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EJERCICIOS EN LA VIDA CORRIENTE

ORGANIZACIÓN DEL MES DE MAYO

1. EJERCICIO Dios a lo largo de mi historia personal


2. EJERCICIO Dejarnos encontrar por Dios
3. EJERCICIO ¿Quién soy?
4. REPETICIÓN DE UNO DE LOS TRES ÚLTIMOS EJERCICIOS
5. EJERCICIO El encuentro de Dios con Elías
6. EJERCICIO Cerca de Dios ayudados por Moisés
7. EJERCICIO Dios me conoce y me ama
8. REPETICIÓN DE UNO DE LOS TRES ÚLTIMOS EJERCICIOS
9. EJERCICIO El árbol con raíces bien regadas
10. EJERCICIO Habla Señor que tu siervo escucha
11. EJERCICIO La roca firme como fundamento de mi vida
12. REPETICIÓN DE UNO DE LOS TRES ÚLTIMOS EJERCICIOS
13. EJERCICIO El principio y fundamento de Ignacio
14. EJERCICIO El fin para el que fui creado
15. EJERCICIO Hacernos indiferentes
16. REPETICIÓN DE UNO DE LOS TRES ÚLTIMOS EJERCICIOS
17. EJERCICIO Revisar y explicitar mi principio y fundamento

IMPORTANTE:
• En total debes hacer 4 ratos de oración por semana, de una hora cada vez.
• Se proponen tres ejercicios por semana y deberías agregar una repetición de alguno de ellos siguiendo este
criterio: repite aquel ejercicio que más te costó o aquel que más luz te dio.
• Si ves que puedes repetir alguno mas y hacer más de 4 ratos de oración por semana ¡adelante!
• No hagas los ejercicios todos a la vez, hazlos progresivamente, cuatro por semana, a lo largo de todo el
mes, uno por día y con algunos descansos. Así, irán calando hondo en tu interior.

1
EJERCICIO: DIOS A LO LARGO DE MI HISTORIA PERSONAL

PETICIÓN: Pide la gracia de descubrir cómo está Dios presente a lo largo de tu historia.

TEXTO BÍBLICO: En vez de meditar un texto bíblico rezaremos con la propia historia
personal.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Tu propia historia:

❑ En el cuaderno anota todos los acontecimientos vitales de tu existencia. A medida que vayas
anotando cada dato, te invito a elevar tu mente y tu corazón a Dios que te creó, alabándolo y
dando gracias al Creador por ese detalle de tu historia. Dios escogió que tú vinieses a nacer en un
lugar particular y en un tiempo determinado, en una familia y así en todo lo restante. Anota tu
propio nacimiento, donde has vivido y cualquier otro detalle significativo. Anota tu constitución
física, tu familia, etc.

▪ Todo lo escogió Dios para ti; por todo esto, alaba y da gracias a Dios.

❑ Anota algunas características y cualidades personales y escribe al mismo tiempo características o


cualidades heredadas de tus padres o de tu familia. Aquéllas que te gustan y asimismo algunas
que ya perdiste.

▪ Todo esto también lo escogió Dios para ti.; por todo esto alaba y da gracias a Dios.

❑ Si tienes tiempo, continúa anotando seis cualidades personales que te gusten de modo especial.
Tal vez seas cuidadoso con tus cosas, o sensible a los sentimientos de otros, o digno de confianza.
Tal vez seas enérgico, o capaz de realizar grandes tareas. Anota esas cualidades y reconócelas
como dones de Dios.

▪ Todo esto también lo escogió Dios para ti.; por todo esto alaba y da gracias a Dios.

❑ Anota igualmente cinco o seis características personales que te desagraden especialmente. Tal vez
eres demasiado alto o bajo, o no puedes eliminar una actitud que consideras desagradable. Tal vez
tengas una imagen negativa de ti mismo, o tengas una enfermedad. Escríbelas y reconócelas como
dones del Único que te hizo. Por esto alaba y da gracias a Dios.

▪ Todo esto también lo escogió Dios para ti; por todo esto alaba y da gracias a Dios.

COLOQUIO: Termina con un diálogo agradecido al Señor. Háblale de lo que has rezado y encontrado en
este rato de oración.

2
EJERCICIO: DEJARNOS ENCONTRAR POR DIOS

PETICIÓN: Pide a Dios la gracia de descubrirte buscado y encontrado por él.

TEXTOS BÍBLICOS: Lucas 15,8 – 10; Juan 4,1 – 41; Juan 20, 1.11 – 18

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

En uno de los cuentos hassídicos (de la tradición Judía) recogidos por M. Buber y que tiene como
título ‘El juego del escondite’, se narra un episodio de la vida de Rabbi Baruch en el que uno de sus nietos,
Jechiel, jugaba al escondite con otro amigo. Después de esperar mucho tiempo en su escondite, salió de él y,
al no encontrar a su compañero, se dio cuenta de que éste no le había buscado desde el comienzo del juego.
Fue llorando a contárselo a su abuelo, y éste sintió que las lágrimas corrían también por sus mejillas, al
pensar: “Así dice el Santo, bendito sea: Yo me escondo, y nadie me busca...”

