimiento de los pacientes, y lo
que ha logrado la Enfermería en este año de pandemia
cuando se convirtió en una piedra angular en el cuidado
de los pacientes. ¡Mi respeto y admiración a todo el per-
sonal que labora en la UTC!
2. Experiencia como personal de primera línea
en la UTC-19
Teresa Cabrera
Mi carrera profesional inicia hace 22 años; estudiaba y
trabajaba en una agencia de Enfermería privada, donde
mi función principal era la de la atención del cuidado
en domicilio para adultos mayores y niños. Concluyo la
Licenciatura en Enfermería y Obstetricia en la Escuela
Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM. In-
cursiono en el área geriátrica en la coordinación clínica
de una institución para pacientes con Alzheimer duran-
te cuatro años; posteriormente me integro a las filas de
una importante empresa de equipos y tratamientos para
el paciente con enfermedad renal durante cinco años.
Tengo la oportunidad de colaborar como docente en Ins-
tituciones públicas y privadas —Cruz Roja Mexicana,
ENEO, ESEO, UNITEC — y más tarde me incorporo al
sistema de salud del Estado de México, (Hospital Gene-
ral Naucalpan ISEM), con una antigüedad de más de una
década adscritita al servicio de urgencias y en terapia
intensiva de la unidad.
Testimonios 198
Como enfermera operativa de dicha institución, me ha
tocado ver de todo: la llegada de un ser humano, escu-
char su primer llanto, padecimientos agudos y letales
para la vida, así como crónicos, y ver el último suspiro
de vitalidad de pacientes a quienes les llegó el momento
de partir de este plano terrenal.
En abril del 2009 por primera vez me atemoriza el papel
profesional que desempeño, ya que un virus nos aqueja
y pone en jaque temporalmente el sistema de salud: el
virus de la Influenza AH1N1, que es el preámbulo de
todo el protocolo institucional y personal que modifica
mi perspectiva como enfermera. El virus me demuestra
lo vulnerables que podemos llegar a ser ante el descono-
cimiento, falta de organización y retraso en la respuesta
emergente de atención.
Diez años transcurrieron desde aquel sentimiento de
miedo y vulnerabilidad, para de nuevo sentirlos: justo
el 28 de febrero del 2020, día en que celebraba mis 41
años, tras pasar un día de relajación por tan emblemático
motivo. Por la tarde, al ver el televisor, una noticia atra-
pa mi atención: primer caso detectado de coronavirus
COVID-19 en nuestro país; una sensación de discreta
angustia, como aquella que experimenté años atrás me
eriza la piel, y atenta presto atención. No lo puedo negar,
pasé la noche pensando cómo deberíamos prepararnos,
ya que los antecedentes en el país de China no eran alen-

tadores.
Durante los siguientes 48 días, en el hospital donde
trabajo, ya nos preparaban con protocolos a seguir, me-
didas y recomendaciones al por mayor, ya que era de
esperarse participaría, como personal de primera línea,
en una guerra que aún no sabía cómo se desarrollaría.
Empecé a buscar por medio de las plataformas digitales
información sobre el tema; esto no se trataba de un pade-
cimiento habitual y no conocía a profundidad el mismo.
He de reconocer, al tener cada vez más conocimiento
y de seguir al pie de la letra las recomendaciones que
nos daban sobre medidas de seguridad que deberíamos
llevar, que empieza una sensación de confort y me con-
duzco con normalidad en mis rutinas habituales. Pero
lamentablemente empecé a ser víctima de distinción por
parte del equipo de trabajo del hospital donde laboro:
retirarse de la mesa del comedor al pasar a cenar, soli-
citarme no presentar a los pacientes personalmente sino
realizarlo vía telefónica. Todo por ser parte del personal
adscrito a urgencias y en ese momento dedicada en todo
momento a la atención del paciente con COVID-19.
Comentarios nada fundamentados en el transporte pú-
blico al verme con uniforme; ya existía evidencia de
agresiones a colegas por parte de algunas personas. Sin
embargo, nada afectó la permanencia y la constancia en
el plano laboral. El 19 de abril recibo la llamada de uno
de mis mejores amigos, y gran mentor, quien tiene tras-
cendencia importante en mi vida profesional; intercam-
biamos opiniones sobre este alarmante tema, la curva de
casos registrados estaba al alza; es en esta conversación
en la que me comparte la propuesta de integrarme a un
equipo de expertos en el área de salud, que se estaba
convocando para unirse a las filas de la Unidad Tempo-
ral COVID-19 en Centro Citibanamex.
Un hormigueo y sensación de júbilo recorre mi ser,
no dudo ni un minuto en aceptar la invitación. Al día
siguiente, a primera hora, salgo rumbo al Centro Citi-
banamex. Al llegar a este impresionante centro, espero
pacientemente a ser recibida por las autoridades para la
entrevista de trabajo; en esa espera pasan miles de cosas
por mi cabeza, pero la principal, el deseo de ser parte del
equipo, que, sin lugar a dudas, tendría un gran reto y una
enorme responsabilidad.
El 20 abril, mi primer contacto con la Maestra Reyna
Albertina Rosas Loza causó una grata sorpresa. La co-
nozco por su trayectoria académica en la Escuela de
Enfermería y Obstetricia (ENEO-UNAM); ella es la
asignada como directora de Enfermería del Centro Ci-
199 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
tibanamex, y es quien me entrevista y da su visto bueno
para reclutarme. Mi asombro se acentúa cuando me dice
que ese mismo día empiezo labores. La primera función
asignada fue coordinar, en conjunto con mi compañera
Mónica Ramírez, la capacitación en materia de Equipo
de Protección Personal (EPP) al personal que se con-
trataba. Ya sobre la marcha, participé en la planeación
e integración de equipos para las áreas que conforman
la unidad (hospitalización, terapia intermedia, terapia
intensiva) y en la metodología de los procedimientos y
normatividad a seguir.
Termina la primera fase de construcción de este centro.
Queda lista y totalmente equipada la Sala B, donde se
ofrecerá la atención hospitalaria para pacientes conta-
giados de COVID-19. Al cruzar la puerta del donning,
que quiere decir, ponerse el EPP conocido también como
transfer, un escalofrío y sensación de temor se apodera
de mí; simultáneamente, inmensa tristeza, por lo impre-
sionante de su estructura, ya que nunca había visto le-
vantarse tan rápido una Unidad Temporal así. Mi mente
imaginó por un momento todas esas camas ocupadas
con pacientes en un estado avanzado de la enfermedad,
personal sin darse abasto para la atención, como una pe-
lícula de guerra. Fue ese momento el que me aterriza y
me sensibiliza sobre la enorme batalla que estaba por
empezar. La responsabilidad, el compromiso, el tener
clara y firmemente la vocación de servicio por el próji-
mo; pero, al mismo tiempo, el aislamiento personal, el
cambio de rutina y de hábitos, sin embargo, como buena
guerrera no permití que el miedo me dominara y asumí
el reto. Me felicité por ser parte de este gran equipo e
iniciar este proyecto; casi simultáneamente una voz de
mi interior me dijo: “calma, no temas, estás preparada
para esto, 22 años de experiencia profesional te avalan,
llegaste hasta aquí, así que a trabajar”.
Se anuncia oficialmente la inauguración de este centro
temporal y con ello la visita de las autoridades guber-
namentales, que realizan un recorrido para dar fe y le-
galidad del avance y la conformación por áreas de esta
Unidad Temporal; con 234 camas para hospitalización y
ocho para terapia respiratoria avanzada, da inicio a esta
primera fase. Oficialmente el día 29 de abril abre sus
puertas a la población y con ello el momento más espe-
rado: “la llegada del primer paciente”; es el 30 de abril,
fecha que sería el arranque del mayor reto profesional
que estaba por dar inicio.
Un día después, se me encomienda una segunda tarea:
estar a cargo de la terapia intensiva, servicio que sin
duda en ese momento se visualizaba como área funda-
Testimonios 200
mental y de gran impacto. Con sólo dos pasantes de En-
fermería, iniciamos la programación de lo que sería el
protocolo de ingreso, la permanencia del paciente y los
procedimientos de alta especialidad que se ofrecerían;
además, la integración paulatina de personal que se su-
maría y formaría parte de un simbólico ejército.
Sin lugar a dudas, mi primera barrera fue el uso del EPP,
traje tipo tyvek, cubrebocas N-95, doble par de guantes,
goggles botas, etc. Debo reconocer que tardé casi una
semana en adaptarme, pero no debía flaquear. Recuerdo
bien ese primer día en Terapia Intensiva, transpiré como
nunca, hasta salir completamente bañada de sudor; ini-
cialmente sentía la sensación de asfixia, con el uso per-
manente de mascarilla facial y el empaño constante de
los goggles y la torpeza de mis manos por el doble cal-
zado de guantes. En múltiples ocasiones estuve a pun-
to de quitarme la protección facial para poder respirar,
pero al pensar que una omisión en la protección por mi
parte comprometería no sólo mi salud, sino la de mi fa-
milia, no lo hice. Tener la necesidad de acudir al WC
fue por semanas mi martirio, por lo que implicaba quitar
y volver a colocarme el equipo. El aumento gradual de
pacientes, y con ello, el aumento de responsabilidades
e intervenciones fueron un motivo determinante para
adaptarme lo más pronto posible. En ocasiones me dete-
nía a tomar cinco minutos y realizar ejercicios de respi-
ración que me relajaban; para ese entonces, en el mes de
mayo, ya se sabía de personal operativo que empezaba
a ser hospitalizado y ese temor era más grande que la
incomodidad del equipo, así que así sin más aprendí a
vivir y a convivir con ello.
Esto no sólo me pasaba pese a mi sentir, era mi obliga-
ción ser el ejemplo, soporte y guía para las enfermeras
que tenía a cargo, ya que algunas llegaron a presentar
momentos de pánico. Trabajar durante ocho horas bajo
estas circunstancias fue de lo más complicado, sin em-
bargo, como todo profesional, el personal se adaptó con
rapidez.
Recuerdo al primer paciente que ingresó al servicio de
terapia, un caso de particular gravedad. En él se refleja-
ría toda mi experiencia, el carácter, dominio del estrés
y, lo más importante, la comunicación efectiva entre el
equipo de trabajo para sincronizarnos en un fin común:
aplicar la metodología y normatividad que trabajamos;
al cabo de un par de días ya teníamos la sala ocupada al
100%, y de ahí un sin fin de casos por atender, de apren-
dizajes y experiencias.
El 14 de septiembre se abre la Sala C, con un crecimien-
to de ocho a 20 camas para manejo de Terapia Intensiva,
12 camas para terapia en Sala B, así como aumento de
camas en hospitalización que estuvieron listas para no-
viembre y diciembre, la ola más fuerte de ingresos, que
se presentó en 2020. Permanentemente, tanto en hospi-
talización como ambas salas (B, C), había un flujo de pa-
cientes que parecía interminable, pero con ello el inicio
de nuevas áreas que, sin lugar a dudas, hoy marcan un
extra en las intervenciones médicas y de Enfermería. Se
destaca el plan de alta, como función de Enfermería, de
los pacientes que egresan a domicilio por mejoría; na-
cen las Ludotecas en ambas salas (B, C), un espacio de
color y toque de alegría que minimiza los sentimientos
de tristeza y depresión y sirve a muchos pacientes como
distracción. Se integran los equipos de trabajo de fisiote-
rapeutas, quienes ofrecen rehabilitación a los pacientes
de la unidad, así como el crecimiento de los tratamien-
tos de alta especialidad como la terapia hemodiálisis de
rescate, traqueotomías, y gastrostomías se suman a un
manejo cada vez más complejo, y con ello un aumento
en la organización.
Así como tengo presente al paciente número uno que
llegó a esta unidad, no olvidaré al primer paciente que
ingresó a la Terapia Intensiva; mucho menos, a ese pri-
mer paciente que pierde la batalla tras semanas de ser
hospitalizado dentro de esta institución. Una sensación
compartida de tristeza, y hasta cierto punto de frustra-
ción o de fracaso, invadió el entorno laboral. No perde-
ría la oportunidad de ser la primera en preparar a este ser
que se despide de nuestro entorno terrenal.
La procuración del cadáver es un ritual que hasta hoy
día practico con mucho respeto. Hoy visualizo la muerte
como el real momento de trascender, esa partida de este
plano terrenal a un plano espiritual; es como si al presen-
tarse, el alma deja un homenaje al sol en su tránsito por
el cielo, hasta llegar al cenit para poder convertirse en
colibríes y gozar de una vida eterna.
Lo más doloroso de este punto es el momento de con-
frontación con la familia. Por cultura el temor a la muer-
te es parte del día a día en la sociedad, mientras que la
muerte para el enfermo puede ser la oportunidad de des-
canso y pérdida del sufrimiento. En esta unidad se tiene
un área de orientación y apoyo a los familiares que han
perdido a su ser amado. A diferencia de lo que se hace
en el sector salud, aquí se cuenta con un equipo de es-
pecialistas que preparan psicológica y emocionalmente
a los familiares. Al fallecer el paciente hay un código
que se activa, denominándolo así, proceso de recono-
cimiento del cadáver. Creo que este es el momento más
 201 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

difícil para cualquier persona. No conmoverse ante el su- de mayor sobrecarga, por lo complejo del manejo clí-
frimiento ajeno es simplemente imposible. nico, sin embargo, tener claro que este es sólo un paso
transitorio y con ello la evolución y oportunidad de cre-
Se concluye la tercera fase de la unidad la Sala D, y con
cimiento profesional me conforta. Reconozco la despe-
ello mi mejor sabor de boca desde el inicio de este pro-
dida que organizaron mis compañeros; fue un momento
yecto. El 28 de diciembre, apertura de la Terapia Inten-
verdaderamente emotivo. La jornada transcurrió como
siva más grande, no sólo de la Unidad Temporal sino,
todos los días; al terminar de realizar el enlace de la guar-
me parece, del país. Sala que cuenta con 54 camas equi-
dia nocturna, reúno a los subjefes y líderes del área, les
padas y 10 cubículos asignados para pacientes aislados,
comparto las nuevas indicaciones emitidas por parte de
en su mayoría adaptadas para realizar tratamientos de
Dirección de Enfermería y les doy a conocer al personal
hemodiálisis si así fuera necesario. Equipo biomédico
que suple hasta ese momento el lugar que ocupo.
suficiente y la llegada del tomógrafo con 16 tipos de cor-
tes que marcan el complemento perfecto. Un total de 64 Justo antes de terminar el turno, solicitan mi presencia en
camas que, como en un inicio, no duró más que un par de la Sala D1 de Terapia Intensiva y, al acercarme al grupo
días para que esta se encontrara ocupada en su máxima de enfermeras que se encontraban en el sector uno, veo
capacidad. los semblantes de alguna de ellas con expresión de tris-
teza y una que otra con ojos vidriosos, a punto del llanto.
El traslado de pacientes intubados que se encontraban en
Mi sorpresa se convierte en alegría cuando veo una pan-
la sala B y C, los cuales serían alojados en la Sala D, fue
carta elaborada con hojas blancas y una hermosa frase de
un momento épico. La correcta coordinación de todos
despedida, plasmando el agradecimiento y respeto que
los equipos de trabajo y la disposición del personal de
no sabía hasta ese momento que tenía. El equipo de sub-
todos los turnos para realizar esta tarea tuvo como resul-
jefes y de líderes, así como las enfermeras adscritas al
tado que en menos de 48 horas los pacientes estuvieran
área de mezclas dentro de terapia, me invitan a realizar
instalados; incluso, el ingreso de pacientes candidatos
mi último pase de vista; recorrimos las dos salas: desde
a terapia fue casi simultáneo. El equipo a mi cargo au-
la cama 1 hasta llegar a la número 64. A mi paso, aplau-
mentó de 20 enfermeras a más de 80, sólo en el turno
sos, porras y buenos deseos acompañaban una de mis
matutino; no fue ni es trabajo fácil, sin embargo, aquí la
canciones favoritas, “We Are the Champions” de Queen,
muestra no fue imposible. Cerramos el año de 2020 aún
que armonizaba como fondo musical. Cómo describir tan
sin saber cuánto tiempo permaneceríamos en la unidad.
hermoso momento, simplemente me quedé sin palabras,
El primero de enero inició un nuevo ciclo sin festejos ni
con un gozo en mi corazón como desde hace mucho no
reuniones familiares. Y no es esto lo que me aflige mo-
sentía. Saber que mis compañeros me despedían como
mentáneamente, sino ver la nostalgia de pacientes de no
un líder ejemplar fue de las satisfacciones más hermosas
poder estar en casa con sus familiares en una fecha tan
con las que me quedo.
conmemorativa.
El 3 de febrero me integro al equipo de Gestión del Cui-
Al prepararme para iniciar un día más de trabajo, desde la
dado, que pertenece a la subdirección de Enfermería, con
entrada observo nuevamente lo inmenso de esta unidad,
el objetivo de organizar, supervisar, evaluar y promo-
la cantidad de pacientes y de personal que la integran.
ver el cuidado de los pacientes como auditora de cali-
En ese momento me encomiendo al universo, como cada
dad; alternando como colaboradora en la coordinación
día, para tener la sabiduría de conducir a mis compañe-
del Cuidado Holístico en la planeación de cuidados de
ros y no perder la precisión en los procedimientos que
Enfermería a pacientes en Cuidados Paliativos, una gran
realizo. Respiro lentamente, me cargo de pensamientos
oportunidad de desarrollar habilidades agregadas al área
positivos, me coloco el equipo de protección personal e
operativa.
inicio labores de rutina, no antes sin agradecer por un día
más de trabajo, ya que enero y febrero se destacan como Sin lugar a dudas, el momento más emblemático y de
los meses de mayores ingresos en la unidad. mayor sensación de satisfacción es ese instante cuando
suena “la campanita”, elemento colocado para notificar
Cambios importantes en la plantilla de Enfermería, 31
el alta a domicilio por mejoría de un paciente hospita-
de enero última guardia como jefe de Terapia Intensiva.
lizado en esta unidad. Es el momento de júbilo compar-
Acontecimiento que enlista sentimientos encontrados,
tido entre todos los que integramos esta unidad; ver el
en los que no podían faltar las fases del duelo. Fueron
rostro feliz del paciente, el emotivo reencuentro con sus
10 meses ininterrumpidos al frente de una de las áreas
familiares que lo esperan en casa y las interminables ben-
Testimonios 202
diciones que nos envían, son de las muestras más her-
mosas con las que me quedo. Saber que día a día aporté
un granito de arena para llegar a este momento, me deja
completamente satisfecha y en paz.
En ese sentido, pienso que como enfermeras hay que
encontrar un punto de equilibrio entre los deberes y las
responsabilidades, puesto que está comprobado que una
vez hecho esto, se convierten en privilegios y éxito. La
clave no es necesariamente acerca de cuánto tiempo se
pasó interactuando con el paciente, sino cómo se utiliza
el tiempo que se tuvo con ellos. Me parece que cuando
como profesional cambias el enfoque, se convierte en
algo más positivo y conduce a mejores resultados.
Agradezco a quien confió en mí para esta gran misión, a
quien me otorgó un voto de confianza, a quien me delegó
la responsabilidad de planear y coordinar a un enorme
ejército de profesionales que me permitieron ser parte
de una experiencia inigualable. Mi reconocimiento para
aquellos que me enseñaron que las cosas aún no están
escritas en su totalidad, que la vida y la salud están pre-
sentes y nos puede cambiar así de pronto.
Esta pandemia no sólo confinó a la población, modificó
el estilo de vida de la sociedad y algunos perdieron la
vida en cumplimiento de su trabajo. Además, me deja
lecciones de superación y una gran capacidad de adap-
tación.
Me enseña una nueva normalidad con la que debo con-
ducirme, lo difícil que es estar separada de la naturaleza,
lo valioso que es contemplar un amanecer, un atardecer,
el valor de tener cerca a la familia, los amigos, tu pare-
ja, la importancia de un abrazo. Me hace valorar cada
día lo grande de la libertad, a reflexionar que la salud
y la calidad de vida no dependen de las empresas ni de
instituciones, lo diminutos y vulnerables que somos en
comparación con la naturaleza y, una vez más, la impor-
tancia de vivir.
3. ¿Alguien me puede decir qué se hace en una pan-
demia?
Guillermina Silva Monroy
Al inicio de la epidemia me inquietaba mucho saber:
¿cómo serían los pacientes?, ¿qué había que hacer dis-
tinto del resto de personas que había atendido desde que
empecé mi camino laboral? Se nos decía que bastaba con
lavarnos las manos en todo momento, ya que según las
autoridades gubernamentales y hospitalarias el virus mo-
ría con jabón, pero si eso era cierto ¿por qué las enferme-
ras de China se forraban con trajes que nunca en la vida
había visto?; se cortaban el cabello unas a otras porque
ellas no eran capaces de hacerlo, ¿para qué hacían todo
eso si la solución era sencilla?
Pasaron las semanas y el virus recorría países de todos
los continentes; llegó a México y me preguntaba: ¿en qué
momento los jefes de servicio nos mandarían llamar para
advertirnos que estábamos ante una emergencia? Tenía la
idea de que sería así porque recordaba que, siendo yo una
estudiante de primaria, el director de mi escuela se tomó
el tiempo para pasar salón por salón a informarnos que
las Torres Gemelas habían sido atacadas por un grupo
terrorista. Y aunque honestamente a esa edad no com-
prendía todo lo que eso conllevaba, ni las razones del
director para informarnos eso, sí entendía que se trataba
de una situación tensa que ameritaba estar alertas; así que
teniendo como precedente ese recuerdo, yo imaginaba
que eso sucedería, finalmente ¡era nuestra primera pan-
demia para muchos y en la escuela no nos advierten que
podríamos enfrentar un suceso así!
Cabe mencionar que la primera ola de contagios la viví
en un hospital público del Estado de México que no lle-
ga a las 100 camas, no tiene área de cuidados intensivos
y para entonces sólo teníamos dos ventiladores y quizá
20 tomas de oxígeno. Ante ese panorama mi lógica era:
este hospital está a salvo del COVID-19, no tiene la ca-
pacidad de atender a esos pacientes. Creo que pasó una
semana en la que, a pesar de saber que ya había casos en
México, para ese hospital todo estaba como antes, o al
menos eso parecía. Después empezaron a visitarnos las
primeras personas sospechosas de la enfermedad, pero
¿serían así los pacientes?, ¿quién podría estar seguro?
Quizá sólo el tiempo nos enseñaría a identificarlos.
Empecé a ver cómo los colegas más experimentados se
iban de resguardo, ya fuera porque la edad los ponía en
situación vulnerable o por enfermedades que padecían;
así, con este éxodo, nos quedábamos los más jóvenes, lo
que se tradujo en poco personal activo.
Junto con otro compañero fui asignada al servicio de Ur-
gencias, la única área que habían habilitado en ese hospi-
tal para los pacientes con covid; como sólo éramos dos,
cuando llegaba un paciente y no tuviéramos que ocupar
equipo de protección personal (EPP) extra, optábamos
porque uno se quedara exclusivamente con los pacientes
covid y el otro con el resto del servicio. Honestamente la
mayoría de las veces no funcionaba esa estrategia por-
que en cada guardia, además de los pacientes infectados,
teníamos hasta 15 pacientes más con otras enfermeda-
des que demandaban muchos cuidados. Como ya dije,
no éramos una plantilla numerosa de personal y nues-

