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Cargas pesadas sobre los demás

Mateo 23:1-4
Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se
sientan los escribas y los fariseos. 2 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y
hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas
pesadas y difíciles de llevar, y 4 las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni
con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para 5 ser vistos por los
hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los
primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las 7salutaciones en
las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí,8 Rabí. Pero vosotros no queráis que- os
llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y
no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque 10 uno es vuestro Padre, el que está en
los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

1- Son Maestros dando cátedras

1 Timoteo: 3-16
Esto enseña y exhorta. Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada
sabe, y delira acerca de 4 cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias,
pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias 5 de hombres corruptos de
entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia;
apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
porque nada hemos traído a este mundo, y 7 sin duda nada podremos sacar. Así que,
teniendo sustento y 8- abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren
9enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden
a los hombres en destrucción y 10 perdición; porque raíz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron 11 traspasados de
muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la
piedad, la fe, el amor, 12 la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa
mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena
profesión delante de muchos testigos.
13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio
testimonio de la buena profesión delante 14 de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento
sin mácula ni 15 reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su
tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, 16 Rey de reyes, y Señor de señores, el
único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres
ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

II Timoteo 3
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque
habrá hombres amadores de 2 sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, 3 implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de 5piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque 6 de éstos son los que se meten en las
casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas
concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca 7 pueden llegar al conocimiento
de la verdad. Y de la manera 8 que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos
resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas
no irán más adelante; porque 9 su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la
de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, 10 propósito, fe, longanimidad,
amor, paciencia, persecuciones, 11 padecimientos, como los que me sobrevinieron en
Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el
Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán
persecución; mas 13 los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y
siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has 14 aprendido y te persuadiste, sabiendo de
quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las 15 cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que 16 es en Cristo Jesús.

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