El más genuino y definitivo programa de vida es abrirse a Dios, acoger su empuje, dejarse trabajar
por la fuerza salvadora de su gracia. No ‘conquistarlo’, sino dejarse conquistar por Él; no ‘convencerlo’,
sino dejarse convencer; no ‘rogarle’, sino dejarnos rogar. ¿No va por ahí la misteriosa y fascinante
sugerencia de aquella frase del Apocalipsis:
“Mira que estoy a la puerta llamando:
si uno me oye y me abre,
entraré en su casa y cenaremos juntos” (Ap.3,20)”

❑ Te voy a invitar a acercarte a tres mujeres en búsqueda:


1) La que perdió una moneda y removió su casa entera hasta que la encontró (Lucas 15,8 – 10).
2) La samaritana (Juan 4,1 – 41), que, al comienzo del texto, acude al pozo con su cántaro vacío, en
busca de agua, y al final abandona el cántaro, como quien ha encontrado otra agua diferente.
Ahora ya no le cabe en el recipiente que llevaba, sino que se ha convertido en un manantial que
mana dentro de ella.
3) María Magdalena (Juan 20, 1.11 – 18), que busca entre los muertos al Viviente y, por eso, ronda
tumbas, busca un cadáver, se lamenta por una ausencia...

❑ Elige a una de esas mujeres: aquella con la que, en una primera lectura, hayas sentido una mayor
identificación. Contáctate con su experiencia, trata de responder con total sinceridad a la pregunta:
“¿Qué buscas?”. Pregúntate: “¿Qué es lo que deseo; qué ando persiguiendo; por qué cosas me afano;
de qué tengo hambre y sed...?”.

❑ Vuelve a las tres mujeres en búsqueda:


▪ La mujer que buscaba la moneda en la parábola es Dios mismo, que nos busca afanosamente:
somos valiosos para Él, y Él no está dispuesto a perdernos.
▪ La samaritana no contaba con que la esperaba alguien en el brocal del pozo para entrar en diálogo
con ella, sediento más de su relación que del agua, deseoso de ofrecerle otra agua diferente para
calmar su sed...
▪ La iniciativa del encuentro con María Magdalena es de Jesús, que se acerca, le hace una pregunta,
la llama por su nombre...

❑ Ábrete al asombro de ser objeto del deseo de Dios. Recuerda junto a Él “la historia de Su búsqueda”
de ti, de tantas maneras misteriosas y escondidas que sólo tú conoces.

COLOQUIO: Termina dialogando con Dios acerca de lo rezado en este rato de oración

3
EJERCICIO: ¿QUIÉN SOY?

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

El objetivo de este ejercicio es tomar mi vida en mis manos, entrar en posesión de mi ser profundo, para
ser más persona, por lo tanto "más libre de mis ataduras" y emprender más ligeramente el camino de los
Ejercicios Espirituales. Como consecuencia, descubrir mejor las causas de mis momentos de alza o de baja en
mi vida de hoy.
Tener una limpia mirada sobre mí mismo, sin evasión y con simpatía. Si me conozco bien, sabré
hacerme verdaderamente disponible para acoger la voluntad de Dios; lo que quiere y espera de mí en mis
diferentes situaciones concretas.
Ponte en presencia de Dios sin prisas; piensa que está presente; siente con tu corazón esa presencia. Deja
que su presencia pacifique todo tu ser.
En ambiente de oración, reflexiona tranquilamente sobre estas preguntas. Si sientes angustia, detente y
vuelve a hacerte consciente de la presencia de Dios; recuerda que El está para darte paz; la angustia no procede
de El; pídele que te ayude y vuelve a la reflexión. Anota los hallazgos que vayas haciendo.

❑ Mi vida pasada:
1. ¿Cuáles han sido mis aciertos, satisfacciones, logros y gracias de que he gozado?
2. ¿Cuáles las heridas, limitaciones o dificultades que he tenido?
3. ¿Cuáles han sido mis relaciones con padres, hermanos, amigos, compañeros?
4. ¿Qué personas han influido en mí favorablemente?
5. ¿A quiénes he perdonado los males que me han hecho?
6. ¿Con quiénes he sido agradecido porque han sido delicados conmigo?
7. ¿Cuáles han sido las grandes decisiones de mi vida?
8. ¿Asumo hoy las consecuencias de mis decisiones y responsabilidades pasadas?