tro servicio vecino que era Tococirugía (donde nacen
los bebés); por alguna razón que no recuerdo, no tenía
pacientes, lo que dejaba a dos probables refuerzos para
nosotros, o eso pensábamos, porque cada turno el resto
de nuestros compañeros evitaba nuestro servicio (podría
decir que un poco a nosotros también) para no conta-
giarse.
Después de algunas semanas, llegaron como refuerzos
enfermeras, enfermeros y camilleros. Mi primer com-
pañero de batalla covid se cambió de hospital y a mí
me enviaron a otro servicio, aunque eso, contrario a lo
que pensé, tampoco me libraría del mugroso virus. De
hecho, creo que sentí más temor porque al menos en
Urgencias tenía acceso a EPP; en los demás servicios
sólo nos proporcionaban un cubrebocas; dos veces nos
dieron caretas para resguardo personal; sólo una vez
recibimos capacitación de cómo vestir EPP, agregando
que a menudo faltaban los guantes, el jabón, el gel al-
coholado y las sanitas. No podía creer que en esas con-
diciones estuviéramos enfrentando una pandemia. Cabe
decir que el filtro de Urgencias era para identificar a los
pacientes covid y buscarles un traslado a otro hospital;
pero muchas veces, mis compañeros y yo recibíamos la
noticia de que algún paciente que habíamos atendido en
guardias anteriores (bajo las circunstancias que describí)
había resultado positivo a COVID-19. No nos quedaba
más que confiar en nuestro sistema inmune.
Con el paso de los meses, los operativos íbamos descu-
briendo nuestro papel en esta emergencia, con la mis-
ma guía que al inicio: ninguna. Seguía preguntándome:
¿quién me diría si eran efectivas para los pacientes las
actividades que hacíamos?, ¿o si había que cambiar el
protocolo de EPP?, ¿por qué mis compañeros se enfer-
maban?, ¿qué proceso había que seguir si nos enfermá-
bamos? A veces me daba la impresión de que los directi-
vos no hacían lo suficiente para gestionar más recursos
o para organizar y hacer efectivo al personal que tenían
a su cargo.
Hacia finales de 2020 la situación económica que se
vivía en casa, agudizada por la pandemia, me orilló a
pensar en un segundo empleo. Un poco con reservas de
llegar a otro lugar en el que la saturación y desorgani-
zación de los servicios clínicos me pusieran en riesgo,
creía que tenía suficiente con exponerme en un hospital
como para sumarle otro. En fin, un día platicando con
una amiga me dijo que considerara ir a su unidad, ya que
tendrían una jornada de reclutamiento y un lugar exclu-
sivo para pacientes covid; decidí seguir su consejo, de
hecho, hasta convencí a otra amiga para ir juntas. El día
203 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
de la convocatoria llegamos y ¡nos quedamos! Pasamos
un día completo recibiendo orientación sobre la unidad,
sobre el equipo de protección personal, sobre insumos,
sobre aparatos biomédicos para finalmente asignarnos
turno y fecha de inicio de labores.
El primer día que me presenté a laborar, me reencon-
tré con enfermeros y enfermeras; no es que no hubiera
en mi trabajo anterior, por supuesto que los había, pero
me daba la impresión de que en cada sala de esta uni-
dad todos sabían perfectamente su posición para hacerla
funcionar, todos se veían orgullosos de ejercer la Enfer-
mería y su actitud contagiaba. Me sorprendí de ver un
ambiente completamente distinto a lo que imaginé.
Ya en mi servicio, no pude evitar preguntarles mis in-
quietudes personales a mis nuevos compañeros: ¿cómo
iban al baño?, ¿cómo hacían para tolerar el equipo (que
por cierto estaba muy lejos de parecerse al de mi anterior
empleo) tantas horas?, ¿si pasaban frío, sed o hambre?,
¿cómo se reconocían entre ellos si sólo se nos veían los
ojos?; todos fueron muy cálidos con sus respuestas. Con
cada guardia que pasaba me daba cuenta de que aquel te-
mor inicial de estar solo con pacientes covid se iba disol-
viendo. Me sentía cuidada y protegida por el colectivo;
no tenía queja alguna sobre la comunicación, pues siem-
pre se buscaba que todo el personal estuviera en sintonía
con los cambios a implementarse y eso me daba mucha
certeza y seguridad para realizar mis actividades.
Finalmente puedo decir que aprendí lo que el personal
de Enfermería hace en una epidemia: se pone por de-
lante el compañerismo, se usa el uniforme del liderazgo
y la responsabilidad, se deja el miedo afuera y se ejerce
la profesión con ciencia y conciencia… o al menos eso
fue lo que los pasantes de Enfermería me enseñaron. No
me queda más que brindar mi gratitud y admiración a
todos los colegas que hacen posible la deconstrucción
de nuestra profesión.
4. Mi historia: perspectiva de una enfermera
sobre la pandemia de 2020
Dafne Liseth Romero Gutiérrez
Hoy es 9 de mayo de 2021 y me gustaría contarles cómo
viví y vivimos la pandemia que afectó al mundo, causa-
do por el virus coronavirus SARS-CoV-2, que provoca
la enfermedad COVID-19, como enfermera en la Uni-
dad Temporal COVID-19, Citibanamex.
Diciembre del 2019
En Wuhan, China, detectaron pacientes con neumonía de
etiología desconocida; nosotros, al otro lado del mundo,
Testimonios 204
no sabíamos que este virus sería también nuestro enemi-
go y que estaría en todo el mundo en cuestión de meses.
18 de febrero del 2020
Recuerdo haber visto unos videos que me impactaron
mucho, eran de Wuhan, China; en ellos se veía a las
enfermeras en medio de lágrimas, porque se les estaba
rapando como medida de seguridad para poder atender
a pacientes con COVID-19. En otro video, mostraban
cómo se colocaban equipos de protección personal, que
sólo se ven en las películas. Ellos estaban viviendo lo
inimaginable, y nosotros en México estábamos a 10 días
de nuestro primer caso confirmado.
11 de marzo de 2020
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró
la pandemia mundial. Las noticias y la información en
las redes sociales, mejor dicho, la desinformación caía
como cascada, continuamente y en grandes cantidades.
Decisión
Mis amigos y mis profesores trabajaban en hospitales
COVID-19; subían fotografías de ellos con sus equipos
de protección personal en sus redes sociales y yo no po-
día reconocerlos, pero lo que sí podía reconocer fue su
valor, su esfuerzo y su entrega a la profesión.
Ese día, en las noticias, mostraban la implementación
de los protocolos de seguridad dentro de los hospitales;
en una toma estaba mi maestra África, con su equipo de
protección personal y en él estaba escrito con plumón
su nombre.
Yo estaba en mi casa, en mi cuarentena, haciendo mi
servicio social desde casa, y estaba la duda en trabajar o
no; al final, hice mías las palabras de Florence Nightin-
gale: “Prefiero morir diez veces en las olas, anunciando
el camino a un nuevo mundo, que quedarme de brazos
cruzados en la orilla.” Me había preparado por años, y en
algún momento, si quería ejercer la Enfermería, tendría
que toparme con esta enfermedad; así que decidí tomar
un remo y empezar a remar con mis colegas.
Nuestro primer contacto
26 de diciembre de 2020
Mi primer contacto con la vida laboral, mi primer día de
trabajo, y no sólo el mío sino también el de varios, sería
trabajando en una unidad COVID. Nuestro primer con-
tacto con el “coronavirus”, llamado así por su forma es-
férica rodeada de picos que sobresalen de su membrana
en forma de corona de sol y al que se ha representado de
color verde. Nuestro uniforme es un pijama quirúrgico
de color verde y aquí estábamos vistiéndonos del color
del enemigo, como si usáramos un camuflaje.
Cuando llegamos a la terapia en la Sala B, la jefa nos dio
la bienvenida y nos dijo que las veladas son muy difíci-
les por las horas en las que llevamos puesto el equipo de
protección personal; que avisáramos si empezábamos a
sentirnos mal, ya que ha habido personal que se ha des-
mayado. Después nos asignaron con un paciente y con
una enfermera o enfermero para capacitarnos.
Recuerdo mi primer paciente, me sorprendió mucho, por
su estado de gravedad. Primero, en su bolsa de uresis,
la orina era de color rojo, es decir, tenía hematuria, y,
segundo, al realizar la aspiración de secreciones por su
tubo endotraqueal, eran sólo secreciones con sangre de
color rojo brillante; eso quiere decir que había un san-
grado activo. No podía creer que esto es lo que provo-
caba la enfermedad COVID-19; era el segundo día de
estancia de mi paciente. Esa misma velada, a las dos de
la mañana, el paciente que estaba al lado del mío se puso
grave y habría que mejorar su ventilación respiratoria, es
por eso que se puso en posición de prono; ese paciente
era un médico anestesiólogo.
Día D
31 de diciembre de 2020
Es así como llegó el día D, el día en que entraba en fun-
ciones la Terapia Intensiva localizada en la Sala D del
Centro Citibanamex, la que llamaríamos la “Tera D”. La
unidad con capacidad de albergar a 64 pacientes, con lo
que se convertiría en la unidad de Terapia Intensiva más
grande de América Latina.
Feliz terapia nueva
1 de enero de 2021
Nuestra primera noche en la Tera D fue una noche de
nuevos comienzos, nuevo año, nueva terapia y con ello
el nacimiento de una nueva esperanza. La Tera D fue
diseñada y construida para estar en aislamiento del exte-
rior, lo que la convertiría en nuestra propia estación es-
pacial aquí en la Tierra. Esta construcción artificial mide
aproximadamente 90 metros de largo, 40 de ancho y 6
de alto. Está hecha de un esqueleto de acero y cubierta
en su totalidad por una lona blanca, lo que no la hace
ver muy resistente, porque no fue creada como refugio
de catástrofes naturales; aun así, logró resistir a una de
las adversidades sanitarias más grandes que el país ha
vivido en los últimos años.
Para entrar a la Tera D, primero hay que pasar por el

donning, donde después de realizar un lavado de manos,
nos colocamos el equipo de protección personal, nuestro
traje de “astronauta”, que equivale a un gorro, mascari-
lla N95, guantes, bata, botas desechables y protección
ocular (goggles); estamos listos para entrar a nuestra es-
tación espacial.
Cuenta con una puerta de entrada y una de salida en cada
lado, que siempre se mantienen cerradas para mantener
el nivel de aislamiento. La Tera D cuenta con conductos
de ventilación, es un flujo constante de aire que viene
desde el exterior.
Nuestra iluminación artificial consta de luces de reflec-
tores de espectáculos, las que antes iluminaban eventos
y ahora iluminan el evento del área de la salud que hace
historia. El movimiento de una terapia nunca acaba, así
que las luces siempre están prendidas. No se puede dis-
tinguir el día de la noche y no usamos relojes; el único
indicio que nos dice que el tiempo pasa son los cuatro
relojes de toda la Tera, que están visibles en las cuatro
pantallas, las cuales están ubicadas en una parte alta y en
los costados para que podamos verlas.
La orquesta sinfónica
La Tera D presenta “la orquesta sinfónica: las alarmas”,
que se compone de la agrupación instrumental de las
bombas de infusión, de los monitores y ventiladores. La
melodía que se crea, se esparce a modo de eco por toda
la terapia, por ser un espacio aislado. Su cántico para
nosotros es familiar y podemos reconocer la voz de cada
cantante, y atendemos su canto lo más pronto posible.
En la terapia hay profesionales de Enfermería, de medi-
cina, biomédica, fisioterapeutas, camilleros, radiólogos,
personal de limpieza y muchos más. Todos trabajamos
en conjunto y por ello es indispensable una buena comu-
nicación; en una terapia tan grande esto es posible, ya
que nos contactamos por medio de radios. Cada líder o
encargado de área cuenta con uno, así es posible una co-
nexión inmediata con los que están dentro y fuera de la
terapia, por ejemplo, con farmacia o almacén e insumos.
Nuestra armadura
Si en los cuentos los caballeros utilizan su armadura para
protegerse en la batalla, nosotros utilizábamos el equi-
po de protección personal. Armadura que no podemos
quitarnos, que nos provoca tener mucho calor y sudar;
nos deshidratamos. Recuerdo que los primeros días nos
escribimos en la bata desechable con un plumón nues-
tros nombres; ahora ya casi no lo hacemos, ya que nos
ubicamos con el equipo desde lejos.
205 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
La ventana del alma
Hay una frase que dice “Los ojos son la ventana del
alma”; en nuestro caso son nuestra única ventana de co-
municación. Nuestra mirada es lo único que el equipo
permite como conexión humana; formando dos mon-
tañitas aprendí a “sonreír con los ojos”. Se ve, a través
de nuestros goggles, la preocupación, el cansancio, la
tristeza, el amor, el enojo, la desesperación, el temor, la
calma y la alegría, ya que son precisamente los ojos lo
único que se nos ve.
Conocí a mis colegas, y ahora mis amigos, con su equi-
po de protección personal, y hemos pasado horas y ho-
ras juntos, pero con nuestro equipo puesto. Una noche,
cuando era inicio de la velada, mientras nos colocamos
el equipo de protección pude ver sus rostros y me sor-
prendió darme cuenta que los identifico más con su equi-
po de protección personal puesto.
Los goggles y mi peor enemigo
Usar goggles no es nada sencillo, llega un momento que
se empañan y no puedes ver nada; esto se duplica con
el uso de lentes. Y hay que sumarle que los goggles em-
pujan los lentes y eso hace que se quede la marca de
mis lentes en el entrecejo. Los goggles también dejan
su huella en mi frente, marcando como sello personal
una línea horizontal. Eso no es lo único, recuerdo que
al quitarme los goggles, mi nariz estaba roja y me dolía
mucho, como si me hubieran golpeado con un balón en
un partido de basquetbol.
Cumpleaños atípico
5 de enero del 2021
Esa noche, iniciamos el 4 de enero y despertamos el 5,
yo entré al Citibanamex con 27 años y salí con 28. Me
gustó pasar mi cumpleaños en la velada, porque gracias
al equipo de protección personal pude recibir muchos
abrazos. Me dedicaron un feliz cumpleaños y me hicie-
ron dibujos en mi guante, a modo de regalo, regalo que
no pude conservar, porque al haber estado en área CO-
VID, se considera infecto contagioso.
Vacunados
14 de enero del 2021
Por ser primera línea de defensa contra el COVID-19,
recibimos la vacuna Pfizer BioNTech. Recuerdo que, al
lado de los módulos de vacunación, estaban soldados
del Ejército Nacional resguardando los viales. En ese
entonces sólo pocos tenían acceso a la vacuna; no tuve
reacciones a la primera dosis.
Testimonios 206
23 de febrero del 2021
Me aplicaron la segunda dosis, con la que tuve una re-
acción a la vacuna; desperté con febrícula y cefalea. No
duraron más de un día.
Aprender para crecer
Había que aprender y reestructurar lo aprendido, pues
estábamos tratando con una enfermedad nueva. Surgían
protocolos nuevos y cambiaban constantemente; la pan-
demia puso en prueba nuestra capacidad de adaptación.
Aunque no es considerado un hospital, sí nos regimos
por las normas oficiales mexicanas. Una de las más im-
portantes por la enfermedad con la que tratamos es la
NOM-087-ECOL-SSA1-2002, que habla del manejo de
los Residuos Peligrosos Biológicos Infecciosos (RPBI);
es decir, todo lo que entra en la terapia es considerado
un residuo que al desecharse va en bolsas de color rojo
con el símbolo universal de riesgo biológico, y con la
leyenda “RESIDUOS PELIGROSOS BIOLÓGICO-IN-
FECCIOSOS”. El manejo de los residuos, específica-
mente los biológicos patológicos infecciosos, es el que
más se le ha dado importancia. Por ejemplo, los residuos
son desechados por medio de una maquinaria llamada
Vortex, a la que podríamos describir como una lavadora
por su forma y tamaño y a la vez como una licuadora, ya
que por dentro cuenta con unas aspas. Un ciclo de esta
máquina dura dos minutos, durante este tiempo se depo-
sitan los cómodos, riñones, urinales femeninos o mascu-
linos, los cuales, al estar hechos de un cartón reciclado,
se desintegran con agua y el giro de las aspas.
Un procedimiento que para nosotros era común en pa-
cientes con apoyo ventilatorio, es el de aspiración de
secreciones; este, al principio de la pandemia, se volvió
el procedimiento con el que se corre más riesgo de con-
tagio, por lo que era el que más se temía realizar. Aquí
en la terapia, el sistema del circuito es cerrado, es decir,
el riesgo es menor.
Una noche en la Tera
Las 12 horas que estamos dentro de la terapia se pasan
muy rápido; como rutina está la toma de cultivo, labora-
torios, placas —principalmente de tórax por paciente—,
el registro de signos vitales por hora, en el que, podría
decirse, el más importante es la saturación de oxígeno.
Lo que me impactaba era ver cómo por noche por lo
menos un paciente caía en paro cardiorrespiratorio; así
como se desocupaba una cama, se desinfectaba y volvía
a ocuparse.
 207 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

