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Hormiga Arriera Atta cephalotes

Hormiga arriera, una plaga evolucionada, eusocial y


polimórfica
 

Presentado por: Ing Agr Jorgelina Lezaun


Agribusiness & Marketing Consultant South America Region
jorgelina.lezaun@gmail.com
Agosto 2020

“Hormiga arriera” - Atta cephalotes (Linnaeus, 1758) – se encuentra distribuida


desde la Argentina hasta el sur de Estados Unidos (Texas). Estas hormigas han sido
catalogadas dentro los insectos más perjudiciales en América del Sur, debido a su
evolucionada organización social, tamaño poblacional y su gran capacidad de
cosechar hojas de innumerables especies vegetales para cultivar el hongo del cual
se alimentan dado que son monófagas.

Gran parte de la distribución y abundancia de la especie está directamente


relacionada con la modificación de los diferentes hábitats terrestres, es frecuente
encontrarlas en territorios que han sido desprovistos de la vegetación natural para
el establecimiento de cultivos. Las hormigas arrieras o cortadoras foliares, Atta Spp
son originarias del neotrópico, pertenecen a la tribu Attini de la cual se conocen
alrededor de 8 géneros para Colombia en donde el género Atta es el de mayor
presencia 70 a 80%. Están presentes desde el nivel del mar hasta los 2000 a 3000
metros.

Antiguamente en El Salvador no causaban daños porque obtenían del bosque


suficiente material vegetativo para producir su alimento, pero después de quemas
y tala de bosques se han convertido en una plaga defoliadoras de gran importancia
dadas las pérdidas económicas que causan a productores de hortalizas,
fruticultores árboles forestales y plantas ornamentales, Palacios (1998), indica que
además pueden causar daños a infraestructura de casas por la construcción de
túneles en su hábitat natural.

Atta cephalotes L. está bien distribuida en México. Estas hormigas viven en diversas
condiciones ecológicas. En la antigüedad, las culturas, olmeca, zapoteca, maya y
azteca, consumían diferentes tipos de hormigas (Hernández Ruíz, 1987), entre las
cuales están las arrieras o chicantanas. Esta plaga tiene gran capacidad de reducir
la cosecha. En Argentina se observo que la combinación de un incremento en la
rigurosidad climática hacia el Sur -región Patagónica- implica una importante
pérdida de individuos y además existe fuerte interacción entre los procesos
ecológicos, históricos y los atributos de las especies en la determinación de sus
patrones de distribución.

¿Cuál es el daño y el impacto económico del género Atta?


Las hormigas arrieras o cortadoras de hojas representan una plaga importante que
limita la producción en gran cantidad y variedad de cultivos en países de
Sudamérica, debido a su dispersión, adaptabilidad y éxito evolutivo. Diferentes
trabajos hacen referencia a que “aproximadamente 47 cultivos agrícolas y
hortícolas, 13 especies forrajeras (pastos) y alrededor de 50 especies forestales,
tanto nativas como introducidas, en los países latinoamericanos son atacados por
las hormigas cortadoras de hojas, causando disminuciones en la productividad y
rentabilidad hasta de un 35 %” (Montoya, 2017).  Los nidos
de A.cephalotes producen "claros" de entre 80-150 m2 y poseen una tasa de
consumo estimada entre 11 y 34 kilos de material seco por mes (Farji Brener, A
G.1993).
También se han reportado daños en plantaciones forestales de Cedro, Ceiba, Teca,
Pinos, Eucaliptos, Roble Australiano, Nogal, Ciprés y en bosques nativos, entre
otros. Se estima que en plantaciones forestales menores de 10 años, que presentan
más de 30 hormigueros, la producción de madera se puede reducir más del 50% y
que un hormiguero adulto puede utilizar entre 8 a 10 toneladas de hojas para su
mantenimiento. Otra razón en la importancia económica del daño que ocasiona
esta especie radica en los altos costos de insumos para eliminarla y remediar los
daños de manera inmediata.

En los pastizales neotropicales, las especies de Atta tienen el potencial de remover


cantidades sustanciales de gramíneas, más de lo que cualquier otro insecto plaga
puede hacer, reduciendo la capacidad de carga en dichos ecosistemas. La
magnitud del daño depende de la cantidad de hormigueros por hectárea y el uso
al que se destina el suelo.

¿Cómo se identifica la “Hormiga arriera”?


Las hormigas al igual que las abejas, avispas y termitas son insectos sociales, es
decir, viven en colonias -hormigueros- en las que los individuos agrupados en
castas desempeñan labores diferentes.

Las características morfológicas generales de la familia Formicidae son:


 

Todas las especies del género son eusociales, es decir, existe una jerarquía muy
marcada con miembros que no se reproducen a fin de asegurar la supervivencia de
los descendientes de los miembros que se reproducen. Existen castas que buscan
alimento y cuidan de los otros (las castas obreras o sirvientes) y las castas que se
reproducen. Es decir, estas castas obreras sacrifican la perpetuación de sus genes y
ayudan a la perpetuación de los genes de otro.