❑ Mi vida hoy:
9. ¿Me acepto como persona capaz de amar y ser amada?
10. ¿Creo que mi amor puede interesar a otros?
11. ¿Cuáles han sido mis cualidades determinantes? ¿Cuáles mis limitaciones principales?
12. ¿Cuáles son los rasgos más sobresalientes de mi personalidad?
13. ¿Qué es lo que más amo de mí mismo? ¿Qué es lo que no amo?
14. ¿Cuál sería el lema de mi vida?

❑ Mi vida futura:
15. Si continúo como soy ¿cómo seré dentro de diez años?
16. ¿Dónde estaré, qué haré, qué habrá cambiado durante este tiempo?
17. ¿Qué debo esperar?

❑ El plano espiritual:
18. ¿Qué me parece Dios? ¿Alguien que siempre pide sacrificar alguna cosa, la más difícil? o ¿un Padre
respetuoso de lo que soy, que me conoce mejor que yo mismo y me conduce con cariño, aun exigiendo a veces
un sacrificio?
19. ¿Creo que estoy dispuesto a acoger la voluntad de Dios bajo cualquier forma que se presente, o por el
momento estoy cerrado a algunas hipótesis?
20. ¿Cómo ha entrado Dios en mi vida? ¿a través de la experiencia familiar? ¿y después por los acontecimientos
que me han marcado más particularmente? ¿cuáles?
21. ¿Me inclino a considerar los problemas a la luz de la razón o me abro a descubrir en la oración lo que vine
de Dios?

COLOQUIO: Termina dialogando con Dios sobre tu vida, preséntate tal como eres y pídele que te
transforme en lo que él quiera

4
EJERCICIO: EL ENCUENTRO DE DIOS CON ELÍAS

PETICIÓN: Pídele a Dios que puedas descubrir su presencia en tu camino.

TEXTO BÍBLICO: 1 Reyes 19, 1 – 15.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Imagínate actuando como Elías, saliendo de una cueva para escuchar la voz de Dios.

La experiencia de Elías es muy expresiva de las cosas que nos suceden en el encuentro con Dios.
Elías, uno de los primeros profetas de Yahvé y muy radical en su actuar, se había enfrentado con los
cuatrocientos cincuenta profetas del dios Baal. Éstos habían disputado con Elías y, al ver los testigos que
Dios aceptaba la ofrenda a Yahvé y no la hecha a Baal, Elías mandó matar a todos los profetas. Pero la
radicalidad de Elías pronto se convirtió en cobardía y salió huyendo por el desierto; no quiere alimentarse, se
encierra en una cueva, busca a Dios en lo violento... Aunque él no se da cuenta, Dios le está saliendo al
encuentro a cada paso, pero no en su rechazo a seguir caminando, ni en el encierro de la cueva, ni en la
violencia de los huracanes, sino en el dejarse alimentar, en el aceptar salir de la cueva y, sobre todo, en la brisa
suave... donde al fin sí reconoce a Dios.

A partir de la historia de Elías, identifica cómo es tu propio camino de encuentro con Dios. Reconoce
tu propia actitud en la búsqueda de Dios y cómo Dios te sale al encuentro...

❑ Lee 1 Re.19, 1 – 15. Léela lentamente, reléela e intenta imaginarte la escena.

❑ Identifícate con Elías... ¿Dónde te ubicas? ¿Por qué te identificas de esa manera?

❑ ¿Te sientes representado en el miedo, la huida, el deseo de la muerte o el encierro en una cueva?

❑ A lo largo de tu vida, ¿cómo te ha salido Dios al encuentro?

▪ ¿en el alimento para caminar?

▪ ¿en la brisa suave?

❑ Aquí y ahora,

▪ ¿cómo te sale Dios al encuentro?

▪ ¿qué te dice?

▪ ¿qué actitudes tuyas dificultan ese encuentro?

▪ ¿qué descubres de la manera de ser de Dios?

COLOQUIO: Puesto en el lugar que más te identifica con Elías, háblale a Dios y pídele lo que Dios te ha
mostrado que pidieras.

5
EJERCICIO: CERCA DE DIOS AYUDADOS POR MOISÉS

TEXTOS BÍBLICOS: Ex.34,1 – 5 y Ex.19, 4 – 5

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

“El Señor ordenó a Moisés: Lábrate dos losas de piedra como las primeras: yo escribiré en ellas los
mandamientos que había en las primeras, las que tú rompiste. Prepárate para mañana, sube al amanecer al
monte Sinaí y espérame allí, en la cima del monte. Que nadie suba contigo, ni siquiera las ovejas y vacas
pastarán en la ladera del monte. Moisés labró dos losas de piedra como las primeras, madrugó y subió al
amanecer al monte Sinaí, según la orden del Señor, llevando en la mano las dos losas de piedra. El Señor
bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor” (Ex.34,1 – 5).