Un nuevo mundo honores y con diploma, y lo mejor de todo es la admira-

ción de mi familia; a pesar de la falta de apoyo de ellos,
Actualmente, la vacunación está abierta a los adultos
pude salir adelante. Recordé una frase de mi maestra que
mayores. Hay camas vacías y estamos en semáforo ama-
dice: “querer es poder”, y sí, yo quería, y lo logré.
rillo, es decir, son los anuncios del final, en los que la
Enfermería tuvo un papel protagonista; cada alta de un El día 12 de mayo de 2020 viajé a la Ciudad de México
paciente fue una victoria. Hemos remado tanto que por para trabajar. Ingresé en la UTC el día 13 de mayo, emo-
fin vemos un nuevo mundo, uno sin pandemia. Gracias cionado de tener un trabajo, pero con el temor de conta-
por leer mi historia. giarme, me presenté a mi servicio con todo el equipo de
protección. Mi asignación fue a la unidad de la Terapia
5. Elegí la profesión de Enfermería, rompí la
Intensiva, llegué me presenté con los encargados, muy
tradición de mi pueblo
amables me asignaron con un compañero para iniciar
Daniel López Rojas
con mi capacitación. Trabajé ese día con miedo, pero con
Soy de Chiapas, vengo de un pueblo que se llama Car- la satisfacción de ejercer mi profesión, recordando estas
men Zacatal. Salí de mi casa a los 15 años para poder
estudiar una profesión y elegí la carrera de Enfermería.
Rompí la tradición de mi pueblo al querer estudiar, pero
no me arrepiento de haber elegido una carrera tan no-
ble, pero llena de responsabilidades: donde ves nacer y
terminar una vida; donde aprendes; donde sientes que
el corazón se parte en mil pedazos en las despedidas de
tus pacientes cuando fallecen, o la alegría que te genera
cuando te dan las gracias al recuperar su salud; la sonrisa
de un bebé y muchas cosas más que realmente vale la
pena vivir.
Durante mi carrera técnica para solventar mis gastos tra-
bajé en un restaurante donde aprendí a cocinar y ser en-
fermero a la vez, fueron días duros, pero con el objetivo
presente de ser profesional nunca me rendí hasta lograr
lo que quería ser y lo hice. A pesar de todo me gradué con
Testimonios 208
palabras en mi mente: “para esto me preparé y a darle lo
mejor que tengo y lo mejor posible para el bien de mi
paciente”. Ese día salí del trabajo cansado, deshidratado,
fui a descansar al hotel donde nos hospedábamos. Llegué
al hotel me bañé y me puse a pensar qué más puedo hacer
para que las pacientes tengan la mejor atención y confort;
qué no hice hoy, pero mañana sí le haré para que esté me-
jor. Hice mi lista de pendientes, y ahora sí, a descansar,
que mañana es un nuevo día para mejorar en mi atención.
Estaba emocionado con lo que iba a hacer.
Al día siguiente me presenté al servicio temprano a re-
cibir, “emocionado”, por los planes que tenía. Los em-
pecé a ejecutar y lo más emocionante para mí fue ver
el resultado; desde luego, la encargada se dio cuenta y
me felicitó. Estaba oportuno y en paz; he ahí el inicio
de implementar más procedimientos para el beneficio del
paciente.
Durante…
Pasa el tiempo, seguí implementando más cosas, como,
por ejemplo, la actualización de la hoja de Enfermería, el
baño de pacientes, los cambios de circuito cerrado, entre
otras cosas. Seguí preparándome, empecé a investigar, a
saber cómo podría aportar y así poder enfrentar las com-
plicaciones. Empecé a estudiar, a ver cómo se comportan
los pacientes postextubados, detectando así que después
de aproximadamente 36 a 72 horas iniciaban con deli-
rium, a pesar de las medicaciones previas. Al saber este
dato como personal de Enfermería, hablaba con los pa-
cientes y les explicaba que después de su extubación en
las primeras horas no iban a sentir nada, pero pasando
más tiempo empezarían con ansiedad, con ganas de sa-
lir corriendo y retirarse todos los accesorios, pero que
lo manejaran de la mejor forma posible para que no se
causaran ninguna lesión. Y si tenían la necesidad o la an-
siedad, podían avisarnos y los ayudaríamos de la mejor
forma posible; muchos pacientes, al explicarles este pro-
ceso, avisaban al personal y se apoyaban, ya sea con me-
dicación o terapia psicológica. Así reducíamos los daños
causados por delirium.
Trato de Enfermería–médico
Al tener el conocimiento básico y hacer las cosas correc-
tas, también ganamos seguridad para poder opinar sobre
el tratamiento. Aquí es donde entra Enfermería en rela-
ción con médico. Observaba cosas que, según mi crite-
rio, no eran correctas con respecto a las intervenciones;
llegué al punto de decir: “no lo haga doctor, yo lo hago”,
desde luego justificando por qué y bajo fundamento. Al
tener la razón, no había nada que discutir y así iniciaron
muchos cambios sobre la perspectiva de que el médico
no siempre tiene la razón; pude demostrar y fomentar en
mis compañeros que Enfermería tiene su propio criterio
y también puede tomar decisiones.
Entrega y recepción de pacientes
Era uno de los enfermeros que gustaba recibir bien a mis
pacientes: que estén limpios, con los menos pendientes
posible, pero en este caso no era así. En múltiples oca-
siones terminé peleando con mis compañeros. No era lo
correcto por ética, pero al cruzar palabras no agradables,
llegué a ofender a mis compañeros diciéndoles que, si no
servían como enfermeros, mejor buscaran otro trabajo.
Trabajé en mi carácter, y lo sigo trabajando, para no ofen-
der, ni lastimar a mis colegas, porque sabía que no era
correcto. En ocasiones me reportaban con la superviso-
ra, pero yo les mostraba la razón de mi comportamiento.
No me gustaba dejar pendientes; podía salir tarde, pero
siempre con el objetivo de dejar lo más limpio, estable y
con los menos pendientes posibles; así como entregaba,
quisiera que hicieran lo mismo, pero cada persona es di-
ferente, aunque el objetivo sea el mismo: atender a un ser
que necesita de nosotros y confía en nosotros. Al final,
cambié mi carácter, mi forma de ser. Supe trabajar en
equipo y ser tolerante con los demás, porque aprendí que

no todos tenemos experiencia; para algunos es su primer
empleo, otros apenas terminaron la carrera. Entonces,
tomé la decisión de cambiar todo mi carácter, mi forma
de recibir, mi trato con los demás; cambié lo que no me
servía, esa fue una de las mejores decisiones que he to-
mado. Al tener ese cambio, hice muchas amistades y los
compañeros se acercaban a resolver algunas dudas sobre
dilución de medicamento o acerca de cómo se realiza un
procedimiento; entre otras cosas, aprendí a ser un com-
pañero de trabajo. También me tocó capacitar a los de
nuevo ingreso, los que hasta la fecha están agradecidos
por haberles compartido mis conocimientos y mis inter-
venciones. Una satisfacción más en esta noble carrera.
Liderazgo
Durante mi estancia en la unidad hubo muchos cambios
y algunos líderes renunciaron, por lo que me invitaron a
ser parte del liderazgo. Cuando me lo propusieron, me
negué porque sabía la responsabilidad que tendría, y no
quería aceptar ese puesto; me conocía bien y pensé que
no sería buen líder. Me lo propusieron una y otra vez,
hasta que acepté; hablé con mis compañeros desde el
inicio, advirtiéndoles que yo tenía un carácter fuerte en
lo referente a atender a los pacientes. Que no me gustaba
que los descuidaran, ni que no les dieran la atención que
necesitaban; les hacía hincapié en que atendieran a los
pacientes como si fuera su familiar o ellos mismos. Y
si tenían dudas, estaba en la mejor disposición de apo-
yarlos; quería que me vieran como un compañero de
trabajo no como jefe, pues yo era parte del equipo y no
su enemigo. El cargo como líder para mí es algo pesa-
do, pero también es muy satisfactorio porque enseñas y
terminas aprendiendo; corriges, pero también terminas
corregido; disciplinas, pero también aprendes a discipli-
narte. Lo más increíble es que interactúas con tu equipo,
creas amistades y, desde luego, algunas enemistades.
Cada turno es un mundo diferente, cada área es diferen-
te; en algunos turnos te pones exigente, en otros pones
el ejemplo. Debes tener una mente abierta a todas las
posibilidades y ser resolutivo. Tienes que poner la cara
en los problemas que surgen, pero lo más importante es
solucionarlos.
Mi liderazgo es un poco exigente porque quiero lo mejor,
porque quiero ver los frutos, porque quiero que apren-
dan a hacer lo correcto y, sobre todo, para que puedan
atender de la mejor forma a los pacientes. No lo hago
por reconocimiento, ni por presumir; lo hago porque eso
es lo que caracteriza a Enfermería: “la atención” de eje-
cutar el juramento que todos hicimos al graduarnos, de
llevarlo siempre en la mente y el corazón.
209 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
6. Cuando el covid me alcanzó
Fanny Viridiana Coss Paredes
Generalmente vemos una noticia que pasa al otro lado
del mundo y creemos que es algo muy lejano a nosotros,
que no nos va a alcanzar o que nunca nos va a suceder, y
eso fue justo lo que pensé cuando comencé a ver lo que
pasaba en China a finales de 2019: noticias acerca de un
nuevo virus, de gente que moría a causa de este, pero no
prestaba mucha atención, nunca me ha gustado escuchar
noticias porque me generan ansiedad.
Cuando se supo del primer caso de un paciente con CO-
VID-19 en México y comenzó la pandemia, yo realizaba
mi servicio social en el Instituto Nacional de Rehabili-
tación. Ahí nos dijeron que debíamos quedarnos en casa
durante dos semanas y que posteriormente regresaría-
mos a nuestras actividades normales, cosa que nunca
sucedió; yo jamás volví a pisar el Instituto, bueno, sólo
regresé por mi carta de liberación del servicio. Los pri-
meros tres meses estuve en casa literalmente encerra-
da, sólo salía al súper a comprar cosas para comer. Al
principio fue relajante estar tantos días descansando y
durmiendo el tiempo que quisiera; viendo televisión, pe-
lículas, etc., pues creo que nunca había convivido tanto
tiempo seguido con mi familia, pero conforme pasaban
los días y las semanas, comenzaba a aburrirme y, peor
aún, me preocupaba más, ya que cada vez había más
personas contagiadas, afortunadamente, nadie de mi fa-
milia se había enfermado. Después me di cuenta que esa
situación iba para largo y que no podía continuar sentada
esperando a que la pandemia se acabara porque, afortu-
nada o desafortunadamente, había estudiado Enfermería
y curiosamente, cuando decidí estudiar esta carrera, yo
pensé en que algún día podría ayudar a las personas; así
que me di cuenta que este era el momento perfecto para
hacerlo.
Cuando empecé a trabajar con pacientes con covid me
daba pánico; mi cuerpo se inundó de miedo, pues era
algo nuevo y desconocido no sólo para mí sino para to-
dos. Además del riesgo de exposición y de contagio tan
alto al virus, estaba llena de incertidumbre y me daban
escalofríos de saber que podía contagiar a alguien de
mi familia, También estaba presionada, pues no había
muchas opciones de empleo; de hecho, mucha gente se
quedó sin trabajo y se perdieron infinidad de negocios.
Tuve que tomar el riesgo, cuidarme, lavarme las manos
una y otra vez, usar cubrebocas dentro y fuera del hos-
pital; recuerdo muy bien lo que un amigo me dijo: que
era como si a los soldados les diera miedo ir a la gue-
rra, así que siendo enfermera tenía una responsabilidad
Testimonios 210
muy grande conmigo misma de enfrentarme a ese virus
y ayudar a la gente.
Mi primer empleo como enfermera fue en el Instituto
Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición. Recuerdo
el primer día que entré al servicio que me asignaron; la
verdad es que era como estar en una película del fin del
mundo y a la vez estar en una montaña rusa, pues sen-
tía mucha adrenalina. Todos con el equipo de protección
que nos cubría de pies a cabeza y nos hacía salir escu-
rriendo de sudor; lo único que podíamos ver eran los
ojos de nuestros compañeros y teníamos que recordar
la mirada de cada uno; la respiración era agitada porque
nadie estaba acostumbrado a traer un N-95 tantas horas
seguidas. Al principio sólo veía a personas corriendo de
un lado a otro y la verdad es que me dieron ganas de salir
huyendo, pues eran tantas las emociones que sentía en
ese momento que no sabía qué hacer con ellas: miedo,
terror, angustia, preocupación, desesperación, etc.
Recuerdo que apenas y me quitaba un segundo los guan-
tes, yo sentía que ya me había contagiado. Estaba mi fal-
ta de experiencia, pero sabía que no era el momento para
tirar la toalla; lo que realmente hizo que no me rindiera
fue el compañerismo que se vivía dentro del hospital.
Cualquier cosa que no supiera hacer, siempre había al-
guien más dispuesto a ayudarme y explicarme algo que
no entendiera, así que poco a poco fui quitándome el
miedo y teniendo más confianza en mí.
Al inicio de la pandemia se vivieron dos realidades muy
distintas: una era fuera del hospital, donde los estudian-
tes dejaron de ir a la escuela, se suspendieron las clases
en todos los niveles escolares; la mayoría de las per-
sonas que se quedaron en casa y trabajaban desde ahí,
veían noticias, escuchaban la radio, estaban en contacto
con familiares y amigos sólo a través de redes sociales,
en las de lo único que se hablaba era de covid, covid y
más covid; también había personas que salían a trabajar
con las debidas precauciones, pero sólo los que desem-
pañaban actividades esenciales, claro que utilizando cu-
brebocas, caretas y gel antibacterial en todo momento.
Por otro lado, estaba la del personal de salud que tuvo
que ir a trabajar; vivir días estresantes en los que apenas
fallecía un paciente, esa cama se volvía a ocupar inme-
diatamente; viendo cómo los pacientes estaban en un
estado de salud crítico en el que se encontraban entre la
vida y la muerte luchando por seguir aquí; todos los ser-
vicios estaban llenos, no había cupo para un alma más,
era vivir al mil por hora dentro de una terapia intensiva.
En lo personal, cuando salía del trabajo y veía a personas
que no usaban cubrebocas me enojaba, pues me parecía
increíble que no creyeran en el virus y en la enfermedad,
pero a la vez pensaba que eran afortunados pues lo más
seguro es que ni ellos ni nadie de su familia se había
contagiado.
Posteriormente, entré a trabajar al Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias; ya me sentía más segura
de lo que hacía y sin tanto miedo. Siempre había algo
nuevo por aprender, aunque después de un tiempo todo
comenzaba a hacerse un poco rutinario, pues todos los
días era estar con el mismo tipo de pacientes, todos con
la misma patología; después de meses ya sentía un ago-
tamiento físico y emocional al ver que la situación en
el país y el mundo no cambiaban y, lo que es peor, de
ver que había mucha gente que no se cuidaba. Recuerdo
cuando a finales de diciembre de 2020 nos dijeron que el
sistema de salud había colapsado y que se debían habili-
tar más camas, pues todo el hospital estaba a su máxima
capacidad.
A lo largo de todos estos meses he estado a cargo de
muchos pacientes, pero hay cosas que me han marcado,
como cuando un señor le llamaba a su familia antes de
ser intubado por segunda ocasión, sus palabras fueron
que le iban a dar medicamentos para el dolor y para estar
totalmente dormido si es que las cosas no salían bien y
así tener una muerte digna. Otra cosa que recuerdo fue
ver derramar lágrimas a los pacientes sedados, muchas
veces me pregunté qué era lo que realmente alcanzaban
a escuchar y qué sentirían estando ahí al borde de la
muerte. O mi primer paciente que falleció; recuerdo que
estaba observando el monitor y sólo veía cómo los sig-
nos vitales iban descendiendo y sentí una gran impoten-
cia de no poder hacer nada más por él. Muchos amigos
y conocidos me llamaban o me mandaban mensajes para
preguntarme cosas relacionadas a la enfermedad, algo
que me causó mucho impacto, fue cuando una persona
allegada a mí me llamó por teléfono porque quería pre-
guntarme qué hacer ya que sentía que le faltaba el aire,
durante la llamada pude notar la dificultad que tenía para
respirar, quedé en shock y horas más tarde me enteré de
que había fallecido en el hospital.
Un día vi que en la Unidad Temporal COVID-19 en el
Centro Citibanamex ubicada en la CDMX estaban con-
tratando a personal de Enfermería. Tenía muchas ganas
de entrar a trabajar ahí; anteriormente lo había intentado,
pero por una u otra cosa no se me había dado la oportu-
nidad y por lo que sabía había un alto índice de pacientes
recuperados. Me daba curiosidad saber por qué tenían
tanto éxito en la unidad, pero yo continuaba con mi em-
pleo en el INER y dudé un poco en ir; al final, decidí ir a