Los adultos de los diferentes géneros de esta familia son hormigas que poseen un
propodeo o pecíolo (la parte que conecta el tórax con el abdomen) bisegmentado,
es decir con dos nódulos o ensanchamientos y 3-4 pares de espinas en el dorso del
tórax. Además, son polimórficas. En el caso de las arrieras del género Atta, la
población de cada colonia está conformada por individuos morfológicamente
diferentes y su tamaño está relacionado con las funciones definidas para cada
individuo en el hormiguero. La reina, soldados y obreras miden 25, 15 y 4 – 12 mm.
de largo, respectivamente. En la colonia solamente la reina y los zánganos poseen
alas. (Trabanino, 1998; Andrews y Caballero, 1989; Berry, 1959). Antenas con 6 – 13
segmentos; acodadas (excepto en algunos machos).
Cherrett, 1976 citado por Melara, 1998 menciona que utilizan las antenas como
medio de comunicación, estas perciben los olores y sabores, de esta manera
pueden identificar los miembros de su colonia o a extraños.(Weeler, 1910 citado
por Oliva, 1985, detalla que dichas antenas están insertadas en cuencas en cada
lado de la carina frontal y consiste en una serie de segmentos que varía en número
y longitud de acuerdo al género, usualmente los machos tienen un segmento más
que las hembras y obreras. El Pronoto generalmente es cuadrado.

En el tórax se encuentran las glándulas salivales, que producen líquidos para


preparar el sustrato con las hojas en donde se desarrolla en hongo. En el interior
del abdomen tiene dos estómagos, el de mayor tamaño es llamado 4 buche, que
tiene la función de almacenar alimentos, el de menor tamaño tiene la función de
digerir alimentos (Collins, 1977 citado por Melara, 1998). A los lados del abdomen
se localizan unos agujeros (espiráculos por donde efectúa la respiración) (Melara;
1998).  También emiten feromonas de alarma y de seguimiento; la reina utiliza una
feromona para evitar que las obreras se conviertan en reinas. (Sáenz, 1990).

Mapa de la organización social para las hormigas arrieras

 
¿Cuáles son las etapas de su ciclo biológico?
Las hormigas pasan durante su vida por 4 edades o etapas: huevo, larva, pupa y
adulto. (López, 1996; Scholaen, 1997; Melara, 1998).

Huevo: son de color
blanco cremoso y son puestos únicamente por la reina en las cámaras de cría.
Duración 25 días.

Larva: o gusanos son de color blanco, con una apariencia de granos de arroz,
ápodas (sin patas) y se encuentran en medio de la masa del hongo, de donde son
alimentados por los adultos (obreras) (Melara, 1998). Duración 25 a 52 días.

Pupa: el gusano, luego de alimentarse lo suficiente, se transforma en pupa o de


color blanco y después cambia de rojo a café oscuro. No se alimenta, ya que usa la
reserva que adquirió como gusano para cambiar forma de gusano a adulto.
Duración 14 días.

Adulto: tiene las siguientes partes: cabeza, tórax, abdomen, tres pares de patas, un
par de antenas. Los machos adultos y hembras fértiles son los únicos que poseen
alas (Melara, 1998).

La emergencia de los reproductores adultos se produce después de su desarrollo y


coincide con la época lluviosa. 5.000 hembras aladas -responsables de mantener la
continuidad de la especie- y 10.000 machos alados salen de un hormiguero
maduro con el objeto de realizar su apareamiento que tiene lugar en el aire es un
“vuelo nupcial”.
Los machos alados mueren después de copular en el vuelo nupcial. Las hembras
fecundadas sobreviven y solo un 2 a 4% de ellas se enterrarán, se convertirán en
reinas y formarán su propio hormiguero.

La nueva reina lleva el hongo de su hormiguero madre en su aparato bucal, y lo


deposita en su nuevo nido para que empiece desarrollo. Mientras el hongo crece
en el interior del hormiguero, la reina va colocando varias clases de huevos
haploides y diploides: unos que son utilizados para alimentación de la pequeña
colonia y otros que van a dar origen a las obreras que continúan construyendo el
hormiguero que a los 2 ó 3 meses sale al exterior. Las reinas viven de 15 a 25 años
poniendo huevos a una tasa aproximada de 1.500.000 por año.

Dada la situación climática en que se da la emergencia de los adultos


reproductores, se infiere que las lluvias favorecen la humedad y friabilidad del
suelo, cuya condición es necesaria para que la reina, después de ser fecundada,
cave con facilidad y construya su primera cámara, donde se oculta de los enemigos
naturales (principalmente depredadores) y empieza con su nueva colonia. Si la
reina llega a morir, también se muere todo el hormiguero.

Las obreras viven de cuatro a siete meses en promedio, pero las exploradoras viven
2 años. Cuando es el momento, hembras y machos salen a volar en enjambres de
diferentes hormigueros. En cierto espacio del aire, llamado “zona de
apareamiento”, se produce la cópula de la reina con varios zánganos que se
presume proceden de hormigueros distintos, posibilitando así la recombinación
genética (UTCH, 2015).

Actividades de la colonia
Un hormiguero atraviesa por diferentes estadios hasta lograr su madurez
aproximadamente a los 36-38 meses de edad. Se estima que un hormiguero de 10
años puede albergar aproximadamente 12 millones de individuos.

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