❑ Te sugiero identificarte con Moisés y, como él, espera “en la cumbre del monte” al Señor que baja a
tu encuentro “en la nube”. Dos elementos simbólicos de la cercanía de la presencia de Dios. La
cumbre y el monte son símbolos bíblicos de la altura que te acerca a Dios, al misterio de Dios. La
“nube” que envuelve su misterio, que lo envuelve y lo oculta a la vez, también es un elemento
simbólico de la cercanía de la presencia divina.

❑ En un primer acercamiento al texto, observa:


▪ Dios siempre tiene la iniciativa del encuentro;
▪ Dios pide que nos apartemos, que subamos solos a la cima del monte;
▪ Dios quiere bajar al encuentro, quedarse y permanecer allí.
▪ Moisés “pronuncia el nombre del Señor”

❑ Trata de captar las resonancias internas de algunas de estas expresiones provocan en tí:
▪ lábrate dos losas.... yo escribiré en ellas...;
▪ prepárate;
▪ sube;
▪ espérame... y escúchalas como dirigidas a ti.

“Vosotros habéis visto lo que hice a los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de
águila y os he atraído a mí; ahora pues, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, seréis mi propiedad
personal entre todos los pueblos...” (Ex.19, 4 – 5).

❑ “...lo que hice a los egipcios” es un recuerdo de la acción de Dios a favor de su pueblo y en contra de
todo lo que amenaza su vida. ¿Qué ha hecho Dios a favor tuyo? Escribelo.

❑ La palabra hebrea segullah, “propiedad personal”, expresa algo que es objeto de una particular
vinculación afectiva por parte del que lo posee (una joya de familia, por ejemplo), más allá de su valor.
¿me descubro propiedad personal del Señor?

❑ mira tu vida como llevada por Dios “sobre alas de águila” y atraída hacia Él. Haz memoria de los
acontecimientos en los que reconoces esa conducción y esa atracción. Ábrete al asombro de que Dios
quiera hacer de ti su “propiedad personal...”.

COLOQUIO: Termina dialogando o hablando con Dios, agradeciéndole por su misteriosa cercanía.

6
EJERCICIO: DIOS ME CONOCE Y ME AMA

PETICIÓN: Pide la gracia de descubrir cómo Dios está presente a lo largo de toda tu vida. Como te conoce
y te ama.

TEXTO BÍBLICO: Salmo 139 (138), 1 – 18.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Revive la experiencia de Jeremías, cuando Dios le dice: “...antes de formarte en el seno de tu madre
ya te conocía, antes de que tu nacieras yo te consagré” (Jer.1,5).

El Señor nos escruta y conoce; familiares le son todas nuestras sendas. ¿A dónde podremos huir lejos
de su presencia...? Aún nuestras noches y nuestras tinieblas nada tienen de oscuras para Él… Porque Él nos
ha tejido en el vientre de nuestra madre; nada se le ocultaba cuando éramos formados en lo secreto, en la
hondura de la tierra.

Déjate sondear, reconocer por su tierno y fecundo amor magnético, lejano, silencioso... “Dios es
amor”, dice San Juan, y el amor es comunicación, diálogo, palabra cercana y entrañable que se nos ha dicho
en Jesús. Por eso hay que aprender el lenguaje de Dios.

Orar es ponerse a la escucha, como María de Betania sentada sosegadamente a los pies de Jesús, con
el gozo de saberse poseedora de una bienaventuranza: “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios”.

❑ Lee detenidamente y medita el salmo. Detente allí donde encuentres más gusto, asombro,
interpelación. Repite sencillamente esa frase, gustándola y sintiéndola en tu interior.

❑ Detente a mirar tu vida: a partir de las frases del salmo, ¿qué episodios de tu vida se recrean en tu
memoria?

❑ Mira y contempla la presencia del amor de Dios en tu vida, cómo la sostiene y fundamenta; deja
resonar en ti los sentimientos que se generan.

❑ Agradece al Señor tantas maravillas que ha obrado en ti.

COLOQUIO: Con un corazón agradecido como el de María, expresa las maravillas que el Señor ha obrado
en ti. Puedes escribir tu propia acción de gracias o Magníficat: “El Señor ha hecho en mi maravillas...” (Lc.
1, 46 – 56).

NO OLVIDES EXAMINAR SIEMPRE DURANTE ALGUNOS MINUTOS CADA BLOQUE DE


ORACIÓN CON LAS PREGUNTAS QUE TE HAN SIDO PROPUESTAS.

7
EJERCICIO: EL ÁRBOL CON RAÍCES BIEN REGADAS

PETICIÓN: Pide al Señor te conceda estar siempre dispuesto a desear, buscar, elegir y realizar
aquello que más te conduce a Su servicio y alabanza.

TEXTO BÍBLICO: Salmo 1

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

❑ Lee el Salmo 1 fijándote en sus personajes: pertenecen a dos grupos diferentes, delimitados con
mucha claridad. Por un lado, el hombre justo, que sólo es nombrado con ese calificativo; por el
otro, el grupo de los malvados, pecadores, cínicos...