dejar mis papeles pues no perdía nada con intentarlo. Así
fue, me aceptaron y comencé a trabajar en enero de 2021
en la UTC-19; en ese momento comenzó otra aventura
más: trabajar en dos lugares al mismo tiempo; realmen-
te no sé qué era lo que estaba pensando, pero no quise
quedarme con las ganas de trabajar ahí y tampoco iba a
dejar mi otro trabajo. La primera semana me mandaron
a la Sala B de hospitalización, donde había pacientes
estables que sólo requerían de puntas nasales o incluso
algunos otros sin requerimiento de oxígeno; la segunda,
a la Sala C, donde eran pacientes más delicados y había
que tenerlos en observación; la tercera, me mandaron a
la Sala D de Terapia Intensiva. El primer día que entré
me sentí como en otro mundo, fue una impresión muy
grande: sentí que estaba en otro país, en otro continen-
te, pues, como bien se sabe, es la terapia intensiva más
grande de Latinoamérica, que además fue adaptada en
poco tiempo. Es un lugar muy impactante al entrar por
primera vez; vivir todos los días durante meses dentro
de una terapia intensiva en medio de una pandemia es
agotador, porque son pacientes que requieren cuidados
críticos: desde el minuto uno que ingresas a la sala hasta
que sales de ella, no paras. Donde la vida del paciente
que te asignen para cuidar depende de lo que hagas o
no hagas; simplemente un pequeño descuido puede oca-
sionar daños irreversibles en su salud. A pesar de todas
esas situaciones, estaba realmente consciente de que de-
bía de dar mi mayor esfuerzo para que el paciente con
todos los cuidados y el tratamiento médico se recuperara
y regresara lo más pronto a casa, porque sabía que en
algún momento alguien de mi familia podía ser el que
estuviera ocupando alguna de esas camas y me daba tris-
teza e impotencia, pues veía a tanta gente morir que tan
sólo de imaginarlo me sentía muy angustiada. Pero no
todo era malo, también debo hablar de cuando veía a
algún paciente que se recuperaba y que yo había tenido
anteriormente; la verdad es que me llenaba de felicidad
saber que cada uno de los cuidados que pude brindarle
contribuyeron para su recuperación. En esos momentos
es cuando me daba cuenta de que valía la pena todo el
esfuerzo que estaba haciendo por seguir manteniéndome
firme. Y bueno, desde ese día hasta el último que laboré
ahí me quedé en la terapia; me siento muy satisfecha de
poder haber tenido esa oportunidad y experiencia.
Creo que no todo ha sido malo para los profesionales de
la salud; en especial, para los profesionales de Enferme-
ría, ya que surgieron muchas oportunidades laborales y
se ha visto el papel tan importante de nuestra profesión
en el sistema de salud.
211 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Por otro lado, realmente me siento orgullosa del papel
que desempeñó el personal de salud, así como también
el personal de otras áreas como camilleros e intendencia.
En lo particular, quiero dar un aplauso a cada uno de los
que con o sin experiencia laboral se enfrentaron y dieron
todo de sí mismos en esta pandemia, que, si bien aún
no ha terminado, cada vez estamos más cerca de volver
a salir de viaje, hacer una reunión familiar, ir a alguna
fiesta o concierto, de salir libremente. Sin duda alguna,
viví los días, semanas y meses más intensos de mi vida,
pero me siento contenta de haberme puesto al servicio
de mi país.
7. Honor y gratitud a este gremio
Anónimo
Yo vi a mujeres embarazadas avergonzadas en la sala
de maternidad por su falta de higiene, y vi a auxiliares y
enfermeras bañándolas, cortándoles las uñas y escuchar
en sus propias palabras el agradecimiento por la ayuda:
“mi bebé nacerá limpio gracias a ti”. Vi a una enfermera
haciéndose pasar por la madre (que ya no estaba entre
nosotros) de una señora con Alzheimer, que en sus peo-
res días le pidió perdón y la enfermera respondió que la
perdonaba y la amaba y vi gratitud en ese abrazo entre
madre e hija, y alivio prolongado antes de partir. Vi a los
auxiliares de Enfermería completamente manchados de
vómito, mientras sostenían la cabeza de un niño en una
crisis, para que no se sintiera solo; vi a las enfermeras le-
vantar pacientes del doble de su peso y bañarlos para que
se sintieran mejor y más frescos. Vi a un bebé mortinato
(nacido ya muerto) ser recogido por la enfermera, des-
pués darle un baño tibio y acogedor; la vi poniéndole la
ropa, arreglando su cabello, para que la madre que insis-
tía en ver a la hija (como es su derecho), la viera limpia y
hermosa. Vi enfermeras ir a buscar pastores, sacerdotes,
curanderos, y hacer todo para que el paciente se sintiera
más cómodo con la visita de autoridades religiosas de
sus respectivas religiones; vi enfermeras en emergen-
cias, que son parte natural de nuestra vida, no pensar
dos veces para arriesgar su vida corriendo a abrazar a
un paciente con una enfermedad altamente contagiosa,
que se estaba desmayando, simplemente para sostener
su cabeza y no dejar que tuviera un posible traumatismo
cráneo encefálico. Y he visto muchas enfermeras doblar
turno por falta de personal dejando en casa hijos, esposo,
y una familia comprometida con su ética... Si hay una
profesión más humana y honorable que la Enfermería,
perdóneme, pero no la conozco.
Testimonios 212
8. “Nadie es profeta en su propia tierra”
George Williams Chale Pool
Decía Florence Nightingale: “Lo importante no es lo que
nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él”.
En ese sentido, nunca sabremos lo que el destino tiene
preparado para nosotros, mucho menos cuándo tendre-
mos una nueva emergencia sanitaria como la actual por
COVID-19, sin embargo, como profesionales de la En-
fermería a la vanguardia del cuidado siempre estaremos
preparados para cualquier reto que tengamos; y aunque
el camino sea difícil, y en el mismo perdamos a colegas
en la lucha contra las enfermedades transmisibles, sal-
dremos adelante y tendremos un nuevo amanecer.
Es por ello que hoy quiero hacerte parte de esta historia,
porque, así como yo, estoy seguro de que tú igual llegas-
te a la Unidad Temporal COVID del Centro Citibanamex
en busca de todo, con la cartera vacía, pero con la mente
llena de sueños, y que dejaste familia, amigos, proyec-
tos, que extrañas por la distancia. Así como tú, he venido
desde un lugar lejano para sumarme a la lucha contra la
COVID-19, orgullosamente de Acanceh, Yucatán, Mé-
xico, un pueblo que me vio crecer como ser humano y
como profesionista.
Dicen que “nadie es profeta en su propia tierra”, y tene-
mos que salir dejando atrás valiosos tesoros para buscar
mejores oportunidades, por ello quiero felicitar y reco-
nocer a todos esos foráneos que dejan su vida en su pue-
blo, con tal de salir adelante, con tal de encontrar algo
mejor que no pudieron tener en su propio hogar. Hoy en
día comprendo lo difícil que es vivir así, pero se convier-
te en satisfactorio con el paso del tiempo, al saber que ya
eres independiente y al mirar el esfuerzo de tus padres
durante todos estos años; ahora soy más consciente de su
lucha por un plato de comida, por un libro, por un pasa-
je para el autobús, por agua caliente. El reconocimiento
igual va para ustedes, mamá y papá.
Pero la historia comienza aquí, donde recuerdo que un
viernes del mes de enero recibí el mensaje de un amigo,
cuyo texto era sobre la convocatoria para el reclutamien-
to inmediato en el Centro Citibanamex; analicé muy
bien irme, por todo lo que dejaría atrás, pero había teni-
do experiencias de salir del estado para dar conferencias
en otros lugares del país, y en cada una de ellas hablaba
sobre lo importante que es salir de tu zona de confort, así
que era momento de dar el ejemplo.
¿De qué se trata salir de tu zona de confort y cómo logré
hacerlo? A lo largo de mi carrera profesional, una gran
amiga me compartió 25 pasos que me ayudaron a tomar
mejores decisiones, los cuales quiero platicarte en este
momento:
1. “Aprende a tomar riesgos”, nunca sabrás lo que
hay afuera si no sales a buscarlo.
2. “Impúlsate”, nunca te des por vencido, incluso
cuando las cosas se pongan difíciles.
3. “Haz una lista y repásala todas las mañanas”, esta
te recordará qué es lo que quieres lograr.
4. “Sé positivo”, si dudas de lo que eres capaz, nun-
ca alcanzarás el éxito.
5. “Establece prioridades”, identifica aquello que
tiene que hacerse primero y lo que puede esperar.
6. “Crea un balance entre tu vida laboral y perso-
nal”, recuerda que los excesos son malos y que to-
dos necesitan de un descanso.
7. “La práctica hace al maestro”, puedes mejorar tus
habilidades al realizarlas una y otra vez, hasta que
lo hagas bien.
8. “Sé congruente”, guía con el ejemplo.
9. “Da un paso adelante y toma la iniciativa”, haz
que las cosas sucedan en lugar de esperar a que pa-
sen.
10. “Pon manos a la obra”, si cuentas con un nego-
cio o estás emprendiendo un proyecto, asegúrate de
conocerlo en todos los aspectos.
11. “Ejercítate”, mantén tu cuerpo sano, así evitarás
enfermedades y que tu productividad disminuya.
12. “Mantén una mente abierta a nuevas ideas y opi-
niones”, si crees saberlo todo te equivocarás, siem-
pre ten disposición para aprender.
13. “Termina lo que empiezas”, te hará sentir satis-
fecho.
14. “Acepta los retos que se te atraviesen”, contém-
plalos como oportunidades para mejorar.
15. «No tengas miedo a preguntar», esto formará par-
te de tu aprendizaje.
16. «Responsabilízate de tus acciones», si cometes
errores, aprende de ellos.
17.«Respeta», t r a ta a todos por i gual, no i mporta
s i son t us s uperiores o tus subordinados.
18. «Trata de dar l o mejor en t odo momento», no
t e c onformes c on hacer l a s c o s a s a m e d i a s .

19. «Construye una red de contactos», en algún mo-
mento podrías necesitar de la ayuda de alguien, más
cuando te encuentres en un lugar donde no conozcas
a nadie.
20. «Conoce tus límites», aprende a pedir cuando sea
necesario.
21. «Nunca dejes de rodearte de tu familia y amigos»,
pues ellos estarán siempre para compartir y celebrar
tus éxitos.
22. «Sé humilde», aprende a escuchar las experien-
cias de los demás y aprende
de ellos.
23. «No comprometas tus valores», defiende aquello
en lo que crees.
24. «Siente seguridad y orgullo de lo que estás hacien-
do», hoy en pandemia eres un héroe y formas parte
de la historia del país.
25. Y finalmente, « a m a l o que haces», s i aún
no encuentras aquello que teapasione, no te r in-
das; y s i ya l o has encontrado, disfruta c ada
momento mietras realizas tu labor.
Veinticinco pasos que me han acompañado a lo largo de
mi trayecto, veinticinco pasos que me ayudaron a tomar
las mejores decisiones, de tomar mi maleta, comprarme
un vuelo y viajar en la madrugada para llegar al llamado
de la unidad temporal. Fueron aproximadamente 14
horas en el proceso, donde finalmente resulté selec-
cionado, para iniciar mi labor el día 16 de enero en la
Terapia Respiratoria Avanzada-Unidad de Cuidados In-
tensivos.
A lo largo del camino he encontrado a grandes amigos y
colegas con los que he coincidido sobre lo difícil que es
dejar tu casa, muchos de ellos han regresado al menos
una vez para visitar a su familia, pero mi caso no ha sido
posible.
En ese sentido, me gustaría tocar un concepto importante
que varios autores han definido con elementos similares,
otros con más o menos atribuciones, pero que finalmente
va dirigido a un mismo sentido, y me refiero al término
“resiliencia”. Durante la pandemia muchos enfermeros
hemos superado y enfrentado muchas adversidades, y
hemos tenido la capacidad de hacer frente a las dificul-
tades de la COVID-19, superar y transformar en forma
positiva las experiencias devastadoras como la pérdida
de colegas, de familiares, y amigos; son aprendizajes de
la vida que seguramente nunca olvidaremos.
213 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Y a pesar de que esta historia llega a su final, estaré
agradecido por cada oportunidad que la unidad me brin-
dó, por permitirme coincidir con personas extraordina-
rias de diferentes partes de la República, y por confiar
en mí como profesional para sumarme a la lucha contra
la COVID-19. Gracias a todos los que hicieron posible
este proyecto.
9. Cuidados holísticos de Enfermería en la Uni-
dad Temporal COVID-19 (UTC)
Rosiane Aparecida de Melo
COVID-19 es una enfermedad que nos enfrenta a la
muerte y a los problemas que le son inherentes. La
mayoría de las muertes son inesperadas y agudas y los
profesionales que, en primera línea, estamos trabajando,
atendiendo a esta grave situación, hemos logrado evitar,
apoyándonos en los equipos, el colapso “bio-físico-so-
cio-espiritual” ya que su afectación puede interferir con
la evolución clínica y la seguridad de los pacientes.
En este contexto, en la UTC, desde el inicio del proyec-
to la Dirección de Enfermería y todo el personal opera-
tivo hemos tenido en cuenta los apoyos físicos, psicoló-
gicos y espirituales al mismo personal y los pacientes.
En este sentido, se tuvo la idea de inaugurar Ludotecas
en las salas de hospitalizaciones. La Real Academia Es-
pañola de la Lengua define la ludoteca, como “Centro
de recreo donde se guardan juegos y juguetes para su
uso y préstamo”. Sin embargo, el mero “uso” y «prés-
tamo» de esos juegos y juguetes no engloba del todo las
funciones reales de estos centros que van más allá del
cuidado integral de la persona.
Normalmente, estos espacios son pensados para niños
en ambientes hospitalarios, pero en la UTC se abre la
primera Ludoteca para los pacientes adultos en la Sala
C, desde el día 29 de octubre de 2020 con el equipo
de Jornada Acumulada, o sea, el personal de Enfermería
que trabaja los fines de semana; en la semana de Navidad
se activa la Ludoteca de Sala B. Al inicio se pensaba
apoyar a los pacientes para que identificaran los días
de la semana, debido a la dificultad de muchos de ellos,
que estuvieron en la Terapia Intensiva, de reconocer
tiempo y espacio. Poco a poco este espacio se volvió
una historia de éxito como escribió un paciente recupe-
rado de la Sala C: No había disfrutado de este espacio
porque estaba confinado a mi cama, pero ahora puedo.
Creo que este espacio es muy importante porque nos saca
de la espiral del dolor y tedio. Las actividades, por más
sencillas que parezcan, son muy importantes. Aunque no
sean al parecer interesantes, sí lo son. Aunque al término
Testimonios 214
de la actividad parezca que no fue nada, sí lo es.
Con la asignación de colegas de Enfermería para este ser-
vicio que ahora está abierto todos los días de la semana, se
empezaron a practicar no sólo juegos de mesa, manuali-
dades, películas motivadoras etc., sino también la escu-
cha activa con los pacientes en la que se sacan muchas
emociones en los temas de espiritualidad y religiosidad.
De hecho, temas espirituales y religiosos son capaces
de influir en la forma en que se relacionan tanto las en-
fermeras y los pacientes en su manera de pensar e in-
cluso de lidiar con los problemas cotidianos, como la
pandemia COVID-19 que azota no sólo a México, sino a
todo el mundo, la cual expone a enfermeras y a todos los
profesionales de la salud a la enfermedad, quienes, ade-
más de apoyar en la recuperación de muchos pacientes,
aún presencian muchas muertes durante las guardias.
Igual que el número de casos de COVID-19, la búsque-
da de herramientas que ayudan a hacer frente a las situa-
ciones estresantes que puede provocar la enfermedad ha
aumentado a gran escala. C u ando l a s alud s e ve
gravemente afectada, cuando falta el aire y se siente que
se va a morir sofocado, como es el caso de COVID-19,
gran parte de la gente suele recurrir a su forma de vi-
vir la religiosidad o a su espiritualidad, en busca de con-
suelo, de fortaleza y recursos para afrontar la situación.
Aquí reportamos fragmentos de cartas de pacientes a
las enfermeras del equipo holístico, que son expuestos
en los «muros del agradecimiento», y que son parte de
los espacios de las Ludotecas en las Salas B y C. En estos
mensajes se percibe la gran influencia que la religiosidad y
la espiritualidad tienen en la vida de las personas.
Gracias a las enfermeras y todos aquellos que ni si-
quiera de varios de ellos no supe ni sabré su nombre,
pero se la rifaron por mí, y sigo con vida, respiro…
si esto no es Dios presente, ¿en dónde lo encontraría?
(Paciente Sala C)

Cuídense mucho, todos. Dios los bendiga. Hoy y siem-
pre, ya que todos fueron muy atentos conmigo y siem-
pre al pendiente de mí. Que siempre sigan amando su
trabajo y dedicación. Bendiciones para todos del más
sagrado. (Paciente Sala B)
Siento que renací. Muchas gracias porque regresaré
con mi familia VIVA. (Paciente Sala B)
Grande eres oh, gran Señor por permitirme hoy estar
aquí con vida, llenando de alegría mi corazón que es-
taba temeroso y entristecido. (Paciente Sala C)
Hoy doy gracias a Dios porque me dio otra oportuni-
dad de regresar a casa. (Paciente Sala C)
Nunca es demasiado el agradecimiento a quienes no
te abandonaron…Dios y ustedes equipo enfermeras,
médicos y personal en general. (Paciente Sala B)
A todo el personal de este hospital, muchas gracias,
que Dios te proteja, bendiga y te respalde en todo lo
que hagas, que Él sea tu fuerza cuando estés débil y tu
apoyo cuando estés solo. Están en nuestras oraciones.
(Paciente Sala C)
Mi ángel de la guarda trabaja en la UTC. A veces era
enfermero/a, luego médico general, a veces me cuida-
ba como nutriólogo, para ser luego un fisioterapeuta,
un cocinero que me alimentaba. Dejé de tener miedo
gracias a ti. (Paciente Sala B)
Al equipo holístico, responsable por la Ludoteca, nos
toca dar altas de Enfermería a los pacientes recupera-
dos. Han sido cerca de 9,000 personas recuperadas que,
al salir de la UTC, han tocado la «Campana de la Es-
peranza». Lo que más hemos escuchado es: yo andaba
muy alejada/o de Dios, pero ahora sé que Él me ha dado
una nueva oportunidad pues, ni modo quiero aprovechar-
la.
A través de la fe que también constatamos en los pacien-
tes, de su práctica religiosa y de su espiritualidad, emerge
en la persona una fuerza interior y la construcción de sen-
tido para las diferentes situaciones de la vida.
Enfermería y profesionales de la salud en general, en
215 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
esta pandemia, lidiamos diariamente no sólo con el mie-
do a la muerte, sino también con las incertidumbres re-
lacionadas con un diagnóstico seguro, con el uso correc-
to y adecuado del Equipo de Protección Personal (EPP).
Eso incide en nuestra propia salud mental; nosotros que
hemos sido catalogados como los que están a la van-
guardia en la lucha contra el COVID-19, sin embargo,
necesitamos encontrar espacio para una dimensión lúdi-
ca y espiritual como respiro que renueva y alienta cada
persona.
Por las condiciones a las que estamos expuestos, he-
mos sido afectados en nuestra salud mental, por sufrir
situaciones que a muchos de nosotros nos llevan a po-
tencializar nuestros miedos y nuestras ansiedades. Sin
embargo, muchos pacientes, y también varios colegas
que viven una espiritualidad, nos testimonian fortaleza
y creatividad para enfrentar los retos. Asimismo, la ex-
periencia de las Ludotecas en la UTC, s e volvió una
ruta de encuentros entre los pacientes y profesionales
en la que la dimensión lúdica abre a la experiencia de
lo espiritual.
10. COVID-19 más que un virus, una experiencia de
vida
María Estela Molina Jiménez
Mi estancia como enfermera dentro de la Unidad Tem-
poral COVID-19 del Citibanamex, me dio l a opor-
tunidad de obtener experiencia de todo tipo; hubo
muchas situaciones en las que estoy segura que cada uno
de los que integramos la UTC nos marcó la vida. En mi
caso, cuando recién entré a laborar tenía mucho miedo
(así como todos mis colegas); miedo al virus; miedo a
contagiarme; miedo a los pacientes; miedo a no saber
cómo tratar la enfermedad; miedo a que no fuera sufi-
ciente el equipo de protección; miedo a que se compli-
cara un paciente; miedo a la crítica de mis compañeros:
miedo al desconocimiento; miedo a no tener apoyo; in-
cluso, miedo al miedo.
Deben saber que soy pasante de la Licenciatura en En-
fermería, y como pasante muchas veces, sino es que
el 90% de las veces, por la falta de experiencia nadie te
da una oportunidad de trabajo; existe la desconfianza
pues, seamos sinceros, ¿quién quisiera ser atendido por
recién egresados sin experiencia en un virus que el pro-
pio mundo desconocía?
Bueno, pues así fue señores, fuimos demasiados pasan-
tes los que estuvimos en primera línea atendiendo a pa-
cientes que ingresaban a la UTC y todos tuvimos que
aprender a quitarnos el miedo, a sobrellevarlo entre todo
Testimonios 216
el personal e, incluso, entre el personal y los pacientes.
Tuve la oportunidad de trabajar en una mezcla de gene-
raciones, la cual al inicio me hizo dudar que se pudiera
trabajar en conjunto, sin embargo, para mi sorpresa el
ambiente de trabajo fue muy satisfactorio. La experien-
cia que por años ganaron mis compañeros, en ocasiones
me hacía sentir avergonzada o frustrada por no saber lo
mismo que ellos; eso me hizo entender que tener humil-
dad para pedir ayuda no es malo, al contrario, te llena
de nuevos aprendizajes que por el bien común ayuda a
los pacientes más de lo que creemos. Claro que ellos
ayudaban, por más tonta que fuera mi pregunta, no
temía ser juzgada por nadie, yo simplemente pretendía
aprender.
Una clave muy importante en este proceso fueron mis
mentores, monitores y líderes a los que debo agradecer
tanto, ya que fueron una clave muy importante en este
proceso. Siempre estaban al pie del cañón vigilando a
todo el personal, ayudando, guiando, enseñando y sobre
todo proporcionándonos confianza para realizar diferen-
tes tareas con sus respectivos niveles de dificultad; in-
cluso, animaban a que uno saliera de su zona de confort
y quisiera aprender más y más. Creo que esa es una
parte de Enfermería que no había vivido y que, por mi
experiencia, debería de fomentarse en las instituciones.
Mi experiencia, como ven, no sólo es emocional, tuvo
varias fases profesionales; incluso aprendí a desarrollar
comunicación con mis colegas, con mis pacientes, a li-
diar junto con ellos la incertidumbre, el miedo, su sole-
dad e incluso su depresión. Había muchos pacientes que
se encontraban en una situación emocional muy delicada;
pacientes que habían perdido familias completas; pa-
cientes que antes de fallecer me pedían no los abandona-
ra porque tenían miedo; pacientes que sólo buscaban ser
escuchados para sentirse mejor; pacientes que sólo bus-
caban compañía para sentirse bien. Ello me hacía sentir
no sólo su enfermera, sino también su amiga; al final,
me hacían sentir empatía por ellos y todos los días, por
más cansada o fatigada que me sintiera, siempre llegaba a
contagiarlos de un poquito de optimismo y de fe.
Aunque no todo fue color de rosa, también existieron
situaciones que me hicieron sentir vulnerable dentro de
la UTC, y no precisamente por el virus, sino por los pa-
cientes. Hubo pacientes que se atrevieron a tener un tipo
de acoso con su servidora, aunque afortunadamente todo
quedó en un susto, sin embargo, me deja claro que no es-
tamos exentas de sufrir acoso hasta en estas situaciones
de trabajo y pese a las condiciones de aprender a mostrar
cordialidad con los pacientes.
Asimismo, tuve retos: aprender a desarrollar actitudes,
habilidades; adquirir estabilidad emocional; trabajar
bajo estrés con indicadores de nueve pacientes por una
enfermera; l idiar con pacientes que no querían adhe-
rirse a su t r a tamiento; a mantenerme lejos de mi fami-
lia y de mi pareja por miedo a contagiarlos. Recién había
llegado a la UTC, tuve que adaptarme rápidamente a la
forma de trabajo y la oportunidad de demostrar lo que
aprendí en la facultad. No obstante, no eran suficientes
los conocimientos y tuve que buscar información profe-
sional de la misma patología o de procedimientos que
no conocía en diferentes herramientas de aprendizaje.
Ya fuera buscando apuntes de la universidad, pregun-
tando a compañeros, con los artículos que nos enviaban
en los grupos de la UTC, con las capacitaciones de la
misma UTC, en plataformas de la Secretaría de Salud.
Incluso viendo videos en YouTube, siempre procuran-
do que toda información estuviera basada en evidencia
científica.
Con esta experiencia me doy cuenta cómo mi profesión
ha mejorado en muchos sentidos: cómo organizar, cómo
liderar y cómo convertirse en una poderosa arma en me-
dio de una guerra. Me ha quedado claro que Enfermería
tiene muchas áreas de oportunidad, sólo es cuestión de
que todos las veamos y las desarrollemos como deben
ser; ya no estamos limitadas, no somos excluidos. Hoy
más que nunca se demuestra el valor del gremio y me
siento sumamente orgullosa de ser enfermera. La UTC
me ha terminado de formar y de fortalecer mi amor por
mi profesión; haber trabajado en la UTC y, sobre todo, la
COVID-19, me ha dado una experiencia de vida.
11. Testimonio: mi primer trabajo en un ámbito
hospitalario
Iván Aguilar López
Soy pasante de la Licenciatura en Enfermería, graduado
de la FESI-UNAM, y este es mi primer trabajo en un
ámbito hospitalario. Mi aventura comenzó desde que vi
la convocatoria a inicios de diciembre del pasado año;
mientras juntaba los documentos que solicitaban me
preguntaba a mí mismo si era una buena idea, si no iba
a ser peligroso, si podía llegar a contagiarme, o peor,
contagiar a un ser querido. Aún con dudas y con un poco
de incertidumbre, el 14 de diciembre de 2020 me presen-
té, dejé papeles y esperé la respuesta, la cual llegó más
rápido de lo que pensé, y el 24 de diciembre ya estaba
atendiendo a mi primer paciente en la Unidad Temporal
COVID-19. Ese día, llegué no con miedo, sino en un
estado de alerta, viendo que hiciera bien mi lavado de
manos, asegurándome de colocarme bien el equipo de

