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Cátedra: Epístolas I.
Epístolas
I y II de Timoteo.
CI: 22.609.162
Autor: Tanto la tradición temprana como los saludos de las Cartas Pastorales
(1,2 Timoteo; Tito) aclaman que Pablo fue su autor (2 Timoteo 1:1; Tito 1:1).
Algunas objeciones han surgido en los últimos años en base a un vocabulario y
estilo poco característico (1:15; 2:2), pero otra evidencia aún convincente apoya
la autoría de Pablo.
Destinatario: Como indica el saludo (1:2), Pablo está escribiendo a Timoteo, un
nativo de Lystra (Turquía, hoy en día). El padre de Timoteo era griego, mientras
que su madre era judía cristiana (Hechos 16:1). Desde la niñez se le había
enseñado el Antiguo Testamento (2 Timoteo 1:5; 3:15). Pablo lo llamó
“verdadero hijo en la fe” (1:2), quizás habiéndolo guiado hacia la fe en Cristo
durante su primera visita a Lystra. En el momento de su segunda visita Pablo
invitó a Timoteo a acompañarlo en sus viajes misioneros, circuncidándolo para
que su ascendencia griega no fuera una responsabilidad al trabajar con los judíos
(Hechos 16:3). Timoteo ayudó a Pablo a evangelizar Macedonia y Acaya
(Hechos 17:14-15; 18:5) y estuvo con él durante la mayor parte de su amplio
ministerio en Éfeso (Hechos 19:22). Él viajó con él desde Éfeso hasta
Macedonia, hasta Corinto (Hechos 20:3), de regreso a Macedonia y hasta Asia
Menor (Hechos 20:1-6). Incluso pudo haberlo acompañado todo el camino hacia
Jerusalén. Él estuvo con Pablo durante su primer encarcelamiento (Filipenses
1:1; Colosenses 1:1; Filemón 1).
Seguido de la liberación de Pablo (luego de Hechos 28), Timoteo viajó
con él nuevamente, pero se quedó eventualmente en Éfeso para lidiar con los
problemas allí, mientras Pablo siguió hasta Macedonia. La cercanía y
admiración de Pablo a Timoteo se visualizan en como Pablo lo nombra
mensajero de seis de sus cartas (2 Corintios, Filipenses, Colosenses, 1,2
Tesalonicenses y Filemón) y en cómo se expresa enalteciéndolo ante los
filipenses (Filipenses 2:19-22). Al final de la vida de Pablo, él pidió que Timoteo
lo acompañara en Roma (2 Timoteo 4:9,21). De acuerdo a (Hebreos 13:23), el
mismo Timoteo fue encarcelado y liberado consecuentemente, se desconoce si
fue en Roma o en algún otro lugar.
Timoteo no fue un apóstol. Sería mejor considerarlo un representante
apostólico, delegado a llevar a cabo trabajos especiales (Tito 1:5).
Lugar y fecha: La primera epístola de Pablo a Timoteo se escribió
probablemente en algún momento entre los años 64 y 65 d. C., posiblemente
mientras Pablo estaba en Macedonia (1 Timoteo 1:3). Antes de escribir esta
epístola, Pablo había sido liberado luego de dos años de encarcelamiento en
Roma y es probable que estuviera viajando mucho, visitando las regiones donde
previamente había establecido ramas de la Iglesia.
Ocasión: Pablo ha dejado a Timoteo a cargo de una situación muy difícil en la
iglesia de Éfeso, donde unos falsos maestros (probablemente ancianos locales)
están desviando a algunas iglesias que están en los hogares; ante esto, Pablo
escribe a toda la iglesia por medio de Timoteo con el propósito de apoyar y
fortalecer a Timoteo para detener a estos ancianos y a algunas viudas jóvenes
que los han seguido.
Propósito: Durante su cuarto viaje misionero, Pablo había instruido a Timoteo a
hacerse cargo de la iglesia en Éfeso (1:3) mientras él seguía hasta Macedonia.
Cuando entendió que no podría regresar a Éfeso en el futuro cercano (3:14-15),
escribió su primera carta a Timoteo para desarrollar el cargo que él le había dado
a su joven asistente (1:3, 18), para refutar falsas enseñanzas (1:3-7; 4:1-8; 6:3-
5,20-21) y para supervisar las relaciones de la iglesia efesia en ascenso
(adoración en la iglesia, cap. 2; citar líderes de iglesia calificados, 3:1-13; 5:17-
25). Un problema mayor en la iglesia efesia era una herejía combinada con
agnosticismo (1 Juan: Agnosticismo), judaísmo decadente (1:3-7) y ascetismo
falso (4:1-5).
Bosquejo:
Introducción 1:1-20
A. Salutación 1:1-2
B. Encargo a Timoteo 1:3-11
C. Agradecimientos 1:12-17
D. Reafirmación del encargo1:18-20
I. Instrucciones sobre la iglesia 2:1; 3:16
A. El culto 2:1-15
B. Sus oficiales 3:1-13
C. Sus funciones en relación con la verdad 3:14-16
II. Instrucciones sobre los deberes pastorales 4:1; 6:10
A. Hacia la iglesia como un todo 4:1-16
B. Hacia las distintas clases en el seno de la iglesia 5:1; 6:10
III. Exhortaciones finales 6:11-21
A. Mantener la fe y pelear la batalla 6:11-16
B. Presentar el reclamo de la iglesia a los ricos 6:17-19
C. Guardar la verdad 6:20,21
Resumen: En (1 Timoteo 1). Pablo advierte contra las falsas enseñanzas. Se
gloría en el Señor Jesucristo, quien extendió gran misericordia para salvarlo.
Pablo se refiere a sí mismo como “el primero” (1 Timoteo 1:15), o el peor, de
los pecadores, haciendo alusión a su persecución de los cristianos antes de su
conversión. Pablo asegura a los demás que la misericordia de Cristo también les
ayudará. En (1 Timoteo 2-3). Pablo enseña acerca de la necesidad de la oración
y de la adoración apropiada. Enseña que Jesucristo es el rescate por todos y que
es nuestro Mediador ante el Padre. Instruye a los hombres y las mujeres sobre la
manera de conducirse durante la adoración. Describe los requisitos que deben
reunir los obispos y los diáconos. Explica que el misterio de la divinidad es la
condescendencia de Jesucristo, Su vida perfecta en la tierra y Su ascensión en
gloria.
(1 Timoteo 4). Pablo le advierte a Timoteo que algunas personas serán
engañadas por las falsas enseñanzas sobre el matrimonio y las prácticas
alimentarias. Habla acerca de la importancia del matrimonio y de recibir las
creaciones de Dios con acción de gracias. Pablo le enseña a Timoteo la manera
de lidiar con las falsas enseñanzas de su época y de las que pronto vendrían.
(1 Timoteo 5-6). Pablo finalmente le da pautas a Timoteo para ayudarle a
ministrar a las necesidades de los ancianos, los jóvenes, las viudas y los
esclavos. Describe a los falsos maestros. Previene que “el amor al dinero es la
raíz de todos los males” (1 Timoteo 6:10) e instruye a Timoteo con respecto a la
manera en la que los santos pueden obtener la vida eterna.
2º DE TIMOTEO.