❑ Subraya o escribe las veces que aparecen el justo y los malvados. Del primero se dice, en primer
lugar, lo que no hace: “no sigue...”, “no entra...”, “no se sienta...”, no parece interesarle lo que
se dice o se hace en esas reuniones....

❑ Luego, como si se quisiera descubrir el porqué de esa actitud tan solitaria, tan distinta de lo que
es habitual, se nos revela su secreto: es un hombre que tiene puesta su alegría en otro sitio, que
está constantemente vinculado al Señor y a su voluntad.

❑ Dos comparaciones nos hacen visualizar el destino de unos y de otros: la imagen del árbol firme,
frondoso, lleno de verdor, cargado de frutos, con raíces bien regadas..., contrasta con la levedad
de la paja, que es juguete del viento.

❑ Al final, el Señor toma partido por el justo y por su manera de vivir, por su ‘camino’. El camino
de los malvados no necesita ser condenado por Dios: él mismo acaba mal, va a parar a un
precipicio, sencillamente porque no tenía punto de destino.

▪ Imagínate a ti mismo como un árbol: siente tus raíces, tus ramas y hojas, el circular de la
savia... ¿Qué clase de árbol eres?; ¿Con qué características: frondoso, medio seco, alto,
débil...?; ¿Dónde estás plantado?; ¿Tienes agua cerca?...

▪ Escribe una oración, como si ese árbol que eres tú, joven o viejo, bien regado o necesitado de
agua, en invierno o en primavera, hablara con Dios.

▪ Relee el salmo dejando que crezca en ti el deseo de tener tus raíces cerca del agua y de ser
feliz a la manera de ese creyente que susurra la Palabra de su Dios día y noche...

COLOQUIO: Háblale a Jesús y a su Padre agradeciéndole la invitación a abandonarte en su amor


que te hace libre para estar y hacer lo importante. Lo único necesario.

NO OLVIDES EXAMINAR SIEMPRE CADA BLOQUE DE ORACIÓN CON LAS


PREGUNTAS QUE TE HAN SIDO PROPUESTAS

8
EJERCICIO: HABLA SEÑOR QUE TU SIERVO ESCUCHA

PETICIÓN: Pide al Señor que te abras a escuchar la palabra y el llamado de Dios y descubras la novedad a la
que te invita...

TEXTO BÍBLICO: 1 Samuel 3, 1 – 10.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Imagínate actuando como Samuel, disponiéndote a la escucha, al encuentro con Dios...

Tu tienes experiencias de encuentro con Dios, pero Dios es mucho mayor y siempre nuevo,
sorprendente. Muchas veces nos quedamos atados a las experiencias conocidas, a una misma manera de
relacionarnos con Dios, con los otros, con la realidad. Esta fue también la experiencia de Samuel que recurría
una y otra vez a Elí. Se le hacía difícil escuchar a un Dios que le salía al encuentro de un modo desconocido,
nuevo, sorprendente... nosotros a veces no escuchamos la voz de Dios por quedarnos atados a sus
“estereotipos”, a la imagen que tenemos de Él, perdiéndonos así la posibilidad de encontrarle de manera nueva.
Dios nos invita a que con confianza nos abramos a la frescura de un nuevo encuentro, tiene mucho que
decirnos.: “habla que tu siervo escucha”.

❑ Lee detenidamente y medita el texto bíblico de 1 Sam.3, 1 – 10. Lee atentamente el texto... léelo
una y otra vez...

❑ Trata de identificarte con Samuel; en su relación con Elí, en su relación con Yahvé, en sus
actitudes de volver a lo conocido, en sus actitudes de escucha...

❑ ¿Cuáles son las voces que escuchas? ¿Cuáles te distraen de Dios o te impiden escuchar al Señor?

❑ ¿Cuáles son las formas estereotipadas o conocidas que tienes de concebir a Dios o de relacionarte
con Dios?

❑ Procura agudizar tu escucha: tu escucha a Dios, la que nace en tu corazón.

▪ ¿Aquí y ahora, qué te dice Dios?

▪ ¿Qué es lo nuevo y sorprendente que te manifiesta? Puedes escribirlo

▪ ¿A qué manera nueva de encontrarte con Él te invita?

❑ Expresa con un gesto corporal tu disponibilidad y apertura al encuentro con Dios, tu deseo de
escucharlo en este tiempo de ejercicios.

COLOQUIO: Termina este rato de oración dialogando con Dios y dile: “Aquí estoy Señor, habla, que tu
siervo escucha”

9
EJERCICIO: LA ROCA FIRME COMO FUNDAMENTO DE MI VIDA

PETICIÓN: Que descubra y exprese el fundamento de mi propia vida.