protección personal. Mantuve la respiración y entré no
sabiendo qué iba a suceder; cuando me di cuenta, ya ha-
bía acabado el turno. Con un suspiro, salí de la Sala C,
me cambié, siempre con el miedo de traer el virus o po-
der contagiar a alguien en casa; por eso, antes de llegar
a ella, me rociaba en alcohol y dejaba la ropa aparte del
resto de la demás.
Para mediados de enero, se vio un alza considerable de
pacientes dentro de la unidad, l o que se r eflejó en
la c arga de trabajo que tenía cada personal, indepen-
dientemente del área. Estábamos a punto del colapso,
pero por la gran capacidad de todos de exigirse hasta el
límite, se logró pasar con éxito esta etapa difícil para la
unidad.
Conforme iban pasando los días y semanas, ese mie-
do que sentía se convertía en confianza y las dudas en
experiencia. Otro gran punto que me ayudó a cada vez
sentirme más seguro, fue que iba conociendo personas,
compañeros de trabajo, amigos que me apoyaban con
sus conocimientos para poder seguir adelante y mejorar
mis habilidades para brindar un mejor cuidado. Eso me
llevó a estar y conocer distintas áreas, por ejemplo, hos-
pitalización, la que hasta la fecha puedo decir que fue
mi área preferida; estuve también en Altos Flujos y en
Terapia Intensiva, y de cada una me llevo lo mejor. Ade-
más, en cada área me enfrentaba a distintos problemas;
algunos sí sabía resolverlos con la experiencia previa
que tenía, otros no. Me tocaba pedir apoyo entonces del
personal con más tiempo; siempre que pasaba eso, me
decía: no me volverá a pasar, la siguiente lo resolveré de
mejor manera y más rápido.
Este tiempo que llevo laborando en la unidad, me ha
tocado asumir distintos roles dentro de la sala operati-
va; por ejemplo, he tenido la oportunidad de ser monitor
de una sección o sala, teniendo en cuenta que son más
responsabilidades y funciones, acepté este nuevo reto;
desde la primera vez, el mismo servicio me brindó la
confianza para trabajar, lo cual, para mí, logra que pue-
das tener un mejor desempeño.
Para mediados de abril, y debido a varios factores como
la disminución de ingresos de pacientes, estancias más
cortas y el inicio de la aplicación de vacunas, la deman-
da de personal operativo ha bajado, por lo cual, actual-
mente, me han dado la oportunidad de trabajar en otra
área aparte de esta, el área de investigación. En ella he
estado colaborando con distintos proyectos que tendrán
como finalidad brindar un punto de vista desde dentro
de la unidad, para plasmar y servir a futuras generacio-
217 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
nes que estén pasando por algo similar, no solamente
en México, sino que sirva de punto de referencia a nivel
internacional.
Este nuevo proyecto me ha dado la ocasión de trabajar
en conjunto con un equipo de Enfermería y poder plas-
mar y conocer sus puntos de vista, sus historias; utili-
zando mi experiencia, me ha dado una gran satisfacción
ya que implica que esta valiosa información servirá para
evidenciar la gran labor que otorga Enfermería en todos
los niveles, desde el área operativa, hasta de administra-
ción y dirección.
Ya estando en la recta final del proyecto, me he dado
cuenta de ciertos puntos: que cinco meses pueden pasar
en un abrir y cerrar de ojos; que el tiempo pasa bastante
rápido cuando en verdad disfrutas hacer las cosas y me
alegro de haber enfrentado mis miedos para participar
en este proyecto. Otras más: que lo aprendido, lo vivi-
do, lo que se hizo, es para toda la vida; que cuando se
cierren las puertas de la UTC-19, no habrá sentimientos
de tristeza, sino de esperanza, porque se demostró que
se pueden tener condiciones laborales adecuadas para
Enfermería; que no se tiene que mal valorar la pro-
fesión; que lo que alguna vez soñamos se puede crear
y conseguir; que oportunidades hay y espero que esto
sirva como un antes y un después; que seamos la gene-
ración que inició el cambio de lo que merecemos como
pasantes, licenciados, especialistas, maestros y doctores
en Enfermería. Enfermería, en esta pandemia, demostró
que los límites se superan, que trabajando en conjunto se
pueden obtener grandes logros y que siempre se tiene
que ver más allá. Este fue el primer paso y espero que
no sea el último.
12. ¿Cómo vives el choque entre generaciones?
Sebastián Moreno Rodríguez
Al inicio la experiencia y la habilidad por parte de los
compañeros ya titulados y con especialidad fue siempre
destacable en todo momento, con base en ello nuestra
generación, apenas terminado el servicio social, ha en-
frentado un gran reto con la pandemia; esto ha signifi-
cado para nosotros un alto grado de exigencia. Adquirir
conocimiento, destreza y agilidad en meses, en compara-
ción con la experiencia de años de los compañeros titula-
dos, fue enriquecedor, ya que en todo momento se contó
con el compañerismo y la búsqueda del mismo fin como
gremio de Enfermería. Sin embargo, el gran reto a su-
perar en esta pandemia, sin importar la generación, fue
el miedo presente en todo momento; ese temor a conta-
giarse y contagiar a nuestras familias incrementaba cada
Testimonios 218
día, al igual que la impotencia al ver tantos decesos. Me
tocó ver que, pese al miedo y la impotencia, la generación
no se basa en un número; somos personas: padres, ma-
dres, hijos, adultos, jóvenes profesionales en el ámbito
de la salud. En todo momento lo único que importó fue
el cuidado y bienestar de los pacientes; a pesar de los
grados académicos, nunca hubo distinción en ello, para
nosotros el único fin fue cuidar de ustedes.
13. Personal de Enfermería: de desconocidos a
familia
José Alejandro López Ayala
Ingresé a la Unidad Temporal COVID-19 en agosto
de 2020. Tenía sentimientos encontrados; por un lado,
estaba feliz por haber conseguido mi primer empleo,
pero, por el otro, me sentía asustado por dos razones:
la primera, enfrentarme a una enfermedad nueva y, la
segunda, a un ambiente laboral desconocido. Fue im-
presionante ver que la mayoría de mis compañeros eran
pasantes igual que yo; de inmediato me di cuenta que
el ambiente de la unidad era diferente al resto de hos-
pitales en los que había estado: todo transcurría en una
gran armonía. En ocasiones el choque generacional era
evidente; por una parte, los compañeros con más expe-
riencia no asimilaban que la mayoría de líderes fueran
pasantes o personas con poca experiencia laboral y, por
otra, algunos de los más jóvenes nos mostrábamos re-
nuentes a las enseñanzas que las compañeras nos daban,
tal vez por simple orgullo. A pesar de estas diferencias,
siempre logramos nuestro objetivo: preservar o mejorar
la salud de nuestros pacientes.
Al paso de los días, aquellos extraños poco a poco deja-
ron de serlo; de pronto me percaté que me sabía la ma-
yoría de los nombres y días de descanso de mis colegas,
no sé sí por rutina o porque ahora esto formaba parte de mi
vida. Conocí algunas historias de vida de mis compañe-
ros, sus metas, objetivos y la razón por la que se encon-
traban laborando aquí.
Los meses pasaron y con ellos nuestra relación se hizo
más fuerte; a pesar de los cambios de servicio y turno,
convivimos tanto que las fiestas decembrinas las pasa-
mos en familia, aunque estábamos lejos de casa. En
enero me convertí en líder clínico y con ello afronté un
nuevo reto. Ya no tenía sólo la responsabilidad de un
par de pacientes, sino que ahora eran decenas; al estar
dirigiendo a un grupo de colegas, fallar ya no era una
opción.
Me encontré con un equipo estructurado, y en palabras de
nuestros pacientes, más que equipo, somos un ejército
de ángeles. Ángeles como Pamela, uno de los mejores
seres humanos que he conocido, siempre tienen una pala-
bra de aliento, aún en los momentos más complicados;
Eder, con un carisma único, el enfermero que ha recibido
más cartas de agradecimiento por parte de los pacientes;
Emma llevaba 20 años sin ejercer la Enfermería, pero
dejó atrás sus miedos para ayudar a los que la necesi-
taban; Andrea, aunque se mostraba seria con todos sus
compañeros, es la más cálida con los pacientes. Todos y
cada uno de ellos tienen diferentes cualidades, pero to-
dos aportan ese sentido humano propio de Enfermería;
cada día demuestran el amor que tienen por su profesión
y lo entregan todo, a pesar del miedo y del cansancio.
Después de tantos momentos de felicidad, tristeza,
enojo y frustración nos enfrentamos al cierre de este
maravilloso proyecto. Llenos de nostalgia, pero satisfe-
chos por todas las cosas que hemos aprendido a lo lar-
go de estos meses; llenos de incertidumbre, pero con la
convicción de seguir siendo grandes profesionales; sea
cual sea el camino de mis colegas, espero tengan éxito en
todos sus proyectos. Como en cualquier familia, llegó
el tiempo de tomar caminos diferentes, pero la Unidad
Temporal COVID-19 siempre permanecerá grabada en
nuestros corazones.
14. La voz de un enfermero y el COVID-19
desde tres perspectivas
Guillermo Becerra Moreno
Hizo poco más de un año desde que se presentó un cam-
bio radical en la vida de muchos profesionales de la sa-
lud. Aquellos que nos dedicamos al cuidado del pacien-
te crítico, podemos entender en cierta forma el deterioro
que va ocurriendo a lo largo del proceso de la enfer-
medad y, en los casos positivos, la evolución hacia la
mejora. S i n embargo, l a aparición de SARS-CoV-2
obliga a un c ambio en la perspectiva del cuidado, pues
ahora el profesional se enfrenta a un virus que no sólo
causa muerte, sino causa caos, frustración, miedo, in-
certidumbre, alteraciones en la salud mental y cambios
en la vida del profesional, dentro y fuera del área en que
desarrolla su trabajo. El trabajo se extiende al área en
donde se desenvuelve el profesional y deja de ser sólo
un ámbito hospitalario, se convierte en una lucha dentro
y fuera del rol del enfermero. Ahora el trabajo te sigue en
la vida cotidiana.
Cuántas veces tocaban la puerta o sonó el teléfono cuan-
do estaba en casa, «descansando» de una jornada más
que agotadora, y en esas llamadas todas las preguntas
hacían referencia al COVID-19: ¿cómo ingreso a un

familiar?; está saturando por debajo de 90%, ¿es muy
malo?; ¿conoces a alguien que pudiera venir a ver a mi
familiar?; ¿me ayudas con esto? estoy desubicado y ten-
go miedo. Se volvió un entorno covid y absolutamen-
te todo lo que se hablaba giraba en torno al tema. La
pregunta que me hago es: ¿estábamos preparados para
brindar el cuidado a tal dimensión? La respuesta está en
la experiencia y la fortaleza de cada uno de los que brin-
damos el cuidado y la manera en cómo afrontamos las
pérdidas que se nos presentaban a lo largo de la pande-
mia. Recuerdo con tristeza algunas llamadas que recibí
durante la jornada laboral con la noticia de que alguien
de mi círculo fraternal no había resistido más la lucha;
qué fuerte tener que soportar el dolor y no derrumbarse,
pues «la guardia sigue» y aún hay 33 pacientes con su
respectivo enfermer@ a quienes hay que brindar un cui-
dado de calidad y con ello dar el máximo de nosotros.
Sin llegar a la pérdida de emociones y volvernos insen-
sibles, la realidad nos obligó a fortalecernos, a tener un
mejor manejo de emociones.
Al exponerse al riesgo de contagio de manera constante
en el trabajo, el miedo va desapareciendo día tras día;
«ya no me da miedo contagiarme» es una de las frases
que más se escucha entre los pasillos de la realidad. Lo
que no logra desaparecer hasta la fecha es ese temor por
contagiar a algún miembro de la familia o del círculo cer-
cano y que pudiese tener un desenlace trágico, como lo
hemos visto en tantas personas contaminadas. Incluso
aquellos que ya enfermamos, sabemos que no queremos
volver a recaer, pues entre l a enfermedad y la recu-
peración, el tiempo y el c ansancio s e potencializan
más de l o que en r e alidad ha durado. El tiempo se
vuelve eterno y se va multiplicando con todo lo que se
va presentando.
Por otra parte, los que atendimos a familiares o seres
queridos en casa sabemos lo difícil y complicado que
ha sido el reconvertir cada espacio de la casa para que
se vuelva un lugar «seguro». Resistir por días y semanas
el desvelo crónico por aquellas fiebres nocturnas que no
ceden; esas pesadillas a todas horas del día por no sa-
ber cómo irá reaccionando el virus en el cuerpo de mi
familiar o en el mío; el prevenir y tratar ese delirium que
se va generando a causa de la rutina y la pérdida de la in-
teracción con el mundo. Deseamos que la fase en
que más agresivo se comporta el virus pase rápido y no
vuelva a complicarse; que no fuese necesaria de nuevo la
hospitalización, pues los días se vuelven tan terribles,
interminables, súper cansados, grises, iguales, que no
queremos volver a vivir.
219 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Tener hospitalizado a mi padre por un mes y 15 días fue
lo más aterrador que haya vivido a lo largo de la profe-
sión y de mi vida, y no es que no haya alcanzado ma-
durez profesional o que no haya logrado tener control de
emociones y sentimientos; la realidad es que no sabes
qué tan fuerte o débil eres hasta que te encuentras en las
manos del destino. La fe se vuelve la mejor amiga, aún
cuando la hayas dejado olvidada en los bolsillos unos
cuantos años atrás, las oraciones son lo único reconfor-
tante y es aquello que te da esperanza.
Los conocidos se convierten en amigos y los amigos en
hermanos. La gente que te apoya y se preocupa por ti es
aquella que no debes dejar salir de tu vida, pues son ellos
quienes te levantan, gracias a ellos logré resistir de pie.
Fueron ellos, mis amigos, quienes no me permitieron ti-
rar la toalla cuando más no podía; quienes me recordaron
la gran responsabilidad que tenía al momento de elegir
mi profesión; quienes me reafirmaron la enormidad de
persona en la que me he convertido y lo increíble que
puedo llegar a ser cuando las palabras y pensamientos
se combinan de manera adecuada.
Después de un año de vivir la realidad desde tres pers-
pectivas en el mismo tiempo y lugar, me he vuelto muy
fuerte y muy poderoso; con la habilidad de transmitir esa
fortaleza y poder a aquellos que se enfrentan al enemigo
invisible, pues una vez experimentadas las manifestacio-
nes en el organismo por la infección por SARS-CoV-2, es
indispensable revivir las mentes de los compañeros, que,
en un futuro, se encontrarán en la línea de batalla, y lo
mejor es que sean profesionales preparados y resilientes
para dar una mejor lucha.
Es extraño mencionar que después de un año inolvida-
ble, hemos vencido el miedo, la frustración, la soledad,
la incertidumbre de la que se hablaba al inicio y que
en conjunto es lo que fue destruyendo a las sociedades:
¡hemos vencido al virus! Sólo falta rehabilitar la salud
mental de todos los que seguimos de pie, pues ha deja-
do una marca impresionante en la mente y corazón de
todos los sobrevivientes de la lucha. Debemos seguir
creyendo en la familia y los amigos, pues es gracias a
ellos que nos permitimos estar al frente de las líneas;
que por ellos y con ellos luchamos y gracias a ellos no
nos vencimos en la batalla.
Termino estas líneas agradeciendo a todos aquellos que
se mantuvieron cerca para brindarme fortaleza: amigos,
conocidos, familiares, a mi hermosa novia que me ha
acompañado en cada momento desde que inició la pan-
demia; doy mi agradecimiento a todos aquellos que per-
Testimonios 220
mitieron que les brindara una recomendación, un con-
sejo o un comentario acerca del cuidado que se procura
cuando me encontraba liderando al equipo; agradezco a
aquellos pacientes que me brindaron su confianza y per-
mitieron que la ciencia y el esfuerzo de años actuara sobre
ellos. Pero, sobre todo, agradezco a aquellos que no so-
portaron la batalla, que se aferraron y dieron todo, hasta
el último esfuerzo, aun así no sobrevivieron, porque gra-
cias a ellos, soy más fuerte, más profesional. Al ver que
la humanidad se sensibilizaba y se hacía una hermandad
entre desconocidos, me volví más humano. Gracias.
Nunca dejé de creer en Dios y en lo poderoso que es el
universo. Soy afortunado por estar rodeado de ángeles.
Soy un enfermero feliz.
15. El aprendizaje de las paradojas
Mariana Sandoval Reveles
Estos últimos meses de pandemia han sido una monta-
ña rusa de emociones y sentimientos incontrolables que
nunca antes había experimentado. Tengo 22 años y soy
pasante de Enfermería. Durante las prácticas de mi
carrera he visto innumerables enfermedades, síntomas
de distintas clases y todo tipo de personas, pero pocas
veces había sido testigo de muertes; y, por supues-
to, jamás me había tocado vivir una pandemia, al igual
que cualquiera de nosotros. Todo cambió mucho a partir
del 16 de julio pasado, cuando comencé a trabajar en
el turno nocturno de la Unidad Temporal COVID-19
(UTC-19), del Centro Citibanamex. Fue mi primer em-
pleo formal; eran jornadas de doce horas seguidas. Yo
me encontraba en un área donde las personas requieren
mucho cuidado; mis compañeros (y ahora amigos), me
guiaban y apoyaban cuando me atoraba. Al principio me
sentía cómoda, hasta que un día, de pronto y sin previo
aviso, me cambiaron de área.
En este nuevo sector las personas no necesitaban tan-
tos cuidados y su estado de salud tenía buen pronóstico,
pero yo no me adaptaba porque no conocía a ninguno de
mis nuevos compañeros. Lo único que me salvaba de
sentirme mal era el chisme que echaba con las mujeres
internadas. Así, poco a poco, me empezó a gustar el nue-
vo lugar. La interacción con las mujeres era increíble.
Me encantaba poder platicar con ellas y escuchar lo que
querían decirme. Hubo una señora que recuerdo mucho
de mi paso por allí. Era María, de la cama 30 en la Sala B1.
Durante una guardia, mientras la acompañaba al baño,
me contó que uno de sus hijos, médico, la cuidaba a ella
y a su esposo. Ingenua, yo le pregunté si su esposo tam-
bién estaba internado en ese sector, algo muy frecuen-
te en la UTC-19, a lo que ella me respondió que no, que
estaba en la Terapia Intensiva de otro hospital. Luego me
dijo que otro de sus hijos también estaba internado con
él, sólo que en la parte de hospitalización, y cerró con-
tándome que el tercero de sus hijos sí se encontraba allí,
en la Sala C. Su relato me sorprendió mucho y, con una
sonrisa y palabras de ánimo, intenté darle esperanzas de
que seguramente todo iba a mejorar.
En general, mi forma de brindarles un poco de seguridad
a las personas internadas es hablándoles de los benefi-

