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La violación de los derechos de las mujeres debe interpretarse también desde el punto de
vista de la consideración de sus cuerpos razón que explica las características de violencia
extrema que enfrentamos hoy y que se refleja en el creciente número de Feminicidios o
muerte violenta de mujeres por el hecho de ser lo ocurridos a lo largo del país . En ese
sentido, el Feminicidio es la forma más extrema de la violencia basada en la inequidad de
género, entendida ésta como la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres en su
deseo de obtener poder, dominación o control.
Si bien los delitos de Feminicidio en el marco de la Ley N° 348 son de reciente aplicación,
los casos de muerte de mujeres por motivos misóginos tienen larga data lo que ha motivado
a realizar el presente estudio.
En el presente trabajo, se abordarán los factores individuales, sociales y culturales que se
asocian al Feminicidio en los nueve departamentos de Bolivia.
Con el presente estudio se pretende identificar los factores más frecuentes de
casos de feminicidio.
DESARROLLO.-
Por esa razón El 9 de marzo de 2013 se aprobó la Ley 348 “Ley Integral para Garantizar a
las Mujeres una Vida libre de Violencia” que protege a las mujeres de cualquier tipo de
violencia.
Se obtuvo la información de 215 casos, 104 en 2016 y 111 casos en 2017. En 2016
hubieron más casos en La Paz y en 2017 en Cochabamba. (Cuadro N°1)
Los casos más frecuente de haber sufrido feminicidio en Bolivia en la Gestión 2016, fue de
18 a 35 años en un 49%, en 2017 también de 18 a 35 años en un 59%.
La ocupación que tienen las víctimas en mayor porcentaje, son labores de casa en un 39%
en la gestión 2016 y 40%, en la gestión 2017.
Sobre las posibles causas del feminicidio se tiene celos y estado de ebriedad con 37% en
2016 y 43% en 2017; seguido de problema pasional (26% en 2016 y 18% en 2017);
lesiones gravísimas estuvieron presentes con 14% en 2016 y 20% en 2017; finalmente
violencia sexual la que fue de 13% en ambos años.
Sobre la tipología la íntima fue más frecuente en ambos años (53% y 47%
respectivamente); no íntima fue de 26% y 36% respectivamente en 2016 y 2017; familiar
en 14% cada año y de tipo sexual 7% en 2016 y 3% en 2017.
Finalmente sobre el tipo de arma homicida, se puede observar que los feminicidios en un
gran porcentaje iban acompañados de violencia ya sea producidas por arma blanca, lazo y
contusiones en ambos años (Figuras N° 3 y N° 4).
Los hallazgos encontrados reportaron que los casos de feminicidio en los nueve
departamentos de Bolivia, se encontraban elevados, a pesar de haberse implementado la
Ley N°348 , los resultados son similares con otras encuestas internacionales realizadas con
muestras representativas de poblaciones urbanas en España en las Gestiones 2010 y 2011,
135 mujeres asesinadas por su pareja y en relación a los factores de riesgo, los más
predominantes fueron tener una pareja desempleada, consumo de alcohol y drogas, celos,
existencia de violencia previa en la pareja
¿Qué es el feminicidio y cómo identificarlo?
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema
penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género está tipificada en nuestro sistema
penal como feminicidio.
La violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad de género, es decir, en la
posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran respecto de
los hombres.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema
penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las
manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas.
Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes
circunstancias:
1. La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
2. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas
o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
3. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o
escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
4. Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
5. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso,
acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
6. La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la
vida;
7. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Comúnmente los homicidios que se cometen contra las mujeres no son investigados
tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios.Por esta razón, el Modelo de
protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones
de género recomienda que todas las muertes violentas de mujeres que en principio
parecerían haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y accidentes, deben
analizarse con perspectiva de género, para poder determinar si hubo o no razones de género
en la causa de la muerte y para poder confirmar o descartar el motivo de ésta.
En este mismo tenor se encuentra la sentencia de la Suprema Cortela cual establece que
en el caso de muertes de mujeres se debe:
• Ordenar la salida del agresor del domicilio conyugal o donde habite la mujer en situación
de violencia.
• Ordenar que el agresor se someta a una terapia psicológica en un servicio de
rehabilitación.
• Prohibir al agresor hipotecar, prendar, disponer o cambiar la titularidad del derecho
propietario de bienes muebles o inmuebles comunes.