TEXTO BÍBLICO: Lc. 6, 46-49

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Al comenzar los Ejercicios, San Ignacio nos propone hacer un acto de sinceridad y preguntarnos
frente a Dios y nosotros mismos dónde está puesto nuestro fundamento, cuál es nuestro principio de vida.
Aquello que rige nuestro hacer y nuestro ser. El sentido de nuestra vida es algo invisible, pero cuando falta se
hace visible. Cuando falta este sentido orientador nos desestabilizamos, nos confundimos, nos perdemos...
Buscaremos saber cuál es nuestro fin, no para suprimir los medios ni los pasos que voy poniendo en mi vida,
sino para orientar estas decisiones concretas y darles coherencia. Vivimos en un tiempo en que somos
juguetes de los medios sin importarnos el fin. Vivimos sin saber hacia dónde vamos y sin saber por qué
hacemos lo que hacemos. ¿Cuáles son nuestras metas orientadoras? ¿Cuáles son nuestros principios de vida?
Si clarificamos nuestro principio y fundamento ganaremos libertad, ya que no nos permitirá temer a ningún
medio. Nos dará también un sentido a todas las cosas que hacemos y por lo tanto será un factor de
integración en nosotros.
Todos tenemos un principio y fundamento real y otro ideal. Algo sobre en lo que realmente me construyo o
fundamento, y algo sobre en lo que me gustaría construirme. En este tiempo de oración buscamos
preguntarnos cuál es mi principio y fundamento real e ideal. Tal vez haya diferencia entre uno y otro y lo
queramos ordenar.

❑ Leo varias veces Lc 6, 46-49, la parábola de la casa construida sobre roca.

❑ Busco apropiarme de la imagen…

❑ En el conjunto de mi vida, ¿qué rocas firmen han sido para mí fundamento de mi vida? (formas de
relacionarme, valores, amistades, dolores que me han enseñado, encuentros con Jesús, experiencias que
han marcado mi vida).

❑ Imaginarme delante de alguna persona (o personas) que quiero y a quien le (s) expreso, cuál es el
fundamento de mi vida.

❑ ¿Cuál es hoy el fundamento de mi vida? Expresarlo de alguna manera.

❑ Jesús, enseña que escuchar su palabra y ponerla en práctica, es como construir una casa sobre roca (Lc. 6,
46-49). Ella, permanece firme en las tempestades. Para ello, hay que cavar hasta lo profundo, y poner ahí,
los cimientos. Al contrario, quien no pone en práctica su palabra, edifica la casa sobre arena. Esta, no
soportará, los embates de las tormentas, vientos y lluvias. Nosotros, queremos descubrir, cuál es la roca
firme, sobre la que ponemos el cimiento de nuestra vida. Queremos expresar cuál es esa roca o
fundamento. Lo hacemos, escribiendo algo así como un “credo”, un salmo, una canción, o mediante un
símbolo o de otra forma plástica.

COLOQUIO: Termina la oración dialogando con Dios y expresándole con tus palabras el fundamento que
quieres para tu vida.

10
EJERCICIO: EL PRINCIPIO Y FUNDAMENTO DE IGNACIO

PETICIÓN: Que Dios sea el fundamento de toda mi vida, y que sea libre de otros afectos que me apartan de
El.

TEXTO: Rezaremos con el Principio y fundamento de San Ignacio de Loyola (EE 23)

El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su
ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la
prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le
ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden. Por lo qual es menester
hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre
albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad,
riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás;
solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

Según Ignacio, se descubre el sentido y la plenitud de la vida, cuando Dios, tiene la primacía en ella. Esto, es
lo que nos dice el texto del Principio y Fundamento.
En éste, no hemos de mirar tanto el lenguaje o la teología, que en cierta medida, son propios de la época de
Ignacio, sino sobre todo la actitud a la que nos invita. Ignacio, nos hace mirar la vida entera en relación a Dios.
En una vida que se enfoca desde Dios, todo se integra, globaliza y unifica. Nada nos esclaviza. Cualquier cosa
particular, se vuelve relativa, ante ese Dios tan grande y tan íntimo a la vez. De ahí, surge la necesidad de
“hacerme indiferente”, como dice Ignacio: No estar atados a nada, ser libres ante todo. La libertad de estar
desprendidos frente a todas las cosas y, a la vez, de descubrir a Dios, en todas ellas, libera en mi, una mayor
fuerza para vivir, soñar, y actuar en todo momento.

Ricardo Antoncich lo explica diciendo:


“La indiferencia ignaciana, en sentido positivo, es actitud de libertad. No amarrarnos a afectos que nos
desordenan. Poder preferir lo que Dios prefiere, entonces sí, con toda nuestra afectividad. Como actitud de
espíritu, la indiferencia se da en la profundidad, en la libertad, y no en la superficialidad de nuestros
caprichos. La indiferencia es acto de libertad, para amar mejor”

❑ Leo y medito el texto de San Ignacio (es importante no trancarse en el lenguaje o la concepción teológica
de la época, sino descubrir, la actitud a la que invita)

❑ ¿Es Dios el fundamento de mi vida? Si no lo es, ¿quiero que lo sea?