cios de estar en un hospital con profesionales capacita-
dos y dispuestos a enfrentar los problemas de salud. Es
una gran ventaja que deben conocer, y eso mismo fue
lo que le dije a María. A lo largo de su plática vi que ella
nunca perdió la compostura ni mostró rastros de tristeza.
La percibí fuerte, guerrera, con toda su fe en lo más sa-
grado que tiene. Dos guardias después, volví a atender-
la. Durante las primeras horas estuvo callada y distante.
En un momento de mi turno, me tomé un tiempo para
platicar con ella. Cuando le pregunté cómo estaba, me
miró a los ojos y dijo: «Reportaron a mi esposo como
grave; me avisó mi hijo». Inevitablemente, sentí mi cora-
zón apachurrarse y sólo logré emitir un sonido de triste-
za. «Ouh» dije, nada más. Por su parte, ella me volvió
a demostrar que siempre tenía las palabras exactas, sin
perder jamás la compostura: «Yo sólo lo encomiendo a
Dios y que se haga su voluntad». Al escuchar eso, mi
corazón no pudo sentirse más pequeñito, y lo que me
pareció más adecuado fue seguir con su idea: «Pues
sí, seguro que el de allá arriba hará lo correcto con su
esposo. Pero yo espero que mejore y pronto pueda salir
de ahí. Algo me dice que su esposo es fuerte», susurré;
asintió y agradeció con una media sonrisa. Como debía
irme, le di un apretón de manos y me fui.
A lo largo de la noche la notaba inquieta, preocupada.
Siempre intento pasar por donde se encuentran los pa-
cientes que me asignan, al menos cada 15 minutos, por
si necesitan algo. Alrededor de las 3:30 horas ella me
llamó cuando me vio. Al acercarme la noté triste; le
pregunté si tenía noticias y me dijo: «Ya se fue». Me
estremecí, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me quedé
helada, muda. Sentí que ella estaba destrozada por den-
tro. Por primera vez vi en su cara el dolor que la atra-
vesaba. En voz muy baja, me dijo: «Tengo ganas de ir
al baño, ¿me puedes ayudar?». P reparé todo y la dejé
sola un momento, para que tuviera privacidad. Cuando
regresó sólo atiné a decir: «Lo siento mucho, la voluntad de
Dios se cumplió». Con la misma tristeza en su rostro hizo un
gesto de agradecimiento. A mí me parecía que compartía
su dolor, era más fuerte que yo. «Sé que esto no se pue-
de, pero ahora es lo que puedo ofrecerle», le dije, y la
abracé con un cariño que me hubiera gustado que fuera
reparador. No sé si logré algo con el gesto; ella soltó un
par de lágrimas, me agradeció mucho y, por lo que pude
notar, se liberó un poco. De inmediato la ayudé a recos-
tarse de nuevo y la miré con compasión. Eso fue todo lo
que debe haber notado de mí, y es que, por el equipo de
protección personal (EPP) con el que estamos vestidas,
mis sonrisas de aliento no se distinguen.
221 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Durante la noche, ella habló con su hijo por asuntos
relacionados con el papeleo posterior al fallecimiento.
A la enfermera del turno matutino le expliqué lo que ha-
bía sucedido con María para que intentara apapacharla,
y cuando era hora de retirarme, me acerqué a despedir-
me. Una vez más, le di el pésame. Nuestro encuentro en
esta vida terminó con otro apretón de manos.
Unas guardias después, me volvieron a cambiar de área.
Ahora estoy en Terapia 1ntensiva, donde la gravedad del
estado de los pacientes exige toda mi perspicacia y aten-
ción. Una vez más, entré nerviosa y asustada a un lugar
nuevo, y, ahora, con el detalle de que el EPP es mayor.
Sólo puedes ver los ojos de las personas; para identi-
ficarnos, tenemos que poner nuestro nombre en la bata.
Durante una guardia, me asignaron al paciente de la cama
20. Junto a él, en la cama 19, se encontraba Jesús, de 42
años. El enfermero, Luis, es mi amigo. Aparentemente,
Jesús se encontraba estable en el momento del ingreso.
Sin embargo, desde las 2:30 la saturación de oxígeno
comenzó a bajar (llegó a 45% y lo normal es 90%) y
su frecuencia cardíaca también descendía. Enfermeros y
médicos se movilizaron para estabilizar a Jesús. Hacían
maniobras de reintubación y administraban diversos me-
dicamentos; yo observaba desde lejos. Al cabo de 40 mi-
nutos consiguieron restablecerlo un poco. Pero eso duró
lo que un suspiro. Enseguida comenzaron a descender su
frecuencia cardíaca, su saturación y su presión. El mo-
nitor no paraba de sonar. En un momento, la frecuencia
cardíaca llegó hasta cero y Jesús cayó en paro. Trajeron
el carro de reanimación, todos asistían en lo suyo. Al-
guien preparaba medicamentos, Luis los administraba,
otros más corrían por las cosas que hicieran falta, un par
más daban compresiones sobre el pecho de Jesús; yo mi-
raba el movimiento y, cuando me lo requerían, pasaba
algunas cosas. La agonía de Jesús me tenía al borde de
las lágrimas. De hecho, derramé un par y se secaron en
mis cachetes gracias al EPP. Me acerqué un poco más
hacia su cama y, mientras todos se movilizaban para sal-
varle la vida, yo recé y le ofrecí un Padre Nuestro para
que se fuera tranquilo.
El vértigo es difícil de explicar, porque por un lado mi
corazón sufría por la agonía de Jesús y, por el otro, mis
cinco sentidos estaban puestos en aprender cómo actua-
ba el personal. Terminó un ciclo de compresiones para
reanimación, alguien dijo «no hay pulso», siguieron
las compresiones. Segundo ciclo y nada. Tercer ciclo y
no, Jesús no lo logró. La médica indicó que debían parar.
4:20 a.m. fue la hora de muerte. Vi volver con cara de
derrota a los médicos y enfermeros que habían ayudado;
Testimonios 222
cada uno retomó sus labores previas y el ambiente volvió
a ser el mismo de antes.
Luis preparó el cuerpo para amortajarlo y yo estuve al
pendiente por si necesitaba ayuda. Unos minutos más
tarde, escuché a la médica responsable hablar con los
familiares de Jesús: «Hablo de la UTC-19 con noticias de
su paciente». «Hicimos todo lo que pudimos, pero no lo-
gramos salvarlo». «Si me pregunta, él se fue tranquilo».
F ue todo lo que logré escuchar. Yo sólo podía pensar en
las paradojas de la vida. Ese día, 26 de octubre, cumplía
años mi sobrina, una de las personas más importantes
para mí. Y mientras alguien festejaba su vida, otros más
le lloraban a la muerte.
16. A. La importancia del teléfono móvil para
la comunicación de los pacientes con sus seres
queridos
Yamina García Villalobos
Soy enfermera de la Unidad Temporal COVID (UTC),
formo parte de este proyecto desde diciembre de 2020.
Quisiera platicarles acerca de la importancia del celular
móvil, para los pacientes que están dentro de un área
COVID. Durante mi estadía en la UTC pude percatarme
y ser mucho más empática con mis pacientes; incluso,
puedo decir que en algunas ocasiones sentía su tristeza
y preocupación al verlos llamar a sus familiares, hacer
videollamadas, y esto suena fuerte, despidiéndose de sus
familiares, al no saber si saldrían o no del hospital; algu-
nos más despidiéndose porque no sabían si saldrían o no
de la terapia intensiva.
En algunas instituciones no permiten ingresar los celu-
lares por ser área COVID; este fue el caso de mi tío Cris-
tian que fue ingresado en su hospital que le correspondía.
Estuvo hospitalizado por COVID-19 durante una semana;
mi familia y yo no podíamos comunicarnos con él, sin
embargo, se encontraba ahí mismo un compañero mío
de la secundaria. Le agradezco mucho al Dr. Abraham
Rivera y a todo su equipo de compañeros residentes,
por permitirle al tío Cristian llamarnos desde sus teléfo-
nos móviles, si no fuera por ustedes no hubiéramos podi-
do platicar de nuevo con él, ni despedirnos. El tío Cris-
tian no pudo vencer al covid; falleció el 6 abril de 2021.
En la UTC-19 desde que yo ingresé a los pacientes se les
permitió el ingreso de su móvil; yo apoyo esta iniciati-
va. El ser humano muere de angustia y de ansiedad, al
no tener comunicación alguna con sus seres queridos, y
más encontrándose debatiendo entre la vida y la muerte.
Siempre que veo algún paciente con dificultad para co-
municarse, es un gusto para mí poder ayudarles realizan-
do una llamada, contestando una videollamada, incluso
prestándoles mi teléfono. Estamos todos juntos en esto,
223 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
Testimonios 224
su bienestar y tranquilidad influyen no en todos, pero sí
en la mayoría del personal de la salud.
B. Humanidad y compañerismo: Enfermería en
tiempos de pandemia
Buenos días mis queridos lectores, hoy me encuentro
escribiéndoles algunas líneas desde el balcón de mi
apartamento, esperando aquí el equinoccio de pri-
mavera. Muchos quisiéramos estar en algún sitio ener-
gético, en un lugar favorito cargándonos de energía,
pero por ahora s erá desde c asa, c umpliendo así
el segundo equinoccio en tiempo de pandemia, por la
COVID-19. Soy enfermera de la U n i dad T e mporal
de C O VID- 19 C i t i banamex ( UTC-19). C o menzaré
por narrar cómo fue que empecé a formar parte de este
gran equipo. Me encontraba a pocos meses de terminar
mi servicio social, febrero-marzo 2020, cuando empe-
zaron a llegar los primeros casos de COVID-19 a la Re-
pública Mexicana; todo era tan frágil, el miedo y el páni-
co nos inundaban a todos, incluso al personal de salud,
médicos, enfermeras. Todo aquel que trabajaba en un
hospital no sabía cómo actuaba este virus, no sabíamos
mucho acerca de él. S e impusieron algunas normas
por parte del gobierno de México para los trabajadores
de hospitales, como retirar a las personas embaraza-
das, adultos mayores y personas c on vulnerabilidad
— diabéticas e hipertensas— y ahí me encontraba yo,
con diabetes mellitus juvenil. Tengo más de 24 años c on
l a enfermedad, y aún t odo mi organismo f unciona;
espero que s ea así mucho tiempo más. A todos los pa-
santes de Enfermería nos mandaron a resguardo.
Yo comencé a trabajar en una clínica de cirugía plás-
tica, hasta que por las redes sociales me enteré de la con-
vocatoria que hizo Citibanamex para contratación de En-
fermería, así que decidí ir. Nunca imaginé que, al terminar
mi carrera, me tocara vivir una pandemia ¿Qué era lo
que estaba sucediendo? ¿Cómo era este virus? ¿Cómo
se transmitía? ¿Cuál sería su tratamiento? ¿Podría yo so-
brevivir estando en primera línea? La TV llena de noti-
cias por la COVID-19, la angustia de la gente empezaba
a notarse las muertes iban en amento, la crisis económi-
ca también mataba gente, la falta de dinero, el hambre, la
violencia intrafamiliar que se vivía por el resguardo por
contingencia en algunas familias, y la paz mental iba
en declive. Siempre he dicho que por algo importante
estamos hoy en esta vida, yo elegí ser enfermera y es
ahora el tiempo de luchar, de disfrutar ese don de vida
por el que decidiste ser médico o enfermera.
Y es así que estamos hoy aquí f ormando parte de
la UTC-19, salvando vidas, luchando contra la CO-
VID-19. En el tiempo que llevo trabajando en la UTC
he rotado por varios servicios, como son: hospitaliza-
ción, Terapia Intensiva, Terapia Post Intensiva y Alto
Flujo. Cuando entré a la unidad me sorprendió mucho
la buena organización que esta tiene, el buen liderazgo
de nuestros monitores y líderes clínicos que siempre nos
apoyan en todo momento; las estrategias que se tienen
para el buen funcionamiento del recinto y, sobre todo,
el cuidado hacia los pacientes. Todo se ve reflejado en
las estadísticas: la mortalidad global de COVID-19 es
de 2.2% y la mortalidad en nuestra terapia intensiva
es de 21%; si lo vemos en global, de los más de 6,133
pacientes atendidos que han ingresado vemos una tasa
de éxito de más del 90%. También hemos obtenido una
de las tasas más bajas de contagios entre el personal
de salud. Gracias a la supervisión de epidemiología,
la UTC-19 t uvo gran impacto social en los alcances
que tiene nuestra nación en conjunto con áreas públicas,
privadas, sociales y universidades.
Cabe mencionar que la mayor parte de los trabajadores
de la unidad somos recién egresados, pasantes y en
proceso de titulación no sólo de Enfermería, sino tam-
bién médicos, fisioterapeutas, nutriólogos, psicólogos,
etcétera; es decir, generación millennial. La oportunidad
de dejarnos f ormar parte de este proyecto, se ve refleja-
do al ver salir c aminando y oír tocar aquella campana
al egreso de un paciente después de una larga estadía
en el hospital. Estamos hoy aquí en beneficio de la salud
de nuestro país; esto ayuda mucho a la nueva tendencia
de la docencia en Enfermería, en las nuevas capacitacio-
nes para el personal de Enfermería, y en nuevas técnicas
de aprendizaje. Un impulso que todos aquí nos damos,
que vamos creando, descubriendo y desarrollando hu-
manismo y compañerismo.
Humanismo y compañerismo
Era 19 de marzo a las 21:06 horas cuando empezó a so-
nar la alerta sísmica en la UTC-19, estaba ocurriendo
un sismo de 5.7 grados, con epicentro en San Marcos,
estado de Guerrero; tuvimos que ser replegados y segu-
ridad evacuó algún personal por las salidas de emergen-
cia. Recuerdo ese día lleno de una energía no muy sutil
en particular. Me encontraba en C7 cuando comenzó a
sonar mi celular; era el hermano de mi tía Alicia, que
llamaba muy asustado para decirme que mi tío Cristian
estaba muy enfermo de covid, que lo veía muy mal y
con comportamiento extraño; logró contactar una am-
bulancia para que fueran a apoyarlos, qué bueno que fue
así. Al salir de la UTC se encontraban unos compañeros