• Disponer la asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la mujer.
• Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o de
estudios, domicilio o a cualquier otro espacio que frecuente la mujer.
• Restituir a la mujer al domicilio del cual hubiera sido alejada con violencia, cuando ella lo
solicite, con las garantías suficientes para proteger su vida e integridad.
• Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas.
• Suspender temporalmente al agresor del régimen de visitas y convivencia con sus hijas e
hijos.
• Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común o de
posesión legítima.
• Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer y de sus
hijas e hijos o dependientes.
• Disponer la tolerancia o reducción del horario de trabajo de la mujer que se encuentra en
situación de violencia, sin que se vean afectados sus derechos laborales y salariales.
• Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin que se
vean afectados los derechos laborales de la mujer.
¿Cuáles son las sanciones para los agresores?
• Multa (hasta 50% del salario).
• Trabajos comunitarios.
• Inhabilitación a cargos públicos.
• Privación de libertad dependiendo del delito.
• Rehabilitación del agresor con tratamiento psicológico en todos los casos.
ARTÍCULO 3. (PRIORIDAD NACIONAL).
I. El Estado Plurinacional de Bolivia asume como prioridad
La erradicación de la violencia hacia las mujeres, por ser
Una de las formas más extremas de discriminación en
Razón de género.
Existen varios puntos de intersección entre la violencia contra las mujeres y la violencia en la
niñez. Ambas manifestaciones de violencia comparten factores de riesgos comunes (normas
sociales de género que producen desigualdades, fomentan la discriminación y perpetúan la
violencia; desempleo, consumo de alcohol, drogas, estrés familiar, etc.) y pueden ocurrir de
manera paralela: es muy probable que niños y niñas que viven en familias donde hay violencia por
parte de la pareja sean víctimas de abuso infantil y negligencia, es la llamada coocurrencia de la
violencia contra las mujeres y la violencia contra los niños y las niñas. Se ha demostrado que los
niños en cuyo hogar hay violencia de pareja contra la mujer tienden a sufrir más castigos que los
demás niños, si bien no hay evidencia sobre quién es la persona en el hogar que inflige dichos
castigos. Esta correlación refleja la alta complejidad del ciclo de violencia y los peligros de su
naturalización, y amplía el campo de acciones para su prevención32. Asimismo, la violencia de
pareja contra las mujeres se asocia con mayores tasas de mortalidad infantil y de mortalidad en
menores de 5 años33. La exposición de niñas y niños a la violencia de pareja en sus hogares puede
llevar a consecuencias similares a las producidas por el abuso y el abandono infantil34 y aumentar
el riesgo de transmisión intergeneracional de la violencia: la exposición a la violencia en la infancia
(como víctima o testigo) aumenta el riesgo de sufrir o perpetrar violencia en la adolescencia y en la
edad adulta35. Si bien las niñas y adolescentes de todas las edades pueden ser víctimas de
violencia, las más pequeñas están más expuestas a situaciones de falta de cuidado adecuado,
negligencia, lesiones graves y muerte. Las consecuencias de la violencia en la primera infancia son
permanentes y generan problemas de salud física y mental, afectando el crecimiento, autoestima,
seguridad, aprendizaje y el pleno desarrollo. En América Latina y el Caribe, dos de cada tres niños y
niñas, entre 2 y 4 años, son víctimas de formas violentas de disciplina en el hogar; y uno de cada
dos niños y niñas de la misma edad son víctimas de castigos físicos36. Reconociendo las
intersecciones, los impactos intergeneracionales y el hecho de que frecuentemente la violencia
contra las mujeres y la violencia en la niñez concurren, los sistemas de atención, protección y
reparación deben hacer un esfuerzo para coordinar, de manera segura y ética, los servicios para
las mujeres y las niñas y niños expuestos a la violencia
Cita textual
Autor anonimo
Página. https://oig.cepal.org › sites › d
CONCLUCION-.
Podemos decir que Los asesinatos de mujeres derivan en un patrón cultural y menos al
fenómeno de la violencia social por el crimen organizado”, asegura el INEGI.
La conclusión es alarmante y habla de una sociedad machista que no respeta la vida de las
mujeres
"El silencio es letal en el maltrato hacia la mujer. Atrévete, sé valiente y denuncia al
agresor". Forma parte de una campaña de concienciación. Si eres testigo de una
agresión a una mujer y no lo denuncias, te conviertes en cómplice de la persona
maltratadora”.