❑ ¿Hay algún afecto que me está impidiendo ser libre ante Dios y ante la vida? ¿Cuál es? ¿Cómo me ata?
Escríbelo.

❑ Pido a Dios, la gracia de hacerme libre del mismo…

❑ Considero la grandeza y la profundidad del amor de Dios, para poder hacerme “indiferente” ante cualquier
otro afecto…

COLOQUIO: Ofrezco todo mi ser al Dios de la vida… Se lo expreso

11
EJERCICIO: EL FIN PARA EL QUE FUIMOS CREADOS

PETICIÓN: Pedir la gracia de ubicarme siempre en esa relación creador-criatura propia del Principio y
Fundamento.

TEXTO: Principio y fundamento de San Ignacio (EE 23) y actualización del Principio o Fundamento

El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su
ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la
prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le
ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden. Por lo qual es menester
hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre
albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad,
riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás;
solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados. (EE23)

El fin de nuestra vida es servir para siempre a Dios; él, que nos ama, nos dio la vida, nuestra propia
respuesta de amor permite que la vida de Dios fluya en nosotros sin límites. Todas las cosas en este mundo
son dones de Dios que se nos ofrecen para que podamos conocer a Dios más fácilmente y podamos así
responder a su amor.
Como resultado, apreciamos y utilizamos estos donde de Dios, siempre y cuando nos ayuden a desarrollarnos
como personas que aman. Pero si alguno de estos dones se convirtiera en el centro de nuestras vidas,
desplazaría a Dios e impediría que nuestro crecimiento hacia nuestro fin.
En la vida diaria, por lo tanto, debemos mantener el equilibrio entre todos los dones creados, tomando
siempre aquello que nos ayude a crecer en Dios sin estar ligados a ningún don específico. No debemos fijar
nuestros deseos en salud o enfermedad, riqueza o pobreza, éxito o fracaso, una vida larga o corta. Porque en
todo se encuentra una capacidad que nos llama a dar una respuesta más profunda a nuestra vida con Dios.
Nuestro único deseo y nuestra única opción debería ser esta: quiero y escojo lo que mejor me lleve a
profundizar la vida de Dios en mi. David L. Fleming, S. J.

El Principio y fundamento ayuda al Ejercitante a situarse en el horizonte de los Ejercicios. Sirve como
familiarización con el ideal general propuesto. Constituye la “puerta” de acceso a los Ejercicios y desempeña,
realmente, el papel de fundamento. El texto unifica todas las verdades que se han de exponer a través de los
ejercicios. Es un ejercicio que precede a las demás meditaciones y sobre todas ellas debe influir. Consta de
dos partes principales: 1. La creación del hombre que muestra la necesidad del fin y que consiste en la gloria
de Dios. Otro fin subjetivo, próximo en esta vida y fin último en la otra. Hay una conexión necesaria entre
estos dos con la expresión “y mediante esto...”. 2. La creación de todas las cosas, que también tienen su fin.
Un fin general que es “para el hombre”; y un fin especial “para que le ayuden en la prosecución del fin para
que es creado”.
Tiene dos conclusiones prácticas: 1. Una regla para obrar, que es la conocida expresión del “tanto cuanto”. 2.
Una condición que es la regla de la indiferencia, situada en el plano psicológico: “por lo cual es menester
hacernos indiferentes”.

PUNTOS Y PREÁMBULOS:

❑ Leo y medito el texto de Ignacio y el texto actualizado.


❑ ¿Cómo se ven mi vida y mis opciones a la luz del Principio y Fundamento?
❑ ¿Cuál es el fin para el que fui creado? Lo comienzo a escribir
❑ Este fin, ¿me sitúa de manera diversa en el mundo? ¿cómo?
❑ Quedarme en el punto que más me ha tocado. Sentir y gustar.

COLOQUIO: Dialogo con Dios acerca de lo que pude captar del texto ignaciano y de sus implicancias
concretas para mi vida.

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EJERCICIO: HACERNOS INDIFERENTES

PETICIÓN: Pido al Señor que me de la gracia de recibirlo con toda libertad, que me haga indiferente a
muchas cosas que me apegan.

TEXTOS BÍBLICOS: Gn 12,1-10: Sal de tu tierra y de la casa de tu padre. (¡Abandona esos lugares y
esquemas viejos, lánzate a la novedad de Dios, desinstálate!).
Gn 22,1-19: Dios le pide a Abrahán que sacrifique a su hijo, lo más buscado y lo más preciado por él.