de trabajo, Mario Carmona y Antonio de la Cruz. Mario
pudo notar mi cara de angustia y se acercaron a saludar-
me; les comenté la situación en la que se encontraba mi
tío y decidieron acompañarme para ayudar. Al llegar a la
casa de mi tío, ya estaban ahí los paramédicos que lo ha-
bían encontrado en estado de hipoxemia, desaturando a
45% diaforético; se le colocaron puntas nasales simples
a cinco litros por minuto, sin embargo, seguía lábil. No
puedo describir lo que sentí en aquel momento de ver al
tío Cris con su mirada perdida y el esfuerzo que hizo por
reconocerme. Recuerdo su voz diciéndome:
Yamina, hija.
Estoy aquí, tío; soy yo papá, Yamina. Ya estoy contigo.
Espero haberle dado un poco de paz. Siempre es lindo
cuando alguien te cuida; cuando tu familia está para dar
amor, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Él no
tuvo hijos, pero estábamos nosotras, mi hermana y yo.
D e niña siempre estuviste tú y ahora me toca a mí;
estaré siempre yo para ti. En esta y en todas las vidas.
Te amo.
Mis amigos Toño y Mario, y yo pusimos en práctica los
conocimientos adquiridos de nuestra estadía en la UTC-
19, ayudando así al tío Cris y apoyando a los compañe-
ros paramédicos. Dejamos a Cristian en el Hospital que
le correspondía, sin embargo, él no sobrevivió. Se me
fue, el COVID-19 se llevó a mi papá. Tal vez algunos de
mis colegas puedan identificarse conmigo; la impotencia
de no poder ayudar a los tuyos, de no poder salvarles. A
diario curamos, cuidamos, atendemos, salvaguardamos
miles y cientos de vidas, y en un instante te arrancan un
pedazo de alma cuando muere un ser querido.
17. Enfermeros en tiempos de crisis sanitaria
Gabriel de Jesús Herrera Martínez
Como es bien sabido, el ser humano es un ser sociable
que requiere un continuo contacto con sus similares para
permitir su crecimiento, tanto desde el conocimiento como
el de sus virtudes. Sin embargo, la actual pandemia nos
ha obligado a entrar a una nueva etapa en la que se nos
ha puesto a prueba en distintos aspectos: desde la forta-
leza de nuestro sistema de salud hasta nuestra capacidad
de adaptación a sucesos de cambios impetuosos. Las ex-
periencias por las que cada persona cursa permiten acu-
mular conocimientos que pueden ser usados en futuros
acontecimientos; a su vez, permiten la transmisión a otras
personas, logrando que la gente conozca qué hacer ante
casos que aún no han sido vividos por ellos.
A través de estas líneas, planeo exponer la experiencia
225 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
que he vivido como personal de salud previo a la pande-
mia, pero sobre todo durante la misma, para ampliar la
perspectiva del lector, así como concientizar acerca del
trabajo conjunto realizado por todo el personal de salud
para cubrir las necesidades del paciente, útiles para su
recuperación.
Eran principios de enero de 2020, aún se respiraba el
aire de las fiestas decembrinas, concluyendo con la tra-
dicional fiesta de Año Nuevo. Como recién egresado de
la universidad me encontraba en el inicio de mi vida la-
boral; como parte de ella, se me ofreció un puesto como
profesor. Fue cuando oí por primera vez en el noticiero
acerca de un nuevo virus nacido en Wuhan, China, en
el que una enfermedad provocada por un virus presun-
tamente procedente de la carne de murciélago, estaba
afectando a los humanos ocasionando, entre otros sín-
tomas, dificultad respiratoria. Poco a poco la noticia del
virus, junto a su evolución y diseminación, se volvían
mundiales, hasta que inevitablemente llegó a nuestro
país; primero con un infectado, después tres, diez, hasta
llegar a los más de 200 mil casos actualmente.
Conforme nos enterábamos de casos en aumento y
cada vez más graves, las clases fueron suspendidas,
para más tarde convertirse en la modalidad en línea. Fue
un plan educativo creado con prisas y con fallas, el cual,
a pesar de todo, debería funcionar, pues era la única for-
ma de seguir aprendiendo. Como profesores, seguimos
impartiendo clases, puesto que incluso como alumnos
de Enfermería, sus prácticas de campo fueron suspendi-
das debido al riesgo que suponía para ellos.
Dada la dificultad de mantener las clases con calidad a tra-
vés de las sesiones en línea, me vi en la obligación de
ingresar a un nuevo trabajo en un hospital no covid, con
el objetivo de mejorar mis habilidades y c onoci-
mientos. Laborando c omo enfermero en toda regla en
un hospital, logré mejorar con creces varios aspectos,
siempre desde la seguridad de dicho hospital.
Debido a esta emergencia sanitaria, los hospitales pú-
blicos se encontraban atendiendo pacientes covid, por
lo que varios hospitales privados, entre ellos el hospi-
tal donde laboraba, se vieron obligados a hacer contratos
con instituciones como el IMSS para recibir pacientes
de distintos diagnósticos y padecimientos. Pronto nos
vimos saturados de pacientes; cuando uno se daba de
alta, inmediatamente se procedía a la sanitización de la ha-
bitación para permitir un nuevo ingreso inmediato; fue
alrededor de esta época, en el mes de septiembre, cuan-
do tuve mi primer acercamiento directo con el virus.
Testimonios 226
Un familiar, durante la noche, manifestó fiebre, inmo-
vilidad, y mialgia; al acompañarlo a realizar la prueba
de covid, resultó positiva, por lo que procedieron a
aislarlo. Una semana después de haber aislado al fami-
liar, presenté síntomas: tos, fiebre y el cansancio. Acu-
diendo a las Unidades Médico Familiares, y realizando
una prueba PGR, de igual manera salí positivo. Para mi
fortuna, los síntomas no avanzaron más allá de los antes
descritos, por lo que sólo esperé a que mi aislamiento
terminara para volver al trabajo y seguir atendiendo sin
poner en riesgo a los pacientes o compañeros de trabajo.
Durante este periodo, pude observar las noticias y tes-
timonios de amigos y colegas quienes, por necesidad o
ampliación de conocimiento, se encontraban trabajan-
do en hospitales Covid. La mayoría se observaba con
miedo e incertidumbre, describiendo cómo día a día se
preparaban para ingresar a las zonas, poniéndose desde
los goggles hasta las batas.
Su preocupación era más que palpable, pues sin vacu-
nas disponibles aún, les causaba miedo el qué pasaría con
ellos: si contagiarían a sus familiares o si ellos mismos,
siendo cabezas de familia, se contagiaban. Por otro lado,
pude observar a compañeros que se encontraban en otras
disciplinas, o sin estar en contacto directo con pacientes
infectados, mostrando la misma preocupación por tener
que salir y trabajar sin saber si quedarían infectados y,
de esta manera, surgiendo las mismas premisas que el
resto de mis compañeros.
Pasé un tiempo con el mismo trabajo desde la seguri-
dad de este hospital. Fue cuando nuevos objetivos en mi
lista surgieron y me animaron a entrar a UTC-19, por
lo que es aquí donde comenzó mi verdadera experiencia
directa con el virus y los pacientes, aprendiendo y refor-
zando conocimientos. Al inicio tuve las mismas dudas
e inquietudes que mis compañeros, pero considerando
que mis síntomas no fueron t an fuertes, además de
que considero que siempre me he cuidado lo suficiente
para no resultar infectado, continúe con el proceso. El
primer día, tras las contrataciones y la debida capacita-
ción, fuimos asignados a un área.
A pesar de que poseo los conocimientos y habilidades
necesarios, me llenaba de miedo ser asignado a pacien-
tes con esta afección, e incluso después de la asignación
me sentía perdido. Afortunadamente, en nuestro primer
día fuimos asignados con un compañero de trabajo como
parte de la asignación para una guardia de aprendizaje
del entorno, del equipo y del modo de laborar; siempre
respondió nuestras dudas. Al finalizar nuestro turno,
pude ser testigo de cómo todo el equipo de esa área se
dedicó a trabajar en conjunto, siempre amigables. Ahí, si
uno tenía dudas, el otro apoyaba; si uno se encontraba
apurado en una tarea otro más le hacía de mano derecha,
y si al momento de retirarse alguien se atrasaba, todos
en conjunto apoyaban.
Bajo ese modo de trabajo fue como nuestro equipo se
solidificó. A partir de la segunda guardia, cuando nos
asignaron pacientes para cada uno, pudimos trabajar de
manera adecuada; sumando las experiencias y cono-
cimientos adquiridos durante mi trabajo anterior, sólo
fue cuestión de tres turnos para adaptarme. Si bien cada
guardia era diferente en cuestión de sucesos y farmaco-
terapias, algunos pacientes eran los mismos, por lo que
al menos un par de nosotros teníamos la costumbre de
visitar a pacientes conocidos y preguntar acerca de su
recuperación y su mejoría en general. S i e mpre ha sido
una alegría oírles decir: «Ya no necesito el oxígeno»; y
más alegría aún: «Mañana me voy».
Por ser parte del turno nocturno, hasta el momento nun-
ca he sido testigo de las altas que se producen. Así que
cuando llegábamos y veíamos la cama vacía sentíamos
una satisfacción, pues era bien sabido que por fin se en-
contraba en su casa descansando y terminando de re-
cuperarse. Muchas veces antes de su alta, nos hacían
saber sus agradecimientos, siendo estos estimulantes y
nos ayudaban a empezar la guardia (o terminarla) con
mucho ánimo. En lo particular, a pesar de lo mencio-
nado, nunca he estado acostumbrado a recibir halagos
o recibir agradecimientos. A pesar de mi gusto por mi
profesión, me considero como alguien que intenta no
llamar la atención y hace su trabajo por gusto, por lo
que recibir dichos agradecimientos me dejan en blanco
sin saber qué decir; pero una vez que digiero la informa-
ción, me llena de dicha y me anima a seguir estudiando
y actualizando mis conocimientos.
Afortunadamente, a inicios de febrero se nos notificó
que iniciaríamos nuestro proceso de vacunación, con lo
que todos en UTC nos vimos aún más comprometidos
y con más ánimo de seguir trabajando y cuidando de
los pacientes, salvo quienes presentaron efectos secun-
darios; la mayoría, limitado a fiebre y mialgia, quienes
una vez recuperados se sentían con más energía para
seguir dando lo mejor de sí mismos.
Por factores externos, me vi obligado a faltar al trabajo
una vez. Haciendo el debido proceso de notificación, no
acudí a mi guardia; como consecuencia fui cambiado a
una sala diferente, por lo que en los primeros momentos

me sentí ligeramente perdido, pues el modo de trabajo
era un poco diferente, pero no el cuidado a los enfermos.
El tipo de pacientes y la gravedad de la afección no cambió;
a los pocos días existió nuevamente el conocido trabajo
en equipo. En esta época llegaron las llamadas «vaca-
ciones de Semana Santa», aunque muchos expresamos
nuestros deseos de salir a algún lugar, sabíamos que aún
no era hora. A pesar de ello, a través de las noticias, nota-
mos cómo muchas personas salían de viaje e inevitable-
mente nuestro pensar fue «Ahí vendrá la tercera ola», ola
que incluso noticieros y el gobierno mismo auguraban.
Nuestra sorpresa llegó cuando, a pesar de las tres sema-
nas después de las vacaciones, el número de pacientes
no subía como todos esperábamos; al contrario, cada
vez había menos pacientes. Sentimos en gran parte ale-
gría, pues la cantidad de egresos comenzaron a ser mayor
que los ingresos. La denominada Sala B de a poco fue
quedándose con menos pacientes, al punto de que cada
enfermero llegaba a atender a sólo tres toda una noche,
a excepción de algún ingreso que por casualidad llegó
al área.
Aproximadamente hace una semana, desde que se co-
menzó a escribir este documento (06/05/2021), se dio la
indicación de que la mayoría de los enfermeros en Sala
B saldría del área y serían designados a una nueva; la
mayoría fuimos destinados a terapia intensiva, y algunos
rehuían, fuese por miedo o rechazo. Varios de nosotros
no teníamos mucha experiencia en Terapia Intensiva, por
ello, fuimos nuevamente capacitados y, guardia a guardia,
retroalimentados, siendo capaces de atender pacientes
cada vez más críticos. Hasta el momento seguimos en
esta área en la que hemos aprendido mucho; agradece-
mos a UTC por la oportunidad que nos dan a todos y
cada uno, y de ser vistos como uno mismo y no como
simples operativos.
Como conclusión, uno de los comentarios más comu-
nes entre los pacientes de hospitalización es que la gran
mayoría expresa un agradecimiento profundo por todos
los que estamos en UTC-19; según sus palabras so-
mos «amables, siempre profesionales y con gusto por el
trabajo». Reflexionando, gran parte del personal de salud
somos personal joven, recién egresados e incluso algu-
nos saliendo de la pasantía, por lo que no tenemos (ni
esperamos tener) la malicia que desgraciadamente existe
en otras instituciones de salud, por lo que para el paciente
es normal recibir malas caras, rechazo y hasta maltrato.
C o mo personal enfermero es nuestra obligación y gus-
to cuidar a los pacientes; si bien no con todo el afecto
posible, sí con el profesionalismo que nos ha caracteri-
227 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
zado, estemos donde estemos. Somos parte de la nueva
generación que promueve cambios en pro del paciente.
La experiencia, conocimientos y habilidades adquiridas y
acrecentadas en UTC-19 serán, sin duda, transmitidas
a otros hospitales donde los pacientes requieran de no-
sotros.
18. Camino hacia la meta
Luis Manuel Serrano Totomoch
Mi nombre es Luis, tengo 23 años, soy enfermero y tengo
la fortuna de poder ofrecer mis servicios en la Unidad
Temporal COVID-19 Citibanamex. En ella he tenido
múltiples experiencias laborales con mis pacientes, por
lo cual me emociona contarles la evolución de nuestra
ex paciente y amiga Teodora, quien pudo vencer la pa-
tología provocada por SARS-CoV-2 con éxito, gracias
a nuestro grandioso equipo de trabajo, el cual está con-
formado por médicos, fisioterapeutas, psicólogos, cole-
gas enfermeros, Pero, sobre todo, gracias a ella por su
cooperación hacia el tratamiento y sus ganas de seguir
adelante.
La señora Teodora fue una paciente obstétrica que in-
gresó a la unidad con valores de PAFI (Presión Arterial
de Oxígeno y la Fracción inspirada de Oxígeno) menores
de 100, por lo cual era indispensable la intubación. Por
protocolo, los compañeros médicos le dieron a conocer
que su estado de salud era crítico, por lo que ofrecieron
el traspaso a Cuidados Intensivos para intubación, pero
ella lo rechazó. Posteriormente, tuvo que ser cambiada
de cama, ubicándola junto a nuestros pacientes paliati-
vos, donde su recuperación fue lenta pero prometedora.
Durante un largo mes y medio tuvo altas y bajas en su
evolución.
Existió un momento en que la señora Teodora estuvo
muy desanimada; ya no quería hablar con ningún médi-
co y hablaba solamente con el personal de Enfermería.
En esos momentos ella tenía el sistema de apoyo de BIPAP
(Sistema de Bipresión Positiva); la colega Delia logró
tener una buena comunicación con ella y consiguió
subirle ánimos. Fue digno de admiración ver cómo logró
simpatizar llegando a pasar a puntas nasales de alto flujo,
debido a que su nivel de PAFI aumentó, pero bajó nueva-
mente y pasamos nuevamente al sistema BIPAP. A pe-
sar de eso, la señora Teodora fue muy cooperadora
hacia su autocuidado y mantuvo la esperanza de vencer
a dicha enfermedad, claro, con un gran apoyo emocional
del personal de psicología, Enfermería y medicina.
Se logró mejorar su PAFI y nuevamente llegamos al sis-
tema de apoyo de puntas nasales de alto flujo; a partir de
Testimonios 228
ese momento fue un proceso positivo evolutivo hacia su
estado de salud. Durante su estancia le encantaba pin-
tar los dibujos que le pedíamos para la Ludoteca; tanto
fue su gusto que llegó a tapizar prácticamente la pared
con sus dibujos; fue un momento muy grato para ella de-
bido a la gran distracción que obtuvo en su estancia. Se
ganó el cariño y admiración de cada uno de nosotros
por su pronta recuperación, al darnos cuenta por todo lo
que ella pasó. Nunca olvidaré aquel momento en que me
tocó estar con ella y pasar de un alto flujo a puntas nasa-
les simples, ya que llegó a saturar tan bien que de cinco
litros por minuto, llegó a tener indicado a pasar a tres
litros por minuto, manteniéndose en niveles estables. A
partir de ese día, todo el personal quedó admirado de los
grandes resultados que obtuvimos para llegar a la meta
y ver que los compañeros de fisioterapia ya la tenían
caminando. La señora Teodora había logrado vencer el
SARS-CoV-2. Si hay algo que voy a extrañar y me
llevo con todo el corazón de esta unidad, fue que todos
dimos lo mejor de nosotros para llegar a hacer que lo
imposible pueda ser realidad.
19. Desgaste físico y emocional
Ruth Nohemy Flores Marroquín
Mi experiencia en UTC ha sido grata y confortable. Al
comenzar a trabajar, para mí fue una gran oportunidad
tanto profesional como económica, ya que soy pasante de
la Licenciatura en Enfermería, pero el precio a pagar no
ha sido nada fácil, ya que el degaste físico y emocional
se ha hecho notar en todo el personal que labora en la
unidad; aparte del miedo que nos invade al llegar a casa
y no saber si ya estás contagiado y que p u d i e r a s
contagiar a t u familia. C a da velada en l a Tera-
pia Intensiva han sido lecciones de vida; ver a pacien-
tes enfrente de ti muriendo y sin poder hacer nada por
ellos, es triste. También me ha tocado cuidar pacientes
en proceso de destete o acabados de desentubar y es lo
más interesante. Es un complejo de actividades de En-
fermería tanto físicas como emocionales, ya que los pa-
cientes comienzan a despertar y junto a ello los delirios y
la ansiedad; la mayoría se sienten frustrados al no saber
dónde se encuentran, allí entramos nosotras orientándo-
les en tiempo, espacio y lugar. Me tocó un paciente mas-
culino cuya mente estaba i n vadida por l a ansiedad,
por no saber nada de su f amilia; comentaba que todos
habían salido positivos al virus y dentro de su delirium
le mencionaban que su mamá había fallecido. Pedí au-
torización a mis líderes para hacer una videollamada con
su familia; cuando él supo que toda su familia estaba con
vida, mostró la mejor sonrisa que tenía y eso lo llenó de
paz; la ansiedad y frustración que tenía se apagó. Para
mí, no tuvo precio ver la felicidad en su rostro. Por otro
lado, t ambién tuve un paciente con el que realizamos
otra videollamada a su familia, pero para dar un adiós y
horas más tarde falleció. Eso fue algo desgarrador y aún
al recordarlo mis ojos se llenan de lágrimas.
Me gustaría que al finalizar las actividades en la UTC-19
nos impartieran un tipo de taller, en el cual nos enseñen la
manera de despojarnos emocionalmente. Así, en un futu-
ro, podemos llegar a ser enfermeras con una atención de
calidad hacia nuestros pacientes, ya que la carga emo-
cional que llevamos en cada velada nos podría llevar a
un deterioro de la salud mental ¡¡¡GRACIAS¡¡¡
20. Circunstancias psicológicas experimentadas
por el profesional de Enfermería
Valeria Domínguez López
El profesional de Enfermería vive en contacto directo
con el paciente durante toda su jornada laboral, es el
sostén del paciente en sus momentos de vulnerabilidad.
Se le brinda tanta atención al paciente que se olvida a
la persona que está detrás de esa atención. Mucho se ha-
bla de las repercusiones psicológicas de la familia y del
paciente ante la enfermedad, pero poco se habla de las
repercusiones que experimenta la primera línea de aten-
ción, quienes también son personas c on s entimientos,
miedos y preocupaciones, y que antes de s er esas
personas, deben ser los profesionales fuertes con cri-
terio para todas las circunstancias posibles por las que
pueda pasar el paciente.
Los problemas psicológicos que enfrenta el personal de
salud son temas de investigación y análisis desde antes
que ocurriera una pandemia mundial. El síndrome de
Burn Out, s e refiere al agotamiento mental, físico y
emocional excesivo por el que pasa una persona en su
entorno laboral. No es un secreto que Enfermería pasa
por este agotamiento durante toda su formación y más
aún en su vida laboral; aunado a esto, agregarle una
pandemia mundial ha incrementado tal agotamiento y,
por lo tanto, los problemas de salud mental. Depre-
sión y ansiedad son los más referidos por el personal, en
lo que destaca que el nivel de empatía que sienten por
sus pacientes es el detonante para dichas conductas.
Ver de primera mano la muerte y el dolor, provoca en la/
el enfermera/o un sentimiento de culpa por no sentirse
satisfechos por el trabajo realizado; se sienten a veces
culpables de la muerte, aun sabiendo que en realidad no
los son. El empatizar con el dolor del paciente, como si
fuera un dolor propio o si se tratase de un familiar, hace
 229 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

que la culpa sea aún mayor. ser profesional es persona. No sólo estaba en juego su
salud mental en su ambiente laboral, pues salir de casa
La ansiedad viene acompañada de la incertidumbre de
en medio de una cuarentena mundial no es tarea sencilla.
no saber a lo que se está enfrentando, pues crear un pro-
Estar literalmente expuestos al virus desde que salen de
tocolo de cuidados para una enfermedad jamás vista,
su casa, durante el trabajo y de vuelta a casa aumenta la
trajo consigo que muchos profesionales completamente
preocupación por ser los causantes de un posible conta-
inexpertos tuvieran que hacerse expertos en la materia.
gio a su familia, amigos o personas más cercanas. Mu-
Volverse especialistas en enfermedades respiratorias,
chos se enfrentaron a la pena de separarse de sus fami-
para tener, aunque sea un poco, la idea de qué estaban
lias, irse de sus casas, mudarse a otro estado, buscando
por ver, causando preocupaciones por hacer correcta-
no contagiar y tener una buena oportunidad laboral.
mente su trabajo y evitar la muerte que era inminente en
Pasar por momentos difíciles, aunado a estar lejos del
el paciente.
apoyo emocional principal que es la familia, provoca que
Sin olvidar que el profesional de Enfermería, antes de el profesional sea obligado a pasar aquellos momentos
Testimonios 230
en soledad, pero con el consuelo de que compañeros de
trabajo pueden estar pasando por lo mismo, creándose
una red de apoyo laboral.
Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y está-
tico viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la
confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos
emocionales, porque ese es el precio que estoy dispues-
to a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante.
(Rogers, 1972)
La necesidad de personal iba en aumento conforme au-
mentaban los casos que requerían hospitalización, rea-
lizándose así contrataciones masivas de enfermeros/as,
pero muchos de estos profesionales no tomaban esta
oportunidad por el miedo que sentían de ser contagia-
dos, contagiar a alguien más o ser atacados por la socie-
dad, como se pudo apreciar en un inicio de la pandemia.
El temor de algo nuevo provocó que muchos de ellos
decidieran entrar en la lucha varios meses después, lo
cual, como varios lo han referido, les provocó arrepen-
timiento, pues en la unidad encontraron la seguridad
y protección que no pensaron tener; además de que se
han beneficiado de un sinfín de nuevos conocimientos
en todos los aspectos profesionales e incluso personales
al estar en contacto con personas afines a ellos. “El cre-
cimiento ocurre cuando los individuos confrontan pro-
blemas, luchan por dominarlos y, a través de esa lucha,
desarrollan nuevos aspectos de sus habilidades, capaci-
dades y puntos de vista sobre la vida” (Rogers, 1972).
En la Unidad Temporal COVID-19 del Centro Citibana-
mex, un punto a destacar es que casi la totalidad del per-
sonal contratado son pasantes de Licenciatura o técnicos.
Era una población muy joven enfrentando la situación,
muchos de ellos encontrándose en su primer trabajo
ejerciendo la profesión, lo que podría visualizarse como
un factor de riesgo que atenta contra la salud mental de
ellos, por enfrentarse a algo desconocido y no tener las
bases profesionales suficientes. Aun así, el desempeño
del enfermero/a joven ha traído consecuencias más que
positivas para el entorno desarrollado en la unidad; la
vitalidad que le brinda a la atención de cada uno de los pa-
cientes ha provocado que estos se sientan completamen-
te en confianza y seguros de que su recuperación será
pronta y satisfactoria. Un punto positivo para minimizar
la carga emocional por la que pasan nuestros profesio-
nales, pues a pesar del c ansancio, miedo, preocupa-
ción, un «gracias» por parte del paciente hace que todo
valga la pena y el día de mañana volver a empezar.
Cuando la otra persona está sufriendo, confundida, preocu-
pada, ansiosa, alienada, aterrorizada; o cuando él o ella
dudan de la autoestima, no están seguros de la identidad,
entonces se requiere comprensión. La compañía gentil y
sensible de una postura empática… proporciona ilumi-
nación y curación. En tales situaciones, la comprensión
profunda es, creo, el regalo más precioso que se puede
dar a otro.
21. Testimonio enfermera
Laura Álvarez Morales
El 20 de abril de 2020 llegué al Citi, entré y me en-
viaron a Capacitación con el área médica; fue hasta más
tarde que encontré a mis colegas. Tuve la oportunidad
de conocer al director médico del proyecto, el Dr. Ra-
fael Valdez, y escuchar el mensaje motivando a un tra-
bajo en equipo, a sumar siempre, a que tuviéramos la
solución casi antes que el problema. Con eso tuve para
concluir que estaba en el lugar indicado.
Más tarde tuve el honor de integrarme a la Dirección
de Enfermería, con mis colegas, liderado por un ser
extraordinario, líder nato y amante de la profesión de
Enfermería quien ha sido mi guía y motivación princi-
pal en este proyecto. Sin embargo, debo ser honesta, yo
tenía ya varios años de inactividad laboral por lo que,
cuando me dieron la oportunidad de hacerme cargo de
la organización de los subalmacenes de las salas, no lo
dudé ni un segundo; pensé que de esa manera evitaría
algún daño, iatrogenia o incurrir en alguna mala práctica
con los pacientes. Nada más lejos de la realidad.
El 29 de abril se recibe al primer paciente y justamente ese
día, en el turno de velada, se necesitaron materiales que
por descuido no se tenían en el área. Afortunadamente,
por la disponibilidad y actitud resolutiva del equipo que
se había integrado se logró salvar la situación. Desde el
inicio del proyecto se ha reflejado un ambiente íntegro,
con la misión de hacer que sucedan las cosas y que su-
cedan bien; a partir de ese momento, ya nada volvió a
ser igual en cuanto a la percepción en torno a situaciones
tanto personales como profesionales.
Sobre mis hombros sentí la gran responsabilidad de lo-
grar un objetivo: hacer que el personal operativo ten-
ga siempre los medicamentos y dispositivos necesarios
para dar atención de calidad a los pacientes que ingresan
a la Unidad Temporal COVID-19. Los directivos siem-
pre tuvieron la visión de ir hacia adelante, la integración
multidisciplinaria se vio desde el comienzo. La adecua-
ción e implementación de las áreas de almacén fue un
trabajo muy arduo que en un inicio sólo llevamos dos
personas; poco a poco se fueron sumando más elemen-

tos al equipo, todos muy jóvenes, lo que representó un
compromiso mayor al lograr la integración y trabajo en
equipo. Ellos llegaron a poner de su parte la presteza en
el ritmo del trabajo en el almacén y la nota tecnológica:
implementaron hojas de datos en Excel para el control
de las entradas y salidas de todos los dispositivos y me-
dicamentos. La gran disposición por parte del área de
operaciones y Sedesa favoreció la provisión casi siem-
pre oportuna, ya que al estar en emergencia sanita-
ria hubo momentos en que la demanda de algún tipo
de medicamento o dispositivo a nivel, no sólo nacional,
sino internacional, originó su carestía en la unidad.
Invariablemente esto originaba desazón, preocupación y
un sentimiento de frustración en el equipo, ya que podía-
mos ver cómo se retrasaba temporalmente el tratamien-
to de nuestros pacientes; afortunadamente, fueron pocas
estas situaciones y resueltas con presteza, no sólo por
l a s F u ndaciones Benefactoras, s i no, incluso, por
el mismo personal médico o de Enfermería que donaban
tales faltantes. Todo por el bienestar de nuestros queri-
dos pacientes.
Evidentemente tuvimos un gran inicio y una gran trayec-
toria, ahora toca tener un cierre sin igual; las áreas de
oportunidad desarrolladas, detectadas y solucionadas
son herramientas de aprendizaje y fortalecimiento del
equipo multidisciplinario. La oportunidad que tuvimos
al estar en este recinto con todo el apoyo de las funda-
ciones es realmente histórica; el desarrollo de líderes de
Enfermería fue determinante también en el éxito de este
proyecto, gente muy joven con una gran disposición y
resolución. Seremos un referente para futuras genera-
ciones: saber que con disciplina, perseverancia y pasión
por lo que se hace, en nuestro caso la atención del pa-
ciente, se logran los objetivos planteados.
Lo que se deja documentado es un material muy valioso,
la experiencia que nos llevamos en general ha sido muy
grata: desde la manera en que se realizó la contrata-
ción y el ritmo de trabajo, el cual, aunque por momentos
fue extenuante, siempre los resultados motivaron a ser y
hacer mejor los procedimientos. Todo será un referente
ante futuras emergencias sanitarias; la forma en que se or-
ganizó enriquece los conocimientos de cada uno de los
integrantes del equipo multidisciplinario; la proyección
será nacional e, incluso, internacional.
El gremio de Enfermería debe marcar un antes y un
después. Se deben dejar de lado cuestiones que, lejos
de sumar, podrían afectar el desempeño óptimo de sus
funciones. Reconocer que el paciente o, como ahora se
231 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19
menciona, nuestro cliente, es nuestra razón de ser; por
él estamos en función y para él es que debemos sentir
ese compromiso de estar siempre a la vanguardia; y, so-
bre todo, ponderar el trabajo en equipo. Con verdadero
compromiso y pasión ante los retos que se presenten,
Enfermería es una profesión de categoría invaluable; las
unidades hospitalarias se mueven gracias al desempeño
de estos profesionales de la salud y en esta ocasión se
manifestó significativamente esa función trascendental.
¿Qué sigue? Definitivamente continuar, la referencia
que tenemos al haber estado en esta unidad es una carta
de presentación; ahora depende de cada quien hacerla
vigente ante otras instancias. Felicidades por tan ex-
traordinario proyecto. Atte, Lau, así nada más.
22. Mi labor dentro de la Unidad Temporal
COVID-19
Juan Manuel Arreguín Franco
Tengo 25 años, soy egresado de la Escuela de Enfermería
de la Secretaría de Salud del Hospital Juárez Centro y
laboré dentro de la Unidad Temporal COVID-19 desde
el día 16 de j u nio del año 2020. Cuando ingresé a
l a unidad, me encontraba realizando mi servicio social
en atención primaria a la salud en la Ciudad de México.
Al entrar a laborar, lo que más recuerdo que tenía era
miedo, ya que temía que al estar en contacto directo con
pacientes iba a contagiarme y a poner en riesgo a mis
familiares, pero con el tiempo me fui dando cuenta que
mientras hiciera un correcto uso del equipo de protec-
ción personal, podía disminuir este riesgo.
Las siguientes son algunas de las funciones que llegué
a desempeñar: estuve en áreas como hospitalización,
donde atendía a pacientes con sintomatología leve; Te-
rapia Intermedia, donde había pacientes c on suple-
mento de oxígeno de alto flujo; Almacenes, donde
abastecía las áreas de insumos y medicamentos; parti-
cipé en el protocolo de concentradores de oxígeno, en
el que la unidad prestaba estos equipos a pacientes que
egresaban de la unidad, pero aún necesitaban suplemento
mínimo de oxígeno; colaboré en la campaña de vacuna-
ción contra influenza que se llevó a cabo dentro de la
unidad para inmunizar al personal y en el área de Epi-
demiología, donde era encargado del área de donning
y doffing y mi función era abastecer y optimizar de
equipo de protección personal, así como supervisar que
el personal hiciera una correcta colocación y retiro del
mismo.
Al principio no creí que esta área fuera muy importante,
ya que no estamos en contacto directo con los pacientes,
Testimonios 232
pero con el tiempo me fui dando cuenta que mi l abor
era muy i mportante, así c omo la de mis c ompañeros,
porque yo era el encargado de disminuir el riesgo de
contagio por COVID-19 en el personal que ingresaba
a las diversas salas. Poder estar en diversas áreas de la
unidad me dio la oportunidad de ver la importancia de
las actividades que el personal realiza, ya que a pesar de
que la carga de trabajo es diferente, todo iba encaminado
a brindar el cuidado a los pacientes.
Lo último que puedo decir es que me siento realizado
con la labor que llevé a cabo en la pandemia. El miedo
que tuve inicialmente lo pude transformar en motiva-
ción para poder dar lo mejor de mí en todas las áreas
en las que me desempeñé y el apoyo que encontré de
grandes colegas que fueron de gran ayuda y motivación
durante la realización de las actividades en la unidad.
23. Llegó la hora… de VIVIR
Erick Miguel Villalpando Velázquez
Año Nuevo, nuevo trabajo, nuevo reto. Primero de ene-
ro de 2021, fecha que no podré olvidar. Recuerdo que
días previos había visto en una red social la convoca-
toria para ingresar a laborar a la UTC-19; le comenté
a mi familia que iría a dejar mis documentos para mi
contratación. Al principio su reacción fue de sorpresa e
incluso de temor por la situación a la que me iba a en-
frentar, sin embargo, el apoyo de mi mamá y mi her-
mana se resumió en «adelante, cuídate, creemos en ti».
Esas fueron las palabras que me alentaron a llegar al día
siguiente; venía preparado con todos mis documentos,
nos reunieron en una sala enorme. Estuvimos esperando
unos minutos, entonces, llegó la responsable de capital
humano del área de Enfermería y aún recuerdo sus pala-
bras: «si ustedes quieren y cumplen con los requisitos,
a partir de ahora tienen el trabajo seguro», palabras que
significaron mucho en ese momento. No me la creía por
varios motivos: no había estado en contacto 100% di-
rectamente con pacientes covid; por supuesto, tampoco
me creía el sueldo; el miedo existía, temor a lo desco-
nocido, temor a si iba a poder con otro trabajo, temor de
llevarme el virus a mi casa; en ese momento mi cerebro
creó toda una película. Entre muchas cosas de burocra-
cia, nos dieron el recorrido por la unidad; pensé: “es
demasiado grande, me voy a perder”, y así fue durante
los primeros días.
Tras el recorrido surgieron demasiadas ideas, positivas
y negativas; en fin, sin más premura, llegó el día, o la
noche, de presentarme a laborar por primera vez.
Año Nuevo, nuevo trabajo, nuevo reto, esas fueron mis
palabras la noche del 31 de diciembre de 2020. Tenía
muy presente que había sido un año complicado, no sólo
para mí ni para mi México, sino para todo el mundo; un
nuevo reto al que tal vez tenía que invertir más esfuerzo
que otros, no por el hecho de que fuera más importante
o no, sino porque era algo que había postergado. Du-
rante el traslado de mi casa al Centro Banamex, tenía
demasiada incertidumbre; qué voy hacer, cómo voy a
llegar, en qué área me van asignar, eran algunas de las
preguntas que me surgían. Finalmente llegué, repetí el
protocolo con el que nos habían capacitado para poder
ingresar a la unidad: colocarnos el uniforme y poder in-
gresar a las salas.
Con anterioridad nos habían dicho que los de nuevo
ingreso nos presentáramos en la Sala C, Jefatura de En-
fermería; sabía que aquí ya comenzaría oficialmente el
nuevo reto, o por lo menos era lo que creía. A mi ingre-
so a la sala, nervioso pero a la vez muy entusiasmado,
el primer objeto que vi fue eso que para mí, hasta el
momento ha sido EL GRAN RELOJ; reloj que marca
la hora que ingresa el personal de salud, pero también
marca la hora en que salen a descansar, y, por supuesto, la
hora en que se despiden de cada guardia y cada turno. Tam-
bién marca la hora de ingreso de los pacientes y, tristemen-
te, la hora en que fallece alguno; pero, por otro lado, igual
la hora en que pueden egresar, ya sea a casa o a otra sala.
Ese reloj, sin lugar a dudas, cobra gran relevancia como
cada objeto en esta unidad.
Recuerdo el primer servicio al que fui asignado: Alto Flu-
jo; me pidieron que fuera a buscar a un compañero, ya
que me entregaría a sus pacientes asignados, puesto que
él iría a Sala D, Terapia Respiratoria Avanzada. Me
llevé una gran sorpresa, por muchas situaciones, como
las puntas nasales, que sabía que existían pero que no
había visto; l a mayoría de l o s desechos los colo-
cábamos en l a bolsa r o j a, de acuerdo c o n nuestras
normas, puesto que eran material que se c onsideraba
como contaminado. En esta área aprendí a ser más em-
pático, porque sabía que cada paciente al que atendía era
un padre o una madre; un hijo o hija; un novio o novia;
nieto o nieta; en fin, era alguien para alguien y tenía que
dar un plus para que su recuperación fuera lo más rápida
posible.
Llegó un nuevo reto, presentarme en la TERA, Sala D,
y mi reacción fue: ¡wooow!, me encuentro en una de las
terapias intensivas más grandes de toda Latinoamérica:
entrar y ver a tanta gente; ver a mi alrededor más de 60
camas, todas ocupadas. Estuve varios días en capacita-
ción en el área de mezclas y con algunos compañeros
 233 Enfermería en una Unidad Temporal Covid-19

que me capacitaron en la atención al paciente en estado

crítico por covid; sin lugar a dudas, el área de la unidad
que me ha permitido crecer profesional y personalmen-
te. Puse a prueba muchas de mis capacidades, así como
también pude crear y perfeccionar habilidades, aptitu-
des y, por supuesto, actitudes que me permiten hoy en
día otorgar atención de calidad a mis pacientes.
Haber formado parte de estos proyectos, el desempeño
de la Enfermería, pertenecer a la UTC-19 y participar
en la elaboración de un libro que estoy seguro que pasa-
rá a la historia de nuestro México, me llena de orgullo y
satisfacción porque gracias a estos, pude poner mi pe-
queño granito de arena en una emergencia sanitaria, que
no sólo combatimos el área de Enfermería y área médi-
ca. Hubo más personajes significativos: fisioterapeutas,
radiólogos, cocineros, personal de intendencia y un sin-
fín de personas a las que hoy por hoy no queda más que
externar mi agradecimiento. Gracias por permitir que
ese padre, esa madre, esos hijos e hijas, abuelo y abuela,
etcétera, pudieran regresar con sus familias.
Sabemos que no todo ha sido alegría en esta pandemia,
hubo muchas pérdidas -humanas, materiales, económi-
cas, ambientales-, pero específicamente eso es lo que
siempre nos ha caracterizado a todos y todas los mexi-
canos y mexicanas: reponernos ante cualquier circuns-
tancia. Creo firmemente en que cuanto más oscura esté
la noche, vendrá un hermoso amanecer. Ya pasamos por
eso, ya estamos en la recta final de esa noche oscura,
más de uno anhelamos que ya despunte el alba. No po-
dremos decir que sólo fue un sueño o una pesadilla;
no, fue real lo que vivimos y probablemente lo volvere-
mos a vivir. Creo firmemente en que algo más ya no nos
tomará por sorpresa, porque ya somos más capaces de
afrontar las adversidades.
Hoy te digo a ti que te tomaste el tiempo de leer este
relato: permítete sentir y disfrutar cada acontecimiento
que pasa en tu vida; siente cada fracaso pero disfruta
cada triunfo; siente cada caricia de tu mamá, de tu papá,
de tu hijo o hija, de tu novio o novia, de alguien; disfru-
ta y contempla su abrazo cálido; permítete sentir cada
brizna de lluvia en tu rostro; disfruta cada amanecer por
más nublado que esté; grita los te quiero y te amo que
necesites en un eco inmenso para que llegue a muchos
oídos; pero, sobre todo, vive por ti y para ti, disfruta de
ti mismo, vive al máximo, recuerda que LA VIDA NO
SE ACABA, HASTA QUE SE ACABA.
ENEO, VOCACIÓN POR LA VIDA

Autor:
Alfredo Nieto Martínez
Técnica:
Silicato Potásico
(cuarzo líquido y pigmentos minerales)
Medidas:
6.60m. x 11 .45m.

MAYO 2021
 Enfermería en una Unidad Temporal COVID-19 Miradas
Multidisciplinarias

Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia

Se terminó de maquetar en la Escuela Nacional de Enfermería y
Obstetricia. Camino Viejo a Xochimilco y Viaducto Tlalpan s/n Col. San
Lorenzo Huipulco, Delegación Tlalpan, Ciudad de México. C. P. 14370.

El cuidado y producción de la edición estuvo a cargo de

Mtro. Francisco B. Valencia Castillo y Lic. Martín Valdez Rodríguez