PREÁMBULOS Y PUNTOS:

El objetivo de este ejercicio es encontrar esa actitud básica para poder hacer la voluntad de Dios.
Desapegarme de mis esquemas preconcebidos y dejar que Dios vaya haciendo su plan en mí. Es “salir de
nuestro propio amor, querer e interés” como decía San Ignacio. Es importante entonces hacernos indiferentes
[23] a todas las cosas creadas, ganar libertad interior, de tal manera que no queramos de nuestra parte más
salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta; solamente deseando y
eligiendo lo que más nos conduce para el fin al que fuimos creados.

“El hombre tanto ha de usar de las cosas, cuanto le ayudan para el fin que fue creado (amar y servir a Dios)
y tanto debe quitarse dellas, cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a
todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad...; en tal manera, que no queramos de
nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y
por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que
somos criados”. San Ignacio de Loyola

“Cuando nos desapegamos de las cosas es cuando podemos observarlas como realmente son en sí mismas. Al
hacer tal cosa, penetramos su realidad, su actualidad, su verdad, que no pueden ser descubiertas a menos que
las coloquemos fuera de nosotros mismos y retrocedamos para verlas en perspectiva. Sólo podemos ver las
cosas en perspectiva si cesamos de abrazarlas contra nuestro seno. Cuando las soltamos, comenzamos a
apreciarlas como realmente son. Solamente entonces podremos comenzar a ver a Dios en ellas”. Thomas
Merton

❑ Leer detenidamente estos dos textos bíblicos en los que Dios le habla a Abrahán y en los que se
desafecta y desapega de lo que tiene para seguir la voluntad divina.
❑ ¿Qué dinámicas anteriores no están permitiendo que yo sea libre y generoso (indiferente)? Noto como
me esclavizan, me agarran, me retienen, me engañan…
❑ ¿De qué cosas me tengo que desapegar-desafectar para recibir mejor la novedad de Dios en estos
ejercicios espirituales y no guiarme por mis caprichos? Lo detecto, escribo…
❑ ¿Encuentro algún deseo en mí, o al menos, algún deseo de deseo de responder a Dios con toda
libertad y generosidad?

COLOQUIO: termino dialogando con María, con la mujer que supo estar desapegada de sus proyectos y del
camino emprendido por su Hijo.

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EJERCICIO: REVISAR Y EXPLICITAR MI PRINCIPIO Y FUNDAMENTO

PETICIÓN: Que Dios sea el fundamento de toda mi vida, y que sea libre de otros afectos que me apartan de
El.

❑ Lo hago recorriendo los momentos donde ví claramente y experimenté la sensación de estar en el lugar
justo y adecuado. Los momentos de felicidad y plenitud. Los repaso, los escribo y observo si Dios estaba
detrás de ellos.
▪ ¿Son estos momentos algo fundamental en mi vida?
▪ ¿Pasan a ser pilares (fundamento) para mi vida?
▪ ¿Quiero que se transformen en principio para mi vida futura?

❑ Lo puedo hacer también recorriendo con mi memoria afectiva los momentos en que me sentí en las manos
del Padre. Cuando me sentí protegido, conducido, cuidado, modelado y acompañado por sus manos.
▪ ¿Cuáles fueron esos momentos de mi vida en que me sentí en las manos del Padre?

❑ En la Biblia hay tres metáforas que me ayudarán a descubrirme en las manos de Dios:
▪ manos de alfarero (Jeremías 18,1-6)
▪ manos de pastor (Salmo 23)
▪ manos de Padre (Lc 23,44-46).

❑ ¿Han pasado a ser estos momentos de mi vida principios básicos para mi existencia?

❑ ¿Deseo que mi vida se oriente según esos principios amorosos del Padre que algún momento experimenté?

❑ Lo hago también recorriendo los ejercicios de este mes, los escritos y las anotaciones que hice. Descubro
cómo Dios ha actuado y ha venido trabajando en mí.

❑ Explicito y escribo (una oración, un cuento, un poema) cómo Dios ha sido y es el Principio y Fundamento
de mi existencia. Agradezco por ello.

Te dejo con un texto con el Principio y Fundamento del Padre Pedro Arrupe, que fue General de la Compañía
de Jesús:
“No hay nada más práctico que encontrar a Dios.
Es decir, enamorarse rotundamente y sin ver atrás.
Aquello de lo que te enamores, lo que arrebate tu imaginación, afectará todo.
Determinará lo que te haga levantar por la mañana,
lo que harás con tus atardeceres, cómo pases tus fines de semana,
lo que leas, a quien conozcas, lo que te rompa el corazón,
y lo que te llene de asombro con alegría y agradecimiento.
Enamórate, permanece enamorado,
Y esto lo decidirá todo” Pedro Arrupe.

COLOQUIO: Ofrezco todo mi ser al Dios de la vida… Se lo expreso espontáneamente.

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